Continuidad de Los Parques Ensayo

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Continuidad de los parques.

En “Continuidad de los parques”, Julio Cortázar nos presenta una historia que se desarrolla en
dos niveles: el nivel de la realidad y el nivel de la ficción. El cuento comienza con un hombre
que está leyendo una novela en su estudio. La novela es una historia de amor entre un hombre y
una mujer que se encuentran en una cabaña en el bosque. Sin embargo, a medida que el hombre
sigue leyendo, se da cuenta de que la historia se está volviendo cada vez más real. De repente, el
hombre se da cuenta de que él es el personaje principal de la novela y que la mujer que está
leyendo en la novela es su amante. La historia continúa con el hombre matando a su amante y
luego huyendo de la cabaña.

El primer momento de la historia se centra en lo que llamaré ficción primaria e implica la


descripción del hombre que lee y el mundo que lo rodea. Dentro del mismo gran primer párrafo
encontramos también el segundo momento, que llamaré ficción secundaria, cuyo centro de
interés son los acontecimientos de la novela que el personaje lector está leyendo. Finalmente, en
el tercer momento, que corresponde al último párrafo, encontramos el elemento fantástico de la
historia, la fusión de las dos ficciones.

Por ello, Cortázar prefiere no proporcionarnos datos físicos ni psicológicos sobre el


carácter del lector; no son de interés para la trama de la historia, sólo importa la funcionalidad
del personaje. De todos modos, el narrador omnisciente y externo brindará ciertos detalles sobre
la vida del lector, pero siempre estará al servicio de la trama. En la primera frase del cuento, en
pocas palabras, ya se mencionan dos obras de ficción: el lector y la novela. Lo importante aquí es
centrar rápidamente nuestra atención en el significado que en última instancia tendrá para ese
lector lo que están leyendo.

En este sentido, vemos que hay dos elementos significativos en el pasaje: la silla de
terciopelo verde y el hecho de que el lector se haya puesto de espaldas a la puerta para no ser
interrumpido. Cuando el asesino de la novela, que pertenece a lo que es llamado literatura
secundaria, irrumpa de lleno en el mundo del lector, lo hará por esta misma puerta y lo
encontrará de espaldas, sentado en esta misma silla. A partir de aquí ya se han sentado las bases
para el surgimiento de lo fantástico, hay un lector que intenta con todas sus fuerzas concentrarse
y penetrar en el mundo de la novela, pero lo más insólito en este asunto es que el mundo de la
novela acaba cayendo al mundo.

Para el hombre, todo su entorno es de absoluto confort y está directamente relacionado


con el placer: piense en la suavidad del terciopelo, los cigarrillos al alcance de la mano e incluso
la danza de un viento personificado que contribuye al disfrute del momento. La metáfora del
desapego línea por línea, por un lado, nos muestra cómo el lector es arrancado de su entorno y,
por otro lado, prepara el terreno para que el narrador comience a hablar de lo sucedido en la
novela. Otro elemento importante de este pasaje, que también sirve al elemento fantástico que se
establecerá en la historia, es la indicación de la hora del día en la que se desarrollan los hechos.

El tema de la novela que deja al lector fascinado y absorto remite a un encuentro muy
especial.

Otro anticipo de lo que sucederá a continuación en el segundo momento es el hecho de


que las imágenes de la novela "adquieren color y movimiento", como si la ficción secundaria
comenzara a cobrar vida propia y el lector se convirtiera en un mero espectador, de ahí la
elección de la palabra “testigo” que cierra esta sección. Para ser testigo hay que estar presente en
la escena, y este lector estaba tan absorto en lo que sucedía en la novela como si estuviera
observando lo que estaba sucediendo.

Ahora todo está listo para dar el último gran paso hacia la unificación definitiva y
fantástica de las dos ficciones en desarrollo. Otro elemento importante para completar el segundo
momento de la historia es la mención del momento del día en el que ocurren los hechos.
Recordemos que el lector estaba sentado frente al parque de robles al “atardecer”, y ahora los
amantes están listos para dedicarse a sus asuntos cuando “empezó a oscurecer”, por lo que el
tiempo en ambas obras es el mismo.

Si bien es cierto que en la historia ninguna de las mujeres de la cabaña está asociada con
el personaje del lector, no hay duda de que éste tiene una relación sentimental con ella. No se nos
dice que la mujer sea la esposa o amante del lector, pero es razonable pensar que el “otro cuerpo
que hay que destruir” para que ella y su amante puedan alcanzar la ansiada libertad es el de su
marido. Son las palabras de la mujer las que están presentes en el amante "desde la sangre que
corre en sus oídos", es ella quien da instrucciones al amante y a sus cómplices sobre cómo debe
proceder y las cosas que descubrirá.

La referencia a la silla de terciopelo verde es el clímax de la ficción, mostrando que quien


lee la novela es claramente el personaje que lee la obra principal. La historia tiene un final
abierto, en cualquier caso, todo indica que el crimen terminó y el hombre sentado en la silla de
terciopelo verde estaba leyendo sobre su propia muerte.
El cuento de Cortázar es un ejemplo de la literatura fantástica, que se caracteriza por la
mezcla de elementos de la realidad y la ficción. En este caso, el autor juega con la idea de que la
ficción puede ser tan real como la realidad misma. El relato también es un ejemplo de la técnica
literaria conocida como “metaficción”, que se refiere a la ficción que habla de la ficción.

En el relato, Cortázar utiliza una serie de técnicas literarias para crear una atmósfera de
tensión y misterio. Por ejemplo, el autor utiliza la técnica del “flashback” para mostrar cómo el
personaje llegó a estar en la cabaña en el bosque.

La literatura fantástica es un género literario que se caracteriza por la inclusión de


elementos sobrenaturales, imaginarios y extraordinarios en sus historias. Estos elementos pueden
ser eventos sobrenaturales, imaginarios y extraordinarios, y sus personajes pueden ser tanto seres
reales como seres fantásticos. La literatura fantástica es un género narrativo que engloba a todos
los relatos que contienen elementos fantásticos en sus historias.

Algunos ejemplos de literatura fantástica son:

 “El Señor de los Anillos” de J. R. R. Tolkien.


 “Las crónicas de Narnia” de C. S. Lewis.
 “Harry Potter” de J. K. Rowling.
 “La historia interminable” de Michael Ende.
 “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez.

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