Generos Literarios
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tristeza.
Bueno pues creo que ella se siente valiente y decidida a buscar la estrella se su pueblo
2 El Mar y el Amor
del poema.
Yo lo describo de que ambos son relajantes y hermosos nos trasmiten un sentimiento único
Escribe tu historia : Era un cálido día de verano, y el sol amarillento brillaba en lo alto,
tiñendo el mar de un azul calido y brillante.Andamos por la playa, descalzos, dejando que
la arena suave acariciara nuestros pies. Las olas, con su constante susurro, parecían contar
historias lejanas, mientras el viento jugaba con nuestro cabello y las gaviotas volaban en
círculos sobre nosotros.
A tu lado, el mundo se sentía más ligero, más bello. Tu risa resonaba como música, y cada
vez que me mirabas, sentía que el tiempo se detenía. Tus ojos, tan claros como el cielo sin
nubes, me hacían sentir como si estuviera en un sueño, uno donde todo lo que importaba
era ese momento, ese lugar y nosotros.
Nos detuvimos frente al mar. El agua tocaba suavemente nuestras piernas, y me quedé allí,
observando las olas que rompían con calma, como si el mar compartiera con nosotros su
paz. Mi corazón latía fuerte, pero no por miedo o nervios, sino por la seguridad que
encontraba en tu presencia. Tú, mi refugio en cualquier tormenta, mi paz en cada inquietud.
Sentí que, en este instante, no había nada más que desear.
"Este lugar es perfecto", dijiste, y tus palabras flotaron en el aire como una promesa. No
hacía falta más. No había necesidad de palabras para saber que juntos habíamos encontrado
algo más grande que el mar, algo que solo se entiende cuando el amor se cruza en el
camino.
Que la estrella del pueblo iluminaba con amor y esta era calida al verla
Pero un dia malo llego se llevaron la estrella de nuestro pueblo , había gente llorando por la
perdida de su luz pero una joven llamada Aila los iva a salvar de su desesperación buscando
la estrella hasta que llego a un monte el cual la encontró y la libero y la entrella volvió
hubo paz y armonía y la estrella nunca mas desaparecio
El Encuentro en la Playa
Era un día soleado en la playa, y el mar brillaba con un hermoso color dorado. Las olas,
al romper en la orilla, parecían susurrar secretos del océano. Un joven llamado Pablo
estaba sentado en la arena, disfrutando del momento. Pensaba en su mejor amiga, cuya
Cada vez que ella lo miraba, sentía que el tiempo se detenía. Sus sonrisas eran como un
nuevo amanecer, llenas de alegría. Para Pablo, ella era su refugio, su paz en medio del
caos. Cuando estaba cerca, todo lo demás desaparecía, y un abrazo de ella era todo lo
que deseaba.
A medida que caía la noche, las estrellas comenzaron a brillar en el cielo. Pablo se dio
cuenta de que, en cada parpadeo de esas estrellas, había algo mágico. Aunque la vida
podía ser incierta y llena de sorpresas, sabía que su amor por ella era como un faro que
guiaba su camino.
Así, en ese momento perfecto, con el mar a sus pies y su amiga a su lado, Pablo sintió
que el amor y la amistad eran su verdadero sueño, un regalo que siempre llevaría en su
corazón.
El Encuentro en la Playa
Era un día soleado en la playa, el sol brillaba con fuerza sobre el mar, dándole un tono
dorado que hacía que el agua pareciera viva. Las olas, al llegar a la orilla, rompían
suavemente, creando un sonido tranquilo que parecía susurrar secretos del vasto océano. En
la arena, Pablo estaba sentado, disfrutando de la calma del lugar. Aunque el paisaje era
hermoso, sus pensamientos estaban con su mejor amiga, a quien pensaba constantemente.
Cada vez que ella lo miraba, Pablo sentía que el tiempo se detenía. Sus ojos, tan claros y
profundos como el cielo despejado, lo atrapaban de una manera que no podía explicar. Y
cuando sonreía, una nueva luz parecía surgir en el mundo, como el amanecer que iluminaba
el día con una energía renovada. Para Pablo, su amiga no solo era una compañera, sino un
refugio, una paz en medio de cualquier tormenta interna que pudiera sentir. Estaba
convencido de que, con ella cerca, todo lo demás desaparecía; su presencia era todo lo que
necesitaba.
Mientras el día comenzaba a desvanecerse y la noche caía sobre la playa, el cielo se llenó
de estrellas. Cada una de ellas brillaba con fuerza, y Pablo no pudo evitar pensar que, en su
parpadeo, había algo de magia. Se dio cuenta de que, aunque la vida pudiera ser incierta y
llena de caminos desconocidos, su amor y su amistad con ella siempre serían una constante,
un faro que lo guiaba en medio de la oscuridad.
Así, en ese instante perfecto, con el mar acariciando suavemente la orilla y su amiga a su
lado, Pablo sintió una paz profunda en su corazón. Sabía que ese amor, esa amistad, eran su
verdadero sueño, algo invaluable que llevaría siempre con él, sin importar lo que el futuro
les deparara.