HISTORIA BLOQUE 3

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BLOQUE 3.

LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO


FRENTE A ABSOLUTISMO
1. Describe la Guerra de la Independencia: sus causas, la composición de los bandos en
conflicto y el desarrollo de los acontecimientos.
La guerra de la Independencia (1808-1814) es el nombre con el que se designa la resistencia
armada llevada a cabo por el pueblo español ante la ocupación de España por Napoleón. Significa
el principio del fin del Antiguo Régimen y el inicio de un proceso que culminará, veinte años más
tarde, con la revolución liberal.
§ Causas de la Guerra de Independencia
Con la toma del poder por Napoleón Bonaparte, en 1799, la corte española pasó a ser una mera
comparsa de la política expansionista de Francia. La debilidad de Carlos IV espoleó el
intervencionismo francés, que obligaba a Godoy a dirigir la invasión de Portugal –guerra de las
Naranjas-, con objeto de cerrar sus puertos al comercio británico. En 1802, Francia e Inglaterra
firmaron la paz de Amiens; pero enseguida reanudaron sus hostilidades, y España se vio envuelta
en otra guerra no deseada, de trágicas consecuencias para su flota, que cayó destrozada en
Trafalgar (1805) ante la escuadra del almirante Nelson, perdiéndose una magnífica generación de
marinos profesionales. Las posesiones americanas quedaban incomunicadas, y el hundimiento
económico de España se hacía imparable.
Los antecedentes más inmediatos al conflicto se encuentran en 1807 con la firma entre España
y Francia del Tratado de Fontainebleau, en virtud del cual se permitía a las tropas francesas su
paso por España para conquistar Portugal, país aliado de Inglaterra, para obligar a que cumpla el
Bloqueo Continental que Napoleón había impuesto a Inglaterra. Con este pretexto Napoleón
dispuso sus tropas en distintas partes de España, lo que levantó serias sospechas sobre su intención
de ocupar la Península. Godoy, valido de Carlos IV, ante esta situación pretendió trasladar a la
familia real a Andalucía; sin embargo, el Motín de Aranjuez (marzo de 1808) frustra estos planes.
El pueblo saquea la residencia de Godoy, exigiendo su destitución, que tiene lugar de inmediato.
Carlos IV, ante la presión popular abdica en su hijo Fernando VII. Mientras, las tropas francesas
han entrado en Madrid y Napoleón es el árbitro de la situación española. Carlos IV y Fernando VII
acuden a Bayona a entrevistarse con el emperador. Allí abdican ambos, cediéndole sus derechos al
trono. Napoleón nombra a su hermano José rey de España. Esta fórmula de traspaso de poderes
mantenía la apariencia de legalidad. Estas abdicaciones provocan la reacción popular y el 2 de
mayo estalla el conflicto en Madrid (levantamiento del 2 de mayo).

§ Composición de los bandos en conflicto


Cuando surge la Guerra de la Independencia las diferentes posturas se van a polarizar en torno a
dos actitudes políticas:
1. La España de José I Bonaparte, era la parte del territorio español ocupada por el ejército
francés. Contaba con el apoyo de los afrancesados, españoles que defendían una
modernización pacífica y gradual de España, que José I parecía garantizar. En esta opción se
encontraban muchos viejos reformistas e ilustrados.
2. La España de la insurrección popular y la resistencia. Integrada por los territorios no
dominados por el ejército francés. Afirmaban luchar en nombre del legítimo rey de España,
Fernando VII. Este grupo se dividía a su vez en dos grupos ideológicos muy dispares:
a) Los liberales, que compartían el ideario revolucionario francés: libertad, igualdad, soberanía
nacional, división de poderes, monarquía parlamentaria, constitucionalismo, etc.
b) Los absolutistas, que defendían la tradición del Antiguo Régimen: poder absoluto, sociedad
estamental, economía señorial, predominancia ideológica de la Iglesia, etc.

§ Desarrollo de la guerra

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La guerra tuvo en sus comienzos un carácter de levantamiento popular contra la invasión militar
francesa y la usurpación del trono español por parte de Napoleón.
En los territorios donde triunfaron los rebeldes antifranceses se destituyó a las autoridades
existentes y se crearon juntas locales, nuevos órganos de poder que en la mayoría de los casos
estaban integrados por miembros de los viejos grupos dominantes (nobleza y clero), aunque con
nuevos compromisos políticos. A su vez, las juntas locales se agruparon en juntas supremas
provinciales, que ejercían el gobierno en sus respetivas provincias; y ante la necesidad de
coordinación entre ellas, se creó una Junta Suprema Central, que dirigió la guerra contra los
franceses y asumió el gobierno del país en las zonas no ocupadas.
En 1810, la Junta Suprema Central traspasó sus poderes a un Consejo de Regencia, que actuaba
en nombre de Fernando VII y se estableció en Cádiz, la zona más segura de la Península.
En la guerra de Independencia española podemos distinguir las siguientes fases:
1. Ocupación y levantamiento (hasta noviembre de 1808). Fue la etapa de euforia y protagonismo
de la resistencia española. Se obliga a Francia a desistir de una rápida conquista por la reacción
popular y resistencia urbana (sitios de Zaragoza y Gerona) y por la derrota francesa en la batalla
de Bailén (1808) bajo el mando del general Castaños. La victoria en esta batalla impidió la
ocupación francesa de Andalucía en esta primera fase y creó tal alarma que José I Bonaparte
abandonó Madrid para establecerse en Vitoria.
2. Predominio Francés (desde 1808 hasta 1812). Fue una fase de claro dominio del ejército francés.
Napoleón en persona decidió dirigir las campañas militares en España, donde permaneció unos
meses, antes de regresar a París. Durante 1809 se produce una ofensiva francesa y capitulan
Zaragoza y Madrid junto a la derrota en Ocaña. A comienzos de 1810, el territorio peninsular está
prácticamente ocupado (en ciudades, no en zonas rurales), salvo Cádiz. La táctica de guerrillas
adquiere importancia, destacando Francisco Espoz y Mina, el Empecinado y el cura Merino. De
esta manera, aprovechando el mejor conocimiento del terreno y el rechazo de la mayoría de la
población hacia los franceses, los guerrilleros atacaban por sorpresa al enemigo y huían,
manteniéndose escondidos, gracias al apoyo popular.
3. Desde 1812 hasta 1814. Ofensiva hispano-inglesa desde Portugal coincidiendo con la
campaña de Napoleón en Rusia y la retirada de efectivos militares. Junto a las guerrillas será vital la
participación militar de Inglaterra (enemigo de Napoleón) en la contienda con personajes tan
destacados como el duque de Wellington. Las tropas aliadas empujan a los franceses en su huida. Tras
los éxitos de batallas como La Albuera (1811), Arapiles (1812), Vitoria (1813) y San Marcial (1813),
precisamente en 1813, entran, incluso, en territorio francés. A finales de 1813 se firmó el Tratado de
Valençay, por el que Napoleón reconocía a Fernando VII como rey de España, pero todavía quedaron
tropas francesas en España hasta 1814 en que finaliza la guerra.

§ Entre las consecuencias destacaremos las siguientes:


a) Consecuencias demográficas: La guerra produjo daños de dimensiones desconocidas hasta
entonces en España. Las pérdidas demográficas (un millón de muertos en una población de unos 11
millones de hab. en 1807). A las bajas en combate hay que añadir las producidas por epidemias,
hambrunas, etc.
b) Consecuencias económicas: Los daños económicos y materiales también fueron considerables.
Muchas ciudades fueron arrasadas, la destrucción de caminos, puentes, industrias, etc. sumieron al país
en la ruina. En el sector agrícola, se produjo el abandono de tierras de cultivo, pero también otros sectores
productivos fueron tocados por la guerra: La industria textil catalana perdió numerosas fábricas y
disminuyó su producción, y el comercio colonial también sufrió las consecuencias. El patrimonio
histórico-artístico, en especial el de la Iglesia, sufrió cuantiosas pérdidas, expolios y destrucciones.
c) Debe añadirse a ello los efectos morales y psicológicos: los actos de barbarie y crueldad, que tan
fielmente reflejara Goya en sus obras. Además, la revolución política (Cortes de Cádiz), dividirá el país
en dos tendencias irreconciliables: liberales y absolutistas.
d) En cuanto a la repercusión internacional, la guerra española fue decisiva para la derrota
napoleónica. El bloqueo contra Inglaterra quedó roto. Bailén reavivó la resistencia europea, al demostrar
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que los ejércitos del emperador eran vulnerables. Además, los franceses se vieron obligados a mantener
en España grandes contingentes.
e) La guerra activó el proceso de independencia de la América Española. Ante el vacío de poder
creado, los grupos criollos optaron por negarse a acatar la nueva monarquía francesa. Sustituyeron a
las viejas autoridades, organizaron sus propias Juntas y comenzaron un proceso de autogobierno que
está en el inicio del proceso de emancipación de las colonias.

2. LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812

Mientras gran parte de la sociedad española se enfrentaba con las armas a Napoleón en el marco de
la Guerra de la Independencia (1808-1814), en la España no ocupada a partir de 1810 se pretendió
sentar las bases jurídicas necesarias para la modernización del país. Después de cien años en los que
los Borbones habían reinado sin reunirlas, las Cortes inauguraron sus reuniones en septiembre de
1810, con el juramento de los diputados de defender la integridad de la nación española, y prolongaron
su actividad hasta la primavera de 1814. Su deseo de transformación y reformas se plasma en un
conjunto de decretos y sobre todo, en la Constitución de 1812.
Podemos ordenar el análisis de este proceso en las siguientes partes:

§ COMPOSICIÓN DE LAS CORTES DE CÁDIZ:


Los integrantes de las Cortes eran un grupo heterogéneo en el que figuraban muchos burgueses
liberales, funcionarios ilustrados e intelectuales procedentes de otras ciudades tomadas por el ejército
del rey José I, miembros de las Juntas, que, huyendo de la guerra, se habían concentrado en Cádiz,
ciudad-refugio, protegida por la marina británica. En suma, predominaron en las Cortes los grupos
sociales con formación intelectual, tales como: eclesiásticos, abogados, funcionarios, militares y
catedráticos, aunque no faltaban tampoco miembros de la burguesía industrial y comercial. No había,
en cambio, representación alguna de las masas populares, tampoco mujeres, carentes todavía de todo
derecho político. Las primeras sesiones de las Cortes congregaron a un centenar de diputados, pero su
número fue aumentando, hasta llegar a trescientos.

§ TENDENCIAS
De inmediato surgieron dos grandes tendencias en la cámara gaditana. Los liberales – por vez
primera se emplea este término como etiqueta política- eran partidarios de reformas revolucionarias,
mientras que los absolutistas, pretendían mantener el viejo orden monárquico. La prensa de Cádiz,
en su mayoría, estuvo del lado de los liberales, que siempre dominaron los debates de las Cortes,
manteniéndose, en cambio, los púlpitos de las iglesias al servicio de la ideología absolutista. No
obstante, algunos clérigos apoyaron con fuerza las reformas políticas de Cádiz, entre ellos Diego
Muñoz Torrero, presidente de la comisión redactora de la Constitución y una de las personalidades
más relevantes dentro de la familia liberal.

§ OBRA POLÍTICA Y LEGISLATIVA DE LAS CORTES DE CÁDIZ:


Las medidas políticas y legislativas más importantes de las Cortes de Cádiz fueron las
encaminadas a acabar con el Antiguo Régimen. De manera resumida destacaremos las siguientes:
-En política, se declaró la soberanía nacional y se postuló la separación de los poderes ejecutivo,
legislativo y judicial, reservándose las Cortes el máximo poder. La obra magna, en cualquier caso,
de las Cortes fue la Constitución de 1812 de la que hablaremos posteriormente.
-Las reformas sociales se basaron en la abolición de los privilegios de la nobleza, con la supresión
de los señoríos jurisdiccionales y la abolición de la Inquisición.
-Para favorecer las reformas económicas se fomentaron leyes de libertad agrícola y ganadera, así
como de la industria y el comercio. Además, se procedió a una tímida desamortización eclesiástica.

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Todo ello quedó plasmado en una serie de reformas legislativas, llevadas a cabo
mediante decretos de abolición del antiguo régimen:

a) Decreto de libertad de imprenta (primera formulación del derecho de expresión)


que suprimía la censura para los escritos políticos, pero no para los religiosos.
b) Abolición de señoríos jurisdiccionales, que impedían la modernización de la
Administración local y provincial.
c) Eliminación de los mayorazgos, con lo que las tierras antes vinculadas ahora
podían incorporarse al mercado. La propiedad fue declarada libre e individual
pero no vinculable a familias o grupos.
d) Desamortización de los bienes de propios, con el fin de disminuir la deuda
pública. Se decretó así la venta en pública subasta de las tierras comunales de los
municipios.
e) La abolición de los gremios, con lo que se establecía la libertad de producción,
venta y contratación. También fue suprimida la Mesta, reconociendo el derecho
de los pueblos a acotar sus tierras comunales.
f) Tras varias disputas entre los diputados, fue abolida la Inquisición, aunque más
tarde sería de nuevo restablecida con Fernando VII, hasta que en 1834 es
suprimida totalmente.

§ PRINCIPIOS Y VALORES QUE REFLEJA LA CONSTITUCIÓN DE 1812

El día de San José de 1812 (19 de marzo), los diputados de Cádiz aprobaron una
Constitución, la primera de la historia de España, que resumía su labor legisladora y
establecía las ideas y el lenguaje del liberalismo español. “La Pepa”, como es conocida
popularmente, se impregna de los principios y valores propios del liberalismo. Es un texto
muy extenso ya que los legisladores regularon hasta el detalle todas las cuestiones
relacionadas con la vida política y los derechos de los ciudadanos. Aquí hallamos todo el
ideario liberal de la época, con ideas como la soberanía nacional, la afirmación de los
derechos individuales y colectivos, la afirmación de la igualdad de los ciudadanos (que
ponía fin a las exenciones y privilegios del Antiguo Régimen), atribuía a las Cortes una
sola Cámara, elegida por sufragio universal masculino, etc. En suma, observamos
principios y valores muy avanzados para la época, que convertirían a España en una
Monarquía Constitucional, pues se reconocía a Fernando VII como rey de España, pero
no como rey absoluto sino constitucional. A pesar de lo avanzado de todas estas ideas,
hay que señalar también que esta Constitución reflejaba el influjo de la religión y la
nobleza a través de la definición de un Estado confesional y el reconocimiento de las
propiedades de los grupos privilegiados.
A la Constitución de Cádiz ni la guerra ni Fernando VII le dieron tiempo para implantar
sus reformas. No obstante, años después, otros textos, inspirados en ella, se encargarían de
hacer avanzar la sociedad española en la conquista de sus derechos individuales y
colectivos. Como símbolo del deseo de libertad de los españoles, la Constitución de 1812
seguirá viva en el recuerdo a lo largo del siglo, prolongándose, también, en el ideario de
los liberales de América del Sur y de Europa.

§ CARACTERÍSTICAS ESENCIALES DE LA CONSTITUCIÓN DE CÁDIZ

• La Constitución del 12 recoge los principales derechos individuales: igualdad


jurídica, inviolabilidad del domicilio, libertad de imprenta para los libros no
religiosos, sufragio, etc.
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• Se establecía el principio de soberanía nacional, es decir, que la autoridadsuprema
residía en el conjunto de la nación representada en las Cortes
• La estructura del Estado corresponde a la de una monarquía limitada, basada en
una división estricta de poderes: el legislativo correspondía al rey junto con la
Cortes; el ejecutivo, al rey que presidía el Gobierno; y el judicial, a los tribunales
de justicia. El sufragio es universal masculino e indirecto. Pero para ser diputado
es necesario disponer de un determinado nivel de renta.
• La administración de Justicia se independiza y la Constitución prohíbe
expresamente la intervención de las Cortes o del rey. Además, se establece la
elaboración de códigos de derecho civil, criminal y comercial.
• Se crea la milicia nacional y se establece la obligatoriedad del servicio militar.
• No se reconocía, en cambio, la libertad de culto, sino que se imponía el
catolicismo como religión oficial y única, concesión clara del sector liberal al
absolutista.

En conclusión, la Constitución de 1812 representó el primer intento serio de racionalizar


el Estado y el ejercicio del poder sobre la base de los principios del liberalismo, por lo
que se convierte en la referencia obligada y permanente de todo el liberalismo posterior.
En este cuadro sintetizamos algunos de los aspectos más destacados de la Constitución
de 1812:

SOBERANÍA Nacional. Su art. 13 dice: “La soberanía reside esencialmente en la


nación, y por lo mismo pertenece a ésta exclusivamente el derecho de
establecer sus leyesfundamentales”.
DERECHOS Se consagran a lo largo del texto. La Constitución recoge, entre otros, la
FUNDAMENTA libertad de pensamiento e imprenta que la nación se obliga a conservar y
LES proteger.
DIVISIÓN Se consagra rígidamente, con separación de los mismos. El legislativo
DE corresponde a las Cortes con el rey, el ejecutivo al rey y el judicial a los
PODERES tribunales.
SUFRAGIO Activo: Indirecto, sucesivamente en juntas electorales de parroquia, de
partido y de provincia.
Pasivo: Para ser diputado se requiere ser mayor de veinticinco años y
tener una renta proporcionada de bienes propios.
PARLAMENTO Unicameral. Se integra por las Cortes que tienen la iniciativa legislativa.
El rey inauguraba y clausuraba sus sesiones, pero no podía estar presente
en las deliberaciones ni suspender ni disolver sus sesiones.
FORMA Monarquía moderada y hereditaria. El rey se considera el jefe del poder
DE ejecutivo, gobernando con los secretarios del Estado.
GOBIER
NO
OTROS DATOS -Las Cortes de Cádiz se reunieron cuando España estaba inmersa en la
Guerra de la Independencia.
-Fue promulgada por las Cortes.
-Consta de 384 artículos.

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3. DETALLA LAS FASES DEL CONFLICTO ENTRE LIBERALES Y
ABSOLUTISTAS DURANTE EL REINADO DE FERNANDO VII

El reinado de Fernando VII (1814-1833) supuso un intento de conservar a toda costa el


absolutismo. Una de las primeras decisiones de Fernando VII como Rey fue la anulación
de la Constitución de 1812, dando inicio a una fuerte represión de losliberales. El reinado
de Fernando VII se suele dividir en tres etapas:

1. El sexenio absolutista (1814-1820)

El Tratado de Valençay (1813) firmado por Fernando VII con Napoleón supone el fin
de la guerra con Francia y devuelve la corona a Fernando VII quien regresó a España en
un clima de entusiasmo popular. Desde ese mismo momento los partidarios del
absolutismo le incitaron a restaurar el viejo orden de cosas. En este sentido el monarca
recibió un documento de manos de los absolutistas conocido como Manifiesto de los
Persas, en el que se animaba al monarca a restaurar la monarquía absoluta.
La primera medida de Fernando VII fue el Decreto de 4 de mayo de 1814, por el cual
abolió la Constitución de 1812. Se vuelve por tanto al Antiguo Régimen. Esta
restauración absolutista suponía, al mismo tiempo, la condena de los políticos liberales
y el restablecimiento de las instituciones y privilegios, tales como la Inquisición o el
absolutismo, ambos recuperados, y la abolición de la Desamortización, entre otros.
Además, Fernando VII inició las persecuciones contra los liberales, lo que le obligó a
pasar a la clandestinidad y a formar sociedades secretas siempre dispuestas a la
conspiración. Durante estos seis años, la característica común en la labor de gobierno fue
la permanente inestabilidad debido a los continuos pronunciamientos militares
protagonizados por los liberales, destacando los golpes fallidos de Díaz Porlier en La
Coruña (1815) y el del general Lacy en Cataluña (1817) y uno triunfante a cargo del oficial
Rafael del Riego en Sevilla (1820). El protagonismo de los militares como árbitros de la
vida política compensaba el escaso desarrollo y la debilidad de la burguesía en España,
que por sí sola carecía de fuerza para defender sus pretensiones políticas y económicas
por vías legales. El pronunciamiento de Riego del 1 enero de 1820 triunfó. Ante esta
situación, Fernando VII se ve obligado a aceptar la Constitución.

2. Trienio liberal o constitucional (1820-1823)

Volvieron los exiliados y aparecieron las denominadas "Sociedades Patrióticas".


También salieron a la calle multitud de periódicos, sobre todo los de tendencia liberal.
Las nuevas Cortes liberales se esforzarán por desmantelar el Antiguo Régimen
acometiendo toda una serie de medidas entre las que cabe mencionar: La definitiva
supresión de la Inquisición, se vuelve a abolir el régimen señorial, se retoma la
desamortización, esta vez dirigida a los mayorazgos, se acometen reformas eclesiásticas
(reducir el clero regular), se confecciona el primer Código Penal, se crea una Milicia
Nacional formada por ciudadanos armados dispuestos a defender la Constitución, etc.
Sin embargo, este periodo también se caracterizó por su continua inestabilidad debido a
dos fenómenos:

• Se produce la división de los liberales en: moderados o doceañistas que creían


imprescindible la colaboración de la monarquía en el proceso reformista; y los
exaltados o veinteañistas, más jóvenes que los primeros y protagonistas del triunfo
de la Revolución de 1820, quienes opinaban que el monarca sólo debía realizar
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funciones ejecutivas, y que la revolución debía seguir avanzando hasta aplicar en
su totalidad la Constitución.
• Las constantes intrigas del Rey, intentando apoyarse en cortes extranjeras para
implantar de nuevo el absolutismo. Los absolutistas reclaman la ayuda de la Santa
Alianza. Al final, el Congreso de Verona decide la intervención en España y las
potencias de la Santa Alianza (organización de todas las monarquías absolutas)
encargaron al rey francés el restablecimiento del Antiguo Régimen en España. En
abril de 1823 Francia envió un ejército denominado "Los Cien Mil Hijos de San
Luis". El 1 de octubre de 1823 Fernando VII implanta de nuevo el absolutismo,
iniciando su 3ª y última etapa, con el nombre de "Década Ominosa".

3. Segundo período absolutista o “década ominosa” (1823-1833)

Fernando VII declaró nulos todos los actos del Gobierno durante el Trienio Liberal. El
retorno al absolutismo da lugar a una durísima represión contra los liberales y a una oleada
de emigración de éstos hacia Francia e Inglaterra, donde los exiliados conspiran y
mantienen contactos con el liberalismo europeo. Ahora bien, desde 1826 se advierte en
la actitud del rey una cierta suavización respecto a los liberales más moderados debido a
la necesidad de buscar apoyos en el problema de la sucesión al trono. Ello produce una
reacción entre los absolutistas que da lugar a la formación de los "apostólicos" o
"realistas puros", facción ultraabsolutista que aglutina sus fuerzas en torno al infante don
Carlos, hermano de Fernando VII, de ahí que se los conozca también con el nombre de
carlistas.
En definitiva, el reinado de Fernando VII supone, dentro de la historia de España, la
transición entre el Antiguo Régimen y el Liberalismo.

4. Explica las causas y el desarrollo del proceso de independencia de las colonias


americanas:

La emancipación de las colonias americanas fue protagonizada fundamentalmente porlos


criollos (descendientes de españoles, nacidos en América). La población criolla,
enriquecida con el comercio y las propiedades territoriales, y animada por la experiencia
norteamericana y los principios liberales, aspiraban también a controlar el poder político en
su provecho. Pretendía liberarse de las restricciones y del monopolio impuestos desde
España, que les impedía, por ejemplo, el libre comercio con Inglaterra, mucho más
ventajoso para ellos. En consecuencia, la lucha por la emancipación de las colonias se
tradujo en un enfrentamiento en la cúspide entre criollos (partidarios de la independencia)
y españoles peninsulares fieles a la metrópoli.

A. Causas del proceso de independencia

En el primer tercio del siglo XIX, con la independencia de casi todas sus colonias
americanas, el Imperio español conoció su fin y España dejó de ser definitivamente una
potencia mundial. Como hemos anticipado, las causas que movieron a las colonias a
independizarse fueron muy complejas, ya que no solamente eran internas, sino
ideológicas procedentes del exterior:
• Causas Internas: Con respecto a España hay que destacar la difícil situación
creada por la invasión francesa, que supuso la ruptura del contacto directo con
América, y el vacío de poder que creó la retención de los reyes españoles en
Francia. Con respecto a las colonias, hay que destacar, por un lado, el
descontento de los criollos (descendientes de españoles nacidos en América) por
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quedar apartados del gobierno de sus países y por el mantenimiento del monopolio
comercial español, y, por otro, la fuerte tensión social en que vivían los indios,
negros y mestizos, muy explotados por los blancos.
• Causas externas: Hay que destacar la influencia de las ideas ilustradas, los
ejemplos de la independencia norteamericana y de la Revolución Francesa, y,
además, la ayuda de Gran Bretaña y EE.UU., países interesados en desplazar a
España del comercio americano.

B. Desarrollo del proceso de independencia

Desde la derrota de Trafalgar, la flota española había quedado prácticamente aniquilada,


lo que suponía dejar a América desprotegida. La Guerra de la Independencia permitió la
puesta en marcha del proceso de emancipación. En un principio, América reaccionó ante
la invasión francesa proclamando su lealtad a Fernando VII y creando juntas, como en la
Península. Sin embargo, en el seno de las juntas americanas se gestó el movimiento
insurreccional. El proceso de independencia se puede agrupar en dos etapas:

1. Primera fase (1810-1814)

Durante la Guerra de Independencia española contra Napoleón, las colonias se niegan a


reconocer a José I Bonaparte y en las ciudades americanas se crean Juntas Populares,
a imitación de las Juntas locales españolas, que asumieron el poder en sus territorios al
estar el soberano prisionero. La Junta Central española se opone a ello y sólo les
concede una representación irrisoria en las Cortes que han de reunirse en Cádiz. Por ello,
los americanos se niegan a aceptar la autoridad de la Junta Suprema Central. Simón
Bolívar, padre de la independencia americana, crea una Junta Central Suprema
Gubernativa y proclamó la igualdad de derechos entre América y España.

Durante este período se proclamó la independencia en varias zonas, tales como


Venezuela, Paraguay, Chile o México, precisamente en México se dio un caso especial:
el movimiento insurgente estuvo protagonizado por los campesinos (a diferencia del resto
de América) dirigidos por un cura ilustrado, José María Morelos. Aunque llegó a
proclamar la independencia, finalmente el virrey español derrotó a Morelos, quien fue
ejecutado.
Esta primera insurrección como vemos fracasó, pues en 1814, una vez terminada la
Guerra de Independencia, Fernando VII, en vez de buscar un acuerdo con los americanos,
responde con el envío de un ejército para restablecer la situación. Los líderes
independentistas acaban en prisiones españolas, en el exilio o ejecutados como
ocurrió con Morelos. Sólo Paraguay (1811) y la Provincia de la Plata (Argentina,
1816) resisten y siguen siendo independientes.

1. Segunda fase (1815-1824)

Como acabamos de ver, con la finalización de la guerra en el territorio español, acabaron


también las primeras independencias americanas. El rey Fernando, envió un ejército de
10.000 hombres que en 1815 había restablecido la situación prácticamente en todas partes.
Pero entre 1816 y 1824 se consumó el proceso de independencia, en el que sobresalieron
dos grandes libertadores: José de San Martín y Simón Bolívar. En esta segunda fase, fue
fundamental el apoyo abierto de Inglaterra y Estados Unidos a favor de los
independentistas. Los nuevos gobiernos formados tras la independencia fueron

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reconocidos casi inmediatamente por Inglaterra y Estados Unidos.
Los países que surgieron tras la emancipación adquirieron la independencia política,
pero no organizaron unas instituciones políticas, económicas y sociales estables. Dentro
de esta segunda fase destacamos:

1. La independencia de Chile (1818), lograda por José de San Martín, apoyado por
el general O’Higgins, venció a los españoles es en Chacabuco (1817).
2. La independencia de Perú (1821). San Martín con un ejército apoyado por EEUU
e Inglaterra, tomó Lima y proclamó la independencia. Los españoles recuperaron
la mitad sur de Perú, por lo que San Martín y Simón Bolívar tuvieron que unir
fuerzas.
3. Paralelamente se produjo la independencia de la Gran Colombia (Colombia,
Venezuela y Ecuador), protagonizada en este caso por Simón Bolívar, de quien
destacamos su victoria en Boyacá (1819). En 1821, Bolívar consiguió la
independencia de Venezuela tras la victoria de Carabobo.
4. La independencia de Ecuador (1822) fue lograda por Simón Bolívar y su
lugarteniente, Antonio José Sucre.
5. Tras la entrevista entre Bolívar y San Martín de Guayaquil, se finaliza la conquista
de Perú y Bolivia, con batallas tan destacadas como la de Ayacucho (1824).
Surgen dos nuevos países: Perú y la República Bolívar.
6. En la zona del actual Uruguay, Artigas, jefe de la resistencia uruguaya, trata de
conseguir su independencia de Argentina que lo consideraba como provincia suya.
En 1828 se convirtió en estado independiente.
7. Tras la sublevación de Riego (1820) se produce un nuevo movimiento
independentista en México encabezado por el general Agustín de Iturbide. En
1821 México consigue independizarse. Tras la independencia de México, se
produjo la independencia de América Central.

Cuando acabó el reinado de Fernando VII, el inmenso imperio colonial había quedado
reducido a prácticamente Cuba, Puerto Rico y Filipinas. El desastre no sólo fue militar,
sino fundamentalmente económico:

• Inglaterra y Estados Unidos suplantaron a España en el control del mercado


americano.
• El comercio con América, una de las principales actividades de la economía
española, se redujo en gran medida y afectó especialmente a zonas comoCataluña,
que orientaba gran parte de su producción a la exportación a las colonias.
• Desaparecieron también los caudales de Indias, importante fuente de ingresos
para la Hacienda Real que quedó al borde de la quiebra.

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