Una vida, como cualquier otra.

Capítulo I: Incógnitas y alegrías.

La protagonista de esta historia nace en la ciudad de Ibagué, Colombia. Su vida siempre

fue muy familiar, llena de recuerdos con sus abuelos paternos y sus tíos por parte de su

madre. Hasta sus 3-4 años, edad en la que se mudó a Manizales, donde conoció a su

padrastro y en donde su hermana menor nació. Se crio teniendo que viajar

constantemente a la ciudad de Ibagué para visitar a su familia. Esos viajes, aunque ella

ignoraba, era consciente el como dificultaba las relaciones entre su padre y su madre, a

tal punto de discutir, ya sea por el tiempo de viaje o por los costos que este tenía. Su

abuelo (paterno) siempre estuvo presente en estos viajes, hasta que falleció en el año

2008 (mismo año en que la hermana de Isabella nace en Manizales) para Isabella esta fue

una noticia bastante fuerte, que hasta el día de hoy le impacta, su abuelo era muy cercano

a ella, sus recuerdos más las anécdotas contadas por otros siempre le traen un sinsabor,

o una mezcla de amargura y dulzura que juntas resumen en la más bella melancolía.

Para finales del año 2009 – inicios del 2010, Isabella, su madre, su padrastro y su hermana

se mudan a Armenia, debido al traslado de su padrastro (Dagoberto), fue una época feliz

para Isabella, disfrutaba salir con sus amistades, bailar, del porrismo, de los cursos

extracurriculares de química, inglés y biología de la Universidad del Quindío, salía con su

madre y con su hermana a centros comerciales, cafeterías entre otros y los fines de

semana siempre eran caracterizados por ir a algún pueblo, al parque del café o panaca,

donde compartían los 4 en familia. Su padre, por su parte había iniciado una nueva
 relación e Isabella se sentia especialmente fascinada por la nueva integrante de su

familia, siempre entendió que sus padres estaban divorciados y que merecían tener una

nueva oportunidad para ser felices al lado de otras personas. A pesar de que aún tenía que

viajar cada junio y cada fin de año a Ibagué, Isabella encontró una rutina y una calma al

saber que podría compartir su tiempo con su familia sin dejar de lado a nadie. Así

transcurre su vida hasta el 2012, las discusiones entre su madre y su padrastro eran cada

vez más constantes y los abusos unilaterales se notaban más y más con el tiempo. La

madre de Isabella se veía tan fuerte siempre, que el verla vulnerable le rompía el corazón a

la niña. Un día, Isabella se vio envuelta en una situación en la que sus padres estaban

discutiendo, su padre jamás había tratado de maltratar físicamente a su madre pero ese

día se encontraban las dos arrinconadas en el cuarto de la niña, sui hermana en el de

ellos, los gritos eran cada vez más altos y su madre también estaba respondiendo al

maltrato, Isabella, al presenciar lo que sucedía se interpuso entre los dos y le grito a su

padre: “ Ya deja de gritarle a mi mami, esta enojada y asustada, déjala en paz” , el empujo

a Isabella a un lado y su madre se enojó mucho más, (la autora no recuerda bien si fue ese

mismo día o tiempo después en el que la madre toma la decisión de mudarse de esa

ciudad y continuar su vida en Ibagué, con sus dos hijas, bolsas llenas de juguetes, ropa y

snacks para el camino, mientras viajan una noche en medio de la incertidumbre y del

miedo de empezar de cero por si solas).

Aquí inicia la segunda parte de esta historia, los años de adolescencia y de incertidumbre,

amistades, y amores-
 Llega a Ibagué en el 2013, un año después de que su hermana Silvana naciera (hija de su

padre y de su mujer), su familia se hacía más grande y ella se ponía más feliz. Amaba a sus

hermanas y se puso en la labor de ser su mejor ejemplo (quizá se excedía, y ella misma

llegó a perderse). Estos años llegaron con sus mejores amistades, éxitos académicos, y su

primer amor.

Juan Carlos, su mejor amigo y según ella, su hilo rojo del destino, la única persona a la que

amó con su infinito ser y de la manera más pura (spoiler alerta: Lo destruyó).

En estos años ocurrieron muchas cosas felices, tales como las visitas a la finca de

Gabriela, los partidos de fútbol, las victorias de ponchado, los folcloritos, Intercolegiados,

concursos de poesía, el descubrimiento de su gusto musical y de la gran influencia que

esta tendría en su vida.

Fueron años llenos de buenas memorias, pero también unas cuantas que lograron marcar

un antes y un después, lo enumeraré a continuación:

1. En sexto grado, creyó encontrar a sus mejores amigas, una conexión delicada y

hermosa con personas que creía sacaban lo mejor de sí misma. ERROR, se

aprovechaban de ella, se burlaron y humillaron a tal punto de no hablarle por una

semana entera. La autoestima de Isabella dependía de las opiniones y el criterio de

esas niñas, una marioneta podría describir esta amistad perfectamente, y una

titiritera cruel y despiadada, que hizo lo que quiso, a pesar de escuchar la agonía de

una adolescente en crecimiento, que era vulnerable a las críticas y obligada a

seguir el status quo.

2. Séptimo grado llegó más rápido de lo planeado, nuevo salón, nuevos compañeros

de clase, nuevas amistades. Las mejores amistades que Isabella podría pedir en

ese momento, sus amigos hasta once de bachillerato, ellos le demostraron que su

amistad pasada fue una cortina de humo para la más grande dicha que pudo sentir.

Un grupo de 8 personas, seis mujeres y dos hombres, que marcaron su vida, con

sus esencias y matices. Uno de ellos abusó de su confianza, no solo de esto, abusó

de ella como mujer, lastimosamente Isabella no sabía como manejar las

situaciones y optó por el silencio, ignoró la situación, y continuó sin saber el cómo

en el futuro la afectaría.

3. Octavo a once (2017-2020) Su primer amor, retomando la historia de Juan Carlos,

su mejor amigo, su alma gemela, su confidente y su hilo rojo, representado en un

alma que congeniaba perfectamente con la suya. Le brindo el más grande éxtasis y

los mejores recuerdos, hasta que decidió darlo por hecho, abusó de su confianza e

hirió su corazón, rompiendo el de ella de paso. Su relación inició con una amistad,

creció hasta una conexión de mejores amigos, floreció como un amor platónico y

se dio como uno reciproco, hasta que la noticia de que se iría del país la golpeó, le

dio un golpe de realidad y la sacó de su ensoñación. En su mente, cometió el acto

más heroico, su corazón nunca dejó de atormentarla por haberlo engañado, con la

vil excusa de que dolería menos si la odiaba a tener que esperar por ella por un

tiempo indefinido. Lo que ella no pensó fue que esto también destruiría el grupo de

los 8, dejándola con una lágrima, un tiquete de avión sin regreso una historia atrás.
 Pudo catar el resentimiento, las heridas y su mundo dejarla como un amargo

despido, un nuevo comienzo lejos de este sentimiento de humillación y de terror.

4. En estos años también aumentaron las discusiones con su madrastra, en más de

una ocasión y diría que, desde sus diez años, Isabella fue constantemente culpada

por errores de su madre y su padre durante su relación, brotó un resentimiento por

parte de su madrastra, quien le decía a Isabella que su padre no contaba con

dinero para ella, que no fuera egoísta y no le pidiera más de lo que ya le daba

(menos de la cuota alimentaria, y que su madre siempre mendigando que tenía una

relación con su abuela). Estos comentarios y desplantes se alargaron por varios

años, Isabella los ignoró o simplemente prefirió no opinar para no generar

conflictos, ya que su padre siempre fue consciente de estos, pero le atemorizaba

tener problemas con su esposa, y la madre de su hija mayor, le decía que se

quedara callada, que entendiera que su mujer era así, que no le dijera a su madre si

no quería problemas para él. ¡Oh! Pobre e ingenua Isabella que calló, porque a sus

20 años aún piensa en eso y le rompe el corazón.

5. Su hermanita Silvana, su bebé y su luz a quién veía no tan a menudo como quisiera

crecía cada vez más rápido e iba formando sus palabras, rompecabezas, su

personalidad. Una bebé que sufría por culpa de adultos. Un día, Isabella decidió

pintar su cabello de rosado, nunca esperó que fuera una tan mala decisión, tan

mala a tal punto de que le prohibieran ver a su hermana por 3 meses, hasta que el

color se cayera o ella cortara su cabello. Vaya injusticia, si me preguntan.

 6. Su padrastro volvió de Armenia, pidió un traslado a Ibagué y su experiencia de la

familia feliz comenzó otra vez, volvieron los viajes, volvieron las charlas y las risas,

su padre estaba de vuelta. Las cosas mejoraron rápidamente y así mismo se

desmoronaron. Él viajaba mucho por trabajo, las discusiones aumentaron y ahora

Isabella era personaje principal de ellas también, tuvieron que huir otra vez, y

fracasaron, volvieron rápidamente a su hogar, hasta que una discusión por una

gata que su madre encontró en la calle desató viejos conflictos y él decidió irse de

la casa y retomar el divorcio.

7. Las mascotas (miembros de la familia) han sido importantes en la vida de Isabella,

toda su vida estuvo acompañada de Tasha (murió por negligencia médica), Zack

(tuvieron que llevarlo a una finca porque le daba alergias a su hermana), Coco

(murió atropellado) y Canela (que falleció recientemente por culpa de la pólvora),

los amores de su vida y sus ausencias que nunca podrá sanar o al menos olvidar.

8. Su potencial academico siempre fue excelente, por esto mismo llegó a reducirse y

a pensar que eso era su valor (también se le catalogaba así), la baja de sus notas

durante un periodo conllevo a grandes discusiones con su madre, malos

sentimientos, emociones negativas, arañazos en sus brazos y cara, y pensamientos

que solo la llevarían a lastimarse.

9. El día de su viaje, la despedida a sus seres amados y los hasta luego que nunca

mencionó, el dolor de dejar su país, lo que conoce atrás, la expectativa de un nuevo

país, una nueva vida al lado de su mamá y su hermana. Una nueva página.
 Capitulo II: Una maleta y un silbato.

Al bajarse de un avión, a donde llegaría a convivir con su tia, sus primos y tío por parte

materna. Estaba feliz, siempre había vivido en distintos lugares y este nuevo comienzo le

daba esperanza. No fue fácil, cue muy muy difícil pero cada día lo logra y lo intenta.

Los primeros meses fueron muy dificiles, se sentia en una jaula pequeña, asumió

responsabilidades como hermana mayor y hasta pensó en ella como la mamá de su

mamá, al ser la única que hablaba inglés (no perfectamente, pero lo suficiente) se sobre

exigía en el colegio, en su casa, cargaba con culpas por haber abandonado a su padre y a

su hermana, a su abuela de paso, y sentía que tampoco podía hacer lo suficietne por su

familia de tres en E.E.U.U.

Comenzaron las inevitables discusiones con sus primos, Isabella asumió la

responsabilidad de la casa, cocinaba (era rechazada por sus primos porque no les

gustaba), limpiaba y se hacía cargo de Ana (su hermana), Valentina (de la misma edad de

Isabella) y Cristopher (de la misma edad de Ana) y debía responder académicamente,

entró en una etapa de crisis, su cerebro y su cuerpo no respondían correctamente, lloraba,

no se levantaba de la cama, y solo pudo, hasta que su madre llegaba y fingía la sonrisa y

fraudes de su vida.

Sus primos tienen dos hermanastros (Josephine y Joshua), y su padre (Hermés) que

siempre se encargaron de hacer la vida de Isabella y su familia imposible, a tal punto de

amenazarlas de muerte si no se devolvían a Colombia. Tuvieron que irse de la casa, a un

apartamento hermoso, que a pesar de no haberlo encontrado por la mejor razón, les dio la
 libertad que anhelaban y necesitaban, dejaron atrás ese cuarto y ese diminuto colchón

inflable y por fin las cosas funcionaron correctamente.

Se mudaron, y eso definitivamente aligeró muchas cargas y se dieron la oportunidad de

vivir como quisieron, su madre con ganas de comerse el mundo y sus hijas dispuestas a

acompañarla a donde ella quisiera ir.

LLega 2022, Isabella empieza la universidad y escoge una carrera que llama mucho su

atención: “Ciencias Ambientales”, inicialmente atractiva, definitivamente no su pasión,

pero era lo suficientemente grande para que su padre la viera como una campeona, al

menos tenía un nombre distinto a lo tradicional, una carrera “que valga la pena de estudiar

en el extranjero, ya que no todos tienen esa posibilidad y hay que sacarle el más grande

provecho. Mientras estudiaba, conoció a Camila, su amiga más cercana de la universidad,

otra persona que por una pequeña discusión se alejó de su vida en el 2023 y la dejó con

otra astillita en su corazón.

Ana crece y crece e Isabella asume la responsabilidad de madre debido al trabajo de su

madre y a la ausencia de un padre en la casa, cosa que le costó mucho, ya que nadie lo

apreciaba, y ella sentía que era su trabajo, ponía mucho peso sobre sus hombros y

deterioró demasiado su relación con su hermana, a tal punto de que ella no quisiera

hablarle o que discutieran cada dos por tres.

2024, Isabella no siente pasión alguna por su carrera, es más siente una presión gigante,

el fracaso cada vez más cerca y su falta de comprensión por los temas, falta de

motivación, y luchas internas colaboraron a su pequeña (no tan pequeña crisis de fin de
 invierno del 24), agregando constantes discusiones con su madre y una inesperada

llamada con sus amigos de Colombia (si, incluyendo a Juan Carlos) hicieron que su

corazón y su mente colapsaran, y la dejaron con un gran vacío.

Sus relaciones románticas siempre han fracasado, no dejando de lado a la más reciente,

en la que, a pesar de recibir abusos, celos y constantes discusiones por parte de su

pareja, también notaba el amor tan grande que el sentia por ella y lo difícil que era el no

poder responder de igual manera. Inicialmente, siente esa emoción y ese optimismo de

que esa será la persona, pasa el tiempo y se apaga ese sentimiento, y simplemente no

puede corresponder como quisiera, ha lastimado a muchas personas, ya sea por sus altas

expectativas o por su frialdad y por su terquedad, como lo menciono su más reciente

expareja.

En la actualidad, Isabella vive tranquila, a pesar de que hace poco tuvo una crisis similar a

la de su primer año en los Estados Unidos, se mantiene fuerte y expectante a cada día que

viene. Su madre y ella tienen una mejor relación y su hermana Ana, su padre y Silvana la

llaman a menudo, a pesar de que a ella se le dificulta demostrar sus emociones

correctamente o de la manera sincera que quisiera, su abuela planea venir en el verano y

no puede sentirse más emocionada por esto, planea ir a conciertos y a nuevas

actividades, cambió su carrera a lingüística con énfasis en idiomas y le agrada mucho la

idea.