Trastorrnos de Niños y Adolescentes Adicciones
Trastorrnos de Niños y Adolescentes Adicciones
Trastorrnos de Niños y Adolescentes Adicciones
Niñez. Adolescencia.
Trastornos por consumo de sustancias y alcohol
El consumo problemático de sustancias es un problema de salud pública que afecta a las
poblaciones en general y en particular a los adolescentes. Son consumos problemáticos: el alcohol, el
tabaco, las drogas, el juego, la tecnología, las compras, la alimentación o cualquier otro consumo que
un médico diagnostique como compulsivo, es decir, fuera de su control. Si bien el juego, la tecnología,
las apuestas en línea (con mucho desarrollo en los últimos tiempos) y otros problemas tienen foco en
este grupo etario, se desarrollarán los vinculados a sustancias y alcohol. Muchos estudios demuestran
el impacto que estos problemas están causando en la población de adolescentes e incluso en edades
más tempranas. No obstante, los datos sobre la actividad asistencial en los centros de atención,
especializados o no, evidencian que este aumento en el consumo de sustancias, así como de los
problemas relacionados, no se traduce en consultas a los profesionales de la salud, por lo que se
podría concluir que no se está detectando el consumo en este colectivo o que el sistema sanitario no
accede adecuadamente a los adolescentes a pesar de que conoce sus repercusiones. También es
cierto que existen dificultades para detectar estos problemas por las características propias de los
adolescentes consumidores, caracterizados por la tendencia a la negación y minimización del consumo,
la dificultad para aceptar que tienen problemas derivados de éste, la presión que reciben de sus iguales
para mantenerlo y «normalizarlo» y, por tanto, la elevada resistencia a contactar con los servicios de
salud.
Las principales características del abuso de sustancias son *:
• Negación de la existencia de un problema.
• Minimización de las cantidades consumidas.
• Racionalización.
• Culpabilidad de los otros.
• Ansiedad.
• Irritabilidad.
• Impulsividad.
• Sentimientos de culpa y tristeza o ira y rencor.
• Alteración del sentido de la realidad.
• Capacidad de introspección limitada.
• Baja autoestima.
• Estrategias de afrontamiento ineficaces.
• Dificultad para expresar sentimientos verdaderos.
• Relaciones interpersonales tensas.
• Problemas fisiológicos, sobre todo en el sueño y alimentación inadecuada.
Los trastornos mentales más prevalentes en los adolescentes consumidores de drogas son:
Conductas autolíticas
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad
Trastornos afectivos
Trastornos de ansiedad
Trastornos de conducta
Trastornos de la conducta alimentaria
Trastornos psicóticos
El uso continuo de drogas puede causar dependencia y discapacidad además de problemas crónicos
de salud. Las consecuencias sociales del uso perjudicial o dependencia de drogas llegan mucho más
allá del usuario y afectan a sus familias y a otras relaciones personales. Estas consecuencias se
trasladan a la vida adulta con el consecuente deterioro orgánico, psicológico y social.
Los trastornos por consumo de drogas se encuentran entre las principales causas de mortalidad
prematura y discapacidad en la Región de las Américas. Con una tendencia creciente, a nivel
regional en 2019, los trastornos por consumo de drogas se ubicaron como la novena causa de años
de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD), la quinta causa de años vividos con
discapacidad (AVD) y la decimoquinta causa de años de vida perdidos (AVP). debido a la mortalidad
prematura. Esas muertes y años de vida saludable perdidos causados por los trastornos por
consumo de drogas se pueden evitar mediante intervenciones preventivas y de salud pública,
atención y tratamientos de salud adecuados, y prevención y gestión de los daños asociados con el
consumo de drogas y acceso a medicamentos controlados. **
Las sustancias más usadas son:
• Sedantes, hipnóticos y ansiolíticos.
• Estimulantes (anfetaminas, cocaína, paco).
• Cannabis (marihuana, hachís).
• Opiáceos (analgésicos opioides, heroína).
• Alucinógenos (mezcalina, LSD y drogas de diseño como el éxtasis).
• Inhalantes (anestésicos, inhalantes industriales).
En cuanto al alcoholismo, la OMS lo define “como el consumo excesivo y persistente, cuya
dependencia ha alcanzado tal grado que provoca trastornos mentales, físicos, relaciones familiares,
sociales y laborales”.
La edad de comienzo del consumo tiene mayor prevalencia a partir de los 15 años. El síndrome de
alcoholismo fetal viene aumentando y es responsable de un alto porcentaje de los defectos de
nacimiento. Hasta un tercio de los pacientes ingresados en un establecimiento asistencial presentan
algún grado de dificultad con el alcohol, aunque esta no sea siempre el motivo de ingreso.
El uso nocivo de alcohol es un factor causal en más de 200 enfermedades y trastornos.
Cada año se producen 3 millones de muertes en el mundo debido al consumo nocivo de alcohol, lo
que representa un 5,3% de todas las defunciones. En general, el 5,1% de la carga mundial de
morbilidad y lesiones es atribuible al consumo de alcohol, calculado en términos de años de vida
ajustados en función de la discapacidad (AVAD). Más allá de las consecuencias para la salud, el
consumo nocivo de alcohol acarrea importantes pérdidas sociales y económicas a las personas y a
la sociedad en general. El consumo de alcohol provoca defunción y discapacidad a una edad
relativamente temprana. Entre las personas de 20 a 39 años, aproximadamente el 13,5% del total de
muertes son atribuibles al alcohol. Existe una relación causal entre el consumo nocivo de alcohol y
una serie de trastornos mentales y comportamentales, además de las enfermedades no
transmisibles y los traumatismos. ***
El alcohol además está relacionado con los accidentes mortales como:
• Laborales
• Automovilísticos
• Caídas
• Ahogamientos
• Suicidios
• Violencia
La gran complejidad y multicausalidad de las adicciones hacen que su tratamiento deba tener un
carácter integral e integrador, siendo imprescindible la intervención multidisciplinar e interdisciplinar
en el ámbito biopsicosocial, mereciendo destacar la figura del profesional de enfermería, como
máximo partícipe en ofrecer los cuidados a las personas que sufren de este tipo de trastornos. En
nuestro país a pesar de la magnitud del problema, la participación de enfermería sigue siendo
limitada y con poca preparación en general. En los servicios de emergencia y en los servicios de
cuidados moderados y críticos hay mucha experiencia preparación. Es necesario un mayor
desarrollo y capacitación en los ámbitos comunitarios. Existen iniciativas interesantes para incluir a la
enfermera en las escuelas, pudiendo tratarse de un valioso recurso para la prevención, educación en
salud, detección temprana y referente para el resto del equipo y familiares. El abordaje en cuidados
en esta población se dirige idealmente hacia el logro de la desintoxicación y deshabituación. No
obstante, y visto que no siempre se logra, debe ofrecerse, además, otra atención que abarque la
prevención del consumo de otras sustancias o estrategias de intervención individuales y colectivas
destinadas a minimizar los daños asociados al consumo de drogas sin necesariamente reducir o
eliminar este (lo que se entiende como reducción de riesgos y daños). ****
*DSM-IV, V) Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, (en ingles:Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders.)Y(CIE-10)
(Clasificación internacional de enfermedades, décima versión).
** Organización Panamericana de la Salud. La carga de los trastornos por consumo de drogas en la Región de las Américas, 2000-2019. Portal de
Datos de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental. Organización Panamericana de la Salud, 2021
***OMS 2022.
**** Rodríguez Seoane Elena / Plaza Andrés Araceli. MANUAL DE ENFERMERÍA EN ADICCIONES A SUSTANCIAS Y PATOLOGÍA DUAL. Ediciones Díaz
de Santos. España-2018