Libro de Cuentos Para Usar en El Aula 61039 2 6
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es el reglamento
Adela Basch
Personajes
Señora
Cajera
Supervisor
Gerente
Escena uno
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Señora: Sí, la escucho. Pero lo siento mucho. No-le-pue-do- perder el tiempo. Estoy apurada. Tengo invitados para la cena.
mos-trar-la-car-te-ra" (Pronuncia las últimas palabras con mucha Cajera: ¿Ah, sí? ¡Qué pena! Si está apurada, no sé qué espera.
fuerza.) ¡Muéstreme la cartera!
Cajera: Pero, ¿qué es esto? ¿Cómo que "no-le-pue-do-mos-trar- Señora: ¡Déjese de pavadas! ¡No se la muestro nada!
la-car-te-ra"? (Imita la forma en que lo dijo la señora.) Cajera: ¡No me hable de ese modo! ¡Y mejor me muestra todo!
Señora: (Grita) ¡No me haga burla! Señora: ¿Pero qué tiene usted en la sesera? No se la puedo mos-
Cajera: ¡Y usted, mejor no me aturda! trar y no es porque no quiera. Lo que pasa, mi querida, es que no
Señora: ¡Y usted, no diga cosas absurdas! tengo cartera.
Cajera: Creo que usted exagera. Cajera: ¿Cómo? ¿Está segura?
Solamente le pedí que mostrara la Señora: (Toma una planta de lechuga.) Como que esto es verdura.
cartera. Cajera: ¡Pero qué locura! No puede ser. No sé qué hacer. No
Señora: Por favor, no me haga sé qué pensar. No sé cómo actuar. A ver, empecemos otra vez. Yo
le pido a usted que me muestre la cartera y...
Señora: Y yo le digo que no se la puedo mostrar aunque quie-
ra, simplemente porque no tengo cartera.
Cajera: ¿Y ahora qué hago?
Señora: Haga lo que quiera.
Cajera: Muy bien, quiero ver su cartera.
Señora: ¡Pero no tengo!
Cajera: No comprendo... No entiendo... Soy la cajera y estoy
obligada a revisar las carteras. Usted no tiene cartera, así que no
puedo cumplir con mi obligación. ¡Qué situación! ¡Qué compli-
cación! Esta situación imprevista me saca de las casillas. ¡Necesi-
to mis pastillas!
Señora: ¿Quiere una de menta?
Cajera: No, no me gusta la menta.
Señora: Lo lamento.
Cajera: ¿Qué lamenta?
Señora: Que no le guste la menta.
Cajera: (Toma un teléfono) ¡Por favor, por favor, que venga
el supervisor!
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Escena dos
Entra el supervisor.
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cartera... no tendríamos este problema. Escena tres
Señora: Señor, no traje cartera y no me voy a quedar aquí toda
la vida. Así que pensemos en alguna solución. Entra el gerente.
Supervisor: A mí no se me ocurre. Las situaciones imprevistas
me paralizan el cerebro. Gerente: ¿Qué sucede?
Cajera: Y a mí me atacan los nervios. Señora, usted me está Supervisor: Tenemos un problema.
impidiendo cumplir con mi obligación de revisar las carteras, y eso Cajera: Una situación imprevista. La señora quiere irse sin mos-
me confunde, me irrita y me desespera. Se me nubla la mente... trar la cartera.
Supervisor: Tengo una idea... ¡Llamemos al gerente! Gerente: Eso es imposible.
Cajera: (Toma el teléfono) Por favor, es muy urgente. ¡Necesi- Cajera: Es incomprensible.
tamos al gerente! Supervisor: Es increíble.
Gerente: Además, es contrario al reglamento.
Cajera: Y el reglamento...
Supervisor: ...es el reglamento.
Gerente: Señora, usted tiene la obligación de mostrar la cartera.
Señora: Lo siento, no traje cartera.
Gerente: Si no la trajo, es porque no quería mostrarla. Y si no
quería mostrarla, seguramente quería ocultar algo.
Señora: Pero señor...
Gerente: Déjeme terminar. Si quería ocultar algo, tal vez se
lleve algo sin pagar.
Señora: Pero señor... si no la traje, ¿cómo voy a ocultar algo?
Gerente: Ya le dije. ¡No la trajo porque no la quería mostrar! ¡Y
el reglamento dice que tiene que mostrar la cartera!
Señora: ¿Pero qué cartera?
Gerente: ¿Qué sé yo? ¡Cualquiera!
Señora: ¿Cualquiera, cualquiera, cualquiera?
Gerente: Sí, cualquiera. ¡Pero muestre la cartera!
Señora: Muy bien. Gentil y amable cajera, ¿tendría la bondad
de prestarme su cartera? Por un minutito, nada más.
Cajera: Está bien. Tome. (Le da su cartera.)
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Señora: ¿Quiere revisarla, por favor?
Cajera: ¡Como no! (La abre y la mira por todos lados.) Está bien. ADELA BASCH
Señora: Entonces, me voy. Le devuelvo su cartera.
Cajera: Gracias por su compra. Vuelva pronto. Da gusto aten-
Nació en la ciudad de Buenos Aires, en 1946. Es escritora y editora egresa-
der a clientes como usted.
da de la carrera de Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires. El pri-
Señora: (Tratando de disimular su fastidio.) Sí, sí, cómo no.
Supervisor: Ah, nos podemos quedar tranquilos. mer libro que escribió fue Abran cancha, que aquí viene don Quijote de La
Gerente: Tranquilos y contentos. ¡Hemos cumplido con el Mancha, una obra de teatro estrenada en el año 1979. Posteriormente
reglamento! muchas otras de sus obras fueron llevadas al teatro, entre ellas: ¿Quién me
quita lo talado?, El velero desvelado; Minutos a toda hora; Oiga, chamigo
aguará; Colón agarra viaje a toda costa y José de San Martín, caballero de
Telón
principio a fin. Fue directora de las colecciones de literatura infantil y juve-
nil de Coquena Grupo Editor. A lo largo de su trayectoria como escritora ha
recibido numerosos premios y menciones, entre ellos: el premio Argentores
por El velero desvelado (1982). Como escritora, coordinó numerosos talleres
de escritura, promoción de la lectura y difusión de la literatura infantil, orga-
nizados por Universidades, Direcciones de Cultura, escuelas y bibliotecas de
la ciudad de Buenos Aires y de las principales localidades de la Argentina,
así como en España, Estados Unidos, Bolivia y Puerto Rico. Actualmente es
directora y editora de Ediciones Abran Cancha.
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