Autismo (4)
Autismo (4)
Autismo (4)
Transtorno del
Espectro Autista (TEA)
Presentado por:
Ángela Santoya, Brandy Bello, Darío
Tovar, Giselle Espitia, Luis Suárez,
Melissa Cárdenas, Mileydis Meza,
María Ocampo, Valerie Cardoza y
Vanessa Hernández.
¿Que es?
El TEA es un trastorno del neurodesarrollo de
origen neurobiológico e inicio en la infancia, que
afecta el desarrollo de la comunicación social, como
de la conducta, con la presencia de
comportamientos e intereses repetitivos y
restringidos. Presenta una evolución crónica, con
diferentes grados de afectación, adaptación
funcional y funcionamiento en el área del lenguaje y
desarrollo intelectual, según el caso y momento
evolutivo.
Criterios Diagnosticos De TEA
B.Patrones restrictivos y repetitivos C.Inicio en la infancia:
de comportamiento (mínimo 2): Los síntomas aparecen
A. Deficiencias persistentes en en la infancia, pero
comunicación e interacción social: Conductas o uso de objetos pueden manifestarse
estereotipados y repetitivos. plenamente con
Dificultades en reciprocidad
socioemocional (interacción social mayores demandas
y compartir intereses) Resistencia a cambios y apego sociales.
extremo a rutinas.
Problemas en comunicación no
verbal (contacto ocular, lenguaje Intereses restringidos e intensos. D.Impacto funcional:
corporal, expresión facial). Los síntomas
interfieren
Dificultades para establecer y significativamente en
mantener relaciones sociales Alteraciones sensoriales (hiper- o el funcionamiento
apropiadas. hiporreactividad o fascinación
diario.
sensorial).
Epidemiologia del
TEA
Quedan lejos las primeras estimaciones de la prevalencia de TEA,
que lo situaba y consideraba como un trastorno raro que
afectaba a 4-5/10.000, para pasar a estimaciones más actuales,
donde 1 cada 68 niños padece de TEA.
Resultados más recientes del CDC en EE.UU., encuentran que el
TEA tiene una prevalencia del 2,24% en el 2014 (1/45). En una
encuesta del CDC anterior, en el 2011-2013, los datos eran: 1,25%
TEA, . Este incremento del diagnóstico e identificación del TEA en
los datos del 2014 coincide, entre otras razones, con un cambio
metodológico, como es el cambio de cuestionario para hacerlo
más sensible a la detección de casos de TEA
Comorbilidades
Proceso diagnostico
Detección y diagnóstico de TEA
instrumentos de cribado
El tercer nivel consiste en que, al detectar TEA en un niño, se le remita para una
apropiada evaluación, diagnostico que debe ser realizado por un equipo
multidisciplinario de profesionales especializados en TEA de manera veloz y efectiva
para evitar cualquier retraso diagnóstico y en la intervención. Los aspectos
primordiales que deben tenerse en cuenta son una evaluación médica y neurológica
amplia, la historia clínica de los familiares del niño, exámenes físicos y neurológicos y
pruebas de laboratorio.
Etiología del TEA
El TEA no es un único trastorno, sino un grupo de condiciones
con múltiples causas y características similares. Los avances
en investigación han identificado diversos factores
implicados:
Factores genéticos:
Variaciones en múltiples genes comunes, mutaciones de novo (no heredadas)
o heredadas, y alteraciones cromosómicas.
m
ci
en
ra
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Oftalmologia
Neuroimagen E
Metabolopatias Valoracion
por orl
Alteraciones evolutivas y diagnóstico precoz:
Estudios recientes en EE.UU. han mostrado que un 17% de los niños presentan
alteraciones en el desarrollo (lenguaje, motoras, socioemocionales), y un 20-25%
están en riesgo psicosocial. En familias con un hijo diagnosticado con TEA, las
probabilidades de que otro hermano también lo presente son significativas:
1 de cada 5 hermanos posteriores también tendrá TEA.
Si hay 2 o más hermanos con TEA, el riesgo aumenta a 1 de cada 3.
Además, entre los hermanos que no desarrollan TEA, un 20% puede presentar
signos subclínicos o alteraciones en su desarrollo cognitivo, del lenguaje o motor.
Por otro lado, los diagnósticos realizados en edades tempranas son bastante
estables:
A los 18 meses, el 93% de los diagnósticos se mantiene en el tiempo.
A los 24 meses, la estabilidad es del 82%.
.
Sin embargo, también hay casos de niños diagnosticados tardíamente, a
los 36 meses, que no mostraban signos evidentes antes de esa edad. Esto
demuestra la importancia de un seguimiento evolutivo continuo,
especialmente en grupos de alto riesgo, hasta los 3 años o más.
https://drive.google.com/file/d/1c1kqZPJ2K90j8Zo7uqvtHMuat
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