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Embrague Automotriz
El embrague es un sistema que
permite transmitir la energía del motor a la caja de cambios y a las ruedas de un vehículo. Es una pieza fundamental en los coches con transmisión manual, ya que permite cambiar de marcha y controlar la velocidad del automóvil. En un coche automático, por lo general, no hay embrague, sino un convertidor de par. En cambio, en los coches con transmisión manual, el embrague se acciona pisando el pedal con el pie izquierdo, que se encuentra junto al pedal del freno. El embrague está formado por varias piezas, entre ellas: Volante de inercia o volante de motor, Disco de embrague, Plato de presión, Rodamiento de empuje. La vida útil de un embrague es de entre 80.000 y 150.000 kilómetros.
¿Cómo funciona el embrague?
Para entender cómo funciona y cómo usar el embrague, primero debes conocer sus características. El embrague es un conjunto de piezas engranadas. Los principales componentes son el disco (que incorpora un resorte de diafragma), el plato de presión, el plato de transmisión y el collarín. Ahora bien, su funcionamiento estriba en las siguientes acciones de secuencia, las que se pueden enumerar en cinco: 1. El disco que se acopla a la caja de cambios mediante un eje, gira con el volante y el plato de presión. 2. Luego, el plato de presión ejerce fuerza sobre el plato de transmisión a través del resorte de diafragma. 3. Una vez que pisas el pedal, este se desacopla para facilitar el cambio de marcha de manera suave. 4. Los resortes de disco absorben y suavizan el impacto cuando la potencia es transmitida, evitando vibraciones del motor. 5. Finalmente, el collarín es empujado con fuerza contra el resorte de diafragma, liberando la carga de este para interrumpir la transmisión de energía. Durante la conducción se experimentan tres posiciones, que te darán a entender cómo funciona el embrague y para qué sirve el embrague de un auto: Posición de acoplado o de embrague: el motor vinculado transmite la potencia por completo al embrague, quedando acoplado el primero a las ruedas, dando lugar a que el embrague y motor giren en conjunto. Posición de desacoplado o de desembrague: donde el pedal del embrague está pisado y se interrumpe la transmisión de energía. En este caso, las ruedas del auto giran libres o están detenidas (debido a la inercia) y el motor puede continuar girando sin transmitir su potencia a las ruedas. Es la posición adecuada para realizar el cambio de marcha. Posición intermedia: se restablece progresivamente la trasmisión de energía para recibir la principal función del embrague, es decir, evitar los cambios bruscos de velocidades y que la inercia dañe al motor o la caja de cambios. Una información que te entregará una idea de cómo usar el embrague es el tipo que posee tu vehículo. En ese sentido, se dividen según la trasmisión de potencia y cantidad de discos:
Embrague de fricción: formado por el volante, motor y la caja
de cambios, sus ventajas recaen en un menor esfuerzo de acoplamiento y su pequeño tamaño. Algunos de ellos utilizan la fuerza centrífuga para realizar la acción del embragado y desembragado. Embragues hidráulicos: la unión de las dos piezas principales del embrague se produce gracias al aceite o líquido de embrague, sin un disco. En él, una masa líquida es la que transmite el movimiento. Es común en cajas de cambios automáticas. Sus ventajas radican en una mayor suavidad de marcha, aunque tiene un mayor consumo de combustible.
¿Cómo saber si el embrague está fallando?
Como la mayoría de los componentes de tu auto, el embrague
entrega ciertas señales de averías que debes poner atención:
Pedal demasiado duro.
Olor a quemado cuando se intenta iniciar la marcha. Ruidos al realizar el cambio de marchas, al embragar, al mantener pisado el pedal o en puntos muertos.
Para qué sirve cada uno de los pedales
del coche El pedal de embrague sirve para cambiar de marcha. Es necesario pisarlo fuerte, hasta el fondo, antes de maniobrar con la palanca de cambios.
Obviamente, los coches con cambio automático, no lo llevan.
El pedal del freno sirve para reducir la velocidad del vehículo. Si pisas suavemente, frena poco a poco. Y si necesitas una frenada más apurada, tienes que pisar más a fondo.
El pedal del acelerador es el que inyecta potencia al vehículo
para que avance (o retroceda si pones la marcha atrás). Si quieres ir más deprisa, lo pisas suavemente hasta alcanzar la velocidad deseada. Por el contrario, si quieres desacelerar, solo tienes que levantar el pie del pedal (y llegado el caso frenar).
Diferencia de los pedales de coches
automáticos y manuales Como hemos comentado al principio, en realidad sí que hay vehículos que en lugar de los 3 pedales que hemos mencionado solo llevan dos. Se trata de los que tienen cambio de marchas automáticos.
En el caso de los coches automáticos, no tienen el pedal del
embrague. Ni hay posibilidad de que lo estropees por un mal uso.
El orden de los dos pedales que mantiene sí que es el mismo: de
izquierda a derecha, el freno y el acelerador. Y su utilización es exactamente igual que el de los coches con cambio manual.
Recuerda que hacer un empleo correcto de los pedales del coche te
ayudará a evitar el desgaste prematuro de piezas, a reducir el consumo de combustible y, sobre todo, a garantizarte la seguridad al volante.