1295 Articulo
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FELIX GARCIA, O. S. A.
II
IU
IV
v
El P. Crisógono -el conocedor más asíduo y cabal de San
Juan de la Cruz- ha puntualizado con perspicacia y aplomo cien-
FÉLIX GARCÍA, O. S. A.
VI
Fr. Luis vierte el texto V ulnerasti cor meum, soror mea sponsa,
in uno oculorum tuorurm et in uno crine colli tui en la conocida
prosa: "Robaste mi corazón, hermana mía. Esposa, robaste mi
SAN JUAN DE LA CRUZ y LA BIBLIA
corazón con uno de los tus ojos, con una hebra de tus cabello~
aromados", que está insinuado en la admirable estrofa de San
Juan
De flores y esmeraldas
en las frescas mañanas escogidas
haremos las guirnaldas
en tu amor florecidas
y en un cabello mío entretejidas.
El magnífico arranque
y ved qué riqueza de alusiones, qué exégesis tan viva, qué meta-
forizar tan acabado y exuberante:
"El huerto-dice-es el alma; los rosales son sus potencias;
las flores son las virtudes ... Las virtudes podemos decir que están
en esta vida como flores en cogollo, cerradas en su huerto; las
cuales, . algunas veces es cosa admirable ver abrirse todas y dar
d:t' sí admirable olor y fragancia en mucha variedad; porque acae-
cerá que vea el alma en sí las flores de las montañas, y en éstas
etüretejidos los lirios de los valles nemorosos, y luego allí entre
puertas las rosas olorosas de las ínsulas extrañas; y también
embestirla el olor de las azucenas que hinche toda el alma. Y en-
tretejido allí y enlazado el delicado olor del jazmín y, ni más ni
menos, todas las otras virtudes, el conocimiento sosegado y callada
música. y soledad sonora y la sabrosa y amorosa cena; y es de
tal manera el gozar y el sentir estas flores juntas algunas veces
el alma, que puede con harta verdad decir: m,¡,estro lecho florido ...
i Dichosa el alma que en esta vida mereciese gustar alg:una vez
el olor de estas flores divinas!"
i Y dichoso quien acertó hablar de Dios y del alma en ese
lenguaje dichoso, rebosante de delicias!
i Oh Fray Juan de la Cruz!