Indemnizacion Hospital Felix Bulnes Cerda Primera

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FOJA: 301 .- .

NOMENCLATURA : 1. [40]Sentencia
JUZGADO : 8 º Juzgado Civil de Santiago
CAUSA ROL : C-19756-2013
CARATULADO : GUTI ÉRREZ / SERVICIO DE SALUD
METROPOLITANO OCCIDENTE

Santiago, veintinueve de Noviembre de dos mil diecis éis.-

VISTOS:

A fojas 1, comparece don Juan Bautista Leighton González, abogado


domiciliado en Agustinas N°1442-A, oficina 1003, Santiago, en
representación de doña Ana María Gutiérrez Catalán, dueña de casa, y de
don Jonathan Pablo Díaz Fernández, empleado, ambos domiciliados en Avda.
Cardenal Caro N°1850, comuna de Conchalí, Santiago, interpone demanda
de indemnización de perjuicios por falta de servicios, en contra de Servicio
de Salud Metropolitano Occidente, representado legalmente, por su Director
don Juan Kehr Soto, médico, ambos domiciliados en Av. Libertador Bernardo
O’Higgins 2429, Santiago.

Fundamento, indica que Ana Gutiérrez Catalán, presentaba un


embarazo normal, que se controló en el Consultorio Huamachuco de Renca,
con un feto único, vivo, sano de sexo femenino, sin malformaciones, que
crecía, se desarrollaba y movía con normalidad en el claustro materno, seg ún
consta en los exámenes ecográficos correspondientes.

Agrega, que el control del embarazo en dicho consultorio, se realiza


hasta que sea necesario derivar a la paciente a un centro hospitalario, que
realice las intervenciones quirúrgicas de parto o cesárea, propias de un
hospital.

Indica, que las ecografías de los días 8 de octubre, 14 de diciembre,


19 de diciembre, 30 de enero y 26 de abril, del año 2009 y 2010
respectivamente, realizadas por el médico don José Francisco Figueroa Deza,
de los Laboratorios Médicos Santiago Centro, en los que se da cuenta de que
el feto se encuentra en buen estado, sin malformaciones.
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Señala, que posteriormente doña Ana Gutiérrez comienza con
complicaciones de alto riesgo obstétrico, sin embargo, el feto sigue vivo y
con desarrollo normal en el vientre materno.

Explica, las complicaciones de alto riesgo que se presentaron fue un


exceso de líquido amniótico llamado polihidromanios y dilataci ón de asas
intestinales del feto, que podría corresponder a meconio antiguo.

Indica, que su representada de acuerdo al diagnóstico Gabriel Quiroz


del Consultorio Huamachuco, mediante una ecografía con fecha 18 de marzo
de 2010, con 33 semanas y 5 días de embarazo, fue diagnosticada con
exceso de líquido amniótico, es decir, polihidromanios moderado, lo que
obliga a extremar la vigilancia, los monitoreos y controles, lo que en la
especie no se hizo, no costa en ninguna parte de la Ficha Cl ínica, ya que es
grave si no es tratado.

Alega, que en la especie no se cumplieron ni observaron normas y


procedimiento de la propia Guía Perinatal del Ministerio de Salud (MINSAL)
del año 2003, documento normativo de consenso de protocolos vigentes,
elaborado por expertos en Obstetricia y Ginecología, propio del rol
normativo, orientador, de vigilancia y regulador de MINSAL.

En cuanto a la dilatación de asas intestinales del feto, que pod ía


corresponder a meconio antiguo, se consta en la ecotomograf ía se observ ó un
embarazo de 37 semanas más 30 días, realizado por el doctor Felix Garrido
Herrera de los Laboratorios Médicos Santiago Centro, con fecha 17 de abril
de 2010.

Explica, que la dilatación de asas intestinales del feto impide o


disminuye la capacidad del feto de tragar líquido amniótico, para as í
colaborar en la mantención constante del nivel de líquido amni ótico en
relación con su producción.

Señala, que con fecha 25 de marzo de 2010, su representada fue


derivada mediante interconsulta desde el consultorio Huamachuco, a la
especialista por alto riesgo obstétrico Dra. Marcia Smirnow Sánchez,
funcionaria del Hospital Félix Bulnes Cerda, que por motivos del terremoto,
la atendió en el Centro de Referencia de Salud Salvador Allende el 26 de
marzo de 2010, señalando en el formulario de la interconsulta se indica la
presencia de polihidroamnios y se consigna la Cesario anterior como otro
factor de riesgo obstétrico adicional.
GJSXXSHTE

Indica, que el 4 de mayo de 2010, su representada fue al control en


el Consultorio Huamachuco, fue derivada a la Maternidad del Hospital F élix
Bulnes Cerda, para el día 7 de mayo de 2010, ya que debido a sus
antecedentes que daban cuenta de las complicaciones de alto riesgo obstétrico,
sumado a las 40 semanas de embarazo, era necesario hospitalizarla de
inmediato para practicarle una cesarea, en dicho hospital.

Manifiesta que el día 7 de mayo de 2010, su representada fue a


Urgencias de la Maternidad del Hospital Feliz Bulnes Cerda en la comuna de
Providencia con sus documentos clínicos, con la intenci ón de que la
hospitalizaran en ese mismo día, por los dolores abdominales constantes en el
vientre.

Expresa, que una vez en el hospital su representada tuvo que esperar


3 horas para ser atendida, por un facultativo médico, quien a pesar de saber
de los dolores intensos en el vientre y los antecedentes de la dilataci ón
intestinal, señalo que todo estaba normal luego de hacerle una revisi ón
superficial y tomarle la presión así como sentir los latidos del feto, por lo
que fue devuelta para la casa y citada para el 10 de mayo s ólo para
realizarle una ecografía obstétrica y no para hospitalizarla o realizarle una
cesaría.

Alega, que su representada continuó con los dolores, hasta que el d ía


domingo 9 de mayo de 2010, a las 13:00 horas fue de urgencias al Hospital,
por las fuertes contracciones, sin embargo, no había nadie en urgencias que
la atendiera, sintiendo todavía que su bebe se movía en su vientre, sin
embargo, pasado las 15:00 dejo de sentir los latidos del bebé en el vientre.

Explica, que a las 15:10 llegó la doctora Paola Ester Bustos y el


matrón Edgar Allan Ríos Contreras, facultativos a cargo del procedimiento
de parto quienes constaron a través de distintas máquinas que el feto no
latía, sin embargo, al momento de preguntar si todo está bien, la doctora
contestó que no se preocupara.

Alega, que a las 15:25, casi dos horas y medias después de haber
llegado al hospital, le tomaron una ecografía a su representanta, la que
indicaba que su guagua estaba muerta, y que no tiene ningún latido.

Expresa, que el día 10 de mayo de 2010, el doctor don H éctor


Medina, realizó una cesaría a doña Ana María, para sacarle la guagua
muerte , la cual fue entrega a Anatomía Patológica de ese hospital, que la
decepcionó con fecha 20 de mayo de 2010, para practicarle una autopsia.

Manifiesta, que el Informe de Autopsia 10-13-A, concluye que es un


feto de sexo femenino de termino sin malformaciones, signos morfol ógicos de
GJSXXSHTE

sufrimiento fetal agudo, signos de desprendimiento placentario, hematoma


retroplacentario, amniomitis aguda leucitaria e infarto placentarios múltiples.
Agrega, que el feto se encuentra con “maceración leve en dorso
pliegues, lo cual es una forma de aproximar el intervalo transcurrido entre la
muerte y la expulsión fetal. En este sentido, el feto no se encontraba en
estado de descomposición, lo cual permitiría establecer que la guagua al
momento de hacérsele la autopsia el día lunes 10 de mayo de 2010, ten ía
menos de 24 horas de fallecida.

Indica, que lo anterior significa que la criatura hab ía muerto en el


hospital, el día anterior, es decir, el día domingo 9 de mayo de 2010, dentro
del vientre materno, pasadas las 15:00.

Alega, que en el Certificado de Nacimiento Muerto del Servicio de


Registro Civil e Identificación de Chile, en lo referido a la causa de la
muerte expresa “feto con maceración Incipiente”. Medicamente
“maceración incipiente, es un proceso que se presenta cuando un feto lleva
varias horas de muerto, de 8 horas.

En este sentido, alega que la criatura estaba viva dentro del vientre
materno al momento de llegar su representada al hospital a las 13:00 del 9
de mayo, y si guió con vida hasta pasadas las 15:00 de ese día, momento en
que la gestante ya no sintió sus movimientos; lo que se encuentra
corroborado con el informe de autopsia, que establece la hora y fecha de
defunción de la criatura a las 15:45 del día 09 de mayo de 2010, dentro del
vientre materno, lo cual se aviene con la maceración leve e incipiente del
feto, observada al momento de la autopsia; siendo separada y extra ída el
lunes 10 de mayo del mismo año mediante cesárea.

Agrega que el señalado día domingo 9 de mayo a las 15:45 horas, es


la misma hora en que por primera vez aparece y se registra la existencia del
óbito fetal, por la Dra. Paola Ester Bustos Pavez y el matr ón Edgar Allan
Ríos Contreras en el llenado del formulario de historia clínica perinatal.

Hace presente que existe un error en el informe de autopsia N°10-


13-A y por tanto en el certificado médico de defunci ón y estad ística de
mortalidad fetal, en cuanto el primero señala como fecha de recepción de la
criatura el 09 de mayo de 2010, lo que implicaría que el feto habría muerto
el día 08 del mismo mes y año, pretendiendo que se crea que al momento
de ingresar Ana María al hospital el 09 de mayo de 2010, ya ven ía muerto,
ya que la autopsia habría concluido que presentaba una leve maceraci ón,
indicativa que llevaba menos de 24 horas fallecida, y que el mismo
Certificado de Nacido Muerto corrobora al expresar en la causa de la
GJSXXSHTE

muerte “Feto con maceración incipiente”; añade que a la actora la dieron


de alta el día 11 de mayo de 2010, y que junto con su marido fueron a
buscar a su hija el día 13 de mayo del mismo año para sepultarla,
entregándosela con el cordón umbilical hacia el hombro entero y envuelta en
un paño todo ensangrentado; procediendo a vestirla y a salir para que
sellaran el cajón.

En cuanto al derecho, invoca los artículos 1 y 16 del Decreto Ley


N°2.763 de 1979, en cuanto señalan que el Ministerio de Salud a trav és de
los Servicios de Salud, ejerce la función de ejecutar y garantizar las acciones
de promoción y recuperación de la salud y rehabilitación de la persona
enferma, siendo éstos últimos organismos estatales funcionalmente
descentralizados, dotados de personalidad jurídica de derecho p úblico y
patrimonio propio.

Agrega que el Hospital Dr. Félix Bulnes Cerda es un establecimiento


de autogestión en red, que de acuerdo al art ículo 31 del DFL 1 de 2005, es
un órgano funcionalmente desconcentrado del Servicio de Salud Metropolitano
Occidente, por lo que no es un servicio público aut ónomo, que act úa bajo la
personalidad jurídica del Servicio de Salud.

En cuanto a la responsabilidad de la Administración del Estado tiene


sus fundamentos y fuente en la Constitución Pol ítica art ículos 1, 5, 6, 7, 19
N°1 y 9; y 38 inciso 2° y en el artículo 4 de la Ley Orgánica
Constitucional 18.575 sobre Bases de la Administración del Estado, en cuanto
dispone que el estado será responsable por los da ños que causen los órganos
de la administración en el ejercicio de sus funciones.

Luego se refiere a la responsabilidad extracontractual de los Servicios


de Salud, indicando que es orgánica y de la persona jurídica, lo que significa
que la imputación de daño recae directamente en el órgano; cita al respecto
a Arturo Alessandri, Eduardo Soto Kloss y Enrique Silva Cimma.

Continúa señalando que la responsabilidad estatal de derecho p úblico


basada en la Constitución Política, se erige sobre el da ño, y a diferencia de
la responsabilidad civil de derecho privado y de la responsabilidad penal, no
persigue castigar o sancionar a un culpable, sino resarcir a una v íctima que
ha sufrido un daño en lo suyo.

Así, los Servicios de Salud, en cuanto órganos del Estado, son


responsables de los daños que causen por falta de servicio, lo que se
encuentra prescrito en los artículos 42 de la Ley Org ánica Constitucional de
bases de la Administración del Estado y 38 de la Ley 19.966; contin úa
indicando que la falta de servicio está determinada por el mal, deficiente,
GJSXXSHTE

descuidado, anormal o irregular funcionamiento del respectivo servicio p úblico


y por lo tanto si se causa un daño a un particular, la administraci ón debe
indemnizarlo.
Expresa que para responsabilizar a los Servicios de Salud como en la
especie ocurre, deben concurrir copulativamente los siguientes requisitos:

a) El daño o perjuicio o lesión antijurídica en los derechos de la


víctima.

b) La falta del servicio por acción u omisión del órgano o sea que el
servicio público no ha funcionado, o ha funcionado mal o
deficientemente o descuidadamente, o ha funcionado prematura o
tardíamente.

c) Que exista una relación directa de causalidad entre la falta de


servicio por acción u omisión y el daño producido.

Aplicados estos requisitos al caso de marras indica que la falta de


servicio se produjo porque el Servicio de Salud no cautel ó que en la
atención de salud se observaran todas las medidas necesarias para prevenir el
daño provocado; los daños ocasionados son en efecto y consecuencia del mal,
deficiente y descuidado funcionamiento del servicio de salud, siendo clara la
relación de causalidad entre las omisiones de la administración y el da ño
sufrido.

Agrega que con los controles urgentes y oportunos se hubiera podido


mostrar que aunque en peligro, el feto continuaba vivo y se habr ían podido
tomas urgentes medidas para salvar y defender su vida, si se hubiere
practicado la cesárea de urgencia, se habría evitado la muerte perinatal, no
habiendo actuado el servicio público con la premura que las circunstancias
exigían.

También señala que los funcionarios públicos del hospital que


atendieron a la paciente conocían o debían conocer sus antecedentes cl ínicos
que daban cuenta de las complicaciones del embarazo de alto riesgo
obstétrico para la vida y salud de la madre y del feto; todo lo anterior es
indicativo que se está ante un funcionamiento anormal y deficiente del
servicio público sanitario, donde su puso en riesgo además la vida de la
madre.

Hace presente respecto de un embarazo de alto riesgo obst étrico como


el de la especie, que el desprendimiento prematuro de placenta o abrupci ón
placentaria, ocurre cuando la placenta se separa del útero antes de que el
feto nazca; hematoma retroplancentario es la sangre de origen materno que
se colecciona entre la pared y la placenta
GJSXXSHTE

Que a fojas 69, el abogado Procurador Fiscal (S) de Santiago del


Consejo de Defensa del Estado, en representación del Servicio de Salud
Metropolitano Occidente, contestó la demanda, solicitando sea rechazada en
todas sus partes, con expresa condena costas.

Luego de hacer un resumen de la demanda, en primer lugar deduce


excepción de falta de legitimación pasiva del Servicio de Salud Metropolitano
Occidente, dada la calidad de establecimiento autogestionado del hospital
demandado, según lo dispone el artículo décimo quinto transitorio de la Ley
N°19.937.

También alega la inconcurrencia de falta de servicio en la actuaci ón


de los establecimientos de salud demandados, invocando el art ículo 40 de la
Ley N°19.966, que establece que no serán indemnizables los da ños que
deriven de hechos o circunstancias que no se hubieran podido prever.

Señala asimismo que la demanda no puede prosperar en atención a


que no se configura en la especie la falta de servicio.

También alega la excepción de culpa de la víctima por el da ño


sufrido, como causal de exoneración, basado en el proceder negligente de la
madre, quien sin motivo alguno dejó transcurrir un período de tiempo muy
prolongado para ir a un centro hospitalario pues sin motivo alguno dejó
transcurrir un período de tiempo muy prolongado para ir a un centro
hospitalario, pues según su propio relato comenzó a presentar contracciones el
día 8 de mayo de 2010 y sólo a partir de la una de la tarde del d ía 9
decidió concurrir al Hospital Félix Bulnes.

Luego, plantea que en el caso sublite, no existe relaci ón de causalidad


entre los daños planteados por la demandante y la actuaci ón del Hospital Dr.
Félix Bulnes Cerda.

Agrega en cuanto a la responsabilidad médica, que la obligación del


profesional médico consiste en efectuar una atención de salud acorde a las
normas de la profesión (Lex Artis), con diligencia y cuidado, siendo ésta
una obligación de medios, no de resultados.

Haciéndose cargo de los perjuicios demandados, señala que la distinci ón


que realiza de la actora resulta improcedente, por cuanto el “da ño biol ógico
se encuentra incluido en el daño moral.

Por último respecto del daño moral, invocando jurisprudencia, indica


que la indemnización por este concepto nunca puede ser una fuente de
lucro o ganancia, y tampoco resulta procedente acudir a la capacidad
GJSXXSHTE

económica del demandante y/o demandado como elemento para fijar la


cuantía.
Tratándose de los reajustes, intereses y costas, refiere que los primeros
sólo pueden aplicarse desde la fecha en que la indemnización por da ños
quede establecida por sentencia firme. En relación a los intereses, tambi én
señala que no hallándose establecida ninguna obligación, tampoco puede haber
mora, no concurriendo en la especie ninguna de las circunstancias establecidas
en el artículo 1551 del Código Civil, ni tampoco los supuestos de la Ley
18.010.

Por último en relación a las costas, indica que la condena s ólo ser ía
procedente en el improbable caso que fuera totalmente vencida y que a ún
en dicha circunstancia el Tribunal podría eximirla por haber existido motivo
plausible.

Que a fojas 101, la actora evacúo el trámite de la r éplica se ñalando


respecto de falta de legitimación pasiva alegada que el Tribunal ya se
pronunció a su respecto mediante resolución firme y ejecutoriada rechazando
la misma excepción opuesta como dilatoria, la que fue confirmada por la I.
Corte de Apelaciones de Santiago, por resolución de fecha 29 de Junio de
2014.

Agrega que ésta alegación debe ser rechazada por cuanto la


representación judicial y extrajudicial que otorga el art ículo 25 F de la Ley
19.937, opera sólo en lo que se refiere a las atribuciones señaladas en el
artículo 25 F del mismo cuerpo legal; y que lo demandado en autos excede
las atribuciones establecidas en este artículo, por lo que no corresponde
dirigir la acción en contra del establecimiento.

Que a fojas 112, la demandada evacúo el trámite de la duplica,


reiterando íntegramente las excepciones, alegaciones y defensas formuladas en
la contestación de la demanda.

Que a fojas 129, se recibió la causa a prueba.

Que a fojas 173, se citó a las partes a oír sentencia.

CONSIDERANDO:

EN CUANTO A LAS TACHAS:

PRIMERO: Que a fojas 193 y 201, la actora tacha a los testigos de la


parte del Fisco de Chile, doña Paola Ester Bustos Pavez y a don Edgan
Allan Ríos Contreras, respectivamente por la causal contemplada en el
numeral 4 del artículo 358 del Código de Procedimiento Civil, toda vez que
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de sus dichos se desprende que son funcionarios p úblicos que se desempe ñan
en el Hospital Félix Bulnes, dependientes del jurídica y laboralmente del
Servicio de Salud Metropolitano Occidente, que depende del Ministerio de
Salud, por lo que asoma claramente la falta de imparcialidad. Asimismo
invoca la norma del artículo 84 letra d) del estatuto administrativo, Ley
18.834, que en cuanto no existe constancia en autos de la autorizaci ón de su
superior jerárquico para concurrir a declarar.

SEGUNDO: Que evacuando el traslado el demandado Fisco de Chile,


solicita el rechazo de las tachas en todas sus partes, puesto que no
concurren, respecto de los testigos, la inhabilidad planteada. En cuanto a la
causal N°4, ésta no procedería, ya que no son criados dom ésticos o
dependientes, como lo exige la norma.

En relación a la norma del artículo 84 letra d) del estatuto


administrativo, Ley 18.834, indica que debe ser rechazada por no constituir
una causal de inhabilidad.

TERCERO: Que a juicio de esta sentenciadora, cabe señalar que


conforme lo dispone el artículo 89 del Decreto con Fuerza de Ley Nº29
de fecha 16 de Marzo de 2005 del Ministerio de Hacienda, que fija el texto
refundido del Estatuto Administrativo, los funcionarios p úblicos gozan de una
estabilidad en el empleo, distinta a los trabajadores del sector privado
teniendo también garantizada la carrera funcionaria, cuestión que les asegura
su independencia.

Lo que ha quedado acreditado con los propios dichos de los testigos y


de las partes; motivo suficiente para rechazar las tachas opuestas.

EN CUANTO A LA FALTA DE LEGITIMACION PASIVA


ALEGADA COMO EXCEPCION DE FONDO:

CUARTO: Que Javier Alonso Rivera Huamanga, abogado, en


representación de doña Angélica Patricia Cariaga Jaque solicita tener por
interpuesta demanda civil de indemnización de perjuicios en contra del
Servicio de Salud Metropolitano Occidente, representado por el Dr. Juan
César Kehr Soto, en contra del Hospital San Juan de Dios, representado por
la Dra. Elena San Martín Ricci; y en contra del Hospital Dr. F élix Bulnes
Cerda, representado por el Dr. Ignacio Abusleme Abud, por su
responsabilidad en la indemnización de perjuicios que les competa por la
falta de servicio incurrida en los hechos y fundamentos de derecho, por
daños patrimoniales y extrapatrimoniales cuantificados en la suma de
$29.000.000, acogiendo la demanda en todas sus partes más reajustes y costas
devengados desde la fecha de la sentencia y el pago efectivo, o en subsidio
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al monto que según las bases y períodos que establezca en la sentencia.

Basa su acción en los hechos que ya fueron rese ñados en la parte


expositiva de la presente sentencia.
QUINTO: Que el Consejo de Defensa del Estado en representaci ón del
demandado, contesta la demanda, solicitando su rechazo, alegando en primer
lugar la falta de legitimación pasiva del Servicio de Salud Metropolitano
Occidente, en razón de que el Hospital demandado tendr ía la calidad de
Autogestionado en Red y en consecuencia su representaci ón judicial y
extrajudicial corresponde a su director.
Asimismo solicita el rechazo de la demanda por la inconcurrencia de
falta de servicio en la actuación de los establecimientos de salud demandados,
invocando el artículo 40 de la Ley N°19.966; y en que no se configura en
la especie la falta de servicio, además de las alegaciones ya se ñaladas en la
primera parte de este fallo.

SEXTO: Que en primer lugar y atendidas las alegaciones de la


demandada es necesario hacerse cargo de la falta de legitimidad pasiva, ello
por cuanto constituyendo ésta un presupuesto procesal, es decir, una
exigencia cuya falta determina ineludiblemente que no se puede conceder la
petición de tutela judicial solicitada en el proceso; por lo que en caso de no
concurrir la legitimación pasiva, faltará un elemento básico para acceder a la
tutela judicial.

SEPTIMO: Que en relación a esta materia, resulta necesario entender


el significado de legitimidad, y para ello hemos de remitirnos al jurista Devis
Echandía, que señala: "En lo que respecta al demandante, la legitimación en
la causa es la titularidad del interés materia del litigio y que debe ser objeto
de sentencia (procesos contenciosos), o del interés por declarar o satisfacer
mediante el requisito de la sentencia (procesos voluntarios). Y por lo que al
demandado se refiere, consiste en la titularidad del interés en litigio, por ser
la persona llamada a contradecir la pretensión del demandante o frente a la
cual permite la ley que se declare la relación jurídica material objeto de la
demanda".

Por su parte, Rocco señala que la legitimación expresa si el actor y el


demandado, respecto de quienes debe declararse con certeza la existencia de
una relación jurídica, están autorizados por la norma procesal para pretender
tal declaración. Es una cuestión previa a la determinación de si existe o no
la relación jurídica sustancial. Según este autor, no debe confundirse la
legitimación con la existencia del derecho o relaci ón material, ya que basta
la titularidad simplemente afirmada.

Luego Chiovenda expresa: "Esta condición de la sentencia favorable se


GJSXXSHTE

puede designar con el nombre de cualidad para obrar... preferimos nuestra


vieja denominación de legitimatio ad causam (o legitimidad para obrar). Con
ella se expresa que para que el juez estime la demanda, no basta que
considere existente el derecho, sino la identidad de la persona del demandado
con la persona contra quien se dirige la voluntad de la ley (legitimaci ón
pasiva). Con el nombre de Legitimatio ad processum se indica, por el
contrario, un presupuesto procesal, esto es, la capacidad de presentarse en
juicio por sí o por otros."

OCTAVO: Que en estos autos, a fojas 57, el Tribunal se pronunció


respecto de las excepciones dilatorias opuestas por el Fisco de Chile,
específicamente de aquella planteada en virtud de lo dispuesto en el art ículo
303 N°6, fundada precisamente en la falta de legitimación pasiva del
Servicio de Salud Metropolitano Occidente, por ser un establecimiento
autogestionado en red y en consecuencia encontrarse delegada su
representación judicial y extrajudicial en el director del establecimiento.

NOVENO: Que encontrándose esta materia ya resuelta en la


sentencia referida, confirmada por la Ilustrísima Corte de Apelaciones de
Santiago; rechazando la excepción opuesta, a fin de zanjar en esta instancia
la misma excepción de falta de legitimación pasiva opuesta ahora como
perentoria, se reitera que en virtud del artículo 25 del Decreto 38 de 2005
del Ministerio de Salud, que establece el reglamento org ánico de los
establecimientos de salud de menor complejidad y de los establecimientos
autogestionados en red, se advierte que la representación judicial se
encuentra delegada en el director del establecimiento; no siendo exclusiva
ésta en el director, entendiendo por tanto que el Servicio de Salud a ún
conserva la misma.

DÉCIMO: Que a mayor abundamiento, cabe señalar que en forma


reiterada la jurisprudencia ha sostenido que la representaci ón judicial y
extrajudicial que otorga el inciso final del artículo 25 F de la Ley 19.937,
que modifica el DL 2.763 de 1979, sólo opera en lo que se refiere a las
atribuciones señaladas en el mismo artículo y literal, en el que no se
encuentran las cuestiones demandadas en autos, esto es, da ños y perjuicios
por falta de servicio.

UNDÉCIMO: Que de esta manera se desprende que cuando en la


especie y aún cuando el Hospital Dr. Félix Bulnes está catalogado como un
establecimiento Autogestionado en Red cuyo director por ley tiene la
representación judicial del servicio, por las razones esgrimidas
precedentemente, el Servicio de Salud Metropolitano Occidente, resulta ser
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legítimo contradictor en estos autos y su emplazamiento genera una relaci ón


procesal válida, razones todas que llevan a rechazar la excepción de falta de
legitimación pasiva alegada por el Fisco de Chile.
EN CUANTO AL FONDO:

DUODÉCIMO: Que luego para acreditar sus dichos, la actora


acompañó prueba documental, inobjetada de contrario, y testimonial
consistente en:

1.- Guardado en custodia bajo el N°7622-2013 y a fojas 13, original


y copia, respectivamente de Certificado de término de mediación de fecha
31 de enero de 2012, en el que se certifica que con esa data termin ó el
procedimiento de mediación, respecto del Hospital Félix Bulnes Cerda.

2.- A fojas 34 a 46, Copias simples de


una resolución y dos sentencias referentes a la legitimidad pasiva alegada en
autos.

3.- A fojas 155, Certificado de Matrimonio de do ña Ana Mar íz


Gutiérrez Catalán con don Jonathan Pablo Díaz Fernández.

4.- a fojas 173, Dato de Atención de Urgencia, a nombre de la actora


emanada del Hospital Dr. Félix Bulnes, de fecha 08 de Diciembre de 2009;
que detecta un embarazo de 14 semanas con dolor.

5.- Guardados en custodia bajo el N°2549-2015, Set de documentos,


entre ellos informe de autopsia, historia clínica perinatal. Dato de atención de
Urgencia de fecha 09 de Mayo de 2010, en que aparece como hora de
ingreso las 15:51.

Testimonial: Que asimismo a fojas 163 y siguientes, la actora rindió


prueba testimonial, haciendo comparecer a estrados a Francisca Javiera Mella
González y a Rodrigo Andrés González Leiva, quienes juramentados e
interrogados en forma legal, sin tacha se encuentran contestes al tenor de los
puntos de prueba N°1, 2, 3 y 5 de fojas 149, esto es, Circunstancias,
motivos y causas del fallecimiento del feto en el vientre de Ana Mar ía
Gutiérrez Catalán, el día 9 de mayo de 2010, en las dependencias del
Hospital Félix Bulnes Cerda, dependiente del Servicio de l Salud Metropolitano
Occidente; hechos que configurarían la responsabilidad que se le imputa al
Hospital Félix Bulnes Cerda; relación de causalidad entre el da ño que
reclaman los actores como objeto de indemnización y la acción u omisión
y/o falta de servicio atribuida al demandado como generador de éste, y
existencia, origen, naturaleza y monto de los perjuicios demandados y
exponen:
Que el día 9 de Mayo del año 2010 acompañando respectivamente a
GJSXXSHTE

un familiar se encontraban en urgencia del Hospital Félix Bulnes cuando


eran alrededor de la una de la tarde, la Sra. Ana, se notaba que ven ía con
contracciones, se quejaba bastante de dolor, no se encontraba la recepcionista
en su lugar para hacer el ingreso de la señora, se busc ó al personal y no
había nadie, ella llevaba varios minutos en recepción esperando que llegara la
persona para hacer su ingreso, pero no llegaba nadie, pensaba que ser ía su
hora de colación y no se encontraba nadie, eran como las 14,00 horas, su
marido Jonathan Díaz, trataba de tranquilizarla, apoyarla, le decía que la
bebé estaba bien inquieta, se movía bastante, conversaban con dos personas
que se encontraban a su alrededor, ellas también trataban de tranquilizarla le
tocaron la guatita y sintieron a la bebé y también mencionaron que estaba
inquieta. Agregan que como a las 15,00 horas, cuando escucharon decir a la
Sra. Ana a su marido que la bebé dejó de moverse de un momento a otro,
éste último fue a preguntar porque la atención demoraba tanto, luego de eso
entró una doctora con un enfermero y se llevaron a la Sra. Ana en una
camilla, fue don Jonathan y el papá acompañándola, al par de minutos sale
don Jonathan con el papá, el Sr. Jonathan estaba muy afectado, sale
llorando, don César trataba de calmarlo cuando don Jonathan le dice que no
era posible que su bebé estaba muerto si hace un rato se estaba moviendo,
empezaron a hablar que era la falta de atención que le dieron a la Sra.
Ana. Indican que don Cesar, les pidió si podían ser testigos si hac ían una
demanda, señalan que les consta que la Sra. Ana estuvo dos horas esperando
que la atendieran y no llegó nadie, no había nadie en recepción que la
ingresara,
Finalmente ambos deponentes, señalan haberse encontrado con los
demandantes en el hospital, el día 13 de Mayo, que se ve ían bien afectados,
lloraban bastante, les comentaron que iban a buscar a su guagua para darle
sepultura, y que estaba con el cordón umbilical, con un pa ño tapado, todo
ensangrentado; Lo que les consta por haberlo presenciado.

DÉCIMO TERCERO: Que por su parte, la demandada rindió prueba


testimonial a fojas 193 y siguientes, compareciendo doña Paola Ester Bustos
Pavez y don Edgar Allan Ríos Contreras.

Ambos señalaron que la atención de la paciente por parte de


funcionarios del Hospital no fue tardía, porque personalmente la atendieron
al ingreso, a las 15:45 del día 09 de mayo de 2010, registrándose el dato de
atención de urgencia a las 15:51 horas.

Que también la demandada rindió prueba confesional, citando a do ña


Ana María Gutiérrez Catalán, quien debidamente juramentada respondió a las
GJSXXSHTE

preguntas del pliego de posiciones agregado a fojas 211, que efectivamente


comenzó a sentir contracciones el día viernes 7 de mayo de 2010, las que
continuaron el día 8 del mismo mes y año, agrega que el d ía 7 el doctor le
señaló que debía quedar hospitalizada, pero la persona que hac ía las
ecografías ya se había ido por lo que la hicieron comprar el bono para el
día lunes. Agrega que el domingo 9 de mayo fue a la Urgencia del Hospital.
Finalmente aclara respecto a la pregunta N°1 que no tuvo contracciones el
día 7 de mayo de 2010.

DÉCIMO CUARTO: que de la prueba analizada, es posible tener como


hechos no controvertidos, los siguientes:

1.- Que hasta las 33 semanas y 5 días de embarazo, se visualizaba un


feto sano, vivo, de sexo femenino, que se desarrollaba y mov ía con
normalidad en el claustro materno.

2.- Que el 18 de marzo de 2010, se detectó en el Consultorio de


Huamachuco, Renca, mediante ecotomografía obstétrica polihidroamnios
moderados que correspondían a un exceso de l íquido amni ótico, adem ás de
asas intestinales del feto y ello además de meconio antiguo.

3.- Que el 25 de Marzo, la paciente fue derivada al Hospital F élix


Bulnes, de alto riesgo, ya que además había presentado ces área anterior por
interconsulta sin contracciones.

4.- Que el día 7 de Mayo de 2010, ya con 40 semanas de gestaci ón,


la paciente se presentó en Urgencia de Maternidad del Hospital F élix Bulnes
Cerda, con dolor abdominal en el vientre y contracciones, siendo devuelta a
su domicilio y citada para el día 10 de mayo de 2010.

5.- Que el día 9 de mayo, la paciente se present ó en el Hospital con


fuertes contracciones y movimientos del feto.

6.- Que a las 15:51 horas se inicia su atención médica con los
facultativos Paola Ester Bustos Pavéz y Edgar Allan R íos Contreras, quienes
al revisarla no oyeron latidos fetales.

7.- Que posterior a ello se le practicó el mismo día una ecotomograf ía


que dio cuenta de la muerte del feto.

8.- Que el día 10 de mayo fue ingresada a pre parto s ólo para
extraer a la criatura muerta.

DÉCIMO QUINTO: Que, la responsabilidad que se ha demandado es


de carácter extracontractual, pues no existe ninguna vinculaci ón jur ídica
GJSXXSHTE

previa entre la actora y los demandados; resulta de un estatuto jur ídico que
busca proteger a los ciudadanos de los eventuales da ños que sufran en su
persona o en su propiedad privada, producto de la actividad jur ídica y
material de la administración del Estado, o de sus órganos, como lo ser ía en
este caso el Hospital Félix Bulnes Cerda.

En este sentido, es importante el desarrollo jurisprudencial que ha


tenido la responsabilidad del Estado, específicamente desde la dictaci ón de la
Ley N° 18.583, en 1986 Ley de Bases Generales de la Administraci ón del
Estado que ha permitido separarla en el tiempo de los reg ímenes de
responsabilidad que contempla el Código Civil, y las relaciones entre
particulares, para establecer un régimen basado en la falta de servicio del
Estado a través de sus órganos.

DÉCIMO SEXTO: Que en este orden de ideas, se ha entendido que la


falta de servicio corresponde a una mala organización, o un funcionamiento
defectuoso de la administración que le es exigible a un servicio público, que
proviene del actuar de una persona (un agente público) que puede o no
estar singularizado o bien deberse a un conjunto de situaciones imposibles de
imputar a alguien en particular.

En nuestro ordenamiento jurídico, la responsabilidad objetiva del


Estado, está consagrada en el artículo 44 de la actual Ley de Bases
Generales de la Administración del Estado N° 18.575, que dispone:

“Los órganos de la Administración serán responsables del daño que


causen por falta de servicio. No obstante, el Estado tendrá derecho a repetir
en contra del funcionario que hubiere incurrido en falta personal.”

Convirtiéndose de ese modo el Estado en responsable por hechos que


incluso pueden serle ajenos, es decir imputables al funcionario y no al
órgano propiamente tal y por ello es que le entrega la posibilidad de repetir
en su contra.

DÉCIMO SEPTIMO Que en la falta de servicio que se acusa por


parte de la demandante, más que la relación de causalidad, lo que debe
configurarse es justamente la falta de servicio, y para ello, para poder
determinar la existencia de ésta debe hacerse en el marco de la
responsabilidad subjetiva, aun cuando la jurisprudencia mayoritaria estima que
la responsabilidad por falta de servicio es objetiva y solo bastaría con
determinar que el servicio actuó mal, para configurar la responsabilidad. De
este modo en el caso que nos ocupa, bastaría con analizar si el Hospital
demandado, cumplió con las labores que le son propias o no (acciones
integradas de recuperación y fomento de la salud), para dar por sentado el
GJSXXSHTE

daño.

DÉCIMO OCTAVO: Que, entonces lo que se ha demandado, en base a


los hechos fundantes de la demanda, es la responsabilidad del Hospital Dr.
Félix Bulnes Cerda, que por las atenciones brindadas a la paciente, causaron
daños que pide se reparen por esta vía; así para que opere este tipo de
responsabilidad médica alegada, no basta comprobar la posible existencia de
un simple error en el diagnóstico o en la prescripci ón de una terapia, sino
que habrá de acreditarse la existencia de culpa, es decir, de una negligencia,
de una falta de prudencia imputable; de un alejamiento de la lex artis, que
ha sido definida por la jurisprudencia de nuestros tribunales como cat álogo
de principios, prácticas y conocimientos técnicos no escritos que integran un
código de conducta derivadas de la experiencia, exigida a quienes despliegan
una conducta profesional que crea riesgo.

En consecuencia sus requisitos son: a) Imputabilidad, que parte del


supuesto que el causante del daño sea legalmente m édico. b) Existencia de
una falta, esto es, que el hecho se haya ejecutado intencionalmente o con
imprudencia o negligencia, es decir, con infracción a la llamada Lex Artis.
c) Daño, precisándose, que no todo menoscabo debe presumirse causado por
el hecho médico, lo que se imputa al facultativo es un da ño agregado, esto
es, una agravación, mantenimiento en la enfermedad, lesiones, muerte; y
finalmente, d) Relación de causalidad, es decir, que entre el hecho m édico y
el daño sufrido por la víctima, se precisa una relación de causa a efecto;
que el daño se haya producido u ocasionado, por el hecho il ícito de esa
persona.

DÉCIMO NOVENO: Que corresponde entonces a la luz de las


probanzas rendidas analizar la actuación del hospital demandado, para
determinar si existió realmente falta de servicio, en el retardo y calidad de
la atención y prestaciones otorgadas a la actora; y si hubiere sido posible
evitar el sufrimiento fetal y consecuente fallecimiento.

Así, del mérito de los documentos acompañados, especialmente la Ficha


Clínica allegada al proceso, solicitada por medio de oficio al propio Hospital
Dr. Félix Bulnes Cerda, a petición de la parte demandante, que corre a fojas
217 y siguientes; se acreditó que doña Ana María Gutiérrez Catal án, con
fecha 04 de mayo de 2010, controló su embarazo de 40 semanas de
gestación en el Consultorio Huamachuco, siendo derivada mediante
interconsulta a la Maternidad del Hospital Dr. Félix Bulnes Cerda, al
Policlínico de Alto Riesgo Obst étrico , resultando citada en éste último para
el día 10 de mayo de 2010, a fin de practicarle una ecografía ginecológica.

Asimismo consta de la ficha de historia evolución cl ínica de fojas 258,


GJSXXSHTE

que con fecha 09 de mayo de 2010, la actora concurri ó a la urgencia del


Hospital Félix Bulnes, donde le diagnostican muerte u óbito fetal con 40
semanas de embarazo, se lee en la Historia clínica complementaria que
“Paciente consulta por DU(+) desde el viernes. Vista en FAR el viernes se
indica Eco para mañana. MF(+) previo a llegar ahora al Hospital. FG (+)
ayer.”

Luego a fojas 258 consta que a las 16:15 horas del mismo d ía 9 de
mayo la paciente ingresa a preparto, siendo evaluada permanentemente;
siendo trasladada a pabellón a las 10:00 horas del día 10 de mayo de 2010;
y luego a las 15:15 ingresa a la unidad de ginecología.

VIGÉSIMO: Que a mayor abundamiento, dado que el conocimiento


jurídico de un caso es a posteriori, la doctrina y la jurisprudencia chilena
han concordado que para conocer la causa de un da ño se debe partir por el
resultado y preguntarse si la acción u omisión cuestionada tiene una relaci ón
necesaria y directa con él.

Así, un comportamiento omisivo, aunque físicamente nada ha causado


pues nada se ha movido, para el Derecho sí produce un efecto, pues la
conducta exigible era otra. Para el Derecho acción u omisión son
equivalentes en cuanto ambas pueden generar consecuencias dañosas.

En efecto, nuestra Excelentísima Corte Suprema ha señalado: “en


cuanto a la causalidad, no se pide demostraciones irrefutables en este campo
cuando se trata de la omisión, pues la demostración de una relaci ón de
causalidad exacta entre la omisión y el resultado es una pretensi ón vac ía,
porque la omisión desde un punto de vista natural nada causa. En la omisión
se trata de una atribución normativa y, en la especie, la muerte del menor
es precisamente normativamente atribuible al médico y en ese sentido su
conducta ha de estimarse causal y no conforme a ciencias exactas e
inaplicables al campo del derecho.”

VIGÉSIMO PRIMERO: Que así las cosas, se tiene por establecido que
la paciente era de aquellas de alto riesgo, tomando en consideraci ón y de
acuerdo a estudios de expertos en salud maternal y perinatal proveniente de
diferentes servicios asistenciales públicos del país, que permiten la mejor
atención posible al binomio madre – hijo, proteger al feto, identificando
precozmente y usando diversos métodos y recursos según factores de riesgos
y situaciones clínicas que se vayan presentando en la vigilancia fetal en
trabajo de parto, más aún tomando en consideración los antecedentes que las
fichas médicas determinaban que dieron pábulo al traslado a este Hospital
mediante diagnóstico explícito lo que obligaba a un manejo cuidadoso y por
medios idóneos, extremando la vigilancia, lo que no ocurrió, no siendo
GJSXXSHTE

procedente entonces traspasar la culpa a la paciente por no concurrir


oportunamente a este centro, quedando en evidencia de los propios dichos
del demandado que ella fue citada para el día 10 de mayo de 2010.
VIGÉSIMO SEGUNDO: Que el asunto consiste en verificar entonces
de lo que se lleva razonado hasta aquí, si entre el 7 y el 10 de Mayo, era
posible tomando en consideración que se trataba de un embarazo de t érmino
con alto riesgo, evitar el sufrimiento fetal, a fin de reducir un estr és
fisiológico propio de un trabajo de parto, tanto para el feto como para la
madre, mediante una intervención obstrétrica oportuna y entonces evitar el
fetal, daño neurológico o la muerte del feto; toda vez que los profesionales
médicos conocían o debían conocer los antecedentes clínicos.

VIGÉSIMO TERCERO: Que en esta materia conviene tener presente


para esta sentenciadora además de las normas constitucionales que protege al
que está por nacer; el artículo 75 del Código Civil; por lo que no solo se va
a tener en cuenta la prueba allegada, que al no ser exactamente
determinante, en cuanto al desconocimiento real respecto de la hora de
llegada de la paciente al Hospital, y la causa de muerte y data de la misma,
es así que de acuerdo a la prueba se puede concluir en conformidad a base
de presunciones graves, precisas y concordantes para sostener que en
definitiva si una cesárea de urgencia de acuerdo a calificados expertos en
asuntos maternales y perinatales, aconsejaban interrumpir por la v ía más
expedita un embarazo de término de alto riesgo, lo que no ha quedado
discutido con la abundante documental acompañada.

Que si bien existe una real


problemática de deficiencias en el sistema de salud Público Chileno, siendo
notorio y de público conocimiento, no es menos cierto, que frente al
requerimiento de la demandante existió un actuar deficiente o negligente del
Hospital Dr. Félix Bulnes Cerda, lo que constituye una falta de servicio, y
por tanto se configura la responsabilidad de este establecimiento en los
hechos imputados por la demandante.

VIGÉSIMO CUARTO: Que atendida la conclusión anterior resulta


necesario ahora referirse a la existencia de los perjuicios demandados y su
relación de causalidad con el hecho culposo precedentemente determinado.

VIGÉSIMO QUINTO: Que en cuanto al daño moral, no cabe duda


alguna que éste se ha producido por el sólo hecho de la muerte de su hija y
verse expuesta la actora a la falta de prestación médica y a los dolores
sufridos tanto papa la madre como para e feto, lo que ha quedado
claramente establecido del in forme de autopsia, sin perjuicio de que tal
como lo ha fallado reiteradamente nuestra jurisprudencia, “el da ño moral es
GJSXXSHTE

de índole netamente subjetivo y su fundamento se centra en la propia


naturaleza afectiva del ser humano, de manera que puede decirse que tal
daño se produce siempre en un hecho externo que afecta la integridad moral
del individuo y por lo tanto la apreciación de éste debe considerarse
entregada al juez, pues dada su índole es inconcuso que no puede ni
requiere ser acreditado” (González Vergara Paulina y Cárdenas Villareal,
Hugo, Santiago, Chile:Lexis Nexis, 2007, p. 255).

VIGESIMO SEXTO: Que no obstante lo señalado precedentemente, a


juicio de esta sentenciadora, se encuentra suficientemente acreditado el da ño
sufrido por la actora, en efecto, en la propia ficha cl ínica allegada a los
autos, los profesionales de la salud que la atendieron fueron relatando su
estado anímico desde el día de los hechos hasta que fue dada de alta, siendo
atendida por una psicóloga también; se puede leer, en dichos documentos que
la paciente se encontraba con “labilidad emocional” y que tanto ella como
su “pareja” fueron contenidos verbal y emocionalmente lo que coincide
con lo señalado en sendos certificados psicológicos acompañados.

VIGÉSIMO SEPTIMO: Que, en lo tocante a la regulación de la


indemnización por concepto de daño moral, queda entregada soberanamente
al juez de la causa, conforme lo dispone el art ículo 41 de la Ley 19.966,
con la limitación que para dicha regulación debe tomar en cuenta: a) la
gravedad del daño y b) la modificación de las condiciones de existencia del
afectado con el daño producido, atendiendo su edad y condiciones f ísicas.

Que en este orden de ideas, y atendido que la actora ha demandado


perjuicios por daño biológicos independientemente del da ño moral, es que se
rechazará, la demanda en este rubro, por cuanto de conformidad a la norma
antes citada, el daño físico o biológico debe ser considerado para regular el
quantum del daño moral.

Que a mayor abundamiento, tampoco ha resultado acreditado en autos


si la actora ha sufrido consecuencias físicas debido a los hechos materia de
autos; no obstante, tal como se dijo precedentemente es innegable el hecho
de haber sufrido daño moral, por lo que de conformidad al m érito de autos,
teniendo especialmente presente la edad de la demandante, al momento de
los hechos, esto es 27 años y con aquello que la prudencia dicta, se
establecerá el monto en la parte resolutiva de este fallo.

VIGESIMO OCTAVO: Que, en cuanto a la petición de que la


indemnización fijada sea pagada debidamente reajustada, y con el objeto de
que la misma repare el daño en forma íntegra, se accederá a ello,
determinándose el reajuste conforme a la variación experimentada por el
Índice de Precios al Consumidor entre la fecha de notificaci ón de esta
GJSXXSHTE

sentencia y el pago efectivo, teniendo presente para ello, que se trata de una
sentencia declarativa de derechos, por lo que la obligaci ón de pago para la
contraparte nace desde el momento de su notificación.
En lo que se refiere al interés, deberá aplicarse aquél corriente para
operaciones no reajustables, pero solo a contar de la fecha en que el
demandado se encuentre en mora del cumplimiento de la obligaci ón, una vez
ejecutoriada la sentencia.

VIGÉSIMO NOVENO: Que, la demás prueba rendida y no analizada


en forma pormenorizada, en nada altera las conclusiones y decisiones
precedentes.

Por estas consideraciones y vistos además lo dispuesto en los art ículos


75, 1437, 1698 y siguientes, y 2314 y siguientes del Código Civil; artículos
144, 160, 170, 254 y siguientes del Código de Procedimiento Civil; 38 de la
Constitución Política de la República; artículos 38 y 41 de la Ley N 19.966
que Establece un Régimen de Garantías en Salud, artículo 4 de la Ley N°
18.575, y demás normas pertinentes, se declara:

I.- Que se rechazan las tachas deducidas por la actora a los testigos de
la demandada doña Paola Ester Bustos Pavez a fojas 193 y Edgar Allan
Ríos Contreras a fojas 201.

II.- Que se rechaza la excepción de falta de legitimación pasiva


opuesta en relación al Servicio de Salud Metropolitano Occidente.

III.- Que se acoge la demanda deducida en contra del Hospital Dr.


Félix Bulnes Cerda, sólo en cuanto se condena a éste a pagar a doña Ana
María Gutiérrez Catalán la suma de $45.000.000 (cuarenta y cinco millones
de pesos), y a don Jonathan Pablo Díaz Fernández la suma de $45.000.000
(cuarenta y cinco millones de pesos) ambos por concepto de da ño moral
más intereses y reajustes de acuerdo a lo señalado en el considerando
vigésimo octavo precedente.

IV.- Que no habiendo resultado ninguna de las partes totalmente


vencida, cada parte pagará sus propias costas y por mitad las comunes si las
hubiere.

Regístrese, notifíquese y archívese en su oportunidad.

DICTADA POR DOÑA SYLVIA PAPA BELETTI. JUEZ TITULAR.

AUTORIZADA POR DON CRISTIAN BADILLA AGUIRRE.


GJSXXSHTE

SECRETARIO AD HOC.
Se deja constancia que se dio cumplimiento a lo dispuesto en el inciso final del art. 162
del C.P.C. en Santiago, veintinueve de Noviembre de dos mil diecis éis.-

GJSXXSHTE

Este documento tiene firma electrónica


SYLVIA JOSEFINA PAPA BELETTI CRISTIAN ANDRES BADILLA AGUIRRE y su original puede ser validado en
Fecha: 29/11/2016 11:34:35 Fecha: 29/11/2016 11:47:44 http://verificadoc.pjud.cl o en la
tramitación de la causa.

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