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Continua Baxter en otro escrito «Sin embargo, desde la caída el apetito se ha visto
corrompido y se ha vuelto desordenado, es más impetuoso, más violento e
ingobernable de lo que era en el estado de inocencia. Este apetito desordenado se convierte en pecado al participar en él. El pecado y el hábito harán que el apetito se vuelva más grave convirtiéndolo en peligroso.» Esto demuestra lo que hemos dicho, es confuso pues por el contexto anterior parece como si sigue adjudicando esto meramene a una obra natural del cuerpo. Pero si hay en nosotros tal impropiedad no es debida mas que a la influencia que el pecado como principio ejerce en nuestra humana naturaleza. hablar en ese caso del deseo natural meramente, lo hace parecer la herejia que hemos respondido ya. No hay aclaraciones pertinentes (no tienen por qué ser explicitas) para saber que esto se refiere al estado del hombre bajo la influencia del pecado, y el deseo comprendido bajo esa influencia, y no el deseo como mero funcionamiento natural. «Si un caballo es tozudo y el cochero es negligente el carruaje pronto volcará. Aunque una persona no tenga inclinación al mal en su razón, Si deja de buscar cosas más elevadas será difícil que restrinja el apetito sensual». El uso de esta metafora explica en que sentido queria dar a entender la restriccion de las bestias en el ejemplo del presente tratado.
Este apetito se expresa en el término carne y es una facultad predominante en el
ser humano hasta tal punto que satisfacer la carne es el objetivo y la felicidad de los que no están santificados el satisfacer el apetito en sí mismo No es bueno ni malo sino en tanto que esté ordenado o prohibido por alguna ley de Dios satisfacer la carne por medio de cosas prohibidas es sin duda pecado dar un valor excesivo a la satisfacción de la carne es pecado cuando un deseo de la carne es desordenado es pecado cuando el satisfacer un apetito obstaculiza mi deber es pecaminoso para evitar agradar la carne pecaminosa Busca el gozo en las cosas de arriba Recuerda que Dios te dará más deleite no menos y que los placeres temporales están subordinados a los deleites celestiales ten cuidado la carne es el gran enemigo de tu alma."