Practica de Tratamientos Termicosss
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Constitución
Procesos De Fabricación
Tema 2.
Tratamiento Térmico Del Acero
Actividad.
Practica
Tratamiento Térmico Del Acero.
Índice.
I. Introducción...........................................................................................................3
Temple.........................................................................................................................4
Revenido.................................................................................................................... 5
Recocido.....................................................................................................................6
III. Resultados..............................................................................................................7
V. Conclusion.............................................................................................................13
VI. Bibliografía........................................................................................................... 14
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I. Introducción.
El tratamiento térmico del acero es una serie de procesos como lo
son el temple, revenido, recocido y normalizado que implica la
aplicación controlada de calor y enfriamiento para modificar las
propiedades físicas y, en algunos casos, químicas del material. Estos
tratamientos son fundamentales en la industria metalúrgica, ya que
permiten mejorar características como la dureza, resistencia, ductilidad,
tenacidad y otras propiedades mecánicas que influyen en el rendimiento
del acero en diferentes aplicaciones industriales.
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II. Métodos y materiales.
Temple .
El temple es un proceso de tratamiento térmico aplicado a los
aceros con el fin de aumentar su dureza y resistencia. Este proceso
consiste en calentar el acero a una temperatura superior a su rango
crítico, generalmente en la zona austenítica (entre 900°c y 950°c,
dependiendo de la composición del acero), y luego enfriarlo
rápidamente, mediante la inmersión en un medio de enfriamiento como
agua, salmuera, aceite o aire.
Fases.
El acero se calienta por encima de su temperatura crítica (donde se
forma la austenita). En esta fase, la estructura cristalina del acero
cambia, transformando la ferrita y la perlita en austenita.
Tras alcanzar la temperatura deseada, el acero se enfría
rápidamente. Se obtiene una transformación de la austenita en una
fase dura y frágil llamada martensita. Este cambio estructural es el
responsable del aumento de la dureza.
Revenido .
El revenido es un proceso de tratamiento térmico que se realiza
generalmente después del temple para reducir la fragilidad del acero y
mejorar su tenacidad, al mismo tiempo que se mantiene una parte
significativa de la dureza obtenida. El revenido alivia las tensiones
internas generadas en el temple y ajusta las propiedades mecánicas del
material para que sea más adecuado para su uso.
Fases.
El acero se calienta a una temperatura por debajo del rango de
austenización, es decir, no lo suficiente como para transformar las
fases cristalinas nuevamente en austenita.
Durante el calentamiento, se produce una relajación de las tensiones
internas y una transformación de la martensita frágil en una
estructura más equilibrada y dúctil, mejorando las propiedades
mecánicas generales.
El acero se enfría lentamente al aire, lo que permite que la
microestructura se estabilice y adquiera las propiedades deseadas.
El principal objetivo es aliviar las tensiones internas formadas durante
el temple, lo que disminuye la fragilidad del acero mejorando la
capacidad del material de absorber energía sin romperse, haciéndolo
más tenaz. Aunque el revenido reduce algo de la dureza obtenida en
el temple, este proceso permite alcanzar un equilibrio óptimo entre
dureza y ductilidad para diferentes aplicaciones. Al eliminar las
tensiones residuales, se evita que las piezas de acero templadas
sufran deformaciones no deseadas durante su uso.
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Recocido .
Recocido es un proceso térmico utilizado en materiales metálicos,
principalmente en aceros y aleaciones, para mejorar sus propiedades
mecánicas y su trabajabilidad. Este proceso consiste en calentar el
material a una temperatura elevada y luego enfriarlo lentamente. El
objetivo principal del recocido es eliminar tensiones internas, aumentar
la ductilidad, reducir la dureza, y mejorar la estructura interna del
material para hacerlo más manejable en procesos de fabricación
posteriores.
Fases.
Se calienta el material a una temperatura que puede variar
dependiendo del tipo de metal, pero usualmente por encima de la
temperatura de recristalización (en los aceros suele estar entre 700
°c y 900 °c).
El material se mantiene a esa temperatura durante un tiempo
determinado, permitiendo que las nuevas estructuras cristalinas se
formen.
Luego de alcanzar el tiempo de mantenimiento adecuado, se enfría
lentamente, por lo general dentro del horno, para evitar la
reaparición de tensiones internas.
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III. Resultados.
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Resultados del proceso de revenido.
Durante el temple, se generan tensiones internas en el material
debido al rápido enfriamiento. El revenido ayuda a aliviar estas
tensiones, reduciendo el riesgo de fracturas.
Los materiales tienden a ser más dúctiles, lo que significa que
pueden deformarse sin romperse, a diferencia de los aceros
endurecidos que pueden ser muy quebradizos.
Mejora la tenacidad del material, permitiendo que resista impactos y
cargas dinámicas sin fallar.
Dependiendo de la temperatura y el tiempo de revenido, se puede
ajustar la dureza del material. A temperaturas más altas, la dureza
disminuye, mientras que temperaturas más bajas pueden mantener
una dureza relativamente alta.
Al aliviar las tensiones internas, se mejora la estabilidad dimensional
del material, lo que es crucial en aplicaciones donde las tolerancias
son importantes.
El revenido provoca cambios en la microestructura del material,
promoviendo la formación de estructuras más favorables (como la
ferrita y el perlita en el acero) que contribuyen a las propiedades
mecánicas deseadas.
La fragilidad de los materiales se reduce significativamente, lo que es
importante para aplicaciones que requieren resistencia al desgaste y
a la fatiga.
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Resultados del proceso de recocido.
El recocido ayuda a eliminar tensiones internas generadas por
procesos de trabajo en frío, como el conformado y la soldadura. Esto
reduce el riesgo de deformaciones y fracturas en el material.
Después del recocido, los materiales tienden a ser más dúctiles, lo
que significa que pueden deformarse más antes de romperse. Esto es
fundamental para aplicaciones donde se requiere un alto grado de
conformación.
El recocido promueve la recristalización, lo que resulta en un tamaño
de grano más pequeño y homogéneo. Esto mejora las propiedades
mecánicas del material, como la resistencia y la tenacidad.
Los materiales que han sido endurecidos por trabajo en frío tienden a
ser más duros y frágiles. El recocido ayuda a disminuir esta dureza,
facilitando procesos posteriores de mecanizado o conformado.
Un material recocido es más fácil de trabajar y moldear, lo que es
beneficioso en la fabricación de piezas complejas o en la industria de
metales.
Al eliminar las tensiones internas, se reduce el riesgo de que las
piezas se deformen durante el procesamiento o el uso.
El recocido asegura que las propiedades mecánicas sean más
consistentes a lo largo del material, lo que es crucial en aplicaciones
críticas.
La reducción de dureza y el aumento de ductilidad facilitan el
mecanizado del material, permitiendo obtener acabados superficiales
mejores y reducir el desgaste de herramientas.
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IV. Discusión de resultados.
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aire) dependiendo de la composición del material y el tamaño de la
pieza. Enfriamientos más rápidos, como los que se realizan en agua,
pueden inducir tensiones más altas, pero son necesarios para lograr la
máxima dureza en ciertos aceros. Por otro lado, medios más lentos,
como el aceite, proporcionan un enfriamiento más gradual que reduce
las tensiones, aunque el material no alcanza la misma dureza máxima.
El temple es esencial en aplicaciones donde se requiere resistencia
al desgaste y una mayor vida útil de los componentes. Esto es evidente
en herramientas de corte, donde la dureza extrema es fundamental para
mantener un filo afilado durante el uso continuo. En los engranajes o
ejes, la dureza obtenida por el temple permite resistir fuerzas de
contacto y minimizar el desgaste en condiciones de operación intensiva.
Piezas que están sometidas a deformaciones o impactos, el temple por
sí solo podría no ser suficiente, ya que la fragilidad generada puede
conducir a fallos catastróficos. Aquí, el temple es solo una etapa inicial
de un proceso más complejo que puede incluir tratamientos adicionales
para ajustar las propiedades del material a los requisitos finales de la
aplicación. El éxito del tratamiento por temple depende en gran medida
del control exacto de parámetros como la temperatura de
calentamiento, el tiempo de mantenimiento en esa temperatura y la
velocidad de enfriamiento. Un error en cualquiera de estos aspectos
puede resultar en un tratamiento ineficaz o en la aparición de defectos.
Las piezas más grandes o de geometría compleja son más propensas a
sufrir deformaciones durante el enfriamiento, lo que puede alterar sus
dimensiones y comprometer su funcionalidad. Para minimizar este
riesgo, se utilizan técnicas como el templado diferencial, donde
diferentes partes de la pieza se enfrían a velocidades distintas para
controlar mejor las tensiones y evitar deformaciones. No todos los
materiales pueden someterse a temple de la misma manera. Los aceros
con un alto contenido de carbono responden bien a este tratamiento
porque forman martensita de manera eficiente durante el enfriamiento.
Sin embargo, en aceros de bajo carbono o en otros materiales, el temple
puede no proporcionar mejoras significativas en la dureza o incluso ser
contraproducente.
Discusión de resultado del proceso de revenido
El revenido generalmente reduce la dureza del material
comparado con el estado templado. Esto se debe a la transformación de
la martensita, que es muy dura pero quebradiza, en estructuras más
estables. Este equilibrio entre dureza y tenacidad es crucial para
aplicaciones donde se requiere resistencia al desgaste sin sacrificar la
capacidad de deformación. Uno de los resultados más positivos del
revenido es el aumento de la ductilidad. Esto es esencial para
aplicaciones donde el material debe soportar deformaciones antes de
romperse, como en componentes de maquinaria que experimentan
cargas cíclicas. Aumentar la tenacidad es fundamental para evitar
fracturas en condiciones de impacto.
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Los materiales revenidos presentan una mejor resistencia a la
fractura y al fallo bajo cargas dinámicas, lo cual es crítico en la
fabricación de piezas estructurales. Las Diferentes temperaturas de
revenido producen diferentes microestructuras y, por ende, diferentes
propiedades como el revenido a Baja Temperatura (150-300°C) que
Mantiene una dureza relativamente alta mientras mejora la ductilidad,
revenido a Temperatura Media (300-500°C) que Equilibra la dureza y la
ductilidad, ideal para piezas que deben soportar esfuerzos moderados y
el revenido a Alta Temperatura (500-700°C) que Produce una mayor
ductilidad y tenacidad, pero con una significativa pérdida de dureza, lo
cual puede ser aceptable en ciertas aplicaciones. Un tiempo prolongado
en el revenido puede permitir una mayor homogenización de la
microestructura, pero también puede llevar a una reducción excesiva de
la dureza si no se controla adecuadamente. Esto se traduce en la
importancia de realizar pruebas y optimizar los parámetros del proceso
para cada aplicación específica.
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estructural es crítica, como en la fabricación de componentes para la
industria aeroespacial o automotriz, el alivio de tensiones es esencial
para garantizar la durabilidad y seguridad del producto. El aumento de
la ductilidad tras el recocido sugiere que los materiales pueden ser más
fácilmente conformados y trabajados, lo que es beneficioso en procesos
de fabricación que requieren moldeado o deformación. Esto resulta en
una mayor versatilidad en el diseño y fabricación de componentes,
permitiendo formas más complejas y reduciendo el desperdicio de
material. Un tamaño de grano más fino generalmente mejora la
resistencia mecánica del material. Esto se debe a que los límites de
grano actúan como obstáculos para el movimiento de dislocaciones, lo
que aumenta la resistencia a la deformación plástica. En aplicaciones
donde se requieren materiales de alta resistencia, como en la
construcción de estructuras y maquinaria, el recocido puede ser una
estrategia eficaz para optimizar el rendimiento mecánico. La
disminución de la dureza es particularmente importante en materiales
que han sido endurecidos por trabajo en frío. La dureza excesiva puede
hacer que el material sea quebradizo y propenso a la fractura.
La capacidad de ajustar la dureza mediante el recocido permite a
los ingenieros diseñar materiales que cumplen con especificaciones
particulares de desempeño, prolongando la vida útil de las piezas. La
mayor facilidad de mecanizado tras el recocido reduce el desgaste de
las herramientas y mejora la calidad de las piezas mecanizadas. Esto
puede resultar en un ahorro significativo de costos en procesos de
producción, así como en tiempos de fabricación más cortos, lo que es un
factor competitivo importante en la industria. La reducción de la
distorsión durante el enfriamiento del material tratado puede contribuir
a una mayor precisión en la fabricación de componentes que deben
encajar con tolerancias estrictas. En industrias que requieren alta
precisión, como la fabricación de componentes electrónicos o
mecánicos, esta estabilidad dimensional es crítica para asegurar el
funcionamiento adecuado de los sistemas.
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V. Conclusion
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VI. Bibliografía
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