Aporte 3- Derecho Empresarial

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UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO SEPARATA DE DERECHO

VICERRECTORADO ACADÉMICO EMPRESARIAL


DIRECCIÓN DE DESARROLLO ACADÉMICO

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l UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO


FACULTAD DE DERECHO
DEPARTAMENTO ACADEMICO DE DERECHO
Mag. Vicente Macedo Córdova
SEPARATA DE DERECHO EMPRESARIAL
(Tercer Aporte)

3. CONTRATOS, TIPOS DE CONTRATOS, OBLIGACIONES.

1. CONCEPTO DE CONTRATO. - Profesor: José Miguel Lecaros


Nuestro Código Civil y en general nuestro derecho recoge la idea de contrato como un acuerdo de
voluntades. Como la principal o al menos más corriente de las fuentes de las obligaciones.

Se le atribuye a la voluntad de las partes el ser el origen y medida de las obligaciones. Tal concepción es
coherente con la idea de la autonomía de la voluntad que, inspirada en la consagración en el Código Civil
francés de 1804, está contemplada en casi todos los códigos la noamericanos.

La autonomía de la voluntad trae como consecuencia una perspec va de los contratos en varios aspectos.
Desde luego se traduce en el consensualismo, es decir, la tendencia a evitar las formas en la manifestación
de los acuerdos.

En segundo lugar, se traduce en el principio de la libertad contractual, esto es, la idea de que los
par culares pueden acordar todo aquellos que no esté prohibido. En tercer lugar, se traduce en el principio
de la fuerza obligatoria de los contratos (ar culo 1545) y en el principio del efecto rela vo de los contratos.

En la interpretación de los contratos, en fin, se traduce en la necesidad de ahondar en la intención de los


contratantes al momento de haber pactado.

Nuestro Código define el contrato en el ar culo 1438 como un acto por el cual una parte se obliga para
con otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa. Se suele señalar que esta definición confunde contrato con
convención. Convención es todo acto jurídico bilateral, cualquiera sea su función o efecto.

Dentro de ese concepto genérico se situaría el específico de contrato: convención des nada a crear
derechos y obligaciones. Tal crí ca es efec va sólo para parte de la doctrina, pues incluso en algunos
Códigos (italiano, alemán), convención y contrato es lo mismo.

El objeto del contrato son las obligaciones (y derechos) que engendra. Ellas enen como objeto una
prestación que puede consis r en dar, hacer o no hacer.

En todo contrato se dis nguen elementos de la esencia (algunos comunes a todo acto jurídico y otros
específicos de cada contrato), de la naturaleza y accidentales (ar culo 1444).

2.-Clasificaciones de los contratos. –

a) Contratos unilaterales y bilaterales. - Ar culo 1439.- Todo contrato es una convención, es decir, un acto
jurídico bilateral, que requiere para su formación del consen miento de dos o más partes.
El contrato es unilateral o bilateral según que imponga obligaciones sólo a una de las partes o a ambas.
Tal clasificación ene enorme importancia pues hay una serie de problemá cas que sólo se plantean a
propósito de los contratos bilaterales.

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Tal sería la teoría de los riesgos, la teoría de la imprevisión (y sus derivados, es decir, la teoría de la revisión
o de la resolución por excesiva onerosidad sobreviniente), la resolución por incumplimiento de
obligaciones, la excepción del contrato no cumplido ("la mora purga la mora"), la cesión del contrato.

Se denomina contratos sinalagmá cos imperfectos a aquellos contratos unilaterales que después de
perfeccionados, generan obligaciones para aquella parte que originalmente aparecía dispensada de toda
obligación. Así, el depósito, el comodato, el mutuo, (ar culos 2235, 2191 y 2192, 2203). Las nuevas
obligaciones sin embargo no emanan del contrato sino de la ley. De ahi
que el contrato no deje de ser unilateral.

Hay una categoría contractual cercana al del contrato bilateral que es el contrato plurilateral o asocia vo.
El ar culo 1420 del Código italiano los define como aquellos con dos o más partes, en los que las
prestaciones de cada una de ellas van dirigidas a la consecución de un fin común.

Es lo que ocurre entre nosotros con el contrato de sociedad (ar culo 2053 del C Civil y 349 del Código de
Comercio).

En la doctrina comparada que ha desarrollado la idea del contrato plurilateral se dis nguen algunos
caracteres especiales. Desde luego, el vicio del consen miento que pudiere afectar a alguno de los
contratantes no afectará, por regla general, a la validez del contrato en su totalidad.

En segundo lugar, los contratos plurilaterales admiten la incorporación o salida de algunas partes. En tercer
lugar, los contratos plurilaterales enen vocación de permanencia en el empo, a diferencia de los
contratos bilaterales, que normalmente se ex nguen al paso de haber nacido.

b) Contratos gratuitos y contratos onerosos. - ar culo 1440 El contrato oneroso es aquel del que ambas
partes reportan beneficio y contrato gratuito es aquel del que sólo una de las partes ob ene un beneficio.

Esta clasificación de los contratos no dice relación con las partes que resultan obligadas sino con las partes
que resultan beneficiadas. No todo contrato unilateral es gratuito y no todo contrato bilateral es oneroso.

Unilateral oneroso es el mutuo de dinero (ar culo 12 de la ley 18.010), el depósito en que se faculta al
depositario para usar de la cosa en su provecho (ar culos 2220 y 2222 Nº2), el comodato celebrado en
u lidad de ambas partes (ar culo 2179), la prenda, fianza o hipoteca en que el tercero que contrata con
el acreedor reporta una u lidad del acreedor.

En cuanto a contratos bilaterales gratuitos, se podría citar el mandato no remunerado y la donación con
cargas (o "con causa onerosa" como le llama nuestro Código).

¿Qué importancia ene la clasificación de los contratos entre gratuitos y onerosos? Desde luego por la
gradación de la culpa contractual (ar culo 1547 inciso 1º). En segundo lugar, en los contratos onerosos se
reglamenta la obligación de sanear la evicción.

Por regla general los contratos onerosos no son intuito personae (salvo excepciones, como la transacción
-ar culo 2456-; en tanto que los contratos gratuitos son por regla general intuito personae.

Tiene importancia también la clasificación desde el punto de vista de los presupuestos para el ejercicio de
la acción paulina (ar culo 2468), para analizar cuando el adquirente de una cosa arrendada está obligado
a respetar el arriendo (ar culo 1962), para la procedencia de la reivindicación en el pago de lo no debido
(ar culo 2303). c)Contratos conmuta vos o aleatorios. - Ar culo 1441.

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Cri ca: Esta norma supone injus ficadamente que los contratos onerosos son siempre bilaterales, en
circunstancias de que un contrato oneroso pude ser, como hemos visto, unilateral. Además, excluye de los
contratos conmuta vos a aquellos que engendran obligaciones de no hacer.

Más bien se podría decir que el contrato conmuta vo es aquel en que las partes pueden, en los tratos
preliminares y al momento de la conclusión del contrato, apreciar o valorar los resultados económicos que
el contrato le ocasionará.

Únicamente en los contratos conmuta vos, las partes están en condiciones de pronos car si el contrato
les reportará u lidad o no, cómo, en cuanto y por qué. En el contrato aleatorio ningún cálculo es posible.

El des no del contrato queda enteramente supeditado al azar, la suerte, a la total incer dumbre. Cuando
se celebra un contrato bajo una condición, hay incer dumbre acerca de la existencia del contrato, pero en
modo alguno acerca de los efectos económicos del contrato, si llega a exis r.

En tanto que en el contrato aleatorio hay total cer dumbre acerca de la existencia del contrato; pero hay
incer dumbre acerca de los efectos económicos del contrato.

La mayoría de los contratos onerosos son conmuta vos. Nuestro Código califica de aleatorios el seguro, la
renta vitalicia, el censo vitalicio, el juego o la apuesta.

El seguro es aleatorio desde el punto de vista del asegurado, pero no lo es desde la perspec va del
asegurador. En el caso de la compraventa de cosas que no existen, pero se espera que existan, el contrato
puede ser conmuta vo- condicional o aleatorio-puro y simple, según las circunstancias (ar culo 1813).

Esta clasificación de los contratos ene importancia desde la perspec va de la lesión enorme y de la teoría
de la imprevisión.

d) Contratos principales y accesorios. - ar culo 1442 Contratos principales son los autónomos, que se
bastan a sí mismos, y accesorios los que presuponen otra obligación. Las cauciones son obligaciones de
garan a. No necesariamente presuponen un contrato de garan a.

El contrato de garan a no sólo es dependiente de una obligación principal, sino que además ene por
objeto garan zar esa obligación principal. Un contrato que depende de otro pero que no ene un objeto
de garan a es un contrato "dependiente" (como las capitulaciones matrimoniales). La importancia de esta
clasificación radica en el principio de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal (ar culos 2381 Nº3,
2434, 2516).

e) Contratos consensuales, reales y solemnes. - ar culo 1443 Según que requiera para su
perfeccionamiento del sólo consen miento, o de la entrega o tradición de una cosa o del cumplimiento
de ciertas formalidades exigidas en consideración a la naturaleza del acto. Pero el consen miento es
siempre necesario.

En nuestro Código, inspirado en el consensualismo, los contratos consensuales son la regla general. Esto
significa, por ejemplo, que las solemnidades, al ser excepcionales, hay que interpretarlas restric vamente.
Pero muchos contratos consensuales, sin dejar de serlos, deben cumplir de hecho con muchas formas (de
publicidad, habilitantes, de prueba).
En los contratos reales, quien entrega la cosa perfeccionando el contrato, se transforma en acreedor de la
obligación res tutoria.

f) Contratos nominados o innominados. -

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Contratos nominados o " picos" son los que la ley ha reglamentado; innominados o a picos aquellos que
la ley no ha reglamentado. La existencia de los contratos a picos o innominados nace del principio de la
libertad contractual y no ene más limitación que el cumplimiento de los requisitos generales de todo
acto jurídico y en par cular los rela vos al objeto lícito y a la causa lícita. Cuando las partes no han previsto
en el contrato innominado una determinada situación y debe recurrirse a las disposiciones supletorias de
la ley, han de aplicarse las normas del contrato pico más parecido.

g) Contratos de ejecución instantánea y de tracto sucesivo. -


Contratos de ejecución instantánea son aquellos en que las obligaciones nacen apenas se celebra el
contrato. Si el cumplimiento queda diferido en el empo, estamos frente al contrato de ejecución diferida
(ejemplo, compraventa a plazo).

Contratos de tracto sucesivo son aquellos en que el nacimiento de las obligaciones, del mismo modo que
su cumplimiento, se prolonga en el empo (ejemplo: arrendamiento, contrato de trabajo, contrato de
suministro), En los contratos de ejecución instantánea, sea de cumplimiento instantáneo o diferido, la
nulidad y la resolución operan retroac vamente. En cambio, en los contratos de tracto sucesivo, la nulidad
o la terminación operan sólo hacia futuro.

La dis nción de los contratos de ejecución instantánea ene interés también en relación a la teoría de los
riesgos, a la caducidad del plazo (legal y convencional -"cláusulas de aceleración", como la prevista por el
ar culo 19 de la ley 4.702), y a la teoría de la imprevisión.

h) Contratos individuales y contratos colec vos. -


Contrato individual es aquel para cuyo nacimiento o formación es indispensable la manifestación de
voluntad de todas las personas que resultan jurídicamente vinculadas.
El contrato colec vo es aquel que obliga a personas que no concurrieron a celebrarlo, que no consin eron
o que incluso disin eron.

El contrato colec vo es, pues, una excepción al principio de la rela vidad de los efectos de los contratos.
Históricamente ha sido lo caracterís co de los contratos a que se llega como consecuencia de una
negociación colec va. También se presenta en la ley de quiebras (ar culos 180 y 191 de la ley No. 18.175)
y en el ar culo 58 No. 6 de la ley No. 6.071.

i) Contratos de adhesión y de libre discusión. -


El contrato de libre discusión es aquel en que las partes han deliberado en cuanto a su contenido,
examinando y ven lando las cláusulas del contrato. Las partes discuten en un plano de igualdad y libertad.
El contrato de adhesión, en cambio, es aquel en que una de las partes ha dictado o redactado las cláusulas
y la otra parte se ha limitado a aceptar, adhiriendo en bloque a dichas cláusulas.

En el contrato de adhesión hay ciertas caracterís cas picas. Se trata de contratos con un des natario
general, de carácter permanente y muy minuciosos. Así en los contratos de transporte, de seguros, Pero
lo caracterís co del contrato de adhesión es el desequilibrio en el poder negociador de ambas partes.
Hay quienes han discu do que los contratos de adhesión sean tales (Saleilles, Duguit, Hauriou); piensan
que se trata de actos jurídicos unilaterales cuyos efectos, una vez verificada la adhesión por el tercero, se
determinan según la sola voluntad del oferente. Otros es man, en cambio, que son contratos porque,
aunque poco libre a veces, el consen miento existe (Ripert, Demogue, Josserand, Colin y Capitán).

Por otra parte, resulta interesante destacar que la adhesión supone un desequilibrio en la fuerza
negociadora de las partes. Ahora bien, esa situación puede ser dis nta en la etapa de la formación del
consen miento a lo que ocurre en la etapa de cumplimiento del contrato. En la etapa de cumplimiento
del contrato la parte débil suele transformarse en más poderosa.

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Nuestra jurisprudencia, aunque excepcionalmente, ha hecho aplicación de la doctrina del contrato de


adhesión, restando valor a ciertas cláusulas en que aparece de manifiesto la falta de libertad al aceptarlas
por una de las partes. Tales cláusulas no serían contractuales sino verdaderos actos jurídicos unilaterales
insertos en un contrato.

Hay dos reglas tradicionales de interpretación especiales del contrato de adhesión que se pueden enunciar
del siguiente modo: la regla de la interpretación en contra del redactor (ar culo 1566 inciso 2º) y la regla
de la preferencia de la cláusula manuscrita por sobre la cláusula impresa (que se desprende del ar culo
1560).

Los inconvenientes de la adhesión han ido siendo paliados mediante diversos mecanismos. Desde luego,
la regulación de ciertas cláusulas en los contratos de adhesión ("contrato dirigido"). Otro mecanismo que
se suele aplicar es la necesidad de la aprobación previa por la autoridad de los modelos de ciertos
contratos (ejemplo: ar culos 62 y 63 de la ley No 18.302, que reglamentan los
contratos de seguros contra riesgos por energía nuclear; también ver el ar culo 2 Nº 1 del DL 637, de
1974, que obligaba a obtener el visto bueno de DIRINCO de los contratos de las empresas para adquisición
de vehículos motorizados).

En legislación comparada, resulta interesante citar del Código Civil italiano, el ar culo 1341:” Las
condiciones generales del contrato establecidas por uno de los contratantes serán eficaces respecto del
otro si en el momento de la conclusión del contrato éste las ha conocido o hubiera debido conocerlas
usando la diligencia ordinaria.

En todo caso no tendrán el efecto, si no fuesen específicamente aprobadas por escrito, las condiciones
que establezcan a favor del que las ha impuesto, limitaciones de responsabilidad, facultades de rescindir
el contrato o suspender su ejecución, o sancionen a cargo del otro contratante; caducidades, limitaciones
a la facultad de oponer excepciones, restricciones a la libertad contractual en las relaciones con terceros,
prórrogas o renovación tácita del contrato, cláusulas compromisorias o derogaciones a la competencia de
la autoridad judicial”.

3.-Categorías contractuales. -
a) El contrato dirigido.
Alessandri lo define como aquel “reglamentado y fiscalizado por los poderes públicos en su formación,
ejecución y duración o aquel en que el poder público establece la fijación predeterminada y oficial de
algunas de sus principales condiciones”.

Muchas veces el legislador se ha encargado de establecer impera va y mormadamente el contenido de


ciertos contratos. Así, el D.L. 600 sobre inversión extranjera, la ley No 18.010 sobre operaciones de crédito
de dinero, la ley 18.045 de mercado de valores. Otras veces esa reglamentación proviene ilegí mamente
de normas dictadas por la autoridad administra va, sin sustento legal.

En ocasiones, también, ocurre que la autoridad "dirige" el contrato estableciendo la persona del
contratante. Asi ocurría, por ejemplo, bajo la vigencia de la ley de arrendamiento de predios rús cos del
año 1968, en la que se establecía que, si el arrendador del predio rús co decidía enajenarlo, debía
ofrecerle la primera opción al arrendatario. Hoy día, en virtud del ar culo 10 del Código de Minería, el
Estado ene un derecho de compra preferente respecto de minerales en que haya presencia de torio y
uranio. También se podría citar el ar culo 25 de la ley No 18.046, que establece la primera opción para
suscribir nuevas acciones, en favor de los accionistas de las Sociedades Anónimas.

b) El contrato forzoso.
Es aquel que el legislador se obliga a celebrar o da por celebrado. No se trata de contratos que se deban
celebrar como consecuencia de obligaciones nacidas de contratos preparatorios (como el de promesa)

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libremente celebrados. Tampoco se trata de contratos que se celebran forzadamente por causa de
circunstancias de hecho excepcionales (como el depósito necesario).

Se puede dis nguir el contrato forzoso ortodoxo y el contrato forzoso heterodoxo. En el primer caso, hay
dos etapas. Primero, una orden de la autoridad exigiendo contratar. Segundo, el contrato mismo,
celebrado en general con cierta autonomía y libertad.

Ejemplos: ar culos 374 (caución que deben rendir os guardadores), 775 (caución que debe rendir el
usufructuario), ar culo 30 de la ley No 18.045 (caución que deben rendir los corredores de bolsa), DFL No
151, de Hacienda, de 1981 (que establece el seguro obligatorio para los vehículos motorizados). En algunos
casos la obligación de contratar es implícita. Asi, en el mandato sin representación (ar culo 2151), surge
para el mandatario la obligación de ceder los efectos del contrato al mandante.

En el contrato forzoso heterodoxo, el legislador cons tuye el contrato de un sólo golpe: tanto el vínculo
como su contenido vienen predeterminados por la autoridad. La libertad contractual desaparece por
completo. Asi, en caso de enajenación de empresas quebradas como unidades económicas, por el sólo
ministerio de la ley, se en enden cons tuidas hipotecas en los inmuebles y prendas en los muebles, para
garan zar las obligaciones del adquirente (ar culo 129 de la ley 18.175).

Asi, el ar culo 71 del Código Tributario en ende cons tuida fianza ipso iure, en el adquirente cuando una
persona natural o jurídica cese en sus ac vidades por venta, cesión o simple traspaso a otra de sus bienes,
negocios o industrias. 7 apuntes de Derecho Civil - Profesor: José Miguel Lecaros Para entender
adecuadamente el contrato forzoso, sería necesario dis nguir entre el contrato como acto de cons tución
de la relación jurídica y el contrato como relación jurídica cons tuida.

En el derecho romano clásico, la palabra contrato significaba la relación jurídica cons tuida; en caso alguno
el acto generador de la relación jurídica. Sólo a par r del Siglo XVII el contrato pasa a ser concebido como
un acuerdo de voluntades.

El legislador muchas veces reserva contratos forzosos para reglamentar materias que de lo contrario
aparecerían como vinculadas a obligaciones legales. Lo ilustra el caso del DL 600, pues en la legislación
anterior (DFL No. 258, de 1960), el estatuto del inversionista extranjero emanaba directamente de la ley y
no del contrato.

c)El contrato po. -


Es aquel en que las partes predisponen las cláusulas de futuros contratos o condiciones generales de la
contratación. Leslie Tomassello (“La Contratación”, EDEVAL, 1984, lo define como “aquel en que se
es pulan las condiciones generales que los contratos individuales ulteriores habrán de ser aceptadas por
las partes, en que se fija una fórmula, modelo o cliché, contenida en un módulo o formulario des nado a
servir de base a los contratos que más adelante se concluyan”.

Los contratantes adoptan un formulario o modelo. Tienen la ventaja de reducir la fase de las negociaciones
precontractuales. Tienen el inconveniente de que se prestan para cláusulas abusivas, como renuncia a
derechos, plazos de caducidad ("cláusulas de aceleración"), renuncia a acciones, cláusulas de
irresponsabilidad, Hay contratos po unilaterales (que en el fondo son además de adhesión) como las
pólizas de seguros, los contratos de transporte aéreo, y contratos po bilaterales (como los contratos
individuales de trabajo luego de una negociación colec va).

Manifestación de la contratación po es la estandarización de los términos de las compraventas


internacionales (CIF, FOB, FAS,) Es importante destacar la diferencia entre el contrato po y el contrato de
adhesión. El contrato po es normalmente el instrumento del que se vale el oferente en la contratación
de adhesión.

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Tomasello señala que entre el contrato de adhesión, el contrato dirigido y el contrato po hay muchas
veces una relación secuencial: “Los contratantes, ya sea individualmente o conjuntamente con el grupo
económico de que forman parte, cuando están en condiciones de dictar a sus futuros clientes o
contrapartes los términos del contrato, suele elaborar un contrato po que en el futuro será fuente de
contratos singulares de adhesión, con los riesgos que una contratación de esta naturaleza encierra y que
muchas veces mueve al poder público a intervenir para dirigir el contrato, dándose el fenómeno del
contrato dirigido.”

El ar culo 1342 del Código Civil italiano se refiere a los contratos po señalando: “En los contratos
concluidos mediante la firma de formularios dispuestos para disciplinar de modo uniforme determinadas
relaciones contractuales, las cláusulas agregadas al formulario prevalecen sobre las del formulario cuando
fuesen incompa bles con éstas,”

d) El contrato-ley. -
Con el objeto de fomentar el desarrollo de determinadas ac vidades produc vas o en general alcanzar
ciertas metas económicas o sociales, muchas veces el Estado otorga por ley franquicias, regalías en general
estatutos jurídicos de excepción.

Ahora bien, como el poder legisla vo podría en cualquier momento por ley poner fin a estos estatutos
jurídicos excepcionales, y eso genera una incer dumbre que conspira precisamente contra la confianza
que se pretende lograr, se han ideado como figura jurídica nueva los contratos leyes. Mediante ellos, el
Estado garan za que hacía futuro (aunque normalmente dentro de un espacio de empo limitado), no se
alterarán esos estatutos jurídicos excepcionales.

Ejemplos históricos han sido el ar culo 18 del DFL No. 2, de 1959 de franquicias tributarias para viviendas
económicas, o la invariabilidad del régimen tributario establecido en el ar culo 7º del D.L. N. 600.

La Corte Suprema lo ha aceptado invariablemente, contra la opinión de parte de la doctrina (Eduardo


Novoa Monreal) y, a veces, del Consejo de Defensa del Estado.

Bajo la actual Cons tución, se han dictado Contratos Leyes, como la ley No. 18.392, de enero de 1985, que
establece por 25 años un régimen de franquicias tributarias y aduaneras en favor de empresas que se
establezcan en la XIII Región o en la Antár ca.

Lo anterior nos conduce al tema de la intangibilidad de los derechos personales emanados de los
contratos. Durante mucho empo se ha discu do si en nuestro derecho sólo es concebible la propiedad
sobre los derechos reales o también lo es sobre los derechos personales. Hoy, sobre la base del ar culo
19 No. 24 de la Cons tución, se admite en general que también cabe concebir propiedad sobre derechos
personales en el acreedor, porque sería incons tucional una ley que los vulnerara sin previa
indemnización. Sin embargo, la jurisprudencia sigue con algunos al bajos en esta materia.

f) El Subcontrato. -
Es aquel contrato nuevo derivado y dependiente de otro contrato de la misma naturaleza. Maria del Pilar
Baeza C (“La subcontratación”, De. Jurídica, 1981), lo define como “aquel contrato en virtud del cual una
parte transfiere a otra, por vía de una sucesión cons tu va, derechos u obligaciones que han nacido para
ella de una relación contractual previa, sin que esta úl ma relación se ex nga”.

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Se alude a una sucesión cons tu va, pues los derechos y obligaciones que integran el contrato derivado
enen como base el contrato original, en términos tales que la posición del contratante intermediario en
el primero pasa a un tercero que es parte en el contrato derivado.

Nuestro Código lo contempla a propósito del arrendamiento (ar culos 1946, 1963, 1973 y ar culo 5o de
la ley No. 18.101), del mandato (ar culos 2135, 2136 y 2138), en el contrato de construcción por suma
alzada (ar culo 1003 No. 5), en el contrato se sociedad (ar culo 2088). También en el Código de Comercio
(ar culos 168, 261 a 267).

Úl mamente este tema ha sido desarrollado en profundidad por la doctrina nacional (Leslie Tomasello y
Maria del Pilar Baeza).

Para que haya subcontrato es necesario que el contrato base sea de tracto sucesivo o bien de ejecución
diferida. En efecto, la subcontratación supone la posibilidad de transferir créditos u obligaciones
contractuales vivos derivados de un contrato vigente.

Además, es necesario que no sea un tulo trasla cio de dominio. Pues en estos, se produce la
incorporación del bien o derecho transferido en el patrimonio del adquirente, con el consiguiente
enriquecimiento para éste, el que le permi rá celebrar un nuevo contrato sucesivo.

Es necesario, además, que no exista una prohibición legal o contractual de subcontatar. Se ha añadido que
tampoco puede tener lugar la subcontratación en los contratos de garan a. En efectom la mul plicación
de los vínculos podría poner en peligro la seguridad y garan a del crédito del primer tular acreedor.

En la subcontratación, el contrato base no puede atribuir más que la posibilidad de disfrute de un objeto.
Por úl mo, es necesario que el contrato base no sea intuito personae (salvo el mandato)
El subcontrato es dependiente del contrato base. Las prestaciones emanadas del subcontrato deben ser
de la misma naturaleza que las emanadas del contrato base.

El argen no Héctor Masna a, que ha desarrollado brillantemente el tema, señala que “el contrato
derivado debe tener el mismo objeto del contrato básico. Los derechos y las obligaciones de éste pueden
ser modificadas cuan ta vamente -sin exceder sus límites-, pero no pueden transformarse
cualita vamente”. Cuando el objeto cambia sustancialmente, no hay subcontratación sino lo que la
doctrina ha definido como subcontratación impropia (Ejemplo: el arrendatario da en comodato).

Lo mismo puede decirse de la causa. El subcontrato se cons tuye y actúa sobre unas relaciones ya
existentes, de manera que la causalidad-finalidad jurídica y económica que mo va al contratante
intermediario necesariamente ha de ser análoga a la de la primera relación.

Desde otra perspec va, interesa dis nguir el subcontrato de figuras que le son similares. Desde luego, no
es lo mismo subcontrato que la u lización de auxiliares o sus tutos. El subcontratante no actúa junto al
obligado principal (como el auxiliar) ni pasa a ocupar su puesto (como el sus tuto) sino que es parte
contractual independiente de un contrato derivado de otro principal y básico.

Tampoco debe confundirse la subcontratación con la delegación. En la delegación, una persona da una
orden o autorización a otra, con el fin de que ésta realice una determinada prestación en favor de un
tercero, de modo que esa prestación (o la promesa en que aquella puede consis r), se en enda hecha por
cuenta de quien dio la orden.

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La delegación ende en la prác ca a concentrar dos prestaciones entre tres personas en una sola
prestación entre dos. En cambio, en la subcontratación, el contratante que subcontrata no se libera de a
relación jurídia base en que es parte y el tercero subcontratante no entra en una relación jurídica con el
cocontratante de quien subcontrató. El contratante que subcontrata, al igual que el delegante, se sirve de
un tercero.

Pero con la diferencia que la delegación produce una modificación de la relación jurídica existente, en
tanto que el subcontrato no, sin perjuicio de que se crea otra relación jurídica.

Tampoco ha de confundirse la subcontratación con la cesión de créditos. La cesión de créditos no es una


forma o categoría de contrato sino la tradición de los derechos personales. La cesión de créditos supone
una sus tución de un acreedor en el lugar de otro; en tanto que, en la subcontratación, el acreedor que
ha subcontratado permanece plenamente vinculado, tanto en la relación base como en la relación
derivada.

Por los mismos mo vos, tampoco ha de confundirse la subcontratación con la “asunción de deudas”
también denominada en la doctrina transmisión pasiva de la obligación. La asunción de deudas es una
elaboración de la doctrina moderna, que rompe con los esquemas clásicos para los cuales por causa de
muerte podían transmi rse tanto créditos como deudas, en tanto que por acto entre vivos sólo podían
transferirse créditos.

Desde otro punto de vista, tampoco ha de confundirse la subcontratación con la cesión de contrato. La
cesión de contrato es el traspaso por uno de los contratantes a un tercero de su íntegra posición jurídica
(no sólo de su calidad de acreedor o de deudor) en un contrato determinado.

En el subcontrato, el primer contratante del contrato base no pasa a vincularse con el segundo contratante
del subcontrato. En cambio, en la cesión de contrato, el cesionario pasa a vincularse directamente con el
primer contratante; y el cedente desaparece jurídicamente de la relación.

Es decir, en el subcontrato hay simultaneidad de dos relaciones jurídicas. En la cesión de contrato, hay
sus tución de una unidad jurídica a otra. Además, en la cesión de contrato el traspaso es necesariamente
total, en tanto que e la subcontratación, es posible que el subcontrato involucre sólo parte de los derechos
y obligaciones emanados del contrato base.

g) El autocontrato. -
Es el acto jurídico que una persona celebra consigo misma sin que sea necesario la concurrencia de otra,
en razón de que el compareciente actúa a la vez -como parte directa y como representante de otra, o bien
simultáneamente como representante de partes diferentes, o bien, por úl mo, como tular de dos
patrimonios (o fracciones de un patrimonio) some dos a estatutos jurídicos diferentes.
Ejemplo del primer caso es el mandatario que compra para sí o que el mandante le ha ordenado vender.

Ejemplo del segundo, cuando una persona es simultáneamente mandataria del comprador y mandataria
del vendedor (como lo corredores de Bolsa de Comercio).

Ejemplo del tercer caso lo encontramos en la par ción consigo mismo. Como si en sociedad conyugal, la
mujer aporta a la sociedad conyugal un terreno del cual es comunera con un tercero y luego durante el
matrimonio adquiere con patrimonio reservado la cuota del tercero. Se formará una comunidad consigo

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misma que habrá que par r, a fin de definir qué parte del inmueble puede ella administrar y cual en
cambio está some da a la administración del marido.

En la doctrina comparada hay varios autores que han aceptado la idea de que el autocontrato es,
propiamente, un contrato (Romer, Giorgi, Demogue, Vallimaresco), entre ellos, destaca la obra de Rumelin
que ha difundido la tesis de que el autocontrato es un acto jurídico unilateral que produce los efectos de
un contrato desde que compromete dos patrimonios diferentes. Otros han
sostenido que no hay contrato pues todo contrato supone dos voluntades y no Apuntes de Derecho Civil
- Profesor: José Miguel Lecaros puede haber dos voluntades en una sola persona (Baudry-Lacan erie,
Masna a,).

El autocontrato exis ó en ciertos casos en el Derecho Romano en el “sibisolvere”: el administrador de un


patrimonio ajeno podía pagarse a sí mismo, como representante, lo que él, personalmente, adeudaba a
su representado y, a la inversa, podía pagarse a sí mismo, en cuanto acreedor, lo que el representado le
adeudaba a él.

En la legislación comparada, la mayoría de las legislaciones no hacen una referencia general, sino que
prohíben, en ciertos casos, la auto contratación. El Código Alemán es el más especial en este punto. Según
el ar culo 181, el autocontrato sólo es lícito cuando el representante ha sido expresamente autorizado
para ello (por ley o por el mandante) o cuando el autocontrato consiste exclusivamente en el cumplimiento
de una obligación.

A su vez, el Código Civil italiano establece que “el contrato concluido por el representante en conflicto de
intereses con el representado podrá ser anulado a instancias del representado, si el conflicto era conocido
o conocible por el tercero” (ar culo 1394) y que “es anulable el contrato que el representante concluya
consigo mismo, en nombre propio o como representante de otra parte, a menos que el representado lo
hubiere autorizado específicamente o que el contenido del contrato hubiera sido determinado de tal
manera que excluya la posibilidad de un conflicto de intereses.”

En cuanto a la naturaleza jurídica del autocontrato, Alessandri ha sostenido que se trata de un acto jurídico
unilateral, toda vez que un contrato es la conciliación de voluntades opuestas, lo que en la especie no
ocurriría.

Han profundizado esta opinión Avelino León y David S tchkin. Claro Solar, en tanto, ha sostenido que el
autocontrato es propiamente contrato pues se manifiestan dos voluntades diferentes por parte de una
misma persona. Esta idea ha sido perfeccionada por Jorge López S.M. En nuestra legislación hay casos
restringidos o regulados de autocontratación (ar culo 412, 1796) que evidencian que la regla general sería
la posibilidad abierta.

En la representación legal de las personas naturales, cabe citar los ar culos 410 y 412 en relación al 1799
(respecto a tutores y curadores), los ar culos 1796 en relación al 124, 130, 188, 252, 257 y 258 (en relación
al padre o madre de familia), los ar culos 1137, 1138 en relación al 1796 y 1899 (en relación al marido y
mujer).

En la representación convencional de los par culares, hay autocontratos especialmente prohibidos al


mandatario (2144) y se regula el autocontrato del mandatario rela vo al mutuo de dinero (2145). Fuera
de los casos de los ar culos 2144 y 2145, hay que dis nguir: Si el mandante ha prohibido la
autocontratación, lo obrado por el mandatario violando la prohibición será inoponible al mandante; si el
mandante la ha autorizado, el mandatario podrá auto contratar eficazmente aunque haya conflicto de
intereses, pero sin perjuicio de que el mandante podrá accionar contra el mandatario si la conducta de

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éste es dolosa o culposa; y, si nada ha dicho el mandante, el mandatario podrá auto contratar, salvo que
se produzca un conflicto de intereses.

En la representación de las personas jurídicas, la autocontratación será posible siempre que no exista
alguna prohibición legal o estatutaria o que en defini va se acredite un conflicto de intereses. En la ley de
sociedades anónimas, hay que tener presente el ar culo 44 en cuya virtud una sociedad anónima puede
12 Apuntes de Derecho Civil - Profesor: José Miguel Lecaros celebrar actos o contratos en los que uno o
más directores tengan interés por sí o como representantes de otra persona, cuando dichas operaciones
sean conocidas y aprobadas por el directorio y se ajusten a condiciones de equidad similares a las que
habitualmente prevalecen en el mercado.

TOMASELLO ha dicho, sinte zado, que El autocontrato será inadmisible en todos los casos en que la ley lo
haya prohibido expresamente y en todos aquellos en que suscite un conflicto de intereses, lo úl mo
aunque no exista un texto legal que expresamente lo prohíba, puesto que las prohibiciones legales están
basadas precisamente en la contraposición de intereses y cuando la ley ha querido permi r la
autocontratación, no obstante tal contraposición de intereses, la ha some do a determinadas condiciones
que debe llenarse si se pretende que el acto tenga valor; de lo contrario no valdrá asi como o valen los
expresamente prohibidos”.

Un tópico que se suele olvidar en esta materia es la mal llamada autocontratación en materia judicial. El
“auto li gio”. Aunque en nuestro derecho no hay una regla que lo establezca en términos formales y
explícitos, no es posible que una persona actúe en un proceso por sí y como representante de otro o como
representante de los dos li gantes, pues cada vez que surgen conflictos de intereses, se hace necesario el
nombramiento de un curador especial (ar culos 154, 188, 257, 506). Recordar también el ar culo 232 del
Código Penal que cas ga al abogado que patrocina a las dos partes de un mismo li gio.

h) El contrato por persona a nombrar y el contrato por cuenta de quien corresponda. -


El primero es aquel en que una de las partes se reserva la facultad de designar, mediante una declaración
ulterior, a la persona que retroac vamente adquirirá los derechos y contraerá las obligaciones inicialmente
radicadas en su patrimonio. (ar culo 256 del Código de Comercio). En Chile es general es aceptado en
virtud de la libertad contractual (Ver Obligaciones de R. Abeliuk).
El segundo es aquel en el cual una de las partes, inicialmente queda indeterminada o en blanco, en la
seguridad de que después será individualizada (no por voluntad unilateral de ese contratante sino por un
hecho externo). Una de las partes lo es sólo aparente o al menos transitoriamente.

4.- La interpretación de los contratos. -


La interpretación de los contratos ene una enorme importancia prác ca, toda vez que permite definir los
efectos del contrato a falta de acuerdo entre las partes. Básicamente pueden ser interpretados de una
manera subje va y de una manera obje va. En el primer caso, se pretende buscar la intención o voluntad
de los contratantes. En el segundo caso se intenta descubrir, al margen de la voluntad de los contratantes,
qué es lo socialmente más ú l o que es lo que en jus cia parece más razonable.

La interpretación subje va de los contratos. -


Para la doctrina clásica, que inspira el Código Civil chileno, la voluntad es la causa eficiente del derecho.
interpreta vo se sustenta en las intenciones de los contratantes. El sistema es limitado pues se funda en
ficciones. En presencia de un contrato dudoso, lo más verosímil es que cada una de las partes le haya
atribuido el sen do que más le favorece; sin intención común. Y frente a una dificultad en el proceso de

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ejecución del contrato, resulta vano preguntarse cual habría sido la común intención de las partes, pues si
cada una de ellas hubiese previsto la dificultad, la habría resuelto en el sen do que le era más favorable.

El Código chileno, establece en el ar culo 1560 que conocida claramente la intención de los contratantes
debe estarse a ella más que a lo literal de las palabras. Esta norma no estableció una metáfora, sino que
expresa el ideal del voluntarismo jurídico liberal. Intenta impulsar al interprete a desarrollar un trabajo de
inves gación sicológica.

Se trata de una labor muy compleja que, de llegar a tener éxito, muchas veces será gracias al buen sen do
más que a las normas legales sobre interpretación que supuestamente sirven de guía o ayuda al interprete.
En todo caso se puede decir que la misión del intérprete consiste en establecer presunciones, nunca
certezas, acerca de la voluntad común.

Ahora bien, el juez no debe detenerse en el sen do literal de los términos, sino que debe tomar en
consideración las "circunstancias de la especie", es decir, todos los hechos suscep bles de esclarecer el
sen do de la convención.

Esta idea la recoge nuestro Código al señalar en el art 1564 inc. 2o que "las cláusulas de un contrato podrán
también interpretarse por las de otro contrato entre las mismas partes y sobre la misma materia" Se ha
planteado un problema que en Chile es polémico tanto en la doctrina como en la jurisprudencia, y se
refiere a si todo contrato debe ser interpretado o sólo aquel oscuro.

En Chile la reciente tendencia se dirige a considerar que todo contrato, claro u oscuro, debe ser
interpretado. Aunque comparto esta opinión, pienso sin embargo que no resulta per nente invocar, como
se suele hacer, en su apoyo la norma del ar culo 19 inciso 1). a contrario sensu.

Me parece que sostener que sólo deben ser interpretados los contratos oscuros envuelve una
contradicción pues resulta imposible determinar si un contrato es claro u oscuro sin previamente haberlo,
precisamente, interpretado.

Las controversias que hacen necesaria la interpretación de un contrato pueden ser innumerables, pero
podrían agruparse del siguiente modo:
a) Ambigüedad en el contrato. El contrato admite dos o más sen dos diferentes y perfectamente
razonables. Puede producirse esta situación ya sea por palabras o frases equívocas.
b) Oscuridad del contrato. El contrato ene contradicciones internas de modo tal que no presenta ningún
sen do determinado. Un contrato, por ejemplo, puede contener referencias que permitan calificarlo de
donación y otras que sólo lo expliquen cómo compraventa.
c)Los términos del contrato son claros pero insuficientes o excesivos o haberse empleado de manera
dudosa.
Nuestro Código no sólo contempla reglas de interpretación, sino que también establece casos de
interpretación legal, esto es, situaciones frente a las cuales el legislador no se limita a dar una directriz al
intérprete, sino que interpreta an cipadamente, dictando una solución que el juez deberá aplicar.

Desde luego, en ciertos casos el legislador fija el sen do que deberá atribuirse a una determinada cláusula
dudosa si las partes la introducen en algún acto o contrato, sin explicar su extensión (ar culos 567 a 575,
1242 a 1244, 1823, 1829, 1874, 1879, 1956. En otros casos, los contratantes no se pronuncian sobre un
aspecto par cular de la convención. Entonces, el legislador suple el silencio "adivinando" cual habría sido
la voluntad de los contratantes si hubiesen previsto la interrogante prevista por el legislador. Por úl mo,

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hay casos en que la voluntad de las partes es derechamente interpretada por el legislador (Ejemplo: si en
el matrimonio nada se dice se en ende celebrado bajo el régimen de sociedad conyugal).

Las reglas de interpretación las podríamos clasificar en dos grandes bloques según se refieran a los
elementos intrínseco o a los elementos extrínsecos del contrato.

I.- Reglas de interpretación rela vas a los elementos intrínsecos del contrato.
Esto es, reglas que llevan a interpretar el contrato en sí mismo, considerando sólo los elementos que es
posible hallar en el contrato. Estas reglas carecen de jerarquía. No hay entre ellas un orden de preferencia.
a) Regla de la armonía de las cláusulas (ar culo 1564 inciso 1o). Supone que en todo contrato las cláusulas
son interdependientes.
b) Regla de la u lidad de las cláusulas (ar culo 1562). Pothier pone el siguiente ejemplo: se conviene entre
Pedro y Pablo que Pablo "podrá pasar por sus heredades". Aunque puede interpretarse que se refiere ya
sea a las heredades de Pedro o a las de Pablo, debe interpretarse que se refiere sólo a las de heredades
de Pedro, ya que no tendría sen do ni efecto la cláusula en que se autoriza a Pablo a pasar por las
heredades de su propiedad. Eso sí que, si una cláusula es nula, no podrí, a pretexto del ar culo 1562,
intentarla darla por válida.

c) Regla del sen do natural. (ar culo 1563 inciso 1o). Ejemplo: Si no se dice en aun arrendamiento de
inmuebles urbanos los períodos de pago de las rentas, se deben entender mensuales.

II.-Reglas de interpretación rela vas a los elementos extrínsecos del contrato.


Se refiere a indagar en los que en la doctrina clásica se denominan las "circunstancias de la especie".
Pienso que estas circunstancias deben ser consideradas en cualquier contrato, no sólo consensual sino
también solemne. Claro que, si se trata de un contrato solemne, no podría recurrirse a pruebas extrínsecas
para desfigurar una cláusula del contrato.

Para probar estas circunstancias extrínsecas no regirán las limitaciones a la prueba tes monial pues se
tratará de probar hechos y no actos jurídicos.
a) Regla de la aplicación restringida del texto contractual. (ar culo 1561). Un ejemplo de nuestra
jurisprudencia. Si se es pula que, en la administración de los bienes del poderdante, podrá el banco
mandatario prestar y exigir fianzas, la facultad de afianzar que se concede sólo se refiere al otorgamiento
de fianzas dentro de la administración de los bienes del poderdante.

En relación a la transacción, se repite la regla en el ar culo 2446. Si se llega a una transacción en un juicio
de nulidad de un embargo, ello no obsta a que se podría demandar con posterioridad indemnización de
perjuicios producidos por la traba del embargo.

b) Regla de la natural extensión de la declaración. (ar culo 1565). Ejemplo de Pothier: Si en una
capitulación matrimonial se dice que los esposos estarán en comunidad de bienes, en la cual entrará el
mobiliario de las sucesiones que pudiere tocarles, ello no obsta a que entren al régimen todas las demás
cosas que de acuerdo a la ley corresponde que ingresen.

c)Regla de los otros contratos entre las mismas partes y sobre la misma materia, sea anteriores o
posteriores al contrato que se trata de interpretar (ar culo 1564 inciso 2o).
d)Regla de la interpretación autén ca (ar culo 1564 inciso 3o). En el fondo, los contratantes han
"interpretado" el contrato de común acuerdo y en un mismo sen do al aplicarlo de una determinada
forma. El contratante que en la aplicación prác ca le da un determinado sen do, no podría después ir

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contra sus propios actos intentando desvirtuar esa interpretación. Sin embargo, el intérprete debe actuar
con prudencia, toda vez que se dé cuenta que la aplicación prác ca llevada a cabo fue mo vada, en una
de las partes, por algún error.

III.-Reglas subsidiarias de interpretación contractual. En otras legislaciones, dicen relación con la


costumbre y la equidad. En nuestro Código se limitan a la costumbre. (ar culo 1546).

a) Regla de las cláusulas usuales. 1563 inciso 2o. Lamentablemente nuestra jurisprudencia ha dado a esta
norma un alcance muy restringido, relacionándola con los llamados "elementos de la naturaleza" de los
contratos. La razón de tan limitante alcance radica en que en nuestra legislación la costumbre sólo
excepcionalmente cons tuye derecho cuando la ley se remite a ella.

b) Regla de la úl ma alterna va (ar culo 1566 inciso 1o). Esta norma es rígidamente supletoria y en úl mo
lugar. Se interpreta a favor del deudor. Pero no se sustenta en la equidad como se ha creído sino en la regla
de que incumbe probar las obligaciones al que las alega, al acreedor.

Actori incumbit proba o. (ar culo 1698). La persistencia de una duda evidencia falta de prueba (de parte
del acreedor). Pero si la duda proviene de una cláusula ambigua redactada por alguna de las partes, se
interpretará en contra de esa parte, siempre que la ambigüedad provenga de la falta de une explicación
que debió darse (ar culo 1566 inciso 2o). Esta úl ma regla de ha aplicado mucho en la interpretación de
contratos de adhesión.
Se consideró por algún empo que las reglas de interpretación son simples consejos que el legislador da
al juez, sin carácter vinculante. Hasta el punto que si el tribunal no aplicara estas reglas o las apicara mal,
no podría enmendarse por la vía de casación.

Nuestra jurisprudencia mayoritaria y más reciente, en cambio sos ene que "la doctrina de que la
interpretación de los contratos cons tuye un hecho de la causa que los jueces del fondo pueden apreciar
con facultades priva vas, no se opone a la obligación que enen de someter a la ley su criterio jurídico en
esta materia, aplicando las reglas especiales establecidas por la propia ley para determinar, en desacuerdo
de los contratantes, el verdadero alcance de la convención".

La interpretación obje va de los contratos. -


El sistema subje vo de interpretación se funda en el voluntarismo jurídico que concibe la voluntad de los
contratantes como fuente única del derecho, al margen de hechos sociales. Para la escuela obje va de
interpretación, llegado el momento de interpretar un contrato no interesa como acto gené co de
cons tución de la relación jurídica, sino como relación jurídica ya formada.
La corriente obje va de interpretación ha tenido acogida par cularmente en el Código Civil Alemán de
1900.

El ar culo 133 dice: “En la interpretación de una declaración de voluntad, será necesario inves gar la
voluntad real sin atenerse al sen do literal de las palabras". El ar culo 157 agrega que "Los contratos
deben ser interpretados como lo exige la buena fe en correlación con los usos sociales".

No interesa la voluntad que tuvieron las partes al concluir el contrato, sino que interesa desentrañar el
alcance que debe dársele al contrato de modo que los efectos jurídicos sean los que cualquier hombre
razonable atribuiría a la convención.

La interpretación y la calificación del contrato frente al recurso de casación en el fondo. -

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El problema se plantea, como es sabido, dado que nuestro Código concibe el contrato como "ley" para los
contratantes. –

La calificación de un contrato consiste en establecer su naturaleza jurídica, encuadrándolo en alguno de


los pos que regula la ley o en otro que, no estando considerado por ella, sea expresión de la libertad
contractual de las partes.

Pero operando siempre sobre la base de la esencia misma de los hechos que configuran el acto y nunca
sobre la denominación que las partes haya dado al acto. Nuestra jurisprudencia ha sido reiterada en
sostener que es indiferente la calificación que las partes hayan dado al acto. En verdad, sin embargo,
dentro del contexto del voluntarismo jurídico que inspira las normas de calificación o interpretación
contractual en el régimen chileno, la calificación de las partes no es del todo inú l; puede ser indica va
de la voluntad subje va de ellas.

La interpretación y la calificación no siempre van unidas. Puede ocurrir que se requiera de una pero no de
la otra, o de necesiten ambas. En todo caso, cuando se requieren ambas, la interpretación es siempre
previa a la calificación.

Cuando una sentencia califica erróneamente el contrato, está violando;


a) el propio contrato (que para las partes es ley);
b) la ley que define el contrato realmente celebrado;
c) la ley que define el contrato que la equivocada
calificación supone celebrado. Sin embargo, nuestra jurisprudencia ha es mado que la calificación de un
contrato es una cues ón de hecho.

En caso de errónea interpretación del contrato, ha habido varias opiniones:


a) El recurso de casación en el fondo es improcedente, pues las reglas de interpretación no son normas
jurídicas que vinculen al juez sino meros consejos.
b) El recurso de casación por errónea interpretación del contrato procede cuando la interpretación ha
significado desnaturalizar el contrato.
c)El recurso de casación por errónea interpretación procede siempre pues la interpretación supone la
aplicación de normas jurídicas.

5.-Principios fundamentales de la contratación.


a) El principio básico que inspira la contratación en el derecho privado y en par cular en el derecho civil
chileno, es el de la autonomía de la voluntad. Es decir, la voluntad sería fuente y medida de los derechos
y obligaciones que el
contrato produce.

De este principio básico se derivan sub-principios como es el del consensualismo y el de la libertad


contractual (ambos rela vos a la Genesis del contrato) y el de la fuerza obligatoria y el del efecto rela vo
de los contratos (en relación al efecto del contrato).

b) El principio del consensualismo se ha visto deteriorado úl mamente por el avance de las formalidades
(de publicidad, habilitantes o de prueba).
El principio de la libertad contractual se ha visto deteriorado, como ya hemos señalado, en virtud del
surgimiento de los contratos dirigidos, forzosos y de adhesión.

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c) En cuanto al principio de la fuerza obligatoria de los contratos, muchas veces el legislador se introduce
en un contrato vulnerando su fuerza obligatoria.

A veces ello ocurre frente a situaciones de emergencia, dictando leyes que ordenan suspender remates,
que prorrogan los vencimientos de plazos (leyes de morosidad), En otros casos, hay normas de aplicación
permanente en que la ley desconoce lo pactado, como en ciertos ar culos del Código Civil como el 1879
o el ar culo 2180.

Ha habido leyes que han alterado contratos en curso, ordenando mantener una relación jurídica
contractual que a la luz del tulo convencional había expirado.

Pero lo más grave es cuando la alteración de contratos en curso afecta por retroac vidad el derecho de
propiedad sobre derechos personales emanados del contrato. Ello es claro a par r de los nuevos términos
en que está concebido el ar culo 19 No. 24 de la Cons tución Polí ca.

Sobre esta materia ha habido múl ples recursos de protección y de incons tucionalidad recogiendo la
idea de que el acreedor es dueño de su derecho personal. Famosos fueron los recursos de inaplicabilidad
contra el ar culo 2o transitorio del DFL No. 9 de 1968 que dispuso que los plazos convenidos con
anterioridad a la ley debían entenderse prorrogados hasta completar 10 años.

Esta norma afectaba al derecho de dominio del acreedor sobre su derecho personal a exigir la res tución
en el plazo convenido de acuerdo a la ley vigente a la celebración del contrato. Por tal mo vo esta materia
guarda ín ma relación con el ar culo 22 inciso 1º de la ley sobre efecto retroac vo de las leyes.

En todo caso, aun suponiendo que exista derecho de propiedad sobre derechos personales (lo que es
discu ble doctrinalmente a la luz de la concepción cosificada del derecho de dominio de raigambre
romanista, es perfectamente dable afirmar la legi midad y cons tucionalidad de las leyes que alteran
derechos personales emanados de contratos en curso jus ficadas por la función social del derecho de
propiedad que la misma Cons tución garan za.

d) El principio de la fuerza obligatoria de los contratos llevada a los ojos del juez nos conduce a tratar al
tema de la Teoría de la Imprevisión.
Para comprender adecuadamente recurramos al concepto De La Maza: define la teoría de la imprevisión
como aquella “doctrina jurídica (conjunto de principios de derecho debidamente fundados) que sos ene
que el juez puede intervenir a pe ción de cualquiera de las partes, en la ejecución de la obligación, con el
objeto de atenuar sus efectos, cuando, a consecuencia de acontecimientos imprevisibles para las partes
al momento de formarse el vínculo jurídico, ajenos a su voluntad y que producen una perturbación grave
en relación a toda una categoría de contratantes, la ejecución de la obligación se hace más di cil o más
onerosa, y siempre que aquel llegue a formarse la convicción de que siendo previsibles esas
perturbaciones, las partes no se
habrían obligado en las condiciones fijadas.

La doctrina alemana (Karl Larenz) ha enfa zado la intangibilidad de los contratos aún frente a cambio de
circunstancias ruinosas para una de las partes, fundada en que asi como no hay libertad sin riesgo, no hay
libertad contractual sin riesgo contractual. Nuestra jurisprudencia (salvo algunos pocos fallos arbitrales)
ha sido unánime en este aspecto.

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En un fallo publicado en la Gaceta de los Tribunales en 1925 y que ha servido de inspiración a la demás
jurisprudencia, se afirma que “los tribunales carecen de facultad para derogar o dejar sin cumplimiento la
ley del contrato, ya sea por razón de equidad o bien de costumbre o de reglamentos administra vos”. Se
sustenta en la idea de la norma de derecho Pacta Sunt Servanda. Incluso Chile, al ra ficar el 09 de abril de
1981 la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969, formuló una reserva al ar culo 62
concerniente al problema de la imprevisión, declarando su adhesión al principio de la inmutabilidad de
los tratados.

En Chile hay normas que se inspiran en una ac tud favorable a la revisión, como los ar culos 2180, 2227,
2003 regla 2ª y otras inspiradas en sen do contrario (1983, 2003 regla 1ª). También se ha citado el ar culo
1544.

Estas normas sin embargo no caen de lleno en el problema de la imprevisión. El tema de la imprevisión
queda circunscrito más bien a la posibilidad de que un juez pueda en general y sin norma legal específica
que lo autorice, para revisar la vigencia de un contrato que por circunstancias imprevistas se ha tornado
excesivamente oneroso de cumplir para una de las partes (aunque no imposible, pues lo imposible por
caso fortuito o fuerza mayor ex ngue la obligación -1670-), sea disminuyendo la obligación agravada,
agravando la prestación recíproca, acortando la vigencia del contrato o derechamente dando por
terminado el contrato por faltar la conmuta vidad de las obligaciones.

En otros países se ha dado a veces soluciones legisla vas para casos específicos. En enero de 1918 se dictó
en Francia la Ley Faillot, que facultó a los jueces para dejar sin efecto los contratos celebrados con
anterioridad a la guerra y cuyo cumplimiento se hubiere hecho excesivamente oneroso para los deudores;
más tarde, tras la segunda guerra mundial, el 22 de abril de 1949 se dictó otra ley en el mismo sen do, lo
que llevó a Ripert a decir, sin poca razón, que “la jurisprudencia contraria a la imprevisión ha tenido tal vez
el inconveniente de incitar al legislador a hacer él mismo lo que el juez no quería hacer.

Ha intervenido mediante medidas generales que han destruido aún más contratos que los que hubiere
hecho la más amplia interpretación jurídica” Una de las teorías en que se ha fundado la teoría de la
imprevisión es la que la explica extrapolando al derecho privado la cláusula del derecho internacional.

Rebús Sic Stan bus. De acuerdo a esta explicación, los contratantes contratan en el entendido de que las
obligaciones que contraen y en general la fuerza circunstancias de hecho vigentes al momento de
vinculante del contrato quedan supeditados a que se mantengan las contratar.

La debilidad de esta explicación radica en que presumir la cláusula Rebus Sic Stan bus en los contratos es
una ficción sin base real. La verdad es que cuando se contrata lo normal es que las partes consideran tan
ventajosas sus condiciones que no prevén una modificación de circunstancias.

De hecho, podría expresarse la cláusula, y sin embargo en la prác ca rara vez se hace, salvo en los
contratos internacionales (Clausula Hardship). Otra explicación a la teoría de la imprevisión es la que la
fundamenta en el principio del enriquecimiento sin causa. Nadie ene derecho a enriquecerse sin causa
a costa ajena. Pero para que se aplique este principio es necesario a) Que haya habido un enriquecimiento
de un patrimonio a costa del empobrecimiento de otro patrimonio, todo ello sin causa legí ma que lo
jus fique y es además necesario que no haya otro medio que la acción en reverso para conseguir la
reparación.

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La debilidad de la teoría que explica la posibilidad de revisión de contratos por excesiva onerosidad
sobreviniente reside precisamente en que el principio del enriquecimiento sin causa supone ausencia de
causa. Ahora bien, en el caso de la imprevisión, es incontrastable que la causa es el contrato. Con todo, en
este fundamento (del enriquecimiento sin causa) se han sustentado algunos dictámenes de Contraloría
General de la República que han acogido la teoría de la imprevisión.

Otros explican la teoría de la imprevisión invocando el concepto de causa de los actos jurídicos. Juan Carlos
Dorr ha desarrollado muy bien esta idea que siendo ingeniosa ene una gran debilidad. Explica que la
causa no interviene sólo al momento de concertarse las voluntades, esto es, al momento de celebrarse el
contrato, sino que su influencia se deja sen r hasta cuando el contrato ha sido puesto en ejecución.

Así, si al momento del cumplimiento esta causa ha desaparecido, por sobrevenir circunstancias
extraordinarias e imprevisibles, es que el contrato se verá carente de causa y por ende nulo. La gran
debilidad de esta postura radica en que, como ha puesto de manifiesto César Parada en una ponencia en
el Colegio de Abogados en 1994, “no puede aceptarse la teoría de que un contrato que nazca como válido
se transforme con el transcurso del empo en nulo”.

También hay quienes han explicado la teoría de la imprevisión sobre la base del concepto de contrato
conmuta vo, que aparece violentamente destruido con sucesos extraordinarios e imprevistos e
imprevisibles.

Pablo Rodríguez elabora en su libro la siguiente explicación: La obligación no es un impera vo de realizar


una prestación, sino que impone un deber de realizar una conducta pica, con una determinada y precisa
exigencia de diligencia (ar culo 1547) más allá de la cual esta no cubre el impera vo, dificultado por
sucesos imprevistos.

Otros explican la teoría de la imprevisión invocando la doctrina del abuso del derecho. Sin embargo, el
problema es que, al menos en la doctrina nacional, la doctrina del abuso del derecho se ha explicado no
tanto en el contexto de la funcionalidad de los derechos como en las normas sobre responsabilidad
extracontractual. Luego, desde esa perspec va, pareciera fuera de lugar explicar en la responsabilidad
extracontractual un tópico esencialmente contractual como es el de la teoría de la imprevisión.

Nos parece que la teoría de la imprevisión en Chile más bien debería sustentarse en aplicar el principio
que inspira el ar culo 1558 (de excluir los perjuicios imprevistos o imprevisibles, salvo dolo). Si un
incumplimiento no es doloso, sino que "explicable" por la excesiva onerosidad sobreviniente, esos
perjuicios imprevistos e imprevisibles provocados por un cambio imprevisto e
imprevisible de las condiciones de hecho no debieran ser indemnizados.

Por otra parte, en los contratos en que el deudor responde de culpa leve (1547), frente a un imprevisto
cambio de circunstancias que haga excesivamente oneroso el cumplimiento, el afectado podría demandar
judicialmente se declare su no exigibilidad de cumplir sin arriesgarse a ser condenado a indemnizar toda
vez que cumplir, en las nuevas condiciones, sería exigirle un grado de diligencia mayor que aquel al que
está obligado, esto es, el de un simple buen padre de familia.

También nos parece aceptaba la explicación de la teoría de la imprevisión sobre la base de que los
contratos deben ejecutarse de buena fe (ar culo 1546).

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En general se señala que la teoría de la imprevisión supone la existencia de un contrato conmuta vo de


tracto sucesivo o de ejecución diferida. Sin embargo, en argen na el ar culo 1198 del Código Civil permite
accionar la resolución del contrato por excesiva onerosidad sobreviniente también en los contratos
aleatorios “cuando la excesiva onerosidad se produzca por causas extrañas al riesgo propio de contrato”,
dado que -agrega- "los contratos deben celebrarse, interpretarse y ejecutarse de buena fe y de acuerdo
con lo que verosímilmente las partes entendieron o pudieron entender, obrando con cuidado y previsión".

A igual conclusión llega el ar culo 1441 del reciente y moderno Código Peruano de 1984, agregando que
también procede en los contratos de ejecución inmediata cuando la prestación a cargo de las partes ha
sido diferida por causas no imputables a ellas.

El C. Civil italiano de 1942 (ar culo 1467) con ene una solución similar. Siempre puede sin embargo el
demandado enervar la acción ofreciendo modificar equita vamente el contrato.
En el comercio internacional se suelen u lizar cláusulas de readaptación des nadas a poder enfrentar
adecuadamente un cambio de circunstancias.
Entre ellas está la cláusula government take clause introducidas por las grandes empresas distribuidoras
de petróleo, y que les permite trasladar a los compradores del crudo los aumentos de precio impuestos
por los países productores; la cláusula First refusal clause, o cláusula de alineamiento sobre las ofertas de
la competencia, por la cual el vendedor se compromete a bajar el precio del suministro si bajan los precios
prac cados por sus compe dores en el mercado; la cláusula del cliente más favorecido, por la cual el
proveedor promete a su comprador proporcionarle los mismos beneficios que pudiere, en el futuro,
acordarle a otros clientes.

Pero la más aplicada esa cláusula hardship que permite a cualquiera de las partes exigir una adaptación
del contrato si se produce un cambio de circunstancias que las llevaron a vincularse, de modo que este
cambio les ocasione a ellas un rigor ("hardship") injusto.

e) Otro principio básico de la contratación es el del efecto rela vo de los contratos. El contrato por regla
general sólo produce efectos entre las partes y no beneficia ni perjudica a terceros. La ley del contrato
(concepto que enraíza en la autonomía de la voluntad) lo es sólo para las partes.

Partes en un contrato son aquellas personas que personalmente o representadas concurren a la formación
del acto, así como los herederos de estas. Aunque puede ocurrir que los herederos no adquieran los
derechos y obligaciones que del contrato surgieron para su causante-parte. Ello puede ocurrir por varios
mo vos, como que el derecho u obligación era intuito personae, o lo era el contrato, o en el contrato se
es puló la intransmisibilidad (como en la sociedad), o el heredero aceptó limitadamente (con beneficio
de inventario), Son terceros absolutos aquellos que fuera de no par cipar en el contrato ni en forma
personal ni representados, no están ligados jurídicamente con las partes por vínculo alguno.

Los causahabientes a tulo singular (legatarios, compradores, donatarios, mutuarios) se ven afectados por
un acto del que no han sido parte sino sus autores, y que han generado derechos reales (ar culos 792 o
2033).

Lo que resulta más discu ble es si ese efecto se produce cuando el contrato generó sólo derechos y
obligaciones de orden personal. Así, por ejemplo, si una persona se obliga a no enajenar o a no instalar en
una determinada calle un determinado negocio (obligaciones de no hacer), cabe preguntarse si acaso
afectarían esas obligaciones al legatario.

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La respuesta es afirma va si se sigue la doctrina de las obligaciones ambulatorias o propter rem. Esta
doctrina inspira varios casos en que obligaciones siguen por expresa disposición legal al adquirente de un
derecho de propiedad (gastos comunes, contribuciones de bienes raíces,). Pero creemos que fuera de los
casos expresamente previstos por la ley no produciría efectos el contrato respecto de los terceros
causahabientes.

La es pulación a favor de otro cons tuye una excepción a la rela vidad de los efectos del contrato en la
media en que se admita la doctrina que la explica como la creación directa de un derecho en favor de un
tercero.

La es pulación en favor de otro, repudiada por el derecho romano y difundida por el derecho alemán
(ar culo 328 del BGB, C Civil alemán), ha sido consagrada en nuestro Código en el ar culo 1449. Cualquiera
puede es pular a favor de una tercera persona, aunque no tenga derecho para representarla, pero sólo
esta tercera persona podrá demandar lo es pulado y mientras no intervenga su aceptación expresa o
tácita es revocable el contrato por la sola voluntad de las partes que concurrieron a él.

Ejemplos prác cos son el seguro, el contrato de transporte, los contratos de donación con carga en
beneficio de un tercero, Una primera teoría explica esta ins tución como una oferta que hace al
beneficiario el es pulante, tular de un crédito adquirido frente al tercero. En un segundo acto, el
beneficiario acepta la oferta de cesión.

Es decir, el crédito alcanza a ingresar al patrimonio del es pulante. Esta explicación ene pues el
inconveniente de que el crédito puede ser embargado en el patrimonio del es pulante. Además, si el
es pulante falleciera antes de la aceptación del beneficiario, se habría producido una circunstancia de
caducidad de la oferta.

Una segunda teoría explica la es pulación en favor de otro como una agencia oficiosa operada por el
es pulante. La debilidad de esta explicación radica en que e la agencia oficiosa en agente actúa en
representación del interesado, en tanto que en la es pulación en favor de otro el es pulante actúa a
nombre propio. Además, dos caracterís cas de la agencia oficiosa no se encuentran en la es pulación en
favor de otro.
a) El interesado en la agencia oficiosa debe cumplir las obligaciones contraídas por el agente si éste ha
administrado bien el negocio (ar culo 2290); esto no ocurre en la es pulación en favor de otro, pues el
tercero, aunque el negocio haya sido bien administrado, pude rechazar la es pulación;

b) El agente oficioso después de iniciada la ges ón está obligado a proseguirla; en cambio el es pulante
puede revocar la es pulación de común acuerdo con el promitente, mientras no acepte el tercero.
Una tercera teoría explica esta ins tución como una declaración unilateral de voluntad generadora de
obligaciones. Esto no ene sin embargo cabida en nuestro derecho, pues nuestro Código Civil habla de un
contrato entre es pulante y prome ente.

Una úl ma teoría explica esta ins tución simplemente como una derogación del principio del efecto
rela vo de los contratos. Un caso de adquisición directa de un derecho por una persona que no ha sido
contratante. El derecho del beneficiario no emana de la aceptación sino del contrato. La aceptación es
sólo un presupuesto para la exigibilidad del derecho.

El es pulante y el prome ente son las partes del contrato. El es pulante puede demandar la resolución si
el prome ente no cumple; no puede demandar nada para sí porque no es acreedor (salvo en virtud de

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una cláusula penal), pero sí podría demandar para (en favor) del beneficiario. Prome ente y beneficiario,
aunque no han pactado, se hallan en relación de deudor-acreedor.

Pero el beneficiario, pese a ser acreedor en virtud de la es pulación, no puede ejercer ese derecho sino
desde la aceptación.

El beneficiario no podría en cambio ejercer acción resolutoria, pues no es parte contratante. Si el


beneficiario muere después de la es pulación, pero antes de aceptar, transmite a sus herederos el derecho
de aceptar. Entre es pulante y beneficiario no hay relación jurídica alguna, si bien muchas veces están en
la vida real muy ín mamente relacionados.

La promesa de hecho ajeno. - Esta ins tución está contemplada en el ar culo 1450 del Código Civil.
"Siempre que uno de los contratantes se compromete a que, por una tercera persona, de quien no es
legí mo representante, ha de darse, hacerse o no hacerse alguna cosa, esta tercera persona no contraerá
obligación alguna sino en virtud de su ra ficación; y si ella no ra fica, el otro contratante tendrá acción de
perjuicios en contra del que hizo la promesa".

No es que una persona se obligue por un tercero. Lo que el deudor promete es un hecho (obligación de
hacer) propio: lograr que otro consienta en dar, hacer o no hacer. La obligación de hacer del promitente
consiste en lograr que el tercero ra fique. Si fracasa, el tercero no quedará obligado y el promitente deberá
indemnizar (indemnización contractual). En el fondo el promitente es un agente oficioso.
Se habla de efecto expansivo o absoluto de los contratos cuando un contrato puede ser invocado por un
tercero en su favor u opuesto a un tercero en su detrimento.

Así, por ejemplo, la víc ma de un accidente del tránsito puede accionar directamente contra la Compañía
de Seguros en sede contractual, aunque no haya sido parte del contrato.

Un tercero puede oponer un contrato a las partes. Así, la víc ma de un accidente del tránsito puede
accionar contra el garaje que no arregló bien el vehículo, no obstante, la víc ma no haber contratado con
el garaje. A la inversa, un contrato puede ser opuesto por las partes a un tercero.

Así, la jurisprudencia francesa ha acogido demandas indemnizatorias del promitente comprador en contra
del comprador que incitó al vendedor a no respetar el contrato de promesa. Nuestra jurisprudencia ha
considerado que una persona que ocupa un inmueble como promitente comprador o como arrendatario
ene derecho de oponer esos contratos al tercero que con posterioridad adquirió el inmueble y que ejerce
la acción de precario.

En relación al principio de la fuerza obligatoria de los contratos hay que considerar el tema de la
inoponibilidad. Una clásica definición de Daniel Bas án la define como la ineficacia respecto de terceros
de un derecho nacido como consecuencia de la celebración o de la nulidad de un acto jurídico. La
inoponibilidad puede provenir de varios mo vos:
a) Incumplimiento de formalidades de publicidad (ar culos 1707, 1902, 2114, 2513)
b) Por falta de fecha cierta (ar culo 1703)
c) Por falta de consen miento (ar culo 1815, 1916 inciso 2o, 2390, 2160, 2136)
d)Inoponibilidad de una nulidad (ar culos 1895, 2058, 122) o de una resolución (ar culos 1490 y 1491) o
de la rescisión, resolución o revocación de las donaciones (ar culo 1432).
e) Inoponibilidad de actos simulados.

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La simulación no está tratada en forma sistemá ca en nuestro Código. La doctrina nacional la


sistema zado básicamente sobre la base de la magna obra de Ferrara sobre "La simulación en los negocios
jurídicos".

Su clásica definición la describe como la manifestación de un contenido de voluntad no real, emi do


conscientemente y de acuerdo entre las partes o entre el declarante y la persona a la que va dirigida la
voluntad, con el objeto de producir con fines de engaño la apariencia de un acto jurídico que no existe o
bien que es dis nto de aquel que realmente se ha llevado a cabo.

La simulación lícita la contempla nuestra legislación en varios casos. Así, en las asociaciones o cuentas en
par cipación, en el mandato sin representación, se oculta a terceros la verdadera connotación del acto.
La simulación es ilícita cuando ene por objeto burlar derechos de terceros.

En la simulación absoluta, el acto ostensible no oculta realidad alguna. Como el deudor que vende y
transfiere sin la menor intención de hacer ambas cosas, con el objeto de eludir a los acreedores. En la
simulación rela va, las partes celebran un acto jurídico real, pero lo disimulan bajo una apariencia dis nta
sea en la naturaleza de las cláusulas (ejemplo, se dice haberse recibido el precio y en el hecho no fue así),
sea alterando la naturaleza del acto celebrado (se aparenta una compraventa para eludir pago de impuesto
en el contrato que en realidad se quiso celebrar: un mutuo).

En la simulación por interposición de persona, el acto aparente es real, pero con otros sujetos que los
reales.
En Chile no se discute que entre las partes prevalece el acto real y oculto por obre el falso y ostensible.
Cualquiera de las partes puede pedir (mediante el ejercicio de la acción de simulación) que el Tribunal
reste eficacia al acto ostensible y dé valor al oculto. Así se desprende de interpretar a contrario sensu el
ar culo 1707.
La acción de simulación es una acción declara va y requiere que junto a ella se ejerza la de nulidad o
inexistencia del acto ostensible, o bien otras acciones específicas (por ejemplo, de aumento del precio del
acto ostensible al precio realmente convenido). Respecto de terceros rela vos, contra ellos les es
inoponible el acto secreto u oculto. Pero si lo prueban, podrían prevalecerse de él.

Si un tercero quiere prevalecerse del acto aparente y otro tercero quiere desconocerle valor, se produce
entonces un conflicto entre los terceros. Hay en este caso una laguna legal. Pero aplicando analógicamente
el principio del ar culo 1817 del Código Civil se concluye, al menos, que debe preferirse la posición del
tercero que es poseedor.

f) Un úl mo principio fundamental de la contratación es el principio de la buena fe contractual. Este


principio es inspirador a su vez de otros principios o doctrinas, como la de la imprevisión, la doctrina de
los actos propios (venir contra factum propios non valet) o la del error común (ar culo 1013, 1576 inc.2o).

La buena fe subje va es la creencia, por efecto de un error excusable, ene la persona de que su conducta
no atenta contra el derecho. Tiene aplicación en varias normas (ar culos 122, 706 inciso 1o, 1842, 1859,
2300).

La buena fe obje va es la que consagra el ar culo 1546, consiste en la conducción correcta o leal en el
contexto de las relaciones contractuales. Se trata de un estándar legal que ene un valor norma vo flexible
que queda entregado primordialmente al criterio del juez. La exigencia de la buena fe puede proyectarse
ya en el ámbito de los tratos preliminares, en el de la celebración del contrato o en el ámbito del
cumplimiento del contrato. A propósito de la celebración y del cumplimiento en la legislación comparada
hay varias situaciones interesantes.

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Por ejemplo, la facultad del juez de rechazar una demanda resolutoria por incumplimiento insignificante
o por algún incumplimiento cuando la buena fe permi ría hablar de una causal de inexigibilidad. En el
ámbito post-contractual también se manifiesta la buena fe obje va.
Así, se ha sostenido en jurisprudencia extranjera que, concluido un arriendo de oficinas, el exarrendatario
ene derecho a que el ex arrendador informe a quienes concurren, acerca de la oficina a donde se trasladó
el ex arrendatario.
6.-Algunos problemas específicos de los contratos bilaterales. -
Todos los contratos bilaterales enen en común como causa de cada obligación, la obligación asumida por
la otra parte.
a) La excepción del contrato no cumplido ("excep o non adimple contractus").
Es aquella que puede oponer el demandado por obligación nacida de un contrato bilateral cuando el
demandante no ha cumplido por su parte o no está llana a cumplir en la forma y empo debidos.

En Chile esta excepción no está expresada como tal, sino que se deduce de la regla de que la mora purga
la mora establecida en el ar culo 1552 del Código Civil. Y no sólo en un juicio ordinario sino también se
puede oponer esta excepción en el juicio ejecu vo de conformidad con el ar culo 464 No 7 del Código de
Procedimiento Civil.
Para que proceda esta excepción es necesario
a) que se trate de un contrato bilateral;
b) que la parte demandante en contra de quien se opone la excepción no haya cumplido ni esté llana a
cumplir;
c) que la obligación del demandante sea actualmente exigible. Cuando se trata de un contrato en que
ambos están en mora de cumplir sus obligaciones, como en una promesa en que ni el promitente
vendedor quiere vender ni el promitente comprador quiere comprar, procede sea declarada la resolución
del contrato, pero sin indemnización de perjuicios.

a) No puede haber indemnización porque no ha habido mora (Corte Suprema).


b) La resolución por incumplimiento. Esto está en ín ma relación con la condición resolutoria tácita.
Supone un incumplimiento imputable de una obligación exigible emanada de un contrato bilateral.
c)La teoría de los riesgos. - Este es un tema que sólo se plantea en los contratos bilaterales en que surgen
obligaciones de especie.

La pérdida fortuita de una cosa que no es objeto de obligación o de relación personal alguna sólo puede
ser para su dueño ("Res perit domino").

La teoría de los riesgos se plantea a propósito del cumplimiento de contratos en curso. Al ex nguirse la
obligación de uno de los contratantes por imposibilidad de ejecución, ¿se ex ngue la obligación correla va
del otro? Si la respuesta es sí quiere decir que los riesgos los carga el deudor (perderá lo pagado o por
pagar y nada recibirá en compensación).

Si la respuesta es no significa que los riesgos son de cargo del acreedor (el deudor, pese a no cumplir,
obtendría la prestación correla va).
La teoría de los riesgos supone varios elementos base: un contrato bilateral cuyo cumplimiento este
pendiente; ex nción de la obligación de una de las partes (imposibilidad total y fortuita), lo que presupone
una obligación de especie o bien de un género muy limitado.

En Chile rige el principio de que los riesgos son del acreedor ("res perit creditor") -ar culo 1550 y 1820-
aunque existe también otra alterna va: que el riesgo sea de cargo del deudor ("res perit debitori").

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Nuestra solución encuentra sus raíces en el derecho romano. El Roma, la compraventa nació originalmente
como dos contratos sucesivos: la emp o en cuya virtud el comprador se obligaba a pagar un precio y la
vendi o en cuya virtud el vendedor se obligaba a transferir la cosa. Era lógico entonces que el
incumplimiento de la obligación de uno de los contratos dejara subsistente la obligación del otro.

En Francia se aplica el principio res perit domino, pero manteniendo los riesgos de la cosa en el comprador,
lo que es perfectamente posible dado que en Francia el comprador es dueño desde perfeccionada la
compraventa, aunque no se le haya entregado la cosa.

En Chile el principio res perit creditor ene sin embargo algunas excepciones: -Si el deudor se encuentra
en mora o se comprome ó a entregar la cosa a dos o más personas en virtud de obligaciones dis ntas
(ar culo 1550) -Si el deudor asumió sobre sí los riesgos de caso fortuito -Si la cosa se debe bajo condición
suspensiva. (ar culo 1486 inciso 1o).

Pero el principio res perit debitori prevalece en los códigos civiles más modernos (ar culo 1463 del Código
Italiano de 1942, ar culo 578 del Código Argen no, ar culo 1431 del Código Peruano.

TIPO DE CONTRATO:
Un contrato es un acuerdo entre dos o más partes que crea derechos y obligaciones legalmente
vinculantes. Los contratos son fundamentales en el ámbito del derecho civil, laboral y comercial, ya que
proporcionan un marco para la realización de transacciones comerciales y la ges ón de relaciones entre
las partes involucradas.

Los contratos implican el consen miento de las partes. Pueden ser verbales o escritos y suelen requerir
elementos como oferta, aceptación, consideración y cumplimiento de ciertos requisitos legales. El
incumplimiento de un contrato puede dar lugar a acciones legales para hacer valer los derechos de las
partes afectadas.

En Chile, un contrato se define como un acuerdo de voluntades entre dos o más partes que ene por
objeto crear, modificar o ex nguir obligaciones. La regulación de los contratos en Chile está principalmente
establecida en el Código Civil.

El ar culo 1438 expresa que “un contrato o convención es un acto por el cual una parte se obliga para con
otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa. Cada parte puede ser una o muchas personas”.
En tanto, el ar culo 1444 señala que en un contrato se dis nguen elementos de la esencia (algunos
comunes a todo acto jurídico y otros específicos de cada contrato), de la naturaleza y accidentales.

Un ejemplo de contrato es la compraventa. El ar culo 1793 del Código Civil la define como “un contrato
en que una de las partes se obliga a dar una cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquella se dice vender y
ésta comprar. El dinero que el comprador da por la cosa vendida, se llama precio”.

CLASIFICACIONES DE LOS CONTRATOS EN CHILE:

Contratos unilaterales y bilaterales: todo contrato es una convención, es decir, un acto jurídico bilateral,
que requiere para su formación del consen miento de dos o más partes. El contrato es unilateral o
bilateral según que imponga obligaciones sólo a una de las partes o a ambas (ar culo 1439).
Contratos gratuitos y contratos onerosos: el contrato oneroso es aquel del que ambas partes reportan
beneficio y contrato gratuito es aquel del que solo una de las partes ob ene un beneficio (ar culo 1440).
Contratos conmuta vos o aleatorios: el contrato conmuta vo es aquel en que las partes pueden, en los
tratos preliminares y al momento de la conclusión del contrato, apreciar o valorar los resultados

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económicos que el contrato le ocasionará. En el contrato aleatorio ningún cálculo es posible y queda
enteramente supeditado al azar, la suerte, a la total incer dumbre. Así, el Código Civil califica de aleatorios
el seguro, la renta vitalicia, el censo vitalicio, el juego o la apuesta (ar culo 1441).

Contratos principales y accesorios: contratos principales son los autónomos, que se bastan a sí mismos, y
accesorios los que presuponen otra obligación. Por ejemplo, el contrato de garan a no solo es
dependiente de una obligación principal, sino que además ene por objeto garan zar esa obligación
(ar culo 1442).

Contratos consensuales, reales y solemnes: si para su perfeccionamiento se requiere sólo del


consen miento, o de la entrega o tradición de una cosa, o del cumplimiento de ciertas formalidades
exigidas según la naturaleza del acto (ar culo 1443).

Contratos nominados o innominados: contratos nominados o " picos" son los que la ley ha reglamentado;
innominados o a picos aquellos que la ley no ha reglamentado.
Contratos de ejecución instantánea, diferida y de tracto sucesivo: contratos de ejecución instantánea son
aquellos en que las obligaciones nacen apenas se celebra el contrato.

Si el cumplimiento queda diferido en el empo, estamos frente al contrato de ejecución diferida (ejemplo,
compraventa a plazo). Contratos de tracto sucesivo son aquellos en que el nacimiento de las obligaciones,
del mismo modo que su cumplimiento, se prolonga en el empo (ejemplo, arrendamiento, contrato de
trabajo).
Contratos individuales y colec vos: contrato individual requiere de la manifestación de voluntad de todas
las personas que resultan jurídicamente vinculadas. El contrato colec vo es aquel que obliga a personas
que no concurrieron a celebrarlo, que no consin eron o que incluso disin eron.
Contratos de adhesión y de libre discusión: el contrato de libre discusión es aquel en que las partes han
deliberado en cuanto a su contenido, examinando y ven lando las cláusulas del contrato. El contrato de
adhesión, en cambio, es aquel en que una de las partes ha dictado o redactado las cláusulas y la otra parte
se ha limitado a aceptar, adhiriendo en bloque a dichas cláusulas.
Los contratos, en el ámbito del derecho chileno, juegan un papel fundamental en las transacciones diarias,
asegurando que las obligaciones entre las partes sean claras y ejecutables. Este ar culo ofrece una
comprensión exhaus va de los diferentes contratos reconocidos y regulados por la legislación chilena, y
cómo estos pueden afectar a individuos y empresas.

La legislación chilena establece un marco sólido para los contratos, asegurando la protección y
cumplimiento de las obligaciones de ambas partes involucradas. Según el código civil, un contrato es un
acuerdo entre partes para crear o transferir derechos y, en muchos casos, requiere una escritura pública
para su validez.
El código del trabajo detalla varios pos de contratos laborales en Chile, adaptados a diferentes
necesidades y circunstancias de empleo. Estos contratos incluyen desde acuerdos para trabajos a empo
parcial hasta contratos indefinidos. La selección del po apropiado es crucial para proteger tanto al
trabajador como al empleador.

Contratos Laborales Temporales: Plazo Fijo y Duración Determinada


Los contratos temporales, ya sean de plazo fijo o de duración determinada, son comunes cuando las
empresas requieren cubrir funciones específicas por periodos limitados. Estos acuerdos especifican
condiciones claras sobre el inicio y el término del contrato, así como la remuneración acordada.

Contratos a Jornada Completa e Indefinida

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Los contratos a jornada completa e indefinida son más estables y ofrecen seguridad laboral a los
trabajadores. Estos suelen ser celebrados cuando existe un vínculo laboral permanente entre el empleador
y el trabajador, lo cual beneficia a ambas partes en términos de compromisos a largo plazo.

Contratos de Arrendamiento versus Compraventa


Dentro del ámbito civil, los contratos de arrendamiento y compraventa son fundamentales. Mientras que
un contrato de compraventa transfiere la propiedad de bienes entre terceros, el arrendamiento permite
el uso de un bien por un periodo determinado a cambio de una contraprestación.
Requisitos Legales para la Validez de un Contrato
Escritura Pública y Obligaciones de Ambas Partes
Para la mayoría de los contratos en Chile, par cularmente aquellos que involucran bienes raíces o
compromisos significa vos, es necesaria una escritura pública. Además, las obligaciones de ambas partes
deben ser claramente definidas para evitar posibles li gios.

Criterios para la Anulación y Resolución


La anulación de un contrato en Chile puede ocurrir bajo ciertos supuestos como el error, dolo o coacción,
mientras que la resolución puede ser voluntaria por mutuo acuerdo o por incumplimiento de obligaciones.

Norma va Chilena sobre Contratos Electrónicos


El avance tecnológico ha requerido actualizar las leyes, permi endo la celebración de contratos
electrónicos bajo la presente ley, con reglas específicas para asegurar su validez y legalidad. Estos contratos
enen la misma fuerza legal que los contratos tradicionales.

TIPOS DE CONTRATOS EN COLOMBIA:


En Colombia, los contratos civiles actúan como pactos legales entre dos o más personas, creando
obligaciones y derechos específicos que la ley ampara y respalda. Estos acuerdos son esenciales para las
transacciones diarias, abarcando desde la adquisición de inmuebles hasta la obtención de diversos
servicios. Comprender su clasificación y estructura es clave para manejar efec vamente las relaciones
jurídicas y garan zar el cumplimiento de los compromisos establecidos. Esta base contractual es, por
tanto, un pilar para la seguridad y el orden en las ac vidades civiles y comerciales del país, facilitando el
flujo y la claridad en las interacciones legales.
Explora los pos de contratos civiles en Colombia: compraventa, arrendamiento, servicios y más.
Fundamentales para transacciones legales seguras y claras, garan zando derechos y obligaciones bajo la
ley colombiana.

1. Contrato de compraventa
El contrato de compraventa se destaca como el acuerdo civil más frecuente en Colombia. En este, una
parte acuerda ceder la propiedad de un bien a otra, que, a cambio, se compromete a abonar un precio
específico. Esta modalidad contractual es esencial en el ámbito legal colombiano, facilitando transacciones
seguras y reguladas de bienes, asegurando que tanto vendedores como compradores cumplan con sus
respec vos compromisos bajo términos claros y reconocidos legalmente.

2. Contrato de arrendamiento
En el contrato de arrendamiento, una figura (el arrendador) otorga a otra (el arrendatario) el derecho de
usar un bien, ya sea mueble o inmueble, durante un período y por un valor acordados previamente. Este
po de contrato es vital para regular las relaciones de alquiler en Colombia, proporcionando un marco
legal que protege los intereses de ambas partes y establece las condiciones de uso y pago de la propiedad
arrendada.

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3. Contrato de servicios
El contrato de servicios se formaliza cuando un individuo (el prestador) se obliga a ejecutar ciertos trabajos
o ac vidades para otro (el beneficiario), quien le compensará económicamente. Este acuerdo es
fundamental para definir claramente el alcance de los servicios, las expecta vas y las remuneraciones,
garan zando una relación comercial equita va y eficaz. Es ampliamente u lizado en Colombia para la
prestación de todo po de servicios profesionales y técnicos.

4. Contrato de mandato
Mediante el contrato de mandato, una persona (mandante) confiere autorización a otra (mandatario) para
que actúe en su nombre en la ges ón de negocios jurídicos específicos. Este po de contrato es crucial
para quienes necesitan representación legal o administra va, permi endo la actuación en nombre del
mandante con plena seguridad jurídica. Facilita la ges ón de asuntos sin que el interesado tenga que estar
presente sicamente, siendo una herramienta legal de confianza en Colombia.

5. Contrato de obra
En el contrato de obra, una parte (el contra sta) se compromete con otra (el comitente) a llevar a cabo
una obra material, que puede ser desde la construcción hasta la reparación o mantenimiento de algo, a
cambio de una contraprestación económica. Este contrato es esencial para la realización de proyectos
construc vos y de infraestructura, estableciendo las bases para el desarrollo de la obra, los costos y los
plazos, asegurando así el cumplimiento de los obje vos pactados entre las partes involucradas.
Clasificación o clases de contratos civiles según su naturaleza
Descubre la clasificación o clases de contratos civiles: bilaterales, unilaterales, onerosos, gratuitos,
consensuales, y reales. Esenciales en Colombia para definir relaciones jurídicas y garan zar transacciones
legales claras.

Bilaterales y Unilaterales
Bilaterales: Los contratos bilaterales en Colombia, como la compraventa, implican compromisos mutuos
entre las partes. Cada una asume obligaciones recíprocas, fundamentales para equilibrar derechos y
responsabilidades en las transacciones.

Unilaterales: En los contratos unilaterales, caracterís cos de las donaciones, una parte asume obligaciones
sin esperar contraprestaciones directas. Estos contratos subrayan la voluntad de beneficiar a otro,
destacando la generosidad y el apoyo sin expecta vas.

Onerosos y Gratuitos
Onerosos: Los contratos onerosos, como el arrendamiento, son aquellos donde ambas partes en Colombia
se benefician y asumen obligaciones. Estos acuerdos garan zan un intercambio equita vo de valores,
siendo la piedra angular de las relaciones comerciales y civiles.

Gratuitos: Los contratos gratuitos se basan en la premisa de que una parte recibe beneficios sin ofrecer
una contraprestación directa, como en las donaciones. Este po de contrato destaca la importancia de la
solidaridad y el apoyo desinteresado dentro de la sociedad colombiana.

Consensuales y Reales
Consensuales: Los contratos consensuales se formalizan mediante el acuerdo sobre el objeto y el precio,
sin necesidad de transferencia sica inicial. Son esenciales en Colombia para agilizar y legi mar acuerdos
basados en la confianza mutua.

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Reales: En Colombia, los contratos reales requieren la entrega sica del objeto para su validez. Este po
subraya la importancia de la posesión tangible en ciertas transacciones, asegurando la formalización
efec va de los acuerdos.

De Acuerdo a la Legislación Nacional y conforme lo comenta el Dr. De la Puente y Lavalle, Para comprender
y ordenar los dis ntos esquemas de los que se sirven los par culares, el pensamiento jurídico ha recurrido
a diversas herramientas, y de este modo se ha construido la teoría general del contrato. Precisamente,
una de las principales herramientas ha sido <la elaboración de pos, referidos a la descripción de las
diversas clases de contratos que pueden celebrar, y cuyas estructuras son una suerte de concreción en el
caso de lo dispuesto en la parte general. Por ejemplo, el contrato de compraventa como el po estrella o
“príncipe” en materia de contratos de cambio. (Arias Cáu, 2013, pp. 85-86).

La dogmá ca jurídica, por tanto, se ha ocupado de clasificar a los contratos con una clara finalidad prác ca
a los efectos de determinar sus caracterís cas comunes y dis n vas, permi endo luego al intérprete
conocer sus efectos o funciones.

El vocablo clasificar significa ordenar una determinada materia según clases o categorías
predeterminadas, conforme a criterios que pueden basarse en la similitud de naturaleza, caracteres o
elementos cons tu vos que luego deben explicitarse. p. 86).

En el mismo sen do, Georges Ripert y Jean Boulanger enseñan que clasificar un contrato cons tuye
la operación (intelectual) bajo la cual se incluye ese contrato en una categoría jurídica preestablecida,
hecho de mucha relevancia, inclusive al punto de permi r su control por la Corte de Casación en
demandas judiciales, porque <llegado el caso, permite determinar las reglas aplicables a ese contrato
en ausencia de una voluntad expresa de las partes y también las reglas impera vas que imponen
a las partes ciertas obligaciones o les prohíben ciertas cláusulas«. (Cámara Carrá, 2008, p. 118).

La clasificación de los contratos interesa, pues, de manera especial <porque es el instrumento mediante
el cual se determinan, a posteriori, los caracteres de los contratos par culares, a fin de establecer qué
ins tutos de la teoría general se pueden, o no, aplicar a cada uno de ellos «. (Arias Cáu, 2013, p. 86).

Qué duda cabe que la conveniencia de clasificar los contratos, obedece a necesidades de carácter didác co
y de interpretación. El estudio de un contrato puede facilitarse mucho si se hace en forma ordenada dentro
del po especial de contratos al cual pertenezca conforme a determinada clasificación, y también se
facilita su interpretación y comprensión general. (Zamora y Valencia, 2012, p. 57).

Los contratos pueden ser clasificados desde muy diversos puntos de vista según el aspecto que trate de
resaltarse; y una clasificación que puede ser necesaria o ú l conforme a un determinado ordenamiento
en un país, puede no serlo conforme a otro.

Así, la clasificación que hacen los autores franceses desde el punto de vista de su causa, dis nguiendo
aquellos que enen la causa en sí mismos, de los que pueden ser separados de ella; para los franceses
puede ser ú l o necesaria, pero para los mexicanos no lo sería.

Si no se formula una clasificación contractual, ¿cómo saber a qué contratos se aplican la excepción
de incumplimiento, la excepción de caducidad de término, la resolución por incumplimiento y la
teoría del riesgo?, ¿cómo establecer si es posible que en un contrato determinado funcione la teoría de
la imprevisión?, ¿cómo determinar en qué contratos opera la rescisión por lesión?, ¿cómo, en fin,
dis nguir la naturaleza de las obligaciones surgidas de un contrato? (De la Puente y Lavalle, 2017, p. 135).

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Cada categoría de contratos ene sus caracterís cas propias que las diferencian de las demás. Un mismo
contrato puede presentar rasgos fundamentales que permiten ubicarlo en diversas categorías (p.ei., la
compraventa se ubica en la categoría de los contratos consensuales, de los onerosos, de los conmuta vos,
de los de ejecución instantánea). (Torres Vásquez, 2012, pp. 151-152).

En función de las caracterís cas de cada contrato se le hará entrar en esta o en aquella categoría, se hará
producir al contrato determinados efectos en vez de otros, se determinará su validez o invalidez, su eficacia
o su ineficacia, así como también se dotará al acreedor de medios adecuados para obligar. al deudor a
cumplir, medios que no exis rán en otra clase de contratos. (p. 152).

Estos cues onamientos ponen de manifiesto que es preciso establecer criterios para catalogar los
contratos atendiendo a sus caracterís cas, porque si bien el contrato en general es en sí una
categoría abstracta, dentro de la cual caben todas las posibilidades contractuales, bajo este manto
pueden celebrarse infinidad de órdenes (por no decir pos, que ene un significado diferente) de
contratos, des nados a sa sfacer necesidades diferentes y, en tal sen do, producir efectos también
diferentes. (De la Puente y Lavalle, 2017, p. 134).

En buena cuenta, la clasificación del contrato resulta esencial en cualquier ordenamiento jurídico en el
mundo, ya sea del civil law del common law, ya que agrupando a los contratos de acuerdo con sus
caracterís cas comunes y dis n vas permi rá:
a. al intérprete conocer sus efectos o funciones,
b. determinar las reglas aplicables a los contratos en ausencia de una voluntad expresa de las partes y
también las reglas impera vas que les imponen ciertas obligaciones o les prohíben ciertas cláusulas,
c. establecer qué ins tutos de la teoría general del contrato les resultará o no aplicables.

2. LA CLASIFICACIÓN DEL CONTRATO EN EL DERECHO CIVIL PERUANO

Nosotros seguiremos la clasificación realizada por Manuel de la Puente y Lavalle, uno de los máximos
exponentes del derecho de contratos a nivel nacional (2017, p. 135 y ss.)

2.1. Por la prestación: Si la obligación (con prestación de dar, de hacer o de no hacer) a realizar corresponde
a una de las partes, habrá un contrato con obligación unilateral. En cambio, cuando ambas partes tengan
que ejecutar una obligación respecto de la otra (reciprocidad), habrá bilateralidad.

2.2. Por la valoración: Si en un contrato existe un sacrificio y beneficio económico recíproco para ambas
partes será oneroso. En cambio, cuando exista sacrificio a cargo de una las partes y beneficio a favor de la
otra será gratuito.

2.3. Por el riesgo: Si en un contrato las partes, a par r de su celebración, conocen de los sacrificios que
realicen y beneficios que tengan a su favor será conmuta vo. En cambio, si las partes de un contrato, a
par r de su celebración, desconocen de los sacrificios que realizarán y los beneficios que tendrán a su
favor, será aleatorio ya que la determinación del ganador y del perdedor dependerá enteramente del azar.

2.4. Por la estructura: Es contrato simple aquél que da lugar a una sola relación jurídica patrimonial. Por
ejemplo, la compraventa, que crea la obligación del vendedor de transferir la propiedad de una cosa y la
obligación recíproca del comprador de pagar el precio en dinero. En cambio, el contrato es complejo
cuando agrupa varios contratos dis ntos. Esta agrupación puede dar lugar, a su vez, a dos clases de
contratos: los contextuales y los vinculados. Son contratos contextúales los de forma escrita que, teniendo
absoluta autonomía entre sí, figuran en un mismo documento. (De la Puente y Lavalle, 2017, p. 142).

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Por ejemplo, si en una sola escritura pública se celebran conjuntamente un contrato de cons tución de
sociedad anónima, uno de división y par ción y uno de compraventa, cada contrato, pese a esta
agrupación sica, sigue su suerte con entera independencia de los demás y queda sujeto a su propia
disciplina jurídica, sin que las vicisitudes que ocurran a uno influyan en los otros, pp. 142-143).

Los contratos son vinculados cuando, conservando también su iden dad propia, están unidos por algún
vínculo de cualquier naturaleza (jurídico, económico, funcional, etc.), bien sea impuesto por el
ordenamiento legal (vinculación necesaria) o bien por voluntad de las partes (vinculación voluntaria). Por
ejemplo, un contrato de fianza está vinculado necesariamente a un contrato de comodato cuando
garan za la devolución del bien entregado al comodatario, desde que la ley le ha dado la calidad de
accesorio, esto es, que no puede exis r si no existe el principal. (p. 143).

2.5. Por el área: Esta clasificación obedece a concepciones tradicionales que dividían el derecho privado
en tres grandes campos, que eran el civil, el comercial y el de los derechos especiales. De acuerdo con
ella, los contratos se clasifican en civiles, comerciales y especiales. (De la Puente y Lavalle, 2017, p. 143).

Son contratos civiles los que están regidos por el Código civil, tanto por estar disciplinados en él (contratos
picos civiles), como, no estándolo, por serles aplicables las disposiciones generales del contrato civil
(contratos a picos civiles). (De la Puente y Lavalle, 2017, p. 143).

Entre los contratos civiles picos tenemos a: compraventa, hospedaje, comodato, locación de servicios,
contrato de obra, mandato, depósito, fianza, renta vitalicia y juego y apuesta.

Los contratos son comerciales cuando están regulados por el Código de comercio (contratos picos
comerciales). También lo son aquellos contratos a picos que, por tener analogía o vinculación con los
contratos picos comerciales, quedan comprendidos en las disposiciones generales sobre los contratos de
comercio (contratos a picos comerciales). (De la Puente y Lavalle, 2017, p. 143).

Entre los contratos comerciales picos tenemos a: comisión mercan l, contrato mercan l de transporte
terrestre y contrato de seguro. Finalmente, son contratos especiales aquéllos que encuentran su disciplina
en normas que regulan ac vidades especiales, como la minería, la pesquería, la agricultura, la
comunicación, las finanzas, etc. Estos contratos también pueden ser picos (cuando están regulados legal
o socialmente) o a picos (cuando no lo están). (De la Puente y Lavalle, 2017, p. 143).

2.6. Por la autonomía: Desde el punto de vista de la dependencia o no, de la existencia de una obligación,
los contratos se clasifican en principales o accesorios. Los contratos principales son aquellos que su
existencia y validez no dependen de la existencia o validez de una obligación preexistente o de un contrato
previamente celebrado; es decir, son contratos que enen existencia por sí mismos. (Zamora y Valencia,
2012, p. 64).

Entre los contratos civiles principales tenemos a: compraventa, hospedaje, comodato, locación de
servicios, contrato de obra, mandato, depósito, renta vitalicia y juego y apuesta. Los contratos accesorios
son los que no enen existencia por sí mismos, sino que su existencia y validez dependen de la existencia
o de la posibilidad de que exista una obligación o de un contrato previamente celebrado y en atención a
esa obligación se celebra el contrato. Estos contratos también reciben el nombre de contratos de garan a,
dado que se celebran para garan zar la obligación de la cual depende su existencia o validez. (Zamora y
Valencia, 2012, p. 64).

Entre los contratos civiles accesorios tenemos a: fianza.


2.7. Por su forma: De acuerdo al criterio del rubro, los contratos se clasifican en consensuales, formales y
reales, según se formen por el mero consen miento, se requiera además una formalidad especial o se
necesite también la entrega de un bien. (De la Puente y Lavalle, Verbigracia, la compraventa (consensual)

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y la donación de bienes inmuebles (formal). En el caso de los contratos con efectos reales, no existen en
nuestro ordenamiento jurídico.

2.8. Por la regulación: Este criterio determina la clasificación de los contratos en picos y a picos. (De la
Puente y Lavalle, Los picos son aquellos regulados en un cuerpo norma vo, en cambio los a picos si bien
no lo están, se u lizan en la vida co diana de las personas, verbigracia el leasing arrendamiento financiero,
la franquicia ofranchising, el know how, etc.

2.9. Por la función: El contrato cons tu vo el que como su nombre lo indica, crea una situación jurídica
determinada. Si una persona le vende a otra un inmueble, el comprador incorpora a su patrimonio un
bien que antes no tenía y origina un estado que no exis a.

Algo similar, aunque desde luego no igual, acontece con el arrendamiento, el mutuo, la sociedad y, en
general con la mayor parte de los contratos, si entramos al área de la estadís ca. (Arias Schreiber Pezet,
El contrato modifica vo es aquel que se celebra sobre la base de otro preexistente, cambiando una o
varias de sus es pulaciones. Un ejemplo lo tenemos cuando en un contrato de arrendamiento las partes
convienen en modificar la renta existente, aumentándola o reduciéndola.

Existe contrato regulatorio cuando sin alterarse la obligación, las partes incorporan o eliminan
determinados aspectos relacionados con su ejecución. Un ejemplo de contrato regulatorio se da si las
partes aclaran los alcances de una es pulación determinada, precisando en vía de interpretación cuáles
son sus extremos y cómo se proyectan hacia el pasado o frente al futuro.

2.10. Por el empo: Desde el punto de vista de la posibilidad real y jurídica de cumplir en un solo acto en
un plazo determinado, las obligaciones que de ellos emanan, los contratos se clasifican en instantáneos o
de tracto sucesivo, también llamados de ejecución sucesiva o escalonada. Los contratos de ejecución
instantánea o instantáneos son aquellos en que las prestaciones de las partes pueden ejecutarse o pueden
cumplirse en un solo acto, como en la compraventa o en la donación. (Zamora y Valencia, 2012).

Los contratos de tracto sucesivo son aquellos en que las prestaciones de las partes o los de una de ellas,
se ejecutan o cumplen dentro de un lapso determinado, porque no es posible real o jurídicamente
cumplirlos en un solo acto, como en el arrendamiento y en el comodato.

(Ídem)Contrato de tracto sucesivo por antonomasia es el suministro, en virtud del cual el suministrante
se obliga a ejecutar en favor de otra persona prestaciones periódicas o con nuadas de bienes (art. 1604
del CC). Verbigracia, suministro de agua, de luz, de mercadería, etc.

2.11. Por los sujetos obligados: En el contrato individual las obligaciones creadas (reguladas, modificadas
o ex nguidas) por él afectan únicamente a las partes que celebran el contrato.

Cons tuye la aplicación plena del principio de la rela vidad contractual consagrado por la primera parte
del ar culo 1363 del Código Civil, según el cual los contratos sólo producen efectos entre las partes que
los otorgan. El tema del contrato colec vo es sumamente complejo.

La doctrina mira con mucho escep cismo un contrato como éste, en el que se busca crear obligaciones no
sólo a cargo de las personas que lo celebran, sino también a cargo de otras que no han intervenido en él.
(De la Puente y Lavalle.

La discusión más interesante versa alrededor del denominado «convenio colec vo de trabajo», cuya
singularidad es que el acuerdo convencional celebrado entre uno o más empresarios y uno o más grupos
de trabajadores pertenecientes a un mismo sector económico puede llegar a imponer obligaciones y a

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conferir derechos a patronos y trabajadores pertenecientes al gremio respec vo, a pesar que no hayan
intervenido en su celebración.

2.12. Por la formación: Este criterio ha dado lugar a una clasificación que está adquiriendo una gran
importancia en la vida moderna, que es la de contratos de negociación previa y contratos de adhesión.
(De a Puente y Lavalle.

En los contratos de negociación previa ambas partes deciden celebrar un contrato (libertad de contratar)
y posteriormente determinar el contenido del mismo, es decir establecen los derechos y obligaciones a
cargo de ambas (libertad contractual o de configuración interna). En cambio, en los contratos por adhesión
si bien existe libertad de contratar para ambas partes, la libertad contractual recae solo sobre una de ellas.
2.13. Por el rol económico: Por el rol que desempeñan, los contratos son de cambio, goce, garan a,
disponibilidad, previsión, custodia, res tución, preparatorios, de cooperación, asocia vos y liquida vos.
A este grupo se pueden unir algunos más, de menor significación. (Arias Schreiber Pezet, 2011, p. 64)
La clasificación del contrato resulta esencial en cualquier ordenamiento jurídico, ya sea del civil law del
common law, ya que agrupar a los contratos de acuerdo con sus caracterís cas comunes y dis n vas
permite:
1. al intérprete conocer sus efectos o funciones,
2. determinar las reglas aplicables a los contratos en ausencia de una voluntad expresa de las partes y
también las reglas impera vas que les imponen ciertas obligaciones o les prohíben ciertas cláusulas,
3. establecer qué ins tutos de la teoría general del contrato les resultará o no aplicables. Siguiendo a
Manuel de la Puente y Lavalle, uno de los máximos exponentes del derecho de contratos a nivel nacional,
los contratos se pueden clasificar:
1. Por la prestación,
2. Por la valoración,
3. Por el riesgo,
4. Por la estructura,
5. Por el área,
6. Por la autonomía,
7. Por su forma,
8. Por la regulación,
9. Por la función,
10. Por el empo,
11. Por los sujetos obligados,
12. Por la formación,
13. Por el rol económico.

OBLIGACIONES:

El Profesor Hernán G. BOUVIER; dice El término “obligación” se u liza a menudo, aunque no siempre en
el mismo sen do. Lo que es más importante, no siempre se está al tanto del sen do en el cual se usa tal
expresión.
Esto no resulta sorprendente: el alcance y contenido de los términos y conceptos no siempre resulta
transparente para quien lo emplea.

La u lización del término y/o concepto “obligación jurídica” comparte y hereda tal fenomenología. En
efecto, se lo u liza a menudo, no siempre en el mismo sen do, y muchas veces resulta opaco para quien
lo u liza.
El presente texto trata de colaborar en la tarea de iden ficar qué se pretende indicar o decir cuando se
u liza el término y/o concepto “obligación jurídica”.

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Además, persigue un propósito ulterior: indicar qué concepciones sobre obligación jurídica implican
ciertos compromisos conceptuales y con qué ideas son incompa bles.

Es en ese sen do una tarea conceptual pues no pretende iden ficar el “verdadero” sen do de obligación
jurídica. No hay objeción de fondo que hacer a una tarea con tal pretensión. Esta puede resultar valiosa
en ciertos contextos. Simplemente no es la que se emprenderá aquí.

OBLIGACIÓN JURÍDICA Y OBLIGACIÓN DE OBEDECER AL DERECHO


Dependiendo del contexto puede ser posible dis nguir entre la pregunta sobre qué es una obligación
jurídica y cuándo es obligatorio de acuerdo a otras consideraciones hacer aquello que se considera una
obligación jurídica.

Aunque es cierto que muchas veces estas preguntas están relacionadas, y la respuesta a una implica la
automá ca respuesta a la otra, no puede decirse que necesariamente es así.
Puede aludirse a las dos cues ones dis nguiendo entre “norma jurídica de obligación” y “obligatoriedad
de las normas (de obligación)”.

No toda norma es una norma de obligación, pues se considera que hay normas que facultan, prohíben o
permiten conductas. Por tanto, se puede hablar de “norma de obligación” como una especie dentro del
género normas.

A su vez, esta cualificación de las normas puede dejar lugar a preguntarse por la obligatoriedad (de
acuerdo a otras consideraciones) de la norma jurídica de obligación.

La dis nción entre ambas preguntas es relevante debido a que no siempre es claro qué es lo que se
pretende determinar cuándo, por ejemplo, se pregunta en qué consiste la “verdadera” obligación
impuesta por una norma jurídica de obligación.

Esta pregunta puede pretender determinar qué es lo que establece o impone el derecho sobre una
determinada cues ón y es lógicamente redundante con las normas jurídicas que imponen obligaciones.

En otro sen do, la pregunta puede apuntar ya no a determinar cuál es el alcance de la norma jurídica que
impone la obligación, sino si esa norma que impone una obligación jurídica debe ser seguida de acuerdo
a otras consideraciones no jurídicas (v.g. morales, polí cas, é cas, esté cas).

Es decir, se refiere a la obligatoriedad (de acuerdo a otras consideraciones) de la norma jurídica de


obligación.
Una manera alterna va de dis nguir entre estas dos cues ones es aludir a la dis nción entre iden ficación
de una obligación jurídica y norma vidad de esa obligación jurídica, división que depende de la dis nción
entre la pregunta por la iden ficación del derecho y su norma vidad (de acuerdo a otras consideraciones).

La dis nción entre obligación jurídica y la obligatoriedad según otras consideraciones no es


necesariamente definitoria de una u otra forma de ver el derecho. Una opción, por ejemplo, es decir que
hay una dis nción que hacer entre obligaciones jurídicas a obedecer y obligaciones jurídicas que no deben
ser obedecidas (de acuerdo a otras consideraciones).

Esto puede afirmarse tanto desde una visión que sos ene que toda obligación jurídica proviene de
acciones o fuentes sociales (i.e. POSITIVISTA y descrip va) como desde una visión que niega parcial o
totalmente esta forma de ver las cosas (v.g. IUSNATURALISTA). La cues ón depende, claro está, de cómo
se caractericen los términos y concepciones involucradas.

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Se puede llegar a asumir que la dis nción en cues ón no puede funcionar si se considera que las
obligaciones morales son equivalentes a aquellas que determinan o deciden la pregunta final sobre qué
hacer. Existen diferentes formas de referirse a esta idea.

Por ejemplo, acordándole a las obligaciones morales el carácter de finales, sustan vas o concluyentes. De
todos modos, incluso quien sos ene que existen obligaciones morales (en el sen do de finales,
sustan vas, concluyentes, etc.) puede reconocer algún aspecto dis n vo a la idea de obligación jurídica.
Una vía para mantener la dis nción es dividir entre diferentes obligaciones jurídicas. Por ejemplo, entre
perfectas e imperfectas y acordarle el valor de “verdadera” obligación en el sen do de final, concluyente,
más fuerte sólo a las primeras. Este po de dis nciones, sin embargo, no pue- de realizarse
irrestrictamente.

Si se considera que el significado de “obligación” incluye lo que determina un curso de acción (que
dependiendo la terminología puede llamarse “más fuerte”, “final”, “concluyente”), no hay espacio para
hablar de obligaciones que no determinan un curso de acción finalmente, pues supone una contradicción
en los términos.

Si se considera que la dis nción puede hacerse - pues se adscribe algún significado diverso a cada
ocurrencia de la expresión “obligación” (i.e. “obligación jurídica” no es lo mismo que “moral” o “final”) -
no habría problemas en sostener que hay obligaciones jurídicas y de otro po, y que las primeras no
deciden la cues ón final sobre qué hacer.

Esta úl ma afirmación puede rechazarse de dos maneras: negando la posibilidad de existencia de


obligaciones jurídicas, o negando la posibilidad de existencia de obligaciones morales.

La primera variante puede basarse en el llamado realismo moral. De acuerdo al realismo moral existen
obligaciones morales y pueden ser conocidas y descriptas, y en conflicto entre estas obligaciones y otras,
se debe realizar lo que indican las primeras.

Si se considera que esto excluye la posible dis nción entre obligación jurídica y la obligatoriedad según
otras consideraciones no es necesariamente definitoria de una u otra forma de ver el derecho. Una opción,
por ejemplo, es decir que hay una dis nción que hacer entre obligaciones jurídicas a obedecer y
obligaciones jurídicas que no deben ser obedecidas (de acuerdo a otras consideraciones).

Esto puede afirmarse tanto desde una visión que sos ene que toda obligación jurídica proviene de
acciones o fuentes sociales (i.e. POSITIVISTA y descrip va) como desde una visión que niega parcial o
totalmente esta forma de ver las cosas (v.g. IUSNATURALISTA). La cues ón depende, claro está, de cómo
se caractericen los términos y concepciones involucradas.

Se puede llegar a asumir que la dis nción en cues ón no puede funcionar si se considera que las
obligaciones morales son equivalentes a aquellas que determinan o deciden la pregunta final sobre qué
hacer. Existen diferentes formas de referirse a esta idea. Por ejemplo, acordándole a las obligaciones
morales el carácter de finales, sustan vas o concluyentes. De todos modos, incluso quien sos ene que
existen obligaciones morales (en el sen do de finales, sustan vas, concluyentes, etc.) puede reconocer
algún aspecto dis n vo a la idea de obligación jurídica.

Una vía para mantener la dis nción es dividir entre diferentes obligaciones jurídicas. Por ejemplo, entre
perfectas e imperfectas y acordarle el valor de “verdadera” obligación – en el sen do de final, concluyente,

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más fuerte sólo a las primeras. Este po de dis nciones, sin embargo, no pue- de realizarse
irrestrictamente.

Si se considera que el significado de “obligación” incluye lo que determina un curso de acción (que
dependiendo la terminología puede llamarse “más fuerte”, “final”, “concluyente”), no hay espacio para
hablar de obligaciones que no determinan un curso de acción finalmente, pues supone una contradicción
en los términos.

Si se considera que la dis nción puede hacerse - pues se adscribe algún significado diverso a cada
ocurrencia de la expresión “obligación” (i.e. “obligación jurídica” no es lo mismo que “moral” o “final”) -
no habría problemas en sostener que hay obligaciones jurídicas y de otro po, y que las primeras no
deciden la cues ón final sobre qué hacer.

Esta úl ma afirmación puede rechazarse de dos maneras: negando la posibilidad de existencia de


obligaciones jurídicas, o negando la posibilidad de existencia de obligaciones morales.

La primera variante puede basarse en el llamado realismo moral. De acuerdo al realismo moral existen
obligaciones morales y pueden ser conocidas y descriptas, y en conflicto entre estas obligaciones y otras,
se debe realizar lo que indican las primeras.

Si se considera que esto excluye la posibilidad de hablar de obligaciones en otros términos que no sean
morales debería desarrollarse una argumentación en la siguiente línea: las obligaciones jurídicas parecen
(pero no son) verdaderas obligaciones y quienes creen que existen están presos de una ilusión o creencia
sistemá camente falsa.

La segunda vía para negar la dis nción entre obligación jurídica y obligación moral niega la existencia de
obligaciones morales. Una forma de plantear esto de manera sustentable es mediante una tesis de
carácter restric vo o sobre lo que hay o existe.

Es decir, recurriendo a lo que suele llamarse una “tesis ontológica” restric va. Así, puede sostenerse que
sólo existen las en dades que sa sfacen ciertas propiedades y que las puta vas en dades morales no
sa sfacen tales propiedades, por lo que están excluidas de la existencia. Una vía de esta variante lleva a
un problema.

Generalmente está relacionada con concepciones apegadas a las ciencias natura- les, el empirismo duro
o también llamado “naturalismo”.

La idea según la cual sólo existen los hechos a los que aluden las ciencias naturales, entendida en el sen do
de que sólo existen hechos que pertenecen a un sistema espacio-temporal causalmente cerrado,
ciertamente puede conllevar a sostener que no existen obligaciones morales.

Esto es así en los casos en que se sostenga que las en dades morales no pertenecen al dominio en
cues ón. Tal enfoque, en conjunción con la idea de que sólo existen hechos empíricos, y que de los hechos
no puede pasarse a las normas (o reglas), lleva a la conclusión de que no existe ninguna norma (regla).

Esto puede servir para eliminar del mundo las extrañas en dades morales, como las obligaciones, pero al
precio de rar por la borda la idea de “regla”, que resulta imprescindible para construir cualquier teoría.

Por el contrario, puede sostenerse que existe algún carácter dis n vo de las obligaciones jurídicas, pero
esto no ene por qué implicar que no existen deberes morales, sustanciales o de otro po.2 La vía
argumenta va que hace posible esto es sostener que el término “obligación” no siempre refiere en todo

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contexto a las mismas cosas y que la referencia a obligaciones morales y jurídicas ejemplifica esta
situación.
Además, se debe contar con una tesis de po “ontológica” medianamente amplia sobre lo que existe. Es
decir, que tolere en dades de variado po.
Si se acepta que es posible dis nguir entre obligaciones jurídicas y de otro po, es posible adentrarse en
el siguiente análisis. Para ello resulta ú l dis nguir entre uso del término o concepto; fuente u origen;
contenido conceptual/estructura; y jus ficación de una obligación jurídica.

USO DEL TÉRMINO Y/O CONCEPTO OBLIGACIÓN”

Las obligaciones se consideran en general parte de las llamadas pautas de conducta. Una caracterís ca
asociada a las pautas de conducta es que permiten discriminar entre acciones correctas e incorrectas. En
el caso puntual de las obligaciones se suele sostener que una persona ene una obligación cuando debe
( ene que, está sujeto a, se le ha impuesto) realizar una determinada conducta.

Así, en el lenguaje co diano podría decirse de manera indis nta “se debe respetar a los padres” “se ene
que respetar a los padres” y también “los hijos están sujetos a lo que los padres decidan”. Estas
expresiones no siempre significan lo mismo, aunque todas ellas pue- den ser (y de hecho son) usadas para
hablar de obligaciones.

Las expresiones que de manera intercambiable se u lizan para referir al concepto de obligación indican,
cual más, cual menos, que hay un curso de conducta a seguir frente al cual el agente está vinculado o
atado de manera especial.

La alusión a una atadura suele conectarse con el origen la no de la ex- presión. También se alude a la
estrecha relación entre la ligazón y los deberes. En otros casos se refiere a la imposición de determinadas
acciones en virtud de acciones anteriores (dañar obliga a indemnizar), o en virtud de manifestaciones de
promesa o compromiso, pero en todo caso restringiendo el concepto al ámbito civil.

Es claro que en el amplio y extenso derecho romano no hay un sólo significado de obliga o y que éste,
además, fue cambiando su significado. No es claro, por ejemplo, si cabe aplicar el término obliga o a
obligaciones que surgen de posiciones ins tucionales, algo que no está vedado al uso actual.

El recurso a la e mología para iluminar lo que se en ende por “obligación” puede ser informa vo, aunque
insuficiente. En efecto, en otros idiomas parece u lizarse el mismo concepto con diferente terminología
(en alemán, por ejemplo, se u liza “Pflicht” y es menos usual encontrar la ex- presión “Obliga on”).

Es relevante tener en cuenta que un mismo concepto puede ser expresado con diversas formulaciones o
terminologías. A su vez, el recurso a la e mología en el análisis de un concepto es ú l, pero puede llevar
a confusión.

No puede desatenderse el hecho básico según el cual una determinada formulación, expresión o
significante puede independizarse de su origen e mológico.

El Profesor Luciano Barchi Velaochaga; dice: Vivimos en un mundo donde los recursos son escasos y las
necesidades del hombre son ilimitadas. La escasez puede ser definida como “la insuficiencia de los bienes
y/o servicios disponibles para sa sfacer todos los deseos y necesidades de los seres humanos”.
El hombre primi vo era autosuficiente y autárquico, debía producir por sí mismo lo suficiente para su
propio consumo, como señala De Trazegnies: “dentro de sociedades más simples y primi vas, muchas de

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las necesidades pueden ser sa sfechas a través de una economía de autoconsumo y, en ese caso, el
hombre es bastante autárquico, es rela vamente independiente de los demás hombres”.

El hombre moderno se concentra en la producción de un solo bien o quizá de unos cuantos bienes. El
hecho de concentrarse en la producción de un solo bien o de unos cuantos bienes se denomina
especialización.

Cada persona ene diferentes habilidades. Lo que una persona realiza fácilmente, a otra le parece di cil,
de acuerdo con Parkin, se dice que: “una persona ene ventaja compara va en la producción de un bien
en par cular si esa persona puede producir el bien a un costo de oportunidad menor que cualquier otra”.

Al especializarse en la producción de aquellos bienes y servicios en los que se enen ventajas


compara vas, se hace indispensable el intercambio de bienes y servicios entre las personas. Si Primus
ene ventaja compara va en la producción de maíz, dedicará todo su empo al cul vo del maíz. Si
Secundus ene ventaja compara va en la producción de tela, dedicará su empo a la producción de tela.
Obviamente, Primus y Secundus producirán más maíz y tela que si cada uno se preocupara de sus propias
necesidades (produciendo cada uno algo de maíz y algo de tela).

Primus y Secundus deberán intercambiar sus bienes para poder sa sfacer sus mutuas necesidades
respecto de los bienes que no producen.
Para la sociedad moderna el intercambio es fundamental. Como apunta De Trazegnies: “en la sociedad
moderna las necesidades individuales se sa sfacen a través del mercado y el mercado es inconcebible sin
referencia al conjunto, sin referencia a la sociedad toda, porque no consiste en otra cosa que en un
intercambio generalizado de bienes y servicios”.

En otras palabras, en la sociedad moderna, cada individuo no produce directamente lo que consume, sino
que produce un bien o servicio que otros necesitan, para intercambiarlo por lo que él necesita.
En la sociedad moderna se establece una estructura basada en relaciones de intercambio, a través de las
cuales se busca la sa sfacción de las necesidades mediante la cooperación ajena.

Esta operación económica, conocida inicialmente como trueque, supone el intercambio de una cosa por
otra (el “do utdes”de los romanos), de cosas por servicios (“do u acías”) e, incluso, el intercambio de
servicios (“fació ut facías” y “fació utdes”).

Así, en nuestro ejemplo inicial, Primus coopera con Secundus proporcionándole maíz y, a su vez, Secundus
coopera con Primus proporcionándole tela.

Una parte importante de la sa sfacción de necesidades se efectúa mediante el mecanismo del mercado.
En el mercado de bienes de consumo ene lugar el cambio de mercancías, la prestación de servicios, etc.
Debemos aclarar que mercado no solo es el conjunto de relaciones de intercambio, sino que también sirve
para designar al bien o al servicio que se intercambia; así, se habla de mercado automotor, mercado de
alimentos, etc.

De acuerdo con Pejovich: “una persona realiza un intercambio porque espera que los beneficios derivados
de la adquisición de un bien superen al costo en términos de otras cosas que deben sacrificarse”. El
beneficio derivado del intercambio es el aumento de la sa sfacción que proporciona el derecho de usar el
bien adquirido. El costo del intercambio es la sa sfacción a la que debe renunciar la persona cuando
adquiere un bien (costo de oportunidad). Así, por ejemplo, cuando alguien compra 2 kg. de arroz a un

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precio de SI. 2.00, renuncia a la sa sfacción de otros bienes que podría comprar con esa misma can dad
de dinero. El intercambio supone una elección entre usos alterna vos.

El intercambio, como aclara Pejovich, “no se deriva de la existencia de una excedente que alguna persona
quiere eliminar, sino del hecho de que diversas personas piensan diferente acerca de bienes dis ntos”,
diferentes personas valorizan los bienes de modo dis nto y el intercambio traslada los bienes de usos
menos apreciados a los más apreciados.

Esto significa que, en virtud de la maximización de la extensión del intercambio, la transferencia sólo se
jus fica si el bien es adquirido por quien más lo valoriza; es decir, por quien esté dispuesto a sacrificar más
en términos de otros bienes. Cuando ello ocurre, cuando se asigna un bien a quien ofrece más los
economistas dicen que tal bien se está u lizando eficientemente.

Debemos tener presente que cada una de las personas ene una escala de preferencias. Con nuamente
las personas optan entre diversas ac vidades sobre la base de un orden de prioridades. Como señala
Cachanosky: “las escalas de preferencias enen las siguientes caracterís cas:
(1) difieren en cada individuo;
(2) el orden de prioridades de cada persona varía con el paso del empo y el cambio de circunstancias; (3)
las necesidades que las componen son infinitas: el hombre siempre tendrá necesidades que sa sfacer.

A medida que sa sface las que considera prioritarias pasa a atender las que considera menos urgentes.
Cuando los ingresos reales aumentan empezamos a comprar bienes que con núan en orden de
importancia dentro de la escala de preferencias”.

De tal manera que cuando un individuo transfiere un bien a cambio de otro, significa que el bien que
recibe ocupa un lugar prioritario con relación al bien que entrega, con lo cual ambas partes mejoran su
posición, alcanzando ambas el bienestar máximo, lo que quiere decir que ambos sa sfacen sus
necesidades asignando los bienes de manera eficiente.

Como se ha podido establecer en los párrafos anteriores, la necesidad es el presupuesto del intercambio;
en otras palabras, los agentes económicos intercambian bienes y servicios porque enen necesidades que
deben ser sa sfechas, por tanto, el intercambio es el vehículo para la sa sfacción de las necesidades del
individuo.

Dado que el intercambio es un método para la movilización de los recursos de usos menos apreciados a
los más preciados, es impera vo proveer incen vos para la realización de intercambios.
b) Los riesgos del intercambio de bienes y servicios: el riesgo del incumplimiento. La “jurisdicción” de las
operaciones económicas

El intercambio puede ser simultáneo o realizarse a lo largo de un periodo de empo. Cuando no se realiza
de manera simultánea, los agentes económicos “cooperan” en momentos diferentes; así, Primus ene que
entregar hoy 10 kg. de maíz, de su producción y esperar que Secundus le entregue 5 mts. de tela de su
producción dentro de quince días.

Este hecho, genera incer dumbre para quien debe cumplir en primer lugar, en la medida que existe el
riesgo que el otro agente no cumpla con su parte después.

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Como señalan Cooter y Ulen: “el paso del empo entre el intercambio de promesas y su cumplimiento
crea incer dumbres y riesgos. Las incer dumbres y los riesgos crean obstáculos para el intercambio y la
cooperación”.

La no simultaneidad concede a una de las partes una “ventaja estratégica. Al respecto Posner expone el
siguiente ejemplo: “A desea vender su vaca. Hay dos postores, B y C. La vaca vale $ 50 para B y $ 100 para
C (y sólo $ 30 para A), de modo que la eficiencia requiere que la vaca sea vendida a C y no a B. Pero B ene
$ 50 a la mano, mientras que C no puede obtener efec vo durante una semana. C promete pagar $ 75 al
cabo de una semana, y supongamos que este premio de $ 25 compensaría plenamente a A por los costos,
en caso de incumplimiento, de entablar un juicio por daños o de hacer que se le devuelva la vaca,
descontados por el riesgo del incumplimiento (si la ley hace ejecutoria la promesa que C ha hecho a A).

Sin embargo, si la ley no hace cumplir tales promesas, A podría decidir que, puesto que C podría no
obtener el dinero y como B perdería su interés por la transacción, estará mejor vendiendo ahora la vaca a
B. Si lo hace, la incapacidad de la ley para proveer un remedio si C no cumple su promesa habrá inducido
a una mala asignación de recursos, desalentando un intercambio en el que se difiere el desempeño de una
de las partes. (B podría revender la vaca a C más tarde, pero esto conllevaría un costo de transacción
adicional)”.

De acuerdo con el ejemplo citado la inexistencia de mecanismos que permitan reducir el riesgo del
incumplimiento implícito en una operación económica, llevaría a la frustración del intercambio o, en todo
caso, el intercambio se llevará a cabo, pero produciendo una asignación subóp ma de recursos.

Como señala Santos Pastor: “la función primordial del Derecho de Contratos consiste, pues, en
proporcionar un conjunto de reglas -y de mecanismos que garan cen el cumplimiento de esas reglas- que
aseguren que los individuos realizan sus deseos en lo concerniente a un contrato, garan zando el
cumplimiento de lo acordado, permi endo de esta manera que el tráfico de bienes y servicios (de
derechos) tenga lugar y que estos fluyan de las manos de quienes menos los valoren a quienes los valoren
más, que no son otros que quienes estén dispuestos a pagar más por ellos”.

En tal sen do, el Estado, a través del Derecho Patrimonial, no hace sino reconocer la importancia del
intercambio de bienes y servicios en la sociedad, proporcionando un conjunto de reglas que permitan que
este se realice asignando de manera óp ma los recursos. Así, Diez-Picazo considera al Derecho
Patrimonial: “como aquella parte del Derecho Civil, que comprende las normas y las ins tuciones a través
de las cuales se realizan y ordenan las ac vidades económicas del hombre”.

El Derecho de Contratos, dentro del cual ubicamos las normas del Libro de Obligaciones, se refiere,
específicamente, a las operaciones que las personas realizan con los bienes económicos.

Para que una relación de intercambio se encuentre bajo el ámbito del Derecho la relación de intercambio
debe cumplir una serie de requisitos impuestos por el Estado.

En otras palabras, al Estado no le interesa proteger todas las relaciones de intercambio, sino sólo aquellas
que reúnen los requisitos establecidos. En virtud del contrato se cons tuyen relaciones de intercambio o
también llamadas relaciones de cooperación; en virtud de aquel los agentes económicos se comprometen
a cooperar entre sí proporcionando los recursos para la mutua sa sfacción de sus necesidades.

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Así, Diez-Picazo define la relación obligatoria como: “la relación jurídica establecida entre dos o más
personas dirigida a que una de ellas obtenga determinados bienes y servicios mediante la cooperación de
otra o bien de intercambio recíproco de bienes y servicios mediante una recíproca cooperación”.

Be , por su lado, señala: " en la relación de obligación el interés del tular del derecho está des nado a
realizarse, por medio de un intermediario, a través de un comportamiento ajeno, de una ac vidad de
cooperación”.

Entendemos la relación jurídica como toda relación de vida establecida entre dos o más personas (relación
intersubje va) como vehículo para realizar determinados fines que son dignos de tutela por el
ordenamiento jurídico. En este caso la relación jurídica está dirigida a permi r el intercambio de bienes y
servicios; es decir, ene una finalidad económica. A esta relación se le conoce como relación obligatoria.

Cuando una relación de intercambio o de cooperación adquiere “juridicidad” significa que los agentes
podrán “exigirse” mutuamente el cumplimiento de lo prome do. Como señala Lázaro Carreter explicando
el verbo “exigir”: “sólo puede exigir quien posee alguna fuerza para alcanzar su demanda”.

Esa fuerza supone la posibilidad de los agentes no sólo de pretenderse mutuamente el cumplimiento de
lo debido (pretensión material), sino de recurrir a la tutela jurisdiccional (acción) para pretender el
cumplimiento de lo debido (pretensión procesal). En otras palabras, el agente económico cuenta con la
posibilidad de recurrir al sistema judicial para conseguir lo prome do.

Cuando el Estado hace cumplir las relaciones obligatorias genera incen vos para la cooperación eficiente,
puesto que hace creíble un compromiso de cooperación; es decir, da credibilidad a un contrato.
Lo dicho significa que existen relaciones de intercambio que se producen en el subsistema económico,
pero no ingresan al subsistema jurídico, por cuanto al Estado no le interesa protegerlas.

Estas relaciones de intercambio “no juridizadas” no gozan de los remedios frente al incumplimiento
establecidos por el Derecho, pero esto no significa que el intercambio de bienes y servicios no pueda
realizarse en el “mundo fác co”.

En efecto, las relaciones de intercambio “no juridizadas” se contraen y se ejecutan en el “mundo fác co”
en base a otras reglas o códigos de conducta. Esto explica, por ejemplo, el por qué si bien es ilegal la
comercialización de droga y por tanto las partes no pueden valerse de los remedios frente al
incumplimiento, tales operaciones económicas se llevan a cabo en el “mundo fác co”.

Ello significa que el intercambio es posible sin Derecho de Contratos, dentro del cual ubicamos el Libro de
las Obligaciones, pero su número e importancia se reduce a aquellas operaciones económicas en las que
exista confianza mutua entre los agentes económicos; es decir, “contrato con él porque lo conozco y como
lo conozco con o en él”.

Obviamente, sería ideal que los intercambios se basaran en reglas de comportamiento o códigos de
conducta que hagan que la gente cumpla con la palabra empeñada, los costos de transacción se reducirían
considerablemente, como nos dice Douglas North: “en la medida en que tengamos altos estándares é cos
y normas de comportamiento adecuadas, la mayoría de los contratos requerirán solamente un apretón
de manos o un asen miento con la cabeza”.

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La decisión respecto de qué relaciones de intercambio gozan de los remedios frente al incumplimiento y
cuáles no, es una decisión exclusiva del Estado. No obstante, el Estado, normalmente no toma en cuenta
los efectos que genera su decisión de no “juridizar” determinadas relaciones de intercambio.

El Estado olvida que, si bien la prohibición impide el “ingreso” de la relación de intercambio al “mundo
jurídico”, el intercambio se lleva a cabo en el “mundo fác co con determinadas consecuencias”

3.1. GOBIERNO CORPORATIVO:


El gobierno corpora vo se define como las normas y herramientas por las cuales se rige una empresa, hoy
en día tener un buen gobierno corpora vo, es decir que las empresas que poseen buen gobierno
corpora vo son más confiables y atraen mayor inversión, que las empresas que no lo poseen (Indacochea,
2000). Esto se debe a que el gobierno corpora vo efec vo brinda mayor confianza y seguridad a los
inversionistas.

“El gobierno corpora vo es el sistema (proceso y estructura) o la manera en la cual las empresas son
dirigidas y controladas. La estructura del gobierno corpora vo especifica la distribución de los derechos y
responsabilidades entre todos los agentes involucrados con la empresa, tales como: el directorio, la
gerencia, accionistas y otros stakeholders (grupos de interés), dando así las normas y procedimientos para
una adecuada toma de decisiones, de acuerdo al contexto que se presente.” (Indacochea 2000, pág. 4).

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es un organismo internacional, la


cual está conformada por 32 países para quienes la Organización representa un centro de inves gación
empírica y aplicada para la formulación de polí cas des nadas a la promoción del desarrollo económico.
Dichos países analizan e intercambian experiencias sobre temas de interés común y definen mejores
prác cas en una amplia gama de áreas de polí ca. Su trabajo incluye temas económicos, sociales,
ambientales y de administración pública (secretaria de relaciones exteriores, 2011).

Según la Organización para la cooperación y el desarrollo económico (OCDE), la palabra gobierno


corpora vo se refiere a la forma en el que los negocios son dirigidos y controlados. El gobierno corpora vo
abarca la relación de poder que existen entre los accionistas, los integrantes del consejo de administración
y los principales funcionarios del consejo de administración.

La OCDE afirma que un buen gobierno corpora vo hace referencia a los estándares mínimos adoptados
por una sociedad para: administrar honestamente, proteger los derechos de los accionistas, definir la
responsabilidad del consejo, definir la responsabilidad de la administración, dar fluidez a la información y
regular las relaciones con los grupos de interés (Guajardo y Andrade, 2008).

De acuerdo con Guajardo y Andrade (2008), el gobierno corpora vo se basa en cuatro grandes principios
que lo sustentan, los cuales son: responsabilidad, independencia, transparencia e igualdad, a
con nuación, se describirán estos elementos.

La responsabilidad: La iden ficación clara de los accionistas y las responsabilidades que éstos poseerán.
La independencia: Este elemento se refiere a que el gobierno corpora vo procura que tanto los ejecu vos
de la sociedad como los auditores que habrán de verificar la información financiera, lleven una relación
incorrup ble y que conduzcan sus acciones por el camino de la imparcialidad, obje vidad e independencia
de los otros miembros del consejo.

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Transparencia: Este elemento resalta la importancia de la transparencia dentro del gobierno corpora vo
ya que éste promueve la obligación de generar informes amplios, oportunos y exactos que reflejen la
verdadera situación financiera de la empresa o sociedad y que se haga hincapié en la responsabilidad de
los direc vos de mantener informados a los accionistas sobre los recursos obtenidos y su uso, esto
mediante la información financiera.

La igualdad: Por úl mo, el gobierno corpora vo promueve la igualdad de derechos de los accionistas con
respecto a los asuntos de la sociedad o empresa, es decir que todos los accionistas tendrán derecho a
enterarse de lo que le acontece a la empresa día a día (Guajardo y Andrade, 2008).

Dichos elementos forman parte fundamental del gobierno corpora vo y que cada uno de los 4 posee un
peso indispensable dentro del mismo.

Colley (2005) afirma que un buen gobierno corpora vo generalmente incluye las siguientes caracterís cas:
• Una mesa de direc vos que efectúa sus tareas con responsabilidad y habilidad.
• Un CEO o director general, escogido por la mesa de direc vos, con ac tud competente para la
ejecución de las tareas de la empresa.
• Una visión de mejora con nua, compar da por la mesa direc va, los inversionistas y el CEO.
• Es importante que se tenga bien presente el po de negocio en el cual se compite y la posición
de la empresa dentro de la industria. Esto es de gran ayuda ya que es necesario buscar siempre la
sa sfacción de los usuarios finales, así como la obtención de los ingresos que permi rán a la empresa
subsis r.
Beneficios del buen gobierno corpora vo
A con nuación, se mencionan algunos de los beneficios que implica el buen gobierno corpora vo:
• Las empresas que poseen un buen gobierno corpora vo promueve el uso eficiente de los recursos
para la economía, esto es debido a que el dinero fluye con mayor facilidad en las empresas más eficientes.

• Al ser una empresa confiable (debido al gobierno corpora vo) ante los ojos de los inversores, se
logra poseer mayores recursos los cuales se invierten en la empresa a un menor costo.
• Las empresas que poseen un buen gobierno corpora vo pueden alcanzar con mayor facilidad sus
obje vos empresariales (Indacochea, 2000).

Los fraudes y escándalos que provocaron las empresas: Enron, Tyco, Xerox y World Com, van más allá de
las malas prác cas contables, ya que pusieron en evidencia que buena parte de estos fracasos
empresariales, se debieron a un pobre o mal gobierno corpora vo, es por esto que se supone que los
grandes corpora vos muy probablemente hubieran tenido un dis nto final si hubieran u lizado
mecanismos de gobierno que de una u otra forma los hubieran ayudado a dirigir y controlar la empresa
(Indacochea, 2000).

Debido a esto, el principal reto para las empresas es descubrir cómo mejorar el gobierno corpora vo y sus
prác cas, esto con la finalidad de mejorar la inversión extranjera y poder así obtener el crecimiento y el
desarrollo del país.

Se considera que los empresarios deberían tomar con mayor seriedad el hecho de implantar en sus
empresas mecanismos de gobierno que puedan asegurar la transparencia y legalidad financiera a sus
posibles inversionistas, lo cual deriva en menos crisis económicas y fraudes financieros (Indacochea, 2000).

Entonces El gobierno corpora vo es el conjunto de normas, principios y procedimientos que regulan la


estructura y el funcionamiento de los órganos de gobierno de una empresa.

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En concreto, establece las relaciones entre la junta direc va, el consejo de administración, los accionistas
y el resto de partes interesadas, y es pula las reglas por las que se rige el proceso de toma de decisiones
sobre la compañía para la generación de valor.

En los úl mos años, y más concretamente a raíz del inicio de la crisis financiera, la comunidad internacional
ha comprendido la importancia que ene que las sociedades co zadas sean ges onadas de manera
adecuada y transparente.

El bueno gobierno de las empresas es la base para el funcionamiento de los mercados, ya que favorece la
credibilidad, la estabilidad y contribuye a impulsar el crecimiento y la generación de riqueza.

La debilidad que mostraron los gobiernos corpora vos de grandes organizaciones en el pasado ha
mul plicado las exigencias de transparencia, veracidad, buenas prác cas y comportamiento empresarial
responsable por parte de los inversores, de los consumidores y de la sociedad en general, que no sólo
prestan atención ya a los indicadores financieros, sino que quieren saber también cómo se han logrado
esos resultados.

El concepto de gobierno corpora vo se refiere al conjunto de principios y normas que regulan el diseño,
integración y funcionamiento de los órganos de gobierno de la empresa, como son los tres poderes dentro
de una sociedad: los Accionistas, Directorio y Alta Administración.

En español se u liza también gobernanza corpora va, gobernanza societaria y gobierno societario.
(Salvochea, Ramiro. Mercados y Gobernancia. La revolución del "Corporate Governance", 2012). Un buen
Gobierno Corpora vo provee los incen vos para proteger los intereses de la compañía y los accionistas,
monitorizar la creación de valor y uso eficiente de los recursos brindando una transparencia de
información.

"Lo importante es destacar que el gobierno corpora vo no es un instrumento individual sino más bien un
concepto que incluye el debate sobre las estructuras apropiadas de ges ón y control de las empresas.

También incluye las reglas que regulan las relaciones de poder entre los propietarios, el consejo de
administración, la administración y, por úl mo, pero no por ello menos importante, partes interesadas
tales como los empleados, los proveedores, los clientes y el público en general". (N.R. Narayana Murthy,
presidente del Comité sobre Gobierno Corpora vo, Junta de Valores y Bolsas de India, 2003).

El concepto apareció hace algunas décadas en los países más desarrollados del oeste de Europa, en
Canadá, los Estados Unidos y Australia, como consecuencia de la necesidad que tenían los accionistas
minoritarios de una empresa de conocer el estado que guardaba su inversión; esto es, querían saber qué
se estaba haciendo con su dinero y cuáles eran las expecta vas futuras.

Esto hizo que los accionistas mayoritarios de un negocio y sus administradores, iniciaran un proceso de
apertura de la información, al mismo empo de profesionalización y transparencia en el manejo del
mismo.

En el mundo, los fondos de pensiones, sociedades mutualistas, compañías de seguros, sociedades de


capital de riesgo y otros similares, forman parte importante del sistema financiero y las necesidades de
información sobre su inversión han sido defini vas en la incorporación a las empresas de las llamadas
mejores prác cas corpora vas.

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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), emi ó en mayo de 1999 y revisó
en 2004 sus “Principios de Gobierno Corpora vo” en los que se encuentran las ideas básicas que dan
forma al concepto que es u lizado por los países miembros y algunos otros en proceso de serlo.

En 2011, Aguilera y Jackson publicaron un estudio compara vo de los principios y prác cas de gobierno
corpora vo prevalentes en dis ntos países.

3.1.1. CONCEPTO Y EVOLUCION.

El Profesor Manuel Alfonso Garzón Castrillón dice que en La prác ca del gobierno corpora vo (GC) en las
organizaciones se ha desarrollado rápidamente en los úl mos empos, y en todo el mundo se ha
destacado su importancia. Incluso ha sido adoptado por países que todavía no han reglamentado la
adopción del GC en sus organizaciones. La razón del interés mundial en GC es que sustenta el marco
opera vo de una empresa. Por tanto, se espera que la adopción e implementación de la prác ca de GC
beneficie a los propietarios, dado que ellos se comprometen a u lizar los principios y mecanismos, que en
el sen do más amplio equivale a un monitoreo efec vo de las ac vidades de una empresa,
par cularmente cuando se adoptan los principios de divulgación y transparencia. (Grantham, (2020).

En consecuencia, al adoptar e implementar GC en las empresas, esta decisión puede tener un impacto
posi vo en las decisiones relacionadas con los inversionistas actuales, por un lado, y potenciales por el
otro (Hebble y Ramaswamy, 2005). La bancarrota y el colapso por el que han atravesado grandes
corporaciones en los Estados Unidos como Worldcom, Enron y Adolphia, y la conciencia pública sobre
estos desastres financieros ha llevado a los inversionistas a ser cada vez más conscientes de las
organizaciones que se caracterizan por tener buenas prác cas de GC para lograr y mantener buena
reputación, dado que existe una orientación para que los inversionistas prefieran inver r en empresas que
adopten las mejores prác cas de GC Además, como la información está disponible, los accionistas y
propietarios pueden acceder y evaluar diariamente las decisiones, además de la evaluación realizada por
los analistas (Alabdullah, Yahya y Thurasamy 2014).

De esta manera se resalta el papel claro e importante del GC con respecto al efecto de estos mecanismos
en el rendimiento de las empresas (Alabdullah, 2016).

Varios estudios prueban la relación entre GC y el desempeño de la empresa, pero los resultados son
inconsistentes; algunos informan resultados posi vos, y otros son mixtos: nega vos y posi vos del
desempeño de la empresa. Este ar culo llena un vacío con relación al concepto de gobierno corpora vo,
en este sen do, en la primera sección se presenta una revisión de la literatura en relación con el concepto
de gobierno corpora vo (GC), seguido por la revisión de las teorías desde las cuales se estudia:
Teoría de la agencia; Teoría del shareholder o stockholder;
La teoría de la dependencia de recursos; la Teoría de los Stakeholder;
Teoría del Stewardship o Teoría de la Administración, enfoque basado en el conocimiento y gobierno
corpora vo y el desempeño de la empresa y finalmente, la conclusión del estudio.

DEFINICIONES DE GOBIERNO CORPORATIVO

Las definiciones de gobierno corpora vo varían considerablemente centradas en establecer orientaciones


para la dirección y control de las empresas, orientando sus acciones a garan zar a los inversionistas que

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sus recursos inver dos son los inversionistas que los recursos que proporcionan son administrados para
lograr rentabilidad y eficiencia.

para Andrés-Alonso y Santamaría-Mariscal (2010) deben estar enfocado en mecanismos de gobierno que
discipline a los direc vos y resuelvan conflictos de agencia, o bien en mecanismos de gobierno que
induzcan al aprendizaje y que, por ejemplo, que es mulen a los direc vos para que imaginen, perciban y
generen nuevas oportunidades de inversión.

Pero la propuesta realizada por Paz-Ares (2004), hace una dis nción del gobierno corpora vo
dependiendo de si le es impuesto a la empresa o es asumido voluntariamente. Denomina gobierno
corpora vo externo o ins tucional (impuesto desde fuera por el sistema jurídico y la red de ins tuciones
de un determinado país) y gobierno corpora vo interno o contractual (asumido voluntariamente desde
dentro por cada empresa). Allayannis, Lel y Miller (2012).

hacen una dis nción similar en un estudio sobre los mo vos para tener derivados en divisas, refiriéndose
a gobierno corpora vo a nivel de país y de gobierno corpora vo a nivel de empresa.

Con base en las definiciones revisadas se concluye que el propósito úl mo del buen gobierno de la
empresa es agregar valor a la misma, y velar porque quienes contribuyen directa o indirectamente en su
generación puedan par cipar del aumento de valor.

Por ello, en las buenas prác cas se establecen condiciones para proteger y retribuir equita vamente a los
accionistas por los capitales aportados; para retribuir a los trabajadores por su trabajo y aporte intelectual;
para ofrecer a los clientes productos y servicios de mayor calidad y mejores precios; para remunerar
adecuadamente a los proveedores por la entrega de productos o la prestación de servicios y ofrecerles
garan as o la confianza que le serán pagados oportunamente; para ofrecer a los acreedores que le serán
res tuidos los recursos que han prestado a la empresa y que serán bien compensados por ellos; también
comprende la responsabilidad hacia la sociedad en general, incluyendo así el cumplimiento de las
obligaciones tributarias.

En este aspecto es necesario establecer que no existe una definición dis n va que describa
específicamente el significado de GC al tomar en consideración las caracterís cas integrales del sistema
GC, por tanto, existe cierta controversia y confusión con respecto a la definición de GC (Windsor, 2009).

No obstante, en general, la definición tradicional de GC es la que propone la Organización de Cooperación


y Desarrollo Económicos (OCDE, abril de 1999) que proporcionó la siguiente: El gobierno corpora vo es el
sistema por el cual las corporaciones comerciales son dirigidas y controladas.

Dependiendo del punto de vista con que se enfrente la definición de gobierno corpora vo de las
compañías, pueden tener dis ntas acepciones. Desde una perspec va económica, generalmente se
en ende por gobierno corpora vo a la defensa de los intereses de los accionistas (García, 2014).

Finalmente, el concepto de gobierno corpora vo es explicado por los autores, y no expresamente definido
porque comprende dis ntos ámbitos de interacción, tales como aspectos de ges ón, é cos, legales,
norma vos, estructurales, conductuales.

El enfoque que se adopte sea del shareholder o del stakeholder, condicionará el po de gobierno
corpora vo que se desarrollará en una empresa, o en un país y los mecanismos a través de los cuales se

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verificará su cumplimiento. El gobierno corpora vo es un proceso, no un estado. El campo está en con nua
evolución (Claessens, 2003).

3.1.2. PILARES DEL GOBIERNO CORPORATIVO.


Chile:
I. De las Fuentes y Obje vos de los Principios Generales de Gobierno Corpora vo.
El presente documento con ene una síntesis orgánica de los Principios Generales de Gobierno Corpora vo
a los que adhiere el Banco de Chile y que fluyen de sus estatutos, su Código de Conducta, de las
recomendaciones de organismos internacionales y de las disposiciones legales que le son aplicables, tales
como la Ley General de Bancos, Ley de Sociedades Anónimas, Ley de Mercado de Valores y las regulaciones
emanadas de la Comisión para el Mercado Financiero.

Asimismo, estos principios generales se recogen en el conjunto de Polí cas y Procedimientos internos que
el Banco ha aprobado progresivamente y que enen por objeto implementar los principios de gobierno
corpora vo que surgen de las fuentes mencionadas.

Las normas y principios de gobierno corpora vo enen por objeto mejorar de manera con nua los
mecanismos internos de autorregulación, asegurando el cumplimiento cabal de la norma va vigente,
crear valor para el Banco y para todos sus accionistas, directores, clientes, trabajadores, la comunidad y el
mercado en general, y velar por la adhesión permanente a los valores de la Corporación.

Los Principios Generales de Gobierno Corpora vo cons tuyen, finalmente, una forma de autorregulación
que guía el actuar general de la Administración del Banco de Chile y la de todos sus trabajadores, incluidas
sus filiales.

II. De la É ca y las Buenas Prác cas.


El Directorio ha aprobado el Código de Conducta del Banco de Chile, al que están sujetos todos los
miembros de la Corporación, incluyendo a sus directores en lo que sea aplicable a sus funciones. Dicho
Código de Conducta establece los principios fundamentales que sirven de guía para la adopción de
decisiones corpora vas y que deben conducir la ac vidad general de la Corporación Banco de Chile.

Este Código incorpora entre sus principios fundamentales, el apego a la ley y a la norma va interna y
externa, la confidencialidad, la integridad y la responsabilidad, tanto corpora va como individual.

Asimismo, y considerando que la buena fe, la confianza, la transparencia y la seguridad son la base de las
ac vidades, negocios y servicios que realiza y/o presta el Banco y sus empresas filiales, y que estos valores
cons tuyen a la vez, el fundamento de la relación con sus clientes, el Banco de Chile adhiere al ”Manual
de Conductas y Buenas Prác cas”, elaborado por los Bancos y la Asociación de Bancos e Ins tuciones
Financieras de Chile A.G., el cual se encuentra disponible en el si o ins tucional www.bancochile.
III. De los Valores Corpora vos.
De acuerdo a nuestro Código de Conducta, son valores é cos fundamentales para el Banco de Chile la
integridad, compromiso, respeto, lealtad, prudencia, responsabilidad y jus cia.

Dichos valores deben ser promovidos y resguardados por las diversas instancias de la Corporación. Cada
uno de los integrantes de la Ins tución debe actuar conforme a dichos valores de manera uniforme,
coherente y permanente en el empo. En todo momento se debe hacer ejercicio responsable de las
atribuciones y actuar de manera correcta.

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IV. Propósito, Misión y Visión del Banco de Chile.


El Directorio ha definido como Propósito, Misión y Visión del Banco de Chile lo siguiente:
Nuestro Propósito: “Cons tuimos una corporación que contribuye al desarrollo del país, siendo nuestro
propósito el generar condiciones para el desarrollo de las personas y las empresas, acompañándolos con
soluciones adecuadas a sus diferentes etapas en ese proceso de desarrollo.” Nuestra Misión: “Somos una
corporación líder conectada al mundo, con una pres giosa tradición de negocios. Proveemos a cada
segmento de clientes servicios financieros de excelencia, con soluciones crea vas, agiles y efec vas para
cada segmento, asegurando la creación de valor para nuestros accionistas, empleados y la comunidad en
general.”
Nuestra Visión “Buscamos permanentemente, en todo lo que hacemos, ser el mejor banco para nuestros
clientes, el mejor lugar para trabajar y la mejor inversión para nuestros accionistas. Lo hacemos de forma
comprome da con las personas que conforman nuestra organización y con el desarrollo de la comunidad.”
V. De los Accionistas.
La Junta de Accionistas es el máximo órgano de decisión del Banco, instancia en la cual se reúnen
periódicamente los accionistas con el fin de tomar conocimiento de la ges ón de la ins tución y adoptar
los acuerdos que, conforme a la ley y sus estatutos, sean de su competencia.

Para el adecuado ejercicio de sus derechos económicos y polí cos, los accionistas deben recibir en forma
veraz, oportuna y no discriminatoria, información relevante respecto del Banco que éste deba divulgar y
entregar en conformidad a la ley y a los principios sobre manejo de información de interés para el mercado
que se con enen más adelante en este documento.

El Banco informa en su Memoria Anual el detalle de su estructura de propiedad, así como los principales
aspectos de cualquier pacto de accionistas rela vo al control de la ins tución y variaciones en el capital y
reservas como la polí ca de dividendos.
VI. Del Directorio.
A. Composición y funcionamiento.
El Directorio es la principal instancia de gobierno corpora vo del Banco y es el órgano que define los
lineamientos estratégicos de la Corporación. Los directores deben actuar de buena fe e informadamente,
cumpliendo sus deberes de lealtad y debido cuidado para con el Banco, sus accionistas y clientes.

Los directores al decidir materias relacionadas con los negocios del Banco deben aplicar el mismo celo y
cuidado y actuar con la misma diligencia y prudencia que emplean en sus propios negocios. Los directores
deben lealtad a todos los accionistas, independientemente de los votos con que fueron elegidos y de
cualquier otro interés personal específico que pudieran tener.

El Directorio del Banco, de conformidad con sus estatutos, actualmente se encuentra compuesto por once
directores tulares y dos directores suplentes. La totalidad de los directores se elige cada tres años. El
Directorio sesiona en forma ordinaria dos veces al mes excepto el mes de febrero en que sesiona una vez.

Las reuniones extraordinarias pueden ser citadas por el presidente del Directorio, por sí, o a solicitud de
uno o más directores tulares. El gerente general es designado por el Directorio y permanece en su cargo
mientras no exista un acuerdo en contrario.
B. Asistencia a sesiones y permisos de ausencia.
Los directores deberán asis r a todas las sesiones de Directorio salvo que por causa jus ficada se vean
imposibilitados de hacerlo.

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El Directorio evaluará las razones invocadas por alguno de sus miembros, otorgando los permisos de
ausencia que correspondan de conformidad con lo dispuesto en la Ley General de Bancos.

C. Derecho y deber de información de los directores.


Con el objeto de que un director cumpla con su deber de votar de manera informada aquellas materias
que han de ser conocidas por el Directorio, cada director deberá ejercer su derecho de información a
través del presidente o el Gerente General, o quien haga sus veces, solicitando la información que
corresponda.

No obstante, lo anterior, este derecho será ejercido de forma tal que no afecte la ges ón del Banco, y con
el exclusivo objeto de que el director requirente pueda votar informadamente en el Directorio y/o en los
Comités de directores, desempeñándose adecuadamente en su cargo.

Sin perjuicio del derecho de información que corresponde a cada director en forma individual, el Directorio
podrá requerir al Gerente General la contratación de una asesoría externa para los efectos de que el
Directorio cuente con la opinión de un tercero respecto de una determinada materia.

Salvo el derecho de información referido más arriba, los directores solo podrán actuar en las sesiones de
directorio –en sala legalmente cons tuida – pudiendo dejar constancia de su opinión sobre las materias
tratadas en cada sesión, en la respec va acta. Los directores no actúan en forma individual en la
administración y ges ón del Banco, salvo que los estatutos o acuerdos del Directorio dispongan lo
contrario.

D. Remuneración del Directorio.


La remuneración de los directores se aprueba anualmente por la Junta Ordinaria de Accionistas y puede
consis r en una o más de las siguientes modalidades: Un honorario mensual fijo, dieta por asistencia a
sesiones del Directorio o de cualquiera de los Comités de directores, o un incen vo anual fijado por la
Junta de Accionistas sujeto a la condición que el Banco cumpla en dicho período anual con el plan de
resultados.

Corresponderá al Comité de directores y Auditoria establecer el grado de cumplimiento de esta condición.


Por su parte, la remuneración de los integrantes del Comité de directores y Auditoria no podrá ser inferior
a la remuneración prevista para los directores tulares, más un tercio de su monto, la que también será
fijada anualmente por la Junta Ordinaria de Accionistas.

E. Independencia de los directores.


Se considerará director independiente aquel que no se encuentra en alguna de las circunstancias previstas
en la ley y será elegido como director independiente, aquel que obtenga la más alta votación en la Junta
de Accionistas respec va, cumplidas previamente las formalidades legales.
F. Confidencialidad y conflictos de interés.
Los directores están obligados a guardar estricta reserva respecto de los negocios de la Corporación y de
la información a que tengan acceso en razón de su cargo, que no haya sido divulgada oficialmente.

Del mismo modo, los directores del Banco no pueden usar en beneficio propio o de terceros relacionados,
y en perjuicio de la Corporación, las oportunidades comerciales de que tuvieren conocimiento en razón
de su cargo.

Sin perjuicio de la aplicación de las normas de la Ley de Sociedades Anónimas rela vas a operaciones con
partes relacionadas, en aquellas materias en que un director del Banco tenga interés, deberá abstenerse

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de votar en la sesión que se lleve a cabo para aprobar la operación respec va. En principio la calificación
de exis r interés corresponde al director respec vo salvo en caso de que existan antecedentes públicos
de los cuales fluya el conflicto de interés.

G. presidente del Directorio.


El presidente es elegido por el Directorio entre uno de sus miembros por el mismo período para el cual
fue elegido dicho órgano. Sus principales funciones son:
(i) Presidir las sesiones del Directorio y las Juntas de Accionistas.
(ii) Convocar las sesiones del Directorio.
(iii) Proponer al Directorio las medidas que endan a desarrollar los negocios del Banco.
(iv) Firmar las Memorias y las notas o resoluciones que emanen del Directorio y de las Juntas de
Accionistas.
(v) Dirigir el proceso de auto evaluación del Directorio.
(vi) Efectuar el proceso de evaluación de desempeño del Gerente General.
(vii) Instar por el respeto a los Principios Generales de Gobierno Corpora vo dentro del Banco de Chile y
sus filiales. Además, son funciones del presidente velar por:
(viii) El establecimiento de procedimientos para el trabajo del Directorio.
(ix) La organización de la agenda de trabajo de cada sesión.
(x) El suficiente y oportuno flujo de información a todos los miembros del Directorio.
(xi) El contenido completo y fidedigno de las deliberaciones y acuerdos del Directorio en las actas
respec vas, así como su adecuado almacenamiento y respaldo.

H. Comités de directores.
El Directorio delega ciertas funciones y ac vidades a los Comités de directores. Esto permite un análisis
en profundidad de materias específicas y proporciona al Directorio la información necesaria para la
discusión y aprobación de las polí cas y lineamientos generales que rigen los negocios del Banco.
Los comités de directores del Banco de Chile son: Comité de directores y Auditoría; Comité de Crédito;
Comité de Finanzas, Riesgo Financiero e Internacional; Comité de Prevención de Lavado de Ac vos y
Financiamiento del Terrorismo; Comité de Leasing; Comité de Factoring; Comité Superior de Riesgo
Operacional; Comité de Riesgo de Cartera; el Comité de Ges ón de Capital y los demás que determine el
Directorio del Banco. El Directorio podrá establecer o suprimir los comités que es me per nentes, sujeto
únicamente al debido cumplimiento de las leyes y regulaciones que sean aplicables.

Los integrantes de los Comités serán designados por el Directorio a recomendación de su presidente. El
Comité de directores y Auditoria estará integrado por tres miembros. Los representantes del Directorio
que formen parte de este Comité deberán observar condiciones de independencia que establezca el
mismo Directorio, según los criterios internacionales sobre la materia.

Al menos uno de los representantes del Directorio del Banco que forme parte de este Comité deberá tener
experiencia en procedimientos contables y aspectos financieros de las operaciones bancarias,
par cularmente de los negocios de la empresa y el grado de riesgo de estos.

Los comités de directores tendrán sus estatutos, los que establecerán las materias de competencia del
respec vo Comité, su estructura y funcionamiento. El Directorio y cada Comité tendrán facultades
suficientes para contratar asesores independientes en las materias que es men per nentes.

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Los integrantes y asistentes a estos Comités no podrán usar en beneficio propio o de terceros relacionados,
y en perjuicio de la Corporación las oportunidades comerciales de que tuvieren conocimiento en razón de
su cargo.

Asimismo, estarán obligados a guardar estricta reserva respecto de los negocios del Banco y de la
información a que tengan acceso en razón de su cargo, que no haya sido divulgada oficialmente.

Asimismo, los integrantes los diversos Comités de directores y quienes asistan a sus sesiones deberán
abstenerse de votar respecto de todas aquellas materias en las cuales estén expuestos a un eventual o
efec vo conflicto de intereses, sea por expresa disposición legal o bien por estar afectos a alguna
circunstancia que de cualquier modo limite o restrinja su independencia e imparcialidad respecto de las
materias some das a su conocimiento.

I. Definición, Aprobación y Revisión anual del Plan Estratégico del Banco.


Conforme a las regulaciones vigentes, el Directorio define y aprueba el Plan Estratégico del Banco,
promoviendo una ges ón del capital de mediano y largo plazo acorde con el perfil de riesgo definido. En
ese marco corresponde al Directorio aprobar para cada año el Plan Anual, y, adicionalmente, un Plan
Trienal que considera los obje vos principales de mediano y largo plazo.

La responsabilidad de implementar el plan estratégico del Banco, comprendiendo en ello el Plan Anual y
el Plan Trienal, corresponde a la Alta Administración, dirigida por el Gerente General. El Directorio revisará
a lo menos una vez al año el cumplimiento de los obje vos estratégicos definidos en el Plan Anual y en el
Plan Trienal de corto y mediano plazo que el mismo Directorio haya aprobado para el Banco.

Corresponderá al Gerente General definir las modalidades, alcance y extensión de las medidas que tengan
por finalidad difundir el plan estratégico dentro de la organización de acuerdo al Procedimiento General
de Comunicaciones Internas y de Difusión del Plan Anual.

J. Autoevaluación de Desempeño.
Cada año el Directorio realizará un proceso de auto evaluación de su desempeño como órgano direc vo,
conforme al alcance y forma de calificación, previamente definidos por el Directorio.

K. Selección, Evaluación, Compensación, Remoción y Sucesión de la Alta Administración.


El Directorio ha aprobado una Polí ca referida a la selección, evaluación, compensación, remoción y
sucesión de los integrantes del equipo gerencial del Banco. Dicha polí ca regula cada uno de los conceptos
indicados, además de establecer el Propósito de cada uno de ellos.

VII. De las Polí cas y Procedimientos de Banco de Chile.


El Directorio del Banco ha aprobado diversas Polí cas y Procedimientos que con enen los Principios
Generales de Gobierno Corpora vo de la Corporación Banco de Chile. Las principales Polí cas y
Procedimientos aprobados por el Directorio son las siguientes:
 Administración de Información Privilegiada e Inversiones Personales.
El Directorio del Banco de Chile aprobó una Polí ca Ins tucional de Administración de Información
Privilegiada e Inversiones Personales que regula la administración de la información privilegiada que
posean los directores, asesores y empleados del Banco y sus filiales y los procedimientos aplicables a sus
inversiones personales en ciertos valores de oferta pública y en par cular en valores emi dos por el Banco
de Chile.

Los aspectos fundamentales de dicha polí ca se encuentran reconocidos en el “Manual de Manejo de


Información de Interés para el Mercado” que se menciona posteriormente en este documento.

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De conformidad con dicha polí ca, y sin perjuicio de las obligaciones de reserva y confidencialidad
establecidas en la ley, toda persona afecta a la misma ene la obligación de guardar estricta reserva
respecto de cualquier información privilegiada que posea o haya tenido acceso en razón de su cargo,
posición o ac vidad.

Asimismo, los directores y asesores del Directorio del Banco, gerente general, gerentes de división,
gerentes, subgerentes y aquellos que en razón de su cargo o funciones que realicen, par cipen en la
elaboración o accedan a los estados financieros, así como sus cónyuges, conviviente civil y parientes hasta
el segundo grado de consanguineidad o afinidad, no podrán efectuar, directa o indirectamente,
transacciones sobre los valores emi dos por Banco de Chile, dentro de los 30 días previos a la divulgación
de los estados financieros trimestrales y anual (marzo, junio, sep embre y diciembre).

Para estos efectos, el calendario de publicación de dichos estados financieros se encuentra publicado en
la página Web de Banco de Chile. Adicionalmente, quienes tengan o puedan tener acceso a los reportes
financieros del Banco (estado de situación y estado de resultados mensuales), previo a su conocimiento
público, no podrán efectuar transacciones en valores emi dos por el Banco de Chile, por el período que
media entre el día 6 de cada mes y el momento en que los resultados del mes anterior hayan sido dados
a conocer al público en general, ya sea por la Comisión para el Mercado Financiero o por el propio Banco
de Chile.

Esta restricción afectará a los directores y asesores del Directorio del Banco de Chile, al Gerente General,
Gerentes de División y a aquellos que en razón de su cargo o funciones par cipen en la elaboración o
accedan a los referidos reportes financieros. Sin perjuicio de lo anterior, las personas que por su cargo
accedan o puedan acceder a información financiera con antelación a la fecha señalada anteriormente, sea
porque par cipan de manera directa en su elaboración o porque par cipan en su aprobación inicial, están
afectos a un período especial de bloqueo que rige a par r del primer día hábil de cada mes y hasta el
momento en que los resultados del mes anterior sean dados a conocer al público en general en la forma
antes indicada.

 Operaciones con Partes Relacionadas de General Habitualidad.


Sin perjuicio de la aplicación de las disposiciones legales sobre operaciones con partes relacionadas
contenidas en la Ley de Sociedades Anónimas, el Directorio del Banco de Chile conforme a la citada ley,
aprobó una Polí ca sobre Operaciones con Partes Relacionadas de General Habitualidad que establece
aquellas operaciones que se consideran ordinarias de acuerdo al objeto social del Banco, y que por tanto,
para su realización no están sujetas al cumplimiento de los requisitos exigidos por la Ley N° 18.046 sobre
Sociedades Anónimas.

Dicha polí ca fue informada como hecho esencial a la entonces Superintendencia de Bancos e
Ins tuciones Financieras, hoy Comisión para el Mercado Financiero, y se encuentra a disposición del
público en el si o ins tucional
 Polí ca de Donaciones con Fines Sociales y de Beneficencia.
Esta polí ca establece un marco general de control interno respecto de las donaciones efectuadas al
amparo de la legislación vigente y de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), en las que el Banco de
Chile o sus Filiales par cipen.

Uno de sus obje vos prioritarios es que todas las donaciones de caridad, sean realizadas a en dades que
no se vinculen con organizaciones de reputación dudosa, o que presenten antecedentes nega vos, ya sea
por vínculos con lavado de dinero, fraude u otra ac vidad ilícita.

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Para estos resguardos, se deberán ejecutar procesos que aseguren un adecuado conocimiento del
beneficiario y sus representantes. Las donaciones que efectúe el Banco, deberán evitar la existencia de
posibles conflictos de intereses, ya sea con clientes, inversionistas o empleados del Banco.

Adicionalmente, establece la obligación de informar trimestralmente al Comité de Directores y Auditoría,


todos aquellos casos en los cuales la Ins tución des nataria registra dentro de su administración o
Directorio, a un miembro del Directorio de Banco de Chile, su cónyuge o sus parientes hasta el segundo
grado de consanguinidad o afinidad, como asimismo en caso que la Ins tución des nataria se encuentre
relacionada por propiedad con algún director del Banco, o sus personas naturales relacionadas.

Igual formalidad deberá aplicarse cuando se trate de un gerente o ejecu vo principal del Banco. En el caso
de filiales que efectúen donaciones, deberán proceder con el mismo criterio.

 Polí ca de Auditoría Interna.


El Directorio del Banco ha aprobado una Polí ca de Auditoría Interna, cuyo obje vo es establecer y
comunicar las directrices que definen el marco conforme al cual debe desarrollarse la Función de Auditoría
Interna del Banco de Chile. Sus disposiciones son aplicables tanto a la Función de Auditoría Interna del
Banco como a la de sus sociedades filiales.

Conforme a la Polí ca de Auditoría Interna, la Misión y el Rol de la Función de Auditoría Interna establecen
el propósito, autoridad y responsabilidad de dicha función. Asimismo, la Polí ca de Auditoría Interna
dispone que Contraloría, a través del Contralor, reportará al Comité de directores y Auditoría,
administrando las responsabilidades de la Función de Auditoría Interna, sin perjuicio que, para todos los
demás efectos, deberá cumplir las norma vas y directrices aplicables a todas las Gerencias Divisionales
del Banco.

Corresponde a la Contraloría del Banco diseñar y proponer anualmente al Comité de directores y Auditoría
un Plan de Auditoría Interna des nado a evaluar los sistemas de control interno del Banco y de sus filiales
en cuanto a su adecuación, eficiencia y efec vidad.

 Operaciones de Crédito con directores y Altos Ejecu vos.


La polí ca aprobada por el Directorio sobre este par cular prohíbe todo po de crédito a los directores y
Apoderado General, como también a sus relacionados, ya sea su cónyuge o sus hijos menores o una
sociedad en que par cipe en más de un 5%. Adicionalmente, se establece que las operaciones de crédito
que se otorguen a Gerentes Divisionales y a Gerentes Generales de Filiales sólo podrán consis r en
créditos hipotecarios para la vivienda, créditos de consumo en cuotas, líneas de crédito en cuenta
corriente y tarjetas de crédito, sujetándose los tres úl mos productos al límite global de UF 2.300,
considerando al respec vo Gerente y sus relacionados.

En todo caso todas las operaciones de crédito que se celebren con las personas indicadas deben ajustarse
a condiciones de mercado.

 Polí ca de Acceso no discriminatorio a Productos de Crédito para Personas Naturales.


El obje vo de esta Polí ca es establecer lineamientos que permitan asegurar que Banco de Chile y Filiales
en sus dis ntos procesos de promoción, venta y evaluación de productos de crédito, no realiza
discriminación arbitraria con sus clientes. Banco de Chile no discrimina el acceso a productos de crédito
de forma arbitraria en relación con las siguientes condiciones: Raza, Religión, Sexo, Nacionalidad, Estado
Civil, Edad y Discapacidad.

De ningún modo podrá entenderse como una discriminación arbitraria aquellas ofertas de productos o
servicios que se orienten a determinados segmentos del mercado y que se fundamenten en razones de

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riesgo-retorno, rentabilidad, profundización de mercado, alianzas estratégicas u otros de similar


naturaleza.

 Prevención de Lavado de Ac vos y Financiamiento del Terrorismo.


El Directorio del Banco de Chile aprobó una Polí ca de Prevención de Lavado de Ac vos y Financiamiento
del Terrorismo cuyo obje vo principal es establecer los estándares mínimos para proteger y asegurar
razonablemente que el Banco de Chile no sea u lizado como medio a través del cual ingresen ac vos o
fondos de fuente ilegal o des nados a promover o financiar ac vidades terroristas.

Esta polí ca dispone la existencia de un Comité de Prevención de Lavado de Ac vos y un Gerente de


Cumplimiento, quienes deben promover la estricta adhesión del Banco y sus integrantes a los lineamientos
de la misma.

 Prevención de Prác cas Contrarias a la Probidad.


El Directorio del Banco de Chile aprobó una Polí ca de Prevención de Prác cas Contrarias a la Probidad,
cuyo obje vo es establecer lineamientos que permitan asegurar el cumplimiento de la norma va vigente
referente a los aportes o beneficios que se entreguen a funcionarios públicos o funcionarios
internacionales, con el objeto de evitar la posibilidad de que alguna de estas conductas pueda ser contraria
a la probidad estatal o considerada un intento de soborno o cohecho.
La referida polí ca ene como base la norma va vigente en materia penal y las disposiciones que sobre
el par cular contempla el Código de Conducta de Banco de Chile.

 Prohibición de Efectuar Ventas Atadas.


La Polí ca aprobada por el Directorio prohíbe las ventas atadas para determinados productos de
conformidad a la ley y regulaciones aplicables, incluyendo seguros, como asimismo vela para que los
clientes sean informados de sus derechos en esta materia al contratar uno o más productos que ofrezca
el Banco o sus filiales.

 Riesgo Operacional.
Para la Corporación Banco de Chile la Ges ón de Riesgo Operacional está estrechamente ligada a los
obje vos estratégicos y prioridades del Banco.

Como consecuencia de ello, el Banco de Chile ha asumido un estricto compromiso de cumplimiento a la


legislación vigente y a las normas emi das por la Comisión para el Mercado Financiero.

Esta polí ca de Riesgo Operacional incorpora además las exigencias de la Securi es and Exchange
Comisión (SEC), detalladas en la Ley Sarbanes Oxley Act, específicamente aquellas sobre cumplimiento del
proceso de cer ficación anual del control interno. De acuerdo con esto, el Riesgo Operacional en el Banco
de Chile y Filiales, es administrado y ges onado como una categoría dis nta de Riesgo, independiente del
Riesgo de Crédito y Riesgo de Mercado.

 Polí ca de Seguridad de la Información y Ciberseguridad.


El Banco procesa y almacena gran can dad de información confidencial propia y de sus clientes que
requieren un adecuado nivel de protección.

En este sen do, el Banco reconoce a la información como uno de sus ac vos crí cos para alcanzar sus
obje vos estratégicos, opera vos y de cumplimiento norma vo. El obje vo de la Polí ca es establecer los
lineamientos referentes a la responsabilidad, protección, resguardo y ges ón de los riesgos de seguridad
de la información y ciberseguridad, considerando elementos de procesamiento, soporte, almacenamiento
y transmisión de información en sus dis ntos formatos y medios.

 Polí ca de Con nuidad de Negocios.

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La Polí ca de Con nuidad de Negocios aprobada por el Directorio establece los principales lineamientos
y estrategias del Programa con el objeto de dar con nuidad aceptable a las operaciones crí cas del
negocio ante con ngencias, acotando los efectos que éstas enen sobre el desempeño del negocio, los
empleados, clientes y accionistas, ante un evento o catástrofe mayor.

En función de esta polí ca el Banco ha definido roles y responsabilidades, cuya finalidad es iden ficar los
procesos y cri cidad de ellos, disponer de instancias estructuradas para el manejo de situaciones de crisis,
establecer pruebas que una vez efectuadas garan cen la Con nuidad de Negocios ante un evento
catastrófico, mantener actualizada la documentación y finalmente garan zar una difusión y
entrenamiento eficiente.

 Plan de Seguridad Tecnológica, Ciberseguridad.


En conformidad a las regulaciones vigentes, el Directorio ha aprobado un Plan de Seguridad Tecnológica,
que comprende, entre otras materias, la generación y disponibilidad de una base de incidentes; la
realización periódica de pruebas para detectar amenazas y eventuales vulnerabilidades; la definición,
caracterización e iden ficación de los principales ac vos de información, además de la ges ón de la
seguridad de esos ac vos expuestos a riesgos en el ciberespacio; como asimismo, el establecimiento de
una cultura de seguridad de la información. La estructura de Roles y Responsabilidades en Ciberseguridad
incluye tres líneas de defensa: Primera Línea:
(i) Área Tecnología con competencia en Desarrollo y Producción;
(ii) División Ciberseguridad con competencia en Arquitectura de Seguridad, Operación y Monitoreo y (iii)
Áreas de Negocio (comerciales, Riesgos, Operaciones, Administración y otras).

Estas Divisiones son responsables de los riesgos y su ges ón. Segunda Línea:
(i) División de Riesgo Crédito Minorista y Control Global de Riesgos con competencia en Polí cas y Normas
sobre Seguridad de la Información y Con nuidad del Negocio; Evaluación de Riesgos sobre Proyectos y
Ac vos; Seguimiento de Cumplimiento, Ges ón de Incidentes y Planes y Proyectos; y Pruebas
Independientes y
(ii) División de Ciberseguridad a través de su Gerencia de Riesgo Tecnológico. Tercera Línea: Auditoría
Interna a la que le corresponde el aseguramiento independiente, en el marco de su función propia. Es
responsabilidad del Comité Superior de Riesgo Operacional efectuar el seguimiento de los planes de
acción, cronogramas y obje vos propuestos en el Plan de Seguridad Tecnológica, debiendo informar
periódicamente al Comité de directores y Auditoría y al Directorio el estado de avance de su cumplimiento.

 Modelo de Prevención de Delitos


Ley 20.393 Banco de Chile, en virtud de la Ley 20.393 sobre la Responsabilidad Penal de las Personas
Jurídicas, ha adoptado e implementado un modelo de organización, administración y supervisión
des nado a prevenir los delitos de lavado de ac vos, financiamiento del terrorismo, cohecho a
funcionarios públicos nacionales o extranjeros, receptación, corrupción entre par culares, negociación
incompa ble, apropiación indebida, administración desleal, la obtención fraudulenta de complementos,
prestaciones y/o beneficios del seguro de desempleo y la inobservancia del aislamiento u otra medida
preven va dispuesta por la autoridad sanitaria en caso de epidemia o pandemia, así como cualquier otro
delito que en el futuro sea incorporado a éste.

El Modelo de Prevención de Delitos del Banco ene por objeto describir la metodología, instancias
corpora vas y principales elementos establecidos para prevenir los delitos contenidos en él, así como
también determinar los criterios de comportamiento que deben seguir los miembros de la Corporación
con el fin de dar cumplimiento a las disposiciones de la citada norma.

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El referido modelo aplica a todos los trabajadores del Banco de Chile y, en par cular, a sus directores,
Gerente General, Ejecu vos Principales y a todos aquellos que desempeñen un rol de administración y
supervisión.
 Polí ca de Sostenibilidad
El Directorio del Banco de Chile aprobó la Polí ca de Sostenibilidad con el fin de incorporar la ges ón de
los criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) dentro del desarrollo de diversas inicia vas de la
organización.

Para Banco de Chile el crecimiento rentable y sostenible es uno de los pilares fundamentales de la
organización, por lo que la ges ón de la sostenibilidad se basa tanto en el impacto directo de nuestra
operación como en el indirecto de su ac vidad.

Es en este contexto que Banco de Chile ha fortalecido su Estrategia en Sostenibilidad, con la incorporación
de la ges ón de los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). Banco de Chile en ende que la
sostenibilidad se basa en la creación de valor para todos sus grupos de interés. Es por ello que ha asumido,
de forma voluntaria, compromisos sociales y medioambientales que van más allá de las obligaciones
legales y que impactan a los colaboradores, proveedores, accionistas, clientes e inversionistas

 Polí ca de Sostenibilidad Ambiental


El desarrollo sostenible es una prioridad para Banco de Chile, y, en especial, el impacto sobre el medio
ambiente, a través del consumo de recursos naturales en forma directa o indirecta. Las ins tuciones
financieras en general, y los bancos en par cular, enen un rol clave como dinamizadores del sistema
económico y buscan contribuir e impactar en la calidad de vida de las personas, abordando por medio de
productos y servicios las dis ntas necesidades y obje vos de la sociedad.

El propósito de la polí ca de sostenibilidad ambiental es instar a reducir el impacto sobre el medio


ambiente, contribuyendo a la estabilidad financiera y al logro de los compromisos del país en la materia.

 Polí ca Inclusión, No Discriminación y Diversidad


El Directorio de Banco de Chile aprobó la Polí ca de inclusión, no discriminación y diversidad con el fin de
promover ac vamente el compromiso del banco en esta materia, definir el marco conceptual y delinear
acciones para la construcción de una cultura organizacional inclusiva, sin discriminación y diversa,
estableciendo principios y prioridades para los próximos tres años.

Junto con promover el desarrollo del país y de las personas; y alineado con los valores corpora vos de
respeto, integridad, compromiso, responsabilidad y jus cia, Banco de Chile busca promover e impulsar un
ambiente laboral de respeto a la diversidad, sobre la base de los deberes y derechos, para la igualdad de
oportunidades y par cipación de todos los colaboradores de Banco de Chile.

Las Polí cas y Procedimientos aprobados por el Directorio consideran la debida protección de los intereses
de clientes, accionistas y público en general, y los riesgos de diversa naturaleza a los que el Banco y sus
filiales están expuestos, entre ellos el riesgo reputacional

PERU: LILIAN ROCCA CARBAJAL:


Antecedentes:
A principios de los noventa se suscitó una fuerte presión para fortalecer las prác cas de buen gobierno
corpora vo en el mundo, debido a que los inversionistas demandaban una mayor par cipación en los
órganos administra vos de las sociedades. Sin embargo, el gobierno corpora vo pasó a tener singular

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importancia a raíz de la crisis asiá ca de fines del siglo pasado, resultado de lo cual se generaron nuevos
enfoques e instrumentos de gobierno corpora vo.

En este contexto, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, OECD por sus
siglas en inglés) emi ó su primera declaración de principios en 1999, apoyada en los avances de la teoría
económica acerca de los problemas de agencia y de asimetrías de información. Estos principios, tal como
señala la OCDE, son de naturaleza evolu va y deben ser revisados considerando los cambios que se
registren en el contexto empresarial.

Asimismo, este organismo destaca que para que las sociedades se mantengan compe vas en un mundo
cambiante, estas deben innovar y adaptar sus prác cas de gobierno corpora vo a fin de sa sfacer las
nuevas demandas y aprovechar las oportunidades que se le presentan. Esta declaración de principios fue
revisada y actualizada en el año 2004.

Por su parte, y siguiendo esta corriente, CAF-Banco de Desarrollo de América La na emi ó sus primeros
lineamientos en el año 2004, los cuales han sido objeto de actualización en el 2013.

La adopción de prác cas de buen gobierno corpora vo por parte de las sociedades, promueve un clima
de respeto a los derechos de los accionistas y de los inversionistas en general; contribuye a generar valor,
solidez y eficiencia en las sociedades; trae consigo una mejor administración de los riesgos a los cuales se
encuentran expuestas; facilita el acceso al mercado de capitales; lleva a una reducción del costo de capital,
así como a un mayor y mejor acceso a fuentes de financiamiento y de inversión a largo plazo; entre otras
ventajas.

Asimismo, la experiencia ha demostrado que en la medida que exista mayor transparencia e información,
mayor es la confianza que desarrollan los inversionistas en los mercados. Las prác cas de buen gobierno
corpora vo ayudan a mi gar las fallas que existen en los mercados financieros por la asimetría de
información.

Reconociendo la importancia que para el desarrollo del mercado de capitales ene la promoción de una
mayor transparencia empresarial, así como las ventajas descritas de contar con buenas prác cas de
gobierno corpora vo, en el año 2002 se conformó un comité integrado por ocho en dades del sector
público y del sector privado, presidido por la entonces Comisión Nacional Supervisora de Empresas y
Valores (CONASEV), hoy Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), con la finalidad de establecer
principios de buen gobierno corpora vo aplicables a las sociedades peruanas.

Como resultado de este esfuerzo conjunto, en julio de 2002 se emi ó el documento Principios de Buen
Gobierno para las Sociedades Peruanas, el cual tomó como base los Principios para el Gobierno de las
Sociedades emi dos por la OCDE; considerando las caracterís cas par culares de las sociedades
peruanas, su estructura accionaria y el marco legal en que se desarrollaban.

Dichos principios abarcaron, entre otros temas relevantes, aspectos referidos a los derechos y tratamiento
equita vo de los accionistas, la función de los grupos de interés en el gobierno de las sociedades, la
comunicación y transparencia informa va, y las responsabilidades del Directorio, cons tuyéndose de este
modo en un referente importante de buenas prác cas para las sociedades peruanas, sobre todo para
aquellas cuyos valores son objeto de oferta pública en el mercado de valores.

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En línea con la emisión del mencionado documento y siguiendo las tendencias a nivel internacional, el
entonces CONASEV asumió el reto de exigir a las sociedades cuyos valores fueran objeto de oferta pública
la obligación de revelar el grado de adhesión a dichos principios, a través de sus respec vas memorias
anuales y en los prospectos informa vos.

A más de 10 años de haber sido emi dos los Principios de Buen Gobierno para las Sociedades Peruanas,
se ha visto la necesidad de realizar su revisión integral, teniendo en cuenta el desarrollo del marco
norma vo legal que rige el mercado de valores, las carencias y debilidades que se han puesto de
manifiesto en la reciente crisis internacional en cuanto a la transparencia de la información y control
interno de las sociedades, y los avances en temas de buen gobierno corpora vo desarrollados por la CAF
y la OCDE.
En esta orientación, el 23 de febrero de 2012 se instauró el Comité de Actualización de Principios de Buen
Gobierno para las Sociedades Peruanas, el cual estuvo integrado por 14 ins tuciones y gremios
empresariales representa vos del mercado de valores peruano y del sector empresarial del país
mencionados anteriormente, los cuales, bajo la presidencia de la SMV y con el apoyo financiero de la CAF,
han desarrollado el nuevo Código de Buen Gobierno Corpora vo para las Sociedades Peruanas.

El Código se orienta a brindar una versión actualizada que recoja los mejores estándares de buen gobierno
corpora vo iden ficados a nivel global y local, aplicables a la realidad peruana, poniendo especial énfasis
en los nuevos avances experimentados en este campo, en especial en la dinámica de la Junta General de
Accionistas (propiedad), el Directorio (administración) y la Alta Gerencia (ges ón ordinaria), así como en
la implementación de una adecuada ges ón de riesgos; todo ello con el objeto de propiciar que se
establezcan controles recíprocos y que las sociedades funcionen de manera eficiente.

Estructura: El nuevo Código presenta una estructura renovada, acorde con las necesidades y
caracterís cas propias del mercado de valores peruano y, en par cular, de las sociedades peruanas.

En su desarrollo, aborda aspectos vinculados con la ges ón corpora va y recoge los aportes de las
en dades del sector público y privado que integraron el Comité encargado de su redacción. Así, mediante
este documento se espera contribuir a impulsar la implementación de mejores prác cas de buen gobierno
por parte de las sociedades peruanas.

El Código de Buen Gobierno Corpora vo para las Sociedades Peruanas se encuentra dividido en cinco
pilares:
a. Derechos de los accionistas;
b. Junta General de Accionistas;
c. El Directorio y la Alta Gerencia;
d. Riesgo y cumplimiento; y
e. Transparencia de la información.
Asimismo, se han incluido dos anexos de principios complementarios, uno para las Empresas del Estado
(EPE) y el otro para las empresas familiares, reconociendo con ello su relevancia en el quehacer económico
del país, sobre todo teniendo presente que algunas de tales empresas enen sus valores inscritos en el
Registro Público del Mercado de Valores de la SMV. Por tanto, se debe subrayar que estos anexos no
cons tuyen códigos especializados e integrales para tales pos de empresas, sino consideraciones
adicionales que deben tener en cuenta en razón de sus caracterís cas y condiciones par culares.

Es importante precisar que el Código de Buen Gobierno Corpora vo para las Sociedades Peruanas no
abarca aspectos como la Responsabilidad Social Corpora va para la ges ón de las relaciones con los
grupos de interés, sin que ello implique que no se reconozca su importancia para la sostenibilidad de las
sociedades y del mercado en general.

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El Código de Buen Gobierno Corpora vo para las Sociedades Peruanas persigue el obje vo de contribuir
a generar una verdadera cultura de gobierno corpora vo en el Perú, que mejore la percepción de las
sociedades anónimas por parte de los inversionistas, promueva el desarrollo empresarial, y coadyuve a la
generación de valor en la economía peruana. Par endo de esta premisa, y en la misma línea que los
Principios de Buen Gobierno para las Sociedades Peruanas, se reconoce que la adopción del Código de
Buen Gobierno Corpora vo para las Sociedades Peruanas es voluntaria.

La sociedad que los asuma debe ser capaz de demostrar su adhesión documentadamente, mediante los
mecanismos o documentos societarios, tales como estatutos, reglamentos, polí cas o norma vas internas
que mantenga vigente, así como su efec va aplicación en línea con el principio “cumple o explica”,
reconocido internacionalmente.

Estos principios son una guía para todas las sociedades anónimas del país, sobre todo para aquellas con
valores inscritos en el Registro Público del Mercado de Valores. Se espera que su implementación
voluntaria, reflejo de su clara capacidad de autodeterminación y autorregulación, revierta en su
compe vidad y sostenibilidad.

La adhesión a dichos principios y su revelación por parte de las sociedades se cons tuirá, a su vez, en un
referente que los diferentes grupos de interés valorarán, y que contribuirá a su posicionamiento en los
mercados de capitales del país y del exterior.
Es importante tener presente que estos principios reconocen prác cas que suman a las obligaciones
emanadas de la norma va vigente. Asimismo, las definiciones contenidas en la Ley de Mercado de Valores
y en la reglamentación emi da por la SMV aplican, en lo per nente, a los principios contenidos en el
Código.

Pilar I: Derechos de los accionistas


Principio 1: Paridad de trato
La sociedad reconoce en su actuación un trato igualitario a los accionistas de la misma clase y que
man enen las mismas condiciones, lo que en ningún caso supone la entrega de información privilegiada
a un grupo de accionistas en detrimento del resto de accionistas.

La sociedad no promueve la existencia de clases de acciones sin derecho a voto. Cuando existan valores
con derechos patrimoniales dis ntos de las acciones ordinarias, la sociedad promueve y ejecuta una
polí ca de redención o canje voluntario de dichos valores por acciones ordinarias.

Principio 2: Par cipación de los accionistas Los accionistas, según la naturaleza de las acciones que
posean, enen derecho a par cipar y votar en las Juntas Generales de Accionistas.

La sociedad establece claramente en sus documentos societarios el método y el responsable del registro
de los derechos de propiedad accionaria, velando en par cular porque la matrícula de acciones sea
administrada de forma segura y confiable, y se mantenga permanentemente actualizada.

Principio 3: No dilución en la par cipación en el capital social Las propuestas del Directorio referidas a
operaciones corpora vas que puedan afectar el derecho de no dilución de los accionistas (i.e, fusiones,
escisiones, ampliaciones de capital, entre otras) son explicadas previamente por dicho órgano en un
informe detallado que cuenta con la opinión independiente de un asesor externo de reconocida solvencia
profesional nombrado por el Directorio, preferentemente con el voto favorable de los directores

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independientes, los cuales expresan en forma clara la aceptación total o parcial del referido informe y
sustentan, de ser el caso, las razones de su disconformidad. Los informes son puestos a disposición de los
accionistas oportunamente.

Principio 4: Información y comunicación a los accionistas


Los accionistas enen derecho a recibir y requerir información oportuna, confiable y veraz que les permita
velar adecuadamente por sus derechos, incluyendo mecanismos de acceso permanente para expresar su
opinión sobre el desarrollo de la sociedad.

La sociedad determina los responsables y medios por los cuales oportunamente informa y absuelve los
requerimientos de información de los accionistas, tales como páginas web corpora vas, oficina de relación
con inversionistas, reuniones informa vas, entre otros.

La sociedad comunica y pone a disposición de los accionistas la información relacionada con la Junta
General de Accionistas, y otra información complementaria que ayude a los accionistas en su toma de
decisiones.
Los accionistas, cuando corresponda, solicitan informes adicionales o aclaraciones acerca de los puntos a
tratar en la Junta General de Accionistas.

Los accionistas son informados acerca de las reglas para alcanzar el quórum, así como acerca de las
situaciones que requieren de un quórum calificado.

Principio 5: Par cipación en dividendos de la sociedad La sociedad cuenta con una polí ca de dividendos
que establece expresamente los criterios de distribución de u lidades, la cual se difunde entre los
accionistas, u lizando entre otros medios, su página web corpora va. Dicha polí ca de dividendos se
encuentra sujeta a evaluaciones de periodicidad definida que verifican su ejecución.

Principio 6: Cambio o toma de control:


La sociedad man ene polí cas o acuerdos de no adopción de mecanismos an –absorción.
En los casos de ofertas públicas de adquisición (OPA) de acciones de la sociedad, esta man ene polí cas
que reconocen y posibilitan que los accionistas par cipen en la prima que se pague por adquirir el control
de la sociedad.

Principio 7: Arbitraje para solución de controversias


El estatuto de la sociedad incluye un convenio arbitral que reconoce que se somete a arbitraje de derecho
cualquier disputa entre accionistas, o entre accionistas y el Directorio; así como la impugnación de
acuerdos de Junta General de Accionistas y de Directorio por parte de los accionistas de la sociedad. Dicha
cláusula facilita que un tercero independiente resuelva las controversias, salvo el caso de reserva legal
expresa ante la jus cia ordinaria.

Pilar II: Junta General de Accionistas.

Principio 8: Función y competencia La Junta General de Accionistas


es el órgano soberano y supremo de la sociedad. El estatuto reconoce y atribuye con claridad las funciones
de la Junta General de Accionistas en el gobierno de la sociedad y en el control de los administradores.
Son funciones exclusivas e indelegables de la Junta General de Accionistas la aprobación de la polí ca de
retribución del Directorio, la aprobación de los estados financieros y el nombramiento de los miembros
del Directorio.

Principio 9: Reglamento de Junta General de Accionistas


Las condiciones y procedimientos relacionados con la par cipación y el ejercicio de los derechos de los
accionistas, así como los procedimientos para el nombramiento de los miembros del Directorio se

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especifican en el Reglamento de la Junta General de Accionistas, el que ene carácter vinculante y su


incumplimiento conlleva responsabilidad.

Principio 10: Mecanismos de convocatoria


La sociedad establece mecanismos de convocatoria que permiten establecer contacto con los accionistas,
par cularmente con aquellos que no enen par cipación en el control o ges ón de la sociedad.

Entre estos mecanismos se encuentran los comunicados o avisos públicos, correos electrónicos, página
web corpora va y, cuando sea posible, las comunicaciones individualizadas.

Complementariamente al aviso de convocatoria en el que se da a conocer los puntos de agenda, así como
el lugar y hora de celebración de la Junta General de Accionistas, la sociedad pone a disposición de los
accionistas toda la información rela va a los puntos contenidos en la agenda de la Junta General de
Accionistas y las propuestas de los acuerdos que se plantean adoptar.

Principio 11: Propuestas de puntos de agenda Las sociedades:


incluyen en su Reglamento de Junta General de Accionistas mecanismos que permiten a los accionistas
ejercer el derecho de formular propuestas de puntos de agenda a discu r en la Junta General de
Accionistas.

Los procedimientos para aceptar o denegar tales propuestas se establecen y delimitan en el Reglamento
de Junta General de Accionistas. Las propuestas que formulen los accionistas deben ser claras y precisas
para que puedan ser evaluadas. En caso dichas propuestas sean denegadas, se informa a los accionistas
que las propusieron el sustento de tal denegatoria.

Principio 12: Procedimientos para el ejercicio del voto La sociedad define procedimientos para el ejercicio
del voto, de forma tal que resulten accesibles y simples a los accionistas.

La sociedad ene habilitados los mecanismos que permiten al accionista el ejercicio del voto a distancia
por medios seguros, electrónicos o postales, y que garan cen que la persona que emite el voto es
efec vamente el accionista.

Los documentos societarios especifican con claridad que los accionistas pueden votar separadamente
aquellos asuntos que sean sustancialmente independientes, de tal forma que puedan ejercer de manera
separada sus preferencias de votos, en par cular, en el nombramiento o la ra ficación de los directores,
el voto individual por cada uno de ellos y, en la modificación de los estatutos, por cada ar culo o grupo de
ar culos que sean sustancialmente independientes.

Las sociedades permiten, a quienes actúan por cuenta de varios accionistas, emi r votos diferenciados
por cada accionista, de manera que cumplan con las instrucciones de cada representado.

Principio 13: Delegación de voto La sociedad no limita el derecho del accionista a delegar su voto. La
sociedad cuenta con procedimientos en los que se detallan las condiciones, los medios y las formalidades
a cumplir en las situaciones de delegación de voto y pone a disposición de los accionistas un modelo de
carta de representación.

En dicho documento se incluyen los datos de los representantes, los temas para los que el accionista
delega su voto y, de ser el caso, el sen do de su voto para cada una de las propuestas. Cuando la
delegación es efectuada a un miembro del Directorio o de la Alta Gerencia de la sociedad, el accionista
deja claramente establecido el sen do de su voto; sin embargo, el representante no podrá ejercer el
derecho de voto correspondiente a las acciones representadas en aquellos puntos de la agenda en los que
se encuentre en conflicto de interés.

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La sociedad establece límites para la delegación de votos cuando se trata de miembros del Directorio o de
la Alta Gerencia.

Principio 14: Seguimiento de acuerdos de Junta General de Accionistas La sociedad, a través de un área o
funcionario responsable, realiza el seguimiento de los acuerdos adoptados por la Junta General de
Accionistas y emite reportes periódicos al Directorio. Los reportes se encuentran a disposición de los
accionistas.

Pilar III: El Directorio y la Alta Gerencia.

Principio 15: Conformación del Directorio La sociedad cuenta con un Directorio compuesto por un número
de miembros que sea suficiente para un desempeño eficaz y par cipa vo, y que posibilite la conformación
de los comités especiales que resulten necesarios.

Está conformado por personas con diferentes especialidades y competencias, con pres gio, é ca,
independencia económica, disponibilidad suficiente y otras cualidades relevantes para la sociedad, de
manera que haya pluralidad de enfoques y opiniones.

El número mínimo y máximo de directores está contenido en el estatuto. La sociedad evita la designación
de directores suplentes o alternos, especialmente por razones de quórum La sociedad divulga los nombres
de los directores, su calidad de independiente o no y sus hojas de vida, e informa acerca de los demás
Directorios que integran los directores de la sociedad.

Principio 16: Funciones del Directorio


El Directorio ene como función aprobar y dirigir la estrategia corpora va de la sociedad; establecer
obje vos, metas y planes de acción, incluidos los presupuestos anuales y los planes de negocios; controlar
y supervisar la ges ón; así como encargarse del gobierno y administración de la sociedad.

Es función del Directorio supervisar las prác cas de buen gobierno corpora vo y establecer las polí cas y
medidas necesarias para su mejor aplicación.

Principio 17: Deberes y derechos de los miembros del Directorio


Los directores deben llevar a cabo sus labores con buena fe, diligencia, elevados estándares de é ca,
cuidado y reserva debidos, actuando siempre con lealtad y en interés de la sociedad.

En su desempeño, el Directorio, como órgano, actúa con unidad de criterio y los directores ejercen sus
funciones con independencia de criterio.

Los miembros del Directorio enen derecho a solicitar al Directorio el apoyo o aporte de expertos, a
par cipar en programas de inducción sobre sus facultades y responsabilidades, a ser informados
oportunamente sobre la estructura organiza va de la sociedad, así como a percibir una retribución por la
labor efectuada.

La retribución a los directores combina el reconocimiento a la experiencia profesional y la dedicación hacia


la sociedad, con criterio de racionalidad.

Principio 18: Reglamento de Directorio La sociedad cuenta con un Reglamento de Directorio que con ene
las polí cas y procedimientos para su funcionamiento, su estructura organiza va, así como las funciones
y responsabilidades del presidente del Directorio.

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Tiene carácter vinculante y su incumplimiento conlleva responsabilidad. El Reglamento de Directorio


incluye procedimientos formales y transparentes para la iden ficación, evaluación y nominación de
candidatos, los casos de vacancia y cese, y la sucesión de los directores.

Este Reglamento establece que el Comité de Nombramientos y Retribuciones se encarga de nominar a los
candidatos a miembro del Directorio, que son propuestos ante la Junta General de Accionistas por el
Directorio.

Principio 19: directores independientes


El Directorio, en el marco de sus facultades para proponer el nombramiento de directores, promueve que
al menos un tercio del Directorio esté cons tuido por directores independientes.

Los directores independientes son aquellos seleccionados por su trayectoria profesional, honorabilidad,
suficiencia e independencia económica y desvinculación con la sociedad, sus accionistas o direc vos.
El director independiente propuesto declara su condición de independiente ante la sociedad, sus
accionistas y direc vos.
Del mismo modo, el Directorio declara que el candidato es independiente, no solo sobre la base de sus
declaraciones sino de las indagaciones que ha realizado.

Principio 20: Opera vidad del Directorio


El Directorio cuenta con un plan de trabajo que contribuye a la eficiencia de sus funciones. El número y la
programación de las sesiones ordinarias permiten cumplir adecuadamente con dicho plan de trabajo y
efectuar el debido seguimiento del desempeño de la sociedad en sus aspectos relevantes.

La sociedad brinda a sus directores los canales y procedimientos necesarios para que puedan par cipar
eficazmente en las sesiones de Directorio, inclusive de manera no presencial.

El presidente del Directorio vela para que los directores reciban información suficiente previamente a las
sesiones.
El Directorio evalúa regularmente y de manera obje va, al menos una vez al año, su desempeño como
órgano colegiado y el de sus miembros.

Es recomendable que en dicha evaluación se alterne la metodología de la autoevaluación con la evaluación


realizada por asesores externos.

Principio 21: Comités especiales


El Directorio de la sociedad conforma, entre sus miembros, comités especiales que se enfocan en el
análisis de aquellos aspectos más relevantes para el desempeño de la sociedad, tales como auditoría,
nombramientos y retribuciones, riesgos, gobierno corpora vo, entre otros.

El número de comités que se instauren depende de la dimensión de la sociedad y la naturaleza de sus


negocios, contando como mínimo con un Comité de Nombramientos y Retribuciones, y un Comité de
Auditoría.
Los comités especiales están liderados por directores independientes. La sociedad asigna a los comités
especiales un presupuesto que les permite decidir sobre la eventual contratación de asesores externos
cuando lo consideren necesario para el desempeño de sus funciones.

El Directorio aprueba los reglamentos que rigen a cada uno de los comités especiales que cons tuye.

Principio 22: Código de É ca y conflictos de interés

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La sociedad cuenta con un Código de É ca que es exigible a sus directores, gerentes, funcionarios y demás
colaboradores de la sociedad, el cual comprende criterios é cos y de responsabilidad profesional,
incluyendo el manejo de potenciales casos de conflictos de interés.

La sociedad adopta medidas para prevenir, detectar, manejar y revelar conflictos de interés que puedan
presentarse. Los directores se abs enen de votar o par cipar en cues ones que podrían significarle un
conflicto de interés.

El Directorio es responsable de realizar seguimiento y control de los posibles conflictos de interés que
surjan en el Directorio. Los miembros del Directorio y la Alta Gerencia se encuentran prohibidos de recibir
préstamos de la sociedad o de cualquier empresa de su grupo económico, siempre que no se trate de una
ins tución financiera, a menos que cuenten con autorización previa del Directorio.

La sociedad designa a un responsable para el seguimiento del cumplimiento del Código de É ca, quien
lleva un ordenado registro de los incumplimientos de las disposiciones establecidas en dicho código y
responde directamente ante el gerente general.
El Directorio o la Gerencia General fomentan y aprueban programas de capacitación para el cumplimiento
del Código de É ca. La sociedad dispone de mecanismos que permiten efectuar denuncias
correspondientes a cualquier comportamiento ilegal o contrario a la é ca, garan zando la
confidencialidad del denunciante.

Cuando las denuncias estén relacionadas con aspectos contables o cuando la Gerencia General o la
Gerencia Financiera estén involucradas, dichas denuncias se presentan directamente al Comité de
Auditoría.

Principio 23: Operaciones con partes vinculadas


El Directorio establece polí cas y procedimientos para la valoración, aprobación y revelación de
determinadas operaciones entre la sociedad y partes vinculadas, incluyendo las operaciones intragrupo,
así como para conocer las relaciones comerciales o personales, directas o indirectas, que los directores
man enen entre ellos, con la sociedad, con sus proveedores o clientes, y otros grupos de interés.

En el caso de operaciones de especial relevancia o complejidad, se puede considerar la intervención de


asesores externos independientes para su valoración.

Principio 24: Funciones de la Alta Gerencia


Existe separación entre la administración o gobierno ejercido por el Directorio, la ges ón ordinaria a cargo
de la Alta Gerencia y el liderazgo del gerente general, mediante una polí ca clara de delimitación de
funciones. Las designaciones para los cargos de gerente general y presidente de Directorio recaen en
diferentes personas.

La Alta Gerencia cuenta con autonomía suficiente para el desarrollo de las funciones asignadas, dentro
del marco de polí cas y lineamientos definidos por el Directorio, y bajo su control.

La Alta Gerencia actúa según los mismos principios de diligencia, lealtad y reserva que man ene el
Directorio.
La Gerencia General es responsable del sistema de ges ón de riesgos, en caso que no exista una Gerencia
de Riesgos, así como de cumplir y hacer cumplir la polí ca de entrega de información oportuna al
Directorio y a sus directores para que estos adopten decisiones debidamente informadas y se mantengan
al tanto de los principales hechos que atañen a la sociedad.

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El Directorio evalúa, con periodicidad anual, el desempeño de la Gerencia General en función de


estándares bien definidos. El Comité de Nombramientos y Retribuciones aprueba el sistema de
remuneraciones e incen vos de la Alta Gerencia.

La remuneración de la Alta Gerencia ene un componente fijo y uno variable, que toman en consideración
los resultados de la sociedad, basados en una asunción prudente y responsable de riesgos, y el
cumplimiento de las metas trazadas en los planes respec vos.

Pilar IV: Riesgo y Cumplimiento

Principio 25: Entorno del sistema de ges ón de riesgos


El Directorio aprueba una polí ca de ges ón integral de riesgos de acuerdo con el tamaño y complejidad
de la sociedad; define los roles, responsabilidades y líneas de reporte que correspondan; y promueve una
cultura de riesgos al interior de la sociedad, desde el Directorio y la Alta Gerencia hasta los propios
colaboradores.

En el caso de grupos económicos, dicha polí ca alcanza a todas las empresas integrantes del grupo y
permite una visión global de los riesgos crí cos. La Gerencia General supervisa periódicamente los riesgos
a los que se encuentra expuesta la sociedad y los pone en conocimiento del Directorio. El sistema de
ges ón integral de riesgos permite la iden ficación, medición, administración, control y seguimiento de
riesgos.

El Directorio de la sociedad es responsable de la existencia de un sistema de control interno y externo, así


como de supervisar su eficacia e idoneidad. Para tal efecto, cons tuye un Comité de Auditoría.

Principio 26: Auditoría interna


El auditor interno realiza labores de auditoría en forma exclusiva, cuenta con autonomía, experiencia y
especialización en los temas bajo su evaluación, e independencia para el seguimiento y la evaluación de
la eficacia del sistema de ges ón de riesgos, debiendo observar los principios de diligencia, lealtad y
reserva que se exigen al Directorio y la Alta Gerencia.

Sus funciones incluyen la evaluación permanente de que toda la información financiera generada o
registrada por la sociedad sea válida y confiable, así como la verificación que la función de cumplimiento
norma vo sea ejercida eficazmente.

El auditor interno reporta directamente al Comité de Auditoría sobre sus planes, presupuesto, ac vidades,
avances, resultados obtenidos y acciones tomadas. El auditor interno depende organiza vamente del
Directorio, por lo que su nombramiento y cese corresponde al Directorio a propuesta del Comité de
Auditoría.

Principio 27: Auditores externos La auditoría externa financiera realiza evaluaciones sobre la efec vidad
y opera vidad del sistema de control interno, especialmente con el propósito de evaluar el riesgo de que
puedan exis r errores en la información financiera de la sociedad.

La Junta General de Accionistas, a propuesta del Directorio, designa a la sociedad de auditoría o al auditor
independiente, los que man enen una clara independencia con la sociedad.

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La sociedad man ene una polí ca de renovación de su auditor independiente o de su sociedad de


auditoría. El equipo de trabajo de la sociedad de auditoría rota como máximo cada cinco años, en caso
dicha polí ca establezca plazos de renovación mayores.

En caso de grupos económicos, es recomendable que el auditor externo sea el mismo para todo el grupo,
incluidas las filiales off-shore.
El Directorio podrá acordar la contratación de la sociedad de auditoría o el auditor independiente para la
realización de otros servicios diferentes de los de la propia auditoría de cuentas, lo que será informado a
la Junta General de Accionistas, incluyendo el porcentaje de la facturación que dichos servicios
representan sobre la facturación de la auditoría.

El Comité de Auditoría supervisa el trabajo de la sociedad de auditoría o el auditor independiente, así


como el cumplimiento de las normas de independencia legal y profesional.

Pilar V: Transparencia de la información


Principio 28: Polí ca de información
El Directorio establece en el documento societario respec vo una polí ca de información para los
accionistas, inversionistas, demás grupos de interés y el mercado en general, con la cual define de manera
formal, ordenada e integral los lineamientos, estándares y criterios que se aplicarán en el manejo,
recopilación, elaboración, clasificación, organización y/o distribución de la información que genera o
recibe la sociedad.

La polí ca de información abarca toda aquella que pudiera influir en las decisiones económicas de sus
usuarios, tales como los obje vos de la sociedad, la lista de los miembros del Directorio y de la Alta
Gerencia, la estructura accionaria, la descripción del grupo económico al que pertenece y los estados
financieros, entre otros.

El Directorio vela porque la información sea suficiente, veraz y entregada de manera oportuna y
equita va. La sociedad man ene una oficina de relación con inversionistas responsable de atender las
solicitudes de información, tanto de los accionistas como del público en general.

Del mismo modo, la información que se brinda está sujeta a supervisión por un área o instancia facultada
a este efecto dentro de la sociedad.
Principio 29: Estados financieros y memoria anual La sociedad elabora sus estados financieros ciñéndose
a las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), que emita el Consejo de Normas
Internacionales de Contabilidad (Interna onal Accoun ng Standards Board, IASB) y que
internacionalmente se encuentren vigentes.

El Directorio aprueba una vez al año la memoria anual de la sociedad, la cual brinda, entre otros aspectos,
opiniones u observaciones sobre su desempeño financiero, factores de riesgo relevantes, acontecimientos
significa vos para la sociedad, relaciones con partes vinculadas y los efectos de las disposiciones o
acuerdos de la Junta General de Accionistas.
Principio 30: Información sobre estructura accionaria y acuerdos entre los accionistas La sociedad revela
la estructura de propiedad, considerando las dis ntas clases de acciones y, de ser el caso, la par cipación
conjunta de un determinado grupo económico.

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La sociedad informa sobre los convenios o pactos entre accionistas, incluyendo casos en los que se podría
ejercer un control proporcionalmente superior al que deriva de la par cipación accionaria, así como
aquellos asociados a posibles cambios de las reglas internas o estatutarias de la sociedad.

Principio 31: Informe de gobierno corpora vo


La sociedad divulga los estándares adoptados en materia de gobierno corpora vo en un informe anual,
de cuyo contenido es responsable el Directorio, previo informe del Comité de Auditoría, del Comité de
Gobierno Corpora vo, o de un consultor externo, de ser el caso.

3.1.3. CODIGO DE BUEN GOBIERNO CORPORATIVO:

También es importante tener en cuenta que, el concepto de gobierno corpora vo se encuentra enmarcado
dentro de la é ca empresarial. La é ca empresarial cons tuye la é ca aplicada al ámbito organizacional,
que hace referencia a la calidad humana, a la excelencia de las personas y de sus acciones, en el marco de
su trabajo en las mismas.

Las prác cas de buena conducta empresarial se plasman en códigos de é ca, que contemplan el conjunto
de los valores que están establecidos en un mismo sistema o código con el fin de beneficiar a la empresa
en su conjunto.

Así pues, el gobierno corpora vo enmarcado dentro del área de la é ca empresarial queda definido como
el sistema por el cual las compañías son dirigidas y controladas, Cadbury (1992) y plasmado en los
denominados códigos de buen gobierno.

De esta manera el obje vo de todos los códigos de buen gobierno es proteger a los accionistas del poder
de los direc vos, así como, que exista un buen control de los primeros hacia estos úl mos, evitando los
problemas de agencia existentes entre los mismos.

En este contexto, es la teoría de la agencia la que estudia las relaciones entre accionistas y direc vos y los
conflictos de intereses subyacentes entre ambos. En la actualidad, existen diversos mecanismos de
control, tanto a nivel externo (mercado de bienes y servicios, mercado de capitales, mercado de trabajo
de los direc vos y mercado de control corpora vo) como interno (consejo de administración, diseño de
contratos de compensación, junta general de accionistas y estructura financiera).

Todos ellos enen como obje vo reducir los problemas de agencia existentes, tales como la obtención de
beneficios oportunistas e interesados por parte de los direc vos. Con el fin de conciliar los obje vos
comunes entre los accionistas (principal) y los direc vos (agentes), aparece la figura del consejo de
administración. Se trata de una en dad clave dentro de los mecanismos internos u lizados por las
compañías para controlar a sus ejecu vos (Dalton, Daily, Ellstrand y Johnson,1998).

Los direc vos pertenecientes a los consejos de administración poseerán un nivel de información acerca
de la composición y caracterís cas de dichos consejos en materia de gobierno corpora vo.

Dependiendo de una serie de caracterís cas del consejo, se determina un nivel de cultura de gobierno
corpora vo, en el cual, a mayor nivel de cultura corpora va, menores problemas de agencia entre los
accionistas y los direc vos de las empresas. De hecho, los problemas de agencia existentes en una
compañía pueden ser minimizados.

Por un lado, mediante el control de mecanismos internos como los rela vos a la composición del consejo
de administración (Baek, 2009) y, por el otro, favoreciendo la transparencia de las organizaciones, a través
de una emisión de información financiera-contable más adecuada a la realidad (Fernández-Rodríguez,
Gómez-Ansón y Cuervo-García, 2008).

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La emisión de códigos de buen gobierno por parte de los diferentes países mejora el nivel de cultura de
gobierno corpora vo por parte de las empresas (Za oni y Coumo, 2008), lo que favorece la obtención de
mejores resultados empresariales (Alix Valen , Luce y Mayfield, 2011).

Esto se consigue a través de recomendaciones de cumplir o explicar (comply or explain), que dictan
procedimientos que favorecen la revelación de mayor y mejor información para todos los agentes
implicados (Van den Berghe, 2002; Monks y Minow, 2004).

Con la obtención de mejores resultados, por un lado, e información más adecuada a la realidad de la
empresa por el otro, se logra la obtención del obje vo úl mo de las empresas de creación de valor. Las
normas é cas y disposiciones reglamentarias recogidas dentro de los informes de Gobierno Corpora vo
son esenciales para evitar tensiones entre direc vos y propietarios de las empresas.

Son los denominados problemas de agencia, desarrollados en la teoría de la agencia por Jensen y Meckling
(1976). Esta teoría fue ampliada posteriormente por, Tosi y Gomez-Mejia (1994). La teoría de la agencia
es la más u lizada hasta el momento para jus ficar las relaciones entre empresa y grupos de interés en la
misma (Hermalin, Weisbach, 2000) frente al resto de las teorías existentes (Jensen y Meckling 1976;
Eisenhardt, 1989).

El Gobierno Corpora vo queda plasmado a través de unos códigos par culares que desarrollan cada uno
de los diferentes países. Hasta el momento no ha sido posible la creación de un único código internacional,
que sea capaz de contemplar recomendaciones lo bastante generales para englobar las dis ntas polí cas
de Gobierno Corpora vo en las diferentes culturas.

ESTRUCTURA DEL GOBIERNO CORPORATIVO:

El Profesor Haro Sarango, A. dice que la estructura de Gobierno Corpora vo; Los escenarios empresariales
y el entorno son sumamente cambiantes y complejos, los cuales implican la necesidad de ser resilientes y
proac vos.

Las empresas siempre han sido parte esencial del desarrollo económico nacional, este siendo más
significa vo con el paso de los años, por lo cual, El presente trabajo se basa en la indagación del gobierno
corpora vo a nivel mundial y las estructuras más populares a nivel regional.

Asimismo, se procura indagar en revisiones de premisas teóricas y prác cas, por lo cual, se estra ficará en
diferentes secciones para explicar la idea en general, por úl mo, se propondrá una estructura en base a
los comentarios originados.

En cuanto a la Historia del Gobierno Corpora vo, la crisis y decadencia de Wall Street en el año de 1929,
se formuló como el primer hito para transparentar el manejo interno de una en dad, las bases o cimientos
en los cuales se asentaron el concepto de gobierno corpora vo se formularon a inicios de la década de los
30 (Trujillo, 2014).

Aunque los principios son claros, no fue hasta que Eells introdujera la terminología de un buen gobierno
corpora vo intentando vincular al gobierno societario (Portalanza, 2013).

Es verdad que no existe una definición exacta y única de esta rama, sin embargo, los autores con más
afluencia teórica en la misma destacan a Robert W. Vishny y Andrei Shlifer, quienes lo categorizaban como
el medio de retribución adecuada de los fondos financieros bajo la premisa de asegurabilidad de los
inversores (Jiménez, 2012).

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Por otra parte, Luigi Zingales lo tomaba como un conjunto de medidas, que enen por finalidad rec ficar
las problemá cas oriundas de la segregación entre propiedad (socios y accionistas) y CEO (administradores
ejecu vos), para con la misma asegurar una ges ón social efec va (Bebchuk & Roe, 2003).

Con respecto al Alcance del Gobierno Corpora vo, el aplica vo del Gobierno Corpora vo como ya se ha
enfa zado, busca fortalecer las relaciones internas y la imagen corpora va con sujetos externos, mediante
regulación.

El alcance según el estudio de Garde (2012) alude que las implicancias de este corpus se dan en tres
formas:

1. Sistema de incen vos: Proceso que busca evaluar determinadas acciones que generan valor económico
agregado a una en dad, en base a lo mencionado, el Gobierno corpora vo implica cambio en dicho
sistema y en el esfuerzo generado, por ende, limita el esfuerzo al aparatar tareas que compliquen no
cumplir con los obje vos, es decir, son mecanismos de control que permiten medir los beneficios
producidos.

2. Eficiencia de la negociación: al exis r disputas y opiniones dispersas entre accionistas, se hace


complicado controlar las acciones gerenciales. Otro causal, es la definición de polí cas ineficaces de
gobierno corpora vo, la consecuencia de dichos actos es, la discordia, la asimetría de la información, la
carencia de transparencia y la mala imagen corpora va.

Por lo tanto, con el control exis rá una polí ca adecuada de dividendos para evitar el perjuicio patrimonial
de los accionistas y su seguridad por el accionar administra vo. Haro-Sarango, A.
Estructura de Gobierno Corpora vo: un aplica vo… Revista cien fica en ciencias sociales, Vol.3. N.°2
diciembre, 2021: 111-121 114 3.

Adherencia al riesgo: la redistribución de los derechos de propiedad residual a los encargados de tomar
decisiones permite concentrar la toma de fallos en determinados sujetos por cierto poder y tamaño. En lo
referente a Modelos y estructuras de Gobierno Corpora vo: Modelo Norteamericano – EE. UU: En base
a los argumentos ejemplificados por Logan, Doyle, Walla, determina que los estatutos de una en dad
deben detallar cada cuanto se debe realizar una junta de la Asamblea de Accionistas.

Este argumento debe tener afinidad a los cumplimientos de la ley y adherido a la finalización del periodo
fiscal (Ste nius et al., 2005). Las empresas co zantes en E.E.U.U. enden a unificar las funciones del
presidente de la Junta con las del presidente ejecu vo en un solo sujeto, sugiere que las Juntas Direc vas
posean entre 8 a 16 integrantes (Betancourt & Cuervo, 2013).

El código norteamericano ejemplificado por Baker et al. (1988), Bebchuk y Fried (2004), Linck et al. (2008)
y Menon y Deahl (1994) subdividen la estructura de la siguiente forma: Ver gráfico 1. - Comité Gerencial:
ges ona y formula las estrategias empresariales.

- Comité de directores externos: sujetos que no poseen dependencia laboral a la en dad y que
generalmente discuten temas sobre el desempeño gerencial.

- Comité de compensación: sujetos independientes a la junta, el rol de estos es el diseño y planificación


de la remuneración de los direc vos.

- Comité de auditoría: integrantes en su generalidad independiente, su rol es la revisión y supervisión


contante de las ac vidades empresariales, entre sus funciones claves destaca, la evaluación de la
confiabilidad de los estados financieros y contables, control interno y emisión de reportes.

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- Comité de nominación o GC: su función es reclutar nuevos miembros en el caso de existencia de vacantes
en la junta, adicional a esto, su rol es evaluar la Junta y evaluar la junta y sus integrantes sistema Japonés:
Los consejos japoneses o también denominada asamblea de accionistas han estado por lo general
integrados por ejecu vos re rados de importantes stakeholders (partes interesadas) y miembros de
grandes grupos de accionistas en conjunto a los parámetros de Ahmadjian y Okumura, enfa zan que
el gobierno corpora vo japonés reitera su compromiso con mejorar la rentabilidad de la en dad en
el marco corpora vo de la ley de compañías debe precisar de los tres órganos: Propiedad u Órgano de
Gobierno; Órgano de Administración y Órgano de Fiscalización.

Así mismo se ene la Estructura de Gobierno Corpora vo: Junta General o Asamblea de Accionistas
(órgano superior de una en dad, organización o empresa; su principal función es el nombramiento de
auditores externos, aprobar polí cas remunera vas de la parte administra va y direc va, polí cas de
recompra de acciones, enajenación, arriendo y pignoración de ac vos.

Este eje estará regulado por un reglamento, en el cual enfa zará el control de decisión y responsabilidades)
y Directorio (encargado el direccionamiento estratégico de la en dad y su función administra va, su oficio
es ser el vínculo entre la gerencia y la propiedad, al mismo empo, su función busca orientar y supervisa
que se efectúe con el objeto social sin perder la sa sfacción de las partes interesadas en una visión de
sostenibilidad a largo plazo). El directorio tendrá criterio independiente y será nominado por la Junta.

El tamaño de este se establecerá en base a las necesidades, sin embargo, lo recomendable es manejar un
mínimo de cinco y máximo 11, con criterio impar en caso de decisiones que requiera disrup va.

Según lo dispuesto por la Superintendencia de Compañías Valores y Seguros (SUPERCIAS), mediante


las Normas Ecuatorianas para el Buen Gobierno Corpora vo, determina que existen 3 pos de
directorios: Directores Ejecu vos (administra vos de alto nivel pertenecientes a la en dad);
Directores No Ejecu vos (representantes de paquetes accionariales) y Directores Independientes (sujetos
sin ninguna relación con la en dad, su función es la de supervisar las acciones de los directores antes
mencionados, asimismo, son los encargados de establecer el paquete remunera vo de los mismos).

Modelo de Gobierno Corpora vo Ecuatoriano: La estructura ecuatoriana recae en la ges ón de la Junta


General o Asamblea de Accionistas, asimismo, son los encargados de estructurar el Directorio.

Es importante destacar que la conjunción de estos enfa za en el levantamiento de los obje vos
estratégicos, valores corpora vos, misión y visión de la en dad, los cuales deberán cumplir las
expecta vas que logren sa sfacer sus propósitos empresariales.

La estructura naturalizada del directorio empieza con el presidente del Directorio, el cual ene la
responsabilidad del funcionamiento del directorio, además, de promover el flujo de información; Por otra
parte, el secretario del Directorio, es llamado a actuar como consejero del presidente, además, funcionará
como intermediario.

Entre los diferentes ejes de especialización para el directorio encontramos al Comité de Auditoría, este eje
debe asegurar la transparencia de la información por y para la Junta, en la perspec va financiera, opera va
y de ges ón.

Por otra parte, el Comité de Nombramiento y Remuneración, tendrá la facultad de designar directores y
facultar sus remuneraciones, asimismo, esta en dad tendrá la vocación de convocar, inducir, capacitar,
apoyar y evaluar a los nuevos directores.

El Comité de Ges ón de Riesgos es el responsable de administrar el riesgo operacional en criterio del


alcance y la naturaleza en base a la ges ón, control y operacionalizad. En una estructura de administración

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mul direccional el Gobierno Familiar faculta la creación de la Asamblea Familiar, con el obje vo de
planificar el patrimonio y evitar conflictos familiares, el mismo eje posee la facultad de crear el Consejo de
la Familia el cual posee el rol de evaluación de una o varias ac vidades previamente designadas.

Los procesos administra vos enen mucho peso en el direccionamiento de una en dad, así como en
proceso de transformación; el gobierno corpora vo que nació de una problemá ca financiera-
administra va, la cual hizo que cientos de empresas quebrarán o perdieran valor económico en la bolsa
de valores.

Richard Eells enfa zó que su obje vo al acuñar este término radicaba en promover un vínculo con
la sociedad, mientras que los demás redundaban en el entorno económico (remuneración, fondos y
retribución) y al pasar los años los sesgos mencionados por Eells y Robert W. Vishny en conjunto con Andrei
Shlifer, son los que han tenido más acogida mientras que los autores de la actualidad transforman el
término y lo unifican, estableciendo al Gobierno Corpora vo como una autorregulación que busca no solo
fortalecer las relaciones internas y su imagen, sino también los incen vos y el riesgo.

Desde su nacimiento en los años 90, son múl ples las interpretaciones realizadas en E.E.U.U. Doyle,
Wallace y Colley determinan que su obje vo es la independencia de cargos, los japoneses con Chew y
Kester en 1992 a 1997 reiteran que la organización debe trabajar para mejorar la rentabilidad.

Asimismo, este modelo busca la especialización de su mesa agregando ejecu vos re rados de grandes
grupos de poder. No obstante, los chinos buscan una alineación al riesgo y auditoría en conjunto con la
transparencia hacia sus accionistas, los alemanes según Wender es similar a la premisa de los japoneses,
los cuales buscan a los mejores postulados para que direccionen la en dad.

Por úl mo, según la información del corpus evaluado, se determina que los modelos que enen mayores
caracterís cas en común con el ecuatoriano son el alemán y japonés, puesto que buscan alienar los
intereses de las partes interesadas en conjunto con la sostenibilidad a largo plazo. Declaración de autor:
El autor aprueba la versión final del ar culo.

Conflicto de interés: El autor declara no tener conflicto de interés. Financiación: Con financiación propia
Contribución del autor: Haro-Sarango Alexander: Par cipación importante en la idea del trabajo, diseño
de la inves gación, análisis y opinión, redacción del borrador y versión final.

La estructura de gobierno corpora vo especifica la distribución de derechos y responsabilidades entre los


diferentes par cipantes en la corporación, como la junta, los gerentes, los accionistas y otras partes
interesadas, y detalla las reglas y procedimientos para tomar decisiones sobre asuntos corpora vos
(Hebble y Ramaswamy, 2005).

Además, se pueden encontrar otras definiciones de GC en el cuerpo de la literatura existente. Por ejemplo,
GC es un sistema que ene como obje vo proporcionar control y dirección a las organizaciones como lo
describe Cadbury (1992); aportaron otra definición: GC es un proceso en el que los Financieros de una
organización esperan obtener un retorno de su inversión.

PRINCIPIOS DE GOBIERNO CORPORATIVO

Desde 1999 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) emi ó sus Principios
de Gobierno Corpora vo (OCDE, 2004). Estos se han conver do en documentos de referencia para
responsables de polí ca, inversionistas, corporaciones y otros grupos de interés (stakeholders) alrededor
del mundo, quienes han incrementado la agenda y proveen una guía especializada de buenas prác cas
para su implementación suscep ble de ser adaptada a las circunstancias par culares de cada país

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(miembros o no miembros de OCDE) o región, sea para inicia vas legisla vas y/o regulatorias en países
miembros y no miembros. Tales principios se pueden resumir con los siguientes postulados: OCDE, (2004)

• Proteger los derechos de los accionistas y asegurar un tratamiento equita vo para todos ellos
(minoritarios y extranjeros).

• Tener la oportunidad (todos los accionistas) de obtener una efec va reparación de daños por la
violación de sus derechos.

• Reconocer derechos de terceras partes interesadas y promover una cooperación ac va entre ellas
y las sociedades en la creación de riqueza, la generación de empleos y el logro de empresas financieras
sustentables.

• Ser informado adecuadamente y a empo de todos los asuntos relevantes de la empresa


(situación financiera, desempeño, tenencia accionaria y su administración).

• Contar con una guía estratégica de la compañía, el monitoreo efec vo de la dirección por el
Consejo de Administración (en adelante CA que en algunos países sería la misma JD) y sus
responsabilidades con sus accionistas.

En cuanto al primer principio mencionado antes, cuando la arquitectura del GC establece como punto
central la protección efec va de los intereses de los inversionistas externos a la empresa, estos estarán
dispuestos a pagar más por las acciones y bonos corpora vos, incen vando a las empresas a emi r estos
instrumentos para financiar nuevos proyectos (La Porta, et al., 2000).

Aquellos países que presentan un alto grado de protección a los accionistas observan mercados
accionarios con mayor valor, hay más empresas transadas y existe una mayor frecuencia de ofertas
iniciales de acciones (La Porta, et al., 1998). Debido a eso, el gobierno corpora vo también provee los
medios a través de los cuales la compañía establece sus obje vos, los mecanismos para alcanzarlos y el
monitoreo de su desempeño (González, 2002).

El GC no solo asegura el capital de los inversionistas, sino que cuando se aplica adecuadamente ofrece un
conjunto de condiciones que garan zan a todos los stakeholders que podrán recuperar su inversión, más
alguna remuneración por ella, sean propietarios o colaboradores (trabajadores) u otros actores (Lefort,
2003). En el caso de los cons tuyentes propietarios, también poder darle acceso al derecho de par cipar
en el control de la corporación

En la actualidad son más de ochenta y dos países los que han desarrollado y publicado recomendaciones
propias a las caracterís cas de su país. Además, los emisores son diferentes dependiendo de cada país, a
saber: de las bolsas de valores (cuando la inicia va proviene del órgano de gobierno del mercado de
valores: SEC, CNMV, etc.), del gobierno (cuando el emisor es el gobierno de la nación o uno de sus
ministerios: Informe Olivencia en España, por ejemplo), de asociaciones de consejeros (como es el caso
de la Japan Corporate Governance Commi ee), de asociaciones de direc vos (Ins tute of Directors -
Proudly en la República Sudafricana o Comissão de Valores Mobiliários en Brasil), de asociaciones de
profesionales (Hong Kong Society of Accountants) o de asociaciones de inversores (Investment and
Financial Services Associa on Limited - Blue Book en Australia).

Sin embargo, a pesar de todas estas norma vas internacionales, el problema de las crisis financieras no
ha cambiado su tendencia. ¿Qué es lo que falla?, ¿por qué otros países no dan ya el paso de conver r sus
códigos en leyes? Una de las posibles respuestas se encuentra en la tradición legal de cada país. Son
muchas las inves gaciones realizadas acerca de este tema. argumentan que los códigos de buen gobierno

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están condicionados por el entorno legal e ins tucional de cada país y por la protección legal de que gozan
los inversores y analizan sus diferencias (Taliento, 2007).

Se trata de otorgar una mejor protección a los inversionistas de las empresas en aquellas naciones donde
éstos gozan de menor cobertura legal. Los países enmarcados en el entorno de ley común u anglosajona
(common law countries) ofrecen una mejor protección legal que los países de tradición legal civil (code
law countries) (La Porta et al. 1998; La Porta et al. 2000).

Por este mo vo, estos úl mos recogen un mayor número de medidas de buen gobierno que los
correspondientes a los países de ley común (Za oni y Cuomo, 2008). Es evidente que los códigos
redactados más recientemente procuran una mayor cobertura de los inversores que los códigos pioneros.

TEORÍAS QUE ESTUDIAN EL GOBIERNO C0RPORATIVO

LA TEORÍA DE LA AGENCIA

En 1776, Adam Smith expuso el problema de agencia, haciendo notar que los administradores de dinero
ajeno no ponen el mismo cuidado que el propio dueño. Posteriormente en 1932, Berle y Means pusieron
de relieve la separación existente entre la propiedad y el control de la sociedad y sus consecuencias
(diversificación de la inversión, baja concentración de propiedad), así como los intereses divergentes entre
directores, gerentes e inversionistas propietarios.

En el mismo sen do, Jensen y Meckling (1976) definieron una relación de agencia y como el principal
puede limitar las divergencias con respecto de sus intereses estableciendo incen vos apropiados para el
agente. Los problemas de agencia se controlan por medio de sistemas de decisión (procesos de decisión)
que separan las decisiones de la ges ón (implementación y aplicación) y las decisiones de control
(ra ficación y seguimiento) en todos los niveles organizacionales (Fama y Jensen, 1983).

Esta teoría se centra en: asimetría de la información, selección adversa y oportunismo precontractual y el
riesgo moral o el oportunismo post contractual (Van-Slyke, 2006). Esta teoría es la más u lizada en la
inves gación del gobierno corpora vo y muestra un incremento con nuo (Huang y Ho, 2011).

El análisis inicial rela vo a la apertura de capital de la empresa emprendedora, en este modelo se originó
en un análisis de Jensen y Meckling (1976) que se centró en dos obje vos.

El primer obje vo fue proponer una teoría contractual de la empresa vista como un equipo de insumos
produc vos (Alchian y Demsetz, 1972), inspirado en la teoría de derechos de propiedad y centrándose en
el concepto de relación de agencia. El segundo obje vo fue ilustrar el poder explica vo de esta teoría con
respecto al problema de la estructura de capital de la empresa.

Al principio, Jensen y Meckling (1976) consideraron la empresa como un nexo de contratos, asociados la
empresa y a todo el grupo de contribuyentes de recursos (el equipo de insumos ...), su limitado obje vo
de explicar la estructura de capital los llevó a construir un modelo más simplificado teniendo en cuenta
sólo dos relaciones de agencia. El primero vinculó al gerente con los accionistas y el segundo vinculó a la
empresa (representada por el administradores y accionistas) a los acreedores financieros.

Este modelado inicial, que dio prioridad al análisis de la relación entre el gerente-empresario que abre su
capital y los nuevos accionistas que desempeñaban el papel de principal y el administrador el agente, cuyo
enfoque del accionista todavía domina la inves gación y las reflexiones norma vas en la actualidad.

La teoría ofrece una visión para explicar los fenómenos de gobierno corpora vo, par cularmente los
problemas del principio-agencia de conflictos entre los inversores externos y los gerentes y la expropiación
de accionistas minoritarios por los accionistas controladores (Eisenhard, 1989).

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Las principales contribuciones de la teoría de la agencia para pensar y reformar corpora vos gobernanza
son las ideas de riesgo, incer dumbre de resultados, incen vos y sistemas de información.

El estudio de conjeturas que aplica la teoría de la agencia a los temas del gobierno corpora vo sigue
aumentando, porque frecuentemente trata de explicar los eventos reales que ocurren en el mundo.

Finalmente, la teoría de la agencia representa uno de los intentos más serios de formulación de una teoría
de la empresa con carácter general en el marco de las relaciones sociales (Jensen y Meckling 1976).

Estos autores definen la relación de agencia como un contrato bajo el cual una o más personas (“principal”)
contratan a otra persona (“agente”) para realizar algún servicio en beneficio del principal, lo que supone
delegar sobre el agente la autoridad en la toma de decisiones.

El planteamiento que sustenta esta teoría lleva asociados los denominados costes de agencia: los
“agentes”, direc vos o gestores de las compañías, pueden estar tentados a actuar en su propio beneficio
y tomar decisiones de ges ón movidos por sus propios intereses.

En cualquier caso, la teoría de la agencia ha sido la más aplicada en las inves gaciones sobre gobierno
corpora vo (Tricker, 2009).

LA TEORÍA DE LA DEPENDENCIA DE RECURSOS

Para explicar el gobierno de las empresas, en algunos trabajos académicos también se u liza la teoría de
la dependencia de los recursos (Pfeffer y Salancik 1978). Esta teoría interpreta las organizaciones como
interdependientes con el contexto en el que se desenvuelven.

Las organizaciones van a depender, para asegurar su supervivencia, de los recursos y la información que
les proporcionen otras empresas y los agentes del contexto en el que se hallen inmersas. En estas
circunstancias, las organizaciones compiten con otras en dades que u lizan esos mismos recursos
escasos.

Dichas teorías se limitan a analizar las relaciones entre socios, direc vos profesionales, consejo rector y
entorno, estableciendo los aspectos más importantes del gobierno de las empresas, pero no enen en
cuenta otros grupos de interés como son los clientes, trabajadores, asociaciones empresariales, y/o
proveedores, entre otros. Surge así la teoría de los stakeholders (Freeman, 1984) que considera que las
organizaciones deben ser responsables ante un conjunto de grupos de interés en la empresa y no
preocuparse únicamente por los accionistas, ya que todos estos grupos pueden afectar a la consecución
de los obje vos de la organización y, por consiguiente, al logro del éxito empresarial.

es necesario aplicar la teoría de agencia. Esto se debe a que las divergencias existentes entre accionistas
y direc vos podrían reducirse mediante la existencia de consejos de administración más eficientes.

TEORÍA DEL SHAREHOLDER O STOCKHOLDER

Es Friedman (1962) en el libro Capitalismo y libertad, expresa que la única responsabilidad social de las
empresas es u lizar los recursos en el desarrollo de ac vidades que incrementen las ganancias,
obviamente dentro de las reglas de la libre empresa.

Las empresas no enen obligaciones morales o responsabilidades sociales con otros que no sean los
accionistas, se busca maximizar la ganancia para ellos.

En el enfoque de shareholder, se considera que los accionistas son los únicos con derecho a par cipar de
la renta creada por la empresa, por tanto, en este caso el valor creado queda medido por lo que estos
reciben.

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Este enfoque implica que el gobierno corpora vo se orienta a la relación entre los accionistas y los
direc vos que controlan y ges onan la creación de valor, y sólo los intereses de los accionistas se enen
en cuenta. El obje vo de la ges ón es maximizar el valor para el accionista.

EL ENFOQUE DE STAKEHOLDERS

La base de esta teoría es atribuida a Edward Freeman (1984), y postula que la organización debe
desarrollarse teniendo en cuenta los intereses de los grupos de interés (empleados, clientes, proveedores
y acreedores) sin contradecir los principios é cos en que se apoya el capitalismo, lo que es cri cado por
Mansell (2013) que argumenta que la teoría de los stakeholders socava los principios en que se basa la
economía de mercado al aplicar el concepto de contrato social a la organización.

La legí ma reclamación sobre la firma se establece a través de la existencia de una relación de


intercambio. Los stakeholders incluyen a accionistas, acreedores, gerentes, empleados, clientes,
proveedores, comunidades locales y público en general (Hill y Jones, 1992). Los stakeholders son cualquier
grupo o individuo que puede afectar o ser afectado por la consecución de los obje vos de la empresa
(Freeman, 1984).

El enfoque de stakeholder, considera que todos los par cipantes en la creación de valor enen derecho a
par cipar en el valor que se agrega en el desarrollo de la cadena de valor.

Este enfoque implica que el gobierno corpora vo se orienta a cautelar y ges onar que se produzca la
retribución de todos los par cipantes, teniendo en cuenta el costo de oportunidad de ellos. Se consideran
los intereses de todos los par cipantes e interesados en la empresa a quienes les afectan las decisiones y
acciones que ocurran en la misma, así como su par cipación en el gobierno societario.

La empresa es un nexo de contratos entre los diferentes stakeholders-accionistas, pero también con los
acreedores, empleados, administradores, clientes, proveedores autoridades, otros, o un acuerdo según el
cual, la empresa cons tuye un juego coopera vo entre los diferentes stakeholders (Aoki,1991).

En el enfoque de los stakeholders, el gobierno societario se ve afectado por las relaciones entre los agentes
que intervienen en el sistema de gobierno corpora vo. Según señala la OCDE (2004), estas relaciones
están sujetas, en parte, a las leyes y reglamentos, pero también a la adaptación voluntaria y, lo que es más
importante, a las fuerzas del mercado.

EL ENFOQUE BASADO EN EL CONOCIMIENTO

El proceso de creación de valor a través del surgimiento del conjunto de oportunidades de inversión, que,
en par cular, todavía se descuida. Para comprender este proceso, debemos recurrir a las teorías basadas
en el conocimiento de la empresa. En este enfoque, la creación de valor depende principalmente de la
iden dad y las habilidades de la empresa, vistas como una en dad coherente (Teece et al, 1994).

Su especificidad está ligada a su capacidad para generar conocimiento y, por tanto, a su rentabilidad a
largo plazo, manteniéndose un concepto dinámico de eficiencia, las teorías basadas en el conocimiento
incluyen numerosas perspec vas que favorecen los argumentos basados en el conocimiento. Se pueden
iden ficar tres perspec vas principales:

a) La perspec va conductual introducida por Cyert y March (1963): la firma es una coalición polí ca y una
ins tución cogni va que se adapta a sí mismo a través del aprendizaje organizacional.

b) La teoría económica evolucionista neo-schumpeteriana desarrollada principalmente por Nelson y


Winter (1982), que dio lugar a una línea de inves gación muy importante.

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La firma se define como una en dad ac vidades que unen coherentemente, un depósito de conocimiento
produc vo (Winter, 1988), un sistema interpreta vo (Loasby, 2001), que favorece el concepto de que la
competencia es basado en la innovación.

Esta teoría sus tuye, en par cular, la representación de inversión opciones como un menú preexistente
con una concepción en la que el menú se construye a par r de Conocimiento adquirido por aprendizaje y
almacenado en las ru nas organizacionales.

c) Las teorías estratégicas basadas en recursos y capacidades (la Vista basada en recursos - RBV) que
resulta principalmente de la teoría del crecimiento de la empresa propuesta por Penrose (1959). La
empresa parece ser un conjunto de recursos y una en dad de acumulación de conocimiento guiada por
la visión de los direc vos y en función de la experiencia que hayan adquirido.

El origen del crecimiento sostenible se encuentra en la capacidad de aprender y en la especificidad del


stock de conocimiento acumulado. Esta teoría está en el origen de una extensa corriente de inves gación
que considera la teoría basada en el conocimiento de la empresa en strictus sensus la visión basada en el
conocimiento.

En resumen, la empresa, cuando se la ve como un procesador o depósito de conocimientos, se basa en


las siguientes aplicaciones del conocimiento:

(1) orientación de la ac vidad de acuerdo con la opinión de los administradores;


(2) la creación de conocimiento como base para innovación y todas las oportunidades de inversión, este
conocimiento es tácito y social cuyo carácter lo hace di cil de imitar;
(3) la protección de la base de datos de conocimientos;
(4) la coordinación de la ac vidad produc va que involucra aspectos como construcción, explotación y
transferencia de conocimientos que van más allá de la simple transferencia de información. (Hodgson,
1998); y
(5) resolución de conflictos, que va por encima de los conflictos de intereses a tomar en un aspecto basado
en el conocimiento.
El enfoque de la empresa basado en el conocimiento conduce a una reconsideración del papel del
Gobierno corpora vo. Este debe apoyar la iden ficación e implementación de inversiones rentables
dentro de una perspec va de eficiencia dinámica. Según Demsetz, (1969), para comprender la influencia
del marco ins tucional y por tanto del sistema de GC, en la dinámica eficiente, se debe esforzar por
equilibrar tres obje vos:
1) debe ser alentado una amplia mul plicidad de experimentación;
2) la inversión debe canalizarse hacia variedades prometedoras de experimentación y lejos de
oportunidades poco prometedoras;
3) el nuevo conocimiento que se adquiere debe emplearse extensamente.

La crí ca de Prahalad (1994) sobre la visión financiera del GC apoya este enfoque: esta visión debe
ampliarse para considerar la calidad de la relación entre gestores e inversores y su potencial para
incrementar la eficiencia de la empresa, para iden ficar y generar oportunidades de crecimiento.
En una amplia perspec va, el enfoque basado en el conocimiento da como resultado el estudio de los
sistemas de a su influencia en los diferentes aspectos cogni vos del proceso de creación de valor.

El enfoque basado en el conocimiento también implica una reconsideración del enfoque financiero del
gobierno corpora vo, en el que la relación entre la empresa y los inversores se limita a la aportación de
capital y donde el único obje vo es asegurar la inversión financiera disciplinando lo mejor posible a los
gerentes.

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Por tanto, como se sugirió por varios autores, las finanzas también incluyen un aspecto cogni vo. En
consecuencia, Aoki, (1991) cree que, en el modelo de GC asociado con el capital de riesgo, no es la
capacidad del inversor de capital riesgo de contribuir con fondos el factor más importante, pero si, su
capacidad, basada en su conocimiento y experiencia, para seleccionar los proyectos más prometedores y
rechazar la financiación (o refinanciación) de los proyectos menos interesantes.

Este análisis, que promueve los aspectos disciplinarios (de control e incen vo), es incapaz de integrar el
aspecto cogni vo de la creación de capital organizacional.

Por el contrario, las obras de O’Sullivan, 2001) centrándose en el GC de empresas innovadoras y las obras
más ambiciosas de Aoki pueden considerarse, hasta cierto punto, como aproximaciones a un estudio para
construir una teoría del gobierno corpora vo donde los aspectos disciplinarios y cogni vos actuando
simultáneamente.

TEORÍA DEL STEWARDSHIP O TEORÍA DE LA ADMINISTRACIÓN:

Conocida como Teoría de la Administración (Donaldson,2008). En ella se considera que no existe conflicto
de interés entre los propietarios y los gerentes y que se persigue encontrar una estructura organizacional
que permita la coordinación para lograr la mayor eficacia. Los gerentes son agentes no oportunistas, según
esta teoría, pero buenos administradores (Donaldson y Davis, 1991).

Ante las limitaciones planteadas y como reacción a la teoría de la agencia, a principios de los años noventa,
surge la “teoría de la administración” stewardship) (Donaldson y Davis 1991; Davis, Schoorman, y
Donaldson,1997), bajo una visión psico-sociológica del gobierno corpora vo.

Esta teoría considera a los direc vos como buenos servidores de la organización, asume que los direc vos
profesionales de cualquier empresa quieren realizar un buen trabajo y actuarán como efec vos
administradores de los recursos de esta.

Esta explicación no conlleva que el direc vo carezca de obje vos personales, sino que, por el contrario, es
consciente de la relación que existe entre sus metas individuales y los fines de la organización, y considera
que el mejor modo de lograr sus propósitos es el trabajo hacia las metas colec vas.

No obstante, se considera que la teoría de stewardship ene una limitación a la hora de estudiar el
gobierno de las sociedades y es que tan sólo ene en cuenta a los socios (propietarios de la empresa) y al
steward (el direc vo), no prestando ninguna atención a los demás grupos de interés (stakeholders) que
afectan o están afectados de manera más o menos directa en la sociedad.

Los gerentes no están mo vados por metas individuales, sino más bien son administradores cuyos mo vos
están alineados con los obje vos de sus principales (Davis, Schoorman y Donaldson, 1997). Los gerentes
de la organización enden a ser benignos en sus acciones (Donaldson, 2008).

Teoría de la mayordomía es una teoría que indica que si los gerentes, son abandonados a su suerte,
actuarán como administradores responsables de los ac vos que controlan (Hilb, 2005).

Esta teoría supone que las relaciones contractuales a largo plazo se desarrollan con base en la confianza,
la reputación, los obje vos colec vos, y la par cipación, donde la alineación de intereses es un resultado
que se deriva de la reciprocidad relacional (Van Slyke, 2006).

Los intereses de los gerentes están alineados con los de los accionistas, no hay conflicto de intereses que
deba ser superado con mecanismos tales como los incen vos financieros (Donaldson, 2008). Los
directores deben reconocer los intereses de los clientes, empleados, proveedores y otros actores
legí mos, pero, con arreglo a la ley su primera responsabilidad es para con los accionistas.

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Los conflictos de intereses entre grupos de partes interesadas y la empresa deberá ser resueltos por la
presión de la competencia en los mercados libres, respaldado por la legislación y los controles legales
existentes para proteger a clientes, empleados, proveedores y a la sociedad (Tricker, 2009).

GOBIERNO CORPORATIVO Y DESEMPEÑO DE LA EMPRESA:

De acuerdo con Chen et al. (2009), la evidencia empírica reciente en la literatura demuestra la capacidad
de GC para limitar el costo de la agencia, y esto se alinea con la opinión de que, con niveles mejorados de
GC, la empresa el rendimiento mejora al igual que el valor de la empresa.

Una gran can dad de literatura publicada en las úl mas décadas ha examinado el desempeño de las
empresas y su valor. Se destaca en la literatura la existencia de relaciones que están vinculadas a los
mecanismos del sistema GC y la mul plicidad de puntos de vista que conducen a diferentes resultados
observados a par r de estas relaciones.

A pesar del hecho de que se han realizado estudios en diferentes partes del mundo, la literatura apoya la
noción de que la GC es crucial, y posi vo, y ene una relación significa va con el desempeño de una
empresa. la teoría de la agencia se ha otorgado una importancia significa va a la aplicación de los
mecanismos y principios de GC, ya que uno de los principales obje vos de GC es una extensión de la
agencia. Tawfeeq y Alabdullah, (2016).

El propósito de la teoría consiste en proporcionar una solución al eterno problema de conflicto entre los
accionistas y el nivel de ges ón de una empresa. La aplicación de GC ha sido provocada por la presión. de
una conciencia y un deseo real de los interesados internos, como los accionistas, y de los interesados
externos, como los miembros de la sociedad, incluidos clientes, consumidores y proveedores.

El GC es una fuente de gran interés en todo el mundo, ya que es una herramienta ú l para reducir o mi gar
cualquier crisis comercial, por un lado, y por otro lado, el GC puede u lizarse como un componente básico
para que las De acuerdo con Chen et al. (2009), la evidencia empírica reciente en la literatura demuestra
la capacidad de GC para limitar el costo de la agencia, y esto se alinea con la opinión de que, con niveles
mejorados de GC, la empresa el rendimiento mejora al igual que el valor de la empresa.

Una gran can dad de literatura publicada en las úl mas décadas ha examinado el desempeño de las
empresas y su valor. Se destaca en la literatura la existencia de relaciones que están vinculadas a los
mecanismos del sistema GC y la mul plicidad de puntos de vista que conducen a diferentes resultados
observados a par r de estas relaciones.

A pesar del hecho de que se han realizado estudios en diferentes partes del mundo, la literatura apoya la
noción de que la GC es crucial, y posi vo, y ene una relación significa va con el desempeño de una
empresa. la teoría de la agencia se ha otorgado una importancia significa va a la aplicación de los
mecanismos y principios de GC, ya que uno de los principales obje vos de GC es una extensión de la
agencia.

Tawfeeq y Alabdullah, El propósito de la teoría consiste en proporcionar una solución al eterno problema
de conflicto entre los accionistas y el nivel de ges ón de una empresa.

La aplicación de GC ha sido provocada por la presión. de una conciencia y un deseo real de los interesados
internos, como los accionistas, y de los interesados externos, como los miembros de la sociedad, incluidos
clientes, consumidores y proveedores.

El GC es una fuente de gran interés en todo el mundo, ya que es una herramienta ú l para reducir o mi gar
cualquier crisis comercial, por un lado, y, por otro lado, el GC puede u lizarse como un componente básico
para que las (2016).

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empresas maximicen su valor mediante la creación de una ventaja compe va, que permita mejorar su
rendimiento y, por lo tanto, conducir a una mejora general en la economía de un país. Tawfeeq y
Alabdullah, (2016).

A pesar de una mayor conciencia e interés en el gobierno corpora vo (GC) desde principios de la década
de 2000, el uso de los principios de GC se remonta a cientos de años atrás hasta la década de 1600, aunque
no había una aplicación directa en ese momento ni había tenido se le dio un nombre específico o una ley
o requisito legisla vo que condujo a una aplicación del concepto en las empresas.

Además del examen de la teoría de la agencia, se ha otorgado una importancia significa va a la aplicación
de los mecanismos y principios de GC, ya que uno de los principales obje vos de GC es una extensión de
la agencia.
La amplia gama de literatura refleja la fuerte diversidad de formas de bordar teóricamente el GC. Al
contrario de lo que el término gobierno corpora vo, por ambiguo que sea, a veces nos lleva a concluir, el
obje vo de las teorías de GC no es estudiar cómo los gerentes gobiernan - eso nos llevaría a confundir el
término gobernanza con administración – pero más bien cómo se gobiernan.

A par r del modelo financiero basado en la protección de los intereses de los accionistas, las teorías de
gobierno corpora vo han evolucionado hacia modelos más complejos que involucran a todos los grupos
de interés partes y atribuye mayor importancia a los aspectos produc vos / cogni vos de la creación de
valor.
Esta evolución, influenciada por la de las teorías de la empresa, lleva a considerar
Al capital humano cada vez más significa vo desde la formación de la competencia. La ventaja parece
basarse principalmente en las habilidades.

En algunos casos, el enfoque de gobierno corpora vo que se considera adecuado estará orientado a
establecer un conjunto de relaciones y condiciones que privilegian la par cipación de los accionistas en el
valor agregado, por sobre el resto de los actores y par cipantes en la cadena de valor de la empresa. En
otros casos, el enfoque de gobierno corpora vo tendrá en cuenta que deben par cipar en el reparto de
este valor agregado quienes contribuyen en la generación de este.

Desde el punto de vista teórico, la literatura que hemos u lizado para interpretar la relación entre
determinadas caracterís cas de las empresas, en especial el desempeño financiero con la adopción de
gobierno corpora vo, y otras variables independientes, se ha basado en los postulados de las teorías
expuestas, tales como la Teoría de Agencia (Smith, 1776), Teoría del Shareholder o Stockholder (Friedman,
1962), la Teoría de los Stakeholders (Fremann, 1984), Teoría del Tewardship (Donaldson, 1990) y otras
teorías y son los accionistas (Charreaux y Desbrières, 1996; Hilb, 2005). El proceso de creación de valor
está limitado por el sistema de gobierno corpora vo (Charreaux y Desbrières, 1996).

Desde diversas disciplinas surgen teorías acerca del gobierno corpora vo, la Economía, la Administración,
el Derecho, la Sociología, la Sicología, entre otras. En este caso nos centramos en algunas teorías surgidas
de las dos primeras: Teoría de la agencia (Economía); Teoría del Shareholder (Economía), Teoría del
Stakeholder (Administración), el enfoque basado en el conocimiento y la Teoría del Stewardship
(Administración).
El propósito del Gobierno corpora vo consiste en proporcionar una solución al eterno problema de
conflicto entre los accionistas y el nivel de ges ón de una empresa. La aplicación del GC ha sido provocada
por la presión. de una conciencia y un deseo real de los grupos de interés internos y externos.

3.2. CUMPLIMIENTO NORMATIVO.

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por: David López Cabía: El cumplimiento norma vo o compliance es una función de las empresas para
garan zar que se respeten las normas y se cumplan las leyes vigentes.
Esta función se encarga de asesorar, vigilar y monitorizar los riesgos de posibles incumplimientos legales
en la empresa.

EL cumplimiento norma vo busca el respeto escrupuloso a la ley y a los códigos de la propia empresa.
Para garan zar que no se infrinjan las normas, un departamento de cumplimiento norma vo se encargará
de evitar que se cometan delitos en el seno de la empresa.

El equipo de cumplimiento norma vo deberá diseñar unas polí cas y procedimientos que deberán
respetarse en el día a día de la empresa para impedir actuaciones delic vas y sanciones legales por
infringir la ley.

El cumplimiento debe ser parte de la cultura de la organización. No solo será responsabilidad de los
miembros del equipo de cumplimiento, también deberá ser interiorizado por los empleados de
la empresa.
Comillas promueve y vela por la seguridad y salud de los trabajadores mediante la aplicación y el
cumplimiento de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales y su norma va de desarrollo.

La Universidad dispone de un Plan de Prevención de Riesgos Laborales, aprobado por la Junta de Gobierno
el 18 de julio de 2016, que incluye datos generales de la empresa (iden ficación y caracterís cas generales,
procesos produc vos y estructura organiza va), polí ca preven va, prác cas y procedimientos de trabajo,
organización de la prevención y revisión y mejora del sistema de prevención.

En la Universidad Pon ficia Comillas la ac vidad preven va se ges ona a través de la Oficina de Prevención
de Riesgos Laborales, garan zándose el derecho de representación, colaboración, consulta y control de
los trabajadores mediante la designación de los delegados de Prevención y el asesoramiento con nuado
en esta materia a través del Comité de Seguridad y Salud, dotado con las competencias específicas
reguladas por el ar culo 39 de la L.P.R.L.

ÓRGANOS DE TRANSPARENCIA
Son dos, el Comité de Cumplimiento Norma vo y el Oficial de Cumplimiento Norma vo. El Comité de
Cumplimiento Norma vo es el órgano responsable de la revisión de los protocolos, de la difusión de las
medidas y del fomento de la formación que se precise en las dis ntas áreas afectadas.

Le compete también una función residual de resolución de los conflictos no some dos a otras instancias,
así como el apoyo y asesoramiento del Oficial de Cumplimiento en el desempeño de sus funciones.

El Comité de Cumplimiento lo preside el Vicerrector de Relaciones Ins tucionales, siendo vocales el


Vicerrector competente en materia de profesorado, el Vicerrector de estudiantes, el director general para
Asuntos Económicos y la Dirección de la Asesoría Jurídica, que actuará de secretario levantando actas de
las reuniones. El Comité se reunirá, al menos, una vez antes del término del curso académico, para evaluar
el informe anual y preparar la propuesta del Plan de Acción Anual que elevará para su aprobación a la
Junta de Gobierno de la Universidad.

El Oficial de Cumplimiento Norma vo es la persona encargada de atender e informar a los miembros de


la Comunidad Universitaria sobre los procedimientos y norma va específica que rige en cada actuación

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de la Universidad, de primera mano o remi éndoles a la persona adecuada para proveer dicha
información.

También servirá de canal de denuncias de infracciones norma vas cuyo conocimiento no corresponda a
otros órganos. Reportada la presunta infracción, debe proceder a su registro y promover las medidas
oportunas para su resolución. De su actuación dará cuenta periódica al Comité de Cumplimiento, a quien
elevará también un Informe Anual estadís co al término del curso académico.

Con carácter general, ejercerá la función de Oficial de Cumplimiento la Dirección de la Asesoría Jurídica.
No obstante, dada la peculiaridad de la relación académica y la necesidad de que esta función recaiga en
una autoridad cercana a los alumnos, respecto de éstos ejercerán las funciones de Oficial de Cumplimiento
los jefes de Estudio de cada tulación o los directores de cada programa de estudios, que actuarán bajo la
dirección y responsabilidad de los Decanos o directores.

Les compete, por tanto, la atención de las solicitudes de información y la recepción de las denuncias, su
tramitación y resolución conforme a la norma va académica aplicable o, si excede este ámbito, su
remisión al Servicio u órgano competente y su seguimiento hasta su finalización.

Deberán dar cuenta de estos asuntos al Decano o director del Centro, quien, a su vez, remi rá información
estadís ca del Centro a la Dirección de la Asesoría Jurídica para la elaboración del Informe Anual (Modelo
de plan lla por po riesgo).

ENTRE LAS FUNCIONES DEL CUMPLIMIENTO NORMATIVO DESTACAN:


 Prevención: Evitar los riesgos. Se iden fican los posibles riesgos de incumplimiento de las normas, se
definen los controles y se forma a los empleados y direc vos en el cumplimiento norma vo.
 Detección: Hallar las deficiencias en los controles de cumplimiento de las normas.
 Informar: Comunicar permanentemente a la alta dirección sobre los riesgos de incumplimiento de las
normas, las deficiencias en los sistemas de detección y las medidas correctoras que se vayan a proponer.

La estructura y el tamaño del departamento de cumplimiento será proporcional al tamaño, organización


interna y ac vidad de la empresa. Al frente del departamento deberá nombrarse a un responsable que
actúe con independencia y autoridad.

Es importante que las responsabilidades del departamento estén claramente definidas, que cuente con
los suficientes recursos financieros y que pueda informarse a la alta dirección ante cualquier riesgo o
incumplimiento que se detecte.

Por otra parte, el departamento de cumplimiento se encargará de llevar las relaciones con los organismos
supervisores. Esto es muy habitual en el sector financiero. El equipo de cumplimiento norma vo deberá
coordinar con los organismos supervisores para mantener un diálogo abierto y transparente y garan zar
el cumplimiento de los compromisos adquiridos.

ORIGEN, EVOLUCIÓN Y PRINCIPALES ELEMENTOS DEL SISTEMA DE GESTIÓN DE COMPLIANCE

En abril de 2021 se publicaba el estándar internacional ISO 37301 sobre sistemas de ges ón de
compliance, seguido en sep embre de dicho año por la norma ISO 37000 de gobernanza de las
organizaciones.

Con el contenido de ambas normas presente, el Consejo de Administración de ACS aprobó en diciembre
de 2021 su Polí ca de Gobierno Corpora vo en la que ya se hacía referencia al Sistema de Ges ón Global

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de Compliance de la organización, que ene por objeto implementar un modelo que respetando la
estructura de ges ón fuertemente descentralizada del Grupo, permita a la Comisión de Auditoría del
Consejo de Administración de la sociedad matriz co zada española, supervisar y evaluar la eficacia de los
sistemas de ges ón de riesgos no financieros rela vos a la Sociedad y al Grupo, así como el cumplimiento
de los deberes de diligencia de la matriz con respecto a las filiales, mediante un sistema de doble control
del riesgo en los dis ntos ámbitos de Compliance.

Se define así un proceso con nuo de interactuación entre elementos de la organización para establecer
Polí cas, Obje vos y Procesos con el fin de que aquella cumpla con sus obligaciones de manera eficiente
y sostenible a largo plazo, generando evidencias del compromiso de la organización con el cumplimiento
y teniendo en cuenta las necesidades y expecta vas de todas las partes interesadas. Si bien desde el año
2018 ACS ya contaba con un Sistema Global de Ges ón de Compliance con visión integral y estructura
transversal desde su origen, no limitado al ámbito penal, dicho modelo de ges ón se ha consolidado al
conver rse ACS en octubre de 2022 en la primera empresa española co zada no regulada, cer ficada en
la ISO 37301 de sistemas de ges ón de compliance.
De este modo, el Sistema Global de Ges ón de Compliance ex ende su alcance al ámbito del
cumplimiento penal y an soborno; el ámbito del abuso de mercado; el del derecho de la competencia; el
ámbito de la privacidad y la protección de datos; el ámbito de la ciberseguridad; el de la debida diligencia
medioambiental y el de la debida diligencia en Derechos Humanos; el ámbito fiscal; y cualesquiera otros
ámbitos de compliance comprendidos en el Estado de Información No Financiera consolidado del Grupo
ACS, y, en general, cualquier otro ámbito de compliance que, en cada momento, el Consejo de
Administración, pueda considerar que debe quedar bajo el Sistema Global de Ges ón de Compliance.

Definido el alcance del Sistema Global de Ges ón de Compliance, se iden fican sus elementos principales:
• La Polí ca General de Compliance, aprobada por el Consejo de Administración el 28 de julio de 2022,
que expone de manera estructurada el posicionamiento y las medidas que ACS ha dispuesto en materia
de prevención, detección y ges ón de riesgos de compliance.
INFORME INTEGRADO GRUPO ACS 2023
• La Función de Compliance integrada por la Dirección de Cumplimiento y el Comité de Compliance. • Las
Matrices de riesgos y controles en los dis ntos ámbitos de compliance en las que se iden fican los riesgos
de compliance y se relacionan las medidas de prevención, detección y ges ón de los mismos.
• Las Polí cas, procedimientos, procesos y resto de norma va interna que conforma el cuerpo norma vo
del Sistema Global de Ges ón de Compliance.
• Las acciones de planificación, operación, supervisión y reporte respecto de cada uno de los elementos
del Sistema que dirige el Comité de Compliance en permanente conexión y relación con el resto de áreas
de negocio de la Organización y, en su caso, con la Comisión de Auditoría del Consejo de Administración y
la Alta dirección.
• El Canal É co de ACS que permite que cualquier persona facultada para ello pueda comunicar
irregularidades o incumplimientos respecto de lo establecido en el Código de Conducta de ACS y las
Polí cas que lo desarrollan; y
• El sistema disciplinario de aplicación en los supuestos de no conformidad o incumplimiento de la
norma va bajo el ámbito del Sistema Global de Ges ón de Compliance.

EL MODELO DE DOBLE CONTROL DEL RIESGO: CONCRECIÓN DE LOS DEBERES DE DILIGENCIA DE LA


MATRIZ CON RESPECTO A LAS FILIALES:

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Para la promoción de la adopción de un modelo de ges ón de Compliance propio por parte de las filiales,
que se pueda entender como robusto, la sociedad matriz del Grupo ACS desarrolla un doble sistema de
control:

a. La implementación y desarrollo de un sistema de estándares homogéneo para las filiales que tenga
como obje vo que todas las filiales del grupo tengan un sistema de ges ón de Compliance cer ficado o,
al menos, que se pueda entender como cer ficable.

Este sistema permi rá detectar aquellas filiales que presentan deficiencias y que no alcanzan el nivel
mínimo de homogeneidad del grupo.

De esta manera se contará con un sistema de control del riesgo que representan las filiales en su conjunto
que, a su vez, permi rá detectar donde existe mayor vulnerabilidad frente a los riesgos indirectos
provenientes de las filiales.

b. Monitorización semestral para detectar aquellos supuestos en los que se hayan reportado
incumplimientos o infracciones o se haya constatado la materialización o realización de riesgos de
compliance, monitorizando igualmente si la filial ha reaccionado adecuadamente en ese caso concreto
detectando las deficiencias del sistema, realizando acciones correc vas y los pasos dados para resolverlas
(inves gaciones internas y sus resultados, modificación de normas, mejora de controles, etc.).

Con arreglo al modelo de ges ón fuertemente descentralizado del Grupo ACS, desde la sociedad matriz
del Grupo se promueve la adopción de un modelo propio y específico de ges ón de compliance por parte
de cada una de las filiales, si bien alineado con unos estándares norma vos y Polí cas comunes.

En este sen do, se debe entender el uso de una herramienta como el Global Compliance Report entre las
sociedades del Grupo para evaluar los riesgos que el sistema independiente de ges ón del Compliance de
cada una de ellas representa para la matriz.

De esta manera la matriz dispone, al menos, de un mecanismo de información y conocimiento de los


riesgos a los que se encuentra expuesta para que los administradores de ésta cumplan con su deber
general de control y diligencia.

Con dicha información puede operar con los riesgos indirectos que provienen de las filiales,
implementando y desarrollando una segunda línea de control propia, complementaria de los sistemas
específicos de las filiales.

Ello permite un control de intensidad media, sin intervención diaria en la ges ón de Compliance de la filial,
que se base en un sistema de reportes de la filial a la matriz.

El sistema de repor ng homogéneo a nivel grupo permite fundamentar la existencia de un debido control
por parte de la matriz respecto a las filiales, promoviendo la adopción de sistemas propios de ges ón del
cumplimiento por las filiales sin perjuicio de la función de supervisión y control que corresponde a la
matriz.

3.2.1. CONCEPTO DE COMPLEANCE

Los sistemas de cumplimiento norma vo o compliance se establecen en la legislación mexicana como


atenuantes y/o excluyentes de la responsabilidad jurídica en cualquiera de las ramificaciones que a través
del derecho establecen bases de sanciones para lograr un cumplimiento al que deben acceder las personas

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jurídicas sin proporcionar estándares mínimos de aplicación sin unificar criterios, norma vos y
procedimientos.

El concepto de "compliance" en el ámbito jurídico se relaciona con el cumplimiento de las normas y


requisitos legales dentro de una en dad. Cons tuye un conjunto de estrategias y directrices
implementadas por una organización con el propósito de garan zar que sus operaciones y ac vidades se
desenvuelven conforme a las leyes, regulaciones y directrices per nentes.

Este enfoque abarca tanto las regulaciones vinculantes, como las leyes, reglamentos y normas establecidas
por el Estado u organismos públicos a través de sus procesos o autoridades legisla vos, así como las
norma vas más flexibles, incluyendo aquellas emi das por en dades privadas en relación con aspectos
de mercado, industria o comercio.

El compliance se manifiesta a través de un conjunto de leyes y regulaciones que fomentan la transparencia


y la integridad en las ac vidades empresariales. Por ejemplo, entre las disposiciones legisla vas relevantes
se encuentra la Ley General de Sociedades Mercan les, que establece las pautas para la formación y
ges ón de empresas, abordando asimismo la responsabilidad de los directores.

Otro ejemplo es la Ley de Protección de Datos Personales, la cual regula la manipulación de información
de clientes, empleados y proveedores.

Chile: Abogado Pablo Palma, LL.M. (Berlín) dice que La World Compliance Associa on define
el compliance como un conjunto de procedimientos que u liza una empresa para “iden ficar y clasificar
los riesgos opera vos y legales a los que se enfrentan y establecer mecanismos internos de prevención,
ges ón, control y reacción frente a los mismos”.

¿Por qué entran en juego elementos como los riesgos legales por incumplimiento? A la hora de operar,
especialmente si se es empresa exportadora, se ha de considerar cuáles son las leyes aplicables, el origen
de esa regulación y la potencial evolución de la misma. Con esta información, la dirección empresarial
podrá dotar a la organización de las previsiones que correspondan para que su ac vidad no se vea
afectada.

Así, el compliance establece los estándares y procedimientos adecuados para evitar estos
incumplimientos y sus consecuencias. Por otro lado, también cumple una función de supervisión y control
del cumplimiento del plan de acción en toda la organización.
Compliance en Chile, necesario para las empresas.

¿En qué se apoyan las empresas especializadas en compliance en La noamérica? Existe un estándar
internacional que ar cula la base sobre la que se han de definir las directrices para cada empresa concreta.
Se trata de la ISO 19600. En cualquier caso, como explican los expertos, cualquier empresa puede y debe
establecer un sistema de compliance sólido.

En función de la opera vidad y casuís ca de cada organización, las empresas de compliance trabajan
tomando como referencia dis ntos niveles de cumplimiento: desde las normas externas a los controles
internos. Parte de la función de esta metodología de ges ón empresarial reside precisamente en
establecer los mecanismos que garan zan que normas internas y externas no suponen un riesgo para la
opera vidad efec va de la organización.

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Dada la diversidad de empresas, existen muchos pos de compliance en Chile: el compliance legal, el
compliance laboral e, incluso, el compliance penal. ¿En qué afecta lo legal? El compliance puede variar en
función de las leyes en cada país. Las empresas con presencia en múl ples países la noamericanos,
aunque su sede resida en Chile, necesitan expertos en legislación empresarial para cada uno de los países
donde operan.
Desde h ps://engloballylatam.com insisten: «La internacionalización de los negocios en La noamérica
necesita ir de la mano de expertos en las dis ntas legislaciones y norma vas legales para cada uno de los
países donde se esté presente, por esto Englobally La noamérica ene presencia en múl ples países de
la zona, ofreciendo un servicio internacional de Corporate compliance en La noamérica, garan zando que
el negocio cumpla con la norma va legal vigente en cada país.»

PERÚ: Camilo Clavijo Jave: El trabajo propone, en primer lugar, un estudio del origen, los elementos y la
aplicación del Compliance Programa o, también llamado, Programa de Cumplimiento Norma vo,
entendido como un disposi vo interno que las empresas implementan para cumplir con la norma vidad
vigente, así como para prevenir y detectar las infracciones legales que se produzcan dentro de las mismas
o como parte de las ac vidades que estas realizan.

Asimismo, se intenta explicar y desarrollar la relación entre los nuevos riesgos, debido al desarrollo
económico y tecnológico, y el derecho penal como ente protector de bienes jurídicos de importancia para
la sociedad.

Esto úl mo ene como finalidad analizar el Criminal Compliance, des nado a que la empresa ordene su
ac vidad conforme a la norma va aplicable, en especial la ley penal.

En tal sen do, se desarrolla la aplicación que el Estado peruano ha realizado del referido Programa de
Cumplimiento Norma vo en el ordenamiento jurídico, en concreto los avances sectoriales.

Finalmente, se analiza el impacto del Criminal Compliance en el ordenamiento jurídico penal. Para ello, se
hace una referencia al sistema de responsabilidad penal adoptado en el Perú y de qué manera esto
impacta en la aplicación del Criminal Compliance.

El concepto de compliance, conocido en español como cumplimiento norma vo, hace referencia al área
específica de una empresa dedicada a iden ficar, asesorar, monitorear y alertar sobre los riesgos que
pueda enfrentar la organización, ya sea pública o privada, para asegurar el estricto cumplimiento de la
legalidad. Este término ene sus raíces en la reforma del Código Penal español de 2010.

El compliance empresarial surgió en Estados Unidos en la década de los 70, asociado a casos de corrupción
y prác cas contrarias a la competencia justa en el sector financiero.

En 2005, el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea definió el compliance corpora vo como “el riesgo
de que una empresa pueda incurrir en sanciones, multas, pérdidas financieras o de reputación debido al
incumplimiento de leyes, regulaciones, normas de autorregulación o códigos de conducta aplicables a su
ac vidad”.

Por lo tanto, el obje vo del compliance es evitar que una empresa enfrente delitos, sanciones o
situaciones adversas que puedan comprometer su negocio o reputación y, en úl ma instancia, su
viabilidad futura.

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Para lograrlo, las empresas han desarrollado áreas específicas de compliance que implementan
rápidamente las medidas necesarias para garan zar el cumplimiento de todas las norma vas que afectan
al negocio. Si no se puede evitar el delito, el compliance puede reducir significa vamente las
consecuencias jurídicas.

En Perú, el concepto de compliance ha ganado relevancia, especialmente con la promulgación de leyes y


regulaciones que refuerzan la responsabilidad de las empresas en el cumplimiento norma vo.

Por ejemplo, la Ley No. 30424, modificada por la Ley No. 30835, regula la responsabilidad administra va
de las personas jurídicas por el delito de cohecho ac vo transnacional y establece la necesidad de contar
con modelos de prevención. Puedes obtener más información en el portal de la Superintendencia de
Mercado de Valores del Perú.

En 2015, una revisión del Código Penal español hizo obligatorio para las empresas contar con planes de
prevención de riesgos penales y un órgano o función responsable de su verificación.

Esta norma va ha influido en otros ámbitos jurídicos, como la Protección de Datos, y ha impulsado la
creación de la figura del Compliance Officer, el responsable del cumplimiento norma vo en una
organización. En Perú, este rol es cada vez más relevante, adaptándose a la norma va local y a las
exigencias internacionales.

Al implementar el compliance en una empresa, se dis nguen entre modelos genéricos y específicos de
cumplimiento:
Modelo genérico o de superestructura de compliance: Este modelo se basa en el marco regulatorio global
proporcionado por la norma ISO 19600, que establece directrices y buenas prác cas para implementar la
función de compliance en cualquier empresa u organización.

Modelos específicos de cumplimiento: Estos modelos abordan áreas jurídicas concretas, tales como:
 Compliance penal: Enfocado en evitar delitos penales dentro de la empresa.
 Compliance corpora vo: Relacionado con la gobernanza y el buen funcionamiento de la empresa.
 Compliance medioambiental: Dirigido a cumplir con las norma vas medioambientales.
 Compliance de prevención de riesgos laborales: Centrado en la seguridad y salud en el trabajo.
 Compliance an corrupción: Orientado a prevenir actos de corrupción.
 Compliance de salud pública: Relacionado con las norma vas de salud pública.
 Compliance fiscal y tributario: Asegura el cumplimiento de las obligaciones fiscales y tributarias.
El rol del Compliance Officer es integrar estos sistemas específicos dentro de un marco general, mantener
la coordinación y supervisión del modelo para garan zar su eficacia y alinearlo con las necesidades del
negocio.

LA IMPORTANCIA DEL COMPLIANCE PARA UNA EMPRESA

Por Mónica María Jiménez: El compliance o cumplimiento norma vo consiste en garan zar el adecuado
cumplimiento de leyes y normas vigentes que le son aplicables a cada empresa según su ac vidad, así
como de los códigos é cos y estándares internos que guían el comportamiento de los miembros de esta.

En este ar culo te contaremos más sobre la importancia que ene para las empresas un programa de
compliance, cuáles son los beneficios de este y algunas recomendaciones.

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Para la implementación de un programa de compliance o cumplimiento norma vo en una organización,


es importante tener en cuenta que este debe adaptarse al modelo de negocio de cada una, pues, aunque
haga parte de un sector específico y deba cumplir con ciertas leyes, normas y requisitos, el código de
conducta, polí cas internas y disposiciones y compromisos con terceros (clientes y proveedores) pueden
ser muy diferentes entre una y otra.

Adicional a esto, es clave tener claridad sobre los obje vos de este programa y cómo contribuye a la
sostenibilidad y con nuidad de los negocios.

En primer lugar, con el cumplimiento norma vo se busca prevenir la materialización de riesgos,


irregularidades y delitos por el incumplimiento de normas y requisitos legales sobre diferentes ámbitos
que le son aplicables a la empresa, es decir, busca garan zar que la empresa actúe siempre de forma legal
y evite algún po de responsabilidad penal, que además podría significar sanciones y multas y afectación
a su reputación.

Por eso, es necesario definir y llevar a cabo un programa o sistema de ges ón de compliance que, entre
otras cosas, permita iden ficar y evaluar los riesgos legales a los que se ve expuesta la empresa por
incumplir las norma vas que le aplican, sea por desconocimiento o por omisión voluntaria de estas. En
una empresa el compliance ene tres funciones principales: prevención, detección y reporte oportuno.

La prevención, tal como hemos mencionado, permite evitar que se presente algún caso de incumplimiento
norma vo gracias a la iden ficación oportuna de los riesgos que esto podría traer, así como del
establecimiento de controles que ayuden a mi gar su posible ocurrencia.

La detección ene que ver con encontrar fallas o deficiencias en los controles establecidos para evitar los
riesgos asociados al incumplimiento norma vo. Una vez se detecten estas fallas, es fundamental ajustarlos
o implementar unos nuevos.

Y el reporte trata de informar de manera oportuna y permanente a los direc vos de la organización sobre
actualizaciones en norma vas, riesgos por incumplimientos de estas y medidas de mejoramiento respecto
al sistema de compliance.

Por lo anterior, es fundamental contar con un programa o sistema de cumplimiento norma vo en cada
organización, sin importar su tamaño o sector, pues hacerlo ayuda a prevenir y evitar malas prác cas,
conductas y delitos debido a que se ene claro cuáles son las normas y leyes externas y las polí cas
internas, compromisos adquiridos con terceros y códigos é cos que se deben cumplir.

Son varios los beneficios que trae para una empresa tener un programa o sistema de ges ón de
cumplimiento norma vo o compliance, algunos de estos son:

Estar actualizada con respecto a las diferentes norma vas que está obligada a cumplir, por ejemplo, leyes
o regulaciones de protección de datos personales, de propiedad intelectual, de prevención de lavado de
ac vos y corrupción, de libre mercado, entre muchas más.

Reducir el riesgo de incumplimiento y de esta forma, evitar riesgos y procesos legales que puedan traer
como consecuencia sanciones, multas, demandas o incluso el cierre de la empresa. Todo esto no solo
afecta la economía empresarial sino también su reputación.

Contar con un mayor interés y apoyo por parte de inversionistas, así como acceder más fácilmente a
opciones de financiación.

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Lograr mejores relaciones y buena reputación entre los diferentes stakeholders, que saben que la empresa
es estricta en cumplir con todas las norma vas que le aplican y compromisos adquiridos. Es una forma
segura de generar confianza.

Tener una gran ventaja frente a compe dores y otras empresas porque el cumplimiento norma vo
garan za que esta realiza sus operaciones y ac vidades de negocio de forma legal, é ca, responsable y
sostenible. Generar y fortalecer una cultura de riesgos en la organización.

Todos se involucran. Para una correcta implementación del compliance en una empresa, tal como ocurre
con otros sistemas de ges ón, es importante:
Contar con el apoyo y compromiso de la alta dirección.
Involucrar a todos los empleados.
Formar y capacitar a los empleados en el cumplimiento de las norma vas externas e internas y darles a
conocer cuáles son los mecanismos que existen para informar sobre irregularidades o incumplimientos
que se puedan presentar.
Realizar un seguimiento y monitoreo con nuo.
Apoyarse en herramientas tecnológicas que faciliten el cumplimiento de las normas y la ges ón de los
riesgos que pueden materializarse por no cumplirlas. Y Pirani con su módulo de compliance puede ayudar
a las empresas a hacerlo de una manera fácil y ordenada.

3.3.3. PRINCIPALES CONCEPTOS DE COMPLIANCE.

El concepto de compliance o cumplimiento está ganando cada vez más importancia para las empresas y
organizaciones. Se trata de un concepto muy ligado al de ges ón de riesgos, que nació en el ámbito legal
pero que actualmente abarca muchos más aspectos.

Existen diferentes definiciones a la hora de explicar qué es el compliance. Así, la World Compliance
Associa on lo considera como un conjunto de procedimientos y buenas prác cas que las organizaciones
adoptan con el fin de “iden ficar y clasificar los riesgos opera vos y legales a los que se enfrentan y
establecer mecanismos internos de prevención, ges ón, control y reacción frente a los mismos”.

Por su parte, el Comité de Basilea, centrado en el sector bancario, cuenta con una definición aún más
aclaratoria. Según este organismo, el compliance es una función independiente “que iden fica, asesora,
alerta, monitorea y reporta los riesgos de cumplimiento en las organizaciones, es decir, el riesgo de recibir
sanciones por incumplimientos legales o regulatorios, sufrir pérdidas financieras o pérdidas de reputación
por fallas de cumplimiento con las leyes aplicables, las regulaciones, los códigos de conducta y los
estándares de buenas prác cas”.

De esta forma, se puede considerar el cumplimiento como una función específica dentro de las empresas,
encaminada a detectar y ges onar los riesgos de incumplimiento de las obligaciones regulatorias bajo las
que opera.

El incumplimiento de una ley, o de determinada norma va, puede suponer una pérdida de reputación
para una compañía. Además, también puede suponerle sanciones económicas, o la exclusión de
licitaciones o subvenciones públicas, entre otras.

Existen diferentes definiciones a la hora de explicar qué es el compliance. Así, la World Compliance
Associa on lo considera como un conjunto de procedimientos y buenas prác cas que las organizaciones
adoptan con el fin de “iden ficar y clasificar los riesgos opera vos y legales a los que se enfrentan y
establecer mecanismos internos de prevención, ges ón, control y reacción frente a los mismos”.

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Por su parte, el Comité de Basilea, centrado en el sector bancario, cuenta con una definición aún más
aclaratoria.

Según este organismo, el compliance es una función independiente “que iden fica, asesora, alerta,
monitorea y reporta los riesgos de cumplimiento en las organizaciones, es decir, el riesgo de recibir
sanciones por incumplimientos legales o regulatorios, sufrir pérdidas financieras o pérdidas de reputación
por fallas de cumplimiento con las leyes aplicables, las regulaciones, los códigos de conducta y los
estándares de buenas prác cas”.

De esta forma, se puede considerar el cumplimiento como una función específica dentro de las empresas,
encaminada a detectar y ges onar los riesgos de incumplimiento de las obligaciones regulatorias bajo las
que opera.

El incumplimiento de una ley, o de determinada norma va, puede suponer una pérdida de reputación
para una compañía. Además, también puede suponerle sanciones económicas, o la exclusión de
licitaciones o subvenciones públicas, entre otras.

Así, la función de compliance se encarga de establecer estándares y procedimientos adecuados para evitar
incumplimientos. Además, supervisa y controla que éstos se cumplan en toda la organización.

Existe un estándar internacional que con ene consejos y directrices para implantar sistemas de ges ón
de compliance en organizaciones: La ISO 37301.

Estos sistemas cuentan con una estructura compleja, pero pueden ser implantados en cualquier po de
empresa u organización.

Para el Profesor Daniel F. Ramsay: Compliance es un término que día a día, principalmente en el sector
empresarial, se repite con mayor frecuencia; ciertamente algunos escuchan prudentemente y prefieren
hacer la pregunta en privado, ¿Qué es compliance? La palabra compliance viene del término inglés,
“cumplimiento”, y está referido, básicamente al cumplimiento norma vo.

Es decir, el velar porque las empresas no vulneren o se vean afectadas por el incumplimiento de normas
vigentes aplicables a su negocio.

Es también cierto que el término ha sido u lizado en sus inicios, de manera muy potente y marcada en el
campo de la Prevención del lavado de ac vos y financiamiento del terrorismo.
De manera general, se puede afirmar que la norma vidad es cada vez más abundante, especializada,
compleja y agresiva.

¿Por qué decimos esto? Porque las normas legales y/o las internas de las empresas son producto de lo
que ocurre en la realidad y representan una respuesta a las amenazas a las organizaciones; y en nuestro
país se suman los compromisos con la comunidad internacional y la necesidad de integración;
par cularmente a la Organización para la Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE). Esta que a
su vez está ligada al G-20 y el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).

Organizaciones comprome das en el combate contra el lavado de ac vos, el financiamiento del terrorismo
y la corrupción y para ello enen como uno de sus ejes centrales hacia los países que los conforman y
aquellos que se les quieren incorporar, implantar y hacer suyos, el Buen Gobierno Corpora vo (BGC) en
las organizaciones del Estado y también las privadas.

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El incumplimiento de una norma en el campo de la ges ón de negocios puede representar ineficiencia y


hasta una amenaza a su con nuidad; más allá que pudiera traer consigo o como respuesta, sanción o
sanciones administra vas para los responsables.

El incumplimiento norma vo legal puede acarrear consigo responsabilidades de carácter económico,


pérdida de libertades personales y de acuerdo con norma vidad vigente que revitaliza normas que ya
exis an, traen consigo la amenaza de la disolución de las empresas. Es por esto que el Compliance se ha
conver do en un requisito empresarial a seguir.

Este requisito está dirigido a integrarse en la estructura interna y estrategias de la organización para dar
cumplimiento a las normas legales y las internas con el propósito de protegerse de los riesgos a los que
cada empresa u organización se encuentra expuesta.

El riesgo como punto de par da ¿Por qué? Porque él no cumplir con estas normas son riesgos, que traen
consigo consecuencias para las organizaciones. Como respuesta a esto surge el concepto evolucionado de
cumplimiento norma vo: Compliance Corpora vo, una respuesta a ¿cómo abordamos el riesgo para
evitarlo, reducirlo o transferirlo?, para lo cual surgen conceptos, entre otros:
• Listado de amenazas
• Matriz de riesgos
• Procesos
• Señales de alerta
• Sistemas de comunicación
• Sistemas de corrección

EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO

Es por ello que el concepto de Compliance también evolucionó, porque ya incorpora a los aspectos
norma vos, sistemas de ges ón de riesgos; entendiendo que a través de estos no solo garan zamos el
cumplimiento formal, también garan zamos la reducción de riesgos en las organizaciones, el
fortalecimiento de sus controles internos, mejoramiento de su ges ón y contribuimos al aseguramiento
del cumplimiento de metas y obje vos.

Sin embargo, no debe perderse de vista que el Compliance forma parte del concepto “Control Interno”. Si
entendemos estos conceptos comprenderemos también que más allá de los que pudieran estar
normados; se encuentran los riesgos comerciales puros.

Estrategia, crecimiento y agresividad de la competencia, la presencia de nuevos jugadores en el escenario,


la presencia de nuevas formas de hacer negocios y con esto la necesaria y tan difundida y u lizada en
otros países, la inteligencia comercial. Dicho esto, entenderemos que al hablar de Compliance Corpora vo,
estamos refiriéndonos al conjunto de procedimientos y buenas prác cas que apuntan a iden ficar y
clasificar riesgos opera vos y legales. ¿Cuál es el obje vo? Establecer mecanismos internos de:

Prevención
Ges ón
Control
Reacción
Esto en el marco del contexto de toda organización. Lo que siempre se debe tener presente es uno de los
ejes centrales del compliance: la transparencia, lo cual requiere: Convicción y compromiso de la Alta
Dirección Autonomía de quien ene la responsabilidad y competencia para ges onar el Compliance.
Autoridad
Recursos

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Finalmente, vale aclarar que el tema de Compliance es de alcance a todas las organizaciones y que la
comprensión de su necesidad es un tema simplemente de empo, para todos.

Ahora que conoces la importancia del compliance en la norma vidad y con la comunidad internacional
para la lucha an corrupción y lavado de ac vos, puedes dar el siguiente paso con nuestro Programa de
Especialización en Integridad y Compliance.

3.2.3. ETICA EMPRESARIAL: CARACTERISTIAS, INFLUENCIA EN LA PRACTICA DEL COMPLIANCE:

Te explicamos qué es la é ca empresarial, su origen y caracterís cas. Además, ejemplos de é ca y de falta


de é ca empresarial.
La é ca empresarial es un conjunto de principios y normas que orientan el desempeño de una empresa
en el ámbito de los negocios.

Se rige por la moral, es decir, diferencia entre lo que está bien y lo que está mal, entre lo correcto y lo
inapropiado. También se rige por ideales y valores.
La é ca empresarial se aplica en todos los aspectos de la organización, incluso en el comportamiento de
los individuos que la conforman. La interrelación entre la é ca empresarial y la é ca profesional de sus
recursos humanos es la base que guiará al negocio.

Además, las empresas deben minimizar cualquier daño o impacto nega vo que puedan generar en el
medio ambiente o en las comunidades cercanas. Eso también es parte de los principios é cos, pero debido
a la especificidad y complejidad del tema social, esta área se denomina Responsabilidad Social Empresaria
(RSE).

Los negocios é cos enen un gran valor entre los clientes y los colaboradores. La é ca debe ser parte de
la cultura empresarial en todo momento para que la sociedad con e en los productos o servicios que
brinda, especialmente a largo plazo.

La é ca es una rama de la filoso a que se ocupa del estudio racional de la moral, la virtud, el deber y el
buen vivir. En el ámbito de los negocios a nivel mundial, la é ca empresarial pretende buscar las razones
que jus fican un sistema moral respecto al otro, para lograr un equilibrio o una mejoría general.

El término “é ca empresarial” surgió en Estados Unidos en los años setenta y se expandió en Europa y en
Japón en los años ochenta. Desde la moral, el concepto no significaba lo mismo para todas las regiones
del mundo, debido a las diferencias sociopolí cas y económicas de cada una. Lo que en un territorio se
consideraba como aceptable, en otro podía no serlo.

La é ca empresarial se convir ó en una disciplina académica luego de que un grupo de filósofos


interviniera y deba era sobre la “é ca en la medicina”. Como disciplina, la é ca empresarial se ocupa de
estudiar la moral en torno al desempeño de las empresas y su impacto en la sociedad.

En el 2000 las cues ones en torno a la é ca empresarial se asociaron con el Pacto Mundial de las Naciones
Unidas (Global Compact). Este pacto consiste en una inicia va internacional para promover diez principios
universalmente aceptados sobre la importancia de la integridad y la é ca en las relaciones comerciales de
las empresas y entre las personas del mundo de los negocios.

INFLUENCIAS EN LA PRACTICA DEL COMPLIANCE


Por el Profesor Edison Tabra Ochoa:
I. Aspectos conceptuales del compliance

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E mológicamente, el compliance es una palabra de origen inglés que está asociado a la estrategia de
prevención de toda empresa para reducir aquellos riesgos que puedan perjudicar su ac vidad.

Para conseguirlo, se u lizan los programas de cumplimiento norma vo que enen como obje vo
garan zar su funcionalidad y cumplimiento de sus obje vos sociales.

Como apunta Remacha “la principal meta del compliance es alinear los obje vos de la empresa con el
cumplimiento de los requerimientos jurídicos, a nivel nacional e internacional” (2016, p. 9).

Precisamente, la prác ca del compliance previene que la empresa se involucre en la comisión de una serie
de incumplimientos legales, como delitos o infracciones administra vas, que le generen sanciones penales
o administra vas y, sobre todo, el descrédito reputacional a su labor.

Esta idea fundamenta el uso del criterio de los “riesgos”. La implementación de los programas de
cumplimiento son las medidas que adopta una empresa para prevenir, detectar y mi gar los riesgos
propios e inherentes a sus ac vidades y a quienes son parte de su organización (direc vos, trabajadores
o proveedores, entre otros). Junto a su carácter de instrumento preven vo, los programas de compliance
gozan de adaptabilidad frente a los cambios que sucedan en la sociedad o en un país.

A modo de ejemplo, la irrupción del COVID 19 generó que los estados impongan restricciones a la
movilidad de las personas para mantener su distanciamiento social.

Las empresas tuvieron que adaptarse a esta exigencia jurídica por medio de la aplicación y, posterior,
perfeccionamiento del trabajo remoto con la implementación de mecanismos de control on line a sus
trabajadores, siempre acordes a su programa de compliance.

De acuerdo a esta lógica, aquellas empresas que están bajo constante exposición y presencia en dis ntos
mercados, operaciones y ac vidades deben adaptar su estrategia de prevención de cualquier riesgo legal
o no, según se requiera. Otro caso es el combate contra la corrupción empresarial.

El desarrollo de un programa de compliance penal debe encontrarse orientado a la prevención de la


corrupción como un riesgo propio de la ac vidad humana dentro de la organización empresarial, gracias
a la implementación de una serie de herramientas eficaces como son aquellas descritas en el Reglamento
de la Ley 30424 y su modificatoria en el Decreto Legisla vo 1352 (D.S. 002-2019-JUS)

II. El compliance en el buen gobierno corpora vo

Las crisis empresariales generadas en la década de los 90´s, reforzaron la necesidad de fortalecer los
controles en la ac vidad empresarial. Se puede afirmar que estos controles se han dado de dos maneras.
La primera lo cons tuye la legislación (hard law) que cada uno de los estados promulga para aplicarla en
su jurisdicción nacional.

O, de ser el caso, tenemos la legislación supranacional donde los países cumplen la norma vidad dada en
los bloques de integración donde se encuentran asociados (Unión Europea o Comunidad Andina entre
otros). La segunda forma de control es la implementación y uso de normas de recomendación (so law)
que provienen de organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y Desarrollo
Económicos (OECD) o la Corporación Andina de Fomento (CAF).

Sin embargo, la esencia de su cumplimiento por parte de las empresas radica en la necesidad de
salvaguardar sus intereses como son la sostenibilidad de su negocio y mantenerse en el mercado. Para ello
hacen uso de la autorregulación o self regula on muy usados en el derecho empresarial por medio de las
prác cas de gobierno corpora vo y el compliance.

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Sin embargo, a diferencia del compliance, el gobierno corpora vo se centra en plantear aquellas
regulatoria y autorregulatorias que determinan el comportamiento de las empresas. Dicho
comportamiento empresarial se ve expresado en la implementación de códigos de gobierno corpora vo
o polí cas de buen gobierno que enen como obje vo proteger los intereses de aquellos grupos de interés
(stakeholders).

En este contexto, los directorios de las compañías asumen un papel trascendental porque se encargan de
implementar dichas reglas como parte de su labor de gobierno. Dependiendo el po de mercado y la
cultura corpora va, el directorio prioriza la defensa de los intereses de los accionistas (inversores) o de
todos los integrantes de la empresa (inversores, empleados, proveedores, etc.).

En el caso de Sudamérica, la defensa de los accionistas minoritarios y, por extensión de los demás grupos
de interés, se cons tuye en la principal prioridad.

Ahora bien, el gobierno corpora vo y el compliance enen la caracterís ca común que provienen de
estándares, instrumentos nacionales e internacionales, que se han creado para prevenir las malas praxis
empresariales como la corrupción.

La diferencia de ambos es que mientras el gobierno corpora vo plantea polí cas de administración y
control que son adoptadas y supervisadas por el directorio para proteger los intereses de sus grupos de
interés; el compliance es el instrumento de aplicación de las polí cas de gobierno empresarial que
previenen cualquier perjuicio a los intereses de la empresa.

Sin embargo, la relación entre ambos conceptos es relevante. El compliance es la aplicación del gobierno
corpora vo ya que buscará una conducta de prevención y mi gación de riesgos en aquellas empresas que
lo implementen. De acuerdo a ello, el directorio es aquel que apoya la oficial de cumplimiento y garan za
la eficacia de su labor de implementación (tone from top) y la prác ca de una cultura de cumplimiento.

Gracias al apoyo que recibe del gobierno corpora vo, el compliance está en la capacidad de prevenir que
la empresa sea sujeto de sanciones económicas y, principalmente, reputacionales. Se ene el caso del
Banco Wells Fargo en Estados Unidos que en 2018 se vio sumido en un escándalo que afectó su imagen
corpora va por el comportamiento de sus trabajadores por cumplir con las metas de ventas propuestas
por la compañía.

Si bien, la compañía buscó rever r la situación a través de la introducción de cursos de é ca y


comportamiento y el establecimiento de obje vos de ventas realistas; su reputación corpora va ya había
sido afectada. También resaltan los casos de BBVA y el Futbol Barcelona en España y Odebrecht en
La noamérica, entre otros, que demuestran la necesidad de reforzar las prác cas de gobierno corpora vo
promotoras del fortalecimiento del compliance en las empresas.

El uso de mecanismos como los códigos de conducta, códigos é cos, los canales de denuncias,
capacitaciones permanentes al personal, entre otros instrumentos; son elementos fundamentales para
prevenir el incumplimiento norma vo en la empresa que perjudique la permanencia de la empresa en el
mercado.

III. Conclusión

El gobierno corpora vo y el compliance comparten en común que buscan mejorar el comportamiento


organizacional de la empresa. Mientras se diferencian porque el primer concepto prioriza el gobierno y la
supervisión mientras que el segundo permite su ejercicio por medio de la implementación de programas
de cumplimiento.

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Por ende, el desarrollo del concepto el gobierno corpora vo no puede ir separado de la idea de
compliance. La implementación de códigos de conducta, cultura de tone at the top, canal de denuncias;
entre otros debe fortalecer la la defensa de los intereses de los grupos de interés que conforman la
empresa y que todo directorio debe tener como obje vo principal.

CARACTERISTICAS

Las empresas son en dades jurídicas y, al igual que los seres humanos, sus ac vidades deben basarse en
el cumplimiento de la ley y ser legí mas ante la comunidad. Por eso deben aplicar la é ca a nivel
organizacional. Algunas caracterís cas de la é ca empresarial, según lo establecido por las Naciones
Unidas, son:

La solidaridad. Consiste en manifestar, de manera ac va, interés en el bienestar de los demás (de sus
integrantes y de los agentes externos).
La eficiencia. Consiste en el uso responsable de los recursos, tanto para la producción como para el
desempeño de la organización.
La racionalidad. Consiste en u lizar la lógica para tomar decisiones, y no los impulsos, prejuicios o
emociones.
La equidad. Consiste en tratar a los individuos por igual, sin prejuicios ni discriminación. Requiere tener la
capacidad de la empa a.
La dignidad. Consiste en actuar de manera responsable, respetando a los demás (a otras organizaciones
o personas) a pesar de las diferencias.
La transparencia. Consiste en mostrar su ac vidad de manera clara y simple, sin ocultar información o
generar mensajes confusos.
La mejora con nua. Consiste en un desempeño en constante evaluación, a pesar de que esté funcionando
de manera correcta.
La é ca empresarial es un factor imprescindible para la sociedad. Las empresas enen un gran potencial
para transformar la vida de las personas y alivianar la pobreza a través del crecimiento económico.

Sin embargo, deben estar alineadas con los obje vos de la sociedad a la que sirven, es decir, deben actuar
bajo la é ca empresarial. De lo contrario, puede verse reducido el crecimiento a largo plazo de alguna de
las partes (de la empresa o la sociedad).

Los gobiernos de los países en desarrollo enfrentan muchos problemas sociales y económicos que desa an
a las prác cas é cas, debido a los contrastes entre la pobreza y las clases más acomodadas, la desigualdad
social y el acceso a una calidad de vida que sa sfaga las necesidades básicas.

Actuar bajo la é ca empresarial representa un costo financiero para toda organización, que resulta una
inversión a largo plazo para su subsistencia y la de su entorno.

Los beneficios son varios: reducción de accidentes fatales, op mización del presupuesto tras el manejo
apropiado de los recursos, aumento de la mo vación de los empleados, mejora en la imagen de la
ins tución dentro del mercado.
Algunos ejemplos de conductas é cas que pueden ocurrir en el mundo de los negocios son:

Actuar de acuerdo a valores como la igualdad, libertad, diálogo, respeto y solidaridad.


Desarrollar una cultura organizacional con valores comunes para todos sus miembros, más allá de los
diferentes niveles de jerarquía.

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Hacer el esfuerzo por alcanzar la sa sfacción de todos los agentes involucrados en la empresa, como
accionistas, direc vos, empleados, proveedores y clientes.
Asumir la responsabilidad social por sus acciones y por su impacto directo e indirecto.
Trabajar de manera ac va para reducir los conflictos entre las partes que integran la empresa Algunos
ejemplos de conductas no é cas que pueden ocurrir en el mundo de los negocios son: Los sobornos a las
autoridades para obtener un beneficio.
La corrupción como el uso ilegí mo de información privilegiada (imposi va, financiera o legal).
La falta de medidas de seguridad para desempeñar las ac vidades.
El abuso de poder interno y con agentes externos a la empresa.
El incumplimiento de las norma vas vigentes.
La discriminación que se puede dar por mo vos de raza, género, ideología, religión, aspecto sico, entre
otros.
La explotación laboral en cualquiera de sus formas (como jornadas extensas o el trabajo infan l).

3.2.4. CARACTERISTICAS, ISO 19600.


ENTRE LAS CARACTERÍSTICAS COMPARTIDAS; SOBRESALEN LAS SIGUIENTES:

a) Su objeto de estudio son las organizaciones; por tanto, son aplicables a empresas privadas y públicas;
ins tuciones públicas y organismos estatales, además de dis ntas ins tuciones privadas. Por ejemplo:
gobiernos y organismos nacionales, provinciales y municipales; iglesias y otras ins tuciones religiosas;
universidades y otras ins tuciones docentes; hospitales y otras ins tuciones de salud, fundaciones y otras
organizaciones no gubernamentales; empresas privadas; las familias, inclusive.

b) Actúan como una unidad entre lo obje vo y lo subje vo, lo obje vo como área determinada compuesta
por leyes, principios, técnicas y métodos cuan ta vos, en la cual se u liza la teoría formalizada, la
medición, la tecnología y la generalización, lo subje vo como área indeterminada en la que interviene la
intuición, la crea vidad, la experiencia y los métodos cualita vos, los cuales se manifiestan a través de la
prác ca, la apreciación y la inicia va.

c) U lizan el enfoque sistémico como método general, para ello:


- Consideran el fenómeno como un todo, formado por elementos y subsistemas.
- Iden fican el papel rela vo de cada elemento.
- Determinan las relaciones entre los elementos.
- Iden fican las propiedades y variables de estado del sistema y sus partes.
- Estudian las leyes y principios que rigen el comportamiento del sistema.
- Determinan y estudian la interacción del sistema con el entorno.
- Analizan las caracterís cas y la evolución del sistema en empo y espacio.
- U lizan diferentes planos de análisis.

d) Se realizan a través de funciones similares, tales como:


- Planificar: proceso que comienza con la visión de la alta dirección de la organización; la misión de la
organización; fijar obje vos, las estrategias y polí cas organizacionales, abarca el largo plazo, el mediano
plazo y el corto plazo, donde se desarrolla el presupuesto anual más detalladamente.

- Organizar: coordinar y sincronizar, lo que requiere del diseño del organigrama de la organización,
definiendo responsabilidades y obligaciones; el diseño de los procesos, establecer cómo se deben realizar
las tareas y en qué plazo de empo.

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- Dirigir: por medio del liderazgo, influir (sobre) o persuadir (a) los individuos para lograr los obje vos
fijados; proceso de toma de decisiones usando modelos lógicos o intui vos.

- Controlar: medir del desempeño de lo ejecutado, comparándolo con los obje vos y metas fijados;
detectar desviaciones y tomar las medidas correc vas necesarias. Proceso que se realiza a nivel
estratégico, nivel tác co y a nivel opera vo; mediante un sistema de control interno y/o externo.

e) Se dirigen al logro al logro de los obje vos de la organización: Como los demás ac vos y medios de una
organización, los recursos materiales, financieros y humanos, dedicados a la Ges ón de Riesgos, solo se
jus fican si están en función de la razón de ser, objeto social y obje vos de dicha organización.

En este aspecto es necesario destacar que, para poder alcanzar los obje vos enfocados a las ganancias, al
desarrollo, o al servicio al público con eficacia (en menor empo y can dad) y eficiencia (al menor costo y
con la máxima calidad); una organización primero debe conseguir un obje vo mucho más básico: la
supervivencia frente a pérdidas potencialmente catastróficas.

Para una organización que busca la sostenibilidad, e incluso, el crecimiento, el programa de ges ón de
riesgos, debe contar con recursos disponibles, preferentemente fuera de la organización y las acciones
encaminadas a la pronta recuperación de pérdidas, de forma tal que un evento nega vo, no se convierta
en un lastre que demore o impida el alcance de los obje vos deseados.

En la esfera del servicio público, el aporte de la Ges ón de Riesgos a los obje vos comunes, pudiera
consis r en:
- Patrocinio de programas educa vos para el público, sobre diversos aspectos de la protección civil.
- Implementación de sistemas de alerta temprana en caso de fenómenos naturales (movimientos sísmicos,
tsunamis, huracanes, etc.), desastres industriales, incendios, accidentes y otros eventos no deseados que
impactan en la población.
- Planes para la evacuación y la atención de las personas durante el desarrollo del fenómeno, desastre o
evento no deseado.
- Programas de acciones de recuperación o mi gación de los efectos del fenómeno, desastre o evento no
deseado, para reducir al mínimo los inconvenientes al público.

f) Requieren de plantear y ejecutar decisiones: La Ges ón Empresarial “general”, requiere que se formulen
y se ejecuten decisiones para alcanzar los obje vos previstos. El procedimiento lógico, comúnmente
aceptado para la toma de decisiones, se realiza de acuerdo a las etapas siguientes:
1. Iden ficar y analizar un problema,
2. Plantear soluciones alterna vas al problema,
3. Seleccionar la mejor solución,
4. Ejecutar la solución escogida, y
5. Controlar los resultados para detectar errores o cambios de condiciones y adoptar las correcciones que
sean per nentes.

El procedimiento anterior, circunscrito a la Ges ón de Riesgos, se describe como:


1. Iden ficar y analizar los riesgos que puedan ser causa de pérdidas.
2. Plantear alterna vas fac bles de ges ón para tratar dichos riesgos.
3. Seleccionar las técnicas alterna vas que puedan ser más eficaces o una combinación de ellas.
4. Ejecutar las técnicas seleccionadas.
5. Controlar los resultados, y si resulta necesario.

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6. Modificar las acciones escogidas para adaptarlas a los cambios.


En conformidad con lo anterior, se infiere que, el procedimiento básico y generalizado de ges ón de
riesgos, es en esencia, un proceso racional para la toma de decisiones, por cuanto se realiza por etapas
tales como: la planificación, la organización, la dirección y el control de los recursos. Todas ellas
encaminadas a un obje vo fundamental: reducir al mínimo los efectos adversos de pérdidas.

Sin embargo, el procedimiento para tomar decisiones en la ges ón de riesgos, no es suficiente, habida
cuenta de las múl ples y variadas situaciones que se presentan casi a diario y que amenazan la
consecución de los obje vos propuestos por la organización.

Debido a dicha par cularidad, la ges ón de riesgos posee un rasgo dis n vo: la habilidad de los
“operadores” en esta rama del saber, para formular y proponer decisiones respecto a determinada
situación acerca de pérdidas por eventos no deseados.

En la mayoría de los casos, esta habilidad puede ser considerada como la cualidad más importante con la
que los “operadores” de la ges ón de riesgos pueden dar sus aportes al éxito de la organización (sean,
dichos “operadores” empleados de la organización, miembros de un equipo mul disciplinario, corredores
de seguros o consultores independientes).

La cer ficación es un procedimiento des nado a que un organismo independiente y autorizado, valide o
dictamine la calidad del sistema aplicado por una organización, par endo y verificando si la misma cumple
o no lo dispuesto por un determinado referencial o modelo de calidad, reconocido y oficial. Es un proceso
de evaluación de conformidad, que permite dar como resultado un informe escrito en relación con un
producto, una persona, o una organización, asegurando que el mismo responde a ciertos requisitos,
caracterís cas, y/o exigencias.

La cer ficación, es el proceso llevado a cabo por una en dad reconocida como independiente de las partes
interesadas, mediante el que se manifiesta la conformidad de una determinada empresa, producto,
proceso, servicio o persona con los requisitos definidos en normas o especificaciones técnicas.

La cer ficación va dirigida a cualquier po de empresa, independientemente de su tamaño, ubicación o


área de ac vidad, y no necesariamente a las grandes empresas, resultando más ú l incluso para empresas
pequeñas y medianas con menos reconocimiento en el mercado y cuya necesidad de generar confianza
en sus grupos de interés es, si cabe, mayor. En algunos casos es un requisito imprescindible para poder
vender, ya sea por consideraciones legales, o porque los compradores del producto siempre lo solicitan,
lo cierto es que se trata de un proceso voluntario.

La cer ficación es el reconocimiento al trabajo en equipo, al esfuerzo de las organizaciones y empresas.


Es la merecida recompensa para aquellas empresas que deciden iniciar el camino de la cer ficación y
mejorar sus procesos organiza vos y su capacidad compe va.

Cer ficación es el término que se u liza más coloquialmente para hacer referencia a lo que técnicamente
se denomina "evaluación de la conformidad". La evaluación de conformidad es cualquier evaluación
llevada a cabo para determinar si un producto, proceso o sistema de ges ón cumple unos requisitos
específicos. Más allá de la cer ficación, existen otros pos de evaluaciones que establecen una
conformidad o dan fe o veracidad de algo, en su sen do más general.

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Así, la verificación de la conformidad implica la comprobación de la conformidad de los productos con


arreglo a normas nacionales o su equivalente internacional. Al mismo empo anima a importadores y
exportadores a entender la necesidad del cumplimiento y sus ventajas.

Del mismo modo, la inspección es la acción dirigida a aquella organización que desea mostrar
responsabilidad asegurando que sus equipos, productos y servicios cumplen con la calidad, la seguridad,
el respeto al medio ambiente y las responsabilidades sociales impera vas (ya sean de obligado
cumplimiento, voluntarias o propias, basadas en sus propios sistemas, normas o necesidades).

La evaluación de la conformidad requiere con frecuencia la realización de ensayos de po, de vigilancia o


de autocontrol sobre los productos que son objeto de algún po de cer ficación. U lizando las
metodologías analí cas más avanzadas, se realizan análisis fisicoquímicos, microbiológicos y sensoriales
en productos alimentarios o productos de cosmé ca, higiene y detergencia, ente otros.

Además de las cer ficaciones y servicios de evaluación más extendidos, AENOR desarrolla una constante
labor de innovación, creando esquemas que responden a las nuevas necesidades empresariales. Así, las
marcas de AENOR evidencian esta "cer ficación" y cons tuyen un elemento diferenciador y de confianza
en el mercado, mejorando la imagen de productos y servicios ofrecidos y generando confianza entre
clientes y consumidores.

El equipo de AENOR, integrado por más de 900 auditores especializados en todos los sectores económicos
e industriales, es capaz de abordar y ges onar proyectos globales de cer ficación, verificación, inspección
y formación en cualquier ámbito geográfico, teniendo presencia permanente en 12 países, principalmente
de Iberoamérica y Europa. En España, AENOR ene delegaciones en todas las Comunidades Autónomas,
a través de sus 18 sedes.

AENOR está presente con más de 400 pos de cer ficaciones en las principales áreas de ac vidad del
mercado, an cipándose a las nuevas tendencias económicas y de demanda de las empresas, y
ayudándolas a mejorar sus ventajas compe vas, ya sea a través de la calidad, el respeto al medio
ambiente, o la seguridad laboral, demostrando la responsabilidad con la sociedad y sobre todo, mejorando
la eficiencia de los procesos en la ges ón empresarial.
De forma genérica, existen una serie de evaluaciones horizontales y aplicables a cualquier po de
organización, independientemente de su sector de ac vidad, tamaño, etc. Tal es el caso de la cer ficación
del sistema de ges ón de la calidad ISO 9001, o del sistema ambiental ISO 14001, etc.

A su vez, los dis ntos sectores de ac vidad han ido desarrollando estándares de aplicación específica a su
ámbito de actuación, como respuesta a las exigencias demandadas por cada sector. Hablamos de sectores
tan importantes para nuestra economía como el sector alimentario, energé co, edificación y obra civil,
transporte y logís ca, sanidad y servicios sociales.

Su ventaja más importante es facilitar el acceso a los mercados. En algunos casos no sólo facilita la
operación de venta, sino que es un requisito imprescindible para poder entrar en determinados mercados,
ya sea por consideraciones legales, o porque los compradores del producto siempre lo solicitan.

3.3. GESTIÓN DE RIESGOS

Breves antecedentes de la Ges ón de Riesgos comentado por los profesores Michel Tamayo Saborit, Dailit
González Capote, Milagros de la Caridad Mata Vere, José David Fornet Ba sta quienes dicen En los úl mos

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empos se ha desarrollado una ac vidad orientada a la inves gación del riesgo, que trata de definir su
naturaleza, terminología y componentes, así como las herramientas para enfrentarlo con eficacia.
La disciplina surgida como resultado de este proceso se conoce como: Administración de Riesgos,
traducción al castellano, de su denominación anglosajona: Risk Management.
En este capítulo se aborda el marco teórico – referencial, de lo que usualmente se asume como Ges ón
de Riesgos, sus antecedentes, definición, obje vos, relación con otras ramas de la ciencia o del
conocimiento y sobre todo se pretende destacar que este es un componente más de la Dirección o Ges ón
Empresarial, que facilita la mejora con nua en el proceso de toma de decisiones.
Adicionalmente se expone cómo puede vincularse al quehacer diario de resto de los departamentos o
áreas funcionales de una organización o en dad, a través de la aplicación de los principios, conceptos,
categorías y herramientas de la Ges ón por Procesos y de la Dirección Integrada de Proyecto.
Realmente no existen antecedentes históricos de la ges ón de riesgos, como rama independiente del
saber, hasta la segunda mitad del siglo XX; no obstante, se ofrece un rápido esbozo de lo que pudo haber
sido el nacimiento y posterior desarrollo de la administración, manejo, tratamiento o, sencillamente:
ges ón de riesgos; mediante el devenir histórico de una de las ac vidades humanas más tempranas y
estrechamente ligada a la existencia de riesgos: los seguros.
En fecha anterior a las civilizaciones surgidas y desarrolladas en lo que actualmente es Europa, Asia y
América, no existen evidencias que demuestren la existencia de ges onar riesgos mediante mecanismos
que pudieran parecerse al seguro, lo cual es aceptable porque el desarrollo económico – social de esa
época, no posibilitaba la creación de fondos de aseguramiento, al no exis r excedentes de producción que
los respaldaran; como inexistentes eran las relaciones mercan les que los jus ficaran.
Ves gios de lo que actualmente es el seguro, fueron hallados en grandes civilizaciones de la an güedad,
especialmente cuando los hombres comenzaron a organizarse en regiones determinadas bajo formas de
organizaciones económico social, parecidas a lo que hoy se denominan estados; se cree que en esta etapa
incipiente aparecieron grupos de asistencia mutua, pues existen “rastros de estas asociaciones en la India,
Persia, Pales na, Egipto, Babilonia y Fenicia”. (Cuba. Centro de Estudios Contables, Financieros y de
Seguros, 2002).
Babilonia además de ser considerada precursora en materias como el arte, la literatura, la ciencia, la
escritura, la arquitectura y la agricultura, al parecer acunó la ac vidad del seguro, evidencias arqueológicas
sugieren que miembros de una caravana elaboraron un contrato para que, en caso de pérdidas por robos,
hurtos o extravíos, pudieran resarcirse mutuamente, u lizando un fondo común creado con el fin de
indemnizar posibles pérdidas por estas causas.
Esta forma primi va del seguro se conoció como seguro de derrama y básicamente consis ó en la
formación de fondos de algunos poseedores de riesgos, para en caso eventual ayudar al perjudicado.
El seguro siempre ha acompañado a la ac vidad económica, especialmente la del comercio marí mo,
donde se han encontrado evidencias históricas de las primeras coberturas del seguro, dirigidas en lo
fundamental, a proteger a comerciantes cuyas naves y su cargamento, estaban amenazados por la
piratería, naufragios y fenómenos naturales.
Como era usual en la época, los comerciantes viajaban junto a sus propias mercancías y ante la inminencia
de un naufragio echaban el cargamento al mar para aligerar la nave, - prác ca que se conoció como
“echazón” -, pero en la mayoría de los casos se enfrentaban los intereses de los mercaderes para tratar de
decidir quién de ellos sacrificaba su carga para que otros salvaran las suyas; discusiones que, en
oportunidades, no evitaron que el barco zozobrara y se perdieran hombres y mercaderías.
Expertos navegantes y comerciantes, los fenicios comprendieron la necesidad de unir esfuerzos y recursos
para evitar la pérdida general y comenzaron la prác ca de repar rse las pérdidas parciales, sacrificando
las mercancías que más al alcance tuvieran; a cambio, aquellos que salvaran sus mercancías, estaban
obligados a reintegrar el valor de la carga sacrificada en aras del bien común; todo parece indicar que este
es el origen de lo que posteriormente de denominó avería gruesa.

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Estrechamente relacionado con la ac vidad mercan l por vía marí ma, está el llamado préstamo a la
gruesa, ins tución jurídica de los an guos comerciantes, surgida de la necesidad de juntar fondos para
sus operaciones mercan les, a través de préstamos que les permi eran alistar sus naves y comprar las
mercancías que transportarían por mar, expuestos a innumerables riesgos.
Hallazgos arqueológicos en Grecia, apuntan a que sus mercaderes u lizaban estas ins tuciones, incluso se
han encontrado indicios de una bolsa de préstamos a la gruesa en la ciudad de Atenas.
En cambio, no ha sido posible encontrar antecedentes similares en la Roma an gua, aunque se han
encontrado elementos que permiten deducir la existencia de asociaciones de asistencia mutua; pero no
se conocía, como tal, la ins tución jurídica del seguro, a pesar de otras evidencias sugieren que los
comerciantes y banqueros de la an gua Roma, prac caban los préstamos a la gruesa, siguiendo la
experiencia griega.
En la temprana Edad Media, surgieron y se desarrollaron asociaciones, la mayoría de ellas con marcadas
funciones polí cas y religiosas y de manera indirecta la asistencial. Con posterioridad al siglo X, disminuyó
la preponderancia del carácter polí co o religioso de tales asociaciones y tomó mayor importancia las
funciones asistenciales, por lo que se transformaron en ins tuciones de asistencia mutua de aseguración;
cuyas ac vidades coexis an con el llamado “depósito retribu vo” es pulado por el derecho germano, con
el obje vo de descargar riesgos de naturaleza diversa a cambio del pago de una prima y el nombrado
“derecho de guianza”, mediante el cual un señor feudal garan zaba la seguridad de bienes y personas a
quienes atravesaban sus territorios.
A finales del siglo XI el tráfico marí mo experimentó mayor florecimiento, por lo que la contratación del
riesgo marí mo adquirió mayor importancia, de modo que, durante casi dos siglos, se hizo costumbre se
es pularan cláusulas del riesgo marí mo con carácter accesorio, en contratos, tales como: comandita,
mutuo y compraventa.
A inicios del siglo XIV, las cláusulas del riesgo marí mo se independizaron de otros contratos, perdieron
su carácter accesorio y adquirieron mayor importancia, hasta que surgió de manera independiente el
contrato de seguro, en el cual una parte asume determinado riesgo y se obliga a pagar la correspondiente
indemnización en caso de pérdida y la otra parte, se obliga a pagar una can dad, llamada prima, por el
servicio prestado.
Fueron los lombardos (habitantes de la región de Lombardía, en la península itálica), los que fundaron las
primeras bases de un verdadero seguro marí mo en la forma que hoy se conoce.
Al norte de Europa, las ciudades alemanas cons tuidas en la llamada “Liga Hanseá ca”, llegaron a
establecerse firmemente en Inglaterra con el apoyo de los monarcas británicos; no obstante, durante el
siglo XIII y principios del XIV, “los hanseá cos empiezan a perder influencia en la vida mercan l y los
lombardos acaparan el mercado inglés y en pocos años los sus tuyen; sembrando la semilla de la banca
inglesa y del seguro marí mo inglés”. (Cuba. Centro de Estudios Contables, Financieros y de Seguros,
2002)
De los siglos XIV al XVII, aunque se mantuvo el predominio del seguro marí mo, gradualmente se
difundieron por Europa occidental las prác cas del seguro y aparecieron las primeras manifestaciones de
otras ramas, par cularmente el seguro de vida.
La era de los descubrimientos iniciada por portugueses y españoles-trajo consigo el desarrollo de grandes
empresas marí mas en la que rápidamente se involucraron franceses, holandeses e ingleses, quienes
lucharon por el control del comercio de ultramar; hasta que la derrota de España, marcada por el desastre
de la Armada Invencible; abrió el camino a Inglaterra como primera potencia marí ma.
Ante el incremento de las operaciones marí mas y el liderazgo alcanzado, los comerciantes ingleses
entendieron la necesidad de agruparse en asociación y en el año 1760, con la publicación del primer
registro de buques, surgió el “Lloyd´s Register of Shipping” (figura 1.1). Al mismo empo, y como
consecuencia lógica de la aparición de nuevos riesgos, se diversificó el seguro, y se promulgaron las
primeras legislaciones referentes al tema.

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El resto de los países de Europa no tardó en imitar a Inglaterra en cuanto a legislación, lo cual propició la
diversificación y el desarrollo del seguro, que también fue favorecido con el progreso de las ciencias
matemá cas y estadís cas, especialmente la Ley de Probabilidades, de Blaise Pascal; la Ley de los Grandes
Números del marqués de Laplace y la Ley del Cálculo Estadís co, de Jacobo Bernoulli.
La Segunda Revolución Industrial, conjunto de transformaciones socio económicas interrelacionadas que
se produjeron aproximadamente entre la segunda mitad del siglo XIX y el comienzo del siglo XX, se
caracterizó por la mayor complejidad de las máquinas y equipos y por una relación más estrecha entre la
ciencia y tecnología, las innovaciones técnicas se produjeron fundamentalmente, en el sector de la energía
a base de nuevas fuentes, el sector de materiales, la aparición de nuevos medios de transporte (avión y
automóvil) y nuevos medios de comunicación (teléfono y radio). Según Bilbao & Lanza (2015), “cons tuyó
uno de los más trascendentales cambios desde el punto de vista histórico, cuando las innovaciones
tecnológicas adquirieron el carácter de modernidad, que sentó las bases tecnológicas del siglo XX”.
En ese período, a consecuencia del desarrollo industrial (primero en Inglaterra y Estados Unidos de
América, y posteriormente en Alemania), a fin de administrar los riesgos inherentes a estas ramas,
nacieron y se desarrollaron el seguro agrícola, el seguro de accidentes, el seguro de responsabilidad civil,
e incluso hizo su aparición el seguro de vida popular para las clases de menores ingresos.
En el siglo XX las innovaciones técnicas en el sector de la energía a base de nuevas fuentes (petróleo, gas,
electricidad, átomo), el sector de materiales, la aparición de novedosos medios de transporte y medios de
comunicación, generó nuevos riesgos y abrió el camino a otras ramas del seguro como el seguro
aeronáu co, mientras que otras aumentaron su importancia, al incrementarse la diversidad y el nivel de
los riesgos.
1.1.1. Antecedentes de la Administración de Riesgos, como rama independiente del saber
Como se ha comentado, no existen evidencias de antecedentes históricos de la ges ón de riesgos, como
rama independiente del saber, hasta la segunda mitad del siglo XX, por lo que se ha tratado de dar un
esbozo de lo que pudo haber sido el nacimiento y posterior desarrollo de la ges ón de riesgos siguiendo
el devenir histórico de los seguros; porque quizás sea la disciplina más relacionada a la existencia de los
riesgos.
La administración o ges ón de riesgos es una ac vidad inherente a la naturaleza humana, a través del
nacimiento y desarrollo de los seguros, su más cercano pariente, se ha manifestado, directa o
indirectamente como una prác ca habitual, cuyas trazas se han encontrado en cualquier lugar y momento
histórico.
El hombre ha tratado de solucionar o al menos mi gar, la influencia nega va de los riesgos; sea por
ins nto, por fe, o por necesidad, hasta llegar a la actual Administración de Riesgos, basada en la ciencia,
la tecnología y en constante evolución.
Se deduce que la ges ón de riesgos, se ha prac cado en el mundo desde hace mucho empo, sin embargo,
su nacimiento independiente se sitúa en los Estados Unidos de América en el año1955, debido a la
generalización de la prác ca de ciertos compradores de seguros, quienes, mo vados fundamentalmente
por la existencia de riegos no transferibles a las compañías de seguros, se vieron obligados a financiar las
pérdidas a que estaban expuestas las organizaciones que los empleaban.
Con dicha prác ca, se inició un proceso enfocado a inves gar del riesgo como fenómeno independiente,
con el obje vo de definir su naturaleza, componentes y seleccionar las herramientas para poder
enfrentarlo, hasta conver rse en un instrumento indispensable para analizar el desarrollo futuro de
cualquier proyecto.
En la vida prác ca, la definición de Administración de Riesgos, tal y como es conocida en países
angloparlantes, ha sido sus tuida por el de Ges ón de Riesgos, término “acuñado” principalmente por
normas jurídicas relacionadas con el tema. De acuerdo al sistema de relaciones económico – sociales que
impere en determinado país, se perciben dos filoso as diferentes de ges onar todo po de riesgos.

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En países de economía de mercado, es usual el predominio de ins tuciones, asociaciones y otras


organizaciones cuyo objeto principal es la ges ón de riesgos, tanto de organizaciones con personalidad
jurídica propia (con fines lucra vos, o no), como de personas naturales en general.
En este contexto la ges ón de riesgos se concentra fundamentalmente en el accionar de compañías de
seguro, corredores o “brokers” de seguros y otras especialidades relacionadas, que brindan servicios, que
resultan más visibles cuando se producen ciertas con ngencias.
En cambio, en países donde predomina la economía centralmente planificada, la ges ón de riesgos posee
caracterís cas par culares, pues está asociada al logro de los obje vos económicos planificados y a la
con nuidad de programas sociales de mediano y largo alcance.
De acuerdo a esta realidad, la prác ca en la ges ón de riesgos se caracteriza por la existencia de
ins tuciones de la administración del Estado, que norman aspectos parciales, relacionados con las
funciones y competencias de cada una de ellas.
Ejemplos de ins tuciones administra vas estatales, lo cons tuyen:
Los órganos de protección o defensa civil, cuyo come do principal es la mi gación de riesgos de desastres
originados por fenómenos naturales (huracanes, inundaciones, sismos, erupciones volcánicas, etc.) o
desastres causados por la acción del hombre (incendios, explosiones, accidentes industriales, etc.).
Los órganos u organismos que promueven la ges ón de prevención de riesgos inherentes a la seguridad y
la salud ocupacional.
Los órganos u organismos que promueven el diseño e implantación de sistemas de control interno, donde
uno de sus componentes centrales, es la iden ficación y evaluación de riesgos.
Los órganos u organismos que promueven la ges ón de riesgos relacionados con la ecología y el
medioambiente.
Entre uno y otro de estos extremos, pueden encontrarse filoso as y enfoques “mixtos” de ges ón de
riesgos, que coexisten de forma más o menos centralizada. Ejemplo pico es el caso de Japón, país
industrializado y de economía de mercado, que por su insularidad y las costosas consecuencias potenciales
de los riesgos a que está expuesta la nación, posee un fuerte sistema de protección o de defensa civil,
asumido por el gobierno central.
Un rasgo peculiar de la prác ca de ges ón de riesgos, en ciertos países de América La na, es la virtual
inexistencia de especialistas “puros” o de un área de manejo de riesgos dentro de las organizaciones.
Al respecto, Berral, et al. (2012), comentan que la formación de profesionales, en esta rama específica, no
ha sido la más adecuada, sin dejar de reconocer que han exis do ofertas de formación, recalcan que no
resulta suficiente la formación des nada preparar a un profesional capaz de desarrollar la prevención de
riesgos.
Galaviz, et al. (2013), plantean que solo un reducido número de organizaciones realizan la ges ón de
riesgos, desde otras áreas, como la de ges ón de calidad, más interesadas en cumplir requisitos legales,
que en ges onar los riesgos todo el sistema organizacional.
Mientras que Vesga (2017), ha dicho que si bien se evidencia el cumplimiento de la ges ón del riesgo en
ciertos departamentos (provincias), en otros la implementación territorial es deficiente. Los temas
antecedentes, cons tuyen un bosquejo introductorio del devenir histórico de la Administración o Ges ón
de Riesgos, a modo de plataforma para introducir elementos específicos, que posibiliten su mejor
comprensión.

ALGUNAS DEFINICIONES SOBRE LA GESTIÓN DE RIESGOS Y LA GESTIÓN EMPRESARIAL

A lo largo de la historia han aparecido muchas y detalladas definiciones sobre ges ón de riesgos, entre las
cuales citamos:

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Para Heads (1990), se define como “el procedimiento de planear, organizar, dirigir y controlar los recursos
y las ac vidades de una organización para reducir al mínimo los efectos adversos de pérdidas accidentales
sobre la organización al mínimo costo posible”.

Según Esteva Fisher (1994), la Administración de Riesgos se plantea como una “función empresarial cuyo
obje vo es la conservación de los ac vos y del poder de generación de beneficios mediante la minimización
a largo plazo del efecto financiero de las pérdidas accidentales”.

De acuerdo con Andersen, citado por Bird & Germain (1991), es “el proceso des nado a la iden ficación,
análisis y control económico de aquellos riesgos que pudieran afectar los ac vos o la capacidad de
ganancia de una en dad”.

El Manual del Comité de Ges ón de Riesgos (2014), confeccionado por la Secretaría de Ges ón de Riesgos,
de Ecuador, eleva la ges ón de riesgos a rango cons tucional, reconoce es uno de los componentes del
Régimen del Buen Vivir y es pre-condición obligatoria para cumplir los obje vos de desarrollo, para esta
en dad, se trata de un “conjunto sistemá co de disposiciones, recursos, medidas y acciones que deben
basarse en el mejor conocimiento disponible, con el propósito de reducir la vulnerabilidad. La ges ón de
riesgos incluye: la prevención, mi gación, respuesta, recuperación y reconstrucción”.

La norma ISO 31000, establece que es la “aplicación sistemá ca de polí cas, procedimientos y prác cas
de ges ón a las ac vidades de comunicación, consulta, establecimiento del contexto, e iden ficación,
análisis, evaluación, tratamiento, seguimiento y revisión del riesgo”. (Organización Internacional de
Normalización, 2015)
Lo notable de estas referencias, es que de ellas se deducen ciertos elementos cons tu vos esenciales que
posibilitan caracterizar a esta disciplina, a saber:
Cons tuye un proceso estrechamente relacionado a la Ges ón Empresarial, por cuanto combina
funciones de planificación, organización, y control, y emplea recursos tanto humanos como materiales y
financieros.
Consta de etapas o pasos que se ejecutan de forma lógica y secuencial.
Su obje vo está centrado en la reducción de pérdidas y el aprovechamiento de las oportunidades y
capacidades de la organización.

Entonces, se puede deducir que la Ges ón de Riesgos es una rama del conocimiento que u liza las diversas
técnicas de otras ramas de la ciencia, mediante la integración ar culada por los principios, conceptos y
herramientas de la ges ón por procesos; con el fin de manejar los riesgos que se pueden manifestar en el
contexto interno y externo donde se desarrolla el complejo sistema de relaciones y procesos, llamado:
organización o en dad (de carácter industrial, comercial o de servicio público); en consecuencia, una
definición holís ca, se plantearía como proceso lógico y sistemá co que combina recursos financieros,
materiales y humanos, para iden ficar y evaluar los riesgos potenciales que influyen en una ac vidad,
función u organización y decidir cómo ges onarlos con la combinación óp ma de costo - beneficio.

Enunciada la anterior definición de ges ón de riesgos, se impone explicar sus vínculos con la Ges ón
Empresarial “general” y otras ramas del conocimiento, generalmente desarrolladas como procesos, por
determinada organización.

Existen varias definiciones de Administración, Dirección o Ges ón Empresarial “general”, en dependencia


del enfoque y de la “escuela”, según su evolución histórica desde sus primeros pasos a fines del siglo XIX,
a la escuela de administración cien fica (Taylor, 1911; Gilbreth, 1917; Ford, 1930), la escuela de
administración clásica (Fayol, 1916); el enfoque humanís co, dado por la escuela de las relaciones
humanas (Mayo, 1924 – 1933), escuela conduc sta o psicológica (Maslow, 1943), escuela de toma de

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decisiones, hasta las corrientes surgidas a par r de la década de 1980 (administración estratégica, ges ón
de la calidad total, reingeniería de procesos y otras).

Las definiciones más ilustra vas de Administración, Dirección o Ges ón Empresarial, a los fines del
presente texto, son las siguientes: Es “el proceso de planear, organizar, dirigir y controlar los recursos y las
ac vidades de una organización para realizar los obje vos de la organización al mínimo costo posible”.
(Heads, 1990).

Otro punto de vista reconoce que la Ges ón Empresarial es “un proceso dis n vo que consiste en planear,
organizar, ejecutar y controlar, desempeñado para determinar y lograr los obje vos manifestados,
mediante el uso de seres humanos y otros recursos”. (Chiavenato, citado por Moranz, 2006).

Mientras un enfoque que prioriza el ordenamiento de los recursos, concibe la Ges ón Empresarial como
“la coordinación de todos los recursos a través de planeamiento, organización, dirección y control a fin de
lograr los obje vos establecidos”. (Bestratén, 2006).

Del análisis de las definiciones anteriores se infiere que las relaciones entre la Ges ón Empresarial y la
Ges ón de Riesgos son estrechas, y que ésta cons tuye una especialidad dentro del amplio campo de
ac vidad de aquella; su relación es de una parte hacia el todo, de lo específico hacia lo genérico.

Al considerar la Ges ón de Riesgos, como una de las ramas especializadas de la Ges ón Empresarial, se
asume que comparten ciertas caracterís cas y se trata de una herramienta de administración, que sigue
métodos lógicos y sistemá cos para iden ficar, analizar, es mar, evaluar y manejar riesgos; que permite
a quien la u lice aprovechar las oportunidades y minimizar las pérdidas, con un balance favorable entre
costos y beneficios.

Entre las caracterís cas compar das; sobresalen las siguientes:


Su objeto de estudio son las organizaciones; por tanto, son aplicables a empresas privadas y públicas;
ins tuciones públicas y organismos estatales, además de dis ntas ins tuciones privadas.

Por ejemplo: gobiernos y organismos nacionales, provinciales y municipales; iglesias y otras ins tuciones
religiosas; universidades y otras ins tuciones docentes; hospitales y otras ins tuciones de salud,
fundaciones y otras organizaciones no gubernamentales; empresas privadas; las familias, inclusive.

Actúan como una unidad entre lo obje vo y lo subje vo, lo obje vo como área determinada compuesta
por leyes, principios, técnicas y métodos cuan ta vos, en la cual se u liza la teoría formalizada, la
medición, la tecnología y la generalización, lo subje vo como área indeterminada en la que interviene la
intuición, la crea vidad, la experiencia y los métodos cualita vos, los cuales se manifiestan a través de la
prác ca, la apreciación y la inicia va.
U lizan el enfoque sistémico como método general, para ello:
- Consideran el fenómeno como un todo, formado por elementos y subsistemas.
- Iden fican el papel rela vo de cada elemento.
- Determinan las relaciones entre los elementos.
- Iden fican las propiedades y variables de estado del sistema y sus partes.
- Estudian las leyes y principios que rigen el comportamiento del sistema.
- Determinan y estudian la interacción del sistema con el entorno.
- Analizan las caracterís cas y la evolución del sistema en empo y espacio.
- U lizan diferentes planos de análisis.

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Se realizan a través de funciones similares, tales como: Planificar: proceso que comienza con la visión de
la alta dirección de la organización; la misión de la organización; fijar obje vos, las estrategias y polí cas
organizacionales, abarca el largo plazo, el mediano plazo y el corto plazo, donde se desarrolla el
presupuesto anual más detalladamente.

Organizar: coordinar y sincronizar, lo que requiere del diseño del organigrama de la organización,
definiendo responsabilidades y obligaciones; el diseño de los procesos, establecer cómo se deben realizar
las tareas y en qué plazo de empo.

Dirigir: por medio del liderazgo, influir (sobre) o persuadir (a) los individuos para lograr los obje vos
fijados; proceso de toma de decisiones usando modelos lógicos o intui vos.

Controlar: medir del desempeño de lo ejecutado, comparándolo con los obje vos y metas fijados; detectar
desviaciones y tomar las medidas correc vas necesarias. Proceso que se realiza a nivel estratégico, nivel
tác co y a nivel opera vo; mediante un sistema de control interno y/o externo.

Se dirigen al logro al logro de los obje vos de la organización: Como los demás ac vos y medios de una
organización, los recursos materiales, financieros y humanos, dedicados a la Ges ón de Riesgos, solo se
jus fican si están en función de la razón de ser, objeto social y obje vos de dicha organización.

En este aspecto es necesario destacar que, para poder alcanzar los obje vos enfocados a las ganancias, al
desarrollo, o al servicio al público con eficacia (en menor empo y can dad) y eficiencia (al menor costo y
con la máxima calidad); una organización primero debe conseguir un obje vo mucho más básico: la
supervivencia frente a pérdidas potencialmente catastróficas.

Para una organización que busca la sostenibilidad, e incluso, el crecimiento, el programa de ges ón de
riesgos, debe contar con recursos disponibles, preferentemente fuera de la organización y las acciones
encaminadas a la pronta recuperación de pérdidas, de forma tal que un evento nega vo, no se convierta
en un lastre que demore o impida el alcance de los obje vos deseados.

En la esfera del servicio público, el aporte de la Ges ón de Riesgos a los obje vos comunes, pudiera
consis r en:
- Patrocinio de programas educa vos para el público, sobre diversos aspectos de la protección civil.
- Implementación de sistemas de alerta temprana en caso de fenómenos naturales (movimientos sísmicos,
tsunamis, huracanes, etc.), desastres industriales, incendios, accidentes y otros eventos no deseados que
impactan en la población.
- Planes para la evacuación y la atención de las personas durante el desarrollo del fenómeno, desastre o
evento no deseado.
- Programas de acciones de recuperación o mi gación de los efectos del fenómeno, desastre o evento no
deseado, para reducir al mínimo los inconvenientes al público.
Requieren de plantear y ejecutar decisiones: La Ges ón Empresarial “general”, requiere que se formulen
y se ejecuten decisiones para alcanzar los obje vos previstos. El procedimiento lógico, comúnmente
aceptado para la toma de decisiones, se realiza de acuerdo a las etapas siguientes: Iden ficar y analizar
un problema,
Plantear soluciones alterna vas al problema,
Seleccionar la mejor solución,
Controlar los resultados para detectar errores o cambios de condiciones y adoptar las correcciones que
sean per nentes.

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El procedimiento anterior, circunscrito a la Ges ón de Riesgos, se describe como:


Iden ficar y analizar los riesgos que puedan ser causa de pérdidas.
Plantear alterna vas fac bles de ges ón para tratar dichos riesgos.
Seleccionar las técnicas alterna vas que puedan ser más eficaces o una combinación de ellas.
Ejecutar las técnicas seleccionadas.
Controlar los resultados, y si resulta necesario.
Modificar las acciones escogidas para adaptarlas a los cambios.
En conformidad con lo anterior, se infiere que, el procedimiento básico y generalizado de ges ón de
riesgos, es en esencia, un proceso racional para la toma de decisiones, por cuanto se realiza por etapas
tales como: la planificación, la organización, la dirección y el control de los recursos.
Todas ellas encaminadas a un obje vo fundamental: reducir al mínimo los efectos adversos de pérdidas.
Sin embargo, el procedimiento para tomar decisiones en la ges ón de riesgos, no es suficiente, habida
cuenta de las múl ples y variadas situaciones que se presentan casi a diario y que amenazan la
consecución de los obje vos propuestos por la organización.

Debido a dicha par cularidad, la ges ón de riesgos posee un rasgo dis n vo: la habilidad de los
“operadores” en esta rama del saber, para formular y proponer decisiones respecto a determinada
situación acerca de pérdidas por eventos no deseados. En la mayoría de los casos, esta habilidad puede
ser considerada como la cualidad más importante con la que los “operadores” de la ges ón de riesgos
pueden dar sus aportes al éxito de la organización (sean, dichos “operadores” empleados de la
organización, miembros de Ejecutar la solución escogida, y un equipo mul disciplinario, corredores de
seguros o consultores independientes).

OBJETIVOS DE LA GESTIÓN DE RIESGOS


De la propia definición dada en acápites antecedentes, se puede deducir que el obje vo esencial de la
Ges ón de Riesgos es desplegar un proceso de inves gación y análisis de los riesgos que pueden impactar
una ac vidad, función u organización, para tomar decisiones de cómo ges onarlos con un balance
adecuado de costos – beneficios, de manera tal que se minimicen las pérdidas y se maximicen las
oportunidades.
A con nuación, se detallan los obje vos específicos que persigue la ges ón de riesgos:
I. Los que se an cipan a los eventos o acontecimientos, dirigidos al control de riesgos:
Iden ficación de los riesgos a que están expuestos la ac vidad, función u organización.
Evaluación del posible impacto de los riesgos sobre la ac vidad, función u organización.
Jerarquización de los riesgos iden ficados y evaluados.
Planteamiento de alterna vas de ges ón.
Evaluación de alterna vas y selección de la que se consideren más fac bles.
Propuesta de programas o planes de acción. Algunos ejemplos son:
Determinación de los recursos materiales, humanos y financieros necesarios.
Iden ficación de los riesgos a que están expuestos los recursos de la ac vidad, función u organización.
Evaluación del posible impacto de un evento o acontecimiento a través de su medición adecuada.
Jerarquización de los riesgos iden ficados y evaluados.
Elaboración de programas de prevención.
II. Los que se enfocan durante los eventos o acontecimientos, encaminados al control de daños y
respuesta ante emergencias:
Ejecución de los programas o planes de acción aprobados.
Corrección de los programas.
Aplicación de planes de con ngencias.
Algunos ejemplos son:
Elaboración de manuales de seguridad e higiene.
Elaboración de programas de comunicación y formación.

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Elaboración de planes de emergencia y evacuación.


Ejecución de simulacros y pruebas de puesta en marcha de los planes de emergencia y evacuación.

3.3.1. DEFINICIÓN DE RIESGO

ALGUNAS DEFINICIONES SOBRE LA GESTIÓN DE RIESGOS Y LA GESTIÓN EMPRESARIAL


La existencia de riesgos cons tuye una realidad a la que las personas deben enfrentarse día a día. Por lo
tanto, la probabilidad de pérdidas vinculadas a la ocurrencia de determinados acontecimientos debe ser
considerada cuidadosamente, si se desean obtener resultados posi vos en cualquier ac vidad donde
existan situaciones que pongan en riesgo el éxito de tal ac vidad o emprendimiento.

En este capítulo se explica el marco teórico referencial del principal objeto de estudio de esta disciplina:
el riesgo, fenómeno dinámico, complejo y “omnipresente” en toda ac vidad humana.

Se deslindan y explican algunos componentes básicos de la definición de riesgos, y se plantean otros


términos u lizados frecuentemente en informes y análisis de ges ón de riesgos, así como otras cues ones
de u lidad prác ca, como los factores que influyen en el riesgo, la percepción que poseen las personas y
la ac tud que generalmente asumen ante este fenómeno, su clasificación y elementos de costo - beneficio;
aspecto teóricos necesarios para desplegar un proceso “convencional” de ges ón de riesgos.

E mológicamente hablando, el vocablo riesgo, proviene del italiano risico o rischio y este del árabe clásico
rica, que significa: “lo que depara la providencia”. La mayoría de los diccionarios define el riesgo, como
con ngencia o proximidad de un daño; algo some do a la influencia de la suerte o azar o, que está
expuesto a perderse o a no verificarse.

Almaguer, et al. (2012), exponen que el riesgo es un concepto que desde que ha sido tratado por el
sociólogo alemán Ulrich Beck, cons tuye un tema de especial importancia para el desarrollo del
conocimiento especializado, más adelante expresan que el riesgo es un tema recurrente en los análisis
económicos, polí cos, jurídicos y sociológicos, donde este concepto, se agrega a la ac vidad prác ca y
cogni va desde las más disímiles posturas.

La acepción “legal” o “norma va”, del vocablo riesgo, está dada en las normas siguientes: Para la norma
UNE 81902 EX (1996), “es la combinación de la frecuencia o probabilidad y de las consecuencias que
puedan derivarse de la materialización de un peligro”.

Otra norma UNE 89902 EX (1996), el riesgo es definido como “fuente o situación con capacidad de daño
en términos de lesiones, daños a la propiedad, daños al medio ambiente o una combinación de ambos,
propiedad o ap tud intrínseca de algo para ocasionar daños y, en general, como un riesgo o con ngencia
inminente de que suceda algún mal”.

La norma AS/NZS 4360 (Australian/New Zealand Standard for Risk Management Associa on, 1999), define
el riesgo como “la posibilidad de que suceda algo que tendrá un impacto sobre los obje vos. Se lo mide en
términos de consecuencias y probabilidades”. La norma ISO 31000 (Organización Internacional de
Normalización, 2015), establece una sinté ca definición del riesgo como el “efecto de la incer dumbre
sobre la consecución de los obje vos”.

Estas acepciones de carácter “legal” o “norma vo”, son demostra vas de la tendencia a incluir el término
riesgo en documentos de organismos internacionales de alcance regional e incluso mundial,
principalmente en normas rela vas a la ges ón ambiental (ISO 14000: 2001); a los accidentes tecnológicos
(Organización Internacional de Energía Atómica, 1999); a los desastres naturales (Organización de
Naciones Unidas, [ONU], 2005) o relacionadas con la seguridad y salud ocupacional (ISO 18000: 2003), las
que usualmente, deben ser reflejadas en legislaciones nacionales.

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Ejemplo de esto es la definición del mencionado manual (2014), emi do por la Secretaría de Ges ón de
Riesgos, de Ecuador, que lo define como “la magnitud es mada de pérdidas posibles generadas por un
determinado evento adverso y sus efectos, sobre las personas, las ac vidades ins tucionales, económicas,
sociales, y el ambiente. Los factores de riesgo pueden ser de origen natural o antrópico”.

En el lenguaje común, empleado por la generalidad del público, se interpreta el término riesgo, en el
sen do de posibilidad de ocurrencia de un peligro, fortuito, más o menos esperado y siempre indeseado.
La palabra riesgo, en la inmensa mayoría de los casos, transmite cierta sensación de incer dumbre e
inseguridad, al ser percibida como posibilidad de que el resultado de una situación determinada, en un
momento dado no sea favorable. Cuando se expresa: “corremos el riesgo de...”, se está asumiendo la
posibilidad de sufrir una pérdida o daño.

Si se toman en cuenta las definiciones “norma vas” y la experiencia prác ca, el riesgo es un fenómeno
aleatorio, complejo y dinámico, que implica la probabilidad de que suceda un evento en determinada área,
que produzca consecuencias de daños o pérdidas.
gg
Al conceptualizar el riesgo, se prefiere llamarlo fenómeno, ya que usualmente se emplea este término para
referirse a un acontecimiento extraordinario o, para nombrar sucesos o eventos adversos o inusuales, así
como personas o hechos de especial importancia.
Para las ciencias naturales fenómeno, es cualquier manifestación sica que puede constatarse por
observación directa o medición indirecta. Desde esta óp ca, es posible elaborar un listado de fenómenos
significa vos, de variada naturaleza; por ejemplo:
Fenómenos sicos, de los que se ocupa la Física en sus diversas disciplinas. Estos pueden
subdividirse, por ejemplo, de la forma siguiente: Fenómenos geológicos.
Fenómenos hidrológicos.
Fenómenos meteorológicos.
Fenómenos eléctricos.
Fenómenos químicos, de los que se ocupa la Química.
Fenómenos atómicos, de estos se ocupa la Física nuclear.
Fenómenos biológicos, de los que se ocupa la Biología.

Para las ciencias sociales un fenómeno es cualquier situación constatable mediante la recopilación de
informes o encuestas a los individuos de una sociedad. Entre estos se pueden citar, a manera de ejemplo:

Fenómenos psicológicos, de los que se ocupa la Psicología.


Fenómenos sociológicos, de los que se ocupa la Sociología.
Fenómenos económicos, están asociados a la ac vidad que grupos de individuos desarrollan en tareas
asociadas a la producción de bienes económicos, a su ges ón o su consumo.

Además de definirlo como un fenómeno, se le otorga el adje vo de aleatorio, porque el riesgo, genera
cierta incer dumbre sobre cuándo sucederá, cómo se manifestará y cuánta pérdida o daño producirá.

La aleatoriedad, se denota como caracterís ca intrínseca del riesgo, pues está asociada a todo proceso
cuyo resultado no es previsible, ya que está en razón de la influencia del azar; este resultado no puede
determinarse con certeza absoluta hasta que en realidad se produzca.

En el campo de la inves gación cien fica, el estudio de los fenómenos aleatorios queda dentro del ámbito
de la Estadís ca, más específicamente de la teoría de la probabilidad, cuyo nexo con la ges ón de riesgos
se explica en el capítulo I.

Además de fenómeno aleatorio, se considera complejo y dinámico debido a la mul plicidad de factores
que intervienen en la génesis y desarrollo de un riesgo, y a las complicadas y cambiantes interrelaciones

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que se establecen, entre el riesgo, la naturaleza y las acciones de las personas; some das a la influencia
de un entorno mutante, en constante movimiento.

La conceptualización del riesgo, también implica la probabilidad, concebida como probabilidad estadís ca
o frecuencial, de que se manifieste el evento y que se produzcan pérdidas o daños, económicamente
mensurables o no.

Entre los diferentes enfoques existentes para el cálculo de una probabilidad, se halla la estadís ca o
frecuencial de probabilidad, considerada el segundo po de probabilidad, de mucha u lidad en la prác ca
inves ga va de todas las ramas del saber. Se basa en el número de veces que ocurre un evento o suceso
en un número suficiente de repe ciones de un experimento.

La probabilidad de que un evento ocurra está sustentada en la representación de una fracción de eventos
similares que ocurrieron con anterioridad; es decir, sobre la base de la frecuencia de ocurrencia de algún
evento en el pasado, puede predecirse su ocurrencia reiterada en el futuro.

En los párrafos anteriores, se menciona el término evento, vinculado a la definición de riesgo. En


expresiones de uso co diano, se escucha con frecuencia el vocablo evento, para referirse a un
acontecimiento o acto cultural, o un acto, manifestación o reunión de carácter polí co; o para nombrar a
diferentes compe ciones depor vas.
En el lenguaje probabilís co “un evento es uno o más de los posibles resultados de hacer algo. Al lanzar
una moneda al aire, si cae cruz es un evento, y si cae cara es otro.
De manera análoga, si sacamos una carta de un mazo de naipes, el tomar el as de espadas es un evento.
Un ejemplo de evento que, quizá, esté más cercano a su quehacer diario es ser elegido de entre cien
estudiantes para que responda a una pregunta. Cuando escuchamos las poco gratas predicciones del
índice de mortalidad en accidentes de tránsito, esperamos no ser uno de tales eventos”. (Levin & Rubin,
2010)
La acepción “legal” o “norma va”, de la palabra evento, desde la visión de la ges ón de riesgos está
dada en la norma AS/NZS 4360: 1999 (Australian/New Zealand Standard for Risk Management
Associa on, 1999), documento que en sus definiciones establece:
Evento: un incidente o situación, que ocurre en un lugar par cular durante un intervalo de empo
par cular. En otros documentos se usa el término evento, para referirse al hecho, acontecimiento o
suceso que ene como causa un riesgo “fuera de control”, en este sen do, se aprecia que la acepción más
generalizada considera como tal a un incidente, situación o suceso repen no e importante, cuya causa
raíz es un riesgo, acaecido en un lugar determinado en un empo también determinado.

La acepción que mejor describe el significado del término evento dentro de la definición de riesgo sería:
un hecho causado por un riesgo, que sucede en un lugar determinado, en un período de empo también
determinado. De forma resumida: evento, es la manifestación más evidente de un riesgo.

Conforme a esta acepción, los eventos pueden ser calificados como naturales o causados por la acción
de las personas; y, atendiendo a su evolución temporal, repen nos o duraderos.

Cuando se habla acerca de accidentes, averías, incendios, desastres naturales, impactos ambientales,
pérdidas económicas, quiebra financiera, entre otros; sencillamente se está ante eventos ocurridos.

Por úl mo y no menos importante a los fines de definir el riesgo, se habla del término consecuencias, que
pueden ser pérdidas o daños a las personas, al medioambiente o las propiedades y otras rela vamente
fáciles de ser expresadas económicamente; así como pérdidas o daños a bienes intangibles (imagen
pública, pres gio, compe vidad, etc.), di ciles de ser medidos numéricamente.

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de las definiciones expuestas, como de la comunicación coloquial entre personas, se pueden extraer
algunos elementos ú les a los propósitos de la ges ón de riesgos, de ellos destacamos los siguientes:
Incer dumbre de que un suceso pueda ocurrir.
Probabilidad de ocurrencia de un suceso fortuito que puede ser o no súbito, violento y producir daños o
pérdidas en las personas, animales o cosas.
Posibilidad incierta de que ocurra un acontecimiento aleatorio que produzca un daño o una pérdida a los
intereses de las personas.
Grado de probabilidad de pérdida.
Probabilidad de con ngencia dañosa.
Acontecimiento futuro, posible e incierto de naturaleza obje va, cuya realización causa un daño a bienes
concretos o intangibles.
Exposición a determinada eventualidad económica desfavorable.
Medida de la magnitud de los daños frente a una situación peligrosa.
De estos elementos, se destacan algunos esenciales para la comprensión del riesgo, tales como:
1.- Incer dumbre: interpretada como un proceso sicológico, que puede producir sensaciones como la
duda, el temor o la inseguridad, que generalmente se presenta cuando no se ene todo el conocimiento
acerca de un fenómeno y sus posibles resultados.
Consiste en el grado de duda que se puede tener en cuanto a predecir cómo se manifestará el fenómeno
y cuál de los posibles resultados ocurrirá.

Independientemente de que sea reconocido o no por los individuos, estas sensaciones de duda, temor o
de inseguridad, generalmente se deben al desconocimiento total o parcial sobre el futuro. Si se conociera
con certeza absoluta qué, cómo y cuándo va a suceder, se tomarían medidas para no correr ningún riesgo.
Aun cuando se conozca con cierto grado de certeza que algo va a ocurrir (Ejemplo: la muerte de un
paciente en estado terminal o el paso de un huracán), no se ene certeza de cómo y cuándo se producirá
y qué consecuencias traerá.
De ahí la importancia del uso de modelos estadís cos confiables para afrontar los efectos de la
incer dumbre ante el futuro. “Modelar las previsiones futuras es un paso imprescindible para enfrentar
los desa os de la incer dumbre y la an cipación de los impactos que estos futuros deseables o no,
proporcionan a la sociedad”. (Cabrera, 2017)

2.- Probabilidad: La idea de probabilidad, generalmente se relaciona con la incer dumbre y se considera
establece una tendencia en el resultado de un suceso. Asumiendo que las condiciones fundamentales
permanecen constantes, es la proporción de veces que ocurre un suceso en par cular, en un lapso de
empo determinado.

La probabilidad es el sustento que permite la construcción de los métodos estadís cos que conforman la
llamada Estadís ca Inferencial. Triola (2004), agrupa las diferentes formas para definir la probabilidad de
un suceso a par r de tres reglas con sus correspondientes ejemplos (figura 2.2).

Regla 1: Aproximación de la probabilidad por frecuencias rela vas (explicada con anterioridad).
Regla 2: Método clásico de la probabilidad (requiere de espacios muestrales finitos y equiprobables).
Regla 3: Probabilidades subje vas (se ob ene es mando su valor sobre la base del conocimiento de
circunstancias relevantes).
3.- Peligro: los términos riesgoso y peligroso generalmente se emplean indis ntamente. Con mucha
frecuencia el término peligro es
confundido con el de riesgo, propiamente dicho; cons tuyen elementos diferentes, aunque fuertemente
interrelacionados.

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El término peligro se u liza con carácter descrip vo, a fin de explicar una caracterís ca referida a la
capacidad de una cosa de causar daño; o lo que es igual: el peligro describe una condición sica, química
o psicofisiológica, que puede causar daños a las personas, al medioambiente o las propiedades; en
resumen, el peligro es la fuente del riesgo.

El riesgo, visto como la posibilidad de sufrir pérdidas económicas o daños a las personas, al
medioambiente o las propiedades, expresada en función de la probabilidad y las consecuencias, siempre
puede ser ges onado, actuando sobre la probabilidad, sobre las consecuencias, o sobre ambas al mismo
empo.
Sin embargo, el peligro entendido como una propiedad o condición sica, química o psicofisiológica, que
puede causar daños, no puede controlarse o reducirse.
3.3.2. TIPOS DE RIESGO.
Toda ac vidad empresarial está sujeto a riesgos. Lo idílico para cualquier negocio sería mantener una
situación estable y tranquila. Sin embargo, la realidad está bien lejos, donde nos encontramos con un
escenario lleno de imprevistos y dificultades que todo empresario debe tener la capacidad de afrontar
la ges ón de riesgos de la manera más rápida, rentable y eficaz posible.

Un sólido plan de ges ón de riesgos empresariales pone en marcha procedimientos que pueden ayudarle
a iden ficar, an ciparse y evitar posibles amenazas, o al menos minimizar su impacto.

Así, son muchos los pos de riesgos empresariales que existen, los cuales variarán en función del tamaño
de la empresa o del sector en el que opere.

Existen muchas clasificaciones de los riesgos empresariales. Una clasificación que todo empresario debe
tener en cuenta si quiere implantar y desarrollar sus estrategias de manera adecuada, si quiere reducir
costes y, en defini va, si quiere sobrevivir en un entorno tan cambiante, globalizado y compe vo.

Es importante saber hacer un plan de prevención riesgos laborales paso a paso detallamos la clasificación
de riesgos empresariales:
Riesgos externos
Los riesgos externos de una empresa son todos aquellos que provienen del entorno y que influyen o
condicionan de manera directa o indirecta a la marcha de la empresa, pudiendo, incluso, conver rse en
amenazas reales para la empresa.

Algunos ejemplos de riesgos empresariales externos son:


Ciclo económico. La economía está en constantes cambios y se mueve por ciclos económicos, ya sean de
recesión o expansión. Son, sobre todo, los ciclos económicos en recesión los que pueden suponer una
gran amenaza para la empresa. Claro ejemplo de ello, fue la gran crisis económica del año 2007 en España,
de la cual nos vamos recuperando ya poco a poco.

Esta supone siempre un riesgo empresarial por diversos mo vos: productos de mayor valor añadido,
grandes polí cas comerciales, mejores canales de distribución, gama de productos más amplia, etc.
Riesgo país. Asociado normalmente a la venta de nuestros productos en países donde pueden exis r
ciertos riesgos: inseguridad por cambio de divisas, riesgos de nacionalización, dificultades de cobros,
complejas barreras de entrada, tediosos controles aduaneros, etc.

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Riesgo de localización. Este po de riesgo empresarial dependerá del lugar donde se sitúa la empresa, la
regulación específica, etc. El riesgo aquí puede darse en cuanto a los locales se refiere, oficinas de
representación, comerciales, vehículos, fábricas, entre otros.

Fuerza mayor. Son situaciones que están fuera de nuestro control, tales como catástrofes y desastres
naturales, incendios, terremotos, guerras, golpes de Estado.
Riesgos internos:
Los riesgos internos son aquellos riesgos empresariales que dependen de la ges ón que se hace de la
propia empresa, tanto a nivel general, como de cada uno de sus departamentos. Entre los pos de riesgos
empresariales internos, encontramos:
Dependencia de las ventas. Que nuestras ventas dependan de muy pocos clientes o, incluso, de uno solo.
En caso de que haya un mínimo problema por la calidad de nuestro producto, el precio o el servicio,
supondrá un grave deterioro para nosotros.
Falta de diversificación de ac vidades. La falta de diversificación supone un riesgo pues se reducen las
posibilidades de venta.
Riesgo operacional: los riesgos opera vos son los riesgos come dos por errores humanos, fallos o
procesos internos y que provocan pérdidas a la empresa.
Patentes y marcas comerciales. Es importante registrar nuestras marcas para evitar la pérdida de la
propiedad intelectual, sobre todo por peligro de que alguien de la competencia se lo adueñe.
Descubre cómo patentar una idea para que nadie pueda aprovecharse de ella.

Dependencia de suministradores. Debemos diversificar no solo en clientes, sino también en cuanto a


proveedores.
Instalaciones obsoletas. Es crucial inver r en nuestras instalaciones, supondrá una reducción de costes a
medio plazo y la realización de productos o servicios de mejor calidad.

Falta de liquidez. Es uno de los ejemplos de riesgos financieros, cuya solución pasa por la solicitud de un
crédito, por ejemplo.
La clasificación de riesgos empresariales no dispone de una lista cerrada, y no todas las empresas vivirán
y se verán afectadas por los mismos riesgos. Lo importante es disponer de una estrategia de ges ón de
riesgos con la que evaluar y minimizar al máximo el impacto que puedan tener en la organización. Por ello,
es necesario realizar un mapa de riesgos para conocer cuáles son los problemas que amenazan tu empresa
y la probabilidad que existe de que acaben siendo perjudiciales para nosotros.

1. RIESGOS DEL ENTORNO EMPRESARIAL:

Los riesgos se manifiestan en el seno de las organizaciones tanto de fuentes internas como externas.
Los riesgos externos surgen del entorno de la empresa, incluyendo:

 Desastres naturales: Huracanes, inundaciones, terremotos


 Impactos ambientales: Contaminación, deforestación
 Factores geopolí cos: Polí cas gubernamentales, estabilidad polí ca
 Riesgos del mercado: Competencia del sector, fluctuaciones económicas
Por otro lado, los riesgos internos son inherentes a las operaciones de la empresa:
 Riesgos opera vos: Fallas en los procesos, accidentes laborales
 Riesgos financieros: Riesgo credi cio, riesgo de liquidez
 Riesgos legales: Incumplimiento de normas, li gios
 Riesgos tecnológicos: Fallas de sistemas, ciberseguridad

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 Riesgos de reputación: Daños a la imagen de la empresa


La gestión de riesgos es el proceso de identificar y controlar los eventos que pueden afectar
negativamente a una organización. Al igual que el sistema de Pirani Risk, la tecnología puede facilitar este
proceso al permitir a las empresas identificar, medir, controlar y monitorear los riesgos.

Comprender el origen de los riesgos es crucial para una gestión de riesgos eficaz. Al identificar las fuentes
de amenazas, las empresas pueden desarrollar estrategias para prevenir o mitigar su impacto.
El análisis de riesgos es una herramienta proactiva que ayuda a las organizaciones a identificar y gestionar
las amenazas potenciales que afectan al desempeño de sus procesos u operaciones. Es un proceso
esencial que permite:
 Identificar y categorizar los riesgos
 Calificar y priorizar los riesgos
 Establecer respuestas y planes de contingencia
 Recalcular y monitorear los riesgos
Existen varios tipos de análisis de riesgos, cada uno con sus ventajas y desventajas. El método de
Montecarlo y el método "Qué pasaría si" son los más utilizados.
Los riesgos del entorno pueden tener un impacto significativo en las operaciones de una empresa. Por
ejemplo:
 Las empresas costeras son vulnerables a las inundaciones, lo que puede dañar su infraestructura
y paralizar las operaciones.
 Las empresas que dependen de la importación de materias primas pueden verse afectadas por
los conflictos geopolíticos, lo que provoca escasez y costos más altos.
 Las empresas que operan en áreas propensas a terremotos pueden experimentar daños a sus
instalaciones y interrupciones en el servicio.
Mitigar los riesgos del entorno requiere un enfoque proactivo. Las empresas deben considerar:
Implementar planes de continuidad de negocio para prepararse para desastres naturales y otras
interrupciones.
Diversificar sus fuentes de materias primas y mercados para reducir la dependencia de una sola región.
Invertir en infraestructura resistente para minimizar los daños causados por los desastres naturales.
Monitorear los cambios en el entorno político y económico para identificar posibles amenazas y ajustar
las estrategias según sea necesario.
El riesgo del entorno es una preocupación constante para las organizaciones. Al comprender los orígenes
de los riesgos y adoptar prácticas eficaces de gestión de riesgos, las empresas pueden mitigar su impacto
y garantizar la continuidad de sus operaciones.

2. RIESGOS GENERADOS EN LA EMPRESA:

Independientemente de su tamaño, todas las empresas conllevan riesgos. Por eso, la ges ón de riesgos
empresariales es fundamental para generar confianza en las partes interesadas, tanto internas como
externas: la gente quiere tener la seguridad de que cada decisión empresarial se examina adecuadamente
antes de tomarla, que se minimizan las pérdidas y se maximizan los éxitos.

Os dejamos aquí 5 ejemplos de riesgo empresarial que toda empresa debería abordar como parte de su
estrategia y proceso de planificación

1. Riesgo de seguridad y fraude Los pos de riesgos como las violaciones de datos, los ciberataques, el
robo de iden dad, la malversación de fondos, los antecedentes penales y el robo de propiedad
intelectual. Todos ellos son ejemplos de cómo los riesgos de seguridad y fraude están aumentando para
las empresas, especialmente a medida que el volumen de transacciones en línea aumenta y tendencias
como el trabajo a distancia empujan cada vez más procesos internos a la nube. Aquí te dejamos 3 pos de
ciberataques y como prevenirlos.

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2. Riesgo de cumplimiento

¿Cómo de familiarizado estás con las leyes y regulaciones que se aplican a su negocio? El cumplimiento
puede ser complicado por muchas razones. Por un lado, el panorama legal está en constante
evolución. Las leyes relacionadas con la salud y seguridad ocupacional, los requisitos de cer ficación de
equipos, los impuestos y más se actualizan constantemente, y alegar ignorancia de estos cambios no es
una defensa válida.

Por ejemplo, si su empresa ha pasado recientemente de las ventas fuera de línea a las ventas en línea,
deberá cumplir con las leyes de seguridad de datos y protección de la privacidad en las que antes no
necesitaba pensar.

3. Riesgo operacional

Los riesgos opera vos pueden ser internos, externos o una combinación de ambos. Los ejemplos de
riesgos opera vos incluyen un desastre natural que daña sus instalaciones o equipos sicos, una pandemia
que obliga a las personas a refugiarse en el lugar o trabajar desde casa, o una interrupción del servidor
que causa problemas técnicos como falta de energía o interrupción de la conec vidad a Internet.

4. Riesgo financiero o económicos

La ges ón del riesgo está relacionada con los beneficios financieros y empresariales, por lo que suele ser
el aspecto más analizado por los inversores y accionistas. Los riesgos financieros están causados por
múl ples factores, como los movimientos del mercado, los pos de cambio de las divisas, las fluctuaciones
de los precios de las materias primas, etc.

Las estrategias para mi gar el riesgo financiero o económico suelen tener como obje vo aliviar los
problemas de liquidez, y entre las tác cas más comunes se encuentran la contratación de seguros, la
diversificación de los flujos de ingresos y la limitación del importe o la duración de los préstamos.

5. Riesgo reputacional

Productos o servicios defectuosos, malas experiencias de atención al cliente, publicidad nega va sobre
sus empleados o su liderazgo, o fracasos de gran repercusión en la prensa. Todos ellos son riesgos para la
reputación que afectarán a sus resultados y a su relación con los clientes y socios.

Y lo que es más importante, no abordar los riesgos empresariales es en sí mismo un riesgo para la
reputación. Las brechas de seguridad, los incidentes de fraude, el incumplimiento de leyes y reglamentos,
las interrupciones opera vas prolongadas y los malos resultados financieros dañan la reputación de su
empresa. Te contamos todo lo que debes saber sobre la reputación corpora va de tu empresa. La mayoría
de las estrategias de ges ón de riesgos comerciales se basan en cuatro principios: prevención, detección,
disuasión y respuesta. La inteligencia empresarial adecuada juega un papel clave en la prevención,
posiblemente el más importante de los cuatro.

3. RIESGO EMPRESARIAL

Durante los úl mos años, se ha empezado a manejar diferentes concepciones y términos aplicados al tema
de la ges ón de riesgos, algunos transitando sobre una perspec va tradicional de prevenir y otros en la
búsqueda de planteamientos innovadores de estrategia para reducción de vulnerabilidades, la mi gación
de desastres y aprovechar las oportunidades que también traen los riesgos.

De igual forma y nuevas normas y resoluciones comienzan a implementarse en las organizaciones


previendo que un evento peligro pueda causar pérdidas en sus rendimientos programados. Hoy existen

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nuevas normas que orientan como enfrentar a los riesgos desde un punto de vista de ges ón que
contribuyen a que la cultura de riesgos comience a ser prác ca en todas las organizaciones sean estas con
fines de lucro o no.

Ciertamente los riesgos existen desde que los seres humanos comenzaron a habitar la erra y su historia
se remonta a miles de años Desde esa época a nuestros días los riesgos han formado parte de la cultura
de los seres humanos, aunque el concepto de riesgos se ha ido transformando de acuerdo al desarrollo
de las ciencias y las tecnologías. Como muchas tendencias los riesgos han formado parte inherente de los
grandes ingenios de la los seres humanos para paula namente expandirse a la vida y las costumbres
recurrentes de los seres humanos.

No obstante, la ges ón de riesgos ene muchos desconocedores que lleva a confundir riesgos con
responsabilidades. Este trabajo trata de explicar de forma general ¿qué es un riesgo? y abundar en sus
clasificaciones, así como pretende dotar de conocimientos primarios al personal que forma parte de las
empresas para incorporarlo a la ges ón.

La Ges ón de Riesgos, enen propósitos definidos entre los que se pueden citar los siguientes:

a. Contribuir al proceso de construcción de capacidades de los agentes del desarrollo,


especialmente entre los organismos de la sociedad y el estado a la cooperación, a par r de
facilitar elementos que permitan un mayor entendimiento de términos y definiciones sobre
ges ón de riesgos.

b. Promover la reflexión y el debate para avanzar en la adopción concertada de un enfoque


moderno sobre ges ón de riesgos.

c. Aportar a un proceso de discusión amplia que trascienda a los resabios de la concepción


tradicional sobre el manejo de desastres.

No obstante, para conocer sobre la ges ón de riesgos es necesario conocer de la evolución histórica del
concepto de riesgos para ubicarlo en la contemporaneidad de forma que se permita iden ficarlos riesgos
y ges onarlo en pos de reducir sus posibles daños y también tratar de aprovechar sus oportunidades.

En este campo epistemológico, el concepto de riesgo ene diferentes desplazamientos semán cos que
llegan hasta la actualidad. El término proviene del árabe rizó (plural al-zarh). El término aparece de manera
dispersa, pero a par r de 1500, a par r de la introducción de la imprenta se ex ende sobre todo en el
lenguaje comercial y jurídico, permanece casi igual en todos los idiomas europeos (rischio, risk, risque…y,
a finales del siglo XX, llega a conver rse en el concepto clave de la sociología porque la cues ón del riesgo
atraviesa dos órdenes centrales de la con tempraneada: la tecnología y la economía.

¿Acaso no había con ngencias en el tráfico comercial, accidentes, catástrofes naturales, incluso
aseguramientos, primas, bonos o cláusulas contractuales que cubrían todo esto que hoy llamamos riesgo?
Parece indudable que sí, pero el caso es que hacia 1500 se necesita introducir un nuevo concepto para
caracterizar situaciones que debemos suponer que no estaban bien caracterizadas con términos mucho
más an guos como fortuna, peligro, azar, suerte o providencia. De manera que la aparición tardía de la
palabra no significa que no hubiese antes situaciones que hoy llamaríamos de riesgo.

Sería ingenuo pensar que esta emergencia del concepto ocurrió de un día para otro. La diferencia
riesgo/peligro no se estableció de repente. De hecho, las diferencias no nacen, no se crean, sino que se
diferencian y evolucionan. Por otra parte, no puede ser casual que el concepto de riesgo sea coetáneo al
proceso de secularización, es decir que sólo se forje en aquellas sociedades que van dejando de entender

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el orden natural como orden querido por Dios, al empo que sus tuyen la divina providencia por la
cobertura estatal o dineraria del azar.

El riesgo es algo inherente a casi toda ac vidad empresarial, por lo que se hace necesario que los
profesionales aprendan a iden ficarlo, evaluarlo, y a cubrirse de este de la mejor manera posible. Es por
esto que el conocimiento de las técnicas de evaluación y cobertura de los riesgos financieros y puros
cons tuye en la actualidad uno de los problemas más comunes y frecuentes en los que se puede encontrar
una en dad económica.

No es más que la existencia de escenarios con posibilidad de pérdida, es la probabilidad de que un peligro
ocasione un incidente con consecuencias no fac bles de ser es madas en una ac vidad determinada
durante un periodo definido, es el potencial de pérdidas que existe asociado a una operación produc va,
cuando cambian en forma no planeada las condiciones definidas como estándares para garan zar el
funcionamiento de un proceso o del sistema produc vo en su conjunto.

Por pérdida entendemos la obtención de una rentabilidad por debajo de la esperada. De este modo, es
bastante habitual asociar el riesgo con variabilidades de rentabilidad y como se conoce la rentabilidad
incluye ingresos, gastos y ac vos entre otras variables.

El riesgo está ligado a la incer dumbre sobre eventos futuros, y resulta imposible eliminarlo. Ante esto, la
única forma de enfrentarlo es administrándolo, dis nguiendo las fuentes de donde proviene, midiendo el
grado de exposición que se asume y eligiendo las mejores estrategias disponibles para controlarlo y
conocer los grados de vulnerabilidad que se posee.

La incer dumbre y el riesgo son parte de la realidad que enfrentan los individuos, las empresas y los países.
El análisis de la incer dumbre y el riesgo es especialmente valioso cuando los resultados son de gran
importancia y se desea tomar decisiones para lograr los obje vos personales o empresariales. Algunos
conceptos de riesgos ligados a la vulnerabilidad se exponen a con nuación.

“La incer dumbre existe siempre que no se sabe con seguridad lo que ocurrirá en el futuro. El riesgo es la
incer dumbre que “importa” porque incide en el bienestar de la gente… Toda situación riesgosa es incierta,
pero puede haber incer dumbre sin riesgo”.

Organizaciones de todos los pos y tamaños se enfrentan a factores e influencias internas y externas que
hacen incierto saber si y cuando conseguirán sus obje vos. La incidencia que esta incer dumbre ene
sobre la consecución de los obje vos de una organización cons tuye el "riesgo".

El Riesgo es, producto de la interrelación de amenazas y vulnerabilidades es, al final de cuentas, una
construcción social, dinámica y cambiante, diferenciado en términos territoriales y sociales.

El riesgo es considerado en la mayoría de los casos como un evento nega vo con probabilidad de impacto
en el desarrollo del proyecto. Para algunos autores, su ocurrencia genera pérdidas si se hace realidad,
debido a que pueden surgir retrasos en la planificación temporal del proyecto y aumento de los costos.

En el contexto de tecnologías de riesgo, el riesgo percibido representa la expecta va subje va de una


pérdida o el sacrificio en la u lización de la tecnología aventurada.

Un riesgo es un evento o condición incierta que, si sucede, ene un efecto en por lo menos uno de los
obje vos del proyecto. Los obje vos pueden incluir el alcance, el cronograma, el costo y la calidad. Un
riesgo puede tener una o más causas y, si sucede, uno o más impactos.

Es decir, el riesgo como concepto es una construcción social conformada por un evento peligroso e incierto
e interrelacionado con la vulnerabilidad de un sistema social u organizacional.

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Existe riesgo en cualquier situación en que no sabemos con exac tud lo que ocurrirá en el futuro. El riesgo
es sinónimo de incer dumbre, es decir, la dificultad de poder predecir lo que ocurrirá. En general es
importante conocer al riesgo en el ámbito financiero y empresarial, ya que la mayoría de las decisiones
son en base a predecir el futuro.

Hay quienes se rehúsan a aceptar riesgos y quienes no son tan reacios, en todos los casos la idea es asumir
el menor riesgo posible en la medida de las posibilidades. Pero no siempre el riesgo es malo, se puede
convivir con él a través de un incen vo. Es decir, se aceptan más riesgo en la medida que haya recompensa.
Es por ello que existe una relación muy estrecha entre riesgo y rentabilidad.

Durante los úl mos años, se ha empezado a manejar diferentes concepciones y términos aplicados al tema
de ges ón de riesgos, algunos transitando sobre una perspec va tradicional y otros en la búsqueda de
planteamientos innovadores de estrategia para el abordaje de la reducción de vulnerabilidades y la
mi gación de desastres.

Existe la tendencia tradicional de ver el riesgo como el futuro desastre que puede ocurrir que causará
daños considerables y ser asociado al impacto (daño económico y pérdida de vidas humanas) y la
frecuencia de ocurrencia.

De igual forma se puede ver riesgo desde el punto de asociarlo a la vulnerabilidad, a la velocidad con que
el evento llega y asociarlo también a la oportunidad que puede representar la aparición de un evento que
puede causar un daño grande.

La existencia de riesgo, y sus caracterís cas par culares, se explica por la presencia de determinados
factores de riesgo. Estos se clasifican, en general, en factores de amenaza y factores de vulnerabilidad.

Una “amenaza” se refiere la posibilidad de la ocurrencia de un evento que puede causar algún po de
daño a la sociedad. También puede considerarse la probabilidad de ocurrencia de un evento
potencialmente desastroso, asociado a un evento sico de origen natural, socio - natural o provocado por
los seres humanos (antrópica), durante cierto período de empo en un si o dado. Las amenazas pueden
ser naturales, socio naturales y antrópicas.

 Amenazas Naturales: Tiene su origen en la dinámica propia de la Tierra, planeta dinámico y en


permanente transformación.

 Amenazas Socio-Naturales: Se expresan a través de fenómenos de la naturaleza, pero en su


ocurrencia o intensidad interviene la acción humana.

 Amenazas Antrópicas: Atribuibles a la acción humana sobre los elementos de la naturaleza (aire,
agua, erra) o población. Ponen en grave peligro la integridad sica o la calidad de vida de las lo-
calidades.

La “vulnerabilidad” se refiere a una serie de caracterís cas diferenciadas de la sociedad, o subconjuntos


de la misma, que le predisponen a sufrir daños frente al impacto de un evento, y que dificultan su posterior
recuperación. Es sinónimo de debilidad o fragilidad, y la an tesis de capacidad y fortaleza. La
vulnerabilidad es en fin la propensión de una sociedad de sufrir daño o de ser dañada, y de encontrar
dificultades en recuperarse posteriormente.

La Vulnerabilidad es la condición en virtud de la cual un sujeto, sistema o población está o queda expuesta
o en peligro, de resultar afectada por un fenómeno de origen natural, socio - natural ó humano, llamado
amenaza.

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También hace referencia a la capacidad de una comunidad para recuperar-se de los efectos de un desastre.
La vulnerabilidad, debe analizarse frente a las condiciones par culares de cada comunidad o ciudad, y a
cada amenaza en par cular.

Además, la vulnerabilidad debe ser interpretada bajo un enfoque mul dimensional y proceso (Causa-
Efecto). Existen diferentes pos de vulnerabilidades como son la Vulnerabilidad Ambiental, la
Vulnerabilidad Física, la Vulnerabilidad Económica, la Vulnerabilidad Social, la Vulnerabilidad Educa va, la
Vulnerabilidad Polí ca, la Vulnerabilidad Ins tucional y Vulnerabilidad Social rela va a la organización.

Los riesgos en general, se clasifican en riesgo financiero y riesgo puro. El riesgo financiero es aquel riesgo
en la cual existe la posibilidad de ganar o perder. En cambio, el riesgo puro es el que se da en la empresa
y existe la posibilidad de perder o no perder, pero jamás ganar.

Las empresas en sen do general, están vinculas a los riesgos financieros y a los riesgos inherentes a su
ac vidad (riesgos puros) que en gran medida para administrarlos o trasladarlos cuentas con empresas
aseguradoras.

De igual forma los seres humanos están expuestos a los riesgos financieros y a los riesgos puros y para
administrarlos enen que tener en cuentan diferentes mecanismos y precauciones para tener una vida
más placentera.

El riesgo puro en la empresa a su vez se clasifica en:

 Riesgo inherente.

 Riesgo incorporado.

El riesgo inherente: Es aquel riesgo que por su naturaleza no se puede separar de la situación donde existe.
Es propio del trabajo a realizar. Es el riesgo propio de cada empresa de acuerdo a su ac vidad.

Los riesgos inherentes en una empresa se deben controlar y/o eliminar en la medida que sea posible, ya
que estos están en directa relación con la ac vidad de la empresa.

El riesgo incorporado: Es aquel riesgo que no es propio de la ac vidad, sino que producto de conductas
no responsables que en ocasiones se confunden con los riesgos inherentes de las empresas. Para estos
casos la única forma de eliminar estos riesgos es evitando que ocurran pues en ningún caso las empresas
aseguradoras asumen perdidas por cues ones relacionadas a la irresponsabilidad.

De los riesgos financieros los de mayor importancia son el riesgo de crédito, el riesgo de mercado y el
riesgo de liquidez.

En la medida que la cultura de los riesgos es incorporada a la ges ón empresarial han surgido normas que
ayudad a comprender los sistemas de riesgos y a formalizan los modelos de monitoreo de riesgos. En 1999,
los gobiernos de Australia y Neozelandia emiten la norma de Administración de Riesgos que se
convir eron en únicas para su empo. En el año 2010 la Organización Internacional de Normalización (ISO)
emi ó las Normas ISO 31000 que con ene los principios y directrices para la ges ón de riesgos.

En 1992 el Gobierno Norteamericano mediante el Commi ee of Sponsoring Organiza ons of the Treadway
Comisión emi ó un documento donde se exponían directrices de control para las empresas públicas. Este
documento se conoce como “El informe COSO” y con el empo ha sido una de las principales ver entes
de las normas de control interno y no pocos países han desarrollaos normas nacionales todas coincidentes
con los cánones de la del Informe COSO.

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Estas normas de control de interno al igual que el Informe COSO, enen entre sus componentes la Ges ón
de Riesgos donde se trata de iden ficar los riesgos que, de suceder, pueden afectar la rentabilidad de las
empresas.

Con el surgimiento de las normas de control interno, y el desarrollo de estas por todos los países, ha
propiciado que la ges ón de los riesgos cobre protagonismo pues uno de los cinco componentes está
dedicado a la ges ón y prevención de riesgos empresariales.

No obstante, cuando se desarrollan el componente de ges ón de riesgos en función del desarrollo de


control interno, no se toman en cuenta las normas de ges ón de riesgo y evidentemente hay una brecha
de ges ón en esta prác ca. De igual forma los empresarios no enen cultura de riesgos y si bien existen
diferentes capacitaciones de otras normas relacionadas a las empresas, no es común las capacitaciones
para ges onar los riesgos.

No obstante, hay diferentes organizaciones que han desarrollado metodologías para ges onar el riesgo.
La Consultora Ernest & Young ha realizado un estudio y ha determinado los 10 principales riesgos
empresariales a que están some dos las empresas y estos son:

Regulatorios y cumplimiento

La reglamentación y el cumplimiento volvieron a ocupar el primer lugar que ostentaron por úl ma vez en
2008. Los entrevistados de la mayoría de los sectores expresaron sus inquietudes en torno a este riesgo.
Actualmente, una de las inquietudes es que la incer dumbre en torno a los reglamentos afecta la toma
de decisiones y la planeación de los negocios.

Acceso a crédito

Aunque este riesgo es todavía alto, los puntos de vista en torno a la disponibilidad del crédito variaron en
todos los sectores, y ciertos par cipantes señalaron que la amenaza había disminuido. Sin embargo, el
aumento en la deuda gubernamental podría afectar considerablemente el costo del crédito en el futuro.

Recuperación lenta o recesión secundaria

Aunque la crisis financiera ha disminuido, ha sido sus tuida por una crisis fiscal. No existe garan a alguna
que el crecimiento global se vaya a sustentar si se re ran los paquetes de es mulos.

Administración de talentos

Las compañías enfrentan varias amenazas relacionadas con la administración del capital humano. La lucha
global por obtener talentos se man ene como un reto para ciertos sectores, mientras otros se enfrentan
al re ro inminente de la generación de la posguerra. Asimismo, ha habido un debate con nuo sobre las
estructuras de compensación, sobre todo en el sector financiero.

Mercados emergentes

Debido a que las economías emergentes probablemente representarán la mayor parte del crecimiento
global, el éxito en estos mercados se ha conver do en un impera vo estratégico.

Reducción de costos

Aunque este riesgo permanece en el número 6, las preocupaciones específicas entre los sectores han
cambiado en comparación con el año anterior. La inflación en los precios de los bienes de consumo y la
presión por parte de los compe dores de bajo costo actualmente representan un mayor reto. Sin
embargo, ha disminuido la presión por controlar los costos para conservar la viabilidad financiera.

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Par cipantes no tradicionales

Este riesgo bajó dos lugares desde 2009, ya que un aumento en los costos de capital y una disminución en
la demanda minaron la fuerza de ciertos compe dores emergentes. Además, las compañías establecidas
en los sectores en proceso de transición han tenido varios años para acoplarse a los nuevos par cipantes
y fortalecer sus posiciones.

Medidas radicales a favor del medio ambiente

En el entorno económico actual, los temas ambientales no ocupan un lugar prioritario en la agenda, y este
desa o recibió una calificación más baja este año. Sin embargo, las compañías luchan por adelantarse a
los cambios en las preferencias de los consumidores y de las regulaciones del gobierno.

Riesgo de aceptación social y responsabilidad social empresarial

La aceptación social y la responsabilidad social empresarial (RSE) han cobrado mayor importancia durante
la úl ma década, y no es sorpresa que este año dicho riesgo se encuentre dentro de los 10 principales. En
el entorno de negocios actual, donde hay constantes riesgos reputaciones y un mayor rechazo popular a
las polí cas gubernamentales, las empresas tendrán que proceder con precaución para mantener -o
recuperar- la confianza del público.

Realización de alianzas y transacciones

Durante el úl mo año, ha habido una disminución notable en el número de fusiones y adquisiciones en la


medida que las finanzas se han vuelto costosas. Sin embargo, mantuvieron su relevancia las fusiones de
rescate después de la crisis financiera y los cambios reglamentarios que podrían forzar la realización de
nuevas transacciones.

De igual forma para mi gas los principales riesgos y su evolución en el empo el estudio de Ernst & Young
arrojo que las diez oportunidades principales futuras a los cuales se enfrentan las empresas son las
siguientes:

1. Mejorar la ejecución de la estrategia en todas las áreas del negocio.

2. Inver r en procesos, herramientas y formación para mejorar la produc vidad.

3. Inver r en tecnología.

4. Innovar en productos, en servicios y en operaciones.

5. El crecimiento en los mercados emergentes.

6. Inver r en tecnología verde.

7. Mejores prác cas en la relación con los inversores

8. Nuevos canales de marke ng.

9. Fusiones y adquisiciones.

10. Proyectos público-privado

Ante todas estas amenazas, incer dumbres y oportunidades las empresas enen que prepararse para
ejecutar la ges ón de riesgo como un fundamento empresarial más y no solo visto a par r de los conceptos
de las normas de control interno sino a par r a par r de normas que propicien la ges ón de riesgos.

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La ges ón de riesgos son todas aquellas ac vidades coherentes que hace las organizaciones para
iden ficar, analizar, evaluar los riesgos y clasificarlos para actuar sobre ellos con el fin de mi gar sus
consecuencias. Otras normas declaran; la ges ón del riesgo son ac vidades coordinadas para dirigir y
controlar una organización en lo rela vo al riesgo

Comunicación y consulta

Las comunicaciones y las consultas con las partes interesadas externas e internas se deberían realizar en
todas las etapas del proceso de ges ón del riesgo. Por ello, en una de las primeras etapas se deberían
desarrollar los planes de comunicación y consulta. Estos planes deberían tratar temas rela vos al riesgo
en sí mismo, a sus causas, a sus consecuencias (si se conocen), y a las medidas a tomar para tratarlo.

Establecer el contexto

Cada sector o aplicación específicos de ges ón del riesgo implica necesidades, audiencias, percepciones y
criterios individuales. Por ello, uno de los puntos clave de esta norma internacional consiste en la inclusión
del "establecimiento del contexto" como una ac vidad al comienzo de este proceso de ges ón del riesgo
(Joint Standards Australia/. Standards New Zealand Commi ee, 1999).

El establecimiento del contexto permi rá captar los obje vos de la organización, el entorno en el que se
persiguen estos obje vos, las partes interesadas y la diversidad de los criterios de riesgo. Todos estos
elementos contribuirán a revelar y evaluar la naturaleza y complejidad de sus riesgos (Joint Standards
Australia/. Standards New Zealand Commi ee, 1999).

Mediante el establecimiento del contexto, la organización ar cula sus obje vos, define los parámetros
externos e internos a tener en cuenta en la ges ón del riesgo, y establece el alcance y los criterios de
riesgo para el proceso restante.

Aunque muchos de estos parámetros son similares a los considerados en el diseño del marco de trabajo
de la ges ón del riesgo, cuando se establece el contexto para el proceso de ges ón del riesgo tales
parámetros se deben considerar en mayor detalle, y en par cular cómo están relacionados con el alcance
del proceso par cular de ges ón del riesgo.

Es decir, la definición del contexto es determinar cuál es el campo o espectro de operación de las empresas
pues a par r de este análisis se podrán determinar los riesgos inherentes al trabajo que desarrolla la
empresa que indisolublemente estarán ligados a la planeación estratégica de la organización.

La organización debería definir los criterios que se aplican para evaluar la importancia del riesgo. Los
criterios deberían reflejar los valores, los obje vos y los recursos de la organización. Algunos criterios
pueden estar impuestos o derivarse de requisitos legales o reglamentarios, o de otros requisitos suscritos
por la organización. Los criterios de riesgo deberían ser coherentes con la polí ca de ges ón del riesgo de
la organización definirse al comienzo de cualquier proceso de ges ón del riesgo, y revisarse
con nuamente.

Al definir los criterios de riesgo, se deberían considerar una serie de factores entre los cuales se incluyen
los siguientes:
 La naturaleza y los pos de las causas y de las consecuencias que se pueden producir, y cómo se
deben medir.
 El método de definición de la probabilidad.
 Los plazos de la probabilidad y/o de las consecuencias.
 El método para determinar el nivel de riesgo.
 Las opiniones de las partes interesadas.

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 El nivel al que el riesgo comienza a ser aceptable o tolerable.


 Si se deberían tener en cuenta combinaciones de riesgos múl ples y, en caso afirma vo, cómo y
qué combinaciones se deberían considerar.
La organización debería iden ficar los orígenes de riesgo, las áreas de impactos, los sucesos (incluyendo
los cambios de circunstancias), así como sus causas y sus consecuencias potenciales.

El obje vo de esta etapa consiste en generar una lista de riesgos exhaus va basada en aquellos sucesos
que podrían crear, mejorar, prevenir, degradar, acelerar o retrasar el logro de los obje vos. Es importante
iden ficar los riesgos asociados al hecho de no buscar una oportunidad.

Es esencial realizar una iden ficación exhaus va, ya que un riesgo que no se iden fica en esta etapa no se
incluirá en análisis posteriores.
Esta etapa es de intercambio con las partes interesadas y con los integrantes de la empresa y es donde se
definen todos los riesgos a que está expuesta la organización. Aquí se recomienda vincular la
determinación de riesgos a los obje vos organizacionales, procesos o áreas de la organización.
 Análisis del riesgo
El análisis del riesgo implica desarrollar una comprensión del riesgo que proporcionará elementos de
entrada para la evaluación del riesgo y para tomar decisiones acerca de si es necesario tratar los riesgos,
así como sobre las estrategias y los métodos de tratamiento del riesgo más apropiados. El análisis del
riesgo también puede proporcionar elementos de entrada para tomar decisiones cuando se deben hacer
elecciones, y las opciones implican diferentes pos de niveles de riesgo.
 Evaluación del riesgo

En base a los resultados del análisis del riesgo la finalidad de la evaluación del riesgo es ayudar a la toma
de decisiones, determinando los riesgos a tratar y la prioridad para implementar el tratamiento. La
evaluación del riesgo implica comparar el nivel de riesgo encontrado durante el proceso de análisis con
los criterios de riesgo establecidos cuando se consideró el contexto. En base a esta comparación, se puede
considerar la necesidad del tratamiento.

Para las decisiones se debería tener en cuenta el contexto más amplio del riesgo e incluir la consideración
de la tolerancia del riesgo por otras partes diferentes de la organización, que se benefician del riesgo. Las
decisiones se deberían tomar de acuerdo con requisitos legales, reglamentarios y requisitos de otro po.

En este segmento del proceso es necesario determinar el nivel de riesgo que puede ser cuan ta vo o
cualita vo y en función del impacto y la probabilidad de que ocurra. El cálculo del nivel de riesgo permi rá
clasificar los riesgos de acuerdo al grado de importancia que tenga y a par r de este resultado se
conformará el defini vo plan de prevención de riesgos de la organización.

El tratamiento del riesgo implica la selección y la implementación de una o varias opciones para modificar
los riesgos. Una vez realizada la implementación, los tratamientos proporcionan o modifican los controles.
El tratamiento del riesgo supone un proceso cíclico de:
 Evaluar un tratamiento del riesgo.
 Decidir si los niveles de riesgo residual son tolerables.
 Si no son tolerables, generar un nuevo tratamiento del riesgo.
 Evaluar la eficacia de este tratamiento.
Las opciones de tratamiento del riesgo no se excluyen necesariamente unas a otras, ni son apropiadas en
todas las circunstancias. Las opciones pueden incluir lo siguiente:
a. Evitar el riesgo decidiendo no iniciar o con nuar con la ac vidad que causa el riesgo.
b. Aceptar o aumentar el riesgo a fin de perseguir una oportunidad.
c. Eliminar la fuente del riesgo.

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d. Modificar la probabilidad.
e. Modificar las consecuencias.
f. Compar r el riesgo con otras partes (incluyendo los contratos y la financiación del riesgo).
g. retener el riesgo en base a una decisión informada.
Monitoreo y revisión
 El seguimiento y la revisión deberían planificarse en el proceso de tratamiento del riesgo y
someterse a una verificación o una vigilancia regular. Esta verificación o vigilancia puede ser
periódica o eventual. Las responsabilidades del seguimiento y de la revisión deberían estar
claramente definidas.
 Los procesos de seguimiento y de revisión de la organización deberían abarcar todos los aspectos
del proceso de ges ón del riesgo, con la finalidad de:

 Asegurar que los controles son eficaces y eficientes tanto en su diseño como en su u lización;

 Obtener la información adicional para mejorar la apreciación del riesgo;

 Analizar y sacar conclusiones de los sucesos (incluyendo los cuasi-accidentes), cambios,


tendencias, éxitos y fallos;

 Detectar los cambios en el contexto interno y externo, incluidos los cambios en los criterios de
riesgo y en el propio riesgo, que puedan requerir la revisión de los tratamientos de riesgo y de las
prioridades.
 iden ficar los riesgos emergentes.
 El avance en la implantación de los planes de tratamiento del riesgo proporciona una medida del
funcionamiento. Los resultados se pueden incorporar en la ges ón del funcionamiento global de
la organización, en su medición y en las ac vidades externas e internas.
 Los resultados del seguimiento y de la revisión se deberían registrar e incluir en informes internos
y externos, según sea apropiado, y también se deberían u lizar como elementos de entrada para
la revisión del marco de trabajo de la ges ón del riesgo.
Apreciación del riesgo: Proceso global que comprende la iden ficación del riesgo el análisis del riesgo y la
evaluación del riesgo.

Nivel de riesgo: Magnitud de un riesgo o combinación de riesgos, expresados en términos de la


combinación de las consecuencias y de su probabilidad.

En algunas circunstancias, la evaluación del riesgo puede llevar a la decisión de realizar un análisis en
mayor profundidad. La evaluación del riesgo también puede llevar a la decisión de no tratar el riesgo de
ninguna otra manera que manteniendo los controles existentes. Esta decisión estará influenciada por la
ac tud ante el riesgo por parte de la organización y por los criterios de riesgo que se hayan establecido.

La ges ón de riesgos es una tendencia nueva en el mundo empresarial, aunque el propio concepto data
de muchos siglos atrás. Con el surgimiento del Control interno en la década del noventa la Ges ón de
Riesgos ha cobrado un papel protagónico que es necesario potenciar en las empresas en aras de la mejor
comprensión de estos temas.

La errada concepción del riesgo empresarial en nuestros países es algo reitera vo, pero se debe tener en
cuenta que es pare del proceso de aprendizaje.

CLASIFICACIONES DEL RIESGO EMPRESARIAL

Una de las clasificaciones gira en torno al efecto bipolar del riesgo.

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Estos fenómenos se dividen en dos grupos, en riesgos puros y riesgos especula vos: los primeros son los
riesgos que realizándose provocan pérdidas, los especula vos son riesgos cuyo efecto podría ser tanto la
pérdida como la ganancia.

En tal perspec va los riesgos en una empresa del sector real son fundamentalmente de carácter
económico, de mercado, de crédito, de legalidad, de carácter tecnológico y operacional. El primero ene
que ver con la probabilidad de perder la ventaja compe va, de empeoramiento de la situación financiera,
de bajar el valor de su capital, etc.

Los riesgos de mercado son riesgos relacionados con la inestabilidad de la coyuntura económica, con las
pérdidas potenciales por cambios de los precios de los ar culos de venta, que produce la empresa, con
problemas de liquidez etc. El riesgo de crédito se produce normalmente cuando las contrapartes no
cumplen sus obligaciones contractuales.

El riesgo legal se presenta con la probabilidad de producirse perdidas porque las ac vidades de la empresa
no están conformes con la legislación y la norma va vigentes o porque la contraparte no ene la autoridad
legal para realizar una transacción.

El riesgo organizacional es la probabilidad de pérdidas por errores e ineficiencia de la organización interna


de la empresa.

3.3.3. MODELOS DE GESTION.

Conceptualmente la globalización es un hecho irrefutable y se acepta que el mundo ha cambiado no solo


por el proceso económico, sino por los aspectos sociales, culturales y la influencia defini va de la
tecnología la cual la ha acelerado (Quiroa).

La Economía global ene como caracterís ca vital el ser un sistema libre de barreras o fronteras tanto en
el empo como en el espacio, (Sánchez-Galán).

La economía globalizada contribuye a que las personas dispongan de muchas alterna vas de consumo de
bienes como de servicios. Asimismo, se destaca que el precio de los productos y servicios son accesibles
en muchas circunstancias debido a que las empresas producen bajo la denominada tendencia de la
economía a gran escala de manera que se logra gran eficiencia a favor de los consumidores. (Sánchez-
Galán).

La economía de cada país ésta impulsada por un conjunto de empresas tanto públicas como privadas, las
cuales generan movimiento y desarrollo económico.

Las empresas privadas son de diversos tamaños, el empresariado boliviano ene una composición
importante que responde a la categoría de las Pymes las cuales representan el 79% de la base de la
economía y generan alrededor del 40% de los empleos nacionales, según datos de la Confederación de la
Micro y Pequeña Empresa de acuerdo a declaraciones en medios radiales por sus representantes al 25
julio del 2020.

La transformación de la economía y la producción a escala mundial generan un entorno de competencia


perfecta añadiéndose a esta situación la vola lidad de los cambios; aspectos que no permiten que las
PYMES reaccionen menos que puedan crear ventajas compe vas estables. Ante estas circunstancias,
ellas deben establecer estrategias y formas de administrar para lograr por lo menos su permanencia en
los mercados. (Fuentes, 2002).

Es en este sen do, que existe la necesidad de proponer una postura sobre la importancia de los modelos
de ges ón empresarial para las organizaciones de manera que puedan enfrentar una situación cambiante

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y superarla como también trabajar con eficiencia, eficacia y por supuesto lograr ser compe vas en el
sector en el que par cipan.

Por lo narrado, el presente ar culo pretende demostrar si son relevantes o no la implementación de los
modelos de ges ón empresarial no importando el tamaño organizacional que se tenga.

MÉTODO

El modelo metodológico empleado en el estudio documental comprendió tres etapas de análisis donde
primero se realizó la reflexión y argumentación del porque es importante y relevante la ges ón
empresarial en las organizaciones modernas; seguido de la exposición de los conceptos claves para
comprender la per nencia de aplicar un modelo de ges ón empresarial, para luego sinte zar y
concatenar el conjunto de conceptos para determinar una postura sobre la proposición en donde se
destacó la importancia sobre el modelo de ges ón empresarial para las organizaciones modernas.

El diseño metodológico se conformó mediante el método deduc vo acompañado de un estudio


exploratorio a par r de la revisión sistemá ca sobre lo documental que implica recolectar, seleccionar,
analizar y presentar la información considerada valiosa para explicar los aportes que hacen algunos
autores respecto de la aplicabilidad del objeto inves gado, es decir, como fundamento para la ges ón
empresarial y los modelos de ges ón.

La metodología demando establecer un proceso metódico que surge a raíz de la lectura personal, del
análisis crí co, descrip co, deduc vo y compara vo sobre conceptos acerca de la ges ón, de los modelos
empresariales y su evolución, lo que permi ó de esta manera determinar su importancia en las empresas
modernas y validar la proposición planteada.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La administración, aparece desde que el hombre empieza a trabajar en grupos sociales, familiares. Se
mostraron fenómenos administra vos en la forma de organizar, recolectar alimentos, ya que aplicaban el
trabajo en equipo, tomaban decisiones mediante el jefe de familia quien ejercía la autoridad, designaban
a los miembros las ac vidades que realizarían ejemplificando recolectaban alimentos, se dedicaban a la
caza y / o pesca, cuidaban el fuego por mencionar algunas. (Villarreal, 2013).

Esta situación se presentó en la an güedad. En las siguientes etapas se desarrolló la sociedad y la forma
de convivir se fue transformando e ingresando a la edad moderna luego la contemporánea y se aprecia
que el rol de la administración ene una dinámica diferente en cada etapa de la evolución debido a que
está es inseparable de la sociedad. La palabra administrar proviene del la n "administrare" y significa
“servir”.

Según el blog denominado e mologías de Chile determinan que la palabra administrar cuenta con los
componentes léxicos como el prefijo ad (hacia), minister (sirviente) y usado para crear verbos (Radicación
de la palabra Administrar).

La tendencia para explicar nos expresa "minis", compara vo de inferioridad, y el sufijo "ter", que indica
subordinación u obediencia, es decir interpretando se comprende como quien cumple una función bajo
el mando de otro, quien le presta un servicio a otro y significa subordinación y servicio. Para comprenderla,
en un sen do más obje vo fueron destacadas algunas definiciones de grandes exponentes especializados
en este tema.

Se inicia con (Fayol, 1916), el cual manifestaba que administrar es prever, organizar, mandar, coordinar y
controlar. Jiménez (1990) define a la administración como la ciencia compuesta de principios, técnicas y
prác cas, cuya aplicación a conjuntos humanos permite establecer sistemas racionales de esfuerzo

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coopera vo, a través de los cuales pueden alcanzar propósitos comunes que individualmente no se
pueden lograr en los organismos sociales.

También; según manifiesta Chiavenato, (2006) es el proceso de planear, organizar, dirigir y controlar el uso
de los recursos para lograr los obje vos organizacionales.

Robbins y Coulter, (2005) menciona que se trata de la coordinación de las ac vidades de trabajo de modo
que se realicen de manera eficiente y eficaz con otras personas y a través de ellas. La definición ver da
por Jiménez (1990), es la que iden fica el criterio de la autora de este ar culo, es decir lo que se
comprende por el término de administración.

Por tanto, se considera como ciencia que incluye métodos, técnicas y teorías para el uso de recursos a
través de los cuales se pueden alcanzar propósitos comunes con la par cipación de grupos de personas
organizadas de la forma más eficiente posible.

Es importante comprender la evolución de las corrientes teóricas sobre la administración las que se
suscitaron a lo largo del empo hasta la actualidad de manera que se ene escuelas de pensamiento,
teorías, enfoques y tendencias actuales sobre la administración.

Ante lo mencionado, se determina que posee ciertas caracterís cas que la diferencian de otras disciplinas
y que al unísono se interrelacionan, ellas son la Universalidad.

Comprendiendo que todas las organizaciones desarrollan ac vidades que caracterizan a la administración
como ser el proceso administra vo.

El Valor instrumental.

La prác ca que se ejerce se convierte en un medio para el logro de los obje vos de la organización o de
un grupo de personas.

La Amplitud de ejercicio. Se aplica en todos los niveles o subsistemas. La Especificidad. Al contar con la
caracterís ca de universalidad permite que su campo de acción sea implementado en cualquier categoría
de organización y tamaño. La Mul disciplinariedad.

Exige que se auxilie por conocimientos de varias ciencias, por tanto, existe una cercana aproximación a
ellas. Y por úl mo a Flexibilidad. Considerando que los principios, fases, normas administra vas se
adaptan a las necesidades de cada grupo social o empresarial aspecto que responde al carácter flexible
por tanto dinámico.

La evolución constante sobre la administración se vislumbra en la actualidad, fruto de ello es que se


dispone hoy en día de diferentes propuestas que responden a la interrogante de ¿cómo administrar?
Existen elementos o dimensiones de la administración que son consustanciales a su desarrollo, por lo que
es importante conocerlas para explicar la proposición del presente escrito.

Es así que tenemos que describir y analizar qué se en ende por empresa, ges ón, ges ón empresarial y
modelo de ges ón.

Definición de empresa Andrade (1997) define la empresa “Como cualquier en dad opera va que ene la
finalidad de realizar una ac vidad económica en forma organizada contando para ello, con una o más
personas que según su calificación realiza un determinado trabajo, que conlleva a la obtención de
u lidades”.

Entonces se comprende que la empresa es toda en dad que realiza una o más ac vidades económicas o
sociales sean grande, mediana, micro o pequeña empresa (Pyme).

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La empresa ene que operar o producir para ofertar sus productos, bienes y/o servicios, el desarrollo que
realice ésta determinado por la ges ón que sus trabajadores junto al líder ejerzan.

La empresa u organización moderna ene caracterís cas que le permiten ser eficientes, reac vas,
produc vas, compe vas e integran sus ac vidades con las tecnologías de la información y comunicación.

La Ges ón Empresarial La ges ón es un término importante, engloba todo el acervo de conocimientos


sobre la ciencia administra va ya que mediante ella se desarrolla la acción no solo de administrar
y cumplir las cuatro fases del proceso administra vo que determino Henry Fayol, abarca otros
elementos para lograr los obje vos propuestos, incorpora la estrategia, la mirada al futuro mediante
la visión y misión, debe entender el presente con las influencias del entorno y el contexto, debe
proyectar diversos escenarios futuros entre los más importantes aspectos.

Este despliegue no solo de conocimientos sino de la acción holís ca se la en ende como gerenciamiento
o management, término que muestra el desempeño, conocimiento, exper cia de los que dirigen la
empresa y deben contar con estas principales virtudes para ser un profesional de negocios y de empresas.

El concepto de ges ón empresarial, ha evolucionado en la medida que el hombre ha avanzado en la


consecución de nuevas tecnologías y relaciones para el mejoramiento de nuevos productos y servicios,
buscando sa sfacer a los clientes, también busca a través de las personas, mejorar la produc vidad y la
compe vidad de las empresas o negocios.

El que está de responsable de la ges ón se ve influenciado por diversos factores complejos sobre todo de
carácter externo, los cuales le fuerzan que esta acción de ges onar sea dinámica y en constante
movimiento.

La ges ón empresarial ya no se la considera como una ac vidad de carácter local ni tampoco nacional,
con la evolución de la sociedad de información (TI) y conocimiento se la debe considerar ahora como un
asunto de índole mundial, de manera que pueda afrontar el desarrollo de nuevas estrategias para la
permanencia en el mercado nacional y proyectar la penetración en mercados internacionales.

Existen tres acciones que los líderes a cargo de la ges ón de una empresa deben conocer y que para ocupar
puestos direc vos deben saber dis nguirlos, estos términos son: administración, ges ón y dirección. Por
lo que, se exponen diferentes posiciones al respecto de los dos úl mos términos dado que el primero ya
fue desarrollado en párrafos anteriores.

La ges ón empresarial pone énfasis, no tanto en la organización de los recursos (administración), como
en la planificación de los procesos para alcanzar los obje vos de la organización.

En este sen do, se la concibe a la gerencia como un cargo que maneja lo estratégico de la organización.

La idea generalizada entre los dis ntos autores es que la gerencia conlleva un punto de vista holís co de
la organización, en tanto la administración de empresas se centra en la estructura determinando lo niveles
organizaciones de una en dad u organización.

Como declara la autora Clara Emilia Rodríguez Sifontes (2010), “Al gerente le corresponde una mirada al
entorno, de modo que la organización pueda generar desarrollo, tomar recursos y producir más recursos,
mientras que al administrador le corresponde más el mantenimiento y la conservación”.

Se puede interpretar que el gerenciamiento recae sobre las ac vidades y aspectos horizontales como
también en las ac vidades transversales, mientras la administración es responsable del desempeño
funcional y ver cal de la organización.

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Castello y Mar nez (2005), define el término Ges ón como aquel proceso que logra que las ac vidades
sean realizadas con eficiencia y eficacia a través de otras personas.

Asimismo, la Norma Internacional ISO 9000 define Ges ón como las “ac vidades coordinadas para dirigir
y controlar una organización” Por tanto, se puede concluir que la ges ón empresarial, es el proceso que
se encarga de desarrollar las ac vidades produc vas en la empresa, con el obje vo de generar beneficios
a par r del uso eficiente de los recursos.

Por su parte la administración ostenta la adecuada y correcta definición de bienes y recursos de una
organización de manera que se op micen el uso en busca de un resultado tendiente a la rentabilidad que
permita el crecimiento.

En cuanto al término de dirección de empresas, esté consiste en la ejecución de lo planificado, en poner


en marcha las acciones acordadas a través de la administración y la ges ón estratégica. “Dirigir implica
mandar, influir y mo var a los empleados para que realicen tareas esenciales, guiar a un grupo de
individuos para lograr los obje vos de la empresa”, define Rodríguez (2010).

Los autores Koontz y O’Donnell (1986) indican que la dirección de empresas supone “La función ejecu va
de guiar y vigilar a los subordinados”, mientras que Henri Fayol (1916) considera este ámbito, indicando
que es “Hacer funcionar el grupo social una vez cons tuido, obteniendo los máximos resultados posibles
de los elementos que componen su unidad en interés de la organización”.

Se puede concluir que, la administración y la ges ón son dos términos consustanciales resultando ser
esenciales para todas las organizaciones. Es importante destacar que una correcta administración
depende de una eficiente ges ón, por ello, es que muchas veces se les adjudica el mismo significado. Para
clarificar esta ambigüedad se presenta dos gráficos que expresa uno de ellos los niveles organizacionales
y la interrelación de los términos explicados pudiendo entenderse donde enen su asidero de acción, el
segundo gráfico muestra algunas ac vidades que se desarrollan en cada uno de estos términos.

Modelo de ges ón empresarial Un modelo es una forma de representar en pequeño una realidad
determinada, es, por tanto, una simplificación, puede ser también, un “ideal” que sirva para efectos de
inves gación o experimentación convir éndose en algo ú l que resuelva necesidades.

Se la en ende también como “una descripción simplificada de la realidad que nos permite comprenderla,
analizarla y modificarla”. Por lo tanto, para la inves gación y relacionando este término con la empresa y
la ges ón se puede definir que un modelo es un conjunto de elementos que componen un sistema
ordenado, que permite estructurar, representar y comprender de una manera simplificada una realidad
que puede ser analizable, medible, modificable, flexible sobre la cual se rige la organización.

Por lo expresado, se comprende que un modelo es un esquema o marco de referencia como por ejemplo
para la administración de una en dad de una organización, se convierte en un patrón de funcionamiento
integral. Los modelos pueden ser aplicados tanto en las empresas y negocios privados siendo el caso que
nos interesa, como también en la administración pública y se debe considerar que estos son dinámicos y
por sobre todo flexibles.

Son importantes porque representan las interrelaciones, la estructura estableciendo sus límites de acción
y permiten variar sus componentes o variables.

El modelo de ges ón al entenderlo simplemente como un patrón o ruta de acción a seguir no responde
a la importancia que este término ene, es así que debemos relacionarla con la palabra ges ón, la cual
proviene del la n “ges o,” haciendo referencia a la acción de llevar a cabo algo, siendo que ges ón es un
conjunto de operaciones que se llegan a realizar para poder dirigir o administrar un negocio una
empresa por citar la acción que nos permite entender el objeto del presente ar culo.

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Al ser el modelo de ges ón un patrón de funcionamiento integral, se debe incorporar la misión, visión,
valores, obje vos principales, secundarios, protocolos, procesos e indicadores. Esta línea de pensamiento
integradora permi rá contar con una organización eficiente. Además de que el concepto de modelo
permite que el movimiento sea circular mediante la mejora con nua como parte de la filoso a de calidad.

Finalmente, otro beneficio implícito de los modelos es que brinda indicadores de rendimiento de la
ac vidad lo cual facilita la medición del desempeño y el logro de los resultados. La ges ón empresarial
ene su desarrollo natural en el modelo en el patrón o ruta de acción definido. Se la en ende como
aquella ac vidad qué a través de diferentes individuos especializados, buscan mejorar la produc vidad y
la compe vidad de una empresa, proyecto o de un negocio.

Por lo que, la finalidad de la ges ón empresarial es que la empresa u organización sea sostenible y viable
económicamente por tanto el modelo organizado, es vital para este come do.

El modelo de ges ón empresarial que una empresa ejerza tendrá que obtener resultados que por
supuesto todo empresario necesita que sean posi vos.

La rentabilidad es la situación en la que una empresa ene mayores ingresos que gastos por tanto existe
un excedente denominado u lidad; la cual se la mide bajo diferentes parámetros por ejemplo se la
cuan fica con el ROI que significa rendimiento basado en la inversión.

Es importante mencionar que no solo se busca la rentabilidad sino el crecimiento y desarrollo empresarial
términos ambiciosos pero correctos cuando una empresa aborda los elementos explicados integrándolos
con aspectos tecnológicos y de comunicación actuales los que mejoran la compe vidad para alcanzar el
desarrollo empresarial.

Los modelos de ges ón han evolucionado en el empo, por tanto, surge la interrogante ¿Qué modelos
son los más usados por el empresariado? En este sen do es que se puede afirmar que existen diferentes
modelos y su contribución al éxito dependió de determinadas circunstancias que se dieron en el empo;
se puede mencionar el modelo DUPONT, Lean Manufacturing, Kaizen, Modelo Canvas, modelo de
Mintzberg,

cuadro de mando integral entre los más conocidos. Para el estudio se pone énfasis en conocer modelos
que se aproximen a la tendencia actual denominada Ges ón basada en la calidad. Existen dos corrientes
populares de modelo de ges ón basadas en la calidad, siendo ellos:

a. Los Modelos de Excelencia cons tuyen un marco de referencia para la mejora de la ges ón de una
organización. Estos modelos se orientan al otorgamiento de premios en diferentes países con el objeto
de reconocer el compromiso, el liderazgo y las buenas prác cas empresariales, contribuyendo en el
crecimiento de su economía y generando su par cipación en mercados no solo nacionales si no globales.

Los Modelos de Excelencia son reconocidos en diversos países del planeta y son implementados por
sus empresas, la postulación de ellas es para obtener el reconocimiento que son otorgados por los
gobiernos o por las organizaciones internacionales, con lo cual dan un soporte a la imagen y credibilidad
incalculable para el desarrollo y crecimiento de las empresas y organizaciones Existen diversos
modelos de excelencia, que previa adaptación pueden u lizarse en diversos ámbitos.

Los modelos de ges ón de calidad y excelencia total más difundidos son El Modelo Deming creado en
1951; El Modelo Malcolm Baldrige en 1987; El Modelo Europeo de Ges ón de Calidad, EFQM. en 1992;
Premio Iberoamericano de Calidad (FUNDIBEQ); Cada país cuenta con un modelo de ges ón para sus
industrias, muchos de ellos son modelos basados en el modelo Iberoamericano de Calidad. También se

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observa que Bolivia cuenta con un modelo de excelencia, el mismo se denomina: Modelo Boliviano de
Excelencia. Para el bien vivir implementado el año 2012.

b. Los sistemas de ges ón po ISO, surgen cuando las organizaciones comenzaron a exigir a sus
proveedores la cer ficación de sus productos, es así que nace en el 1979 la Bri sh Standard Ins tu on
que posteriormente será conocida como Organización Internacional de Normalización (ISO), cuyos
obje vos incluyen la cer ficación, auditoría y formación en las normas para estandarizar procesos por
tanto genera un modelo de ges ón de calidad con credibilidad.

Esta organización cer fica la ges ón de calidad a las empresas tanto públicas como privadas que deciden
encarar el sistema de ges ón para mejorar la permanencia en sus mercados o brindar servicios más
eficientes.

La cer ficación se logra cuando se cumple los requisitos expuestos en la norma vigente ISO 9001:2015,
a diferencia de los modelos de excelencia que premian a las empresas que se adscriben a la convocatorias
para optar por el reconocimiento y premio a la calidad, las organizaciones interesadas buscan la
cer ficación ISO a través de ins tuciones normalmente consultoras acreditadas por la ISO de manera
que puedan optar por la cer ficación que permite a la empresa que cer fica tener una imagen de
pres gio no solo a nivel local si no internacional dado de que el alcance de esta cer ficación es de
carácter mundial, la ISO exige que la empresa se organice bajo un modelo de ges ón empresarial
basado en el sistema de calidad. Para obtener la ISO 9001:2015 la empresa debe contar con recursos
suficientes para optar a ella y disponer de más recursos financieros para las recer ficaciones y el hecho
de contar con el servicio de una persona que mantenga el sistema.

Este aspecto es una limitante para las empresas pequeñas y micro empresas, las cuales no pueden optar
a esta cer ficación. Sin embargo, las empresas deben comprender que deben contar con un modelo de
ges ón que, si bien no es cer ficada, puede tener las bases fundamentales de la estructura de un modelo.

Hoy en día la ciencia de la administración cons tuye una rama imprescindible e inherente a cada empresa,
organización pública, privada de carácter social y organizaciones con cualquier fin debido a que en ellas se
desarrollan o desenvuelven las funciones, procesos, estructura, organización por mencionar algunas
facultades de la administración por lo que se comprende que ene un carácter holís co ante todo en el
ámbito empresarial.

La ges ón es un término importante, engloba todo el acervo de conocimientos sobre la ciencia


administra va ya que mediante ella se desarrolla las ac vidades de la administración, asimismo asume las
ac vidades del gerenciamiento e incorpora a la planificación estratégica.

Se la puede sinte zar como la interface entre Planificación-acción, Acción – control, Control –
Planificación. Para ser eficientes en las organizaciones, empresas, corporaciones; se necesita trabajar o
desarrollase con modelos de ges ón, ya que estos permiten prever todo po de situaciones, y la virtud
de un modelo es que la ejecución de ac vidades es de manera ordenada y rigurosa, permi endo
an ciparse a los escenarios en lo posible o prepararse para afrontar vola lidades e incer dumbres del
entorno, por otra parte responder al movimiento del mercado o sector industrial al que pertenecen.

En la relación a la consecución y cumplimiento del obje vo manifestado al inicio del manuscrito se dispuso
de un marco conceptual completo; además, se determinó que es la organización coherente para las
ac vidades de mejora con nua; Posibilitando con ello, medir criterios a lo largo del empo, por lo que es
fácil detectar si se está avanzado en la dirección adecuada. De esta manera se evita tener que definir o
proponer indicadores, ya que están definidos en el modelo. Para finalizar se cierra con un SÍ rotundo a
favor de los modelos de ges ón empresarial.

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Se puede afirmar que son una necesidad, son un libro de ruta que encauza la potencialidad de la empresa
hacia el éxito. Sin importar el tamaño de la misma.

“El concepto de ges ón, por su parte, proviene del la n gesĭo y hace referencia a la acción y al efecto de
ges onar o de administrar. Se trata, por lo tanto, de la concreción de diligencias conducentes al logro de
un negocio o de un deseo cualquiera. Implica además acciones para gobernar, dirigir, ordenar, disponer u
organizar.”

Por lo tanto, un modelo de ges ón es un esquema o marco de referencia para la administración de una
en dad. Los modelos de ges ón pueden ser aplicados tanto en las empresas y negocios privados como en
la administración pública. Se basa en la obtención de ganancias económicas, el primero pone en juego
otras cues ones, como el bienestar social de la población.

IMPORTANCIA DE UN MODELO DE GESTIÓN:

“En el área de soluciones, la u lización de Modelos de Ges ón permite dar una coherencia completa a los
diseños funcionales realizados con las prác cas recomendadas, permi endo que las implantaciones
tengan una visión global de los obje vos tác cos y estratégicos a lograr por el área de clientes.”

Las empresas enden a buscar su crecimiento y rentabilidad y muchas veces se olvidan de evaluar su
desempeño para estar seguros de que su accionar es el más adecuado. La aplicación del modelo de ges ón
ha permi do con nuar alcanzando metas en menos empo de lo esperado y mejorar notablemente
nuestra compe vidad.

CARACTERÍSTICAS
“El concepto había exis do durante décadas, pero la competencia entre las empresas de economía an gua
y nueva, con modelos comerciales muy diferentes, ayudó a demostrar su importancia como una forma de
pensar acerca de las elecciones básicas que las empresas hacen cuando se trata de sus fuentes de ingresos,
su estructura de costos y sus opciones de hacer o comprar.”

Por lo tanto, el modelo de ges ón presenta las siguientes caracterís cas: La ges ón es un proceso
orientado a obje vos: La gerencia siempre apunta a lograr los obje vos organizacionales. Las funciones y
ac vidades del gerente conducen al logro de los obje vos organizacionales.

La administración es generalizada: La ges ón es un fenómeno universal. El uso de la ges ón no está


restringido a las empresas comerciales, solo es aplicable en organizaciones con o sin fines de lucro,
empresariales o no comerciales; incluso un hospital, escuela, club y casa ene que ser administrado
adecuadamente. La ges ón es mul dimensional: La ges ón no significa una sola ac vidad, pero incluye
tres ac vidades principales.
• Ges ón del trabajo.
• Ges ón de personas.
• Ges ón de operaciones.
a) Ges ón del trabajo Las ac vidades de ges ón enen como obje vo lograr los obje vos o tareas a
realizar. La tarea o el trabajo dependen de la naturaleza del negocio. La gerencia se asegura de que el
trabajo se realice de manera efec va y eficiente. Todas las organizaciones están configuradas para realizar
alguna tarea u obje vo.)
b) Ges ón de personas Las personas se refieren a los recursos humanos y los recursos humanos son los
ac vos más importantes de una organización. Una organización puede ganarse a la competencia con
empleados eficientes solo porque dos organizaciones pueden tener los mismos recursos sicos,
tecnológicos y financieros, pero no recursos humanos.

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c) La ges ón es un proceso con nuo Es una función con nua o interminable. Todas las funciones de
ges ón se realizan de forma con nua, por ejemplo, la planificación, organización, dotación de personal,
dirección y control son realizados por todos los gerentes todo el

3.3.4. GESTION DE RIESGO LEGAL.

El riesgo legal es un po de riesgo empresarial muy amplio, que ene un importante impacto en la
estrategia de las compañías. Este riesgo se presenta como la probabilidad de que se produzcan pérdidas
como consecuencia de que las ac vidades de la empresa no cumplen con la legislación y la norma va
vigente, o porque la contraparte no ene la autoridad legal para realizar una transacción.

Así, es un riesgo que ene la doble condición de estratégico y operacional, aunque en el entorno financiero
puede afectar más a la estrategia. Por otra parte, para afrontar un riesgo legal se debe contar con un
equipo legal lo suficientemente capaz, con el fin de conocer todas las regulaciones que debe cumplir un
producto que se desea lanzar al mercado o un servicio que se desee ofrecer.

Teniendo en cuenta que un juicio o disputa legal puede generar hasta el cierre de una empresa y, sin
embargo, casi la mitad de firmas en el Perú no están preparadas para enfrentarlos.

Aquí, te contamos en forma precisa y directa los pos de riesgos legales que existen con el obje vo de
evitar caer en cualquiera de ellos. A efectos de cumplir con la reglamentación o restricciones que van a
delimitar hasta dónde o cómo puede actuar un negocio.
El riesgo legal se puede definir de varias maneras, aunque las más extendidas son las siguientes:

Definición de riesgo legal directa. Es la posibilidad de incurrir en pérdidas, debido al incumplimiento (o


imperfección) de la legislación que afecta a los contratos financieros, o la imposibilidad de exigir el
cumplimiento del contrato legalmente.

La indirecta: Es el riesgo de cambio regulatorio por parte de las autoridades (gubernamentales)


competentes (local, nacional o internacional) de la norma va, de una forma que afecte adversamente a la
posición de la empresa o en dad financiera.

La ges ón de los riesgos legales es clave en sectores muy regulados como el financiero o el farmacéu co,
y suelen formar parte de los sistemas de compliance de las organizaciones. Las amenazas que se derivan
del incumplimiento de obligaciones legales y contractuales deben tenerse en consideración a los efectos
de disponer de un mapa de riesgos completo, así como de un sistema de ges ón que permita
iden ficarlos, valorarlos y ges onarlos de forma adecuada.
Tipos de riesgos legales
El riesgo legal ha de ser tenido en cuenta por parte de todos los departamentos de la empresa. Y es que
es un riesgo mul localizado, que afecta a diferentes entornos. Los principales pos de riesgo legal son los
siguientes:

Corpora vos: Son fruto de la naturaleza y estructura legal de la organización. Son los riesgos fiscales, los
de responsabilidad civil, ausencia de documentación, etc.
Riesgos de ac vos: Tienen que ver con la protección del valor de los ac vos tangibles e intangibles.
Los riesgos legales contractuales: Son riesgos asumidos voluntariamente por la firma de contratos, errores
en los contratos, incapacidad de la empresa de cumplir lo pactado, cancelación de contratos, etc.

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Riesgos de li gio: Están relacionados con la resolución de disputas en tribunales, fruto de demandas,
conducta de empleados…
El riesgo regulatorio: Este riesgo implica la imposición de sanciones por infracciones y el cambio de las
leyes que pueda afectar nega vamente a la empresa. Hablamos de cambios en la regulación del comercio,
regulaciones fiscales, etc.
Riesgos cons tu vos: Aparecen en el momento de la cons tución de la sociedad. Afecta a la
denominación de la empresa y a la regulación del po de empresa: SA, SL, coopera va, …
Los riesgos territoriales: Aquí se encuadran tratados, sentencias vinculantes, norma vas de la Unión
Europea, norma va internacional, etc.
Riesgos ex n vos: Son riesgos legales relacionados con concursos, quiebras, quitas o liquidaciones.
Un ejemplo de riesgo legal puede ser el caso en el que, con el fomento del teletrabajo, una empresa incurra
en el cumplimiento de las nuevas norma vas que están aprobando los dis ntos gobiernos. Estas normas
afectan a la protección de los empleados o a la salud y seguridad en el trabajo, por ejemplo. Por ello, la
empresa debe contar con un plan para prevenir, evaluar y mi gar estos riesgos legales.

3.5. LAS OBLIGACIONES.

Cualquier empresa o en dad ene una serie de deberes y obligaciones que ha de cumplir para observar
la legislación vigente de nuestro país. No obstante, además de ser una cues ón legal, también es un asunto
de reputación.
Cualquier empresa o en dad ene una serie de deberes y obligaciones que ha de cumplir para observar
la legislación vigente de nuestro país. No obstante, además de ser una cues ón legal, también es un asunto
de reputación.

Así, aunque lo común es que los empresarios adopten una ac tud pasiva respecto del cumplimiento de
las obligaciones y deberes legales, lo cierto es que su cumplimiento de forma ac va redundará en la buena
reputación de la empresa.

Sin duda, el cumplimiento norma vo es fundamental para que la reputación de la empresa no caiga en
picado, lo cual podría ser nefasto para los beneficios de la misma. Es por ello que el empresario debe
adoptar una ac tud ac va y ha de intentar cumplir con la legislación vigente de forma escrupulosa y tener
una ac tud posi va y proac va respecto de estas obligaciones.

Pero ¿qué obligaciones ene una empresa? ¿Qué deberes legales ha de cumplir cualquier en dad? En
este post te contamos qué obligaciones enen las empresas y cómo cumplirlas.
Las obligaciones y los deberes que las empresas han de cumplir, de acuerdo con la legislación vigente, son
las siguientes.
Inscripción en el Registro Mercan l del Título Cons tu vo de Sociedad Cuando se cons tuye una empresa,
es necesario inscribir en el Registro Mercan l el Título Cons tu vo de la Sociedad en un plazo de 15 días
desde la firma de los mismos. De no llevarse a cabo esta obligación, la empresa sería una sociedad
irregular, no disponiendo, por tanto, de personalidad jurídica.

PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES.

Es fundamental que las empresas cumplan con lo establecido en la norma va de prevención de riesgos
laborales, tomando las medidas necesarias para evitar accidentes y otros riesgos en el desempeño de las
funciones de cada puesto de trabajo. Así pues, el empresario ene un deber de seguridad o prevención,
estando obligado a proteger a sus trabajadores de los riesgos laborales y a garan zar su seguridad y su
salud.

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La empresa, por tanto, deberá planificar esa prevención teniendo en cuenta los riesgos que tenga cada
puesto de trabajo y determinando qué riesgos pueden ser evitados y qué riesgos son inevitables. Además,
es necesario controlar y vigilar con nuamente el plan de prevención de riesgos laborales para evitar estos.

Protección de datos personales


La Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos Personales y garan a de los derechos digitales es de
obligado cumplimiento por las empresas. Así pues, las empresas deberán custodiar y proteger
adecuadamente los datos de carácter personal de sus trabajadores y de sus clientes.

De hecho, el cumplimiento de esta Ley es fundamental para todas aquellas empresas que trabajan con
información de sus clientes, sobre todo cuando se trata de usuarios de Internet.

El uso inadecuado de los datos personales está cas gado en el Código Penal, por lo que las empresas
deberán poner especial atención y cuidado en la ges ón de los datos de sus clientes y trabajadores, siendo
lo ideal que sean expertos los que se encarguen de esta ges ón. Es especialmente importante, ya que, en
úl ma instancia, el incumplimiento de la Ley será responsabilidad de la empresa.

Pago de salario a sus trabajadores


La empresa deberá remunerar el trabajo llevado a cabo por sus empleados. Así pues, deberán pagar el
salario fijado de mutuo acuerdo por el empresario y por el trabajador en el contrato de trabajo con la
periodicidad pactada contractualmente —normalmente, el salario se percibe cada mes—.

Contabilidad de la empresa
El empresario está obligado a llevar la contabilidad de la empresa. Es obligatorio llevar tres libros contables
en los que se harán asentar las operaciones diarias durante un periodo de empo, así como el inventario
de la empresa. Además, el empresario deberá conservar estos libros y los correspondientes comprobantes
e inscribirse en el Registro Mercan l después de cada ejercicio económico.
Como ya se ha dicho, cumplir con las obligaciones legales de forma proac va es muy beneficioso para la
reputación de las empresas. Además, el adecuado cumplimiento de estos deberes impuestos por la
legislación vigente ene otros efectos posi vos. Son los siguientes:

Evitar sanciones: a través del cumplimiento minucioso de las obligaciones legales las empresas evitan las
sanciones aparejadas a su infracción.
An ciparse a la legislación: cuando se adopta una ac tud proac va y se cumplen con ciertas condiciones
que ni siquiera están contempladas en la ley vigente, es mucho más fácil sobrevivir a los eventuales
cambios legisla vos y, en cualquier caso, la adaptación a estos cambios es mayor y mejor.
Proteger la reputación y la imagen pública de la empresa, lo que redundará en mayores beneficios o, en
todo caso, en la no experimentación de pérdidas por una mala reputación.
Las anteriores obligaciones son algunos de los deberes más importantes que deberá cumplir cualquier
empresario, si bien no son todos.
Así pues, también existen obligaciones empresariales en materia de contratación o de igualdad de género
en el trabajo, por ejemplo. En cualquier caso, las empresas deberán cumplir con todas las obligaciones
que les imponga la ley.

3.5.1. CONCEPTO Y EVOLUCION.

De acuerdo a la Legislación Chile es tradicionalmente se define la obligación como el vínculo jurídico entre
dos personas determinadas deudor y acreedor en virtud del cual el primero se encuentra en la necesidad
jurídica de dar, hacer o no hacer algo en favor del segundo.

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Si el deudor no cumple con su prestación puede ser compelido a hacerlo, respondiendo no con su persona
como acontece en el an guo Derecho Romano sino con su patrimonio. Sobre el par cular, el ar culo 2465
del Código Civil expresa que "toda obligación personal da al acreedor el derecho de perseguir su ejecución
sobre todos los bienes raíces o muebles del deudor, sean presentes o futuros, exceptuando solamente los
no embargables, designados en el ar culo 1618".

De manera que cuando se contrae una obligación el deudor está respondiendo de su cumplimiento con
todo su patrimonio, lo que se denomina "derecho de prenda general" (denominación inadecuada, pues
no hay propiamente un derecho de prenda, que es un derecho real).

Como observa Fueyo, tradicionalmente las definiciones que la doctrina ha dado de la voz obligación enen
en común "la subordinación del deudor hacia el acreedor, en un plano inclinado en que los derechos son
todos del acreedor, y los deberes corresponden todos al deudor".
Agrega que la tendencia actual es a corregir este criterio absolu sta, reconociendo derechos al deudor y
la imposición de deberes al acreedor.

Ello lo lleva a definir la obligación como "una relación de derecho entre dos o más personas, en cuya virtud
una parte ene el deber jurídico de sa sfacer una prestación determinada en favor de otra, a la vez que
el derecho a que el poder del acreedor no se exceda en sus límites, y a ser liberada al empo del
cumplimiento, y la otra parte la facultad de exigir tal prestación, aun coerci vamente, a la vez que el deber
de no excederse en su pretensión".

En este sen do, existen una serie de ins tuciones que le otorgan al deudor la facultad de poder liberarse
de su obligación ("derecho al pago"), como son el pago por consignación y la mora del acreedor.

La obligación, es producto de una larga evolución histórica. Suele admi rse generalmente que la noción
de la obligación, más propiamente del estado de obligatus habría surgido en material delictual, esto es un
acto an jurídico con que se irroga un daño a una persona. Los primeros obligados a consecuencia de actos
ilícitos contractuales fueron en Roma los nexi, plebeyos empobrecidos compelidos a solicitar dinero en
préstamo a los patricios, comprome endo su persona en garan a del pago de la deuda, garan a que se
hacía efec va por el nexum, que se realizaba con los procedimientos de la mancipa o e importaba la
autopignoración del deudor.

La noción de obligación como derecho personal opuesto al derecho real, sólo habría surgido en Roma al
hacerse más humana la coacción contra los nexi. Este hecho trascendente tuvo lugar por la sanción de la
lex Poetelia Papiria, que indirectamente abolió el nexum al disponer que quedaba prohibido el
encadenamiento, la venta y el derecho de dar muerte a los nexi.

Se había definido a la obligación como el vínculo jurídico en virtud del cual el acreedor puede constreñir
al deudor al cumplimiento de una determinada prestación, que puede consis r en un daré, en un facere,
o un prestare.

El vínculo jurídico consiste en el deber del deudor de cumplir la prestación, es decir, observar un
determinado comportamiento posi vo o nega vo desde que la obligación nace hasta que queda
totalmente ex nguida. Este vínculo puede generarse por diversas causas: el contrato, el delito, el
cuasicontrato y el cuasidelito.

En cuanto a los sujetos de la relación, que pueden o no estar individualmente determinados desde el
momento en que nace la obligación, son un sujeto ac vo o acreedor, y un sujeto pasivo o deudor, que
tanto puede ser persona sica como una persona jurídica.

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Objeto de la obligación es el acto que el deudor debe realizar a favor del acreedor y cuyo cumplimiento
puede exigirse por medio de la correspondiente acción.

Cons tuye la prestación que puede traducirse en un daré, facere o un prestare; según esto el daré
oportere consistpia en la transferencia al acreedor de la propiedad u otro derecho real sobre la cosa; facere
o facere non oportere implicaba un acto o hecho del deudor y también una abstención, que no fuera
propiamente un daré.
Para que la prestación fuera eficaz, tenía que reunir ciertos requisitos; exigíase que fuera sica y
jurídicamente posible, caso contrario, la obligación era nula.

3.1.-FUENTES DE LAS OBLIGACIONES.

Gayo en sus ins tutas decía que las obligaciones nacían de un contrato o de un delito. Esta suma división
reconoce solamente 2 términos en materia de fuentes de las obligaciones, porque ellas nacen ex
contracto, es decir del acuerdo de voluntades reconocidas por el derecho civil, cuya fuerza obligatoria se
hacía depender de la entrega de la cosa, de un acto formal, verbal o escrito del mero consen miento de
las partes; o ex delic vo, lo cual es de un hecho ilícito que colocaba al culpable en la obligación de pagar
una pena pecuniaria a quién hubiera lesionado.

Esta clasificación bimembre resulta insuficiente porque deja al margen de ella una gran gama de figuras
generadoras de obligaciones que no eran ni contratos, ni delitos.

En el Digesto, se contraen por una cosa, con palabras, o al mismo empo por ambas, o por el
consen miento o por la ley el derecho honorario o por necesidad o por delito.

Los compiladores jus nianeos, señalaron como principio general que los casos agrupados bajo tal
denominación se desenvolvían a la manera de un contrato o de un delito. Por ello se insertaron en las
Ins tutas una clasificación de las fuentes de las obligaciones que comprende 4 especies; “pues las
obligaciones o nacen de un contrato o de un cuasicontrato o de un delito o de un cuasidelito. Bajo los
términos quasi ex contractu y cuasi ex maleficio se abarcaban respec vamente algunas obligaciones
derivadas de una relación lícita que podía asemejarse a un contrato.

5.1.-Clasificación según el vínculo.

Obligaciones civiles y naturales, toda obligación a la que el ordenamiento jurídico dotaba de una ac o
como remedio para que el acreedor pudiera exigir del deudor el cumplimiento de la prestación debida, se
llamaba obligación civil.

Esta era la obliga o en el sen do estricto de la palabra, porque la relación que ella creaba entre los sujetos
que la integraban debía contar con la debida protección procesal.

Las obligaciones naturales eran aquellas desprovistas de acción y por ende carecían del medio jurídico por
el cual el acreedor exigiría judicialmente el pago de la deuda.

Las caracterís cas peculiares de las obligaciones naturales han planteado no pocos problemas; así se ha
llegado a cues onar su contenido jurídico al carecer de la debida protección procesal; sin embargo, la
obligación natural, si bien presenta un vínculo jurídico debilitado, se pifica como una obliga o por las
diversas consecuencias jurídicas que de ella se derivaran.

Las obligaciones naturales producían otros que podemos llamar secundarios, se cuentan entre estos los
siguientes: el crédito natural podía oponerse en compensación a la deuda civil; la obligación natural era
suscep ble de conver rse en civil por novación; podía ser

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garan zada por fianza, prenda o hipoteca. Las fuentes romanas ofrecen numerosos casos de obligaciones
naturales, mereciendo citarse como los más picos los siguientes; las obligaciones contraídas por el
esclavo que, como vimos, dado su carácter de cosa no se obligaba civilmente, sino naturalmente: las
creadas por personas some das a la misma potestad, esto es, entre los Fili familias y entre éstos y el pater.

Obligaciones civiles y honorarias, las primeras eran las obligaciones sancionadas por una acción nacida del
ius Civile; en cambio las segundas contaban con una ac o creada por el pretor. 3.1.-Clasificación según los
sujetos.

Pueden agruparse en 3 dis ntas especies, obligaciones de sujetos fijos y determinados; de sujetos
variables o indeterminados y de sujetos múl ples.

Obligaciones de sujetos fijos, en este caso normal que se presenta en las relaciones obligacionales en que
los sujetos están determinados desde que la obligación se genera hasta que cesa de manera que el vínculo
jurídico unirá a un acreedor y a un deudor fijo e individualmente determinado, que no variará mientras la
relación no se ex nga.

Obligaciones de sujetos variables, si de ordinario en el tráfico jurídico los negocios obligacionales se dan
entre sujetos fijos y determinados, hay supuestos; en esos casos se habla de obligaciones de sujetos
variables o ambulatorias, habiendo sido designadas también por los intérpretes con el nombre de
obligaciones propter rem, por estar amparadas por una ac o in rem scripta.

El derecho romano nos ofrece variados casos de obligaciones ambulatorias; entre las cuales se encuentra
la obligación de resarcir el daño causado por un animal o un esclavo que, por aplicación de principio noxa
caput sequitur, correspondía a quien tuviese el dominio sobre el animal o el esclavo en el momento de la
li s contesta o. Otro sujeto de obligación propter rem es la que pesaba sobre el enfiteuta; el superficiario
o el propietario de pagar los impuestos vencidos aun cuando la deuda proviniera de personas que
anteriormente ostentaban dicha calidad.

Obligaciones de sujetos múl ples; parciarias, cumula vas y solidarias, son las obligaciones parciarias las
que, exis endo varios deudores o varios acreedores, aquellos están obligados solamente a una parte del
total de la prestación y éstos sólo enen derecho al cobro de parte de su crédito.

Éstas también llamadas mancomunadas, era cuando había tantas obligaciones autónomas fraccionadas
como acreedores o deudores, situación que traía aparejada la divisibilidad de la prestación.

Eran obligaciones cumula vas aquellas en las cuales cada uno de los acreedores podía pretender por
entero la prestación sin que el pago realizado a uno liberase al deudor respecto de los otros acreedores,
por lo cual cada uno de los deudores estaba obligado a cumplir en la totalidad sin que ello liberase a los
otros codeudores; por ejemplo si una persona vende separadamente la misma cosa a varios individuos,
supuesto en el cual resulta obligada por la entera prestación hacia cada uno de los compradores; o cuando
el testador lega el mismo bien a dos legatarios dis ntos.

Por úl mo, son obligaciones solidarias, o correales, las que enen pluralidad de sujetos y objeto
verdaderamente idén co y único, en las que cada uno de los varios deudores está obligado a cumplir, la
total prestación, la que sa sfecha por uno de aquellos o pagada a uno de éstos, disuelve la obligación
respecto de todos los demás.

El derecho romano admi ó como fuente de la solidaridad el acuerdo de voluntades de las partes, el
testamento y la ley. La solidaridad nacida por acuerdo de voluntades tuvo su más frecuente forma de
hacerse efec va en la s pula o, contrato verbal y solemne, de derecho estricto.

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El testamento fue otra fuente de las obligaciones solidarias dando lugar a la solidaridad ac va cuando
contenía un legado. Las obligaciones solidarias o correales creaban relaciones jurídicas entre los
acreedores y los deudores, pudiendo presentarse tres dis ntas

hipótesis: varios deudores correales frente a un deudor común; varios deudores correales con respecto a
un acreedor común y varios acreedores frente a varios deudores.

6.1.-Clasificación según el objeto.

Obligaciones divisibles e indivisibles, son divisibles aquellas cuya prestación es de tal naturaleza que se la
pueda cumplir o ejecutar por fracciones o por partes sin que por ello se altere su esencia o su valor, caso
contrario, es indivisible. Si la obligación ene por objeto la entrega de una suma de dinero, por ejemplo
1700, es divisible, ya que la prestación puede dividirse en fracciones materiales y habiendo varios
deudores se puede exigir a cada uno de ellos una parte de la can dad.

Pero si el objeto o prestación consiste en la ejecución o no ejecución de un hecho, por ejemplo, la


obligación del arrendador de procurar al arrendatario el uso y goce de la cosa dada en arriendo, la
obligación es indivisible, porque ese hecho no puede fraccionarse en partes iguales. tenían carácter de
divisible las obligaciones cuya prestación consis a en un daré, ya que la propiedad y los demás derechos
reales podían cons tuirse pro parte.

Sin embargo, las servidumbres eran indivisibles, a excepción del usufructo. Contrariamente, las
obligaciones en que la prestación consis a en una facera, por principio, se caracterizaban por su
indivisibilidad porque no se puede considerar suscep ble de división la ac vidad del hombre dirigida a la
realización de una obra, ya que una parte no es la obra misma, ni ene el valor del todo.

O obstante eran divisibles las obligaciones haciendo, cuando tenían por objeto obras fungibles, como los
servicios que había que prestar a jornal.

La clasificación de obligaciones divisibles e indivisibles tuvo par cular importancia en caso de pluralidad
de acreedores o deudores de una misma obligación, supuesto en el cual se dividían ipso iure los créditos
y los débitos entre los varios sujetos de la relación.

Así, de exis r varios deudores cada uno de ellos se liberaba cumpliendo pro parte la prestación, de ser
varios los acreedores, ninguno de ellos podía exigir más allá de la parte que le correspondía. En la hipótesis
de obligaciones indivisibles, en cambio, cada uno de los acreedores podía exigir a cada uno de los deudores
el total cumplimiento de la prestación.

Obligaciones específicas y genéricas, las obligaciones que tenían por objeto la prestación de una cosa
individualmente determinada, como tal esclavo o tal fundo, eran llamadas en las fuentes obligaciones de
especie o específicas; la obligación se ex nguía por aplicación del principio de que la especie perece para
el acreedor.

En oposición a las obligaciones de especies, los romanos conocieron las llamadas obligaciones genéricas,
que eran aquellas en que le objeto de la prestación era determinado únicamente en su género,
prescindiendo de su individualidad, como, por ejemplo, un esclavo o cualquier cosa fungible.

Las obligaciones genéricas no se ex nguían por perecimiento fortuito del objeto; operaba al respecto el
principio de que el género nunca perece.

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Obligaciones alterna vas y faculta vas, la elección del objeto de la obligación correspondía al deudor, pero
podía convenirse en que la hiciera el acreedor.

Si la elección pertenecía al deudor y alguno de los objetos alterna vamente debidos llegaba a perecer,
fuera por culpa o aún sin culpa del deudor, a la obligación se ex nguía respecto del objeto perdido, pero
subsis a con relación a los otros, puesto que el deudor podía en este caso circunscribir su elección a los
objetos restantes y elegir uno de ellos. Dis ntas de las obligaciones alterna vas eran las llamadas
obligaciones faculta vas, en las que, recayendo la prestación sobre un objeto determinado, cabía al
deudor la facultad de liberarse entregando otro objeto que no fuera el debido.

Hay diferencias sustáncieles, así cuando en las obligaciones alterna vas parecía antes de la elección uno
de los objetos debidos, la obligación subsis a sobre los restantes, en tanto que en las obligaciones
faculta vas si el perecimiento se producía respecto de la cose in obligaciones, la obligación no mantenía
su eficacia en cuanto a la que estaba in facultate soluciones.

TEORIA DE LAS OBLIGACIONES


El profesor CARLOS A. SORIANO CIENFUEGOS dice: Durante su permanencia en Hamburgo, adonde huye
a causa de sus muchos enemigos, uno de los grandes juristas de todos los empos, Hugo Grocio, escribe
una carta2 en los términos siguientes, que muy bien podemos tomar en préstamo para abrir esta reseña
de la Teoría general de las obligaciones del doctor Diego Robles Farías:” nada hay más digno para un
caballero que el conocimiento del derecho.

En primer lugar, la parte de aquél que asocia a cada hombre con los demás hombres, y a cada nación con
el resto de las naciones; después, el propiamente patrio, del cual una parte no exigua corresponde al
Derecho romano, recibido por la mayoría de los pueblos, pero también el más digno por sí mismo de
estudio, por encima de todos los derechos nacionales, a causa de haber sido desarrollado y llevado a
perfección a través de las experiencias de un imperio tan magno como diuturno.

Así de patente es la equidad de tal derecho en sus varias partes, pero en máximo grado en la que al
contrato y a los hechos ilícitos se refiere, que prevalece aun entre aquellos pueblos que los romanos nunca
pudieron vencer por las armas y lo logra sin recurrir a fuerza alguna, triunfante sólo en virtud de su misma
jus cia”.

Las palabras del jurisconsulto holandés cons tuyen un elocuente tes monio de la centralidad del derecho
de las obligaciones civiles, disciplina que se encuentra dotada de gran estabilidad en el empo, en
comparación a las mudanzas registradas casi ininterrumpidamente en otras áreas jurídicas.

Esta circunstancia jus fica en buena medida la nomenclatura de la obra del doctor Robles, una ‘teoría
general’ de la materia, en un ordenamiento posi vo como el mexicano, que como peculiaridad frente al
resto por lo menos de los países la noamericanos, presenta una mul plicidad de códigos civiles, a lo que
debe su- marse, como dificultad adicional para el intérprete, el cúmulo de criterios establecidos por vía
jurisdiccional con mo vo de la aplicación de sus normas.

En efecto, esta mul plicidad de códigos (y en algunas en dades federa vas de leyes especiales, separadas
de su contenido originario) y de criterios judiciales ofrece menos dificultades y escollos para la
estructuración de una teoría general en relación a la materia de obligaciones y a la del contrato, en tanto
que fuente principalísima de aquéllas, que en el resto de las ins tuciones jurídicas.

A decir verdad, los trabajos por mostrar un sustrato común del derecho civil no sólo mexicano, sino
la noamericano, es decir, un ius commune de la región, encuentran ya en Clóvis Beviláqua, a fines del
siglo XIX, una afirmación rotunda, al iden ficar y mostrar orgánicamente los elementos específicos y
compar dos por los ordenamientos de América La na, esfuerzos que han sido con nuados por la

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doctrina, y que han conducido al diseño de ‘códigos po’, o sea, de códigos presentados como modelos
de legislación, acompañados por el vehemente propósito de que sean conver dos, por los procedimientos
formales idóneos, en derecho posi vo vigente desde el río Bravo hasta la Patagonia, como es el caso, por
ejemplo, del proyecto de Código civil panamericano de Cosen no, quien argumenta a favor de la
unificación señalando que “ es más fácilmente realizable entre las legislaciones la noamericanas.

Todas ellas derivan de las mismas fuentes: derecho romano, Código de Napoleón, leyes españolas y
portuguesas: todas se relacionan con costumbres similares y condiciones económicas y sociales análogas”.

Si ello puede decirse respecto del Derecho civil en general, la comunión de conceptos, ins tuciones y
cuadros sistemá cos en los temas de obligaciones y contratos que integran la temá ca del texto de Diego
Robles han permi do que los esfuerzos por alcanzar la unificación en La noamérica se hayan presentado
con más frecuencia.

De esta manera, a fines de la primera mitad del siglo XX, Ángel Ossorio y Gallardo incorporó a su
Anteproyecto de codificación civil para Bolivia, en sede de generalidades sobre el contrato, una norma del
todo peculiar, de acuerdo con la que se disponía lo siguiente: “Sin mengua de la sustan vidad del Derecho
civil ni de la soberanía del legislador boliviano, los Tribunales procurarán en los pleitos que versen sobre
contratos orientar su jurisprudencia… hacia la unificación del Derecho contractual en los países del Centro
y Sud de América”.

En el mismo sen do, puede recordarse el programa aprobado por el Ins tuto La noamericano de Derecho
Comparado, creado con ocasión de la Tercera Conferencia de Facultades La noamericanas de Derecho,
llevada a cabo en San ago de Chile, durante cuyos trabajos se acordó, entre otras cues ones, un punto
directamente relacionado con nuestra exposición, a saber: “Para dar efec vo cumplimiento a los
propósitos de la Asociación La noamericana de Libre Comercio, gozarán de preferencias las
inves gaciones y fichas sobre las siguientes materias y en el orden que se indican: 1° Obligaciones y
contratos…”

Desde una perspec va que otorgaba primacía al derecho europeo, Mario Rotondi sugirió en los años
ochenta proseguir los trabajos de unificación en esta misma materia, colocando al centro de la discusión
el Proge o franco-italiano di Codice delle obbligazioni e dei contra , elaborado en 1927 por estos países
de raigambre la na, en aras de lo cual publicó sus Inchieste di diri o privato, comprendiendo trabajos del
mismo Rotondi (“Il Proge o Italo-Francese delle obbligazioni”), y de los profesores Díez-Picazo (“Una
opinión española sobre el Proyecto Ítalo- Francés de Código de las obligaciones”), Boffi Boggero (“Las
obligaciones en el Proyecto Franco-Italiano y en el derecho argen no”), Reale (“A unidade do direito das
obrigações no Projeto de Código civil brasileiro e o Projeto Franco-Italiano de 1927”), Mélich-Orsini (“La
idea de un Código uniforme de las obligaciones para los países de origen la no y la actual legislación
venezolana”), Fueyo Laneri (“Proyecto de Código único de las obligaciones y de los contratos para los
países de origen la no”), Man lla Pineda (“Cincuentenario del Proyecto Franco-Italiano del derecho de
obligaciones”), y Abascal Zamora (“Notas sobre la influencia que ha ejercido el Proyecto Italiano-Francés
de Código de las obligaciones en México”).

En la actualidad, los trabajos emprendidos con vistas a lograr la unificación de la materia han proseguido
bajo los auspicios de diversas ins tuciones y bajo la dirección de reputados juristas, entre quienes
merecen especial mención el profesor Fernando Hinestrosa de la Universidad Externado de Colombia,
lamentablemente fallecido en fechas recientes, y de modo muy par cular, el profesor Sandro Schipani,
quien hasta hace poco fue director del Centro de Estudios Jurídicos La noamericanos de la Universidad
de Roma II, Tor Vergata, y cuyas inicia vas con núan dando los frutos que producen el conocimiento
cien fico y la madurez de la experiencia, a la par que siguen convocándonos a trabajar en pro de la tarea:
concretamente, respecto de la redacción de un código modelo en materia de obligaciones, no pasamos
por alto la cuarta reunión del Coloquio de Ius priva stas Roma y América, celebrada en Lima y coordinada

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por la Pon ficia Universidad Católica del Perú, los días 21 y 22 de julio de 2011, centrada en las
obligaciones en general.

Obligaciones y contratos, por tanto, como los aspectos de mayor peso estructural del derecho patrimonial,
como su principio cons tu vo, al punto de poder afirmar con Rescigno que “la relación obligatoria
cons tuye la forma pica de las relaciones privadas”, y ciertamente, ocupando un lugar preponderante, el
contrato, que a par r de hace poco más de medio siglo ha con- centrado la atención de los doctrinarios,
de modo de conver rse en el instrumento que expresa la autonomía privada y su ar culación
indispensable en el funcionamiento de la economía de mercado propia de nuestras sociedades, todo lo
cual ha llevado a acentuar la posición del acreedor, par cularmente en relación a la posibilidad de
mone zar el derecho de crédito, como objeto de cesión o garan a.

De esta forma, la materia abordada por el doctor Robles presenta autén camente la mayor relevancia
para el estudio del derecho, por lo que pueden suscribirse las palabras de Breccia cuando afirma: “Entre
todas, tal vez ésta es la materia en la que mejor modo han tenido de expresarse, en la historia de las
inves gaciones jurídicas, las dos ac tudes fundamentales de los juristas: una dirigida a la creación de
esquemas racionales capaces de transmi rse en el empo; la otra, sensible a la fuerza económica de los
hechos.

La ‘obligación’, o sea la relación de crédito-débito en el léxico del derecho, es el modelo de los estudios de
la ciencia jurídica alemana del siglo decimonono; pero, a diferencia de otras categorías, ocupa aún el
centro del análisis de los cambios sociales y jurídicos caracterís cos de las sociedades complejas”.

El libro del profesor Robles cons tuye un autén co tratado de las obligaciones, que reúne los materiales
que el autor ha reflexionado con mo vo de sus ac vidades académica como docente e inves gador y
prác ca —como notario público y abogado.

Desde esta perspec va, es una obra integral, en el sen do propio y verdadero del término, pues obedece
a criterios de método que garan zan su uniformidad en el tratamiento de los temas. Es un trabajo
sistemá co, que permite un estudio ar culado de la materia, estructurado sobre los conceptos e
ins tuciones que se presentan como clásicos, pero que se propone también ser abierto e innovador, con
la finalidad de mantener una detallada atención a toda explicación y doctrina contemporánea.

De igual forma, se fija como meta ser exhaus vo, para permi r al lector adquirir, a par r de los capítulos
que integran el texto, el conocimiento orgánico y completo de las cues ones resueltas y de aquéllas
todavía abiertas a la discusión doctrinal. En este contexto, la obra es también un compromiso por dar
cuenta de las opiniones existentes, pero sin traducirse en una síntesis carente de crí ca y de aspectos
proposi vos.
La publicación logra hermanar la transmisión de una tradición de pensamiento y de ciencia jurídica
radicada en la historia, al empo que viva en la experiencia del derecho posi vo vigente.

Es obje vo suyo guiar al conocimiento y a la interpretación de las normas, pero sin pasar por alto que
detrás de ellas es posible encontrar una ra o, que cons tuye en úl ma instancia una regla de derecho,
acogida o no por el legislador, y que encuentra sus orígenes en una realidad compleja, como es propio de
toda obra humana.

El libro que ahora reseñamos ofrece una perspec va desde la cual es posible abordar los conceptos e
ins tuciones de la materia, permi endo al intérprete orientarse tanto en las cues ones clásicas, como en
las innovaciones, aspectos que convierten el texto del doctor Robles en un estudio armónico, inserto en
la ines mable tradición jurídica que conforman el derecho de las obligaciones y la teoría del contrato.

ELEMENTOS DE LAS OBLIGACIONES

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Los elementos de la obligación son: los sujetos (acreedor y deudor), el objeto y la relación jurídica.
1. Los Sujetos.
Los Sujetos son las personas aptas para ser tulares de derechos y resultar obligadas. Pueden ser tanto
personas sicas como morales (llamadas también jurídicas) y estas úl mas pueden ser de derecho privado
(una asociación civil, un sindicato o una sociedad anónima) o de derecho público (la Federación, alguna
en dad federa va, un municipio, un organismo descentralizado, etcétera).

Para que exista una obligación bastan dos sujetos: el acreedor como facultado a exigir, y el deudor,
obligado a cumplir una prestación en favor de aquel. Sin embargo, nada impide que de un lado o del otro
existan varios sujetos, varios acreedores (coacreedores) o varios deudores (codeudores).

También cabe la posibilidad de que la calidad de acreedor o deudor sea recíproca, es decir, que una
persona, derivado de un mismo vínculo jurídico (un contrato, por ejemplo) sea por un lado deudora de
una prestación a favor de la otra parte, pero también acreedora de una prestación que le deba entregar
su contraparte (cocontratante).
Por ejemplo, en la compraventa, el comprador es deudor del precio y acreedor de la cosa vendida, en
tanto que el vendedor es deudor de la cosa y acreedor del precio.

Este po de contratos, que crean obligaciones y derechos para ambas partes, se llaman bilaterales o
sinalagmá cos.
Si en una obligación concurren varios deudores de manera simultánea (codeudores), se presentan varias
hipótesis, de acuerdo a la forma en que se va a responder de la deuda:

a) Deudores mancomunados.
Si el pago se puede dividir entre los codeudores y, por lo tanto, cada uno solo cubre una parte de la deuda.
Ejemplo: Juan y Pedro son codeudores mancomunados de 100 mil pesos, cada uno solo debe cubrir 50
mil pesos.

b) Deudores solidarios.
Si cada deudor responde por el total de la obligación, y entonces no queda liberado sino pagando el
importe completo de la misma.
Ejemplo: Luis y María son codeudores solidarios de 100 mil pesos: para liberarse, cada deudor debe
entregar el total de la deuda (100 mil pesos) lo que desde luego no significa que el acreedor vaya a recibir
100 mil de cada codeudor, pues como se verá posteriormente, al momento en que cualquiera de los
codeudores solidarios pague, la obligación quedará ex nguida.

c) Deudores con obligación indivisible.


Si el pago solamente puede hacerse por completo por cualquiera de los codeudores, por ejemplo, cuando
estos deben una obra de arte o un animal.

d) Sujeto indeterminado.
Cabe la posibilidad de que uno de los sujetos de la obligación (acreedor o deudor) se encuentre
indeterminado. Aquí cabe preguntarse si a pesar de esto, puede hablarse ya de obligación, o si, por el
contrario, se trata de alguna otra figura jurídica.

Un caso de obligación con acreedor indeterminado se presenta en la llamada declaración unilateral de


voluntad, cuando a través de una Promesa de Recompensa, por ejemplo, respecto de una mascota
extraviada, se sabe quién es el deudor (el que ofrece la recompensa) pero se desconoce quién, en su caso,
se presentará a cobrarla (el acreedor). Igual situación se presenta cuando se gira un cheque al portador.

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Se conoce al deudor (el girador del cheque) pero no se sabe quién, en su caso, se presentará a cobrarlo,
por lo tanto, el acreedor está indeterminado. Un ejemplo de deudor indeterminado se presenta en el
acreedor de los daños y perjuicios de un coche que dejó estacionado en la calle y que durante la noche
fue impactado por un conductor cuya iden dad se desconoce, mismo que posteriormente podrá quedar
iden ficado o no.

Concluyendo, para que surja la obligación es requisito indispensable que ambos sujetos, acreedor y
deudor, estén debidamente iden ficados. Ello a fin de conocer, por un lado, quién puede exigir el
cumplimiento -acreedor- y por el otro, quien deberá cumplir con la obligación -deudor-. Mientras esto no
ocurra, técnicamente no existe obligación.

2. El Objeto.
Determinar el objeto de la obligación es igual a responder ¿a qué se obligó el deudor? No siempre se trata
de obligaciones de dinero, pues el objeto de la obligación corresponde a la conducta a que se comprome ó
el deudor, y puede ser variado: dar, hacer o no hacer, o incluso una combinación de estas. Por ejemplo, el
inquilino que se compromete a pagar la renta (obligación de dar) y además a no realizar modificaciones a
la finca arrendada (obligación de no hacer).

El objeto de la obligación debe ser posible y también lícito.


Al respecto debemos iden ficar los elementos de esencia o existencia y los de validez o eficacia de todo
negocio jurídico: La posibilidad en el objeto, como elemento de esencia o existencia del negocio jurídico,
consiste en que aquello a lo que se comprome ó el deudor sea de realización posible, para que pueda
cons tuir una obligación eficaz, existente.

La imposibilidad puede deberse a impedimentos naturales o bien a obstáculos jurídicos. Un ejemplo de


imposibilidad natural se da cuando alguien celebra una compraventa sobre un ser que no existe en la
naturaleza, por ejemplo, vender un unicornio.

Aquí evidentemente existe un impedimento natural, toda vez que el objeto de la obligación no existe en
la naturaleza. Si yo me comprometo a vender mi casa de la playa a un extranjero, exis rá imposibilidad
jurídica, en atención a que de acuerdo al Ar culo 27 Cons tucional, los extranjeros no pueden tener el
dominio de inmuebles ubicados en las llamadas franjas prohibidas (50 kilómetros en las playas y 100
kilómetros en las fronteras).

Lo que impide la celebración de este acuerdo de voluntades es una norma jurídica (imposibilidad jurídica).
El objeto de la obligación también debe ser lícito, si hablamos dentro de los elementos de validez o eficacia
del negocio jurídico). La licitud estriba en que el compromiso del deudor no atente contra las leyes de
orden público o contra las buenas costumbres; es decir, que no esté prohibido o reprobado por la norma
de derecho.

En cuanto al objeto de la obligación resulta conveniente preguntarnos si dicho objeto necesariamente


debe ser apreciable en dinero; si aquello a lo que se comprome ó el deudor deba siempre cuan ficarse
en una suma de dinero específica, o si, por el contrario, no obstante que no se pueda valorar en dinero,
puede cons tuir una obligación de carácter civil. Por ejemplo, la obligación de no hacer ruido en un
vecindario, la obligación de presidir una procesión religiosa o de oficiar una misa de difuntos, y que
cons tuyen compromisos no apreciables en dinero ¿son una obligación civil cuyo incumplimiento se
pueda reclamar ante los tribunales? La respuesta es que sí.

El problema consiste en determinar cómo habrá de cuan ficarse el incumplimiento, esto es, si la obligación
no es en sí apreciable en dinero, ¿cómo debe establecerse entonces el importe a pagar en un eventual
incumplimiento? A toda obligación aun cuando su objeto no sea cuan ficable en dinero, debe asignársele

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un valor, ya sea que la ley lo haga (incluso de manera arbitraria) o que el juez lo determine en base a
ciertos factores.

Así ocurre, por ejemplo, cuando se trata de valorizar la afectación a los sen mientos en un caso de daño
moral, en el reclamo de los esponsales, o en la valorización de la vida humana si se reclaman daños por
muerte. De esta forma, aun en el caso de obligaciones no pecuniarias, puede exigirse su incumplimiento
en la vía civil.

3. La Relación Jurídica.
Es el vínculo que une al deudor con el acreedor. Recordemos que el hombre es un ser de relaciones, y
entre ellas se encuentran las relaciones jurídicas, como la que caracteriza a la obligación.

La palabra obligación e mológicamente significa “estar ligado”. Esta liga o relación implica la sujeción del
deudor a la potestad del acreedor, que se traduce en diversos actos que implican la ejecución forzada o
coac va, tales como el embargo de bienes, un remate o un desalojo.

Existe relación jurídica tanto en los derechos reales (relación persona-cosa) como en los personales o de
crédito, donde también es correcto hablar de la existencia de un sujeto pasivo universal (erga omnes), es
decir, que todo mundo también y principalmente el deudor está obligado a respetar al tular de un
derecho personal, pues a nadie le es permi do ignorar o afectar los derechos de otro. ¿Qué es lo que
dis ngue la relación jurídica de otras relaciones humanas? En opinión de la doctrina francesa, la dis ngue
la posibilidad de ejercer una acción (coacción) para obtener la prestación debida o su equivalente.

Por el contrario, la doctrina alemana afirma que la coacción es un dato ajeno a la relación jurídica
obligacional, pues la coercibilidad solamente será necesaria si el deudor se resiste al cumplimiento
voluntario de la obligación, pero no cuando esta es pagada espontáneamente por el obligado. Los
alemanes sos enen que lo que caracteriza a este po de relaciones es que se trata de una relación creada
por la norma jurídica, regulada por la ley.

Manuel Bejarano concluye que es posible conciliar ambas teorías, ya que, por un lado, es correcto que la
relación jurídica que une al acreedor con el deudor está reconocida y regulada por el derecho, y por otro,
también es cierto que dicha relación implica la coacción, para el caso de que haya necesidad de ejercerla,
ante la renuencia del deudor a pagar, pero entendida como una mera posibilidad o potencia para el caso
de que se requiera acudir a ella, y no como un elemento siempre presente en la obligación. 4. La
Responsabilidad Civil.

Podemos hablar de la Responsabilidad Civil como una nueva obligación. El incumplimiento de una
obligación, es decir, si el deudor no paga lo que le corresponde (ya sea un dar, un hacer o un no hacer),
cons tuye un hecho ilícito civil (conducta an jurídica, culpable y dañosa) que genera responsabilidad civil
a su cargo, es decir, que lo convierte ahora en obligado a pagar, pero ya no la obligación originalmente
pactada, sino los daños y perjuicios que su incumplimiento haya generado. De esta manera, en el
momento en que se incumple con la obligación surge una nueva responsabilidad, consistente en pagar
una indemnización.
En caso de exigirse coac vamente la responsabilidad civil a cargo del deudor, esta se hará efec va en
cualquier bien o derecho embargable que integre el patrimonio del deudor, pues como es sabido, el
deudor responde del pago de sus obligaciones con todo su patrimonio.

3.5.2. CLASES DE OBLIGACIONES.


El Profesor Mario Cas llo Freyre; El Derecho de Obligaciones cons tuye una de las ramas más importantes
del Derecho, pues su u lidad se ve reflejada en la mayoría de los actos que realiza el hombre, desde los
más co dianos hasta los más complejos. Nuestras necesidades son tan numerosas, y tan limitadas

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nuestras fuerzas, que sin cesar nos vemos obligados a recurrir unos a otros, y es en esa necesidad en la
que surgen nuevas relaciones obligacionales.

Hoy, como acertadamente sos ene Ordoqui Cas lla, el Derecho de Obligaciones ha cobrado par cular
trascendencia en el mundo moderno, pues sobre sus fundamentos jurídicos se apoyan las ins tuciones
económicas internacionales en mayor nivel por su significación y par cipación en el desarrollo económico
cultural de América y del mundo.

En ese orden de ideas, el presente trabajo pretende dar una aproximación al concepto de obligación para,
posteriormente, desarrollar los principales criterios empleados para clasificar dicho concepto.

ALCANCES GENERALES ACERCA DEL CONCEPTO DE OBLIGACIÓN:

Para el Derecho de Obligaciones, merece especial atención el tema de las denominadas obligaciones
civiles, es decir, aquellas que generan un vínculo para su cumplimiento o ejecución; vínculo que debe
exis r entre personas determinadas o determinables.

Decimos ello, por cuanto la obligación que contrae el deudor, que es conocida como deuda o acreencia,
cons tuye el derecho de crédito que ene el acreedor para exigir una prestación que puede ser de dar, de
hacer o de no hacer, la que al ejecutarse produce el fenecimiento de la relación jurídica. La definición
e mológica de la palabra “obligación” genera la idea de sujeción o ligamen.

Giorgio Giorgi está de acuerdo con esa definición, ya que ella liga o ata al deudor, exigiéndole realizar una
ac vidad a favor de su acreedor.

En realidad, en todos los análisis de las leyes, trabajos de jurisconsultos romanos u obras de escritores
modernos, encontramos que la obligación es considerada como un vínculo jurídico.

De Ruggiero5 trata de encontrar una definición amplia de la palabra obligación y se refiere a ella como el
vínculo o sujeción de la persona, no importando el origen de la obligación.

Así, pueden incluirse dentro de ese concepto a las obligaciones llamadas morales y a aquellas establecidas
por las normas jurídicas. Pero, en realidad, desde una óp ca de Derecho, el autor se concentra en estas
úl mas señalando como indispensable, además, que nazcan de relaciones personales y que tengan
contenido patrimonial.

Eduardo B. Busso expresa que la obligación puede definirse como el vínculo que une al acreedor y al
deudor de manera recíproca. También sirve para designar la deuda a cargo del sujeto pasivo de la relación
e inadecuadamente se u liza el término para referirse al contrato. Obligación y contrato, según Busso, son
conceptos vinculados, pero totalmente diferentes.

El contrato es una de las fuentes de las obligaciones y jamás puede ser confundido con la obligación misma.
En suma, la obligación se asemeja a una situación bipolar que se encuentra conformada por el deudor y
por el acreedor. El acreedor es el tular de un derecho subje vo (derecho al crédito) que le faculta para
exigir al deudor lo que por este es debido (prestación).

Asimismo, en caso de incumplimiento, el acreedor está inves do de una serie de facultades para defender
sus intereses.

El deudor es el sujeto de un deber jurídico que le impone la observancia de un comportamiento debido y,


en caso contrario, deberá soportar las consecuencias de su falta.

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El estudio de las obligaciones representa –a par r de su concepto– una materia con enorme trascendencia
prác ca; precisamente por tal razón, la doctrina la ha some do a diversos criterios que endan a
clasificarla.

CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES

La clasificación de las obligaciones es un ejercicio delicado, porque ende a expresar, en pocas palabras y
figuras, los pos generales dentro de los cuales se organizan, o con los cuales se enlazan, a pesar de su
extrema diversidad, las obligaciones. La experiencia de la enseñanza y de la prác ca del Derecho pone en
evidencia el interés superior de tal trabajo que ilumina la teoría de las obligaciones con enriquecimiento
de los conceptos fundamentales de su mismo objeto.

En ese orden de ideas, cabe anotar que los criterios para clasificar las obligaciones son numerosos, por lo
que el presente estudio, en modo alguno, es una lista concluida y defini va de todas las formas de
clasificación de obligaciones. A con nuación, el análisis de las más importantes.

A. Por su fuente
Esta, en su sen do de causa eficiente, cons tuye la fuente de las obligaciones. Aquí el Código Civil peruano
de 1984 a diferencia del Código francés, y siguiendo la técnica del Código Civil alemán y del propio Código
Civil peruano del año 1936 no menciona cuáles son las fuentes de las obligaciones.

Este es un tema que se deja librado a la doctrina y a los intérpretes. Consideramos que este criterio es
acertado porque la obligación sólo puede emanar de la voluntad o de la ley. Nos parece ar ficial, y sin
verdadero sustento jurídico, con nuar haciendo referencia, por ejemplo, a los cuasicontratos o
cuasidelitos.

En todo caso, la inclusión de los cuasicontratos y/o cuasidelitos como fuentes de obligaciones no impide
reestructurar esta clasificación de la siguiente forma:
i) Obligaciones provenientes de fuente privada autonomía de la voluntad; y,
ii) obligaciones provenientes de la soberanía estatal. La voluntad es fuente de la obligación cuando ella así
se manifiesta. Por ejemplo, en un contrato de compraventa, la obligación del vendedor de transferir el
bien emana de una manifestación de su voluntad y, a su turno, la obligación del comprador de pagar un
precio también emana de esa manifestación.
La otra fuente es la ley:
i) Cuando una persona causa un daño a otra, por dolo o por culpa; o,
ii) mediante la u lización de un bien riesgoso o peligroso; o,
iii) por el ejercicio de una ac vidad riesgosa o peligrosa, y queda obligada a indemnizar; lo está porque así
lo ordena la ley.

Es al empo en que se origina el daño que el vic mario queda obligado a resarcir a la víc ma. Pero esta
obligación no nace de la voluntad. Obedece a un mandato legal.
No vale la pena, por ello, que en el Derecho moderno nos enfrasquemos en analizar las singularidades de
cada acto jurídico o hecho jurídico, pues toda obligación, necesariamente, emana de la voluntad o de la
ley.

B. Por la naturaleza de la prestación


Aquí ingresamos a una clasificación tradicional. Las obligaciones pueden ser:
a) De dar;
b) de hacer; o,
3) de no hacer. Las obligaciones de dar consisten en la entrega de un bien; las de hacer; en la ejecución de
un hecho; y las de no hacer, en una abstención. En cuanto a las obligaciones de dar, las mismas involucran,
en determinados casos, obligaciones conexas. Así, por ejemplo, el ar culo 1134 del Código Civil señala

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que la obligación de dar con ene también una obligación de cuidado del bien hasta el momento de su
entrega.

Por otra parte, en lo referido a las obligaciones de hacer y no hacer, un aspecto a tener en cuenta está en
la fungibilidad o infungibilidad de la obligación. Así, las obligaciones de hacer pueden contemplar que el
sujeto encargado de cumplir la prestación sea uno, y que no pueda ser sus tuido por otro. En este caso,
la obligación de hacer será intuitu personæ. Por ejemplo, un acreedor puede encargar a un reconocido
escritor la redacción de sus memorias, señalando que él será el único y exclusivo autor de dicho texto. La
obligación de hacer también puede ser fungible.

En este caso, no resulta relevante quién ejecute la prestación, por cuanto el interés del acreedor es que
se cumpla la misma. Ello, sin perjuicio de la eventual responsabilidad del deudor por el incumplimiento de
su obligación. La obligación de no hacer, por otro lado, es generalmente intuitu persone.

Ello se debe a que la estructura de dicha obligación consiste, precisamente, en la no actuación de un sujeto
determinado, alcanzando dicha obligación exclusivamente a ese sujeto. Esto se debe a que el acreedor
sólo puede reclamar al deudor una determinada conducta omisiva.

La realización de dicha conducta por parte de un sujeto dis nto escapa a la relación obligatoria entre el
acreedor y el deudor obligado a un no hacer. Así, por ejemplo, si dos personas celebran un contrato en el
que una proporciona información confidencial a la otra bajo la obligación de no divulgarla, y un tercero
revela la referida información secreta, dicho evento no podrá ser empleado para reclamar un supuesto
incumplimiento dentro de la relación contractual.

Ello, claro está, salvo que la parte haya sido quien haya transmi do la información al tercero, en cuyo caso
estaremos frente a un claro incumplimiento de su obligación. De otro lado, sobre las obligaciones de dar,
hacer y no hacer, las dos primeras son llamadas posi vas, pues consisten en una acción; y las de no hacer
son denominadas nega vas, pues consisten en una omisión.

El Profesor Dice Manuel Albaladejo dice que las obligaciones se dividen en posi vas y nega vas, según
que la prestación que ha de realizar el deudor consista en una acción o en una omisión, es decir, según
esté obligado a obrar –en un sen do o en otro o a abstenerse.

Como formas de obrar son el dar y el hacer, las obligaciones posi vas se subdividen en dar y hacer.
Englobándose bajo el concepto de no hacer, es decir, de una obligación nega va, existe una cuarta
subcategoría que algunos, por simetría, añaden: Las obligaciones de no dar, la cual no ha merecido mayor
difusión ni respaldo en el medio, por cuanto se trataría de una su leza de escuela de poca u lidad prác ca.

Ahora bien, en las obligaciones de dar también podría haber un hacer, que consis ría en la entrega del
bien. Y en las obligaciones de hacer puede exis r un dar o un entregar.

En efecto, ciertas obligaciones de hacer son inmateriales, se realizan con la ejecución de un hecho que
consiste, simplemente, en la ac vidad del sujeto, pero que no se traduce, luego, en la entrega de un bien;
por ejemplo, cuando una persona se obliga a transportar a otra, entonces la obligación queda cumplida al
trasladarla hasta el lugar de su des no. Cuando un abogado se obliga a defender un juicio, de palabra,
ante los tribunales, cumple la prestación después de rendido el informe oral.

Sin embargo, hay casos en que las obligaciones de hacer se traducen en la entrega de un bien. Por ejemplo,
si Pedro celebra con Juan un contrato des nado a que este úl mo pinte un cuadro o esculpa una estatua,
la obligación es de hacer, porque lo que persigue el acreedor es la ac vidad del deudor, a través de su
industria, arte o cualidades personales.

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Pero esta obligación de hacer sólo será cumplida por el deudor cuando entregue esa obra de arte, sea el
cuadro o la escultura, a su acreedor. Esto es, cuando Juan cumpla cabal e íntegramente la prestación.

C. Por la pluralidad de objetos


En este caso las obligaciones se clasifican en:
1) Conjun vas;
2) alterna vas; y
3) faculta vas. Son conjun vas13 aquellas obligaciones con pluralidad de prestaciones en las que el
deudor ene que cumplir todas ellas. Las obligaciones conjun vas no presentan par cularidad alguna: El
deudor debe cumplir todas las prestaciones prome das, como si se tratase de obligaciones
independientes y dis ntas.

Por ejemplo, la obligación de dar el inmueble ubicado en tal lugar y el automóvil de tal modelo, con placa
de rodaje y número de motor determinados. Las obligaciones conjun vas pueden versar, sin duda, sobre
prestaciones de dar bienes ciertos o inciertos, de hacer o de no hacer, siendo la única condición que dichas
prestaciones se encuentren vinculadas entre sí.

La obligación es alterna va cuando existen diversas prestaciones, pero el deudor debe cumplir por
completo solamente una de ellas. Se trata de obligaciones disjuntas, en las que se debe prac car una
elección, bien por el deudor, bien por el acreedor, por un tercero o por el juez. Efectuada la elección, la
obligación deja de ser alterna va y se concreta o especifica en la prestación elegida.

En cuanto a su naturaleza, desde luego, estas prestaciones también pueden ser:


1) De dar –bien cierto, incierto o fungible;
2) de hacer; o,
3) de no hacer. Cabe señalar que, en una obligación alterna va, la elección de la prestación a ejecutarse,
por defecto, recae en el deudor, pero se admite pacto en contrario.

En ese caso, la elección se determina con la propia ejecución o con la declaración de la elección. En caso
el sujeto encargado de elegir sea dis nto al deudor, la opción elegida se determina sólo con la declaración
de elección.

Asimismo, cabe señalar que la elección de la prestación a ejecutar – sea por el deudor, acreedor, u otro
sujeto– deriva en que la obligación alterna va mute en una obligación simple. La obligación, en fin, puede
ser faculta va.
En este caso, ella ene por objeto una sola prestación, pero se otorga al deudor la facultad de sus tuir,
para los efectos del pago, esa prestación por otra. La primera es la prestación principal; la segunda es la
accesoria.
La primera está in obliga one, mientras la segunda está in facultate solu onis. También en este caso
ambas prestaciones pueden ser:
a) De dar – bien cierto o incierto;
b) de hacer; o,
c) de no hacer. Cabe anotar que la diferencia entre las obligaciones alterna vas y faculta vas está en que,
en las primeras, las obligaciones se encuentran en condición de igualdad, mientras que en las segundas
existe una relación de accesoriedad entre las prestaciones.

En tal sen do, si en un esquema de dos prestaciones objeto de una obligación alterna va, una de ellas
deviene en nula o imposible, la obligación se transformará en una obligación simple.

En el caso de una prestación principal y una accesoria, la nulidad o imposibilidad de la primera deriva en
la ex nción de la relación obligatoria, mientras que la nulidad o imposibilidad de la segunda, generará que
la obligación se convierta en una obligación simple.

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D. Por la pluralidad de sujetos


En esta clasificación se ingresa al complejo tema de las obligaciones divisibles e indivisibles y
mancomunadas y solidarias.
Son obligaciones divisibles aquellas en que cada uno de los acreedores sólo puede pedir la sa sfacción de
la parte del crédito que le corresponde, en tanto cada uno de los deudores únicamente se encuentra
obligado a pagar su parte de la deuda.

Son indivisibles, cuando no resultan suscep bles de división o de cumplimiento parcial por mandato de
la ley, por la naturaleza de la prestación o por el modo en que la obligación fue considerada al cons tuirse.
Las obligaciones mancomunadas, por su parte, se rigen por las reglas de las obligaciones divisibles.

Las obligaciones son solidarias, a su vez, cuando la prestación debida por varios deudores o a varios
acreedores puede ser íntegramente exigida a cualquiera de ellos o por cualquiera de ellos. Así, la
solidaridad elimina por completo la idea de las cuotas-partes o partes proporcionales inherentes a la
simple mancomunidad.

El crédito es uno y su solidez no se rompe, por lo general, sino hasta que es ex nguido. Respecto de la
obligación, la solidaridad puede ser pasiva o ac va. Será pasiva cuando exista pluralidad de sujetos
deudores. Será ac va cuando exista pluralidad de sujetos acreedores.

Naturalmente, una obligación solidaria en que exista más de un deudor y más de un acreedor deberá
considerarse mixta. En el caso de la obligación solidaria pasiva, el deudor que cumple con la obligación se
encontrará habilitado para repe r y reclamar, de manera proporcional, a los demás deudores, la parte que
les correspondía de la deuda.

Es decir, la ejecución de la obligación genera en el deudor un derecho de crédito sobre los restantes
deudores. En el caso de la obligación solidaria ac va, el acreedor que reciba el íntegro del pago de la deuda
se conver rá en deudor respecto de los demás acreedores. Estos úl mos podrán reclamar, al acreedor
que recibió el pago, el cumplimiento de un crédito proporcional a la parte que les correspondía.

Puede señalarse que cuando hay pluralidad de sujetos en la relación obligacional, esta, en cuanto a la
naturaleza de la prestación, será:
1) De dar;
2) de hacer; o,
3) de no hacer, y podrá ser: a) Conjun va; b) alterna va; o, c) faculta va.
Pero necesariamente será: (1) Divisible y mancomunada; (2) indivisible y mancomunada; (3) divisible y
solidaria; o, (4) indivisible y solidaria.

Si la obligación es divisible y mancomunada, se aplicarán las reglas de la divisibilidad. Si la obligación es


divisible y solidaria, se aplicarán las reglas de la solidaridad.

Si la obligación es indivisible y mancomunada, se aplicarán las reglas de la indivisibilidad. Y si la obligación


es indivisible y solidaria, se aplicarán las reglas de la solidaridad y, adicionalmente, la norma que prevé
que la indivisibilidad también opera respecto de los herederos del acreedor o del deudor.

En esta úl ma hipótesis, esto es, cuando la obligación es indivisible y solidaria, la solución antes prevista
por el segundo párrafo del ar culo 1181 del Código Civil regula en esa forma la concurrencia de ambas
ins tuciones.

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Sin embargo, en opinión nuestra, en el citado úl mo supuesto deberían aplicarse los ar culos 1177, 1178
y 1179 y, además, las normas de la solidaridad, salvo en este úl mo caso, lo dispuesto por los ar culos
1187, 1189, 1190, segundo párrafo, 1191, 1200 y 1201 del Código Civil.

De aquí se deduce fácilmente que la obligación más benigna para los codeudores es aquella en que la
prestación es divisible y ellos se han obligado mancomunadamente. Y que la obligación más severa para
tales codeudores es cuando lo son de prestación indivisible y se han obligado solidariamente. En el primer
caso, las garan as del acreedor pueden ser débiles. En el segundo, muy robustas.

E. Por estar determinada o ser determinable la prestación


La determinabilidad está referida a la posibilidad de iden ficación. Es decir, una prestación será
determinada cuando existe plena individualización de ella y será determinable cuando, no habiendo plena
iden ficación, exista la posibilidad de individualizarla. Ahora bien, no debemos confundir esta clasificación
con la de dar bienes inciertos.

Es verdad que en los bienes inciertos la prestación es determinable. Pero en esta clasificación no nos
estamos refiriendo a esa acepción en tal sen do.

Existen tres criterios para determinar la prestación.


El primero, el más frecuente, que las partes decidan el objeto de la obligación al contraerla, esto es, desde
su inicio. Aquí la prestación estaría inicialmente determinada.
El segundo, sobre la base de elementos obje vos; por ejemplo, cuando se establece en función al mercado
o al valor en bolsa.

En este caso lo que se estaría estableciendo es la cuan a de la prestación. Y el tercero, cuando se deja la
elección de la prestación a un tercero o, en su caso, al juez, como puede suceder en las obligaciones
alterna vas. En estas dos úl mas hipótesis, la prestación es determinable.

F. Por su independencia
En este caso, las obligaciones se clasifican en:
(i) Principales; y
(ii) accesorias. La caracterís ca de principal o de accesoria de una obligación puede referirse a su objeto o
a las personas obligadas.

Son accesorias en cuanto a su objeto cuando son contraídas para asegurar el cumplimiento de una
obligación principal, como sucede con las cláusulas penales, y son accesorias en cuanto a las personas
obligadas, cuando estas las contrajeron como garantes o fiadores. La obligación es principal, en cuanto a
su objeto, cuando ene existencia propia, no dependiente de otra relación obligacional.

Por ejemplo, las obligaciones que surgen de un contrato de compraventa, en que el vendedor debe
entregar la cosa y el comprador pagar el precio. Son accesorias, cuando su existencia depende de una
obligación principal. Por ejemplo, el ar culo 1345 del Código Civil dispone que la nulidad de la cláusula
penal –cuyo carácter accesorio es evidente– no origina la de la obligación principal.

En cuanto a las personas obligadas, la obligación principal está cons tuida por la que ene el deudor con
su acreedor, y la accesoria, por ejemplo, sería la contraída por un fiador con el propósito de garan zar esa
obligación. En caso que la obligación principal fuera nula, ella acarrearía, como consecuencia inevitable,
la nulidad de la accesoria. A su turno, si la accesoria fuera nula, esto es la fianza, la obligación principal
subsis ría plenamente.

Luis de Gásperi19, al tratar sobre las obligaciones principales y accesorias, se refiere a los pactos adjuntos,
que fueron concebidos en Roma para extender o restringir la voluntad de las partes y los derechos y las

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obligaciones que libre y recíprocamente se habían conferido. Estos pactos ex enden o amplían los
derechos del acreedor, así como las obligaciones del deudor.

Los denominados “pacta adjecta”, por no ser sino cláusulas accidentales añadidas al contrato, no
formaban parte de su contenido esencial. Incorporados en el momento de la celebración de los contratos
de buena fe, devenían siempre en obligatorias y estaban protegidas por la acción del contrato principal.

Según Salvat, ordinariamente, cada obligación ene una existencia propia e independiente de cualquier
otra, existe por sí misma en virtud de la causa o hecho que le ha dado nacimiento.

Por excepción, nos encontramos algunas veces en presencia de obligaciones cuya existencia se relaciona
ín mamente con la de otra, de tal manera que existe en razón de esta úl ma; la obligación dotada de
existencia propia se llama, en tal caso, obligación principal; la otra, obligación accesoria.

En ese orden de ideas, a decir del citado profesor, no es necesario, para resolver las cues ones a que
pueden dar lugar las obligaciones accesorias, que ellas sean legisladas, sino basta la aplicación de los
principios generales sobre las cosas principales y accesorias.

G. Por ser puras o modales


Aquí las obligaciones se clasifican, de acuerdo con la manera como deben cumplirse, en puras o simples,
y en sujetas a modalidades. Son puras las obligaciones contraídas para cumplirse en forma inmediata y
usual. Son modales cuando ellas están sujetas a condición, que puede ser suspensiva o resolutoria, a plazo
o a cargo.

Adver mos, simplemente, que el Código Civil peruano de 1984 trata a las modalidades dentro del Libro
de Acto Jurídico.
El Código se refiere, por tanto, a las modalidades del acto jurídico. En esta materia, el Derecho de
Obligaciones debe, pues, interpretarse a la luz de esas modalidades.

H. Por agotarse instantáneamente


con el cumplimiento de una prestación o ser duraderas Hay obligaciones que se agotan de manera
instantánea con el cumplimiento de una prestación; por ejemplo, si en un contrato de compraventa se
pacta la entrega inmediata del bien y del precio, con el cumplimiento de estas dos prestaciones se ex ngue
la relación obligatoria.

Son duraderas cuando la relación obligacional discurre a través del empo; por ejemplo, en un contrato
de arrendamiento, el arrendatario está obligado a pagar, mes a mes, la renta o merced conduc va, la que
sería una obligación de prestaciones periódicas.

Si el deudor se obliga a entregar al acreedor una can dad de cosas parcialmente, en dis ntos momentos,
durante un lapso determinado, sería una obligación duradera. A su vez, las obligaciones duraderas pueden
ser de duración con nuada; por ejemplo, la Empresa de Agua suministra permanentemente el líquido
elemento a sus clientes, sin solución de con nuidad, con la obligación de estos úl mos de pagar
periódicamente los recibos que correspondan.

Michele Giorgianni se refiere a una clasificación de las obligaciones que denomina relaciones de obligación
duradera. Precisa que, en esta clase de obligaciones, su desenvolvimiento no se agota en una sola
prestación, sino que supone un período más o menos largo, por cuanto su contenido implica o bien una
conducta duradera o bien la realización de prestaciones periódicas.

Pertenecen a este grupo, en su opinión, las relaciones de arrendamiento, el mutuo, el depósito, los
contratos de suministro, etcétera.

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Considera que es decisivo para el carácter de la relación de obligación duradera que se haya pactado,
desde un principio, la entrega de una can dad total (por ejemplo, carbón para uso domés co), que se
entregará parcialmente en dis ntos momentos.

En tal contrato carece el empo de influencia sobre el contenido y la extensión de la prestación, y no


repercute sino sobre el modo de hacerla. En resumen, esta clasificación de obligaciones puede
esquema zarse de la siguiente forma:
a) Obligaciones de ex nción instantánea. En estas, tanto la prestación como la contraprestación se
cumplen en el acto.
b) Obligaciones duraderas. En este caso, la prestación, la contraprestación, o ambas, no se cumplen de
manera instantánea.

Las obligaciones duraderas: pueden tener como objeto prestaciones de dis nto po:
- Prestaciones periódicas.
Son aquellas en las que el cumplimiento es el resultado de actos realizados en momentos dis ntos.
– Prestaciones de duración con nuada. Son las que, en cuanto a su ejecución, se ex enden por un período
determinado, determinable o indeterminado.

Así, cabe señalar que la clasificación de una obligación como instantánea o duradera depende, en úl ma
instancia, de las prestaciones que la conforman.
I. Por el contenido de la prestación: En este caso, se hace la dis nción entre obligaciones patrimoniales y
no patrimoniales, tema que normalmente se analiza de manera amplia al tratar sobre la patrimonialidad
del objeto de la obligación. Sin embargo, sólo forman parte del Derecho de las obligaciones, aquellos en
que el objeto es de contenido patrimonial.

Por ser obligaciones de medios o de resultado. Esta clasificación, sin duda interesante pero objetable, está
directamente vinculada a la inejecución de la obligación. Wayar afirma que la llamada obligación de
resultado es aquella en la cual el deudor asume el deber de realizar una prestación específica, encaminada
al logro de un resultado concreto, de suerte que el interés del acreedor queda sa sfecho con la obtención
de ese resultado.

Acerca de la denominada obligación de medios, dice el autor que es aquella en la cual el deudor solo
promete el empleo diligente de medios aptos para normalmente obtener un resultado. En este caso, el
deudor cumple con sólo emplear los medios prome dos, aunque no se logre lo deseado.

Las anteriores afirmaciones, excesivamente imprecisas, son admi das generalmente por la doctrina que
acepta esta dis nción esbozando algunos ma ces, pero negadas por nosotros, pues consideramos que
toda obligación implica, en sí misma, medios y resultado.

El deudor, simplemente, no se obliga más allá del contenido de la propia obligación.


K. Obligaciones ambulatorias o propter rem Guillermo A. Borda se refiere a las obligaciones ambulatorias
o propter rem, a las que atribuye una naturaleza especial, cuya estrecha vinculación a un derecho real les
da una fisonomía propia.

La obligación propter rem –cuya traducción sería obligación a causa de la cosa– es, entonces, una
obligación especial debido a su relación con un derecho real determinado. Estas obligaciones se desplazan
en función al sujeto que detente el derecho real correspondiente sobre el bien. De ahí, justamente,
proviene la denominación de obligaciones ambulatorias.

Debe quedar claro, sin embargo, que la naturaleza ambulatoria sólo existe en función a los sujetos. La
obligación se man ene inamovible y estrechamente ligada al bien.

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Sus caracterís cas esenciales, señala Borda, son las siguientes:


– Tanto el acreedor como el deudor son tulares de un derecho real, sea sobre la misma cosa, sea sobre
dos cosas ve cinas. Por eso, la obligación propter rem une a los tulares de dos derechos rivales; se
resuelve este conflicto ins tuyendo entre los derechos una coexistencia pacífica y un modus vivendi
aceptable.
– Puesto que la obligación propter rem está siempre vinculada a un derecho real, se transmite junto con
ese derecho. El enajenante queda liberado de la obligación que pasa al adquirente.
Por eso son llamadas obligaciones ambulatorias. Otra consecuencia de este carácter es que el deudor
puede liberarse de su obligación haciendo abandono de la cosa.
– La obligación propter rem es propiamente una obligación y no un derecho real, porque el sujeto pasivo
debe dar, hacer o no hacer, y porque responde de su cumplimiento con todo su patrimonio. Llambías26
expresa que las obligaciones propter rem cons tuyen una hipótesis muy interesante de indeterminación
rela va del sujeto, ac vo o pasivo.

En rigor, según dicho autor, no hay indeterminación del sujeto, sino ausencia de su individualización,
porque ello dependerá del momento de la vida y de la obligación en que se la haga valer.

El crédito de deuda nace, subsiste o se ex ngue junto con la relación de señorío mencionada; si el acreedor
o deudor propter rem dejan de estar en dicha relación con la cosa, sea porque la abandonan, o porque la
enajenan, o porque otro venga a entrar en ella originariamente, o porque la cosa desaparezca haciéndose
imposible la relación de señorío respec va, el acreedor o deudor quedan desligados, por lo menos para
lo sucesivo, de la obligación propter rem, y esta se desplaza hacia el nuevo dueño o poseedor; por lo que
se habla a menudo de que la obligación es ambulatoria.

Creemos que las obligaciones propter rem enen todas las caracterís cas de una obligación civil, aun
cuando se encuentran vinculadas a los Derechos Reales. En esta clase de obligaciones, el deudor nace,
necesariamente, como determinado, pero es posible que finalmente, al cumplirse la obligación, ella sea
exigida a una tercera persona, inicialmente indeterminable que, en ese momento, tendría que responder
por la deuda originaria.

No obstante, ello, cabe señalar que la doctrina no es unánime sobre este punto. En tal sen do, existe una
polémica en torno a si este concepto debe clasificarse dentro de los Derechos Reales o en los de crédito.

Más aún, se ha llegado a afirmar que el concepto todavía no es claro. Así, “en materia de obligaciones
propter rem, reina una verdadera anarquía en lo terminológico, en lo conceptual, en la ejemplificación, en
la interpretación de los textos legales que se invocan, en todo”.

De Zavalía se anima a afirmar que “el de las obligaciones propter rem es un falso problema, derivado de
la pretensión de tratar conjuntamente temas que deben ser examinados por separado”.

L. Por su exigibilidad Afirma Pothier que se llama obligación civil a aquella que es un lazo de derecho,
vinculum iuris, y que da a aquel respecto a quien se ha contratado, el derecho de exigir en jus cia lo que
en ella se halla contenido.

A su turno, se llama obligación natural a aquella que, en el fondo del honor y de la conciencia, obliga a
aquel que la ha contratado al cumplimiento de lo que en ella se halla contenido.

Laurent dice que Pothier coloca entre las obligaciones naturales las contraídas por personas que enen
un discernimiento y un juicio suficiente para comprometerse, pero a quienes la ley civil declara incapaces
de celebrar un contrato tal: En la an güedad, por ejemplo, la obligación de una mujer que, bajo dominio
del esposo, convino sin estar autorizada a ello.

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Laurent señala que una obligación es natural cuando la ley no la reconoce y cuando niega una acción al
acreedor. ¿Acaso, se pregunta Laurent, el acreedor de una mujer casada o de un menor de edad no puede
obrar? Ciertamente ene una acción; entonces, la deuda es más que natural. Es civil.

Solamente está marcada por un vicio que permite al deudor demandar su nulidad, pero es necesario que
él la demande; en tanto que no se pronuncie la nulidad, subsiste la obligación y produce todos los efectos
de una obligación civil.

Baudry-Lacan nerie afirmaba que la mayoría de los autores que reproducen en diversas formas la
definición de Pothier dicen que las obligaciones naturales son aquellas que fuera de toda coacción legal;
derivan de la equidad o de la conciencia, o bien de las que imponen la delicadeza y el honor.

Se cri có estas definiciones –agrega Baudry Lacan nerie– objetándoles que producen una confusión de
la obligación natural con los deberes morales, pues se dice que son dos cosas que es importante dis nguir.

El que cumple una prestación en ejecución de un deber moral, por ejemplo, el hombre rico que da limosna,
hace una donación. Por el contrario, aquel que cumple una prestación en ejecución de una obligación
natural, hace un pago.

De donde se en ende que todas las diferencias son entre la donación y el pago. Sin embargo, ¿Cómo se
puede dis nguir los deberes morales de las obligaciones naturales? He aquí la dificultad. Cada autor ene
su sistema.

Ante estas divergencias, la jurisprudencia se pronuncia por una concepción amplia de la obligación natural.
Al juez del hecho corresponde apreciar discrecionalmente si hay o no obligación natural, y la proclama con
regularidad ahí donde hay un simple deber moral.

Según Giorgio Giorgi, los jurisconsultos romanos dis nguieron sin duda una obliga o civilis y una obliga o
naturalis, y al hablar de obliga o naturalis, entendieron precisamente una obligación desprovista de
acción.

Por otro lado, concedieron a la obliga o naturalis una eficacia indirecta. Le atribuyeron ciertos efectos
jurídicos, por virtud de los cuales el acreedor, en la obligación natural, tenía la solu reten vo para
oponerse al deudor que, después de haber pagado voluntariamente, intentase repe r lo sa sfecho.

Respecto a la causa inmediata o, como otros dicen, los modos por los cuales nacían las obligaciones
naturales, los eruditos modernos conjeturan que se compendiaban o en el origen imperfecto, o en la
ex nción imperfecta de la obliga o civiles.

El contrato del esclavo, del pupilo, del hijo de familia, del menor y ciertos oficios de piedad, son ejemplos
históricos del origen imperfecto. La confusión, la li s contesta o, y acaso la prescripción ex n va, son
ejemplos de ex nción imperfecta.

Marcel Planiol y Georges Ripert, por su parte, expresan que es indiscu ble que la obligación natural
cons tuye una anomalía jurídica. La ausencia de sanción, sea cual fuere su eficacia en otro sen do, la sitúa
en los confines úl mos del Derecho, en los límites de la moral.

Por ello, afirman, se puede buscar el criterio de ella haciendo depender su origen bien del Derecho Civil,
bien de la moral. Manuel Albaladejo afirma que hay varias tesis respecto a la obligación natural:

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a) A tenor de una teoría, la obligación natural es una obligación no jurídica, sino moral, de conciencia,
social, etcétera, a la que se atribuye un efecto jurídico: La irrepe bilidad del pago –pago jurídicamente no
debido.
b) Para otra teoría, la obligación natural es una obligación no jurídica inicialmente, pero que se convierte
en jurídica cuando se paga.
C) Por úl mo, y es la tesis considerada acertada por Albaladejo, la obligación natural, aparte que desde un
punto de vista no jurídico pueda ser calificada de deber o de obligación, jurídicamente no es una
obligación, no es un vínculo entre dos personas (deudor y acreedor), ni antes ni después del pago.

Jurídicamente, sólo es un hecho que jus fica la atribución patrimonial que se hizo al acreedor; es decir, es
sólo una justa causa de cada atribución (entrega o pago). En el Perú, poco se ha escrito sobre las
obligaciones naturales.

Ello obedece, sin duda, a que el Código Civil de 1984, y su antecedente inmediato, el Código de 1936, no
se refieren a ellas, al menos u lizando esa denominación. En efecto, el Código de 1984 sólo con ene dos
normas que podrían inscribirse en la categoría de obligaciones naturales.

El ar culo 1275, cuando establece que no hay repe ción de lo pagado en virtud de una deuda prescrita.
Y el ar culo 1943, cuando dispone que quien pague voluntariamente una deuda emanada del juego y la
apuesta no autorizados, no puede solicitar su repe ción.

A su turno, el Código de 1936 contenía reglas similares en cuanto a la prescripción, y en cuanto al juego y
la apuesta, en los ar culos 1768 y 1770.

Con esto terminan, en nuestra ley civil, las situaciones jurídicas que la doctrina tradicional denomina como
obligaciones naturales. En todos estos casos hay razones é cas, ánimo de beneficencia, muestras de
gra tud o como quiera llamársele, pero no existe obligación alguna, ni civil ni natural, en la medida en que
no se hubiese celebrado un contrato de donación u otro similar.

Si una persona alimenta a un mísero que padece de hambre, y con quien no lo une vínculo alguno, ni
siquiera de amistad, también está cumpliendo con un deber moral o con un impera vo de solidaridad
social.

La ley, por tanto, le impide repe r lo pagado. ¿De qué obligación podríamos hablar en este caso? La gama
de deberes morales o de solidaridad social puede remontarse hasta el infinito. Ellos impregnan al Derecho
de un concepto é co y por eso elogiamos, sin reservas, los preceptos que los consagran.

Estas situaciones prác camente se confunden con las que generan las denominadas obligaciones
naturales, que, por esas razones, deben pertenecer a una casta en vías de ex nción.

Concluimos citando a Saleilles, quien expresaba que “cuando alguien realiza una prestación con el
propósito de sa sfacer un deber de conciencia, sería escandaloso que el Derecho le proporcionara el
medio de recobrar lo que ha entregado, pues lo ha hecho con conocimiento de causa y con plena voluntad
y libertad”.

3.6. ELABORACION DE INVESTIGACION:

El profesor Fernando Aguilar Avilés: dice que la inves gación representa la culminación de un largo
proceso de inves gación, que generalmente comienza con apenas una primera idea o inquietud en torno
a algún tema.

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En el curso anterior, ese proceso lo iniciaste con la realización de una serie de acercamientos sucesivos, a
par r de la observación y la descripción de un problema, y de la revisión de las inves gaciones ya
realizadas en torno a él.

Ese problema, lo vinculaste después con el objeto de estudio de tu disciplina: los problemas sociales y las
necesidades sociales. Lo anterior te permi ó construir un problema de inves gación (algo dis nto a un
problema social), a par r del planteamiento de una pregunta, una hipótesis –cuando ésta fue necesaria-,
y un obje vo de inves gación.

Posteriormente, iniciaste la construcción del marco de tu inves gación, en donde incluiste (dependiendo
de las caracterís cas de tu problema de inves gación), las dimensiones teórico – conceptual, contextual e
histórica. Finalmente, delineaste el enfoque metodológico y las técnicas de recolección de información
que u lizarías en tu inves gación.

Todo lo anterior te llevó elaborar una propuesta de inves gación que plasmaste en un proyecto o
protocolo de inves gación. En este curso, a par r de la definición de una muestra, has recogido, analizado
e interpretado la información necesaria para poder responder a tu pregunta de inves gación.

Ahora ha llegado el momento de que elabores un documento que dé cuenta de los resultados de ese
proceso de inves gación, que iniciaste al momento de elaborar tu proyecto de inves gación. En la medida
en que ningún proceso de inves gación está completo sino hasta que da a conocer sus hallazgos, el
informe de inves gación es el momento final de dicho proceso.

Es importante tener en cuenta que las caracterís cas que asuma el informe estarán determinadas por el
po de público receptor a quien está dirigido. El lenguaje, la estructura y la manera en que lo presentes,
deben estar pensados de acuerdo a las caracterís cas de ese público.

De esta manera, si deseas que los hallazgos de tu trabajo los conozcan las mismas personas sobre quienes
realizaste tu inves gación, necesitarás pensar en un lenguaje que sea comprendido por esa población.

Pero si el informe de inves gación ene como des natarios a tu grupo de pares, es decir, inves gadores
sociales que asumen el método cien fico de las ciencias sociales como forma de abordaje de la realidad
(sean alumnos, colegas o profesores), entonces, las caracterís cas del informe deberán ajustarse a lo que
ese método plantea.

Esto será lo dis n vo del documento que estás por elaborar, para presentar los resultados de tu
inves gación.

El propósito de esta unidad es que cuentes con los elementos necesarios para poder sistema zar y
presentar los resultados de la inves gación que iniciaste en el curso anterior y que concluirás en éste. Por
lo anterior, la unidad está conformada por dos temas. El primero de ellos te permi rá ubicar dis ntas
modalidades de presentación de resultados de inves gación, todos ellos caracterís cos del ámbito
académico. El segundo te presenta una estructura básica de lo que llamaremos Informe de Inves gación.

ELABORACIÓN DEL INFORME FINAL DE INVESTIGACIÓN SOCIAL:

 Estructura del informe final de inves gación


 Lineamientos para la presentación del informe de inves gación.

Obje vo del tema Elaborar el informe de la inves gación, a par r del contenido de cada uno de sus
elementos y de los lineamientos básicos para su presentación; para dar cierre al proceso realizado a lo
largo del curso.

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Aunque no existe un consenso unánime en torno a la estructura que debe presentar un informe de
inves gación; sí es posible iden ficar en diferentes propuestas la necesidad de incluir los siguientes
aspectos esenciales:
a) una introducción, que permita al lector saber qué y cómo se inves gó,
b) un marco de la inves gación, que permita contextualizar el tema inves gado a par r de la iden ficación
de los siguientes elementos: un marco teórico– conceptual, un marco contextual, un marco histórico y un
marco jurídico;
c) una descripción de la metodología u lizada;
d) un análisis e interpretación de la información recolectada; y
e) las conclusiones de la inves gación. A con nuación, te presentamos cada uno de los aspectos que
deberá contener tu informe de inves gación, así como una breve descripción de su contenido. Recuerda
que cada inves gación, dependiendo del problema que decide abordar y de la manera en que realiza ese
abordaje, adquiere caracterís cas par culares.

En este sen do, la siguiente propuesta debe servirte como guía, suscep ble de modificarse cuando así lo
requiera tu propia inves gación. Comenta con tu asesor aquellos aspectos que consideres deben ser
modificados o adaptados.

La mayoría de los elementos aquí consignados los has elaborado a lo largo del proceso de inves gación;
por ello, la tarea consiste ahora en incorporar en un solo documento los diferentes aspectos ya
desarrollados.

Para el caso de la introducción y las conclusiones, desarrollamos a detalle los elementos que estos
apartados deben contener, en el entendido de que estos dos aspectos no los has trabajado en un
momento anterior. Para el caso de los apartados que componen lo que aquí denominamos “Desarrollo o
cuerpo del trabajo”, nos limitamos a indicarte el contenido general de esos apartados, en el entendido de
que en otro momento de la inves gación ya los has desarrollado.

Recuerda que la escritura es una habilidad que se ejercita con su prác ca. Ocurre siempre que las primeras
veces que nos acercamos a este ejercicio, puede resultarnos complicado.
Mira pues esta ac vidad como una aventura que te permi rá iniciarte en el ejercicio de dos habilidades
imprescindibles para el trabajador social: la inves gación y la escritura.

Estructura del informe final de inves gación Los siguientes son los aspectos a par r de los cuales debes
estructurar tu informe final de inves gación. Portada La portada es la página inicial y la presentación de
tu inves gación, es la primera impresión que tendrá el lector de tu documento.

Debe contener los siguientes elementos:


- El nombre completo de la ins tución educa va (y su escudo, si enes acceso a él). En este caso:
Universidad Nacional Autónoma de México.
- El nombre de tu escuela o facultad (y su escudo, si enes acceso a él).
En este caso: Escuela Nacional de Trabajo Social. - El nombre de la materia. En este caso: Inves gación
Social II.
- El tulo de tu inves gación. Recuerda que el tulo debe ser breve, claro y concreto. En él se debe reflejar
el tema / problema de tu inves gación.
- El nombre o nombres de los autores de la inves gación.
- El nombre del profesor que imparte la asignatura.
- El semestre al que corresponde la asignatura y el nombre de la licenciatura. En este caso: tercer semestre,
licenciatura en Trabajo Social.

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Índice El él debes consignar el contenido de tu inves gación. Indica los capítulos, tulos y sub tulos de
tu documento. Elabora el índice al finalizar tu documento, esto te permi rá realizar sólo una vez la
numeración.

Una manera muy prác ca de elaborar el índice en documentos Word de Office es u lizando la herramienta
llamada “Tablas de contenido”.
Índice de cuadros, tablas, gráficas o figuras Si en alguna parte de tu documento incluiste tablas, gráficas,
cuadros, o figuras, por ejemplo, en la sección donde analizas e interpretas la información recolectada,
deberás elaborar un índice para cada uno de los anteriores aspectos; este índice facilitará al lector la
ubicación, al interior del documento, de cada uno de ellos. Una manera muy prác ca de elaborar índices
de cuadros, tablas o gráficas en documentos Word de Office es u lizando la herramienta llamada “Índice
de Figuras”.
Consulta en la sección “Si os de interés” el tutorial llamado Como insertar o crear índice de figuras o
cuadros en Word.

INTRODUCCIÓN.
Una introducción siempre debe ser redactada al finalizar la inves gación, pues en ella se expone de
manera sinté ca el contenido del documento en su versión final. La introducción busca presentar al lector
la inves gación que se ha realizado. ¿Qué se inves gó?, ¿para qué? y ¿cómo se inves gó?, son las
preguntas básicas para las que una introducción debe tener respuestas después de su lectura. Para
elaborar la introducción, es indispensable que recuperes tu protocolo de inves gación elaborado en el
curso anterior, pues en él vamos a encontrar la mayoría de las respuestas a los anteriores
cues onamientos.

A con nuación, te planteamos la estructura básica que debe contener tu introducción, aunque recuerda
que, dependiendo de las caracterís cas específicas de tu inves gación, ésta puede variar.

Enumeramos cada uno de los siguientes aspectos únicamente para iden ficarlos, pero en tu propia
redacción de la introducción, no es necesario que u lices sub tulos.
a) Descripción general del tema. Realiza una descripción general y breve del tema de tu inves gación.
Intenta responderte a la pregunta: ¿cuál es el tema - problema a inves gar, ¿cómo lo puedo describir (por
ejemplo, con algunas cifras, datos o información)? Inicia con una descripción general. U liza de dos a tres
párrafos.
b) Delimitación del tema. Posteriormente, realiza una descripción más específica del tema – problema,
ahora poniendo énfasis en la delimitación del problema que te interesa inves gar. Intenta responderte
estas preguntas. ¿Qué en específico del tema planteado líneas arriba, me interesa inves gar?, ¿cómo lo
puedo describir con algunas cifras, datos o información? Describe de manera específica el lugar, el empo
y los sujetos que deseas estudiar.

Plantea la relación que existe entre esto que en específico deseas estudiar, y el objeto de estudio del
trabajo social: los problemas y las necesidades sociales. U liza de dos a tres párrafos.

c) Planteamiento del problema de inves gación.


A par r de lo anterior, recupera las preguntas, las hipótesis (si es que las elaboraste), así como los obje vos
de tu inves gación, propuestos en tu protocolo de inves gación. Recuerda que necesitas dis nguir la
pregunta, la hipótesis y obje vo general, de las preguntas, hipótesis y obje vos par culares o específicos.

Debe haber una estrecha iden ficación entre pegunta, hipótesis y obje vo. Si en el transcurso de tu
inves gación estos aspectos se modificaron, u liza la úl ma versión con la que trabajaste.

d) Jus ficación.

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Ya planteado tu problema de inves gación, argumenta por qué es importante estudiarlo, por qué es
importante hacerlo desde el trabajo social, para qué pueden servir los conocimientos que tu inves gación
genere. En síntesis, “convence” al lector de que tu inves gación es necesaria y aportará algo al
conocimiento del problema que iden ficas.

e) Antecedentes de la inves gación sobre mi tema. Realizar una breve descripción de las inves gaciones
que, tomando en cuenta la disciplina o disciplinas, así como la teoría o las teorías que decidiste u lizar
para abordar tu problema de inves gación, han intentado explicar el mismo problema de inves gación
que tú has decidido inves gar. Intenta responder a las siguientes preguntas: ¿desde cuáles disciplinas se
ha inves gado el problema de inves gación?, ¿qué se han preguntado esas inves gaciones sobre mi
problema de inves gación?, ¿qué hallazgos se han encontrado en esas inves gaciones? Para elaborar esta
parte, recupera la información contenida en el capítulo: revisión del estado de la cues ón. U liza de dos
a tres párrafos.

f) Marco teórico.
En este apartado elabora una síntesis de la teoría o las teorías, así como de los principales conceptos que
te servirán para abordar tu problema de inves gación. Intenta responder a la siguiente pregunta: ¿desde
qué perspec va teórica me posiciono para poder responder mi pregunta de inves gación?, ¿cuáles son y
cómo defino brevemente los conceptos clave que, desde esa perspec va teórica, u lizaré para abordar mi
problema de inves gación? U liza de tres a cuatro párrafos.

g) Metodología de la inves gación.


En este apartado intenta responder a las siguientes preguntas: ¿Qué po de información empírica
necesitaré para responder a mis preguntas de inves gación?, ¿cualita va, cuan ta va o ambas?,
¿exactamente de dónde (lugar) y de quiénes (sujetos de estudio) obtendré la información que necesito
para responder esas preguntas?, ¿cómo voy a obtener esa información, es decir, con qué instrumentos
(cues onarios, entrevistas, grupos focales, etc.)?

h) Resumen del contenido.


Finalmente, elabora un resumen que dé cuenta del contenido de cada uno de los capítulos que conforman
tu documento. U liza sólo un párrafo para cada capítulo. Desarrollo o cuerpo del documento.
El desarrollo o cuerpo del trabajo es la parte principal del informe de inves gación. En él se desarrollarán
cada uno de los principales capítulos que conforman el conjunto de la inves gación.

A con nuación, te presentamos los capítulos que, en general, todos los informes de inves gación deben
incluir. En los casos en los que se indique, tú como inves gador debes valorar la per nencia de su inclusión
en el documento.

Capítulo 1. Revisión del estado de la cues ón.


Toda inves gación requiere de una revisión de las inves gaciones ya realizadas, desde la perspec va
disciplinar y teórica que has elegido adoptar, sobre el problema de inves gación que te has planteado
abordar. La revisión del estado de la cues ón sirve a nuestra inves gación para construir un diálogo entre
el problema que yo quiero inves gar y las inves gaciones ya realizadas sobre ese mismo problema. Para
la realización de este capítulo intenta responder a las siguientes preguntas: ¿qué inves gaciones se han
realizado sobre lo que yo quiero inves gar?, ¿desde qué disciplinas se han realizado esas inves gaciones?,
¿qué teorías se han u lizado para explicar el problema de inves gación?, ¿qué resultados han
encontrado? En el curso anterior debiste iniciar esta revisión, ahora es momento de concluirla. La
extensión de este capítulo debe ser entre 4 y 7 cuar llas.

Capítulo 2. Marco de la Inves gación. Como revisaste en el curso anterior, el marco de la inves gación nos
permite ubicar nuestro problema de inves gación al interior de un conjunto de aspectos o dimensiones

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que nos permiten su comprensión. Aquí te presentamos cuatro marcos que debes tomar en cuenta para
contextualizar tu problema de inves gación.

De ellos, los dos primeros son imprescindibles; en tanto los dos úl mos debes incluirlos si los consideras
importantes para la comprensión de tu problema de inves gación. En el curso anterior iniciaste el
desarrollo de estos marcos, ahora es momento de concluirlos.
2.1.- Marco teórico – conceptual.
2.2.- Marco contextual.
2.3.- Marco histórico.
2.4.- Marco jurídico. Al finalizar este capítulo verifica que el contenido de éste permita responder las
siguientes preguntas: ¿cuáles son los marcos que consideré necesarios para poder comprender mi
problema de inves gación?; los marcos que he desarrollado ¿ enen relación lógica con el problema de
inves gación que me he planteado?, ¿me ayudan a comprender ese problema de inves gación?, ¿me
ayudan a buscar respuestas a la pregunta de inves gación que me he planteado? La extensión de este
capítulo debe ser entre 5 y 7 cuar llas.

Capítulo 3. Metodología de la inves gación.


Este capítulo debe responder a tres preguntas fundamentales: ¿qué po de información necesitas para
poder responder a tu pregunta de inves gación?, ¿quiénes son los sujetos de donde obtendrás esa
información? y ¿cómo obtendrás dicha información? Recupera el trabajo ya realizado en la unidad 2 de
este curso.

Inicia tu texto recordando tu pregunta de inves gación y la hipótesis que para ella construiste. Ubica las
variables que conforman esa hipótesis, indica el po de información que necesitaste recolectar para poder
comprobarla (cualita va, cuan ta va, mixta).

Explica la manera en que construiste la muestra de la que recolectaste la información. Indica el po de


técnica (o técnicas) e instrumento (o instrumentos) con los que levantaste la información, así como la
manera en que los aplicaste. La extensión de este capítulo debe ser de entre 2 y 3 cuar llas.

Capítulo 4. Presentación y análisis de resultados.


Este capítulo representa tu aportación al conocimiento del problema de inves gación que te planteaste.
En él deben verse reflejados los hallazgos encontrados tras la aplicación de los instrumentos de recolección
de información. Recuerda que toda la información que presentes debe estar estrechamente vinculada con
tu pregunta, tu hipótesis y tu obje vo de inves gación.

En la unidad 3 de este curso has realizado ya el ejercicio, recupera esa información e incorpórala en este
capítulo. Al finalizar este capítulo intenta responderte estas preguntas: la información que recolectaste y
ahora has sistema zado, ¿te permite dar respuesta a tu pregunta de inves gación?, ¿te permite
comprobar la hipótesis de tu inves gación? La extensión de este capítulo debe ser de al menos 6 cuar llas.

Las conclusiones de un informe deben sinte zar los hallazgos de tu inves gación. El contenido de las
conclusiones debe tener estrecha y lógica relación con lo planteado en la introducción y con el contenido
del documento. Una manera de lograr lo anterior es tomando en cuenta, para su redacción, los siguientes
aspectos.
a) Recuperar el planteamiento del problema de inves gación. Recuerda que en la introducción del
documento planteaste preguntas, hipótesis y obje vos (generales y específicos).

En esta primera parte de las conclusiones debes indicar, de manera muy concreta, las respuestas a cada
una de las preguntas planteadas; contrastando esas respuestas con las hipótesis que tu inves gación
planteó.

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Al elaborar las respuestas a tus preguntas de inves gación, debes sustentarlas única y exclusivamente a
par r de la información generada por tu inves gación.

b) Sinte zar los hallazgos. Habiendo dado respuesta a tus preguntas de inves gación, es necesario que
sinte ces las principales ideas y los principales hallazgos que tu inves gación realizó. Puedes hacer lo
anterior presentando, en no más de un párrafo, la información que consideres relevante para cada uno de
los capítulos de tu documento.

U liza uno o dos párrafos para cada capítulo y, solo si lo consideras necesario, u liza un espacio mayor
para sinte zar la información que generaste a par r de la aplicación de tus instrumentos de recolección
de información.
c) Finalmente, desarrolla las ideas personales, a manera de reflexión personal, que consideres per nente
dejar planteadas, a par r de los hallazgos de tu inves gación. Trata de no exceder de cuatro párrafos para
esta úl ma parte.

d) Incluye un úl mo apartado de propuestas, derivadas de tu propia reflexión. Estas propuestas pueden


dirigirse en cualquiera de los siguientes aspectos:
1) la inves gación del tema/problema,
2) la relación entre tema / problema y el trabajo social.
 Referencias. Recuerda que todas las referencias deben citarse en el formato APA. Divide tus referencias
en: - Bibliográficas - Hemerográficas - Mesográficas
 Anexos. En un anexo suele incluirse toda aquella información que soporta nuestra inves gación. Esta
información puede estar en forma de documentos, informes, estadís cas, normas y leyes. Incluye en el
anexo los instrumentos de recolección de información que hayas u lizado en tu inves gación.

Lineamientos para la presentación del informe de inves gación El siguiente cuadro presenta cada uno de
los elementos que deben conformar el informe final de inves gación, y que se han descrito anteriormente.
Cuadro resumen de la estructura del informe final de inves gación
1. Portada
2. Índice
3. Índice de cuadros, tablas, gráficas o figuras
4. Introducción
5. Capítulo 1. Revisión del estado de la cues ón
6. Capítulo 2. Marco de la inves gación
2.1.- Marco teórico – conceptual
2.2.- Marco contextual
2.3.- Marco histórico
2.4.- Marco jurídico
7. Capítulo 3. Metodología de la inves gación
8. Capítulo 4. Presentación y análisis de resultados
9. Conclusiones y propuestas
10. Referencias
11. Anexos
Además de la estructura anterior, el documento debe cumplir con los siguientes lineamientos:
1. El documento se debe redactar en procesador de textos Word, letra po Arial, de 12 puntos, a un
espacio de 1.5. Se debe seleccionar la opción “Normal” para la configuración de los márgenes de la página.
2. La paginación del índice debe coincidir con la paginación del conjunto del documento.
3. Las tablas, cuadros o gráficas deben contener un encabezado con numeración, y un pie, donde se
indique la fuente.
4. Cualquier texto citado debe incluir la referencia correspondiente en formato APA.
5. El trabajo deberá respetar, en los casos que se indique, el número de cuar llas.
6. La ortogra a y la redacción deben ser adecuadas a un estudiante de licenciatura.

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En esta unidad has podido ubicar diferentes modalidades para la presentación de resultados de
inves gación cien fica: la tesis, la tesina, el ensayo y el informe de inves gación. Todos ellos comparten
tres aspectos en la manera en que se construyen: una introducción, un desarrollo y una conclusión.

En el caso del informe de inves gación, es posible iden ficar en diferentes propuestas la necesidad de
incluir los siguientes aspectos esenciales:
a) una introducción, que permita al lector saber qué y cómo se inves gó,
b) un marco de la inves gación, que permita contextualizar el tema inves gado a par r de la iden ficación
de los siguientes elementos: un marco teórico – conceptual, un marco contextual, un marco histórico y un
marco jurídico;
c) una descripción de la metodología u lizada;
d) un análisis e interpretación de la información recolectada;
e) las conclusiones de la inves gación.

Esta estructura te permi ó elaborar tu propio informe de inves gación. Lo que has aprendido a lo largo
de esta asignatura es uno de los fundamentos básicos para tu desarrollo académico y profesional, ya que
te ha dotado de herramientas indispensables para el proceso de inves gación en el ámbito social.

Informe de inves gación Tiene como obje vo hacer públicos los resultados de una inves gación y
ponerlos al alcance de la comunidad cien fica. Debe dar a conocer, de forma ordenada, la naturaleza del
estudio, los obje vos y métodos u lizados, y los resultados obtenidos (Clerici, 2013, p. 8). Tesis Se refiere
a una proposición que puede ser sostenida o demostrada mediante pruebas y razonamientos. Se trata de
un trabajo serio, que sirve de conclusión a varios años de estudio y que por lo general se presenta ante
una universidad para obtener el tulo de doctor, demostrando que se domina la materia de estudio, que
se es capaz de aportar conocimientos nuevos y sólidos; y que se lo puede hacer en forma autónoma: la
tesis demuestra la suficiencia inves ga va.

Se trata de trabajos rela vamente extensos, rigurosos en su forma y contenido, originales y crea vos
(Clerici, 2013, p. 11). Tesina Se refiere a un trabajo de menor extensión que se presenta para su
correspondiente evaluación académica, ya sea para la aprobación de una asignatura o para la obtención
del tulo de grado, como una licenciatura y algunos pos tulos.

El obje vo de este po de trabajo es evaluar el conocimiento del estudiante y sus habilidades


metodológicas respecto a determinado tema o asignatura (Clerici, 2013, p. 11).

Ensayo Según Sabino (1996, p. 27-28), el ensayo es una “obra rela vamente libre en su escritura en la que
el autor expone razonadamente ideas y opiniones sin que, sin embargo, se u lice plenamente una
metodología cien fica”.

Este autor sos ene que, aunque parezca contradictorio, es posible hablar de ensayo cien fico cuando se
trata la temá ca con una ac tud especialmente seria, exponiendo resultados de inves gaciones
exploratorias, deba endo sobre asuntos de actualidad a la luz de teorías cien ficas, discu endo aportes
realizados recientemente en una disciplina o esbozando ideas que pueden inspirar futuras inves gaciones
(Citado por Clerici, 2013, p. 12).

3.6.1. PRESENTACION DEL TRABAJO.


En esta etapa se presenta en proyecto de inves gación de una tesis.

Cusco Noviembre del 2024.-


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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1.- BONNECASE, JULIEN. “Elementos de Derecho Civil. Derecho de Obligaciones”. Traducción de José M.
Cajicá Jr. Tomo II. Puebla: Biblioteca Jurídico-Sociológica. 1945
2.- ORDOQUI CASTILLA, GUSTAVO. “Lecciones de Derecho de las Obligaciones”. Tomo I. Montevideo:
Ediciones del Foro.
3.- GIORGI, GIORGIO. “Teoría de las obligaciones en el Derecho moderno”. Expuesta conforme a la doctrina
la jurisprudencia italiana, francesa, alemana, etcétera. Traducida de la sé ma edición italiana y anotada
con arreglo a las legislaciones española y americanas, por la redacción de la Revista General de la
Legislación y Jurisprudencia. Volumen I. Madrid: Imprenta de la Revista de Legislación. 1909. pp. 11 y
siguientes.
4.- En opinión de EMILIANI ROMÁN, el término obligación no es exclusivo del Derecho, sino que se aplica
a todas las ac vidades de valor del hombre para designar las necesidades de una determinada conducta
humana, con el objeto de lograr un determinado fin de la naturaleza de la ac vidad de que se trata. Así,
podemos hablar de obligaciones sociales, religiosas, polí cas, morales, jurídicas, económicas, etcétera.
Ver: E Román, Raimundo. “Conferencias de obligaciones”. Bogotá: Editorial Temis. 1980. pp. 3 y siguientes
5.- DE RUGGIERO, ROBERTO. “Ins tuciones de Derecho Civil”. Tomo II. Madrid: Ins tuto Editorial Reu pp.
5 y siguientes.
6.- BUSSO, EDUARDO. “Código Civil anotado. Obligaciones”. Tomo III. Buenos Aires: Ediar Editores. 1951.
pp y siguientes.
7.- DÍEZ-PICAZO, LUIS Y ANTONIO GULLÓN. “Sistema de Derecho Civil”. Volumen II. Madrid: Edito 1985. p.
175.
8.- MARTIN, DIDIER. “Dis ntas clases de obligaciones (arts. 1144 a 1151)”. En: “Del contrato, de la
obligación y de la prescripción. Ante-Proyecto de Reforma del Código Civil francés”. Libro III, Títulos III y
XX. Traducción a cargo de Fernando Hinestroza. Bogotá: Universidad Externado de Colombia. 2006. p. 97.
9.- Naturalmente, en muchos otros casos, desde luego, pueden presentarse simultáneamente como
fuentes de las obligaciones la voluntad y la ley. Por ejemplo, en las obligaciones que surgen de la
medianería, es evidente que interviene la voluntad, para construir una pared medianera, pero luego es la
ley la que establece las obligaciones emergentes de dicha medianería. En este caso, los romanos aludían
al cuasicontrato
10.- LLAMBÍAS, entre la tradicional clasificación de las obligaciones que efectúa, menciona una que a ende
a la causa de la obligación, y dis ngue entre obligaciones contractuales, extracontractuales y legales. Dice
que las primeras derivan de los contratos, las segundas de los hechos ilícitos y las úl mas directamente de
la ley. Cabría aquí preguntar a Llambías, si las consecuencias de los hechos ilícitos no derivan también de
la ley. Ver: LLAMBÍAS, Jorge Joaquín. “Tratado de Derecho Civil, Obligaciones”. Cuarta edición actualizada
por Patricio Raffo Benegas. Tomo II-A. Buenos Aires: Editorial Perrot. 1983. p. 8.
11.- Ar culo 1134.- “La obligación de dar comprende también la de conservar el bien hasta su entrega. El
bien debe entregarse con sus accesorios, salvo que lo contrario resulte de la ley, del tulo de la obligación
o de las circunstancias del caso”.
12.- ALBALADEJO, MANUEL. “Tratado de Derecho Civil”. Volumen II. Tomo II. Barcelona: Librería Bosc pp.
33 y siguientes.
13.- A criterio de Jorge Eugenio Castañeda, son obligaciones conjun vas las que enen por objeto dos o
más prestaciones, por lo que el deudor debe todas ellas en virtud de un solo y mismo tulo, de un hecho
jurídico único. Agrega que en esta clase de obligaciones todas las prestaciones enen un solo nexo, por lo
que la obligación se entenderá cumplida cuando se hubieren realizado todas ellas. Castañeda, Jorge E

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“Ins tuciones de Derecho Civil. El Derecho de las Obligaciones”. Lima: Editorial Villanueva S.A. 1957. p.
155.
14.- ARNAU MOYA, FEDERICO. “Lecciones de Derecho Civil II. Obligaciones y contratos”. Castelló: Public de
la Universitat Jaume I. 2009. p. 35.
15.- Ar culo 1162.- “La elección de la prestación corresponde al deudor, si no se ha atribuido esta facultad
al acreedor o a un tercero. Quien deba prac car la elección no podrá elegir parte de una prestación y parte
de otra. Son aplicables a estos casos las reglas del ar culo 1144”.
16.- Ar culo 1163.- “La elección se realiza con la ejecución de una de las prestaciones, o con la declaración
de la elección, comunicada a la otra parte, o a ambas si la prac ca un tercero o el juez”.
17.- ESPINOZA ESPINOZA, JUAN. “Apuntes para una estructura de la relación obligatoria y su clasificación
En: THĒMIS-Revista de Derecho 60. 2011. p. 266.
18.- BEJARANO MOYA, MANUEL. “La confusión en las obligaciones solidarias”. En: SÁNCHEZ-CORDERO
DÁVILA, Jorge (Coordinador). “Libro del cincuentenario del Código Civil”. Ciudad de México: Universidad
Nacional Autónoma de México: 1978 P.30.
19.- DE GÁSPERI, LUIS. “Tratado de las obligaciones en el Derecho Civil paraguayo y argen no”. Tomo I.
Aires: Editorial Depalma. 1945-1946. pp. 357 y siguientes.
20.- Salvat, Raymundo M. “Tratado de Derecho Civil argen no. Obligaciones en general”. Edición
actualidad con textos de doctrina, legislación y jurisprudencia por Enrique V. Galli. Tomo I. Buenos Aires:
Tipográfica Editora Argen na. 1952. p. 69.
21.- Una relación de obligación duradera, agrega, puede cons tuirse por un empo determinado, con cuyo
transcurso se ex ngue; pero puede también terminarse mediante acuerdo posterior o por acto unilateral,
es decir, a través de su resolución. Giorgianni, Michele. “La Obligación”. Barcelona: Bosch Casa Editorial
pp. 41 y siguientes.
22.- En una anterior inves gación, el autor de este ensayo se refirió in extensu a este tema. Osterling,
Felipe y Mario Cas llo Freyre. “El tema fundamental de las obligaciones de medios y de resultada dos
frente a la responsabilidad civil”. En: Derecho PUCP 53. 2010. pp. 475-512.
23.- WAYAR, ERNESTO CLEMENTE. “Derecho Civil. Obligaciones”. Tomo I. Buenos Aires: Ediciones Depalma.
1990 pp. 126 y siguientes.
24.- JORDANO FRAGA, FRANCISCO. “Obligaciones de medios y de resultado (a propósito de alguna
jurisprudencia reciente)”. En Anuario de Derecho Civil. Tomo XLIV. Fascículo I. Madrid. 1
25.- BORDA, GUILLERMO A. “Tratado de Derecho Civil, Obligaciones”. Octava Edición actualizada. Tomo I.
Buenos Aires: Editorial Perrot. 1986. pp. 16 y siguientes.
26.- LLAMBÍAS, JORGE JOAQUÍN. Tomo I. Óp. cit. pp. 22 y siguientes.
27.- En el mismo sen do OSTERLING, FELIPE Y MARIO CASTILLO FREYRE. “Compendio de derecho de las
Obligaciones”. Lima: Palestra. 2008. pp. 131 y siguientes.
28.- DÍEZ PICAZO, LUIS. “Fundamentos de derecho civil patrimonial”. Tomo II. Madrid: Civitas. 1978, psg.51
29.- LÓEZ DE ZAVALÍA, FERNANDO. “Derechos reales”. Tomo I. Buenos Aires: Astrea. 1989. P.93.
30.- Ibidem.
31.- POTHIER, ROBERT JOSEPH. “Tratado de las Obligaciones”. Tercera edición. Segunda parte. Barcelona:
Biblioteca Cien fica y Literaria. pp. 153 y siguientes
32.- LAURENT, FRANÇOIS. “Príncipes de Droit Civil Français”. París: Librairie A. Maresq. Ainé. Tomo XVII
1875,1893. pp. 18 y siguientes.
33.- BAUDRY-LACANTINERIE, Gabriel. “Précis de Droit Civil”. París: Librairie de la Societé du Recueil Gal des
Lois et des arrêts. 1896. pp. 146 y siguientes.
34.- GIORGI, Giorgio. Óp. cit. Volumen I. pp. 30 y siguientes.
35.- PLANIOL, Marcel y Georges RIPERT. “Tratado prác co de Derecho Civil francés. Las obligaciones”. Tomo
VII Traducción española de Mario Díaz Cruz del Colegio de Abogados de La Habana, Cuba. La Habana:
Cultural Segunda Parte. pp. 291 y siguientes.

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36.- ALBALADEJO, Manuel. Óp. cit. Volumen II. Tomo II. pp. 358 y siguientes. Borda afirma que las
obligaciones naturales son obligaciones anormales, pues a primera vista no parece jurídico hablar de
obligación o de derecho sin acción para obligar al deudor a cumplir. Porque precisamente lo que define la
obligación normal desde el punto de vista jurídico, es la posibilidad del acreedor de compulsar al deudor
a darle cumplimiento y, en su defecto, a pagar la indemnización correspondiente. Pero si las obligaciones
naturales no confieren acción para demandar el cumplimiento, no por ello están desprovistas de toda
protección jurídica, ya que si el deudor ha pagado voluntariamente (única vía concebible desde que el
acreedor no puede compulsarlo), el acreedor ene derecho a retener lo pagado. Ver: BORDA, Guillermo.
Óp. cit. Tomo I. pp. 338 y siguientes.
37.- En el caso de la prescripción, la obligación nace como civil, plenamente válida, pero al carecer de
acción no es exigible. Entonces ya no estamos ante una obligación civil, ni natural, ni de ninguna otra
naturaleza, pues si no existe exigibilidad es porque el vínculo jurídico ha desaparecido. Y si no existe
vínculo jurídico, tampoco existe obligación. Lo que queda es un deber jurídico con contenido patrimonial,
que quien tuvo la condición de deudor puede cumplir o no. Ello dependerá, exclusiva y soberanamente,
de su voluntad. Si cumple lo hace porque sus sen mientos ín mos lo impulsan a ello; porque existe un
deber moral, un deber de conciencia, que quiere sa sfacer. Y por eso la ley le veda la posibilidad de exigir
la res tución de lo pagado.
38.- Algo similar ocurre con el juego y la apuesta no autorizados. En este caso, a diferencia de la
prescripción, nunca nació obligación alguna, ni civil, ni natural, ni de otras caracterís cas. No hay vínculo
jurídico entre las partes y por ello no existe el requisito de la exigibilidad. Tal relación sólo origina un deber
‒muy dis nto por cierto de la obligación‒ con contenido patrimonial, que una persona ‒a quien no
podemos llamar deudora, porque nunca lo fue‒ sa sface respecto de otra, cumpliendo, al igual que en el
caso de la obligación prescrita, con un impera vo de su conciencia. Por eso, cuando se paga una obligación
prescrita, no se puede repe r. Y añadimos que nada ene de ilícito el juego y la apuesta no autorizados,
pero no prohibidos por la ley. Se trata de actos lícitos que carecen de acción. Por tal razón, justamente, se
impide exigir la res tución de lo pagado. Y por eso, cuando se paga, se responde a un deber ín mo.
39.- citado por José León Barandiarán. Ver: León Barandiarán, José. “Comentarios al Código Civil Peruano.
Obligaciones”. Tomo II. Buenos Aires: Ediar Editores 1954, P.431.

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