CPIRepresentaciónVíctimasManual2021
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Derechos de Autor © Oficina Pública de Defensa de las Víctimas – Corte Penal Internacional 2021 | Todos los derechos reservados.
Este documento tiene como objetivo presentar información pública solamente y no constituye un documento oficial.
Este libro no está destinado a la venta, reproducción o uso comercial.
Contenido: Paolina Massidda, Sarah Pellet, Dmytro Suprun, Orchlon Narantsetseg, Caroline Walter, Enrique Carnero Rojo, Alejandro
Kiss, Ludovica Vetruccio, Ana Grabowski, Alexis Larivière, Anna Bonini, Marisela García, Rafael Campo, Roberto Xavier Ochoa
Gavaldón, Pablo Allendes, Anderson Dirocie, Ana Peña.
Ilustraciones y diseño: El-Tayeb Saeed.
TRADUCCIÓN del inglés: Diana Contreras-Garduño, Priscilla Rodrigues Benavides, Oswaldo Ruiz-Chiriboga, Loreto Bravo de Urquía.
Oficina Pública de Defensa de las Víctimas| Corte Penal Internacional, Apdo. postal 19519, 2500 CM, La Haya, Países Bajos
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Table of Contents
Prólogo 9
Parte 1 11
Índice de contenidos
6. El derecho a la protección de víctimas y testigos 35
3. Creación y funciones de la Oficina Pública de Defensa de las Víctimas 38
Parte 2 41
5. Pruebas 423
1. Pruebas en general 423
2. Cuestiones relativas a la admisibilidad de la prueba 438
3. Testigos 468
3.1. Testigos en general 468
3.2. Familiarización de los testigos 477
3.3. Preparación de las declaraciones de los testigos (witness proofing) 478
3.4. Interrogatorio de los testigos 482
3.5. Protección y bienestar de los testigos 489
3.6. Doble estatus de víctima y testigo 504
3.7. Peritos 510
6. Actuaciones relativas a las reparaciones 522
1. Reparaciones en general 522
2. Principios y elementos necesarios para una orden de reparación 527
3. Beneficiarios de una orden de reparación 543
5. Peritos 550
6. Criterios relativos a las pruebas 551
7. Tipos de daños 554
7.1. Daños materiales 554
7.2. Daños psicológicos 555
7.3. Daños físicos 557
7.4. Daños transgeneracionales 557
7.5. Otros tipos de daños 558
8. Evaluación de los daños 559
9. Responsabilidad de las personas condenadas 562
10. Tipos y modalidades de reparación 565
10.1. Reparaciones simbólicas 566
10.2. Reparaciones individuales 566
10.3. Reparaciones colectivas 567
11. Ejecución de las reparaciones 569
12. Identificación, congelación y decomiso de bienes y haberes para fines de reparación 576
Parte 3 583
5. ¿Cómo puede la Oficina Pública de Defensa de las Víctimas prestar apoyo y asistencia a los
Representantes legales? 595
Índice de contenidos
2. Tribunales penales internacionales 600
3. Cortes mixtas 600
4. Otros sitios web 600
9. Referencia bibliográfica básicas 601
Anexo 603
Modelo para presentar documentos o materiales en las actuaciones 603
El Manual se ha convertido en una herramienta útil no sólo para los representantes legales, sino también para prácticos
y teóricos en el campo del derecho penal internacional.
La Oficina ha por tanto decidido publicar una edición actualizada del Manual en español para facilitar el conocimiento
y distribución del derecho aplicable ante la Corte entre la comunidad hispanohablante. Tal edición se explica por el
hecho de que el español es uno de los idiomas oficiales de la Corte y de que algunas situaciones bajo consideración de
la Corte en estos momentos afectan a países de habla hispana.
El Estatuto de Roma expresamente establece que las víctimas tendrán un rol en las actuaciones. Sin embargo, los
instrumentos legales por los cuales se rige la Corte no explicitan en detalle las modalidades de la participación de las
víctimas dentro de dicho procedimiento. De acuerdo con la subregla 1 de la Regla 89 de las Reglas de Procedimiento
y Prueba, “[l]a Sala especificará […] las actuaciones y la forma en que se considerará procedente la participación [de
las víctimas]”. Además, el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto de Roma determina que “[l]a Corte permitirá, en las
fases del juicio que considere conveniente, que se presenten y tengan en cuenta las opiniones y observaciones de las
víctimas si se vieren afectados sus intereses personales y de una manera que no redunde en detrimento de los derechos
del acusado o de un juicio justo e imparcial ni sea incompatible con éstos”.
Las primeras actuaciones ante la Corte han demostrado cuán complejo es este marco legal, como así también que la
efectiva participación de las víctimas en las actuaciones depende esencialmente de la interpretación de las disposiciones
de los textos legales por parte de las Salas. Las cuestiones relativas a cuál es el propósito de la participación de las
víctimas en el contexto de las actuaciones ante la CPI y a cómo dicha participación debería implementarse a fin de ser
efectiva sigue necesitando, en cierta medida, mayor examen.
La finalidad de la participación de las víctimas debería ser tomar en consideración los factores que han sido
constantemente descritos como importantes para las víctimas de los crímenes e idear una manera de servir a los
intereses del mayor número de víctimas posible. Un estudio de la literatura escrita sobre este tema sugiere que entre
los intereses más importantes de las víctimas en el contexto de su interacción con un sistema de justicia penal, más allá
Prólogo
del derecho a la reparación, es el derecho a recibir información sobre su causa.
Las víctimas también valoran tener información y claridad sobre su papel en el proceso penal, con el objetivo de evitar
esperanzas y expectativas erróneas que no puedan llegar a cumplirse o que dejen a las víctimas con un sentimiento de
frustración. Otro interés fundamental de las víctimas con relación a su interacción con el sistema de justicia penal es el
respeto. Por último, se entiende comúnmente que las víctimas tienen más probabilidades de sentirse satisfechas con
el sistema de justicia penal si sienten y piensan que su voz ha sido escuchada.
Estos son los desafíos que los representantes legales de las víctimas enfrentan al abordar la cuestión de la participación
de las víctimas. Además, la participación de las víctimas en la CPI requiere que se tomen en cuenta la realidad
específica de la situación del país, así como también factores relativos al procesamiento de juicios complejos y largos,
que posiblemente involucren a cientos o miles de víctimas, en lugares lejanos de donde los delitos fueron cometidos;
la necesidad de mantener a las víctimas informadas regularmente en un idioma que puedan entender; las dificultades
logísticas para llegar a las víctimas y comunidades afectadas, a fin de poder presentar sus opiniones y preocupaciones
y, por lo tanto, representar sus intereses en los procedimientos.
A la luz de estos desafíos y con el objetivo de proporcionar a los representantes legales que comparezcan ante la
CPI una guía fácil de usar, la Oficina Pública de Defensa de las Víctimas ha elaborado este Manual. La Parte Uno
comprende una introducción general a la Corte Penal Internacional y al rol de las víctimas en el procedimiento ante la
Corte. La Parte Dos analiza la práctica ante la Corte por tema e incluye los extractos más importantes de las decisiones
con relación a las víctimas desde 2005 hasta diciembre de 2018. Las decisiones en esta sección están incluidas en orden
cronológico. Sólo las decisiones más importantes se citan, mientras que todas las decisiones relativas a cada sección
se enumeran al final de dicha sección. Esta parte se actualizará periódicamente. Es posible que se proporcionen dichas
actualizaciones previo ser solicitadas.
La Parte Tres contiene una explicación de las cuestiones prácticas relevantes para la representación de víctimas en las
actuaciones ante la Corte. Este Manual no pretende abarcar exhaustivamente los asuntos en cuestión ante la Corte,
sino más bien pretende ofrecer orientación sobre las principales cuestiones relacionadas con la participación de las
víctimas en las actuaciones.
Esperamos que este Manual ayude a los representantes legales en su trabajo diario al representar las opiniones y
observaciones de las víctimas en las actuaciones.
Paolina Massidda
Defensora Principal
Oficina Pública de Defensa de las Víctimas
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Oeste de Europa y otros países.
Por lo tanto, la CPI es el único tribunal internacional existente actualmente cuya jurisdicción, que se
encuentra orientada a personas que hayan cometido los crímenes más graves que afectan a la comunidad
internacional en su conjunto, es potencialmente universal. Su sede se encuentra en la Haya en los Países
Bajos de conformidad con el artículo 3 del Estatuto de Roma.
Sin embargo, el artículo 3 del Estatuto de Roma, interpretado en conjunto con la regla 100 de las Reglas de
Procedimiento y Prueba, ofrece también la posibilidad de que la Corte sesione en otro Estado que no sea
el Estado anfitrión.
El 17 de abril de 2014, el Gobierno de Ucrania presentó una declaración en virtud del apartado 3 del artículo
12 del Estatuto de Roma aceptando la competencia de la Corte sobre presuntos crímenes cometidos en su
territorio del 21 de noviembre de 2013 al 22 de febrero de 2014. El 8 de septiembre de 2015, el Gobierno de
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Ucrania presentó una segunda declaración bajo la misma disposición, aceptando el ejercicio de jurisdicción por
parte de la CPI en relación con presuntos crímenes cometidos en su territorio desde el 20 de febrero de 2014 en
adelante, sin fecha límite.
Si bien la competencia de la Corte suele limitarse a los nacionales o territorios de los Estados Partes o de los
Estados que han aceptado la competencia de la Corte sobre una base ad hoc, existe una excepción. En efecto,
cuando el Consejo de Seguridad, actuando en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, remite
una situación a la Fiscalía, de conformidad con la fracción b del artículo 13 del Estatuto de Roma, la situación
en cuestión puede estar relacionada con crímenes cometidos ocurridos en el territorio y por nacionales de un
Estado no Parte. En su Resolución 1593 (2005) de 1 de marzo de 2005, el Consejo de Seguridad remitió al Fiscal
la situación en Darfur, Sudán desde el 1 de julio de 2002, a pesar de que Sudán no era un Estado parte y no
aceptó la jurisdicción de la Corte de conformidad con el artículo 12 (3) del Estatuto de Roma.
En la misma línea, en su Resolución 1970 (2011) de 26 de febrero de 2011, el Consejo de Seguridad remitió a la
Fiscalía la situación en Libia, que no era Estado Parte, en relación con los delitos de la competencia de la Corte
cometidos en el territorio de Libia o por sus nacionales a partir del 15 de febrero de 2011.
En el momento de la publicación de este Manual, la Fiscalía está llevando a cabo un examen preliminar, con
el propósito de evaluar si una investigación puede ser iniciad, en diversas situaciones, incluidas Afganistán,
Bangladesh/Myanmar, Colombia, Georgia, Guinea, Iraq/UK, Nigeria, Palestina, Filipinas, Ucrania y Venezuela.
el artículo 15”.
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que se requiere para la aprobación de una enmienda al Estatuto.
4. La Corte podrá, de conformidad con el artículo 12, ejercer su competencia sobre un crimen de agresión,
resultante de un acto de agresión cometido por un Estado Parte, salvo que ese Estado Parte haya declarado
previamente que no acepta esa competencia mediante el depósito de una declaración en poder del Secretario. La
retirada de esa declaración podrá efectuarse en cualquier momento y será considerada por el Estado Parte en un
plazo de tres años.
5. Respecto de un Estado no Parte en el presente Estatuto, la Corte no ejercerá su competencia respecto del crimen
de agresión cuando éste sea cometido por los nacionales de ese Estado o en el territorio del mismo.
6. El Fiscal, si llegare a la conclusión de que existe fundamento razonable para iniciar una investigación sobre
un crimen de agresión, verificará en primer lugar si el Consejo de Seguridad ha determinado la existencia de un
acto de agresión cometido por el Estado de que se trate. El Fiscal notificará al Secretario General de las Naciones
Unidas la situación ante la Corte, adjuntando la documentación y otros antecedentes que sean pertinentes.
7. Cuando el Consejo de Seguridad haya realizado dicha determinación, el Fiscal podrá iniciar la investigación
acerca de un crimen de agresión.
8. Cuando no se realice dicha determinación en el plazo de seis meses desde la fecha de notificación, el Fiscal podrá
iniciar los procedimientos de investigación respecto de un crimen de agresión, siempre y cuando la Sección de
Cuestiones Preliminares, de conformidad con el procedimiento contenido en el artículo 15, haya autorizado el
inicio de la investigación sobre un crimen de agresión, y el Consejo de Seguridad no haya decidido lo contrario de
conformidad con el artículo 16.
9. La determinación de que hubo acto de agresión realizada por un órgano ajeno a la Corte no irá en perjuicio de
las propias conclusiones de la Corte en virtud del presente Estatuto.
10. El presente artículo se entenderá sin perjuicio de las disposiciones correspondientes al ejercicio de la
competencia respecto de otros crímenes a los que se hace referencia en el artículo 5.”
Al momento de la publicación de este Manual, la Corte había sido interceptada siete veces sobre la base del
artículo 14 del Estatuto de Roma: Uganda en enero de 2004; por la República Democrática del Congo en abril
de 2004; por la República Centroafricana en enero de 2005; por la República de Malí en julio de 2012; por la
Unión de las Comoras en mayo de 2013; por la República Centroafricana en mayo de 2014; y por un grupo de
Estados, a saber, la República Argentina, Canadá, la República de Colombia, la República de Chile, la República
del Paraguay y la República del Perú, en septiembre de 2018.
Además, el Consejo de Seguridad, actuando en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas,
remitió a la Corte la situación en Darfur (Sudán) el 31 de marzo de 2005 y la situación en Libia el 26 de febrero
de 2011.
En adición, de conformidad con el artículo 15 del Estatuto de Roma, el 31 de marzo de 2010, la Sala de Cuestiones
Preliminares II autorizó el inicio de una investigación sobre la situación en la República de Kenya; el 3 de
El artículo 17 del Estatuto de Roma proporciona los criterios relevantes para evaluar la admisibilidad de
una causa y establece las excepciones de supremacía de la jurisdicción de los Estados.
La Corte resolverá la admisibilidad de una causa como admisible cuando un Estado no esté dispuesto a
llevar a cabo la investigación o el enjuiciamiento o no pueda realmente hacerlo. Se considera que existe una
situación de “no disposición” cuando hay una inconsistencia entre el comportamiento aparente del Estado
(el cual aparenta el cumplimiento de sus obligaciones de investigar y procesar en virtud del Estatuto de
Roma) y los objetivos y motivos subyacentes de tal comportamiento.
• deficiencias institucionales relativas a la independencia e imparcialidad del poder judicial (por ejemplo,
cuando la investigación, el enjuiciamiento o el propio poder judicial se encuentran supeditados a
la autoridad política; o en términos generales, la falta de garantías procesales o la falta de garantías
constitucionales que tutelen la independencia del poder judicial);
• interferencia sistemática del poder ejecutivo en asuntos judiciales;
• falta de parámetros pre-establecidos que rijan la discrecionalidad en la investigación;
• falta de independencia notoria de los jueces y fiscales, a pesar de la existencia de garantías
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constitucionales;
• el recurrir a jurisdicciones especiales o comisiones extrajudiciales para la investigación de crímenes de
la competencia de la Corte;
• la disponibilidad generalizada de los recursos de amnistía o indulto;
• falta de cumplimiento con los estándares internacionalmente reconocidos de debido proceso;
• falta de mecanismos que garanticen la adecuada protección de los testigos;
• corrupción notoria del poder judicial o de otras autoridades, como se muestra por ejemplo, por un
patrón recurrente de resultados preestablecidos de los juicios;
• falta generalizada de las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley;
• obstrucción o retraso de una causa, sea esto debido o no a la participación de autoridades políticas;
• relación personal del juez u otra autoridad a cargo de la causa con el sospechoso o acusado o con las
víctimas;
• nombramiento de un investigador especial facultado para evitar procedimientos penales ordinarios;
• nombramiento de un tribunal secreto;
• procedimiento limitado a un delito, cuando la situación parece implicar la comisión de varios delitos y/o
de delitos de mayor gravedad;
• falsos procesos llevados a cabo respecto al menos de uno de los numerosos presuntos autores;
• ascensos u otros beneficios otorgados a los funcionarios involucrados en la causa;
• la negativa de cooperar o cooperación insuficiente por parte de las autoridades encargadas de hacer
cumplir la ley;
• el error manifiesto de la estrategia de investigación y de las formas específicas en la que se llevan a cabo
las medidas de investigación;
• la intimidación de víctimas y testigos, etc.
2. Dans le mois qui suit la réception de cette notification, un État peut informer la Cour qu’il ouvre ou a ouvert une
enquête sur ses ressortissants ou d’autres personnes sous sa juridiction pour des actes criminels qui pourraient
être constitutifs des crimes visés à l’article 5 et qui ont un rapport avec les renseignements notifiés aux États.
Si l’État le lui demande, le Procureur lui défère le soin de l’enquête sur ces personnes, à moins que la Chambre
préliminaire ne l’autorise, sur sa demande, à faire enquête lui-même.
3. Ce sursis à enquêter peut être réexaminé par le Procureur six mois après avoir été décidé, ou à tout moment où
il se sera produit un changement notable des circonstances découlant du manque de volonté ou de l’incapacité de
l’État de mener véritablement à bien l’enquête modifie sensiblement les circonstances.
4. L’État intéressé ou le Procureur peut relever appel devant la Chambre d’appel de la décision de la Chambre
préliminaire, comme le prévoit l’article 82. Cet appel peut être examiné selon une procédure accélérée.
5. Lorsqu’il sursoit à enquêter comme prévu au paragraphe 2, le Procureur peut demander à l’État concerné de lui
rendre régulièrement compte des progrès de son enquête et, le cas échéant, des poursuites engagées par la suite.
Les États parties répondent à ces demandes sans retard injustifié.
6. En attendant la décision de la Chambre préliminaire, ou à tout moment après avoir décidé de surseoir à son
enquête comme le prévoit le présent article, le Procureur peut, à titre exceptionnel, demander à la Chambre
préliminaire l’autorisation de prendre les mesures d’enquête nécessaires pour préserver des éléments de preuve
dans le cas où l’occasion de recueillir des éléments de preuve importants ne se représentera pas ou s’il y a un risque
appréciable que ces éléments de preuve ne soient plus disponibles par la suite.
7. L’État qui a contesté une décision de la Chambre préliminaire en vertu du présent article peut contester
la recevabilité d’une affaire au regard de l’article 19 en invoquant des faits nouveaux ou un changement de
circonstances notables ».
La excepción refleja el párrafo 2 del artículo 17 del Estatuto de Roma, y se activaría cada vez que los
tribunales nacionales caractericen como un delito común a una conducta que constituya “un grave crimen
de trascendencia internacional”, por ejemplo, cuando el genocidio sea catalogado como homicidio o asalto.
La segunda excepción se basa en que los procedimientos nacionales “[n]o hubiere[n] sido instruido[s] en
forma independiente o imparcial de conformidad con las debidas garantías procesales reconocidas por el derecho
internacional o lo hubiere[n] sido de alguna manera que, en las circunstancias del caso, fuere[n] incompatible con
la intención de someter a la persona a la acción de la justicia” (artículo 20(3)(b) del Estatuto de Roma). Esta
excepción tiene por objeto abarcar los casos de procedimientos nacionales “aparentes”, como también,
aquellos que sean defectuosos debido a la falta de imparcialidad o independencia de las cortes nacionales.
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Artículo 86 del Estatuto de Roma:
Obligación general de cooperar
“Los Estados Partes, de conformidad con lo dispuesto en el presente Estatuto, cooperarán plenamente con la Corte
en relación con la investigación y el enjuiciamiento de crímenes de su competencia”.
La Corte podrá invitar a cualquier Estado no Parte para proporcionar asistencia de conformidad con el
apartado a del párrafo 5 del artículo 87 del Estatuto de Roma.
El Consejo de Seguridad tiene un papel particularmente importante en lo que respecta a la CPI. De hecho,
de conformidad con el Estatuto de Roma, el mismo puede remitir situaciones a la Corte cuando actúa en
virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, incluidas las situaciones que ocurren en el
El Consejo de Seguridad también puede solicitar a la Corte que retrase la investigación o enjuiciamiento por
un periodo de 12 meses a través de una resolución aprobada con arreglo a lo dispuesto en el Capítulo VII de la
Carta de las Naciones Unidas.
Por otra parte, de conformidad con el artículo 2 del Estatuto de Roma, la Corte y las Naciones Unidas
concluyeron en octubre de 2004 un acuerdo relativo a su cooperación. Este acuerdo reconoce las funciones
y mandatos de ambas organizaciones y define la relación entre ellas, así como las modalidades de su
cooperación en cuanto a las cuestiones de interés mutuo.
8. Funcionamiento interno
De conformidad con el artículo 34 del Estatuto de Roma, la Corte está formada por cuatro órganos diferentes.
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incluidos los principios establecidos del derecho internacional de los conflictos armados;
c) En su defecto, los principios generales del derecho que derive la Corte del derecho interno de los sistemas
jurídicos del mundo, incluido, cuando proceda, el derecho interno de los Estados que normalmente ejercerían
jurisdicción sobre el crimen, siempre que esos principios no sean incompatibles con el presente Estatuto ni con el
derecho internacional ni las normas y estándares internacionalmente reconocidos.
2. La Corte podrá aplicar principios y normas de derecho respecto de los cuales hubiere hecho una interpretación
en decisiones anteriores.
3. La aplicación e interpretación del derecho de conformidad con el presente artículo deberá ser compatible con
los derechos humanos internacionalmente reconocidos, sin distinción alguna basada en motivos como el género,
definido en el párrafo 3 del artículo 7, la edad, la raza, el color, el idioma, la religión o el credo, la opinión política
o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición económica, el nacimiento u otra condición.”
Los artículos 22 a 33 del Estatuto de Roma enumeran los principios generales del derecho penal a los que la
Corte está sujeta. La Corte debe asegurar que todos estos principios sean aplicados y respetados en cada etapa
del proceso, desde la investigación hasta la ejecución de la sentencia.
Los principios de responsabilidad penal individual se encuentran expresamente establecidos en los artículos
25 a 29 del Estatuto de Roma. La Corte tendrá competencia con respecto a las personas naturales si los delitos
por los cuales son acusadas fueron cometidos por un solo individuo o por un grupo de personas, y el Estatuto
enumera las distintas formas de la participación en el presunto crimen (comisión, proposición, instigación,
de una orden superior no está, en principio, exenta de su propia responsabilidad penal en conformidad con el
artículo 33 del Estatuto de Roma.
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ii) No hubiere adoptado todas las medidas necesarias y razonables a su alcance para prevenir o reprimir su
comisión o para poner el asunto en conocimiento de las autoridades competentes a los efectos de su investigación
y enjuiciamiento.
b) En lo que respecta a las relaciones entre superior y subordinado distintas de las señaladas en el apartado a), el
superior será penalmente responsable por los crímenes de la competencia de la Corte que hubieren sido cometidos
por subordinados bajo su autoridad y control efectivo, en razón de no haber ejercido un control apropiado sobre
esos subordinados, cuando:
i) Hubiere tenido conocimiento o deliberadamente hubiere hecho caso omiso de información que indicase claramente
que los subordinados estaban cometiendo esos crímenes o se proponían cometerlos;
ii) Los crímenes guardaren relación con actividades bajo su responsabilidad y control efectivo; y
iii) No hubiere adoptado todas las medidas necesarias y razonables a su alcance para prevenir o reprimir su
comisión o para poner el asunto en conocimiento de las autoridades competentes a los efectos de su investigación
y enjuiciamiento.”
Los requisitos tanto de los elementos materiales como mentales constitutivos de un crimen de la competencia
de la Corte son expresados en el artículo 30 del Estatuto de Roma, mientras que los motivos que pueden eximir
la responsabilidad penal del acusado (padecimiento de una enfermedad o deficiencia mental, defensa propia,
error de hecho o error de derecho, etc.) están descritos en los artículos 31 y 32 del Estatuto de Roma.
tipificada como crimen de la competencia de la Corte, o haya hecho caso omiso del riesgo de que ello ocurriere;
c) Actuare razonablemente en defensa propia o de un tercero o, en el caso de los crímenes de guerra, de un bien
que fuese esencial para su supervivencia o la de un tercero o de un bien que fuese esencial para realizar una misión
militar, contra un uso inminente e ilícito de la fuerza, en forma proporcional al grado de peligro para él, un tercero
o los bienes protegidos. El hecho de participar en una fuerza que realizare una operación de defensa no bastará
para constituir una circunstancia eximente de la responsabilidad penal de conformidad con el presente apartado;
d) Hubiere incurrido en una conducta que presuntamente constituya un crimen de la competencia de la Corte
como consecuencia de coacción dimanante de una amenaza de muerte inminente o de lesiones corporales graves
continuadas o inminentes para él u otra persona, y en que se vea compelido a actuar necesaria y razonablemente
para evitar esa amenaza, siempre que no tuviera la intención de causar un daño mayor que el que se proponía
evitar. Esa amenaza podrá:
i) Haber sido hecha por otras personas; o
ii) Estar constituida por otras circunstancias ajenas a su control.
2. La Corte determinará si las circunstancias eximentes de responsabilidad penal admitidas por el presente
Estatuto son aplicables en la causa de que esté conociendo.
3. En el juicio, la Corte podrá tener en cuenta una circunstancia eximente de responsabilidad penal distinta de
las indicadas en el párrafo 1 siempre que dicha circunstancia se desprenda del derecho aplicable de conformidad
con el artículo 21. El procedimiento para el examen de una eximente de este tipo se establecerá en las Reglas de
Procedimiento y Prueba.”
De acuerdo con el párrafo 7 del artículo 64 del Estatuto de Roma, los juicios ante la Corte serán públicos. Sin
embargo, determinadas diligencias pueden efectuarse a puerta cerrada debido a circunstancias especiales, para
proteger a víctimas o testigos, o para proteger la información de carácter confidencial o restringida que haya de
presentarse como prueba.
Antes de iniciar una investigación, ya sea por su propia iniciativa en conformidad con el artículo 15 del Estatuto
de Roma o por una remisión hecha por un Estado de acuerdo con el artículo 14 del Estatuto de Roma o por el
Consejo de Seguridad en conformidad con el párrafo b) del artículo 13 del Estatuto de Roma, el Fiscal tendrá en
cuenta si se cumplen los tres criterios establecidos en el artículo 53 del Estatuto de Roma, es decir, si existe una
base razonable y suficiente de hecho o de derecho, admisibilidad en virtud del artículo 17 del Estatuto de Roma
e interés de la justicia. Durante la investigación, el Fiscal tiene funciones y atribuciones específicas en virtud de
los artículos 54 y 55 del Estatuto de Roma.
Cuando el Fiscal considera que una investigación representa una oportunidad única para recibir el testimonio
o la declaración de un testigo o para examinar, reunir o verificar pruebas que pueden no estar disponibles
posteriormente para efecto del juicio, él o ella informará la Sala de Cuestiones Preliminares de esa oportunidad
La creación de una Sala de Cuestiones Preliminares constituye una innovación en comparación con los
procedimientos ante los Tribunales ad hoc. La Sala de Cuestiones Preliminares (compuesta por tres magistrados,
aunque ciertas funciones pueden también ser llevadas a cabo por un magistrado único) está encargada de, entre
otras cosas, autorizar el inicio de una investigación solicitada por el Fiscal utilizando sus poderes proprio motu
en virtud del artículo 15 del Estatuto de Roma; pronunciarse sobre las cuestiones de admisibilidad de una causa
o competencia de conformidad con los artículos 18 y 19 del Estatuto de Roma; emitir órdenes de detención o
de comparecencia de conformidad con el artículo 58 del Estatuto de Roma; y, en lo que respecta a las víctimas,
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“[c]uando sea necesario, asegurar la protección y el respeto de la intimidad de víctimas y testigos” y “recabar la
cooperación de los Estados […] para adoptar medidas cautelares a los efectos de un decomiso que, en particular,
beneficie en última instancia a las víctimas” de conformidad con el artículo 57 del Estatuto de Roma. Además,
la Sala de Cuestiones Preliminares está a cargo de las actuaciones conducentes a la audiencia de confirmación
de los cargos una vez que la persona buscada por la Corte se encuentra bajo su custodia. Con relación a este
aspecto, la Sala de Cuestiones Preliminares es responsable de la divulgación de información entre la Fiscalía y la
Defensa previa a la audiencia de confirmación de los cargos, y de cualquier asunto relacionado con las pruebas
y la protección de testigos y víctimas. Ver también las reglas 121 a 129 de las Reglas de Procedimiento y Prueba.
De acuerdo con la competencia actual de la Corte, es posible identificar dos diferentes fases dentro de la etapa
de cuestiones preliminares. La fase de la situación en la que los acontecimientos son investigados por la Fiscalía
sin que nadie hubiere sido identificado como presunto autor de los presuntos delitos cometidos dentro de un
territorio bajo la competencia de la Corte (la situación) y la fase que se inicia una vez que el Fiscal solicita a la
Sala de Cuestiones Preliminares emitir una orden de detención o una orden de comparecencia en contra de
una persona que presuntamente ha cometido crímenes de la competencia de la Corte (la causa). Incluso con
la emisión de órdenes de arresto o citación para comparecer, la investigación continúa ya que el Fiscal todavía
puede identificar otros delitos cometidos y/o otros presuntos autores. La distinción entre una situación y una
causa es de particular importancia en lo que respecta a la participación de las víctimas en las actuaciones, y para
efectos de ser permitida dicha participación deberán demostrar el nexo causal, el cual necesariamente difiere
de una instancia a otra.
El juicio se lleva a cabo ante la Sala de Primera Instancia (compuesta por tres magistrados) teniendo como base
los cargos confirmados por la Sala de Cuestiones Preliminares en contra de una persona. En principio, el juicio
se celebra en la sede de la Corte en la Haya de conformidad con el artículo 62 del Estatuto de Roma, y en la
presencia del acusado así como lo indica el artículo 63 del Estatuto de Roma.
La Sala de Primera Instancia debe garantizar que el juicio sea justo y expedito y que se sustancie con pleno
respeto de los derechos del acusado y teniendo debidamente en cuenta la protección de las víctimas y de los
testigos. Entre las disposiciones consagradas a esta etapa central de las actuaciones, el artículo 66 del Estatuto
de Roma reconoce el principio fundamental de la presunción de inocencia y el artículo 67 establece los derechos
del acusado.
El artículo 68 del Estatuto de Roma constituye una disposición fundamental para la participación de las víctimas,
mientras que el artículo 75 del Estatuto de Roma prevé la reparación a las víctimas. La Sala de Primera Instancia
es responsable de los asuntos de divulgación entre la Fiscalía y la Defensa antes del comienzo del juicio, y de
cualquier asunto relacionado con las pruebas y la protección de testigos y víctimas. Para la preparación del juicio
se podrán celebrar reuniones con las partes de conformidad con la regla 132 de las Reglas de Procedimiento y
Prueba y la norma 54 del Reglamento de la Corte. Ver también las reglas 131 a 148 de las Reglas de Procedimiento
y Prueba.
El Fiscal o la persona condenada podrán apelar el fallo condenatorio o absolutorio, o la pena de conformidad
con el artículo 81 del Estatuto de Roma. De acuerdo con el artículo 82 del Estatuto de Roma, otras decisiones
también pueden ser apeladas, como una decisión por la que se autorice o deniegue la libertad de la persona
objeto de investigación o enjuiciamiento y “[u]na decisión relativa a una cuestión que afecte de forma
significativa a la justicia y a la prontitud con que se sustancia el proceso o a su resultado y respecto de la cual,
en opinión de la Sala de Cuestiones Preliminares o la Sala de Primera Instancia, una resolución inmediata
de la Sala de Apelaciones pueda acelerar materialmente el proceso”. Estas apelaciones son conocidas como
apelaciones interlocutorias.
El Representante Legal de las víctimas podrá apelar una orden de reparaciones emitida en virtud del artículo 75
del Estatuto de Roma. El artículo 83 del Estatuto de Roma regula las actuaciones en la apelación. Ver también
las reglas 148 a 158 de las Reglas de Procedimiento y Prueba.
El artículo 75 del Estatuto de Roma provee la posibilidad a las víctimas de obtener reparaciones por el daño
sufrido a causa de los crímenes cometidos en contra de ellos. Los procedimientos de reparaciones pueden ser
iniciados ante la Corte sólo si el acusado es declarado culpable. Hasta ahora, los procedimientos de reparaciones
llevados ante la Corte han sido iniciados cuando un acusado ha sido declarado culpable por la Sala de Juicio y
mientras un proceso de apelación esté pendiente.
De conformidad con el artículo 84 del Estatuto de Roma, la persona condenada o el Fiscal en nombre de
ésta, puede solicitar a la Sala de Apelaciones que revise un fallo definitivo condenatorio o la pena si nuevas
pruebas fueran descubiertas; si se descubriese que una prueba decisiva es falsa o fue sujeta de adulteración o
falsificación; o si uno o más magistrados que intervinieron en el fallo condenatorio o en la confirmación de
los cargos han incurrido, en esa causa, en una falta grave o un incumplimiento grave de sus obligaciones. Ver
también las reglas 159 a 161 de las Reglas de Procedimiento y Prueba.
De acuerdo con los artículos 103 y 104 del Estatuto de Roma “[L]a pena privativa de libertad se cumplirá en
un Estado designado por la Corte sobre la base de una lista de Estados que hayan manifestado a la Corte que
están dispuestos a recibir condenados” y en virtud del artículo 105 del Estatuto de Roma “[l]a pena privativa de
libertad tendrá carácter obligatorio para los Estados Partes, los cuales no podrán modificarla en caso alguno.”
La ejecución de las penas está supeditada a la supervisión de la Corte, mientras que las condiciones de las
penas privativas de libertad se regirán por las leyes aplicables en el Estado de ejecución (artículo 106 a 111 del
Estatuto de Roma y reglas 198 a 225 de las Reglas de Procedimiento y Prueba). Finalmente, el artículo 109 del
Estatuto de Roma establece una obligación para los Estados Partes de ejecutar las multas y órdenes de decomiso
realizadas por la Corte.
Aunque la Declaración de las Víctimas se considera como no vinculante (Soft Law) en el derecho internacional
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público, no se puede subestimar el valor de este instrumento como guía para los Estados así como una
orientación moral en las cuestiones relacionadas con las víctimas.
Durante las negociaciones del Estatuto de Roma se hizo hincapié en asegurar que los valores fundamentales
de la Corte, que son los de promover la paz y seguridad a través de la responsabilización por los crímenes, así
como también el respeto de los derechos y la dignidad de las víctimas, sean respetados. Esta cuestión fue crucial
y crítica, marcada por el claro reconocimiento por parte de los Estados que redactaron y aprobaron el Estatuto,
que la CPI no sólo debe ser retributiva, si no también reparadora.
La definición proporcionada por los artículos 1 y 2 de la Declaración de las Víctimas es importante ya que, por
primera vez, no sólo las víctimas directas, así como sus familiares directos o personas dependientes, fueron
incluidas en la definición, sino también las personas que hubieran sufrido daños al intervenir en la asistencia
de las víctimas.
Dado que el Estatuto de Roma no define el término “víctima”, esta tarea fue dejada al Comité Preparatorio quien
estaba a cargo de la adopción de las Reglas de Procedimiento y Prueba. Durante el debate sobre la adopción
de dicha definición, los delegados tuvieron en cuenta que la definición proporcionada por la Declaración de
las Víctimas podría traer aparejadas dificultades logísticas. En el curso del debate, se plantearon objeciones y
buscaron aclaraciones sobre términos tales como “colectivamente”, “sufrimiento emocional” e incluso sobre
el término “familia”. Como resultado, el régimen intentó limitar cualquier anomalía logística que pudiera
derivarse de la gran cantidad de solicitudes para la participación de víctimas, estableciendo que las modalidades
de su participación en las actuaciones ante la Corte serían decididas por los magistrados. Sin embargo, una
definición se incluyó en la regla 85 de las Reglas de Procedimiento y Prueba .
Del mismo modo, después de un amplio debate acerca de si las personas jurídicas también pueden ser incluidas
en la definición del término “victima”, se alcanzó un compromiso en la letra del párrafo b) de la regla 85
de las Reglas de Procedimiento y Prueba que establece que por las víctimas “se podrá” entender también
organizaciones o instituciones.
Hay que señalar que a través de los textos fundadores de la Corte, numerosos términos se utilizan para referirse
a las víctimas. En cada caso, los términos empleados se refieren a una situación específica de la víctima o la
persona en cuestión. Así los textos se refieren, entre otras cosas, a:
Artículo 18(1) del Estatuto de Roma “El Fiscal, […] cuando lo considere necesario a fin de proteger
personas”
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Artículo 46(3) del Estatuto de Roma “y otras personas que estén en peligro en razón del testimonio
prestado”
Artículo 54(3)(f) del Estatuto de Roma “la protección de una persona”
Regla 16(3) de las Reglas de “víctimas que hayan comunicado su intención de participar en una
Procedimiento y Prueba causa determinada”
Regla 59(1)(b) de las Reglas de “Las víctimas que se hayan puesto ya en contacto con la Corte”
Procedimiento y Prueba
Regla 92(2) de las Reglas de “víctimas o sus representantes legales que hayan participado ya en
Procedimiento y Prueba las actuaciones o, en la medida de lo posible, quienes se hayan puesto
en contacto con la Corte en relación con la situación o la causa de
que se trate”
Regla 93 de las Reglas de “observaciones de las víctimas o sus representantes legales que
Procedimiento y Prueba participen [en las actuaciones] [y] observaciones de otras víctimas”.
Norma 93(1) del Reglamento de la “personas en riesgo en el territorio del Estado en que se esté llevando
Secretaría a cabo una investigación”.
Norma 95 del Reglamento de la “personas que corran riesgo de sufrir perjuicios o estén expuestas a
Secretaría peligro de muerte”.
Norma 96(1) del Reglamento de la “demás personas que se consideren que corran riesgo de sufrir
Secretaría perjuicios o estén expuestas a peligro de muerte en virtud del
testimonio prestado por dichos testigos o como consecuencia de su
contacto con la Corte”
Por lo tanto, parece que el término “persona” se utiliza para referirse a personas que se encuentran en
situaciones muy diferentes, a saber, a las víctimas que soliciten su participación en las actuaciones o en las
reparaciones, o a personas a las que se les concedió el estatus de víctimas en las actuaciones, a los miembros de
sus familias o a cualquier otra persona en situación de riesgo debido a su interacción con la Corte. Se aplica a
las víctimas que participan en los procedimientos ante la Corte en virtud en una decisión sobre su condición por
la Sala correspondiente, pero también se refiere a las víctimas que soliciten su participación en las actuaciones
(véase la subregla 3 de la regla 16 del Reglas de Procedimiento y Prueba) o simplemente a personas que se
hayan comunicado con la Corte aun no siendo solicitantes. (véase el apartado b) de la subregla 1 de la regla 59,
la subregla 2 de la regla 92 y la regla 93 de las Reglas de Procedimiento y Prueba).
En primer lugar, el Estatuto de Roma establece la posibilidad de que las víctimas sean oídas o puedan
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presentar sus observaciones en el marco de procedimientos específicos. En particular, de conformidad con
el párrafo 3 del artículo 15 del Estatuto de Roma, las víctimas podrán presentar observaciones a la Sala de
Cuestiones Preliminares cuando el Fiscal, actuando de oficio, presente una solicitud para la autorización de una
investigación. El Estatuto de Roma también dispone que en caso de que se cuestione la competencia de la Corte
o la admisibilidad de la causa, las víctimas podrán presentar sus observaciones ante la Corte, de conformidad
con el párrafo 3 del artículo 19. Además, de conformidad con la regla 119 de las Reglas de Procedimiento y
Prueba, la Sala de Cuestiones Preliminares tiene que averiguar las opiniones de las víctimas antes de imponer
o modificar condiciones restrictivas de la libertad de la persona bajo custodia de la Corte.
La participación de las víctimas en actuaciones específicas puede ser interpretada por otras disposiciones del
Estatuto de Roma que no confieren explícitamente un papel a las víctimas, pero que al ser leídas conjuntamente
con el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto de Roma pueden autorizar a las víctimas a presentar sus opiniones
y observaciones cuando sus intereses personales se vean afectados. En particular, la subregla 2 de la regla
92 de las Reglas de Procedimiento y Prueba establece que la Corte notifique a las víctimas la decisión del
Fiscal de no abrir una investigación o de no proceder al enjuiciamiento de conformidad con el artículo 53 del
Estatuto de Roma, a fin de que puedan pedir autorización para participar en las actuaciones. En consecuencia,
se puede concluir que las víctimas pueden desempeñar un papel en el marco del procedimiento establecido por
el artículo 53 del Estatuto de Roma. Esta conclusión se encuentra en conformidad con la posibilidad concreta
de que los intereses personales de las víctimas se verían afectados por las decisiones del Fiscal de no iniciar una
investigación o no proceder al enjuiciamiento.
Las víctimas también pueden jugar un papel en el procedimiento iniciado por la Sala de Cuestiones Preliminares
de conformidad con el párrafo 3 del artículo 56 y el apartado c) del párrafo 3 del artículo 57 del Estatuto de
Roma. De hecho, los intereses personales de las víctimas pueden ser afectados por las medidas tomadas para
la protección y privacidad de las víctimas y testigos y la preservación de la prueba. El apartado c) del párrafo
3 del artículo 57 del Estatuto de Roma confiere el poder a la Sala de Cuestiones Preliminares para establecer
dichas medidas cuando fuere necesario. Con respecto a las medidas de protección, el interés personal de las
víctimas parece evidente cuando la Corte decide tomar o negar dichas medidas. En consecuencia, las opiniones
y observaciones de víctimas afectadas, también pueden ser presentadas en el marco de esos procedimientos.
Esta interpretación se ve apoyada por las reglas 87 y 88 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, las cuales
establecen la posibilidad para las víctimas de solicitar medidas de protección o medidas especiales. Con respecto
a la preservación de la prueba, el riesgo de que la prueba pueda desaparecer, ser destruida o sufrir deterioro,
y por lo tanto no estar disponible o dejar de ser útil en el contexto de una investigación o enjuiciamiento
representa una preocupación importante para las víctimas. El Estatuto de Roma establece un mecanismo para
hacer frente a este riesgo, en particular mediante el establecimiento de un procedimiento destinado a preservar
una “oportunidad única de proceder a una investigación” en virtud del artículo 56, el cual puede activarse
por una petición del Fiscal o por iniciativa de la Sala de Cuestiones Preliminares. Nada de lo dispuesto en el
Estatuto impide que la Sala solicite a las víctimas que presenten sus opiniones y observaciones con respecto a
esta cuestión.
Por último, la regla 93 de las Reglas de Procedimiento y Prueba establece que la Corte no sólo podrá recabar
observaciones de las “[v]íctimas o sus representantes legales que participen con arreglo a las reglas 89 a 91
sobre cualquier cuestión”, pero también “[o]bservaciones de otras víctimas”. Esta disposición fue redactada
como un compromiso entre las delegaciones que abogaban por una participación más amplia de las víctimas
durante todo el juicio y aquellos que tenían un enfoque más restrictivo. La formulación de dicha disposición
permite una interpretación amplia del término “otras víctimas”, el cual puede ser interpretado como cualquier
víctima en el marco del párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto de Roma.
Con el fin de participar con eficacia y teniendo en cuenta la complejidad de las actuaciones ante la Corte, las
víctimas son libres de elegir a su Representante Legal, siempre que este último cumpla con el criterio de 10
años de experiencia profesional en procesos penales, ya sea en calidad de juez, abogado, fiscal u otra función
similar; el dominio de uno de los idiomas de trabajo de Corte, no haya sido condenado por un delito penal y
no haya sido objeto de un procedimiento disciplinario en su país de residencia. Teniendo en cuenta el potencial
gran número de víctimas que buscan participación en las actuaciones, la Corte podrá invitar a que ellas sean
representadas colectivamente. En este caso la Sala y la Secretaría deberán asegurarse de que se tengan en
comunes. La Secretaría, para facilitar la coordinación de la representación legal de las víctimas, podrá prestar
asistencia y, entre otras cosas, remitir a las víctimas a una lista de abogados, que ella misma llevará, o sugerir uno
o más representantes comunes.
3. Si las víctimas no pudieren elegir uno o más representantes comunes dentro del plazo que fije la Sala, ésta podrá
pedir al Secretario que lo haga.
4. La Sala y la Secretaría tomarán todas las medidas que sean razonables para cerciorarse de que, en la selección
de los representantes comunes, estén representados los distintos intereses de las víctimas, especialmente según lo
previsto en el párrafo 1 del artículo 68, y se eviten conflictos de intereses.
5. La víctima o el grupo de víctimas que carezca de los medios necesarios para pagar un Representante Legal común
designado por la Corte podrá recibir asistencia de la Secretaría e incluida, según proceda, asistencia financiera.
6. El Representante Legal de la víctima o las víctimas deberá reunir los requisitos enunciados en la subregla 1 de
la regla 22”.
Los Representantes legales de las víctimas asistirán a las actuaciones ante la Corte. Sin embargo, las modalidades
de participación serán decididas por las Salas correspondientes.
De conformidad con la subregla 3 de la regla 91 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, los Representantes
legales de las víctimas deberán ser autorizados por la Sala correspondiente si desean interrogar a un testigo,
a un perito o al acusado. Estos límites no se aplican durante la etapa del procedimiento que se ocupa de las
reparaciones de los daños sufridos por las víctimas. Durante esta etapa, de conformidad con la subregla 4 de la
regla 91 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, las restricciones sobre el interrogatorio no serán aplicables.
Los Representantes legales gozan de las mismas prerrogativas y tienen las mismas obligaciones que un abogado
de la Defensa. Por lo tanto, las disposiciones en los textos legales de la Corte relativas a cuestiones de asistencia
son aplicables a todos los abogados que comparecen ante la Corte.
Introducción a la Corte Penal Internacional y al papel de las víctimas | La Corte Penal Internacional y las víctimas
Un examen más sistemático del Estatuto de Roma y de las Reglas de Procedimiento y Prueba permite extraer
con mayor precisión el marco en el que las víctimas puedan ejercer su derecho a participar en el procedimiento
ante la Corte. De hecho las víctimas, a través de sus Representantes legales podrán:
• Asistir y participar en las audiencias de la Corte “[a] menos que, en las circunstancias del caso, la
Sala sea de opinión de que la intervención del Representante Legal deba limitarse a presentar por
escrito observaciones o exposiciones”, de conformidad con la subregla 2 de la regla 91 de las Reglas de
Procedimiento y Prueba;
• Presentar alegatos iniciales y finales, de conformidad con la subregla 1 de la regla 89 de las Reglas de
Procedimiento y Prueba;
• Presentar sus opiniones y observaciones, de conformidad con el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto de
Roma y regla 89 de las Reglas de Procedimiento y Prueba;
• Presentar escritos a la Sala de Cuestiones Preliminares en relación a una solicitud de autorización de
apertura de una investigación, de conformidad con el párrafo 3 del artículo 15 del Estatuto de Roma y
la subregla 3 de la regla 50 de las Reglas de Procedimiento y Prueba;
• Presentar observaciones a la Corte en las actuaciones en las que se cuestione la competencia o la
admisibilidad de la causa, de acuerdo con el párrafo 3 del artículo 19 del Estatuto de Roma;
• Solicitar a la Sala que ordene medidas para la protección de su seguridad, bienestar psicológico, dignidad
y vida privada, de conformidad con el párrafo 1 del artículo 68 del Estatuto de Roma y la subregla 1 de
la regla 87 de las Reglas de Procedimiento y Prueba; y
• Solicitar a la Sala que ordene medidas especiales, de conformidad con el párrafo 1 del artículo 68 del
Estatuto de Roma y la subregla 1 de la regla 88 de las Reglas de Procedimiento y Prueba.
La posibilidad que poseen las víctimas de participar en las actuaciones ante la Corte presentando observaciones
o alegatos es factible ya que las víctimas o sus Representantes legales deberán ser notificados del procedimiento
en cuestión y/o de las decisiones correspondientes y/o de los materiales de conformidad con la regla 92 de
las Reglas de Procedimiento y Prueba. Esta obligación vinculante para la Secretaría y/o el Fiscal se reafirma
también en el marco de los derechos específicos concedidos a las víctimas en las actuaciones ante la Corte.
A pesar de los numerosos conflictos de la segunda mitad del siglo XX, fue en 1991 que se creó un sistema de
compensación por parte del Estado infractor para las víctimas de guerra. De hecho, ante las consecuencias
de la Guerra del Golfo, el Consejo de Seguridad estableció una Comisión para encargarse de las peticiones
originadas por la ocupación de Kuwait y decidir sobre la indemnización de los mismos.
Sin embargo, en la actualidad, se reconoce que las víctimas de los crímenes internacionales pueden reclamar
reparación por el daño sufrido. De hecho, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó en diciembre
de 2005 la Resolución 60/147 que señala que las víctimas tienen derecho a las siguientes formas de reparación:
restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y garantías de no repetición, también conocida como los
Principios de Van Boven.
La compensación puede ser pagada directamente por el condenado o a través del Fondo Fiduciario para las
Víctimas que se suministra con el producto de los bienes confiscados y es complementado por contribuciones
voluntarias. Además, la regla 97 de las Reglas de Procedimiento y Prueba deja claro que las órdenes de
reparación se pueden hacer de forma individualizada, colectiva, o ambas. También específica que la propia
Corte evalúe la magnitud de los daños, pérdidas o lesiones de la víctima, si es necesario nombra a peritos que
le auxilien, e invite a las víctimas o a sus Representantes legales a formular observaciones sobre los informes
hechos por los peritos.
La Corte también puede conceder reparaciones por su propia iniciativa. Si este fuera el caso, informará de ello al
acusado y a las víctimas en la medida de lo posible. La Corte está obligada a dar publicidad, lo más ampliamente
posible, de los procedimientos de reparación, si es necesario buscará la cooperación de los Estados Partes, a fin
de que el mayor número de víctimas sea capaz de realizar su solicitud. Si el número de víctimas es importante,
la Corte puede considerar reparaciones colectivas como las más apropiadas y por lo tanto, decidir que el monto
de la reparación exigido a la persona condenada, sea depositado en el Fondo Fiduciario para las Víctimas.
El Fondo Fiduciario también recibirá los fondos de compensación en caso de que sea imposible llegar a las
víctimas individuales
Estas disposiciones constituyen una verdadera novedad teniendo en cuenta que los tribunales ad hoc fueron
dotados sólo con un mandato muy limitado en relación con el otorgamiento de reparaciones: de acuerdo con el
artículo 24-3 del Estatuto del TPIY y 23 3 del Estatuto del TPIR, estos tribunales pueden: “[TRADUCCIÓN] [a]
demás del encarcelamiento, […] ordenar la restitución a sus propietarios legítimos de todos los bienes y recursos
que les hayan sido arrebatados por medios ilícitos, incluyendo la coerción”. Además, como los tribunales ad
hoc, el Tribunal Especial para Timor Oriental y el Tribunal Especial para Sierra Leona no pueden emitir órdenes
de reparación, a pesar de que sus estatutos fueron inspirados en gran medida por el Estatuto de Roma.
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Artículo 79 del Estatuto de Roma:
Fondo fiduciario
“1. Por decisión de la Asamblea de los Estados Partes se establecerá un fondo fiduciario en beneficio de las víctimas
de crímenes de la competencia de la Corte y de sus familias.
2. La Corte podrá ordenar que las sumas y los bienes que reciba a título de multa o decomiso sean transferidos al
Fondo Fiduciario.
3. El Fondo Fiduciario será administrado según los criterios que fije la Asamblea de los Estados Partes”.
El Fondo Fiduciario también podrá utilizar las contribuciones que recibe para financiar proyectos en beneficio
de las víctimas y sus familias. Los fondos recaudados provienen de dos fuentes principales: en primer lugar,
de multas, decomisos y de las órdenes de reparaciones ordenadas por la Corte en contra de los condenados;
en segundo lugar, los fondos provenientes de contribuciones voluntarias de gobiernos, organizaciones
internacionales e individuos.
El Fondo Fiduciario informa anualmente a la Asamblea de Estados Partes, quien formula recomendaciones
sobre la mejor gestión posible de los fondos financieros.
El artículo 68 del Estatuto de Roma es el artículo central en materia de protección de las víctimas y de los
testigos.
2. Como excepción al principio del carácter público de las audiencias establecido en el artículo 67, las Salas de la
Corte podrán, a fin de proteger a las víctimas y los testigos o a un acusado, decretar que una parte del juicio se
celebre a puerta cerrada o permitir la presentación de pruebas por medios electrónicos u otros medios especiales.
En particular, se aplicarán estas medidas en el caso de una víctima de violencia sexual o de un menor de edad
que sea víctima o testigo, salvo decisión en contrario adoptada por la Corte atendiendo a todas las circunstancias,
especialmente la opinión de la víctima o el testigo.
[…]
5. Cuando la divulgación de pruebas o información de conformidad con el presente Estatuto entrañare un peligro
grave para la seguridad de un testigo o de su familia, el Fiscal podrá, a los efectos de cualquier diligencia anterior
al juicio, no presentar dichas pruebas o información y presentar en cambio un resumen de éstas. Las medidas de
esta índole no podrán redundar en perjuicio de los derechos del acusado o de un juicio justo e imparcial ni serán
incompatibles con éstos.
[…] ”
Las medidas de protección para las víctimas y los testigos son de gran importancia ya que los alienta a mantener
comunicación con la Corte y a testificar sin poner en peligro su seguridad. Sin embargo, estas medidas no
pueden ser aplicadas de manera que sean perjudiciales o incompatibles con los derechos del sospechoso o
acusado o con un juicio justo e imparcial. El párrafo 6 del artículo 43 del Estatuto de Roma establece la creación
de una Dependencia de Víctimas y Testigos dentro de la Secretaría con el fin de ayudar y asesorar a las víctimas
y testigos, así como a las Salas y a los participantes sobre medidas de protección y disposiciones de seguridad.
Esta unidad es la única expresamente mencionada en materia de protección en el Estatuto de Roma. Asimismo,
la protección se extiende a las personas que están en peligro en razón del testimonio prestado por una persona,
por ejemplo, los familiares de testigos y de manera general a personas que se encuentren en riesgo por tener
interacción con la Corte.
La Sala puede ordenar medidas de protección para una víctima, testigo u otra persona que se encuentre en
riesgo por motivo de un testimonio brindado por un testigo o por medidas destinadas a facilitar el testimonio
de un testigo o la comparecencia de vícimas ante ella.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Función y mandato de la Oficina Pública de Defesa de las víctimas
conformidad con los párrafos 1 y 2 del artículo 68, ordenar que se adopten medidas para proteger a una víctima,
un testigo u otra persona que corra peligro en razón del testimonio prestado por un testigo. La Sala, antes de
ordenar la medida de protección, y, siempre que sea posible, recabará el consentimiento de quien haya de ser objeto
de ella.
2. La solicitud que se presente en virtud de la subregla 1 se regirá por la regla 134, salvo que:
a) Esa solicitud no será presentada ex parte;
b) La solicitud que presente un testigo o una víctima o su Representante Legal, de haberlo, será notificada tanto al
Fiscal como a la defensa y ambos tendrán la oportunidad de responder;
c) La solicitud que se refiera a un determinado testigo o una determinada víctima será notificada a ese testigo o
víctima o a su Representante Legal, de haberlo, así como a la otra parte, y se dará a todos ellos oportunidad de
responder;
d) Cuando la Sala actúe de oficio se notificará al Fiscal y a la Defensa, así como al testigo o la víctima que hayan de
ser objeto de la medida de protección o su Representante Legal, de haberlo, a todos los cuales se dará oportunidad
de responder; y
e) Podrá presentarse la solicitud en sobre sellado, caso en el cual seguirá sellada hasta que la Sala ordene otra cosa.
Las respuestas a las solicitudes presentadas en sobre sellado serán presentadas también en sobre sellado.
3. La Sala podrá celebrar una audiencia respecto de la solicitud presentada con arreglo a la subregla 1, la cual se
realizará a puerta cerrada, a fin de determinar si ha de ordenar medidas para impedir que se divulguen al público
o a los medios de prensa o agencias de información la identidad de una víctima, un testigo u otra persona que
corra peligro en razón del testimonio prestado por uno o más testigos, o el lugar en que se encuentre; esas medidas
podrán consistir, entre otras, en que:
a) El nombre de la víctima, el testigo u otra persona que corra peligro en razón del testimonio prestado por un
testigo o la información que pueda servir para identificarlos sean borrados del expediente público de la Sala;
b) Se prohíba al Fiscal, a la Defensa o a cualquier otro participante en el procedimiento divulgar esa información
a un tercero;
c) El testimonio se preste por medios electrónicos u otros medios especiales, con inclusión de la utilización de
medios técnicos que permitan alterar la imagen o la voz, la utilización de tecnología audiovisual, en particular las
videoconferencias y la televisión de circuito cerrado, y la utilización exclusiva de medios de transmisión de la voz;
d) Se utilice un seudónimo para una víctima, un testigo u otra persona que corra peligro en razón del testimonio
prestado por un testigo; o
e) La Sala celebre parte de sus actuaciones a puerta cerrada”.
Finalmente, se debe señalar que algunas personas pueden gozar de un doble estatus. De hecho, una víctima
también puede ser llamada como testigo por la Fiscalía, la Defensa o por un Representante Legal.
El propósito de la creación de la Oficina Pública de Defensa de las Víctimas es proporcionar apoyo y asistencia a
las víctimas y a sus Representantes legales de conformidad con las normas 80 y 81 del Reglamento de la Corte.
Desde su comienzo en septiembre de 2005, la Oficina ha asistido a representantes legales externos en todas las
situaciones y causaos ante la Corte. Les ha proporcionado consejos legales/investigaciones, una representación
legal directa en los procedimientos, y las Salas han mantenido su práctica de conformidad con el mandado
de la Oficina de ser designada como Representante legal de los solicitantes que no estén representados y, en
cierta medida, de víctimas que participan en las actuaciones. La intervención de la Oficina en las diferentes
situaciones y causaos y de diferentes formas permitió a sus miembros adquirir una experiencia específica sobre
cuestiones relacionadas con víctimas, en particular la gestión de un número de víctimas potencialmente elevado
considerando que la oficina ha sido asignada a distintas causas que se desarrollan simultáneamente..
Con arreglo al numeral 2 de la norma 81 del Reglamento de la Corte, la Oficina funciona de manera independiente.
En consecuencia, sus miembros no reciben instrucciones de nadie en relación con el cumplimiento de su manado.
Por lo tanto, la Oficina es parte de la Secretaría únicamente con fines administrativos. Esta independencia es un
requisito previo para el cumplimiento de su mandato de asistencia a los Representantes legales de las víctimas
y de asistencia y representación de las víctimas. Dicha independencia permite a la Oficina trabajar sin estar
sujeta a ningún tipo de presión y mantiene la relación privilegiada entre las víctimas y sus Representantes
legales. Como consecuencia, en el desempeño de su mandato, los miembros de la Oficina están sujetos a las
disposiciones establecidas en el Código de conducta profesional de los abogados ante la CPI. En la realización
de sus tareas, la Oficina toma en cuenta las cuestiones relacionadas con la seguridad y la protección de las
víctimas, y procura respetar la voluntad de las víctimas, así como el idioma que ellas hablan y los problemas
específicos relacionados con cuestiones de género y niños.
Como parte de su papel de representar el interés general de las víctimas y acrecentar la conciencia de las
víctimas sobre sus derechos y prerrogativas dentro del Estatuto de Roma y las Reglas de Procedimiento y
Prueba, la Oficina participa en las actividades de divulgación para los miembros de la judicatura, los abogados
y la sociedad civil en los países en donde existen investigaciones y/o causas, así como en otros países. La
Oficina también ha participado en varias conferencias y seminarios sobre cuestiones de víctimas y en varias
publicaciones.
La Oficina ha logrado promover, en un corto periodo de tiempo, numerosos objetivos que abogan por los
derechos de las víctimas en el derecho penal internacional, los cuales incluyen:
i) Facilitar el proceso por el cual las víctimas, a través de su participación ante la Corte, pueden “contar su
historia” y tener una voz reconocida en el proceso,
ii) Contribuir a una percepción general por las víctimas de su capacidad de influir en el proceso ante la
Corte respondiendo activamente a las solicitudes de información y ayudándoles a entender los pasos
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
[TRADUCCIÓN] El Estatuto otorga a las víctimas una voz y un rol independientes en las actuaciones ante la
Corte y, en consecuencia, dicha independencia debe ser preservada, incluso vis-à-vis el Fiscal, para que las
víctimas puedan presentar sus intereses.
Véase n° ICC-01/04-101-tEN-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I, 17 de enero de 2006, párr. 51. Véase
también n° ICC-02/04-01/05-155, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 9 de febrero de
2007, pág. 4.
[TRADUCCIÓN] Los intereses personales de las víctimas se ven afectados en general en la fase de investigación,
ya que la participación de las víctimas durante esta fase puede servir para aclarar los hechos, sancionar a los
autores de los crímenes y solicitar reparación por los daños sufridos.
Véase n° ICC-01/04-101, Sala de Cuestiones Preliminares I, 17 de enero de 2006, párr. 63. Véase también
n° ICC-01/04-01/07-357, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 2 de abril de 2008, pág. 7.
[TRADUCCIÓN] El Estatuto otorga a las víctimas una voz y un rol independientes en las actuaciones ante la
Corte y, en consecuencia, dicha independencia debe ser preservada, incluso vis-à-vis el Fiscal, para que las
víctimas puedan presentar sus intereses.
Véase n° ICC-01/04-101, Sala de Cuestiones Preliminares I, 17 de enero de 2006, párr. 51. Véase también n°
ICC-02/04-01/05-155, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 9 de febrero de 2007, pág. 4.
[TRADUCCIÓN] Se debe considerar cuidadosamente, caso por caso, toda determinación por parte de la
Sala de Apelaciones referente a si los intereses personales de las víctimas se ven afectados con respecto a
una apelación en particular. De hecho, según la Sala de Apelaciones, se habrá de valorar en cada caso si los
intereses reivindicados por las víctimas son ciertamente intereses personales o si, por el contrario, corresponden
a la función asignada al Fiscal. Incluso cuando los intereses personales de las víctimas se vieren afectados
en el sentido del párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto, según lo dispuesto en dicho artículo, la Corte deberá
determinar si es conveniente presentar sus opiniones y observaciones en dicha fase del juicio, y garantizar que
toda participación se realice de manera que no redunde en detrimento de los derechos del acusado o de un
juicio justo e imparcial ni sea incompatible con éstos.
Véase nº ICC-01/04-01/06-925 OA 8, Sala de Apelaciones, 13 de junio de 2007, párr. 28. Véase también
nº ICC-01/04-01/06-824-tSPA OA 7, Sala de Apelaciones, 13 de febrero de 2007, párr. 39; nº ICC-01/04-
01/06-1335 OA 9 OA 10, Sala de Apelaciones, 16 de mayo de 2008, párrs. 34-36; nº ICC-01/05-01/08-566
OA 2, Sala de Apelaciones, 20 de octubre 2009, párrs. 15-17; nº ICC-01/04-01/06-2205 OA 15 OA 16, Sala
de Apelaciones, 8 de diciembre de 2009, párrs. 34-36 y nº ICC-01/04-01/10-509 OA 4, Sala de Apelaciones,
2 de abril de 2012, párr. 9.
[TRADUCCIÓN] Por lo general el requisito de que el “interés personal” de las víctimas deba ser afectado, se
cumple siempre que la víctima solicite su participación en las actuaciones después de la emisión de una orden
de detención o una orden de comparecencia (es decir, en una causa). De hecho, que los intereses personales de
la víctima se vean afectados con respecto a las actuaciones relacionadas con el crimen en el que esta víctima está
presuntamente involucrada se encuentra en total conformidad con la naturaleza de la Corte, institución judicial
cuya misión es la de poner fin a la impunidad de los crímenes más graves.
Véase n° ICC-02/04-101, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 10 de agosto de 2007,
párrs. 9 y 10.
[TRADUCCIÓN] Especificar la naturaleza y el alcance de las actuaciones en las cuales las víctimas pueden
participar en el contexto de una situación, antes y/o independientemente, de una causa, es fundamental
para garantizar la previsibilidad de los procedimientos y en última instancia, la seguridad y la eficacia de la
participación de las víctimas.
Véase n° ICC-02/04-101, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 10 de agosto de 2007, párr.
88.
[TRADUCCIÓN] Parece poco discutible que los intereses personales de las víctimas pueden verse afectados por
la adopción, o no adopción, de medidas sobre su seguridad y su vida privada. Por consiguiente, sería coherente
con el artículo 68, párrafo 3, y apropiado para las víctimas (en particular las víctimas que puedan verse afectadas
por las medidas en cuestión) ser autorizadas a presentar sus “opiniones y observaciones” relacionadas con estos
fines, incluso antes e independientemente de que su estatus de víctima en una causa determinado haya sido
concedido. En particular, la participación dentro de este contexto puede adoptar la forma de autorización para
[TRADUCCIÓN] La evaluación de los intereses personales de las víctimas en procedimientos específicos que
se desarrollen durante la investigación de una situación y en la etapa de cuestiones preliminares de una causa
se lleva a cabo sólo para determinar el conjunto específico de derechos procesales vinculados al estatus procesal
de víctima.
Véase n° ICC-02/05-111-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 14 de diciembre de
2007, párr. 13.
[TRADUCCIÓN] La cuestión de si los “intereses personales” se ven afectados depende necesariamente de los
hechos. La Sala de Primera Instancia evaluará si los intereses de las víctimas se relacionan con el “resumen
de presentación de pruebas” de la Fiscalía y para ello contará con la ayuda del informe sobre las solicitudes
presentado por la Sección de Participación y Reparación de las Víctimas de la Secretería de conformidad con la
norma 86 del Reglamento de la Corte.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1119, Sala de Primera Instancia I, 18 de enero de 2008, párr. 102.
[TRADUCCIÓN] La participación de las víctimas en las actuaciones no se limita al interés en recibir reparaciones
y, evidentemente, sus intereses personales no se limitan a cuestiones relativas a las reparaciones.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1119, Sala de Primera Instancia I, 18 de enero de 2008, párr. 98.
[TRADUCCIÓN] Cuando el derecho a la verdad deba ser satisfecho a través de procedimientos penales, las
víctimas tienen un interés fundamental en que el resultado de tales procedimientos: (i) aporte claridad acerca
de lo que realmente sucedió, y (ii) reduzca las posibles diferencias entre las conclusiones de hecho resultantes
del proceso penal y la verdad.
La cuestión de la culpabilidad o inocencia de los procesados ante la Corte no sólo es pertinente, sino que
también afecta a los intereses fundamentales de aquellos a los que se les ha concedido el estatus procesal de
víctima en cualquier causa ante la Corte, en la medida en que esta cuestión está inherentemente vinculada a la
satisfacción de su derecho a la verdad.
El interés central de las víctimas en la búsqueda de la verdad sólo puede cumplirse si (i) los responsables de
los crímenes por los que ellas sufrieron daños han sido declarados culpables, y (ii) aquellos no responsables
por esos crímenes son absueltos, para que la búsqueda de aquellos penalmente responsables pueda continuar.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de mayo de 2008,
párrs. 34-36.
[TRADUCCIÓN] Los intereses de las víctimas van más allá de la determinación de lo sucedido y la identificación
de los responsables, y se extienden a asegurar un cierto grado de castigo para aquellos que son responsables de
cometer los crímenes por los que ellos sufrieron daños.
Estos intereses - concretamente, la identificación, el enjuiciamiento y el castigo de aquellos que los han
victimizado para impedir su impunidad - constituyon la raíz del derecho a la justicia bien establecido para las
víctimas de violaciones graves de derechos humanos, que los órganos internacionales de derechos humanos
han diferenciado del derecho a reparación de las víctimas.
Véase n° ICC-01/047-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de mayo de 2008,
párrs. 38-39.
[TRADUCCIÓN] Las víctimas en el proceso penal tienen un interés central en que el resultado de dicho proceso
conduzca a la identificación, al enjuiciamiento y al castigo de aquellos que las han victimizado.
La cuestión de la culpabilidad o inocencia de los acusados ante esta Corte no sólo es pertinente, sino que
también afecta a los intereses fundamentales de aquellos a los que se les ha concedido el estatus procesal
de víctima en cualquier causa ante la Corte, porque este tema se encuentra estrechamente vinculado a la
satisfacción de su derecho a la justicia.
[TRADUCCIÓN] El análisis de si los intereses personales de las víctimas se ven afectados en virtud del párrafo
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
3 del artículo 68 del Estatuto debe ser llevado a cabo en relación con las etapas del proceso, y no en relación
con cada actividad procesal específica o elemento de prueba abordados en una etapa determinada del proceso.
La etapa de cuestiones preliminares de una causa es la etapa del proceso en relación con la cual se realiza el
análisis para establecer si los intereses personales de las víctimas se ven afectados en virtud del párrafo 3 del
artículo 68 del Estatuto.
Los intereses de las víctimas se ven afectados en esta etapa del proceso [etapa de cuestiones preliminares
de una causa] ya que es una etapa esencial del proceso que tiene por objeto determinar si existen pruebas
suficientes de que hay motivos fundados para creer que los sospechosos son responsables por los crímenes
incluidos en el Documento en que se formulan los cargos de la Fiscalía, y por tanto: 1) esta es una etapa del
procedimiento conveniente para la participación de las víctimas en todas las causas ante la Corte, 2) no hay
necesidad de revisar esta conclusión cada vez que se inicie una nueva causa ante la Corte; 3) el estatus procesal
de víctima existe en la etapa de cuestiones preliminares de una causa ante la Corte.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de mayo de 2008,
párr. 45. Véase también n° ICC-01/04-444, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 6 de
febrero de 2008, págs. 8 y 10 y n° ICC-02/05-121, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 6
de febrero de 2008, pág. 6.
[TRADUCCIÓN] El objeto y la fina del párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto y las reglas 91 y 92 de las Reglas
es proporcionar a las víctimas un papel significativo en el proceso penal ante la Corte (incluyendo la etapa de
cuestiones preliminares de una causa) para que puedan tener un impacto sustancial en el proceso.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de mayo de 2008,
párr. 157.
[TRADUCCIÓN] En su solicitud para participar en una apelación interlocutoria, las víctimas demostraron
exitosamente que sus intereses se han visto afectados, ya que podían perder los derechos que habían adquirido
previamente a través de su estatus de víctima de la situación.
Véase n° ICC-01/04-503 OA4 OA5 OA6, Sala de Apelaciones, 30 de junio de 2008, párr. 97.
[TRADUCCIÓN] Con el fin de obtener permiso para expresar sus “opiniones y observaciones” en el juicio, el
Estatuto exige que las víctimas puedan demostrar que sus intereses personales se ven afectados. En consecuencia,
la Sala no puede conceder dicho permiso cuando es evidente que la intervención de un Representante Legal
no está relacionada con los intereses personales de cualquiera de las víctimas representadas por ese abogado.
La Sala es consciente del hecho de que puede haber numerosos intereses. A la luz de la información contenida
en las solicitudes de participación que se han presentado en este caso, ella señala que las víctimas no sólo están
buscando obtener una reparación, sino que también mencionan otros motivos, tales como la búsqueda de la
determinación de la verdad sobre los hechos que han experimentado, o la aspiración de ver ante la justicia a los
autores de los crímenes que sufrieron.
Cuando las víctimas buscan obtener reparación, la Sala puede considerar ejercitar su facultad discrecional de
conformidad con la norma 56 del Reglamento de la Corte de oír testigos y examinar las pruebas. La Sala
considera que el único interés legítimo que las víctimas pueden invocar cuando se trata de establecer los hechos
que son objeto del procedimiento es el de contribuir a la determinación de la verdad, ayudando a la Sala a
establecer lo que exactamente ocurrió. Esto lo pueden hacer poniendo a disposición de la Sala su conocimiento
de los antecedentes de la causa o señalándole información pertinente de la cual la Sala no era consciente. En
este último caso, la Sala también puede considerar apropiado que una determinada víctima declare en persona.
Véase n° ICC-01/04-01/07-1788, Sala de Primera Instancia II, 22 de enero de 2010, párrs. 58-60.
[TRADUCCIÓN] La Sala considera que la determinación de si los intereses personales de las víctimas justifican
su intervención o participación, por ejemplo, mediante la presentación de sus opiniones y observaciones,
haciendo preguntas o simplemente asistiendo a las audiencias, exige que se tenga en cuenta una amplia
variedad de cuestiones que incluirá el tiempo de dicha participación, ya que, diferentes consideraciones pueden
aplicarse durante las diversas etapas del juicio.
En este contexto, la debida salvaguardia de la defensa no se encuentra en el intento de aplicar diferentes
estándares o definiciones al concepto de intereses personales de las víctimas con base en que la parte o el
participante llame a un testigo determinado, sino en garantizar que la forma y el tiempo de las preguntas
no podrán redundar en detrimento de los derechos del acusado o de un juicio justo e imparcial ni serán
incompatibles con éstos. Este es un tema esencialmente basado en los hechos, que no se puede determinar de
[TRADUCCIÓN] En lo que respecta al requerimiento de que los intereses personales de las víctimas se vean
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
afectados, conforme a lo dispuesto en el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto, la magistrada única considera
que los intereses personales de las víctimas pueden verse afectados por el resultado de la Audiencia de
Confirmación de los Cargos en el sentido en que la audiencia tiene el objetivo de i) confirmar los cargos en
contra de los responsables de cometer los crímenes que les causaron el daño sufrido, o ii) no confirmar los
cargos en contra de aquellos que no sean responsables de tales crímenes, para permitir la continuación de la
búsqueda de aquellos que tienen responsabilidad penal.
Véase n° ICC-01/04-01/10-351, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 11 de agosto de 2011,
párr. 23.
[TRADUCCIÓN] Las cuestiones en apelación están vinculadas a la evaluación de las pruebas en la audiencia
de confirmación y al alcance de la responsabilidad penal individual conforme a lo establecido en el apartado
d) del párrafo 3 del artículo 25 del Estatuto. La Fiscal, al formular esta apelación, sostiene que las conclusiones
erróneas de la Sala de Cuestiones Preliminares respecto a dichas cuestiones afectaron materialmente la decisión
de no confirmar los cargos contra el Sr. Mbarushimana. Si se confirma la decisión impugnada, y con sujeción
al párrafo 8 del artículo 61 del Estatuto, las víctimas no tendrán la oportunidad de presentar sus opiniones y
observaciones durante el juicio ni podrán pedir reparaciones ante la Corte. Por lo tanto, la Sala de Apelaciones
considera que los intereses personales de las víctimas se ven afectados por esta apelación.
Véase nº ICC-01/04-01/10-509 OA 4, Sala de Apelaciones, 2 de abril de 2012, párr. 10.
[TRADUCCIÓN] Asimismo, la Sala opina que la presencia de los Representantes legales está justificada, puesto
que los puntos que se han de tratar en la audiencia y las reuniones con las partes en julio son relevantes para la
solicitud de sobreseimiento provisional, así como para la sustanciación del procedimiento en su conjunto. Por lo
tanto, los intereses de las víctimas pueden verse afectados por ciertos puntos expuestos en la agenda preliminar.
Véase nº ICC-02/05-03/09-366, Sala de Primera Instancia IV, 6 de julio de 2012, párr. 9.
[TRADUCCIÓN] La Magistrada única señala que la regla 59(1) de las Reglas dispone que el Secretario informará
a “las víctimas que se hayan puesto ya en contacto con la Corte en relación con esa causa o sus representantes
legales” sobre cualquier impugnación de la admisibilidad del caso. Las víctimas tienen derecho a presentar
observaciones con respecto a una impugnación de la admisibilidad del caso, según lo establecido en el artículo
19(3) del Estatuto.
La Magistrada única considera además que los intereses de las víctimas que se han comunicado con la Corte
en el presente caso se ven afectados por la cuestión de si el caso contra el sospechoso es o no admisible.
Además, el acceso al material solicitado [relacionado con la impugnación de la admisibilidad] no perjudica
ni es incompatible con los derechos del sospechoso en virtud del artículo 67 del Estatuto ni a un juicio justo e
imparcial.
Véase n° ICC-02/11-01/11-406, Sala de Cuestiones Preliminares I (Magistrada única) 18 de Febrero de
2013, párrs. 8 y 10.
[TRADUCCIÓN] La Sala recuerda que encomendó al Representante Legal de las Víctimas que realice
presentaciones con el propósito de la revisión conforme al artículo 60 (3) del Estatuto y quién lo notificó (sic) de
la programación de una audiencia de detención.
La Sala así mismo observa que anteriormente se ha considerado en esta Corte que los intereses personales
de las víctimas se ven afectados por las decisiones sobre detención. La Sala de Apelaciones generalmente ha
permitido que las víctimas participen en apelaciones de libertad provisional dado el asunto y la conveniencia
de que se escuchen las opiniones de las víctimas en apelaciones de esta naturaleza. La Sala considera que,
en la causa en cuestión, se cumplen los requisitos establecidos en el artículo 68 (3) del Estatuto. Los intereses
personales de las víctimas se ven afectados por la presente decisión y la Sala no considera que su participación,
mediante la presentación de presentaciones orales y escritas, cause perjuicios a los derechos del acusado o
comprometa de alguna manera la equidad o imparcialidad del juicio.
Véase N° ICC-02/11-01/11-78-Red, Sala de Primera Instancia I, 11 de Noviembre de 2014, párr. 67 - 68.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
procedimento en la que las opiniones y observaciones de las víctimas puedan ser presentadas. En este caso,
se otorgó a los solicitantes medidas de protección específicas. La Sala considera que el ejercicio efectivo de los
derechos procesales derivados de la concesión del estatus de víctima con carácter permanente para participar
en el proceso tendría el efecto de incrementar significativamente los riesgos a los cuales los solicitantes están
expuestos.
Véase n° ICC-01/04-01/06-601, Sala de Cuestiones Preliminares I, 20 de octubre de 2006, págs. 10-11.
Una apelación interlocutoria de esta naturaleza, en que una cuestión en particular requiere una consideración
específica, es una fase separada y distinta del procedimiento. La Sala de Apelaciones, de conformidad con el
párrafo 3 del artículo 68, debe determinar si es conveniente la participación de las víctimas en relación con
esa apelación en particular. No puede estar automáticamente vinculada por la anterior determinación de
la Sala de Cuestiones Preliminares de que era conveniente que las víctimas participaran ante el tribunal de
primera instancia. Por ende, habría sido imposible que la Sala de Cuestiones Preliminares hubiese considerado
conveniente que las víctimas participaran en esa fase del procedimiento o hubiese determinado que sus intereses
se verían afectados por esa apelación interlocutoria en particular. Por consiguiente, la Sala de Apelaciones
entiende que el numeral 8 de la norma 86 del Reglamento de la Corte está limitado a la fase del procedimiento
llevada a cabo ante la Sala que tome la decisión mencionada en el texto de la norma. La Sala de Apelaciones
observa, en todo caso, que el numeral 8 de la norma 86 está subordinado al párrafo 3 del artículo 68 y que
toda lectura de sus disposiciones que sea contraria a la expuesta supra entraría en conflicto con la exigencia
contenida en el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto de Roma.
Véase n° ICC-01/04-01/06-824-tSPA OA7, Sala de Apelaciones, 13 de febrero de 2007, párr. 43.
[TRADUCCIÓN] Si la Sala determina que los intereses de las víctimas se ven afectados en cierta etapa del
proceso, determinará si la participación en la forma solicitada es conveniente y consistente con los derechos de
la defensa a un juicio justo y expedito.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1119, Sala de Primera Instancia I, 18 de enero de 2008, párr. 104.
[TRADUCCIÓN] La estipulación en el párrafo 3 del artículo 68 de que la participación de las víctimas se permitirá
en las fases del juicio que considere conveniente la Corte ordena una determinación específica de la Sala de
Apelaciones de que la participación de las víctimas es conveniente en una apelación interlocutoria específica
que se encuentre bajo su consideración. De ello se deduce que se requiere una solicitud de las víctimas para
obtener permiso para participar a fin de que la Sala de Apelaciones realice esta determinación adecuadamente.
Véase n° ICC-01/04-503 OA4 OA5 OA6, Sala de Apelaciones, 30 de junio de 2008, párr. 36.
[TRADUCCIÓN] Es importante resaltar que, como la Sala de Apelaciones ha señalado, “incluso cuando los
intereses personales de las víctimas se vean afectados en virtud del párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto, la
Corte deberá, en virtud de los términos expresos de ese artículo, determinar si la presentación de sus opiniones
y observaciones es conveniente en una determinada fase del procedimiento y garantizar que esa participación
se lleve a cabo de una manera que no sea en perjuicio de los derechos de la defensa o de un juicio justo e
imparcial ni incompatibles con éstos”.
Véase n° ICC-01/04-01/10-351, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 11 de agosto de 2011,
párr. 24.
[TRADUCCIÓN] El criterio al que se refiere el párrafo 2 del artículo 55 del Estatuto de Roma [“motivos para
creer”] , que constituye el criterio menos exigente en la etapa preliminar del procedimiento ante la Corte se
puede utilizar para evaluar la solicitud de participación en esta fase. Por lo tanto, los solicitantes deben demostrar
que hay motivos para creer que han sufrido un daño como consecuencia de un crimen de la competencia de la
Corte, el cual tiene que haber supuestamente sido cometido dentro de los límites temporales y territoriales de
la situación correspondiente.
Véase n° ICC-01/04-101 tEN-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I, 17 de enero de 2006, párrs. 99-100.
[TRADUCCIÓN] El Estatuto no establece ninguna regla general sobre la cual se evalúe de la fiabilidad de los
elementos relevantes, salvo cuando se trate de instancias específicas. Por lo tanto, en ausencia de tales normas
la Sala tiene un amplio margen de discrecionalidad en la evaluación de la solidez de una declaración dada u
otras pruebas. Esta evaluación tiene que cumplir con el principio general de derecho que establece que la prueba
de los elementos de apoyo de una demanda se encuentra a cargo de la parte que haya formulado tal demanda.
Véase n° ICC-02/04-101, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 10 de agosto de 2007, párr.
13.
[TRADUCCIÓN] El magistrado único se abstendrá de analizar las diferentes teorías sobre la causalidad y
adoptará un enfoque pragmático, estrictamente basado en los hechos, por el que el supuesto daño se ha llevado
a cabo como “consecuencia del” supuesto incidente cuando las circunstancias espaciales y temporales que
rodean la apariencia del daño y la ocurrencia de los hechos parecen coincidir, o al menos ser compatibles y
claramente no contradictorias.
Véase n° ICC-02/04-101, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 10 de agosto de 2007, párr.
14.
[TRADUCCIÓN] No se puede esperar que las víctimas siempre justifiquen plenamente su demanda. También
se acepta como principio general de derecho que la prueba indirecta (es decir, las inferencias de los hechos y las
pruebas circunstanciales) sea admisible si se demuestra que la parte que soporta la carga de la prueba se viera
impedida por obstáculos objetivos en la recolección de pruebas directas que apoyen su reclamación, y si dichas
pruebas indirectas parecen ser basadas ”sobre una serie de hechos vinculados entre sí que llevan lógicamente a
[TRADUCCIÓN] La magistrada única recuerda que los solicitantes sólo deben demostrar que los elementos
establecidos en la regla 85 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, se cumplen prima facie y que su análisis de
las solicitudes de participación ”no consistirá en evaluar la credibilidad de las declaraciones de los solicitantes
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
o en iniciar un procedimiento de corroboración stricto sensu”, pero “permitirá evaluar cada declaración de los
solicitantes sobre los méritos de su coherencia intrínseca, así como sobre la base de la información a disposición
de la Sala”.
Véase n°ICC-02/05-111-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 14 de diciembre de
2007, párr. 5. Véase también n° ICC-02/05-110, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 3 de
diciembre de 2007, párr. 8, nº ICC-02/11-01/11-138, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única),
4 de junio de 2012, párr. 21.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única considera que, en esta fase del procedimiento (fase de investigación),
es suficiente determinar si los solicitantes que desean obtener el estatus de víctima autorizada a participar en
la fase de investigación de la situación en cuestión han demostrado que existen motivos para creer que el daño
sufrido es el resultado de un crimen de la competencia de la Corte, y que ese crimen fue cometido dentro de los
parámetros temporales, geográficos y, de ser necesario, personales, que definen la situación en juego.
Véase n° ICC-01/04-423-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 31 de enero de 2008,
párr. 4.
[TRADUCCIÓN] El resultado, evidentemente, es que pueden participar dos categorías de víctimas. En primer
lugar, víctimas “directas”: aquellas cuyo daño sufrido es el “resultado de la comisión de un crimen de la
competencia de la Corte”. En segundo lugar, “víctimas indirectas”: aquellas que han sufrido un daño como
consecuencia del daño sufrido por las víctimas directas.
A la luz de la jurisprudencia anteriormente expuesta, tanto las víctimas directas e indirectas deben demostrar
que existe una relación de causalidad entre los crímenes imputados y el daño alegado. Esto es congruente con el
enfoque de la Sala de Cuestiones Preliminares I que requiere la prueba de un nexo causal entre el daño sufrido
y los crímenes contenidos en la orden de detención emitida contra [el sospechoso] , como condición previa
para la concesión de permiso para participar. De hecho, la Sala de Apelaciones quitó toda duda a este asunto
cuando estableció:
Sólo las víctimas que sean víctimas de los crímenes imputados pueden participar en las actuaciones del juicio
en virtud del párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto leído junto con la regla 85 y la subregla 1 de la regla 89 de
las Reglas de Procedimiento y de Prueba. Una vez que los cargos en una causa contra un acusado hayan sido
confirmados de conformidad con el artículo 61 del Estatuto, el objeto del procedimiento en esa causa quedará
definido por los crímenes imputados.
La necesidad de este vínculo también se señala en la subregla a) de la regla 85 de las Reglas que establece: Por
“Víctimas” se entenderá las personas naturales que hayan sufrido un daño como consecuencia de la comisión
de algún crimen de la competencia de la Corte.
La Sala de Apelaciones concluyó, por lo tanto, que para las víctimas directas, debe existir una relación de
causalidad entre los crímenes imputados y el daño de las víctimas: la lesión, pérdida o daños sufridos por las
personas naturales deben ser el resultado de los crímenes confirmados en contra [del acusado] . Las víctimas
directas de estos crímenes son los niños menores de quince años de edad que supuestamente fueron reclutados,
alistados o usados para participar en las hostilidades por las milicias bajo el control del acusado en el período de
tiempo confirmado por la Sala de Cuestiones Preliminares.
Los delitos que se imputan al acusado (verbigracia, reclutamiento, alistamiento y utilización de niños menores de
15 años para participar activamente en hostilidades) fueron claramente establecidos para proteger los intereses
de los niños en este grupo de edad en el marco del artículo 77(2) del Protocolo Adicional I a los Convenios de
Ginebra, titulado “Protección de los Niños” y el artículo 38 de la Convención sobre los Derechos del Niño,
los cuales están destinados a la protección de los niños. La criminalización del reclutamiento, alistamiento
y utilización de niños en la participación activa en las hostilidades ofrece a los niños garantías adicionales,
reconociendo su vulnerabilidad, y el Estatuto los ha considerado en esas circunstancias “víctimas directas” para
tales fines.
Las víctimas indirectas deben establecer que, como resultado de su relación con la víctima directa, la pérdida,
daño o perjuicio sufrido por esta última les causa un daño. De ello se deduce que el daño sufrido por las víctimas
indirectas se deriva de los daños sufridos por las víctimas directas, provocados por la comisión de los crímenes
imputados.
Por otra parte, la Sala de Apelaciones ha determinado que las relaciones personales, tales como las existentes
entre padres e hijos, son una condición previa para la participación de las víctimas indirectas. En opinión de la
Sala de Primera Instancia, el daño sufrido por las víctimas indirectas puede incluir el sufrimiento psicológico
participar activamente en las hostilidades. En estas circunstancias, la pérdida, lesión o daño sufrido por la
persona que interviene puede ser lo suficientemente vinculado a los daños de la víctima directa por el intento
de prevenir que el niño sea dañado en mayor medida como consecuencia de un crimen relevante.
Sin embargo se excluyen de la categoría de “víctimas indirectas” todos los que hayan sufrido daño como
resultado de la conducta (posterior) de las víctimas directas. El fin de la etapa procesal del juicio ante la CPI
de conformidad con lo expresado por la Sala de Apelaciones, “[e] s la determinación de la culpabilidad o la
inocencia de las personas acusadas de los crímenes imputados” y sólo las víctimas “de los crímenes imputados”
podrán participar en el juicio de conformidad con el párrafo 3 del artículo 68, interpretado junto con la regla
85 y la subregla 1 de la regla 89. Los cargos confirmados en contra del acusado en esa causa se limitan al
reclutamiento, al alistamiento o la utilización de niños para participar activamente en las hostilidades. Víctimas
indirectas, por lo tanto, se limitan a aquellas cuyo daño esté vinculado con el daño de los niños afectados cuando
los delitos confirmados fueron cometidos, y no a aquellos cuyo daño está relacionado con el comportamiento
posterior de los niños, ya sea penal o cualquier otro. A pesar de que pueda existir una superposición de los
hechos, entre la utilización de niños para que participen activamente en las hostilidades y un ataque de un niño
a otro, la persona atacada por un niño soldado no es una víctima indirecta para estos fines porque su pérdida
no está vinculada al daño infligido al niño cuando el delito fue cometido.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1813, Sala de Primera Instancia I, 8 de abril de 2009, párrs. 44-52.
[TRADUCCIÓN] La Sala cita la postura de la Sala de Apelaciones, según la cual “la noción de víctima implica
necesariamente la existencia de un daño personal pero no implica necesariamente la existencia de daño directo”.
Por lo tanto, los familiares de la persona fallecida pueden reclamar, como víctimas indirectas, haber sufrido un
daño como resultado del daño sufrido por el fallecido como víctima directa, y por lo tanto pueden presentar una
solicitud de participación con la sola base de daño mental y/o material que ellos mismos han sufrido.
De acuerdo con el derecho aplicable a la Corte, no existe ninguna disposición en su Estatuto u otros textos
normativos que permita que una solicitud para participar sea presentada en nombre de una persona fallecida.
Sin embargo, la subregla 3 de la regla 89 de las Reglas prevé expresamente la posibilidad de que una persona
actúe en nombre de un niño o de un individuo que padezca de una discapacidad para expresar sus opiniones
y observaciones.
La Sala se ve obligada a concluir que, mientras la labor de la Comisión Preparatoria de la CPI estaba en curso
y, en particular, mientras que se estaba realizando la redacción de las Reglas, nunca fue discutida la cuestión de
la participación de las víctimas fallecidas. Sólo se discutió la cuestión de la participación de menores de edad o
personas con discapacidad, lo que finalmente dio lugar a la adopción de la mencionada subregla 3 de la regla
89. Por lo tanto, es imposible sacar conclusión alguna en cuanto a qué tenían en mente exactamente los Estados
Partes con respecto a la cuestión de las víctimas fallecidas.
Además, la subregla 3 de la regla 89 de las Reglas contempla la acción ya sea en nombre de una de las dos
categorías de personas mencionadas en la misma, que no incluyen a personas fallecidas, con el consentimiento
de la víctima. En la mayoría de los casos dicho consentimiento puede llegar a ser imposible de establecer, a
menos de que el fallecido haya pensado en otorgar consentimiento expreso en vida. En cualquier caso, dicho
consentimiento será imposible de demostrar si la persona murió durante un ataque, como suele ser el caso. Por
último, la Sala no debe subestimar el hecho de que una persona que actúe en nombre de una persona fallecida
no puede estar en condiciones de transmitir las opiniones y observaciones de la fallecida con precisión, en el
sentido del párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto.
Además, la Sala considera que la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la que
una Sala de la Corte basó su decisión en la aceptación de la participación de los sucesores del fallecido, parece
difícil de incorporar en la presente causa, dado que el Estatuto de Roma establece una distinción clara entre
la fase de participación en las actuaciones y la fase de reparaciones una vez que el acusado ha sido declarado
culpable, no siendo la primera una condición previa para la segunda.
En consecuencia, la Sala considera que un familiar de una persona fallecida sólo puede presentar una solicitud
de participación en su propio nombre invocando cualquier daño personal mental y/o material sufrido como
resultado de la muerte de dicha persona.
Véase n° ICC-01/04-01/07-1491-Red, Sala de Primera Instancia II, 23 de septiembre de 2009, párrs. 51-56.
Véase también n° ICC-01/04-01/06-1432-tSPA OA 9 OA 10, Sala de Apelaciones, 11 de julio de 2008, párr.
38 y n° ICC-01/04-01/06-1813-Red, Sala de Primera Instancia I, 8 de abril de 2009, párr. 44.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
solicitante, y que entran en el ámbito del artículo 7 del Estatuto, deben satisfacer los requisitos de la regla 85 de
las Reglas. Para ello, la magistrada única hizo hincapié en la importancia de establecer un vínculo entre el hecho
denunciado y la causa que nos ocupa. El incidente alegado debe estar relacionado con la supuesta conducta
que se alega en la orden de comparecencia, o, en una etapa posterior del procedimiento, en el documento en
que formulan los cargos, en el caso en el que se haya presentado la solicitud. Como resultado, una víctima
solicitante puede ser reconocida como una víctima autorizada a participar en el contexto de esta causa, si la
misma ha demostrado que el supuesto crimen de lesa humanidad se ha cometido entre el 30 de diciembre de
2007 y finales de enero de 2008 en ciertos lugares, incluyendo la ciudad de Turbo, la región de Eldoret (Huruma,
Kiambaa, Kimumu, Langas y Yamumbi), las ciudades de Kapsabet y de Nandi Hills en los distritos de Uasin
Gishu y Nandi, República de Kenia.
Véase n° ICC-01/09-01/11-17, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 30 de marzo de 2011,
párr. 6. Véase también n° ICC-01/09-02/11-23, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 30
de marzo de 2011, párr. 6; n° ICC-01/04-01/10-351, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única),
11 de agosto de 2011, párrs. 19 y 20; n° ICC-01/04-597-Red, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada
única), 18 de agosto de 2011, párr. 7.
[TRADUCCIÓN] La segunda solicitud de la Defensa trata de que la magistrada única limite su análisis a
información contenida en las versiones expurgadas de las solicitudes de las víctimas como han sido transmitidas
a las partes por la Secretaría. Alternativamente, la Defensa solicita que se le ordene a la Secretaría comunicar
a las partes toda la información pertinente para la determinación del magistrado único conforme a la regla 89
de las Reglas.
En la primera parte de la alternativa sugerida por los sospechosos, la magistrada única observó que nada en los
textos fundadores de la Corte se opone a que la Sala se pronuncie sobre los fundamentos de las solicitudes de
las víctimas sobre la base de información que ha sido suprimida respecto de las partes con el fin de proteger la
seguridad de los solicitantes. Es importante señalar que la Defensa sólo se refiere a las disposiciones previstas
en las subreglas 2 y 5 de la regla 81 de las Reglas que establecen que la información no divulgada entre las partes
no puede ser admitida como prueba sin una adecuada divulgación previa. Al respecto, la magistrada única
señala que dicha disposición no se aplica a las solicitudes de las víctimas que, como se aclaró anteriormente,
no constituyen elementos de pruebas y, por tanto, no deben ser divulgadas entre las partes, sino que deben ser
transmitidas por el Secretario a las partes para que puedan formular sus observaciones.
Además, las observaciones formuladas respecto a las solicitudes de las víctimas se limitan a determinar si la
información proporcionada satisface los requerimientos establecidos en la regla 85 de las Reglas teniendo en
cuenta las circunstancias generales de los eventos como han sido descritos por los solicitantes así como también
la coherencia intrínseca de las solicitudes.
Por lo tanto, dada la naturaleza, el alcance y el objeto específicos de la decisión sobre las solicitudes de
participación de las víctimas, la magistrada única no está convencida de la necesidad de limitar su análisis a la
información proporcionada por los solicitantes que no haya sido expurgada en las versiones transmitidas a las
partes por la Secretaría.
La magistrada única toma nota de las disposiciones del párrafo 1 del artículo 68 y del apartado c) del párrafo
3 del artículo 57 del Estatuto, que establecen que la Corte tome las medidas adecuadas para la protección de,
entre otras cosas, la seguridad, vida privada y bienestar físico y psicológico de las víctimas. La magistrada única
también es consciente de que, de acuerdo con el principio de proporcionalidad enunciado en el párrafo 1 del
artículo 68 del Estatuto, las medidas adoptadas en virtud de esta disposición pueden afectar a los derechos del
sospechoso sólo en la medida en que sea necesario.
Dada la naturaleza, el objeto y las circunstancias de los procedimientos actuales, la magistrada única está
convencida de que las expurgaciones de las solicitudes de las víctimas se limitan de hecho a lo estrictamente
necesario teniendo en cuenta la situación de seguridad en Kenia y la seguridad de los solicitantes y no restringen
innecesariamente los derechos de la Defensa. En particular, la Defensa recibió informaciones suficientes para
poder determinar si los criterios pertinentes para determinar si un solicitante califica como víctima se cumplen.
Es importante señalar que, a pesar de las expurgaciones, los tres sospechosos han presentado observaciones de
fondo. En algunas solicitudes donde información pertinente ha sido expurgada, tales expurgaciones son la única
medida disponible para proteger a los solicitantes afectados, ya que la divulgación de cualquier información
adicional afectaría innecesariamente su seguridad y protección.
Véase n° ICC-01/09-01/11-169, la Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 8 de julio de 2011,
párrs. 17-24.
de una naturaleza “oportunista”, suministrados con el único objetivo de “encuadrar en los hechos alegados””.
Esto es consistente con la práctica de la Sala de evaluar cada solicitud en función de su coherencia intrínseca.
En la opinión de la Sala, las contradicciones obvias con respecto a las circunstancias de la pérdida de propiedad
debilitan la consistencia interna de una solicitud y, por lo tanto, tienen un impacto en la credibilidad del
solicitante. Por consiguiente, en ausencia de explicaciones de tales contradicciones, la solicitud será rechazada.
Véase n° ICC-01/05-01/08-2011, Sala de Primera Instancia III, 15 de diciembre de 2011, párrs. 19 y 20.
Véase también n° ICC-01/05-01/08-1862, Sala de Primera Instancia III, 25 de octubre 2011, párrs. 31 y 32.
TRADUCCIÓN] La Regla 85(a) de las Reglas define a las víctimas como “personas naturales que hayan sufrido
un daño como consecuencia de algún crimen de la competencia de la Corte”. En consecuencia, un solicitante
califica como víctima de conformidad con la disposición anterior siempre que: (i) su identidad como persona
física aparezca debidamente establecida; (ii) los eventos descritos en la solicitud de participación constituyen
uno o más crímenes dentro de la competencia de la Corte y con los cuales se acusó al sospechoso; y (iii) el
solicitante ha sufrido daños como resultado del (los) crimen(es) con los que se acusó al sospechoso.
La Magistrada única recuerda que un solicitante califica como víctima de conformidad con la regla 85(a) de
las Reglas siempre que demuestre prima facie la existencia de un vínculo entre los eventos descritos en la
solicitud y el caso presentado por el Fiscal contra el sospechoso. En esta etapa del procedimiento, el alcance de
la causa contra el sospechoso está enmarcado en el Documento en que se formulan los Cargos. Por lo tanto,
la Magistrada única ha evaluado si los incidentes denunciados por cada uno de los solicitantes se encuentran
dentro del alcance fáctico del caso que se discutirá en la audiencia de confirmación de cargos, según lo describe la
Fiscal en sus cargos de asesinato, violación, actos inhumanos y persecución como crímenes de lesa humanidad.
En consecuencia, la Magistrada única está de acuerdo con las observaciones de la Defensa de que aquellos
solicitantes que afirmaron haber sufrido daños solo como resultado de crímenes contra los que no se acusa al
sospechoso, no serán admitidos como víctimas participantes.
[…]
Ante todo, la Magistrada única recuerda que no existe una práctica consistente en la jurisprudencia de la Corte
sobre si una solicitud de participación de las víctimas puede presentarse en nombre de una persona fallecida. La
Magistrada única también recuerda, sin embargo, que una persona que ha solicitado la participación en nombre
de un familiar fallecido aún puede ser admitida como víctima indirecta en la medida en que este solicitante
demuestra que ha sufrido daños personales como resultado de la muerte de dicha persona. Al respecto, la
Magistrada única observa que de los doce solicitantes que han presentado una solicitud de participación en
nombre de familiares fallecidos, uno fue aplazado hasta obtener más información y once solicitantes declararon
que habían sufrido daños personales como resultado del presunto asesinato de miembro(s) de la familia,
incluidos cuatro solicitantes que respondieron negativamente la pregunta 21 [en el formulario] o la dejaron
en blanco. A la luz de estas circunstancias, la Magistrada única considera que la declaración hecha por los
demandantes en el sentido de que supuestamente han sufrido daños personales como resultado del asesinato
de un miembro de la familia es fehaciente e indica su intención de participar en los procedimientos como
víctimas indirectas.
Véase n° ICC-02/11-01/11-384, Sala de Cuestiones Preliminares I (Magistrada única), 6 de febrero de 2013,
párrs. 25-27 y 38-39.
[TRADUCCIÓN] La Sala recuerda su decisión de que los familiares cercanos de una víctima autorizada para
participar en el proceso que ahora ha fallecido, pueden decidir continuar la acción iniciada por la víctima ante la
Corte, pero que solo pueden hacerlo en nombre de la víctima fallecida y dentro de los límites de las opiniones
y preocupaciones expresadas por la víctima en su solicitud inicial.
[...]
Con respecto a la solicitud de medidas de protección para la persona que reanuda la acción, la Sala recuerda
que las medidas de protección otorgadas a las víctimas autorizadas para participar en el procedimiento también
se aplican a las personas autorizadas a participar en nombre de las víctimas fallecidas. A este respecto, la Sala
también recordaría su decisión de otorgar el anonimato con respecto al público a todas las víctimas autorizadas
a participar en estos procedimientos, incluidas las personas autorizadas a participar en nombre de las víctimas
fallecidas.
Véase n° ICC-01/04-01/07-3383-tENG, Sala de Primera Instancia II, 10 de junio de 2013, párrs. 6 y 12.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
como persona natural sea debidamente establecida; (ii) los eventos descritos en la solicitud de participación
constituyen el (los) crimen (es) dentro de la jurisdicción de la Corte ante la cual el sospechoso está acusado; y
(iii) la víctima solicitante ha sufrido daños “como resultado” del (los) crimen (es) acusado.
La Magistrada Única subraya que evaluará si cada víctima solicitante ha proporcionado información suficiente
para probar el criterio anterior. A este respecto, recuerda que la Sala de Apelaciones ha sostenido, inter alia ,
que “la Sala de Cuestiones Preliminares está en la mejor posición para determinar la naturaleza y el quantum
de pruebas que considera necesarias y adecuadas en esa etapa del procedimiento para establecer los elementos
de la regla 85 (a) de las Reglas de Procedimiento y Prueba. La evidencia (documental o no) que pueda ser
suficiente, no puede determinarse en abstracto, sino que debe evaluarse caso a caso y tomar en cuenta todas las
circunstancias relevantes, incluido el contexto en el que opera la Corte”. Dicha evaluación no dará lugar a “un
proceso de corroboración en stricto sensu”, sino que se basará en los méritos de la coherencia intrínseca de las
solicitudes, teniendo en cuenta toda la información disponible para la Sala.
Véase N° ICC-01/04-02/06-211, Sala de Cuestiones Preliminares II, 15 de Enero de 2014, párr. 17-19.
[TRADUCCIÓN] (i) Si los solicitantes cumplen o no con los requisitos de la regla 85 de las Reglas
Para comenzar, la Magistrada Única observa que las solicitudes de participación de las víctimas presentadas a la
Corte no sean específicas para cada caso y que, según la regla 15 (1) (c) de las Reglas, corresponde a la Sección
de Participación y Reparación de las Víctimas vincularlas a situaciones existentes y causas ante la Corte. Por lo
tanto, nada impide que las solicitudes de las víctimas sean “relevantes”, según lo dispuesto en la regla 89 (1)
de las Reglas, para más de una Sala. El Juez Único señala así mismo que la Oficina Pública de Defensa de las
Víctimas afirmó que cada una de las 199 personas que representaba, deseaba participar en la causa contra el
Sr. Blé Goudé.
La Regla 85 (a) de las Reglas define a las víctimas como “personas naturales que han sufrido daños como
resultado de la comisión de cualquier crimen dentro de la jurisdicción de la Corte”. De acuerdo con la
jurisprudencia de la Corte, el Magistrado Único recuerda que un solicitante califica como víctima siempre que:
(i) su identidad como persona natural aparezca debidamente establecida; (ii) los eventos descritos en la solicitud
de participación constituyen uno o más delitos dentro de la jurisdicción de la Corte y con los cuales se acusó
al sospechoso; y (iii) el solicitante ha sufrido daños como resultado del (los) delito (s) con los que se acusó al
sospechoso.
En lo que respecta al establecimiento de la identidad de los solicitantes, el Magistrado Único está de acuerdo,
sobre la base de su evaluación previa y para los fines de la presente causa, de que han sido debidamente
establecidos.
La Magistrada Única considera también que su evaluación previa de (1) el vínculo entre los eventos descritos y
los crímenes denunciados y (2) el vínculo entre esos eventos y el daño sufrido es suficiente para la el propósito
de la evaluación de los estatus de los solicitantes en la presente causa. De hecho, sujeto a cualquier modificación
adicional en los cargos de cualquiera de las causas, el asunto de la presente causa parece ser el mismo que la
Causa Gbagbo, ya que en ambos casos se denuncian los mismos crímenes y los mismos cuatro incidentes
respaldan los cargos. Contra los dos sospechosos. Por lo tanto, los cargos contra el Sr. Blé Goudé son tan
similares a los del Sr. Gbagbo que los solicitantes que cumplen los criterios de la regla 85 en un caso en principio
cumplirán los criterios en el otro.
Esta interpretación se ve respaldada por el hecho de que el Fiscal considera las dos causas como si fueran
causas conjuntas. De hecho, durante una conferencia de estado celebrada el 1 de mayo de 2014, afirmó que la
divulgación en ambas causas se llevaría a cabo exactamente con las mismas categorías.
En consecuencia, en opinión de la Magistrada Única, no es necesario evaluar si (1) los hechos descritos por los
solicitantes constituyen uno de los crímenes imputados; o si (2) existe un vínculo causal suficiente entre tales
eventos y el daño sufrido porque la misma evaluación con respecto a los mismos solicitantes ya fue realizada
por el Magistrado Único en el contexto del Causa Gbagbo.
Por lo tanto, después de la incorporación a la causa en cuestión de su evaluación realizada en la Causa Gbagbo,
la Magistrada Única está convencida de que los 199 solicitantes cumplen con los criterios establecidos en la
regla 85 (a) de las Reglas y les otorga el estatus de víctimas de la presente causa.
Véase N° ICC-02/11-02/11-83, Sala de Cuestiones Preliminares I, 11 de Junio de 2014, párr. 12-18.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
Varios tipos de documentos se adjuntan a las otras solicitudes. Puesto que, en particular, ninguno de
estos documentos indica la fecha de nacimiento del titular, también están por debajo del umbral indicado
anteriormente y no pueden considerarse como suficientes para los propósitos de participación.
Al mismo tiempo, algunas aclaraciones son necesarias en aquellos casos en los que sólo se ofrece la tarjeta
de voto o cualquier otro documento de la persona que actúa en nombre de una víctima. En relación con las
solicitudes presentadas en nombre de un niño (es decir, un individuo que no haya cumplido los 18 años de
edad), el magistrado único pediría a la SPRV que presente un informe indicando desde qué edad permite
el sistema jurídico y administrativo de Uganda que los documentos que cumplen con los tres requisitos
indicados arriba puedan ser emitidos a individuos. Este informe también deberá proporcionar información
sobre la existencia y la fácil obtención, en el sistema jurídico o administrativo de Uganda, de los documentos
constitutivos de la relación entre un niño y un miembro de su familia, tales como certificados de nacimiento u
otros tipos de documentos.
Véase n° ICC-02/04-101, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 10 de agosto de 2007,
párrs. 16-21.
[TRADUCCIÓN] La prueba de la identidad, el parentesco, la tutela y tutela legal deben presentarse con la
solicitud con arreglo al apartado e) del numeral 2 de la regla 86 del Reglamento. La Sala reconoce la necesidad
de obtener documentos de identidad para todas las víctimas que desean participar en la temprana fase de las
actuaciones ante la Corte. Sin embargo, la Sala es consciente de que, en zonas que son o fueron devastadas
por conflictos, no se encuentran todos los expedientes de estado civil, y si se encuentran, puede ser difícil o
demasiado caro obtenerlos.
En las zonas de conflictos recientes en donde la comunicación y el transporte puedan ser difíciles “no sería
apropiado esperar que los solicitantes puedan presentar una prueba de identidad del mismo tipo que la que se
exige a personas que viven en áreas que no experimentan el mismo tipo de dificultades”.
Véase n° ICC-01/04-374, Sala de Cuestiones Preliminares I, 17 de agosto de 2007, párrs. 13-14. Véase
también n° ICC-02/04-101, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 10 de agosto de 2007,
párr. 16; y n° ICC-01/04-01/07-579, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 10 de junio de
2008, párrs. 37 y 45.
[TRADUCCIÓN] Sin embargo, no hay ninguna disposición que permita solicitudes realizadas en nombre
de personas fallecidas. Además, la subregla 3 de la regla 89 de las Reglas permite la presentación de una
solicitud en nombre de una persona, siempre que la persona haya dado su consentimiento. La magistrada
única señala que tal consentimiento es imposible en el caso de personas fallecidas. Por lo tanto, la magistrada
[TRADUCCIÓN] La subregla 3 de la regla 89 de las Reglas establece que la solicitud de participación podrá
realizarse por una persona que actúe en nombre de la víctima en cuestión con el consentimiento de la víctima,
o en nombre de la víctima en el caso de un niño o una persona con discapacidad. Sin embargo, ninguna
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
disposición permite la presentación de una solicitud de participación en nombre de una persona fallecida. El
párrafo 3 de la regla 89 de las Reglas autoriza la presentación de una solicitud de participación en nombre de
una persona siempre que la persona lo consienta. La magistrada única señala que dicho consentimiento no
puede ser dado por una persona fallecida. Es, por lo tanto, de la opinión de que las personas fallecidas no se
pueden considerar personas naturales, en el sentido del apartado a de la regla 85 de las Reglas. Sin embargo,
aquellos con una estrecha relación con personas fallecidas y desaparecidas pueden ser considerados como
víctimas en el Estatuto, las Reglas y el Reglamento de la Corte, siempre que cumplan los criterios necesarios.
Véase n° ICC-01/04-423-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 31 de enero de 2008,
párr. 24.
[TRADUCCIÓN] La firma o impresión del pulgar del solicitante se colocará, al menos, en la última página de
la solicitud y, en particular en la sección J de la solicitud estándar para participación.
Véase n° ICC-01/04-423-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 31 de enero de 2008,
párr. 27.
[TRADUCCIÓN] La Sala tratará de alcanzar un equilibrio entre la necesidad de establecer la identidad del
solicitante con certeza, por un lado, y las circunstancias personales del solicitante, por el otro.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1119, Sala de Primera Instancia I, 18 de enero de 2008, párrs. 87.
[TRADUCCIÓN] En lo que respecta a la relación entre el daño supuestamente sufrido y el crimen, mientras
que el apartado b) de la regla 85 de las Reglas establece que las personas jurídicas deben haber “sufrido
daños directos”; el apartado a) de la regla 85 de las Reglas no incluye este requisito para personas naturales, y
aplicando una interpretación teleológica, se deduce que las personas pueden ser víctimas directas o indirectas
de un crimen de la competencia de la Corte.
El marco del Estatuto de Roma no ofrece una definición del concepto de daño conforme a la regla 85 de las
Reglas. Sin embargo, de acuerdo con el principio 8 de los Principios Básicos, la víctima puede sufrir daños, ya
sea individualmente o colectivamente, en una variedad de diferentes maneras tales como lesiones físicas o
mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o un menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales.
Este principio proporciona una orientación adecuada.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1119, Sala de Primera Instancia I, 18 de enero de 2008, párrs. 91-92.
[TRADUCCIÓN] El magistrado único aceptará los siguientes documentos como prueba de la identidad de los
solicitantes:
i) pasaporte, ii) tarjeta electoral, iii) certificado de registro emitido por la Comisión Electoral, iv) licencias de
conducir, v) factura de impuestos, vi) certificado de nacimiento “corto”o “largo” vii) tarjeta de notificación de
nacimiento, viii) certificado de amnistía, ix) permiso de residencia o una tarjeta emitida por el Consejo Local,
x) tarjeta de identificación emitida por un Consejo Local, xi) carta emitida por un líder de un campamento de
desplazados internos, xii) “Carta de reunión” emitida por el Comisionado Residente del Distrito, xiii) tarjeta
de identidad emitida por un centro de trabajo o de enseñanza, xiv) tarjeta de registración de campamento y
tarjeta emitida por las agencias de ayuda humanitaria, como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Refugiados y el Programa Mundial de Alimentos, xv) tarjeta de bautismo, xvi) carta expedida por un centro
de rehabilitación.
Véase n° ICC-02/04-01/05-282, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 14 de marzo de
2008, párr. 6.
[TRADUCCIÓN] La subregla 3 de la regla 89 de las Reglas de Procedimiento y Prueba establece que una
solicitud de participación en las actuaciones también puede ser presentada por una persona que actúe con el
consentimiento de la víctima o en representación de ella en caso de que se sea un menor de edad o tenga una
discapacidad que lo haga necesario. En este caso, el apartado a) del numeral 2 de la norma 86 del Reglamento
de la Corte exige que en la solicitud estén incluidas la identidad y la dirección de esa persona. Una solicitud
presentada por una persona distinta a la víctima que no cumpla con este requisito no será considerada suficiente
a fin de participación. Tanto la identidad del solicitante como la identidad de la persona que actúa con su
consentimiento o en su nombre deben ser confirmadas por uno de los documentos enumerados anteriormente.
El vínculo existente entre un niño que solicita su participación y la persona que actúe en su nombre (parentesco,
tutela o tutela legal), así como el vínculo existente entre un solicitante con discapacidad y la persona que
actúe en su nombre (tutela legal) debe ser confirmado por un documento adjunto a la solicitud ya que será
la documentación de apoyo en el sentido del apartado e) del numeral 2 de la norma 86 del Reglamento [de la
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
párrs. 29-30.
[TRADUCCIÓN] La Sala no ha requerido nunca que el solicitante que desea participar en las actuaciones
proporcione copias certificadas de su prueba de identificación.
La magistrada única está satisfecha de que aunque sólo se requiere una presentación prima facie de la prueba
de identidad adjunta a la solicitud para decidir sobre las solicitudes de conformidad con la subregla 1 de la
regla 89 de las Reglas, a lo largo de las actuaciones, habrá oportunidades adicionales para analizar con mayor
profundidad la credibilidad y autenticidad de la identidad de los solicitantes y de las alegaciones contenidas en
sus solicitudes.
Véase n° ICC-01/04-505, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 3 de julio de 2008, párrs.
20-21.
[TRADUCCIÓN] Teniendo en cuenta que cada solicitante (actualmente un adulto o cerca de serlo) ha indicado
su deseo de participar en las actuaciones, la Sala concluye que cuando llegan a la mayoría de edad consienten
que la persona siga actuando por ellos. Si ese no es el caso, la obligación de informar a la Corte recae sobre el
solicitante.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1556-Corr-Anx1, Sala de Primera Instancia I, 13 de enero de 2009, párr. 78.
Véase también n° ICC-01/04-01/06-2063, Sala de Primera Instancia I, 21 de julio de 2009, párr. 1.
[TRADUCCIÓN] La Sala recuerda que, al evaluar cada solicitud, tuvo en cuenta las inconsistencias en algunos
de los formularios antes de decidir si la solicitud en cuestión debía ser desestimada. Como se indica en su
Decisión de 26 de febrero de 2009, sólo una evidente contradicción entre la información de una solicitud de
participación y la proporcionada en los documentos que la respaldan puede justificar una decisión denegatoria
de la solicitud. Por lo tanto, se aceptarán las solicitudes que se presenten, si las diferencias observadas no ponen
en tela de juicio la credibilidad de la información proporcionada por los solicitantes con respecto a su identidad.
Éste será el caso, por ejemplo, donde haya una pequeña diferencia en el deletreo del apellido y el del primer
nombre.
La Sala recuerda que en el párrafo 30 de la Decisión de 26 de febrero de 2009 enumera los documentos que
estaba dispuesta a aceptar con el fin de establecer la identidad de los solicitantes. En el caso de discrepancias
entre la información contenida en el formulario de solicitud y la del documento utilizado para probar la
identidad del solicitante, en general se ha aceptado la información indicada en el segundo, con la excepción
de ciertos casos específicos, que se mencionan expresamente en los anexos. Cuando el solicitante o la persona
que actúe en su nombre ha proporcionado certificados, tales como un certificado de vivienda o de asistencia,
un certificado de defunción o el certificado de relación familiar, la Sala ha decidido que estos son suficientes en
esta etapa para establecer la identidad del solicitante, si los mismos han sido expedidos por un funcionario del
registro civil, o firmados por dos testigos creíbles.
Véase n° ICC-01/04-01/07-1491-Red, Sala de Primera Instancia II, 23 de septiembre de 2009, párrs. 32-33.
[TRADUCCIÓN] La Sala observa que la mayoría de los solicitantes que viven en la región de Bogoro
proporcionan certificados de defunción y documentos que prueban las relaciones familiares y que fueron
escritos y firmados por los jefes de groupements y/o collectivités. Además observa que varios de los solicitantes
adjuntan a sus solicitudes de participación certificados emitidos por la oficina del registro civil o firmados por
dos testigos creíbles. Otros, sin embargo, no proporcionan ningún documento de esta naturaleza.
De conformidad con la posición adoptada por la Sala de Apelaciones, la Sala considera que, cuando un
solicitante alega que él o ella ha sufrido un daño emocional como consecuencia de la pérdida de un miembro
de su familia, la identidad de ese miembro de la familia y la relación entre él o ella y el solicitante deben ser
establecidas. En este sentido, la Sala se apoyará en el certificado de defunción o las pruebas de la relación
familiar, como también en cualquier otro documento o información que permita establecer en esta fase que las
declaraciones en las solicitudes de participación son ciertas.
Así, la Sala considera que no es posible ignorar las dificultades encontradas por los solicitantes que viven en
Ituri al proporcionar documentos que prueben la muerte de un familiar o su relación familiar con esa persona.
Por lo tanto, considera que la presentación de un certificado firmado por dos testigos creíbles es suficiente
en esta etapa del procedimiento, para establecer la muerte de una persona o la relación personal familiar con
el solicitante. En este sentido, recuerda que, con el fin de evaluar la credibilidad de los testigos que firmaron
estas declaraciones, tendrá en cuenta, no acumulativamente, factores tales como la naturaleza y duración de la
relación de aquellos testigos con el solicitante, o su reputación en la comunidad.
[TRADUCCIÓN] La Sala recuerda su decisión anterior según la cual los parientes cercanos de una persona
fallecida sólo pueden presentar una solicitud de participación en su propio nombre, refiriéndose al daño moral
y/o material causado por la muerte de esta persona. Sin embargo, la Sala no se pronunció sobre el caso de
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
los sucesores de una persona fallecida. En tal caso, la Sala considera que los parientes cercanos de la víctima
pueden optar por hacerse cargo de la solicitud que la víctima ha presentado ante la Corte, pero que sólo pueden
hacerlo en nombre de la víctima fallecida, y dentro de los límites de las opiniones y observaciones expresadas
por ésta en su solicitud inicial.
Véase n° ICC-01/04-01/07-1737, Sala de Primera Instancia II, 22 de diciembre de 2009, párr. 30.
[TRADUCCIÓN] Una “attestation de carence” (certificado de carencia) es un documento válido por el cual un
individuo puede demostrar su identidad y así, en principio, esos documentos son admisibles y proveen a prima
facie prueba de la identidad de los solicitantes.
Véase n° ICC-01/04-01/06-2659-Corr-Red, Sala de primera Instancia I, 8 de febrero de 2011, párr. 33. Véase
también n° ICC-01/04-01/06-2764-Red, Sala de Primera Instancia I, 25 de julio 2011, párr. 27.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única recuerda que cada víctima solicitante debe probar su identidad
satisfactoriamente, cumpliendo con algunos requerimientos básicos. Lo mismo se aplica a la prueba de
relación familiar o tutela. Sin embargo, la magistrada única es consciente de las circunstancias personales de
los solicitantes y de las dificultades que las víctimas solicitantes pueden encontrar en la República de Kenia
para obtener o hacer copias de un documento oficial de identidad como un pasaporte. Teniendo en cuenta que
algunos solicitantes pueden haber perdido sus documentos de identidad en los hechos ocurridos entre el 30
de diciembre de 2007 y finales de enero de 2008, la magistrada única opina que un enfoque flexible debe ser
adoptado. Teniendo debida consideración a la práctica de otras Salas, la magistrada única acepta, por lo tanto, la
siguiente documentación como prueba de identidad y/o de relación, como se indica en el informe de la Sección
de Participación y Reparación de las Víctimas: i) pasaporte ii) Documento Nacional de Identidad iii) certificado
de nacimiento, y iv) permiso de conducir.
En el caso de que dicha documentación no esté disponible para las víctimas solicitantes, la magistrada única
aceptará una forma de identificación sustituta, incluyendo i) un documento expedido en espera de la emisión de
un documento nacional de identidad, ii) la cartas de identificación de los jefes que proveen cierta información
básica: a) el nombre completo, fecha y lugar de nacimiento y sexo del solicitante, b) el nombre del funcionario
local, su firma, y sello oficial, iii) notificaciones de tarjetas de nacimiento (para menores), iv) tarjeta emitida
por un hospital (para menores), v) la declaración de pérdida de la policía de Kenia (en caso de pérdida de
documento nacional de identidad o pasaporte de Kenia), vi) una declaración firmada por dos testigos que
acrediten la identidad del solicitante y, en su caso, la relación entre la víctima y la persona que actúe en su
nombre. La declaración deberá ir acompañada de la prueba de la identidad de los dos testigos.
La magistrada única no pasa por alto la supuesta existencia de una práctica fraudulenta respecto a la entrega
de documentos de identidad en la República de Kenia. Con la visión de verificar, en la medida de lo posible,
la identidad de las víctimas solicitantes, la magistrada única, por lo tanto, adopta un enfoque cauteloso con
respecto a las formas menos fiables de documentos de identificación formal como sustitutos. En consecuencia,
ordena a las víctimas solicitantes que no hayan proveído la prueba de identificación, que le provean alguna
forma sustituta de identificación, junto con una breve explicación de por qué la prueba de identificación no se
encuentra disponible.
Cuando el solicitante sea una organización o institución, la magistrada única tendrá en cuenta cualquier
documento expedido en concordancia con la legislación del país en cuestión, y cualquier documento creíble que
acredite que ha sufrido daños directos a su propiedad, la cual utiliza con el propósito establecido en la subregla
b) de la regla 85 de las Reglas. Además, la persona que actúe en nombre de dicha organización o institución
debe proveer información relativa a su capacidad de actuar en nombre de la organización o institución.
Véase n° ICC-01/09-01/11-17, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 30 de marzo de
2011, párrs. 7-10. Véase también n° ICC-01/09-02/11-23, la Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada
única), 30 de marzo de 2011, párrs. 7-10, y n° ICC-01/09-01/11-249, la Sala de Cuestiones Preliminares II
(magistrada única), 5 de agosto de 2011, párr. 42.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
a) Víctima a/0025/08
La Sala recuerda que la víctima a/0025/08 fue autorizada a participar en las actuaciones por la Sala de Cuestiones
Preliminares el 10 de junio de 2008. De acuerdo con la información proporcionada por la persona que desea
continuar la acción en la Corte, en particular el extracto de su declaración de fallecimiento, la víctima a/0025/08
habría muerto en 2008. La Sala señala que algunos de los familiares cercanos de la víctima nombraron al
hermano de la víctima para “ocuparse de la familia de [la víctima] ”. La declaración está firmada por cinco
miembros de la familia, incluida la persona designada, y se acompaña de una copia de sus documentos de
identificación. La Sala considera que la relación entre la víctima fallecida y la persona que desea actuar en su
nombre ha sido establecida, pero no se ha establecido que la familia de la víctima haya dado expresamente
el mandato de este último a reanudar el procedimiento ante la Corte. La Sala considera, por lo tanto, que se
requiere una mayor clarificación a fin de tomar una decisión plenamente informada sobre el fondo de esta
solicitud de reanudar la acción. En consecuencia, se reserva su decisión, y solicita al Representante legal que le
provea una declaración de la familia de la víctima fallecida ordenándole específicamente a una persona a que
prosiga con la acción iniciada por la víctima ante la Corte.
b) Víctima a/0051/08
La Sala recuerda que la víctima a/0051/08 fue autorizada a participar en las actuaciones la Sala de Cuestiones
Preliminares el 10 de junio de 2008. Observa que la víctima había fallecido en 2008 y toma nota del certificado
de defunción de la misma presentado por la familia. También toma en cuenta las actas de la reunión familiar
ordenando que el nieto de la víctima continúe la acción iniciada ante la Corte, y nota que los cuatro familiares
firmantes, incluyendo la persona designada, han proveído una copia de sus documentos de identidad.
Finalmente, la Sala nota que, de conformidad con la información proveída por el Representante legal a la
Sección de Participación y Reparación de la Víctimas el 15 de febrero de 2011, la persona designada asistía al
solicitante desde el inicio del proceso de solicitud. Por consiguiente, la Sala considera que la relación de familia
entre la víctima fallecida y la persona que desea actuar en su nombre ha sido establecida y que la persona tiene
un mandato de la familia del fallecido para continuar en nombre de la víctima la acción iniciada por la misma.
Por lo tanto, autoriza a la persona con el mandato de la familia de la víctima fallecida a/0051/08 a continuar con
la acción ante la Corte en nombre de la víctima.
c) Víctima a/0197/08
La Sala recuerda que a la víctima a/0197/08 se le permitió participar en las actuaciones por la Decisión de 23 de
septiembre de 2009. Señala que, de acuerdo al certificado de defunción transmitido a la Sala el 25 de febrero
de 2011, la víctima murió en 2009. Toma nota de las actas de la reunión de la familia otorgando mandato al
hermano de la víctima para que continúe la acción iniciada ante la Corte, y nota que tres de los cuatro familiares
firmantes, incluyendo la persona designada, proveen copias de sus documentos de identidad. También toma
nota que la información adicional proveída por el Representante legal estableciendo la identidad de las personas
que firmaron el acta de la reunión familiar. Finalmente, la Sala nota que la persona con mandato provee una
declaración adicional relativa a la fecha de nacimiento de la víctima fallecida a/0197/08. Por consiguiente, la
Sala considera que la relación de familia entre la víctima fallecida y la persona que desea actuar en nombre de
la víctima ha sido establecida y que tal persona ha obtenido el mandato de la familia para continuar en nombre
de la víctima la acción iniciada por la misma. Por lo tanto, autoriza a la persona con mandato de la familia de la
víctima fallecida a/0197/08 a continuar con la acción iniciada ante la Corte en nombre de la víctima.
d) Víctima a/0311/09
La Sala recuerda que a la víctima a/0311/09 se le permitió participar en las actuaciones por la Decisión de 23
de septiembre de 2009. Toma nota de las actas de la reunión familiar otorgando mandato al hijo de la víctima
para que continúe la acción iniciada ante la Corte, y nota que los cuatro familiares firmantes, incluyendo la
persona designada, proveen copias de sus documentos de identidad. También nota que la relación de familia
entre la víctima fallecida y la persona que desea actuar en nombre de la víctima ha sido establecida y que tal
persona ha obtenido el mandato de la familia para continuar en nombre de la víctima la acción iniciada por la
misma. Sin embargo, la Sala nota que los documentos que la Secretaría le transmitió el 25 de febrero de 2011 no
incluyen el certificado de defunción de la víctima. Aunque el Representante legal indicó en varias ocasiones que
la víctima había fallecido, la Sala considera que se requiere una mayor clarificación a fin de tomar una decisión
plenamente informada sobre el fondo de esta solicitud. En consecuencia, se reserva su decisión, y solicita al
Representante legal que le provea el certificado de defunción de la víctima a/0311/09 cuanto antes.
y a/0311/09.
Ya que la presente decisión autoriza a las personas con mandato de los familiares de las víctimas fallecidas
a/0051/08 y a/0197/08 a continuar la acción iniciada por las víctimas, la Sala invita a la Secretaría a divulgar a
las partes la identidad de las víctimas y de las personas que reanuden su acción. En cuanto a la solicitud de
medidas de protección, la Sala considera que medidas de esta naturaleza concedidas a las víctimas autorizadas
a participar en las actuaciones también se aplican a las personas autorizadas a participar en nombre de las
víctimas fallecidas. En este sentido, la Sala recuerda su decisión concediendo anonimato respecto al público a
todas las víctimas autorizadas a participar en la causa, incluyendo aquellas personas autorizadas a participar en
las actuaciones en nombre de las víctimas fallecidas.
Véase n° ICC-01/04-01/07-3018, Sala de Primera Instancia II, 14 de junio de 2011, párrs. 18-23, 24- 29,
30-33.
[TRADUCCIÓN] La Sala ha considerado anteriormente que los certificados de desmovilización son admisibles
para determinar la identidad y la edad del solicitante. A pesar de que los certificados no mencionan la edad
o fecha de nacimiento del solicitante, certifican que en el momento en el que se emitieron, el individuo en
cuestión era menor de edad.
Véase n° ICC-01/04-01/06-2764-Red, Sala de Primera Instancia I, 25 de julio de 2011, párr. 28.
[TRADUCCIÓN] En el caso de discrepancias entre los nombres y/o las fechas de nacimiento en los documentos
presentados como prueba de identidad y los nombres y/o fechas de nacimiento proporcionadas en los
formularios de solicitud de algunos solicitantes, la magistrada única señala que el deletreo de ciertos nombres se
ha distorsionado durante el proceso electoral y que, como resultado, variantes incorrectas de algunos nombres
pueden aparecer en las tarjetas de votación proporcionadas como prueba de identidad por la mayoría de los
solicitantes. Considerando la cuestión de si la identidad del solicitante ha sido verificada al nivel necesario, la
magistrada única tiene en cuenta i) el hecho de que debido a la situación de seguridad en Kivu del Norte y
del Sur, los solicitantes poseen medios limitados para probar su identidad, ii) el hecho de que los documentos
disponibles pueden no llegar a ser totalmente exactos, y iii) la coherencia global de los documentos de
identificación con la información de identificación presentada.
Véase n° ICC-01/04-01/10-351, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 11 de agosto de 2011,
párrs. 27-28.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única señala que, a la luz del párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto, sólo las
“víctimas” pueden ser autorizadas a participar en las actuaciones. Como lo ha sostenido la Sala de Apelaciones,
“la noción de víctima necesariamente implica la existencia de una lesión personal”. Las excepciones a este
principio general son las que figuran en la subregla 3 de la regla 89 de las Reglas, que, como ya se ha señalado,
establece claramente que una solicitud de participación puede ser hecha por una persona que actúe en nombre
de la víctima, ya sea con el consentimiento de la víctima, o en el caso que la víctima sea un niño o una persona
con discapacidad. Por el contrario, ninguna disposición de los textos jurídicos de la Corte permite que una
solicitud de participación se presente en nombre de una persona fallecida.
La magistrada única considera que los escenarios previstos en la subregla 3 de la regla 89 de las Reglas y los
casos en que se realiza una solicitud en nombre de una persona fallecida son intrínsecamente diferentes en su
naturaleza. De hecho, la participación de una persona en nombre de una víctima se justifica principalmente
por referencia al consentimiento expreso de la víctima. Sólo en los dos casos contemplados expressis verbis en
dicha disposición es posible que una solicitud de participación sea presentada por una persona que actúe en
nombre de la víctima sin requerir el consentimiento expreso de la misma. La magistrada única toma la postura
que estas excepciones se basan en el hecho de que un niño – como también en algunos casos de personas
con discapacidades graves - no puede dar consentimiento legalmente válido. En este sentido, la magistrada
única opina que el razonamiento que subyace a la participación en nombre de una víctima que es un niño o
persona discapacitada no puede aplicarse si una solicitud se hace en nombre de una persona fallecida, debido
a la diferencia esencial entre los dos escenarios. En los casos contemplados en la subregla 3 de la regla 89 de
las Reglas, una solicitud se presenta en nombre de una víctima- que es una persona natural- ya sea con el
consentimiento explícito de la misma o en la hipótesis en la que no puede darse un consentimiento válido ya sea
porque la víctima es un niño o discapacitada. A la inversa, en el caso sub judice, una persona fallecida no puede
otorgar el consentimiento para una presentación de una solicitud en su nombre. Sin embargo, aun suponiendo
arguendo que la presentación de ambas solicitudes, en nombre de un niño o una persona discapacitada y en
nombre de una persona fallecida se basa en la misma ratio, la magistrada única opina que la expresa posibilidad
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
cuestiones que surjan en el curso de los procedimientos y que afectan a sus intereses personales. En vista de lo
anterior, en el sentido del párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto no puede ser concedida la participación a una
persona que ha muerto antes del comienzo de los procedimientos penales ante la Corte. El fallecido no puede
presentar sus propias “opiniones y observaciones” sobre temas específicos que se plantean, en concreto, durante
los procedimientos que se han iniciado y se llevarán a cabo después de su muerte. La magistrada única también
señala que la Sala de Cuestiones Preliminares III y la Sala de Primera Instancia III se refirieron a la jurisprudencia
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para justificar la participación de los sucesores
en nombre de una persona fallecida. La magistrada única cree que esta jurisprudencia no puede aplicarse al
presente caso, sobre la base de las siguientes consideraciones: i) las instituciones de derechos humanos, como la
CIDH, en contraste con los cuerpos de justicia penal, como la Corte, no se encargan de la responsabilidad penal
individual, sino de la responsabilidad del Estado por violaciones de los derechos humanos, y ii) la jurisprudencia
de la CIDH se refiere el derecho que tiene el sucesor a percibir una indemnización por el daño sufrido por el
difunto, mientras que en el sistema de la CPI, existe una clara distinción entre la participación en las actuaciones
– cuyo objetivo es de hecho transmitir las “opiniones y observaciones” en el sentido del párrafo 3 del artículo
68 del Estatuto - por un lado, y las reparaciones por el otro, no siendo la primera una condición previa para la
segunda.
Por otra parte, no puede dejar de señalarse que, mientras que el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto sólo
se refiere a la participación de “víctimas” en las actuaciones, el artículo 75 del Estatuto distingue entre
la reparación para las víctimas y la reparación con respecto a las víctimas. La versión francesa de la norma
establece específicamente que las reparaciones pueden prestarse a ambos, a las víctimas y “a leurs ayants
droits”, definiendo claramente el beneficiario potencial de la reparación con respecto a las víctimas. Por lo tanto,
los familiares de las víctimas y sucesores tienen derecho a recibir una reparación “con respecto a” las víctimas,
aunque no hayan sufrido ningún daño personal sustancial como resultado de la comisión de un crimen de la
competencia de la Corte y no siendo, por lo tanto, “víctimas” en el sentido de la subregla a) de la regla 85 de
las Reglas. Por lo tanto, La magistrada única opina que el enfoque de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos en relación con los daños sufridos por las víctimas hasta el día de su muerte les da el derecho a una
indemnización y que dicho derecho a indemnización que se transmite a sus herederos por la sucesión, ya está
previsto en el artículo 75 del Estatuto, específicamente dirigido a las reparaciones, y no puede ser utilizado para
justificar la participación en las actuaciones en nombre de una persona fallecida.
Por lo tanto, a la luz de i) la lectura literal de la ley aplicable, ii) el objetivo específico del ejercicio de los derechos
de participación ante la Sala, y iii) la clara distinción entre la participación y la reparación en el sistema de la
Corte, la magistrada única considera que una persona fallecida no puede ser considerada como una “víctima”
en el sentido del párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto y de la subregla a) de la regla 85 de las Reglas a fin de
la participación y por lo tanto no puede ser autorizada a participar en las actuaciones, a través de otra persona
que actúe en su nombre. Por consiguiente, las solicitudes de participación presentadas en nombre de personas
fallecidas serán rechazadas. Sin embargo, la magistrada única desea aclarar que los familiares de una persona
fallecida pueden ser admitidos, como víctimas, para participar en las actuaciones, en su propio nombre, si
demuestran que sufrieron personalmente daño mental o material como consecuencia de la muerte de esa
persona, de conformidad con los requisitos de la subregla a) de la regla 85 de las Reglas. En consecuencia,
La magistrada única sólo tendrá en cuenta dichas solicitudes en la medida en que se relacionan con un daño
personalmente sufrido por el solicitante, y no con respecto al daño sufrido por un miembro fallecido de la
familia del solicitante en cuyo nombre el solicitante está actuando.
Véase n° ICC-01/09-02/11-267, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 26 de agosto de
2011, párrs. 45-47.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única observa que el documento de identidad adjunto a la solicitud [colectiva
propuesta] debe considerarse acreditativo para demostrar la identidad de los solicitantes. Por consiguiente, la
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
información de identidad contenida en dicho documento es suficiente para que la magistrada única determine
si la identidad del solicitante se ha demostrado satisfactoriamente y no es necesario que los solicitantes
proporcionen la misma información en la declaración individual [la cual deberá ser presentada individualmente
por cada víctima junto con el impreso de solicitud colectiva] .
Véase nº ICC-02/11-01/11-86, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 5 de abril de 2012,
párr. 23.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única considera que pueden presentarse los siguientes documentos como
prueba de la identidad de los solicitantes, a saber: i) pasaporte; ii) documento nacional de identidad; iii) certificado
de nacimiento; iv) permiso de conducir; v) tarjeta electoral; vi) tarjeta consular de identidad; vii) certificado de
defunción; viii) documentos relativos a tratamientos médicos; ix) libro de familia; o x) una declaración firmada
por dos testigos, acompañada de sus pruebas de identidad, en la que se atestigüe la identidad del solicitante.
La magistrada única observa que, con arreglo a la subregla 3 de la regla 89 de las Reglas, una solicitud de
participación también puede ser presentada por “una persona que actúe con el consentimiento de la víctima o
en representación de ella en el caso de que sea menor de edad o tenga una discapacidad que lo haga necesario”.
La magistrada única recuerda igualmente que las víctimas pueden dar su consentimiento individualmente
para que una tercera persona (“persona de contacto”) presente una única solicitud conjunta para todas ellas.
En tales casos, debe demostrarse debidamente la identidad del solicitante y de la persona que actúa con el
consentimiento del solicitante, en su nombre o en el de la persona de contacto mediante la documentación
mencionada en el párrafo anterior. Cuando se presente una solicitud en nombre de un menor de edad o un
discapacitado, deberá determinarse la relación existente entre la persona que actúa en su nombre y el solicitante,
así como sus respectivas identidades, mediante la documentación anteriormente mencionada.
Véase nº ICC-02/11-01/11-138, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 4 de junio de 2012,
párrs. 25-26.
La Magistrada Única recuerda que en la Decisión de 28 de mayo de 2013, ella estableció que los solicitantes
pueden proporcionar uno de los documentos de identificación disponibles en la República Democrática del
Congo para demostrar su identidad como personas naturales. Estos incluyen, inter alia: (i) cédula de identidad
nacional; (ii) certificado de nacionalidad o certificado in lieu; (iii) pasaporte; (iv) licencia de conducir; (v) folleto
de pensiones; (vi) tarjetas de identidad de alumno / pupilo; (vii) tarjetas de identidad de empleado; (viii) tarjeta
de votación; (ix) emisiones de estado civil; (x) documentos expedidos en centros de rehabilitación para niños
asociados con grupos armados; y (xi) carta de una autoridad local.
La Magistrada Única agrega que una solicitud para la participación de las víctimas también puede ser hecha
por “una persona que actúa con el consentimiento de la víctima, o una persona que actúa en nombre de una
víctima, en el caso de una víctima que es un niño o cuando sea necesario, una víctima que está discapacitada”,
de acuerdo con la regla 89 (3) de las Reglas. En tal caso, la identidad tanto de la víctima como de la persona
que actúa con su consentimiento o en su nombre debe ser establecida por cualquiera de la documentación
mencionada en el párrafo anterior. Además, en el caso de una solicitud presentada en nombre de una víctima
que es un niño o está discapacitada, el vínculo entre la víctima y la persona que actúa en su nombre también
debe probarse satisfactoriamente a través de cualquiera de los documentos mencionados anteriormente.
La Magistrada Única subraya que, a menos que se indique lo contrario en su evaluación individual contenida
en el Anexo A y el Anexo B, ella ha considerado que inconsistencias menores en la información proporcionada
por los solicitantes de la víctima no afectan el establecimiento de su identidad como personas naturales. Con la
expresión “inconsistencias menores”, la Magistrada Única identifica discrepancias en la ortografía del nombre
y / o apellido de la víctima solicitante entre los documentos de identificación proporcionados y el Formulario
Simplificado, o cualquier información faltante que no pueda, por sí sola, emitir dudas sobre la identidad de los
solicitantes de la víctima (como la fecha o lugar de nacimiento o el origen étnico de los solicitantes de la víctima
o el nombre de la autoridad local que certifica la identidad de los solicitantes de la víctima). Lo mismo es válido
para el establecimiento de la identidad de un miembro de la familia con respecto de quien el solicitante afirma
haber sufrido daños personales.
Véase N° ICC-01/04-02/06-211, Sala de Cuestiones Preliminares II, 15 de Enero de 2014, párr. 21 – 23
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
efectuar la presentación oficial de una lista consolidada actualizada en al menos dos ocasiones cada año
natural hasta la conclusión de las actuaciones ante esta Sala.
(ii) Las solicitudes de continuación de las actuaciones, incluida la documentación de apoyo necesaria, se
proporcionarán a la Sección, que posteriormente las transmitirá simultáneamente a la Sala, a la Fiscalía,
a la Defensa de [el acusado] y a los representantes legales de las víctimas. Se podrán expurgar las
versiones transmitidas, según sea necesario.
(iii) El plazo límite para cualquier objeción específica a la continuación de las actuaciones se fija en los 14
días siguientes a la notificación de la(s) solicitud(es) pertinente(s).
(iv) En el supuesto de que se presentara cualquier objeción, el Magistrado único evaluará la solicitud
impugnada. Por otra parte, y salvo disposición en contrario, si no se presentara ninguna objeción se
autorizará la continuación de las actuaciones.
(v) Cualquier continuación de las actuaciones que pudiera ser autorizada se habrá de reflejar en la lista
actualizada según se especifica en el punto i), arriba.
Véase núm. ICC-02/04-01/15-962, Sala de Primera Instancia IX (Magistrado único), 30 de agosto de 2017,
párrs. 3 y 4.
[TRADUCCIÓN] Las organizaciones o instituciones que procuren ser admitidas en calidad de víctimas
participantes han de demostrar su condición de víctimas en el sentido de la subregla b) de la regla 85, es decir,
que han sufrido “daños directos a alguno de sus bienes que esté dedicado a la religión, la instrucción, las artes,
las ciencias o la beneficencia, y a sus monumentos históricos, hospitales y otros lugares y objetos que tengan
fines humanitarios”. Para obtener el reconocimiento de la condición de víctimas en el caso que nos ocupa, una
organización habrá de determinar, prima facie, los criterios siguientes:
i) Se habrá de determinar su condición de organización/institución;
ii) La persona que actúe en nombre de la institución/organización habrá de demostrar su capacidad para
representar a la organización;
iii) La persona que actúe en nombre de la organización/institución habrá de determinar su propia identidad;
[TRADUCCIÓN] La Sala observa que, si bien […] , la carta que se anexa a la Solicitud no precisa la relación
existente entre la persona designada y la institución en cuestión, está firmada por el representante legal de
la autoridad responsable de la institución, y confiere a esta nueva persona facultades para “representar a [la
institución en cuestión] ante la [Corte] ”.
La Sala considera que, habida cuenta de las informaciones reflejadas tanto en la Solicitud como en los
documentos de apoyo presentados, la persona nombrada como nuevo representante ha demostrado tener
capacidad suficiente para actuar en nombre de la víctima a/0071/08 en el presente proceso. Por consiguiente, las
medidas de protección reconocidas a las víctimas también son de aplicación al nuevo representante.
Véase núm. ICC-01/04-01/07-3721, Sala de Primera Instancia II, 12 de diciembre de 2016, párrs. 15 y 16.
[TRADUCCIÓN] El segundo requisito en virtud de la subregla a) de la regla 85 de las Reglas es que los incidentes
descritos por los solicitantes parezcan constituir “[un] crimen de la competencia de la Corte”.
La magistrada única dijo que, para que un crimen sea de la competencia de la Corte, debe ser uno de los crímenes
contemplados en los apartados a) a c) del párrafo 1 del artículo 5 del Estatuto y definido en los artículos 6, 7 y 8
del Estatuto (competencia ratione materiae) y debe haber sido cometido en el período de tiempo especificado
en el artículo 11 del Estatuto (competencia ratione temporis). Además, un crimen debe cumplir una de las dos
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
contenidos en los cargos presentados por el Fiscal en el Documento en que se formulan los Cargos. Por lo tanto,
la magistrada única es llamada a determinar si el/los incidente(s) descrito(s) por los solicitantes entra(n) dentro
del ámbito de la causa que examinará la Sala durante la audiencia de confirmación de los cargos.
Véase n° ICC-01/09-01/11-249, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 5 de agosto de
2011, párrs. 44-46. Véase también n° ICC-01/09-02/11-267, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada
única), 26 de agosto de 2011, párrs. 58-60; n° ICC-01/04-01/10-351, Sala de Cuestiones Preliminares I
(magistrada única), 11 de agosto 2011, párr. 21.
[TRADUCCIÓN] El segundo requisito que debe cumplirse en virtud de la regla 85 (a) de las Reglas es que los
hechos descritos por los solicitantes constituyen “[un] delito dentro de la jurisdicción de la Corte”, es decir, uno
de los mencionados en el artículo 5(1) del Estatuto, cuando se comete de conformidad con el marco temporal y
territorial previsto en los artículos 11 y 12 del Estatuto, respectivamente.
Además, para el propósito de la participación de las víctimas en cualquier caso dado, es necesario que se
establezca un vínculo entre los eventos descritos por los solicitantes y la causa solicitada por el Fiscal contra el
sospechoso. En esta etapa del procedimiento, el alcance de la causa contra el Sr. Ntaganda está determinado
por los cargos presentados por la Fiscal en su Decisión de Confirmación de los Cargos. Por lo tanto, es deber de
la Magistrada Única evaluar si los eventos descritos por cada víctima solicitante están dentro del alcance de la
causa que será examinado por la Sala en la audiencia de confirmación de cargos.
[…]
La Magistrada Única recuerda que para que una víctima solicitante califique según la regla 85 (a) de las Reglas,
es suficiente que él o ella sea víctima de al menos un delito por el cual se acusó al Sr. Ntaganda. El estado de las
víctimas en el presente procedimiento no difiere en naturaleza entre los solicitantes que han sido reconocidas
como víctimas de uno de los delitos presuntamente cometidos por el sospechoso y los solicitantes que han sido
reconocidos como víctimas de más de un delito con el cual el sospechoso está imputado. Una vez admitidos,
todos son igualmente considerados como víctimas participantes en la presente causa. Sin embargo, en la
medida de lo posible, en la evaluación individual de cada demanda, la Magistrada Única ha tratado de reflejar
la gama completa de victimización sufrida por los solicitantes, siempre que hayan proporcionado información
suficiente para este efecto. […]
La Magistrada Única considera que las diversas referencias temporales proporcionadas por los solicitantes
son la consecuencia natural del recuerdo de eventos traumáticos que tuvieron lugar hace más de diez años.
Adicionalmente, si bien la determinación de cada solicitud de participación según la regla 85(a) de las Reglas
sigue siendo necesariamente individual, la Magistrada Única recuerda que las solicitudes han sido agrupadas
por la Sección de participación y Reparación de las Víctimas según los criterios correspondientes, en su mayoría
basados en la victimización sufrida y en los incidentes en los cuales los solicitantes estuvieron involucrados. Este
ejercicio de agrupación tuvo como objetivo organizar la cantidad considerable de solicitudes recibidas con el fin
de no afectar negativamente el derecho de las presuntas víctimas a solicitar la participación en las actuaciones
de la causa y facilitar la determinación de la Magistrada Única de conformidad con la regla 85 (a) de las normas.
A este respecto, la Magistrada Única observa que la narrativa de los solicitantes que proporcionaron referencias
temporales menos precisas es consistente con la descripción de los hechos proporcionados por varios solicitantes
que pertenecen al mismo grupo, quienes proporcionaron fechas específicas que se encuentran precisamente
dentro de los parámetros temporales de las acusaciones. Por lo tanto, la Magistrada Única evaluó las solicitudes
de aquellas personas que se refieren a los indicadores temporales enumerados en el párrafo anterior, en la
medida que caigan dentro de los parámetros temporales de los cargos contra el sospechoso.
Véase N° ICC-01/04-02/06-211, Sala de Cuestiones Preliminares II, 15 de Enero de 2014, párr. 24 – 25; 27;
53 - 54.
[TRADUCCIÓN] Por lo que respecta a este razonamiento, en opinión de la Sala es necesario realizar un
análisis individual de cada una de estas solicitudes para poder determinar si, a la luz de las Decisiones de
confirmación de los cargos contra el Sr. Gbagbo y el Sr. Blé Goudé, y la subsiguiente acumulación de las causas,
el presunto daño sufrido está suficientemente vinculado a los crímenes que se imputan a uno u otro acusado.
Este análisis es necesario, habida cuenta de que la Magistrada única de la Sala de Cuestiones Preliminares
basó su determinación en el Documento en que se formulan los cargos en la fase previa al juicio, antes de que
se dictara la decisión de confirmación de los cargos en la causa Blé Goudé y la acumulación de ambas causas.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-379, Sala de Primera Instancia I, 7 de enero de 2016, párr. 52.
El daño sufrido por una persona natural es un daño a dicha persona, es decir, un daño personal. Tanto los
daños materiales como los físicos y los psicológicos son formas de daño que están comprendidas dentro de esa
regla si han sido sufridos personalmente por la víctima. La cuestión que corresponde determinar es si el daño
sufrido es personal del individuo. Si lo es, puede vincularse tanto con las víctimas directas como con las víctimas
indirectas.
[...}
El daño sufrido por una víctima como resultado de la comisión de un crimen comprendido en la competencia
de la Corte puede dar lugar a un daño sufrido por otras víctimas. Esto es evidente, por ejemplo, cuando hay
una estrecha relación personal entre las víctimas, como la relación entre un niño soldado y los padres de dicho
niño. El reclutamiento de un niño soldado puede provocar un sufrimiento personal tanto al niño de que se trata
como a sus padres.
[...]
La noción de víctima implica necesariamente la existencia de daño personal pero no implica necesariamente la
existencia de daño directo.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1432-tSPA OA9 OA10, Sala de Apelaciones, 11 de julio de 2008, párras 1, 32 y
107.
El Magistrado Único considera que para los propósitos de reconocimiento de víctimas en los procedimientos
llevados ante la Corte, las solicitudes los de miembros de familia mas cercanos a una víctima fallecida,
usualmente requerirán presentar menos información y/o evidencia respecto a la naturaleza de la relación con
la víctima fallecida para ser reconocidos como víctimas, esto debido a que son estos miembros de familia,
usualmente, los más afectados por el fallecimiento de su familiar. Como el daño es menos aparente en el caso
de miembros de familia más alejados o fuera del círculo familiar, más información y/o evidencia será requerida
para substanciar el argumento de que la relación del solicitante y la persona fallecida, fue de tal naturaleza, que
la muerte de dicha persona causó daño emocional al solicitante y/o resultó en una pérdida économica.
Véase n° ICC-02/05-02/09-255 Sala de Cuestiones Preliminares I, 19 de Marzo de 2010, parra. 30.
[TRADUCCIÓN] La muerte de una víctima no debe extinguir la oportunidad para que la Sala considere
sus opiniones y observaciones, ya que sería rotundamente injusto que un presunto responsable en estas
circunstancias evitara que la CPI reciba las demandas correspondientes de los afectados mortalmente. La
participación de las víctimas no es un ejercicio unilateral: a pesar de que está específicamente destinada a
beneficiar a aquellos cuyos intereses personales están comprometidos, también mejora la comprensión de la
Corte sobre los hechos pertinentes. Las víctimas en la causa Lubanga han aportado pruebas relevantes para el
juicio, y sus representantes han interrogado a los testigos sobre cuestiones vinculadas a la causa. Dado que los
Representantes legales pueden actuar en nombre de las víctimas participantes en virtud del párrafo 3 del artículo
68 del Estatuto, no es una extensión excepcional de este enfoque que se permita a una persona determinada
(no necesariamente un familiar) proporcionar a la Sala información relevante (que muestre opiniones y
observaciones de la víctima que murió), ya sea a través de un abogado o de cualquier otra manera. La restricción
más importante es que esta participación no debe redundar en detrimento de los derechos del acusado o de un
juicio justo e imparcial ni sean incompatibles con éstos. En consecuencia, la Sala apoya la posición de la Sala de
Primera Instancia I y de la Sala de Cuestiones Preliminares III y en estas circunstancias el solicitante reúne los
requisitos exigidos por la subregla 3 de la regla 89 de las Reglas. Información suficiente ha sido proporcionada,
como su identidad, y el parentesco entre la víctima muerta y la persona que actúa en su nombre. Prima facie,
el solicitante (fallecido) es una víctima conforme a la subregla a) de la regla 85 de las Reglas, dado que, además
de su muerte, su hogar fue aparentemente saqueado como parte de la comisión de los crímenes incluidos
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
Para estas solicitudes, la información y los documentos han permitido a la Sala establecer la identidad de,
y parentesco entre, la víctima fallecida y la persona que actúa en su nombre. Por lo tanto, estos solicitantes
cumplen los requisitos de las subreglas 1 y 3 de la regla 89 de las Reglas. Prima facie la personas fallecidas y las
personas que actúen en su representación son víctimas conforme a la subregla a) de la regla 85 de las Reglas:
ellos sufrieron daños personales como consecuencia de la comisión de los delitos comprendidos en los cargos
en contra del acusado, en razón de las actividades de los Banyamulengués en el período comprendido entre el
26 de octubre de 2002 y el 15 de marzo de 2003.
Véase n° ICC-01/05-01/08-807, Sala de Primera Instancia III, 30 de junio de 2010, párrs. 83-85. Véase
también n° ICC-01/05-01/08-320, Sala de Cuestiones Preliminares III (magistrado único), 12 de diciembre
de 2008, párrs. 39-40.
[TRADUCCIÓN] El tercer elemento a considerar es el “daño” que el solicitante afirma que ha sufrido. La
magistrada única nota y se suma a la jurisprudencia de la Corte según la cual el “daño” como se menciona en
la subregla a) de la regla 85 de las Reglas incluye el dolor físico, sufrimiento mental y la pérdida material. Sin
embargo, el hecho de que el perjuicio alegado por el solicitante se encuadre dentro de una de estas categorías
especificadas anteriormente, no es suficiente. En virtud de la subregla a) de la regla 85 de las Reglas, el daño
también debe: i) resultar del/de los crimen(es) con el/los cual(es) el sospechoso ha sido imputado; y ii) ser
personal, es decir, debe haber sido sufrido personalmente por el solicitante.
La magistrada única considera que la relación de causalidad entre el crimen y el daño relevante a los efectos de
esta decisión no puede determinarse con precisión in abstracto. A la inversa, esto debe ser evaluado caso por
caso teniendo en cuenta todas las circunstancias de los eventos descritos por el solicitante. Además, como se
indicó, el segundo elemento que califica el daño en el sentido de la subregla a) de la regla 85 de las Reglas es
que debe haber sido sufrido personalmente por el solicitante. En este sentido, la magistrada única recuerda y se
suma a las conclusiones de otras Salas de la Corte, incluidas las de la Sala de Apelaciones, que han sostenido
que “la noción de víctima implica necesariamente la existencia de daño personal”.
Finalmente, en relación con la definición de daño, la magistrada única estima que el daño relevante en el
sentido de la subregla a) de la regla 85 de las Reglas también puede ser indirecto bajo ciertas condiciones. De
hecho, de acuerdo con la Sala de Apelaciones, “el daño sufrido por una víctima como resultado de la comisión
de un crimen comprendido en de la competencia de la Corte puede dar lugar a un daño sufrido por otras
víctimas”. En particular, la magistrada única es de la opinión que los solicitantes pueden ser admitidos para
participar en el procedimiento también en el caso de haber sufrido un daño: i) derivado del daño sufrido por la
víctima directa; o ii) mientras intervinieron para ayudar a las víctimas directas de la causa o para evitar que estas
últimas se convirtieran en víctimas por la comisión de tales crímenes.
En cuanto a las víctimas indirectas, la magistrada única desea aclarar que el sufrimiento emocional puede ser
invocado por los familiares inmediatos de la víctima directa, sólo en la medida de que la relación entre ellos
haya sido suficientemente demostrada. Este podría ser el caso, por ejemplo, cuando el solicitante afirma que ha
sufrido daños emocionales por la muerte de un familiar, lo que ocurrió como resultado de los crímenes con los
que el sospechoso ha sido imputado. Por lo tanto, es necesario que se presenten pruebas de la identidad de la
víctima directa, así como también pruebas de la relación entre el solicitante y la víctima directa para cumplir con
el requisito establecido con anterioridad.
Véase n° ICC-01/09-01/11-249, la Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 5 de agosto de
2011, párrs. 50-55. Véase también n° ICC-01/09-02/11-267, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada
única), 26 de agosto de 2011, párrs. 64-69, y n° ICC-02/11-01/11-138, Sala de Cuestiones Preliminares I
(magistrada única), 4 de junio de 2012, párrs. 28-30.
[TRADUCCIÓN] La noción de “daño” en el sentido de la regla 85(a) de las Reglas incluye daño físico,
sufrimiento emocional y pérdida económica. Además, el daño reclamado por el solicitante también debe (i) ser
el resultado de la comisión de un crimen por el cual el sospechoso es acusado y (ii) ser sufrido personalmente
por el solicitante.
La Magistrada única ya ha declarado en la Primera Decisión sobre la Participación de las Víctimas que la
causalidad entre la comisión del crimen y el daño sufrido por el solicitante no puede establecerse in abstracto,
pero se evaluará caso por caso, a la luz de la información disponible en el formulario de solicitud y el material
de apoyo cuando esté disponible. La Magistrada única recuerda que el vínculo entre el presunto daño y los
crímenes denunciados, en esta etapa, debe establecerse prima facie. El solicitante no necesita demostrar que
los supuestos incidentes que constituyen la base de los cargos presentados por el Fiscal son la causa única o
sustancial del daño sufrido por el solicitante. Basta con demostrar que podrían haber contribuido objetivamente
(i) como resultado del daño sufrido por la víctima directa; o (ii) mientras interviene para ayudar a víctimas
directas del caso o para evitar que éstas se conviertan en víctimas como resultado de la comisión de un crimen
por el cual se acusa al sospechoso. Con respecto al escenario descrito en el inciso (i), las víctimas indirectas
deben establecer que, como resultado de su relación con la víctima directa, el daño sufrido por esta última da
lugar a su daño. Además, la identidad de las víctimas directas e indirectas, así como su parentesco, debe ser
suficientemente demostrada.
Véase n° ICC-02/11-01/11-384, Sala de Cuestiones Preliminares I (Magistrada única), 6 de febrero de 2013,
párrs. 31-33
El tercer requisito a considerar es el “daño” que el solicitante ha reclamado haber sufrido, lo que está en
consonancia con la jurisprudencia establecida por la Corte e incluye lesiones físicas, sufrimiento emocional y
pérdida económica.
De acuerdo con la regla 85(a) de las Reglas, el daño debe: (i) resultar del delito (s) por el cual se imputa al
sospechoso; y (ii) ser personal, es decir, debe haber sido sufrido personalmente por la víctima solicitante. En
este sentido, la Magistrada Única sostiene que el estándar de causalidad entre el delito y el daño relevante para
los propósitos de la presente decisión no se puede establecer con precisión in abstracto. Se evaluará caso a caso
a la luz de todas las circunstancias de los eventos descritos en las solicitudes.
El segundo elemento que califica el daño dentro del sentido de la regla 85 (a) de las Reglas es que sea
personalmente sufrida por los solicitantes. A este respecto, la Magistrada Única recuerda los hallazgos de
otras Salas de la Corte, incluida la Sala de Apelaciones, en el sentido de que “la noción de víctima implica
necesariamente la existencia de daños personales”.
Con respecto a la definición de daño, la Magistrada Única considera que el daño relevante en el sentido de la
regla 85 (a) de las Reglas también podría ser indirecto bajo ciertas condiciones. De hecho, según lo ha sostenido
la Sala de Apelaciones, “el daño sufrido por una víctima como resultado de la comisión de un crimen dentro de
la jurisdicción de la Corte puede causar daños sufridos por otras víctimas”. En particular, la Magistrada Única
considera que los solicitantes pueden ser admitidos a participar en el presente procedimiento también en caso
de que sufran daño: (i) como resultado del daño sufrido por la víctima directa; o (ii) mientras interviene para
ayudar a las víctimas directas del caso o para evitar que éstas se conviertan en víctimas debido a la comisión de
estos delitos.
Con respecto a las víctimas indirectas como se describe en el párrafo anterior, sub (i), la Magistrada Única
subraya que un miembro de la familia inmediata de la víctima directa puede reclamar el daño personal, solo
en la medida en que la relación entre ellos haya sido establecida de manera suficiente. Este podría ser, por
ejemplo, el caso en el que el solicitante afirma haber sufrido un daño personal como resultado de la muerte
de un miembro de su familia inmediata, que a su vez se produjo como resultado de los delitos de los que está
imputado el sospechoso. Por lo tanto, se requiere que se proporcione una prueba de la identidad tanto de la
víctima directa como del solicitante, así como una prueba del vínculo entre ellos provista en conformidad con el
párrafo 21 anterior para que se cumpla el presente requisito.
La Magistrada Única subraya que es suficiente que cualquier solicitante haya sufrido personalmente uno de los
daños reconocidos. Independientemente de si la víctima solicitante ha sufrido solo daños físicos, psicológicos
o materiales o los tres daños, su estado de víctima no cambia. No obstante, la Magistrada Única ha intentado
en su evaluación individual reconocer todos los daños apropiados presuntamente sufridos por las víctimas
solicitantes, en el caso de que hayan proporcionado información suficiente al respecto.
[…]
Como se recordó anteriormente, un solicitante puede participar como víctima en el proceso si ha sufrido daños
personales como resultado de un delito cometido contra un miembro de la familia inmediata. La Magistrada
Única está de acuerdo con las presentaciones de la Defensa de que no todos los miembros de la familia pueden
alegar haber sufrido daños personales como resultado de delitos cometidos contra otros miembros del mismo
núcleo familiar. La Magistrada Única considera que los miembros de la familia inmediata de una víctima
solicitante son, en principio, padres, hijos, hermanos y cónyuges.
Con respecto a otros miembros de la familia, como tíos, tías, sobrinos, sobrinas o abuelos, la Magistrada Única
considera que sería arbitrario suponer que se los excluye automáticamente de la noción de “familia inmediata”
debido a su segundo grado de familiaridad con la víctima solicitante. Sin embargo, la Magistrada Única considera
que, para reclamar el estatus de víctima en el sentido de la regla 85(a) de las Reglas, la víctima solicitante debe
establecer que en el momento de la victimización, existía una proximidad suficiente entre él o ella y el (los)
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
Por lo tanto, a falta del tipo de información ejemplificada anteriormente, la Magistrada Única puede no estar
satisfecha de que se haya establecido un grado de parentesco suficientemente cercano entre la solicitante y
el miembro de la familia, para que el primero pueda reclamar daños personales como resultado de crímenes
cometidos contra este último. Sin embargo, la Magistrada Única recuerda que dichos solicitantes aún pueden
calificar como víctimas según la regla 85(a) de las Reglas, si proporcionaron información suficiente para
demostrar que han sufrido daños personales directos como resultado de la comisión de delitos con los cuales
sospechoso está acusado.
Véase N° ICC-01/04-02/06-211, Sala de Cuestiones Preliminares II, 15 de Enero de 2014, párr. 28 – 33; 27;
48-50.
[TRADUCCIÓN] Al principio, la Magistrada Única recuerda que para calificar como víctima en el sentido de la
regla 85(a) de las Reglas, es suficiente que un solicitante haya sufrido al menos uno de los daños reconocidos
(daño físico, psicológico o material) como un resultado de al menos un delito con el cual el Sr. Ntaganda es
acusado. La condición de víctima en el presente procedimiento no difiere en su naturaleza entre los solicitantes
que han sufrido un solo daño como consecuencia de uno de los delitos presuntamente cometidos por el
sospechoso y los solicitantes que han sufrido múltiples daños como resultado de la comisión de más de un delito
por el cual el sospechoso es acusado. Una vez admitidos, todos los solicitantes son igualmente considerados
como víctimas participantes en el presente caso. Sin embargo, en la medida de lo posible, en la evaluación
individual de cada solicitud de participación, la Magistrada Única ha intentado reflejar el rango completo de
victimización sufrido por los solicitantes de la víctima, siempre que hayan proporcionado información suficiente
para este efecto.
[…]
Varias solicitudes han sido rechazadas en parte porque los solicitantes no demostraron ni la identidad ni el
parentesco con los miembros de la familia respecto de los cuales afirman haber sufrido daños personales
indirectos como resultado de los delitos imputados, o de otra manera no establecieron suficiente grado de
parentesco para que estos miembros de la familia sean considerados “inmediatos”. A este respecto, la
Magistrada Única recuerda que un solicitante puede participar como víctima en el proceso si ha sufrido daños
personales como resultado de un delito cometido contra un familiar inmediato. La Magistrada Única considera
que los miembros de la familia inmediata de una víctima solicitante son, en principio, padres, hijos, hermanos
y cónyuges.
Como se indica en la Decisión de 15 de enero de 2014, con respecto a otros miembros de la familia, como tíos,
tías, sobrinos, sobrinas o abuelos:
“[...] sería arbitrario asumir que se excluyen automáticamente de la noción de “familia inmediata” debido a su
familiarización de segundo grado con la víctima solicitante. Sin embargo, para reclamar el estatus de víctima en el
sentido de la regla 85(a) de las Reglas, la víctima solicitante debe establecer que en el momento de la victimización,
existía una proximidad suficiente entre él o ella y el (los) miembro(s) de la familia que sufrieron daños directamente
como resultado de uno o más delitos por los cuales el sospechoso está acusado.
La Magistrada Única considera que tal proximidad depende ne cesariamente de las circunstancias particulares
de cada caso y puede ser, por ejemplo, el caso en el que la víctima solicitante creció con el miembro de la familia
en cuestión o cuando él o ella criaron a ese miembro de la familia. A la inversa, los casos en que la víctima
solicitante ayudaba al miembro de la familia o viceversa en actividades económicas no bastarán como tales
para demostrar el parentesco requerido entre ellos. De la misma manera, declarar que la víctima solicitante
consideró a los miembros de su familia en cuestión como un padre no será suficiente, en ausencia de más
información sobre la razón de tal percepción por la víctima solicitante.
Sin embargo, en la mayoría de estos casos, las víctimas solicitantes que reclaman daños respecto a miembros de
la familia no inmediatos también sufrieron daños personales como resultado de delitos de los que el sospechoso
es acusado. En consecuencia, califican como víctimas y tienen derecho a participar en los procedimientos de la
presente causa.
Véase N° ICC-01/04-02/06-251, Sala de Cuestiones Preliminares II, 7 de Febrero de 2014, párr. 21; 23 - 26.
La Magistrada Única observa que algunos solicitantes declararon, en sus formularios de solicitud, que
solicitaron participación en nombre de familiares fallecidos, en conformidad con la regla 89(3) de las Reglas
de Procedimiento y Prueba. En estos casos, la Magistrada Única ha considerado a los solicitantes como
víctimas indirectas de los delitos, ya que afirman claramente haber sufrido daño personal como resultado de la
victimización de miembro(s) de su familia.
actuando en nombre de otra víctima, según la regla 89(3) de las Reglas; (ii) como víctimas directas de delitos por
los cuales el sospechoso presuntamente tiene responsabilidad penal individual y como víctimas indirectas como
resultado del daño sufrido por un miembro de la familia; o (iii) como víctimas indirectas como resultado de los
daños sufridos por dos miembros de la familia distintos. En los casos mencionados en (i), la Magistrada Única
considera que un solicitante puede retener dos distintos códigos de víctima, ya que participará en el presente
procedimiento en su propio nombre y, al mismo tiempo, en representación o con el consentimiento de otra
víctima. En consecuencia, estas aplicaciones han sido evaluadas por separado.
Por el contrario, en todos los casos bajo (ii) y (iii), la Magistrada Única ha evaluado las solicitudes de manera
conjunta, sobre la base de que uno y el mismo solicitante puede reclamar daños como resultado de un daño
directo y un daño indirecto, en la medida en que estos daños surjan de la comisión de delitos por los cuales el
sospechoso presuntamente tiene responsabilidad penal individual. En consecuencia, por razones de eficiencia
en el seguimiento de las víctimas en la causa, la Magistrada Única instruye a la Sección para la Participación y
Reparación de las Víctimas (el “SPRV”) a asignar un solo código de víctima a estos solicitantes y notificar a la
Sala y las partes respectivamente. La Magistrada Única aclara que, como resultado de la evaluación conjunta
mencionada en este párrafo, el número final de solicitantes admitidos como víctimas en la causa es inferior al
número de solicitudes recibidas, aunque todos los solicitantes califican como víctimas de conformidad con la
regla 85 (a) de las Reglas.
En algunos casos, los solicitantes afirman haber sufrido daño como resultado de una conducta que sirve de base
de los delitos por los cuales el sospechoso presuntamente tiene responsabilidad penal individual, tales como
el pillaje. La Magistrada Única considera, como se anticipó anteriormente, que la conducta que caiga fuera del
parámetro fáctico del caso, tal como está actualmente, no puede ser considerada con el propósito de calificar
como víctimas participantes en la causa. No obstante, en todos estos casos, los solicitantes también reclamaron
daños como resultado de una conducta que constituye delito reflejado en la Decisión del artículo 58 y en la
Orden de Arresto. Por lo tanto, y teniendo en cuenta que todas las demás condiciones parecen cumplirse, estos
solicitantes también califican como víctimas según la regla 85(a) de las Reglas.
Véase N° ICC-02/11-02/11-111, Sala de Cuestiones Preliminares I (Magistrada Única), 1 de Agosto de 2014,
párr. 9 – 13.
[TRADUCCIÓN] El nexo causal exigido por la regla 85 de las Reglas en la etapa de la causa está demostrado
cuando la víctima, y cuando fuere aplicable, familiares cercanos o dependientes, proporcionan pruebas
suficientes que permiten a la Sala establecer que la víctima ha sufrido un daño directo vinculado a los crímenes
incluidos en la orden de detención o que la víctima ha sufrido un daño mientras intervenía para ayudar a las
víctimas directas de la causa o para evitar que éstas se convirtieran en víctimas a causa de la comisión de estos
crímenes.
Véase n° ICC-01/04-01/06-172, Sala de Cuestiones Preliminares I, 29 de junio de 2006, págs. 7 8. Véase
también n° ICC-01/04-01/06-601, Sala de Cuestiones Preliminares I, 20 de octubre de 2006, pág. 9, y n°
ICC-02/11-01/11-138, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 4 de junio de 2012, párrs. 28-
31.
[TRADUCCIÓN] Con respecto a los incidentes que no estén incluidos en las órdenes de detención dictadas en
la causa, la Sala tiene que estar convencida de que los solicitantes han sufrido daños “como consecuencia de un
crimen de la competencia de la Corte, el cual tiene que haber supuestamente sido cometido dentro de los límites
temporales y territoriales de la situación correspondiente”. En consecuencia, las declaraciones formuladas por
los solicitantes en apoyo de su demanda deben ser corroboradas por informaciones suficientes de otras fuentes
[TRADUCCIÓN] La magistrada única observa, sin embargo, que sólo tendrá en cuenta las solicitudes en la
medida en que se relacionen con el daño supuestamente sufrido por el solicitante, y no con el daño sufrido por
el miembro difunto de la familia del solicitante en cuyo nombre está actuando el solicitante.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
Véase n° ICC-01/04-423-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 31 de enero de 2008,
párr. 25.
[TRADUCCIÓN] Durante la etapa de juicio de una causa, el derecho de las víctimas a participar depende
principalmente de si sus intereses personales se ven afectados de conformidad con el párrafo 3 del artículo 68
del Estatuto y la regla 85 de las Reglas que establece una definición de “víctimas” que debe ser leída a la luz de
dicho artículo. La regla 85 de las Reglas no restringe la participación de las víctimas con respecto a los crímenes
contenidos en los cargos confirmados por la Sala de Cuestiones Preliminares I, y esta restricción no está prevista
en el marco del Estatuto de Roma.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1119, Sala de Primera Instancia I, 18 de enero de 2008, párr. 93.
A los efectos de la participación en las actuaciones del juicio, el daño alegado por una víctima y el concepto
de intereses personales en el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto deben estar vinculados con los cargos
confirmados contra el acusado.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1432-tSPA OA9 OA10, Sala de Apelaciones, 11 de julio de 2008, párr. 2.
[TRADUCCIÓN] La Sala observa que algunos de los siete candidatos afirman que, en distinta medida, han
sufrido daños debido a la ausencia de la Unión Africana (“UA”) en la zona de Haskanita. En particular, estos
solicitantes alegan que, puesto que la Misión de la Unión Africana en Sudán (“AMIS”) abandonó la base militar
de Haskanita (MGS Haskanita) debido al ataque perpetrado por los rebeldes en la base militar, tuvieron que
abandonar el pueblo de Haskanita y / o perdieron de su empleo en la base militar.
La información proporcionada a la Sala no permite concluir que el ataque contra la base militar de Haskanita
condujo directamente a la ausencia de la UA en Haskanita.
En cualquier caso, aunque se pudiese establecer que el ataque a la base militar de Haskanita contribuyó de
alguna manera al daño supuestamente sufrido por los solicitantes, dicho perjuicio estaría demasiado alejado de
los presuntos delitos para que se pudiese cumplir con el requisito de haberse producido “como consecuencia”
de esos delitos, en el sentido de la subregla a) de la regla 85 de las Reglas.
[...]
La Sala es de la opinión de que la deficiencia identificada por la magistrada única en la causa de Abu Garda, en
relación con el vínculo entre los delitos por los cuales los sospechosos están acusados y el daño supuestamente
sufrido por los solicitantes, continúa, ya que ninguno de los solicitantes se refiere a los delitos presuntamente
cometidos en la base militar de Haskanita como la causa del daño sufrido. La Sala, por lo tanto, no considera
que los daños alegados por los solicitantes fuesen causados por el ataque contra la propia base (y los crímenes
presuntamente cometidos durante dicho ataque) en vez de por el ataque presuntamente perpetrado en la
localidad de Haskanita. Además, en ambos casos, los solicitantes sostienen que abandonaron el pueblo de
Haskanita sólo después de que los rebeldes llegaran al pueblo y comenzaran a saquearlo. Parece, pues, que
abandonaron la zona de Haskanita en respuesta al ataque perpetrado presuntamente por los rebeldes en la
localidad de Haskanita y no como resultado del ataque la base militar de Haskanita.
Por estas razones, la Sala es de la opinión de que los solicitantes no pueden considerarse víctimas de la causa,
ya que los hechos a raíz de los cuales alegan que han sufrido daños no son los hechos que constituyen la base
de los crímenes que se les imputan a los sospechosos. Por tanto, sus solicitudes son rechazadas.
Véase nº ICC-02/05-03/09-89, Sala de Cuestiones Preliminares I, 29 de octubre de 2010, párrs. 13-15 y
21-22.
[TRADUCCIÓN] La Sala consideró el “panorama general dado por el solicitante a la Sala”, teniendo en
consideración la historia del solicitante y cualquier documento presentado a la Sala, a fin de determinar prima
facie si el solicitante ha sufrido daños como consecuencia de la comisión de un crimen incluido entre los cargos
en contra del acusado.
Véase n° ICC-01/04-01/06-2659-Corr-Red, Sala de Primera Instancia I, 8 de febrero de 2011, párr. 28. Véase
también n° ICC-01/04-01/06-2764-Red, Sala de Primera Instancia I, 25 de julio 2011, párr. 23.
[TRADUCCIÓN] El vínculo entre la comisión del crimen y el daño sufrido por el solicitante se habrá de valorar
a la luz de la información disponible y establecida prima facie. La Sala estima suficiente que el solicitante
demuestre, por ejemplo, que los presuntos crímenes podrían haber contribuido objetivamente al daño sufrido.
4. El proceso de solicitud
4.1. En general
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
[TRADUCCIÓN] De conformidad con la subregla 1 de la regla 89 de las Reglas, la Fiscalía y la Defensa tienen
la prerrogativa de responder a cualquier solicitud de participación presentada por las víctimas.
Véase n° ICC-01/04-73, Sala de Cuestiones Preliminares I, 21 de julio de 2005, pág. 2.
[TRADUCCIÓN] La Magistrada única considera que el proceso para decidir sobre solicitudes para el estado
procesal de la víctima en una situación y causa seguidos ante la Sala de Cuestiones Preliminares (proceso de
solicitud) es un proceso específico regulado por la regla 89 de las Reglas y regulación 86 de las Regulaciones. Su
objeto y propósito está limitado a la determinación de si el estado procesal debe ser otorgado a los solicitantes.
Por lo tanto, la solicitud es previo, distinto y separado de la determinación y ejercicio de las modalidades de
participación por aquellos a quienes el estado procesal de víctima les ha sido otorgado.
Desde la perspectiva de la Magistrada única, el procedimiento de solicitud no está relacionado con cuestiones
sobre inocencia o culpabilidad del sujeto acusado o con la credibilidad de los testigos de la Fiscalía, pues solo
está destinado a determinar si el estatus procesal de víctimas debe ser otorgado a los solicitantes. Así, puede
ser distinguido de los procedimientos criminales llevados ante la Corte, incluyendo la investigación de una
situación, la iniciación de un caso y las etapas preliminares, de juicio y de apelación de una causa, las cuales
son gobernadas por artículos, reglas y normas específicas. En adición, la Magistrada única considera que el
procedimiento de solicitud no está relacionado a cuestiones sobre el otorgamiento de reparaciones, las cuales
serán sujeto de procedimientos proveídos bajo el artículo 75 del Estatuto y la regla 94 de las Reglas.
[…]
En adición, la Magistrada única señala que de acuerdo con la regla 89 de las Reglas y la norma 86 del Reglamento
de la Corte, el agotamiento de los recursos dentro de su país no es una condición que deben cumplir los
solicitantes, a diferencia de lo previsto en el artículo 35 del Convenio Europeo de Derechos Humanos y el
artículo 46 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
[...}
No son necesarios para que la Sala decida sobre las solicitudes: la información relacionada con las condiciones
en las que a los solicitantes se les ha concedido asilo en un tercer país, la calificación de intérpretes, las
declaraciones anteriores de los solicitantes, si existiera alguna, la identidad y el papel de las personas que
figuran como testigos durante el proceso de solicitud y la nueva presentación de una solicitud si un testigo tiene
un conflicto de intereses.
[…]
Como fue explicado previamente, el proceso de solicitud no está relacionado con cuestiones relativas a la
culpabilidad o inocencia del sospechoso o acusado o a la credibilidad de los testigos de cargo y por lo tanto, el
párrafo 2 del artículo 67 del Estatuto no se aplica en el contexto del proceso de solicitud. Además, la magistrada
única señala que el papel de los solicitantes en el proceso de solicitud no puede confundirse de ninguna manera
con el papel de los testigos en los procesos penales.
La magistrada única recuerda que la obligación de la Fiscalía en virtud de la regla 77 de las Reglas se limita a
permitir a la Defensa consultar únicamente los libros, documentos, fotografías y objetos tangibles a) sobre los
cuales la Fiscalía propone apoyarse durante la confirmación de los cargos o el juicio; b) que son pertinentes
para la preparación de la Defensa para los fines de la audiencia de confirmación o del juicio; o c) que se han
obtenido del sospechoso o acusado o que le pertenecen. Por lo tanto, la magistrada única considera que esta
regla tampoco se aplica en el contexto del proceso de solicitud.
Véase n° ICC-02/05-110, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 3 de diciembre de 2007,
párrs. 5-6, 12, 17, 20 y 21. Véase también n° ICC-02/05-111-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I
(magistrada única), 14 de diciembre de 2007, párras. 20-23 y No. ICC-01/04-423-Corr, Sala de Cuestiones
Preliminares I (Magistrada única) 31 de Enero 2008, párrafo 8.
[TRADUCCIÓN] Por último, la magistrada única señala que no notificar las observaciones de la subregla 1 de
la regla 89 de las Reglas no perjudica indebidamente los solicitantes. De conformidad con la subregla 2 de la
regla 89 de las Reglas, los solicitantes tienen derecho a presentar nuevas solicitudes si sus solicitudes fuesen
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
Véase n° ICC-01/04-418, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 10 de diciembre de 2007,
párrs. 16-17. Véase también n° ICC-01/04-437, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 18 de
enero de 2008, pág. 3.
[TRADUCCIÓN] [D] ebido al objetivo específico y al propósito del proceso de solicitud, los solicitantes “no
cuentan con legitimación procesal para responder a las observaciones de la Fiscalía y la Defensa ni para solicitar
autorización para apelar las decisiones de la Sala sobre los méritos de sus solicitudes”, y por lo tanto, de acuerdo
al numeral 2 de las reglas, los solicitantes están legitimados solamente para “entregar nuevas solicitudes si las
suyas son rechazadas”.
[S] i los solicitantes no tienen legitimación para solicitar permiso para apelar las decisiones de la Sala en los
méritos de sus solicitudes, no tienen legitimación para solicitar permiso para apelar decisiones interlocutorias
de la Sala que pudieran versar sobre cuestiones procesales relacionadas con el proceso de solicitud previo a una
decisión que resuelva, en el fondo, sobre las solicitudes.
Véase n° ICC-01/04-437, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 18 de enero de 2008, págs.
3-4.
[TRADUCCIÓN] La Sala consideró que no en esta fase, no era necesario determinar detalladamente la
naturaleza exacta de la relación de causalidad entre el crimen y el daño alegado. La determinación de una sola
instancia de daño sufrido es suficiente.
Además, la Sala de Apelación consideró que al rendir una decisión, la Sala no debe recitar cada uno de los
factores que le fueron detallados, pero debe “identificar cuales factores consideró relevantes para llegar a su
conclusión”
Véase n° ICC-01/04-423-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 31 de enero de 2008,
párr. 3.
[TRADUCCIÓN] El primer elemento que tomará en consideración la magistrada única será la propia solicitud;
el segundo elemento que tomará en cuenta la magistrada única serán las observaciones presentadas por la
Defensa y el Fiscal, y cualquier información adicional que la Sala pueda recibir de conformidad con el numeral
7 de la norma 86 del Reglamento de la Corte; y, el tercer elemento que tomará en cuenta será la información
de la propia solicitud, vista desde la perspectiva más favorable a los solicitantes, de la cual la magistrada única
podrá deducir directamente los elementos materiales, morales y contextuales de los crímenes de la competencia
de la Corte.
La decisión de conceder un estatus procesal al solicitante en el procedimiento de ninguna manera predetermina
cualquier constatación fáctica que pueda ser realizada por una Sala en algún fallo sobre el fondo de la cuestión.
Véase n° ICC-01/04-505, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 3 de julio de 2008, párrs.
29-30.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única establece que con respecto a las solicitudes de las víctimas, los
intermediarios que ayuden a los solicitantes a acceder a la Corte son esenciales para el buen curso de los
procedimientos [ya que] no sólo explican a las víctimas, quienes en su mayor parte no están familiarizadas con
las actuaciones de la Corte, la complejidad relativa al formulario de solicitud que cuenta 17 páginas, sino que
también proporcionan un apoyo logístico a los solicitantes para garantizar que la solicitud, que a menudo se
completa en pueblos de difícil acceso en la RDC, se presente ante la Corte.
Véase n° ICC-01/04-545, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 4 de noviembre de 2008,
párr. 25.
[TRADUCCIÓN] En opinión de la Sala, debe hacerse una distinción entre una decisión que conceda o deniegue
el estatus de víctima a un solicitante y una decisión que establezca las modalidades de su participación.
Ésta considera que, en aras de la debida administración de justicia, las víctimas autorizadas a participar en
el procedimiento en la etapa de cuestiones preliminares deben, en principio, y sujetas a las consideraciones
expuestas a continuación, ser automáticamente autorizadas a participar en el juicio, sin la necesidad de que sus
solicitudes sean registradas y evaluadas por segunda vez. La Sala opina que el análisis de la Sala de Cuestiones
Preliminares, en particular en relación con los criterios establecidos en la regla 85 de las Reglas en relación con
la confirmación de los cargos, sigue siendo completamente válido, en principio, y no tiene que ser revisado en
las etapas posteriores del proceso. Esto no se aplica a las modalidades de participación previstas en el artículo
68 del Estatuto y la regla 89 de las Reglas, las que las Salas consideran que en general deben volver a evaluarse,
[TRADUCCIÓN] La Sala señala que ninguna disposición del Estatuto de la Corte, o de sus reglas y reglamentos,
exige que las solicitudes de participación deban ser completadas por los propios solicitantes. Además,
reconoce que es importante el papel que cumplen los intermediarios al completar los formularios de solicitud
de participación, ya que éstos brindan a las personas, quienes pueden ser analfabetas, explicaciones sobre el
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contenido del formulario, el cual es largo y con algunas partes complicadas por el uso de términos jurídicos, y
por lo tanto pueden de hecho ayudar a producir un esbozo que describa el lugar donde ocurrieron los hechos.
En esta etapa del procedimiento, la Sala ha evaluado la veracidad de los hechos denunciados por los solicitantes
mediante la realización de un análisis prima facie de su congruencia, y su relación con los cargos confirmados
por la Sala de Cuestiones Preliminares. La Sala es de la opinión de que el hecho que una declaración sea
similar a otras no es en sí suficiente para afectar su credibilidad, sino que significa que la declaración debe ser
examinada a la luz de la información contenida en la solicitud de participación.
La Sala, preocupada sin embargo por dar debido peso a las observaciones de la Defensa, requiere a la Secretaría
que recuerde a los intermediarios que su papel se limita a explicar a los solicitantes cualquier término que no
puedan entender al redactar su solicitud. No deben, sin embargo, ejercer influencia alguna sobre el contenido
actual de las declaraciones, en particular con respecto a todo lo relativo a la naturaleza de los presuntos crímenes
o al daño sufrido
Véase n° ICC-01/04-01/07-1491-Red, Sala de Primera Instancia II, 23 de septiembre de 2009, párrs.42-43.
[TRADUCCIÓN] El numeral 8 de la norma 86 del Reglamento [de la Corte] utiliza términos claros: una decisión
sobre una solicitud de participación se aplica durante todo el procedimiento de la misma causa, con sujeción
a las oportunidades y limitaciones dispuestas por la regla 91 de las Reglas. Está claro que aplicando el sentido
natural de las palabras recalcadas anteriormente conjuntamente con un enfoque intencional, la decisión tomada
sobre la participación de las víctimas durante la etapa de cuestiones preliminares continuará siendo aplicada
durante la etapa del juicio sujeta a la revisión prevista en la subregla 1 de la regla 91 de las Reglas. La posibilidad
de objetar la continua participación de cualquier víctima, por una buena causa basada en material nuevo que
haya surgido desde la decisión inicial está abierta a las partes. Este enfoque es ampliamente consistente con el
enfoque de la Sala de Primera Instancia I en la causa Lubanga, en la que, en su decisión de 18 de enero de 2008
relativa a la participación de las víctimas, la Sala observa:
Las víctimas que tuvieron la oportunidad de participar antes del juicio con el permiso de la Sala a través de
observaciones escritas u orales son aquellas que actualmente han sido autorizadas a participar por la Sala de
Primera Instancia I (es decir, víctima a/0001/06 a a/0003/06 y a/0105/06), sujetas a la revisión que la Sala realice
de sus solicitudes a la luz del criterio establecido anteriormente, y cualquier otra víctima a la que se le conceda
ese estatus de aquí en adelante.
Después, la Sala de Primera Instancia I llevó a cabo una revisión de sus solicitudes en su decisión de 15 de
diciembre de 2008. Sin embargo, en el marco del enfoque que la Sala aprueba ahora, no se llevará a cabo
una revisión de las solicitudes autorizadas por la Sala de Cuestiones Preliminares a menos que una de las
partes presente una solicitud basada en un material nuevo que haya surgido desde la decisión original, u otras
cuestiones que sean válidamente planteadas a la Sala para su consideración.
Como una excepción a este enfoque general, la Sala está de acuerdo con la práctica de la Sala de Primera
Instancia II, en que la participación no puede continuar en el juicio si el daño supuestamente sufrido no fuera,
prima facie, el resultado de la comisión de por lo menos un crimen dentro de los cargos confirmados por la
Sala de Cuestiones Preliminares. Sin embargo, la Sala opina que cada una de las 54 víctimas que participan
actualmente han sufrido supuestamente un daño como resultado de la comisión de al menos un crimen
comprendido en los cargos confirmados por la Sala de Cuestiones Preliminares.
Además, la Sección de Participación y Reparación de las Víctimas revisará cada una de las solicitudes de
participación que hayan sido rechazadas por la Sala de Cuestiones Preliminares, para establecer si, a la luz de
los acontecimientos o la información recibida posteriormente al rechazo inicial, la solicitud deba ser examinada
nuevamente por la Sala de Primera Instancia, previo informe de la Sección de Participación y Reparación de las
Víctimas a la Sala.
La Sala debe ser informada inmediatamente si la Sección de Participación y Reparación de las Víctimas recibe
nuevos documentos o información que puedan tener un impacto material en la decisión relacionada a la
concesión de la participación de una víctima. La Sala entiende, sin embargo, que para los 54 participantes
actuales, ningún documento nuevo se ha presentado.
De lo contrario, y dado lo ya establecido, las víctimas autorizadas a participar en las actuaciones de la etapa
de cuestiones preliminares participarán automáticamente en el juicio, sin necesidad de volver a presentar sus
solicitudes para que éstas sean evaluadas por la Sala de Primera Instancia.
Véase n° ICC-01/05-01/08-699, Sala de Primera Instancia III, 22 de febrero de 2010, párrs. 17-22.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
por la Sala de Cuestiones Preliminares. La Sala es de la opinión de que el hecho que una declaración sea
similar a otras no es en sí suficiente para afectar su credibilidad, sino que significa que la declaración debe ser
examinada a la luz de la información contenida en la solicitud de participación.
La Sala, preocupada sin embargo por dar debido peso a las observaciones de la Defensa, requiere a la Secretaría
que recuerde a los intermediarios que su papel se limita a explicar a los solicitantes cualquier término que no
puedan entender al redactar su solicitud. No deben, sin embargo, ejercer influencia alguna sobre el contenido
actual de las declaraciones, en particular con respecto a todo lo relativo a la naturaleza de los presuntos crímenes
o al daño sufrido
Véase n° ICC-01/04-01/07-1491-Red, Sala de Primera Instancia II, 23 de septiembre de 2009, párrs. 42-43.
[TRADUCCIÓN] La posición de la mayoría es que el Estatuto sólo prevé una presunción a favor del testimonio
oral, pero no la prevalencia de la oralidad de las actuaciones en su conjunto.
Véase nº ICC-01/05-01/08-1022, Sala de Primera Instancia III, 19 de noviembre de 2010, párr. 14.
[TRADUCCIÓN] Al contrario de lo que argumenta la mayoría, el párrafo 2 del artículo 69 del Estatuto impone
claramente el principio de la primacía de la oralidad en las actuaciones ante la Corte. Establece que, como regla
general, “[l] a declaración de un testigo en el juicio se dará en persona”.
Véase Opinión disidente de la magistrada Ozaki adjuntada a la Decisión nº ICC-01/05-01/08-1022, nº ICC-
01/05-01/08-1028, Sala de Primera Instancia III, 23 de noviembre de 2010, párr. 6.
[TRADUCCIÓN] El modo en que la Sala tramita las solicitudes de participación dependerá en gran medida
en el momento en el que se completaron. Las solicitudes que se han presentado en momentos mientras no
existían actuaciones judiciales pendientes ante la Sala deberán ser conservadas por la Sección de Participación
y Reparación de las Víctimas. Sólo cuando las actuaciones judiciales se han iniciado, o por una orden de la Sala,
esas solicitudes relacionadas con el objeto de esas actuaciones específicas serán transmitidas por la Sección de
evaluación sobre su exhaustividad y el análisis de su cumplimiento con los criterios relevantes, y transmitirá a la
Sala aquellas solicitudes completas y revisadas que se relacionen con el objeto de las actuaciones judiciales que
han sido o están a punto de ser iniciados por la Sala. Cada tres meses la Sección de Participación y Reparación
de las Víctimas debe informar a la Sala sobre las solicitudes recibidas. La Sala toma nota de las directivas dadas
por la Sala de Cuestiones Preliminares II a la Sección de Participación y Reparación de las Víctimas relativas a
la situación en la República de Kenia. La Sala considera adecuado que la Sección de Participación y Reparación
de las Víctimas también siga dichas directivas, mutatis mutandis, y en forma consistente con la jurisprudencia
de la Sala, en la presente situación.
Véase n° ICC-01/04-593, Sala de Cuestiones Preliminares I, 11 de abril de 2011, párrs. 11-13.
[TRADUCCIÓN] La cuestión pendiente ante la magistrada única es si la Secretaría debe presentar todas las
solicitudes, incluso cuando el pedido de información adicional o documentación conforme al numeral 4 de la
norma 86 del Reglamento de la Corte es infructuoso, como se indicó en la Primera decisión sobre participación
de las víctimas. En este sentido, la magistrada única observa, en primer lugar, que la Primera decisión fue
tomada en abstracto, con el fin de instruir a la Sección de Participación y Reparación de las Víctimas en el
desempeño de sus tareas, estableciendo el marco general de participación de las víctimas en esta causa.
Además, la magistrada única recuerda que se le ha encomendado a la Sección de Participación y Reparación de
las Víctimas la tarea de procesar las solicitudes de participación y reparación de las víctimas en las situaciones y
causas que están actualmente pendientes ante la Corte. Al respecto, la magistrada única observa que el mismo
plazo de 8 de julio de 2011 se aplica a esta causa y a la causa de El Fiscal c. Francis Kirimi Muthaura, Uhutu
Muigai Kenyatta y Mohammed Hussein Ali, en el que el número de solicitudes recibidas por la Secretaría
es de 550 hasta el momento. Esto lleva a que el número total de solicitudes de víctimas en ambas causas a
ser transmitidas a la Sala antes del 8 de julio de 2011, es de 2350, teniendo en cuenta que es una estimación
preliminar a la expiración de dicho plazo.
Por lo tanto, la magistrada única opina que el enfoque adoptado en la Primera decisión debe ponerse en sintonía
con el cambio de circunstancias presentado por el Secretario. La magistrada única observa que la subregla 4 de
la regla 89 de las Reglas establece que:
Cuando haya más de una solicitud, la Sala las examinará de manera que asegure la eficacia del procedimiento y
podrá dictar una sola decisión.
Teniendo en cuenta la información proporcionada por el Secretario, en particular las 2350 solicitudes de las
víctimas que deben ser procesadas en ambas causas dentro del tiempo especificado, y teniendo en cuenta la
responsabilidad de la Sala de organizar eficazmente la gestión de las solicitudes de las víctimas, de conformidad
con la subregla 4 de la regla 89 de las Reglas, la magistrada única considera que es procedente instruir a la
Sección de Participación y Reparación de las Víctimas que sólo transmita a la Sala las solicitudes completas para
su consideración.
Sin embargo, la magistrada única espera que la Sección de Participación y Reparación de las Víctimas actúe con
rapidez y sin dilaciones, y que solicite, de conformidad con el numeral 4 de la norma 86 del Reglamento [de la
Corte] , información adicional si es necesario, para garantizar que la mayor cantidad de solicitudes completas
sean transmitidas a la Sala dentro del plazo especificado. En opinión de la magistrada única, este enfoque
permitirá a la Sala hacer frente a las peticiones de las víctimas de manera efectiva sin perjudicar la celeridad del
procedimiento.
Véase n° ICC-01/09-01/11-147, la Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 28 de junio de
2011, párrs. 6-10.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única señala que ninguna disposición de los textos jurídicos de la Corte requiere
que las solicitudes de participación sean completadas por los solicitantes en persona. De hecho, durante el
proceso de solicitud, intermediarios u otras personas pueden ayudar al solicitante a completar los formularios,
con mayor frecuencia cuando el solicitante es analfabeto o no habla el idioma en el que el formulario debe ser
completado. Así, con respecto a los solicitantes que especifiquen que contaron con asistencia para completar
el formulario de solicitud, la magistrada única considera que el hecho de que no indican inglés como lengua
que hablan no es per se motivo para el rechazo de las solicitudes. Esto es así, independientemente de si los
solicitantes definen a la persona que les ayudó como un “intérprete”. El mismo principio se aplica al cambio de
letra dentro de la misma solicitud.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
si la magistrada única considera que los solicitantes fueron forzados o influenciados indebidamente cuando
completaban sus solicitudes.
La magistrada única desea aclarar que, si bien los solicitantes advierten que deberán presentar una descripción
general del daño sufrido, no es necesario que proporcionen una descripción detallada de los elementos
constitutivos de una ofensa en particular. En su lugar, es la magistrada única el que debe considerar si el/los
evento(s) como se ha(n) descrito por los solicitantes puede(n) constituir uno de los crímenes imputados a los
sospechosos.
Véase n° ICC-01/09-01/11-249, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 5 de agosto de 2011,
párrs. 31-36.
[TRADUCCIÓN] La Sala es consciente de que la preparación de los comentarios sobre estas solicitudes impone
una pesada carga para las partes. En este sentido, la Sala recuerda su Decisión de 21 de julio 2011, en la
que declaró que “la Sala establecerá un calendario para la presentación de futuras solicitudes [que] asegure
el cumplimiento del requisito establecido en el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto de que las opiniones y
observaciones de las víctimas presentadas en las actuaciones sean reconciliados con los derechos del acusado
y un juicio justo e imparcial”.
De acuerdo con este precedente, y en relación con las futuras solicitudes, la Sala decide que aplicará el plazo
de 21 días para la respuesta de las partes de conformidad con el numeral b) de la norma 34 del Reglamento
de la Corte. Además, de conformidad con la decisión oral de 30 de septiembre de 2010, la Oficina Pública de
Defensa ha sido instruida a continuar asistiendo a la Defensa en lo que respecta a los comentarios sobre las
futuras solicitudes.
Véase n° ICC-01/05-01/08-1726, Sala de Primera Instancia III, 9 de septiembre de 2011, párrs. 6 y 7.
[TRADUCCIÓN] Conforme al marco jurídico existente, no puede imponerse a las víctimas la presentación de
solicitudes colectivas pero se les puede alentar a unirse a otras a fin de que una persona que actúe en su nombre
presente una sola solicitud con su consentimiento, de acuerdo con la subregla 3 de la regla 89 de las Reglas.
Véase nº ICC-02/11-01/11-33, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 6 de febrero de 2012,
párr. 8.
[TRADUCCIÓN] Con relación a los retos específicos que entraña la expurgación de identidades de las personas
que ayudaron a los solicitantes a rellenar sus formularios de solicitud, la Sala recuerda que la expurgación de
las identidades de dichas personas ha sido explícitamente autorizada por la Sala. A pesar de este principio
general, puede haber situaciones específicas en las que se divulgue la identidad del intermediario. Puede ocurrir
[TRADUCCIÓN] Al respecto, la Sala sostuvo previamente que “cuando hay indicadores de que pudiera
haberse producido un malentendido o existen dudas sobre en qué medida el intermediario está involucrado en
la realización de las solicitudes de participación, se rechazará la solicitud de participación o se diferirá la decisión
hasta que se reciba más información con arreglo al numeral 7 de la norma 86 del Reglamento”.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
Véase nº ICC-01/05-01/08-2247-Red, Sala de Primera Instancia III, 19 de julio de 2012, párr. 28. Véase
también nº ICC-01/05-01/08-1590-Corr, Sala de Primera Instancia III, 21 de julio de 2011, párr. 26; nº ICC-
01/05-01/08-1091, Sala de Primera Instancia III, 23 de diciembre de 2010, párr. 34; nº ICC-01/05-01/08-
1017, Sala de Primera Instancia III, 18 de noviembre de 2010, párr. 52
[TRADUCCIÓN] Por regla general y en la medida en que la información provista en la declaración adicional es
consistente con o complementaria a la información contenida en la solicitud original, la Sala basa su evaluación
en la información proporcionada tanto en la solicitud original como en la declaración adicional. Respecto de
las aparentes contradicciones entre la solicitud original y la declaración adicional, la declaración adicional se
presentó por petición de la Sala y fue evaluada directamente por la Sección de Participación y Reparación de las
Víctimas a fin de verificar si la información contenida en la solicitud original era precisa. Por consiguiente, ante
la ausencia de cualquier indicación que ponga en duda la fiabilidad de la información recogida en la declaración
adicional, deberá considerarse que dicha información da cuenta de forma fidedigna de los sucesos alegados.
Como resultado, en caso de contradicciones entre la información provista en la solicitud original y la declaración
adicional, la valoración de la Sala se basa en la información proporcionada en la declaración adicional y, si
procede, en observaciones adicionales expuestas en los informes de la Sección de Participación y Reparación de
las Víctimas. En caso de haber inconsistencias entre la solicitud original y la declaración adicional, la Sala evalúa
las solicitudes caso por caso y a la luz de la coherencia intrínseca de las declaraciones adicionales.
Véase nº ICC-01/05-01/08-2247-Red, Sala de Primera Instancia III, 19 de julio de 2012, párrs. 31-34.
[TRADUCCIÓN] La Magistrada única considera que una solicitud de participación de las víctimas se rechazará
solo en caso de que los solicitantes no entiendan el idioma en el que está escrito el formulario y no indiquen
que fueron asistidos por alguien para completar el formulario. Por el contrario, la Magistrada única observa que
todos los solicitantes identificados fueron asistidos por alguien para completar el formulario. A este respecto,
la Magistrada única subraya que no hay ningún requisito en los textos legales de la Corte según el cual los
solicitantes deben completar los formularios de solicitud o que cualquier persona que asiste a los solicitantes
debe ser un intérprete calificado.
Por lo tanto, la Magistrada única considera que, a falta de cualquier indicio que permita determina que la persona
que asistió al solicitante haya influenciado a este último con relación al relato de los hechos, la información
contenida en la solicitud se considerará el reflejo apropiado de la declaración del solicitante.
Véase n° ICC-02/11-01/11-384, Sala de Cuestiones Preliminares I (Magistrada única), 6 de febrero de 2013,
párrs. 42-43.
[TRADUCCIÓN] La Magistrada única desea señalar que, si bien las distintas secciones de la Secretaría tienen
diferentes responsabilidades con respecto a la participación de las víctimas en los procedimientos de la Corte,
todas ellas son importantes para garantizar que las responsabilidades estatutarias de la Corte respecto a las
víctimas, así como la conducción adecuada de los procedimientos, se cumplan con precisión.
La Magistrada única considera que, de acuerdo con la regla 92(3) y (8) de las Reglas, el primer paso en el
proceso de solicitud de participación por las víctimas es organizar una misión de difusión y sensibilización a
nombre de la Corte. Al respecto, la Magistrada única subraya que una misión de difusión integral y oportuna,
dirigida a potenciales víctimas solicitantes en el presente caso, es esencial para que la etapa de solicitud se
ejecute sin problemas y de manera eficiente. Se espera que todas las secciones relevantes de la Secretaría
estén involucradas en dicha divulgación de campo. En particular, la Magistrada única se refiere a la Sección de
Información Pública y Documentación (la “PIDS” por sus siglas en Inglés) que, a la luz de su papel neutral como
representante institucional y promotora de la Corte, debe tener un papel central en la fase inicial del enfoque
de potenciales víctimas solicitantes. Posteriormente, otras secciones especializadas de la Secretaría, a saber,
la Sección de Participación y Reparación de las Víctimas (la “VPRS” por sus siglas en inglés), en cooperación
y coordinación con el PIDS y la Unidad de Víctimas y Testigos (el “VWU”, por sus siglas en inglés), deberán
tomar medidas.
De conformidad con su mandato en virtud del artículo 105(1) del Reglamento de la Secretaría, la acción de
difusión del PIDS debe estar orientada a proporcionar a las posibles víctimas, de manera oportuna, información
precisa, concisa, accesible y completa tanto sobre el mandato general de la Corte y, más específicamente, sobre
los diversos roles que las víctimas están legalmente llamados a desempeñar en los procedimientos. Además,
deben aclararse las características sustantivas y procesales específicas de la participación de las víctimas, por
una parte, y de las reparaciones de las víctimas, por otra, así como su respectiva independencia. Con respecto
a su participación en la etapa previa al juicio de este caso, a las víctimas potenciales solicitantes se les debe
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proceso de solicitud se apoya en lo que se ha indicado en las Observaciones de la Secretaría, según las cuales
“la recopilación de menos información [...] debería conducir a menos papeleo y a reducir el tiempo del personal
necesario para escanear, ingresar datos en la base de datos y analizarlos, y menos información para expurgar
en las versiones preparadas para su transmisión a las partes”. Se reconoció además que “los solicitantes
proporcionaron numerosos documentos complementarios que [...] redujeron este efecto, y se enfrentaron
importantes desafíos para poner los documentos en orden”. En consecuencia, proporcionar información
precisa y estrictamente necesaria a los fines de los procedimientos actuales a las comunidades afectadas antes
de participar en el proceso de solicitud en sí es vital para asegurar la participación de las víctimas, cuando sea
conveniente, así como para la efectividad de los procedimientos en su conjunto.
La Magistrada única es consciente de que la duración y complejidad habitual de los procedimientos ante la
Corte, así como el hecho consecuente de que una cantidad significativa de tiempo puede transcurrir entre la
apertura de un caso y el momento en que las víctimas pueden recibir reparaciones, puede resultar, en algunas
instancias en decepción y frustración. El acceso a asistencia inmediata y significativa a menudo sería beneficioso
para ellas. A la luz de esto, la Magistrada única cree que la función única del Fondo Fiduciario para las Víctimas
también debe ilustrarse adecuadamente durante las misiones de difusión. En particular, debe destacarse que los
proyectos en beneficio de las víctimas de crímenes de la competencia de la Corte (es decir, dentro del alcance
de la situación de la RDC) ya se han puesto en marcha en el país. Más específicamente, se debe enfatizar que
esos proyectos podrían ser particularmente beneficiosos para las víctimas que sufrieron los eventos que se
encuentran tanto fuera del alcance ya sea del caso contra el sospechoso o de cualquier otro caso presentado por
el Fiscal en la situación en la RDC.
La Magistrada única considera que la función de difusión desempeñada por el PIDS en el terreno es clave para
crear el contexto y allanar el camino para que la sección VPRS planifique y lleve a cabo sus propias misiones
de terreno de la manera más efectiva. Idealmente, al tiempo que se asegura una coordinación adecuada,
no debe haber superposición entre la acción de PIDS y la de VPRS: lo más eficaz y oportunamente que la
primera [sección] prepare el terreno - mediante la difusión de información precisa y específica sobre el caso y
las diversas opciones que podrían estar disponibles para los víctimas solicitantes - lo más efectivo que puede
ser la segunda [sección] en centrarse en su mandato específico para recopilar solicitudes de participación y/o
reparación entre los grupos afectados, así como en la búsqueda y el desarrollo de relaciones cruciales con
intermediarios relevantes que pudieran asistirles.
Ante todo, la Magistrada única recuerda la necesidad de mejorar el sistema de participación de las víctimas
para garantizar “su sostenibilidad, eficacia y eficiencia” y los esfuerzos realizados por otras Salas de la Corte
en este sentido, incluso mediante el desarrollo de formularios de solicitud para la participación de las víctimas
adaptados a las características del caso concreto en cuestión.
A la luz de lo anterior, la Magistrada única considera que la disponibilidad de un formulario individual conciso
y simplificado podría ayudar significativamente a las víctimas que deseen participar en el caso actual, así como
a la VPRS a procesar sus solicitudes y a la Sala en su evaluación de los requisitos establecidos en la regla 85 de
las Reglas. Esto mejoraría la eficiencia general y la rapidez de los procedimientos que conducen a la audiencia
de confirmación de cargos. Dicho esto, es aconsejable construir el sistema de solicitud de las víctimas en cada
caso, teniendo en cuenta los comentarios sobre las prácticas ya probadas y también teniendo en cuenta las
especificidades del caso en cuestión.
La Magistrada única recuerda que la regla 85 de las Reglas establece la definición de víctimas de la siguiente
manera:
a) Por “víctimas” se entenderá las personas naturales que hayan sufrido un daño como consecuencia de
la comisión de algún crimen de la competencia de la Corte;
b) Por víctimas se podrá entender también las organizaciones o instituciones que hayan sufrido daños
directos a alguno de sus bienes que esté dedicado a la religión, la instrucción, las artes, las ciencias o
la beneficencia y a sus monumentos históricos, hospitales y otros lugares y objetos que tengan fines
humanitarios.
Según la interpretación reflejada en la jurisprudencia de la Corte, un solicitante califica como víctima de
conformidad con la disposición anterior siempre que: (i) la identidad del solicitante aparezca debidamente
establecida; (ii) el/los evento(s) descrito(s) en la solicitud de participación constituye(n) uno o más crímenes de
la competencia de la Corte, con los cuales el sospechoso está acusado; y (iii) el solicitante ha sufrido daños como
resultado del/los crimen(es) por el cual el sospechoso es acusado.
de esto, la Forma simplificada está estructurada de acuerdo con los elementos consagrados en la regla 85 de
las Reglas. Esto permitiría a cada solicitante presentar de manera concisa los elementos más destacados de los
eventos relevantes, en particular sus parámetros espaciales y temporales, así como (en términos generales) la
naturaleza del presunto crimen y, en la medida de lo posible, la identidad del presunto autor(es). Al permitir que
la víctima proporcione una descripción concisa de todos los elementos que fundamentarán la determinación de
la Sala en virtud de la regla 85 de las Reglas, se espera que la Forma simplificada también sea significativamente
importante para agilizar el proceso de expurgación. En principio, la información presentada de forma concisa,
si bien es lo suficientemente exacta y precisa para ser evaluada en el contexto de la regla 85 de las Reglas, debe
minimizar las preocupaciones de identificación y, por lo tanto, la necesidad de recurrir a medidas de protección,
lo que en última instancia permite transmisión de dicha información a las partes en forma no redactada, en la
medida de lo posible.
[…]
La Magistrada única desea resaltar que el Formulario Simplificada, si bien contiene exclusivamente la
información requerida por la regla 85 de las Reglas, no debe considerarse como un instrumento que impide que
un solicitante presente información que vaya más allá del dominio de la regla 85 de la Reglas. La Magistrada
única es consciente de que dicha información puede ser importante, aunque no es directamente pertinente
para los fines de la evaluación según la regla 85 de las Reglas. Podría incluir, entre otros, los datos de contacto
de los solicitantes, su nivel de dominio de idioma(s), las preferencias en cuanto a su representación legal, las
preocupaciones de seguridad relacionadas con ellos o con los miembros de sus familias. Esta información se
enviará por separado y se recopilará y almacenará de forma segura por la sección VPRS. En consecuencia, se
le ordena a la VPRS que establezca un registro electrónico en el que toda la información adicional provista por
cada víctima que haya completado el Formulario Simplificado se insertará de manera segura y permanecerá
almacenada en el sistema de información de la VPRS.
Finalmente, la forma simplificada no perjudica los derechos de participación previstos por el marco legal de
la Corte una vez que se ha otorgado el estatus de víctima. En consecuencia, tanto la PIDS como la VPRS
tienen instrucciones de informar a todos los solicitantes a su debido tiempo que, en caso de que se les otorgue
participación, tendrán amplias oportunidades en todas las etapas del proceso para presentar sus historias, en
particular para expresar sus “opiniones y observaciones”, así como para ejercer los derechos provistos por el
marco legal de la Corte y cualquier otro derecho que la Sala considere apropiado, de conformidad con el artículo
68(3) del Estatuto y con el Reglamento.
[…]
Habiendo considerado que las solicitudes están completas, la sección VPRS debe transmitirlas a la Sala para
su determinación. La Magistrada única respalda el enfoque de agrupar las solicitudes de las víctimas, lo cual
ya se ha aplicado en la jurisprudencia de la Corte. […] Por lo tanto, la agrupación de las solicitudes recopiladas
no se asignará a una persona de contacto, con el fin de evitar algunas de las complejidades experimentadas
por la VPRS al tratar con grupos de individuos preparados por dicha persona de contacto, “lo cual de hecho
puede ser más complicado que tratar con los individuos en algunos aspectos”. En su lugar, la VPRS realizará la
agrupación de víctimas que completaron el Formulario Simplificado de acuerdo a los criterios apropiados que
se detallan a continuación, con el fin de enviarlos posteriormente a la Sala. De esta manera, la Magistrada única
logra el objetivo final, es decir, que la Sala reciba las solicitudes colectivamente, a través de su agrupamiento, y,
al mismo tiempo, toma nota de los problemas experimentados por la VPRS en otros casos.
La Magistrada única recuerda que “agrupar a las víctimas que ya se encuentran en la etapa de solicitud no
solo facilita el proceso de solicitud en sí, sino [...] también la participación en sí de las víctimas posteriormente,
facilitando, por ejemplo, a los representantes legales de las víctimas la tarea de gestionar la interacción con sus
clientes si ya están organizados en grupos según la ubicación o el crimen”. La Magistrada única está de acuerdo
en que agrupar a las víctimas en esta etapa por la VPRS podría facilitar el proceso de solicitud y podría ser
eficiente en el tiempo y beneficioso para la participación de las víctimas. La agrupación de solicitudes también
simplificará y agilizará la toma de decisiones por la Sala según lo previsto por la regla 89(4) de las Reglas. La
Magistrada única evaluará las solicitudes individualmente, pero tomará una decisión sobre cada grupo distinto
de solicitantes según lo establecido de acuerdo con los criterios apropiados.
Finalmente, la agrupación de solicitudes debe realizarse de acuerdo con los criterios que se consideren
apropiados en relación con las especificidades del caso. Los criterios que podrían ser utilizados por la VPRS al
respecto pueden incluir, entre otros: (i) el lugar del crimen(es); (ii) el momento en el cual se habría cometido el
crimen(es); (iii) la naturaleza del presunto crimen(es); (iv) los daños sufridos; (v) el género de la(s) víctima(s);
[TRADUCCIÓN] Conviene señalar que el derecho de responder a las solicitudes de participación presentadas
por las víctimas, que se reconoce a las partes en la subregla 1 de la regla 89 de las Reglas, no es un derecho
absoluto. A tenor de esta regla, la comunicación de esas solicitudes a las partes, y el derecho a responder, están
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
sujetas “a lo dispuesto en el Estatuto, en particular en el párrafo 1 del artículo 68”. Al respecto, la Sala recuerda:
i) la obligación estipulada en el párrafo 1 del artículo 68 del Estatuto de proteger la seguridad, el bienestar físico
y psicológico, la dignidad y la vida privada de las víctimas ; ii) el derecho del acusado a que no se adopte medida
alguna que redunde en perjuicio o en contra de su derecho a ser juzgado sin dilaciones indebidas, según las
disposiciones del párrafo 1 c) del artículo 7, el párrafo 1 del artículo 68 y el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto ;
y iii) la obligación general que el párrafo 2 del artículo 64 del Estatuto impone a la Sala de velar por que el juicio
sea justo y expedito.
Habida cuenta de estas disposiciones estatutarias y del contexto que se expone más arriba, así como del hecho
de que el criterio de admisión para la participación por las víctimas en un procedimiento es tan solo un examen
prima facie, la Sala considera que limitar las observaciones de las partes a unas solicitudes sobre las cuales el
Secretario no puede pronunciarse con certeza es una forma de proceder satisfactoria, ni perjudicial ni contraria
a los derechos de la Defensa y a las exigencias de un juicio justo e imparcial.
Por añadidura, la Sala señala que la regla 89 de las Reglas no le impone explícitamente el examen individual
de cada solicitud. Lo que dispone esta regla, en la subregla 2, es que la Sala “podrá” rechazar una solicitud si
considera que no ha sido presentada por una víctima o que no se han cumplido los criterios enunciados en
el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto. De forma más general, la Sala considera que la subregla 1 de la regla
89 debería interpretarse a la luz de la subregla 4 de la regla 89, que le faculta para examinar “[las solicitudes
presentadas] de manera que asegure la eficacia del procedimiento”.
La Sala estima que encomendar al Secretario la evaluación de las solicitudes de participación de las víctimas
siguiendo unas instrucciones claras emitidas por la Sala, que retendría plena autoridad, en última instancia,
sobre el proceso, constituye la forma más eficaz y adecuada de examinar las solicitudes de participación en
este caso. La Sala señala que el Secretario lleva a cabo periódicamente evaluaciones de esta índole, y que en la
ejecución de las decisiones dictadas previamente sobre esta cuestión ha llevado a cabo las siguientes acciones:
i) seleccionar las solicitudes y retirar las solicitudes incompletas de las transmitidas a la Sala ; y ii) presentar a la
Sala informes detallados acerca de la justificación de las solicitudes para que esta las pueda examinar con pleno
conocimiento de causa.
La Sala no estima que esta metodología aminore la participación de las víctimas en los procedimientos incoados
ante la Corte. En realidad, esta forma de proceder acelerará la tramitación de las solicitudes de las víctimas y
les permitirá participar en las actuaciones lo antes posible, a través de su representante legal. Estas medidas de
economía judicial también entrañan la ventaja de acelerar el juicio en su conjunto, hecho que sin duda redunda
en interés tanto de las víctimas como de las partes.
Véase núm. ICC-01/04-02/06-449-tFRA, Sala de Primera Instancia VI, 6 de febrero de 2015, párrs. 29 a 33.
[TRADUCCIÓN] Ante todo, la Magistrada única recuerda su responsabilidad de determinar, con arreglo al
párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto de Roma (el “Estatuto”), junto con las reglas 85 y 89 de las Reglas de
Procedimiento y Prueba, si un solicitante cumple con las condiciones para ser considerado una víctima para los
fines de su participación en las actuaciones previas al juicio, así como las modalidades de esa participación. A
estos efectos, la Magistrada única considera que una orientación pormenorizada, así como la participación de la
Sala al inicio y a lo largo del proceso de solicitud de las víctimas, son fundamentales para la organización de la
fase subsiguiente de participación de manera eficiente y expedita.
El propósito de la presente decisión consiste en atender y racionalizar cuestiones relativas a las solicitudes de las
víctimas para su participación en las actuaciones previas al juicio que culminan en la audiencia de confirmación
de los cargos en la causa la Fiscal c. Dominic Ongwen (la “causa Ongwen”), con miras a racionalizar el proceso
de solicitud y afianzar su previsibilidad, eficiencia y celeridad.
En causas anteriores, esta Sala ya ha adoptado la referida práctica, que ha demostrado su eficiencia en la
medida en que clarifica, fase por fase, las respectivas funciones de los diversos órganos y secciones de la Corte
respecto de las posibles víctimas y comunidades de víctimas. En este sentido, la Magistrada única desea señalar
que, si bien determinadas secciones de la Secretaría cuentan con distintas responsabilidades respecto de la
participación por las víctimas en las actuaciones de la Corte, su acción coordinada bajo la supervisión general
de la Sala asegura el debido cumplimiento de las responsabilidades estatutarias de la Corte respecto de las
víctimas, así como el cabal desarrollo de los procedimientos. […]
En este sentido, la Magistrada única recuerda la experiencia positiva en la causa la Fiscal c. Bosco Ntaganda (la
“causa Ntaganda”), donde la elaboración y subsiguiente utilización de un formulario de solicitud individual de
una página (el “formulario simplificado”) dio lugar a la tramitación satisfactoria y agilizada por la Sección, y la
admisión por la Magistrada única, de 1120 víctimas participantes en la audiencia de confirmación de los cargos
y los procedimientos conexos.
La Magistrada única observa que los Formularios simplificados utilizados en la causa Ntaganda dieron lugar
a considerables ahorros en cuanto a i) trámites documentales; ii) tiempo necesario para su cumplimentación
por los solicitantes; iii) tiempo y recursos utilizados por la Sección para tramitar y cursar los Formularios
simplificados a las partes y la Sala; y iv) tiempo y recursos dedicados por la Sala en su determinación final
relativa a cada solicitud de participación recibida de las víctimas. A la luz de lo anterior, la Magistrada única
estima que el Formulario simplificado se debería retener en la presente causa, a tenor de lo especificado en el
anexo de esta decisión.
La Magistrada única desea poner de relieve que, al tiempo que da lugar a ciertas ventajas en la gestión del
proceso de solicitud, el Formulario simplificado cumple con los requisitos de la definición de víctima consagrada
en la regla 85 de las Reglas:
a) Por “víctimas” se entenderá las personas naturales que hayan sufrido un daño como consecuencia de
la comisión de algún crimen de la competencia de la Corte;
b) Por víctimas se podrá entender también las organizaciones o instituciones que hayan sufrido daños
directos a alguno de sus bienes que esté dedicado a la religión, la instrucción, las artes, las ciencias o
la beneficencia y a sus monumentos históricos, hospitales y otros lugares y objetos que tengan fines
humanitarios.
Según se interpreta en la jurisprudencia de la Corte, se considera que un solicitante es una víctima a tenor de
la disposición citada arriba, siempre y cuando: i) la identidad del solicitante conste en debida forma; ii) el (los)
acto(s) descrito(s) en la solicitud de participación constituya(n) uno o más de los crímenes de la competencia de
la Corte que se imputa(n) al sospechoso; y iii) el solicitante haya sufrido daño como consecuencia de la comisión
del (de los) crimen (crímenes) que se imputan al sospechoso.
Teniendo presente los requisitos citados arriba, en opinión de la Magistrada única el Formulario simplificado
también consolidará la eficiencia del proceso de solicitud de las víctimas en la presente causa. En efecto,
contiene únicamente la información estrictamente requerida por ley para que la Magistrada única determine si
un solicitante cumple con los requisitos necesarios para que se le dé la consideración de víctima a tenor de la
regla 85 de las Reglas. […]
Como ya ha puesto de relieve la Magistrada única, las características del Formulario simplificado se han
establecido tomando en consideración el propósito claro y muy limitado de la fase de solicitud, a saber, la
determinación de si un solicitante cumple con los requisitos de la regla 85 de las Reglas para que se le reconozca
la condición de víctima en la presente causa. A tenor de lo anterior, el Formulario simplificado está estructurado
atendiendo a los elementos consagrados en la regla 85 de las Reglas. Por tanto, permitiría a cada solicitante
presentar de forma concisa los elementos centrales de los acontecimientos pertinentes, en particular sus
parámetros espaciales y temporales, así como (en términos generales) la índole del presunto crimen y, en la
medida de lo posible, la identidad del (de los) presunto(s) autor(es). Es de esperar que, al permitir que la víctima
proporcione una indicación sucinta de todos los elementos en los que la Sala fundará su determinación a tenor
de la regla 85 de las Reglas, el Formulario simplificado también será fundamental para racionalizar el proceso de
expurgación. En principio, la información sucinta que se presente será suficientemente correcta y precisa para
permitir su evaluación en el contexto de la regla 85 de las Reglas, minimizando al mismo tiempo las inquietudes
en materia de identificación y por ende la necesidad de recurrir a medidas de protección, con lo cual posibilitará
la transmisión de esa información a las partes sin necesidad de expurgación, en la medida de lo posible.
La Magistrada única desea poner de manifiesto que el Formulario simplificado, si bien contiene exclusivamente
la información estipulada por la regla 85 de las Reglas, no debería impedir que los participantes presenten
información y documentación adicionales pertinentes para su solicitud según se describe en el Formulario
simplificado, con independencia de que guarde relación estricta con los requisitos de la regla 85. La Magistrada
única tiene presente que tal información puede incluir, entre otros extremos, los detalles de contacto de los
solicitantes, el nivel de su competencia en uno o más idiomas, sus preferencias en cuanto a su representación
legal y sus inquietudes en materia de seguridad relativas a los propios solicitantes o a sus familiares. Esta
información se presentará por separado y será recopilada y almacenada en condiciones de seguridad por
la Sección. Por tanto, por este medio se instruye a la Sección que cree un registro electrónico en el que se
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
ejercitar los derechos que se les reconocen en el marco estatutario de la Corte y cualquier otro derecho que la
Sala estime oportuno, en cumplimiento del párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto y las disposiciones pertinentes
de las Reglas.
VI. Recopilación de las solicitudes: función de la Sección de Reparación y Participación de las Víctimas y
los intermediarios
La Magistrada única considera que la Sección debería participar directamente en la prestación de asistencia a
los solicitantes para la cumplimentación de los formularios simplificados. Este tipo de asistencia es compatible
con el mandato de la Sección en virtud del numeral 9 de la norma 86 del Reglamento, que dispone que la
Sección “será responsable de prestar asistencia a las víctimas y los grupos de víctimas”.
En el desempeño de estas tareas, la Sección podrá hacer uso de la asistencia de personas adecuadas, basadas
sobre el terreno, que actuarán en calidad de intermediarios y operarán bajo el control y la supervisión de la
Sección, sobre la cual recae la responsabilidad relativa a su conducta. A discreción de la Sección, podrán ser
identificadas y seleccionadas entre las personas que desempeñan funciones destacadas en las comunidades
afectadas y que, debido a la naturaleza de sus cargos, cuentan con la confianza de la población. Entre estos
individuos podrían contarse los siguientes: dirigentes comunitarios, jefes de aldea, o miembros del personal de
las ONG. La Sección de Reparación y Participación de las Víctimas tiene instrucciones de iniciar la identificación
y formación de los intermediarios, en tanto que la Sección de Información Pública y Documentación lleva a cabo
su misión de sensibilización con el fin de aprovechar el tiempo al máximo y de destacar a los intermediarios y
el personal de la Sección de Participación en cualquier momento conveniente, una vez concluida la misión de
sensibilización.
VII. Tramitación y transmisión de las solicitudes de participación por las víctimas
[…]
La Magistrada única dispondrá a continuación los principios que regirán la tramitación y transmisión a la Sala
y las partes de las solicitudes de participación por las víctimas. En este contexto, tan pronto como se hayan
cumplimentado los formularios simplificados la Sección de Participación los tramitará sin dilación, con miras
a prepararlos para su transmisión a las Salas y las partes con arreglo a las instrucciones que se disponen en
los párrafos siguientes. En consonancia con la práctica anterior, la Magistrada única solamente examinará las
solicitudes de participación por las víctimas que estén completas. A estos efectos, está previsto que la Sección
de Participación asegure la integridad de la información contenida en las solicitudes antes de su transmisión a
la Sala. En el supuesto de que algunas solicitudes carezcan de la información requerida a tenor de la regla 85 de
las Reglas, la Sección de Participación, cuando las circunstancias lo permitan, solicitará sin dilación información
adicional de los solicitantes interesados, con arreglo al numeral 4 de la norma 86 del Reglamento.
En consonancia con la jurisprudencia de la Corte, la Magistrada única recuerda que una solicitud de participación
por las víctimas se estima completa cuando contiene la información siguiente, debidamente documentada
cuando ello proceda:
(i) la identidad del solicitante;
(ii) la fecha del crimen o de los crímenes;
(iii) una descripción de los daños sufridos como consecuencia de la comisión del crimen o los crímenes
presuntamente cometidos por el sospechoso;
(iv) pruebas de identidad, por medio de uno de los documentos de identificación disponibles en Uganda;
(v) cuando presente la solicitud una persona que actúe con el consentimiento de la víctima, el consentimiento
expreso de esa víctima;
(vi) cuando presente la solicitud una persona que actúe en nombre de una víctima, si la víctima es un niño,
prueba de parentesco o de custodia legal; o, en el caso de una víctima con discapacidad, prueba de
custodia legal; y
(vii) la firma o huella dactilar del solicitante en el formulario simplificado.
La Magistrada única recuerda que, con arreglo al numeral 5 de la norma 86 del Reglamento, la Sección de
Participación presentará a la Sala todas las solicitudes junto con un informe sobre las mismas (el “informe del
numeral 5 de la norma 86”). Si bien la Sección de Participación estructurará el informe del numeral 5 de la
norma 86 con arreglo a las circunstancias específicas de cada caso, este deberá incluir, entre otras cosas, una
panorámica de todas las características destacadas de las solicitudes en su conjunto, e información respecto de
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
Véase núm. ICC-02/04-01/15-205, Sala de Cuestiones Preliminares II (Magistrada única), 4 de marzo de
2015, párrs. 1 a 3, 14 a 36.
[TRADUCCIÓN] La Magistrada única destaca que el proceso de admisión de las víctimas para su participación
en las actuaciones no tiene como objeto y propósito la determinación de la veracidad de las afirmaciones de los
solicitantes ni la fiabilidad de la narrativa de los hechos pertinentes presentada por los solicitantes. Su propósito
es, más bien, determinar si la afirmación de la persona solicitante es compatible con la causa en que entiende
la Corte, de manera que la participación quede justificada. En la medida en que esté abarcada por los cargos,
la afirmación de la persona solicitante se pone a prueba subsiguientemente en el contexto del procedimiento
sobre el fondo del asunto.
Por todo ello, la Magistrada única no reconoce ninguna consecuencia al hecho de que las solicitudes impugnadas
por la Defensa no estén basadas en los recuerdos personales de los solicitantes, sino en información que los
solicitantes, que en cualquier caso eran niños de muy corta edad en el momento de los hechos y no pueden ser
culpados por la ausencia de recuerdos, obtuvieron de sus familiares. Habida cuenta de que por lo demás las
afirmaciones de los solicitantes están en consonancia con los parámetros de la causa, la Magistrada única no ve
motivo alguno para no admitirlos en calidad de participantes.
Véase núm. ICC-02/04-01/15-350, Sala de Cuestiones Preliminares II (Magistrada única), 27 de noviembre
de 2015, párrs. 11 y 12.
[TRADUCCIÓN] En el proceso actual, las víctimas serán admitidas para participar de conformidad con el
procedimiento siguiente.
La Secretaría presentará a la Sala todas las solicitudes que la Secretaría haya evaluado como completas y que
correspondan al alcance de los cargos según estos se definen en la Decisión sobre la confirmación de los cargos
contra Ahmad Al Faqi A1 Madhi […] . Estas presentaciones se efectuarán de forma continua, y en cualquier
caso a más tardar el 25 de julio de 2016. La Secretaría presentará todas las solicitudes a la Sala junto con un
informe ex parte, que estará disponible para la Fiscalía y el […] Representante Legal de las Víctimas [LRV] de
conformidad con el numeral 5 de la norma 86 del Reglamento. Este plazo será sin perjuicio de la recepción y el
examen de las solicitudes de participación subsiguientes en cualquier actuación en materia de reparaciones que
pudiera tener lugar en esta causa.
Las solicitudes que en opinión de la Secretaría estén incompletas o queden fuera del ámbito de los cargos
confirmados no serán presentadas a la Sala. La Secretaría lo informará a los solicitantes interesados.
Cuando la Secretaría no esté en condiciones de determinar si una persona solicitante cumple con los requisitos
para ser considerada una víctima, transmitirá la solicitud a la Sala con una indicación a efectos de la condición
incierta de la persona solicitante.
Conforme a la subregla 1 de la regla 89 de las Reglas, la Secretaría transmitirá las solicitudes a las partes, que
tendrán una oportunidad para formular sus observaciones sobre las solicitudes de participación. En consonancia
con el párrafo 1 del artículo 68 del Estatuto, las solicitudes se deberían transmitir sin expurgar a la Fiscalía y
en forma expurgada a la Defensa, cando la persona solicitante haya expresado alguna inquietud relativa a su
seguridad. Las observaciones, de haberlas, se presentarán en un plazo de siete días tras la notificación de las
solicitudes.
Si ninguna de las partes formularse objeciones respecto de la admisión de determinados solicitantes dentro del
plazo señalado, se admitirán las solicitudes transmitidas a la Sala.
A efectos del presente proceso, las personas solicitantes utilizarán formularios normalizados que cubran tanto
las solicitudes de participación como las de reparación.
Véase núm. ICC-01/12-01/15-97-Red, Sala de Primera Instancia VIII, 8 de junio de 2016, párrs. 9 a 15.
Cuando existan un gran número de solicitudes, pidiendo que sólo las solicitudes completas se transmitan,
la Sala será capaz de lidiar de manera más eficiente con las solicitudes presentadas que contengan toda la
información y la documentación pertinente.
Con respecto a las solicitudes incompletas, de acuerdo al numeral 7 de la regulación 86 del Reglamento de la
Corte, la Secretaría automáticamente peticionaría a los solicitantes la información faltante relevante. Solamente
después de haber recibido la información solicitada que la Secretaría puede transmitir a la Sala la información
adjunta a cada solicitud junto al Reporte.
La Secretaría remitirá a la Sala las solicitudes junto con el informe sólo después de recibir la información
relevante que faltaba. En cuanto a las solicitudes que siguen estando incompletas después de haberse requerido
información adicional, el Secretario, dentro de un plazo razonable después de dicho requerimiento de
información adicional, presentará a la Sala las solicitudes incompletas, junto con un informe al respecto.
Una solicitud se considera completa cuando incluye la siguiente información:
i) La identidad del solicitante;
ii) La fecha del crimen o crímenes;
iii) El lugar del crimen o crímenes;
iv) Una descripción del daño sufrido como resultado de cualquier crimen perpetrado dentro de la
jurisdicción de la Corte;
v) Prueba de identidad;
vi) Si la solicitud la realiza una persona actuando con el consentimiento de la víctima, el consentimiento
expreso de dicha víctima;
vii) Si la solicitud la realiza una persona actuando en nombre de una víctima, en caso de que la víctima sea
menor de edad, prueba del parentesco o tutela legal; o en caso de una víctima discapacitada, prueba de
la tutela legal;
viii) Firma o huella dactilar del solicitante en el documento, como mínimo en la última página de la solicitud.
Como fue mencionado previamente, la prueba de identidad, parentesco o tutela legal debe ser presentada
con la solicitud conforme al numeral 2 e de la regulación 86 del Reglamento. La sala reconoce la necesidad
de identificar propiamente los documentos de las víctimas que soliciten participar en esta etapa inicial de los
procedimientos ante la Corte. Sin embargo, la Sala está consciente de que en ciertas regiones que han sufrido
conflicto, no todos los documentos que contienen el estado civil pueden estar disponibles, y si se encuentran
disponibles, pueden ser muy difíciles u onerosos de obtener.
Véase nº ICC-01/04-374, Sala de Cuestiones Preliminares I, 17 de agosto de 2007, párr. 12. Véase también nº
ICC-02/05-111-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 14 de diciembre de 2007, párrs.
24 y 26; nº ICC-02/05-01/09-62, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 10 de diciembre de
2009, párr. 8; nº ICC-02/05-02/09-255, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 19 de marzo de
2010, párr. 4; No. ICC-01/09-01/11-17, Sala de Cuestiones Preliminares II (Magistrado único), 30 de Marzo
de 2011, párras 18 y 19; No. ICC-01/09-02/11-23, Sala de Cuestiones Preliminares II (Magistrado único) 30
de Marzo de 2011, párras 17-19; nº ICC-02/11-01/11-138, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada
única), 4 de junio de 2012, párr. 22 y No. ICC-01/04-02/06-211, Sala de Cuestiones Preliminares II, 15 de
Enero de 2014, párr. 60.
[TRADUCCIÓN] Cuando el solicitante sea un menor de edad, si la solicitud se presenta por una persona que
no sea un familiar o tutor legal del solicitante, la solicitud debe contener el consentimiento del familiar o del
tutor legal de que la solicitud se ha hecho en nombre del menor. En otras palabras, el consentimiento del menor
para que un tercero presente una solicitud en su nombre no es suficiente.
Véase n° ICC-01/04-505, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 3 de julio de 2008, párr. 31.
[TRADUCCIÓN] Debido a que el solicitante es menor de edad, su solicitud debe ser presentada en su nombre
por una persona que ha alcanzado la mayoría de edad. Dado que la presente solicitud fue presentada por el
propio solicitante, debe ser considerada incompleta.
[…]
Si la solicitud se presenta en nombre de la madre del solicitante, la solicitud estará incompleta ya que carece
de prueba de la identidad del solicitante principal, prueba de custodia legal, y la prueba de que el solicitante
principal da consentimiento a su hija para actuar en su nombre. Si la solicitud se presenta en nombre del
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
de hecho la persona que dice actuar en nombre de otro solicitante y ha presentado su propia solicitud también.
Por lo tanto, la solicitud de esta última es rechazada, alegando que el solicitante ha fallecido.
[…]
La persona que actúa en nombre de la demandante no ha presentado prueba de la identidad ni la prueba del
consentimiento del solicitante principal. Por lo tanto, esta solicitud está incompleta.
Véase n° ICC-01/04-545, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 4 de noviembre de 2008,
párrs. 36, 60,68, 85, 91 y 102.
[TRADUCCIÓN] La Sala recuerda que, en lo que concierne a los menores, las disposiciones de la subregla 3
de la regla 89 de las Reglas no excluyen la posibilidad de que un menor de edad presente a iniciativa propia
una solicitud de la participación en las actuaciones como víctima. En la decisión de 26 de febrero de 2009, la
Sala sostuvo que los menores y personas con discapacidad son capaces de presentar sus propias solicitudes
de participación y que la prueba de tutela legal puede ser proporcionada por dos testigos creíbles. No
obstante, evaluará la admisibilidad de tales solicitudes caso por caso, de acuerdo con la información recopilada
específicamente por la Secretaría en relación con la madurez del menor y su capacidad de discernimiento.
Véase n° ICC-01/04-01/07-1491-Red, Sala de Primera Instancia II, 23 de septiembre de 2009, párr. 98.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única considera que las solicitudes de las víctimas también deben contener,
como mínimo, suficiente información para establecer de manera satisfactoria los requisitos de la subregla a) de
la regla 85 de las Reglas. Por consiguiente, y sin perjuicio de las especificidades de cada solicitud individual,
la magistrada única considera que un número de solicitudes será rechazado, en su totalidad o en parte,
principalmente por una o más de las siguientes razones:
i) Las solicitudes no presentan la información necesaria;
ii) Los solicitantes – ya sea si solicitan en nombre propio o no - no presentan una adecuada prueba de
identidad;
iii) Los solicitantes alegan haber sufrido un daño como consecuencia de la muerte de un miembro de la
familia sin probar adecuadamente ni la existencia de la víctima directa o la relación entre los dos;
iv) La falta de coherencia interna dentro de las solicitudes pone en duda la credibilidad de los solicitantes;
v) Los hechos descritos en las solicitudes no cumplen con uno o más de los parámetros que determinan la
presente causa.
Véase n° ICC-01/09-01/11-249, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 5 de agosto de
2011, párrs. 58-59. Véase también n° ICC-01/09-02/11-267, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada
única), 26 de agosto de 2011, párrs. 72-73.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única nota que ambos equipos de la Defensa sostienen que un gran número
de solicitudes deben ser rechazadas, ya que el solicitante no identificó a los sospechosos (o grupos a los que los
sospechosos presuntamente pertenecían), como responsables de los crímenes en consecuencia de los cuales
sufrió el daño. Al respecto, la magistrada única toma nota de la disposición del numeral 2 de la norma 86
del Reglamento de la Corte, de acuerdo con la cual, el formulario de solicitud deberá contener “la identidad
de la persona o personas a que la víctima atribuye responsabilidad”, pero sólo “en la medida de lo posible”.
En consecuencia, y coincidiendo con las determinaciones de otras Salas de la Corte, la magistrada única, en
su decisión de 30 de marzo de 2011, no inserta la identificación de los autores entre la información necesaria
para que las solicitudes presentadas se consideren como completas. Por otra parte, la magistrada única está
de acuerdo con la determinación de Sala de Primera Instancia III que afirmó que a veces será inevitablemente
imposible para los solicitantes establecer con precisión quién ha cometido los crímenes en cuestión y que, por
[TRADUCCIÓN] La magistrada única señala que la identificación de los autores de los hechos alegados por
los solicitantes, constituye una faceta de la relación necesaria entre el daño alegado y los presuntos crímenes
del sospechoso en la causa que nos ocupa. Sin embargo, sería injusto, en esta etapa, colocar en las víctimas la
onerosa carga de identificar de forma concluyente o proveer un grado considerable de precisión con respecto a
la identificación de los responsables de su victimización. La magistrada única recuerda además que el vínculo
entre el daño alegado y los delitos imputados, en esta etapa, debe ser establecido prima facie.
Cabe señalar que los criterios que los solicitantes han utilizado para identificar a los presuntos autores no serán
considerados por la magistrada única de forma aislada, sino que serán evaluados y sopesados junto con todos los
factores pertinentes relacionados con los hechos alegados y los cargos en contra del sospechoso. La resolución
de la magistrada única tendrá en consideración una evaluación global del relato de los acontecimientos como
los describe el solicitante, la coherencia intrínseca de la solicitud, los parámetros y las circunstancias que
rodearon los hechos alegados, junto con la determinación de la Sala en relación con el tiempo y lugar de los
crímenes imputados.
Véase n° ICC-01/04-01/10-351, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 11 de agosto de 2011,
párrs. 36-39.
[TRADUCCIÓN] […] Adicionalmente, la Magistrada Única señala que con respecto a la descripción del daño
sufrido como información necesaria requerida por la regulación 86(2) del Reglamento, las víctimas solicitantes
no están requeridas a detallar la naturaleza del perjuicio físico o psicológico que sufrieron o el inventario de las
pertenencias saqueadas, pero sí describir, incluso con sus propias palabras, el daño sufrido como resultado de
la comisión del (los) delito9s) presuntamente cometidos por el sospechoso. Información más precisa que detalle
el perjuicio sufrido por las víctimas puede ser relevante para los procedimientos de reparación ante una Sala de
Primera Instancia, en el caso de que se confirmen los cargos y se condene al acusado en el juicio.
En la misma línea, la ausencia de información personal, como el origen étnico, el sexo, la fecha de nacimiento,
así como la información sobre el lugar y la fecha en que se firmó el formulario de solicitud no resulta en que
la solicitud quede incompleta automáticamente para llevar a su rechazo por este motivo. Dicha información,
aunque a veces falta en los formularios de solicitud a los que tienen acceso las partes, todavía aparece en el(los)
documento(s) de identificación proporcionado(s) por los solicitantes o en otra información a la que solo la
Cámara tiene acceso de conformidad con la Decisión de 28 de mayo de 2013.
Además, la Magistrada Única recuerda que “en ocasiones será inevitablemente imposible para los solicitantes
establecer con precisión quién cometió el (los) delito (s) relevante (s) y que, en consecuencia, sería injusto exigir
a las víctimas solicitantes que identifiquen al(los) autor(es) real(es) del(los) delito(s) que supuestamente les
causan daño [...] ”. Sin embargo, la Magistrada Única se ha mantenido atenta a si los solicitantes mencionan
inequívocamente que los perpetradores de los delitos por los cuales sufrieron daños personales son personas o
entidades que no están relacionadas con los cargos presentados por el Fiscal en contra del sospechoso. Dicha
declaración puede llevar al rechazo de la solicitud de participación, sobre la base de que no existe un vínculo
entre el daño sufrido por el solicitante y los cargos presentados contra el sospechoso.
Véase N° ICC-01/04-02/06-211, Sala de Cuestiones Preliminares II, 15 de Enero de 2014, párras. 62 – 64.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
No obstante, según se indica en el párrafo 39 más arriba, en el supuesto de que las víctimas solicitaran una
participación más significativa en las actuaciones, la Sala podrá solicitar que se presente información adicional
a la Sala y a las partes, o pedir aclaraciones cuando falten documentos o cuando los documentos estén en
contradicción con otra información presentada.
[…]
Por lo que respecta a las dificultades planteadas por la Defensa del Sr. Gbagbo respecto de las cuestiones de
idiomas e interpretación, la Sala observa que no existe ningún requisito a efectos de que los formularios de
solicitud hayan de ser cumplimentados por los propios solicitantes ni de que cualquier persona que asista a los
solicitantes en el proceso haya de ser un intérprete cualificado. Las solicitudes solamente deberían rechazarse si
de la propia solicitud se desprendiera que la persona solicitante no comprendía el idioma que en ella se utiliza y
nadie le prestó asistencia durante el proceso. A falta de esa información o de cualquier indicio de que la persona
que prestó asistencia a la víctima o interpretó para ella hubiera ejercido su influencia en el proceso, existe la
presunción de que la información contenida en el formulario refleja adecuadamente la narrativa de la víctima.
[…]
Por consiguiente, al efectuar una determinación prima facie, la Sala podrá tomar una decisión fundada en la
propia solicitud, incluso cuando hubiera algunas discrepancias entre la solicitud y los documentos de identidad
o los documentos justificativos, o cuando estos no existieran. Además, no podrá darse un peso determinante
a las discrepancias de menor cuantía al efectuar una determinación con arreglo a la regla 89. Por consiguiente,
la Sala ha tomado en consideración el razonamiento que antecede al analizar los formularios de solicitud
individuales que aparecen en el anexo B de esta decisión.
Sin embargo, según se expone en el párrafo 39 más arriba, en el supuesto de que las víctimas solicitaran presentar
pruebas o formular sus opiniones y observaciones en las actuaciones, la Sala podrá solicitar información
adicional o aclaraciones cuando falten documentos o cuando los documentos estén en contradicción con otra
información que se hubiera presentado.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-379, Sala de Primera Instancia I, 7 de enero de 2016, párrs. 44 a 47; 50 y 58
a 59.
[TRADUCCIÓN] Las solicitudes que en opinión de la Secretaría estén incompletas o queden fuera del ámbito
de los cargos confirmados no serán presentadas a la Sala. La Secretaría informará de ello a los solicitantes
interesados.
Cuando la Secretaría no esté en condiciones de determinar si una persona solicitante cumple con los requisitos
para ser considerada una víctima, transmitirá la solicitud a la Sala con una indicación a efectos de la condición
incierta de la persona solicitante.
[…]
Como cuestión preliminar, la Sala señala que las tres personas solicitantes cumplimentaron el formulario de
solicitud para organizaciones. La Sala observa que las solicitudes están incompletas si se habían de evaluar
en calidad de solicitudes de organizaciones, ya que no se presenta justificación alguna de que los edificios a
los que se alude sean de organizaciones o instituciones en el sentido de la subregla b) de la regla 85 y que las
personas que presentan las solicitudes están facultadas para representar a las organizaciones o instituciones.
No obstante, la Sala considera que el contenido de las solicitudes, en particular la descripción de los daños
sufridos y de la reparación que se solicita, revela que la intención de las personas solicitantes era presentar una
solicitud en calidad individual y no en nombre de una organización o institución. A la luz de lo que antecede,
la Sala evaluará las solicitudes en consonancia con los criterios dispuestos en la subregla a) de la regla 85. Lo
anterior es sin perjuicio de que las personas solicitantes vuelvan a presentar un formulario de participación en
calidad de personas físicas que actúan en nombre de las organizaciones o instituciones mencionadas en sus
respectivas solicitudes.
[…]
Por lo que respecta a las solicitudes futuras, la Sala pone de relieve que espera que el Representante Legal
Común designado y la Secretaría velen por que las solicitudes se presenten en la forma más correcta y completa
posible, y en el formulario correcto. Cuando ello sea posible, se deberán presentar documentos justificativos, en
particular con el fin de determinar que los daños sufridos son el resultado de un crimen imputado.
Véase núm. ICC-01/12-01/15-97-Red, Sala de Primera Instancia VIII, 8 de junio de 2016, párrs. 11 a 12, 28
y 35.
[TRADUCCIÓN] La Sala tiene muy presentes las dificultades prácticas que han de encarar las personas
solicitantes para proporcionar pruebas documentales que justifiquen sus solicitudes, comprendidas las
correspondientes a registros oficiales. […] En consideración de estos factores, la Sala no estima que la ausencia
de una sentencia de homologación (jugement d’homologation) tenga consecuencias irreparables para esas 18
solicitudes de continuación de las actuaciones […] .
Por añadidura, la Sala ha identificado ciertos otros errores en los informes de la Secretaría y en las propias
solicitudes de continuación de las actuaciones. No obstante, habida cuenta de la índole de los errores y la
totalidad de la documentación presentada para cada una de esas solicitudes de continuación de las actuaciones,
la Sala estima que ninguno de estos errores es determinante en sí mismo.
Véase núm. ICC-01/05-01/08-3558, Sala de Primera Instancia III, 29 de agosto de 2017, párrs. 6 y 7.
[TRADUCCIÓN] La cuestión de si se deben expurgar las solicitudes antes de que sean transmitidas a la Fiscalía
y a la Defensa requiere un balance de las obligaciones contrapuestas de esta Sala: por un lado, la obligación
en virtud del apartado c) del párrafo 3 del artículo 57 del Estatuto de proteger la vida privada de las víctimas y
testigos así como la obligación de conformidad con la regla 86 de las Reglas de Procedimiento y Prueba de tomar
en cuenta las necesidades de las víctimas y testigos al emitir órdenes; y por otro lado, la obligación general de
asegurar la equidad de la actuaciones, así como el requisito bajo la regla 89(1) de las Reglas de Procedimiento
y Prueba de transmitir copias de las solicitudes a la Fiscalía y a la Defensa, las cuales tendrán el derecho a
responder. El alcance de las expurgaciones no puede exceder lo que se considera como estrictamente necesario.
Véase n° ICC-01/04-374, Sala de Cuestiones Preliminares I, 17 de agosto de 2007, párrs. 20-21. Véase
también n° ICC-01/04-73, Sala de Cuestiones Preliminares I, 21 de julio de 2005, págs. 3-5; n° ICC-01/04-
01/06-494, Sala de Cuestiones Preliminares I, 29 de septiembre de 2006, pág. 4; n° ICC-01/05-01/08-320,
Sala de Cuestiones Preliminares III (magistrado único), 12 de diciembre de 2008, párr. 79; y n° ICC-02/05-
01/09-62, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 10 de diciembre de 2009, párr. 12
[TRADUCCIÓN] La “única obligación [de la Sala] en virtud del párrafo 1 de la regla 89 de las Reglas es pedir al
Secretario que proporcione a la Fiscalía y la Defensa las copias de las solicitudes, de manera que puedan hacer
observaciones sobre las solicitudes en un plazo que fijará la propia Sala”. Por lo tanto, la regla 89 de las Reglas
no requiere que la Sala proporcione, o que obligue que los solicitantes provean a la Fiscalía o a la Defensa
información extrínseca a las propias solicitudes, con el fin de que presenten sus observaciones.
Véase n° ICC-02/05-110, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 3 de diciembre de 2007,
párrs. 14 y 15. Véase también n° ICC-01/04-417, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 7 de
diciembre de 2007, párr. 10; n° ICC-02/05-111-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única),
14 de diciembre de 2007, párr. 20; y n° ICC-01/04-423-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada
única), 31 de enero de 2008, párr. 7.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única considera que el Estatuto y las Reglas no adoptan dos nociones diferentes
de ”víctimas”, una con fines protectores en virtud del párrafo 1 del artículo 68 y de las reglas 81, 87 y 88 de las
Reglas, y otra con fines de participación en situaciones y procedimientos. Por el contrario, según la opinión
del magistrada única, la noción de ”víctima” es la misma en materia de protección y de participación en las
actuaciones.
Véase n° ICC-01/04-01/07-361, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 3 de abril de 2008,
párr. 35.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
sexual o de género.
Asimismo, la Sala de Primera Instancia acepta el alegato de la Oficina Pública de Defensa de las víctimas de
que las medidas especiales y de protección para las víctimas son con frecuencia los medios legales por los cuales
la Corte puede asegurar la participación de las víctimas en las actuaciones, ya que son el paso necesario para
proteger su seguridad, su bienestar físico y psicológico, su dignidad y su vida privada conforme al párrafo 1 del
artículo 68 del Estatuto.
La Sala también acepta la sugerencia de los Representantes legales de las víctimas, de que las medidas especiales
y de protección no son favores sino derechos de las víctimas consagrados en el párrafo 1 del artículo 68 del
Estatuto. La participación de las víctimas y su protección están incluidas en la misma disposición legal, es decir,
en los párrafos 1 y 3 del artículo 68, y se complementan en gran medida.
Tanto la Fiscalía como la Defensa han resistido cualquier sugerencia de que las víctimas permanezcan en el
anonimato en relación a la Defensa durante los procedimientos que tengan lugar antes y durante el juicio. Sin
embargo, la Sala de Primera Instancia ha rechazado las observaciones de las partes según las cuales no se les
debe permitir participar en las actuaciones a aquellas víctimas que permanezcan en el anonimato. Aunque la
Sala de Primera Instancia reconoce que es preferible que las identidades de las víctimas sean reveladas a las
partes, la Sala también es consciente de la posición particularmente vulnerable de muchas de las víctimas, las
cuales viven en una zona de conflicto donde es difícil garantizar su seguridad.
Sin embargo, la Sala de Primera Instancia considera que se debe ejercer extremo cuidado antes de permitir la
participación de víctimas anónimas, particularmente en cuanto a los derechos del acusado. Mientras que la
seguridad de las víctimas es una responsabilidad central de la Corte, no se puede permitir que su participación
en las actuaciones vulnere el derecho fundamental a un juicio justo. Cuanto mayor sea el alcance y la
importancia de la participación propuesta, más probable será que la Sala requiera que la víctima se identifique.
Por consiguiente, al resolver una petición de anonimato por parte de una víctima que ha solicitado participar,
la Sala examinará cuidadosamente las circunstancias precisas y el perjuicio potencial para las partes y los otros
participantes. Dado que la Sala siempre conocerá la identidad verdadera de la víctima, la misma estará en una
buena posición de evaluar el alcance y el impacto del perjuicio si existiese alguno, y determinar si medidas que
no revelen la identidad de la víctima pueden mitigar satisfactoriamente el perjuicio.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1119, Sala de Primera Instancia I, 18 de enero de 2008, párrs. 127-131. Véase
también n° ICC-01/05-01/08-699, Sala de Primera Instancia III, 22 de febrero de 2010, párr. 24; y n° ICC-
01/05-01/08-807-Corr, Sala de Primera Instancia III, 30 de junio de 2010, párrs. 61-69.
[TRADUCCIÓN] De conformidad con la subregla 1 de la regla 89 de las Reglas, se les debe entregar una copia
de las solicitudes a la Fiscalía y a la Defensa, quienes tienen el derecho a responder a las solicitudes dentro del
plazo establecido por la Sala.
Sin embargo, al hacer disponibles estas solicitudes a las partes, la Sala debe aplicar el párrafo 1 del artículo
68 del Estatuto, el cual encomienda a la Corte adoptar las medidas adecuadas para proteger la seguridad, el
bienestar físico y psicológico, la dignidad y la vida privada de las víctimas.
La mayoría de los solicitantes piden que su identidad, junto con otra información incluida en su solicitud, no sea
revelada a la Fiscalía, a la Defensa, a los Estados Partes ni al público en general. La mayoría de los solicitantes
citan como principales razones para solicitar medidas de protección su temor a represalias y la seguridad de sus
propias vidas y las de sus familiares.
La Sala de Primera Instancia no ha recibido información específica y detallada sobre los riesgos de seguridad de
cada uno de los solicitantes, si bien es consciente de los altos niveles de inseguridad en las partes pertinentes
de la República Democrática del Congo.
Con el fin de tomar una decisión informada sobre las distintas medidas de protección relativas a cada solicitante,
la Sala de Primera Instancia necesitará la ayuda de la Dependencia de Víctimas y Testigos a fin de evaluar los
niveles individuales de riesgo que cada solicitante enfrenta. No obstante, la Sala es consciente de los costos y
del tiempo necesario para que la Dependencia de Víctimas y Testigos lleve a cabo este procedimiento en lo que
respecta a los 105 solicitantes.
En esta etapa, la Sala está esencialmente llevando a cabo una evaluación preliminar sobre el fondo de las
solicitudes que pudiera resultar en que algunas de ellas fueran rechazadas, lo que podría dar lugar a que
algunos solicitantes no les sea otorgado el estatus de participantes en las actuaciones. Con este fin limitado,
la Sala adopta las observaciones del magistrado único Politi cuando examinó una cuestión similar, es decir
que “[d] ados los obstáculos de carácter práctico y financiero asociados con medidas que no sean medidas de
[TRADUCCIÓN] Con el propósito limitado de hacer observaciones sobre las solicitudes de participación, las
partes no son indebidamente o con desproporción perjudicadas por la no divulgación de la identidad de los
solicitantes, ni existe injusticia material para el acusado. El punto crítico se producirá con posterioridad, cuando
[TRADUCCIÓN] Con arreglo a la subregla 1 de la regla 89 de las Reglas, el Secretario proporcionará al Fiscal
y a la Defensa, con sujeción al párrafo 1 del artículo 68 del Estatuto, las copias de solicitudes de las víctimas,
quienes tendrán derecho a presentar sus observaciones. En este sentido, la magistradoa única nota el párrafo
1 del artículo 68 del Estatuto que prevé la adopción de medidas apropiadas para proteger, entre otras cosas, la
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
seguridad, la vida privada, el bienestar físico y psicológico de las víctimas de una manera que no podrá redundar
en perjuicio de los derechos de los acusados o de un juicio justo e imparcial ni ser incompatible con éstos. Para
este fin, se le solicita a la Sección de Participación y Reparación de las Víctimas, junto con la Dependencia
de Víctimas y Testigos, sugerir a la magistrada única para su revisión, las expurgaciones de las solicitudes de
las víctimas que a su juicio sean necesarias para proteger a las víctimas solicitantes en consideración. Se hace
hincapié en que, al hacerlo, la Sección de Participación y Reparación de las Víctimas y la Dependencia de
Víctimas y Testigos tendrán en cuenta el principio de proporcionalidad, conforme a lo solicitado en la última
frase del párrafo 1 del artículo 68 del Estatuto. Las versiones expurgadas de las solicitudes de todas las víctimas
serán remitidas al Fiscal y a la Defensa al mismo tiempo que sean presentadas las solicitudes a la Sala. Las
partes son invitadas a enviar sus observaciones dentro de dos semanas a partir de la notificación de las mismas,
si así lo desean.
Véase n° ICC-01/09-01/11-17, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 30 de marzo de 2011,
párr. 22. Véase también n° ICC-01/09-02/11-23, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 30
de marzo de 2011, párr. 22.
[TRADUCCIÓN] Con respecto a la solicitud de medidas de protección para aquellas que continúan la acción, la
Sala considera que las medidas de protección otorgadas a las víctimas autorizadas a participar en las actuaciones
también se aplicarán a las personas autorizadas a participar en nombre de las víctimas fallecidas.
En este sentido, la Sala recuerda su decisión de conceder el anonimato respecto al público a todas las víctimas
autorizadas a participar en esta causa, incluyendo las personas autorizadas a participar en nombre de las
víctimas fallecidas.
La Sala recuerda además a las partes su obligación en virtud del Código de conducta profesional de los abogados
de asegurar que los miembros de su equipo no divulguen a terceros la identidad de las víctimas autorizados a
participar en las actuaciones, incluyendo la identidad de las personas autorizadas a participar en nombre de las
víctimas fallecidas, y, para ello, limitar la divulgación a un número restringido de miembros del equipo.
Véase n° ICC-01/04-01/07-3018, Sala de Primera Instancia II, 14 de junio de 2011, párrs. 32-34.
[TRADUCCIÓN] La Primera solicitud de la Defensa es que se le entregue al Fiscal la versión sin expurgar de las
solicitudes de las víctimas con el fin de que pueda desempeñar sus obligaciones en virtud del artículo 54 y del
párrafo 2 del artículo 67 del Estatuto.
En un primer momento, la magistrada única desea señalar que la información proporcionada por los solicitantes
en sus solicitudes de participación no puede, bajo ninguna circunstancia, ser considerada como prueba sujeta a
la divulgación en el marco jurídico de la Corte. En efecto, dicha información es proporcionada por los solicitantes
a la Sala sólo a los efectos de fundamentar una solicitud de participación pero no para brindar prueba sobre
cualquiera de los puntos de hecho o de derecho en la presente causa. Además, la información pertinente no
fue recogida por el Fiscal durante su investigación y por lo tanto, no puede ser definida como “prueba”. En este
sentido, vale la pena aclarar que sólo las pruebas recogidas por las partes están sujetas a divulgación entre ellas
a los efectos de la audiencia de confirmación de los cargos.
En consecuencia, la información proporcionada por los solicitantes en las solicitudes de participación no debe
darse a conocer entre las partes, incluso si la información proporcionada en ellas puede ser considerada de
naturaleza eximente.
Sin embargo, esto no significa que la información contenida en las solicitudes de las víctimas no es de relevancia
para las obligaciones del Fiscal de investigar tanto las circunstancias eximentes comolas incriminantes,
conforme a lo dispuesto en el apartado a) del párrafo 1 del artículo 54 del Estatuto. Esto es igualmente cierto
respecto de la prerrogativa del Fiscal en virtud del apartado b) del párrafo 1 del artículo 54 del Estatuto de hacer
comparecer e interrogar, entre otras, a las víctimas. De hecho, las solicitudes de participación podrían dar lugar
a la determinación por parte del Fiscal de que los solicitantes puedan disponer de información considerada
eximente en el sentido del párrafo 2 del artículo 67 del Estatuto, en cuyo caso, la investigación de la Fiscalía debe
extenderse para cubrir dicha información. Sin embargo, sólo en el caso en que la información en posesión de
las víctimas sea recogida por el Fiscal y revelada como de naturaleza eximente y/o de cualquier forma necesaria
para la preparación de la Defensa, el Fiscal estará bajo la obligación legal de revelar a la Defensa tales pruebas
de conformidad con el párrafo 2 del artículo 67 del Estatuto y la regla 77 de las Reglas.
La magistrada única nota que la misma opinión ha sido recientemente adoptada por la Sala de Apelaciones que
indicó lo siguiente:
eximente y, en su caso, recoger dichas pruebas y divulgarlas a la Defensa conforme a lo requerido por los textos
jurídicos de la Corte. Según la magistrada única, esto no constituye una violación del principio de igualdad de
armas entre el Fiscal y la Defensa dado que el enfoque se basa en una diferencia sustancial entre las partes, en
función de su naturaleza y de su papel en las actuaciones ante la Corte. En particular, el Fiscal es un órgano
de la Corte al que se le confía, en virtud de los apartados b) y e) del párrafo 1 del artículo 54 y del párrafo 1 del
artículo 68 del Estatuto, la obligación de proteger, entre otras, a las víctimas.
En consecuencia, y teniendo en cuenta que la divulgación completa es el principio, mientras que la expurgación
de información constituye la excepción, la magistrada única opina que suministrar versiones expurgadas de
las solicitudes a la Fiscalía no es necesario, también a la luz del deber autónomo del Fiscal de proteger a las
víctimas. Además, la transmisión de las versiones no expurgadas de las solicitudes al Fiscal le permitirá cumplir
adecuadamente con sus obligaciones legales, como se ha aclarado anteriormente.
Por lo tanto se le ordena por la presente a la Secretaría remitir al Fiscal las versiones no expurgadas de todas las
solicitudes de participación de las víctimas recibidas en la presente causa.
Véase n° ICC-01/09-01/11-169, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 8 de julio de 2011,
párrs. 8-16.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
por el párrafo 1 del artículo 68 del Estatuto. En este sentido, parece adecuado, antes de revelar la identidad de
dichas víctimas a la Defensa, solicitar que su Representante legal las contacte con el fin de recibir información
clara e instrucciones actualizadas sobre el tema.
Con respecto a las víctimas que supuestamente no proporcionaron una justificación adecuada para la no
divulgación de su solicitud a la Defensa, la magistrada única nota que la Defensa refiere a una decisión de la
Sala de Apelaciones relativa a la expurgación de pruebas con arreglo a la subregla 4 de la regla 81 de las Reglas.
Como se ha dicho anteriormente, la magistrada única, recuerda una vez más que la disposición de la subregla
4 de la regla 81 de las Reglas – junto con los principios rectores de la Sala de Apelaciones en la interpretación
y aplicación de la misma-sólo se ocupa de las restricciones a la divulgación de las pruebas y, por lo tanto, no se
aplica directamente en el escenario actual.
La magistrada única recuerda que, de conformidad con la legislación aplicable, cae dentro de su deber deprestar
protección a las víctimas, teniendo debidamente en cuenta todas las circunstancias existentes. Por lo tanto, la
magistrada única considera que la constatación de un riesgo para la seguridad de las víctimas, lo que justificaría
la no divulgación de su identidad a la Defensa, no está condicionada a que las víctimas justifiquen en forma
integral su existencia. La magistrada única, por lo tanto, ha revisado las solicitudes pertinentes en su totalidad,
sin limitar su evaluación a la sección específica que trata sobre las observaciones de seguridad expresadas
por los solicitantes. Tras dicha revisión, la magistrada única opina que la información proporcionada por las
víctimas, también a la luz de la inestable situación de seguridad en Kenia, justifica suficientemente que no se
revele su identidad a la Defensa.
Sin embargo, la magistrada única considera que lo que se expresó anteriormente con respecto a la variación
potencial de las circunstancias desde el momento de la presentación de la solicitud vale también para las víctimas
que pidieron que su identidad no sea divulgada a la Defensa debido a los riesgos de seguridad detectados. Se le
ha dado instrucciones al Representante legal de las víctimas de también ponerse en contacto con esas víctimas
para verificar su preferencia en cuanto a la divulgación de su identidad a la Defensa e informar a la Sala en
consecuencia. La magistrada única también solicita al Representante legal que informe a las víctimas de la
disponibilidad de otras medidas de protección diferentes a la del completo anonimato respecto a la Defensa,
tales como la confidencialidad de la identidad de las víctimas hacia el público. Al respecto, la magistrada única
está de acuerdo con la propuesta de la Defensa en el sentido de que también se les debe aclarar a las víctimas
“la diferencia entre la divulgación de su identidad al público y la divulgación de su identidad a la Defensa, para
ver si eso tiene relación con la preferencia del individuo”.
Véase n° ICC-01/09-01/11-249, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 5 de agosto de 2011,
párrs. 118-121.
[TRADUCCIÓN] De conformidad con la subregla 1 de la regla 89 de las Reglas, la Secretaría debe proporcionar
una copia de las solicitudes de participación a la Fiscalía y a la Defensa, los cuales tienen derecho a responder
en un tiempo límite establecido por la Sala. Sin embargo, la transmisión de las solicitudes a las partes está sujeta
al párrafo 1 del artículo 68 del Estatuto, que obliga a la Corte a tomar las medidas apropiadas para proteger,
entre otras cosas, la seguridad, la vida privada, el bienestar físico y psicológico, la dignidad y la privacidad de
las víctimas.
La Sala señala que la Secretaría sostuvo que la expurgación de la información de identificación constituye
la principal, si no la única, medida de protección a disposición de la Secretaría, más aún con respecto a los
solicitantes que se encuentran en el territorio de Sudán, donde la Corte no tiene acceso. La Secretaría también
dijo que ha preparado versiones expurgadas de las seis solicitudes y está lista para transmitirlas a las partes de
conformidad con la subregla 1 de la regla 89 de las Reglas, si la Sala lo solicita. Indica que, “de conformidad
con las directrices establecidas” y en consulta con la Dependencia de Víctimas y Testigos si fuera necesario, se
propone expurgar “cualquier información que pudiera ser utilizada para identificar al solicitante, su familiares
o terceras personas, como también a los intermediarios y a los miembros de la comunidad mencionados en las
solicitudes”. Al respecto, la Secretaría tomó nota del enfoque adoptado por la Sala de Cuestiones Preliminares
I, que ordenó que se proporcionarán versiones expurgadas de las solicitudes a la Defensa y no expurgadas a la
Fiscalía, y buscó las instrucciones de la Sala en cuanto a las modalidades de transmisión de las solicitudes a la
partes.
La Sala recuerda y adopta las directrices dadas por diferentes Salas en cuanto a la identificación de información
que puede ser expurgada en las solicitudes de participación:
i) Nombre(s) del solicitante;
[TRADUCCIÓN] La Magistrada única es consciente de que las expurgaciones aplicadas a las solicitudes de
participación de las víctimas recibidas por la Defensa redujeron en cierta medida su capacidad para hacer
observaciones al respecto. Sin embargo, la Magistrada única reitera que esto es inherente al proceso de
adopción de medidas de protección para proteger a las víctimas, según lo dispuesto en los artículos 57(3)(c) y
68(1) del Estatuto. En este sentido, la Magistrada única considera que el nivel de expurgaciones, empleado para
los 62 solicitantes, fue la única medida disponible para protegerlos. Además, la Magistrada única considera que
estas medidas son proporcionadas y necesarias y que no socavan materialmente los derechos del sospechoso
en virtud del artículo 67 del Estatuto.
La Magistrada única señala que a pesar de la capacidad de la Defensa para presentar las observaciones deseadas
fue disminuida con respecto a algunos solicitantes, la Magistrada única todavía tiene el mandato de evaluar si
los solicitantes cumplen con los requisitos de la regla 85(a) de las Reglas antes de ser admitidos como víctimas
participantes. Finalmente, la Magistrada única recuerda que las expurgaciones hechas pueden ser revisadas en
una etapa posterior y caso por caso, dependiendo del nivel de participación de cada víctima.
Véase n° ICC-02/11-01/11-384, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 6 de febrero de 2013,
párrs. 34-35.
[TRADUCCIÓN] El numeral 1 del artículo 68 del Estatuto dispone que “La Corte adoptará las medidas
adecuadas para proteger la seguridad, el bienestar físico y psicológico, la dignidad y la vida privada de las
víctimas y los testigos”. Estas medidas no deberán ser perjudiciales o incompatibles con los derechos del
acusado y un juicio justo e imparcial. La Regla 81(3) de las Reglas de Procedimiento y Prueba dispone que “[c]
uando se hayan tomado medidas para proteger el carácter confidencial de la información con arreglo al artículo
68, para proteger la seguridad de los testigos, víctimas y miembros de sus familias, esta información no deberá
darse a conocer si no es de conformidad con lo dispuesto en estos artículos”. La Regla 87 de las Reglas de
Procedimiento y Prueba dispone que “previa solicitud del Fiscal o de la defensa, de un testigo o de una víctima
o su representante legal, de haberlo, o de oficio, y previa consulta con la Dependencia de Víctimas y Testigos,
según proceda, podrá, de conformidad con los párrafos 1 y de del artículo 68, ordenar que se adopten medidas
para proteger a una víctima, un testigo u otra persona que corra peligro en razón del testimonio prestado por
un testigo”.
En lo que respecta a las personas autorizadas para participar como víctimas, la Sala de Apelaciones señala que
26 han solicitado el anonimato vis-à-vis a la persona condenada. La Unidad de Víctimas y Testigos (la “VWU”)
proporcionó una evaluación de las medidas de protección solicitadas por los solicitantes y recomendó que
cualquier información que pudiera conducir a la identificación y ubicación precisa de las víctimas que solicitaron
el anonimato (o sus familias) sea expurgada. Esta evaluación se basó en la situación actual de seguridad en las
áreas en las que residen actualmente los solicitantes y la capacidad de la Corte para responder a los problemas
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
En ciertos casos, parece que la información expurgada parece haber ido más allá de este objetivo. La Sala de
Apelaciones observa específicamente que, como también lo señaló la persona condenada, se expurgaron los
nombres de los oficiales legales de VPRS que recibieron información complementaria de los solicitantes. La Sala
de Apelaciones no pudo discernir las razones de tales expurgaciones. Por lo tanto, se le solicita al Secretario
que proporcione por separado un documento confidencial con los nombres de los miembros del personal de
VPRS que fueron expurgados de los formularios de solicitud transmitidos a las partes. Sin embargo, la Sala de
Apelaciones no considera que la divulgación de los nombres de los miembros del personal de la VPRS hubiera
dado lugar a diferentes alegatos de las partes. Por lo tanto, la Sala de Apelaciones no considera necesario dar
a las partes una segunda oportunidad para presentar observaciones sobre las solicitudes. Además, la Sala de
Apelaciones recuerda al Secretario que las expurgaciones a las solicitudes de participación de las víctimas que
se transmiten a las partes deben limitarse a aquellas que están justificadas para los fines de protección y son
estrictamente necesarias.
La Sala de Apelaciones opina que la persona condenada no ha sido perjudicada en su capacidad para evaluar de
manera significativa las solicitudes de las víctimas, a pesar de las expurgaciones aplicadas, y que no se obtendrá
ningún beneficio material de ordenarse la transmisión a la persona condenada de otras informaciones que él
identifica que han sido expurgadas innecesariamente. La Sala de Apelaciones tendrá en cuenta los derechos
de la persona condenada y cualquier prejuicio que pueda causar la participación de las víctimas anónimas en la
determinación de las modalidades apropiadas de participación.
Véase n° ICC-01/04-01/06-3045-Red2 A 4 A 5 A 6, Sala de Apelaciones, 27 de agosto de 2013, párrs. 20-23.
[TRADUCCIÓN] La Magistrada Única considera que las expurgaciones aplicadas a las solicitudes de
participación, incluso aquellas presentadas por los solicitantes que no tenían ningún problema respecto a que su
identidad se revele a la Defensa, son necesarias, en esta etapa del procedimiento, a la luz de la volátil situación
de seguridad en la región. La Magistrada Única también señala que la mayoría de los solicitantes regresaron
a las aldeas donde supuestamente los delitos tuvieron lugar. Adicionalmente, las expurgaciones aplicadas son
proporcionales a los derechos de la Defensa, ya que esta última ha podido presentar observaciones significativas
incluso en ausencia de ciertos datos. Estas observaciones han sido tomadas en cuenta por la Magistrada Única
y han sido de ayuda en su determinación bajo la regla 85(a) de las Reglas. Además, las expurgaciones aplicadas
fueron las únicas medidas disponibles para proteger a los solicitantes afectados.
La Magistrada Única considera que las expurgaciones aplicadas a los formularios de solicitud de las víctimas
admitidas a participar por la presente decisión pueden ser levantadas, si las circunstancias que rodean la
situación de seguridad en la región cambian.
Véase N° ICC-01/04-02/06-211, Sala de Cuestiones Preliminares II, 15 de Enero de 2014, párr. 45 – 46.
[TRADUCCIÓN] El Magistrado único considera que si se proporcionan a la Fiscal las versiones sin expurgar
de las solicitudes presentadas por las víctimas en la situación en Uganda y en la causa relativa a Joseph Kony y
otros, ello permitirá a la Fiscal cumplir con su obligación en virtud del apartado 1 a) del artículo 54 del Estatuto,
y al mismo tiempo respetar los intereses y las circunstancias personales de las víctimas y proteger su seguridad,
bienestar físico y psicológico, dignidad y vida privada, conforme a lo dispuesto en el apartado 1 b) del artículo
54 y el párrafo 1 del artículo 68 del Estatuto.
Teniendo presente estas obligaciones estatutarias de la Fiscal, y considerando las distintas funciones de la Fiscal
y la Defensa en las actuaciones, el Magistrado único estima que la facilitación a la Fiscal de las solicitudes de
las víctimas en su versión no expurgada no vulnera los derechos de la Defensa, ni es incompatible con sus
derechos ni con un juicio justo e imparcial. Es necesario proporcionar a la Fiscal las solicitudes de las víctimas
en su versión no expurgada para permitir que la Fiscal cumpla con sus deberes estatutarios.
A estos efectos, el Magistrado único señala asimismo, según se indica en la solicitud, que en el supuesto de que
cualquier investigación iniciada por la Fiscal previa consideración de las solicitudes de las víctimas llevara a una
información de índole eximente o sustancial para la preparación de la Defensa, incumbe a la Fiscal divulgar
esa información a la Defensa con arreglo al párrafo 2 del artículo 67 del Estatuto y la regla 77 de las Reglas de
Procedimiento y Prueba.
[…]
[TRADUCCIÓN] […]
La Sala observa que las informaciones mencionadas más arriba podrían efectivamente ser necesarias para la
Defensa con el fin de verificar la condición de víctima indirecta de la víctima solicitante. Por añadidura, la Sala
observa que el Representante Legal y la Sección de Participación dan su consentimiento a ello. Por consiguiente,
la Sala autoriza el levantamiento de las expurgaciones relativas a la identidad de la(s) persona(s) asesinada(s) y
de su relación con la víctima.
c. Informaciones relativas a la descripción del ataque lanzado contra Bogoro y de los daños sufridos por
las víctimas
[…]
La Sala observa que ciertos detalles evocados por las víctimas en su descripción del ataque contra Bogoro y
de los daños sufridos podrían resultar útiles para la Defensa con el fin de poner a prueba la credibilidad de las
víctimas y de evaluar el alcance de los daños que se alegan. […] Por lo tanto, la Sala autoriza el levantamiento
de las expurgaciones relativas estrictamente a la descripción del ataque contra Bogoro, los daños sufridos y la
relación entre esos daños y los crímenes por los que ha sido condenado el Sr. Katanga.
Véase núm. ICC-01/04-01/07-3583, Sala de Primera Instancia II, 1 de septiembre de 2015, párrs. 19 y 24.
[TRADUCCIÓN] Asimismo, si bien las expurgaciones podrían limitar la capacidad de la Defensa para presentar
observaciones, la Sala considera que ello no menoscaba indebidamente su derecho a responder para los fines de
una determinación prima facie a tenor de la regla 89. La Sala observa también que las expurgaciones constituyen
la única medida disponible para proteger a los solicitantes y los terceros en esta fase de las actuaciones.
No obstante, si el Representante Legal de las Víctimas deseara presentar pruebas relativas a cuestiones que
afectan a los intereses de las víctimas, o proponer una o más víctimas que deseen efectuar declaraciones simples
para presentar sus ‘opiniones y observaciones’, se requiere que la solicitud por el Representante Legal de las
Víctimas incluya, como mínimo, el nombre de la víctima y la información que la identifique.
Por lo que respecta a las observaciones específicas presentadas por la Defensa del Sr. Gbagbo en relación con
las 270 solicitudes que contienen expurgaciones respecto de los emplazamientos de los presuntos crímenes, la
Sala observa que esta información ya está disponible para la Defensa en la decisión del Magistrado único de
Cuestiones Preliminares por la que se reconocía la condición de participantes a esas personas. Por consiguiente,
no es necesario instruir a la Secretaría que vuelva a presentar versiones menos expurgadas de estas solicitudes.
Por este motivo, habida cuenta de la naturaleza limitada de la determinación prima facie de los criterios de
admisión para fines de participación que se estipula en la subregla a) de la regla 85 de las Reglas, la Sala estima
que, de haberse expurgado de forma involuntaria cualquier información adicional relativa al emplazamiento
donde presuntamente se cometieron los crímenes, no es necesario que la Sala examine estas solicitudes ni
modifique la condición de participantes de estas víctimas a tenor de la subregla 1 de la regla 91 de las Reglas.
En relación con las solicitudes en las que se han expurgado las identidades de las personas solicitantes,
incluso cuando estas no se opusieran a su divulgación a la Defensa, la Sala considera que la Respuesta del
Representante Legal de las Víctimas sobre esta cuestión es de ayuda. La Magistrada única confirma que ha
solicitado a las víctimas información relativa a su consentimiento, y que todas ellas han confirmado que no
desean que se divulgue su identidad a la Defensa. Si bien la Sala reconoce que las víctimas podrían haber
tenido una opinión diferente cuando cumplimentaron sus formularios de solicitud, su comunicación con el
Representante Legal de las Víctimas debería prevalecer y recibir la consideración de decisión informada de estas
al respecto. Por consiguiente, se mantendrá la expurgación de sus identidades por lo que respecta a la Defensa.
Ello no obstante y para los fines del juicio, la Secretaría, en consulta con el Representante Legal de las Víctimas,
debería establecer contacto con todas las víctimas participantes con el fin de que estas puedan indicar si objetan
a la divulgación de sus identidades a la Defensa y, en caso afirmativo, los motivos para la no divulgación.
Respecto de las solicitudes en las que se ha expurgado cierta otra información (a saber, los documentos de
identificación y parentesco, los pormenores de las lesiones y las fotografías que permitirían la identificación
de la persona solicitante), la jurisprudencia de la Corte ha mantenido sistemáticamente que esta se puede
considerar como información de identificación, y que por tanto está sujeta a expurgaciones destinadas a proteger
la seguridad y el bienestar de las víctimas a tenor del párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto. Por añadidura, unas
referencias generales a los daños sufridos podrían ser suficientes para los fines limitados del análisis prima facie.
Por tanto, en la medida en que la información permita la identificación, se mantendrán las expurgaciones de los
documentos de identificación y parentesco, los pormenores de las lesiones y las fotografías. Por lo que respecta
[TRADUCCIÓN] La Sala reitera que no resolverá sobre la participación de las personas solicitantes en los
procedimientos en materia de reparación y que estas participan en el presente procedimiento en virtud de la
propia presentación de su solicitud de reparación. Una vez que haya recibido la totalidad de las solicitudes de
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
reparación, la Sala se pronunciará sobre el fondo de estas.
[…]
Por consiguiente, la Sala estima que las expurgaciones relativas a los nombres y las informaciones sobre
la identidad de los nuevos solicitantes, con la salvedad de las informaciones relativas al presente lugar de
residencia de estas personas, se deben eliminar. Conforme a la Decisión de 1 de septiembre de 2015, de ello se
sigue que las expurgaciones relativas a “los nombres de los parientes fallecidos respecto de los cuales se invoca
un daño moral” también deben eliminarse.
Véase núm. ICC-01/04-01/07-3653-Corr, Sala de Primera Instancia II, 16 de febrero de 2016, párrs. 12 y 16.
[TRADUCCIÓN] […] [T] odas las víctimas participantes, con la salvedad de las que decidieron renunciar a su
anonimato ante el público en el contexto de su presentación de pruebas o de opiniones u observaciones, gozan
de anonimato ante el público. La Sala no ve ningún motivo para apartarse de esta conclusión respecto de las
víctimas fallecidas. […] En opinión de la Sala, esta medida de protección también es de aplicación para los
familiares de las víctimas fallecidas, incluidos sus causahabientes. Por consiguiente, la Sala da su aprobación a la
solicitud de que no se comuniquen al público la identidad y dirección, o el lugar de residencia, de los familiares
a los que se hace referencia en el jugement d’homologation, y que no se comunique al público la dirección, o el
lugar de residencia, de los causahabientes.
Respecto de la comunicación a las partes de las identidades de las victimas fallecidas y los causahabientes, la Sala
instruye al Representante Legal que se ponga en contacto con los causahabientes con el fin de determinar si dan
su consentimiento a esta comunicación. En el supuesto de que los causahabientes dieran su consentimiento,
el Representante Legal presentará versiones menos expurgadas de los formularios de solicitud y documentos
justificativos, levantando expurgaciones en consonancia con la información obtenida de los causahabientes.
En aras de la eficiencia, para cualquier futura solicitud de continuación de las actuaciones, el Representante
Legal obtendrá el punto de vista de los causahabientes antes de presentar esa solicitud. Si los causahabientes
dan su consentimiento, las expurgaciones de los documentos justificativos se limitarán a la identificación
de información relativa a otros familiares a los que se haga referencia en los documentos y a los lugares de
residencia del causahabiente. Tras la presentación de los documentos justificativos a la Sala, en consonancia con
el sistema que se estipula en el párrafo 49 más abajo, la Sección de Participación presentará también versiones
menos expurgadas de los formularios de solicitud de las correspondientes víctimas fallecidas, levantando las
expurgaciones de las identidades de las víctimas fallecidas.
[…]
Por lo que respecta a […] las expurgaciones de los sellos, la Sala concluye […] que las expurgaciones son
necesarias para mantener la confidencialidad respecto del lugar donde se firmaron los documentos, y por tanto
que están en consonancia con la orden de la Sala.
No obstante, habida cuenta de la observación por la Defensa de que si bien las fechas exactas del fallecimiento
se presentan en la solicitud, los días específicos del fallecimiento se expurgan en los documentos de apoyo, la
Sala concluye que estas expurgaciones no están justificadas. […]
Véase núm. ICC-01/05-01/08-3346, Sala de Primera Instancia III, 24 de marzo de 2016, párrs. 40 y 41, y 43
y 44.
[TRADUCCIÓN] La Sala observa que, en el contexto de la presente causa, las solicitudes de continuación
de las actuaciones presentadas durante el curso de este y durante la fase de reparaciones, al igual que los
documentos justificativos, se transmitieron a la Defensa en versiones expurgadas. La Sala considera que tanto
las expurgaciones que se aplicaron a las solicitudes de continuación de las actuaciones como las que se aplicaron
a los documentos justificativos están justificadas, y estima que estas no menoscaban la capacidad de la Defensa
para presentar observaciones informadas. […]
Véase núm. ICC-01/04-01/07-3682, Sala de Primera Instancia II, 14 de abril de 2016, párr. 26.
[TRADUCCIÓN] El Magistrado único subraya ante todo que la función de las víctimas en las actuaciones es
considerablemente más limitada que la de las partes, y que las obligaciones de divulgación de los Representantes
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
Legales no son las mismas que las de la Fiscalía. El Magistrado único observa asimismo que, en virtud del
párrafo 1 del artículo 68 del Estatuto, la Sala viene obligada a tomar las medidas pertinentes para proteger,
entre otras cosas, la seguridad, la vida privada, y el bienestar físico y psicológico de las víctimas. No obstante, las
medidas adoptadas no han de menoscabar ni ser incompatibles con los derechos del acusado a un juicio justo
e imparcial. El Magistrado único, en consonancia con varias salas de esta Corte, rechaza el concepto de que la
participación de víctimas anónimas en las actuaciones del juicio vulnere por sí misma el derecho [del acusado]
a un juicio justo e imparcial.
Si bien se prefiere la plena divulgación a las partes de las identidades de las víctimas, el Magistrado único tiene
presente la situación vulnerable de estas víctimas, habida cuenta de la volatilidad continuada de la situación
sobre el terreno, y por ende rechaza el razonamiento de la Defensa en el sentido de que las objeciones de
las víctimas relacionadas con los riesgos para su seguridad carecen de fundamento. Asimismo, el Magistrado
único estima que los argumentos de la Defensa a efectos de que las medidas instauradas no son adecuadas
debido a que el centro de detención da seguimiento a las llamadas de [el acusado] y que el hecho de que ‘no
les ha sucedido nada’ a las víctimas en los cuatro presuntos ataques contra los campamentos de desplazados
internos no es pertinente. Las víctimas no consienten a la revelación de sus identidades, y los Representantes
Legales han demostrado que persisten razones válidas para mantener el anonimato de las víctimas respecto de
la Defensa en la presente causa. En estos momentos, no es necesario consultar con la Dependencia de Víctimas
y Testigos ni con la Sección de Reparaciones y Participación de las Víctimas.
Sin embargo, lo anterior no significa que no se hayan de divulgar las identidades de las víctimas en la totalidad
de los contextos. Por ejemplo, si la participación de una víctima en las actuaciones se intensificara hasta el punto
de que se le solicitara comparecer en calidad de testigo, la víctima habrá de renunciar a su anonimato respecto
de la Defensa. En ese caso, el participante que solicita la comparecencia habrá de divulgar la información
identificativa sobre la víctima con arreglo al régimen vigente en materia de divulgación y expurgación.
Por añadidura, el Magistrado único considera que las víctimas que presentan sus opiniones y observaciones
también asumen una función más activa en las actuaciones, y que la continuación de su anonimato ante la
Sala podría causar menoscabo al acusado o ser incompatible con sus derechos a un juicio justo e imparcial. Por
consiguiente, las víctimas que presenten sus opiniones y observaciones ante la Sala también renunciarán a su
anonimato respecto de la Defensa. El Magistrado único observa que en circunstancias excepcionales podría
justificarse la continuación del anonimato de una víctima.
Véase núm. ICC-02/04-01/15-471, Sala de Primera Instancia IX (Magistrado único), 17 de junio de 2016,
párrs. 11 a 14.
[TRADUCCIÓN] La Sala estima que conviene ordenar la expurgación de la información relativa al actual lugar
de residencia u otras coordenadas que permitirían la localización de las víctimas que pudieran cumplir con las
condiciones de elegibilidad.
No obstante, la Sala estima que tanto el nombre como otros elementos de información relativos a la identidad
de las víctimas que pudieran cumplir con las condiciones de elegibilidad podrían ser útiles para la Defensa en
relación con el examen del cumplimiento de las condiciones por dichas víctimas así como con el fundamento
de sus alegaciones. Por consiguiente, la identidad de las víctimas que pudieran cumplir con las condiciones de
elegibilidad y que hubieran dado su consentimiento a la divulgación de esa información a la Defensa no debería
expurgarse.
En el caso de las víctimas que pudieran cumplir con las condiciones de elegibilidad y que se hubieran negado a
divulgar sus identidades a la Defensa por motivos de seguridad, la Sala estima que en esta fase de las actuaciones
conviene asimismo transmitir a la Defensa los expedientes de dichas víctimas. No obstante, habida cuenta de
sus inquietudes, la Sala instruye a la Sección de Reparaciones y Participación de las Víctimas (la Sección de
Participación) a efectos de que expurgue tanto sus nombres como cualquier otro elemento de información
relativo a sus identidades.
[…]
La Sala estima que la información relativa a la descripción de los daños sufridos, así como de los acontecimientos
que dieron lugar a esos daños, también podría resultar útil para la Defensa en la evaluación del alcance de los
daños que se alegan. Por consiguiente, la Sala considera que no se debe expurgar ninguna información que
corresponda estrictamente a la descripción de los daños sufridos, los acontecimientos que dieron lugar a los
daños sufridos y el vínculo entre esos daños y los crímenes por los que se ha condenado al Sr. Lubanga, con la
[TRADUCCIÓN] […] La Sala recuerda que, con miras a adoptar una decisión respecto de las medidas de
protección adecuadas tanto durante la fase de instrucción y acciones judiciales como en la fase del proceso, la
Sala que entiende en la causa ha de lograr un equilibrio entre el libre ejercicio de los derechos de la Defensa y
la necesaria protección de las víctimas y los testigos con arreglo al artículo 68 del Estatuto y a las circunstancias
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
de la causa, respetando el principio de proporcionalidad. Por otra parte, esa decisión no debe menoscabar la
capacidad de la Defensa par ejercer genuinamente su derecho de respuesta.
La Sala observa que esos mismos principios se aplican a la fase de reparaciones.
[…]
En primer lugar, la Defensa mantiene que, en el caso de información relativa al lugar de residencia actual de
las víctimas que pudieran cumplir con las condiciones de elegibilidad, solamente se ha de expurgar el apartado
del expediente “G. Coordenadas de la víctima”. La Sala considera que esta interpretación es errónea. En efecto,
la Sala estima que, para una protección efectiva de las víctimas que pudieran cumplir con las condiciones de
elegibilidad en el sentido del párrafo 1 del artículo 68 del Estatuto y los principios de aplicación a los que se
ha hecho referencia, las modalidades de expurgación que se han ordenado son de aplicación al conjunto del
expediente de la víctima que pudiera cumplir con las condiciones de elegibilidad. Por ende, podría ser necesario
expurgar el nombre de un lugar que pudiera permitir la localización de una víctima que cumpliera con las
condiciones de elegibilidad en toda la Sección del expediente “2. Solicitud de reconocimiento de la condición
de víctima”.
[…]
No obstante, la Sala no se ha pronunciado explícitamente respecto de la información correspondiente a terceros,
como los familiares de las víctimas que pudieran cumplir con las condiciones de elegibilidad y los testigos, en su
Orden de 22 de febrero de 2017. Ello no obstante, la Sala estima que cualquier información que pudiera permitir
la identificación y la localización de una persona nombrada o a la que se haga referencia en un expediente, pero
que no haya dado su consentimiento expreso a la divulgación de su identidad a la Defensa, también debe ser
expurgada, como el Secretario ha sugerido. Por tanto, la Sala considera justificada la expurgación del nombre
de un lugar que pudiera permitir la localización de un familiar de una víctima que pudiera cumplir con las
condiciones de elegibilidad o de un testigo, o la expurgación de la función que un ex niño soldado ejercía en
el seno de la Unión de Patriotas Congoleses/Fuerzas Patrióticas para la Liberación del Congo o del nombre de
un mando que pudiera permitir la identificación de la víctima directa que pudiera cumplir con las condiciones
de elegibilidad.
Véase núm. ICC-01/04-01/06-3328, Sala de Primera Instancia II, 5 de junio de 2017, párrs. 4 y 5; 9 y 12.
[TRADUCCIÓN] Ante todo, el Magistrado único reconoce que, en ausencia de unas circunstancias excepcionales
y apremiantes, los Representantes Legales están en su derecho a formular sus opiniones y observaciones
respecto de cuestiones [relativas a las expurgaciones que se han de aplicar a los formularios de solicitud] .
Volviendo al tema en cuestión, el Magistrado único señala que la Solicitud se ajusta estrictamente a 43 solicitudes
que la Fiscalía desea divulgar, citando sus obligaciones en virtud de la regla 77. Estas 43 solicitudes son las
solicitudes restantes correspondientes a los testigos de la Fiscalía que han de presentar sus testimonios en las
actuaciones, y no existe indicación alguna a efectos de que un examen adicional pudiera poner de manifiesto un
grupo mayor de solicitudes pertinentes.
En este caso, a diferencia de la situación en que la Defensa procura obligar a que se efectúe una divulgación
ante la objeción de la Fiscalía, es esta última quien solicita permiso para efectuar una divulgación. Como norma
general, incumbe a la Fiscalía determinar si un documento se puede divulgar a tenor de la regla 77 de las Reglas.
En el presente caso, el permiso se solicita porque la Fiscalía recibió estas solicitudes de las víctimas por conducto
de presentaciones efectuadas por la Secretaría para el expediente de la causa, y desea divulgar determinada
información ex parte que no se contiene en las versiones confidenciales expurgadas de estas solicitudes que
fueron transmitidas por la Secretaría a la Defensa.
Los Representantes Legales afirman que el marco estatutario excluye la divulgación por la Fiscalía de las
solicitudes de participación de las víctimas. Sin embargo, la jurisprudencia de la Corte reconoce que las
solicitudes de las víctimas pueden contener información susceptible de divulgación, y no excluye la divulgación
por la Fiscalía de solicitudes de las víctimas en virtud de sus obligaciones a tenor de la regla 77. En efecto, las
obligaciones de la Fiscalía a tenor de la regla 77 de las Reglas son amplias, y la evaluación de si determinadas
solicitudes de las víctimas quedan dentro del alcance de sus obligaciones de divulgación a tenor de la regla 77
dependen de las circunstancias, es decir, de cada caso individual. El Magistrado único recuerda asimismo el
doble aspecto del marco de divulgación de la Fiscalía anteriormente expuesto.
solicitudes de los familiares directos o el cónyuge, la naturaleza expansiva de la definición de la familia por las
víctimas y los testigos significa que un miembro de la familia extensa podría tener una relación tan cercana con
un testigo que su solicitud de participación en calidad de víctima pudiera contener información sustancial para
la preparación de la Defensa. Por consiguiente, el Magistrado único no ve ningún motivo para concluir que la
Fiscalía exagera sus obligaciones en materia de divulgación, y señala que la Fiscalía está en mejor situación que
la Sala para evaluar si una persona es un familiar de un testigo.
En cuanto al segundo aspecto, es decir, a si las reglas 81 u 82 de las Reglas restringen la divulgación a la Defensa,
los Representantes Legales no presentan ninguna información específica que sugiera que cualquier parte de
la regla 81 restringiría la divulgación en este caso. Por añadidura, el Magistrado único recuerda que la decisión
en materia de divulgación ponía énfasis en que ‘se prefiere la divulgación plena a las partes de las identidades
de las víctimas’. Sin embargo, teniendo presente la situación vulnerable de estas víctimas, el Magistrado único
mantuvo que persistían razones válidas para mantener el anonimato de las víctimas respecto de la Defensa.
No obstante, ‘ello no significa que las identidades de las víctimas no se hayan de divulgar en la totalidad de los
contextos’ y el Magistrado único estima que uno de esos contextos se da cuando las identidades corresponden
a las obligaciones de divulgación de la Fiscalía.
Por consiguiente, por todos estos motivos el Magistrado único estima que las solicitudes comprendidas por la
Solicitud se deben divulgar. A continuación, el Magistrado único pasará a presentar algunas consideraciones
finales respecto del modo en que la divulgación se ha de llevar a cabo.
En primer lugar, en opinión del Magistrado único, y en contraposición con la afirmación del Representante
Legal Común de las víctimas, el numeral 4 de la norma 42 del Reglamento de la Corte – y la correspondiente
obligación de procurar obtener el consentimiento previo de la persona objeto de las medidas de protección –
no es de aplicación en el presente caso. La regla 87 de las Reglas, en la que se dispone el régimen de medidas
de protección sujeto a la norma 42 del Reglamento de la Corte, rige las medidas destinadas ‘a impedir que se
divulguen al público o a los medios de prensa o agencias de información la identidad de una víctima, un testigo
u otra persona que corra peligro en razón del testimonio prestado por uno o más testigos, o el lugar en que se
encuentre’. La Fiscalía procura proporcionar información adicional solamente a la Defensa, y no al público en
general. Por consiguiente, ni la regla 87 ni la norma 42 están afectadas en esta instancia.
En segundo lugar, los Representantes Legales afirman que deberían verificar que la solicitud de una víctima
determinada cumple con los criterios pertinentes antes de que su formulario de solicitud de participación
sea divulgado a la Defensa, y que deberían tener la oportunidad de examinar la expurgación propuesta antes
de que la divulgación se lleve a cabo. El Magistrado único opina que tanto la verificación de la información
como la propuesta de la expurgación apropiada es una facultad que corresponde principalmente al ámbito de
la Fiscalía. Ello no obstante, en consideración de la protección del interés de las víctimas, la Fiscalía debería
brindar al correspondiente Representante Legal una oportunidad para examinar las solicitudes de participación
con menos expurgaciones cubiertas por la Solicitud antes de su divulgación. Cualquier consulta al respecto
se ha de concluir en los 15 días siguientes a la emisión de esta Decisión, con la salvedad de las solicitudes de
participación correspondientes a P-218. Por lo que respecta a las solicitudes de participación correspondientes
a P-218, todas las consultas habrán de concluirse antes del 7 de julio de 2017.
En tercer lugar, los [Representantes Legales] afirman que el [abogado] correspondiente debería ponerse en
contacto con la persona con doble condición y determinar si el familiar cuya solicitud de participación en calidad
de víctima se ha de divulgar tiene conocimiento de la función que realiza el testigo con doble condición en las
actuaciones, y también informar al familiar de la intención de divulgar a la Defensa su solicitud de participación
en calidad de víctima en una forma que contiene menos expurgaciones. El Magistrado único considera que, si
bien el Representante Legal puede hablar con el familiar del testigo con doble condición, no le está permitido
revelar la identidad de un testigo protegido a un familiar que no tiene conocimiento de que el testigo presentará
testimonio ante la Corte. Tampoco es necesario que este contacto se produzca antes de la divulgación a la
Defensa.
Por añadidura, y tal como lo señaló el [Representante Legal Común de las víctimas] , determinados testigos,
en particular las víctimas de crímenes por razón de género, podrían no haber informado a sus parejas de lo
que les sucedió ni de que, por tanto, son testigos o víctimas participantes. El Magistrado único recuerda a las
partes y los participantes que se ha de poner cuidado al utilizar la información contenida en las solicitudes de
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
[TRADUCCIÓN] Aunque la seguridad de los intermediarios es una preocupación central, la Sala debe equilibrar
esta preocupación con su obligación general de garantizar la equidad de las actuaciones, así como el requisito
establecido en la subregla 1 de la regla 89 de las Reglas de Procedimiento y Prueba de transmitir copias de las
solicitudes a la Fiscalía y la Defensa, las cuales tienen derecho a responder a ellas. Se puede distinguir entre
la obligación de la Sala de proteger a las víctimas y a los testigos en las actuciones de conformidad con el
Estatuto, las Reglas y los Reglamentos, y la obligación de la Sala de proteger al personal de las organizaciones
no gubernamentales que decida actuar como intermediario. De modo que, al equilibrar estas cuestiones, la Sala
considera que el razonamiento presentado para expuragar la información relativa a los intermediarios antes
de ser transmitida a la Fiscalía y la Oficina Pública de Defensa no es muy convincente en la etapa de situación.
Véase n° ICC-01/04-374, Sala de Cuestiones Preliminares I, 17 de agosto 2007, párr. 31.
[TRADUCCIÓN] La Sala es consciente de los riesgos potenciales que enfrentan los intermediarios empleados
por la Fiscalía una vez que sus identidades son reveladas al acusado, así como las posibles consecuencias
negativas en cuanto a su utilidad en el futuro. Sin embargo, en este momento, existe una preocupación real
en cuanto al sistema empleado por la Fiscalía en la identificación de los posibles testigos. En cuanto a las
pruebas, los intermediarios tuvieron vastas oportunidades para, si así lo deseaban, influir en los testigos en lo
que respecta a las declaraciones que aportaron a la Fiscalía, y, como acabamos de exponer, hay pruebas de que
esto pudo haber ocurrido. En estas circunstancias, sería injusto negar a la Defensa la oportunidad de investigar
esta posibilidad con cada uno de los intermediarios utilizados por la Fiscalía en este juicio para los testigos
pertinentes, cuando las pruebas justifiquen tal acción.
Basándose en la historia y las comunicaciones que han sido expuestas extensivamente con anterioridad, y
aplicando el marco del Estatuto de Roma y el análisis que se acaba de presentar, la Sala ha adoptado el siguiente
enfoque:
a. Teniendo en cuenta las consideraciones notablemente diferentes que se aplican a cada intermediario
(o a otros que ayudaron de una manera similar o vinculada), la decisión de revelar sus identidades a la
Defensa tiene que ser hecha caso por caso, y no a través de un enfoque general y no diferenciado.
b. El umbral para la divulgación de la identidad de los intermediarios se da si, prima facie, se han identificado
motivos para sospechar que el intermediario en cuestión estuvo en contacto con uno o más testigos,
cuyas pruebas incriminantes han sido puestas en tela de juicio, por ejemplo, debido a contradicciones
internas o a través de otras pruebas. En estas circunstancias, la identidad del intermediario es divulgable
en virtud de la regla 77 de las Reglas. Teniendo en cuenta las pruebas ante la Sala de que algunos
intermediarios pueden haber intentado persuadir a los individuos para dar un testimonio falso, y que
algunos de los intermediarios estaban en contacto entre sí, la Sala considera que en estas circunstancias,
la Defensa debe tener la oportunidad de explorar si el intermediario en cuestión pudo haber tratado
de persuadir a una o más personas para presentar pruebas falsas. Sin embargo, en cada caso la Sala ha
investigado e investigará las posibles consecuencias de una orden de divulgación de la identidad del
intermediario y de otros que estén asociados con él, y si hay otras medidas que puedan ser tomadas. Las
solicitudes, en lo que a esto se refiere, serán abordadas por la Sala caso por caso.
c. Las identidades de los intermediarios (u otras personas que ayudaron de una manera similar o
vinculada) que no cumplan con el apartado b. no deben ser divulgadas.
d. La divulgación de la identidad de un intermediario (u otros que ayudaron de una manera similar o
vinculada) no debe ser efectuada hasta que no haya habido una evaluación por parte de la Dependencia
de Víctimas y Testigos y hasta que se hayan tomado las medidas de protección que sean necesarias.
e. Las identidades de los intermediarios que no trataron con testigos que están participando en el juicio
y que han dado pruebas incriminantes, no deben ser divulgadas, a menos que haya razones concretas
para sospechar que la persona en cuestión trató de persuadir a una o más personas para proporcionar
una declaración falsa o de una manera u otra abusó de su posición. Las solicitudes en este sentido serán
abordadas por la Sala caso por caso.
f. El umbral para llamar a los intermediarios antes de los alegatos de abuso por parte de la Defensa, es
que existen pruebas y no sólo motivos prima facie para sospechar que la persona en cuestión trató de
persuadir a una o más personas para dar falso testimonio.
Véase n° ICC-01/04-01/06-2434-Red2, Sala de Primera Instancia I, 31 de mayo de 2010, párrs. 138-139.
Véase también n° ICC-01/04-01/06-2592-Red, Sala de Primera Instancia I, 17 de noviembre de 2010, párr.
60.
número de testigos llamados por la Fiscalía, la Defensa y algunas víctimas participantes han sido ampliamente
examinadas, y existen pruebas en la Sala de que algunas identidades falsas han sido proporcionadas a la Corte.
Además, existen pruebas que sugieren que testigos que han afirmado que son ex niños soldados, o los que
dicen ser sus familiares, no han dicho la verdad. Como resultado, la información que hasta ahora se consideraba
irrelevante puede ahora haberse convertido en divulgable en virtud de la regla 77 de las Reglas, ya que es
necesaria para la preparación de la Defensa si la misma se encuentra en posesión de la Fiscalía. La Sala nota,
sin embargo, que la información actualmente bajo consideración está en manos del Representante legal y de
la Sección de Participación y Reparación de las Víctimas, y no de la Fiscalía. Sin embargo, en la medida en que
elementos de este material hayan sido utilizados como la base para interrogatorios por el Representante legal
en la Corte o puedan ayudar a determinar la verdadera identidad de ciertos individuos que son pertinentes para
este juicio - ya sea como víctimas, testigos o de otra manera- la Sala revisará las expurgaciones previamente
autorizadas. La Sala observa además que el hecho de que una persona asiste a las víctimas participantes no
quiere decir que su nombre será automáticamente expurgado.
Véase n° ICC-01/04-01/06-2586-Red, Sala de Primera Instancia I, 4 de febrero de 2011, párrs. 4-5.
[TRADUCCIÓN] A menos que haya razones de peso para sospechar que las personas que ayudaron a los
solicitantes a completar los formularios de solicitud para participar como víctima, intentaron persuadir a uno o
más de ellos a dar falso testimonio, o de otra manera hicieron un mal uso de su posición, la divulgación de las
identidades de aquellos que proporcionaron asistencia no es necesaria.
Véase n° ICC-01/04-01/06-2659-Corr-Red, Sala de Primera Instancia I, 8 de febrero de 2011, párr. 30.
La Sala observa que, en la causa La Fiscal c. Thomas Lubanga Dyilo, la Sala I ordenó que se levantaran las
expurgaciones relativas a la identidad de los intermediarios, ya que se habían suscitado irregularidades relativas
a la identidad y el testimonio de ciertas víctimas. La Sala I consideró que estas informaciones eran necesarias
para el equipo de la Defensa [de Thomas Lubanga Dyilo] con el fin de arrojar luz sobre estas irregularidades.
Por otra parte, la Sala I estimó que la divulgación de estas informaciones no constituía un riesgo material para
la seguridad de los intermediarios.
La Sala constata que, en la presente causa, no se ha señalado a su atención ninguna irregularidad que pudiera
afectar a las solicitudes de reparación. Por añadidura, la Sala toma nota de las observaciones de la Sección de
Reparaciones y Participación de las Víctimas a efectos de que la identificación de los intermediarios podría,
por una parte, crear un riesgo para la seguridad no solo de los intermediarios sino también de las víctimas que
están en contacto con ellos, y por otra parte, podría obstaculizar las actividades sobre el terreno de la Sección de
Reparaciones y Participación de las Víctimas.
En este contexto, la Sala considera que las expurgaciones relativas a la identidad de los intermediarios se deben
mantener. […]
Véase núm. ICC-01/04-01/07-3583, Sala de Primera Instancia II, 1 de septiembre de 2015, párrs. 13 a 15.
Ante todo, el Magistrado único recuerda que “incumbe a la Fiscalía divulgar versiones con menos expurgaciones
de las solicitudes de participación de los testigos de doble condición de conformidad con sus obligaciones de
divulgación y de manera acorde con la Decisión sobre expurgación”. El Magistrado único recuerda asimismo
los requisitos de expurgación estipulados en sus decisiones anteriores.
El Magistrado único señala que las expurgaciones ordinarias correspondientes a la categoría B.3 del Protocolo
sobre expurgación abarcan la información de identificación y contacto de ‘terceros inocentes’, con miras a
proteger a aquellos individuos que no han dado su acuerdo a tomar parte en el proceso de la Corte, que
incluso podrían no tener conocimiento de este, y que podrían estar en peligro debido a una percepción de
ellos como posibles testigos o colaboradores de la Corte. En este sentido, el Magistrado único observa que el
término ‘intermediario’ se define en les “Directrices relativas a las relaciones entre la Corte y los intermediarios’
(las “Directrices”) como una persona ‘que se interpone entre una y otra persona; que facilita el contacto o
proporciona un vínculo entre uno de los órganos o dependencias de la Corte o un abogado, por una parte, y las
víctimas, los testigos, los beneficiarios de reparaciones y/o las comunidades afectadas en términos más amplios,
por la otra”. No obstante, como se expone en las Directrices, no todas las personas que realizan estas funciones
en cooperación con un órgano o dependencia de la Corte o con un abogado recibirán la consideración de
intermediarios para los fines de las Directrices, y puede que no todas hayan dado su acuerdo explícito a formar
parte del proceso de la Corte.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
se debería expurgar bajo la categoría A.5 del Protocolo sobre expurgación (“información de identificación y
de contacto correspondiente a los intermediarios”), el Magistrado único señala que esta categoría se limita a
la expurgación de información relativa a los intermediarios que asisten en las investigaciones, y que procura
velar por “que los intermediarios puedan seguir prestando asistencia a la parte que efectúa la divulgación en
la investigación de forma segura y efectiva”; por consiguiente, no se considera de aplicación en las presentes
circunstancias.
El Magistrado único concluye, por tanto, que las expurgaciones solicitadas no corresponden a ninguna de las
categorías ordinarias del Protocolo sobre expurgación.
Ello no obstante, el Magistrado único observa que tanto la representación legal de las víctimas como la Secretaría
han puesto de relieve el riesgo que existe de que los intermediarios ‘puedan ser percibidos como posibles
testigos o colaboradores de la Corte’, y que por consiguiente su identificación constituye un peligro real para la
seguridad, dignidad, vida privada y bienestar de los intermediarios y los solicitantes, y podría menoscabar las
actividades sobre el terreno de la Sección de Reparación y Participación de las Víctimas.
Por tanto, con arreglo a las obligaciones de la Sala de proteger a las víctimas y los testigos y de velar por la
integridad de las actuaciones, obligaciones que dimanan del párrafo 2 del artículo 64 y del párrafo 1 del artículo
68 del Estatuto, el Magistrado único considera que la aplicación de las expurgaciones solicitadas constituye la
medida más adecuada para la protección de la seguridad de los intermediarios, y también de aquellas otras
personas que hayan solicitado o puedan solicitar participar por conducto de estos intermediarios, o que estén
en contacto con ellos de otro modo sobre el terreno. Para llegar a esta determinación, el Magistrado único
ha considerado que la Defensa no ha demostrado la pertinencia de la identidad o la información de contacto
de estos intermediarios respecto de cualquier cuestión conocida en esta causa. Observando asimismo que la
identidad de las personas con doble condición ha sido divulgada a la Defensa, y que las expurgaciones que se
procuran son de naturaleza muy limitada, el Magistrado único también está convencido de que la aplicación de
las expurgaciones que se solicitan no causará ningún menoscabo. Esta decisión es sin perjuicio del levantamiento
de estas expurgaciones en cualquier fase posterior de las actuaciones, ya sea proprio motu o previa solicitud
de una parte o un participante, en el supuesto de que la información expurgada adquiera pertinencia para una
cuestión de actualidad en la causa.
Por consiguiente, el Magistrado único aprueba las solicitudes de expurgaciones respecto de las 13 solicitudes
de participación y autoriza a la Fiscalía a mantener, de forma continuada, las expurgaciones correspondientes
a la información de identificación y de contacto de los intermediarios a los que se hace referencia en la
documentación adjunta a las solicitudes de la representación legal de las víctimas. Sin embargo, con miras a
facilitar tanto las investigaciones como la capacidad de la Defensa para la preparación del juicio, las identidades
expurgadas de los intermediarios en cuestión se deberían sustituir con pseudónimos para cada intermediario
individual.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-202, Sala de Primera Instancia I, 2 de septiembre de 2015, párrs. 14 a 21.
Como declaró la Corte en la Decisión de 2 de septiembre de 2015, “al asistir a los individuos a cumplimentar
los formularios de solicitud, los intermediarios pertinentes han participado en el proceso de la Corte”, y ya no
cumplen con las condiciones para ser considerados “terceros inocentes”; esta conclusión a fortiori se aplica
a aquellos individuos que, además de haber actuado como intermediarios, han de comparecer ante la Corte
en calidad de testigos. Por añadidura, habida cuenta de que su identidad como testigos cuya comparecencia
será solicitada por la Fiscalía ya ha sido divulgada a la Defensa, no cabe aplicar el razonamiento a favor de la
expurgación de su identidad fundado en la necesidad de evitar que sean percibidos erróneamente como posibles
testigos. En la Decisión de 2 de septiembre de 2015 ya se había previsto la posibilidad de que fuera necesario
reconsiderar la decisión por la que se aprobaba la expurgación, al declararse que la resolución adoptada en esa
fase era “sin perjuicio de la eliminación de estas expurgaciones en cualquier fase posterior de las actuaciones,
ya sea proprio motu o previa solicitud de una parte o un participante, en el supuesto de que la información
expurgada adquiera pertinencia para una cuestión de actualidad en la causa”.
La Sala no considera convincente el razonamiento de la representación legal de las víctimas a efectos de la
necesidad de obtener el consentimiento de los intermediarios antes de suprimir las expurgaciones relativas a su
identidad. En efecto, estos individuos ya han dado su acuerdo a la divulgación de su identidad, en calidad de
testigos cuya comparecencia será solicitada por la Fiscal y de víctimas que participan en la presente causa. Por
consiguiente, no parece necesario obtener su consentimiento para divulgar el mero hecho de que facilitaron la
solicitud de otras víctimas.
las víctimas no argumenta este extremo convincentemente. En segundo lugar, y lo que es aún más importante,
la Sala ha tomado nota de la declaración de la Fiscal a efectos de que la información que está en juego en la
Primera Solicitud de la Fiscal es material para la preparación de la causa por la Defensa, incluso para fines de
su capacidad de realizar investigaciones adecuadas; por tanto, acceder a la eliminación de las expurgaciones
inicialmente autorizadas, sobre la base de la función adicional que los intermediarios han de llevar a cabo en
las actuaciones, es el resultado procedente del ejercicio de ponderación que la Sala ha de realizar cada vez que
considera la conveniencia de una medida de protección en contraposición con los derechos de la Defensa.
Por lo que respecta a la Solicitud Alternativa de la representación legal de las víctimas, la Sala no está convencida
de que los intereses de la Defensa quedarían igual o adecuadamente protegidos mediante la aplicación de
pseudónimos a la información de identificación de los intermediarios. Lo que la Fiscal afirma ser información
material, y como tal susceptible de divulgación, es la función que han llevado a cabo los testigos pertinentes
en el contexto de las solicitudes de otras víctimas, y no meramente su identidad; esta información no estaría
disponible para la Defensa en el caso de que se utilizaran pseudónimos en lugar de aplicarse expurgaciones.
Por consiguiente, la Sala decide que la identidad de los intermediarios que asistieron a las víctimas en su
proceso de solicitud y que también han de ser citados como testigos por la Fiscal se ha de divulgar a la Defensa.
[…]
Por último, por lo que respecta a la solicitud por la representación legal de las víctimas de expurgaciones
respecto de los formularios de solicitud de participación de P-0350 (a/10179/14) y P-0489 (20094/13), la Sala
observa la afirmación de la Fiscal a efectos de que los correspondientes intermediarios no son testigos de la
Fiscalía y que la Defensa no solicita la eliminación de expurgaciones relativas a la información identificativa de
aquellos intermediarios que no son testigos de cargo. Por tanto, la Sala aprueba la solicitud de la representación
legal de las víctimas.
[…]
En consonancia con los principios establecidos en la Decisión de 2 de septiembre de 2015 así como en la
presente decisión, la Sala decide que las expurgaciones de los nombres y afiliaciones a organizaciones de los
intermediarios de las víctimas que también son testigos de la Fiscalía se levantarán.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-506, Sala de Primera Instancia I, 9 de mayo de 2016, párrs. 16 a 21; 27 y 30.
En aquellos casos en que se utilizara a intermediarios con el fin de prestar asistencia en el proceso de
identificación de las víctimas que podrían cumplir con las condiciones de elegibilidad, así como en la incoación
de expedientes de su proceso, la Sala considera que por el momento su identidad debe ser expurgada.
Véase núm. ICC-01/04-01/06-3275-tENG, Sala de Primera Instancia II, 22 de febrero de 2017, párr. 19.
En cuanto a si están justificadas las expurgaciones de información divulgable, la Sala de Primera Instancia
considera que no se debería imponer ninguna carga a la Defensa. Más bien, la Sala de Primera Instancia debería
examinar los motivos que servirían de fundamento a la autorización de las expurgaciones que se solicitan; y, para
formar su decisión general en cuanto a si están justificadas y ponderar los factores adecuados, debería brindar
a la Defensa la oportunidad de presentar sus observaciones. Ello podría entrañar la recepción de observaciones
de la Defensa en cuanto a las consecuencias que la no divulgación pudiera producir en la imparcialidad de las
actuaciones. Si bien la Defensa podría tener interés en presentar estos argumentos, no hay ninguna obligación
al respecto. Por añadidura, la Sala de Primera Instancia ha de tener presente que la Defensa está en desventaja
en cuanto a su capacidad de argumentar, habida cuenta de la imposibilidad de su acceso a la información
reservada.
[…]
[…] [L] a Sala de Apelaciones recuerda, en líneas generales, el deber independiente de la Sala de Primera
Instancia de adoptar las medidas necesarias para proteger la seguridad de las personas en situación de riesgo
por razón de las actividades de la Corte y de velar por la confidencialidad de la información, y que la Sala de
Primera Instancia es la “máxima autoridad” en el supuesto de un desacuerdo al respecto entre las partes y los
participantes.[…]
Por añadidura, la Sala de Apelaciones desestima el razonamiento del Sr. Gbagbo en cuanto a la ampliación de la
función de las víctimas en esta causa más allá de lo contemplado en el Estatuto. Según ha argumentado la Fiscal,
con arreglo a la regla 93 la Sala de Primera Instancia podrá recabar observaciones de las víctimas participantes
sobre “cualquier cuestión”. En este caso, la Sala de Primera Instancia brindó a las víctimas la oportunidad
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
incluido el lugar y la fecha y, en la medida de lo posible, la identidad de la persona o las personas que la
víctima considera son responsables”, y “[t] oda documentación justificativa relevante, incluidos los nombres
y las direcciones de los testigos”. En virtud de la subregla 1 de la regla 89 de las Reglas, la Secretaría está
obligada a proporcionar copias de esas solicitudes a la Defensa y a la Fiscal. La Secretaría expurga las copias que
proporciona a la Defensa cuando la Secretaría lo estima necesario. No obstante, el hecho de que la Secretaría
proporcione a la Defensa las solicitudes de las víctimas en virtud de la subregla 1 de la regla 89 no supone
que no puedan ser objeto de obligaciones independientes de divulgación por la Fiscal una vez que obren
en su poder o estén bajo su control, en particular cuando las copias que se hayan proporcionado a la Fiscal
contengan menos expurgaciones que las proporcionadas a la Defensa, o cuando no estén expurgadas. A tenor
de las circunstancias, y en particular de si la Fiscal decide solicitar la comparecencia de las víctimas en cuestión
en calidad de testigos (las que se conocen como víctimas de ‘doble condición’), esta podrá determinar que
las solicitudes en cuestión son divulgables en virtud de la regla 77 de las Reglas, en razón de su pertinencia
para la preparación de la Defensa; en cuyo caso toda limitación a la divulgación de las solicitudes, incluida la
expurgación de informaciones específicas en ellas contenidas, habría de ser autorizada con arreglo al Estatuto o
a las reglas 81 u 82 de las Reglas, según procediera. Por consiguiente, en contrario a la posición de las víctimas,
la Sala de Apelaciones concluye que las solicitudes de participación de las víctimas con ‘doble condición’
pueden efectivamente estar dentro del ámbito de las obligaciones de divulgación por la Fiscal en virtud de la
regla 77 de las Reglas. Estas obligaciones en su conjunto han de interpretarse en un sentido amplio. La Sala de
Apelaciones observa también que la Fiscal, por su parte, reconoce que sus obligaciones de divulgación incluyen
los formularios de solicitud de las víctimas correspondientes a personas con ‘doble condición’.
[…]
La Sala de Apelaciones pone énfasis en la distinción entre la determinación de si la información es pertinente
para la preparación de la Defensa – evaluación que se funda en la regla 77 – y si las expurgaciones están
justificadas a tenor del Estatuto o de las reglas 81 u 82, en base a la correspondiente ponderación de todos los
factores pertinentes. Por regla general, la Sala de Apelaciones considera que, cuando la Fiscal haya determinado
que la información es divulgable en virtud de la regla 77, esa información se ha de divulgar, con sujeción a
cualquier observación a tenor de lo dispuesto en el Estatuto y en las reglas 81 y 82.
Al evaluar la justificación para las expurgaciones, la Sala de Apelaciones recuerda su determinación de que:
El principio general es que se debería hacer una divulgación plena. Se ha de tener presente en todo momento que la
autorización para la no divulgación de la información es una excepción, más que la norma.
De este principio se sigue que, en la ponderación por la Sala de Primera Instancia de si están justificadas las
expurgaciones de información divulgable, no se debería imponer ninguna carga a la Defensa. Más bien, la Sala
de Primera Instancia debería considerar los motivos para la autorización de las expurgaciones que se solicitan
y, para formar una decisión general en cuanto a si están justificadas y evaluar los factores correspondientes,
debería brindar a la Defensa la oportunidad de presentar sus observaciones. En cuanto a si están justificadas
las expurgaciones de información divulgable, la Sala de Primera Instancia considera que no se debería imponer
ninguna carga a la Defensa. Más bien, la Sala de Primera Instancia debería examinar los motivos que servirían
de fundamento a la autorización de las expurgaciones que se solicitan; , para formar su decisión general en
cuanto a si están justificadas y ponderar los factores adecuados, debería brindar a la Defensa la oportunidad de
presentar sus observaciones. Ello podría entrañar la recepción de observaciones de la Defensa en cuanto a las
consecuencias que la no divulgación pudiera producir en la imparcialidad de las actuaciones. Si bien la Defensa
podría tener interés en presentar estos argumentos, no hay ninguna obligación al respecto. Por añadidura, la
Sala de Primera Instancia ha de tener presente que la Defensa está en desventaja en cuanto a su capacidad de
argumentar, habida cuenta de la imposibilidad de su acceso a la información reservada.
Una vez adoptada la decisión inicial respecto de las expurgaciones, la Sala de Apelaciones considera,
nuevamente, que no existe una base estatutaria – ni tampoco un motivo práctico – para la imposición de una
carga a la Defensa en el supuesto de que esta solicitara subsiguientemente la supresión de expurgaciones de
una información que es divulgable en circunstancias normales. Más bien, en esas circunstancias la Sala de
Primera Instancia debería considerar si sigue siendo válida la justificación de las expurgaciones. En efecto, dada
la necesidad superior de velar por la plena divulgación, la propia Sala de Primera Instancia con la asistencia
de la Fiscal debería mantener estas cuestiones bajo examen, y la decisión relativa a las expurgaciones podría
modificarse en una fecha posterior si las circunstancias cambiaran. En su examen, la Sala de Primera Instancia
debería brindar a la Defensa una oportunidad para efectuar observaciones; entre ellas, posiblemente, si en
opinión de la Defensa se han dado algunas modificaciones en las circunstancias que hayan afectado la manera
la Decisión impugnada.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-915-Red OA9, Sala de Apelaciones, 31 de julio de 2017, párrs. 1; 42 y 43; 56;
60 a 62, y 64.
[TRADUCCIÓN] El informe no será sistemáticamente revelado a las partes o a los participantes. Sin embargo,
si la Sala considera que el informe contiene hechos o cuestiones particulares que pueden ser divulgadas, la
Sala decidirá sobre esta cuestión tomando en cuenta el haber asegurado un nivel adecuado de protección a la
información confidencial que, en caso de ser divulgada, podría ser perjudicial para el bienestar de las víctimas.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1022, Sala de Primera Instancia I, 9 de noviembre de 2007, párrs. 25-26.
La Secretaría presentará a la Sala todas las solicitudes que la Secretaría haya evaluado como completas y que
correspondan al alcance de los cargos según estos se definen en la Decisión sobre la confirmación de los cargos
contra Ahmad Al Faqi A1 Madhi […] . Estas presentaciones se efectuarán de forma continuada, y en cualquier
caso a más tardar el 25 de julio de 2016. La Secretaría presentará todas las solicitudes a la Sala junto con
un informe ex parte, que estará disponible para la Fiscalía y el […] Representante Legal de las Víctimas de
conformidad con el numeral 5 de la norma 86 del Reglamento. Este plazo será sin perjuicio de la recepción y el
examen de las subsiguientes solicitudes de participación en cualquier actuación en materia de reparaciones que
pudiera tener lugar en esta causa.
Véase núm ICC-01/12-01/15-97-Red, Sala de primera instancia VIII, 8 de junio de 2016, párr. 10.
[TRADUCCIÓN] La Oficina Pública de Defensa de las víctimas tiene derecho a solicitar y obtener cualquier
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
información relativa a la seguridad de las víctimas, así como la evaluación de la situación general en Uganda
siempre que dicha información puede ser necesaria y/o apropiada para el desempeño debido de las tareas
obligatorias de la Oficina.
Véase n° ICC-02/04-01/05-222, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 16 de marzo de
2007, pág. 5.
[TRADUCCIÓN] De conformidad con el apartado c) del párrafo 3 del artículo 57 del Estatuto, una de las
funciones de la Sala de Cuestiones Preliminares es, cuando sea necesario, asegurar la protección y privacidad
de las víctimas y de los testigos. La regla 86 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, establece como principio
general que la Sala de Cuestiones Preliminares, al dar una instrucción o emitir una orden, así como todos
los órganos de la Corte al ejercer sus funciones en virtud del Estatuto o de las Reglas, tendrán en cuenta las
necesidades de todas las víctimas y testigos de conformidad con el artículo 68 del Estatuto.
Véase n° ICC-01/04-329, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 23 de mayo de 2007, pág.
3. Véase también n° ICC-01/04-342, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 19 de junio de
2007, pág. 5.
[TRADUCCIÓN] A fin de no exponerlos a riesgos adicionales, los solicitantes no deben ser contactados
directamente por ningún órgano de la Corte, sino sólo a través de sus Representantes legales o a través de la
Sección de Participación y Reparación de las Víctimas en caso que no tengan Representantes legales, y a través
de la Dependencia de Víctimas y Testigos cuando sea necesario.
Véase n° ICC-01/04-329, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 23 de mayo de 2007, págs.
3-4. Véase también n° ICC-01/04-358, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 17 de julio de
2007, pág. 4; n° ICC-01/04-423-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 31 de enero de
2008, pág. 59.
[TRADUCCIÓN] La Dependencia de Víctimas y Testigos tiene el deber, ante todo, de servir los intereses de las
víctimas y los testigos y de ejercer con imparcialidad esta obligación.
Véase n° ICC-02/04-98, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 12 de julio de 2007, pág. 4.
[TRADUCCIÓN] El apartado c) del párrafo 3 del artículo 57 permite a la Sala de Cuestiones Preliminares, “[c]
uando sea necesario, asegurar la protección y el respeto de la intimidad de víctimas y testigos, la preservación
de pruebas, la protección de personas detenidas o que hayan comparecido en virtud de una orden de
comparecencia, así como la protección de información que afecte a la seguridad nacional”. Las únicas funciones
que podrían afectar los “intereses personales” de las víctimas y que pueden ser ejercitadas antes de una causa
son la protección y privacidad de las propias víctimas y, posiblemente, la preservación de pruebas.
Véase n° ICC-02/04-101, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 10 de agosto de 2007, párr.
97.
[TRADUCCIÓN] Las medidas de protección para las víctimas a menudo son los instrumentos legales con los
cuales la Corte puede asegurar la participación de las víctimas en las actuaciones. Estas medidas no constituyen
favores, sino que son derechos de las víctimas consagrados en el párrafo 1 del artículo 68 del Estatuto.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1119, Sala de Primera Instancia I, 18 de enero de 2008, párrs. 128-129.
[TRADUCCIÓN] Con el fin de tomar una decisión informada sobre las distintas medidas de protección para
cada solicitante, la Sala de Primera Instancia busca la asistencia de la Dependencia de Víctimas y Testigos a fin
de evaluar el riesgo individual que cada participante enfrenta. La Sala es consciente de la extensiva naturaleza
de este compromiso, ya que actualmente involucra a 91 solicitantes, y en consecuencia la Dependencia de
Víctimas y Testigos debe informar a la Sala si no puede completar esta tarea antes del juicio.
En esta decisión la Sala lleva a cabo esencialmente una evaluación preliminar sobre el fondo de las solicitudes de
participación de las víctimas. Es imposible en este momento determinar la medida en que, si fuera posible, se les
permitirá a las víctimas mantener su anonimato, en particular en relación con el acusado, sin dejar de participar
activamente en las actuaciones. Aunque el objetivo es una justicia total abierta, una línea divisoria crítica en este
contexto puede ser si el acusado ha sido informado sobre la identidad de la víctima participante. Dependiendo
de los hechos, puede ser aceptable que la víctima permanezca en el anonimato respecto al público en general,
mientras revela su identidad al acusado.
[…]
[TRADUCCIÓN] Aunque la Sala de Primera Instancia reconoce que es preferible que las identidades de las
víctimas se den a conocer en su totalidad a las partes, la Sala también es consciente de la especial vulnerabilidad
de muchas de estas víctimas que viven en una zona de conflicto donde es difícil garantizar su seguridad.
Sin embargo, la Sala de Primera Instancia considera que se debe ejercitar un cuidado extremo antes de permitir
la participación de víctimas anónimas, especialmente en relación con los derechos del acusado. Si bien la
seguridad de las víctimas es una tarea central de la Corte, no se puede permitir que su participación en las
actuaciones vulnere el derecho fundamental del acusado a un juicio justo. Cuanto mayor sea el alcance y la
importancia de la participación propuesta, más probable será que la Sala requiera que la víctima se identifique.
Por consiguiente, al resolver una solicitud de anonimato de una víctima que solicitó participar en las actuaciones,
la Sala analizará cuidadosamente las circunstancias precisas y el perjuicio potencial a las partes y hacia otros
participantes. Dado que la Sala siempre sabrá la verdadera identidad de la víctima, estará en condiciones de
evaluar el grado y el impacto de los prejuicios siempre que existan y de determinar si las medidas que se han
tomado sin revelar la identidad de la víctima pueden mitigar el perjuicio de forma satisfactoria.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1119, Sala de Primera Instancia I, 18 de enero de 2008, párrs. 130–131.
[TRADUCCIÓN] El proceso de “comparecer ante la Corte” no depende ni de que una solicitud de participación
haya sido aprobada, ni de que la víctima asista físicamente a la audiencia como participante. El momento
crítico es el punto en el cual el formulario de solicitud es recibido en la Corte, ya que esta es una etapa en el
procedimiento formal que forma parte de “comparecer ante la Corte”, sin importar el resultado de la solicitud.
Por lo tanto, una vez que la Corte recibe una solicitud para participar completa, “una comparecencia” en el
sentido del párrafo 6 del artículo 43 del Estatuto se ha producido. En la medida en que la protección pueda ser
provista de manera realista por la Corte durante el proceso de solicitud, la responsabilidad de proteger recae en
la Dependencia de Víctimas y Testigos.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1119, Sala de Primera Instancia I, 18 de enero de 2008, párr. 137.
[TRADUCCIÓN] Teniendo en cuenta la situación de seguridad en las zonas donde vivían las víctimas, la
magistrada única determinó que las víctimas asumían un riesgo al no pedir que no se divulgara su identidad a la
Defensa cuando comparecían ante la Corte para ejercer los derechos inherentes al estatus procesal de víctima.
La magistrada única, también determinó que de conformidad con el apartado c) del párrafo 3 del artículo 57
y el párrafo 1 del artículo 68 del Estatuto, es el deber de la magistrada única minimizar este riesgo. Una forma
de minimizar el riesgo que enfrentan las víctimas es no divulgar su identidad al público o a los medios de
comunicación.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de mayo de 2008,
párrs. 20-22.
[TRADUCCIÓN] La Sala observó que la mera afirmación de que alguien está en peligro, “en sí misma no
conduce necesariamente a una conclusión apropiada de que el individuo, de hecho, va a estar en peligro - sólo
porque el abogado lo dice”.
Véase n° ICC-01/04-01/06-2586-Red, Sala de Primera Instancia I, 4 de febrero de 2011, párr. 6.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
estatus de víctima en todas las causas que se derivan de la investigación en tal situación, la Sala automáticamente
toma en cuenta esta solicitud tan pronto exista una causa, para que no sea necesario presentar una segunda
solicitud.
Véase n° ICC-01/04-101, Sala de Cuestiones Preliminares I, 17 de enero de 2006, párr. 67. Véase también n°
ICC-01/04-01/06-172, Sala de Cuestiones Preliminares I, 29 de junio de 2006, pág. 6.
[TRADUCCIÓN] El uso del tiempo presente en la versión francesa del texto (“la Cour permet”) del párrafo 3
del artículo 68 del Estatuto de Roma clarifica que el derecho garantizado de las víctimas de acceso a la Corte
implica una obligación positiva de la Corte de permitirles ejercer ese derecho de manera concreta y efectiva.
Véase n° ICC-01/04-101, Sala de Cuestiones Preliminares I, 17 de enero de 2006, párr. 71.
[TRADUCCIÓN] El propósito de una decisión con arreglo a la regla 89 de las Reglas de Procedimiento y
Prueba no es “tomar una decisión definitiva sobre los daños sufridos por las víctimas ya que la Sala de Primera
Instancia lo determinará posteriormente, cuando sea necesario, en el contexto de una causa”. El magistrado
único añadiría que el propósito tampoco es tomar una decisión definitiva sobre la naturaleza de los crímenes
descritos por el solicitante o si los hechos constitutivos de cada crimen están presentes, ya que estos análisis
se refieren a la determinación de la culpabilidad del acusado y no a la evaluación del estatus de víctimas cuyos
intereses personales se ven afectados en el sentido del párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto.
Véase n° ICC-02/04-101, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 10 de agosto de 2007, párr.
13.
[TRADUCCIÓN] Existe la posibilidad de que, en circunstancias especiales, el artículo 56 del Estatuto de Roma
también pueda aplicarse antes de la etapa del juicio y de que las “opiniones y observaciones” de las víctimas
también puedan presentarse en el contexto de tales actuaciones.
Véase n° ICC-02/04-101, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 10 de agosto 2007, párr.
100.
[TRADUCCIÓN] La Decisión relativa a las solicitudes de participación de las víctimas no crea un procedimiento
que permita a las víctimas de una situación participar en ”la recopilación de pruebas”. La decisión sólo permite
a las víctimas desempeñar un papel en el procedimiento de ”preservación de las pruebas” basado en el párrafo
1 del artículo 56 y en el apartado c) del párrafo 3 del artículo 57 del Estatuto. Además, la Decisión, no establece
un derecho de las víctimas de una situación a activar el procedimiento según dichas disposiciones .
[…]
El proceso de participación de las víctimas no es ni automático ni incondicional. Se encuentra regulado y se rige
por las disposiciones del Estatuto y de las Reglas, específicamente el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto, el
cual se aplica también en el contexto de los artículos 56 y 57. El párrafo 3 del artículo 68 otorga a la Sala amplios
poderes de supervisión para evaluar en un primer tiempo y luego conceder las solicitudes de participación y
de presentación de “opiniones y observaciones”. Por lo tanto, el proceso de participación, lejos de conceder
enfoque adoptado en la Decisión. Ni el magistrado único (ni la Sala o el Fiscal) pueden obviamente supervisar
las actividades de las víctimas fuera del marco del procedimiento judicial.
Véase n° ICC-02/04-112, Sala de Cuestiones Preliminares II, 19 de diciembre de 2007, párrs. 31, 32, 35, y 42.
Véase también n° 01/04-101, Sala de Cuestiones Preliminares I, 17 de enero de 2006, párr. 73.
[TRADUCCIÓN] El párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto de Roma deja en claro que las víctimas tienen el derecho
a participar directamente en las actuaciones ya que sus opiniones y observaciones podrán ser presentadas por
un Representante legal.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1119, Sala de Primera Instancia I, 18 de enero de 2008, párr. 115.
[TRADUCCIÓN] Cuando a un solicitante le ha sido otorgado el estatus procesal de víctima en una situación o
en una causa, el solicitante automáticamente tiene el derecho a participar en dichas actuaciones. Sin embargo,
el alcance de su participación debe ser determinado posteriormente por la Sala ya que el párrafo 3 del artículo 68
del Estatuto de Roma no preestablece una serie de derechos procesales (i. e. las modalidades de participación)
que aquellos a los que se les ha otorgado el estatus procesal de víctima puedan ejercer, sino que más bien deja
su determinación a la discreción de la Sala; de acuerdo con el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto, la Sala debe
determinar tales derechos procesales de una manera que no redunde en detrimento de los derechos del acusado
o de un juicio justo e imparcial ni sea incompatible con éstos. Una vez que, al ejercer su facultad discrecional,
la Sala haya decidido sobre el conjunto de derechos procesales que han de ser inherentes al estatus procesal de
víctima, tales derechos pertenecen a todos los solicitantes que han sido otorgados el estatus procesal de víctima.
Véase n° ICC-01/04-01/07-357, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 2 de abril de 2008,
págs. 11 y 12. Véase también n° lCC-02/05-118, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 23
de enero de 2008, pág. 5; n° ICC-02/05-121, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 6 de
febrero de 2008, pág. 9; n° ICC-01/04-423-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 31
de enero de 2008, párr. 5; n° ICC-01/04-438, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 23 de
enero de 2008, pág. 5; n° ICC-01/04-444, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 6 de febrero
de 2008, pág. 11.
[TRADUCCIÓN] Ante todo, la magistrada única hace constar que ni el Estatuto ni las Reglas prohíben
expresamente el reconocimiento del estatus procesal de víctima a una persona que también es un testigo en la
causa. De hecho, la magistrada única observa que, entre los criterios previstos en la regla 85 de las Reglas para la
concesión del estatus procesal de víctima en una causa concreta, no hay ninguna cláusula que excluya a aquellos
que también son testigos en la misma causa.
Más aún, la magistrada única también hace constar que ni el Estatuto ni las Reglas contienen ninguna
prohibición específica contra la admisibilidad de pruebas provenientes de personas quienes se les ha concedido
el estatus procesal de víctima en la misma causa. A este respecto, la disposición reguladora es el párrafo 4 del
artículo 69 del Estatuto, que dispone que:
“La Corte podrá decidir sobre la pertinencia o admisibilidad de cualquier prueba, teniendo en cuenta, entre otras
cosas, su valor probatorio y cualquier perjuicio que pueda suponer para un juicio justo o para la justa evaluación del
testimonio de un testigo, de conformidad con las Reglas de Procedimiento y Prueba”.
Véase n° ICC-01/04-01/07-632, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 23 de junio de 2008,
párrs. 18-19.
[TRADUCCIÓN] La parte que desee ponerse en contacto con una persona con el estatus de víctima participante
debe informar a su representante legal con antelación. Es la tarea del representante legal de acercarse a la
víctima en cuestión tan pronto como sea posible con el fin de darle a él o ella, de conformidad con el artículo
15(1) del Código de conducta, todas las explicaciones razonablemente necesarias para tomar una decisión
informada, incluidas las decisiones relativas a una entrevista con una de las partes, hacer una declaración a esa
parte o estar de acuerdo, si es el caso, en comparecer como testigo eximente. El representante legal y todos los
miembros de su equipo están obligados a cumplir con las obligaciones establecidas en el Código de conducta y
no deben adoptar una actitud que sea perjudicial para la determinación de la verdad.
Cuando un cliente ha informado al representante legal de que él o ella da su consentimiento para reunirse con
una de las partes y ha declarado que él o ella desean que el representante legal esté presente en la entrevista,
este deberá informar a la parte afectada inmediatamente.
Cuando la víctima sea especialmente vulnerable y/o su situación de seguridad sea motivo de preocupación, el
representante legal deberá informar inmediatamente a la Dependencia de Víctimas y Testigos y a la parte que
desee celebrar la entrevista para que se puedan tomar todas las medidas pertinentes, entre otras, una evaluación
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
Si la víctima, su representante legal o la Dependencia de Víctimas y Testigos consideran que la entrevista no
debe tener lugar en la ubicación propuesta, la Dependencia de Víctimas y Testigos debe, en consulta con la parte
que desee realizar la entrevista, encontrar un nuevo lugar de encuentro que sea a la vez neutral y adecuado. En
tal caso, la Dependencia de Víctimas y Testigos se encargará, de manera excepcional, de organizar el transporte
de la víctima desde su lugar de residencia hasta el lugar de reunión designado y lo acompañará durante el viaje.
La Dependencia de Víctimas y Testigos debe recibir dicha solicitud con por lo menos 15 días de antelación. Si
la víctima está participando en el programa de protección de la Corte, la Dependencia de Víctimas y Testigos
asumirá la responsabilidad de tomar las disposiciones prácticas para la reunión.
La entrevista [entre una parte y la víctima] sólo podrá tener lugar si la víctima ha sido debidamente informada
y ha dado su consentimiento por propia voluntad.
Al comienzo de la entrevista, la parte que la realiza se debe presentar y explicar en qué calidad actúa. También
indicará que cualquier declaración hecha por la víctima puede ser utilizada ante la Corte y que él o ella puede
ser, potencialmente, llamado a comparecer como testigo en el caso de esa parte.
La presencia del representante legal en una reunión entre la víctima y la parte está sujeta a una petición de
la víctima, que debe haber sido informada de antemano del ámbito de la entrevista. El abogado debe cumplir
con la posición de la víctima. Si la víctima no desea que su representante legal esté presente, el representant e
legal, por lo tanto, no asistirá. Si el representante legal lo considera oportuno y el cliente da su consentimiento,
le corresponderá al representante legal pedir al cliente a posteriori que le proporcione toda la información
pertinente sobre el contenido de la entrevista.
Sin embargo, si la víctima en cuestión desea que él o ella esté presente, el representante legal puede asistir
a la entrevista y deberá tener cuidado de no interrumpir. Del mismo modo, él o ella deberá abstenerse de
toda conducta que pudiese influir en las respuestas del cliente o, una vez más, que pudiese obstaculizar la
determinación de la verdad.
Si un representante legal autorizado para asistir una entrevista desea que un sustituto asista, podrá designar
a un miembro del equipo o, excepcionalmente y en estrecha consulta con la Secretaría, una persona que
esté incluida en la lista de abogados de la Secretaria para que asista en su nombre. El nombre y los datos de
contacto del miembro suplente o del miembro del equipo deberán ser comunicados a las partes y él o ella estará
sujeto a las mismas obligaciones de conducta profesional que el representante legal. El representante legal
será responsable por cualquier violación del Código de conducta que su sustituto o un miembro de su equipo
cometan en conformidad con las condiciones establecidas en el artículo 32 del Código.
Si la parte omite informar al representante legal de la víctima por adelantado, debe notificarle que la entrevista
se llevó a cabo tan pronto como sea posible. Si el representante legal no está en condiciones de obtener de la
víctima una copia de la declaración o, en su defecto, la información oral acerca de su contenido, él o ella puede
comunicarse con la parte que celebró la entrevista para solicitar que cualquier documento que compense la falta
de notificación previa se le envíe de manera confidencial – si es necesario, en forma expurgada o resumida. Los
Representantes legales están sujetos a obligaciones de confidencialidad y pueden utilizar cualquier información
recibida de la Defensa sólo con el fin de ejercer su mandato de asesorar y asistir.
Véase nº ICC-01/04-01/07-2571, Sala de Primera Instancia II, 23 de noviembre de 2010, párrs. 29-39.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única nota el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto de Roma, la subregla 1 de
la regla 89 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, y el numeral 2 de la norma 24 del Reglamento de la Corte.
Para empezar, la magistrada única señala que, en el contexto de las actuaciones que conducen a la decisión
de la Sala sobre las solicitudes de participación de las víctimas según lo establecido por la regla 89 de las
Reglas, sólo el Fiscal y la Defensa tienen derecho a presentar observaciones sobre las solicitudes transmitidas
por la Secretaría a la Sala. No se hace referencia en ninguna disposición a una presentación por parte de los
Representantes legales de los solicitantes de una respuesta a las observaciones presentadas por las partes de
conformidad con la subregla 1 de la regla 89 de las Reglas.
En consecuencia, la magistrada única considera que, en ausencia de cualquier disposición específica sobre la
posibilidad de que los Representantes legales de los solicitantes respondan a las observaciones presentadas por
las partes relativas a las solicitudes de participación de las víctimas, el régimen general de las respuestas, según
lo establecido en la norma 24 del Reglamento, se aplica. En este sentido, la magistrada única, recuerda el texto
del numeral 2 de la norma 24 del Reglamento, que establece que, con sujeción a cualquier orden de la Sala, las
víctimas y sus Representantes legales podrán presentar una respuesta a cualquier documento “cuando les esté
permitido participar en el juicio de conformidad con el párrafo 3 del artículo 68 y la subregla 1 de la regla 89”.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
posición.
Además, se deduce de esta decisión que ya no hay necesidad de aplicar la mencionada Decisión de 11 de
febrero de 2011, ya que se refería a la comunicación de los resultados de las investigaciones del Representante
legal. Al respecto, la Sala subraya que el objetivo principal de las investigaciones era determinar si existían
causas para poner en tela de juicio su estatus de víctimas participantes en las actuaciones. En la medida en
que estas víctimas no han declarado y han dejado de participar en las actuaciones, la Sala considera que ya no
requiere tal información y que tampoco la requiere la Defensa, que puede en todo caso, verificar tal información
si todavía considera que es absolutamente necesario.
2. La solicitud de autorización del Representante legal para poner fin a su mandato de representación
de las víctimas a/0381/09 y a/0363/09
Dado que la Sala ha decidido retirar por la presente el estatus de víctima de a/0381/09 y a/0363/09, la Sala
considera que la solicitud del Representante legal de autorización para poner fin a su mandato de representación
de las víctimas ha quedado carente de fundamento.
Véase n° ICC-01/04-01/07-3064, Sala de Primera Instancia II, 7 de julio de 2011 (reclasificado como público
con arreglo a la instrucción de la Sala de fecha 15 de agosto de 2011), párrs. 40-51.
[TRADUCCIÓN] Mediante la decisión de 14 de junio de 2011 relativa a las solicitudes para reanudar la acción
presentadas por los miembros de la familia de cinco víctimas fallecidas, la Sala ordenó al Representante legal
común del grupo principal de las víctimas que le transmitiera cuanto antes i) con respecto a la solicitud para
reanudar la acción de la víctima fallecida a/0025/08, una declaración de la familia de la víctima designando a una
persona específicamente para continuar la acción iniciada ante la Corte; y ii) en relación con la víctima a/0311/09,
un documento que certifique la muerte de la víctima. A la luz de los documentos adicionales presentados por
el Representante legal y de su análisis previo en la decisión del 14 de junio de 2011, la Sala está ahora en
condiciones de pronunciarse sobre las dos solicitudes que ha recibido de las personas que desean actuar en
nombre de las víctimas fallecidas a/0025/08 y a/0311/09 respectivamente.
Con respecto a la víctima a/0025/08, la Sala recuerda que consideró que la relación familiar entre la víctima
fallecida y la persona que desea actuar en su nombre habia sido demostrada. Señala que el Representante legal
ha proporcionado un mandato específico, como se ha solicitado. En consecuencia, se autoriza a la persona
encomendada por la familia de la víctima fallecida a/0025/08 a continuar la acción iniciada ante la Corte en
nombre de esta víctima.
Con respecto a la víctima a/0311/09, la Sala recuerda que considera que la relación de familia entre la víctima
y la persona que desee actuar en nombre de la víctima se ha establecido y que la persona había recibido
efectivamente el mandato de la familia para continuar, en nombre de la víctima, la acción que la misma
había iniciado. Señala que el Representante legal ha proporcionado el certificado de defunción solicitado. Por
consiguiente, se autoriza a la persona encomendada por la familia de la víctima fallecida a/0311/09 a continuar,
en nombre de la víctima, la acción iniciada ante la Corte.
La Sala recuerda que la persona designada para continuar con la acción de la víctima a/0311/09 ha aceptado que
su propia identidad, así como la de la víctima, se dé a conocer a las partes, dado que la Sala autoriza a la persona
a continuar dicha acción. Asimismo, si su solicitud es aceptada por la Sala, la persona designada para continuar
con la acción de la víctima fallecida a/0025/08 no se opone a que su identidad sea conocida por las partes, dado
que la identidad de la víctima se les ha sido revelada.
Como esta decisión autoriza a las personas encomendadas por las familias de las víctimas fallecidas a/0025/08 y
a/0311/09 a continuar la acción iniciada por dichas víctimas, la Sala invita a la Secretaría a revelar a las partes sin
demora la identidad de la víctima a/0311/09 y de las personas que reanudarán su acción. Recuerda además que
considera que las medidas de protección concedidas a las víctimas autorizadas a participar en las actuaciones
también se aplicarán a las personas autorizadas a participar en nombre de las víctimas fallecidas. Al respecto,
llama la atención de las partes en cuanto a sus obligaciones relativas a la confidencialidad y la protección,
incluida la de limitar la divulgación de dicha información a un número restringido de miembros de su equipo.
Véase n° ICC-01/04-01/07-3185-Corr, Sala de Primera Instancia II, 18 de noviembre de 2011, párrs. 1-7.
[TRADUCCIÓN] La Sala considera que el enfoque apropiado en el contexto de esta causa es el siguiente: i)
únicamente las víctimas que deseen presentar sus opiniones y observaciones individualmente, compareciendo
directamente ante la Sala, en persona o por videoconferencia, deberán seguir el procedimiento establecido
en la regla 89 de las Reglas, y ii) a otras víctimas que deseen participar sin comparecer ante la Sala se les
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
de defunción de la víctima en cuestión y documentos en los que se indican los vínculos de parentesco con la
víctima. Han presentado asimismo un documento firmado por los miembros de la familia de la víctima fallecida
por el que les facultan para actuar en nombre de esta última.
La Sala estima por lo tanto que las personas que desean continuar las actuaciones iniciadas por las víctimas
a/0170/08 y a/0294/09 han aportado pruebas del vínculo de parentesco que les unía con las víctimas fallecidas.
Por lo que respecta a la víctima a/0170/08, la Sala observa que, si bien el vínculo de parentesco no se indica
en el acta del consejo de familia, las informaciones relativas a los documentos de identidad aportados a la
luz del conjunto de informaciones contenidas en la Solicitud son bastantes para establecer el referido vínculo
de parentesco. Los causahabientes interesados también han establecido que sus respectivas familias les han
facultado para continuar las acciones iniciadas por las víctimas fallecidas.
[…]
[…] [La Sala] recuerda por otra parte que considera que las medidas de protección brindadas a las víctimas
autorizadas para participar en el proceso se aplican igualmente a las personas autorizadas para participar en
nombre de las víctimas fallecidas. A estos efectos, y en vista del argumento de la Defensa en cuanto a la actual
composición de su equipo, remite a las partes a sus obligaciones en materia de confidencialidad y de protección.
Véase núm. ICC-01/04-01/07-3547, Sala de Primera Instancia VIII, 26 de mayo de 2015, párrs. 6-8 et 11.
Véase también núm. ICC-01/04-01/07-3691, Sala de Primera Instancia VIII, 11 de agosto de 2016 (con fecha
20 de mayo de 2016), párr. 7.
[TRADUCCIÓN] La Sala señala que todas las personas que han continuado las actuaciones han presentado,
por conducto del Representante Legal, un certificado de defunción o un extracto de declaración de defunción
relativos al fallecimiento de su familiar. Asimismo, han presentado un documento firmado por miembros de
su familia en el que se les facultaba para actuar en nombre de las víctimas o de los solicitantes fallecidos y se
indicaba el vínculo de parentesco que les unían a estas, así como los documentos de identidad de cada miembro
del consejo de familia.
La Sala considera que el conjunto de las informaciones contenidas tanto en la Solicitud como en las solicitudes
de reparación pertinentes son bastantes para establecer los respectivos vínculos de parentesco que unen a las
personas que continúan las actuaciones con los demandantes fallecidos. La Sala considera igualmente, a tenor
de las actas de los consejos de familia, que las personas que continúan las actuaciones han justificado estar
facultadas por su respectiva familia para continuar las actuaciones iniciadas ante la Corte por sus familiares
fallecidos.
Véase núm. ICC-01/04-01/07-3691-tENG, Sala de Primera Instancia VIII, 11 de agosto de 2016 (con fecha
20 de mayo de 2016), párrs. 8-9.
[TRADUCCIÓN] En la presente instancia la Sala señala que, una vez dictado el fallo con arreglo al artículo 74
del Estatuto, las víctimas podrán continuar su participación tanto en la fase de la sentencia como en la fase de
las reparaciones. A este respecto, la Sala estima procedente seguir la jurisprudencia establecida por las Salas de
Primera Instancia II y VI y, siempre y cuando se cumplan las condiciones pertinentes, autorizar a los familiares
de las víctimas que participaban en las actuaciones y fallecieron subsiguientemente, o a otros allegados, a
continuar las actuaciones iniciadas por las víctimas fallecidas, en nombre de la víctima fallecida y dentro de los
límites de las opiniones y observaciones manifestadas por la víctima en su solicitud inicial. […]
Respecto de las condiciones que se han de cumplir para que un causahabiente quede autorizado para continuar
las actuaciones iniciadas por una víctima fallecida, la Sala considera que el causahabiente debe aportar pruebas
respecto de i) el fallecimiento de la víctima que había sido autorizada para participar en el proceso; ii) el vínculo
planteadas respecto de la credibilidad de las víctimas fallecidas inciden en la transmisión de los derechos de
participación al causahabiente.
[…]
[…] Respecto de la práctica de “mandato específico” por la que se rige la Sala de Primera Instancia II, la
Sala observa que la Sala de Primera Instancia VI adoptó una metodología diferente al aceptar una declaración
por la que se confirmaba la relación entre la víctima y el solicitante en la que se hacía “clara referencia a la
intención por el solicitante de continuar la actuación iniciada por [la víctima fallecida] . Por consiguiente, la Sala
acepta […] que estos requisitos son específicos de cada caso, tomando en consideración entre otros factores
las especificidades de la legislación nacional de aplicación. En la presente causa, y respecto de los requisitos en
virtud de la legislación de la República Centroafricana, la Sala considera que una disposición contenida en el
procès-verbal (las actas) del Conseil de famille (consejo de familia), aprobada por un jugement d’homologation
(sentencia de homologación), satisface el criterio relativo al “mandato”.
Además, teniendo presente la disposición pertinente del Code de la famille (Código de Familia) de la República
Centroafricana, la Sala está convencida de que el vínculo de familia u otro vínculo estrecho entre el causahabiente
y la víctima fallecida está confirmado por el jugement d’homologation. En efecto, el jugement d’homologation
valida la decisión del Conseil de famille, integrado por familiares, por la que se nombra a una persona de entre
sus miembros para que actúe en calidad de causahabiente. No obstante, en aras de la claridad la Sala ordena
al Representante Legal que especifique, para cada una de las solicitudes individuales, la relación de parentesco
u otro vínculo específico entre el causahabiente y la víctima fallecida. Para cualquier solicitud adicional, esta
relación se especificará directamente en los formularios de solicitud individuales.
[…]
Por consiguiente, todas las víctimas participantes, con la salvedad de aquellas víctimas que optaron por
renunciar a su anonimato respecto del público en el contexto de su presentación de pruebas o de opiniones u
observaciones, gozan del anonimato respecto del público. La Sala no considera que exista ningún motivo para
apartarse de esta conclusión en relación con las víctimas fallecidas. […] La Sala considera que esta medida de
protección es también de aplicación a los familiares de las víctimas fallecidas, comprendidos los causahabientes.
Por consiguiente, la Sala aprueba la solicitud de que no se comunique al público ni la identidad, ni la dirección,
ni el lugar de residencia, de los familiares mencionados en el jugement d’homologation, y que tampoco se
comuniquen al público ni la dirección ni el lugar de residencia de los causahabientes.
Respecto de la comunicación a las partes de las identidades de las victimas fallecidas y los causahabientes,
la Sala ordena al Representante Legal que se ponga en contacto con los causahabientes con el fin de
determinar si dan su consentimiento a esta comunicación. En el supuesto de que los causahabientes dieran su
consentimiento, el Representante Legal presentaría versiones con menos expurgaciones de los formularios de
solicitud y documentos justificativos, levantando expurgaciones en consonancia con la información obtenida de
los causahabientes. Por motivos de eficiencia, para cualquier futura solicitud de continuación de las actuaciones
el Representante Legal obtendrá el punto de vista de los causahabientes antes de presentar la solicitud. Si los
causahabientes dieran su consentimiento, las expurgaciones de los documentos justificativos se limitarían a
la identificación de información relativa a otros familiares a los que se haga referencia en los documentos y
los lugares de residencia del causahabiente. Tras la presentación de los documentos justificativos a la Sala, y
en consonancia con el sistema que se estipula en el párrafo 49 más abajo, la Sección de Participación también
presentará versiones con menos expurgaciones de los formularios de solicitud de las correspondientes víctimas
fallecidas, levantando las expurgaciones de las identidades de las víctimas fallecidas.
[…]
Por lo que respecta a […] las expurgaciones de los sellos, la Sala está convencida […] de que las expurgaciones
son necesarias para mantener la confidencialidad respecto del lugar donde se firmaron los documentos, y que
por tanto están en consonancia con la orden de la Sala.
No obstante, habida cuenta de la observación de la Defensa de que, si bien en la solicitud se presentan las fechas
exactas del fallecimiento, en los documentos de apoyo se han expurgado los días específicos del fallecimiento, la
Sala concluye que estas expurgaciones no están justificadas. […]
La Sala recuerda la fecha límite de 16 de septiembre de 2011 correspondiente a la presentación de cualquier
nueva solicitud de las víctimas a la Secretaría. […] [L] as solicitudes de continuación de las actuaciones no
constituyen nuevas solicitudes. […] En estas circunstancias, la Sala decide que la imposición de un límite
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
[…] . A continuación, presentará el expediente a la Secretaría, junto con un formulario de solicitud de
“continuación de las actuaciones” que la Secretaría preparará siguiendo el formato que se incluye en el
anexo B, y que el interesado cumplimentará debidamente con la asistencia de su Representante Legal.
ii. Tras recibir esta solicitud, la Secretaría la evaluará con arreglo a los criterios que se exponen en el
párrafo 23 de la presente Decisión.
a) Cuando la Secretaría considere que se han cumplido los requisitos correspondientes, la
Secretaría la transmitirá a la Sala, acompañada de cualquier documento pertinente que obre en
su poder.
b) Cuando la Secretaría considere que un formulario de continuación está incompleto, o que
por cualquier otro motivo no cumple los requisitos correspondientes, informará al efecto
a la representación legal de manera que, cuando proceda, se brinde al causahabiente una
oportunidad adicional para proporcionar la información o los documentos justificativos
necesarios.
iii. Cuando reciba la solicitud, y salvo que la evaluación de la Secretaría contenga un error claro y material,
la Sala aprobará esa evaluación y autorizará la continuación por el solicitante de las actuaciones iniciadas
por la víctima fallecida.
Véase el núm. ICC-01/05-01/08-3346, Sala de Primera Instancia III, 24 de marzo de 2016, párrs. 22 y 23; 26;
31 a 32; 40 y 41; 43 y 44; 47 y 49.
[TRADUCCIÓN] La Sala tiene muy presentes las dificultades prácticas que han de encarar los solicitantes
para proporcionar pruebas documentales que justifiquen sus solicitudes, comprendidas las correspondientes
a registros oficiales. […] En este sentido, toma nota de la afirmación de la Secretaría a efectos de que, en la
situación actual vigente en la República Centroafricana, se presentan dificultades prácticas para las víctimas en
relación con la obtención de un jugement d’homologation, ya que tan solo un número limitado de instituciones
administrativas o judiciales proporcionan estos documentos y el proceso judicial/administrativo puede ser
costoso y complejo.[…] En consideración de estos factores, la Sala no estima que la ausencia de una sentencia
de homologación (jugement d’homologation) tenga consecuencias irreparables para esas 18 solicitudes de
continuación […] .
Por añadidura, la Sala ha identificado ciertos otros errores en los informes de la Secretaría y en las propias
solicitudes de continuación. No obstante, habida cuenta de la índole de los errores y la totalidad de la
documentación presentada para cada una de esas solicitudes de continuación, la Sala estima que ninguno de
estos errores es determinante.
Véase núm. ICC-01/05-01/08-3558, Sala de Primera Instancia III, 29 de agosto de 2017, párrs. 6 y 7.
6.2. Participación en relación con una solicitud de autorización para una investigación
[TRADUCCIÓN] El primero escenario previsto en el Estatuto en el que las víctimas son llamadas a jugar
un papel está de hecho destinado a tener lugar antes de que una situación, por no hablar de una causa, sea
presentada a la Corte: tal escenario es el procedimiento para la autorización de una investigación proprio motu
del Fiscal. En este escenario, los “intereses personales” de la supuesta víctima pueden ser afectados ya que las
observaciones de las víctimas ante la Sala de Cuestiones Preliminares pueden aportar elementos de hecho y
de derecho para la decisión de autorizar la investigación de la situación en la cual las mismas víctimas afirman
haber sufrido un daño como consecuencia de la comisión de crímenes de la competencia de la Corte.
La subregla 1 de la regla 50 de las Reglas de Procedimiento y Prueba aclara quiéns pueden ser “víctimas”. De
hecho, especifica que antes de presentar una solicitud a la Sala de Cuestiones Preliminares, el Fiscal debe “lo
comunicara a las víctimas de las que él o la Dependencia de Víctimas y Testigos tenga conocimiento o a sus
Representantes legales”. Por lo tanto, se pueden sacar las dos conclusiones siguientes:
i) las víctimas, así como cualquier otro individuo, pueden contactar a la Corte (en particular a la Fiscalía)
antes de que -e independientemente de si- una situación o una causa esté pendiente ante la Corte, con
el fin de activar el ejercicio de las facultades proprio motu del Fiscal;
[TRADUCCIÓN] La Sala así mismo observa que, de acuerdo con el párrafo 3 del artículo 15 del Estatuto
conjuntamente con la subregla 3 de la regla 50 de las Reglas y el numeral 1 de la norma 50 del Reglamento de
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
la Corte, en respuesta a la notificación presentada por el Fiscal, las víctimas “podrán presentar observaciones
por escrito” a la Sala dentro de los 30 días siguientes a la fecha de la notificación, la cual tuvo lugar el 23 de
noviembre 2009.
La Sala considera que una de sus funciones fundamentales es asegurar el desarrollo correcto del procedimiento
durante la etapa de cuestiones preliminares. En particular, conforme a la subregla 4 de la regla 50 de las Reglas,
la Sala puede decidir “qué procedimiento se ha de seguir” con respecto a cualquier cuestión relacionada con
la solicitud de la Fiscalía, incluyendo las observaciones de las víctimas. Por lo tanto, es esencial organizar el
procedimiento de recibir, en su caso, las observaciones de las víctimas, de conformidad con el párrafo 3 del
artículo 15 del Estatuto y la subregla 3 de la regla 50 de las Reglas.
La Sala señala que el párrafo 3 del artículo 15 del Estatuto y la subregla 3 de la regla 50 de las Reglas utilizan
el término “víctimas” tal y como se define en la regla 85 de las Reglas. En consecuencia, la Sala considera que
las observaciones hechas de conformidad con el párrafo 3 del artículo 15 del Estatuto y la subregla 3 de la regla
50 de las Reglas deben estar limitadas a aquellos que califican como “víctimas” en el sentido de esta regla,
teniendo en cuenta la naturaleza específica de las actuaciones referidas en el artículo 15. La Sala de Apelaciones
ha declarado al respecto que “[l] a ubicación de la regla 85 en las Reglas indica que se trata de una disposición
general relativa a las víctimas, aplicable a diversas etapas del procedimiento (...) [y que] el objeto y fin [de esta
regla] consisten en definir quiénes son víctimas”.
Por lo tanto, la Sala considera que, a efectos de las observaciones en esta etapa y teniendo en cuenta el limitado
alcance de las actuaciones referidas en el artículo 15 del Estatuto, las condiciones establecidas en la regla 85 de
las Reglas deben evaluarse de acuerdo a la coherencia intrínseca de la información referida por la(s) víctima(s).
La Sala tiene el deber de garantizar que las actuciones se lleven a cabo de manera expedita. Consciente de que
el presentar las observaciones de las víctimas en esta etapa tiene un alcance limitado, el cual está restringido a
la solicitud de autorización para una investigación del Fiscal, la Sala considera oportuno solicitar a la Sección
de Participación y Reparación de las Víctimas que: 1) identifique, en la medida de lo posible, a los líderes
comunitarios de los grupos afectados para que éstos actúen en nombre de las víctimas que quisieran presentar
observaciones (representación colectiva); 2) reciba declaraciones de las víctimas (colectivas o individuales); 3)
lleve a cabo una evaluación, de conformidad con el párrafo 8 de esta orden, para establecer si las condiciones
previstas en la regla 85 de las Reglas se han cumplido; y 4) resuma las observaciones de las víctimas en un
informe consolidado que incluya las observaciones originales en forma de anexo.
Véase n° ICC-01/09-4, Sala de Cuestiones Preliminares II, 10 de diciembre de 2009, párrs. 5-9.
[TRADUCCIÓN] Considerando que, sin embargo, independientemente de que VPRS 3 y VPRS 6 tienen locus
standi [para presentar una petición con el fin de investigar a la persona como comandante militar en virtud del
apartado a) del artículo 28 del Estatuto por los crímenes presuntamente cometidos por sus tropas en Ituri] , la
Sala podrá revisar la supuesta decisión de la Fiscalía, por iniciativa propia, de conformidad con el apartado b)
del párrafo 3 del artículo 53 del Estatuto, en relación con el apartado c) del párrafo 1 del artículo 53 y el apartado
c) del párrafo 2 del artículo 53 del Estatuto;
Observando, sin embargo, que el Fiscal sostiene que hasta la fecha ninguna decisión de no proceder contra el
Sr. Bemba en relación con los delitos presuntamente cometidos en Ituri ha sido tomada debido al “interés de
la justicia”;
Considerando por tanto que, en vista de la declaración de la Fiscalía, que la Sala, a la luz de la información
de que dispone, no ve ninguna razón para no creer, no hay una razón para que la Sala revise y no hay, por lo
tanto, fundamentos para que ejercite sus competencias en virtud del apartado b) del párrafo 3 del artículo 53
del Estatuto.
Véase nº ICC-01/04-582, Sala de Cuestiones Preliminares I, 25 de octubre de 2010, págs. 4-5.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
La regla 85 de las Reglas provee la definición de “víctimas” a los efectos del párrafo 3 del artículo 15 del Estatuto
y de la subregla 3 de la regla 50 de las Reglas. La Sala es por lo tanto, de la opinión que las observaciones
individuales, en la medida de lo posible, deben incluir informaciones suficientes sobre la identidad de los
individuos que realizan las observaciones en este contexto, el daño que sufrieron, y el vínculo con los crímenes
de la competencia de la Corte. De manera similar, con las observaciones colectivas, los líderes comunitarios, en
la medida de lo posible, deben proporcionar informaciones suficientes acerca de la comunidad que representan,
el daño sufrido por los miembros de esa comunidad; y los vínculos con los crímenes de la competencia de la
Corte. Para el propósito limitado de asegurar el desarrollo eficaz de las actuaciones previstas en el artículo 15, la
Sala solicita a la Sección de Participación y Reparación de las Víctimas realizar una evaluación inicial prima facie
para garantizar que sólo aquellas observaciones que provengan de fuentes que potencialmente sean víctimas en
el sentido de la regla 85 de las Reglas se envíen a la Sala para su examen, en el contexto de la presente solicitud
de la Fiscalía. Esta evaluación inicial por laSección de Participación y Reparación de las Víctimas según la regla
85 no está relacionada con las solicitudes posteriores que puedan realizarse para participar en las actuaciones,
que se considerarán por separado en el momento oportuno.
Véase n° ICC-02/11-6, Sala de Cuestiones Preliminares III, 6 de julio de 2011, párrs. 7-10.
[TRADUCCIÓN] La participación de las víctimas durante la investigación de una situación puede derivarse
de la regla 93 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, que permite a la Sala “recabar observaciones de las
víctimas o sus Representantes legales que participen con arreglo a las reglas 89 a 91 sobre cualquier cuestión”
y “recabar observaciones de otras víctimas cuando proceda”. Por lo tanto, se puede deducir que las víctimas
pueden ser invitadas por la Sala para expresar sus observaciones sobre una o más cuestiones en cualquier etapa
del procedimiento (incluida la fase de investigación de una situación), siempre que la Sala lo estime oportuno.
Véase n° ICC-02/04-101, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 10 de agosto de 2007, párr.
102.
[TRADUCCIÓN] La participación de las víctimas en la fase de investigación puede servir para esclarecer los
hechos, sancionar a los autores de los crímenes y solicitar la reparación de los daños sufridos, por lo tanto, la fase
de investigación de una situación y la etapa de cuestiones preliminares de una causa son etapas convenientes de
las actuaciones para la participación de las víctimas. Como consecuencia, existe un estatus procesal de víctima
en relación a las actuaciones en la situación y en la causa ante la Sala de Cuestiones Preliminares.
Véase n° ICC-02/05-111-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrado único), 14 de diciembre de
2007, párrs. 11 y 14.
[TRADUCCIÓN] El otorgar a las víctimas un estatus procesal en la etapade cuestiones preliminares de una
causa no es ni obligatorio ni está prohibido por los estándares internacionalmente reconocidos relativos a los
derechos del acusado y a un juicio justo e imparcial.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de mayo de 2008,
párr. 72.
[TRADUCCIÓN] La Sala considera que el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto constituye la norma básica
según la cual la participación de las víctimas puede tener lugar en las actuaciones ante la Corte. Existen también
otras disposiciones del Estatuto, como el párrafo 3 del artículo 15 del Estatuto, el párrafo 3 del artículo 19 del
Estatuto y el artículo 75 del Estatuto, que especifican los casos particulares en los que las víctimas tienen el
[TRADUCCIÓN] A la luz de la sentencia de la Sala de Apelaciones, no se les podrá conceder a las víctimas
un derecho general a participar en la fase de investigación de una situación. Las víctimas tienen derecho, sin
embargo, a participar en cualquier actuación judicial llevada a cabo en esta fase, incluidas las actuaciones que
afectan a las investigaciones. La Sala no podrá por lo tanto, conceder derechos de participación a las víctimas, a
menos que exista una actuación judicial en la que podrían participar.
La Sala señala que el Estatuto y las Reglas prevén diversas actuaciones judiciales que pueden ser llevados a
cabo en la fase de la situación: entre otras cosas, las actuaciones relativas a la revisión por la Sala de Cuestiones
Preliminares de la decisión del Fiscal de no proceder con una investigación o enjuiciamiento de conformidad
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
Véase n° ICC-01/04-593, Sala de Cuestiones Preliminares I, 11 de abril de 2011, párrs. 9 y 10.
Como resultado, en opinión de la magistrada única, la cuestión de la culpabilidad o inocencia de los acusados
ante esta Corte no sólo es relevante, sino que también afecta a los intereses fundamentales de aquellos a los
que les ha sido otorgado el estatus procesal de víctima en cualquier causa ante la Corte, ya que este tema se
encuentra estrechamente vinculado a la satisfacción de su derecho a la justicia.
Es por estas razones que, en decisiones anteriores, la Sala ha declarado que los intereses personales de las
víctimas se ven afectados por los resultados de la etapa de cuestiones preliminares de una causa en la medida
en que ésta es una etapa esencial del procedimiento que tiene por objeto determinar si hay suficientes pruebas
que provean motivos fundados para creer que los imputados son responsables de los crímenes por los que han
sido acusados por la Fiscalía.
Por otra parte, la magistrada única también señala que el principio básico en el que la culpabilidad o inocencia
de los imputados afecta los intereses fundamentales de aquellos a los que les ha sido otorgado el estatus
procesal de víctima en cualquier causa ante la Corte ha sido afirmado por la Sala de Cuestiones Preliminares II
en su decisión del 10 de agosto 2007.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de mayo de 2008,
párrs. 31-44. Véase también n° ICC-02/04-01/05-252, Sala de Cuestiones Preliminares II, 10 de agosto 2007,
párrs. 9-11.
[TRADUCCIÓN] Para comenzar, la magistrada única quisiera hacer hincapié en que la Sala ha declarado
reiteradamente que:
i) el análisis de si los intereses personales de las víctimas se ven afectados en virtud del párrafo 3 del
artículo 68 del Estatuto debe llevarse a cabo en relación con las etapas del procedimiento, y no en
relación con cada actividad procesal específica o con cada prueba tratada en una etapa determinada del
procedimiento;
ii) la etapa de cuestiones preliminares de una causa es la etapa del procedimiento en la cual se debe llevar
a cabo el análisis de si los intereses personales de las víctimas se ven afectados en virtud del párrafo 3
del artículo 68 del Estatuto;
iii) los intereses de las víctimas se ven afectados en esta etapa del procedimiento, ya que esta es una etapa
esencial de las actuaciones que tiene por objeto determinar si existen suficientes pruebas que provean
motivos fundados para creer que los sospechosos son responsables de los crímenes incluidos en el
documento en el que se formulan los cargos presentado por la Fiscalía, y, en consecuencia:
1. esta es una etapa conveniente del procedimiento para la participación de las víctimas en todos
los casos ante la Corte;
2. no hay necesidad de revisar esta decisión cada vez que una nueva causa se inicie ante la Corte;
y
3. el estatus procesal de víctima existe en la etapa de cuestiones preliminares de cualquier causa
ante la Corte;
iv) el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto no preestablece una serie de derechos procesales (i.e. modalidades
de participación) que pueden ejercer aquellos a los que les ha sido otorgado el estatus procesal de
víctima en la etapa de cuestiones preliminares de una causa, sino que deja la determinación de éstos a
la discreción de la Sala;
v) al determinar el conjunto de derechos procesales vinculados al estatus procesal de víctima en la etapa
de cuestiones preliminares de una causa, la magistrada única:
1. no necesita hacer una segunda evaluación de los intereses personales de las víctimas; y
2. debe asegurarse de que los derechos procesales se determinen “de una manera que no redunde
en detrimento de los derechos del acusado o de un juicio justo e imparcial ni sea incompatible
con éstos”; y
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
[TRADUCCIÓN] La magistrada única nota el párrafo 1 del artículo 60, el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto
y la regla 85 y la subregla 2 de la regla 121 de las Reglas de Procedimiento y Prueba.
En primer lugar, la magistrada única señala que las solicitudes de las víctimas en cuestión fueron presentadas a
la Secretaría de la Corte en diciembre de 2010, en un momento en que las actuaciones de la presente causa aún
no habían comenzado. Por lo tanto, el tratamiento de las solicitudes se rigió por la decisión de la Sala sobre la
participación de las víctimas en las actuaciones relacionadas con la situación en la República de Kenia, de fecha
3 de noviembre de 2010, la cual no requiere tratamiento de ninguna solicitud de las víctimas, a menos que haya
una cuestión que pueda requerir determinación judicial en la fase de la situación.
Además, la magistrada única observa que las solicitudes de las víctimas en cuestión aún no han sido presentadas
a la Sala, lo que significa que la situación de las víctimas solicitantes no ha sido decidida todavía, de conformidad
con la regla 85 de las Reglas. Por lo tanto, por el momento el estatus de las víctimas en cuestión es de solicitantes.
En consecuencia, sólo cuando una decisión judicial sobre el estatus y las modalidades de participación sea
tomada, podrán las víctimas en cuestión ejercer sus derechos en virtud del párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto
y presentar sus “opiniones y observaciones”.
Aun suponiendo que las solicitudes de las víctimas en cuestión sean consideradas ahora, la magistrada única
opina que su intervención en esta etapa en particular no es conveniente. Más importante, la magistrada única
desea recordar el propósito de la comparecencia inicial de una persona que comparece voluntariamente o que
se entrega a la Corte según lo dispuesto en el párrafo 1 del artículo 60 del Estatuto y la subregla 1 de la regla 121
de las Reglas. Siguiendo literalmente el lenguaje del párrafo 1 del artículo 60 del Estatuto, “la Sala de Cuestiones
Preliminares se asegurará de que ha sido informado de los crímenes que le son imputados y de los derechos que
le reconoce el presente Estatuto, incluido el de pedir la libertad provisional”. Además, con arreglo a la subregla 1
de la regla 121 de las Reglas, “la Sala de Cuestiones Preliminares fijará la fecha de la audiencia de confirmación
de los cargos”. Dicho esto, y teniendo en cuenta las cuestiones que las víctimas solicitantes han indicado que
desean plantear en la comparecencia inicial de los tres sospechosos en la presente causa, la magistrada única
considera que esto sería ir más allá del alcance y de la finalidad de la comparecencia inicial tal como se define
en el Estatuto y las Reglas.
Por último, la magistrada única desea expresar su preocupación de que una de las víctimas solicitantes no
haya expresado su intención de participar en las actuaciones ante la Corte, sino que haya presentado sólo una
solicitud de reparación. Sin embargo, el Representante legal presentó una moción también en nombre de esa
víctima solicitante. La magistrada única recuerda a todos los interesados que cualquier deseo de participación
en las actuaciones debe ser expresado de forma explícita por la víctima solicitante y que los Representantes
legales deben recibir las instrucciones pertinentes de sus clientes en este sentido. La presentación de una
solicitud de reparación no es suficiente.
A la luz de lo anterior, la magistrada única debe rechazar la moción presentada por las víctimas para participar
en los procedimientos de comparecencia inicial del artículo 60.
Véase n° ICC-01/09-01/11-14, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 30 de marzo de 2011,
párrs. 3-8.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única fue notificada de una Segunda Moción de las víctimas para participar en
la comparecencia inicial de los sospechosos en caso de que el Gobierno de Kenia sea autorizado a dirigirse a la
Corte en relación con su impugnación de la admisibilidad; y para participar en las actuaciones de admisibilidad.
En un principio, la magistrada única señala que las solicitudes presentadas por las víctimas solicitantes en
su Segunda Moción de Participación ya han sido consideradas por esta Sala en decisiones anteriores. La
magistrada única, recuerda que ha rechazado las solicitudes de participación en la primera comparecencia de
los sospechosos el 7 de abril de 2011 tanto de las víctimas solicitantes como también del Gobierno de Kenia. La
Sala ha aclarado suficientemente en decisiones anteriores que la comparecencia inicial tiene un objeto limitado
establecido en el párrafo 1 del artículo 60 del Estatuto, que no será reiterado. Por lo tanto, la petición de las siete
víctimas solicitantes de participar en la comparecencia inicial de los sospechosos el 7 de abril 2011, en caso de
que el Gobierno de Kenia asistiera, carece de fundamento.
Además, las víctimas solicitantes requieren participar en relación con “las disposiciones procesales que rigen la
forma en la que se procesa la impugnación de admisibilidad”. La magistrada única señala que esta petición se
realiza con posterioridad a que la Sala haya adoptado su Decisión sobre la Realización de las Actuaciones del
artículo 19 estableciendo, entre otras cosas, el marco temporal, la naturaleza y las modalidades de participación
[TRADUCCIÓN] TOMANDO NOTA del párrafo 3 del artículo68 del Estatuto, de las reglas 89 a 93 de las Reglas
y de la norma 86 del Reglamento de la Corte;
CONSIDERANDO que la regla 93 de las Reglas, al disponer que “una Sala podrá recabar observaciones de otras
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
víctimas cuando proceda”, permite a la Sala recabar las observaciones de las víctimas con independencia de si
han hecho una solicitud para participar en las actuaciones ante la Corte o les han sido concedidos derechos de
participación, y, como tal, representa un proceso que es distinto del de la participación de víctimas establecido
en las reglas 89-91 de las Reglas;
CONSIDERANDO que la aplicación de la regla 93 de las Reglas de acuerdo con la Propuesta del Secretario
no sería apropiada en las circunstancias actuales, ya que serviría para eludir el sistema de participación de las
víctimas y crear una forma más limitada de participación para todas las víctimas solicitantes en cuestión;
CONSIDERANDO, por lo tanto, que el nuevo plazo fijado para la transmisión de solicitudes continúa vigente
y que, en principio, a los solicitantes cuyas Solicitudes no hayan sido presentadas para esta fecha no se les
permitirá participar en las actuaciones relacionadas con la audiencia de confirmación;
CONSIDERANDO, por lo tanto, que las observaciones adicionales del Oficina Pública de Defensa de las
víctimas no son necesarias, sin perjuicio de la pregunta de si existía una base válida para su intervención ante
la Sala sobre esta cuestión;
POR ESTOS MOTIVOS,
RECHAZA la solicitud de la Oficina Pública de Defensa de las Víctimas de presentar observaciones adicionales
sobre la Propuesta del Secretario;
RECHAZA la Propuesta del Secretario, y
ORDENA a la Sección de Participación y Reparación de las Víctimas a transmitir a la Sala las solicitudes
completas en el nuevo plazo fijado.
Véase n° ICC-01/04-01/10-229, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 10 de junio de 2011,
págs. 4 y 5.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única no está convencida del argumento de la Defensa de que autorizar que
víctimas anónimas interroguen testigos o presenten alegatos sobre la base probatoria de los casos respectivos
de las partes constituya per se un perjuicio a los derechos de los sospechosos. Una determinación en este
sentido será tomada por la Sala cuando sea solicitada y caso por caso a la luz de: i) los intereses personales
de la víctima según lo alegado por el Representante legal; ii) el alcance del derecho procesal solicitado; y iii) el
principio de equidad y celeridad de las actuaciones.
Véase n° ICC-01/09-01/11-249, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 5 de agosto de 2011,
párr. 126.
[TRADUCCIÓN] Con respecto a los derechos de participación de las víctimas, la Magistrada única recuerda
que de acuerdo con el artículo 68(3) del Estatuto “[l] a Corte permitirá, en las fases del juicio que considere
conveniente, que se presenten y tengan en cuenta las opiniones y observaciones de las víctimas si se vieren
afectados sus intereses personales y de una manera que no redunde en detrimento de los derechos del acusado
o de un juicio justo e imparcial ni sea incompatible con éstos”. Junto con el artículo 68(3) del Estatuto, una
serie de otras disposiciones establecen ciertos derechos explícitos que las víctimas pueden ejercer a través de su
representante legal, en la audiencia de confirmación de cargos y en los procedimientos relacionados.
De conformidad con la regla 91(2) de las Reglas, la Representante Legal Común tiene el derecho de asistir a
todas las sesiones públicas de la audiencia de confirmación de cargos, así como a todas las audiencias públicas
convocadas en los procedimientos relacionados. La Representante Legal Común también tendrá derecho a las
transcripciones de tales audiencias.
En el caso de que la Sala decida celebrar partes de la audiencia de confirmación en a puerta cerrada o ex parte,
conserva la opción de decidir, caso por caso, si autoriza o no, proprio motu o basándose en una solicitud
motivada, a la Representante Legal Común para asistir a esas sesiones. Lo mismo se aplica a cualquier otra
audiencia ex parte o a puerta cerrada convocada en el presente caso. Del mismo modo, la Representante Legal
Común también tendrá acceso a las transcripciones de las audiencias a las que ella haya sido autorizada para
asistir.
Además, de conformidad con la regla 89(1) de las Reglas, la Representante Legal Común tiene derecho a hacer
declaraciones de apertura y cierre en la audiencia de confirmación de cargos en cumplimiento del cronograma
que emitirá la magistrada única a su debido tiempo.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
La Magistrada Única señala que hasta la fecha, una semana después de la presentación de los Argumentos
de la Defensa, la Defensa no ha presentado ninguna versión de sus Argumentos para que estén disponibles
para la Oficina Pública de Defensa de las Víctimas (OPDV). Como resultado, la Defensa está impidiendo
efectivamente que la OPDV ejerza adecuadamente su derecho a responder a los Argumentos de la Defensa.
Esto es particularmente así considerando que la mitad del tiempo asignado a la OPDV para preparar sus únicos
Argumentos en los méritos tras la suspensión de la audiencia de confirmación de cargos, ya ha finalizado.
En estas circunstancias, la Magistrada Única considera que su intervención es necesaria para garantizar el
correcto ejercicio del derecho de las víctimas a participar en los procedimientos.
Sin embargo, en ausencia de cualquier comentario de la Defensa sobre qué información específica dentro de los
Argumentos de Defensa, si alguna, debe ser retenida de las víctimas participantes, la Magistrada Única considera
que no es apropiado que los anexos confidenciales estén en el presente notificados a la OPDV. Más bien, la
Magistrada Única considera necesario que se ordene a la Defensa que presente dentro de un límite breve de
tiempo apropiado las versiones redactadas confidenciales de sus Argumentos para que estén disponibles para
la OPDV. La Magistrada Única especifica que tales versiones confidenciales redactadas se archivarán además
de las versiones públicas redactadas de los Argumentos de Defensa, y contendrán solo aquellas redacciones
que la Defensa considere necesarias con respecto a las víctimas participantes. En particular, la Magistrada
Única enfatiza que las versiones confidenciales redactadas no deben contener redacciones de referencias a
presentaciones confidenciales o pruebas presentadas por el Fiscal de las cuales se haya notificado a la OPDV.
[…]
Finalmente, la Magistrada Única le recuerda a la Defensa de su obligación de notificar sin demora a la OPDV
de todas sus presentaciones para permitir el ejercicio de los derechos de las víctimas en virtud del artículo 68(3)
del Estatuto, a menos que existan razones específicas que justifiquen la no-comunicación de determinadas
presentaciones.
Véase N° ICC-02/11-01/11-639, Sala de Cuestiones Preliminares I (Magistrada Única), 24 de Marzo de
2014, párr. 11 – 14, y 16.
[TRADUCCIÓN] El Magistrado único considera que los elementos principales del sistema establecido en virtud
de la regla 89 son, en esencia, los siguientes: i) las víctimas que deseen participar en las actuaciones deben
dirigir una solicitud por escrito al Secretario; ii) a continuación, la solicitud se transmite a la Sala; iii) una copia
de la solicitud se comunica a la Fiscal y a la Defensa, quienes están en su derecho a responder dentro de los
plazos establecidos por la Sala; y iv), la Sala, de oficio o a solicitud de la Fiscal o de la Defensa, puede rechazar
la solicitud, en particular cuando la persona que la haya presentado no cumpla con los requisitos para que se le
reconozca la condición de víctima.
En la presente actuación […] , las víctimas estarán autorizadas para participar una vez concluido el procedimiento
siguiente.
El Secretario evaluará todas las solicitudes de participación que haya recabado por sí mismo o que haya recibido
de otro modo. Deberá transmitir a la Sala todas las solicitudes completas (comprendidos los documentos de
identidad que pudieran ser necesarios) en las que los demandantes afirmen haber sufrido personalmente un
daño directo o indirecto resultante de uno o varios crímenes que la Fiscal impute o tenga intención de imputar
[al sospechoso] . En el presente caso, antes de que la Fiscal presente los cargos con 30 días de antelación al
inicio de la audiencia de confirmación de estos, el Secretario examinará las alegaciones de los solicitantes a la
luz de los parámetros fácticos del asunto según se describen en la orden de detención dictada contra el acusado,
así como de los que se definen en la presentación sucinta de los hechos constituyentes de los crímenes por los
cuales la Fiscal tiene intención de procesar [al sospechoso] , documento que la Fiscal incluirá en el expediente
de la causa a más tardar el 21 de septiembre de 2015. Las solicitudes presentadas por aquellas personas que
en opinión del Secretario pueden ser consideradas víctimas se trasladarán a la Sala en los anexos al informe
presentado en cumplimiento del numeral 5 de la norma 86 del Reglamento de la Corte. No es preceptivo que
ese informe de transmisión incluya un análisis individual de cada solicitante.
Las solicitudes que en opinión de la Secretaría estén incompletas o queden fuera del ámbito de los cargos
confirmados en la causa […] no deberán presentarse a la Sala. La Secretaría informará de ello a los solicitantes
interesados. En el informe elaborado por el Secretario en cumplimiento del numeral 5 de la norma 86 del
Reglamento de la Corte se incluirán estadísticas relativas al número de solicitudes que no se transmitieron a la
Sala.
que ya obran en su poder para preparar las medidas de expurgación necesarias con miras a una comunicación a
la Defensa, el Magistrado único estima que cualquier proceso de expurgación de las solicitudes se puede llevar
a cabo rápidamente.
En virtud de la subregla 2 de la regla 89 de las Reglas, la Fiscal y la Defensa están en su derecho a presentar
observaciones relativas a las solicitudes que se les hayan transmitido, a ellos así como a la Sala, y tal como se prevé
en la subregla 4 de la regla 89 podrán solicitar que se rechacen una o más solicitudes individuales. El Magistrado
único decide que las partes dispondrán de 14 días a partir de la notificación de una solicitud para manifestar
su oposición específica a la admisión del solicitante en calidad de víctima. Si una parte presenta objeciones, el
Magistrado único examinará por separado cada una de las demandas a las que se hayan presentado objeciones.
Por otra parte, las víctimas cuya participación en el proceso no haya sido objeto de ninguna objeción por las
partes al vencer el plazo fijado quedarán autorizadas para participar en las actuaciones.
De hecho, el Reglamento no exige a la Sala que emita una decisión positiva explícita respecto de cada solicitud
– puesto que podría preferir “rechazar” alguna de ellas - y, en opinión del Magistrado único, la evaluación
positiva del Secretario y la ausencia de objeciones por una u otra de las partes constituyen garantías suficientes.
La Sala retiene asimismo la facultad para rechazar las solicitudes de oficio. Por añadidura, el Magistrado único
estima que este sistema es también compatible con el hecho de que las solicitudes de participación en las
actuaciones tan solo se evalúan prima facie, es decir, sobre la base de las afirmaciones de cada solicitante, y que
están concebidas como simples mecanismos de procedimiento que permiten a cada uno de ellos participar en
las actuaciones.
Si, por uno u otro motivo, el Secretario no estuviera en condiciones de determinar si un solicitante específico
o un grupo particular de solicitantes cumple con las condiciones para el reconocimiento de su condición de
víctima en este caso concreto, consultará con el Magistrado único, quien le especificará si la o las solicitudes
deberían o no ser transmitidas a la Sala y a las partes. Una vez que se hayan transmitido estas solicitudes,
las partes, al igual que en el caso de cualquier otra solicitud transmitida al Secretario, estarán en su derecho
a presentar objeciones, en ausencia de las cuales los solicitantes quedarán autorizados para participar en las
actuaciones.
Véase el núm. ICC-02/04-01/15-299-tFRA, Sala de Cuestiones Preliminares II (Magistrado único), 3 de
septiembre de 2015, párrs. 2 a 10.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
correcta de las disposiciones pertinentes, sino también, es el procedimiento que mejor permitirá a las víctimas,
en esta etapa del procedimiento ante la Corte, presentar sus opiniones y observaciones de una forma justa.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1119, Sala de Primera Instancia I, 18 de enero de 2008, párrs. 97-100. Véase
también n° ICC-01/04-01/07-1788, Sala de Primera Instancia II, 22 de enero de 2010, párrs. 53-57.
[TRADUCCIÓN] A. La situación de las solicitudes de participación de las víctimas determinada por la Sala de
Cuestiones Preliminares
i) Estatus de las víctimas autorizadas a participar durante la fase de confirmación de los cargos.
La Secretaría no presentó a la Sala para su consideración las solicitudes de las 89 víctimas autorizadas a participar
por la Sala de Cuestiones Preliminares, ya que supone que estas víctimas están autorizadas a participar en la
etapa del juicio.
La Sala señala que en la decisión emitida el 27 de julio de 2010, el magistrado único ordenó, entre otras cosas,
que la Sección de Participación y Reparación de las Víctimas presentara las solicitudes de participación que
estuvieran completas no más tarde del 20 de octubre de 2010. La Sala toma nota de la información que la Sala
de Cuestiones Preliminares I consideró necesaria para que una solicitud sea considerada como completa.
Por otra parte, la Sala señala que Sala de Cuestiones Preliminares I consideró que el solicitante puede ser
autorizado a participar en las actuaciones de una causa cuando i) la identidad del solicitante como persona
natural parece estar debidamente establecida; ii) el solicitante ha sufrido un daño; iii) los hechos descritos en
la solicitud de participación constituyen el/los crimen(es) de la competencia de la Corte del/de los que se acusa
al sospechoso; y iv) los daños sufridos por el solicitante parecen haber surgido “como consecuencia” de los
crímenes imputados. La Sala de Cuestiones Preliminares indicó a su vez que en esa etapa del procedimiento,
el alcance de la causa estaba definido por los cargos presentados por el Fiscal en el Documento en que se
formulan los Cargos, en el que se alegó que el 29 de septiembre de 2007, los sospechosos, de forma conjunta y
con las fuerzas rebeldes bajo su mando y control, cometieron los crímenes de guerra de atentados contra la vida
a través de actos de homicidio (e intento de homicidio), de dirigir intencionalmente ataques contra personal,
instalaciones, materiales, unidades o vehículos participantes en una misión de mantenimiento de la paz y de
saqueo en el Sitio del Grupo Militar Haskanita (“MGS Haskanita”), en el pueblo de Haskanita, localidad de Um
Kadada, en el norte de Darfur, Sudán.
En vista de lo anterior, y de conformidad con la regla 89 y la subregla 1 de la regla 91 de las Reglas, así como con
el numeral 8 de la norma 86 del Reglamento de la Corte, la Sala es de la opinión de que las víctimas autorizadas
a participar en las actuaciones en las actuaciones previas al juicio están, en principio, y bajo las consideraciones
expuestas a continuación, autorizadas a participar en las actuaciones en la etapa del juicio, sin la necesidad de
que sus solicitudes sean presentadas y evaluadas nuevamente. La Sala considera que el análisis de la Sala de
Cuestiones Preliminares, en particular con respecto a los criterios establecidos en la regla 85 de las Reglas con
referencia a la confirmación de los cargos sigue siendo válido, en principio, y no necesita ser revisado en etapas
posteriores del procedimiento.
No obstante lo anterior, la Sala podrá pronunciarse sobre las solicitudes de participación previamente aceptadas
por la Sala de Cuestiones Preliminares 1) cuando la víctima en cuestión haya sido autorizada a participar sólo
sobre la base de la comisión de un crimen que corresponde a un cargo que no fue confirmado por la Sala de
Cuestiones Preliminares; y 2) cuando nueva información haya surgido desde la decisión original en la que se
autoriza a la víctima a participar en las actuaciones.
En esta causa, la Sala observa que cada una de las 89 víctimas autorizadas a participar en las actuaciones
ha sufrido un daño como consecuencia de la comisión de al menos un crimen comprendido en los cargos
confirmados por la Sala de Cuestiones Preliminares. La Sala, por lo tanto, no volverá a examinar solicitudes de
participación previamente aceptadas a menos que una de las partes o la Secretaría realice una solicitud en este
sentido, basándose en nueva información que haya surgido desde la decisión inicial.
ii) Examen de las solicitudes rechazadas por la Sala de Cuestiones Preliminares
En lo que respecta a las solicitudes previamente rechazadas por la Sala de Cuestiones Preliminares sobre la base
de que estaban incompletas, la Sala las evaluará si se presenta una nueva solicitud, debidamente completada, y
de acuerdo con los criterios establecidos a continuación.
Además, en relación con las otras solicitudes rechazadas por la Sala de Cuestiones Preliminares, la Sección de
Participación y Reparación de las Víctimas debe revisarlas para establecer si, en vista de la información recibida
posteriormente, la solicitud debe presentarse para ser examinada por la Sala.
ii) Los criterios para evaluar si la solicitud está “completa” y temas afines
El 6 de septiembre de 2011, la Sala encomendó a la Secretaría a presentarle sólo solicitudes completas, a menos
que se ordenase lo contrario. En este sentido, la Sala, a la luz de la jurisprudencia pertinente sobre esta materia,
incluyendo la posición de la Sala de Cuestiones Preliminares I en la presente causa, considera que una solicitud
puede ser considerada completa si contiene la siguiente información:
i) La identidad del solicitante;
ii) La fecha del/ de los crimen(es);
iii) El lugar del/de los crimen(es);
iv) Una descripción de los daños sufridos como consecuencia de la comisión de cualquier crimen
confirmado en la Decisión sobre la Confirmación de los Cargos;
v) Prueba de la identidad;
vi) Si la solicitud la presenta una persona que actúa con el consentimiento de la víctima, el consentimiento
expreso de la víctima;
vii) Si la solicitud la hace una persona que actúa en nombre de una víctima, en el caso de ser la víctima un
niño, la prueba de parentesco o tutela legal, o bien, en el caso de ser la víctima discapacitada, la prueba
de la tutela legal; y
viii) La firma o impresión del pulgar del solicitante en el documento, por lo menos en la última página de la
solicitud.
Con respecto a los documentos aceptados a fin de establecer la identidad de los solicitantes, la Sala toma nota
de las posiciones adoptadas por la Sala de Cuestiones Preliminares I y otras Salas de Primera Instancia, y
considera que la lista debe incluir los siguientes documentos (cada uno de ellos es suficiente):
i) Documento Nacional de Identidad, pasaporte, certificado de nacimiento, certificado de defunción,
certificado de matrimonio, libro de familia, testamento, permiso de conducir, tarjeta de un organismo
de asistencia humanitaria;
ii) Tarjeta de votación, tarjeta de identidad de estudiante, carné de identidad de alumno, carta de una
autoridad local, tarjeta de registro de campamento, documentos relativos a un tratamiento médico,
documento de identidad de empleado, tarjeta de bautismo;
iii) Certificado/certificación de la pérdida de documentos (pérdida de documentos oficiales), documentos
escolares, tarjeta de afiliación a la iglesia, cartas de asociación o pertenencia a partidos políticos,
documentos emitidos en centros de rehabilitación para niños asociados con los grupos armados,
certificados de nacionalidad, libro de pensiones; o
iv) Una declaración firmada por dos testigos creíbles que acredite la identidad del solicitante o la relación
entre la víctima y la persona que actúe en su nombre, siempre que exista coherencia entre la declaración
y la solicitud. La declaración debe ir acompañada de una prueba de identidad de los dos testigos.
En cuanto a la credibilidad de los testigos llamados a firmar declaraciones, la Sala tomará en consideración,
factores tales como la naturaleza y la duración de la relación de los testigos con el solicitante, o su posición en
la comunidad. En estos casos, la Sala de Primera Instancia dará la bienvenida a cualquier información que la
Sección de Participación y Reparación de las Víctimas considere pertinente, la cual deberá ser incluida en los
informes presentados a la Sala.
Con respecto a las posibles discrepancias entre los documentos de identificación, la Sala es de la opinión de que,
salvo que exista una contradicción flagrante, las solicitudes deben ser aceptadas si las diferencias en cuestión
no ponen en tela de juicio la credibilidad de la información proporcionada en la solicitud sobre la identidad y la
edad, y hay documentos que proveen información que, considerada en conjunto, permite que la identificación
de la identidad y la edad de los solicitantes sean determinadas en el escrutinio inicial.
Por último, la Sala adoptará un enfoque flexible a la hora de evaluar las solicitudes que contengan documentos
con características similares a los documentos enumerados anteriormente. En cualquier caso, la Sala hace
hincapié en que las partes, mientras presentan sus observaciones sobre las solicitudes de las víctimas, tendrán
la oportunidad de impugnar los documentos presentados para los fines de una solicitud.
Véase n° ICC-02/05-03/09-231, Sala de Primera Instancia IV, 17 de octubre de 2011, párrs. 8-24.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
generales, si la Sala, tras haber examinado la causa, concluye que su evaluación inicial prima facie fue incorrecta,
debería modificar toda orden anterior referente a la participación en la medida que sea necesario. Resultaría
insostenible permitir que víctimas continuaran participando si una valoración más detallada de las pruebas ha
demostrado que ya no cumplen con los criterios pertinentes.
[…]
En vista de todas las circunstancias, la Sala ha concluido que D-0033 y D-0034 eran testigos consistentes, creíbles
y fiables y acepta que existe una posibilidad real de que las víctimas a/0229/06 y a/0225/06 (por instigación o
con el ánimo de a/0270/07) usurparon las identidades de D-0032 y D-0033 a fin de obtener los beneficios que
esperaban recibir en calidad de víctimas participantes en este procedimiento. La Sala está convencida de que
hay puntos débiles significativos con respecto a la prueba ofrecida por a/0225/06, a/0229/06 y a/0270/07 hasta
el punto de que sus declaraciones no son fiables. Ante las dudas materiales existentes sobre las identidades de
a/0229/06 y a/0225/06, que afectan inevitablemente al testimonio de a/0270/07, se retira el permiso inicialmente
concedido a a/0229/06, a/0225/06 y a/0270/07 para participar en calidad de víctimas. En términos generales, si
la Sala, tras haber examinado la causa, concluye que su evaluación inicial efectuada prima facie fue incorrecta,
debería modificar toda medida anterior referente a la participación en la medida que sea necesario. Resultaría
insostenible permitir que víctimas continuaran participando si una valoración más exhaustiva de las pruebas ha
demostrado que ya no cumplen con los criterios pertinentes.
Véase nº ICC-01/04-01/06-2842, Sala de Primera Instancia I, 14 de marzo de 2012, párrs. 484 y 502.
[TRADUCCIÓN] La Sala recuerda su decisión de que los familiares cercanos de una víctima autorizada a
participar en el proceso y que ahora ha fallecido pueden decidir continuar el proceso que esta última había
interpuesto ante la Corte, pero que solo pueden hacerlo en nombre de la víctima fallecida y dentro de los límites
de las opiniones y observaciones que había expuesto en su solicitud original.
A la víctima a/0253/09 se le permitió participar en los procedimientos en virtud de la decisión del 31 de julio de
2009. La Sala toma nota de que, según el certificado de defunción adjunto a la solicitud, esta víctima murió en
2012. También toma nota de la minuta del consejo de familia que dan a un familiar de la víctima el mandato de
continuar la acción presentada ante la Corte, tal como se formuló en la solicitud de participación. Ella señala
que los tres familiares firmantes, uno de los cuales es la persona designada, proporcionaron una copia de sus
documentos de identidad.
Por lo tanto, la Sala considera que la relación entre la víctima fallecida y la persona que desea actuar en su
nombre está establecida y que esta última ha sido encomendada por la familia para continuar a nombre de la
víctima la acción iniciada por esta última. Por lo tanto, autoriza a la persona mandada por la familia de la víctima
fallecida a/0253/09 a continuar la acción presentada ante la Corte en nombre de esta víctima
Véase n° ICC-01/04-01/07-3383, Sala de Primera Instancia II, 27 de agosto 2013, párrs. 6-8.
[TRADUCCIÓN] A este respecto, la Sala también considera que la petición por la Defensa de Blé Goudé de
acceso a los documentos de apoyo correspondientes a las 259 solicitudes es una solicitud razonable, y toma nota
de que la Defensa señala que no estará en condiciones de efectuar alegatos adecuados hasta tanto haya recibido
esos documentos. La Sala considera que los documentos de apoyo podrían aportar a la Defensa información
adicional que pudiera ser pertinente para la preparación de sus observaciones relativas a las 259 solicitudes.
Además, puesto que estos documentos de apoyo han sido transmitidos a la Sala, podrán ser utilizados en
su determinación de la condición de las víctimas a tenor de las reglas 85 y 89 de las Reglas. Por tanto, su
transmisión a las partes, con cualquier expurgación que se considere necesaria, podrá permitir a estas efectuar
observaciones más sustantivas en relación con las 259 solicitudes. No obstante, en consonancia con la Decisión
sobre participación de las víctimas, la Secretaría debería transmitir a la Fiscalía versiones no expurgadas de los
documentos de apoyo.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-276, Sala de Primera Instancia I, 7 de octubre de 2015, párr. 15.
[TRADUCCIÓN] La Sala recuerda el procedimiento de aplicación para la admisión a las víctimas para participar
en esta causa. La Sala observa asimismo la práctica de la Corte relativa a la continuación de las actuaciones
durante el juicio, por la que se ha permitido que familiares o personas con vínculos estrechos continúen las
actuaciones iniciadas por víctimas fallecidas.
constantemente, las personas unidas por vínculos estrechos a las víctimas fallecidas pueden presentar las
opiniones y observaciones manifestadas por estas últimas. Tal como declaró la Sala de Primera Instancia II en
la causa Katanga y Ngudjolo:
[…] los familiares cercanos de la víctima podrán decidir continuar la actuación que esta última había iniciado
ante la Corte pero solo lo podrán hacer en nombre de la víctima fallecida y dentro de los límites de las opiniones y
observaciones expuestas por ella en su solicitud inicial.
Por consiguiente, la continuación de las actuaciones no es, como sugeriría la Defensa en la causa Gbagbo, un
“derecho” a heredar, sino la posibilidad de continuar la actuación legal original de una víctima fallecida, dentro
de los límites de las opiniones y observaciones expresadas por la víctima fallecida en su solicitud inicial de
participación en el juicio a tenor del párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto y la regla 89.
Por lo que respecta a la relación entre el solicitante y la víctima fallecida, la Sala estima que cualquier “persona
con vínculos estrechos” podrá presentar una solicitud para la continuación de las actuaciones, comprendidos
los siguientes: “el cónyuge de una víctima fallecida; un único hijo superviviente de una víctima fallecida, cuando
el hijo haya cumplido dieciocho años de edad y la víctima fallecida no estuviera casada o el cónyuge de la
víctima ya hubiera fallecido; o los progenitores de una víctima soltera fallecida que o no tuviera hijos o cuyos
hijos no hayan cumplido los dieciocho años de edad”.
En cuanto al procedimiento a adoptar, la Sala está de acuerdo con la Defensa de Gbagbo en que las partes
deberían tener la posibilidad de presentar argumentos en futuros casos en los que se presentara una solicitud
de continuación de una actuación. A la luz de la observación válida planteada por la Defensa de Gbagbo, no
sería apropiado adoptar un procedimiento en este caso en el que las partes no pudieran presentar objeciones
respecto de futuras solicitudes de continuación de una actuación.
Por consiguiente, la Sala estima oportuno establecer el siguiente procedimiento para futuras solicitudes de
continuación de una actuación, que atiende las observaciones suscitadas por la Defensa de Gbagbo:
a. Cuando fallece una víctima participante, el Representante Legal de las Víctimas lo ha de informar a
la Sección de Reparación y Participación de las Víctimas (la “Sección”). Acto seguido, la Sección ha
de introducir las correspondientes modificaciones en la lista consolidada de víctimas participantes. La
Sección no está obligada a efectuar una presentación oficial de la lista actualizada cada vez que sea
necesario introducir una modificación, pero se ha de presentar oficialmente una lista consolidada al
menos dos veces cada año natural hasta la conclusión de las actuaciones ante esta Sala.
b. Las solicitudes de continuación de las actuaciones, incluida la documentación justificante necesaria, se
han de suministrar a la Sección, que acto seguido las transmitirá a la Sala y a las partes al mismo tiempo.
Se podrán introducir expurgaciones en las versiones transmitidas según sea necesario.
c. El plazo para cualquier objeción específica a la continuación de la actuación se fija en 14 días a partir de
la notificación de la(s) solicitud(es) pertinente(s).
d. De presentarse cualquier objeción, la Sala ponderará la solicitud impugnada y emitirá la decisión
correspondiente. En cambio, y salvo que se ordene otra cosa, si no se presentase ninguna objeción se
aprobará la continuación de las actuaciones.
e. Cualquier continuación de las actuaciones que sea aprobada se habrá de reflejar en la lista actualizada que se
especifica en el punto i) más arriba.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-1052, Sala de Primera Instancia I, 11 de octubre de 2017, párrs. 11 a 17.
La Sala de Apelaciones ha aplicado, desde el año 2007, el ex Magistrado Sang-Hyun Song y la Magistrada Van
den Wyngaert disidente, constantemente su interpretación de las disposiciones que regulan la participación de
las víctimas en apelaciones interlocutorias de conformidad con el artículo 82 (1) (b) y (d) del Estatuto. En virtud
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
de su interpretación del artículo 68 (3) del Estatuto, la Sala de Apelaciones determinó que la participación de la
víctima en una apelación interlocutoria “exige una determinación específica de la Sala de Apelaciones de que la
participación de las víctimas es apropiada particularmente en esa apelación interlocutoria que se encuentra bajo
consideración”. Por lo tanto, de conformidad con esta interpretación, para que las víctimas participen en una
apelación, es necesaria una solicitud para solicitar permiso para participar. Entonces se permite la participación
donde se demuestra que los intereses de las víctimas se ven afectados por los asuntos en apelación y si la Sala
de Apelaciones considera dicha participación apropiada. Con respecto a la regla 86 (8) del Reglamento de la
Corte, la Sala de Apelaciones determinó que dicha decisión estaba “limitada a la etapa del procedimiento antes
de que la Sala tomará la decisión mencionada en el texto del reglamento ”.
Del mismo modo, la Sala de Apelaciones interpretó los artículos 64 (4) y 65 (5) del Reglamento de la Corte
como no reconocer a las víctimas como participantes con un derecho automático a participar en una apelación
interlocutoria. En la Decisión sobre la Solicitud de OPCV (Oficina de la Defensa Pública de las Víctimas,
por sus siglas en inglés), la Sala de Apelaciones, se apoderó de la Solicitud de OPCV para volver a visitar su
interpretación de las disposiciones antes mencionadas y para encontrar a las víctimas, como participantes a los
efectos de las reglas 24 y 64 (4) y (5) del Reglamento de la Corte tienen el derecho automático de presentar una
respuesta al documento en apoyo de la apelación, encontró mérito en la solicitud y, por las razones que siguen,
se le concedió.
El Artículo 21 (2) del Estatuto establece que “[el] Tribunal puede aplicar los principios y normas de derecho
tal como se interpretan en su decisiones anteriores”. Por lo tanto, la Sala de Apelaciones no está obligada
a seguir sus interpretaciones previas de principios y las normas de derecho a través de un vinculante stare
decisis; más bien está investido de discreción sobre si hacerlo o no. Al respecto, la Sala de Apelaciones ha
declarado previamente que en ausencia de “razones convincentes” no se apartará de su decisiones anteriores.
Por lo tanto, en principio, mientras que la Sala de Apelaciones tiene la discreción de apartarse de su anterior
jurisprudencia, no lo hará fácilmente, dada la necesidad de garantizar la previsibilidad de la ley y la equidad de
adjudicación para fomentar la confianza pública en sus decisiones.
En el caso que nos ocupa, la Sala de Apelaciones considera que, en retrospectiva, la práctica actual de exigir a las
víctimas que busquen autorización para participar en una apelación interlocutoria, ha resultado en considerables
retrasos en los procedimientos dados los pasos procesales adicionales involucrados. Estos incluyen el tiempo
dedicado a:
(i) decidir sobre las solicitudes de participación en cada apelación;
(ii) esperar a que las víctimas presenten sus observaciones sustantivas sobre la apelación; y
(iii) esperar a que las partes presenten sus respuestas al respecto.
En vista de la demora ocasionada por estos pasos procesales y la necesidad de procedimientos más eficientes,
la Sala de Apelaciones está convencida de que una modificación de su interpretación de las disposiciones
pertinentes del Estatuto, Las Reglas de Procedimiento y Prueba y las Regulaciones de la Corte son necesarias
para que la participación de víctimas en apelaciones interlocutorias más eficientes.
La Sala de Apelaciones ha sido persuadida por la interpretación del marco legal relevante relacionado con la
participación de víctimas promovido por el ex juez Sang-Hyun Song. Como resultado, la Sala de Apelaciones
interpreta el término “participante” en las reglas 64 (4) y 65 (5) del Reglamento de la Corte para incluir a las
víctimas. Las Sala de Apelaciones considera que esta interpretación de estas regulaciones obvia la necesidad de
una “determinación específica” por la Sala de Apelaciones, de conformidad con el artículo 68 (3) del Estatuto,
sobre la idoneidad o no de la víctima participación en un recurso interlocutorio particular.
Además, la Sala de Apelaciones señala que el artículo 86 (8) del Reglamento de la Corte establece en parte
relevante, que “[una] decisión tomada por una Cámara de conformidad con la regla 89 se aplicará durante todo
el proceso en la misma caso”. Al respecto, porque las apelaciones de conformidad con el artículo 82 (1) (b) y
(d) del Estatuto involucran cuestiones que surgen del procedimiento a quo, la Sala de Apelaciones considera
que tales apelaciones interlocutorias son una extensión de los procedimientos ante la correspondiente Sala de
Cuestiones Preliminares o de Juicio en ese “mismo caso”. Como tal, la Sala de Apelaciones no, en ausencia de
razones imperiosas, revocará las decisiones previas de una Sala relevante sobre el estado, interés personal y/o
derechos de participación acordados a las víctimas en ese caso. En cambio, este criterio, que guía la participación
de las víctimas, será asumido a propósito de la apelación interlocutoria, dada la participación previa de las
víctimas en el procedimiento que dio origen a la apelación.
En consecuencia, la Sala de Apelaciones determina que, para las apelaciones derivadas del artículo 82 (1) (b)
y (d) del Estatuto, las víctimas que han participado en los procedimientos que dieron lugar a la apelación
particular no necesitan buscar la autorización previa de la Sala de Apelaciones para presentar una respuesta al
documento en apoyo de la apelación.
Véase No. ICC-02/11-01/15-172 EO T OA6, Sala de Apelaciones, 31 de Julio de 2015, parras 12-19.
Nota del autor: con motivo de la decisión citada arriba, se ha considerado como práctica consistente que las
víctimas que han participado en procedimientos de los cuales una apelación se origine, tienen un derecho
automático a presentar una respuesta al documento en apoyo de la apelación. Decisiones relevantes sobre dicha
práctica pueden ser encontradas al final de la sección de “Participación de víctimas en los procedimientos”.
[TRADUCCIÓN] Conforme a lo establecido en el párrafo 4 del artículo 82 del Estatuto, una decisión por la
cual se concede reparación puede ser apelada por “[el r] epresentante legal de las víctimas, el condenado o el
propietario de buena fe de bienes afectados por una providencia dictada en virtud del artículo 75”. La Sala de
Apelaciones observa que el derecho del condenado a apelar la decisión impugnada se ha cuestionado sobre la
base de que la decisión no le ordenaba que hiciera reparaciones y, por lo tanto, no le afectaba negativamente.
Asimismo, el condenado y la Fiscal han impugnado respectivamente el derecho de apelación de varios grupos
de víctimas.
Respecto de la apelación presentada por el condenado, la Sala de Apelaciones observa que, en virtud del párrafo
4 del artículo 82 del Estatuto, el condenado tiene derecho a apelar las decisiones por las cuales se concede
reparación. Además, la Sala de Apelaciones no tiene que determinar en este caso si es inadmisible una apelación
del condenado si este no se ve afectado negativamente por la decisión impugnada. Ello se debe a que, en esta
fase y para el propósito de la admisibilidad de su apelación, parece posible que el acusado se vea afectado
negativamente por la decisión impugnada. La decisión impugnada está intrínsecamente relacionada con su
condena, al considerar la Sala de Primera Instancia que se deberían conceder reparaciones por los crímenes por
los que se condenó al acusado durante la causa en su contra. La Sala de Apelaciones no está de acuerdo con las
afirmaciones referentes a que las contribuciones económicas del condenado a las indemnizaciones otorgadas a
título de reparación son la única base para determinar si la persona se ve afectada o no por una decisión por la
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
las víctimas. Al respecto, en el párrafo 4 del artículo 82 del Estatuto se estipula que las víctimas pueden apelar
únicamente con la asistencia de un Representante legal, como es el caso en estas apelaciones.
La Sala de Apelaciones advierte que los Representantes legales de las víctimas V01 y V02, así como la Oficina
Pública de Defensa de las víctimas, están apelando en nombre de los individuos a quienes representaron en
las actuaciones de reparación ante la Sala de Primera Instancia. Ello incluye a personas que participaron en el
juicio en calidad de víctimas y solicitaron reparaciones en virtud de la regla 94 de las Reglas de Procedimiento y
Prueba (incluidas algunas a las que la Sala de Primera Instancia retiró el derecho a participar posteriormente),
así como personas cuya solicitud de participación en el juicio había sido rechazada pero que, no obstante,
solicitaron reparaciones. Esto también incluye a personas que participaron en el juicio, pero que no han
solicitado reparaciones. La Oficina Pública de Defensa de las víctimas manifiesta igualmente que, además de
las personas que solicitaron reparaciones, también presenta la apelación en nombre de “las víctimas que no han
presentado solicitudes de reparación pero que podrían verse afectadas por reparaciones colectivas”.
La cuestión ante la Sala de Apelaciones es, por lo tanto, si todas las personas mencionadas son víctimas para el
propósito del párrafo 4 del artículo 82 del Estatuto. La Sala de Apelaciones considera que el término “víctima”
en el párrafo 4 del artículo 82 del Estatuto ha de entenderse en su contexto: permite apelar una decisión por
la cual se concede reparación dictada por la Sala de Primera Instancia como resultado de las actuaciones de
reparación. En este sentido, la Sala de Apelaciones está de acuerdo con la Oficina Pública de Defensa de las
víctimas en que el término “víctima” no está definido como aquellas víctimas a las que se concedió el derecho
a participar en las actuaciones relativas a la culpabilidad o inocencia del acusado o a la respectiva sentencia.
La Sala de Apelaciones considera que este término también puede incluir a personas que no participaron en
esas actuaciones, pero que alegan haber sufrido daño como resultado de los crímenes por los que se condenó
al acusado, y que solicitan reparación. Ello se debe a que una solicitud de reparación en virtud de la regla 94
de las Reglas de Procedimiento y Prueba no depende de la presentación de una solicitud de participación
conforme a la regla 89 de las Reglas de Procedimiento y Prueba ni de la concesión del derecho a participar en
las actuaciones relativas a la culpabilidad o inocencia del acusado o a la respectiva sentencia.
La Sala de Apelaciones observa que, en la decisión impugnada, la Sala de Primera Instancia decidió no considerar
las solicitudes individuales de reparación que había recibido y decidió en cambio referirlas al Fondo Fiduciario.
Si esta decisión de la Sala de Primera Instancia fue correcta o incorrecta puede que tenga que determinarse en
cuanto al fondo de las apelaciones, pero de ello se deduce que aquellas personas que solicitaron reparaciones y
que ahora se proponen apelar la Decisión Impugnada tienen derecho a ello, puesto que la Decisión Impugnada
incluía una resolución que les afectó. La misma decisión afectó a los solicitantes de reparaciones cuya solicitud de
participación en las actuaciones relativas a la culpabilidad o inocencia del acusado o a la sentencia pertinente fue
rechazada, o cuyo derecho a participar fue retirado en el Fallo Condenatorio. Ello se debe a que las actuaciones
de reparación son una fase distinta del procedimiento y es concebible que se apliquen diferentes estándares
probatorios y reglas procesales a la cuestión de quién es una víctima para el propósito de dichas actuaciones.
Además, en las actuaciones de reparación, la Sala de Primera Instancia invitó a realizar observaciones a víctimas
que no habían solicitado reparación, a pesar de haber participado en las actuaciones relativas a la culpabilidad
o inocencia del acusado. Así pues, la Sala de Primera Instancia concedió a dichas víctimas un papel en las
actuaciones de reparación, que las víctimas aceptaron al presentar observaciones. Ello también demuestra sus
intereses en las actuaciones de reparación. Por tales razones, la Sala de Apelaciones considera que es posible
que las víctimas se vean afectadas por la Decisión Impugnada, especialmente ya que dicha decisión fue el
resultado de las actuaciones de reparación en que participaron y presentaron sus observaciones.
Véase nº ICC-01/04-01/06-2953 A A2 A3 OA21, Sala de Apelaciones, 14 de diciembre de 2012, párrs. 65-71.
[TRADUCCIÓN] De conformidad con el artículo 68(3) del Estatuto, la Corte permitirá a las víctimas presentar
sus puntos de vista y observaciones cuando sus intereses personales se vean afectados, «cuando la Corte lo
considere conveniente y de una manera que no redunde en detrimento de los derechos del acusado o de un
juicio justo e imparcial ni sea incompatible con éstos»
La Sala de Apelaciones señala que, de conformidad con la norma 86(8) del Reglamento de la Corte, «Las
decisiones adoptadas por una Sala conforme a la regla 89 se aplicarán durante toda la tramitación de la misma
causa, con sujeción a la facultad otorgada a la Sala pertinente por la subregla 1 de la regla 91». La Sala de
Apelaciones nota que el acusado fue absuelto de todos los cargos en su contra y que el procedimiento de
apelación contra la Decisión de Absolución afecta los intereses personales de las víctimas en la misma manera
que durante el juicio. Por lo tanto, la Sala de Apelaciones considera que las víctimas que participaron en el juicio
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones no está convencida por los argumentos de la Fiscal y del acusado de que
la participación de los solicitantes no es apropiada y que los derechos del acusado se violarían necesariamente al
permitir que otras víctimas adicionales realicen observaciones en esta etapa del proceso de apelación. Si la Sala
de Apelaciones permite que alguno de los 32 solicitantes participe en los procedimientos, es posible que aún
puedan ejercer varios derechos con respecto a estas apelaciones, incluyendo el derecho a recibir notificación de
documentos, la oportunidad de realizar presentaciones adicionales y ser escuchado en una audiencia oral, de
tener lugar. Al respecto, se recuerda que la Sala de Apelaciones aún no ha decidido sobre el desarrollo de los
procedimientos. Además, la Sala de Apelaciones considera que solo será necesario evaluar 32 solicitudes. Sin
embargo, la Sala de Apelaciones señala que tendrá que decidir de conformidad con la regla 89(1) y (2) de las
Reglas de Procedimiento y Prueba si las víctimas pueden participar en los procedimientos de apelación y cómo
lo harán.
Véase n° ICC-01/04-01/06-3026 A 4 A 5 A 6, Sala de Apelaciones, 6 de mayo de 2013, párr. 6.
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones recuerda que las 32 solicitudes a ser evaluadas en la presente
decisión fueron presentadas o completadas con información complementaria durante la fase de juicio de
los procedimientos, sin embargo, sin culpa alguna de los solicitantes, nunca fueron transmitidas a la Sala de
Primera Instancia. Bajo estas específicas circunstancias, la Sala de Apelaciones consideró que sería conveniente,
en el interés de la correcta administración de justicia, realizar una evaluación de las solicitudes de participación
durante la fase de apelación del presente procedimiento.
Al determinar su enfoque para la evaluación de las treinta y dos solicitudes de participación, la Sala de
Apelaciones ha considerado los criterios generales establecidos por la Sala de Primera Instancia en la «Decisión
sobre la participación de las víctimas», según fue parcialmente confirmada, enmendada o revertida en las partes
correspondiente por la Sala de Apelaciones. , así como la evaluación práctica de las solicitudes de participación
emprendidas por la Sala de Primera Instancia.
La Sala de Apelaciones observa que las decisiones de la Sala de Primera Instancia de admitir a las víctimas
a participar en los procedimientos no fueron objeto de una apelación. Sin embargo, para asegurarse de que
no existe prejuicio para los treinta y dos solicitantes cuyas solicitudes fueron presentadas pero no evaluadas
durante la etapa de juicio, la Sala de Apelaciones, para efectos de la presente decisión, ha seguido los criterios de
evaluación establecidos por la Sala de Primera Instancia en sus decisiones sobre las solicitudes de participación
de las víctimas.
1. Estándar de prueba/criterios probatorios/estándar probatorio (standard of proof)
Con respecto al estándar de prueba aplicable, la Sala de Apelaciones observa que la Sala de Primera Instancia
realizó un análisis prima facie de las solicitudes de las víctimas para garantizar que estas cumplieran con los
criterios de una víctima según la regla 85(a) de las Reglas de Procedimiento y Prueba, e indicó que, al realizar
su evaluación, «simplemente se aseguraría de que existan, primae facie, motivos creíbles para sugerir que el
solicitante ha sufrido un daño como resultado de un crimen cometido dentro de la jurisdicción de la Corte»
mediante la evaluación de información incluida en el formulario de solicitud de la víctima y sus declaraciones
(si están disponibles).
2. Si la identidad del solicitante ha sido establecida
Al llegar a esta determinación, la Sala de Primera Instancia intentó lograr «un equilibrio entre la necesidad de
establecer con certeza la identidad del solicitante, por una parte, y las circunstancias personales del solicitante,
por otra».
[…]
3. Si el solicitante ha sufrido daños personales como resultado de la comisión de crímenes incluidos en los
cargos contra el acusado
La Sala de Primera Instancia, al evaluar si el daño sufrido por los solicitantes estaba relacionado con los cargos
confirmados contra el acusado, definió los cargos contra la persona condenada como «el presunto reclutamiento
y/o alistamiento y/o uso de niños menores de 15 años para participar activamente en las hostilidades, entre
septiembre de 2002 y el 13 de agosto de 2003». En su «Sentencia de conformidad con el Artículo 74 del Estatuto»,
la Sala de Primera Instancia condenó a los acusados de «crímenes de reclutamiento y alistamiento de niños
menores de quince años en la Fuerza Patriótica para la Liberación del Congo (FPLC) y los utilizó para participar
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
Véase también n° ICC-01/04-01/06-3052-Red, Sala de Apelaciones, 3 de octubre de 2013, párr. 8.
[TRADUCCIÓN] Con respecto a los intereses personales de las víctimas, la Sala de Apelaciones recuerda que
«cualquier determinación de si los intereses personales de las víctimas se ven afectados en relación con una
apelación en particular requerirá una cuidadosa consideración caso por caso». Además, la Sala de Apelaciones ha
enfatizado que «al tratar de demostrar que sus intereses personales se ven afectados, las víctimas generalmente
deben garantizar, entre otras cosas, que se haga referencia expresa a los hechos específicos detrás de sus
solicitudes individuales, y la manera precisa en que dichos hechos se dicen caer dentro del asunto objeto de
consideración en la apelación». La Sala de Apelaciones considera que las víctimas han cumplido con estos
criterios en la presente apelación por referencia a posibles preocupaciones de seguridad que pueden surgir con
relación a las víctimas participantes en el caso de que el sospechoso sea liberado, junto con la observación de
que, si es liberado y posteriormente no se presenta para su juicio, ellas perderían la oportunidad de presentar
sus opiniones.
En términos más generales, la Sala de Apelaciones ha sostenido previamente que cuando el problema
subyacente en la apelación era si el acusado debía recibir la libertad provisional, el problema afecta los intereses
personales de la víctima. Dado que la presente apelación se refiere a la detención en curso del sospechoso, la
Sala de Apelaciones considera que los intereses personales de las víctimas están afectados.
Véase n° ICC-02/11-01/11-491 OA4, Sala de Apelaciones, 27 de agosto de 2013, párrs. 11-12.
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones reitera que, con respecto a la participación de las víctimas en las
apelaciones presentadas en virtud del artículo 82(1)(d) del Estatuto, se deben cumplir los siguientes cuatro
criterios acumulativos enumerados en el artículo 68(3) del Estatuto: (i) Los individuos que buscan participar
deben ser víctimas en el caso; (ii) sus intereses personales deben verse afectados por los asuntos en apelación;
(iii) su participación debe estar en una etapa apropiada de los procedimientos; y (iv) la forma de participación
no debe causar perjuicio ni ser incompatible con los derechos del acusado y un juicio justo e imparcial.
Con respecto a la solicitud de las víctimas, se cumplen los cuatro criterios para la participación de las víctimas.
En cuanto al primer criterio, las víctimas indican mediante referencia a las decisiones pertinentes de la Sala de
Cuestiones Preliminares que cada una de ellas ha sido autorizada a participar en los procedimientos previos al
juicio.
En cuanto a los intereses personales de las víctimas, la Sala de Apelaciones recuerda que «cualquier
determinación de si los intereses personales de las víctimas se ven afectados en relación con una apelación
en particular requerirá una cuidadosa consideración caso por caso». Las víctimas afirman que la «extensión
del estándar de prueba a los ‹incidentes› subyacentes a los elementos contextuales afectará la probabilidad
de que se confirmen los cargos y, por lo tanto, tendrá un impacto directo en la posibilidad de que las víctimas
continúen participando en los procedimientos y eventualmente obtener reparaciones por los daños, pérdidas
y lesiones sufridos como consecuencia de los crímenes presentados por el Fiscal contra el Sr. Gbagbo». La Sala
de Apelaciones está convencida por estos argumentos de las víctimas y sostiene que los intereses personales de
las víctimas se ven afectados por esta apelación.
Véase n° ICC-02/11-01/11-492 OA5, Sala de Apelaciones, 29 de agosto de 2013, párrs. 8-10.
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones recuerda que el artículo 68(1) del Estatuto dispone que «La Corte
adoptará las medidas adecuadas para proteger la seguridad, el bienestar físico y psicológico, la dignidad y la
vida privada de las víctimas y los testigos [...] . Estas medidas no podrán redundar en perjuicio de los derechos
del acusado o de un juicio justo e imparcial ni serán incompatibles con éstos». Por lo tanto, si bien la seguridad
de las víctimas es una responsabilidad clave de la Corte, al proteger a las víctimas, la Corte debe garantizar que
se respetan los derechos de la defensa y que el juicio sigue siendo justo.
La Sala de Apelaciones observa que en el caso que nos ocupa, la Sala de Primera Instancia II, siguiendo el
enfoque adoptado por la Sala de Primera Instancia I, autorizó la participación de las víctimas cuyas identidades
eran desconocidas para las partes sobre la base de que tendrían que renunciar a su anonimato si se les llamara
para aparecer como testigo. Por lo tanto, la necesidad de revelar la identidad de una víctima estaba supeditada
a su modalidad de participación en el proceso.
En cuanto a la participación de las víctimas anónimas en la etapa de apelación del procedimiento, la Sala
de Apelaciones recuerda que las modalidades de participación de las víctimas en la apelación se limitan a
presentar observaciones sobre el documento que respalda la apelación y a presentar la respuesta al documento
que respalda de la apelación.
del representante legal sobre la vulnerabilidad de las víctimas a/0390/09 y a/0452/09, la Sala de Apelaciones
considera que la medida de protección del anonimato no viola el derecho a un juicio justo. Sin embargo, si las
víctimas anónimas desean participar como individuos en una audiencia o hacer observaciones individuales,
tendrían que revelar su identidad a las partes.
No obstante, la Sala de Apelaciones considera oportuno ordenar al representante legal del Grupo de Víctimas
II que se ponga en contacto con las víctimas a/0390/09 y a/0452/09 y que se informe sobre su voluntad de que
se levante su anonimato frente a las partes y se informe a la Sala de Apelaciones al respecto.
Véase n° ICC-01/04-02/12-140 A, Sala de Apelaciones, 23 de septiembre de 2013, párrs. 16-20.
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones observa que en el presente caso la Sala de Primera Instancia II ha
mantenido a las víctimas, que murieron antes de la conclusión del juicio, en la lista de víctimas participantes
con el objetivo de permitir que los familiares cercanos de las víctimas fallecidas reanuden la participación en su
nombre. A este respecto, la Sala de Apelaciones señala que si bien la Defensa no se opone a la reanudación de
la participación de las víctimas fallecidas, no obstante, se opone a la demora «excesiva» en la reanudación de
la participación en nombre de ciertas víctimas que han muerto hace mucho tiempo. Por lo tanto, sostiene que
no solo deben eliminarse de la lista las víctimas fallecidas para las que aún está pendiente la reanudación de la
participación, sino que se debe establecer un plazo más allá del cual no se debe permitir la reanudación de la
participación.
La Sala de Apelaciones considera que el tema de la determinación es si las víctimas que murieron antes de la
conclusión del proceso pueden mantenerse en la lista de víctimas participantes en la apelación. En primer lugar,
la Sala de Apelaciones señala que el propósito de la lista proporcionada por la Secretaría es reflejar los detalles
de todas las víctimas que participan en los procedimientos de apelación. Ya no se puede decir que las víctimas
fallecidas están participando y, por lo tanto, deben ser eliminadas de la lista. Sin embargo, esto no quiere decir
que las opiniones y preocupaciones expresadas por las víctimas antes de su muerte no se tengan en cuenta.
Por el contrario, la Sala de Apelaciones reconoce que antes de su muerte, las víctimas en cuestión participaron
activamente en el juicio al expresar sus opiniones y preocupaciones que finalmente fueron consideradas por la
Sala de Primera Instancia en su Decisión sobre la Absolución. Estos puntos de vista e inquietudes siguen siendo
parte del expediente de la causa en revisión, incluso si la víctima fallecida ya no participa.
En la medida en que los requisitos del artículo 68(3) exigen que la participación de las víctimas se base en sus
intereses personales afectados y que las opiniones y preocupaciones de las víctimas fallecidas continúen siendo
consideradas en los procedimientos de apelación como parte del expediente del caso bajo revisión, la Sala de
Apelaciones considera que la reanudación de la participación de una víctima fallecida por parte de un heredero/
sucesor no se considera apropiada. En consecuencia, la Sala de Apelaciones ordena a la Secretaría que presente
una lista actualizada de víctimas participantes que excluya a las víctimas fallecidas, así como a cualquier otra
víctima y personas que han sido autorizadas a reanudar la participación en nombre de víctimas fallecidas.
Véase n° ICC-01/04-02/12-140 A, Sala de Apelaciones, 23 de septiembre de 2013, párrs. 24-26.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
Las víctimas de los crímenes, junto con sus familias y comunidades, deberían poder participar durante el proceso
de reparación y deberían recibir la ayuda adecuada para hacer que su participación sea sustantiva y efectiva.
Las reparaciones son completamente voluntarias y el consentimiento informado del destinatario es necesario
antes de cualquier indemnización otorgada a título de reparación, incluida la participación en cualquier
programa de reparaciones.
Las actividades de proyección exterior, que incluyen, en primer lugar, programas inclusivos de género y etnia,
y en segundo lugar, la comunicación entre la Corte y las personas afectadas y sus comunidades, son esenciales
para garantizar que las reparaciones tengan una importancia amplia y real.
La Corte debería consultar a las víctimas sobre cuestiones relacionadas, entre otros asuntos, con la identidad
de los beneficiarios, sus prioridades y los obstáculos a los que se han enfrentado al intentar obtener reparación.
[…]
Las actuaciones de reparación deben ser transparentes y se deberían adoptar medidas para garantizar que todas
las víctimas dentro de la jurisdicción de la Corte han sido informadas detallada y oportunamente sobre dichas
actuaciones, así como del acceso a toda indemnización.
[…]
Como ya se indicó, la fase de reparaciones es una parte integral de las actuaciones del juicio, pero a diferencia
de la fase del artículo 74 o la fase de la sentencia donde el principal foco de atención recae en la Defensa y la
Fiscalía, la Corte centra ahora su atención principalmente en las víctimas, aunque la Fiscalía y la Defensa son
también partes en las actuaciones de reparación.
La Secretaría decidirá, de acuerdo con sus facultades en virtud del párrafo 1 del artículo 43 del Estatuto, la
manera más conveniente para que las víctimas que participan actualmente en las actuaciones, junto con el grupo
de víctimas más amplio que puedan finalmente beneficiarse de un plan de reparaciones, sean representadas a
fin de expresar sus opiniones y observaciones.
[…]
A la luz de lo anterior, la Sala considera que los formularios de solicitud individual de reparación recibidos
hasta el momento por la Secretaría deberían transmitirse al Fondo Fiduciario en beneficio de las víctimas. Si el
Fondo lo considera apropiado, las víctimas que han solicitado reparaciones podrían ser incluidas en cualquier
programa de reparación que vaya a ser aplicado por el Fondo.
Véase nº ICC-01/04-01/06-2904, Sala de Primera Instancia I, 7 de agosto de 2012, párrs. 187-188, 198-199,
202-206, 259, 267-268 y 284.
[TRADUCCIÓN] [...] La Sala de Apelaciones señala que, al momento de presentar solicitudes de reparación, las
víctimas solicitaron reparaciones individuales o solicitaron reparaciones colectivas, sin conocimiento del tipo de
programa que finalmente se adoptaría. Por lo tanto, la Sala de Apelaciones considera que es necesario solicitar
el consentimiento de las víctimas cuando se realiza una adjudicación colectiva, de acuerdo con el principio,
identificado por la Sala de Primera Instancia que “[r] eparaciones son totalmente voluntarias”.
Además, en su dirección al Secretario para transmitir todas las solicitudes al Fondo Fiduciario, la Sala de
Primera Instancia no incluyó ninguna cláusula sobre confidencialidad, lo cual es contrario a la regla 118 (2) del
Reglamento de la Secretaría.
Por lo tanto, la Sala de Apelaciones considera apropiado incluir en la orden de reparación una instrucción al
Secretario para consultar, a través de sus Representantes Legales, con las víctimas que presentaron solicitudes
de reparaciones en este caso, con el fin de obtener su consentimiento para la divulgación de información
confidencial al Fondo Fiduciario para fines de participación en los eventuales programas colectivos que serán
diseñados por el Fondo Fiduciario.
El Fondo Fiduciario tiene instrucciones de abstenerse de seguir revisando estas solicitudes hasta que se reciba
dicho consentimiento y para eliminar permanentemente cualquier información confidencial que pueda haber
almacenado electrónicamente o en otro lugar en el evento ese consentimiento no se otorga. Cuando las etapas
de reparación colectiva contenidas en el borrador del plan de implementación sean aprobadas, se dirige al
Fondo Fiduciario que busque el consentimiento de las víctimas para participar y que sus solicitudes les sean
enviadas.
Ver No. ICC-01 / 04-01 / 06-3129 A A2 A3, Sala de Apelaciones, 3 de marzo de 2015, párrs. 160-162
caritativas y sin fines de lucro, estatutarias organismos que incluyen departamentos gubernamentales, escuelas
públicas, hospitales, institutos educativos privados (primarias y escuelas secundarias o colegios de formación),
empresas, empresas de telecomunicaciones, instituciones que se benefician miembros de la comunidad
(como sociedades cooperativas y de construcción, u organismos que se ocupan de las microfinanzas), y otras
asociaciones.
[...]
2. Daño
El concepto de “daño”, aunque no está definido en el Estatuto o las Reglas de Procedimiento y Prueba, denota
“daño, lesiones y daños”. El daño no necesariamente tiene que haber sido directo, pero debe haber sido
personal para la víctima. El daño puede ser material, físico y psicológico.
3. Causalidad
La reparación se otorgará en función del daño sufrido como resultado de la comisión de cualquier delito dentro
de la competencia de la corte. El vínculo causal entre el delito y el daño a los efectos de las reparaciones será
determinado a la luz de las especificidades de un caso.
4. Dignidad, no discriminación y no estigmatización
[…] Es posible que se deba dar prioridad a ciertas víctimas, que se encuentran en una situación particularmente
vulnerable o que requieran asistencia urgente El Tribunal puede adoptar, por lo tanto, medidas que constituyan
una acción afirmativa para garantizar un acceso igualitario, efectivo y seguro a las reparaciones para víctimas
particularmente vulnerables.
[...]
6. Norma y carga de la prueba
En los procedimientos de reparación, el solicitante deberá presentar pruebas suficientes del vínculo causal entre
el delito y el daño sufrido, según las circunstancias específicas del caso. Dada la naturaleza fundamentalmente
diferente de los procedimientos de reparación, un estándar menos exigente que el de juicio, donde la acusación
debe establecer los hechos relevantes a la norma de “más allá de una duda razonable”, debe aplicarse. Al
determinar el estándar apropiado de prueba en los procedimientos de reparación, se deben considerar varios
factores específicos del caso, incluyendo la dificultad que pueden enfrentar las víctimas para obtener evidencia
en apoyo de su reclamo debido a la destrucción o indisponibilidad de evidencia.
7. Niños víctimas
Uno de los factores relevantes a considerar en los procedimientos de reparación es la edad de las víctimas, de
acuerdo con el artículo 68 (1) del Estatuto. La Corte tendrá en cuenta los daños relacionados con la edad que
sufren las víctimas y con sus necesidades, de conformidad con la regla 86 de las Reglas de Procedimiento y
Prueba. Además, cualquier diferencial se debe tener en cuenta el impacto de estos crímenes en niños y niñas.
[...]
8. Accesibilidad y consulta con las víctimas.
Las víctimas de los crímenes, junto con los miembros de sus familias y comunidades que cumplen con los
criterios de elegibilidad para reparaciones, deben poder participar durante todo el proceso de reparación y
deben recibir el apoyo adecuado para que su participación sea sustantiva y efectiva.
Las reparaciones son totalmente voluntarias y el consentimiento informado del destinatario es necesario antes
de cualquier adjudicación de reparaciones, incluida la participación en cualquier programa de reparaciones.
Actividades de divulgación, que incluyen, en primer lugar, programas con inclusión de género y etnia y, en
segundo lugar, la comunicación entre el Tribunal y las personas afectadas y sus comunidades es esencial para
garantizar que las reparaciones tienen un significado amplio y real.
El Tribunal debería consultar con las víctimas sobre cuestiones relacionadas, entre otras cosas, con la identidad
de los beneficiarios y sus prioridades.
Ver No. ICC-01 / 04-01 / 06-3129-AnxA A A2 A3, Sala de Apelaciones, 3 de marzo de 2015, párrs. 7-8, 10-
11, 19, 22-23, 25-26 y 29-32.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
Legal, en consulta con la Secretaría, anexar la solicitud de reparación presentado inicialmente (ya sea que se
haya presentado junto con una solicitud para participar en el proceso o en un documento separado formulario),
o a la solicitud de participación presentada inicialmente, cualquier documentación de respaldo dentro del
significado de la regla (94) (1) (g) de las Reglas, que acredita, en particular, la extensión del daño sufrido y el
vínculo causal entre el presunto daño y el delito cometido.
[...]
Con respecto a las víctimas admitidas a participar en el proceso a las que no fue posible reunirse durante la
consulta con la Secretaría en presencia del Representante Legal, la Sala toma nota de que el informe de la
Secretaría contiene una propuesta para abrir un período, que no exceda los seis meses, para enviar nuevas
solicitudes de indemnización. […] En opinión de la Sala, corresponde al Representante Legal, en consulta con
la Secretaría, enviar cualquier solicitud de reparación o cualquier otra información requerida para completar las
solicitudes de reparaciones presentadas por las víctimas. Cualquier solicitud de reparación presentada debe ir
acompañada -donde sea posible- de documentación de respaldo que acredite el alcance del daño sufrido y el
vínculo causal entre el presunto daño y el delito cometido.
Por último, la Sala cree que debe abrirse un plazo para la presentación de cualquier otra solicitud de reparaciones
en este caso hechas por víctimas aún por darse a conocer. Tales solicitudes también deben ir acompañadas -
cuando sea posible – de la documentación de respaldo que acredite el alcance del daño sufrido y el vínculo
causal entre el presunto daño y el delito cometido.
Ver No. ICC-01/04-01/07-3546-tENG, Sala de Primera Instancia II, 8 de mayo de 2015, párrs. 15-19.
[TRADUCCIÓN] [La] Sala no podrá pronunciarse sobre el monto monetario de la responsabilidad [de la
persona condenada] hasta que se hayan identificado víctimas potenciales y se haya examinado su estado como
víctimas elegibles para beneficiarse de las reparaciones y el alcance del daño que han sufrido. En este contexto,
la Sala recuerda que es la responsable de decidir sobre el estado de las víctimas elegibles una vez que la Defensa
haya tenido la oportunidad de presentar sus observaciones sobre la elegibilidad de cada víctima.
[L] a Sala instruye al Fondo Fiduciario en Beneficio de las Víctimas (TFV por sus siglas en inglés) a comenzar
el proceso de localizar e identificar víctimas potencialmente elegibles para beneficiarse de las reparaciones y
transmitir los resultados de este proceso a la Sala [...] .
[...]
[TRADUCCIÓN] La Sala confirma que no se pronunciará sobre la participación de los solicitantes en los
procedimientos de reparación y que los solicitantes participen en los procedimientos simplemente en virtud de
presentar su solicitud de reparación. Una vez que la Sala haya recibido todas las solicitudes de reparación, se
pronunciará sobre el fondo.
Ver No. ICC-01 / 04-01 / 07-3653-Corr-tENG, Sala de Primera Instancia II, 16 de febrero de 2016, párr. 12).
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
Decision on the Applications for Participation in the Proceedings Submitted by VPRS 1 to VPRS 6 in
the Case the Prosecutor v. Thomas Lubanga Dyilo (Sala de Cuestiones Preliminares I), n° ICC-01/04-
01/06-172-tEN, 29 de junio de 2006
Decision on the Applications for Participation in the Proceedings of a/0001/06, a/0002/06 and a/0003/06
in the Case of the Prosecutor v. Thomas Lubanga Dyilo and of the investigation in the Democratic
Republic of the Congo (Sala de Cuestiones Preliminares I), n° ICC-01/04-01/06-228-tEN, 28 de julio de
2006
Decision on the Applications for Participation in the Proceedings of a/0001/06, a/0002/06 and a/0003/06
in the case of the Prosecutor v. Thomas Lubanga Dyilo and of the investigation in the Democratic
Republic of the Congo (Sala de Cuestiones Preliminares I), n° ICC-01/04-177-tENG, 31 de julio de 2006
Decision on the Application for Participation of Victims a/0001/06 to a/0003/06 in the Status Conference
of 24 August 2006 (Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrado único), n° ICC-01/04-01/06-335-tEN, 17
de agosto de 2006
Decision on the application for participation of victims a/0001/06 to a/0003/06 in the status conference
of 5 September 2006 (Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrada única), n° ICC-01/04-01/06-380-tEN,
4 de septiembre de 2006
Decision on the Arrangements for Participation of Victims a/0001/06, a/0002/06 and a/0003/06 at
the Confirmation Hearing, (Sala de Cuestiones Preliminares I), n° ICC-01/04-01/06-462-tEN, 22 de
septiembre de 2006
Decision on the Applications for Participation a/0004/06 to a/0009/06, a/0016/06 to a/0063/06, a/0071/06
to a/0080/06 and a/0105/06 in the Case of The Prosecutor v. Thomas Lubanga Dyilo (Sala de Cuestiones
Preliminares I), n° ICC-01/04-01/06-601-tEN, 20 de octubre de 2006
Decision on “Prosecutor’s Application to attend 12 February hearing” (Sala de Cuestiones Preliminares
II, magistrado único), n° ICC-02/04-01/05-155, 9 de febrero de 2007
Sentencia relativa a la apelación del Sr. Thomas Lubanga Dyilo contra la decisión de la Sala de
Cuestiones Preliminares I titulada “Decisión relativa a la solicitud de puesta en libertad provisional de
Thomas Lubanga Dyilo” (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-01/06-824-tSPA OA7, 13 de febrero de 2007
Decision on the OPCV’s “Request to access documents and material” (Sala de Cuestiones Preliminares
II, magistrado único), n° ICC-02/04-01/05-222, 16 de marzo de 2007
Decision authorising the filing of observations on applications for participation in the proceedings
(Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrada unica), n° ICC-01/04-329-tEN, 23 de mayo de 2007
Decision of the Appeals Chamber on the Joint Application of Victims a/0001/06 to a/0003/06 and
a/0105/06 concerning “directions and Decision of the Appeals Chamber” (Sala de Apelaciones), n° ICC-
01/04-01/06-925 OA8, 13 de junio de 2007
Decision on matters of confidentiality and the Request for extension of the page limit (Sala de
Cuestiones Preliminares I, magistrada única), n° ICC-01/04-342-tEN, 19 de junio de 2007
Decision on the evidence and information provided by the Prosecution for the issuance of a warrant of
arrest for Germain Katanga (Sala de Cuestiones Preliminares I), n° ICC-01/04-01/07-4, 6 de julio de 2007
Order to the Prosecutor and the Victims and Witnesses Unit to submit observations on the unsealing of
certain documents in the record both of the situation and of the case (Sala de Cuestiones Preliminares
II, magistrada única), n° ICC-02/04-98-tENG, 12 de julio de 2007
Decision authorising the filing of observations on applications for participation in the proceedings
(Sala de Cuestiones PreliminaresI, magistrada única), n° ICC-01/04-358-tENG, 17 de julio de 2007
Decision on victims’ application for participation a/0010/06, a/0064/06 to a/0070/06, a/0081/06 to a/0104/06
and a/0111/06 to a/127/06 (Sala de Cuestiones Preliminares II, magistrado único), n° ICC-02/04-101, 10
de agosto de 2007
Decision on victims’ applications for participation a/0010/06, a/0064/06 to a/0070/06, a/0081/06 to a/0104/06
and a/0111/06 to a/0127/06 (Sala de Cuestiones Preliminares II, magistrado único), n° ICC-02/04-01/05-
252, 10 de agosto de 2007
Pursuant to Regulation 86(2) (e) of the Regulations of the Court and on the Disclosure of Exculpatory
Materials by the Prosecutor (Sala de Cuestiones PreliminaresI, magistrada única), n° ICC-02/05-110, 3
de diciembre de 2007
Decision on the Requests of the OPCD on the Production of Relevant Supporting Documentation
Pursuant to Regulation 86(2) (e) of the Regulations of the Court and on the Disclosure of Exculpatory
Materials by the Prosecutor (Sala de Cuestiones PreliminaresI, magistrada única), n° ICC-01/04-417, 7
de diciembre de 2007
Corrigendum to Decision on the Applications for Participation in the Proceedings of Applicants
a/0011/06 to a/0015/06, a/0021/07, a/0023/07 to a/0033/07 and a/0035/07 to a/0038/07 (Sala de Cuestiones
Preliminares I, magistrada única), n° ICC-02/05-111-Corr, 14 de diciembre de 2007
Decision on the Prosecution’s Application for Leave to Appeal the Decision on Victims’ Applications
for Participation a/0010/06, a/0064/06 to a/0070/06, a/0081/06 to a/0104/06 and a/0111/06 to a/0127/06 (Sala
de Cuestiones Preliminares II, magistrada única), n° ICC-02/04-112, 19 de diciembre de 2007
Decision on victims’ participation (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-1119, 18 de enero de
2008
Decision on Request for leave to appeal the «Decision on the Requests of the OPCD on the Production
of Relevant Supporting Documentation Pursuant to Regulation 86(2)(e) of the Regulations of the Court
and on the Disclosure of Exculpatory Materials by the Prosecutor” (Sala de Cuestiones Preliminares I,
magistrada única), n° ICC-02/05-118, 23 de enero de 2008
Decision on Request for leave to appeal the “Decision on the Requests of the OPCD on the Production
of Relevant Supporting Documentation Pursuant to Regulation 86(2)(e) of the Regulations of the Court
and on the Disclosure of Exculpatory Materials by the Prosecutor” (Sala de Cuestiones Preliminares I,
magistrada única), n° ICC-01/04-438, 23 de enero de 2008
Corrigendum to the “Decision on the Applications for Participation Filed in Connection with the
Investigation in the Democratic Republic of the Congo by a/0004/06 to a/0009/06, a/0016/06 to a/0063/06,
a/0071/06 to a/0080/06 and a/0105/06 to a/0110/06, a/0188/06, a/0128/06 to a/0162/06, a/0199/06, a/0203/06,
a/0209/06, a/0214/06, a/0220/06 to a/0222/06, a/0224/06, a/0227/06 to a/0230/06, a/0234/06 to a/0236/06,
a/0240/06, a/0225/06, a/0226/06, a/0231/06 to a/0233/06, a/0237/06 to a/0239/06 and a/0241/06 to a/0250/06”
(Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrada única), n° ICC-01/04-423-Corr-tENG, 31 de enero de 2008
Decision on the Requests for Leave to Appeal the Decision on the Application for Participation of
Victims in the Proceedings in the Situation (Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrada única), n°
ICC-02/05-121, 6 de febrero de 2008
Decision on the Prosecution, OPCD and OPCV Requests for Leave to Appeal the Decision on the
Applications for Participation of Victims in the Proceedings in the Situation (Sala de Cuestiones
Preliminares I, magistrada única), n° ICC-01/04-444, 6 de febrero de 2008
Decision of the Appeals Chamber on the OPCV’s request for clarification and the legal representatives’
request for extension of time and Order of the Appeals Chamber on the date of filing of applications
for participation and on the time of the filing of the responses thereto by the OPCD and the Prosecutor
(Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-450 OA4, 13 de febrero de 2008
Order of the Appeals Chamber on the date of filing of applications for participation and on the time of
the filing of the responses thereto by the OPCD and the Prosecutor (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-
480 OA5, 29 de febrero de 2008
Decision of the Appeals Chamber on the OPCV’s request for clarification And Order of the Appeals
Chamber on the date of filing of applications for participation and on the time of the filing of the
responses thereto by the OPCD and the Prosecutor (Sala de Apelaciones), n° ICC-02/05-129 OA, 29 de
febrero de 2008
Decision on victims’ applications for participation a/0010/06, a/0064/06 to a/0070/06, a/0081/06, a/0082/06,
a/0084/06 to a/0089/06, a/0091/06 to a/0097/06, a/0099/06, a/0100/06, a/0102/06 to a/0104/06, a/0111/06,
a/0113/06 to a/0117/06, a/0120/06, a/0121/06 and a/0123/06 to a/0127/06 (Sala de Cuestiones Preliminares II,
magistrado único), n° ICC-02/04-125, 14 de marzo de 2008
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
Decision on Notification of the Trust Fund for Victims and on its Request for Leave to respond to
OPCD’s Observations on the Notification (Sala de Cuestiones Preliminares II), n° ICC-02/04-01/05-283,
19 de marzo de 2008
Order of the Appeals Chamber on the date of filing of applications for participation by victims and on
the time of the filing of the responses thereto by the Prosecutor and the Defence (Sala de Apelaciones),
n° ICC-01/04-01/06-1239 OA9 OA10, 20 de marzo de 2008
Decision on the Application for Participation in the Proceedings of Applicants a/0327/07 to a/0337/07
and a/0001/08 (Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrada única), n° ICC-01/04-01/07-357, 2 de abril
de 2008
Fourth Decision on the Prosecution Request for Authorisation to Redact Documents related to Witnesses
166 and 233 (Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrada única), n° ICC-01/04-01/07-361, 3 de abril de
2008
Decision inviting the parties’ observations on applications for participation of a/0001/06 to a/0004/06,
a/0047/06 to a/0052/06, a/0077/06, a/0078/06, a/0105/06, a/0221/06, a/0224/06 to a/0233/06, a/0236/06, a/0237/06
to a/0250/06, a/0001/07 to a/0005/07, a/0054/07 to a/0062/07, a/0064/07, a/0065/07, a/0149/07, a/0155/07,
a/0156/07, a/0162/07, a/0168/07 to a/0185/07, a/0187/07 to a/0191/07, a/0251/07 to a/0253/07, a/0255/07 to
a/0257/07, a/0270/07 to a/0285/07, and a/0007/08 (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-1308, 6
de mayo de 2008
Decision on the Set of Procedural Rules Attached to Procedural Status of Victim at the Pre-Trial Stage
of the Case (Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrada única), n° ICC-01/04-01/07-474, 13 de mayo
de 2008
Decision, in limine, on Victim Participation in the appeals of the Prosecutor and the Defence against
Trial Chamber I’s Decision entitled “Decision on Victims’ Participation” (Sala de Apelaciones), n° ICC-
01/04-01/06-1335 OA9 OA10, 16 de mayo de 2008
Decision on Limitations of Set of Procedural Rights for Non-Anonymous Victims (Sala de Cuestiones
Preliminares I, magistrada única), n° ICC-01/04-01/07-537, 30 de mayo de 2008
Decision on the legal representative’s request for clarification of the Trial Chamber’s 18 January 2008
“Decision on victims’ participation” (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-1368, 2 de junio
de 2008
Public Redacted Version of the “Decision on the 97 Applications for Participation at the Pre-Trial Stage
of the Case” (Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrada única), n° ICC-01/04-01/07-579, 10 de junio
de 2008
Decision on Victim Participation in the appeal of the Office of Public Counsel for the Defence against
Pre-Trial Chamber I’s Decision of 3 December 2007 and in the appeals of the Prosecutor and the Office
of Public Counsel for the Defence against Pre-Trial Chamber I’s Decision of 6 December 2007 (Sala de
Apelaciones), n° ICC 02/05-138 OA2 OA3, 18 de junio de 2008
Decision on Victims’ Requests for Anonymity at the Pre-Trial Stage of the Case (Sala de Cuestiones
Preliminares I, magistrada única), n° ICC-01/04-01/07-628, 23 de junio de 2008
Decision on the Application for Participation of Witness 166 (Sala de Cuestiones Preliminares I,
magistrada única), n° ICC-01/04-01/07-632, 23 de junio de 2008
Decision on Victim Participation in the appeal of the Office of Public Counsel for the Defence against
Pre-Trial Chamber I’s Decision of 7 December 2007 and in the appeals of the Prosecutor and the Office
of Public Counsel for the Defence against Pre-Trial Chamber I’s Decision of 24 December 2007 (Sala de
Apelaciones), n° ICC-01/04-503 OA4 OA5 OA6, 30 de junio de 2008
Decision on the applications for participation filed in connection with the investigation in the
Democratic Republic of Congo by Applicants a/0047/06 to a/0052/06, a/0163/06 to a/0187/06, a/0221/06,
a/0225/06, a/0226/06, a/0231/06 to a/0233/03, a/0237/06 to a/0239/06, and a/0241/06 to a/0250/06 (Sala de
Cuestiones Preliminares I, magistrada única), n° ICC-01/04-505, 3 de julio de 2008
Sentencia relativa a las apelaciones del Fiscal y la Defensa contra la decisión de la Sala de Primera
Instancia I sobre la participación de las víctimas de 18 de enero de 2008 (Sala de Apelaciones), n° ICC-
01/04-01/06-1432-tSPA OA9 OA10, 11 de julio de 2008
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
(Rule 89(1) of the Rules of Procedure and Evidence) (Sala de Primera Instancia II), n° ICC-01/04-01/07-
1151-tENG, 19 de mayo de 2009
Fourth Decision Inviting the Parties to Submit their Observations on Applications for Participation
(Rule 89(1) of the Rules of Procedure and Evidence) (Sala de Primera Instancia II), n° ICC-01/04-01/07-
1206-tENG, 12 de junio de 2009
Decision on issues relating to victims’ applications in the Case (Sala de Cuestiones Preliminares I,
magistrado único), n° ICC-02/05-02/09-20, 12 de junio de 2009
Decision Pursuant to Article 61(7)(a) and (b) of the Rome Statute on the Charges of the Prosecutor
Against Jean-Pierre Bemba Gombo (Sala de Cuestiones Preliminares III), n° ICC-01/05-01/08-424, 15 de
junio de 2009
Decision on the applications by 7 victims to participate in the proceedings (Sala de Primera Instancia I),
n° ICC-01/04-01/06-2035, 10 de julio de 2009
Decision on the supplementary information relevant to the applications of 21 victims (Sala de Primera
Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-2063, 21 de julio de 2009
Order issuing confidential and public redacted versions of Annex A to the “Decision on the applications
by 7 victims to participate in the proceedings” of 10 July 2009 (ICC-01/04-01/06-2035) (Sala de Primera
Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-2065, 23 de julio de 2009
Corrigendum du dispositif de la décision relative aux 345 demandes de participation de victimes à la
procédure (Sala de Primera Instancia II), n° ICC-01/04-01/07-1347-Corr, 5 de agosto de 2009
Decision on the Legal Representative’s Request to Expedite the Consideration of Applications for
Victim Status’ (Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrada única), n° ICC-02/05-01/09-36, 27 de agosto
de 2009
Decision on the Participation of Victims in the Appeal against the «Decision on the Interim Release
of Jean-Pierre Bemba Gombo and Convening Hearings with the Kingdom of Belgium, the Republic
of Portugal, the Republic of France, the Federal Republic of Germany, the Italian Republic, and the
Republic of South Africa» (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/05-01/08-500 OA2, 3 de septiembre de 2009
Decision on the 34 Applications for Participation at the Pre-Trial Stage of the Case (Sala de Cuestiones
Preliminares I, magistrada única), n° ICC-02/05-02/09-121, 25 de septiembre de 2009
Public Redacted Version of “Decision on the 52 Applications for Participation at the Pre-Trial Stage
of the Case” (Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrada única), n° ICC-02/05-02/09-147-Red, 9 de
octubre de 2009
Decision on the “Request in respect of Information relevant to Victim Participation on the basis of the
Decision on 52 Applications for Participation at the Pre-Trial Stage of the Case” (Sala de Cuestiones
Preliminares I, magistrada única), n° ICC-02/05-02/09-169, 14 de octubre de 2009
Reasons for the “Decision on the Participation of Victims in the Appeal against the ‘Decision on the
Interim Release of Jean-Pierre Bemba Gombo and Convening Hearings with the Kingdom of Belgium,
the Republic of Portugal, the Republic of France, the Federal Republic of Germany, the Italian Republic,
and the Republic of South Africa’” (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/05-01/08-566 OA2, 20 de octubre
de 2009
Decision on the participation of victims in the appeals (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-01/06-2168
OA15 OA16, 20 de octubre de 2009
Decision On the Applications by Victims a/0443/09 to a/0450/09 to Participate in the Appeal against the
“Decision on the Prosecution’s Application for a Warrant of Arrest against Omar Hassan Ahmad Al
Bashir” and on the Request for an Extension of Time (Sala de Apelaciones), n° ICC-02/05-01/09-48 OA,
23 de octubre de 2009
Annex A to Order issuing public and confidential redacted annex to the Decision on the applications by
2 victims to participate in the proceedings of 10 September 2009 (ICC-01/04-01/06-2115) (Sala de Primera
Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-2115-AnxA-Red, 27 de octubre de 2009
Dispositif de la deuxième décision relative aux demandes de participation de victimes à la procédure
(Sala de Primera Instancia II), n° ICC-01/04-01/07-1669, 23 de noviembre de 2009
participantes que la tipificación jurídica de los hechos puede estar sujeta a cambios de conformidad con
el numeral 2 de la norma 55 del Reglamento de la Corte” (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-01/06-2205-
tSPA OA15 OA16, 8 de diciembre de 2009
Decision on Applications a/0011/06 to a/0013/06, a/0015/06 and a/0443/09 to a/0450/09 for Participation in
the Proceedings at the Pre-Trial Stage of the Case (Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrada única),
n° ICC-02/05-01/09-62, 10 de diciembre de 2009
Order to the Victims Participation and Reparations Section Concerning Victims’ Representations
Pursuant to Article 15(3) of the Statute (Sala de Cuestiones Preliminares II), n° ICC-01/09-4, 10 de
diciembre de 2009
Motifs de la deuxième décision relative aux demandes de participation de victimes à la procédure (Sala
de Primera Instancia II), n° ICC-01/04-01/07-1737, 22 de diciembre de 2009
Decision on the Modalities of Victim Participation at Trial (Sala de Primera Instancia II), n° ICC-01/04-
01/07-1788-tENG, 22 de enero de 2010
Decision defining the status of 54 victims who participated at the pre-trial stage, and inviting the
parties’ observations on applications for participation by 86 applicants (Sala de Primera Instancia III),
n° ICC-01/05-01/08-699, 22 de febrero de 2010
Grounds for the Decision on the 345 Applications for Participation in the Proceedings Submitted by
Victims (Sala de Primera Instancia II), n° ICC-01/04-01/07-1491-Red-tENG, 10 de marzo de 2010
Decision on the defence observations regarding the right of the legal representatives of victims
to question defence witnesses and on the notion of personal interest -and- Decision on the defence
application to exclude certain representatives of victims from the Chamber during the non-public
evidence of various defence witnesses (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-2340, 11 de
marzo de 2010
Motifs de la troisième décision relative à 8 demandes de participation de victimes à la procédure (Sala
de Primera Instancia II), n° ICC-01/04-01/07-1967, 16 de marzo de 2010
Decision on Applications a/0655/09, a/0656/09, a/0736/09 to a/0747/09, and a/0750/09 to a/0755/09 for
Participation in the Proceedings at the Pre-Trial Stage of the Case (Sala de Cuestiones Preliminares I,
magistrada única), n° ICC-02/05-02/09-255, 19 de marzo de 2010
Decision on the Participation of Victims in the Appeal of Mr Katanga Against the “Decision on the
Modalities of Victim Participation at Trial” (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-01/07-2124 OA11, 24 de
mayo de 2010
Redacted Decision on Intermediaries (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-2434-Red2, 31 de
mayo de 2010
Decision on 8 Applications for Victims’ Participation in the Proceedings (Sala de Cuestiones
Preliminares I, magistrada única), n° ICC-02/05-01/09-93, 9 de julio de 2010
Corrigendum to Decision on the participation of victims in the trial and on 86 applications by victims
to participate in the proceedings (Sala de Primera Instancia III), n° ICC-01/05-01/08-807-Corr, 12 de julio
de 2010
Decision on the Participation of Victims in the Appeal against Trial Chamber I’s Oral Decision of 15
July 2010 to Release Thomas Lubanga Dyilo (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-01/06-2555 OA17, 17
de agosto de 2010
Decision on the Participation of Victims in the Appeal against the “Decision on the review of the
detention of Mr Jean-Pierre Bemba Gombo pursuant to Rule 118(2) of the Rules of Procedure and
Evidence” of Trial Chamber III (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/05-01/08-857 OA4, 18 de agosto de 2010
Decision on the Participation of Victims in the Appeal against Trial Chamber I’s Decision to Stay the
Proceedings (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-01/06-2556 OA18, 18 de agosto de 2010
Decision on Victims’ Participation at the Hearing on the Confirmation of the Charges (Sala de
Cuestiones Preliminares I), n° ICC-02/05-03/09-89, 29 de octubre de 2010
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Participación de las víctimas en las actuaciones
Republic (Sala de Cuestiones Preliminares II, magistrado único), n° ICC-01/05-31, 11 de noviembre de
2010
Decision on issues related to the hearing on the confirmation of charges (Sala de Cuestiones Preliminares
I), n° ICC-02/05-03/09-103, 17 de noviembre de 2010
Decision on 772 applications by victims to participate in the proceedings (Sala de Primera Instancia III),
n° ICC-01/05-01/08-1017, 18 de noviembre de 2010
Decision on 653 applications by victims to participate in the proceedings (Sala de Primera Instancia III),
n° ICC-01/05-01/08-1091, 23 de diciembre de 2010
Redacted Decision on the disclosure of information from victims’ application forms (a/0225/06, a/0229/06
and a/0270/07) (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-2586-Red, 4 de febrero de 2011
Redacted version of the Corrigendum of Decision on the applications by 15 victims to participate in the
proceedings (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-2659-Corr-Red, 8 de febrero de 2011
First Decision on Victims’ Participation in the Case (Sala de Cuestiones Preliminares II, magistrada
única), n° ICC-01/09-01/11-17, 30 de marzo de 2011
First Decision on Victims’ Participation in the Case (Sala de Cuestiones Preliminares II, magistrada
única), n° ICC-01/09-02/11-23, 30 de marzo de 2011
Decision on the Conduct of the Proceedings Following the Application of the Government of Kenya
Pursuant to Article 19 of the Rome Statute (Sala de Cuestiones Preliminares II), n° ICC-01/09-01/11-31,
4 de abril de 2011
Decision on the Conduct of the Proceedings Following the Application of the Government of Kenya
Pursuant to Article 19 of the Rome Statute (Sala de Cuestiones Preliminares II), n° ICC-01/09-02/11-40,
4 de abril de 2011
Second Decision on the Motion of Legal Representative of Victim Applicants to Participate in Initial
Appearance proceedings and Article 19 Admissibility Proceedings (Sala de Cuestiones Preliminares II,
magistrada única), n° ICC-01/09-01/11-40, 6 de abril de 2011
Decision on victims’ participation in proceedings relating to the situation in the Democratic Republic of
the Congo (Sala de Cuestiones Preliminares I), n° ICC-01/04-593, 11 de abril de 2011
Decision requesting observations on the place of the proceedings for the purposes of the Confirmation
of the Charges Hearing (Sala de Cuestiones Preliminares II), n° ICC-01/09-01/11-106, 3 de junio de 2011
Decision requesting observations on the place of the proceedings for the purposes of the Confirmation
of the Charges Hearing (Sala de Cuestiones Preliminares II), n° ICC-01/09-02/11-102, 3 de junio de 2011
Decision on the “Proposal on victim participation in the confirmation hearing” (Sala de Cuestiones
Preliminares I, magistrada única), n° ICC-01/04-01/10-229, 10 de junio de 2011
Decision on the applications to resume action submitted by the family members of deceased Victims
a/0025/08, a/0051/08, a/0197/08 and a/0311/09 (Sala de Primera Instancia II), n° ICC-01/04-01/07-3018-
tENG, 14 de junio de 2011
Decision on the Registrar’s “Request for instructions on the processing of victims’ applications” (Sala
de Cuestiones Preliminares II, magistrada única), n° ICC-01/09-01/11-147, 28 de junio de 2011
Decision on the “OPCV’s Request for Leave to Respond to ‘Defence Observations on 4 Applications
for Victim Participation in the Proceedings’” (Sala de Cuestiones Preliminares II, magistrada única), n°
ICC-01/09-02/11-147, 1 de julio de 2011
Order to the Victims Participation Section Concerning Victims’ Representations Pursuant to Article
15(3) of the Statute (Sala de Cuestiones Preliminares III), n° ICC-02/11-6, 6 de julio de 2011
Décision relative au maintien du statut de victime participant à la procédure des victimes a/0381/09 et
a/0363/09 et à la demande de Me Nsita Luvengika en vue d’être autorisé à mettre fin à son mandat de
Représentant légal desdites victimes (Sala de Primera Instancia II), n° ICC-01/04-01/07-3064, 7 de julio
de 2011
Decision on Victims’ Participation at the Confirmation of the Charges Hearing and in the Related
Proceedings (Sala de Cuestiones Preliminares II, magistrada única), n° ICC-01/09-01/11-249, 5 de agosto
de 2011
Decision on 138 applications for victims’ participation in the proceedings (Sala de Cuestiones
Preliminares I, magistarda única), n° ICC-01/04-01/10-351, 11 de agosto de 2011
Decision requesting observations on the “Defence Challenge to the jurisdiction of the Court” (Sala de
Cuestiones Preliminares I, magistrada única), n° ICC-01/04 -01/10-377, 16 de agosto de 2011
Redacted version of the Decision on 13 applications for victims’ participation in proceedings related to
the situation in the Democratic Republic of the Congo (Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrada
única), n° ICC-01/04-597-Red, 18 de agosto de 2011
Decision on Victims’ Participation at the Confirmation of the Charges Hearing and in the Related
Proceedings (Sala de Cuestiones Preliminares II, magistrada única), n° ICC-01/09-02/11-267, 23 de agosto
de 2011
Decision setting a timeline for the filing of observations on pending victims’ applications (Sala de
Primera Instancia III), n° ICC-01/05-01/08-1726, 9 de septiembre de 2011
Decision on the applications for participation of victim applicants a/2176/11 and a/2195/11 (Sala de
Cuestiones Preliminares I), n° ICC-01/04-01/10-441, 23 de septiembre de 2011
Decision on 270 Applications by victims to participate in the proceedings (Sala de Primera Instancia
III), n° ICC-01/05-01/08-1862, 25 de octubre de 2011
Decision on the Registry Report on six applications to participate in the proceedings (Sala de Primera
Instancia IV), n° ICC-02/05-03/09-231-Corr, 28 de octubre de 2011
Corrigendum of the decision on the applications to resume action submitted by the family members of
deceased Victims a/0025/08 and a/0311/09 (Sala de Primera Instancia II), n° ICC-01/04-01/07-3185-Corr-
tENG, 18 de noviembre de 2011
Decision on 418 Applications by victims to participate in the proceedings (Sala de Primera Instancia
III), n° ICC-01/05-01/08-2011, 15 de diciembre de 2011
Decision on Victim’s Participation in Proceedings Related to the Situation in Libya (Sala de Cuestiones
Preliminares I), nº ICC-01/11-18, 24 de enero de 2012
Reasons for “Decision on the appeal of the Prosecutor of 19 December 2011 against the ‘Decision on the
confirmation of the charges’ and in the alternative, against the ‘Decision on the Prosecution’s Request
for stay of order to release Callixte Mbarushimana’ and on the victims’ request for participation of 20
December 2011 (Sala de Apelaciones), nº ICC-01/04-01/10-483 OA 3, 24 de enero de 2012
Order on the applications by victims to participate and for reparations (Sala de Primera Instancia I), nº
ICC-01/04-01/06-2838, 27 de enero de 2012
Decision on issues related to the victims’ application process (Sala de Cuestiones Preliminares III,
magistrada única), nº ICC-02/11-01/11-33, 6 de febrero de 2012
Judgment pursuant to Article 74 of the Statute (Sala de Primera Instancia I), nº ICC-01/04-01/06-2842, 14
de marzo de 2012
Scheduling order concerning timetable for sentencing and reparations (Sala de Primera Instancia I), nº
ICC-01/04-01/06-2844, 14 de marzo de 2012
Order refusing a request for reconsideration (Sala de Primera Instancia I), nº ICC-01/04-01/06-2846, 27
de marzo de 2012.
Decision on the « Requête tendant à obtenir autorisation de participer à la procédure d’appel contre
la ‘Décision relative à la confirmation des charges’ » (ICC-01/04-01/10-465-Conf-tFRA) (Sala de
Apelaciones), nº ICC-01/04-01/10-509 OA4, 2 de abril de 2012
Second Decision on issues related to the victims’ application process (Sala de Cuestiones Preliminares
I, magistrada única), nº ICC-02/11-01/11-86, 5 de abril de 2012
Order fixing the date for the sentencing hearing (Sala de Primera Instancia I), nº ICC-01/04-01/06-2871,
24 de abril de 2012
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
Charges Hearing and in Related Proceedings (Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrada única), nº
ICC-02/11-01/11-138, 4 de junio de 2012
Order on the scheduling of a hearing and status conferences on 11 July 2012 (Sala de Primera Instancia
IV), n° ICC-02/05-03/09-366, 6 de julio de 2012
Decision on Sentence pursuant to Article 76 of the Statute (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-
01/06-2901, 10 de julio de 2012
Public redacted version of “Decision on the tenth and seventeenth transmissions of applications by
victims to participate in the proceedings” (Sala de Primera Instancia III), n° ICC-01/05-01/08-2247-Red,
19 de julio de 2012
Decision establishing the principles and procedures to be applied to reparations (Sala de Primera
Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-2904, 7 de agosto de 2012
Decision on the defence request for leave to appeal the Decision establishing the principles and
procedures to be applied to reparations (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-2911, 29 de
agosto de 2012
Directions on the conduct of the appeal proceedings (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-01/06-2923 A
A2 A3 OA21, 17 de septiembre de 2012
Decision on victims’ representation and participation (Sala de Primera Instancia V), n° ICC-01/09-01/11-
460, 3 de octubre de 2012
Decision on victims’ representation and participation (Sala de Primera Instancia V), n° ICC-01/09-02/11-
498, 3 de octubre de 2012
Decision on 799 applications to participate in the proceedings, (Sala de Primera Instancia III), n° ICC-
01/05-01/08-2401, 5 de noviembre de 2012
Decision on the participation of victims in the appeals against the Trial Chamber I’s conviction and
sentencing decisions (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-01/06-2951 A4 A5 A6, 13 de diciembre de 2012.
Decision on the admissibility of the appeals against the Trial Chamber I’s “Decision establishing the
principles and procedures to be applied to reparations” and directions on the further conduct of the
proceedings (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-01/06-2953 A A2 A3 OA21, 14 de diciembre de 2012
Decision on the application of victims to participate in the appeal against Trial Chamber II’s decision
on the implementation of regulation 55 of the Regulations of the Court (Sala de Apelaciones), n° ICC-
01/04-01/07-3346 OA 13, 17 de enero 2013
Second decision on victims’ participation at the confirmation of charges hearing and in the related
proceedings (Sala de Cuestiones Preliminares I), n° ICC-02/11-01/11-384, 6 de febrero 2013
Order on the filing of submissions on new applications to participate as victims in the proceedings
(Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-01/06-2978 A4 A5 A6, 14 de febrero de 2013
Decision on the OPCV’s “Request to access documents related to the ‘Requête relative à la recevabilité
de l’affaire en vertu des Articles 19 et 17 du Statut” filed by the Defence on 15 February 2013” (Sala de
Cuestiones Preliminares I), n° ICC-02/11-01/11-406, 18 de febrero de 2013
Decision on the participation of victims in the appeal against Trial Chamber II’s “Jugement rendu en
application de l’article 74 de Statut” (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-02/12-30 A, 6 de marzo de 2013
Decision on the participation of victims in the appeal (Sala de Apelaciones), n° ICC-02/05-03/09-470 OA
4, 6 de mayo de 2013
Separate Opinion of Judge Sang-Hyun Song (Sala de Apelaciones), n° ICC-02/05-03/09-470-Anx OA 4,
6 de mayo de 2013
Decision on the request of the Registrar relating to the transmission of applications for participation in
the appeal proceedings and on related issues (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-01/06-3026 A 4 A 5 A
6, 6 mayo de 2013
Décision relative à la demande de reprise d’instance formée par un proche de la victime décédée
a/0253/09 (Sala de Primera Instancia II), n° ICC-01/04-01/07-3383, 10 de junio de 2013
Decision on 32 applications to participate in the proceedings (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-01/06-
3045-Red2 A 4 A 5 A 6, 27 de agosto de 2013
Decision on the application to resume action, submitted by a family member of deceased Victim
a/0253/09 (Sala de Primera Instancia II), n° ICC-01/04-01/07-3383-tENG, 27 de Agosto de 2013
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
application to participate in the interlocutory appeal against the ninth decision on Mr Gbagbo’s
detention (ICC-02/11-01/15-134-Red3)” (Sala de Apelaciones), No. ICC-02/11-01/15-158 OA6, 22 de julio
de 2015
Decision on the “Prosecution’s Request to be Provided with Unredacted Copies of Victims’ Applications
Submitted in the Situation in Uganda and the Case of The Prosecutor v. Joseph Kony et al”. (Sala de
Cuestiones Preliminares II, Magistrado único), No. ICC-02/04-01/15-280, 29 de julio de 2015
Reasons for the “Decision on the Request for the recognition of the right of victims authorized
To participate in the case to automatically participate in any interlocutory appeal arising from the case
and, in the alternative, application to participate in the interlocutory appeal against the ninth decision
on Mr Gbagbo’s detention (ICC-02/11-01/15-134-Red3)’” (Sala de Apelaciones), No. ICC-02/11-01/15-172
EO T OA6, 31de julio de 2015
Decision on the “Defence Request for the Disclosure of Unredacted or Less Redacted Victim
Applications” (Sala de Primera Instancia II), No. ICC-01/04-01/07-3583-tENG, 1 de septiembre de 2015
Decision on the Legal Representative of Victims’ requests to maintain redactions to information relating
to certain intermediaries (Sala de Primera Instancia I), No. ICC-02/11-01/15-202, 2 de septiembre de 2015
Decision concerning the procedure for admission of victims to participate in the proceedings in the
present case (Sala de Cuestiones Preliminares II, Magistrado único), No. ICC-02/04-01/15-299, 3 de
septiembre de 2015
Decision setting time limits for submissions on Victims’ Applications (Sala de Primera Instancia I), No.
ICC-02/1101/15-276, 7 de octubre 2015
Decision on the request of the common legal representative of victims for assistance from the Victims
and Witnesses Unit (Sala de Primera Instancia II), No. ICC-01/04-01/07-3608-tENG, 9 de octubre 2015
Decision on contested victims’ applications for participation, legal representation of victims and their
procedural rights (Sala de Cuestiones Preliminares II, Single Judge), No. ICC-02/04-01/15-350, 27 de
noviembre 2015
Decision on victims’ participation status (Trial Chamber I), No. ICC-02/11-01/15-379, 7 January 2016
Order instructing the Trust Fund for Victims to supplement the draft implementation plan (Sala de
Primera Instancia II), No. ICC-01/04-01/06-3198-tENG, 9 de febrero 2016
Corrigendum to the “Order relating to the submission of the Legal Representative of Victims” (Sala de
Primera Instancia II), No. ICC-01/04-01/07-3653-Corr-tENG, 16 de febrero de 2016
Decision on “Requête relative à la reprise des actions introduites devant la Cour par des victimes
décédées” (Sala de Primera Instancia III), No. ICC-01/05-01/08-3346, 24 de marzo de 2016
Decision on the submission of observations on the requests for reparations and the applications to
resume action (Sala de Primera Instancia II), No. ICC-01/04-01/07-3682-tENG, 14 de abril 2016
Decision on Prosecutor’s requests for lifting of certain redactions in victim application forms (ICC02/11-
01/15-465 and ICC-02/11-01/15-493) (Sala de Primera Instancia I), No. ICC-02/11-01/15-506,
9 de mayo 2016
Decision on the applications for resumption of action lodged by the family members of deceased
victims a/0015/09, a/0032/08, a/0057/08, a/0166/09, a/0192/08, a/0225/09, a/0281/08, a/0282/09, a/0286/09,
a/0298/09, a/0354/09, a/0361/09, a/0391/09, a/2743/10 and a/30490/15 (Sala de Primera Instancia II), No.
ICC-01/04-01/07-3691tENG, 11 de Agosto de 2016 (con fecha de 20 de mayo 2016)
Public redacted version of ‘Decision on Victim Participation at Trial and on Common Representation of
Victims’ (Sala de Primera Instancia VIII), No. ICC-01/12-01/15-97-Red, 8 de junio de 2016
Decision on Disclosure of Victims’ Identities (Trial Chamber IX, Single Judge), No. ICC-02/04-01/15471,
17 de Junio de 2016
Decision on Prosecution’s Request to Disclose Lesser Redacted Versions of 43 Victims’ Applications
(Sala de Primera Instancia IX, Single Judge), No. ICC-02/04-01/15-907, 6 de julio de 2017
Decision on the Application for Resumption of Action Submitted by a Relative of Deceased Va/0265/09
and the Appointment of a New Representative for Victim A/0071/08 (Sala de Primera Instancia II) No.
ICC-01/04-01/07-3721-tENG, 12 de diciembre 2016
Order for the Transmission of the Application Files of Victims who may be Eligible for Reparations
to The Defence Team of Thomas Lubanga Dyilo (Sala de Primera Instancia II), No. ICC-01/04-01/06-
3275, 22 de febrero de 2017
Decision on LRV Request Concerning the Deaths of Participating Victims (Sala de Primera Instancia
IX, Magistrado único), No. ICC-02/04-01/15-962, 30 de Agosto de 2017
Decision on LRV Request for Resumption of Action for Deceased Victim a/35084/16 (Sala de Primera
Instancia IX Magistrado único, No. ICC-01/12-01/15-223, 2 de junio de 2017
Decision on the Application of the Defence for Thomas Lubanga Dyilo of 24 April 2017 concerning
Redactions in some of the Files of Potentially Eligible Victims (Sala de Primera Instancia II), No. ICC-
01/04-01/063328-tENG, 5 de junio de 2017
Decision on the Motion of the Office of Public Counsel for Victims for Reconsideration of the Decision
of 6 April 2017 (Sala de Primera Instancia II), No. ICC-01/04-01/06-3338-tENG, 13 de julio de 2017
Second decision on applications for resumption of actions initiated by deceased victims (Sala de
Primera Instancia III), No. ICC-01/05-01/08-3558, 29 de Agosto de 2017
Decision on the resumption of action applications (Sala de Primera Instancia I), No. ICC-02/11-01/15-
1052, 11 de octubre de 2017
Corrected Version of the “Decision Setting the Size of the Reparations Award for which Thomas
Lubanga Dyilo is Liable” (Sala de Primera Instancia II), No. ICC-01/04-01/06-3379-Red-Corr, 21 de
diciembre de 2017
Public Redacted Judgment on the appeals against the order of Trial Chamber II of 24 March 2017
entitled “Order for Reparations pursuant to Article 75 of the Statute” (Sala de Apelaciones), No. ICC-
01/04-01/073778-Red A3 A4 A5, 8 de marzo de 2018
Public redacted version of “Decision on Trust Fund for Victims’ Draft Implementation Plan Reparations”,
12 July 2018 (Sala de Primera Instancia VIII), No. ICC-01/12-01/15-273-Red, 12 de julio 2018
Decision on TFV Request for Clarification Regarding Individual Reparations for Economic Harm (Sala
de Primera Instancia VIII), No. ICC-01/12-01/15-280, 31 de Agosto de 2018
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
Párrafo 3 del artículo 15; párrafo 3 del artículo 19; párrafos 1 y 2 del artículo 68; párrafo
3 del artículo 68; párrafo 3 del artículo 75; párrafo 4 del artículo 87; apartado j) del
párrafo 1 del artículo 93 del Estatuto de Roma
Reglas 16, 69, 70 a 73, 87 a 91, 94, 95, 97 a 99, 101, subregla 2 de la regla 132, reglas
136, 139, 143, subreglas 1 y 2 de la regla 144, reglas 145, 191, 217 y 221 de las Reglas
de Procedimiento y Prueba Numeral 8 de la norma 21; numeral 2 de la norma 24;
numerales 1 y 2 de la norma 28; numerales 1 y 2 de la norma 31; norma 54; numerales
2 y 3 de la norma 79; numerales 1 y 2 de la norma 86; normas 86; 88 y numeral (c) de la
norma 117 del Reglamento de la Corte
Subnorma 4 de la norma 64; subnorma 4 de la norma 66; subnormas 2 y 4 de la norma
99 y subnorma 3 de la norma 109 del Reglamento de la Secretaría
[TRADUCCIÓN] El párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto de Roma otorga facultades discrecionales a la Sala para
determinar las modalidades de participación ligadas a dicho estatus procesal. La Sala debe ejercer su facultad
discrecional para delimitar las modalidades de participación de una manera que no redunde en detrimento de
los derechos del acusado.
Véase n° ICC-01/04-423-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 31 de enero de 2008,
párr. 5.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única adopta un enfoque sistemático que consiste en una determinación clara
del conjunto de derechos procesales que pueden ejercer aquellos a quienes se les ha otorgado el estatus procesal
de víctima en la etapa de cuestiones preliminares de una causa.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de mayo de 2008,
párr. 49.
[TRADUCCIÓN] Al adoptar un enfoque sistemático, la magistrada única tiene por objeto garantizar que la
regla atribuida a aquellos a quienes se les ha otorgado el estatus procesal de víctima en la etapa de cuestiones
preliminares de una causa ante la Corte es: […] (iv) significativa - y no meramente simbólica - lo que sería
el caso si las víctimas estuvieran obligadas a solicitar la autorización de la Sala competente para realizar la
actividad procesal más básica, como lo es responder a las observaciones de una parte.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de mayo de 2008,
párr. 51.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única desea señalar que, en la decisión de 5 de agosto de 2011, sostuvo que el
Representante legal de las víctimas puede ser autorizado por la Sala a presentar observaciones escritas sobre
cuestiones específicas de derecho y/o de hecho si: i) el Representante legal de las víctimas demuestra, por
medio de una solicitud en este sentido, que los intereses personales de las víctimas se ven afectados por la(s)
cuestión(es) en juego, y ii) la Sala considera que dichas observaciones son convenientes, a la luz, entre otras
cosas, de la etapa de las actuaciones, la naturaleza de la(s) cuestión(es) tratadas, los derechos de los sospechosos
y el principio de equidad y celeridad de las actuaciones.
La magistrada única también hace hincapié en que la evaluación de las solicitudes de conformidad con el
párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto no puede llevarse a cabo en abstracto, sino que, por el contrario, debe
realizarse caso por caso, con relación a una solicitud específica y motivada presentada por el Representante
legal de las víctimas.
La magistrada única reconoce los derechos bien establecidos de las víctimas y el mandato de su Representante
legal de presentar a la Sala las opiniones y observaciones de las víctimas en relación con las cuestiones que
afectan a sus intereses. En consecuencia, el hecho de que el Representante legal sólo fue capaz de consultar a
las víctimas sobre las cuestiones incluidas en la solicitud después del final de la audiencia de confirmación de
los cargos, no impide, en principio, que estas opiniones y observaciones sean presentadas ante la Sala a través
del Representante legal. Esto, sin embargo, debe estar sujeto a las condiciones establecidas en el párrafo 3 del
artículo 68 del Estatuto y detalladas en la decisión de 5 de agosto de 2011.
las normas de la prueba previstas en el Estatuto, los resultados de tales investigaciones, a saber, las pruebas
recogidas y presentadas ante la Sala.
Por lo tanto, el artículo 54 del Estatuto confiere al Fiscal poderes de investigación autónomos e independientes,
y le impone más concretamente la obligación de: garantizar una investigación y un enjuiciamiento efectivos;
cubrir todos los hechos y las pruebas pertinentes, en particular, investigar tanto circunstancias incriminantes
como eximentes; respetar los intereses de las víctimas y testigos; y respetar plenamente los derechos de las
personas derivados del Estatuto. En consecuencia, en opinión de la magistrada única y teniendo en cuenta el
marco jurídico en cuestión, el destinatario adecuado de las observaciones de las víctimas sobre las presuntas
irregularidades en las investigaciones en la presente causa como se describen en la solicitud del Representante
legal, debería ser el Fiscal.
Véase n° ICC-01/09-01/11-371, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 9 de diciembre de
2011, párrs. 11-17.
[TRADUCCIÓN] La Oficina Pública de Defensa de las víctimas solicita a la magistrada única que ordene que las
partes presenten versiones adecuadamente expurgadas de sus respectivas observaciones en el expediente de la
causa y evalúen si ciertas partes de la audiencia pudieran realizarse en sesiones públicas con la comparecencia
del Representante legal común.
[…]
La magistrada única considera [la solicitud] admisible, a pesar de las objeciones de la Defensa. Como la Defensa
observó correctamente, la Oficina Pública de Defensa de las víctimas sólo puede realizar presentaciones por
escrito con la autorización de la Sala. Sin embargo, considerando su contenido, la presentación en cuestión debe
verse como una solicitud de participación con relación al asunto determinado y, como tal, debe considerarse
adecuadamente presentada y las exposiciones en ella contenidas deberán ser sopesadas en cuanto al fondo.
Véase nº ICC-02/11-01/11-249, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 20 de septiembre de
2012, párrs. 25 y 30.
[TRADUCCIÓN] Las víctimas que no deseen presentar sus opiniones y observaciones de forma individual
y directa a la Sala, sino expresarlas mediante un Representante legal común, no tendrán que presentar una
solicitud conforme a la subregla 1 de la regla 89 de las Reglas. Sin embargo, estas víctimas pueden, si así lo
desean, registrarse en la Secretaría, indicando sus nombres, datos de contacto, así como información relativa al
daño sufrido. La Secretaría incluirá los registros de estas víctimas en una base de datos que administrará y hará
accesible al Representante legal común.
El propósito de este registro es triple: en primer lugar, dar a las víctimas una vía por la que puedan formalizar sus
alegaciones sobre su estatus de víctimas; en segundo lugar, establecer una conexión personal entre la víctima
y el Representante legal común, permitiendo que las víctimas contribuyan y que el Representante legal común
dé respuestas pertinentes a las víctimas; en tercer lugar, ayudar a la Corte a comunicarse con las víctimas y a
preparar los informes periódicos.
Se puede permitir que las víctimas que deseen presentar sus opiniones de forma individual compareciendo
directamente ante la Sala, en persona o por videoconferencia, lo hagan en varias fases del juicio y del modo
que determine la Sala. El Representante legal común presentará una solicitud en nombre de dichas víctimas,
explicando por qué se considera que son las más adecuadas para reflejar los intereses de las víctimas, junto
con un resumen detallado de los aspectos que serán abordados por cada víctima si es autorizada a presentar
sus opiniones y observaciones. Con motivo de la preparación de dicha petición, el Representante legal común
puede solicitar la asistencia de la Oficina Pública de Defensa de las víctimas si es necesario.
Véase nº ICC-01/09-01/11-460, Sala de Primera Instancia V, 3 de octubre de 2012, párrs. 49-50 y 56; nº ICC-
01/09-02/11-498, Sala de Primera Instancia V, 3 de octubre de 2012, párrs. 48-49 y 55.
[TRADUCCIÓN] De conformidad con el artículo 24 del Reglamento de la Corte, los representantes legales de
las víctimas también tienen derecho a presentar mociones por escrito, respuestas y réplicas con relación a todos
los asuntos para los cuales el Estatuto y las Reglas no excluyen su intervención y para los cuales la Sala no ha
limitado su participación proprio motu o a petición de las partes, la Secretaría o cualquier otro participante.
En consecuencia, la Magistrada única considera que el Representante Legal Común de las víctimas admitidas
para participar en la presente decisión puede ser autorizado por la Sala para presentar observaciones escritas
sobre asuntos específicos de hecho y/o de derecho. Este derecho puede ejercerse bajo las condiciones que (i)
el representante legal pruebe, mediante una solicitud a tal efecto, que los intereses personales de las víctimas
se ven afectados por el tema o los temas en juego; y (ii) la Sala lo considera apropiado, teniendo en cuenta,
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
[TRADUCCIÓN] IX. Derechos de participación
En cuanto a los derechos participativos, la Magistrada Única recuerda que, de conformidad con el Estatuto y
las Reglas, las víctimas que participan en las actuaciones están facultadas expressis verbis a varios derechos
procesales específicos, que pueden ejercer a través de su representante legal. Además de estos derechos
específicos conferidos a las víctimas ex lege, la Sala puede otorgar otros derechos a solicitud específica del
representante legal o proprio motu, de conformidad con el artículo 68(3) del Estatuto.
De acuerdo con esta disposición, las víctimas pueden presentar sus puntos de vista y preocupaciones en las
“etapas del proceso que la Corte considere apropiadas y de una manera que no sea perjudicial o incompatible con
los derechos del acusado y un juicio justo e imparcial”. La Magistrada Única recuerda que, de conformidad con
el artículo 68 (3) del Estatuto, el derecho a expresar sus puntos de vista y preocupaciones puede ser otorgado por
el representante legal común de las víctimas a petición específica, justificando por qué sus intereses personales
se ven afectados por el tema en cuestión. Dicha evaluación no se puede llevar a cabo en forma abstracta, sino
caso-por-caso, dependiendo del(los) asunto(s) en cuestión y de la justificación dada por el representante legal
en apoyo de su solicitud.
Además, la Magistrada Única debe tener en cuenta si el ejercicio de algún derecho específico por parte del
representante legal común de las víctimas será perjudicial o incompatible con los derechos del sospechoso.
[…]
4. Presentación de los argumentos escritos
La Magistrada Única considera apropiado y coherente con sus anteriores fundamentos de derecho, otorgar
el derecho a RLC1 y RLC2 a realizar presentaciones escritas sobre asuntos específicos de ley y/o hechos. Para
que la Magistrada Única otorgue este derecho, RLC1 y / o RLC2 deben presentar una solicitud específica a este
efecto en cumplimiento de los requisitos del artículo 68(3) del Estatuto, como se menciona en los párrafos 82-
83 anteriores.
Véase N° ICC-01/04-02/06-211, Sala de Cuestiones Preliminares II, 15 de Enero de 2014, párr. 81 – 83.
[TRADUCCIÓN] La Sala estima que las víctimas tienen capacidad para presentar observaciones en virtud del
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto. Este artículo dispone que ‘la Corte permitirá, en las fases del juicio que
considere conveniente, que se presenten y tengan en cuenta las opiniones y observaciones de las víctimas si
se vieren afectados sus intereses personales’. Además, la Sala considera que la regla 93 le faculta para aceptar
las observaciones presentadas por las víctimas sobre cualquier cuestión y en cualquier fase de las actuaciones,
cuando la Sala lo estime procedente. La Sala considera que los intereses personales de las víctimas se ven
afectados por la Solicitud, habida cuenta de que sus solicitudes de participación están vinculadas, entre otras
cosas, a presuntas deportaciones de Myanmar a Bangladesh en agosto de 2017. Por añadidura, puesto que sus
observaciones están relacionadas con la cuestión jurídica específica dimanante de la Solicitud, la Sala estima
procedente, en estas circunstancias particulares, recabar observaciones de las víctimas en esta fase.
Véase núm. ICC-RoC46(3)-01/18-37, Sala de Cuestiones Preliminares I, 6 de septiembre de 2018, párr. 21.
[TRADUCCIÓN] Al ejercer sus derechos procesales de conformidad con el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto
de Roma, las víctimas pueden, ante la Sala de Cuestiones Preliminares y en relación con la investigación:
a) Presentar sus opiniones y observaciones;
b) Presentar documentos;
c) Solicitar a la Sala de Cuestiones Preliminares que ordene medidas específicas.
Véase n° ICC-01/04-101, Sala de Cuestiones Preliminares I, 17 de enero de 2006, pág. 42.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única recuerda que a) la fase de investigación de una situación y la etapa
de cuestiones preliminares de una causa son etapas convenientes del procedimiento para la participación
de las víctimas conforme a lo dispuesto en el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto, y que b) por lo tanto es
posible tener estatus de víctima autorizada a participar en actuaciones ante la Sala de Cuestiones Preliminares
relacionadas con la situación o con la causa. Por otra parte, la Sala también sostiene que a) el párrafo 3 del
artículo 68 del Estatuto otorga facultad discrecional a la Sala para determinar las modalidades de participación
vinculadas a dicho estatus, y b) que la Sala debe ejercer su facultad discrecional para delimitar las modalidades
de participación “de una manera que no redunde en detrimento de los derechos del acusado”.
Véase n° ICC-01/04-423-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 31 de enero de 2008,
párr. 5 y n° ICC-02/05-111-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 14 de diciembre de
2007, párr. 8. Véase también n° ICC-02/05-110, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 3 de
diciembre de 2007, párr. 2 y n° ICC-01/04-417, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 7 de
diciembre de 2007, párr. 2.
La noción de estatus procesal de víctima no está definida en ninguna parte, y es difícil asignarle un significado
concreto. ¿Hay otras formas de estatus de víctima? ¿Se emplea la expresión “estatus procesal de víctima” a
fin de distinguir dicho estatus del estatus de una víctima que tiene derecho a participar en un procedimiento
judicial concreto? Además, ¿existe un estatus sustantivo de víctima en contraste con un estatus procesal?
La expresión “estatus procesal de víctima” no es una frase que tenga un significado claro ni una expresión
reconocida como un término técnico. La palabra “procesal” indica algo perteneciente a un procedimiento.
Procedimiento es el código que regula el ejercicio de la potestad judicial, conocido como derecho adjetivo.
Se opone al derecho sustantivo, que define los derechos, deberes y obligaciones de una persona. La palabra
“estatus” significa la condición jurídica de una persona, en lo tocante a los aspectos personales o a los bienes.
El procedimiento, por sí mismo, no es determinante del estatus de ninguna persona.
La disposición del Estatuto que confiere a una víctima la facultad de participar en algún procedimiento es el
párrafo 3 del artículo 68. Lo que surge de la jurisprudencia de la Sala de Apelaciones es que la participación
sólo puede tener lugar en el contexto de procedimientos judiciales. El párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto
correlaciona la participación de las víctimas con “las fases del juicio” [en inglés, “proceedings”] , un término
que denota una causa judicial pendiente ante una Sala. En contraste, una investigación no es un procedimiento
judicial, sino una averiguación llevada a cabo por el Fiscal respecto de la comisión de un crimen con el fin
de llevar ante la justicia a los que se consideren responsables. La Sala debe determinar las modalidades de
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
planteadas en ellas.
Las reglas 89, 91 y 92 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, en las que se basó la Sala de Cuestiones
Preliminares para apoyar la posición según la cual las víctimas pueden participar en la fase de investigación de una
situación fuera del marco de un procedimiento judicial, lejos de apoyar la posición adoptada, la contradicen. La
regla 89 de las Reglas de Procedimiento y Prueba está específicamente adaptada a las disposiciones del artículo
68 del Estatuto y su objetivo es regular las medidas que deben tomarse para que una víctima participe en un
procedimiento judicial. La regla 91 de las Reglas de Procedimiento y Prueba reconoce que las víctimas pueden
participar por intermedio de un representante legal, mientras que la regla 92 de las Reglas de Procedimiento
y Prueba se refiere a la notificación a las víctimas y a sus Representantes legales de las actuaciones judiciales
en las que puedan tener interés en solicitar la participación y las decisiones que puedan afectarlas. También se
especifica la clase de víctimas a quienes debe hacerse la notificación.
La regla 92 de las Reglas de Procedimiento y Prueba tiene otro aspecto al que vale la pena hacer referencia.
Exime de sus disposiciones a las actuaciones a las que se refiere la Parte II del Estatuto (véase la subregla 1 de
la regla 92 de las Reglas de Procedimiento y Prueba). El párrafo 3 del artículo 15 y el párrafo 3 del artículo 19
pertenecen a dicha Parte del Estatuto. En el primero se prevé la presentación de observaciones de las víctimas
en relación con la autorización de una investigación, y en el segundo la presentación de observaciones de las
víctimas con respecto a la competencia de la Corte para conocer de un caso o a la admisibilidad de éste. Las
reglas 50 y 59 de las Reglas de Procedimiento y Prueba regulan el procedimiento aplicable, respectivamente, a)
a las observaciones de las víctimas y b) a la presentación de las observaciones de las víctimas.
La regla 93 confiere a una Sala la facultad de recabar observaciones de las víctimas o sus Representantes legales
sobre cualquier cuestión surgida en el curso de las actuaciones llevadas a cabo ante ella, incluidas aquellas a
que se hace referencia en las reglas 107, 109, 125, 128, 136, 139 y 191 de las Reglas de Procedimiento y Prueba.
Se pueden recabar las opiniones de las víctimas independientemente de si participan o no en determinadas
actuaciones ante la Corte. La iniciativa para recabar las opiniones de las víctimas en virtud de esta regla incumbe
totalmente a una Sala. Las víctimas podrán expresar sus opiniones sobre cualquier punto determinado que haya
identificado la Sala. También en este caso, el proceso se distingue de la participación de las víctimas con arreglo
al párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto.
El numeral 6 de la norma 86 del Reglamento de la Corte no prevé la participación fuera de los límites de la regla
89 de las Reglas de Procedimiento y Prueba. Simplemente regula la participación de las víctimas con arreglo al
párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto.
Existe además otra especie de actuaciones que debe distinguirse de la participación con arreglo al párrafo 3 del
artículo 68 del Estatuto. Se trata de las actuaciones que las víctimas pueden iniciar por sí mismas en virtud de
las disposiciones estatutarias. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 75 del Estatuto y la regla 94 de las
Reglas de Procedimiento y Prueba, pueden presentar solicitudes de reparación contra la persona condenada
en la forma prevista en la regla mencionada. Además, tanto las víctimas como los testigos pueden solicitar a
la Corte que tome medidas para proteger su seguridad, su bienestar físico y psicológico, su dignidad y su vida
privada, según lo previsto, entre otras disposiciones, en los párrafos 1 y 2 del artículo 68 del Estatuto y las
reglas 87 y 88 de las Reglas de Procedimiento y Prueba. La protección de las víctimas y los testigos y la de sus
familiares puede justificar que no se divulgue su identidad antes del juicio, según lo previsto en la regla 81 de
las Reglas de Procedimiento y Prueba.
La evaluación inicial de la remisión por un Estado parte de una situación en que parezca que se han cometido
uno o varios crímenes de la competencia de la Corte, así como la evaluación de la información que llegue al
Fiscal y en relación con ello la iniciación de investigaciones de oficio por el Fiscal son de exclusiva competencia
del Fiscal (Véanse, entre otros, los artículos 14, 15, 53 y 54 del Estatuto).
La esfera de competencia y las facultades del Fiscal están enunciadas en el artículo 42 del Estatuto, cuyo párrafo
1 dispone lo siguiente:
La Fiscalía actuará en forma independiente como órgano separado de la Corte. Estará encargada de recibir remisiones
e información corroborada sobre crímenes de la competencia de la Corte para examinarlas y realizar investigaciones
o ejercitar la acción penal ante la Corte. Los miembros de la Fiscalía no solicitarán ni cumplirán instrucciones de
fuentes ajenas a la Corte.
Manifiestamente, la competencia para la realización de investigaciones corresponde al Fiscal. El reconocimiento
por la Sala de Cuestiones Preliminares de un derecho de las víctimas a participar en la investigación
necesariamente configuraría una contravención del Estatuto al introducirle por vía interpretativa una facultad
que está fuera de su ámbito y esfera de competencia.
[…]
las fases apropiadas y en una manera que no redunde en detrimento de los derechos del acusado o de un juicio
justo e imparcial ni sea incompatible con éstos.
La Sala de Cuestiones Preliminares reconoce asimismo en su decisión que el párrafo 3 del artículo 68 del
Estatuto es la disposición que confiere a las víctimas el derecho a participar en cualesquiera actuaciones ante
una Sala. Sin embargo, la Sala de Cuestiones Preliminares adopta la posición de que dicha disposición podría
extenderse más allá de sus evidentes límites, a esferas que no están comprendidas en su ámbito. Trata al
párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto como si fuera una disposición híbrida, que permitiría la participación de
las víctimas en cualquier asunto regulado por el Estatuto, incluidas las investigaciones. Esa posición no puede
encontrar justificación alguna con arreglo al Estatuto, las Reglas de Procedimiento y Prueba o el Reglamento
de la Corte. Por otro lado, es preciso dejar en claro que las víctimas no están impedidas de solicitar que se les
dé participación en cualesquiera actuaciones judiciales, incluso las actuaciones que afecten a investigaciones,
siempre que sus intereses personales se vean afectados por las cuestiones que hayan de ser objeto de resolución.
Habiendo determinado que la Sala de Cuestiones Preliminares no puede otorgar el estatus procesal de víctima
que entrañe un derecho general a participar en la investigación, la Sala de Apelaciones, al no tener ante sí
hechos concretos, no está en condiciones de orientar a la Sala de Cuestiones Preliminares acerca de la forma en
que deberían tratarse con carácter general en el futuro las solicitudes de participación en actuaciones judiciales
en la fase de investigación de una situación. Incumbe a la Sala de Cuestiones Preliminares determinar la mejor
manera de decidir acerca de las solicitudes de participación, en cumplimiento de las disposiciones pertinentes
de los textos de la Corte. La Sala de Cuestiones Preliminares debe hacerlo teniendo presente que sólo se pueden
otorgar derechos de participación con arreglo al párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto una vez que se hayan
cumplido los requisitos enunciados en dicha disposición.
Habiendo determinado que no se puede otorgar a las víctimas el estatus procesal de víctima que las faculte
para participar con carácter general en la investigación, lo cual hace caer el fundamento de las decisiones de
la magistrada única, los elementos que deben proporcionarse para que una persona pueda considerarse una
víctima por razones de daño moral pasan a ser una cuestión teórica, a la que no es necesario dar respuesta.
Como resultado, las decisiones de la Sala de Cuestiones Preliminares que reconocieron un estatus procesal
a las víctimas, que las facultaba para participar con carácter general en la investigación de una situación, son
infundadas y deben ser dejadas sin efecto. La revocación de las decisiones impugnadas es el resultado inevitable
de estas actuaciones.
Véase n° ICC-01/04-556-tSPA OA4 OA5 OA6, Sala de Apelaciones, 19 de diciembre de 2008, párrs. 43-52
y 55-59. Véase también n° ICC-02/05-177-tSPA OA OA2 OA3, Sala de Apelaciones, 2 de febrero de 2009,
párrs. 43-51 y 55-59.
[TRADUCCIÓN] La Sala desea poner de relieve que los documentos estatutarios de la Corte no prevén una
fase previa al examen preliminar. Una simple lectura del artículo 15, en particular sus párrafos 1, 2 y 6, en
conjunción con la regla 48 de las Reglas, revela que el examen preliminar constituye la valoración previa a
la investigación mediante la cual la Fiscal analiza la gravedad de la información por ella ‘recibida’ o a ella
‘presentada’ en contraposición con los factores estipulados en los apartados 1 a) a c) del artículo 53 del Estatuto.
[…] La redacción del párrafo 6 del artículo 15 del Estatuto no da lugar a ninguna otra interpretación.”
[…]
En este punto, la Sala recuerda la declaración de la Sala de Cuestiones Preliminares III a efectos de que ‘el
examen preliminar de una situación con arreglo al párrafo 1 del artículo 53 del Estatuto y a la regla 104 de las
Reglas se ha de concluir dentro de un plazo razonable […] con independencia de su complejidad’. Si la Fiscal
llegara a una determinación positiva a tenor de la norma de ‘fundamento suficiente’ en virtud del párrafo 3 del
artículo 15 y el párrafo 1 del artículo 53 del Estatuto, ‘presentará’ a la Sala una solicitud de autorización para
la investigación. Como esta Sala afirmó en otro lugar, ‘la presunción del párrafo 1 del articulo 53 del Estatuto,
según lo indican el empleo del afirmativo ‘iniciará’ en el encabezamiento de ese artículo y el sentido común,
es que la Fiscal investigue con el fin de evaluar debidamente los hechos pertinentes’. De ello se sigue que, en
principio, no procede la prolongación de un examen preliminar más allá de ese punto.
[…]
Por añadidura, en líneas generales una investigación se debería iniciar sin demora y concluirse con eficiencia
para que surgiera efecto, ya que ‘[c] on el paso del tiempo, los recuerdos de las víctimas se atenúan, los testigos
podrían fallecer o hacerse ilocalizables, las pruebas se deterioran o dejan de existir, y con ello las posibilidades
de que se pueda llevar a cabo cualquier investigación efectiva se reducirán progresivamente’. Incluso las Salas
de Primera Instancia de la Corte han observado el profundo impacto y los efectos perjudiciales que el lapso de
tiempo entre el momento de la comisión de los crímenes y el momento en que se presentan las pruebas durante
el juicio pueden producir en la fiabilidad de las pruebas que se presentan ante una Sala. En particular, con el
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
y aplicarse con arreglo a los derechos humanos internacionalmente reconocidos. Los derechos humanos
sustentan el Estatuto; sustentan todos sus aspectos, incluido el ejercicio de la competencia de la Corte’. El
examen preliminar no constituye una excepción a este principio fundamental, y ello no solo en sus resultados
sino también en su ejecución.
Ello significa que la Fiscal tiene el mandato de respetar los derechos humanos internacionalmente reconocidos
de las víctimas respecto de la ejecución y los resultados de su examen preliminar, en particular los derechos
de las víctimas a conocer la verdad, a tener acceso a la justicia y a solicitar reparaciones, como ya ha quedado
establecido en la jurisprudencia de la Corte. […] En el marco de la Corte, los derechos de las víctimas tanto
a participar en las actuaciones como a solicitar reparaciones dependen totalmente de que la Fiscal inicie una
investigación o solicite autorización para hacerlo. El proceso que siguen las reparaciones está intrínsecamente
vinculado con las actuaciones penales, según se determina en el artículo 75 del Estatuto, y cualquier retraso
en el inicio de la investigación se traduce en un retraso para que las víctimas estén en condiciones de solicitar
reparaciones por los daños sufridos como resultado de la comisión de los crímenes de la competencia de esta
Corte.
Véase núm. ICC-RoC46(3)-01/18-37, Sala de Cuestiones Preliminares I, 6 de septiembre de 2018, párrs.
82, 84 y 86 a 88.
[TRADUCCIÓN] La discreción de que goza la Sala en la determinación del papel de las víctimas en la etapa
de cuestiones preliminares de una causa ante la Corte debe ser ejercida mediante la aplicación de criterios
interpretativos establecidos en el párrafo 1 del artículo 31 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados según el cual “[u] n tratado deberá interpretarse de buena fe conforme al sentido corriente que haya
de atribuirse a los términos del tratado en el contexto de estos y teniendo en cuenta su objeto y fin”.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de mayo de 2008,
párr. 78.
[TRADUCCIÓN] Los derechos procesales específicos para la etapa de cuestiones preliminares de una causa
pueden dividirse en seis grupos. El primer grupo está compuesto por el derecho a tener acceso, antes y
durante la audiencia de confirmación de los cargos, al expediente de la causa conservado por la Secretaría,
incluyendo las pruebas presentadas por la Fiscalía y la Defensa de conformidad con la regla 121 de las Reglas.
Este acceso incluye el acceso a todos los documentos y las decisiones contenidas en el expediente de la causa,
independientemente de que sean clasificados como públicos o confidenciales. No incluye, sin embargo, el
derecho a acceder a las solicitudes y decisiones clasificadas como “ex parte”. El primer grupo incluye también
el derecho a ser notificados de igual manera que se notifica a la Fiscalía y a la Defensa de todas las decisiones,
incluyendo las audiencias públicas y a puerta cerrada (incluyendo aquellas realizadas ex parte) y su aplazamiento
y la fecha en que se emitirá la decisión al respecto. El derecho a tener acceso a las pruebas presentadas por la
Fiscalía y la Defensa que figuran en el expediente de la causa también están dentro de este primer grupo. Sin
embargo, el derecho a tener acceso a las pruebas se limita al formato (versiones sin expurgar, expurgadas o
resúmenes, así como versiones electrónicas con los datos requeridos por el Protocolo de Corte electrónica) en el
que las pruebas se ponen a disposición de la parte que no las presentó. El derecho a tener acceso a las peticiones
no públicas y a las decisiones incluidas en el expediente de la Secretaría de la situación relacionada con la causa
en cuestión está fuera de este primer grupo de derechos.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de mayo de 2008,
párrs. 127-133.
[TRADUCCIÓN] El segundo grupo de derechos se compone del derecho i) a presentar observaciones sobre
todas las cuestiones relacionadas con la admisibilidad y el valor probatorio de las pruebas en las cuales la
Fiscalía y la Defensa tienen la intención de basarse durante la audiencia de confirmación de los cargos, y ii) a
examinar tales pruebas en la audiencia de confirmación de los cargos.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de mayo de 2008,
párr. 134.
[TRADUCCIÓN] El tercer grupo se refiere al interrogatorio de testigos. Cuando las limitaciones derivadas
del principio de prohibición de acusaciones anónimas no son aplicables, este tercer grupo incluye el derecho
a interrogar cualquier testigo presentado por la Fiscalía y la Defensa en la audiencia de confirmación de los
cargos, ya que esto es parte del debate probatorio que se lleva a cabo en la audiencia de confirmación de los
cargos.
El interrogatorio de testigos por aquellos a los que les ha sido otorgado el estatus procesal de víctima debería
llevarse a cabo después del interrogatorio por parte de la Fiscalía y dentro del plazo designado por la Sala. Por
otra parte, las víctimas no están obligadas a presentar la lista de preguntas que pretenden plantear a los testigos
pertinentes antes del interrogatorio del testigo.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de mayo de 2008,
párrs. 135 y 137-138.
[TRADUCCIÓN] El cuarto grupo está compuesto por el derecho a asistir a todas las audiencias públicas y a
puerta cerrada, convocadas en las actuaciones previas a la audiencia de confirmación de los cargos, así como
a todas las audiencias públicas y a puerta cerrada de la audiencia de confirmación de los cargos. Sin embargo,
esto no incluye el derecho a asistir aquellas audiencias celebradas “ex parte”.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrado único), 13 de mayo de 2008,
párr. 140.
[TRADUCCIÓN] El quinto grupo incluye el derecho a participar, por medio de mociones orales, respuestas
y observaciones en: i) todas las audiencias a las que aquellos a los que se les ha otorgado el estatus procesal
de víctima tienen derecho a asistir, y ii) en relación a todos los asuntos que no sean aquellos en los que su
intervención haya quedado excluida por el Estatuto o las Reglas – por ejemplo, asuntos relacionados con el
proceso de divulgación inter partes o cualquier discusión de las pruebas con el objetivo de ampliar la base
factual contenida en el Documento en que se formulan los cargos de la Fiscalía.
El sexto y último grupo está compuesto por el derecho a presentar mociones, respuestas y réplicas por escrito de
acuerdo con la norma 24 del Reglamento, en relación con todos los asuntos que no sean aquellos en los cuales
el representante de las víctimas haya quedado excluido por el Estatuto o las Reglas.
Los grupos quinto y sexto también incluyen el derecho a i) presentar, de conformidad con la subregla 7 de la
regla 121 de las Reglas, escritos ante la Sala de Cuestiones Preliminares sobre cuestiones de prueba o de derecho
que serán debatidas en la audiencia de confirmación de los cargos; ii) hacer declaraciones iniciales y finales en
la audiencia de confirmación de los cargos conforme a lo dispuesto en la subregla 1 de la regla 89 de las Reglas,
y iii) formular objeciones u observaciones que tengan que ver con la regularidad de las actuaciones antes de la
audiencia de confirmación de los cargos de conformidad con la subregla 3 de la regla 122 de las Reglas.
El derecho a impugnar la admisibilidad de la causa o impugnar la competencia de la Corte de conformidad con
los párrafos 2 y 3 del artículo 19 del Estatuto y la subregla 2 de la regla 122 de las Reglas queda fuera de los
derechos de los dos últimos grupos.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de mayo de 2008,
párrs. 141-144.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
El alcance de esta limitación será cuidadosamente delimitado sobre la base del principio de proporcionalidad.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrado único), 13 de mayo de 2008,
párrs. 147-148.
[TRADUCCIÓN] De acuerdo con la interpretación contextual del párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto y de
las reglas 91 y 92 de las Reglas, impedir a las víctimas el acceso a materiales confidenciales cuando no se les
ha otorgado anonimato es la excepción y no la regla general – al menos en relación con actuaciones sobre
cuestiones preliminares de una causa, en las que el expediente de la causa es sin duda limitado.
El Magistrado único señala que en el caso Lubanga, así como en el presente caso, el monto de evidencia
presentado por la Fiscalía y la Defensa en el expediente de las respectivas causas ha sido clasificado como
confidencial. Por lo tanto, si las víctimas les fuera negado el acceso a las promociones confidenciales, ellas serían
impedidas de participar en el debate probatorio en la audiencia de confirmación de cargos de manera efectiva.
Aún mas, el Magistrado único también observa que en dichas promociones, decisiones y transcripciones
incluidas en el expediente de la causa también pudiera haber información que afecte, entre otras cosas, la
seguridad nacional, la protección de testigos y víctimas y las investigaciones de la Fiscalía (como las llevadas
bajo las reglas 81(2) y (4) de la solicitud de expurgación, reportes de los estados de las solicitudes de testigos
de admisión al programa de protección de testigos de la corte, o versiones de declaraciones que no hayan sido
expurgadas las cuales solamente son divulgadas a la Defensa en versión expurgada) que son clasificadas ex
parte y por lo tanto no son accesibles a las víctimas.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de mayo de 2008,
párras. 150-152.
[TRADUCCIÓN] Dado que las víctimas han solicitado que su identidad permanezca confidencial en la
audiencia de confirmación de los cargos y con el fin de no transgredir el principio de prohibición de acusaciones
anónimas, las víctimas sólo recibirán la notificación de los documentos públicos que figuran en el expediente
de la causa El Fiscal c. Thomas Lubanga Dyilo y sólo podrán asistir a las sesiones públicas de la audiencia de
confirmación de los cargos.
Véase n° ICC-01/04-01/06-462, Sala de Cuestiones Preliminares I, 22 de septiembre de 2006, págs. 7-8.
[TRADUCCIÓN] En sus declaraciones iniciales y finales, los Representantes legales podrán, entre otras cosas,
abordar cualquier cuestión de derecho, incluyendo la tipificación jurídica de las formas de responsabilidad con
las que el Fiscal ha acusado al sospechoso en virtud del artículo 25 del Estatuto.
Véase n° ICC-01/04-01/06-678, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrado único), 7 de noviembre de
2006, pág. 7.
cerrada o ex parte, la Sala se reserva su posición para conceder o no el derecho a asistir a estas sesiones a los
Representantes legales de las víctimas.
El magistrado único sostiene que de conformidad con la subregla 1 de la regla 89 de las Reglas, los Representantes
legales de las víctimas reconocidas como participantes en el procedimiento actual tienen el derecho a explicar
las razones de su participación en una breve declaración inicial (20 minutos en total) en la audiencia de
confirmación de los cargos. También se les permitirá hacer declaraciones finales.
2. Acceso a las decisiones y documentos públicos
El magistrado único señala la subregla 10 de la regla 121 de las Reglas, según la cual “podrán consultar
el expediente [de todas las actuaciones ante la Sala de Cuestiones Preliminares] […] las víctimas o sus
Representantes legales que participen en las actuaciones de conformidad con las reglas 89 a 91”. El magistrado
único considera que los Representantes legales de las víctimas reconocidos como participantes en las actuaciones
actuales deben tener un conocimiento apropiado de la causa y prepararse para la audiencia de confirmación
de los cargos. Por lo tanto, deben tener acceso a todas las decisiones y documentos públicos que figuran en el
expediente de la causa a partir de la fecha en la que fueron reconocidos como participantes en las presentes
actuaciones de conformidad con la subregla 10 de la regla 121 de las Reglas, con sujeción a las restricciones
relativas a la confidencialidad y a la protección de información que afecte a la seguridad nacional. El derecho a
acceder a las decisiones y documentos no se extiende a aquellos presentados de forma confidencial o, si fuera
el caso, en sobre sellado y/o ex parte.
3. Acceso a las pruebas públicas
A fin de que tengan una preparación adecuada para la audiencia de confirmación de los cargos y una posible
reclamación de reparaciones en una etapa posterior, el magistrado único opina que las víctimas deben
también tener acceso a las pruebas aportadas por las partes. Por lo tanto, el magistrado único sostiene que los
Representantes legales de las víctimas reconocidos como participantes en el presente procedimiento deben
tener acceso a todas las pruebas públicas divulgadas por el Fiscal y la Defensa que figuran en el expediente de la
causa a partir de la fecha de su reconocimiento como participantes en el presente procedimiento. El derecho de
acceso a las pruebas no incluye el derecho de acceso a las pruebas presentadas de forma confidencial.
4. Acceso a las transcripciones
El magistrado único considera además que, debido a su presencia en la Corte, los Representantes legales de las
víctimas reconocidas como participantes en el presente procedimiento, deben tener acceso a las transcripciones
de la parte pública de la audiencia de confirmación de los cargos, así como de audiencias públicas y reuniones
con las partes celebradas previamente. En caso de que la Sala decida celebrar partes de la audiencia a puerta
cerrada o ex parte, la Sala se reserva su posición de conceder o no el derecho a acceder a esas transcripciones a
los Representantes legales de las víctimas
5. Notificaciones
El magistrado único sostiene que de conformidad con la subregla 6 de la regla 92 de las Reglas, los Representantes
legales de las víctimas reconocidas como participantes en el procedimiento actual deben ser notificados de todas
las decisiones públicas y de los documentos presentados a partir de la fecha de su reconocimiento para participar
en el procedimiento actual. Sin embargo, si una parte o participante desea informar a los Representantes legales
de las víctimas de un documento confidencial, este documento deberá incluir los nombres de los Representantes
legales de las víctimas y ser notificado en consecuencia por el Secretario.
Además, este derecho incluye el derecho de los Representantes legales de las víctimas reconocidas como
participantes en las actuaciones actuales a ser notificados a tiempo de la audiencia de confirmación de los
cargos y de cualquier aplazamiento de esta, así como de la fecha de adopción de la decisión de conformidad con
la subregla 5 de la regla 92 de las Reglas.
[…]
8. Observaciones escritas
El magistrado único opina que los Representantes legales de las víctimas reconocidas como participantes en las
actuaciones actuales tienen derecho a presentar breves observaciones por escrito sobre cuestiones específicas
de derecho o de hecho si i) las víctimas demuestran primero, por medio de una solicitud, que sus intereses se
ven afectados por la cuestión objeto de examen y ii) esto es considerado como adecuado por la Sala.
Véase n° ICC-01/05-01/08-320, Sala de Cuestiones Preliminares III (magistrado único), 12 de diciembre
de 2008, párrs. 101-107 y 110. Véase también n° ICC-02/05-02/09-136, Sala de Cuestiones Preliminares I,
6 de octubre de 2009, párrs. 11-20 y 25; n° ICC-02/05-03/09-89, Sala de Cuestiones Preliminares I, 29 de
octubre de 2010, párrs. 58-68; n° ICC-02/05-03/09-103, Sala de Cuestiones Preliminares I, 17 de noviembre
de 2010, párr. 8 y n° ICC-02/11-01/11-138, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 4 de junio
de 2012, párrs. 49-60.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
víctimas no podrán interrogar a los testigos.
Véase n° ICC-01/04-01/06-462, Sala de Cuestiones Preliminares I, 22 de septiembre de 2006, págs. 6 y
7. Véase también n° ICC-01/05-01/08-320, Sala de Cuestiones Preliminares III (magistrado único), 12 de
diciembre de 2008, párrs. 101-108.
[TRADUCCIÓN] En sus declaraciones iniciales y finales, los Representantes legales podrán, entre otras cosas,
abordar cualquier cuestión de derecho, incluyendo la tipificación jurídica de las formas de responsabilidad con
las que el Fiscal ha acusado al sospechoso en virtud del artículo 25 del Estatuto.
Véase n° ICC-01/04-01/06-678, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrado único), 7 de noviembre de
2006, pág. 7.
[TRADUCCIÓN] La Fiscalía ha informado a la Defensa y a la Sala de su intención de llamar a tres testigos para
testificar en la audiencia de confirmación de los cargos. La Defensa, de acuerdo con su lista de pruebas, también
tiene la intención de llamar a un testigo para testificar en la audiencia de confirmación de los cargos.
En primer lugar, la Sala desea recordar que, teniendo en cuenta el principio de prohibición de acusaciones
anónimas, las víctimas a las que se les ha otorgado anonimato durante la etapa de cuestiones preliminares de
una causa, no tienen derecho a interrogar a los testigos de conformidad con el procedimiento previsto en la
subregla 3 de la regla 91 de las Reglas.
Sin embargo, cuando las identidades de las víctimas se dan a conocer a las partes, la Sala considera que la
limitación anterior no se aplica. Por lo tanto, de conformidad con el subregla 3 de la regla 91 de las Reglas, si
alguno de los Representantes legales de las víctimas desea interrogar a cualquier testigo llamado a testificar en
la audiencia de confirmación de los cargos, deben presentar una solicitud a la Sala.
Si se presenta una solicitud en ese sentido, la Sala decidirá, en ese momento, sobre el procedimiento que se ha
de seguir, teniendo en cuenta, entre otros factores, la etapa de las actuaciones, los derechos del sospechoso,
los intereses de los testigos, la necesidad de un juicio justo, imparcial y expedito y los requisitos previstos en el
párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto.
Véase n° ICC-02/05-02/09-136, Sala de Cuestiones Preliminares I, 6 de octubre de 2009, párrs. 21-24.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única recuerda que, de conformidad con la subregla 2 de la regla 91 de las
Reglas, el Representante legal de las víctimas tiene derecho a participar en las actuaciones. Con respecto a esta
causa, la magistrada única considera que el Representante legal de las víctimas tiene derecho a asistir a todas
las sesiones públicas de la audiencia de confirmación de los cargos, así como a todas las audiencias públicas
convocadas en las actuaciones relacionadas. En el caso de que la Sala decida realizar audiencias a puerta cerrada
o ex parte, ésta tiene la opción de decidir, caso por caso, previa petición fundada, si autoriza al Representante
legal de las víctimas a asistir a esas audiencias. Lo mismo se aplica a cualquier otra audiencia ex parte o a puerta
cerrada convocada en la presente causa.
Volviendo a la cuestión de la participación en las audiencias, la magistrada única señala que la disposición de
la subregla 2 de la regla 91 de las Reglas especifica que el derecho de los Representantes legales de las víctimas
“incluirá la participación en las audiencias a menos que, en las circunstancias del caso, la Sala sea de opinión de
que la intervención del representante legal deba limitarse a presentar por escrito observaciones o exposiciones”.
En la presente causa, la magistrada única considera que el Representante legal de las víctimas puede, mediante
una solicitud motivada especificando por qué y cómo los intereses personales de las víctimas se ven afectados
por los temas en cuestión, ser autorizado a presentar observaciones orales durante la audiencia de confirmación
de los cargos, con sujeción a cualquier instrucción de la Sala. En su determinación, la Sala, entre otras cosas,
debe tener en cuenta la etapa del procedimiento, la naturaleza del/de los tema(s) en cuestión, los derechos de
los sospechosos y el principio de equidad y celeridad de las actuaciones.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única toma nota de la disposición de la subregla 3 de la regla 91 de las Reglas,
que, en principio, permite al Representante legal de las víctimas interrogar a los testigos y peritos llamados
a declarar ante la Sala. La misma disposición, sin embargo, aclara que el interrogatorio de los testigos por
el Representante legal de las víctimas sólo puede tener lugar en virtud de una autorización de la Sala y está
sujeto a una serie de restricciones. Por lo tanto, si el Representante legal de las víctimas quiere interrogar a los
testigos llamados a declarar en la audiencia de confirmación de los cargos, debe presentar una solicitud a la
Sala, que deberá incluir la demostración de los intereses personales que se ven afectados por la(s) cuestión(es)
examinada(s). En este sentido, el apartado a) de la subregla 3 de la regla 91 de las Reglas establece la facultad de
la Sala de solicitar al Representante legal que proporcione, junto con la solicitud para interrogar a un testigo, una
nota escrita de las preguntas, la que será comunicada al Fiscal y, en su caso, a la Defensa, a fin de que presenten
observaciones. La Sala decidirá entonces sobre la solicitud, teniendo en cuenta, conforme a lo dispuesto en
el apartado b) de la subregla 3 de la regla 91 de las Reglas, entre otras cosas, la etapa del procedimiento, los
derechos de los sospechosos, los intereses de los testigos y el principio de equidad y celeridad de las actuaciones.
Si se concede una solicitud para interrogar a un testigo, la Sala, de conformidad con el apartado b) de la subregla
3 de la regla 91 de las Reglas, también decidirá en ese momento el procedimiento que se ha de seguir.
Véase n° ICC-01/09-01/11-249, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 5 de agosto de 2011,
párrs. 99 y 100. Véase también n° ICC-01/09-02/11-267, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada
única), 26 de agosto de 2011, párrs. 116 y 117.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única considera que el Representante legal de las víctimas admitidas a
participar en las actuaciones actuales puede ser autorizado por la Sala a presentar exposiciones escritas sobre
cuestiones específicas de derecho y/o de hecho. Este derecho podrá ser utilizado si el Representante legal
demuestra, por medio de una solicitud en este sentido, que los intereses personales de las víctimas se ven
afectados por la(s) cuestión(es) en juego y si la Sala lo considera apropiado, a la luz, entre otras cosas, de la etapa
del procedimiento, la naturaleza del/los tema(s) en cuestión, los derechos de los sospechosos y el principio de
la equidad y la celeridad de las actuaciones.
Véase n° ICC-01/09-01/11-249, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 5 de agosto de 2011,
párr. 101. Véase también n° ICC-01/09-02/11-267, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única),
26 de agosto de 2011, párr. 118.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única, al examinar los derechos de participación que se concedan a las víctimas
reconocidas como participantes en las actuaciones actuales, toma nota de las reglas 91, 92 y de la subregla 10 de
la regla 121 de las Reglas. La magistrada única, por lo tanto, considera que es adecuado que a los Representantes
legales de las víctimas autorizadas a participar en las actuaciones relativas a la etapa de cuestiones preliminares
de una causa, se les concedan los siguientes derechos:
1. Ser notificados, sobre la misma base que la Fiscalía y la Defensa, de todas las actuaciones públicas ante
la Corte, incluyendo la fecha de las audiencias y cualquier aplazamiento de las mismas, y la fecha de la
entrega de la decisión;
2. Ser notificados, sobre la misma base que la Fiscalía y la Defensa, de todas las solicitudes, presentaciones,
mociones públicas y otros documentos públicos presentados en el expediente de la presente causa;
3. Ser notificados de todas las decisiones públicas de la Sala en las actuaciones pertinentes;
4. Tener acceso a todos los documentos públicos y las decisiones públicas que figuran en el expediente de
la presente causa;
5. Tener acceso a las transcripciones de las audiencias, incluidas las reuniones con las partes, celebradas
en sesiones públicas en el curso de las actuaciones en la presente causa;
6. Tener acceso a todas las pruebas públicas, presentadas y divulgadas por la Fiscalía y la Defensa de
conformidad con la regla 121 de las Reglas, que figuran en el expediente de la presente causa, en el
mismo formato (versiones expurgadas, sin expurgar o resúmenes, así como versiones electrónicas con
los datos requeridos por el Protocolo de Corte electrónica) en que se ha puesto a disposición de la parte
que no las ha propuesto;
7. Hacer una declaración inicial al comienzo de la audiencia de confirmación y una declaración final al
final de la audiencia de confirmación, de conformidad con el calendario de la audiencia de confirmación
de los cargos que se publicará en su momento;
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
o presentaciones escritas. En el caso de que las audiencias se celebren a puerta cerrada o ex parte, la
magistrada única determinará caso por caso si se le concederá autorización al Representante legal de las
víctimas para asistir a las sesiones, previa solicitud; y
9. Presentar mociones respuestas y contestaciones escritas, de conformidad con la norma 24 del
Reglamento de la Corte, en relación con todos los asuntos para los que el Estatuto y las Reglas no
excluyen su intervención y para los cuales la Sala no ha limitado su participación ya sea propio motu o
a petición de las partes, la Secretaría o cualquier otro participante.
La magistrada única desea señalar que una parte o participante podrá notificar un documento confidencial
a los Representantes legales de las víctimas, si así lo desea, incluyendo en el documento en cuestión el/los
nombre(s) del/de los Representante(s) legal(es) a quien(es) se debe notificar. Con respecto a las peticiones,
documentos y decisiones presentadas de forma confidencial o en sobre sellado y/o ex parte, la Sala podrá
determinar caso por caso y tras la recepción de una solicitud específica y motivada si los Representantes legales
de las víctimas tendrán acceso a dichos documentos. En el mismo sentido, la magistrada única decidirá caso por
caso si las transcripciones de las audiencias celebradas a puerta cerrada o ex parte se pondrán a disposición de
los Representantes legales de las víctimas.
Véase n° ICC-01/04-01/10-351, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 11 de agosto de 2011,
párrs. 41-43.
[TRADUCCIÓN] La Sala recibió la Solicitud, en la cual el Representante legal de las víctimas solicita
autorización para presentar observaciones por escrito sobre el inciso ii) del apartado c) del párrafo 7 del artículo
61 del Estatuto de Roma, con miras a sugerir que los cargos presentados por la Fiscalía contra los sospechosos
deben reflejar actos de destrucción de bienes, saqueo y producción lesiones físicas y que “la Sala debería ejercer
su poder [...] en virtud de [dicha disposición] para pedir al Fiscal que considere la modificación de los cargos:
a. especificando expresamente que el Cargo 5 y el Cargo 6 incluyen adicionalmente los actos de destrucción
de bienes, saqueo y producción de lesiones físicas; y
b. mediante la adición de cargos de crimen de lesa humanidad u otros actos inhumanos de carácter similar
que causaron intencionalmente grandes sufrimientos o atentaron gravemente contra la integridad física
o la salud física o mental (apartado k) del párrafo 1) del artículo 7 del Estatuto), en relación con los actos
de destrucción de bienes, saqueo, y producción de lesiones físicas”.
La magistrada única nota el apartado a) del párrafo 1 del artículo 21, el párrafo 3 del artículo 21 y el párrafo 3
del artículo 68 del Estatuto.
En la decisión 5 de agosto de 2011, la magistrada única sostuvo que el Representante legal de las víctimas
puede ser autorizado por la Sala a pronunciarse por escrito sobre cuestiones específicas de derecho y/o de
hecho si: i) el Representante legal de las víctimas demuestra, por medio de una solicitud en este sentido, que
los intereses personales de las víctimas se ven afectados por la(s) cuestión(es) en juego; y ii) la Sala lo considera
oportuno, a la luz de, entre otras cosas, de la etapa del procedimiento, la naturaleza de la(s) cuestión(es) en
juego, los derechos de los sospechosos y el principio de equidad y celeridad de las actuaciones. La magistrada
única también subrayó que la evaluación de las solicitudes de conformidad con el párrafo 3 del artículo 68 del
Estatuto no puede ser llevada a cabo en abstracto, sino, por el contrario, se debe realizar caso por caso, si el
Representante legal de las víctimas presenta una solicitud específica y motivada.
Habiendo examinado las propuestas del Representante legal de las víctimas, la magistrada única opina que los
intereses personales de las víctimas en la presente causa se ven de hecho afectados por la cuestión planteada
durante la audiencia de confirmación de los cargos y reiterada en la solicitud. La magistrada única también
considera que no habría perjuicio alguno para los derechos de los sospechosos y para la equidad y celeridad de
las actuaciones si el Representante legal de las víctimas fuese autorizado a hacer observaciones por escrito sobre
la cuestión planteada en la solicitud.
Sin embargo, la magistrada única desea señalar que esto es sin perjuicio de la determinación final por la Sala
sobre el asunto para el que se proponen presentaciones escritas. En consecuencia, la solicitud puede concederse
autorizando al Representante legal de las víctimas a incluir en sus declaraciones escritas finales, que se deben
presentar el 30 de septiembre de 2011, observaciones sobre la(s) cuestión(es) propuesta(s) en la Solicitud.
Véase n° ICC-01/09-01/11-338, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 22 de septiembre de
2011, párrs. 5-12.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única considera además que, con arreglo al párrafo 3 del artículo 68 del
Estatuto, la Sala puede autorizar a los Representantes legales de las víctimas a presentar escritos sobre cuestiones
específicas de hecho y/o derecho “con la condición de que el Representante legal de las víctimas demuestre,
por medio de una solicitud en este sentido, que los intereses personales de las víctimas se ven afectados por
[TRADUCCIÓN] El Representante Legal Común de las víctimas autorizadas para participar en la etapa previa
al juicio del presente caso tiene el derecho, durante la audiencia de confirmación y en los procedimientos
relacionados, a:
(i) tener acceso a todas las solicitudes públicas y decisiones públicas contenidas en el expediente del caso;
(ii) ser notificado de la misma manera que el Fiscal y la Defensa de todas las solicitudes públicas,
presentaciones, mociones, respuestas y otros documentos procesales que se presenten como públicos
en el expediente del caso;
(iii) ser notificado de las decisiones de la Sala en el proceso;
(iv) tener acceso a las transcripciones de audiencias celebradas en sesiones públicas;
(v) ser notificado de la misma manera que el Fiscal y la Defensa de todos los procedimientos públicos
ante la Corte, incluida la fecha de las audiencias y cualquier aplazamiento de los mismos, y la fecha de
entrega de la decisión; y
(vi) tener acceso a la evidencia pública presentada por el Fiscal y la Defensa de conformidad con la regla 121
de las Reglas y que figuran en el expediente del caso. Sin embargo, dicho derecho está sujeto al formato
[es decir, versiones no redactadas, versiones redactadas o resúmenes, así como versiones electrónicas
con los metadatos requeridos por el Protocolo de la Corte Electrónica, en los cuales dicha evidencia se
ha puesto a disposición de cualquiera de las partes.
Véase n° ICC-02/11-01/11-384, Sala de Cuestiones Preliminares (magistrada única, 6 de febrero de 2013,
párr. 54.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
intereses personales de las víctimas se ven afectados por los asuntos en cuestión, el Representante Legal Común
puede estar autorizado para hacer presentaciones orales durante la audiencia de confirmación de cargos, sujeto
a las instrucciones dadas por la Sala. En su determinación, la Sala tomará en consideración; inter alia, la etapa
de los procedimientos, la naturaleza de los asuntos en juego, los derechos del sospechoso y el principio de
equidad y celeridad de las actuaciones.
Véase N° ICC-02/11-02/11-83, Sala de Cuestiones Preliminares II, 11 de Junio de 2014, párr. 28 – 31.
121 de las Reglas y que figura en el expediente de la causa. Sin embargo, dicho derecho está sujeto
al formato (es decir, versiones no redactadas, versiones redactadas o resúmenes, así como versiones
electrónicas con la metadata requerida por el Protocolo ‘e-Court’) en los cuales dicha evidencia se ha
puesto a disposición de cualquiera de las partes.
La Magistrada Única recuerda, sin embargo, que si una parte o un participante en los presentes procedimientos
desea notificar su propia presentación clasificada como confidencial al representante legal común, puede
hacerlo incluyendo en dicho documento el nombre del representante legal común a ser notificado. La Secretaría
notificará a las partes y a los participantes como corresponda.
En relación con aquellas presentaciones que están marcadas como confidenciales y no son notificadas al
representante legal común bajo las condiciones establecidas en el párrafo anterior, la Sala retiene la opción
de decidir caso-a-caso, ya sea por propio motu o por razones específicas, si se concede al representante legal
común acceso al mismo.
Finalmente, la Magistrada Única decide que, con el objeto de que el representante legal común cumpla con
sus deberes, se le otorgará acceso a las copias redactadas y no redactadas de las solicitudes de participación
presentadas por las víctimas aquí admitidas para participar en la audiencia de confirmación de cargos y en las
actuaciones relacionadas.
c. Presentación de argumentos escritos
De conformidad con el artículo 24 del Reglamento de la Corte, los representantes legales de las víctimas también
tienen derecho a presentar mociones por escrito, respuestas y réplicas en relación con todos los asuntos para
los cuales el Estatuto y las Reglas no excluyen su intervención y para los cuales la Cámara no ha limitado su
participación ya sea propio motu o a petición de una parte, la Secretaría o cualquier otro participante.
En consecuencia, la Magistrada Única considera que la Sala puede autorizar al representante legal común
de las víctimas admitidas para participar en la presente decisión a hacer presentaciones por escrito sobre
cuestiones específicas de derecho y/o de hecho. Este derecho puede ser ejercido sobre las condiciones de que (i)
el representante legal prueba, mediante una solicitud a tal efecto, que los intereses personales de las víctimas se
ven afectados por el (los) asunto (s) en juego; y (ii) la Sala lo considera apropiado, teniendo en cuenta, inter alia,
la etapa de las actuaciones, la naturaleza de los asuntos en cuestión, los derechos del sospechoso y el principio
de equidad y celeridad de los procedimientos.
Véase N° ICC-02/11-02/11-111, Sala de Cuestiones Preliminares I (Magistrada Única), 1 de Agosto de 2014,
párr. 16 – 28.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
incluirá a los Representantes Legales de las Víctimas.
Con ese propósito, el Magistrado único considera necesario ordenar a las Partes y el Secretario que revisen
aquellas de sus presentaciones oficiales que ya obren en el expediente de la causa, e identifiquen aquellos para
los que existan motivos específicos que impidan su notificación a los Representantes Legales de las Víctimas.
Las partes también examinarán las pruebas que han comunicado a la Sala hasta la fecha. Tras la recepción de
estas presentaciones, el Magistrado único ordenará la notificación a los Representantes Legales de las Víctimas
de todos los documentos y pruebas respecto de los cuales no se haya presentado una justificación para su
denegación a los Representantes Legales. En cualquier caso, estos obtendrán acceso inmediato a las solicitudes
de participación de sus clientes.
El Magistrado único señala que, en determinadas circunstancias, podrían producirse tensiones entre el deber
de los Representantes Legales de respetar la confidencialidad de ciertos documentos o información que
obren en el expediente de la causa y el deber de informar a sus clientes de las novedades en las actuaciones,
incluso con el fin de obtener instrucciones. En efecto, por distintos motivos las víctimas participantes podrían
no estar siempre en condiciones de reconocer y respetar los requisitos de confidencialidad. Ello no obstante,
el Magistrado único considera que sería desproporcionado e incompatible con la participación eficaz de las
víctimas ordenar a los Representantes Legales no divulgar a sus clientes cualquier documento o información de
naturaleza confidencial. Más bien, el Magistrado único considera que se debería permitir, e incluso exigir, a los
Representantes Legales la divulgación de información confidencial a las víctimas cuando ello fuera necesario,
siempre y cuando actúen con prudencia y tomen medidas para no causar perjuicio a los motivos que justifican
la confidencialidad de determinados documentos o información. En particular, el Magistrado único espera que
los Representantes Legales no divulguen copias físicas o electrónicas de documentos confidenciales, sino que
informen de ellos verbalmente a sus clientes, o les muestren una copia del documento, que permanecerá en
poder de los Representantes Legales. Estos también habrán de informar a sus clientes acerca de la naturaleza
confidencial del documento o la información, y de que por consiguiente no se pueden poner en común con
terceros. Además, el Magistrado único estima procedente ordenar a los Representantes Legales que mantengan
un registro de la divulgación de documentos o información confidenciales a sus clientes, en el que se debería
consignar, como mínimo, lo siguiente: i) el documento o la información que se han divulgado; ii) los clientes
a quienes se ha divulgado la información; iii) la forma en que se ha realizado la divulgación; iv) conformación
acerca de si se informó a los clientes de la naturaleza confidencial del documento o la información, y que
por tanto no se podrían compartir con terceros; v) la fecha de divulgación; y vi) el lugar de la divulgación.
En el supuesto de (sospecha de) vulneración de la confidencialidad, el Magistrado único podrá ordenar la
presentación del registro a la Sala.
En segundo lugar, los Representantes Legales de las víctimas participantes tendrán derecho general a asistir a
todas las audiencias en la causa, tanto las públicas como las que no lo sean.
En tercer lugar, los Representantes Legales tendrán derecho a presentar escritos a la Sala, y contarán con el
derecho de respuesta a tenor de lo dispuesto en el párrafo 2 de la norma 24 del Reglamento de la Corte. En
consonancia con lo decidido en la reunión con las partes del 19 de mayo de 2015 (ICC-02/04-01/15-T-6-ENG,
página 19, líneas 1 a 5), cualquier respuesta se habrá de presentar dentro de los cinco días siguientes a la
notificación del documento al que responde el Representante Legal. El Magistrado único observa que la Fiscal
y la Defensa cuentan con el derecho de respuesta, entre otras, a cualquier observación presentada por escrito
por el (los) Representante(s) Legal(es), a tenor de lo dispuesto en el numeral 1 de la norma 24 del Reglamento
de la Corte, dentro de los cinco días siguientes a la notificación del documento de conformidad con la orden
anterior. Además, en aras del desarrollo expedito de las actuaciones, el Magistrado único considera procedente
establecer un breve plazo límite general de tres días para que la Fiscal y la Defensa respondan a cualquier
respuesta presentada por el (los) Representante(s) Legal(es) de las Víctimas, de conformidad con el numeral 2
de la norma 24 del Reglamento de la Corte. Este plazo también es de aplicación cuando la parte que responda
no sea la originaria del documento al que respondió el Representante Legal.
En cuarto lugar, el Magistrado único considera procedente reconocer a los Representantes Legales el derecho
a presentar escritos sobre asuntos de hecho y de derecho, con una antelación mínima de tres días a la fecha de
la audiencia de confirmación de los cargos, en paralelo con el derecho de la Fiscal y de la Defensa en virtud de
la subregla 9 de la regla 121 de las Reglas.
Véase núm. ICC-02/04-01/15-350, Sala de Cuestiones Preliminares II (Magistrado único), 27 de noviembre
de 2015, párrs. 25 a 35.
de la verdad, de conformidad con el artículo 69 (3) del Estatuto. La Regla 91 (3) de las Reglas permite a las
víctimas participantes interrogar a los testigos con el permiso de la Sala (incluidos los peritos y el acusado). La
Regla no limita esta oportunidad a los testigos convocados por las partes. De ello se desprende que se puede
permitir que las víctimas que participan en el proceso presenten y examinen prueba si a juicio de la Sala les
ayudará a determinar la verdad y si en ese sentido la Corte ha “solicitado” la prueba. Además, por las razones
expuestas anteriormente, la Sala no restringirá el interrogatorio de las víctimas a cuestiones de reparación, sino
que permitirá a las víctimas deben formular las preguntas apropiadas siempre que sus intereses personales se
vean comprometidos por las pruebas consideradas.
En cuanto a la solicitud de los representantes legales de las víctimas de tener la oportunidad de impugnar la
admisibilidad o pertinencia de la prueba cuando se comprometan sus intereses, el derecho de presentación
en materia probatoria no está reservado a las partes y no existe disposición el marco del Estatuto de Roma
que prohíbe a la Sala de Primera Instancia pronunciarse sobre la admisibilidad o pertinencia de las pruebas
habiendo tenido en cuenta las opiniones y preocupaciones de las víctimas, de conformidad con los artículos 68
(3) y 69 (4) del Estatuto. En circunstancias apropiadas, esto se permitirá después de una solicitud.
La Sala de Primera Instancia considera que las víctimas que soliciten participar deben tener acceso a la versión
pública redactada del “resumen de la presentación de pruebas” de la acusación. A las víctimas que actualmente
participan se les ha proporcionado una copia de este documento.
Pasando a la inspección, la Sala de Primera Instancia está de acuerdo con la acusación en que la inspección,
según lo dispuesto en las Reglas 77 y 78 de las Reglas, se refiere únicamente a la acusación y la defensa. Sin
embargo, como una cuestión de principio general, y con el fin de hacer efectivos los derechos reconocidos a las
víctimas en virtud del artículo 68 (3) del Estatuto, la fiscalía, previa solicitud de los representantes legales de las
víctimas, proporcionará a las víctimas individuales que hayan sido concedió el derecho a participar con aquellos
materiales en posesión de la acusación que sean relevantes para los intereses personales de las víctimas que la
Sala haya permitido ser investigados durante el proceso y que hayan sido identificados con precisión por las
víctimas por escrito. Las víctimas participantes también deben recibir las pruebas públicas enumeradas en los
anexos 1 y 2 de la fiscalía de su “resumen de la presentación de pruebas”, siempre que se demuestre que son
pertinentes para sus intereses personales, como se indicó anteriormente. Si parte de un documento en este
contexto es confidencial, el documento debe estar disponible en una forma redactada adecuadamente.
El derecho de las víctimas a participar en audiencias / conferencias sobre el estado y durante el juicio, y a
presentar comunicaciones escritas
[...]
La Sala de Primera Instancia podrá, proprio motu o previa solicitud de cualquiera de las partes o participantes,
permitir que las víctimas participen en audiencias a puerta cerrada y ex parte, según las circunstancias. Si la
participación de las víctimas podría abarcar excepcionalmente audiencias ex parte, solo para las víctimas (por
ejemplo, al considerar las medidas de protección) es una cuestión que solo puede resolverse haciendo referencia
a los hechos de la solicitud en particular. En la medida en que sea posible y necesario, la Sala consultará con las
partes siempre que las víctimas soliciten participar en dichas audiencias.
Lo anterior se aplica mutatis mutandis con respecto al derecho de las víctimas a presentar comunicaciones
escritas confidenciales o ex parte.
[...]
La Sala de Primera Instancia considera que la Regla 89 (1) de las Reglas es clara en su efecto cuando establece
que la participación de las víctimas puede incluir declaraciones de apertura y cierre, particularmente dado que
esto no es incompatible con ninguna otra parte del marco del Estatuto de Roma. La Sala de Primera Instancia
considerará a su debido tiempo la solicitud de algunas víctimas de realizar declaraciones iniciales y finales de
una hora durante el juicio.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1119, Sala de Primera Instancia I, 18 de enero de 2008, párrs. 108-111, 113-114
y 117. Véase también n° ICC-01/04-01/07-1788, Sala de Primera Instancia II, 22 de enero de 2010, párrs.
81-84; n° ICC-01/05- 01/08-807-Corr, Sala de Primera Instancia III, 30 de junio de 2010, párrs. 29-37; y n°
ICC-01/04-01/07-2288-tSPA OA11, Sala de Apelaciones, 16 de julio de 2010, párrs. 37-40; n° ICC-01/05-
01/08-2138, Sala de Primera Instancia II, 22 de fevriero de 2008, párr. 18. y No. ICC-01/04-01/07-1665, Sala
de Primera Instancia II, 20 de noviembre de 2009, p.9
[TRADUCCIÓN] Las tres víctimas participantes desean dirigirse a los magistrados en relación a cuatro
cuestiones concretas, a modo de presentar sus opiniones y observaciones o a modo de proporcionar pruebas
en cuanto a:
i. sus historias individuales, dentro del contexto de los cargos imputados al acusado;
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
iv. la cuestión, incluyendo la magnitud, del reclutamiento de niños en la región;
Será necesario determinar en esta Decisión si estas cuestiones surgen de manera adecuada para su consideración
en el contexto de este juicio, y, en caso afirmativo, cómo ha de ser presentada cada una por las víctimas
participantes, pero primero es conveniente establecer los principios que se aplicarán a solicitudes de este tipo.
Como se ha dicho anteriormente, el párrafo 3 del artículo 68 establece el derecho reglamentario inequívoco
de las víctimas a presentar sus opiniones y observaciones en persona cuando sus intereses personales se ven
afectados, si bien se establece la posibilidad expresamente de que sus Representantes legales lleven a cabo esta
tarea en su nombre si la Corte lo considera conveniente. Sin embargo, cualquier intervención por parte de las
víctimas debe ser de una manera que no redunde en detrimento de los derechos del acusado o de un juicio justo
e imparcial ni sea incompatible con éstos. En consecuencia, el contenido y las circunstancias de su participación
no deben socavar la integridad de estos procesos penales.
[…]
Por último, hay que recalcar que el proceso de “expresar sus opiniones y observaciones” por parte de las
víctimas no es lo mismo que “proporcionar pruebas”. El primer proceso es, en esencia, el equivalente a la
presentación de comunicaciones, y aunque las opiniones y observaciones de las víctimas pueden ayudar a la
Sala en su aproximación a las pruebas en la causa, estas declaraciones de las víctimas (hechas personalmente o
presentadas por sus Representantes legales) no formarán parte de las pruebas en el juicio. Con el fin de que las
víctimas participantes puedan contribuir a la prueba en el juicio, es necesario que ellas presten declaración bajo
juramento en el estrado de los testigos. Existe, por lo tanto, una distinción fundamental entre estos dos medios
posibles de presentar material ante la Sala.
En conclusión, las víctimas tendrán que tomar decisiones cuidadosas en cuanto a la posibilidad de prestar
declaración bajo juramento, o presentar sus opiniones y observaciones, o ambas. Si desean expresar sus
opiniones y observaciones, tendrán que determinar si están en mejores condiciones para realizar esta tarea,
o si los asuntos relevantes podrían ser presentados de forma más efectiva por sus Representantes legales. Por
otra parte, la Sala tendrá que asegurarse de que las cuestiones y los hechos no sean innecesariamente repetidos
(por ejemplo, por primera vez en la presentación personal de las víctimas de sus opiniones y observaciones,
luego repetidos por ellas en las pruebas y, finalmente, abordados por tercera ocasión en las exposiciones de los
Representantes legales). Aunque se pueden formular observaciones en cuanto a las pruebas, este ejercicio en
general debe ser proporcionado y compatible con un juicio justo.
[…]
Sería inapropiado -e incluso imposible - para la Sala describir con mayor detalle las circunstancias en las que
la intervención personal de las víctimas, a fin de expresar sus opiniones y observaciones, será conveniente.
Decisiones basadas en hechos específicos serán necesarias, teniendo en cuenta las circunstancias del juicio
en su conjunto. Por ejemplo, es poco probable que los aportes personales de unas pocas víctimas tengan el
mismo impacto en el procedimiento que cuando un gran número de víctimas desea expresar sus opiniones
y observaciones de forma individual. Como un ejemplo extremo, si todas las víctimas que participan en esta
causa (94) buscaran presentar sus opiniones y observaciones, dependiendo siempre de las circunstancias de
sus intervenciones, esto podría ser contradictorio con un juicio justo para el acusado. En consecuencia, será
necesario que la Sala considere las solicitudes de acuerdo a sus méritos individuales, equilibrando una gran
variedad de factores que incluyen los requisitos y circunstancias del juicio en su conjunto. Esta es un área
en la que los Representantes legales tienen un papel crucial: es de indudable importancia que las víctimas
participantes reciban un asesoramiento cuidadoso y exhaustivo en cuanto a la forma más conveniente que
pueden participar en este juicio.
En cuanto respecta, primero, a los méritos de las peticiones para presentar pruebas, se han presentado solicitudes
escritas y han sido notificadas a las partes. Por lo tanto, los dos primeros requisitos, según lo aprobado por la
Sala de Apelaciones, se han cumplido.
En cuanto a si los intereses personales de las víctimas se ven afectados y si su testimonio puede ser relevante para
los cargos contra el acusado, la cuestión del reclutamiento de niños en la región, y su extensión, es prima facie
de relevancia para el supuesto uso, reclutamiento o alistamiento de niños soldados por el acusado durante el
período pertinente. Por otra parte, estas pruebas pueden ayudar a la Sala en su examen sobre reparaciones para
determinadas víctimas, si es que surgen posteriormente en las actuaciones. La región es un área importante en
la República Democrática del Congo (“RDC”), potencialmente bajo la influencia o control del acusado durante
el periodo de tiempo referido en los cargos, y por lo tanto esta prueba puede ayudar a la Sala a determinar la
verdad.
[…]
posición, en esa etapa, para determinar si desean expresar sus opiniones y observaciones en persona. Como se
indicó más arriba, la Sala espera que los Representantes legales den un asesoramiento detallado y cuidadoso
sobre este tema, y considerará comunicaciones orales en el momento oportuno. Aunque en principio estas
víctimas participantes pueden solicitar la oportunidad de presentar sus opiniones y observaciones en persona
sobre temas como el daño que han experimentado individualmente y el enfoque que debe adoptarse para las
reparaciones, si han elegido presentar pruebas sobre todos los asuntos relevantes dentro de su conocimiento
y experiencia, puede ser más apropiado que cualquier comunicación adicional (que puede incluir cuestiones
jurídicas complejas) sea hecha por sus Representantes legales. Sin embargo, la Sala abordará la situación de
cada víctima después de que hayan presentado sus pruebas, una vez que las circunstancias individuales y los
detalles de las solicitudes de cada una de estas tres víctimas participantes estén claras. En ese momento la Sala
determinará, en su caso, cuándo y por quién las opiniones y observaciones deben ser presentadas, teniendo en
cuenta la situación de las víctimas y la necesidad de garantizar que el juicio del acusado sea justo.
Véase n° ICC-01/04-01/06-2032-Anx, Sala de Primera Instancia I, 9 de julio de 2009, párrs. 15-17, 25-29 y
39-40. Véase también n° ICC-01/04-01/06-1432-tSPA OA9 OA10, Sala de Apelaciones, 11 de julio de 2008,
párrs. 4 y 104.
[TRADUCCIÓN] El interrogatorio de los testigos por parte de los Representantes legales de las víctimas
de conformidad con la subregla 3 de la regla 91 de las Reglas es un ejemplo de las formas en las que las
víctimas pueden participar en las actuaciones. Sin embargo, esta regla sólo describe el procedimiento que los
Representantes legales deben seguir para solicitar la autorización para hacer preguntas. A falta de disposiciones
pertinentes en el marco del Estatuto de Roma, la Sala debe determinar la manera en la que el interrogatorio se
debe llevar a cabo.
Los términos “interrogatorio principal”, “contrainterrogatorio” e “interrogatorio suplementario”, que se utilizan
en los sistemas jurídicos de common law y de tradición romano-germánica, no aparecen en el Estatuto. Sin
embargo, tal como se establece en los antecedentes procesales establecidos con anterioridad, estas expresiones
han sido utilizados como términos de conveniencia por las partes y los participantes al abordar la cuestión de
cómo serán interrogados los testigos durante la presentación de sus pruebas ante la Sala de Primera Instancia.
El propósito del “interrogatorio principal” es “aducir a través de preguntas adecuadas […] pruebas pertinentes
y admisibles que apoyen los argumentos de la parte que llama al testigo”. Se deduce de ello que la forma de
las preguntas es neutral y que las preguntas sugestivas (por ejemplo, preguntas formuladas de manera que
sugieren las respuestas requeridas) no son apropiadas. Sin embargo, hay que destacar que existen indudables
excepciones a este enfoque, por ejemplo, cuando no hay oposición a las preguntas sugestivas. El propósito del
“contrainterrogatorio” por otro lado, es plantear preguntas relevantes o pertinentes sobre el asunto en cuestión
o atacar la credibilidad del testigo. En este contexto, es legítimo que la forma del interrogatorio sea diferente, y
que los abogados estén autorizados a hacer preguntas cerradas, sugestivas o desafiantes, cuando sea apropiado.
Los Representantes legales de las víctimas, sin embargo, están dentro de una categoría que es distinta y separada
de las partes, y por lo tanto una descripción de la forma del interrogatorio por parte de los Representantes legales
de las víctimas que utilice los conceptos de “interrogatorio principal”, “contrainterrogatorio” e “interrogatorio
suplementario” no es necesariamente útil. Este aspecto, en particular, de las actuaciones en el juicio – la manera
de interrogar por parte de los Representantes legales de las víctimas – es un ejemplo de la naturaleza novedosa
del Estatuto, que no es el producto del sistema jurídico romano-germánico ni del de common law. Como
participantes en las actuaciones más que partes, los Representantes legales de las víctimas tienen un papel
único e independiente que aboga por un enfoque hecho a la medida sobre la forma en la que hacen preguntas.
Con arreglo al párrafo 2 del artículo 66 del Estatuto, una de las principales funciones de la Fiscalía es probar
la culpabilidad del acusado: “incumbirá al Fiscal probar la culpabilidad del acusado”. Sin embargo, la Sala de
Apelaciones ha sostenido que esta responsabilidad por parte de la Fiscalía no “excluy[e] la posibilidad de que las
víctimas presenten pruebas relacionadas con la culpabilidad del acusado”. De ello se deduce que, dependiendo
de las circunstancias, la presunta culpabilidad del acusado puede ser un tema que afecte sustancialmente los
intereses personales de las víctimas, y la Sala de Apelaciones ha determinado que la Sala de Primera Instancia
podrá autorizar a los Representantes legales de las víctimas a interrogar a los testigos sobre los temas que se
relacionen con esta cuestión:
Además, la Sala de Primera Instancia encuentra apoyo para este enfoque en la disposición contenida en la
subregla 3 de la regla 91 de las Reglas de Procedimiento y Prueba. De conformidad con ella, la Sala de Primera
Instancia puede autorizar a los Representantes legales de las víctimas, a su solicitud, a interrogar a los testigos
o a presentar documentos en la forma restringida que se estipula. La Sala de Apelaciones considera que no se
puede excluir la posibilidad de que tales preguntas o documentos se refieran a la culpabilidad o la inocencia
de los acusados y puedan dirigirse a impugnar la admisibilidad o la pertinencia de las pruebas en la medida
en que puedan afectar a sus intereses anteriormente identificados y con sujeción a los límites de su derecho a
participar.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
Bajo el régimen del Estatuto, el interrogatorio por parte de los Representantes legales de las víctimas ha sido
relacionado en la jurisprudencia de la Salas Primeras Instancia y la Sala de Apelaciones con un propósito más
amplio, el de ayudar a los magistrados en su búsqueda de la verdad. El marco que establece los derechos de
las víctimas en cuanto a su participación durante el juicio ha sido vinculado expresamente con las facultades
estatutarias de la Sala de Primera Instancia, de conformidad con el párrafo 3 del artículo 69 del Estatuto, “para
pedir todas las pruebas que considere necesarias para determinar la veracidad de los hechos”. La Sala de
Apelaciones explicó que:
El marco establecido por la Sala de Primera Instancia se funda en una interpretación de la segunda oración del
párrafo 3 del artículo 69, leída junto con el párrafo 3 del artículo 68 y la subregla 3 de la regla 91 de las Reglas
de Procedimiento y Prueba, en cuya virtud la Sala, al ejercer las atribuciones que le incumben, deja abierta la
posibilidad de que las víctimas pidan a la Sala que solicite la presentación de todas las pruebas que considere
necesarias para la determinación de la verdad.
En el fallo de la Sala de Primera Instancia, este vínculo (aprobado por la Sala de Apelaciones) entre el
interrogatorio de los testigos por parte de las víctimas que participan en el procedimiento y la facultad de
la Sala para determinar la verdad tiende a apoyar una presunción en favor de que las preguntas formuladas
en nombre de las víctimas tengan un enfoque neutral. Dicho de una forma general, es menos probable que
las víctimas, a diferencia de las partes, tengan la necesidad de recurrir a técnicas más agresivas durante el
“contrainterrogatorio”. En algunas circunstancias, sin embargo, puede ser totalmente coherente con el papel
de los Representantes legales de las víctimas que traten de presionar, desafiar o desacreditar a un testigo, por
ejemplo, cuando las opiniones y observaciones de la víctima entran en conflicto con las pruebas presentadas por
tal testigo, o cuando la prueba material no ha estado disponible. En tales circunstancias, puede ser apropiado
que los Representantes legales de las víctimas utilicen preguntas cerradas, sugestivas o desafiantes, si lo aprueba
la Sala.
En conclusión, se deduce del objeto y fin de un interrogatorio por parte de los Representantes legales de las
víctimas, que existe una presunción a favor de una forma neutral del interrogatorio, que puede ser reemplazada
por una forma más cerrada de interrogatorio, junto con el uso de preguntas sugestivas o desafiantes,
dependiendo de las cuestiones planteadas y de los intereses afectados.
Por lo demás, cualquier intento de anticipar las circunstancias en que una forma particular de interrogatorio se
llevará a cabo será de poca ayuda, ya que la Sala tendrá que responder caso por caso. Los Representantes legales
de las víctimas por lo tanto tendrán en cuenta la presunción en favor de un interrogatorio neutral, a menos que
haya una indicación contraria por parte de los magistrados. A modo de procedimiento, si un Representante de
las víctimas desea abandonar un estilo neutro de preguntas, deberá hacer una solicitud oral a los magistrados
en la etapa del interrogatorio cuando surja esta posibilidad.
Véase n° ICC-01/04-01/06-2127, Sala de Primera Instancia I, 16 de septiembre de 2009, párrs. 21-30. Véase
también n° ICC-01/05-01/08-807-Corr, Sala de Primera Instancia III, 30 de junio de 2010, párrs. 38-40.
[TRADUCCIÓN] Las víctimas pueden en determinadas circunstancias ser autorizadas participar en las
actuaciones por medio de testimonios orales. Esta posibilidad está sujeta a la autorización de la Sala.
1. Condiciones
Como principio general, la Sala sólo autorizará las solicitudes en nombre de las víctimas cuyo testimonio pueda
contribuir de forma genuina a la determinación de la verdad. Por lo tanto, es importante que el Representante
legal explique claramente la importancia del testimonio prestado por la víctima en relación con las cuestiones
de la causa y de qué manera puede ayudar a la Sala a tener una mejor comprensión de los hechos.
Para determinar si y de qué manera se les permite a los Representantes legales llamar a las víctimas que
representan a prestar testimonio, la Sala se guiará por la preocupación fundamental de que esto se lleve a cabo
de una manera expedita y que no redunde en detrimento de los derechos del acusado o de un juicio justo e
imparcial ni sea incompatible con éstos.
Consecuentemente, la posibilidad para los Representantes legales de llamar a las víctimas que participan en las
actuaciones a declarar en persona, está sujeta a tres limitaciones importantes:
a. La Sala no puede permitir que la participación de las víctimas infrinja el derecho del acusado a ser
juzgado sin dilaciones indebidas, de conformidad con el apartado c) del párrafo 1 del artículo 67.
b. La Sala sólo permitirá a los Representantes legales de las víctimas llamar a los testigos en la medida en
la que esto no los transforme en fiscales auxiliares.
c. Bajo ninguna circunstancia la Sala permitirá que las víctimas testifiquen de forma anónima respecto de
la Defensa.
de las víctimas a llamar a uno o más de sus clientes con el fin de testificar en persona ante la Corte y prestar
testimonio bajo juramento. La Sala sólo permitirá esto después de que el Fiscal haya concluido su caso y siempre
que no vulnere la integridad de las actuaciones.
2. Solicitud para llamar a una víctima a testificar
Cuando una víctima desee testificar en el juicio, su Representante legal deberá presentar una solicitud por
escrito a la Sala antes de la finalización del caso de la Fiscalía.
La solicitud deberá ir acompañada de una declaración firmada por la víctima, que contenga un resumen
exhaustivo de la declaración que va a prestar la víctima. Si la Sala concede la solicitud, la declaración adjunta
se considerará como una divulgación de conformidad con el numeral f) de la norma 54 del Reglamento de la
Corte.
La Sala insta a los Representantes legales a evitar expurgaciones innecesarias en dicha declaración. Sin
embargo, la Sala podrá autorizar expurgaciones si es necesario para proteger la seguridad, el bienestar físico
o psicológico de las víctimas o de terceras personas que estén implicadas por la participación de la víctima.
Los Representantes legales no podrán realizar expurgaciones sin autorización previa de la Sala bajo ninguna
circunstancia.
La solicitud y la declaración deberán ser notificadas a las partes, las cuales tendrán siete días para formular
sus observaciones. La Sala se pronunciará sobre la solicitud y determinará el momento apropiado para que la
víctima testifique.
En el caso de que la Sala autorice la solicitud, el Representante legal debe establecer contacto con la Dependencia
de Víctimas y Testigos a fin de hacer todos los arreglos necesarios y discutir cualquier cuestión de seguridad.
3. Criterios para evaluar las solicitudes de las víctimas para prestar testimonio
Al evaluar las solicitudes de participación de las víctimas a través de testimonios orales, la Sala podrá considerar,
entre otros, los siguientes factores:
a. Si el testimonio propuesto se refiere a asuntos que ya fueron abordaron por la Fiscalía en la presentación
de su caso o si repetiría innecesariamente las pruebas ya presentadas por las partes.
b. Si los temas sobre los cuales la víctima propone declarar están suficientemente relacionados con las
cuestiones que la Sala debe tener en cuenta en su evaluación de los cargos presentados contra el
acusado.
c. Si el testimonio propuesto es típico de un grupo mayor de víctimas participantes, las cuales han tenido
experiencias similares a la víctima que desea declarar, o si la víctima es la única apta para prestar
testimonio sobre un asunto en particular.
d. Si es probable que el testimonio saque a la luz nueva información importante que sea relevante para las
cuestiones que la Sala debe tener en cuenta en su evaluación de los cargos.
Véase n° ICC-01/04-01/07-1665, Sala de Primera Instancia II, 20 de noviembre de 2009, párrs. 19-30; y n°
ICC-01/05-01/08-2138, Sala de Primera Instancia III, 22 de febrero de 2012, párrs. 23-25
[TRADUCCIÓN] Como cuestión de principio, los Representantes legales de las víctimas no podrán llamar a
testigos que no sean las víctimas que representan. Sin embargo, en el caso de que los Representantes legales
hayan identificado a personas que no sean las víctimas participantes, que puedan aportar pruebas a la Sala
sobre cuestiones que conciernen a los intereses de las víctimas, pueden tomar la iniciativa de traer este punto
a la atención de la Sala.
Si la Sala considera que el testigo propuesto puede proporcionarle información importante, que hasta el
momento no haya sido incluida en las pruebas presentadas por las partes, podrá llamar a los testigos por
iniciativa propia, de conformidad con los apartados b) y d) del párrafo 6 del artículo 64 y el párrafo 3 del artículo
69 del Estatuto.
Como regla general, la Sala sólo llamará a testigos cuyo testimonio pueda contribuir de manera genuina a la
comprobación de la verdad. Por lo tanto, es importante que los Representantes legales expliquen claramente la
pertinencia del testimonio propuesto en relación con las cuestiones contenciosas de la causa.
Cuando la Sala ha llamado a un testigo basándose en la sugerencia de uno de los Representantes legales, puede
permitir al representante interrogar al testigo, ya sea antes o después de que la Sala lo haya examinado. El resto
del interrogatorio seguirá el mismo orden que los testigos llamados por la Sala propio motu.
Véase n° ICC-01/04-01/07-1665, Sala de Primera Instancia II, 20 de noviembre de 2009, párrs. 45-48.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
Las siguientes reglas se aplican a las preguntas formuladas por los Representantes legales de las víctimas a los
testigos convocados por otras partes, por participantes o por la Sala.
1. Procedimiento para autorizar preguntas por los Representantes legales de las Víctimas
a) Preguntas en virtud del artículo 75
Cuando un Representante legal de las víctimas desee interrogar a un testigo en relación a asuntos concernientes
a una posible decisión de reparación de conformidad con el artículo 75 del Estatuto, el Representante legal
deberá presentar una solicitud escrita, la cual se notificará a las partes. La solicitud deberá contener un
documento escrito con las preguntas, de conformidad con el apartado a) de la subregla 3 de la regla 91. La
petición explicará el propósito y el alcance exactos de las preguntas y deberá incluir todos los documentos
pertinentes que se utilizarán para el interrogatorio. Por último, la solicitud indicará en nombre de qué víctima o
de qué grupo de víctimas se presentan las preguntas.
La solicitud se presentará lo antes posible a fin de que la Sala pueda determinar si es apropiado para la Defensa
formular observaciones. Bajo circunstancias normales, la Sala considerará sólo aquellas solicitudes que se
recibieron por lo menos siete días antes de la primera comparecencia del testigo.
En caso de que la Sala admita la solicitud, tomará una decisión en virtud de la norma 56 del Reglamento de la
Corte, determinando si, y en qué medida, la subregla 4 de la regla 91 de las Reglas se aplica.
b) Preguntas anticipadas por los Representantes legales
Cuando los Representantes legales de las víctimas sepan de antemano que tienen algunas preguntas específicas
para un determinado testigo, perito o para el acusado, que no se refieren a cuestiones de reparaciones, deberán
notificar a la Sala y a la Fiscalía sobre esto en una solicitud por escrito, por lo menos siete días antes de que el
testigo comparezca por primera vez. La solicitud deberá indicar las preguntas que el Representante legal pretende
hacer así como también explicar cómo éstas se relacionan con los intereses de las víctimas representadas. Si
la Sala considera que la solicitud debe ser presentada a la Defensa para observaciones, de conformidad con
el apartado a) de la subregla 3 de la regla 91, podrá decidir reclasificar la solicitud para poder notificarla a la
Defensa. En ese caso, la Defensa tendrá tres días para formular sus observaciones.
Si, después de un interrogatorio principal realizado por la parte que convocó al testigo, la Sala considera
que las cuestiones planteadas en la(s) pregunta(s) propuesta(s) por las víctimas no han sido suficientemente
abordadas por el testigo, podrá autorizar al Representante legal hacer la(s) pregunta(s) antes de iniciar el
“contrainterrogatorio”. Para decidir si conviene conceder tal autorización, la Sala tendrá en cuenta los derechos
del acusado, los intereses de los testigos, la necesidad de un juicio justo, imparcial y expedito y la necesidad de
dar efecto al párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto, de conformidad con el apartado b) de la subregla 3 de la regla
91 de las Reglas. La Sala recuerda, al respecto, que esta disposición también autoriza a formular la pregunta al
testigo, perito o el acusado en nombre de los Representantes legales de las víctimas.
c) Preguntas no anticipadas por los Representantes legales
Cuando los Representantes legales de las víctimas no hubieran anticipado la formulación de preguntas a un
determinado testigo, pero durante el interrogatorio principal por la parte que haya llamado al testigo surge una
cuestión imprevista que se refiere directamente a los intereses de las víctimas, los Representantes legales de las
víctimas pueden presentar una pregunta a la Sala, la cual podrá decidir a su vez, si la misma será ser presentada
al testigo, si lo estima necesario para la averiguación de la verdad o para aclarar el testimonio del testigo.
2. Alcance del interrogatorio
En principio, el interrogatorio por parte de los Representantes legales de las víctimas debe limitarse a preguntas
que tengan por objeto aclarar o complementar pruebas presentadas previamente por el testigo. Sin embargo,
los Representantes legales de las víctimas podrán ser autorizados a hacer preguntas que vayan más allá de las
cuestiones planteadas durante el interrogatorio principal sujeto a las siguientes condiciones:
a) Las preguntas no pueden ser duplicativas o repetitivas en cuanto a lo que ya preguntaron las partes.
b) Las preguntas deben limitarse a cuestiones que son objeto de controversia entre las partes, a menos de
que los Representantes legales de las víctimas puedan demostrar que son directamente pertinentes para
los intereses de las víctimas representadas.
c) En principio, no se les permitirá a los Representantes legales hacer preguntas relacionadas con la
credibilidad y/o exactitud del testimonio prestado por el testigo, a menos que los Representantes
legales puedan demostrar que el testigo haya presentado pruebas que van directamente en contra de
los intereses de las víctimas representadas.
Los Representantes legales de las víctimas llevarán a cabo el interrogatorio de una manera neutral y evitando
preguntas sugestivas o cerradas, salvo que la Sala los autorice específicamente a apartarse de esta regla. Si el
Representante legal de las víctimas está autorizado a impugnar la credibilidad/exactitud del testimonio de un
testigo, se le permitirá formular preguntas sugestivas, cerradas o desafiantes, sujeto a las mismas limitaciones
indicadas en relación con el contrainterrogatorio.
Véase n° ICC-01/04-01/07-1665, Sala de Primera Instancia II, 20 de noviembre de 2009, párrs. 82-91. Véase
también n° ICC-01/04-01/06- 1119, Sala de Primera Instancia I, 18 de enero de 2008, párrs. 108-111; y n°
ICC-01/05-01/08-807-Corr, Sala de Primera Instancia III, 30 de junio de 2010, párrs. 30-40.
[TRADUCCIÓN] La Sala otorgará a los Representantes legales la oportunidad de llamar a una o más víctimas a
prestar testimonio bajo juramento en el juicio. En su opinión, el momento más apropiado, teniendo en cuenta
los derechos del acusado, para escuchar a las víctimas llamadas por los Representantes legales es directamente
después de que la Fiscalía haya presentado su caso. Dado que las personas interesadas aportarán pruebas sobre
los crímenes que se le imputan al acusado, y sobre cualquier papel que haya sido desempeñado por el acusado
en los mismos, la Defensa debe tener la oportunidad de presentar su caso una vez que todas las víctimas de los
crímenes a los que el acusado debe responder hayan aportado sus pruebas, incluidas las víctimas llamadas por
los Representantes legales.
Nuevamente, todas las solicitudes para este fin deberán indicar la importancia del testimonio para las cuestiones
de la causa y cómo puede ayudar a la Sala a obtener una mejor comprensión de los hechos.
[…]
En cuanto a la cuestión de si su estatus de víctimas participantes en el proceso podría impedirles prestar
testimonio bajo juramento, la Sala está de acuerdo con la Sala de Primera Instancia I de que no se puede excluir
completamente la posibilidad de que puedan prestar testimonio. Por otra parte, esta Sala autorizó a tres de las
víctimas participantes en la causa Lubanga a declarar bajo juramento después de que la Fiscalía concluyera su
caso. En efecto, excluir un testimonio de fundamental importancia y de valor probatorio por la simple razón de
que también han sido autorizadas a participar en las actuaciones como víctimas sería contrario a la obligación de
la Sala de establecer la verdad. Sin embargo, la Sala es consciente de las objeciones planteadas por la Defensa a
este respecto. También tiene en consideración el hecho de que, en los ordenamientos jurídicos que atribuyen un
papel activo a las víctimas en el proceso penal, tales víctimas por lo general no están autorizadas a declarar bajo
juramento. Sin embargo, la Sala señala que el hecho de que una víctima preste testimonio bajo juramento – lo
que le otorga el estatus de testigo – permite a la Defensa interrogarlo(a), lo que actúa como una salvaguarda y
significa que las víctimas que den falso testimonio están sujetos a enjuiciamiento en virtud el apartado a) del
párrafo 1 del artículo 70 del Estatuto.
Por otra parte, cabe señalar que, si se autorizara a la víctima únicamente a hacer una declaración por escrito,
esta declaración no podría ser considerada en el fallo definitivo, lo cual sería contrario al objetivo de contribuir
a la determinación de la verdad que justifica la intervención por parte de las víctimas.
Por lo tanto, corresponde a la Sala asegurarse de que el doble estatus como víctima y testigo no pone en peligro
el valor probatorio de su testimonio al determinar si es apropiado permitirle declarar en persona. Antes de
pronunciarse sobre dicha solicitud, la Sala podrá pedir a las partes que formulen sus observaciones.
La Sala recuerda, en ese sentido, que la participación de las víctimas en el proceso de descubrimiento de los
hechos de la Corte se supedita a que contribuyan realmente en la búsqueda de la verdad. En consecuencia, si
hay dudas potenciales en cuanto a la fiabilidad del testimonio de la víctima, la Sala podrá decidir no autorizar a
la víctima a prestar testimonio bajo juramento. Esta decisión es totalmente independiente de la discreción de la
Sala en virtud del artículo 69 del Estatuto para determinar la pertinencia y admisibilidad de las pruebas que la
víctima pueda dar durante su testimonio.
La Sala hace hincapié en que no autorizará el testimonio de cualquier víctima que deba permanecer en el
anonimato respecto de la Defensa. Sobre este punto, recuerda que, en sus decisiones del 6 y 18 de noviembre
de 2009, ordenó la divulgación de la identidad de la mayoría de las víctimas que no se opusieron a dicha
divulgación. Por último, señala que algunas de las víctimas todavía tienen que especificar si aceptan o no que
su identidad sea divulgada a las partes.
Sin embargo, la Sala no descarta la posibilidad de que las víctimas anónimas participen en las actuaciones. En el
caso de que sean llamadas a comparecer como testigos, de conformidad con la presente Decisión, las víctimas
deben renunciar a su anonimato.
La Sala considera que las disposiciones del Estatuto mencionadas con anterioridad no impiden a los
Representantes legales pedir que la Sala decida si debe ordenar la presentación de ciertas pruebas documentales.
La Sala considera esto como un medio para que las víctimas expresen sus “opiniones y observaciones” según
el significado del párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto. La Sala opina que el permitir que los Representantes
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
el siguiente procedimiento. Deberán hacer una solicitud por escrito a la Sala que demuestre que los documentos
que tienen la intención de presentar son pertinentes y pueden contribuir a establecer la veracidad de los hechos.
Esta solicitud, junto con las pruebas que desean presentar, deberá ser notificada a las partes y a los demás
participantes para que puedan formular sus observaciones.
Si las pruebas que los Representantes legales desean presentar están estrechamente relacionadas con el
testimonio de un testigo que haya sido nombrado, la solicitud deberá presentarse con suficiente tiempo de
antelación a dicho testimonio para que la Sala y las partes puedan tomar nota del contenido de la solicitud. En
cualquier otra circunstancia, que en principio no debería plantearse hasta el cierre del caso de la Defensa, la
solicitud deberá presentarse lo más pronto posible.
Cabe recordar que la Sala sólo autoriza la presentación de tales pruebas siempre que no sean perjudiciales a la
Defensa o a la equidad y la imparcialidad del juicio. La Sala evaluará las pruebas presentadas en virtud de su
facultad de “[d] ecidir sobre la admisibilidad o pertinencia de las pruebas” de conformidad con el párrafo 9 del
artículo 64 del Estatuto.
Véase n° ICC-01/04-01/07-1788, Sala de Primera Instancia II, 22 de enero de 2010, párrs. 86-93 y 98-101.
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones subraya que el Estatuto y las Reglas de Procedimiento y Prueba disponen
que la divulgación por parte del Fiscal debe, en principio, tener lugar antes del comienzo del juicio. Con arreglo
al párrafo 3 del artículo 61 del Estatuto y a las subreglas 3 y 5 de la regla 121 de las Reglas de Procedimiento y
Prueba, el Fiscal debe divulgar todas las pruebas que pretenda usar en la audiencia de confirmación antes de
dicha audiencia. Después de la audiencia de confirmación, con arreglo al apartado c) del párrafo 3 del artículo 64
del Estatuto, la Sala de Primera Instancia “dispondrá la divulgación de los documentos o de la información que
no se hayan divulgado anteriormente, con suficiente antelación al comienzo del juicio como para permitir su
preparación adecuada”. El Estatuto, las Reglas de Procedimiento y Prueba y el Reglamento de la Corte también
ponen de relieve el deber de la Sala de garantizar que el Fiscal divulgue, antes del comienzo del juicio, todas la
pruebas que no hayan sido previamente divulgadas durante la fase preliminar del caso.
Sin embargo, la posibilidad de que la Sala de Primera Instancia pida a las víctimas que presenten pruebas
depende i) de que las víctimas cumplan los requisitos del párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto y ii) de que la
Sala de Primera Instancia decida ejercer la facultad que le confiere el párrafo 3 del artículo 69 del Estatuto. Por
consiguiente, la presentación de tales pruebas está comprendida en el régimen establecido para que la Sala de
Primera Instancia ejerza su facultad de pedir “las pruebas que considere necesarias para determinar la veracidad
de los hechos”. Como puede ocurrir que la Sala de Primera Instancia no conozca antes del juicio qué pruebas
serán necesarias para la determinación de la veracidad de los hechos y, en lo referente a las pruebas presentadas
por las víctimas, si los intereses personales de las víctimas se ven afectados, la Sala de Primera Instancia tiene
la facultad de ordenar la presentación de tales pruebas durante el curso del juicio. Así pues, el apartado d) del
párrafo 6 del artículo 64 del Estatuto dispone que “[a] l desempeñar sus funciones […] en el curso de[l juicio]
, la Sala de Primera Instancia podrá, de ser necesario: […] d) Ordenar la presentación de pruebas adicionales
a las ya […] presentadas durante el juicio por las partes”. Como el apartado d) del párrafo 6 del artículo 64 del
Estatuto se refiere específicamente a pruebas adicionales a las presentadas durante el juicio por las partes, está
claro que tiene por objeto dar efecto a la facultad conferida a la Sala de Primera Instancia por la segunda oración
del párrafo 3 del artículo 69 del Estatuto.
La consecuencia implícita de lo que antecede es que puede haber circunstancias en las que las pruebas dispuestas
por la Sala de Primera Instancia no sean comunicadas al acusado antes del comienzo del juicio. Insistir en lo
contrario supondría privar a la Sala de Primera Instancia de su capacidad de evaluar lo que se necesario para
determinar la veracidad de los hechos después de haber considerado las pruebas presentadas por las partes. Por
consiguiente, si bien es cierto que el Estatuto destaca la importancia de que el Fiscal divulgue las pruebas antes
del comienzo del juicio, esto no se aplica a las pruebas presentadas a pedido de la Sala de Primera Instancia
conforme a lo establecido en el párrafo 3 del artículo 69 del Estatuto.
La Sala de Apelaciones subraya una vez más que las víctimas no tienen derecho a presentar pruebas durante el
juicio; la posibilidad de que se pida a las víctimas que presenten pruebas está sujeta a numerosas condiciones
que deben cumplir. Primero, su participación está siempre supeditada a lo estipulado en el párrafo 3 del artículo
68 del Estatuto, que exige que demuestren que sus intereses personales se ven afectados por las pruebas que
solicitan presentar. Segundo, cuando pida a las víctimas que presenten pruebas, la Sala de Primera Instancia
deberá garantizar que la solicitud no exceda los límites de la facultad que le confiere el párrafo 3 del artículo 69
del Estatuto. Además, la Sala de Primera Instancia “velará por que el juicio sea justo y expedito y se sustancie
con pleno respeto de los derechos del acusado”, que comprenden el derecho a “disponer del tiempo y los
medios adecuados para la preparación de su defensa”.
[…]
el juicio.
La Sala de Apelaciones también recuerda que la historia de la redacción del Estatuto apoya la noción de que
las obligaciones de divulgación del Fiscal frente al acusado están ligadas a la función del Fiscal de llevar a
cabo la investigación y surgen de la obligación del Fiscal de investigar tanto las circunstancias incriminantes
como las eximentes conforme a lo establecido en el apartado a) del párrafo 1 del artículo 54 del Estatuto. Por
el contrario, como se explicó con más detalle en la sección precedente relacionada con el primer motivo de
apelación, con arreglo al párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto, el papel de las víctimas en el procedimiento
es significativamente más limitado. La Sala de Apelaciones considera que si se impusiera a las víctimas una
obligación general de divulgación a efectos de que comunicaran pruebas al acusado se estaría desconociendo
el papel limitado de las víctimas, consistente en presentar sus opiniones y observaciones cuando sus intereses
personales se vean afectados. Teniendo en cuenta los diferentes papeles de las víctimas y de las partes, la Sala
de Apelaciones considera inapropiado hacer simplemente extensivas a las víctimas que participan en el proceso
las obligaciones estatutarias del Fiscal.
[…]
En este contexto, la Sala de Apelaciones recuerda que, conforme a lo establecido en el apartado a) del párrafo
1 del artículo 54 del Estatuto, el Fiscal tiene el deber de investigar tanto las circunstancias eximentes como las
incriminantes. Conforme a lo establecido en el apartado b) del párrafo 3 del artículo 54 del Estatuto, el Fiscal
puede, en lo que respecta a sus investigaciones, “[i] nterrogar a personas que estén siendo investigadas, así como
a víctimas y testigos, y solicitar su comparecencia”. Por lo tanto, la Sala de Apelaciones considera razonable
que, en particular cuando el tenor de las solicitudes de las víctimas para participar en el proceso indique que
ellas puedan tener información eximente, la investigación del Fiscal comprenda la obtención de la información
eximente que obre en poder de las víctimas. Dicha información sería entonces divulgada al acusado con arreglo
al párrafo 2 del artículo 67 del Estatuto y a la regla 77 de las Reglas de Procedimiento y Prueba.
Véase n° ICC-01/04-01/07-2288 OA11, Sala de Apelaciones, 16 de julio de 2010, párrs. 43-48, 72, 75 y 81.
[TRADUCCIÓN] Cuando una víctima desea testificar en el juicio, su representante legal deberá presentar una
solicitud por escrito a la Sala, acompañada de una declaración firmada por el testigo, que sólo contiene las
expurgaciones que sean estrictamente necesarias. La víctima también deberá presentar, antes de la finalización
del caso de la Fiscalía, un resumen completo de las declaraciones a las que la solicitud se refiere.
[…]
La Sala señala que el representante legal ha cumplido con los requisitos formales establecidos en la Decisión
sobre la regla 140 de las Reglas. Recuerda que, de conformidad con los requisitos de esa decisión y su decisión
sobre las modalidades de participación, las identidades de las cuatro víctimas en cuestión fueron dadas a conocer
a los equipos de las Defensas. Recuerda además que, mediante un correo electrónico del 14 de septiembre de
2010, se le encargó a la representante legal de notificar a las partes de la versión expurgada de las declaraciones
de las cuatro víctimas. La Sala señala que las expurgaciones del representante legal están limitadas a su objetivo
y están destinadas a garantizar la seguridad de las cuatro víctimas implicadas, para quienes se prevé que se
soliciten medidas cautelares. Asimismo, toma nota de que las expurgaciones están en consonancia con las
recomendaciones de la Dependencia de Víctimas y Testigos. Por otra parte, debido a la necesidad de garantizar
la eficacia de las medidas de protección consideradas necesarias, las cuales deben ser proporcionales a las
circunstancias actuales de cada una de las cuatro víctimas, la Sala ya ha solicitado al Representante Legal, por
correo electrónico el 27 de septiembre de 2010, que consulte con la Dependencia de Víctimas y Testigos, sin,
por supuesto, el resultado de la solicitud sea predeterminado. Por tanto, en esta etapa del procedimiento, de
conformidad con el párrafo 2 del artículo 64, el apartado e) del párrafo 6 del artículo 64 y el párrafo 1 del artículo
67 del Estatuto, la Sala autoriza a las expurgaciones provisionales de las declaraciones propuestas, dejando en
manos del Representante Legal considerar la posibilidad de solicitar por expurgaciones autorizadas que son
implementadas en el plazo de dos días después de la implementación de las medidas de protección ordenadas
a las víctimas que han sido otorgadas permiso para declarar por la presente Decisión.
[…]
La Sala recuerda que le incumbe especialmente evaluar si cada testimonio propuesto por las víctima está
relacionado con los cargos en la causa y no repite innecesariamente las pruebas que ya han sido ofrecidas por
las partes - teniendo en cuenta que no se trata de rechazar cualquier repetición posible, sólo aquellas que no
contribuyen significativamente a la determinación de la verdad. Es así como la Decisión sobre la regla 140 de las
Reglas debe ser interpretada, en la cual instruye al representante legal a presentar una solicitud para “explicar
[...] la pertinencia del testimonio de la víctima propuesto en relación con las cuestiones de la causa y de qué
manera pueden ayudar a la Cámara a tener una mejor comprensión de los hechos”.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
opinión de que esta víctima podría proporcionar clarificaciones importantes sobre el ambiente que prevalece
en Bogoro y el cambio en el estado mental antes del ataque, en particular, el funcionamiento de los canales de
comunicación interétnicas que podrían haber transmitido la información sobre un ataque inminente. Por otra
parte, esta víctima puede arrojar luz sobre los acontecimientos que tuvieron lugar en el interior del Instituto de
Bogoro en los dos días anteriores a la lucha y en el día de las hostilidades.
En cuanto a la víctima a/0018/09, cuyo testimonio, el Representante Legal sostiene, cubre los párrafos 275, 277,
306, 307, 322 a 325, 334 a 338, 403, 405 y 422 de la Decisión sobre la confirmación de los cargos, la Sala es de
la opinión que, a causa de la ocupación que tenía en 2003, la cual la puso en contacto con los habitantes de
Bogoro, podría proporcionar a la Sala con un panorama más claro de la redes familiares sociales y étnicas que
existían allí, las cuales podrían explicar por qué algunos civiles se quedaron, a pesar de las amenazas. Por otra
parte, al igual que la víctima a/0381/09, esta segunda víctima, como sobreviviente del Instituto, también puede
proporcionar una serie de detalles sobre la atmósfera y los acontecimientos de los dos días previos al ataque
y del mismo día. Ya que a/0381/09 afirma que perdió el conocimiento mientras se escapa del Instituto, la Sala
considera que estos dos testimonios se podrían de hecho complementar entre sí de manera eficaz. Por último,
la Sala considera que la descripción de Bogoro, antes y después del ataque del 24 de febrero de 2003 podría
permitirle evaluar su importancia y el impacto con mayor precisión.
La prueba de la víctima a/0191/08 cubre, de acuerdo con el Representante Legal, párrafos 275, 277, 306, 307,
322 a 325, 334 a 338, 405 y 424 de la Decisión sobre la confirmación de los cargos. Afirma que esta víctima
puede proporcionar la Sala con información sobre “[TRADUCCIÓN] los métodos utilizados por los atacantes
durante el ataque”, “[TRADUCCIÓN] la estrategia de rodear toda la localidad más allá del campo de la UPC”
y “[TRADUCCIÓN] los ataques a los que la población civil de Bogorowas estaban sujetos más allá de cualquier
objetivo militar “. La Sala acepta que el testimonio propuesto apoya en gran medida las pruebas presentadas
por muchos de los testigos de la Fiscalía, en particular la de P-233, P-287 y P-268. Sin embargo, observa que,
habiendo sido advertido por un pastor Lendu de la inminencia de un ataque, a/0191/08 podría proporcionar a la
Sala información fresca sobre la continua solidaridad entre los civiles que pertenecen a diferentes comunidades
étnicas. Por otra parte, la Sala considera que este testimonio podría aclarar las circunstancias en las que las
víctimas civiles huyeron y como era imposible para ellos proteger a los miembros de su familia y, sobre todo,
incluso a sus hijos más jóvenes.
Por último, la prueba de pan/0363/09, que representa a la víctima menor de edad a/0363/09 cubre, de acuerdo
con el Representante Legal, los párrafos 275, 277, 282, 306, 307, 322 a 325, 334 a 338 y 405 a 424 de la
Decisión sobre la confirmación de los cargos. A la luz de su declaración, la Sala considera que el testimonio de
pan/0363/09, actuando como representante de la víctima a/0363/09, le proporciona información nueva y útil
sobre los posibles métodos de selección de las casas de atacaban basados en motivos étnicos, en particular con
respecto a la vivienda de una persona que no era ni Hema ni Lendu.
Según el comunicado, todos los miembros de la familia Hema de la víctima a/0363/09 - cuyo padre había
recibido amenazas previamente - fueron asesinados en su casa en el momento del ataque, mientras que la
familia vecina de pan/0363/09, quién pertenece a un grupo étnico diferente y a quién la madre del niño le
preguntó si podía cuidar de los niños, se salvó. La Sala también toma nota de que sólo se le ha otorgado el
estatus de víctima al menor, a/0363/09. En consecuencia, la declaración del representante, pan/0363/09, debe
limitarse a las cuestiones relativas al interés personal del niño que a quien representa.
Sin embargo, a la luz de la información relevante que puede ofrecer, lo que podría contribuir de manera
significativa a la determinación de la verdad, la Sala propone ahora que la llamará como testigo de la Sala con
respecto a cualquier tema que se extienda más allá del interés personal de la víctima a/0363 / 09, para evitar
tener que recordarla.
En consecuencia, la Sala es de la opinión de que la aparición de las víctimas a/0381/09, a/0018/09 a/0191/08 y
el testigo pan/0363/09 contribuiría de manera significativa y eficaz a la búsqueda de la verdad y al proceso de
establecimiento de los hechos. Señala, además, que estos testimonios de las víctimas pueden ser de utilidad en
el futuro si fuera necesario para evaluar la totalidad de los daños sufridos por las víctimas.
Véase nº ICC-01/04-01/07-2517, Sala de Primera Instancia II, 9 de noviembre 2010, párrs. 6, 8, 14-20.
TRADUCCIÓN] La Sala decide que las víctimas puedan, al final del interrogatorio por la Fiscalía, pedir
permiso para hacer preguntas, además de las preguntas presentadas en la solicitud según lo establecido en
el párrafo anterior. Dicha solicitud deberá explicar la naturaleza y los detalles del interrogatorio propuesto, así
como especificar de qué manera los intereses personales de las víctimas se ven afectados, de acuerdo con las
condiciones de la regla 91 de las Reglas. La Sala de Primera Instancia determinará dichas solicitudes caso por
caso.
Véase No. ICC-01/05-01/08-1023, Sala de Primera Instancia III, 19 de noviembre de 2010, párras. 19 y 20
[TRADUCCIÓN] La Sala tiene primero una cuestión que puede ser tratada en sesión pública, y se relaciona con
un correo electrónico recibido por el gestor de causas de los Representantes legales de las víctimas, preguntando
a la Sala si las solicitudes de los Representantes legales para interrogar a los testigos deben hacerse en un formato
específico o si es suficiente hacer tales solicitudes por correo electrónico. La Sala señala a los Representantes
legales su decisión sobre la participación de las víctimas en el juicio y sobre las 86 solicitudes presentadas por
las víctimas para participar en las actuaciones del 12 de julio de 2010, documento 807, corrigendum, el que dice
explícitamente que las solicitudes discretas para participar en el juicio deben hacerse por escrito, párrafo H de la
disposición. La cita exacta es, la Sala instruye a los Representantes legales de las víctimas que deseen participar
en el juicio a establecer, en una solicitud específica por escrito, la naturaleza y el detalle de sus preguntas a
los testigos siete días antes del día en que está programado que el testigo testifique. Este es el final de la cita.
Además, la decisión sobre la representación legal común de las víctimas a los efectos del juicio es el documento
1005, de 10 de noviembre de 2010, párrafo 39, que repite las mismas frases. La decisión sobre directivas con
respecto a la conducta de las actuaciones, documento 1023, de 19 de noviembre de 2010, párrafos 18, 19, remite
a estas dos decisiones y establece que los Representantes legales que deseen participar durante el juicio deben
establecer la naturaleza y el detalle de las preguntas propuestas, así como especificar en una solicitud específica
de qué manera los intereses personales de las víctimas se ven afectados por lo menos siete días antes del día en
que está programado que el testigo testifique.
Véase la decisión oral n° ICC-01/05-01/08-T-45-Red-ENG CT WT, Sala de Primera Instancia III, 12 de
enero de 2011, de la pág. 25, línea 15 a la pág. 26, línea 11.
[TRADUCCIÓN] No importa si el testigo es también una víctima y está representado por otro Representante
legal en la causa. Una vez que los clientes de uno de los Representantes legales muestran interés en la
información que será proporcionada por un determinado testigo, el Representante legal en cuestión, incluso si
él o ella no representa a la persona con doble estatus de víctima/testigo en consideración puede pedir permiso
para hacer preguntas.
Véase la decisión oral nº ICC-01/05-01/08-T-45-Red-ENG CT WT, Sala de Primera Instancia III, 12 de
enero de 2011, pág. 27, líneas 14-16.
[TRADUCCIÓN] Sin embargo, la Sala no permitirá la pregunta 5, según lo propuesto por el Representante
legal en su solicitud de ser autorizado para interrogar al testigo, en relación a si el testigo trató de resistirse
mientras estaba siendo violada. Esto no es aceptable, ya que establece un peligroso precedente para futuros
cuestionamientos de esta naturaleza. La Sala aprovecha la oportunidad para recordar a todas las partes y
participantes sobre el contenido de la regla 70 de las Reglas de Procedimiento y Prueba como guía sobre los
principios de la prueba en causa de violencia sexual.
Véase la decisión oral n° ICC-01/05-01/08-T-47-Red-ENG CT2 WT, Sala de Primera Instancia III, 14 de
enero de 2011, pág. 47, líneas 10-16.
[TRADUCCIÓN] En primer lugar, el viernes 14 de enero de 2011, los Representantes legales de las víctimas
hicieron una presentación pública de su solicitud para interrogar al testigo 23. Debido a que la presentación
contiene la lista real de preguntas que los Representantes legales solicitan preguntar al testigo, y sin importar
si la información en sí es sensible, la presentación debería haber sido clasificada como confidencial con el fin
de que el testigo no sepa las preguntas con anterioridad y no pueda preparar las respuestas a las mismas,
negando el propósito mismo del interrogatorio, cuando la Sala acepte la solicitud. Sólo quisiera recordar a
los Representantes legales de las víctimas que en el futuro, tales solicitudes de interrogatorio a los testigos se
pueden hacer de forma confidencial.
Véase la decisión oral n° ICC-01/05-01/08-T-48-Red-ENG WT, Sala de Primera Instancia III, 17 de enero
de 2011, de la pág. 1, línea 23 a la pág. 2, línea 10.
[TRADUCCIÓN] Cuando el testigo sea llevado fuera de la sala de audiencia, después de haber dado su
testimonio ante la Sala y antes de que se reanude la audiencia, los testigos y el Representante legal de esta
víctima/testigo pueden mantener contacto.
Véase la decisión oral n° ICC-01/05-01/08-T-54-Red-ENG CT WT, Sala de Primera Instancia III, 26 de
enero de 2011, pág. 48, líneas 11-12.
[TRADUCCIÓN] La Sala recuerda a los Representantes legales de las víctimas que pueden formular preguntas
a los testigos de la Defensa con el permiso de la Sala. En este sentido, se refiere a las Directivas para la
Sustanciación de las Actuaciones y Testimonio de conformidad con la regla 140 de 1 de diciembre de 2009.
Véase n° ICC-01/04-01/07-2775, Sala de Primera Instancia II, 15 de marzo de 2011, párr. 19.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
El límite de páginas para cada presentación se ha extendido de conformidad con la norma 37 del Reglamento de
la Corte y los plazos se establecen a continuación: a) La Fiscalía debe presentar sus declaraciones finales en la
causa, a más tardar a las 16.00 horas el 1 de junio de 2011 en un documento que no exceda 250 páginas. b) Los
Representantes legales de las víctimas del equipo V01 y del equipo V02, así como la Oficina Pública de Defensa
de las víctimas deberán también presentar sus declaraciones finales en la causa a más tardar a las 16.00 horas
el 1 de junio de 2011. El límite de páginas se extiende a 50 páginas por cada equipo y para la Oficina Pública
de Defensa de las víctimas. Deberá haber un sólo alegato para cada equipo. c) La Defensa deberá presentar sus
declaraciones finales en la causa a más tardar a las 16.00 horas el 15 de julio de 2011 en una presentación que no
exceda las 300 páginas y cualquier anexo a la misma no debe exceder las 25 páginas. Aunque la Defensa solicitó
el mismo número total de páginas que la Fiscalía y los Representantes legales con el fin de responder a las
presentaciones de cada equipo, la Sala considera que 300 páginas serán suficientes para permitir a los acusados
hacer frente a los alegatos finales de la Fiscalía y de los Representantes legales, algunos de los cuales es probable
que sean repetitivos. d) La Fiscalía deberá presentar una réplica de hasta 50 páginas a las 16.00 horas del 1 de
agosto de 2011. e) La Defensa puede presentar una respuesta final de hasta 50 páginas a las 16.00 horas el 15
de Agosto de 2011.
Las conclusiones definitivas deberán abordar todos los temas de derecho y de hecho que se plantean en la
causa. Estos deberían incluir, entre otras cosas:
i) Si existió un conflicto armado en Ituri, República Democrática del Congo, entre el 1 de septiembre de
2002 y el 13 de agosto de 2003
ii) Si hubo un conflicto armado a los efectos del punto i) anterior, ¿hay un nexo entre el conflicto armado
y los presuntos crímenes?
iii) ¿Fue el conflicto armado de carácter internacional o de carácter no internacional, a efectos del artículo
8 del Estatuto?
iv) Si la Sala concluye que no era de índole internacional, ¿qué factores debe tenerse en cuenta si la
Sala considera la modificación de la tipificación jurídica de los hechos (en virtud de la norma 55 del
Reglamento de la Corte) del período de principios de septiembre de 2002 al 2 de junio de 2003?
v) ¿Qué necesita la Fiscalía establecer en esta causa, en virtud del apartado a) del párrafo 3 del artículo 25
del Estatuto?
vi) ¿Cuál es el significado de los términos “reclutar” o “alistar” niños menores de quince años en las
fuerzas armadas nacionales, en las fuerzas armadas o grupos armados o que los haya “utilizado para
participar activamente en las hostilidades”, a los efectos de los artículos 8(2)(b)(xxvi) y 8(2)(e)(vii) de los
Elementos de los Crímenes?
vii) ¿Qué necesita la Fiscalía establecer en virtud del artículo 30 del Estatuto, teniendo en cuenta el párrafo
3 del artículo 8(2)(b)(xxvi) y el artículo 8(2)(e)(3) de los Elementos de los Crímenes?
Para los documentos que han sido admitidos en las pruebas sin haber sido introducidos durante el interrogatorio
de un testigo (es decir “the bar table documents”), según lo establecido por la Sala durante la audiencia del 1 de
Abril de 2011 en sus alegatos finales las partes y los participantes deben identificar los documentos, o parte de
ellos, en los que se basaron, y proporcionar una explicación suficiente de la relevancia.
De manera similar, las partes de la prueba oral invocada por las partes y los participantes y los documentos en
que se basaron los interrogatorios de los testigos deben estar claramente identificados. Es un deber para las
partes y los participantes indicar los principales hechos que surjan de la prueba oral en la cual se basaron, y
proporcionar una explicación suficiente de la relevancia.
La Sala escuchará las declaraciones públicas orales de cierre el jueves 25 de agosto de 2011 y el viernes 26 de
agosto 2011 (regla 141 de las Reglas). La Fiscalía y la Defensa podrán hacer declaraciones finales de hasta 2
horas cada uno. Los Representantes legales de los dos equipos y la Oficina Pública de Defensa de las víctimas
podrán hacer alegatos orales de hasta 40 minutos cada uno. El orden de las declaraciones finales orales serán
los siguientes: la Fiscalía, las víctimas participantes y, finalmente, la Defensa.
Las partes y los participantes deben estar preparados para aceptar preguntas de la Sala cuando presentan sus
declaraciones finales. De ello se desprende que en cada equipo por lo menos un abogado con un conocimiento
detallado de los hechos y cuestiones en la causa debe estar presente en la sala de audiencia, debiendo haber
estado presente en la sala de audiencia durante la mayoría de las actuaciones (con independencia de qué
abogado presentará la declaración final).
Véase n° ICC-01/04-01/06-2722, Sala de Primera Instancia I, 12 de abril de 2011, párrs. 2-8.
Véase la decisión oral n° ICC-01/05-01/08-T-101-ENG CT WT, Sala de Primera Instancia III, 14 de abril de
2011, pág. 4, líneas 20-22.
[TRADUCCIÓN] La Sala ya ha informado a la defensa que a los Representantes legales se les permite hacer
preguntas que surgen de la transcripción, porque no pueden obtener una vista previa de antemano de las
preguntas que serán presentadas en relación con el tiempo real de la transcripción de hoy.
Véase la decisión oral n° ICC-01/05-01/08-T-104-Red-ENG CT WT, Sala de Primera Instancia III, 4 de
mayo de 2011, pág. 50, líneas 3-5.
[TRADUCCIÓN] Antes de pronunciarse sobre el fondo de las solicitudes, la Sala abordará una cuestión
de procedimiento con respecto al momento para la presentación de las respuestas a las solicitudes de los
Representantes legales para interrogar a los testigos. Esto se rige por el apartado a) de la subregla 3 de la regla
91 de las Reglas, lo que permite a las partes formular observaciones sobre las solicitudes de los Representantes
legales “en un plazo que fijará la propia Sala”. Mientras que la Sala decidió que los Representantes legales
están obligados a presentar sus solicitudes para interrogar a los testigos “por lo menos siete días antes del
día programado para que el testigo testifique”, la Sala no ha fijado una fecha límite para la presentación de
observaciones al mismo y considera que es apropiado hacerlo ahora.
La Sala decide que de ahora en adelante, las observaciones u objeciones a las solicitudes de los Representantes
legales para interrogar a los testigos se presentarán al menos cuatro días antes del día programado para que el
testigo relevante testifique. Las respuestas a esas observaciones se deben presentar al menos dos días antes del
día programado para que el testigo relevante testifique.
Véase n° ICC-01/05-01/08-1729, Sala de Primera Instancia III, 9 de septiembre de 2011, párrs. 13 y 14.
[TRADUCCIÓN] La Sala ahora considerará el fondo de las solicitudes y observaciones relacionadas. Como
cuestión inicial, la Sala rechaza la sugerencia de la Defensa de que los llamados “testigos internos” son
“generalmente incapaces de prestar testimonio que repercuta en los intereses personales de las víctimas”. En la
opinión de la Sala, los intereses de las víctimas no se limitan a la comisión física de los presuntos crímenes bajo
consideración. Más bien, sus intereses se extienden a la cuestión de la persona o las personas que deben ser
consideradas responsables de esos crímenes, ya sea como autores físicos u otros. En este sentido, las víctimas
tienen un interés general en el procedimiento y en su resultado. Como tales, tienen interés en asegurar que
todas las cuestiones pertinentes se pregunten a los testigos. Esto es confirmado por la subregla 3 de la regla 91
de las Reglas, que establece que los Representantes legales pueden ser autorizados a interrogar a peritos y a los
acusados, así como a los testigos de los hechos.
Con el fin de cuestionar al testigo 33, la Sala considera que los dos Representantes legales han dado razones
suficientes para demostrar que las víctimas que representan tienen un interés personal en el interrogatorio del
testigo 33. De hecho, el testigo 33 es un testigo interno que declarará, entre otras cosas, sobre el presunto modo
de responsabilidad del acusado y sobre el supuesto crimen de saqueo en la República Centroafricana, que,
según los formularios de solicitud de las víctimas recibidas por la Sala, parece que han afectado directamente a
un número significativo de víctimas.
Por estas razones, la Sala concede las solicitudes de los Representantes legales de interrogar al testigo.
Véase n° ICC-01/05-01/08-1729, Sala de Primera Instancia III, 9 de septiembre de 2011, párrs. 15-17.
[TRADUCCIÓN] La Sala desarrolló un protocolo sobre como llevar a cabo una visita judicial a la República
Democrática del Congo en el anexo a la presente providencia. La Sala sostiene entre otras cosas que, i) debido a
restricciones presupuestarias, además de los magistrados, la delegación estará compuesta por dos representantes
de cada parte y un Representante de cada equipo de Representantes legales; ii) la delegación visitará la mayoría
de los lugares y sitios sugeridos por las partes y los participantes con sujeción a las restricciones de seguridad;
iii) la Sala mantendrá el control de la realización de la visita; iv) las partes y participantes no podrán facilitar
pruebas; v) las partes y los participantes no realizarán presentaciones escritas ni orales; vi) a petición de la Sala,
se puede disponer que las partes y los participantes identifiquen lugares, sitios o edificios y, si es necesario,
que proporcionen toda información pertinente sobre los acontecimientos que allí tuvieron lugar. En caso de
desacuerdo sobre la identificación, cualquier dificultad se incluirá en la transcripción de la visita; vii) las partes y
los participantes se abstendrán de cualquier contacto con los medios de comunicación; y viii) durante la visita al
emplazamiento, un representante de la Sección de Administración de la Corte estará presente para preparar un
escrito de la visita, así como las transcripciones que se realizarán tras la finalización de la visita.
Véase nº ICC-01/04-01/07-3203-tENG y ICC-01/04-01/07-3203-anxB-tENG, Sala de Primera Instancia II,
18 de noviembre de 2011, págs. 7-9 y párrs. 1-6.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
La Sala de Apelaciones, confirmando la jurisprudencia de las Salas de Primera Instancia, ha declarado que las
disposiciones anteriores pueden permitir a los Representantes legales de las víctimas presentar pruebas en el
juicio. La presentación de pruebas por los Representantes legales no es un “derecho sin restricciones”, sino que
debe ser supervisada y regulada por la Sala, con el debido respeto a los derechos de los acusados y la equidad
del juicio. En la medida en que los Representantes legales deseen aportar pruebas, están obligados a presentar
una solicitud a la Sala de antemano. A la luz de los principios antes mencionados, y de conformidad con el
apartado d) del párrafo 6 del artículo 64, el apartado f) del párrafo 6 del artículo 64, el apartado b) del párrafo 8
del artículo 64, el párrafo 3 del artículo 68 y el párrafo 3 del artículo 69 del Estatuto de Roma, las reglas 86, 89
y 91 de las Reglas y la norma 43 y el numeral o) de la norma 54 del Reglamento de la Corte, la Sala establece
en la presente el procedimiento que han de seguir los Representantes legales, si desean solicitar permiso para
presentar pruebas o para que víctimas individuales presenten sus opiniones y observaciones a la Sala.
a. Si los Representantes legales desean presentar pruebas en nombre de sus clientes, o si desean que se les
permita a las víctimas individuales presentar sus opiniones y observaciones a la Sala, los Representantes
legales deben presentar una solicitud por escrito para solicitar permiso de la Sala;
b. Si los Representantes legales desean presentar pruebas, sus solicitudes por escrito deben explicar:
i. La naturaleza de las pruebas propuestas y la manera en que vayan a ser presentadas;
ii. El tiempo necesario estimado para la presentación de las pruebas propuestas;
iii. Cómo los intereses personales de las víctimas participantes se verían afectados por la
presentación de las pruebas propuestas;
iv. La pertinencia de las pruebas propuestas con respecto a los cargos;
v Cómo la presentación de la prueba propuesta contribuiría a que la Sala determine la verdad en
esta causa;
vi. Si una víctima que se propone como testigo ha renunciado a su anonimato;
vii. Si y cómo la presentación de la prueba propuesta afectaría a los derechos de los acusados y la
equidad del juicio, especialmente si la víctima desea declarar sin renunciar a su anonimato;
viii. Todas las cuestiones de divulgación que se deben resolver en relación con la presentación de la
prueba propuesta;
ix. Si los Representantes legales consideran solicitar medidas de protección, tales como
expurgaciones y/o medidas de protección en la sala de audiencia;
x. Si las pruebas propuestas se presentarán a través de personas que hayan sido autorizadas a
participar en calidad de víctimas en las actuaciones del juicio, y si así es, los números de solicitud
bajo los cuales esas personas están registradas.
c. Si los Representantes legales desean que las víctimas individuales presenten sus opiniones y
observaciones a la Sala, a través de, por ejemplo, declaraciones juradas, las solicitudes escritas de los
Representantes legales deben explicar:
i. La manera en que se presentarán las opiniones de las víctimas y las observaciones, por ejemplo,
en persona con arreglo a la regla 89 de las Reglas o por escrito;
ii. El tiempo estimado necesario para que las víctimas presenten sus opiniones y observaciones;
iii. Cómo los intereses personales de las víctimas participantes se verían afectados por la
presentación de sus opiniones y observaciones a la Sala;
iv. Si las víctimas desean que sus opiniones y observaciones se presenten públicamente, o si es
necesario prever medidas de protección en la sala de audiencia;
v Si las víctimas son las personas autorizadas a participar en el juicio, y si es así, los números de
solicitud bajo el cual las personas están registradas;
[...]
f. En la medida en que la Sala permita que los Representantes legales presenten pruebas, o autoriza a
las víctimas individuales a presentar sus opiniones y observaciones a la Sala, la presentación se deberá
llevar a cabo antes de que la Defensa inicie su presentación de pruebas, si las hubiere.
Véase n° ICC-01/05-01/08-1935, Sala de Primera Instancia III, 21 de noviembre de 2011, párrs. 1-3.
tratar de evitar retrasos indebidos derivados de la presentación de todas las pruebas. Es bajo este estándar de
supervisión judicial que la Sala lleva a cabo esta evaluación preliminar de la presentación de pruebas propuesta
por los Representantes legales.
[...]
Las víctimas pertinentes deben ser aquellas que, en opinión de los Representantes legales: i) sean las mejor
situadas para ayudar a la Sala en la determinación de la verdad en esta causa; ii) estén en condiciones de
presentar pruebas y/o opiniones y observaciones que afectan a los intereses personales de un mayor número de
víctimas participantes; iii) sean las mejores situadas para presentar testimonio que no será acumulativo con lo
ya presentado en esta causa; y iv) estén dispuestas a que su identidad sea divulgada a las partes en la causa de
que se les permita testificar y/o presentar sus opiniones y observaciones.
Después de recibir la información adicional y haber oído a las partes, la Sala hará una determinación final sobre
a cuáles de las víctimas pertinentes, si existe alguna, se les debe permitir testificar y/o presentar sus opiniones
y observaciones.
[...]
Por cada víctima pertinente, los Representantes legales deberán presentar una declaración completa por escrito
relativa a los hechos sobre los cuales la víctima se propone testificar y/o presentar sus opiniones y observaciones.
Las declaraciones serán firmadas por la víctima y se presentarán a la Sala y a las partes en uno de los idiomas
de trabajo de la Corte.
[...]
Además de las declaraciones por escrito antes descritas, por cada víctima pertinente, los Representantes legales
deberán explicar i) el tiempo previsto para la presentación por la víctima de su testimonio y/o sus opiniones y
observaciones; ii) si la víctima está dispuesta a que su identidad sea divulgada a las partes en el caso de que a
él o ella se le permita testificar y/o presentar sus opiniones y observaciones; iii) la forma en que la presentación
del testimonio de la víctima y/o sus opiniones y observaciones afectarán los intereses generales de las víctimas
que participan en esta causa; iv) la relevancia del testimonio de la víctima con relación a los cargos; v) como el
testimonio de la víctima contribuiría a la determinación de la verdad en esta causa por parte de la Sala; y vi) las
razones por las que el testimonio de la víctima no sería acumulativo con las pruebas ya presentadas hasta la
fecha. Estas cuestiones se abordarán considerando víctima por víctima.
[...]
En consonancia con la práctica anterior en esta Corte y por razones de equidad, la Sala no permitirá a las víctimas
declarar como testigos o presentar sus opiniones y observaciones, a menos que renuncien a su anonimato,
respecto de las partes. Sin embargo, la identidad de las víctimas no necesita ser revelada a las partes a menos
que, y hasta que, la Sala les conceda permiso para declarar y/o presentar sus opiniones y observaciones. Este
enfoque refleja las preocupaciones de seguridad expresadas por las víctimas y el hecho de que algunas víctimas
parecen haber dado su consentimiento para que sus identidades sean reveladas sólo si la Sala les concede
permiso para comparecer.
Si declaraciones escritas de las víctimas pertinentes contienen información de identificación que no debe ser
divulgada a la partes antes de la determinación de la Sala sobre el fondo de sus solicitudes, los Representantes
legales deben presentar ex parte las declaraciones escritas de las víctimas, con las expurgaciones propuestas
al respecto de la información identificadora. Sin perjuicio de las modificaciones ordenadas por la Sala, las
versiones expurgadas serán notificadas a las partes.
Una vez que las solicitudes complementadas y las declaraciones escritas se han presentado y la Sala ha decidido
sobre las expurgaciones propuestas, la Sala dará instrucciones a la Sección de Reparación y de Participación de
las Víctimas para que proporcione a las partes las versiones sin expurgar o expurgadas en menor medida de los
formularios de solicitud de las víctimas pertinentes. Además, la Sala proporcionará a las partes con las porciones
pertinentes de los anexos ex parte a las decisiones de la Sala sobre la participación de las víctimas en las que se
les concedió a las víctimas el estatus correspondiente de participante en esta causa.
Véase n° ICC-01/05-01/08-2027, Sala de Primera Instancia III, 21 de diciembre de 2011, párrs. 9, 12-13, 15,
17, 19-21.
[TRADUCCIÓN] La Sala considera importante resaltar las diferencias entre la presentación de pruebas en
calidad de víctima y la expresión en persona de sus opiniones y observaciones. La Sala de Primera Instancia I
proporcionó una ilustración instructiva a tal efecto del siguiente modo:
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
de pruebas durante el juicio, es necesario que las presenten bajo juramento desde el estrado. Existe por lo tanto
una diferencia fundamental entre estos dos posibles modos de presentar material ante la Sala.
En torno a estas diferencias, la presentación individual de pruebas por parte de una víctima por un lado, y la
expresión de sus opiniones y observaciones por otro, están regidas por requisitos diferentes que se explican a
continuación. En particular, los requerimientos para autorizar solicitudes de las víctimas para la presentación
de pruebas son significativamente superiores que los aplicables a las solicitudes de víctimas que desean
expresar sus opiniones y observaciones en persona. Por esta razón, aquellas víctimas que no cumplan con
los requerimientos para poder presentar pruebas, pueden no obstante obtener autorización para expresar sus
opiniones y observaciones en persona.
[…]
Ante la necesidad de un proceso expedito, es necesario que la Sala determine a qué víctimas se permitirá
presentar opiniones y observaciones en persona. En este contexto, la Sala está de acuerdo con la Sala de
Primera Instancia I en que este ejercicio requiere “decisiones fundamentadas en hechos específicos […] en las
que se tengan en cuenta las circunstancias del juicio en su conjunto”. Por este motivo y en las circunstancias
de la presente causa, la Sala considerará si los intereses personales de las víctimas se ven afectados y si las
declaraciones que se piensan exponer representan a un número más amplio de víctimas. En particular para la
evaluación se tendrá en cuenta la naturaleza del daño sufrido y el lugar de los hechos alegados por las víctimas
que fueron propuestas para expresar sus opiniones y observaciones.
Véase nº ICC-01/05-01/08-2138, Sala de Primera Instancia III, 22 de febrero de 2012, párrs. 19-22; y la
decisión oral nº ICC-01/05-01/08-T-227-Red WT, Sala de Primera Instancia III, 25 de junio de 2012, págs.
20-21.
[TRADUCCIÓN] La mayoría adoptó una serie de criterios, establecidos principalmente por la Sala de
Primera Instancia II en la causa de El Fiscal c. Katanga y Ngudjolo Chui, a fin de determinar si se autorizará
la presentación de pruebas por parte de las víctimas. En particular, durante la evaluación de las solicitudes,
la mayoría contempló si la presentación de pruebas por parte de una determinada víctima “contribuiría
genuinamente al esclarecimiento de los hechos” o si “proporcionaría nueva información sustancial y pertinente
para las cuestiones que la Sala deba considerar en la evaluación de los cargos”.
Disiento firmemente del uso de criterios que restringen indebida e injustamente los derechos de las víctimas
a presentar pruebas. Dichos criterios no tiene base legal y no se pueden deducir del marco reglamentario con
arreglo a su interpretación literal, sistemática y teleológica. En mi opinión, la adopción de estos criterios por la
mayoría refleja un enfoque utilitario sobre los derechos de las víctimas en lugar de un intento de garantizar que
los derechos acordados, conforme a las disposiciones reglamentarias, se ejerzan efectivamente y sólo dentro de
los límites estipulados específicamente en estas disposiciones.
En mi opinión, debería bastar con recordar que la Sala de Apelaciones ha detallado los requisitos necesarios para
permitir a las víctimas presentar pruebas, especialmente y sobre todo con motivo de mi opinión parcialmente
disidente: la demostración de los intereses personales afectados por las actuaciones específicas, la determinación
sobre lo apropiado de la participación específica de las víctimas, la consistencia con los derechos del acusado y
los requisitos de un juicio imparcial. Sin embargo, la decisión de la mayoría, en la que el derecho de participación
de las víctimas está arbitrariamente limitado a dos víctimas a las que se autoriza prestar declaración, está
basado en el concepto de que las declaraciones deben ser “útiles” para la Sala y proporcionar una “contribución
genuina”, remitiéndose extensamente a la necesidad de evitar retrasos “indebidos” en el procedimiento, lo cual
no está justificado ni fundamentado en elementos factuales en ninguna de las conclusiones de la decisión de la
mayoría. […] Yo habría evaluado las solicitudes de las víctimas para presentar pruebas a la luz de los requisitos
de la Sala de Apelaciones y tras haber determinado si las pruebas que se pretendían presentar son pertinentes
y poseen valor probatorio.
Además, en mi opinión, sería más apropiado, si no más justo, analizar la repercusión del hecho de permitir
a las víctimas presentar pruebas, con relación a la necesidad de evitar “retrasos indebidos”, basándose en lo
estipulado en la norma 43 del Reglamento de la Corte: el Magistrado Presidente, en consulta con las demás
Salas, tiene derecho a determinar la forma y el orden en que se interrogará a los testigos, a fin de evitar dilaciones
y asegurar una utilización eficaz del tiempo.
Con arreglo al párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto, las víctimas disfrutan del derecho reglamentario indiscutible
de presentar sus opiniones y observaciones si sus intereses personales se ven afectados. Las limitaciones al
citado derecho reglamentario autónomo serán interpretadas en el sentido estricto y en cumplimiento con
el marco estatutario. A tal efecto, en el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto se determinan claramente los
límites del derecho de las víctimas a presentar sus opiniones y observaciones, estipulando que se permitirá
que se “tengan en cuenta las opiniones y observaciones de las víctimas si se vieren afectados sus intereses
[TRADUCCIÓN] La Sala considera importante resaltar las diferencias entre la presentación de pruebas en
calidad de víctima y la expresión en persona de sus opiniones y observaciones. La Sala de Primera Instancia I
proporcionó una ilustración instructiva a tal efecto del siguiente modo:
[...] El tratamiento de las víctimas “que expresan sus opiniones y observaciones” no es el mismo que el de
aquellas que “presentan pruebas”. El primer caso equivale en esencia a realizar exposiciones y, aunque las
opiniones y observaciones de las víctimas pueden ayudar a la Sala a la hora de abordar las pruebas de la
causa, las declaraciones de las víctimas (realizadas personalmente o mediante sus Representantes legales) no
formarán parte de las pruebas del juicio. A fin de que las víctimas participantes contribuyan en la presentación
de pruebas durante el juicio, es necesario que las presenten bajo juramento desde el estrado. Existe por lo tanto
una diferencia fundamental entre estos dos posibles modos de presentar material ante la Sala.
En torno a estas diferencias, la presentación individual de pruebas por parte de una víctima por un lado, y la
expresión de sus opiniones y observaciones por otro, están regidas por requisitos diferentes que se explican a
continuación. En particular, los requerimientos para autorizar solicitudes de las víctimas para la presentación
de pruebas son significativamente superiores que los aplicables a las solicitudes de víctimas que desean
expresar sus opiniones y observaciones en persona. Por esta razón, aquellas víctimas que no cumplan con
los requerimientos para poder presentar pruebas, pueden no obstante obtener autorización para expresar sus
opiniones y observaciones en persona.
[…]
Ante la necesidad de un proceso expedito, es necesario que la Sala determine a qué víctimas se permitirá
presentar opiniones y observaciones en persona. En este contexto, la Sala está de acuerdo con la Sala de
Primera Instancia I en que este ejercicio requiere “decisiones fundamentadas en hechos específicos […] en las
que se tengan en cuenta las circunstancias del juicio en su conjunto”. Por este motivo y en las circunstancias
de la presente causa, la Sala considerará si los intereses personales de las víctimas se ven afectados y si las
declaraciones que se piensan exponer representan a un número más amplio de víctimas. En particular para la
evaluación se tendrá en cuenta la naturaleza del daño sufrido y el lugar de los hechos alegados por las víctimas
que fueron propuestas para expresar sus opiniones y observaciones.
Véase nº ICC-01/05-01/08-2138, Sala de Primera Instancia III, 22 de febrero de 2012, párrs. 19-22; y la
decisión oral nº ICC-01/05-01/08-T-227-Red WT, Sala de Primera Instancia III, 25 de junio de 2012, págs.
20-21.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
estipulando que se permitirá que se “tengan en cuenta las opiniones y observaciones de las víctimas si se vieren
afectados sus intereses personales y de una manera que no redunde en detrimento de los derechos del acusado
o de un juicio justo e imparcial ni sea incompatible con éstos”. La última instancia de esta disposición no es
alterar el derecho de las víctimas a presentar sus opiniones y observaciones, el cual es indiscutible y autónomo,
sino garantizar que las modalidades de participación no repercutan negativamente en la integridad del actual
proceso penal, que las fases del procedimiento en las que participan las víctimas sean las convenientes y que no
se vean afectados los derechos del acusado a un juicio justo e imparcial.
En mi opinión, la Sala ha recordado clara y correctamente las limitaciones estrictas del derecho de las víctimas
a presentar sus opiniones y observaciones.
[…]
Aunque estoy completamente de acuerdo con la necesidad de garantizar la agilización del juicio, en particular
limitando el número de víctimas autorizadas a presentar sus opiniones y observaciones en persona, disiento
enérgicamente con la valoración final realizada por la mayoría que, en mi opinión, surge de la ley aplicable
citada en el párrafo 21 de la decisión y refleja un enfoque más utilitario que jurídico. […]
En vista de las circunstancias de la causa no consigo comprender en qué modo afectaría a la agilización del
procedimiento el permitir a 7 víctimas de 2.287 ya autorizadas a participar en el procedimiento para expresar
sus opiniones y observaciones en persona. Ello sólo llevaría aproximadamente 80 horas (18 días de audiencia),
cuando ya se han dedicado 177 días de audiencia a la presentación de pruebas por parte de la Fiscalía. Debe
recordarse que la duración es una estimación muy realista dada por los propios Representantes legales.
Para ilustrar con más detalle mis opiniones, cito por último los precedentes de otras Salas de Primera Instancia de
esta Corte: la Sala de Primera Instancia I autorizó a 3 víctimas a presentar pruebas de 129 víctimas participantes
y la Sala de Primera Instancia II había autorizado inicialmente a cuatro víctimas a presentar pruebas de 370
víctimas participantes.
Por lo tanto, la mayoría, sin ningún elemento factual en el que basar su evaluación sobre la repercusión de
la participación de las víctimas en la agilización del juicio, denegó a un número de víctimas sus derechos
reglamentarios de presentar opiniones y observaciones que, dependiendo de las modalidades de participación
que la Sala pudiera estipular en una fase posterior, podrían haber sido totalmente compatibles con los derechos
del acusado y no perjudiciales para estos.
Véase nº ICC-01/05-01/08-2140, Opinión parcialmente disidente de la magistrada Steiner, Sala de Primera
Instancia III, 22 de febrero de 2012, párrs. 18-23.
[TRADUCCIÓN] Conforme a lo expuesto en la regla 141 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, la Sala
invita a las partes y a los Representantes legales de las víctimas a realizar declaraciones de clausura y concede
[al Representante legal de las víctimas de los antiguos niños soldados] 40 minutos y [al Representante legal
común del grupo principal de víctimas] 1 hora y 20 minutos para sus declaraciones de clausura. La Sala podrá
formular preguntas a los Representantes legales. […] A fin de facilitar la buena sustanciación de esta audiencia,
la Sala también encarga a los Representantes legales comunes que comuniquen a la Sala a) los nombres de los
oradores; b) los temas principales de su discurso; y c) el tiempo aproximado que se consagrará a cada uno de
los oradores de su equipo. […] Respecto al contenido de las declaraciones de clausura, se ruega a las partes y
los Representantes legales comunes que se centren en las cuestiones más refutadas de la causa. En particular,
la Fiscalía y los Representantes legales de las víctimas deberían concentrarse en las conclusiones de los escritos
finales de la Defensa y, por otra parte, las declaraciones de clausura de la Defensa deberían servir de respuesta
a las de la Fiscalía y los Representantes legales comunes.
Véase nº ICC-01/04-01/07-3274, Sala de Primera Instancia II, 20 de abril de 2012, párrs. 4-12.
[TRADUCCIÓN] En las circunstancias de la presenta causa y con arreglo al párrafo 2 del artículo 64 y el párrafo
3 del artículo 68 del Estatuto, así como de la subregla 1 de la regla 89 de las Reglas, la mayoría de la Sala, con
la opinión disidente de la magistrada Steiner, considera apropiado oír las opiniones y observaciones de las
víctimas a/0542/08, a/0394/08 y a/0511/08 mediante videoconferencia. Aunque las opiniones y observaciones
de las víctimas se transmitirán por videoconferencia a la Sala, las partes y el público, la Sala recuerda que, de
acuerdo con la decisión de 22 de febrero de 2012, las víctimas no proporcionarán pruebas. Por consiguiente,
las declaraciones que realicen no se pronunciarán bajo juramento. Asimismo, las partes no interrogarán a las
víctimas y sus opiniones y observaciones no formarán parte de las pruebas de la causa.
El Representante legal respectivo será responsable de orientar a la víctima durante la presentación de sus
opiniones y observaciones, pero limitará la intervención a cuestiones que faciliten dicha presentación. En este
sentido y de acuerdo con la estimación del plazo dada durante la reunión con las partes de 27 de marzo de
2012, los Representantes legales garantizarán igualmente que la presentación de opiniones y observaciones no
[TRADUCCIÓN] La Sala recuerda que con arreglo a su decisión relativa al protocolo unificado sobre las prácticas
utilizadas a fin de preparar y familiarizar a los testigos para prestar declaración en el juicio, el protocolo unificado
no se aplica a las víctimas que comparezcan ante la Corte para presentar sus opiniones y observaciones.
Sin embargo, de conformidad con el mandato de la Dependencia de Víctimas y Testigos, esta dependencia
especializada de la Secretaría será responsable de coordinar todas los aspectos logísticos necesarios, incluyendo
el traslado de víctimas a los lugares donde se lleve a cabo la videoconferencia y la toma de toda medida necesaria
para garantizar el bienestar físico y psicológico de las víctimas. Igualmente, aunque las víctimas que presenten
opiniones y observaciones no estén sujetas al proceso de familiarización formal aplicable a los testigos, la
Dependencia de Víctimas y Testigos se encargará de que a las víctimas se les oriente y explique en cierto grado
sobre el proceso de presentación de opiniones y observaciones.
Los Representantes legales, según se considere apropiado tras consultar con la Dependencia de Víctimas y
Testigos, determinarán si es preferible hacer la presentación mediante videoconferencia o en la sala de audiencia
de La Haya.
Véase nº ICC-01/05-01/08-2220, Sala de Primera Instancia III, 24 de mayo de 2012, párrs. 9-11.
[TRADUCCIÓN] De acuerdo con las conclusiones previas de la Sala de no permitir a las víctimas presentar
opiniones y observaciones a menos que renuncien al anonimato con respecto a las partes, y observando que
las víctimas han dado su consentimiento para divulgar sus identidades a las partes, la presente decisión aborda
ahora la remisión a las partes de la información pertinente relativa a la identidad de las víctimas a/0542/08,
a/0394/08 y a/0511/08. En consonancia con el procedimiento aplicado en el caso de víctimas no autorizadas a
prestar declaración, la Sala necesita garantizar que las partes han recibido para su información las secciones
pertinentes de los anexos ex parte de las decisiones de la Sala relativas a las solicitudes de las víctimas (véase el
anexo confidencial de la presente decisión), versiones menos expurgadas de los formularios de solicitud de las
víctimas, así como de los escritos de estas. Si se proporcionan versiones menos expurgadas de las declaraciones,
los Representantes legales garantizarán la supresión de toda expurgación relativa a la identidad de las víctimas,
aunque deberán mantener las expurgaciones de las identidades de terceras partes, así como de las direcciones
exactas de las víctimas.
Véase nº ICC-01/05-01/08-2220, Sala de Primera Instancia III, 24 de mayo de 2012, párr. 12.
[TRADUCCIÓN] En vista de las circunstancias específicas de la presente causa y a fin de garantizar que la
participación de las víctimas resulta significativa, la Sala opina que el Representante legal común puede tener
acceso a escritos confidenciales, siempre que su contenido sea pertinente para los intereses personales de las
víctimas que representa. Es responsabilidad de la parte emisora el indicar en la página de notificación si el
Representante legal común será informado al respecto.
Asimismo, dada la situación de seguridad en Kenia, la Sala considera apropiado restringir el acceso a documentos
confidenciales al Representante legal común y a la Oficina Pública de Defensa de las víctimas cuando esta
actúe en nombre del Representante legal común. La solicitud para el acceso a ellos de forma individual por
parte de una víctima deberá estar justificada con detalle y proporcionará información pormenorizada sobre
1) la necesidad de compartir la información con una víctima o grupo de víctimas en particular, 2) la identidad
de la víctima o víctimas que desearían acceder al material confidencial, y 3) el modo en que el Representante
legal común garantizaría que la información no circulara más allá de la víctima o víctimas específicamente
autorizadas.
Véase nº ICC-01/09-01/11-460, Sala de Primera Instancia V, 3 de octubre de 2012, párrs. 67-68; nº ICC-
01/09-02/11-498, Sala de Primera Instancia V, 3 de octubre de 2012, párrs. 66-67.
[TRADUCCIÓN] Cuando el Representante Legal desea examinar a un testigo, se le ordena, como regla general,
solicitar a la Sala, mediante solicitud, notificar a las partes, con siete días de anticipación. En el caso de que se
produzcan cambios inesperados en el calendario de testigos o problemas no anticipados planteados durante el
testimonio, el período de siete días puede modificarse según sea necesario.
La solicitud del Representante Legal debe proporcionar razones para realizar preguntas separadas aparte de las
preguntas de la Fiscalía e incluir un resumen de las áreas a examinar. Los documentos que se propone utilizar
durante el examen, o las referencias a los mismos, cuando corresponda, también deben proporcionarse en ese
momento, de acuerdo con el procedimiento regular para las partes que se analiza a continuación. Después del
interrogatorio principal, las partes tendrán la oportunidad de hacer presentaciones orales, sin que el testigo esté
presente, y la Sala emitirá un fallo oral sobre la solicitud.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
(e) Solicitudes para llamar testigos
En virtud del artículo 69(3) del Estatuto, la Sala tiene la facultad de solicitar la presentación de todas las pruebas
que considere necesarias para la determinación de la verdad. Según lo decidido por la Sala de Apelaciones, las
víctimas tienen derecho a invitar a la Sala a ejercer su poder para realizar dicha solicitud. La Sala considera que
el artículo 69(3) del Estatuto no crea el derecho sistemático de la víctima a declarar o solicitar la asistencia de
testigos - simplemente proporciona una base para invitar a la Sala a ejercer su facultad discrecional para solicitar
la asistencia de una víctima o de cualquier otra persona, para testificar.
Para cada solicitud a la Sala del RLC para llamar a un testigo, la Sala considerará si el testimonio: (i) afecta los
intereses personales de la víctima; (ii) es relevante para los asuntos del caso; (iii) contribuye a la determinación
de la verdad; y (iv) si el testimonio sería consistente con los derechos del acusado, en particular el derecho un
tiempo adecuado y medios adecuados para preparar una defensa.
De acuerdo con los procedimientos sugeridos por las partes, la Sala ordena al RLC que presente un cronograma
del testimonio anticipado de las víctimas a las que solicitará a la Sala que llame, detallando las probables
duraciones de los testimonios y el orden en que pueden aparecer. En el presente caso en el que se ha establecido
una fecha de juicio, el LRC debe intentar archivar el cronograma lo antes posible, [...] . Donde y si fuese
necesario, el calendario se actualizará periódicamente para proporcionar a la Sala el orden de los testimonios.
(f) Presentación de pruebas
La jurisprudencia de la Sala de Apelaciones confirmó la posibilidad para las víctimas que “presenten a la Sala
de Primera Instancia pruebas que la Sala de Primera Instancia considere necesarias para determinar la verdad”.
La Sala de Apelaciones ha sostenido que el ejercicio la facultad discrecional de una Sala para solicitar pruebas
está vinculado a los requisitos del artículo 68(3) del Estatuto, de modo que la Sala esté convencida de que los
intereses personales de la víctima se ven afectados:
[...] Es sólo si la Sala de Primera Instancia está convencida de que se han cumplido los requisitos del artículo
68(3) y, en particular, si se ha establecido que los intereses personales de las víctimas se ven afectados, que la
Sala puede decidir si ejercer sus facultades discrecionales en virtud de la segunda oración del artículo 69(3) del
Estatuto “para solicitar la presentación de todas las pruebas que considere necesarias para la determinación de
la verdad”. [...]
El RLC puede traer pruebas para tener la atención de la Sala durante las actuaciones del juicio. La Sala realizará
su determinación caso por caso.
(g) Impugnando la pertinencia o admisibilidad de la prueba
La Sala considera que las impugnaciones a la pertinencia o admisibilidad de la prueba no caen dentro del
ámbito del artículo 69(3) del Estatuto, disposición que se relaciona únicamente con la presentación de la
prueba. En cambio, la Sala considera que la base legal sobre la cual una víctima puede impugnar la relevancia
o admisibilidad de la prueba se extiende desde el efecto combinado de: (i) la obligación de poner en práctica el
espíritu y el significado del artículo 68(3) del Estatuto; y (ii) la facultad de la Sala para tomar decisiones sobre
la pertinencia o admisibilidad de las pruebas conforme a los artículos 64(9) y 69(4) del Estatuto. La Sala de
Apelaciones ha expresado su apoyo a este enfoque:
En relación con el derecho concedido a las víctimas para impugnar la admisibilidad o pertinencia de las
pruebas, la Sala de Primera Instancia se basó en sus facultades generales en virtud del artículo 69(4) para
declarar cualquier prueba admisible o pertinente. La disposición no menciona quién puede impugnar tales
pruebas. Conforme al artículo 64(9) del Estatuto, la Sala de Primera Instancia tiene la facultad de decidir sobre
la admisibilidad o pertinencia de las pruebas en su propia moción. Estas disposiciones deben ser vistas a la luz
de las disposiciones sobre participación de las víctimas, en particular el artículo 68(3) del Estatuto y las reglas 89
y 91 de las Reglas. A la luz de estas disposiciones, nada en los artículos 69(4) y 64(9) excluye la posibilidad de
un fallo de la Sala de Primera Instancia sobre la admisibilidad o pertenencia de las pruebas después de haber
recibido las presentaciones de las víctimas en dichas pruebas. El enfoque de la Sala de Primera Instancia al
interpretar sus facultades, una vez más no da lugar a un derecho ilimitado para las víctimas, sino que está sujeto
a la aplicación del artículo 68(3), que es la disposición fundamental que rige la participación de las víctimas en
las actuaciones.
En consecuencia, la Sala puede permitir que las opiniones y preocupaciones de las víctimas se presenten y
consideren cada vez que se le solicite a la Sala determinar la pertinencia o admisibilidad de las pruebas conforme
al Artículo 69(4) o al Artículo 64(9) del Estatuto, en la medida que se cumplan los requisitos del artículo 68(3)
del Estatuto. La Sala solicitará, según corresponda, al RLC que realice presentaciones sobre la admisibilidad de
las pruebas solo si los intereses personales de las víctimas se ven afectados.
(h) Interrogatorio por el RLC
eficazmente durante ese juicio, aunque se ha reconocido que puede ser necesario que los representantes
demoren la presentación de solicitudes, para hacer preguntas hasta 7 días antes de que el testigo relevante
testifique, una vez que la extensión de la evidencia se haya presentado, y los asuntos, estén claros. No obstante,
incluso en esas circunstancias, se han realizado presentaciones escritas, identificando la esencia de los intereses
relevantes de las víctimas en la evidencia, y la Sala ha podido tomar Decisiones adecuadas. Esto ha minimizado
las interrupciones en las actuaciones y ha facilitado la tramitación eficiente del juicio.
La Sala toma nota de las disposiciones de la regla 91(3) de las Reglas, así como las presentaciones conjuntas de
las partes sobre este asunto, y adopta el siguiente procedimiento en el presente caso. El RLC deberá presentar
una solicitud escrita con suficiente antelación y no más tarde de siete días antes de la fecha esperada del
testimonio. Además de los criterios especificados en la nota al pie 29 anterior, la aplicación debe incluir las áreas
del interrogatorio y las preguntas en la medida de lo posible, y una justificación de cómo las preguntas afectan
los intereses personales de las víctimas, y deben incluir cualquier lista de documentos relevantes a ser usados
durante el interrogatorio. Las partes harán sus observaciones oralmente antes del interrogatorio por el RLC, a
menos que se establezca un límite de tiempo diferente.
Con respecto al modo de interrogatorio de los testigos por parte del RLC, la Sala toma nota de las presentaciones
conjuntas de las partes y concuerda con el enfoque común a otras Salas de Primera Instancia. En la medida en
que el interrogatorio sea permitido, la RLC hará sus preguntas solo después de completado el interrogatorio de
la fiscalía, a excepción de la situación en la que la evidencia ha sido traída a la Sala por las víctimas participantes
y la Sala ha solicitado su presentación de conformidad con al artículo 69 (3) del Estatuto. En este caso, la RLC
puede hacer sus preguntas antes de las de la fiscalía. En general, las preguntas del RLC se llevarán a cabo de
manera neutral, sin el uso de preguntas sugestivas o cerradas, a menos que la Sala lo autorice.
(i) Acceso a archivos confidenciales, documentos y pruebas
La Sala indicó durante la reunión con las partes celebrada el 12 de Julio de 2011 que tenía la intención de tratar
el tema del acceso a archivos confidenciales en una decisión sobre las modalidades de participación. La Sala
toma nota de la regla 131 (2) de las Reglas, que establece el derecho de las víctimas participantes a consultar
el expediente de los procedimientos sujetas a cualquier restricción relacionada con la confidencialidad y la
seguridad nacional.
En opinión de la Sala, la participación significativa de las víctimas puede requerir el acceso al material
confidencial en el caso, relevante para sus puntos de vista y preocupaciones. Sin embargo, la seguridad de
individuos u organizaciones puede verse afectada negativamente si se otorga acceso a material confidencial
y esto puede afectar el alcance de la información confidencial que se proporciona a las víctimas participantes.
Estos asuntos son eminentemente específicos de cada caso y deben tratarse caso por caso.
En la práctica, esto significa que el RLC puede tener acceso a documentos y archivos confidenciales, en la
medida en que su contenido sea relevante para los intereses personales de las víctimas que representa. Será
responsabilidad de la parte que presenta la declaración, incluida la secretaría, indicar en la página de notificación
si se notificará al RLC y, en su caso, presentar las versiones correctamente redactadas. En el caso de que surja
una disputa, las partes y los participantes son libres de recurrir a la Sala.
En relación con la evidencia, la RLC puede tener acceso a la evidencia confidencial en Ringtail. La parte que
envía un elemento para ser cargado en Ringtail deberá indicar si la RLC debe tener acceso a la evidencia o no.
A su vez, la RLC no comunicará información confidencial a sus clientes, ni a ninguna otra persona que no esté
autorizada para recibirla, sin el permiso de la Sala.
[…]
(j) Obligaciones de las víctimas a divulgar información exculpatoria.
La Sala está de acuerdo con la posición de la Sala de Apelaciones de que “nada justifica una obligación general
de las víctimas de revelar todos los elementos en su poder, ya sean incriminatorios o exculpatorios” pero,
no obstante, “puede haber casos específicos en los que una Sala de Primera Instancia pueda exigir que las
víctimas revelen evidencia exculpatoria en su poder al acusado, como cuando una parte o participante llama la
atención de la Sala de Primera Instancia de que dicha información está disponible y la Sala de Primera Instancia
considera que dicha información es necesaria para la determinación de la verdad”.
(k) Participación en sesión cerrada y en audiencias ex parte.
En el presente caso, la Sala ya ha permitido que la RLC participe en una audiencia conducida en sesión cerrada.
La Sala otorgará permiso para participar en sesiones cerradas o en audiencias ex parte si los intereses personales
de las víctimas así lo exigen. Dicha participación puede estar sujeta a un acuerdo inequívoco con el CLR para
no revelar a sus clientes cualquier información que esté cubierta por medidas de protección ordenadas por la
Cámara, que pueden incluir la identidad de los testigos protegidos. Las partes tienen derecho en cualquier
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
[TRADUCCIÓN] Previa consideración [de la regla 89 de las Reglas] y del resto del marco establecido por
las disposiciones pertinentes de los textos de la Corte y su jurisprudencia, la Sala ha examinado las distintas
posibilidades viables para la admisión de las víctimas a participar en las actuaciones. Para ello, ha tenido en
cuenta todas las circunstancias del caso, a saber: i) el gran número de víctimas que expresaron el deseo de
participar en las actuaciones; ii) la fecha de inicio del proceso, fijada para el 2 de junio de 2015; iii) la situación
de las víctimas; y iv) el hecho de que todos los participantes se manifestaron favorables a un mayor control
judicial que el establecido para la metodología adoptada en el marco de los procesos con origen en la situación
en Kenya.
Por los motivos que se exponen a continuación, solo serán admitidas a participar las víctimas que lo hagan por
medio de los Representantes Legales, con arreglo al procedimiento siguiente:
i) El Secretario transmitirá periódicamente a la Sala todas las solicitudes cumplimentadas que obren en
su poder (el formulario simplificado y cualquier documento justificativo suplementario), sin introducir
ninguna expurgación.
ii) El Secretario evaluará estas solicitudes con arreglo a las instrucciones de la Sala, en la sección III B)
de la presente decisión. En el contexto de esta evaluación, dividirá a los solicitantes en tres grupos,
como sigue: a) los solicitantes que claramente cumplen con las condiciones necesarias para hacerse
reconocer la condición de víctimas (“el grupo A”); b) los solicitantes que claramente no cumplen con
las condiciones necesarias para hacerse reconocer la condición de víctimas (“el grupo B”); y c) los
solicitantes respecto de los cuales, por uno u otro motivo, el Secretario no se ha podido pronunciar con
claridad (“el grupo C”).
iii) El Secretario seguirá un procedimiento idéntico respecto de las víctimas cuya solicitud de participación
haya sido aceptada en la fase de la confirmación de los cargos. Con arreglo a la subregla 1 de la regla 91
del Reglamento y el numeral 8 de la norma 86 del Reglamento de la Corte, el Secretario clasificará a las
víctimas admitidas para participar en la actuación en la fase de la confirmación de los cargos en el grupo
A, salvo que considere que la modificación de ciertos parámetros de los cargos pudiera dar lugar a que
una o más víctimas dejaran de cumplir con las condiciones necesarias.
iv) El Secretario elaborará como mínimo un informe en el que se exponga la lista de solicitudes de
participación clasificadas en cada uno de los tres grupos referidos, sin que sea necesario justificar
esa clasificación caso por caso. Dirigirá estos informes a la Sala, a la Fiscalía, a la Defensa y a los
Representantes Legales designados para representar a las víctimas autorizadas para participar. Cada
vez que presente un informe, el Secretario también comunicará a la Fiscalía y a la Defensa todos los
formularios simplificados de los solicitantes clasificados en el grupo C, debidamente expurgados según
proceda.
v) Para garantizar que todas las solicitudes sean tramitadas antes del inicio del proceso, el Secretario
transmitirá los últimos formularios de solicitud simplificados como sigue: a) para las solicitudes
correspondientes al grupo C, la transmisión a la Sala y a las partes se efectuará a más tardar 60 días antes
de la fecha de inicio del proceso; y para las solicitudes clasificadas en los grupos A y B, la transmisión a
la Sala se efectuará a más tardar 15 días antes de la fecha de inicio del proceso. El Secretario presentará
los últimos informes correspondientes dentro de los mismos plazos. Una vez transcurridos esos plazos,
no se podrá presentar a examen ninguna nueva solicitud de participación.
vi) A la recepción de las solicitudes clasificadas en el grupo C, la Fiscalía y la Defensa tendrán derecho a
presentar respuestas, dentro de un plazo que la Sala fijará posteriormente.
vii) Cuando reciba de las partes observaciones sobre las solicitudes clasificadas dentro del grupo C, la Sala
las examinará una por una. Aprobará también las evaluaciones del Secretario relativas a las solicitudes
clasificadas dentro de los grupos A y B, salvo errores notables y manifiestos en esas evaluaciones.
viii) El Secretario mantendrá una base de datos en la que se reunirán las informaciones proporcionadas
por las víctimas admitidas para participar en el proceso y pondrá a disposición de cada uno de los
Representantes Legales designados para el caso concreto los datos comunicados por las víctimas a las
que estos representan, con el fin de que sepan a qué grupo han sido asignadas.
ix) Cada cuatro meses a partir de la fecha de notificación de la presente decisión, la Sección de Reparaciones
y Participación de las Víctimas presentará un informe periódico detallado sobre las víctimas admitidas
para participar en las actuaciones y sobre la situación de estas. Estos informes se elaborarán en
colaboración con los Representantes Legales, que aportarán a esa sección informaciones detalladas
sobre sus actividades relacionadas con las víctimas.
La Sala estima que el proceso que se describe arriba asegura el equilibrio necesario, puesto que respeta
plenamente los textos de la Corte y toma en consideración las circunstancias particulares del caso.
de participación constituyen esencialmente un instrumento procesal creado para permitir que las víctimas
participen en las actuaciones.
[…]
Por último, la Sala especifica que no dispondrá el procedimiento de autorización para que las víctimas testifiquen
a solicitud del Representante Legal interesado, ni tampoco para que participen directamente en las actuaciones,
salvo que decida autorizar ese tipo de participación.
En cuanto al sentido de la expresión “participación directa”, la Sala especifica que se trata de la participación
de cualquier víctima que pudiera obtener autorización para comparecer en una fase ulterior, únicamente
para presentar sus opiniones y observaciones a la Sala. El término “participación directa” no se refiere a las
víctimas que testifican ante la Corte en calidad de testigos llamados a comparecer por la Fiscalía (los que se
conocen como “testigos con doble condición de testigo y de víctima”). Los testigos no suelen tener la condición
de “participantes” en el contexto de los procesos incoados ante la Corte, sino que son personas llamadas a
comparecer por los participantes (o por la Sala) para que aporten elementos probatorios. Puesto que el mero
hecho de testificar no los convierte en “participantes directos”, las solicitudes de participación de los testigos
con doble condición de testigo y de víctima se examinan con arreglo al mismo procedimiento que se aplica al
resto de las víctimas.
No obstante, la Sala pone énfasis en que, más allá de cualquier procedimiento de admisión que se aplique a
las víctimas, en el caso de los testigos se aplica un régimen de comunicación de información diferente. Para la
Fiscalía, ello significa que ha de obtener y suministrar a la Defensa, salvo las restricciones que procedan, todas
las informaciones contenidas en las solicitudes de participación en las actuaciones que hayan sido presentadas
por los testigos y que se puedan comunicar cuando esos testigos también tengan la condición de víctima, con
independencia de que participen o no en el proceso.
Véase núm. ICC-01/04-02/06-449-tFRA, Sala de Primera Instancia VI, 6 de febrero de 2015, párrs. 23 a 25;
36, y 38 a 40.
[TRADUCCIÓN] Los Representantes Legales de las Víctimas están en su derecho a asistir a todas las audiencias,
salvo que la Sala decida que una audiencia específica se ha de llevar a cabo ex parte, sin la participación de los
Representantes Legales de las Víctimas.
En el supuesto de que un Representante Legal deseara interrogar a un testigo llamado a testificar por la
Fiscalía o la Defensa, el Representante Legal habrá de presentar una solicitud debidamente motivada a más
tardar cuatro días antes del inicio del interrogatorio principal del testigo. En la solicitud se identificarán las
esferas específicas que los Representantes Legales deseen examinar con el testigo. Una vez que la Fiscalía haya
concluido su interrogatorio, el Representante Legal informará a la Sala si mantiene su solicitud de interrogar al
testigo. Las objeciones a la solicitud, si las hubiera, se efectuarán oralmente en ese momento, sin que el testigo
esté presente.
Si se concediera permiso para interrogar al testigo en cuestión, el Representante Legal no sobrepasará los
límites de las esferas identificadas en la solicitud. Salvo cuando la Sala lo autorice, el Representante Legal no
formulará preguntas sugestivas. […]
El Representante Legal especificará en su solicitud de autorización para interrogar a un testigo si tiene intención
de obtener pruebas relacionadas con las reparaciones en virtud del artículo 75 del Estatuto. La Sala decidirá,
caso por caso, si procede escuchar ese testimonio con arreglo a la norma 56 del Reglamento de la Corte.
Cuando el Representante Legal deseara mostrar documentos u otro material al testigo, efectuará la
correspondiente declaración, e identificará el material en cuestión, en la solicitud. Cuando los materiales no
estuvieran ya incluidos en las pruebas o no hubieran sido mencionados por las partes, se adjuntarán copias de
ellos a la solicitud.
[…]
El Representante Legal presentará cualquier solicitud de autorización para presentar pruebas a más tardar dos
días después de que la Fiscalía haya concluido su presentación de pruebas. Cuando la solicitud incluyera entre
sus objetivos la obtención de permiso para llamar a testigos a testificar, se incluirá un resumen del testimonio
previsto junto con una estimación del tiempo necesario para el interrogatorio.
Cualquier petición de admisión de documentos probatorios se presentará al mismo tiempo. Esta solicitud
incluirá una breve descripción del contenido de cada documento, de la pertinencia del documento, de la prueba
que aporta el documento, y también una explicación de cómo podría contribuir a la determinación de la verdad.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
[TRADUCCIÓN] [L] a Sala considera que las preguntas que plantearán los Representantes Legales han de estar
debidamente formuladas para solicitar respuestas relativas a los sufrimientos y los problemas experimentados
por los testigos y otras víctimas que pudieran haber sido reclutadas cuando contaban con menos de 15 años de
edad, que pudieran haber sido reclutadas por la Unión de Patriotas Congoleses o las Fuerzas Patrióticas para la
Liberación del Congo, en la medida en que existan suficientes vínculos con la deposición del testigo actual. Por
ello, la Sala considera que se puede interrogar al testigo sobre asuntos identificados en la solicitud modificada
del Representante Legal, en la medida en que ello “vaya” en el sentido de las directrices que se acaban de
anunciar.
Véase la decisión oral núm. ICC-01/04-02/06-T-48-Red-FRA WT, Sala de Primera Instancia VI, 12 de
noviembre de 2015, pág. 24, líneas 16 a 24.
[TRADUCCIÓN]
A. Declaraciones iniciales
La Sala escuchará las declaraciones iniciales en el orden siguiente :
i) la Fiscalía;
ii) el Representante Legal;
iii) la Defensa de Laurent Gbagbo; y
iv) la Defensa de Charles Blé Goudé.
Cada una de las partes dispone de tres horas, y el Representante Legal de dos, para pronunciar sus declaraciones
iniciales, si bien no están obligados a agotar el tiempo que se les ha asignado. Los equipos de la Defensa pueden
destinar la totalidad o parte del tiempo que se les ha asignado a pronunciar sus declaraciones iniciales tras la
presentación de los elementos probatorios de la Fiscalía y antes de la presentación de sus propios medios, si
procede.
Se insta a las partes y al Representante Legal, cuando tengan intención de utilizar documentos durante el
transcurso de sus declaraciones iniciales, que informen al respecto a la Sala, las partes y el Representante Legal
a más tardar ocho días antes del inicio del proceso.
Cualquier objeción relativa a la utilización de esos elementos se presentará a más tardar cinco días antes del
inicio del proceso. Las partes y el Representante Legal están autorizados para utilizar documentos audiovisuales
durante las declaraciones iniciales.
B. Orden de presentación de los elementos probatorios
La Sala recuerda que, con arreglo al apartado 6 b) del artículo 64 y al párrafo 3 del artículo 69 del Estatuto,
podrá intervenir en cualquier momento durante la presentación de los elementos probatorios y ordenar la
presentación de cualquier elemento probatorio que estime necesario para la manifestación de la verdad. Sin
perjuicio de esa condición, la presentación de los elementos probatorios durante el proceso sigue el orden
siguiente :
i) pruebas de la Fiscalía;
ii) pruebas del Representante Legal de las Víctimas, previa autorización;
iii) pruebas de la Defensa de Laurent Gbagbo, si procede;
iv) pruebas de la Defensa de Charles Blé Goudé, si procede;
v) réplica de la Fiscal, previa autorización;
vi) dúplica de la Defensa de Laurent Gbagbo, si procede; y
vii) dúplica de la Defensa de Charles Blé Goudé, si procede.
C. Notificación por la Defensa de las circunstancias eximentes de responsabilidad penal y comunicación de
elementos probatorios por la Defensa
La Sala recuerda la regla 79 de las Reglas, a tenor de la cual la Defensa debe informar a la Acusación de su
intención de hacer valer la existencia de una coartada o de una circunstancia eximente de responsabilidad
penal, todo ello con antelación suficiente para que la Acusación se pueda preparar en debida forma y dar
respuesta a esa notificación. La Sala invita a la Defensa a efectuar cualquier posible notificación antes del inicio
del proceso. No obstante, señala que la regla 79 dispone específicamente que el hecho de que no se haga la
comunicación no limita el derecho de la Defensa a plantear esas cuestiones y a presentar pruebas al respecto.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
vez. Así, en la medida de lo posible y sin perjuicio de los derechos que se reconocen al acusado en el párrafo 1
del artículo 67 del Estatuto, las partes y el Representante Legal de las víctimas procurarán evitar volver a llamar
a declarar a los testigos.
1. Preguntas de la parte que llamó a comparecer al testigo
Cuando una parte interrogue al testigo a quien ha llamado a comparecer, le hará preguntas neutras. En casos
excepcionales, y cuando la Sala considere que con ello se contribuiría a la eficacia del proceso o a la manifestación
de la verdad, se le podrá autorizar que efectúe preguntas sugestivas.
En particular, la Sala insta a las partes a consultarse entre sí y, en la medida de lo posible, a convenir en los
puntos no controvertidos de las preguntas que formulará la parte que solicita la comparecencia del testigo, y
respecto de las cuales el recurso a preguntas sugestivas podría acelerar el testimonio. Si llegaran a tal acuerdo,
las partes se lo podrían indicar a la Sala con antelación por correo electrónico.
2. Preguntas de la parte que no solicitó la comparecencia del testigo
Con arreglo a la subregla 2 b) de la regla 140 de las Reglas, la parte que no hubiera solicitado la comparecencia
del testigo le podrá interrogar respecto de cualquier punto pertinente. Podrá formular preguntas sugerentes,
salvo que la Sala decida otra cosa. Por norma general, las preguntas formuladas por esta parte no deberían
durar más del doble del tiempo dedicado al interrogatorio del testigo por la parte que hubiera solicitado su
comparecencia.
3. Preguntas del Representante Legal común, previa autorización
Si se le autorizara para ello, el Representante Legal podrá interrogar a los testigos. Las preguntas se formularán
de manera neutra y solo se referirán a puntos que afecten a los intereses de las víctimas. El Representante Legal
dirigirá a la Sala y a las partes, por escrito y por correo electrónico, cualquier solicitud de autorización para
interrogar a un testigo con siete días de antelación a la fecha prevista de comparecencia. La solicitud deberá
especificar lo siguiente : i) los asuntos concretos respecto de los cuales el Representante Legal tiene intención de
formular preguntas, ii) la relación que esas preguntas guardan con los intereses de las víctimas, y iii) las piezas
que el Representante Legal se propone utilizar durante su interrogatorio del testigo. Cualquier objeción a esa
solicitud se transmitirá por correo electrónico a las partes, al Representante Legal y a la Sala en un plazo de tres
días a partir de la fecha de recepción de la solicitud. Por norma general, la Sala emite una decisión verbal sobre
este tipo de solicitudes durante la audiencia.
4. Preguntas suplementarias de la parte que solicita la comparecencia del testigo, previa autorización
En circunstancias excepcionales, la parte que solicitó la comparecencia del testigo podría recibir autorización para
interrogarlo de nuevo, pero deberá limitarse a los puntos tratados la primera vez en el marco de las preguntas
formuladas por la otra parte o por el Representante Legal. Si la Sala autorizara a la Fiscalía a interrogar de nuevo
a su testigo, los equipos de la Defensa también podrían interrogar a los testigos en último lugar, con arreglo a
la subregla 2 d) de la regla 140 de las Reglas.
5. Objeciones relativas a la modalidad del interrogatorio, la forma de interrogar a los testigos o el alcance de
las preguntas
Cualquier objeción que formularan una parte o un participante durante el curso del proceso respecto de la
modalidad de interrogatorio, la forma de interrogar a los testigos o el alcance de las preguntas formuladas
por otra de las partes o por otro participante se ha de presentar ante la Sala cuando se plantee la cuestión,
y se dirimirá caso por caso. Tras escuchar a las partes y el Representante Legal, el Magistrado Presidente,
en consulta con los Magistrados de la Sala, decidirá inmediatamente o, en casos excepcionales, examinará la
cuestión planteada y decidirá lo antes posible.
Testigos hostiles
En circunstancias excepcionales, si la Sala concluye que se trata de un testigo hostil que no parece dispuesto
a presentar el testimonio previsto, podrá autorizar a la parte que haya solicitado la comparecencia del testigo
para que formule a este preguntas sugestivas. En estos casos, la parte que haya solicitado la comparecencia del
testigo podrá dirigir una petición a la Sala con el fin de que sea declarado « hostil », tras haber dado a este último
la posibilidad de explicar por qué se ha alejado del testimonio previsto.
En la determinación de si un testigo es hostil a la parte que haya solicitado su comparecencia, la Sala podrá, en
particular, examinar si i) el testigo no manifestó una actitud cooperativa en su comportamiento general; ii) el
testimonio ante la Corte difería, en su totalidad o en parte, deliberada o sistemáticamente, de una declaración
anterior; o iii) el testigo pasó a mostrarse sistemáticamente desfavorable a la parte que había solicitado su
comparecencia, no solo por el aparente cuestionamiento deliberado de la tesis de esta parte sino también por el
aparente apoyo sistemático a la tesis de la parte contraria.
partes o qué extractos de esas piezas se propone utilizar, y si tiene intención de presentar esas piezas como
elementos probatorios.
Cualquier objeción a ese respecto se notificará dentro de los dos días previos a la fecha prevista para la
testificación por el testigo. Si las piezas que la parte que solicitó la comparecencia del testigo desea utilizar en
su interrogatorio no constan en el inventario de sus elementos probatorios, deberá solicitar autorización a la
Sala para su incorporación a este. La Sala decidirá sobre esta petición tras haber escuchado a la otras partes y
al Representante Legal.
La otra parte deberá, 24 horas antes de interrogar a un testigo, suministrar por correo electrónico una lista de
todas las piezas que tiene intención de utilizar para ese fin, y si estas piezas no estuvieran ya disponibles en el
sistema de la Corte electrónica deberá presentar una copia de ellas a las partes, al Representante Legal y a la
Sala. En la medida de lo posible, la parte que tenga intención de utilizar una pieza se ha de asegurar de que esa
pieza se haya telecargado en el sistema de la Corte electrónica con anterioridad a su utilización en el proceso.
Si el Representante Legal deseara utilizar piezas durante su interrogatorio de un testigo, deberá seguir el
procedimiento de solicitud previsto a esos efectos en la sección G ii) 3), más arriba.
En principio, cuando las partes interrogan a un testigo solo utilizan piezas que han sido debidamente
comunicadas. La Sala insta asimismo al Representante Legal a que proporcione a las partes, con antelación
suficiente, cualquier pieza que tenga intención de utilizar, a fin de velar por un desarrollo equitativo y rápido
del proceso.
vi. Utilización de declaraciones que permitan refrescar la memoria de un testigo
En principio, un testigo narra verbalmente lo que recuerda haber observado personalmente. Los testigos no
están autorizados para presentar una simple lectura de declaraciones pronunciadas con anterioridad, o de otros
documentos. No obstante, cuando la parte que haya solicitado la comparecencia de un testigo interrogue a este,
la Sala podrá autorizar a ese testigo para que consulte otras piezas con el fin de refrescarse la memoria, pero
solamente en la medida en que:
i) las piezas en cuestión contengan los recuerdos personales del testigo; y
ii) se haya comunicado en debida forma una copia de esas piezas a la parte contraria, la cual, durante el
contrainterrogatorio, podrá basarse en los pasajes mencionados por el testigo.
vii. Utilización de piezas audiovisuales durante el interrogatorio de un testigo
Las piezas audiovisuales no se toman en consideración para la determinación de la verdad salvo que se hayan
introducido en el expediente en calidad de elementos procesales. Si una parte deseara que una de estas piezas se
incorpore como tal al expediente, y si esa pieza no estuviera ya disponible en el sistema de la Corte electrónica,
deberá proporcionar sin dilación una copia a las partes, al Representante Legal y a la Sala, indicando los
extractos de la grabación que se han de utilizar, y acompañándolos de la correspondiente TRADUCCIÓN. Si
una de las partes deseara presentar una pieza audiovisual a un testigo, deberá dejar establecido que ese testigo
sabe que se efectuó la grabación y conoce su contenido. Para ello, bastará presentarle un breve extracto, en la
medida en que sea estrictamente necesario para que confirme su conocimiento personal del contenido.
[…]
H. Pruebas
Conforme al artículo 69 del Estatuto y a la subregla 2 de la regla 63 de las Reglas, la Sala está facultada para
valorar libremente todas las pruebas presentadas a fin de determinar su pertinencia o admisibilidad. Conforme
a la subregla 3 de la regla 64 de las Reglas, la Sala no hará incluir en el expediente las pruebas que estime a
primera vista no ser pertinentes o admisibles como pruebas. Conforme al párrafo 4 del artículo 69 del Estatuto,
cuando decida sobre la admisibilidad de cualquier prueba, la Sala tendrá igualmente en cuenta cualquier
perjuicio que pudiera suponer para un juicio justo o para la justa evaluación del testimonio de un testigo. Del
mismo modo, la Sala no admitirá para su incorporación al expediente las pruebas que hubiera determinado
haber sido obtenidas como se especifica en el párrafo 7 del artículo 69 del Estatuto. Incumbe a la parte que
presente una prueba demostrar su admisibilidad y exponer las razones por las que estima que es pertinente y
admisible como prueba respecto de los hechos en cuestión.
i. Testigos peritos
Tal como la Sala lo ordenó, con fecha de 30 de junio de 2015 la Fiscalía comunicó el nombre de los testigos
peritos que se propone llamar a declarar durante la presentación de sus pruebas. La Sala insta a las partes a que
consulten entre ellas y convengan en la medida de lo posible los expertos a los que se ha de llamar a testificar.
Si las partes no lograran llegar a un acuerdo, cada equipo de la Defensa podrá, a más tardar el 1 de diciembre de
2015, depositar una notificación en la que indique si impugna i) la competencia del testigo en calidad de testigo
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
no ser que se ordene otra cosa.
ii. Testimonios grabados anteriormente
Por lo que respecta a la admisibilidad como pruebas de los testimonios grabados anteriormente, la Sala recuerda
el principio de la primacía de la oralidad de los debates y el derecho del acusado a interrogar o hacer interrogar
a los testigos de cargo, con arreglo al apartado 1 e) del artículo 67 del Estatuto.
Si el testigo cuyo testimonio se hubiera grabado anteriormente estuviera disponible y si se hubiera previsto su
comparecencia ante la Sala de Primera Instancia, la solicitud prevista en la regla 68 de las Reglas se presentará
dentro de los 21 días anteriores a la fecha prevista para la comparecencia del testigo, y cualquier objeción a esta
solicitud se habrá de presentar en un plazo de 10 días, a más tardar, a partir de la fecha de notificación de la
solicitud.
Si el testigo no estuviera disponible en el sentido de la regla 68 de las Reglas y si por tanto no estuviera prevista
su comparecencia ante la Corte, la solicitud prevista en la regla 68 se podrá presentar en cualquier momento,
y cualquier objeción a ella se habrá de presentar en un plazo de 15 días, a más tardar, a partir de la fecha de
notificación de la solicitud.
La solicitud se ha de acompañar de una copia del testimonio grabado anteriormente e indicar claramente los
extractos que la parte que solicita la comparecencia del testigo desea sea admitida como prueba.
iii. Presentación de pruebas que no se efectúe por conducto de un testigo
En principio, cada prueba se presenta por conducto de un testigo. No obstante, si una parte desea presentar
una prueba por un conducto que no sea un testigo, presentará una solicitud al respecto en la que se incluya lo
siguiente :
i) una descripción de la prueba en cuestión;
ii) una atestación relativa a su autenticidad;
iii) el motivo por el que esa prueba no se presenta por conducto de un testigo;
iv) los motivos que justifican su pertinencia y valor probatorio;
v) la fecha en que se comunicó anteriormente a las otras partes; y
vi) si procede, una lista de las partes más pertinentes de esa prueba.
Si el Representante Legal deseara presentar una solicitud de esa índole, podrá hacerlo con un mes de antelación
a la fecha en que está previsto que la Acusación concluya la presentación de sus pruebas. Para ello, proporcionará
las informaciones arriba mencionadas, acompañadas de una atestación que indique la relación de las pruebas
que se proponen y los intereses de las víctimas, y el modo en que su admisión por la Sala contribuiría a la
manifestación de la verdad.
iv. Elementos de prueba en relación con una línea de conducta
La Sala ha tomado buena nota de la propuesta de la Fiscalía a tenor de la cual la Sala debería establecer los
criterios de admisibilidad de las pruebas relativas a una “línea de conducta”, si estas se estiman pertinentes. La
Sala decide no establecer estos criterios con antelación. Se pronunciará respecto de la admisibilidad de cada uno
de esos elementos caso por caso, tras haber escuchado a las partes y el Representante Legal.
v. Hechos probados
De conformidad con el párrafo 6 del artículo 69 del Estatuto, y con miras a acelerar el proceso, la Sala podrá, de
oficio o a solicitud de una parte, tomar conocimiento de hechos que están en el dominio público. Antes de dictar
cualquier decisión a ese respecto, la Sala escuchará las observaciones de las partes y del Representante Legal.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-205-tFRA, Sala de Primera Instancia I, 3 de septiembre de 2015, párrs. 9 a 14;
19 y 20; 26; 30 a 48, y 51 a 61.
[TRADUCCIÓN] [L] as declaraciones de las Víctimas Propuestas, por lo general, corroboran y/o se acumulan a
otros testimonios e información que ya constan en el expediente de la causa, y en los cuales se basó la Sala para
llegar a sus conclusiones en el Fallo. En estas circunstancias, la Sala considera que no es necesario ni apropiado
autorizar a las Víctimas Propuestas para testificar o presentar declaración en esta fase. No obstante, el umbral
para otorgar autorización a las víctimas que solicitan prestar declaración es considerablemente más elevado que
el umbral aplicable a la presentación de las opiniones y observaciones por las víctimas en persona. Por ello, las
víctimas que no alcanzan el umbral necesario para obtener autorización para prestar declaración podían, no
obstante, obtener permiso para manifestar sus opiniones y observaciones.
de las pruebas. Además, en su determinación de la pena con arreglo al párrafo 1 del artículo 76 del Estatuto, la
Sala tomará en consideración las pruebas practicadas y las presentaciones formuladas durante el proceso. Las
observaciones y opiniones de las víctimas equivalen a presentaciones; por consiguiente, en la medida en que
son pertinentes y procedentes la Sala las tomará en consideración al determinar la pena.
Para decidir si ha de escuchar las opiniones y observaciones de las Víctimas Propuestas, la Sala considera si: i)
están afectados los intereses personales de las víctimas individuales y ii) las declaraciones que se prevén son
representativas de un mayor número de víctimas, tomando en consideración la naturaleza de los daños sufridos
y el lugar donde se produjeron los actos.
[…]
Habiendo autorizado a las víctimas a/0555/08 y a/0480/08 para presentar sus opiniones y observaciones, la Sala
decide que el procedimiento seguido anteriormente al escuchar las opiniones y observaciones de las víctimas
se aplicará también, mutatis mutandis, durante la audiencia de condena, con sujeción a las modificaciones
siguientes. La Sala considera que la videoconferencia constituye la forma más adecuada y expedita de escuchar
a las víctimas. Cada una de las víctimas dispondrá de una hora para presentar sus opiniones y observaciones.
La Representante Legal debería limitar sus preguntas a las que facilitarían la presentación de las opiniones y
observaciones de las víctimas.
Véase núm. ICC-01/05-01/08-3384, Sala de Primera Instancia III, 4 de mayo de 2016, párrs. 33 a 35 y 40.
[TRADUCCIÓN] La Sala escuchará la declaración inicial de la [Fiscal] en primer lugar, seguida de las declaraciones
iniciales de los Representantes Legales de las Víctimas y la Defensa. Las partes dispondrán de cinco horas para
presentar sus declaraciones iniciales, y los Representantes Legales de las Víctimas dispondrán de un total de
2,5 horas que dividirán entre ellos según les parezca oportuno. Los Representantes Legales de las Víctimas y
la Defensa podrán pronunciar sus declaraciones iniciales bien al inicio del juicio o bien inmediatamente antes
de la presentación de sus pruebas, si procediera. En aras de racionalizar la presentación de estas declaraciones,
la declaración inicial se habrá de presentar de una vez; no se permitirá a los Representantes Legales de las
Víctimas ni a la Defensa reservar tiempo no utilizado para sus declaraciones iniciales y continuar estas en un
momento posterior del juicio. Los Representantes Legales de las Víctimas y la Defensa han de informar a la Sala
dentro de los 15 días previos al inicio del juicio si no tienen intención de efectuar sus declaraciones iniciales al
inicio del juicio.
[…]
Con arreglo al apartado 6 b) del artículo 64 y al párrafo 3 del artículo 69 del Estatuto, el juicio se organizará como
sigue: i) presentación de pruebas por la Fiscalía; ii) cualquier presentación de pruebas por los Representantes
Legales de las víctimas, de concederse autorización para ello, y iii) cualquier presentación de pruebas por
la Defensa. También se habrá de solicitar la autorización de la Sala para presentar pruebas en concepto de
‘refutación’/’réplica’ u ‘observaciones y opiniones’ no probatorias de las víctimas participantes.
Por lo que se refiere al orden del interrogatorio de los testigos de cargo, y de conformidad con la subregla 2
c) de la regla 140 de las Reglas, la Fiscalía interrogará al testigo en primer lugar, y a continuación lo harán los
Representantes Legales de las víctimas y la Defensa. No se requiere que los Representantes Legales de las
víctimas presenten con antelación una nota por escrito relativa a cualquier pregunta que tengan intención de
formular; las solicitudes de autorización para interrogar se podrán presentar oralmente inmediatamente antes
del interrogatorio, y la necesidad o procedencia de las preguntas formuladas se atenderán caso por caso. Estas
preguntas también podrán guardar relación con cualquier futura actuación que pudiera producirse en materia
de reparaciones.
[…]
Habida cuenta de la función más limitada que desarrollan los Representantes Legales de las Victimas en las
actuaciones del juicio, la expectativa es que al llevar a cabo su interrogatorio consuman considerablemente
menos tiempo colectivamente que una de las partes que interrogan. La Sala velará por evaluar estas cuestiones
caso por caso, teniendo presente que las actuaciones se han de llevar a cabo con imparcialidad y celeridad.
Véase núm. ICC-02/04-01/15-497, Sala de Primera instancia IX (Magistrado único), 13 de julio de 2016,
párrs. 7; 9 a 10, y 14.
[TRADUCCIÓN] El 13 de julio de 2016, el Magistrado único emitió las ‘Instrucciones Preliminares relativas al
desarrollo del proceso’ (las ‘Instrucciones’), por las que dictaminó, con respecto a las declaraciones iniciales,
que ‘los Representantes Legales de las Víctimas dispondrán de 2,5 horas para dividir entre ellos según les
parezca oportuno. […] En aras de racionalizar la presentación de estas declaraciones, la declaración inicial se ha
de presentar de una vez; no se permitirá a los Representantes Legales de las Víctimas ni a la Defensa reservar
tiempo no utilizado para sus declaraciones iniciales y continuar estas en un momento posterior del juicio’.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
de 2,5 horas es de aplicación en el supuesto de que los equipos de las víctimas pronuncien sus declaraciones
iniciales en momentos diferentes.
Las Instrucciones están destinadas a organizar el juicio de manera eficiente, entre otras cosas mediante la
presentación consolidada de las declaraciones iniciales de los dos equipos de las víctimas. En este contexto,
el Magistrado único recuerda que las víctimas en esta causa están representadas por dos equipos diferentes
por voluntad propia, y que no obedecen a intereses opuestos que pudieran exigir unas representaciones
independientes. Además, de la lectura del texto de las Instrucciones resulta evidente que sus referencias a
[los ‘Representantes Legales de las víctimas’] en el párrafo correspondiente apuntan a ambos [equipos] . Por
consiguiente, las Instrucciones no reconocen a [los Representantes Legales] discreción para poder decidir que
pronunciarán su declaración inicial en dos momentos diferentes. Por el contrario, el Magistrado Presidente
prohibió explícitamente esa forma de proceder, al indicar de forma expresa que un participante no puede
reservar tiempo no utilizado para sus declaraciones iniciales y continuar estas en un momento posterior del
juicio.
Por consiguiente, los Representantes Legales coordinarán con el Representante Legal común con miras a llegar
a una posición común en cuanto a si sus declaraciones iniciales se pronunciarán al inicio del juicio o tras la
conclusión de la presentación de las pruebas testimoniales de la Fiscalía.
Véase núm. ICC-02/04-01/15-602, Sala de Primera Instancia IX (Magistrado único), 22 de noviembre de
2016, párrs. 3 a 6.
[TRADUCCIÓN] El 22 de noviembre de 2016, el Magistrado único dictó una decisión en la que indicaba que
las Instrucciones requieren que el Representante Legal Común y los Representantes Legales pronuncien sus
declaraciones iniciales al mismo tiempo y les instruía que coordinaran entre ellas con miras a decidir si lo harían
al inicio del juicio o tras la presentación del alegato de la Acusación. (‘Decisión del 22 de diciembre’).
El 25 de noviembre de 2016, el Representante Legal Común y los Representantes Legales de las Víctimas
presentaron una petición común en la que reiteraban su solicitud de pronunciar sus declaraciones iniciales en
dos momentos distintos, lo que les permitiría dar cumplimiento a las instrucciones de sus clientes (la ‘Petición’).
El Magistrado único considera que la Petición equivale a una solicitud de reconsideración de la Decisión del
22 de diciembre. La reconsideración es un proceso excepcional, y solamente debería tener lugar si se hubiera
demostrado la existencia de un defecto manifiesto de motivación o si fuera necesaria para evitar que se
cometiera una injusticia. Los nuevos hechos o alegaciones posteriores a la decisión podrían ser pertinentes para
esta evaluación.
Los Representantes Legales de las víctimas no han satisfecho esta condición, puesto que ni han demostrado
un defecto manifiesto de motivación por parte del Magistrado único en la Decisión del 22 de noviembre ni
presentan ningún alegato nuevo. Por consiguiente, el Magistrado único mantiene que los Representantes
Legales de las víctimas pronunciarán sus declaraciones iniciales en el mismo momento del juicio.
El Magistrado único señala que el inicio del juicio constituye un momento simbólico único dentro del juicio y
que, en las presentes circunstancias en las que el Representante Legal Común y los Representantes Legales
no pueden alcanzar un acuerdo, parecería ser una ocasión óptima para que las víctimas presentaran sus
observaciones, ocasión que – como se refleja tanto en el alegato de los Representantes Legales como en el del
Representante Legal Común – llevan años esperando.
Además, el Magistrado único recuerda que las víctimas en esta causa están representadas por dos
equipos diferentes por voluntad propia, y que no obedecen a intereses opuestos que pudieran exigir unas
representaciones independientes. Por tanto, si los Representantes Legales y el Representante Legal Común
pronunciaran sus declaraciones iniciales en dos momentos distintos, el resultado inevitable sería unos alegatos
un tanto repetitivos, hecho que no sería compatible con los principios de agilidad y eficiencia de las actuaciones.
Por último, el Magistrado único señala que los Representantes Legales alegaron que no estaban aún en
condiciones de consultar con todas las víctimas a las que representaban. Habida cuenta del gran número de
víctimas representadas por los Representantes Legales, el Magistrado único comprende las dificultades que
entraña la evacuación de consultas con todas las víctimas. No obstante, ello es sin perjuicio de las consideraciones
arriba mencionadas.
Véase núm. ICC-02/04-01/15-610, Sala de Primera Instancia IX (Magistrado único), 29 de noviembre de
2016, párrs. 5 a 11.
[TRADUCCIÓN] Ante todo, la Sala recuerda que el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto recuerda que ‘[l] a
Corte permitirá, en las fases del juicio que considere conveniente, que se presentan y tengan en cuenta las
opiniones y observaciones de las víctimas si se vieren afectados sus intereses personales y de una manera que
no redunde en detrimento de los derechos del acusado o de un juicio justo e imparcial ni sea incompatible
la admisibilidad y pertinencia de las pruebas’ corresponde principalmente a las partes, se puede autorizar a las
víctimas para presentar pruebas con el fin de prestar asistencia a la Sala en su determinación de la veracidad.
Esta conclusión se fundamenta en el párrafo 3 del artículo 69 del Estatuto, por el que se faculta a la Sala para
pedir la presentación de todas las pruebas que considere necesarias para determinar la veracidad de los hechos,
leído conjuntamente con el párrafo 3 del artículo 68, por el que se determina el derecho de las víctimas a
participar, y con la subregla 3 de la regla 91 de las Reglas, en virtud de la cual la Sala deja abierta la posibilidad
de que el Representante Legal solicite a la Sala pedir la presentación de cualquier prueba.
La presentación por las víctimas individuales de pruebas, por una parte, y la manifestación de sus observaciones
y opiniones en persona, por otra, se rigen por requisitos diferentes. Por consiguiente, aquellas víctimas que
en última instancia no quedaran autorizadas para presentar pruebas podrán, no obstante, manifestar sus
observaciones y opiniones. Como se señala arriba, cualquier presentación de las observaciones y opiniones de
las víctimas se ha de producir ‘de una manera que no redunde en detrimento de los derechos del acusado o de
un juicio justo e imparcial ni sea incompatible con éstos’. Por consiguiente, el deber de velar por la prontitud
de las actuaciones y evitar con ello cualquier retraso injustificado exige que la Sala determine si se autorizará
a las víctimas a presentar sus observaciones y opiniones en persona, y en caso afirmativo, en qué momento.
En el presente caso, la Sala considerará si los intereses personales de las víctimas se verían afectados, y si las
narraciones que se espera que estas presenten serían representativas de los daños sufridos por un grupo más
amplio de víctimas. En particular, la evaluación tomará en consideración la naturaleza del daño sufrido y el
lugar de los presuntos acontecimientos que alegan las víctimas.
Otras Salas han identificado varios requisitos para la presentación de pruebas por las víctimas. Además de la
demostración de los intereses personales que se ven afectados por las actuaciones en curso, la Mayoría señala
que se le ha requerido principalmente lo siguiente: i) la presentación de las pruebas ha de ser compatible con los
derechos del acusado, comprendido el derecho a un juicio justo, expedito e imparcial, y el derecho a disponer
de tiempo y medidas suficientes para preparar su Defensa; ii) la presentación de ‘las pruebas de las víctimas’ ha
de considerarse apropiada, tomando en cuenta su pertinencia para las cuestiones de la causa y la capacidad de
asistir a la Sala en su comprensión del caso o de las pruebas presentadas hasta el momento; y iii) no se permitirá
que las víctimas testifiquen de forma anónima. A la luz de los anteriores requisitos, así como de los criterios
identificados y cumplidos por otras Salas, la información presentada por el Representante Legal de las Víctimas,
y las presentaciones de las partes, la Sala ha llevado a cabo un análisis individual relativo a cada víctima y/o
testigo propuestos con el fin de determinar a qué víctimas se podría autorizar para testificar o presentar sus
observaciones y opiniones en persona.
Véase núm. ICC-01/04-02/06-1780-Red, Sala de Primera Instancia VI, 15 de febrero de 2017, párrs. 8 a 11.
[TRADUCCIÓN] Por lo que se refiere a las modalidades de presentación de sus opiniones y observaciones
por las víctimas, recuerdo que esas víctimas no están aquí para testificar. Por consiguiente, no prestarán
juramento ni serán sometidas a un contrainterrogatorio por las partes. El Representante Legal de las Víctimas,
Ldo. Suprun, guiará a estas durante la presentación de sus opiniones y observaciones. La intervención de los
Representantes Legales se limitará a la formulación de preguntas destinadas a facilitar la presentación de las
opiniones y observaciones de las víctimas. No obstante, la Sala alienta a los Representantes Legales a que
presenten sus narrativas, en la medida de lo posible. Pudiera ser que la Sala tuviera preguntas para las víctimas,
y los Magistrados de la Sala las formularán si ello fuera necesario. Las partes no estarán autorizadas para
interrogar a las víctimas, pero podrían estarlo para solicitar aclaraciones. Si viniera al caso, la parte que deseara
hacerlo nos lo habría de señalar al final de la intervención de las víctimas, y las solicitudes se habrían de formular
y de dirigir a la Sala, que decidiría si ello era necesario; y si viniera al caso, invitaría a la víctima a desarrollar su
respuesta o su presentación, o solicitaría al Representante Legal que obtuviera una aclaración de las víctima.
[…]
No obstante, desearía hacer la observación siguiente. Quisiera recalcar la diferencia entre el testimonio de
las víctimas, a las que se escuchará el 5 de abril, y la presentación de sus opiniones y observaciones que, a
mi entender, debería centrarse principalmente ... de hecho, como su propio nombre indica, el nombre del
procedimiento lo indica, se trata simplemente de presentar las opiniones y observaciones de las víctimas, lo
cual, a mi entender, no constituye un testimonio. No obstante, durante el curso de esa presentación se evocarán
inevitablemente ciertos hechos. Sin embargo, en la medida de lo posible la presentación de las opiniones y
observaciones debería centrarse en las opiniones y observaciones de la víctima, lo que no concuerda con la
definición clásica de un testimonio. Entiendo, no obstante, que cuando la víctima evoque sus sentimientos, los
daños que ha sufrido, probablemente evocará las causas de esos daños.
Véase Decisión oral núm. ICC-01/04-02/06-T-198-Red-FRA-WT, Sala de Primera Instancia VI, 1 de marzo
de 2017, p. 3, líneas 7 a 22 y pág. 5, líneas 4 a 14.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
deberían actuar como un segundo Fiscal, como un Fiscal bis. No obstante, los Representantes ni tan siquiera
deberían estar autorizados para abordar preguntas que la Fiscal no ha formulado, pero si esas preguntas afectan
el interés de las víctimas que representa, que la Lda. Pellet representa, ello significa que podrían formar parte
de las preguntas que se le autorizaría formular. Las preguntas habrán de tener relación con hechos pertinentes;
no deberían ser repetitivas. No es fácil justificar nuestra decisión, y quizás tendremos que esperar a contar con
ejemplos concretos, objeciones concretas, antes de pronunciarnos definitivamente. Por el momento, estimamos
que la solicitud de 3 horas es razonable, y por consiguiente aprobamos su solicitud.
Véase Decisión oral núm. ICC-01/04-02/06-T-238-Red-FRA WT, Sala de Primera Instancia VI, 6 de
septiembre de 2017, pág. 82, línea 22 a pág. 83, línea 10.
[En relación con la facultad del Representante Legal para efectuar preguntas sugestivas en el caso presente al
acusado] :
La Sala, tras haber deliberado, presenta su decisión colegiada: cuando se nos presente el problema suscitado
por [el Representante Legal] , pues bien, decidiremos caso por caso, y autorizaremos, o no autorizaremos,
determinados aspectos de las preguntas. Tomaremos nuestras decisiones caso por caso. Pero sea como fuere,
nos ha dicho que [sic] sus solicitudes [sic] serán bastante ... bastante limitadas, y por tanto, nos ocuparemos de
ellas [sic] caso por caso, precisamente.
Véase núm. ICC-01/04-02/06-T-240-FRA CT WT, Sala de Primera Instancia VI, 8 de septiembre de 2017,
pág. 6, líneas 6 a 12.
[TRADUCCIÓN] […] [E] l Magistrado único recuerda las Instrucciones Preliminares relativas al desarrollo del
proceso […] y señala lo siguiente:
vii. Para dar efecto al espíritu y las intenciones del párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto en el contexto de
las actuaciones en el juicio, “se ha de interpretar de manera que la participación por las víctimas sea
significativa”. Como se expuso en la decisión sobre la regla 140, [los Representantes Legales de las
Víctimas] podrán presentar pruebas, con la autorización de la Sala, una vez que se haya escuchado
el testimonio de la Fiscalía. Dicho esto, la Sala señala que ya ha escuchado los testimonios de
numerosas víctimas durante el alegato de la Fiscalía. También se ha permitido a lo largo del juicio a [los
Representantes Legales] interrogar a los testigos de cargo en relación con cuestiones de interés para
las víctimas, incluidas las cuestiones relativas a cualquier futura actuación en materia de reparaciones
que pudiera tener lugar. Solamente se autorizarán pruebas adicionales que vayan más allá de las que
ya se hayan obtenido durante la presentación de pruebas por la Fiscalía cuando esas pruebas estén
claramente justificadas. Además, y al tiempo que se señala que corresponde a la Sala determinar las
fases adecuadas de las actuaciones para la presentación de opiniones y observaciones, la Sala no está
dispuesta provisionalmente a escuchar a las víctimas presentar “opiniones y observaciones” no juradas
y sin valor probatorio antes de dictar su fallo.
viii. Conforme al párrafo 2 del artículo 66 del Estatuto, incumbe a la Fiscalía probar la culpabilidad del
acusado. Por el contrario, y tal como está previsto en el apartado 1 g) del artículo 67 del Estatuto, el
acusado tiene derecho a guardar silencio y no está obligado a declarar. Ya se ha solicitado a la Defensa
que notifique por adelantado las defensas afirmativas, y el 9 de agosto de 2016 presentó una notificación
sobre la posibilidad de presentar una coartada respecto de uno de los incidentes imputados, una defensa
por defecto o enfermedad mental y/o una defensa por motivo de coacción.
ix. En el supuesto de que [los Representantes Legales] y/o la Defensa presentaran pruebas, la Sala podrá
fijar plazos y solicitar información relativa a su presentación.
x. Las obligaciones de divulgación de la Defensa y de la Fiscalía difieren considerablemente, debido a la
función particular que corresponde a estas dos partes en el juicio. Dicho esto, la Defensa ha de permitir
que la Fiscalía inspecciones cualquier libro, documento, fotografía u otro objeto tangible que estén
bajo su posesión o control y que la Defensa haya destinado para su uso con fines probatorios en el
juicio. En este contexto, el Magistrado único ha tomado nota de las divulgaciones que la Defensa ya ha
efectuado hasta ahora. En el supuesto de que se les permitiera presentar pruebas, también se requerirá
que [los Representantes Legales] divulguen tanto las pruebas que tienen intención de utilizar como las
identidades de sus testigos con antelación suficiente.
xi. [Los Representantes Legales] ya han pronunciado sus declaraciones iniciales, si bien la Defensa puede
presentar una declaración inicial al principio de la presentación de pruebas por la Defensa, si así lo
desea.
xii. Los plazos y los procedimientos que se disponen en los párrafos 16 a 38 de la decisión relativa a la regla
140 son de aplicación a todos los participantes en relación con la presentación de sus pruebas.
[TRADUCCIÓN] […] [L] a Sala estima que los argumentos de la Defensa carecen de fundamento. Para que la
participación de las víctimas en las actuaciones, importa que sus presentaciones se tomen en consideración. Sin
embargo, en ocasiones la Sala llega a sus conclusiones con independencia de estas presentaciones, y en este caso
concreto el razonamiento de la Decisión no se basó finalmente en la respuesta de las víctimas. Cualquier reflejo
de la respuesta de las víctimas en el razonamiento de la Sala es mera coincidencia. En estas circunstancias, la
afirmación por la Defensa de que la ausencia de una respuesta dio lugar a algún error o injusticia que justificaría
una reconsideración es sencillamente inaceptable. Por los mismos motivos, la desestimación formal de la
respuesta de las víctimas no serviría para ningún propósito.
[…] Como ha señalado la Defensa, esta Sala ha incorporado, por referencia, el procedimiento para la
participación de las víctimas dispuesto por la Sala de Cuestiones Preliminares. Este procedimiento incluye,
respecto de [los Representantes Legales] , el “derecho a efectuar presentaciones por escrito a la Sala”, el
“derecho de respuesta”, y un reconocimiento de que las víctimas podrían efectuar “presentaciones respecto de
puntos de hecho y de derecho” en determinadas circunstancias. La decisión por la que se enmienda el plazo
para la respuesta previo a la Decisión no incluía ningún requisito en cuanto a los tipos de presentaciones que
podían efectuar [los Representantes Legales] como respuesta a la solicitud. La Sala estima que la respuesta de
las víctimas se presentó de conformidad con el procedimiento de aplicación y con el numeral 2 de la norma
24 del Reglamento. La Sala, al tiempo que señala que esta presentación concreta no tuvo ningún efecto sobre
su razonamiento, estima que no procede ninguna consideración adicional del alcance de los derechos de
participación de los Representantes Legales de las Víctimas.
Véase n° ICC-02/04-01/15-1152, Sala de Primera Instancia IX, 26 de enero de 2018, párrs. 6 y 7.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
Además, la Sala recuerda su decisión oral del 4 de abril de 2017 relativa al alcance del interrogatorio por [los
Representantes Legales] . Los mismos límites y consideraciones son de aplicación para el interrogatorio de
testigos llamados a declarar por los Representantes Legales.
[…]
Respecto de los argumentos que aduce la Defensa en cuanto a que las solicitudes se deberían desestimar debido
al fallo por los Representantes Legales en presentar una lista de pruebas, la Sala recuerda el plazo fijado en sus
instrucciones preliminares. De permitirse a los Representantes Legales presentar pruebas, se les “exigirá que
divulguen las pruebas que tienen intención […] de utilizar y las identidades de [sus] testigos con antelación
suficiente”. La Sala entiende que el hecho de que los Representantes Legales no presentaran listas de pruebas
el 2 de febrero de 2018 significa sencillamente que tan solo desean servirse de los testimonios de los testigos. La
Sala reitera que velará por el respeto de los derechos del acusado.
Por lo que respecta a la observación por la Defensa de que no se le han proporcionado las traducciones en
lengua acholi de los informes de los peritos propuestos y la presunta vulneración del derecho del acusado en
virtud del párrafo 1 f)) del artículo 67 del Estatuto, la Sala recuerda que su derecho (a obtener las traducciones
de los documentos en un idioma que comprenda plenamente) no está exento de limitaciones. Se limita a
los documentos necesarios “para satisfacer los requisitos de equidad”. Por añadidura la Sala recuerda que la
Fiscalía está obligada a preparar esas traducciones para las declaraciones de sus testigos. El sistema estatutario
no impone ninguna obligación concreta a los Representantes Legales de las Víctimas respecto de traducir – ni
incluso respecto de tomar – las declaraciones de los testigos a quienes tienen intención de llamar a testificar. Por
tanto, incumbe a la Sala tomar una decisión en cuanto a las obligaciones pertinentes en materia de divulgación
que se impondrán cuando se permita a las víctimas llamar a testigos a testificar.
La Sala considera que no todos los informes periciales para un testigo propuesto por los Representantes Legales
constituyen automáticamente documentos que se hayan de traducir en virtud de los requisitos del párrafo 1 f)
del artículo 67 del Estatuto. Señala que no todos los informes de los peritos que ya han presentado testimonio
se tradujeron al idioma acholi, si bien fueron reconocidos como presentaciones oficiales efectuadas con arreglo
al sistema de pruebas establecido por la Sala.
Por añadidura, considerando las limitaciones en cuanto a los interrogatorios realizados por los Representantes
Legales, […] , no parece que los peritos de los Representantes Legales soliciten pruebas que pretendan
demostrar los elementos de los crímenes que se imputan ni la función [del acusado] en su comisión. Más
bien, se propone a estos peritos en relación con otros asuntos pertinentes para los intereses personales de las
víctimas, comprendida la naturaleza de los daños personales que estas han sufrido. Además, y a diferencia de
los testigos fácticos propuestos por los Representantes Legales, todos los peritos que se proponen tratarán de
asuntos generales cuyo alcance va más allá de los cuatro emplazamientos de los ataques correspondientes a
los cargos en esta causa (Pajule, Odek, Lukodi y Abok). Estas distinciones afectan la función de las pruebas
propuestas en la causa, y la Sala considera que una traducción en idioma acholi de estos informes no constituye
un requisito previo necesario para la comparecencia de estos peritos.
Por estos motivos, la Sala no considera que los requisitos de imparcialidad obliguen a la traducción de todos
los documentos relacionados con el testimonio de estos testigos. No obstante, la Sala solicitará traducciones de
determinada documentación al idioma acholi con el fin de facilitar la preparación de la Defensa.
Al igual que en casos anteriores, no obstante, la Defensa podrá coordinar con la Secretaría con miras a facilitar
cualquier solicitud relativa a traducciones adicionales. Si la Defensa – tras recibir las traducciones y consultar
con el acusado – pudiera justificar una nueva línea de interrogatorio significativa respecto de un testigo que ya
hubiera presentado su testimonio, podrá solicitar que se vuelva a llamar a testificar a ese testigo.
A continuación la Sala pasará a evaluar, caso por caso, a cada testigo propuesto.
i) Testigos peritos en cuestiones relacionadas con los niños y los adolescentes, y en particular con ex niños
soldados, propuestos por el Representante Legal Común de las Víctimas
El Representante Legal Común de las Víctimas propone llamar a dos peritos a testificar acerca de las
consecuencias de ser un niño soldado y estar obligado a participar en las hostilidades, y de los efectos a largo
plazo para su bienestar psicológico y social. El Representante Legal Común de las Víctimas solicita autorización
para que los dos peritos presten testimonio conjuntamente. […]
La Sala considera que las pruebas que se proponen no son repetitivas, habida cuenta de su propósito de
centrarse en el bienestar psicológico, social, de desarrollo y de comportamiento de los niños menores de 15 años
que participaron en las hostilidades, desde el punto de vista de un perito. Efectivamente, varios testigos han
presentado testimonios directos respecto de sus propias experiencias en este tema. Sin embargo, el testimonio
de niños menores de 15 años y la utilización de estos para participar de forma activa en las hostilidades. Los
intereses personales de las víctimas se ven afectados, ya que muchos de ellos fueron alistados, reclutados o
utilizados para participar activamente en las hostilidades cuando eran menores de 15 años.
El Representante Legal Común de las Víctimas solicita llamar a testificar a dos expertos en el tema, y declara que
“los conocimientos de estos dos expertos se complementan entre sí”. Habida cuenta de que el Representante
Legal Común de las Víctimas explica que ambos peritos cuentan con “amplia experiencia en la cuestión y están
familiarizados con el contexto de Uganda”, la Sala estima procedente permitir el testimonio de uno de los
peritos que se proponen. En opinión de la Sala, esta forma de proceder permite lograr un equilibrio adecuado
entre los derechos de las víctimas cuando sus intereses se ven afectados y los derechos del acusado.
La Sala deja en manos del Representante Legal Común de las Víctimas la decisión en cuanto a qué perito llamar
a testificar. Si el Representante Legal Común de las Víctimas juzgara beneficioso que el informe pericial fuera
elaborado conjuntamente por los dos peritos que se proponen, la Sala no se opondría a esa forma de proceder.
La Sala considera que es procedente que el informe que haya de ser elaborado por el perito elegido,
o conjuntamente, sea introducido por medio de la subregla 3 de la regla 68 de las Reglas, con sujeción al
cumplimiento de los requisitos de la subregla 3 de la regla 68. Habida cuenta de que el informe se puede admitir
en virtud de la subregla 3 de la regla 68, la Sala estima que 2 horas constituyen un tiempo adecuado para el
interrogatorio por el Representante Legal Común de las Víctimas.
ii) Perito experto en cuestiones relacionadas con la violación y los crímenes sexuales y por razón de género,
propuesto por el Representante Legal Común de las Víctimas
El Representante Legal Común de las Víctimas expone que el Profesor Daryn Reicherter, el perito que propone,
testificará acerca de las distintas consecuencias y los efectos que producen en las víctimas la violación y los
crímenes sexuales y por razón de género. Para la elaboración del informe pericial contará con el apoyo de otro
perito, a quien el Representante Legal Común de las Víctimas no tiene intención de llamar a testificar.
[…]
En consideración de la Sala el testimonio que se propone no es repetitivo, ya que las pruebas periciales que
se espera obtener difieren de la narración de primera mano presentada por una víctima directa. El testimonio
pericial que se espera obtener permitirá a la Sala evaluar los efectos que la violación y la violencia sexual y por
razón de género causan en las vidas de las víctimas desde una perspectiva más universal, que incluye a las
víctimas que no testificaron ante esta Sala.
El testimonio que se propone tiene consecuencias para los intereses de las víctimas, es pertinente para la causa
y es necesario para la determinación de la verdad. Varios de los cargos en esta causa que fueron confirmados
por la Sala de Cuestiones Preliminares están relacionados con violaciones y crímenes sexuales y por razón de
género.
La Sala considera procedente que el informe que haya de ser elaborado sea introducido por medio de la
subregla 3 de la regla 68 de las Reglas, con sujeción al cumplimiento de los requisitos de la subregla 3 de la regla
68. Habida cuenta de que el informe se puede admitir en virtud de la subregla 3 de la regla 68, y tomando en
consideración los derechos del acusado, la Sala estima que 1,5 horas constituyen un tiempo adecuado para el
interrogatorio de este testigo experto por el Representante legal común de las víctimas.
iii) Perito experto en cultura acholi, propuesto por el Representante Legal Común de las Víctimas
El Representante Legal Común de las Víctimas propone que se llame a testificar al Profesor Seggane Musisi
en calidad de perito experto en cultura acholi, que testificará, entre otras cosas, respecto de ‘las expresiones
y la aceptación de las emociones y la culpa en la cultura acholi’, ‘los métodos de castigo y reconciliación’ y el
efecto en la cultura acholi de ‘cómo las víctimas describen sus anteriores experiencias dolorosas o sus recuerdos
dolorosos’.
[…]
La Sala estima que, si bien algunos testigos oculares presentaron testimonio acerca de aspectos de los temas en
los que se espera que testifique el perito experto, el testimonio propuesto permitirá a la Sala obtener pruebas
más generales al respecto, que van más allá de las narrativas individuales de los testigos oculares. En cuanto
al perito experto P-422, la Sala señala que su testimonio se centró en aspectos relacionados con el Ejército de
Resistencia del Señor, no en la cultura acholi en general. La Sala estima que, debido al elevado número de
víctimas con antecedentes acholis, los intereses personales de las víctimas se ven afectados, y que el testimonio
es procedente y necesario para la determinación de la verdad.
Por consiguiente, la Sala autoriza el testimonio del Profesor Musisi en calidad de perito experto. Considera
procedente que el informe que el testigo elaborará introducido por medio de la subregla 3 de la regla 68 de
las Reglas, con sujeción al cumplimiento de los requisitos de la subregla 3 de la regla 68. La Sala estima que 3
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
testimonio acerca de `la definición y evaluación de los traumas y el trastorno por estrés postraumático en
relación con las categorías de víctimas en esta causa’. El Representante Legal Común de las Víctimas asegura
que el testimonio no supondrá una duplicación del testimonio de otros testigos periciales propuestos, ya que
este perito ‘centrará su informe, en líneas generales, en el trastorno por estrés postraumático y el trauma’.
La Sala no estima necesario llamar a testificar a un perito experto en trauma, habida cuenta del testimonio
previsto de otros testigos periciales. Llega a esta conclusión con independencia de las afirmaciones de la
Defensa relativas a las circunstancias específicas de este testigo pericial. El Representante Legal Común de las
Víctimas señala que ‘en otras causas ante la Corte se han solido presentar conocimientos expertos en materia
de trauma’. Si bien ello es así, no significa necesariamente que se haya hecho por medio de un perito que
testificara únicamente sobre el trauma. Por ejemplo, una de las decisiones en las que se basa el Representante
Legal Común de las Víctimas está relacionada con un perito a quien se llamó a testificar específicamente acerca
del trauma y los niños soldados.
La Sala observa que se espera que el perito experto en niños soldados testifique acerca de ´las dificultades
de la desmovilización y reintegración´, `las consecuencias que padecen los antiguos niños soldados tras su
regreso’ y ‘las consecuencias de los daños resultantes para la salud mental’. Se espera que el perito experto
en violación y crímenes sexuales y por motivo de género presente testimonio relacionado, entre otras cosas,
con ‘los distintos tipos de efectos sobre la salud mental’, ‘las consecuencias psicológicas y sociales’ y ‘las
consecuencias de los daños resultantes para el individuo’. Se espera que el perito experto en cultura acholi que
se propone presente testimonio, entre otras cosas, sobre ‘la expresión de los síntomas de trastorno por estrés
postraumático específicos en la cultura acholi’. Por tanto, el perito experto en trauma, a tenor de lo indicado por
el Representante Legal Común de las Víctimas, testificaría tan solo ‘de manera general sobre el trastorno por
estrés postraumático y el trauma’. Habida cuenta del derecho del acusado a un juicio justo y expedito, la Sala
estima que la presentación de testimonio por este perito no es ni procedente ni necesaria para la determinación
de la verdad. Por consiguiente, la Sala deniega la solicitud de que se escuche el testimonio del perito experto
en trauma.
v) Víctima a/05658/15, propuesta por los Representantes Legales de las Víctimas
Los Representantes Legales de las Víctimas plantearon que la víctima a/05658/15 testificara respecto de
Lukodi [EXPURGADO] . Se pide que el testigo testifique respecto de las consecuencias de los crímenes para la
educación. Además la víctima testificaría acerca de [EXPURGADO] .
[…]
La Sala determina que, debido a la posición específica de la víctima, su testimonio no sería repetitivo, ya que
puede aportar una visión más amplia del efecto causado por el trastorno en la educación de las víctimas de
secuestros. Esto va más allá que las narraciones de primera mano que han presentado hasta el momento los
testigos de cargo.
La Sala también concluye que los intereses personales de las víctimas se ven afectados, ya que Lukodi es uno
de los emplazamientos a los que corresponden los cargos y que las víctimas cuya educación se vio interrumpida
debido a su secuestro por el Ejército de Resistencia del Señor forman parte de las víctimas participantes.
En términos generales, la Sala considera – para que la participación de las víctimas que presentan testimonio
ante la Corte en calidad de testigos sea significativa, y para el ejercicio más eficaz de sus derechos a tenor de
lo dispuesto en el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto – que este testimonio ha de ser tan público como sea
posible. Ello no significa que la identidad de esta víctima se haya de revelar automáticamente al público. Sin
embargo, si el hecho de que no se revele la identidad de un testigo tuviera como consecuencia que las partes
sustanciales del testimonio se hubieran de presentar en una sesión privada en aras de la protección de la
identidad del testigo, la Sala considera que no procedería la presentación de este testimonio.
En cuanto a la víctima a/05658/15, el Representante Legal de las Víctimas afirma que ‘sería necesaria una
deliberación adicional para determinar qué medidas de protección, en su caso, serían procedentes para este
testigo que se propone.’ Si bien lo anterior está en consonancia con los plazos estipulados en las Instrucciones
Preliminares, la Sala entiende que existe la posibilidad de que la parte fundamental del testimonio se hubiera
de presentar en sesión privada, debido a la posición tan específica de la víctima y su testimonio previsto. Puesto
que por el momento no se han solicitado medidas de protección, la Sala no puede afirmar con certeza que este
vaya a ser el caso. Teniendo en mente las consideraciones expuestas en el párrafo anterior, la Sala permite
que esta víctima presente su testimonio únicamente a condición de que cualquier medida de protección que
se proponga no tenga como resultado que la parte fundamental del testimonio se haya de presentar en sesión
privada. La Sala estima que 1,5 horas constituyen un tiempo adecuado para el interrogatorio de este testigo por
el Representante Legal de las Víctimas.
vi) Víctima a/06342/15, propuesta por el Representante Legal de las Víctimas
prestar un testimonio que guarda relación con las cuestiones de la causa y afecta a los intereses personales de
las víctimas. El testimonio previsto no es repetitivo, en el sentido de que [EXPURGADO] , la víctima puede
presentar testimonio más general acerca de los efectos causados en la comunidad local. Por consiguiente, la
Sala autoriza que la víctima declare en calidad de testigo. La Sala estima que 1,5 horas constituyen un tiempo
adecuado para el interrogatorio de este testigo por el Representante Legal de las Víctimas.
vii) Víctimas a/05023/15, a/00688/16 y a/06686/15, propuestas por los Representantes Legales de las Víctimas
Los Representantes Legales de las Víctimas solicitan que estos tres testigos testifiquen acerca de cuestiones
relacionadas con la violencia sexual contra hombres y niños y la profanación de cadáveres.
La Sala observa que ninguno de los dos temas propuestos (la violencia sexual contra hombres y niños y
la profanación de cadáveres) forma parte de los hechos y las circunstancias que se describen en los cargos
confirmados por la Sala de Cuestiones Preliminares. Como han señalado los Representantes Legales de las
Víctimas, los cargos confirmados de crímenes sexuales y por motivo de género están relacionados con crímenes
contra mujeres y niñas. Puesto que los actos descritos en el testimonio previsto corresponderían a la categoría
de crímenes sexuales y estos actos no se mencionan en los hechos confirmados por la decisión de confirmación
de los cargos, la Sala considera que rebasan el ámbito de los cargos.
La Sala afirma que no está evaluando la veracidad del testimonio previsto y se manifiesta en desacuerdo con la
caracterización por la Defensa de los testimonios previstos como ‘de escasa credibilidad’. Sin embargo, en vista
de lo anterior y tomando en consideración los derechos del acusado, la Sala no estima que la presentación de
este testimonio sea procedente y necesaria para la determinación de la verdad.
Por consiguiente, la Sala deniega la solicitud por los Representantes Legales de las Víctimas de llamar a testificar
a estos tres testigos.
viii) Víctima a/00613/16, propuesta por el Representante Legal de las Víctimas
El Representante Legal de las Víctimas afirma que se espera que esta víctima testifique acerca del ataque dirigido
contra Abok y el estigma experimentado por los secuestrados que regresan.
[…]
La Sala concluye que, si bien es verdad que los testigos anteriores han testificado acerca del ataque dirigido
contra Abok, el hecho de que el testigo no se beneficiara de rehabilitación alguna tras su regreso constituye una
diferencia suficiente como para permitir que se le llame a declarar en calidad de testigo. Esto también obedece
a la consideración de que su testimonio se centrará en la vida en su comunidad con posterioridad a su retorno.
Para tomar en consideración debidamente los derechos del acusado, la Sala estima que 1,5 horas constituyen un
tiempo adecuado para el interrogatorio de este testigo por el Representante Legal de las Víctimas.
ix) Peritos expertos en la victimización de las comunidades afectadas propuestos por el Representante Legal de
las Víctimas.
El Representante Legal de las Víctimas solicita que se llame a declarar a dos testigos expertos en cuestiones de
victimización en las comunidades afectadas, entre otras cosas respecto de los ‘daños sufridos en las comunidades
afectadas por los crímenes imputados’.
El Representante Legal de las Víctimas declara que sus respectivos testimonios serían ‘complementarios entre
sí’ y afirma que el testimonio previsto no trataría temas que ya hayan sido cubiertos debidamente por los
testigos de la Fiscalía.
La Sala observa que el testimonio previsto se ocuparía del efecto psicosocial del conflicto en las comunidades
de víctimas afectadas. Como ya manifestó anteriormente respecto de los otros peritos, la Sala estima que la
naturaleza general del testimonio la distingue de las experiencias personales aportadas por los testigos directos
anteriores, y que por tanto no sería repetitivo. El testimonio que se propone afecta a los intereses de las víctimas
y de las cuestiones en la causa.
No obstante, teniendo presentes los derechos del acusado, la Sala no está convencida de que el testimonio de
ambos peritos sea procedente. De las declaraciones del Representante Legal de las Víctimas, la Sala entiende
que ambos peritos elaborarían un informe pericial conjunto. La Sala no se opone a recibir un informe conjunto,
pero concluye que será suficiente que testifique la Sra. Teddy Atim, que también está basada en Uganda.
La Sala considera procedente que el informe que los peritos elaborarán sea introducido por medio de la subregla
3 de la regla 68 de las Reglas, con sujeción al cumplimiento de los requisitos de esta subregla. Habida cuenta de
que cabe admitir el informe en virtud de la subregla 3 de la regla 68, la Sala estima que 1,5 horas constituyen un
tiempo adecuado para el interrogatorio por el Representante Legal de las Víctimas.
ii) Solicitud de autorización para presentar opiniones y observaciones
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
Por lo que respecta a la cronología de la presentación de opiniones y observaciones, el Representante Legal de
las Víctimas afirma que la presentación de las opiniones y observaciones de las víctimas en esta fase del proceso
permitiría a los Magistrados tomarlas en consideración al redactar su fallo; que una posible presentación de
opiniones y observaciones durante la fase de condena o de reparaciones daría a entender que eran de importancia
secundaria; y que, de absolverse al acusado, no habría posibilidad alguna de efectuar esa presentación.
[…]
La Sala recuerda que había indicado que ‘no estaba en disposición provisionalmente’ de permitir la presentación
de las opiniones y observaciones de las víctimas en esta fase de las actuaciones. No está de acuerdo con el
Representante Legal de las Víctimas en que existen motivos imperiosos para escuchar opiniones y observaciones
en este momento.
Como indicó el Representante Legal de las Víctimas, esa presentación no formaría parte del material probatorio
y por consiguiente no podría tomarse en consideración en el fallo. La Sala no concuerda con el razonamiento
de que esta presentación podría explicar mejor qué partes del fallo podrían necesitar de una atención especial
para ser comprendidas por las comunidades de las víctimas. La Sala estima que el interrogatorio de los testigos
de cargo por los Representantes Legales y el próximo testimonio de los testigos que los Representantes
Legales llamen a declarar le aportarán información suficiente para atender debidamente todos los puntos de la
sentencia, sumada a las opiniones de las comunidades de las víctimas.
La Sala discrepa de que sea procedente tomar en consideración la posible absolución del acusado al decidir si se
ha de permitir que las víctimas presenten sus opiniones y observaciones antes de que se pronuncie la sentencia.
Respecto del argumento de que pudiera percibirse que una presentación de opiniones y observaciones en una
fase posterior de las actuaciones revestiría ‘importancia secundaria o subsidiaria’, la Sala estima que, si bien este
pudiera ser el caso en cierta medida, existen consideraciones compensatorias. Con arreglo a lo dispuesto en el
párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto, el derecho a presentar opiniones y observaciones se ejercerá ‘cuando la
Corte lo considere conveniente’ y ‘de una manera que no redunde en detrimento de los derechos del acusado
o de un juicio justo e imparcial ni sea incompatible con éstos.’
La Sala observa que ambos Representantes Legales optaron por presentar sus declaraciones inaugurales al
inicio del juicio, y que se les brindará la posibilidad de pronunciar declaraciones finales una vez concluida
la presentación de la Defensa y tras la conclusión de las pruebas. La Sala no estima procedente escuchar
declaraciones adicionales, que no guarden relación con la presentación de las pruebas o no estén sujetas a
escrutinio mediante un interrogatorio de la Defensa, en esta fase del proceso. Por consiguiente, la Sala desestima
la parte de la solicitud de los Representantes Legales de las víctimas de presentar las opiniones y observaciones
de las víctimas en esta fase del proceso. Esta decisión es sin perjuicio de cualquier decisión relativa a una
solicitud de presentación opiniones y observaciones en una fase ulterior del proceso.
[…]
IV. Ejecución de la Decisión
Como ya se ha indicado, y con miras a la protección de los derechos del acusado, se requiere que los
Representantes Legales presenten, en la semana siguiente a la presentación por la Fiscalía de su notificación
oficial relativa a la conclusión de la presentación de sus pruebas: i) confirmación de sus listas finales de pruebas
y testigos; ii) certificación de que todos los formularios necesarios de información sobre los testigos se han
cumplimentado y proporcionado a la Dependencia de Víctimas y Testigos; iii) resúmenes de los testimonios
previstos; iv) divulgación de todos los objetos que se pretende utilizar durante la presentación de pruebas; y v)
cualquier solicitud de medidas de protección o de socorro en virtud de la regla 68 de las Reglas.
La Sala observa que el plazo señalado arriba marca el momento final en que se han de producir estas acciones
y alienta a los Representantes Legales a realizarlas lo antes posible. Por lo que respecta al punto iii), y con miras
a facilitar la preparación de la Defensa, la Sala instruye que se elaboren traducciones en lengua acholi de los
resúmenes de los testimonios previstos. La Sala especifica asimismo que las solicitudes de participación de las
víctimas se han de divulgar y, puesto que son lo que más se aproxima a una declaración en lo que se refiere a
los testigos, que estas solicitudes se han de traducir a la lengua acholi. Se ordena a los Representantes Legales
que se pongan en comunicación con la Secretaría lo antes posible, con el fin de que las traducciones se puedan
recibir oportunamente.
Asimismo, se instruye a los Representantes Legales que proporcionen cualquier solicitud de participación en
calidad de víctimas presentadas por familiares de los testigos. Si los Representantes Legales estimaran que sería
necesario realizar expurgaciones, estas se aplicarán de conformidad con el protocolo en materia de expurgación
que proceda en esta causa. Es intención de la Sala escuchar el testimonio de un testigo cada día, de manera
que en la mayoría de los casos el conjunto de los demás participantes cuenta para fines de interrogatorio con
La Sala también espera que para esa misma fecha los Representantes Legales indiquen la modalidad de
testimonio (en la Sede de la Corte, mediante videoconferencia, etc.) correspondiente a cada testigo. Los
Representantes Legales se pondrán en comunicación con la Secretaría y realizarán todos los arreglos logísticos
necesarios con antelación suficiente para permitir que cada testigo presente su testimonio. En aras de que
el juicio se lleve a cabo de forma expedita y sin dilación injustificada, si estos arreglos fundamentales no se
dispusieran a tiempo, la Sala podría, entre otras medidas, solicitar una modalidad de testimonio distinta.
Véase núm. ICC-02/04-01/15-1199-Red, Sala de Primera Instancia IX, 6 de marzo de 2018, párrs. 14 a 18;
20 a 33; 35 a 38; 40 a 46; 48 a 60; 62 a 71; 73 a 77; y 79 a 83.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
fecha 28 de marzo de 2018), párrs. 6 a 13.
[TRADUCCIÓN] Al haber notificado oficialmente la Fiscal del cierre de la presentación de pruebas por la
Fiscalía, el Magistrado Presidente considera que este es un momento oportuno para dictar instrucciones
adicionales relativas a la presentación de alegatos de clausura y declaraciones de clausura. Las instrucciones
se emiten en este momento temprano con el fin de brindar a las partes y los partícipes el máximo de tiempo
posible para organizar y planificar su carga de trabajo.
Los alegatos de clausura de las partes y los participantes, en el supuesto de que desearan presentarlos, se
habrán de presentar seis semanas después de la declaración de clausura de la presentación de pruebas. El
objeto de estas presentaciones consiste en proporcionar un breve resumen de sus opiniones, posiciones y
razonamientos respecto de los cargos confirmados y las pruebas presentadas durante el juicio. No tienen el
objeto de constituir un intercambio entre las partes y los participantes sobre su evaluación de las pruebas, sino
que son sencillamente una herramienta adicional para fines de valoración por la Sala. Por consiguiente, no es
necesario recibir la alegación final de otra parte u otro participante con antelación; así, todos los alegatos de
clausura se han de presentar en la misma fecha.
El Magistrado Presidente ordena que la Fiscalía y la Defensa limiten a 200 páginas sus alegatos de clausura,
y considera que para los Representantes Legales de las Víctimas el límite estatutario de 120 páginas resulta
suficiente.
El Magistrado Presidente ha examinado exhaustivamente los derechos del acusado en virtud del apartado 1
f) del artículo 67 del Estatuto, y recuerda la anterior jurisprudencia de la Sala relativa a esta cuestión. Repite
que el derecho a obtener traducciones no está exento de limitaciones, y que se circunscribe a las traducciones
necesarias para ‘satisfacer los requisitos de equidad’.
En el caso presente, el Magistrado Presidente no estima necesaria para la equidad del juicio la presentación de
traducciones en lengua acholi de los alegatos finales. Todos los alegatos de clausura son independientes el uno
del otro, y no reaccionan ante los presentados por otras partes y participantes. Son meramente un elemento
de ayuda en beneficio de la Sala. El Magistrado Presidente observa que el ‘alegato previo a la confirmación’
presentado durante la fase de confirmación y el alegato previo a la fase de juicio tampoco se tradujeron al
idioma acholi. Por añadidura, la índole jurídica de los alegatos finales es tal que no cuentan con valor probatorio
independiente; ni el Estatuto ni las Reglas requieren que se reciba un alegato de clausura durante las actuaciones
del juicio.
Como se explica más arriba, los alegatos de clausura serán meramente un resumen y reiteración de las opiniones
y posiciones de las partes y los participantes. Por consiguiente, no incluirán nada que sea esencialmente nuevo.
El acusado ya tiene conocimiento de la causa que se le imputa y de todos los argumentos jurídicos planteados
hasta este punto en las actuaciones. También ha escuchado (en lengua acholi) las pruebas presentadas en la
sala. Por último, el equipo legal del acusado comprende perfectamente el idioma en que serán presentados los
alegatos de clausura.
Si la Defensa estimara que ciertas partes específicas de los alegatos de clausura de los otros participantes
hubieran de ser traducidas con el fin de preparar las declaraciones finales, podrá ponerse en contacto con la
Secretaría al respecto. Las declaraciones finales se pronunciarán dos semanas después de la presentación de los
alegatos de clausura. En un momento posterior de las actuaciones se brindará información adicional.
Véase núm. ICC-02/04-01/15-1226, Sala de Primera Instancia IX (Magistrado único), 13 de abril de 2018,
párrs. 2 a 8.
[TRADUCCIÓN] La Sala no está convencida de que sea necesario un mes de retraso en el inicio de la
presentación de pruebas de los Representantes Legales para asegurar la protección de los derechos del acusado
en cumplimiento del párrafo 2 del artículo 64, y de los párrafos 1 b) y 1 f) del artículo 67 del Estatuto.
La Sala tiene presente el deber de la Defensa de realizar un examen exhaustivo de la totalidad de los elementos
divulgados y consultar subsiguientemente con el acusado. Sin embargo, la Sala concluye que la carga de la
preparación, en el tiempo disponible, no es excesivamente gravosa para la Defensa si se considera lo siguiente:
i) el objeto de esta parte de las actuaciones; ii) las restricciones respecto de las pruebas que se permite que
obtengan los Representantes Legales; y iii) la cantidad (así como el propósito y el contenido) de los materiales
divulgados.
Por lo general, tanto los Representantes Legales como cualquier prueba por ellos obtenida tienen un propósito
distinto al de las pruebas que presenta la Fiscalía. La Sala reitera que la carga de la prueba relativa a la
culpabilidad del acusado incumbe a la Fiscalía, y que por consiguiente en principio la presentación de pruebas
incriminatorias incumbe a la Fiscalía, y no a los Representantes Legales.[…] Si bien la Sala decidirá la cuestión
víctimas’ (en particular, la naturaleza de los daños sufridos), o en el caso de los peritos la obtención de pruebas
que sean de asistencia más general para la Sala en su determinación de la verdad. En este caso particular, todos
los peritos tratarán de cuestiones generales que no guardan relación con la responsabilidad penal individual
de [el Acusado] (como la victimización de las comunidades afectadas, la cultura acholi, cuestiones relacionadas
con los niños y los adolescentes, y los efectos sobre las víctimas de los crímenes sexuales/por motivo de género).
Además, muchos de los elementos divulgados por los Representantes Legales solo ejercen una función auxiliar
en el interrogatorio de los testigos. Esto se puso de relieve en una decisión reciente por la que se ordenaba al
Representante Legal común de las víctimas que retirara 13 de los 23 elementos divulgados de su lista de pruebas
(por un total de 759 páginas, es decir, cerca del 60% del total de páginas divulgadas), confirmando con ello que
estos elementos no se pueden presentar para su consideración por la Sala en su fallo.
En el pasado, y teniendo presentes los derechos de los acusados, la Sala ha fijado deliberadamente nuevos
plazos para la divulgación con el fin de permitir a la Defensa contar con tiempo suficiente para prepararse.
Tomando en consideración el propósito, contenido y cantidad de los elementos divulgados, la Defensa ha
obtenido tiempo suficiente para prepararse para la presentación de pruebas por los Representantes Legales, El
acusado no ha sufrido ningún perjuicio injustificado en este caso, y no es necesaria una extensión de un mes.
Cabe también señalar que la Defensa tiene en su poder el material divulgado desde el 5 de abril de 2018. Por
tanto, la Defensa ha tenido conocimiento del volumen del material en cuestión durante considerablemente
más de dos semanas, y es inaceptable que esta Solicitud se presente tres días laborales antes del inicio de los
argumentos de los Representantes Legales. […]
Véase núm. ICC-02/04-01/15-1248, Sala de Primera Instancia IX, 26 de abril de 2018, párrs. 11 a 17
[TRADUCCIÓN] Por lo que respecta a la afirmación de la Defensa del Sr. Gbagbo a efectos de que la respuesta
de la Oficina del Defensor Público para las Víctimas se debería desestimar in limine puesto que fue más allá
de la presentación de las opiniones y observaciones de las víctimas, el Magistrado único no está convencido
de que este sea el caso, en particular a la luz de la afirmación general de la Defensa de que tan solo un párrafo
de la Respuesta de la Oficina del Defensor Público para las Víctimas trata específicamente de las opiniones y
observaciones de las víctimas. Esta afirmación es exagerada y carece de fundamento. A falta de afirmaciones
detalladas al respecto, se desestima la solicitud de la Defensa.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-1212, Sala de Primera Instancia I, 21 de septiembre de 2018, párr. 20
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
procedimiento.
A la luz de las similitudes, el número y la complejidad de las cuestiones apeladas, los Representantes legales
de las víctimas pertinentes son invitados a presentar un documento consolidado en cuanto a sus opiniones y
observaciones respecto a las tres apelaciones.
Véase n° ICC-01/04-503 OA4 OA5 OA6, Sala de Apelaciones, 30 de junio de 2008, párrs. 101-102.
[TRADUCCIÓN] En cuanto a la forma de participación, la Sala de Apelaciones considera que las víctimas en
la presente apelación estarán limitadas a la presentación por escrito de sus opiniones y preocupaciones con
respecto a sus intereses personales relacionados con las cuestiones planteadas en esta apelación. El sospechoso
y el Fiscal podrán responder a las opiniones y preocupaciones de las víctimas, de conformidad con la regla 91(2)
de las Reglas de Procedimiento y Prueba. En opinión de la Sala de Apelaciones, esta forma de participación no
causa perjuicio ni es incompatible con los derechos del acusado o con un juicio justo e imparcial. Por lo tanto, se
cumple el cuarto criterio para la participación de la víctima en virtud del artículo 68(3) del Estatuto.
Véase n° ICC-02/11-01/11-491 OA4, Sala de Apelaciones, 27 de agosto de 2013, párr. 14.
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones considera que la presente apelación es una etapa de los procedimientos
en los que la participación de las víctimas es apropiada a la luz de las posibles consecuencias de la apelación.
En cuanto a la forma de participación, la Sala de Apelaciones decide que las víctimas pueden participar en
la presente apelación mediante presentaciones escritas que se limitan a sus opiniones y preocupaciones con
respecto a sus intereses personales en las cuestiones planteadas en esta apelación. La Sala de Apelaciones
considera que la participación de las víctimas en la presente apelación, de esa manera, no perjudica ni es
incompatible con los derechos del acusado ni con un juicio justo e imparcial. Además, al sospechoso y a la Fiscal
se les permitirá responder a las opiniones y preocupaciones de las víctimas, de conformidad con la regla 91(2)
de las Reglas de Procedimiento y Prueba.
Véase n° ICC-02/11-01/11-492 OA5, Sala de Apelaciones, 29 de agosto de 2013, párr. 11.
[TRADUCCIÓN] De conformidad con la regla 91(1) de las Reglas de Procedimiento y Prueba, y teniendo en
cuenta las reglas 91(2), 92(5) y (6) de las Reglas de Procedimiento y Prueba, la Sala de Apelaciones determina
que las víctimas pueden participar en las presente apelación de la siguiente manera: los representantes legales
de las víctimas pueden presentar las opiniones y preocupaciones de las víctimas con respecto a sus intereses
personales en los asuntos en apelación por cada presentación de observaciones sobre el documento en apoyo
de la apelación y la respuesta al documento en apoyo de la apelación. La persona acusada y la Fiscal pueden
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones recuerda que la Sala de Primera Instancia debía haber decidido estas
solicitudes, a más tardar en la etapa de sentencia del proceso. La Sala de Apelaciones considera que estas
víctimas habrían estado sujetas a la decisión del 13 de diciembre de 2012. Por lo tanto, la Sala de Apelaciones
también considera apropiado permitir que las 30 víctimas autorizadas a participar en los procedimientos
tengan la oportunidad de presentar observaciones sobre los tres documentos en apoyo de las apelaciones A
4 A 5 A 6. A este fin, se solicita a los Representantes Legales de las Víctimas V01 y V02 que se pongan en
contacto con las víctimas a quienes representan y que están autorizadas para participar con el fin de conocer
sus opiniones y preocupaciones con respecto a sus intereses personales en las cuestiones recurridas en el
presente procedimiento. En caso de que las 30 víctimas expresen puntos de vista e inquietudes diferentes a
los que ya se han presentado en las observaciones consolidadas de las 120 víctimas participantes, se solicita a
los Representantes Legales de las Víctimas V01 y V02 que presenten una breve exposición presentando estos
puntos de vista y observaciones.
Véase n° ICC-01/04-01/06-3045-Red2 A 4 A 5 A 6, Sala de Apelaciones, 27 de agosto de 2013, párr. 171.
Véase también n° ICC-01/04-01/06-3052-Red, Sala de Apelaciones, 3 de octubre de 2013, párr. 10.
[TRADUCCIÓN] Si a las víctimas se les negara el acceso a los archivos de carácter confidencial, básicamente se
les impediría participar efectivamente en el debate probatorio llevado a cabo en la audiencia de confirmación.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de mayo de 2008,
párr. 151.
[TRADUCCIÓN] Sólo los Representantes legales de las víctimas no anónimas tienen derecho a acceder a la
parte confidencial del expediente de la presente causa y podrán asistir a las audiencias a puerta cerrada; y, por
lo tanto, las víctimas anónimas no tendrán acceso a la parte confidencial del expediente de la causa ni podrán
asistir a las audiencias a puerta cerrada.
Véase n° ICC-01/04-01/07-537, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 30 de mayo de 2008,
pág. 12.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
Véase n° ICC-01/04-01/07-1788 , Sala de Primera Instancia II, 22 de enero de 2010, párr. 121.
[TRADUCCIÓN] La Sala está convencida de que con el fin de facilitar la plena participación de las víctimas, es
en el interés de la justicia que a los que les ha sido concedida la autorización de participar se les confiera acceso
al material confidencial de la causa que sea pertinente para sus opiniones y observaciones. Sin embargo, dada la
obligación de la Corte de proteger a las personas afectadas por sus actividades, es necesario que esta oportunidad
esté sujeta a la restricción en la cual no se verán afectadas las medidas necesarias de protección o la seguridad
de personas u organizaciones. Por lo tanto, con el fin de garantizar la expresión de forma eficaz de las opiniones
y observaciones de las víctimas participantes, las víctimas serán notificadas de manera oportuna a través de sus
Representantes legales de los documentos públicos y confidenciales siempre que la Sala de Primera Instancia
haya decidido que sus intereses están comprometidos. Con el fin de hacer este enfoque efectivo, las partes y las
víctimas participantes deberán informar a la Sala cada vez que los documentos presentados como confidenciales
puedan comprometer los intereses de cualquiera de las víctimas participantes. Los Representantes legales no
deben comunicar información confidencial a sus clientes, o cualquier otra persona que no esté autorizada a
recibirla, sin el permiso de la Sala.
Véase n° ICC-01/05-01/08-807-Corr,-Sala de Primera Instancia III, 30 de junio de 2010, párr. 47. Véase
también n° ICC-01/04-01/07-1788, Sala de Primera Instancia II, 22 de enero de 2010, párr. 123.
[TRADUCCIÓN] Con arreglo a la subregla 10 de la regla 121 de las Reglas, las víctimas o sus Representantes
legales podrán consultar el expediente de todas las actuaciones ante la Sala de Cuestiones Preliminares, creados
y mantenidos por la Secretaría, de conformidad con dicha disposición. Sin embargo, la misma disposición
aclara que ese derecho se cumple “con sujeción a restricciones relativas a la confidencialidad y a la protección
de información que afecte a la seguridad nacional”.
Por lo tanto, la magistrada única considera que el Representante legal de las víctimas autorizadas a participar
de conformidad con la presente decisión tiene el derecho, durante la audiencia de confirmación de los cargos
y en las actuaciones relacionadas, a tener acceso a todos los documentos públicos y las decisiones públicas que
figuran en el expediente de la causa. El derecho de acceso a los expedientes públicos de la causa se extiende
a las pruebas públicas presentadas por el Fiscal y la Defensa y contenida en el expediente de la causa, en el
mismo formato (es decir, versiones sin expurgar, expurgadas o resúmenes, así como versiones electrónicas con
los datos requeridos por el Protocolo de Corte electrónica) en el que se ha puesto a disposición de la parte que
no lo haya propuesto.
En relación con esas decisiones, declaraciones o pruebas que se clasifican como “confidencial”, la Sala se reserva
la opción de decidir caso por caso, de motu propio o al recibir una solicitud expresa y motivada, si concede el
mismo acceso al Representante legal de las víctimas.
Por último, a la luz de la presencia del Representante legal de las víctimas en la sala de audiencia, la magistrada
única es de la opinión de que también debe tener acceso a las transcripciones de:
i) Las sesiones públicas de la audiencia de confirmación de los cargos;
ii) Las sesiones de la audiencia de confirmación de los cargos celebradas a puerta cerrada o ex parte a las
cuales el Representante legal fue autorizado por la Sala a asistir;
iii) Las audiencias públicas y otras reuniones con las partes celebradas en la presente causa, y
iv) Cualquier otra audiencia realizada a puerta cerrada o ex parte a la que el Representante legal asistirá de
conformidad con la autorización de la Sala.
La Sala se reserva el derecho a decidir caso por caso, de motu proprio o al recibir una solicitud concreta y
motivada, si procede conceder acceso al Representante legal de las víctimas a las transcripciones de las sesiones
no públicas de la audiencia de confirmación de los cargos o de la audiencias no-públicas y de las reuniones con
las partes a las que el Representante legal no ha sido autorizado a asistir como también a las transcripciones de
las audiencias no-públicas o las reuniones con las partes celebradas antes de la emisión de la presente decisión.
A pesar de la ausencia de dicha solicitud en este momento, la magistrata única opina que, a fin de que el
Representante legal de las víctimas lleve a cabo debidamente sus funciones, así como también ejerza de
manera significativa sus derechos según se han establecido en la presente decisión, se concederá motu propio
al Representante legal de las víctimas acceso a las versiones expurgadas y sin expurgar de las solicitudes de
participación presentadas por las víctimas admitidas a participar en la audiencia de confirmación de los cargos
y en las actuaciones relacionadas. En consecuencia esto se le encarga a la Secretaría. En consecuencia esto se
le encarga a la Secretaría.
Con arreglo a las subreglas 5 y 6 de la regla 92 de las Reglas, el Representante legal de las víctimas será
notificado por la Secretaría de todas las decisiones y documentos presentados durante las actuaciones en las
que están autorizados a participar. A la luz de esta disposición y teniendo en cuenta la restricción al acceso a
norma 22 del Reglamento de la Corte que se archivan como “público” en el expediente de la causa;
ii) Todas las decisiones públicas de la Sala en el presente procedimiento, y
iii) De la audiencia de confirmación de los cargos y cualquier aplazamiento de la misma, así como la fecha
de la entrega de la decisión de conformidad con la subregla 5 de la regla 92 de las Reglas.
Sin embargo, la Sala considera que si una parte o un participante en el presente procedimiento desea notificar
un documento clasificado como “confidencial” al Representante legal de las víctimas, puede hacerlo incluyendo
en dicho documento el nombre del Representante legal para que sea notificado. La Secretaría a continuación,
deberá notificar al Representante legal en consecuencia.
La magistrada única considera que, a pesar de la clasificación como “confidencial” del anexo adjunto a la
presente decisión, la notificación del mismo al Representante legal común de las víctimas es esencial. Por lo
tanto, se le pide a la Secretaría que notifique dicho anexo al Representante legal de las víctimas.
Véase n° ICC-01/09-01/11-249, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 5 de agosto de
2011, párrs. 90-97. Véase también n° ICC-01/09-02/11-267, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada
única), 26 de agosto de 2011, párrs. 107-114.
[TRADUCCIÓN] El magistrado único es de la opinión de que, a fin de que los Representantes legales de las
víctimas ejerzan los derechos establecidos en la presente decisión, se les debe conceder acceso al documento
que contiene los cargos que actualmente está clasificado como confidencial.
Véase n° ICC-01/04-01/10-351, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrado único), 11 de agosto de 2011,
párr. 44.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
Representante legal que “permitiendo[le] […] hacer una declaración inicial y final, pero privándole del acceso
al material en que se basa la audiencia de confirmación, equivaldría a la participación de las víctimas en forma,
pero no en sustancia”. Por último, se afirma que la divulgación de todo el material confidencial al Representante
legal de las víctimas favorece a la economía judicial. Por el contrario “[r] equerir que las partes presenten
escritos a favor y/o en contra de la divulgación basada en la importancia de un documento sobre los intereses
de las víctimas en relación con cualquier potencial sensibilidad del material tomaría mucho tiempo y requeriría
determinación individual”.
Para comenzar, la magistrada única recuerda la decisión sobre la participación de las víctimas, en la cual se ha
establecido el enfoque principal relativo a los derechos procesales de las víctimas en el contexto de la audiencia
de confirmación de los cargos y las actuaciones relacionadas. En primer lugar, la magistrada única sostuvo
que una serie de disposiciones del derecho aplicable expressis verbis confiere ciertos derechos a las víctimas
que pueden ser ejercidos ex lege, a través de su Representante legal. Junto a ellos, otros derechos podrán ser
concedidos a las víctimas, ya sea de motu propio por la Sala o “a petición expresa y motivada presentada por el
Representante legal”, y siempre que los intereses personales de las víctimas se ven afectados por las cuestiones
siendo examinadas.
Con respecto a la última categoría, la magistrada única especifica que la determinación de si es o no oportuno
otorgar los derechos específicos a las víctimas es una tarea que no puede llevarse a cabo en abstracto, sino, por
el contrario, se llevará a cabo caso por caso, al recibir una solicitud expresa y motivada del Representante legal y
“de una manera que no redunde en detrimento de los derechos de los acusados o de un juicio justo e imparcial
ni sea incompatible con éstos”, según lo estipulado en el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto.
En lo que respecta específicamente a los derechos de las víctimas para acceder a las decisiones, los documentos
presentados y las pruebas que sean clasificadas como confidenciales, la magistrada única ha establecido en
la decisión sobre la participación de las víctimas que “la Sala se reserva la opción de decidir caso por caso, ya
sea de motu propio o al recibir una solicitud específica y motivada” si le concederá acceso a dicho material al
Representante legal de las víctimas.
La magistrada única desea subrayar que, en el caso de las solicitudes para acceder a material retenido a las víctimas
de conformidad con la subregla 10 de la regla 121 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, como en la presente
causa, el enfoque establecido en la decisión sobre la participación de las víctimas está diseñado para evitar
situaciones en las que el Representante legal de las víctimas tiene por objeto recoger, de manera indiscriminada,
todo el material en el que las partes intentan basarse a los efectos de la audiencia de confirmación de los cargos,
independientemente de su pertinencia con respecto a cualquier tema en cuestión, e independientemente de los
resultados relativos a si los intereses de las víctimas se ven afectados por esta cuestión.
La magistrada única comparte la opinión expresada por la Defensa, según las cuales la solicitud se aparta
esencialmente del enfoque proclive a los derechos de las víctimas bajo el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto,
así como de la decisión sobre la participación de las víctimas. La magistrada única también está de acuerdo con la
observación de la Fiscalía de que “[e] l acceso al material confidencial no debe ser concedido sino caso por caso,
y sólo cuando las víctimas pueden demostrar que el material se refiere a cuestiones específicas de sus intereses
y la Sala determina que los intereses de las víctimas superan la necesidad de mantener la confidencialidad de
la información”.
En la opinión de la magistrada única, la solicitud va en contra del principio según el cual cualquier solicitud de
conformidad con el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto deberá demostrar cómo los intereses personales de
las víctimas se ven afectados por las cuestiones específicas en juego. En ausencia de cualquier tema específico
identificado por el Representante legal de las víctimas en las actuales circunstancias y no habiendo demostrado
ningún impacto de los mismos en los intereses personales de las víctimas, la magistrada única considera que la
solicitud queda en abstracto y debe ser rechazada.
Véase n° ICC-01/09-02/11-326, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 14 de septiembre de
2011, párrs. 7-13.
[TRADUCCIÓN] En la solicitud, el Representante legal de las víctimas sostiene que la cuestión de la “diligencia
y pertinencia” de la investigación llevada a cabo por el Fiscal en la presente causa, como se plantea por los
equipos de la Defensa de los sospechosos, tiene “una influencia muy directa en los intereses de las víctimas”. El
Representante legal común afirma que los intereses personales de las víctimas “podrían, por lo tanto, claramente
verse directamente afectados si los crímenes de los que fueron víctimas no son diligente y adecuadamente
investigados y procesados” por el Fiscal. Se afirma que “sin acceso a las pruebas que la Fiscalía ha presentado
hasta la fecha, el Representante legal de las víctimas no se encuentra en posición para expresar una opinión
sobre si, como alega la Defensa, la investigación de la Fiscalía ha sido totalmente inadecuada”.
de los derechos que les han sido otorgados, ya sea expressis verbis en el Estatuto y las Reglas o en virtud
de una autorización de la Sala. En segundo lugar, el Representante legal de las víctimas fue capaz de seguir
la presentación de las pruebas, ya sean públicas o confidenciales, invocadas por el Fiscal y los equipos de la
Defensa de los sospechosos.
De ello se desprende que el Representante legal de las víctimas está ahora potencialmente en condiciones
de identificar los problemas específicos que surjan de la audiencia de confirmación de los cargos que puedan
afectar los intereses personales de las víctimas, así como para justificar una solicitud de acceso a los materiales
divulgados a las víctimas con arreglo a subregla 10 de la regla 121 de las Reglas. Sin embargo, la magistrada
única considera que dar al Representante legal de las víctimas acceso a todo el material confidencial divulgado
por el Fiscal, sobre todo por la falta de conocimiento del Representante legal de la naturaleza y contenido del
mismo, sería, en principio, violar el carácter excepcional de una solicitud para acceder a material confidencial,
de conformidad con el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto. Estas solicitudes deben hacerse sobre la base de
material específicamente identificado y no con el fin de obtener todo el material en el que cualquiera de las
partes tiene la intención de basarse en la audiencia de confirmación de los cargos, independientemente de su
pertinencia con respecto a cualquier tema en cuestión. Por lo tanto, se rechaza la solicitud.
Sin embargo, con el fin de identificar el material pertinente para el/los tema(s) que afectan a los intereses de
las víctimas tal como se indica en la solicitud, la magistrada única es de la opinión que podría ser útil para el
Representante legal de las víctimas tener acceso a la lista de pruebas presentadas por el Fiscal, de conformidad
con la subregla 3 de la regla 121 de las Reglas y por lo tanto la magistrada única pide a la Fiscalía que presente
sus observaciones en cuanto a si se opone a la concesión de acceso al Representante legal de las víctimas a dicho
documento.
Véase n° ICC-01/09-01/11-337 Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 21 de septiembre de
2011, párrs. 7-11.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única observa que en la presente causa, parece existir una cuestión que puede
llegar a afectar a los intereses de las víctimas. Sin embargo, el Representante legal de las víctimas no puede
identificar documentos y materiales específicos relacionados con el tema en cuestión, ya que la lista de pruebas
es confidencial. Si la lista de las pruebas fuera siempre presentada en forma confidencial, el Representante legal
de las víctimas nunca estaría en condiciones – usando las palabras del Fiscal - para “demostrar que el material
se refiere a cuestiones específicas para sus intereses”, aun cuando el Representante legal de las víctimas haya
identificado correctamente una cuestión que pueda afectar a los derechos de las víctimas.
Por lo tanto, la magistrada única opina que, cuando una cuestión parezca afectar a los derechos de las víctimas,
como afirma el Representante legal de las víctimas, la lista de pruebas presentadas por el Fiscal con arreglo a la
subregla 3 de la regla 121 de las Reglas constituiría una herramienta útil para seleccionar el material de especial
pertinencia para el tema en cuestión.
En conclusión, la magistrada única considera que la solicitud puede ser aceptada en lo concerniente al acceso a
la lista de pruebas de la Fiscalía.
Por último, la magistrada única desea señalar que esto es sin perjuicio de la determinación que debe hacer la
magistrada única en cuanto a si sería o no apropiado permitir al Representante legal de las víctimas tener acceso
a cualquier otro documento que el Representante legal pudiera identificar tras analizar dicha lista.
Véase n° ICC-01/09-01/11-340 Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única), 23 de septiembre de
2011, párrs. 14-17.
[TRADUCCIÓN] la Magistrada única recuerda que si una parte o un participante en el presente procedimiento
desea notificar un documento clasificado como confidencial al Representante Legal Común de las víctimas,
puede hacerlo al incluir en dicho documento el nombre del Representante Legal Común a ser notificado. La
Secretaría notificará a las partes y a los participantes en consecuencia.
Con relación a aquellas presentaciones que están marcadas como confidenciales y no son notificadas al
Representante Legal Común de las víctimas en las condiciones establecidas en el párrafo anterior, la Sala
retiene la opción de decidir caso por caso, ya sea proprio motu o tras recibir una solicitud específica y motivada,
sobre si otorgarle acceso al Representante Legal Común de las víctimas.
Finalmente, la Magistrada única decide que, para que la Representante Legal Común pueda cumplir con sus
deberes, se le otorgará acceso a las copias expurgadas y no expurgadas de las solicitudes de participación
presentadas por las víctimas admitidas para participar en la audiencia de confirmación de cargos y en los
procedimientos relacionados.
Véase n° ICC-02/11-01/11-384, Sala de Cuestiones Preliminares I (Magistrada única), 6 de febrero de 2013,
párrs. 55-57. Véase también n° ICC-02/11-01/11-400, Sala de Cuestiones Preliminares I (Magistrada única),
13 de febrero de 2013, párr. 15.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
Defensa, ella deberá presentar una solicitud específica y motivada para este efecto. De la misma manera, la
Magistrada única recuerda que el Representante Legal Común necesita la licencia de la Sala para hacer una
presentación oral durante la audiencia de confirmación de cargos, sujeto a los requisitos del artículo 68(3) del
Estatuto. Sin embargo, a la luz de las preocupaciones expresadas por la Defensa con respecto a la información
confidencial mencionada en la lista de pruebas, que se encuentran en la base del nivel de clasificación elegido,
la Magistrada única considera que es apropiado permitir la provisión de la lista con expurgación, según lo
propuesto por la Defensa y el Representante Legal Común.
La Magistrada única observa que el 4 de febrero de 2013 ya se entregó al Representante Legal Común una lista
de los elementos públicos contenidos en la lista de evidencia de Defensa. Sin embargo, la Magistrada única
considera que el acceso a la lista en sí, incluso si está expurgada, puede ser de ayuda para el Representante
Legal Común en el seguimiento de la discusión sobre la evidencia en la audiencia, que puede incluir evidencia
confidencial. Por lo tanto, la Magistrada única considera apropiado que la lista de pruebas presentada por
la Defensa en el expediente del caso se comunique al Representante Legal Común, que conteniendo las
mencionadas expurgaciones a los títulos de elementos de evidencia confidenciales que sean necesarios para
preservar la confidencialidad de estos documentos.
Véase n° ICC-02/11-01/11-400, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de febrero de
2013, párrs. 19-20.
[TRADUCCIÓN] Como sostuvo recientemente esta Sala en otro caso, “en ausencia de una razón adecuada
que justifique lo contrario, en principio se debería dar acceso a la OPDV al material relevante [referente a la
impugnación de admisibilidad] ”.
Véase n° ICC-02/11-01/11-406, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 18 de febrero de
2013, párr. 9.
La Regla 121 (10) de las Reglas dispone que los representantes legales de las víctimas pueden consultar el
registro creado y mantenido por la Secretaría de todos los procedimientos ante la Sala “sujeto a cualquier
restricción relacionada con la confidencialidad y la protección de la información de seguridad nacional”, según
cómo corresponda al Fiscal y a la Defensa.
Por lo tanto, la Magistrada Única considera que RLC1 y RLC2 tienen el derecho, durante la audiencia de
confirmación de cargos y los procedimientos relacionados, a tener acceso a todas las decisiones públicas y
documentos públicos en el expediente del caso, incluida la evidencia pública presentada por el Fiscal y la
Defensa, en el mismo formato que se reveló a la parte receptora (es decir, versión redactada o no redactada,
resúmenes, audio / video, y sus metadatos).
procedimientos relacionados con las mismas, así como en sesiones in camera o ex parte en las cuales RLC1
y RLC2 puedan estar autorizados a participar, los representantes legales tendrán derecho a acceder a las
transcripciones de esas sesiones también. Con respecto a las transcripciones de las sesiones que tuvieron lugar
antes de la emisión de la presente decisión o sesiones en las que RLC1 y RLC2 no estarán autorizados a participar,
la Sala retiene la opción de decidir caso-por-caso, ya sea por solicitud motivada por el (los) representante (s)
legal (es) común (es) o proprio motu, sobre si otorgar o no acceso a estas transcripciones.
La Magistrada Única también considera que, con miras a poner a RLC1 y RLC2 en posición de prepararse
adecuadamente para la audiencia de confirmación de cargos, se les debe otorgar acceso a las copias no redactadas
y redactadas de las solicitudes de participación de las víctimas admitidas para participar. en el procedimiento
por la presente decisión. Por lo tanto, se le indica al Registro que proporcione a CLR1 acceso a los formularios
de solicitud relevantes de las víctimas admitidas en el Grupo 1 y CLR2 con acceso a los formularios de solicitud
pertinentes de las víctimas admitidas en el Grupo 2.
3. Notificación de documentos y decisiones.
De conformidad con la regla 92 (5) y (6) de las Reglas, el representante legal de las víctimas deberá ser notificado
de todos los documentos y decisiones presentadas en el curso de los procedimientos en los que se admite su
participación. En virtud de esta disposición y de acuerdo con cualquier restricción de acceso a información
confidencial según lo dispuesto en la regla 121 (10) de las Reglas, la Magistrada Única considera que RLC1
y RLC2 deben ser notificados, sobre la misma base que el Fiscal y la Defensa, de: (i) todas las solicitudes,
presentaciones, mociones, respuestas y otros documentos en el sentido del artículo 22 del Reglamento que se
archivan como “públicos” en el expediente del presente caso; (ii) todas las decisiones públicas de la Sala en el
presente caso; (iii) la fecha de la audiencia de confirmación de cargos y su aplazamiento, así como la fecha de la
entrega de la decisión, de conformidad con la regla 92 (5) de las Reglas.
La Magistrada Única recuerda que, si cualquiera de las partes tiene la intención de notificar a RLC1 y RLC2
de cualquier documento que pueda archivarse como “confidencial”, debe incluir el nombre del representante
legal común correspondiente en la página de notificación de la presentación. En consecuencia, la Secretaría lo
notificará al (los) representante(s) legal(es) común(es).
Véase N° ICC-01/04-02/06-211, Sala de Cuestiones Preliminares II, 15 de Enero de 2014, párr. 88 – 94.
La Magistrada Única destaca que el acceso a [dicho] material servirá exclusivamente el propósito de representar
adecuadamente los intereses de las víctimas durante la audiencia de confirmación de cargos.
Además, la Magistrada Única señala que, en el contexto de la Segunda Solicitud, los representantes legales
comunes también solicitan acceso a las observaciones de la VWU (Unidad de Víctimas y Testigos por sus
siglas en inglés) sobre la situación de seguridad de las tres víctimas y testigos de doble estatus, así como a
cualquier solicitud de redacciones relacionadas con ellos. A este respecto, la Magistrada Única recuerda que
los procedimientos relacionados con la autorización para redactar información en la prueba a ser revelada a la
Defensa son un proceso ex parte. Para el Fiscal y para la VWU (Unidad de Víctimas y Testigos) solamente, a
esta última se le encomendó la tarea de asesorar a la Magistrada Única sobre la situación de seguridad de los
testigos por los cuales el Fiscal solicita redacciones. Proporcionar a los representantes legales comunes acceso
a la totalidad de este material resultaría en la revelación de información sobre personas que no tienen ninguna
correlación con las tres víctimas a/01308/13, a/00090/13 y a/00436/13. Además, revelaría información que el
Fiscal intentó redactar de conformidad con la regla 81 (2) y (4) de las Reglas. En consecuencia, el acceso a dicha
documentación no puede ser otorgado en su totalidad. No obstante, la Magistrada Única considera que los
representantes legales comunes deben conocer la situación de seguridad que rodea a las respectivas víctimas
y testigos de doble estatus que representan. Con miras a proporcionar a los representantes legales comunes
información actualizada al respecto, la Magistrada Única ordena a la VWS (Unidad de Víctimas y Testigos)
que comunique a los respectivos representantes legales comunes información actualizada sobre la situación de
seguridad de las víctimas a/01308/13, a/00090/13 y a/00436/13 tan pronto como sea posible, en una forma a ser
acordada entre los representantes legales comunes y la VWS (Unidad de Víctimas y Testigos).
[…]
En cuanto al acceso a la Tabla de Análisis en Profundidad, la Magistrada Única especifica que esta parte de
la Tercera Solicitud se refiere a la versión consolidada de la Tabla de Análisis en Profundidad, la cual el Fiscal
proporcionó a la Defensa y a la Sala el 20 de Enero de 2014. Este documento contiene un análisis “basado en la
ley” de la evidencia incriminatoria que “refleja la forma en que se desarrollará la audiencia de confirmación ante
la Sala”. La Magistrada Única observa además que los representantes legales comunes estarán en condiciones
de seguir la presentación de la evidencia en la audiencia de confirmación de cargos, incluida la evidencia
confidencial, en la cual la Sala decidirá caso por caso.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
confidencial) incluidas por el Fiscal en la Lista de Prueba, que en principio “violaría la naturaleza excepcional de
una solicitud de acceso a material confidencial de conformidad con el artículo 68(3) del Estatuto”.
Véase N° ICC-01/04-02/06-237, Sala de Cuestiones Preliminares II, 29 de Enero de 2014, párr. 18 – 22.
Como asunto preliminar, la Sala observa que la Representante Legal de Víctimas y la Oficina Pública de Defensa
Víctimas (el ‘OPDV’ OPCV por sus siglas en inglés) no son notificadas de las presentaciones en este litigio. La
Defensa de Ruto sostiene que la Solicitud “contiene información relativa a la estrategia confidencial de juicio de
defensa”, pero no se presenta una explicación de por qué la RLV y la OPDV no pudieron ser notificadas de la
versión redactada de la Solicitud. La Defensa de Sang tampoco hace ninguna presentación a este respecto, y la
Fiscalía sostiene que no ve ninguna razón por la cual cualquiera de estas presentaciones debe ser retenida de la
Representante Legal de Víctimas y la OPDV.
La Sala no está convencida de que una referencia genérica a “estrategia confidencial de juicio de defensa”
justifique suficientemente retener la totalidad de este litigio de la Representante Legal de Víctimas y la OPDV.
Como se establece en la disposición, la Sala en consecuencia reclasifica y notifica las presentaciones pertinentes.
Además, y teniendo en cuenta el principio de publicidad derivado de los artículos 64(7) y 67(1) del Estatuto de
Roma, la Sala considera que la presente decisión puede ser emitida públicamente de una manera que no anule
las clasificaciones confidenciales utilizadas en este litigio.
Véase N° ICC-01/09-01/11-1465, Sala de Primera Instancia V(A), 25 de Agosto de 2014, párr. 9 – 11.
La Magistrada Única toma nota del artículo 68(3) del Estatuto de Roma, del artículo 103 de las Reglas de
Procedimiento y Prueba y del artículo 23 bis del Reglamento de la Corte.
En lo que respecta a la “Notificación de coartada” de la Defensa, la Magistrada Única está de acuerdo con la
OPDV en principio de que este tipo de notificación también debe notificarse a las víctimas que participan en
el proceso, pero observa que no se produjo ningún perjuicio identificable a la OPDV, considerando que fue
notificado de los documentos en cuestión el 12 de septiembre de 2014. Por lo tanto, no es necesario realizar un
pedido a la Defensa del tipo propuesto por el OPDV.
Con respecto a la lista de pruebas de la Defensa, la Magistrada Única señala que de acuerdo a la Defensa, este
documento está registrado como “confidencial” porque “se relaciona con la evidencia revelada inter partes y no
debe ser divulgada al público”. La Magistrada Única está de acuerdo con la OPDV en que esto en sí mismo no
constituye una razón por la que la lista de prueba no puede ponerse a disposición de la OPDV.
En consecuencia, la Magistrada Única considera apropiado exigir a la Defensa, con respecto a la prueba reunida
en el curso de sus propias investigaciones, y al Fiscal, con respecto a la prueba revelada a la Defensa en virtud
del artículo 67(2) del Estatuto y la regla 77 de las Reglas, realizar presentaciones sobre si la lista de prueba puede
ser notificada al OPDV como tal, o si ciertas redacciones son necesarias.
[TRADUCCIÓN] El principio de publicidad está consagrado en el párrafo 7 del artículo 64 y el párrafo 1 del
artículo 67 del Estatuto. En virtud de la subregla 2 de la regla 137 de las Reglas y del numeral3 de la norma 23bis,
la confidencialidad de los documentos y materiales del expediente se mantendrá solamente mientras existan
motivos para ello. Con sujeción a esas restricciones justificadas, la subregla 10 de la regla 121 y la subregla 2 de
la regla 131 de las Reglas facultan, entre otros, a las partes y los Representantes Legales de las Víctimas para
consultar el expediente de las actuaciones. Por consiguiente, la Sala ha instruido repetidas veces a las partes y
participantes a efectos de que notifiquen todos los documentos transmitidos (así como el material cargado en
Ringtail) a todas las partes y los participantes, incluidos los Representantes Legales de las Víctimas. Cualquier
elemento archivado como ‘confidencial, ex parte’ habrá de ir acompañado de los motivos que justifiquen
esa clasificación. Esos motivos, comprendidos los fundamentos de hecho y de derecho para la clasificación
seleccionada, habrán de ser lo suficientemente detallados y específicos como para permitir que la Sala asegure
que las restricciones de acceso se apliquen en la medida necesaria y proporcional.”
Al evaluar las objeciones formuladas por la Defensa y la Secretaría respecto del acceso al expediente de las
actuaciones, el Magistrado único ha examinado los documentos y materiales específicos identificados, los
documentos conexos (en particular, los identificados en el numeral 2 de la norma 23bis del Reglamento) y
los motivos que se aducen para una clasificación tanto en las presentaciones actuales como en la transmisión
original.
Como han afirmado tanto la Defensa como la Secretaría, el acceso a los documentos y materiales relativos a
información médica o privada, las condiciones de detención, los procesos internos de la Secretaría, las relaciones
entre la Corte y los Estados, la información confidencial relativa a la libertad condicional y la información que no
se pueda compartir sin el consentimiento de su fuente se podrá restringir justificadamente para aquellas partes
y participantes en la causa Gbagbo y Blé Goudé que aún no cuenten con dicho acceso. Por estos motivos, el
Magistrado único concluye que no existen indicaciones evidentes a efectos de que ya no existe una justificación
para la clasificación de confidencialidad y el actual nivel de acceso para los siguientes documentos y materiales:
i) todos los documentos y materiales clasificados como ‘confidencial, ex parte’ y ‘sellados’ en el expediente de
las actuaciones en la causa Gbagbo y Blé Goudé; y ii) los documentos identificados en los anexos A y B de esta
decisión.
[…]
[…] Observando, en particular, la fase de las actuaciones y la posible pertinencia de la información relativa
al expediente probatorio para la preparación del juicio, el Magistrado único considera que buena parte de la
información contenida en estos documentos y otros documentos conexos debería ser accesible para todas las
partes y participantes. No obstante, a la luz de las presentaciones generales y/o contradictorias, y también de
la necesidad de velar por que el acceso a un material clasificado por motivos fundados se limite a lo necesario y
proporcional, el Magistrado único estima procedente brindar a la parte o el participante que hayan efectuado la
presentación una oportunidad adicional para oponerse al acceso. […]
Tras examinar el resto del expediente ‘confidencial’ de las actuaciones, el Magistrado único estima que no
es procedente negar el acceso de cualquier parte o participante a cualquier otro documento o material del
expediente de las actuaciones en la causa Gbagbo y Blé Goudé que esté clasificado como ‘confidencial’. Al
mismo tiempo, no existe ninguna indicación manifiesta de que ya no existan las bases para la clasificación
de esos documentos y materiales como ‘confidenciales’. Por tanto, estos documentos y materiales (todos
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
Gbagbo y Blé Goudé de la base de datos de la Corte electrónica (Ringtail) y ii) se pondrán a disposición de todas
las partes y del Representante Legal de las Víctimas, a no ser que se justifique fehacientemente la clasificación
como ‘confidencial, ex parte’.
Por último, habida cuenta de la fase de las actuaciones y las razones generales, a veces desfasadas, que se
aducen para la clasificación restringida de diversos documentos y materiales, el Magistrado único recalca una
vez más la obligación vigente de las partes y los participantes, con arreglo al numeral 3 de la norma 23bis del
Reglamento, de solicitar la reclasificación de sus presentaciones cuando ya no exista una base para determinada
clasificación.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-101, Sala de Primera Instancia I, 24 de junio de 2015, párrs. 13 a 15 y 18 a 20.
[TRADUCCIÓN] El Magistrado único señala igualmente que la Defensa de Gbagbo intenta volver a litigar
cuestiones sobre las que ya se ha decidido y que se han afirmado en repetidas ocasiones. Por consiguiente,
el Magistrado único no ha tomado en consideración las afirmaciones de la Defensa de Gbagbo relativas a la
práctica general de otras Salas en materia de notificaciones, a si la condición de la Representante Legal de las
Víctimas excluye su derecho de acceso a material ‘confidencial’, y a si la notificación a la Representante Legal de
las Víctimas constituye de por sí un riesgo de quebrantamiento de la confidencialidad.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-150, Sala de Primera Instancia I (Magistrado único), 21 de julio de 2015, párr.
11.
El Representante Legal de las Víctimas tendrá derecho en general a lo siguiente: i) consultar el expediente de
la causa; ii) asistir a todas las audiencias en la causa, tanto las públicas como las que no lo sean; y iii) presentar
escritos a la Sala, y derecho de respuesta a tenor de lo dispuesto en el párrafo 2 de la norma 24 del Reglamento
de la Corte.
En cuanto al alcance de la posible puesta en común por el Representante Legal de las Víctimas con sus clientes de
la información confidencial del expediente de la causa, […] se permite al Representante comunicar información
confidencial a sus clientes cuando ello sea necesario, siempre que actúe con prudencia y adopte medidas para
evitar cualquier perjuicio a los motivos que justifican la confidencialidad de determinada información. Por
consiguiente, el Representante Legal de las Víctimas no debería divulgar copias físicas o electrónicas de los
documentos confidenciales, sino dar la información a sus clientes oralmente e informarles de la naturaleza
confidencial de la información comunicada. Por añadidura, el Representante Legal de las Víctimas llevará un
registro de las divulgaciones de información confidencial que realice a sus clientes.
Por lo que respecta a las consultas del expediente de la causa, estas abarcan las decisiones de la Sala, las
presentaciones escritas de las partes, los participantes y la Secretaría, las transcripciones y las pruebas divulgadas
por las partes y comunicadas a la Sala, y se recibirá notificación de los documentos presentados. Este derecho
se hará extensivo a los documentos o pruebas tanto públicos como confidenciales contenidos en el expediente
de la causa. No se revelarán al Representante Legal de las Víctimas las notificaciones de los documentos o el
acceso a las pruebas comunicados a la Sala únicamente cuando existan motivos específicos que justifiquen esta
medida. Los documentos incluidos en el expediente de la causa que no se puedan notificar al Representante
Legal de las Víctimas se identificarán como información ‘confidencial, ex parte Fiscal y Defensa’ o, cuando
proceda, de forma más restringida. En general, la marca ‘confidencial’ incluirá al Representante Legal de las
Víctimas.
Véase núm. ICC-01/12-01/15-97-Red, Sala de Primera Instancia VIII, 8 de junio de 2016, párrs. 40 a 42.
Si bien la ausencia de una notificación de las observaciones de la subregla 1 de la regla 89 evitará que los
solicitantes conozcan las objeciones específicas formuladas en las observaciones de las partes, la decisión de la
Sala sobre sus solicitudes indicará cualquier otra información requerida o las razones por las que las solicitudes
fueron rechazadas. Por lo tanto, la notificación de la decisión de la Sala pondrá a los solicitantes en condiciones
de volver a aplicar en virtud de la subregla 2 de la regla 89 de las Reglas para corregir cualquier deficiencia.
Véase n° ICC-01/04-418, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 10 de diciembre de 2007,
párrs. 16-17. Para un razonamiento diferente y en lo contrario, Véase n° ICC-01/04-01/06-1211, Sala de
Primera Instancia I, 6 de marzo de 2008, párrs. 36-39.
[TRADUCCIÓN] Aunque la magistrada única reconoce que puede ser útil para los solicitantes conocer el
carácter de las impugnaciones dirigidas a las solicitudes, la magistrada única considera que la utilidad de esta
información también debe ser equilibrada con la obligación de la magistrada única de asegurar, cuando sea
necesario, la protección y privacidad de las víctimas y los testigos de conformidad con el apartado c) del párrafo
3 del artículo 57 del Estatuto y con el principio general establecido en la regla 86 de las Reglas según el cual
la Sala, al dictar cualquier orden, deberá tener en cuenta las necesidades de todas las víctimas y testigos de
conformidad con el artículo 68.
Véase n° ICC-01/04-418, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 10 de diciembre de 2007,
párr. 14
[TRADUCCIÓN] Con respecto a la solicitud de acceso a las observaciones presentadas por las partes de
conformidad con la regla 89 de las Reglas, la Magistrada única señala que cada una de estas observaciones
consiste en un documento principal, presentado como “público” y que contiene las observaciones en sí
mismas sobre las solicitudes para la participación de la víctima y un anexo confidencial que configura estas
observaciones en un diseño diferente, con el fin de ayudar a la Magistrada única en la evaluación de cada
solicitud de participación. Por lo tanto, la Magistrada única considera que los anexos confidenciales a los que
hace referencia el Representante Legal Común contienen información que ya está reflejada en las observaciones
en sí presentadas por las partes, a las que puede acceder el Representante Legal Común.
A la luz de lo anterior, la Magistrada única considera que los documentos solicitados no son relevantes para el
Representante Legal Común para la preparación de la audiencia de confirmación de cargos. Sin embargo, la
Magistrada única considera que los anexos a las observaciones del Fiscal conforme a la regla 89 de las Reglas
pueden ser notificados al Representante Legal Común, ya que el Fiscal no se opone a eso.
Véase n° ICC-02/11-01/11-400, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de febrero de
2013, párrs. 17-18.
[TRADUCCIÓN] La OPDV presentó la solicitud, requiriendo que se le notifiquen las Observaciones Finales de
la Defensa. En apoyo de esta solicitud, la OPDV sostiene que participó durante las sesiones de la audiencia de
confirmación de cargos y que la Sala ha declarado en varias ocasiones que las observaciones finales escritas de
las partes y los participantes deberían limitarse a los temas tratados en la audiencia.
Tras revisar las Observaciones Finales de Defensa, y considerando el hecho de que el OPDV asistió a todas las
sesiones de la audiencia de confirmación de cargos y, por lo tanto, está al tanto de todas las discusiones que
tuvieron lugar en la audiencia, la Magistrada única considera que la Solicitud puede ser permitida.
Véase n° ICC-02/11-01/11-431, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 25 de abril de 2013,
párrs. 2 y 5.
[TRADUCCIÓN] En cuanto al acceso por parte de los Representantes legales de las víctimas a los documentos, la
presunción será el acceso solamente a los documentos públicos. Sin embargo, si los documentos confidenciales
son de importancia material para los intereses personales de las víctimas participantes, sus Representantes
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Modalidades de participación de las víctimas en las actuaciones
Para comenzar, la Magistrada Única recuerda que, según lo establecido en la Decisión de 15 de enero de
2014, con respecto a “aquellas decisiones, presentaciones y pruebas clasificadas como “confidenciales”, la Sala
conservará la opción de decidir caso por caso, ya sea por solicitud motivada por el (los) representante (s) legal
(es) común (es) o proprio motu, sobre si otorgar o no el acceso a estos documentos.
Con respecto a la Primera Solicitud, la Magistrada Única recuerda que, en varias instancias, los documentos
o decisiones confidenciales se mencionan en documentos públicos, a condición de que estas referencias no
menoscaben los intereses protegidos por el nivel confidencial de clasificación. La Magistrada Única considera
que un índice completo del expediente del caso que generará la Sección de Administración de la Corte (la
“SAC”o CMS por sus siglas en inglés) podría representar un instrumento útil para que los representantes
legales comunes realicen una revisión del expediente, sin proporcionar indiscriminadamente acceso a
información confidencial contenida en el mismo sin la autorización previa de la Magistrada Única. Dicho índice
debe contener el número de documento, el título y la fecha de notificación de cada presentación, decisión y
orden emitida hasta el momento en el caso y solamente clasificado como “confidencial”. Esto pondrá a los
representantes legales comunes en posición de identificar posibles documentos, si los hay, a los que intentarán
acceder, siempre que estos documentos parezcan contener información que afecte los intereses personales de
las víctimas y que su acceso no sea perjudicial o incompatible con los derechos del sospechoso y con un juicio
justo e imparcial, según lo dispuesto en el artículo 68(3) del Estatuto.
A la luz de lo anterior, la Magistrada Única no ve ningún perjuicio para el Fiscal y la Defensa, en caso de que se
proporcione a los representantes legales comunes acceso al índice completo del expediente. En consecuencia,
la Magistrada Única ordena al SAC que genere un índice completo del expediente, como se especifica
anteriormente, y que lo comunique a los representantes legales comunes tan pronto como sea posible.
La Magistrada Única subraya que el acceso a dicho índice es sin perjuicio de cualquier determinación adicional
sobre si es apropiado proporcionar a los representantes legales comunes el acceso a documentos confidenciales
que podrían solicitarse como resultado de la revisión de dicho índice. […]
Véase N° ICC-01/04-02/06-227, Sala de Cuestiones Preliminares II, 29 de Enero de 2014, párr. 13– 16.
En consecuencia, el representante legal común de las víctimas autorizadas para participar en la etapa de
cuestiones preliminares del presente caso tiene el derecho, durante la audiencia de confirmación y en los
procedimientos relacionados, a:
(i) tener acceso a todas las presentaciones públicas y decisiones públicas contenidas en el expediente del
caso;
(ii) ser notificado de la misma manera que el Fiscal y la Defensa de todas las solicitudes públicas,
presentaciones, mociones, respuestas y otros documentos procesales que se hayan presentado como
públicos en el expediente del caso;
(iii) ser notificado de las decisiones de la Sala en los procedimientos;
(iv) tener acceso a las transcripciones de audiencias celebradas en sesiones públicas;
(v) ser notificado de la misma manera que el Fiscal y la Defensa de todos los procedimientos públicos
ante la Corte, incluida la fecha de las audiencias y cualquier aplazamiento de las mismas, y la fecha de
entrega de la decisión; y
(vi) tener acceso a la prueba pública presentada por el Fiscal y la Defensa de conformidad con la regla 121
de las Reglas y que figura en el expediente del caso. Sin embargo, dicho derecho está sujeto al formato
(i.e. versiones no redactadas, versiones redactadas o resúmenes, así como versiones electrónicas con los
metadatos requeridos por el Protocolo e-Court) en los cuales dicha prueba se ha puesto a disposición
de cualquiera de las partes.
La Magistrada Única recuerda, sin embargo, que si una parte o un participante en los actuales procedimientos
desea notificar su propia presentación clasificada como confidencial al representante legal común, puede
hacerlo al incluir en dicho documento el nombre del representante legal común a ser notificado. La Secretaría
notificará a las partes y a los participantes como corresponda.
Véase N° ICC-02/11-02/11-111, Sala de Cuestiones Preliminares I (Magistrada Única), 1 de Agosto de 2014,
párr. 22 – 24.
El Magistrado único recuerda que en su ‘Decisión sobre las solicitudes por la Defensa de permiso para apelar la
“Decisión sobre el acceso por el Representante Legal de las Víctimas a ciertas presentaciones confidenciales y al
expediente de la causa y solicitud de su efecto suspensivo”’ indicó que el derecho general de la Representante
Legal de las Víctimas a acceder a las presentaciones, transcripciones y documentación confidenciales no es
equiparable a un acceso automático a todos los documentos cubiertos por el secreto médico y la protección de la
privacidad, y que, cuando ello estuviera justificado, esos documentos se podrían presentar como confidenciales
y ex parte, excluyéndose con ello la notificación al Representante Legal de las Víctimas. En el presente caso, el
Magistrado único ha considerado que tanto la naturaleza de la información que se había de examinar durante
la reunión con las partes como la información que había de contener la versión expurgada del Informe de la
Secretaría era tal que en esta ocasión no era necesaria la presencia del Representante Legal de las Víctimas
durante la reunión con las partes, y que el Representante Legal de las Víctimas no debería tener acceso a la
versión expurgada del Informe de la Secretaría.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-80, Sala de primera instancia I, 26 de mayo de 2015, párr. 3.
La Sala y el Magistrado único han afirmado en repetidas ocasiones – a tenor de lo dispuesto en el marco
normativo de la Corte, lo ordenado inicialmente en las primeras reuniones con las partes celebradas en las
causas Gbagbo y Blé Goudé, y lo recordado más recientemente en la Decisión Impugnada – que todas las partes
y participantes tienen derecho de acceso a la totalidad del expediente de la causa (comprendido el material
probatorio), salvo que esté justificada su clasificación como ‘confidencial’ ex parte’.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-132, Sala de primera instancia I, 10 de julio de 2015, párr. 4.
Por lo que respecta a las consultas del expediente de la causa, estas abarcan las decisiones de la Sala, las
presentaciones escritas de las partes, los participantes y la Secretaría, las transcripciones y las pruebas divulgadas
por las partes y comunicadas a la Sala, y se recibirá notificación de los documentos presentados. Este derecho
La Magistrada Única considera que el acceso a material que no está incluido en la Lista de Prueba, pero que está
meramente bajo el control del Fiscal, no puede otorgarse en la medida en que la Fiscalía no haya elegido incluir
este material en su Lista de Prueba, renunciando así a confiar en él en la audiencia de confirmación de cargos.
[…]
En cuanto a la segunda parte de la Cuarta Solicitud, la Magistrada Única entiende que los representantes legales
comunes están de hecho instando al Fiscal a que les revele todas las “pruebas públicas presentadas por el
Fiscal [...] , en el mismo formato que se reveló a la parte receptora (i.e. la versión redactada o no redactada, los
resúmenes, el audio / video y sus metadatos)” tal como lo ordenó la Magistrada Única en la Decisión de 15 de
enero de 2014. A este respecto, la Magistrada Única recuerda al Fiscal que, en virtud de la regla 121(10) de las
Reglas, los representantes legales comunes pueden acceder al expediente público del caso creado y mantenido
por la Secretaría, incluida la evidencia pública mencionada anteriormente. De esta forma, la Magistrada Única
ordena al Fiscal que se asegure de que todas las pruebas incluidas en la Lista de Pruebas y que se clasifican
como “públicas” se identifiquen y se comuniquen oportunamente a los representantes legales comunes [...] .
Véase N° ICC-01/04-02/06-237, Sala de Cuestiones Preliminares II, 29 de Enero de 2014, párr. 17; 25.
Decision on the “Request by the Victims’ Representative for an authorization by the Chamber to make
written submissions on specific issues of law and/or fact (Sala de Cuestiones Preliminares II, magistrada
única), n° ICC- 01/09-01/11-274, 19 de agosto de 2011
Decision on Victims’ Participation at the Confirmation of the Charges Hearing and in the Related
Proceedings (Sala de Cuestiones Preliminares II, magistrada única), n° ICC-01/09-02/11-267, 26 de agosto
de 2011
Decision (i) ruling on Legal Representatives’ application to question Witness 33 and (ii) setting a
schedule for the filing of submissions in relation to future applications to question witnesses (Sala de
Primera Instancia III), n° ICC-01/05-01/08-1729, 9 de septiembre de 2011
Decision on the Request for Access to Confidential Inter Partes Material (Sala de Cuestiones Preliminares
II, magistrada única), n° ICC-01/09-02/11-326, 14 de septiembre de 2011
Decision on the “Request by Victims’ Representative for access to confidential materials” and
Requesting Observations from the Prosecutor (Sala de Cuestiones Preliminares II, magistrada única),
n° ICC-01/09-01/11-337, 21 de septiembre de 2011
Decision on the “Renewed Request by the Victims’ Representative for an authorization by the Chamber
to make written submissions on specific issues of law and/or fact (Sala de Cuestiones Preliminares II,
magistrada única), n° ICC-01/09-01/11-338, 22 de septiembre de 2011
Second Decision on the “Request by Victims’ Representative for access to confidential materials” (Sala
de Cuestiones Preliminares II, magistrada única), n° ICC-01/09-01/11-340, 23 de septiembre de 2011
Decision on a judicial site visit to the Democratic Republic of the Congo (Sala de Primera Instancia II),
nº ICC-01/04-01/07-3203-tENG, 18 de noviembre de 2011
Order regarding applications by victims to present their views and concerns or to present evidence (Sala
de Primera Instancia III), n° ICC-01/05-01/08-1935, 21 de noviembre de 2011
Décision relative au déplacement de la Chambre en République démocratique du Congo (Sala de
Primera Instancia II), nº ICC-01/04-01/07-3213, 1 de diciembre de 2011
Decision on the “Request by the Victims’ Representative for authorisation to make a further written
submission on the views and concerns of the victims” (Sala de Cuestiones Preliminares II, magistrada
unica), n° ICC- 01/09-01/11-371, 9 de diciembre de 2011
Order on the arrangements for the submission of the written and oral closing statements (regulation
54 of the Regulations of the Court) (Sala de Primera Instancia II), nº ICC-01/04-01/07-3218-tENG, 15 de
diciembre de 2011
Second order regarding the applications of the Legal Representatives of victims to present evidence and
views and concerns of victims (Sala de Primera Instancia III), n° ICC-01/05-01/08-2027, 21 de diciembre
de 2011
Decision on “Application of Legal Representative of Victims Mr Zarambaud Assingambi for leave to
participate in the appeals proceedings following the Defence appeal of 9 January 2012 and addendum
of 10 January 2012” (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/05-01/08-2098 OA10, 1 de febrero de 2012
Décision relative à la nature du « Procès-verbal de l’opération de transport judiciaire en République
démocratique du Congo » (Sala de Primera Instancia II), nº ICC-01/04-01/07-3240, 14 de febrero de 2012
Decision on the supplemented applications by the legal representatives of victims to present evidence
and the views and concerns of victims (Sala de Primera Instancia III), n° ICC-01/05-01/08-2138, 22 de
febrero de 2012
Partly Dissenting Opinion of Judge Sylvia Steiner on the Decision on the supplemented applications
by the legal representatives of victims to present evidence and the views and concerns of victims, ICC-
01/05-01/08-2138 (Sala de Primera Instancia III), n° ICC-01/05-01/08-2140, 22 de febrero de 2012
Practice of the Court on matters pertaining to victims’ participation | Modalities of victims’ participation
in the proceedings Further order regarding the conduct of the hearing of the Appeals Chamber (Sala de
Apelaciones), No. ICC-01/04-01/06-3068 A4 A5 A6, 25 de Marzo de 2014
Scheduling order and decision in relation to the conduct of the hearing before the Appeals Chamber
(Sala de Apelaciones), No. ICC-01/04-01/06-3083 A4 A5 A6, 30 de Abril de 2014
Decision on victims’ participation in the pre-trial proceedings and related issues (Sala de Cuestiones
Preliminares I), No. ICC-02/11-02/11-83, 11 de Junio de 2014
Decision of the Plenary of Judges on the Application of the Legal Representative for Victims for the
disqualification of Judge Christine Van den Wyngaert from the case of The Prosecutor v Germain
Katanga (Plenary of Judges), No. ICC-01/04-01/07-3504-Anx, 22 de Julio de 2014
Second Decision on victims’ participation in the pre-trial proceedings and related issues (Sala de
Cuestiones Preliminares I, Single Judge), No. ICC-02/11-02/11-111, 1 de Agosto de 2014
Decision on Defence Request for Disclosure of Information Relating to the Mungiki (Sala de Primera
Instancia V(a)), No. ICC-01/09-01/11-1465, 25 de Agosto de 2014
Decision on OPCV requests in relation to the Defence disclosure and list of evidence (Sala de Cuestiones
Preliminares I, Magistrado único), No. ICC-02/11-02/11-167, 24 de Septiembre de 2014
Second decision on OPCV requests in relation to the Defence disclosure and list of evidence(Sala de
Cuestiones Preliminares I, Single Judge), No. ICC-02/11-02/11-170, 25 de Septiembre de 2014
Decision on the Defence challenge to the admissibility of the case against Charles Blé Goudé for
insufficient gravity (Sala de Custiones Preliminares I), No. ICC-02/11-02/11-185, 12 de Noviembre de
2014
Decision on victims’ participation in trial proceedings (Trial Chamber VI), No. ICC-01/04-02/06-449, 6
de Febrero de 2015
Decision on the conduct of the proceedings (Trial Chamber VI), No. ICC-01/04-02/06-619, 2 June 2015
Decision on LRV Request to attend the 16 June 2015 status conference and to access the Registry Report
(Sala de Primera Instancia I), No. ICC-02/11-01/15-80, 26 de Mayo de 2015
Decision on objections concerning access to confidential material on the case record (Sala de Primera
Instancia I), No. ICC-02/11-01/15-101, 24 de Junio de 2015
Decision on request for leave to appeal the ‘Decision on objections concerning access to confidential
material on the case record’ (Sala de Primera Instancia I), No. ICC-02/11-01/15-132, 10 de Julio de 2015
Second decision on objections concerning access to confidential material on the case record (Sala de
Primera Instancia I, Single Judge), No. ICC-02/11-01/15-150, 21 de Julio de 2015
Directions on the conduct of the proceedings (Trial Chamber I), No. ICC-02/11-01/15-205, 3 September
2015 Oral Decision (Sala de Primera Instancia VI), No. ICC-01/04-02/06-T-48-Red-ENG WT, 12 de
Noviembre de 2015
Decision on requests to present additional evidence and submissions on sentence and scheduling the
sentencing hearing (Sala de Primera Instancia III), No. ICC-01/05-01/08-3384, 4 de Mayo de 2016
Public redacted version of ‘Decision on Victim Participation at Trial and on Common Legal
Representation of Victims’ (Sala de Primera Instancia VIII), No. ICC-01/12-01/15-97-Red, 8 de Junio de
2016
Initial Directions on the Conduct of the Proceedings (Sala de Primera Instancia IX, Magistrado único),
No. ICC-02/04- 01/15-497, 13 de Julio de 2016
Decision on Legal Representatives’ Notification Regarding Opening Statements (Sala de Primera
Instancia IX, Magistrado único), No. ICC-02/04-01/15-602, 22 de Noviembre de 2016
[TRADUCCIÓN] Antes de que las solicitudes sean comunicadas a la Fiscalía y la Defensa de conformidad con
la subregla 1 de la regla 89 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, es necesario determinar si los solicitantes
tienen derecho a contar con un Representante legal durante el tiempo que media entre la presentación de la
solicitud y la evaluación de la Sala de sus méritos, o si la decisión sobre la asignación de un Representante legal
debe ser diferida hasta que una decisión sobre el fondo de las solicitudes haya sido dictada. Los instrumentos
estatuarios de la Corte no abordan esta cuestión en concreto, en consecuencia, la solución a este problema
requiere una evaluación general del sistema de participación de las víctimas en el procedimiento.
El marco legal prevé varios elementos apoyando la opinión de que una víctima cuya solicitud haya sido
concedida por la Corte podrá participar en las actuciones con o sin la asistencia de un Representante legal. Esto
se puede deducir sobre todo del apartado 3 del artículo 68 del Estatuto de Roma, que establece que “[l] a Corte
permitirá, en las fases del juicio que considere conveniente, que se presenten y tengan en cuenta las opiniones
y observaciones de las víctimas si se vieren afectados sus intereses personales y de una manera que no redunde
en detrimento de los derechos del acusado o de un juicio justo e imparcial ni sea incompatible con éstos”.
Esta disposición también establece que “[l] os Representantes legales de las víctimas podrán presentar dichas
opiniones y observaciones cuando la Corte lo considere conveniente”. Dos elementos son relevantes en este
contexto. En primer lugar, la elección del término “podrán”, al referirse a la función del Representante legal,
implica que el derecho de la víctima para presentar sus “opiniones y observaciones” es independiente de que
la víctima cuente o no con un Representante legal. En segundo lugar, el papel del Representante legal, lejos de
ser presentado como obligatorio e inevitable, está supeditado a que se determine que él o ella sea considerado
apropiado, una esta decisión que se le encomienda a la Corte.
La opinión de que la representación legal no es necesaria per se para que las víctimas participen en las
actuaciones ante la Corte es apoyada también por las Reglas de Procedimiento y Prueba. La subregla 1 de la
regla 89 se refiere a la solicitud presentada por la víctima y a la decisión de la Sala de rechazar o aceptarla, en este
[TRADUCCIÓN] De conformidad con la subregla 1 de la regla 90 de las Reglas, la víctima tendrá libertad para
elegir a su Representante legal y no existe ninguna disposición en las Reglas que, en principio, prohíba que una
víctima elija al Representante legal de una víctima en otra causa.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de mayo de 2008,
párr. 7.
[TRADUCCIÓN] Los Representantes legales de las víctimas no anónimas tienen prohibido transmitir a sus
clientes copias de cualquier documento o prueba incluida en la parte confidencial del expediente del caso, así
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Representación legal
[TRADUCCIÓN] Con el fin de garantizar los derechos de la Defensa, proteger los intereses de las víctimas y
preservar la integridad del proceso, la Sala es de la opinión que la separación provisional del Representante
legal de sus funciones como Representante legal de las víctimas [...] es necesaria como medida de precaución
hasta que la cuestión del aparente conflicto de interés sea resuelta.
Véase n° ICC-01/04-01/07-660, Sala de Cuestiones Preliminares I, 3 de julio de 2008, pág. 9.
[TRADUCCIÓN] La presencia de los Representantes de las víctimas participantes durante las declaraciones de
los testigos de la Defensa cuando la Corte esté en sesión cerrada es una parte esencial de los derechos de las
víctimas a participar en el procedimiento, salvo que se demuestre que ello es incompatible con los derechos
del acusado y con un juicio justo y expedito. La Sala nota que el 11 de febrero de 2010 dictaminó que los
Representantes legales podrían permanecer en la sala de audiencia durante el interrogatorio del testigo de
la Defensa, cuando el tema de la posible exclusión de los Representantes fue planteada por la Defensa en
relación con ese testigo. La ausencia de los Representantes legales de la sala de audiencia notablemente podría
socavar su capacidad de cumplir con sus obligaciones profesionales al respecto de sus clientes, ya que ellos
desconocerían pruebas potencialmente importantes dadas en el curso de las audiencias celebradas a puerta
cerrada. Las restricciones, expuestas más arriba, en la difusión de cualquier información que pueda revelar la
identidad de las personas protegidas significan que las preocupaciones de la Defensa al respecto se tienen en
cuenta. No obstante, las partes y los participantes tienen derecho a plantear problemas específicos que pueden
derivarse de la participación o la presencia de determinados Representantes legales en cualquier etapa.
Véase n° ICC-01/04-01/06-2340, Sala de Primera Instancia I, 11 de marzo de 2010, párr. 39.
[TRADUCCIÓN] Si bien emitió el 18 de noviembre de 2010 una decisión sobre seis conjuntos de solicitudes
de participación, una decisión de la Sala en los sets séptimo y octavo aún está pendiente. La decisión sobre los
dos conjuntos restantes no se emitirá antes de la apertura del juicio el 22 de noviembre de 2010, a la espera
de la presentación por la defensa de sus observaciones al respecto. La Sala observa que las observaciones de
la defensa en relación con la séptima y octava deben presentarse antes del 26 de noviembre de 2010 y el 8 de
diciembre de 2010, respectivamente.
[…]
No obstante, la Sala subraya que las solicitudes de participación contenidas en la séptima y octava los conjuntos
se han recibido dentro del plazo establecido en la Decisión de 7 de septiembre de 2010. Por lo tanto, como el
juicio está programado comenzar el 22 de noviembre de 2010 y con el fin de no perjudicar a estos solicitantes
(“los Solicitantes”), entre los cuales a algunos se les puede conceder posteriormente el estatus de participante, es
apropiado, en tales circunstancias excepcionales, permitir los Demandantes estarán representados al comienzo
del juicio en espera de una decisión sobre su solicitud para participar en el proceso y hacer declaraciones de
apertura, si así lo desean.
[…]
La Sala recuerda que tales declaraciones de apertura, si las hubiera, no se consideran prueba a los efectos de la
prueba. La Sala subraya además que su representación en esta etapa no se extiende al derecho que se le permita
hacer preguntas a los testigos. En consecuencia, la Sala opina que permitir a los solicitantes cuyas solicitudes ya
[TRADUCCIÓN] En primer lugar, la Sala observa que el artículo 1 del Código de conducta establece lo
siguiente: “Este Código será aplicable a los abogados defensores, los abogados de los Estados, los amici curiae
[TRADUCCIÓN] En vista de la gran cantidad de víctimas a las que se les otorgó autorización para participar en
el presente procedimiento, la magistrada única, consciente de la necesidad de garantizar la equidad y celeridad
de las actuaciones, como así también de proveer la participación significativa de las víctimas, considera necesario
proporcionar representación legal común a las víctimas autorizadas a participar.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Representación legal
La magistrada única toma nota de las observaciones de la Secretaría de que, debido a la situación imperante
relativa a la seguridad en las provincias del Kivu, podría haber problemas prácticos si se intentara una consulta
con las víctimas de las que se trate, con el fin de organizar la representación legal común, sobre todo si este
proceso se intentara en un marco de corto tiempo.
En vista de estas dificultades prácticas, así como la proximidad del comienzo de la audiencia de confirmación
de los cargos, el magistrado único estima conveniente que la representación de las víctimas no representadas, a
las que se les haya concedido autorización para participar en la presente decisión, sea asumida por uno o varios
de los Representantes legales mencionados anteriormente a los efectos de la participación de las víctimas en las
actuaciones relacionadas con la audiencia de confirmación de los cargos. Para ello, la magistrada única instruye
a la Secretaría a asignar uno o más grupos de víctimas no representadas a uno o varios Representantes legales
reconocidos por la presente.
Véase n° ICC-01/04-01/10-351, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 11 de agosto de 2011,
párrs. 46-48.
[TRADUCCIÓN] La duración y consiguiente expiración del acuerdo de representación están regidas por el
párrafo 1 del artículo 17 del Código de conducta profesional de los abogados (titulado “Duración del mandato
de representación”), que estipula lo siguiente:
El abogado asesorará y representará al cliente hasta que:
a) se haya resuelto finalmente la causa ante la Corte, incluidas todas las apelaciones;
b) el abogado se haya retirado del mandato de conformidad con los artículos 16 o 18 del presente Código;
o
c) el abogado asignado por la Corte haya sido retirado.
La Sala de Apelaciones observa que esta disposición garantiza que no haya brechas en la representación legal de
un cliente, incluso si la causa continúa ante la Sala de Apelaciones. La aplicación del párrafo 1 del artículo 17 del
Código en la actual causa conlleva un resultado práctico: garantiza que las víctimas sigan siendo representadas
al menos y hasta que la causa haya concluido, el Representante legal se retire o sea retirado por la Sala de
Cuestiones Preliminares, la Sala de Primera Instancia o la propia Sala de Apelaciones. Por el contrario, limitar
la representación legal desde el principio a las actuaciones ante la Sala de Cuestiones Preliminares llevaría a
una situación en la que, tan pronto como la causa pasara a la Sala de Primera Instancia o la Sala de Apelaciones,
las víctimas se quedarían sin representación legal. En tal situación, la Sala de Primera Instancia o la Sala de
Apelaciones no tendrían siquiera un interlocutor con quien tratar el modo de participación de las víctimas.
Véase nº ICC-01/09-02/11-416 OA4, Sala de Apelaciones, 23 de abril de 2012, párrs. 16-17.
[TRADUCCIÓN] La Magistrada única considera que, en esta etapa, no se requiere la representación legal de los
solicitantes. Esta postura de la Magistrada única se justifica por su creencia de que, para los fines limitados del
proceso de solicitud, la asistencia y el apoyo que brinda el VPRS es suficiente para garantizar debidamente el
derecho de los solicitantes a solicitar la participación. Sin embargo, la Magistrada única destaca que, en caso de
que surja algún problema que justifique la presentación de los solicitantes, su representación legal se organizará
con prontitud, a menos que algunos de los solicitantes cuenten con la asistencia de un abogado de su elección.
Con respecto a la representación legal de los solicitantes no representados que podrían ser admitidos como
participantes en el caso, la Magistrada única considera que esto estará sujeto a los deseos de los solicitantes,
a los posibles conflictos de intereses entre los grupos de solicitantes, así como a la discrecionalidad de la
Sala dependiendo de las circunstancias del caso, discreción. En este contexto, la Magistrada única considera
necesario que la Secretaría comience a organizar la representación legal de conformidad con las reglas 16(1)
(b) y 90 de las Reglas. En consecuencia, se le indica a la Secretaría que consulte con los solicitantes sobre
A tenor de lo dispuesto en la subregla 1 de la regla 90 de las Reglas de Procedimiento y Prueba (las “Reglas”),
en principio la víctima podrá elegir libremente un representante legal. Por consiguiente, siempre y cuando un
solicitante sea admitido para participar, podrá estar representado por un abogado a quien haya otorgado los
correspondientes poderes y, en contra de lo que parece entender el Secretario, no es necesario que la Sala emita
una “designación”. No obstante, lo anterior es sin perjuicio de la organización de la representación legal común
bajo las subreglas 3 y 4 de la regla 90, o el nombramiento de un representante legal por una Sala cuando ello sea
necesario en interés de la justicia, conforme a la norma 80 del Reglamento de la Corte.
El procedimiento de aplicación en la situación presente es el que se dispone en el párrafo 1 de la norma 123
[TRADUCCIÓN] En virtud de la subregla 1 de la regla 90, ‘[una] víctima podrá elegir libremente un representante
legal’. Sin embargo, en opinión de la Sala el resto del texto de la regla 90 de las Reglas de Procedimiento
y Prueba deja claro que este derecho no es absoluto, y que ‘cuando haya más de una víctima’ y ‘ a fin de
asegurar la eficacia del procedimiento’, la Sala podrá elegir un representante legal, tomando en consideración
los distintos intereses de las víctimas y evitando los conflictos de intereses.
Véase núm. ICC-01/12-01/15-97-Red, Sala de primera instancia VIII, 8 de junio de 2016, párr. 36.
[TRADUCCIÓN] En virtud de la subregla 1 de la regla 90 de las Reglas, ‘[una] víctima podrá elegir libremente un
representante legal’. No obstante, a tenor de las subreglas 2 y 3 de la regla 90 y de la norma 80 del Reglamento
de la Corte, ‘cuando haya más de una víctima’, ‘a fin de asegurar la eficacia del procedimiento’, y ‘[s] i las
víctimas no pudieren elegir uno o más representantes comunes’, la Sala podrá nombrar a un representante legal,
tomando en consideración los distintos intereses de las víctimas y evitando cualquier conflicto de intereses.
Tanto los Representantes Legales de las Víctimas como la Oficina del Defensor Público para las Víctimas
afirman que por lo general las víctimas están satisfechas con su actual representación. El sistema vigente cuenta
con el apoyo de la Defensa y, según la Oficina del Defensor Público para las Víctimas, es eficiente y efectivo. El
Magistrado único señala que muchas de las dificultades que alegan los Representantes Legales de las Víctimas
se plasman como hipótesis o posibilidades futuras. Los Representantes Legales de las Víctimas no especifican
las medidas que adoptaron para encarar esas presuntas dificultades. No indican si procuraron, como primera
medida, tratar la mayoría de estas cuestiones con las otras partes, por ejemplo con la Oficina del Defensor
Público para las Víctimas o con la Secretaría.
Por lo que respecta a la representación diferente de familiares, los Representantes Legales de las Víctimas
y la Oficina del Defensor Público para las Víctimas parecen haber convenido en una forma de proceder. El
Magistrado único encomia esta iniciativa, pero señala que no se ha solicitado ninguna medida. Por norma
general, las partes y los participantes han de agotar todas las medidas disponibles y razonables antes de someter
Legales de las Víctimas y la Oficina del Defensor Público para las Víctimas deben evacuar consultas entre ellas,
cooperar y, cuando sea posible, actuar de consuno. Con ello se promueven unas actuaciones justas y expeditas,
y también se promueven los derechos del acusado.
Véase núm. ICC-02/04-01/15-476, Sala de Primera Instancia IX (Magistrado único), 17 de junio de 2016,
párrs. 7 a 11.
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones señala que, por lo general, la representación legal de las víctimas
durante la fase de reparaciones redunda no solo en interés de las víctimas sino también en interés de la eficacia del
propio procedimiento. En efecto, la regla 90 de las Reglas de Procedimiento y Prueba trata de la representación
legal de las víctimas, y sus subreglas 2 a 5 disponen el nombramiento de un representante legal común “a fin
de asegurar la eficacia del procedimiento”. Además, el numeral 1 de la norma 80 del Reglamento de la Corte
dispone que “[p] revia consulta al Secretario”, y cuando proceda, tras escuchar a las víctimas afectadas, “las
Salas podrán nombrar a un representante de las víctimas cuando dicho nombramiento sea necesario en interés
de la justicia”. En opinión de la Sala de Apelaciones, la representación legal de las víctimas constituye un medio
para que la participación de estas sea sustantiva y eficaz, y para asegurar que cuenten con un apoyo adecuado.
No obstante, la Sala de Apelaciones señala que los textos legales de la Corte no determinan expresamente que
las víctimas hayan de estar representadas por abogados en todo momento ante una sala de primera instancia, y
por consiguiente la Sala de Apelaciones desestima el razonamiento de la Oficina del Defensor Público para las
Víctimas a efectos de que las víctimas han de contar con representación ininterrumpida.
Véase núm. ICC-01/04-01/07-3778-Red A3 A4 A5, Sala de Apelaciones, 8 de marzo de 2018, párr. 216.
[TRADUCCIÓN] Por los motivos expuestos por la Sección de Participación de las Víctimas, la Sala no ve ninguna
razón para organizar un nuevo sistema de representación. El Ldo. Kassongo es y seguirá siendo el representante
de los actuales demandantes y de aquellos que se puedan incorporar a la actuación ulteriormente. Estos últimos
serán informados de su representación por el Ldo. Kassongo a más tardar en el momento de la presentación de
su solicitud, y de ser posible antes de ella. No se organizará una representación por otro abogado salvo que ello
sea necesario, en cuyo caso la Sala deberá ser informada al respecto por el Representante Legal de las Víctimas
y la Sección de Participación de las Víctimas, a tenor de la propuesta de esta última.
Véase núm. ICC-01/12-01/15-273-Red-tFRA, Sala de Primera Instancia VIII, 1 de agosto de 2018, párr. 14.
[TRADUCCIÓN] Al formular las siguientes directrices, la Sala se guió por tres preocupaciones generales:
a. En primer lugar, la Sala concede la mayor importancia a la exigencia de que la participación de las
víctimas, a través de sus Representantes legales, deba ser lo más significativa posible en lugar de ser meramente
simbólica. Para tal efecto, la Sala considera de suma importancia que exista un flujo constante y confiable de
información sobre el procedimiento a las víctimas y que exista un verdadero involucramiento de las víctimas en
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Representación legal
términos de instruir a los Representantes legales en cómo sus intereses deberían ser representados.
b. En segundo lugar, la Sala tiene el deber de garantizar que el procedimiento se lleve a cabo de manera
eficiente y con la celeridad adecuada. La Sala debe, por tanto, evitar toda repetición innecesaria o multiplicación
de argumentos y comunicaciones similares. Este requisito también implica que los Representantes legales de las
víctimas deben estar siempre disponibles a participar plenamente, incluso con poco aviso, en todas las etapas
del procedimiento, cuando los intereses de sus clientes se vean comprometidos. Esto también requiere que los
Representantes legales que comparecen ante la Sala estén completamente familiarizados con todos los aspectos
legales y fácticos de la causa.
c. En tercer lugar, la Sala considera que su obligación bajo el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto de
garantizar que la participación de las víctimas no redunde en detrimento de los derechos del acusado o de un
juicio justo e imparcial se extiende a la organización de la representación legal de las víctimas. Es importante,
en este aspecto, que la participación de las víctimas no imponga una carga demasiado pesada sobre la Defensa.
Asimismo, la Sala hace hincapié en que, si bien las víctimas son libres de elegir un Representante legal, este
derecho está sujeto a importantes limitaciones prácticas, financieras, de infraestructura y logísticas que enfrenta
la Corte. La representación legal común es el principal mecanismo de procedimiento para conciliar las exigencias
contrapuestas a tener un juicio justo y expedito, mientras que, al mismo tiempo, se garantice una participación
significativa de miles de víctimas potenciales, todo dentro de los límites de lo que es prácticamente posible. La
Sala considera, por tanto, que la libertad de elegir un Representante legal personal, establecida en la subregla 1
de la regla 90 está calificada por la en la subregla 2 de la regla 90 y sujeta a las facultades inherentes y expresas
de la Sala de adoptar todas las medidas necesarias, si el interés de la justicia así lo requiere.
La Sala analizó todas las solicitudes de participación a la luz de lo anterior y señaló que:
a. El número de solicitudes es tan grande que, teniendo en cuenta que 1) la Sala ya ha autorizado a
57 víctimas que participaron en el procedimiento de confirmación que continúen participando en el
juicio, y 2) que la Sala pronto emitirá su decisión sobre la nuevas solicitudes, lo que multiplicará el
número de víctimas participantes, sería totalmente inviable que cada una de ellas sea representada
individualmente.
b. Aparte de un número limitado de solicitantes, todas las víctimas alegan que han sufrido un daño como
consecuencia del ataque perpetrado contra Bogoro el 24 de febrero de 2003. No parece que existan
tensiones entre ellas en términos de origen étnico, edad, sexo o el tipo de delitos del que habrían sido
víctimas.
c. Fuera de este gran grupo, existe un pequeño número de solicitantes que son ex niños soldados, que
alegan haber participado en el ataque del 24 de febrero de 2003. De este modo, ellos pueden haber
cometido algunos de los crímenes de los que fueron víctimas los otros solicitantes. Además, estos
solicitantes tienen un origen étnico diferente al de los demás solicitantes.
d. Más allá de los solicitantes mencionados en el literal anterior c), una gran proporción de las víctimas
alegan que han sido víctimas de más de uno de los delitos imputados y que han sufrido diferentes tipos
de daño. Por ello, no es posible agrupar a las víctimas en categorías totalmente independientes, ya que
hay algunas víctimas que caen en más de una categoría.
e. La mayoría de los solicitantes todavía está viviendo en el área en donde tuvo lugar el ataque.
Teniendo en cuenta estos factores, la Sala considera que es necesario y apropiado agrupar a todas las víctimas
que han sido admitidas para participar en esta causa, con la excepción de las víctimas mencionadas en el
párrafo 12.c, en un grupo representado por un Representante legal común. Éste será responsable tanto de
representar los intereses comunes de las víctimas durante el procedimiento como de actuar en nombre de
víctimas específicas cuando sus intereses estén en juego. El Representante legal común deberá rendir cuentas
a las víctimas como grupo, que puede dirigirse a la Secretaría en caso de problemas importantes con la función
de representación del Representante legal común. Si el problema no puede resolverse por la Secretaría, ésta
deberá informar a la Sala.
En segundo lugar, los candidatos “deben demostrar la capacidad y voluntad para tomar un enfoque centrado
en las víctimas en su trabajo”. De acuerdo con este criterio, puede darse preferencia a los candidatos que tienen
experiencia en trabajo con las víctimas o grupos vulnerables.
El tercer criterio identificado por la Secretaría es la familiaridad del candidato con el país donde los crímenes
en conexión con los que las víctimas son admitidas a participar en el procedimiento han sido presuntamente
cometidos. Esta familiaridad puede provenir del hecho de que el candidato es de ese país, o puede ser el
resultado de la experiencia profesional o personal que el candidato podría haber ganado.
En cuarto lugar, el candidato debe tener experiencia y conocimientos pertinentes, esto se demuestra por: i)
la experiencia previa en procesos penales, a nivel nacional o internacional, ya sea ante la Corte o ante otros
tribunales internacionales; ii) experiencia en la representación de grandes grupos de víctimas; y iii) estudios
especializados en campos académicos pertinentes.
En quinto lugar, el candidato tiene que estar dispuesto a comprometer tiempo significativo para: i) mantener el
contacto con un gran número de clientes; ii) seguir la evolución de las actuaciones judiciales; iii) adoptar todas
las medidas apropiadas en el procedimiento; y iv) mantener un contacto adecuado con la Corte.
Por último, el candidato debe demostrar un nivel mínimo de conocimientos en tecnología de la información.
La magistrada única respalda estos criterios señalados por el Secretario, así como sus conclusiones de que,
a la luz de esos criterios, “los beneficios de la continuidad de la representación son mínimos con respecto a
los Representantes legales privados existentes en la presente causa”, ya que el Secretario no está convencido
de que i) “los Representantes legales actuales hayan establecido relaciones de confianza significativas con un
número significativo de sus clientes” ni que ii) “la representación legal hasta la fecha en esta causa indique
familiaridad especial con procedimientos de la CPI”. Por lo tanto, el Secretario es de la opinión de que “la
participación hasta la fecha de los abogados de las víctimas actuales no les ha proporcionado ningún material
de ventaja sobre otros candidatos en términos de los criterios de selección”.
La magistrada única recuerda que, sobre la base de esos criterios ya la luz de la orden de la magistrada única de
organizar correctamente la representación legal común de las víctimas, el Secretario llevó a cabo un proceso de
selección adecuado en varias etapas, que comprenden: i) una solicitud de manifestaciones de interés enviadas
a los abogados incluidos en la lista de abogados de la Secretaría; ii) una revisión inicial de los candidatos que
proporcionaron la información solicitada; iii) una evaluación de las respuestas escritas a las preguntas sobre el
enfoque propuesto para la representación legal de las víctimas; y iv) una entrevista telefónica. Tras el proceso de
selección, el Secretario propone un abogado para el cargo de Representante legal común en la presente causa.
Teniendo en cuenta los criterios señalados por el Secretario y la propuesta de suspender la actual representación
legal de las víctimas y mediante la evaluación de la información personal y las competencias profesionales del
candidato propuesto, la magistrada única decide nombrar dicho abogado como Representante legal común de
todas las víctimas admitidas a participar en la presente decisión.
La magistrada única está de acuerdo con otras Salas de la Corte con respecto a la necesidad de que un
adecuado apoyo jurídico y administrativo sea proporcionado al Representante legal común para llevar a cabo
sus funciones de manera eficiente y expedita. En este sentido, la magistrada única adopta el principio, reiterado
por el Secretario en su propuesta sobre la representación legal común, según la cual una estructura de apoyo
propuesta por el Secretario permitiría que el Representante legal común:
a. Mantenga a sus clientes informados sobre los progresos de las actuaciones y cualquier cuestión legal
o de hecho pertinente que les conciernan, de conformidad con el artículo 15 del Código de conducta
profesional de los abogados. La estructura de apoyo también debe permitir que el Representante legal
común responda a un número razonable de consultas legales específicas de las víctimas individuales.
b. Reciba directrices generales o instrucciones de sus clientes, como grupo, y solicitudes particulares de
víctimas individuales.
c. Mantenga actualizados los archivos de todas las víctimas participantes y su paradero.
[TRADUCCIÓN] Las propias víctimas puede que tengan que escoger uno o más Representantes legales
(subregla 2 de la regla 90), lo que implica necesariamente una limitación en su derecho a representación legal.
Además, en caso de que las víctimas no puedan escoger a su abogado común dentro del plazo indicado por la
Sala, esta solicitará a la Secretaria que escoja a uno en su nombre (subregla 3 de la regla 90).
La libertad de las víctimas para escoger a un Representante legal se ve aún más reducida en el marco de esta
última opción. En realidad, el Representante legal común no será escogido por las víctimas, que no pudieron
hacerlo dentro de los plazos establecidos, sino por la Secretaria. De acuerdo con las reglas y normas aplicables,
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Representación legal
al seleccionar al Representante legal común, la Sala y la Secretaría tomarán medidas razonables parar garantizar
que los intereses de las víctimas son representados apropiadamente y se evitan conflictos de intereses.
Si la Secretaria actúa conforme a la subregla 3 de la regla 90, el Representante legal común no será escogido
por las víctimas sino por la Secretaria. La Secretaría y la Sala deberán aplicar las directrices estipuladas en
la subregla 4 de la regla 90 y la norma 79 del Reglamento de la Corte. Se debe considerar especialmente las
características específicas de cada grupo, la diferencia de intereses y el conflicto entre los mismos, sus opiniones
en caso de haberlas, sus tradiciones locales y cualquier otro factor que pueda ser apropiado. Según lo estipulado
en la subregla 4 de la regla 90 de las Reglas (“tomaran todas las medidas que sean razonables”) se entenderá
que estos factores serán interpretados como directrices y considerados caso por caso.
Aquí, en el contexto de la solicitud de revisión con arreglo al numeral 3 de la norma 79 del Reglamento, la cuestión
planteada ante la Sala es si los Representantes legales nombrados han sido seleccionados por la Secretaria de
acuerdo con la subregla 4 de la regla 90 de las Reglas, que hace referencia al párrafo 1 del artículo 68 del
Estatuto, y con el numeral 2 de la norma 79 del Reglamento. En otras palabras, la Sala revisará si la Secretaría
ha tomado “todas las medidas que sean razonables para garantizar que los distintos intereses de las víctimas
están representados y se evitan los conflictos de intereses”, sin olvidar la efectividad del procedimiento y la
representación legal de todas las víctimas en esta causa. La Sala observa igualmente que, conforme a la subregla
4 de la regla 90, son acumulativos los criterios que justifican la aplicación de un sistema de representación
legal común, concretamente los intereses distintos de las víctimas representadas y la ausencia de conflicto de
intereses.
Véase nº ICC-02/05-03/09-337, Sala de Primera Instancia IV, 25 de mayo de 2012, párrs. 12-15.
[TRADUCCIÓN] Con respecto a la cuestión del conflicto de intereses, aunque no existe definición alguna al
respecto en el Código de conducta aplicable a los Representantes legales de las víctimas, el enfoque adoptado
hasta ahora ante esta Corte es que “en caso de que el Representante legal común reciba instrucciones en
conflicto con uno o más grupos de víctimas, intentará representar ambas posiciones de forma justa e igualitaria
ante la Sala. En caso de que las instrucciones en conflicto sean irreconciliables con la representación mediante
un único Representante legal común y provoque por lo tanto un conflicto de intereses, el Representante legal
común informará a la Sala inmediatamente y esta tomará las medidas apropiadas […] ”. Esta Sala opina
igualmente que puede surgir un conflicto de intereses cuando la situación o características de las víctimas sean
tan diferentes que sus intereses resulten irreconciliables.
Véase nº ICC-02/05-03/09-337, Sala de Primera Instancia IV, 25 de mayo de 2012, párr. 42 y nº ICC-01/04-
01/07-1328, Sala de Primera Instancia, 22 de julio de 2009, párr. 16.
[TRADUCCIÓN] Disiento de la decisión de la Sala de retirar de sus funciones a la abogada que ha representado
a las víctimas hasta este momento y que ha manifestado su interés por continuar haciéndolo. Tampoco debe
ignorarse el hecho de que la abogada es nacional de Kenia y conoce bien el país. En la decisión de 3 de octubre de
2012, la Sala opinó que, en esta casa, “el modo más efectivo de conseguir ciertos objetivos indicados sería contar
con un Representante legal común con base en Kenia”. Pero no se trató de una declaración aislada. De hecho,
la Sala había señalado al respecto que “debía encontrar” un “equilibrio” entre el conjunto de objetivos. Dichos
[TRADUCCIÓN] En la Decisión sobre Representación y Participación de las Víctimas, la Sala sostuvo que
“[e] l procedimiento para la participación de las víctimas se basará en la representación legal común”, que
incluirá tanto al Representante Legal como a la OPDV actuando en nombre del Representante Legal. La
responsabilidad principal de la OPDV será actuar como la interfaz entre el Representante Legal Común y la
Sala en los procedimientos diarios, y, a tal fin, se le permitirá asistir a audiencias en nombre del Representante
Legal, durante el cual se le puede permitir intervenir e interrogar a los testigos. De acuerdo con la decisión,
en los momentos críticos que involucran los intereses de las víctimas, especialmente las declaraciones de
apertura y cierre, el Representante Legal puede hacer declaraciones en persona. La Sala especificó que, en otros
momentos en el juicio, el Representante Legal debe solicitar participación mediante formulación ante la Sala.
[…]
que el demandante “prefería” estar representado por la Oficina del Defensor Público, según se explicaba en
detalle en el memorando de esa Oficina. […] [L] as anteriores relaciones de la Oficina del Defensor Público con
ese demandante no constituyen “razones imperiosas” – […] . El Magistrado único no estima necesario designar
un representante legal distinto únicamente para el demandante a/35008/16, habida cuenta asimismo de que los
intereses de esta víctima parecen ser idénticos a los de las víctimas que ya han sido autorizadas para participar
en el procedimiento.
Véase núm. ICC-01/12-01/15-156-Red, Sala de Primera Instancia VIII, 12 de agosto de 2016, párr. 11.
3. Abogado ad hoc
[TRADUCCIÓN] En seguimiento de una orden de la Sala, el Secretario deberá nombrar un abogado ad hoc
para representar los intereses generales de la Defensa para el propósito de los exámenes forenses.
Véase n° ICC-01/04-21, Sala de Cuestiones Preliminares I, 26 de abril de 2005, pág. 4.
[TRADUCCIÓN] En seguimiento de una orden de la Sala, el Secretario deberá nombrar a un abogado ad hoc
para la Defensa a fin de representar y proteger los intereses generales de la Defensa en la situación en el Darfur
(Sudán) durante el procedimiento previsto en la regla 103 de las Reglas de Procedimiento y Prueba.
Véase n° ICC-02/05-10, Sala de Cuestiones Preliminares I, 24 de julio de 2006, pág. 6. Véase también n°
ICC-02/05-47, Sala de Cuestiones Preliminares I, 2 de febrero de 2007, pág. 5.
[TRADUCCIÓN] El numeral 1 de norma 76 del Reglamento de la Corte dispone que “una sala podrá nombrar
a un abogado en las circunstancias especificadas en el Estatuto y en las Reglas o cuando dicho nombramiento
sea necesario en interés de la justicia”. Teniendo en cuenta que ninguna de las órdenes de detención emitidas
en la situación ha sido ejecutada aún, el nombramiento de un abogado para la Defensa es necesario para
permitir el correcto desarrollo del procedimiento contemplado en la subregla 1 de la regla 89 de las Reglas
y para la preservación de la equidad de las actuaciones en su conjunto. [...] Dado que los mismos individuos
están solicitando ser reconocidos como víctimas participantes en el examen preliminar, la etapa de cuestiones
preliminares, el juicio y la apelación, el magistrado único estima conveniente que un abogado de la Defensa sea
nombrado y confiado con la responsabilidad de todos los aspectos relativos a las solicitudes. Dado el objetivo de
este nombramiento, las atribuciones y funciones del abogado designado se limitarán a aquellas que puedan ser
necesarias y apropiadas en el contexto de las actuaciones relativas a las solicitudes, incluyendo, en particular, el
derecho a recibir una copia de las solicitudes y a presentar observaciones al respecto dentro del plazo indicado
por el magistrado único.
Véase n° ICC-02/04-01/05-134, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 1 de febrero de 2007,
párr. 15.
4. Abogado de oficio
TRADUCCIÓN] De conformidad con el numeral 2 de la norma 73 del Reglamento de la Corte, si cualquier
persona requiere asistencia letrada inmediata y todavía no la ha contratado o si su propio abogado no se
encuentra disponible, el Secretario podrá designar a un abogado de oficio, para lo cual deberá tener en cuenta
los deseos de la persona, la proximidad geográfica y los idiomas que hable el abogado.
Véase n° ICC-01/04-01/07-52, Sala de Cuestiones Preliminares I, 5 de noviembre de 2007, pág. 4.
[TRADUCCIÓN] En espera del nombramiento de un abogado elegido por el interesado y teniendo en cuenta
que el procedimiento debe ser conducido con prontitud y sin demoras indebidas, la Sala ordena al Secretario
que nombre un abogado de oficio, de conformidad con el numeral 2 de la norma 73 del Reglamento de la Corte,
y decide que su mandato deberá limitarse al sólo propósito de responder a un acto procesal definido.
Véase n° ICC-01/04-01/06-870, Sala de Cuestiones Preliminares I, 19 de abril de 2007, págs. 3-4. Véase
también n° ICC-01/04-01/06-881 (Secretario), 4 de mayo de 2007, págs. 3-4.
[TRADUCCIÓN] La Sala recibió una petición del Representante legal del grupo principal de víctimas para
revisar una decisión administrativa de la Secretaria relativa a la atribución de asistencia letrada para una misión
sobre el terreno. […] La Sala considera que la solicitud es admisible y está abarcada dentro del numeral 4 de la
norma 83 del Reglamento de la Corte puesto que atañe al ámbito de la asistencia letrada pagada por la Corte.
[…] La Sala observa que parece haber cierta ambigüedad sobre el criterio de revisión aplicable conforme al
numeral 4 de la norma 83 del Reglamento. Dado que el numeral 4 de la norma 83 del Reglamento no especifica
ningún criterio de revisión, la Sala debe determinarlo antes de considerar la decisión actual en revisión. […]
El criterio de revisión de la Presidencia respecto a las decisiones de la Secretaria es inaplicable, dado que la
[TRADUCCIÓN] Por lo que hace a la revisión de la decisión de la Secretaria relativa al alcance de la asistencia
letrada pagada por la Corte, como se estipuló en la Carta de Conclusión, la Sala de Apelaciones recalca que la
cuestión de si el Representante legal continúa representando a las víctimas debe distinguirse del alcance de la
asistencia letrada pagada por la Corte. Mientras que la primera está regida por el Código de conducta profesional
de los abogados, la segunda está regida principalmente por las normas 83 y siguientes del Reglamento de la
Corte. En la Carta de Conclusión, la Secretaria informó al Representante legal de que, debido a la finalización
de la etapa de cuestiones preliminares, el nivel de asistencia letrada pagada por la Corte durante esa fase
del procedimiento sería suspendido. No obstante, en la Carta de Conclusión no se descarta la remuneración
de futuras actividades del Representante legal mediante el programa de asistencia letrada de la Corte. Sin
embargo, a fin de recibir el pago, las actividades deben estar autorizadas de antemano por la Secretaría. Por lo
tanto, la Sala de Apelaciones tendrá que revisar si en esta etapa del procedimiento sólo la remuneración de las
actividades del Representante legal previamente autorizadas es adecuada.
Véase nº ICC-01/09-01/11-409 OA3 OA4, Sala de Apelaciones, 23 de abril de 2012, párr. 22.
La Secretaría informó al Magistrado único de que acusará recibo de la designación de [dos abogados] en
concepto de representantes legales de 249 víctimas que participan en el procedimiento […] . Habida cuenta de
que la Secretaría informa de que ha validado los poderes otorgados, el Magistrado único estima que no existe
ninguna razón para que el Secretario continúe dilatando el acuse de recibo de la designación en cumplimiento
del numeral 1 de la norma 123 del Reglamento de la Secretaría, ya que ello constituye una condición esencial
para que los representantes legales designados puedan intervenir en el presente procedimiento. Considerando
que, en virtud de la presente decisión, también los solicitantes a/05029/15 y a/05226/15 quedan admitidos para
participar en el procedimiento, la Secretaría debería igualmente concluir lo antes posible, respecto de ellos, el
procedimiento estipulado en la norma 123 del Reglamento de la Secretaría.
En virtud de la subregla 1 de la regla 90 de las Reglas, por lo general las víctimas podrán elegir libremente
un representante legal. El Magistrado único puede alterar esta libertad tan solo por razones prácticas, según
se dispone en las subreglas 2 y 3 de la misma regla. No obstante, habida cuenta de que, como se explica a
continuación, se puede organizar representación legal común para todas las víctimas que no han designado [a
víctimas incluso otorgaron poderes en los que se indicaba que los abogados les representarían gratuitamente,
es imperativo que los abogados designados informen a sus clientes de que en la actualidad no cumplen con las
condiciones necesarias para recibir asistencia financiera de la Corte pero que pueden, si así lo desean, beneficiarse
de asistencia letrada gratuita prestada por el representante legal común designado por el Magistrado único.
Con respecto a la cuestión de la representación legal de las 294 víctimas restantes que participan en los
procedimientos y en la actualidad no están representadas, el Magistrado único considera que la mejor forma
de proceder es el nombramiento de la Oficina del Defensor Público de las Víctimas en calidad de representante
legal común, en virtud del numeral 1 de la norma 80 del Reglamento de la Corte. En este sentido, el Magistrado
único no percibe, en estos momentos, ningún conflicto de intereses que pudiera hacer necesaria la separación
de estas víctimas en grupos con representación legal distinta.
El Magistrado único considera que la posibilidad de nombrar [a los dos abogados seleccionados] como
representantes legales comunes no es procedente en las circunstancias actuales, habida cuenta de que no han
sido seleccionados con arreglo a un procedimiento transparente y competitivo organizado por la Secretaría, de
los motivos identificados más abajo que favorecerían el nombramiento de asistencia letrada de la Oficina del
Defensor Público para las Víctimas, y también de que la designación de abogados externos entrañaría una carga
desproporcionada e injustificada para el presupuesto de asistencia letrada de la Corte.
Con arreglo a la norma 81 del Reglamento de la Corte, la Oficina del Defensor Público para las Víctimas es una
oficina independiente, cuyo cometido, entre otros, consiste en representar a las víctimas a lo largo del proceso,
atendiendo a las instrucciones de la Sala o con la autorización de esta, cuando ello sea necesario en interés de la
justicia. La norma 80 del Reglamento de la Corte, por la que se faculta a la Sala para nombrar a un representante
legal de las víctimas cuando dicho nombramiento sea necesario en interés de la justicia, hace referencia explícita
a la posibilidad de nombrar abogados que estén integrados en la Oficina del Defensor Público para las Víctimas.
El numeral 2 de la norma 113 del Reglamento de la Secretaría también hace referencia a “la posibilidad de
solicitar que intervenga la Oficina del Defensor Público para las Víctimas” como medida destinada a reducir el
costo de la representación legal de las víctimas para el presupuesto de la Corte.
El Magistrado único observa también que en la actualidad son abogados de la Oficina del Defensor Público para
las Víctimas quienes representan a ciertas víctimas que participan en la causa contra Joseph Kony y Vincent Otti
y en la situación en Uganda, cuyas solicitudes de participación también han sido transmitidas por la Secretaría en
la presente causa […] . Si bien estas solicitudes están pendientes en la actualidad, existe una posibilidad realista
de que algunas de ellas, si no todas, sean dadas por buenas. El nombramiento de los mismos abogados para
representar a las víctimas en la presente causa, por tanto, también tiene la ventaja de asegurar la continuidad de
la representación legal y de evitar la fragmentación innecesaria de las víctimas en grupos dispares.
El Magistrado único observa que la Secretaría ha proporcionado información relativa a las preferencias de
las víctimas participantes en cuanto a la representación legal. En particular, la Secretaría informa de que las
víctimas cuyas solicitudes se transmitieron convenían en líneas generales en que un representante legal podría
representar a todas las víctimas participantes en la causa, y que desearían que les representara una persona
proveniente de la región Acholi o que hablara acholi, que pudiera comunicarse con las víctimas, y que contara
con cualidades positivas tanto profesionales como humanas, como integridad ética, competencia, amabilidad e
interés por las víctimas. Por ello, el Magistrado único espera que la abogada de la Oficina del Defensor Público
para las Víctimas siga el enfoque adoptado en una causa reciente en la que fue designada como representante
legal común de las víctimas, que consistió en incluir en su equipo a uno o más auxiliares basados en Uganda
y con un buen conocimiento del contexto social de la causa, y quienes de ser necesario serían financiados con
cargo al presupuesto de la Corte para asistencia letrada. De adoptarse esta medida, el Magistrado único no
duda que la asistencia letrada prestada por la Oficina del Defensor Público para las Víctimas podrá colmar las
expectativas de las víctimas.
El Magistrado único estima que esta forma de proceder representa una óptima combinación de los conocimientos
de la Oficina del Defensor Público para las Víctimas y su experiencia en las actuaciones ante la Corte, que
son marcadamente diferentes de las actuaciones en el plano nacional, y el conocimiento de las circunstancias
La disposición en la que se funda la cuestión bajo examen es la regla 90 de las Reglas de Procedimiento y
Prueba, según la cual ‘[l] a víctima podrá elegir libremente un representante legal’ (subregla 1), con sujeción
a la posibilidad de que una Sala, ‘[c] uando haya más de una víctima’ y ‘a fin de asegurar la eficacia del
procedimiento’, coordine la representación legal común de las víctimas (subreglas 2 a 4). La subregla 5 de
la regla 90 sienta la base jurídica para la provisión de asistencia letrada a las víctimas que participan en los
procedimientos. Dispone que ‘[l] a víctima o el grupo de víctimas que carezca de los medios necesarios para
pagar un representante legal común designado por la Corte podrá recibir asistencia de la Secretaría e incluida,
según proceda, asistencia financiera ’.
cuenta de que no son representantes legales comunes designados por la Corte, no puede beneficiarse de
los fondos destinados a la asistencia letrada; y ii) que las víctimas participantes que carecen de los medios
financieros necesarios pueden beneficiarse de la representación legal gratuita brindada por Paolina Massidda,
de la Oficina del Defensor Público para las Víctimas, en calidad de Representante Legal Común de las Víctimas
designada por la Corte en la presente causa.
Véase núm. ICC-02/04-01/15-445, Sala de Primera Instancia IX (Magistrado único), 26 de mayo de 2016,
párrs. 7 a 13.
El Magistrado único entiende en una solicitud por la cual la Secretaría pide ‘orientaciones de la Sala respecto
de la elegibilidad’ en materia de asistencia letrada para la representación legal que prestan [los Representantes
Legales de las Víctimas] a varias víctimas que participan en la presente causa. La Secretaría notifica asimismo
a la Sala de su intención de decidir, ‘con sujeción a cualquier orientación recibida de la Sala’, respecto de una
nueva solicitud de asistencia letrada con cargo a la Corte que fue presentada por los Representantes Legales de
las Víctimas el 10 de octubre de 2016.
El Magistrado único recuerda que, el 26 de mayo de 2016, respondiendo a una solicitud de los Representantes
Legales de las Víctimas, había determinado que ‘la representación legal que prestan los Representantes Legales
de las Víctimas [...] no puede cubrirse con fondos de asistencia letrada’. Esta determinación se fundó en lo
siguiente: i) de hecho, los Representantes Legales de las Víctimas habían sido designados de forma individual
por las víctimas en cuestión, en el ejercicio de sus derechos en virtud de la subregla 1 de la regla 90 a elegir sus
representantes legales, y no eran representantes legales comunes designados por la Corte a tenor de la subregla
5 de la regla 90 de las Reglas; ii) como cuestión de derecho, la interpretación directa, tanto contextual como
teleológica, de la subregla 5 de la regla 90 deja claro que las víctimas que designan individualmente a sus propios
representantes legales no pueden obtener, por derecho, asistencia financiera de la Corte; y iii) aceptar que la
totalidad de los representantes legales de la subregla i de la regla 90 recibieran asistencia letrada daría lugar
a ‘un régimen inevitablemente farragoso’ bajo el cual la Corte, al apoyar el derecho de las víctimas a designar
sus propios representantes legales, también estaría obligada a proporcionar asistencia financiera a cualquier
representante legal designado por cualquier grupo de víctimas, incluso si ello diera lugar a la participación de
docenas de tales representantes en el régimen de asistencia letrada para una única causa. Al mismo tiempo,
el Magistrado único no estima que la Sala haya de emitir orientaciones nuevas o modificadas al respecto si la
Secretaría considera necesario adoptar una decisión acerca de la solicitud adicional por los Representantes
Legales de las Víctimas de asistencia letrada con cargo a la Corte a tenor del numeral 1 de la norma 5 del
Reglamento de la Corte. Los Representantes Legales de las Víctimas podrán someter el asunto a la Presidencia
a tenor de las disposiciones del numeral 3 de la norma 85 del Reglamento de la Corte.
Véase núm. ICC-02/04-01/15-591, Sala de Primera Instancia IX (Magistrado único), 14 de noviembre de
2016, párrs. 1 a 3.
5.1. Indigencia
[TRADUCCIÓN] Una declaración de indigencia normalmente irá acompañada de una declaración firmada que
certifique la exactitud de la información proporcionada y que autorice al Secretario tomar todas las medidas
necesarias para decidir acerca de la elegibilidad para recibir asistencia letrada pagada por la Corte. Incluirá,
además, el compromiso de la persona de comunicar a la Secretaría cualquier cambio en su situación financiera.
Considerando, sin embargo, que el Representante legal de la persona ha certificado, en nombre de su cliente,
la exactitud de la información proporcionada, así como aceptado el compromiso de comunicar a la Secretaría
cualquier cambio en la situación financiera del cliente, el Secretario considera excepcionalmente que esto es
suficiente para los fines de iniciar la investigación financiera necesaria para decidir sobre la elegibilidad para
recibir asistencia letrada pagada por la Corte, y queda a la espera de la recepción de las declaraciones firmadas
por el interesado.
Véase n° ICC 01/04-490 (Secretario), 26 de marzo de 2008, págs. 3-4.
[TRADUCCIÓN] El 7 de septiembre de 2015, el Representante Legal presentó una solicitud por la que pedía
la ayuda de la Dependencia de Víctimas y Testigos (la “Dependencia”) con miras a la identificación de nuevas
categorías de víctimas, a saber: los niños que estuvieron presentes durante el ataque lanzado contra Bogoro
el 23 de febrero de 2003 (el “Ataque”) quienes, de resultas del trauma vinculado al Ataque, son incapaces de
llevar “una vida social y profesional satisfactoria”; los niños nacidos tras el Ataque que padecen un trauma
específico denominado “transgeneracional” y los padres que “voluntaria o involuntariamente ocultaron” su
trama hasta el momento presente. El Representante Legal afirma necesitar la asistencia de la Dependencia
para evaluar el “índice de prevalencia” del trauma padecido por estas nuevas categorías de víctimas en Bogoro,
identificar a todas las víctimas que padecen este trauma, y definir “las condiciones en las que sería posible
celebrar reuniones individuales con ellas”.
[…]
La Sala toma nota de las consideraciones presentadas por el Representante Legal, en particular respecto de
la necesidad de identificar a todas las posibles víctimas, de velar por el bienestar psicológico de estas y de
responder a las necesidades específicas de cada víctima durante las reuniones con ellas.
No obstante, la Sala señala que las funciones de la Dependencia están limitadas en virtud de la regla 17 de las
Reglas de Procedimiento y Prueba, y que la asistencia solicitada por el Representante Legal excede los límites
de su mandato. Por consiguiente, la Sala desestima la Solicitud e invita al Representante Legal a presentar una
solicitud al Secretario con miras a recibir el apoyo de un profesional, conforme al numeral 3 de la norma 83 del
Reglamento de la Corte.
Véase núm. ICC-01/04-01/07-3608, Sala de Primera Instancia II, 9 de octubre de 2015, párrs. 2 y 9 a 10.
[TRADUCCIÓN] De acuerdo a la subnorma 1 de la norma 135 del Reglamento de la Secretaría, las controversias
relativas al pago de honorarios deberán ser decididas por la Secretaría.
Véase n° ICC-02/05-66, Sala de Cuestiones Preliminares I, 15 de marzo de 2007, pág. 5.
[TRADUCCIÓN] A los efectos de las tareas encomendadas a la Oficina en la decisión [de 1 de febrero de
2007] realmente parece necesario que tenga acceso a la versión no expurgada de las órdenes de detención, en
particular, con el fin de que se le informe del ámbito específico de aplicación y las características de hecho de los
cargos formulados contra las personas cuya detención fue ordenada por la Corte.
Véase n° ICC-02/04-01/05-152, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 7 de febrero de 2007,
pág. 3.
[TRADUCCIÓN] Es tarea de la Oficina, como la entidad encargada de proporcionar a las víctimas que solicitan
participar cualquier tipo de apoyo y asistencia que pueda ser apropiada en la etapa de las actuaciones que
preceden a la determinación de su estatus, informar a las víctimas que se hayan puesto en contacto con la Corte
de sus derechos y prerrogativas en relación con el artículo 53 del Estatuto de Roma.
Véase n° ICC-02/04-101, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 10 de agosto de 2007,
párrs. 95, 101 y 103. Véase también n° ICC-02/04-125, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado
único), 14 de marzo de 2008, párr. 194, así como también la parte dispositiva de la decisión.
[TRADUCCIÓN] De acuerdo con el objeto y fin del proceso de solicitud, el papel de la Oficina [Pública de
Defensa de las víctimas] se limita a prestar apoyo y asistencia en los pocos casos en los que la Secretaría
automáticamente solicita información adicional para cualquier solicitud incompleta.
Véase n° ICC-01/04-418, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 10 de diciembre de 2007,
párr. 10. Véase también n° ICC-01/04-01/06-1211, Sala de Primera Instancia I, 6 de marzo de 2008, párr. 34.
[TRADUCCIÓN] Las disposiciones pertinentes en el marco del Estatuto de Roma prevén que la Oficina Pública
de Defensa de las víctimas puede tener una amplia variedad de funciones durante la etapa del juicio. El párrafo
1 de la regla 90 de las Reglas establece el derecho de las víctimas a elegir un Representante legal. La Sala, en
virtud de la norma 80 del Reglamento de la Corte, tiene la facultad de nombrar a un Representante legal, entre
otros, de la Oficina Pública de Defensa de las víctimas, y el párrafo 4 de la norma 81 del Reglamento de la Corte
obliga a la Oficina a prestar apoyo y asistencia a las víctimas y a sus Representantes legales proporcionando
investigaciones legales y asesoramiento letrado y compareciendo ante la Sala.
[…]
Las decisiones sobre la función de la Oficina Pública de Defensa de las víctimas serán necesariamente específicas
para cada causa: aunque la gama de opciones es amplia, un papel hecho a la medida debe ser establecido en
cada causa.
[…]
La Oficina Pública de Defensa de las víctimas no es en sí misma una parte o un participante en la causa. Por lo
tanto, la oportunidad que puede ser dada a la Oficina Pública de Defensa de las víctimas de comparecer ante la
Sala en relación con temas específicos puede ser iniciada por:
- La Sala (lo cual suele estar relacionado con cuestiones de importancia general y aplicabilidad);
- Una víctima o su representante, quien ha pedido su apoyo y asistencia;
- La Oficina Pública de Defensa de las víctimas, si esta representa a una o más víctimas, o la Oficina
Pública de Defensa de las víctimas, a raíz de una solicitud para presentarse ante la Sala en relación con cuestiones
concretas, a pesar del hecho de que no haya sido requerida para ello por los representantes de las víctimas o las
víctimas individuales (esto por lo general está relacionado a cuestiones de importancia y aplicabilidad general).
[…]
La Sala de Primera Instancia considera que a la Oficina Pública de Defensa de las víctimas en su calidad de
Representante legal de las víctimas solicitantes debe concedérsele el mismo acceso que el concedido a cualquier
otro Representante legal de una víctima solicitante.
[…]
[TRADUCCIÓN] En relación, de manera más general, con el procedimiento a seguir, la Sala debería, con
arreglo a la subregla 3 de la regla 58 de las Reglas, permitir al Fiscal y a los sospechosos presentar observaciones
por escrito sobre la solicitud dentro de un período de tiempo determinado por la Sala. Además, la Sala es de
la opinión de que las víctimas que tienen contacto con la Corte, es decir, aquellas que presentaron solicitudes
para participar en las actuaciones en la presente causa, se les permitirá, de conformidad con el párrafo 3 del
artículo 19 del Estatuto y la subregla 3 de la regla 59 de las Reglas, presentar observaciones por escrito sobre la
solicitud dentro de un período de tiempo determinado por la Sala. Con el objetivo de garantizar el desarrollo
[TRADUCCIÓN] La Sala nota los párrafos 1 y 3 del artículo 3 y el párrafo 2 del artículo 4 del Estatuto de
Roma, la regla 100 de las Reglas de Procedimiento y Prueba y las normas 80 y 81 del Reglamento de la Corte.
La Sala señala, además, que si bien el párrafo 1 del artículo 3 del Estatuto establece que la “sede de la Corte
será establecida en La Haya, Países Bajos”, el párrafo 3 de la misma disposición deja en claro que la Corte
“podrá celebrar sesiones en otro lugar cuando lo considere conveniente, de conformidad con lo dispuesto
en el presente Estatuto”. Por otra parte, según la subregla 1 de la regla 100 de las Reglas, la Corte “en una
determinada causa en la cual considere que redundaría en interés de la justicia, podrá decidir que ha de sesionar
en un Estado distinto del anfitrión”.
Al respecto, la Sala subraya que se encuentra en el proceso de evaluación de la conveniencia y la viabilidad
de llevar a cabo la audiencia de confirmación de los cargos en el territorio de la República de Kenia. En
consecuencia, la Sala considera que es valioso, para una evaluación adecuada del interés de la justicia en la
presente causa, recibir las observaciones sobre tal posibilidad por parte de la Fiscalía, la Defensa y las víctimas
que han solicitado participar. Por lo tanto, la Sala decide que la Oficina Pública de Defensa de las Víctimas
presente observaciones en nombre de las víctimas que solicitaron participar.
Véase n° ICC-01/09-01/11-106, Sala de Cuestiones Preliminares II, 3 de junio de 2011, párrs. 4-6. Véase
también n° ICC-01/09-02/11-102, Sala de Cuestiones Preliminares II, 3 de junio de 2011, párrs. 4-6.
[TRADUCCIÓN] La Sala decide que sólo a los efectos de su participación en el procedimiento actual previsto en
el artículo 19, la Oficina representará a los solicitantes no representados e instruye a la Sección de Reparación y
Participación de las Víctimas a proporcionar a la Oficina todas las solicitudes de los solicitantes no representados
y que le brinde toda la ayuda necesaria para contactar a los solicitantes con rapidez.
Véase n° ICC-01/04-01/10-377, Sala de Cuestiones Preliminares I, 16 de agosto de 2011, pág. 4.
[TRADUCCIÓN] Respecto del procedimiento que adoptar para oír a las víctimas, la Sala recuerda que conforme
al apartado a) del numeral 4 de la norma 81 del Reglamento de la Corte, los Representantes legales pueden
pedir apoyo y asistencia a la Oficina Pública de Defensa de las víctimas.
Véase nº ICC-01/05-01/08-2158, Sala de Primera Instancia III, 6 de marzo de 2012, párr. 4.
curiae siempre que sea apropiado en las circunstancias particulares. […] Habiendo examinado la petición de la
Oficina y considerando las cuestiones por las cuales se ha autorizado a “Lawyers for Justice in Libya” y “The
Redress Trust” a presentar observaciones en calidad de amicus curiae, la Sala opina que es apropiado, en las
presentes circunstancias, acordar a la Oficina la oportunidad de presentar una respuesta a las observaciones
de los amicus curiae. […] POR ESTAS RAZONES, la Sala AUTORIZA a la OFICINA PÚBLICA DE DEFENSA
DE LAS VÍCTIMAS a presentar una respuesta a las observaciones en calidad de amicus curiae de “Lawyers for
Justice in Libya” y “The Redress Trust”.
Véase nº ICC-01/11-01/11-168, Sala de Cuestiones Preliminares I, 5 de junio de 2012, párrs. 3-6.
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones determina que, en las circunstancias de la presente causa, la Oficina
Pública de Defensa de las víctimas tiene derecho a apelar con respecto a aquellas personas de las que se le
nombró Representante legal. Sin embargo, la Sala de Apelaciones considera que las personas no identificadas
que no han presentado solicitudes pero que pueden beneficiarse de la concesión de reparaciones colectivas,
conforme a las reglas 97 y 98 de las Reglas, no pueden tener derecho a apelar, ya que en esta etapa del
procedimiento es imposible discernir quién pertenecería a este grupo puesto que no existen criterios concretos.
Por consiguiente, en la medida en que la Oficina Pública de Defensa de las víctimas haya apelado la decisión
impugnada en nombre de dichas personas sin identificar, la apelación debe ser rechazada por inadmisible.
Ello no impide que potencialmente se pueda invitar a la Oficina a realizar presentaciones en nombre de esas
personas en una etapa más avanzada del procedimiento.
Véase nº ICC-01/04-01/06-2953 A A2 A3 OA21, Sala de Apelaciones, 14 de diciembre de 2012, párr. 72.
[TRADUCCIÓN] Por último, conforme al numeral 4 a) de la norma 81 del Reglamento de la Corte, de solicitarse,
la Oficina del Defensor Público de las Víctimas deberá prestar apoyo y asistencia al representante legal de las
víctimas.
Véase núm. ICC-01/12-01/15-97-Red, Sala de Primera Instancia VIII, 8 de junio de 2016, párr. 39.
[TRADUCCIÓN] Dado que ninguna de las solicitudes de participación está incompleta, no hay necesidad de
que la Oficina [Pública de Defensa de las víctimas] sea nombrada en esta fase para asistir a cualquiera de los
solicitantes en el suministro de información adicional en relación a sus solicitudes.
Véase n° ICC-01/04-01/07-182, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 7 de febrero de 2008,
pág. 2.
[TRADUCCIÓN] Aunque una lectura literal del numeral 4 de la norma 81 del Reglamento de la Corte sugeriría
que ésta sólo concierne a las personas que hayan obtenido el estatus de víctima en el sentido de la regla 85 de las
Reglas, tres Salas de la Corte hasta ahora han considerado necesario solicitar a la Secretaría la designación de la
Oficina Pública de Defensa de las Víctimas como Representante legal de las víctimas, en espera de una decisión
de la Sala sobre su estatus de víctima, o hasta que un Representante legal sea designado.
La Sala también adopta esta posición, al tiempo que subraya que la designación de la Oficina Pública de
Defensa de las Víctimas es, en este caso, provisional, y no prejuzga cualquier posterior concesión del estatus de
víctima por la Sala.
Véase n° ICC-01/04-01/07-933, Sala de Primera Instancia II, 26 de febrero de 2009, párrs. 44-45. Véase
también n° ICC-01/04-374, Sala de Cuestiones Preliminares I, 17 de agosto de 2007, párrs. 43-44 y n°
ICC-01/04-01/06-1308, Sala de Primera Instancia I, 6 de mayo de 2008, párr. 18, n° ICC-01/05-01/08-103,
Sala de Cuestiones Preliminares III (magistrada única), 12 de septiembre de 2008, párr. 10; n° ICC-01/04-
01/06-1211, Sala de Primera Instancia I, 6 de marzo de 2008, párr. 30,31 y 34 y n° ICC-01/05-01/08-651,
Sala de Primera Instancia III, 9 de diciembre de 2009, (reclasificado como público el 28 de enero de 2010),
párrs. 9 y 18.
[TRADUCCIÓN] Cuando una víctima solicitante no ha nombrado un Representante legal, la Oficina Pública
de Defensa de las Víctimas actuará como Representante legal desde el momento en que la víctima solicitante
presenta una solicitud para participar hasta que un Representante legal es elegido por la víctima o es nombrado
por la Sala. La Sección de Participación y Reparación de las Víctimas remitirá a la Oficina las solicitudes de
[TRADUCCIÓN] La Sala considera, además, que el Secretario debe nombrar a la Oficina Pública de Defensa de
las Víctimas como el Representante legal de los solicitantes sin representación legal, en espera de una decisión
de la Sala sobre sus solicitudes.
Véase n° ICC-02/05-03/09-231, Sala de Primera Instancia IV, 17 de octubre de 2011, párr. 28.
[TRADUCCIÓN] La Oficina Pública de Defensa de las víctimas puede cumplir una amplia variedad de funciones
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Cuestiones de procedimiento
durante el juicio, incluida la fase de reparaciones. Sin embargo, las funciones de la Oficina deben ser definidas
por la Sala a fin de garantizar la sustanciación justa y expedita del procedimiento.
Durante el juicio la Oficina representó a víctimas que habían solicitado participar en el procedimiento y
ocasionalmente actuó en su nombre hasta que la Secretaria dispuso a un Representante legal. La Secretaría
ha informado a la Sala de que de las 85 solicitudes de reparación recibidas hasta el momento, 4 están siendo
actualmente representadas por la Oficina y 35 quedan sin representación. Como se expuso anteriormente, la
Secretaría recomienda que se nombre a la Oficina como Representante de estos solicitantes y de cualquier otro
solicitante adicional.
La Secretaría también recomienda que se nombre a un Representante legal para representar “los intereses de
otras víctimas que no han presentado solicitudes de reparación pero que, como se indicó, pudieran aún estar
consideradas por la Sala dentro del alcance de las reparaciones otorgadas”. La Oficina solicita presentar escritos
“para representar el interés general de las víctimas sobre las cuestiones relacionadas con las actuaciones de
reparación”.
En virtud de la subregla 1 de la regla 97 de las Reglas, la Corte puede conceder reparaciones individuales
o colectivas. Asimismo, de acuerdo con la subregla 3 de la regla 98 de las Reglas, la Corte podrá disponer
que la concesión colectiva de reparación se realice a través del Fondo Fiduciario en beneficio de las víctimas.
Por consiguiente, las víctimas que puedan beneficiarse de las reparaciones colectivas no habrán tenido que
participar necesariamente en el procedimiento, ni en persona ni mediante Representantes legales.
La Sala considera útiles los conocimientos de la Oficina, especialmente para salvaguardar los derechos de
aquellos beneficiarios potenciales de una reparación colectiva.
En cualquier circunstancia, la Oficina puede:
a. Actuar como Representante legal de solicitantes de reparación no representados hasta que se determine
su estatus o hasta que la Secretaria disponga a un Representante legal que actúe en su nombre; y
b. Representar los intereses de las víctimas que no han presentado solicitudes pero que podrían beneficiarse
de la reparación colectiva conforme a las reglas 97 y 98 de las Reglas.
Por consiguiente la Sala:
a. Encarga a la Secretaría que nombre a la Oficina Pública de Defensa de las víctimas como Representante
legal de cualquier solicitante no representado y proporcione a la Oficina las solicitudes de reparación
que haya recibido hasta el momento, así como las futuras solicitudes de víctimas no representadas; y
b. Encarga a la Oficina Pública de Defensa de las víctimas que realice presentaciones sobre los principios
que la Sala deba aplicar con respecto a las reparaciones y al procedimiento que esta deba seguir en
nombre de aquellas víctimas que no han presentado solicitudes pero que pudieran estar dentro del
alcance de una providencia de reparación colectiva.
Véase nº ICC-01/04-01/06-2858, Sala de Primera Instancia I, 5 de abril de 2012, párrs. 7-13.
[TRADUCCIÓN] En caso de que algunas de las víctimas participantes en la presente causa objeten a ser
representadas por el Representante legal común designado por el Secretario, o se muestre un conflicto de
intereses por parte del Representante legal común, el magistrado único desea nombrar a la Oficina Pública de
Defensa de las víctimas (“la OPDV”) como Representante legal de las víctimas que no estén representadas por
el Representante legal común, si es necesario.
En cuanto al papel de la OPDV, el magistrado único nota que esta oficina se estableció con el propósito
principal de prestar asistencia y apoyo a las víctimas y a sus Representantes legales en el procedimiento ante
esta Corte, de conformidad con el numeral 4 de la norma 81 del Reglamento, que incluye a) investigaciones y
asesoramiento letrado; y b) comparecencia ante una Sala en relación con ciertos asuntos específicos. Además,
un abogado de esta Oficina puede actuar como Representante legal de las víctimas, de conformidad con el
numeral 2 de la norma 80 del Reglamento.
En la presente causa, la OPDV ha sido nombrada por la Sala como Representante legal de aquellas víctimas
“cuando las víctimas no hayan nombrado un Representante legal”. Por lo tanto, el magistrado único desea
señalar que la OPDV había sido nombrada por la Sala sólo en el caso y por el tiempo en que las víctimas no
pudieron organizar su representación legal oportuna. El magistrado único encuentra conveniente que en esta
etapa del procedimiento, las víctimas que hayan sido reconocidas para participar en la presente causa sean
representadas por un abogado de su país, a menos que las víctimas objeten a tal representación legal.
En caso de que todas las víctimas participantes en la presente causa acepten ser representadas por un
Representante legal común de la RCA, la OPDV cumplirá su mandato conforme a lo dispuesto en la norma 81
del Reglamento de la Corte. En caso de que una o más víctimas objeten a ser representadas por un abogado
de la RCA, la OPDV seguirá actuando como Representante legal de esas víctimas, además de cumplir con su
mandato conforme a la norma 81 del Reglamento .
Véase n° ICC-01/05-01/08-322, Sala de Cuestiones Preliminares III (magistrado único), 16 de diciembre de
2008, párrs. 12-15.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única opina que se debería nombrar a un abogado de la Oficina Pública de
Defensa de las víctimas como Abogado principal del equipo de representación legal común de las víctimas
autorizadas a participar en la presente causa, y que dicho Abogado debería estar asistido por un miembro del
equipo con amplio conocimiento del contexto y residente en Costa de Marfil sufragado por el presupuesto de
asistencia letrada de la Corte.
La magistrada única cree que este sistema es el más apropiado y rentable en esta fase, puesto que permitiría
combinar los conocimientos del contexto local con la experiencia y la comprensión del procedimiento ante la
Corte, sin causar dilaciones indebidas en la causa actual. Este sistema puede ser revisado en etapas posteriores
a la luz de las opiniones expresadas por las víctimas.
Véase nº ICC-02/11-01/11-138, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 4 de junio de 2012,
párrs. 44-45.
[TRADUCCIÓN] En virtud del párrafo 3 del artículo 19 del Estatuto y la subregla 3 de la regla 59 de las Reglas,
las víctimas que se han comunicado con la Corte con relación a la causa, es decir, las víctimas admitidas a
participar en el procedimiento relativo a la audiencia de confirmación de los cargos y aquellas que han presentado
solicitudes que aún no han sido examinadas por la Sala, estarán autorizadas a presentar sus observaciones
por escrito sobre la impugnación relativa la jurisdicción dentro del plazo determinado por la Sala. A fin de
garantizar la sustanciación adecuada y expedita del procedimiento relativo al artículo 19 y tomando en cuenta
que la Oficina Pública de Defensa de las víctimas ya ha sido nombrada Representante legal común de las
víctimas admitidas a participar en la presente causa, la Sala opina que es en el interés de la justicia el nombrar a
la Oficina para que represente también a aquellas víctimas que han presentado solicitudes de participación en
el procedimiento de la presente causa, aún no evaluadas por la Sala.
Véase nº ICC-02/11-01/11-153, Sala de Cuestiones Preliminares I, 15 de junio de 2012, párr. 7.
[TRADUCCIÓN] Con respecto a la asistencia proporcionada por la Oficina al Representante legal común, la
Sala opina que las víctimas deberían recibir representación de la más alta calidad posible en tales circunstancias,
tanto en general como en la sala. La Sala se basa principalmente en tal consideración a la hora de nombrar
un Representante legal común para las víctimas. No desea ni pretende nombrar a un abogado para luego
evitar que este represente a las víctimas del mejor modo para sus intereses personales, lo cual incluye asistir a
las audiencias cuando las circunstancias lo requieran. Pero para representar del mejor modo los intereses de
las víctimas, será necesario en muchos casos que el Representante legal común se encuentre sobre el terreno
atendiendo de la forma más adecuada los intereses de las víctimas mientras que tiene lugar el procedimiento
en la sala. En tales situaciones será necesario que el Representante legal común sea representado por miembros
de la Oficina. La Sala observa que la Secretaría parece haber interpretado la decisión de solicitud a la Oficina
de proporcionar personal que posea la calificación de “abogado” en el sentido de la norma 67 del Reglamento.
La Sala observa que, de acuerdo con la decisión, la Oficina “actuará en nombre del Representante legal común
cuando comparezca ante la Sala”. La Sala recuerda igualmente que en la decisión se estipula que comparezca
en persona el Representante legal común si así se dispone y en los momentos fundamentales en los que se
estén abordando los intereses de las víctimas. Por consiguiente, la Sala opina que aunque el representante
o representantes de la Oficina que actúan en nombre del Representante legal común ante la Corte deberían
poseer experiencia significativa y pertinente en la sala, no es necesario que el representante o representantes
cumplan con los requisitos de “abogado” en el sentido de la norma 67 del Reglamento. En cambio, deberán
cumplir como mínimo con los requisitos de abogado auxiliar con arreglo a la norma 68 del Reglamento de la
Corte y la norma 124 del Reglamento de la Secretaría. En tales circunstancias, la regla relativa a la posesión de
experiencia pertinente de más de 10 años tras la preparación académica previa, estipulada en la norma 67, no
debería servir para evitar que un miembro de la plantilla de la Oficina comparezca en nombre del Representante
legal común, no en mayor grado que dicha regla de los 10 años pueda impedir a un abogado comparecer para
representar a la Fiscal o al abogado defensor principal en una causa.
Véase nº ICC-01/09-02/11-537, Sala de Primera Instancia V, 20 de noviembre de 2012, párr. 7. Véase
también nº ICC-01/09-01/11-479, Sala de Primera Instancia V, 23 de noviembre de 2012, párr. 8.
Una abogada de la OPDV debe ser designado como la abogada principal dentro del equipo de representación
legal común para las víctimas autorizadas a participar en el presente caso y dicha abogada debe contar con la
asistencia de un miembro del equipo con amplio conocimiento del contexto y con sede en Costa de Marfil a ser
pagado por el presupuesto de asistencia jurídica de la Corte.
En el momento de la designación de una abogada de la OPDV como representante legal común de las víctimas
admitidas para participar, la Magistrada única consideró que este era “el sistema más apropiado y rentable [...]
para combinar la comprensión del contexto local con la experiencia y la pericia en procedimientos ante la Corte,
sin causar demoras indebidas en el caso en cuestión”. La Magistrada única también consideró que tal sistema
podría ser revisado en una etapa posterior a la luz de las opiniones expresadas por las víctimas.
La Magistrada única observa que no hay indicios de que deba modificarse el esquema actual de representación
legal de las víctimas en el caso. Por lo tanto, teniendo en cuenta la próxima audiencia de confirmación de cargos
y con miras a garantizar la uniformidad y continuidad en la representación legal de las víctimas admitidas a
participar en el presente caso, la Magistrada única considera que el sistema actual de representación legal común
puede ser mantenido. Por lo tanto, todas las víctimas admitidas a participar por la presente decisión estarán
representadas en el curso de la audiencia de confirmación de cargos y en los procedimientos relacionados por
un abogado del OPDV.
Véase n° ICC-02/11-01/11-384, Sala de Cuestiones Preliminares I (Magistrada única), 6 de febrero de 2013,
párrs. 44-46.
La Magistrada Única considera que existen buenas razones, como lo subraya la OPDV, para que el equipo
que actualmente representa a las víctimas en el Caso Gbagbo también represente a las víctimas con estatus
otorgado en el caso en cuestión. En opinión de la Magistrada Única, el nombramiento de un abogado de la
OPCV asistido por un miembro del equipo con amplio conocimiento del contexto y con sede en Costa de Marfil
sigue siendo “el sistema más apropiado y económico [...] para combinar el conocimiento del contexto local con
la experiencia y la pericia de los procedimientos ante la Corte, sin causar demoras indebidas”.
Con respecto a la cuestión de la representación legal de las 294 víctimas restantes que participan en los
procedimientos y en la actualidad no están representadas, el Magistrado único considera que la mejor forma de
proceder es el nombramiento de la Oficina del Defensor Público de las Víctimas en calidad de Representante
Legal Común, en virtud del numeral 1 de la norma 80 del Reglamento de la Corte. En este sentido, el Magistrado
único no percibe, en estos momentos, ningún conflicto de intereses que pudiera hacer necesaria la separación
de estas víctimas en grupos con representación legal distinta.
El Magistrado único considera que la posibilidad de nombrar [a los dos abogados seleccionados] como
representantes legales comunes no es procedente en las circunstancias actuales, habida cuenta de que no han
sido seleccionados con arreglo a un procedimiento transparente y competitivo organizado por la Secretaría, de
los motivos identificados más abajo que favorecerían el nombramiento de asistencia letrada de la Oficina del
Defensor Público para las Víctimas, y también de que la designación de abogados externos entrañaría una carga
desproporcionada e injustificada para el presupuesto de asistencia letrada de la Corte.
Con arreglo a la norma 81 del Reglamento de la Corte, la Oficina del Defensor Público para las Víctimas es una
oficina independiente, cuyo cometido, entre otros, consiste en representar a las víctimas a lo largo del proceso,
atendiendo a las instrucciones de la Sala o con la autorización de esta, cuando ello sea necesario en interés de la
justicia. La norma 80 del Reglamento de la Corte, por la que se faculta a la Sala para nombrar a un representante
legal de las víctimas cuando dicho nombramiento sea necesario en interés de la justicia, hace referencia explícita
a la posibilidad de nombrar abogados que estén integrados en la Oficina del Defensor Público para las Víctimas.
El numeral 2 de la norma 113 del Reglamento de la Secretaría también hace referencia a “la posibilidad de
solicitar que intervenga la Oficina del Defensor Público para las Víctimas” como medida destinada a reducir el
costo de la representación legal de las víctimas para el presupuesto de la Corte.
El Magistrado único observa también que en la actualidad son abogados de la Oficina del Defensor Público para
las Víctimas quienes representan a ciertas víctimas que participan en la causa contra Joseph Kony y Vincent Otti
y en la situación en Uganda, cuyas solicitudes de participación también han sido transmitidas por la Secretaría en
la presente causa […] . Si bien estas solicitudes están pendientes en la actualidad, existe una posibilidad realista
Legal Común de las Víctimas, que consistió en incluir en su equipo a uno o más auxiliares basados en Uganda
y con un buen conocimiento del contexto social de la causa, y quienes de ser necesario serían financiados con
cargo al presupuesto de la Corte para asistencia letrada. De adoptarse esta medida, el Magistrado único no
duda que la asistencia letrada prestada por la Oficina del Defensor Público para las Víctimas podrá colmar las
expectativas de las víctimas.
El Magistrado único estima que esta forma de proceder representa una óptima combinación de los conocimientos
de la Oficina del Defensor Público para las Víctimas y su experiencia en las actuaciones ante la Corte, que
son marcadamente diferentes de las actuaciones en el plano nacional, y el conocimiento de las circunstancias
locales y la cultura de las comunidades donde residen las víctimas participantes. Todo ello daría lugar a la mejor
representación legal posible de esas víctimas participantes, hecho que redundaría en interés de la justicia.
Véase núm. ICC-02/04-01/15-350, Sala de Cuestiones Preliminares II (Magistrado único), 27 de noviembre
de 2015, párrs. 19 a 24.
[TRADUCCIÓN] La Sala recuerda que, en su decisión del 6 de septiembre de 2016, concedió al Representante
Legal la retirada de su designación respecto de ciertos solicitantes de reparaciones y ciertas víctimas admitidas
para participar en el proceso contra el Sr. Katanga (los “Solicitantes”) e indicó que se pronunciaría respecto de
la pertinencia de sus expedientes en su orden de reparación en virtud del artículo 75 del Estatuto.
La Sala recuerda que el 24 de marzo de 2017 celebrará una audiencia para dictar la referida orden en materia
de reparación. Por añadidura, la Sala recuerda que, en virtud del párrafo 4 del artículo 82 del Estatuto, el
Representante Legal podrá apelar contra esa orden.
En vista de lo que antecede, y habida cuenta de que esos Solicitantes no gozan en la actualidad de representación
legal, la Sala estima conveniente en estos momentos designar, en virtud de las normas 80 y 81 del Reglamento
de la Corte, a la Oficina del Defensor Público de las Víctimas (la “Oficina”) como Representante Legal para la
fase de apelación, si dicho nombramiento fuera necesario. […]
Véase núm. ICC-01/04-01/07-3727, Sala de Primera Instancia II, 15 de marzo de 2017, párrs. 12 a 14.
Decision on legal representation, appointment of counsel for the defence, protective measures and time-
limit for submission of observations on applications for participation a/0010/06, a/0064/06 to a/0070/06,
a/0081/06 to a/0104/06 and a/0111/06 to a/0127/06 (Sala de Cuestiones Preliminares II, magistrado único),
n° ICC-02/04-01/05-134, 1 de febrero de 2007
Decision on the Ad hoc Counsel for the Defence Request of 18 December 2006 (Sala de Cuestiones
Preliminares I), n° ICC-02/05-47, 2 de febrero de 2007
Decision on the Request for Review of the Registry’s decision of 13 February 2007 (Sala de Cuestiones
Preliminares I), n° ICC-02/05-66, 15 de marzo de 2007
Appointment of Duty Counsel (Sala de Cuestiones Preliminares I), n° ICC-01/04-01/06-870, 19 de abril
de 2007
Désignation de Maître Emmanuel Altit comme conseil de permanence conformément à la Décision de
la Chambre Préliminaire I du 19 avril 2007 (Secretario), n° ICC-01/04-01/06-881, 4 de mayo de 2007
Decision on victims’ applications for participation a/0010/06, a/0064/06 to a/0070/06, a/0081/06 to a/0104/06
and a/0111/06 to a/0127/06 (Sala de Cuestiones Preliminares II, magistrado único), n° ICC-02/04-101, 10
de agosto de 2007
Decision on the Requests of the Legal Representative of Applicants on application process for victims’
participation and legal representation (Sala de Cuestiones Preliminares I), n° ICC-01/04-374, 17 de
agosto de 2007
Decision on legal representation of Victims a/0101/06 and a/0119/06 (Sala de Cuestiones Preliminares II,
magistrado único), n° ICC-02/04-105, 28 de agosto de 2007
Decision on the Request for Review Pursuant to Regulation 135(2) of the Regulations of the Registry
Submitted by the Former Ad hoc Counsel for the Defence on 27 July 2007 (Sala de Cuestiones
Preliminares I), n° ICC-02/05-100, 18 de septiembre de 2007
Decision on the appointment of a duty counsel (Sala de Cuestiones Preliminares I), n° ICC-01/04-01/07-
52, 5 de noviembre de 2007
Decision Appointing Mr Jean Pierre Fofé as Duty Counsel for Mr Germain Katanga (Secretario), n°
ICC-01/04-01/07-75-tENG, 13 de noviembre de 2007
Decision of the Registrar on the applications for legal assistance paid by the Court filed by Mr Germain
Katanga (Secretario), n° ICC-01/04-01/07-79-tENG, 23 de noviembre de 2007
Order on the Office of Public Counsel for Victims’ request filed on 21 November 2007 (Sala de Primera
Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-1046, 27 de noviembre de 2007
Corrigendum to the “Decision on the Applications for Participation Filed in Connection With the
Investigation in the Democratic Republic of the Congo by a/0004/06 to a/0009/06, a/0016/06 to a/0063/06,
a/0071/06 to a/0080/06 and a/0105/06 to a/0110/06, a/0188/06, a/0128/06 to a/0162/06, a/0199/06, a/0203/06,
a/0209/06, a/0214/06, a/0220/06 to a/0222/06, a/0224/06, a/0227/06 to a/0230/06, a/0234/06 to a/0236/06,
a/0240/06, a/0225/06, a/0226/06, a/0231/06 to a/0233/06, a/0237/06 to a/0239/06 and a/0241/06 to a/0250/06”
(Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrada única), n° ICC-01/04-423-Corr-tENG, 31 de enero de 2008
Decision on legal representation of Victims a/0090/06, a/0098/06, a/0101/06 a/0112/06, a/0118/06, a/0119/06
and a/0122/06 (Sala de Cuestiones Preliminares II, magistrado único), n° ICC-02/04-01/05-267 y n° ICC-
02/04-117, 15 de febrero de 2008
Décision du Greffier sur la demande d’aide judiciaire aux frais de la Cour déposée par M. Mathieu
Ngudgolo Chui (Secretario), n° ICC01/04-01/07-298, 22 de febrero de 2008
Decision on the role of the Office of Public Counsel for Victims and its request for access to documents
(Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-1211, 6 de marzo de 2008
Decision appointing a common Legal Representative of victims (Sala de Primera Instancia V), n° ICC-
01/09-01/11-479, 23 de noviembre de 2012
Decision on the admissibility of the appeals against Trial Chamber I’s “Decision establishing the
principles and procedures to be applied to reparations” and directions on the further conduct of the
proceedings (Sala de Apelaciones), No. ICC-01/04-01/06-2953 A A2 A3 OA21, 14 de Diciembre de 2012
Second decision on victims’ participation at the confirmation of charges hearing and in the related
proceedings (Sala de Cuestiones Preliminares I), No. ICC-02/11-01/11-384, 6 de Febrero de 2013
Order on the filing of submissions on new applications to participate as victims in the proceedings
(Sala de Apelaciones), No. ICC-01/04-01/06-2978 A 4 A 5 A 6, 14 de Febrero de 2013
Decision on the conduct of the proceedings following the “Application on behalf of the Government
of Libya relating to Abdullah Al-Senussi pursuant to Article 19 of the ICC Statute” (Sala de Cuestiones
Preliminares I), No. ICC-01/11-01/11-325, 26 de Abril de 2013
Decision Establishing Principles on the Victims’ Application Process (Sala de Cuestiones Preliminares
II, Magistrado único), No. ICC-01/04-02/06-67, 28 de Mayo de 2013
Decision No. 2 on the Conduct of the Trial Proceedings (General Directions) (Sala de Primera Instancia
V(a)), No. ICC-01/09-01/11-900, 3 de Septiembre de 2013
Decision on victims’ participation in the pre-trial proceedings and related issues (Sala de Cuestiones
Preliminares I), No. ICC-02/11-02/11-83, 11 de Junio de 2014
Second Decision on victims’ participation in the pre-trial proceedings and related issues (Sala de
Cuestiones Preliminares I, Single Judge), No. ICC-02/11-02/11-111, 1 de Agosto de 2014
Directions on the conduct of the proceedings (Trial Chamber I), No. ICC-02/11-01/15-205, 3 September
2015
Decision on the request of the common legal representative of victims for assistance from the Victims
and Witnesses Unit (Sala de Primera Instancia II), No. ICC-01/04-01/07-3608-tENG, 9 de Octubre de 2015
Order to the Registrar in relation to the legal representation of victims participating in the proceedings
(Sala de Cuestiones Preliminares II, Single Judge), No. ICC-02/04-01/15-331, 28 de Octubre de 2015
Decision on contested victims’ applications for participation, legal representation of victims and their
procedural rights (Sala de Cuestiones Preliminares II, Single Judge), No. ICC-02/04-01/15-350, 27 de
Noviembre de 2015
Decision on the ‘Request for a determination concerning legal aid’ submitted by the legal representatives
of victims (Sala de Primera Instancia IX , Single Judge), No. ICC-02/04-01/15-445, 26 de Mayo de 2016
Public redacted version of ‘Decision on Victim Participation at Trial and on Common Legal
Representation of Victims’ (Sala de Primera Instancia VIII), No. ICC-01/12-01/15-97-Red, 8 de Junio de
2016
Decision on Requests Concerning Organisation of Victim Representation (Sala de Primera Instancia IX,
Single Judge), No. ICC-02/04-01/15-476, 17 de Junio de 2016
Public redacted version of ‘Second Decision on Victim Participation at Trial’, 12 August 2016 (Sala de
Primera Instancia VIII), No. ICC-01/12-01/15-156-Red, 12 de Agosto de 2016
Decision on Registry’s Request for Clarification on the Issue of Legal Assistance Paid by the Court for
the Legal Representatives of Victims (Sala de Primera Instancia IX, Single Judge), No. ICC-02/04-01/15-
591, 14 de Noviembre de 2016
Decision on the Application made by the Common Legal Representative of Victims on 2 March 2017
(Sala de Primera Instancia II), No. ICC-01/04-01/07-3727-tENG, 15 de Marzo de 2017
[TRADUCCIÓN] El apartado b) del numeral 1 de la norma 33 del Reglamento de la Corte claramente establece
que ni el día de la notificación del documento ni el día de la inscripción de la respuesta se tendrán en cuenta
para el cálculo del plazo disponible para presentar un documento.
Véase n° ICC-01/04-135, Sala de Cuestiones Preliminares I, 31 de marzo de 2006, párr. 9.
En el marco del Estatuto y el Reglamento, la noción de procedimiento ex parte puede implicar los dos siguientes
significados alternativos, tal como se expresa en el artículo 24 (4) del Reglamento de la Secretaría:
i. Procedimientos en los que la Fiscalía, la Defensa o cualquier otro participante (o una combinación de
los mismos), aunque consciente de que existen tales procedimientos, no tiene oportunidad de expresar
sus argumentos; o
ii. Procedimientos en los que la Fiscalía, la Defensa o cualquier otro participante (o una combinación de
los mismos) no son notificados y, por tanto, desconocen su existencia.
Véase No. ICC-01/04-01 / 06-108-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I (Juez Único), 19 de mayo de 2006,
párr. 14. Ver también No. ICC-01/04-01/06-119, Sala de Cuestiones Preliminares I (Magistrado Único), 22
de mayo de 2006, págs. 4-5; y No. ICC-01/04-01/06-1058, Sala de Primera Instancia I, 6 de diciembre de
2007, parr. 8.
En la medida en que los procedimientos ex parte en ausencia de la defensa constituyan una restricción a
los derechos de la defensa, los procedimientos ex parte de conformidad con la regla 81 (4) de las Reglas de
Procedimiento y Prueba solo se permitirán con sujeción a la Fiscalía demostrando en su demanda que:
i. sirve a un objetivo suficientemente importante;
ii. es necesario en el sentido de que ninguna medida menor podría ser suficiente para lograr un resultado
similar; y
iii. El perjuicio al interés de la Defensa por desempeñar un papel más activo en el proceso debe ser
proporcional al beneficio derivado de tal medida.
[…]
La Defensa debe: i. ser informado de la existencia y base legal de cualquier regla 81 (2) o (4) de las Reglas [de
Procedimiento y Prueba] ; ii. tener la oportunidad de presentar propuestas sobre (i) el alcance general de las
disposiciones que constituyen la base jurídica de la solicitud ex parte de la Fiscalía; y (ii) cualquier otro asunto
general que a juicio de la Defensa pudiera tener un impacto en la disposición de
la solicitud de la Fiscalía; iii. recibir, como mínimo, una versión redactada de cualquier decisión tomada por la
Sala en cualquier procedimiento ex parte conforme a la regla 81 (2) o (4) del Reglamento celebrado en ausencia
de la Defensa.
Ver No. ICC-01 / 04-01 / 06-108-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I (Magistrado Único), 19 de mayo
de 2006, párrs. 13 y 17
[TRADUCCIÓN] El derecho consagrado en el apartado a) del párrafo 1 del artículo 67 del Estatuto otorga al
acusado el derecho a ser informado sin demora y en forma detallada de la naturaleza, la causa y el contenido
de los cargos que se le imputan, en vez de otorgarle un derecho general de recibir todos los documentos de
la Fiscalía en un idioma que comprenda y hable perfectamente; la Sala es de la opinión que la descripción
detallada de los cargos junto con una lista de pruebas (“el documento en que se formulan los cargos y la lista
de pruebas”) prevista en la subregla 3 de la regla 121 de las Reglas informará adecuadamente al acusado de la
naturaleza, la causa y el contenido de los cargos contra él, y que los derechos del acusado en virtud del apartado
a) del párrafo 1 del artículo 67 del Estatuto serán debidamente garantizados con la presentación por parte de la
Fiscalía del expediente de la causa en una versión en francés del documento en que se formulan los cargos y la
lista de pruebas y, en su caso, del documento en que se formulan los cargos modificados y la lista de pruebas en
los plazos previstos en las subreglas 3, 4 y 5 de la regla 121 de las Reglas. [...] Con la utilización de las palabras
“para satisfacer los requisitos de equidad”, el apartado f) del párrafo 1 del artículo 67 del Estatuto no otorga al
acusado el derecho a tener todos los documentos procesales y todos los medios de prueba divulgados por la
El enfoque de la Sala de Cuestiones Preliminares de que el otro participante debe ser informado del hecho
de que una solicitud ya que se ha presentado un procedimiento ex parte y la base jurídica de la solicitud es,
en principio, inobjetable. No obstante, puede haber casos en los que este enfoque sea inapropiado. ¿Debería
afirmarse que tal surge un caso, dicha aplicación debería determinarse sobre la base de sus propios hechos
específicos y de normas de derechos humanos internacionalmente reconocidas, como lo requiere el artículo 21
(3) del Estatuto.
[TRADUCCIÓN] La revisión de las decisiones por parte de la Corte sólo está permitida en determinadas
circunstancias expresamente previstas en el Estatuto y las Reglas, o por vía de apelación interlocutoria
interpuesta contra de las decisiones distintas a las decisiones finales, en virtud del apartado d) del párrafo 1 de
artículo 82 del Estatuto.
Véase n° ICC-02/04-01/05-209, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 20 de febrero de
2007, pág. 4.
El documento presentado no tiene las marcas distintivas de un abogado. No está firmado por un abogado y,
como se informó a la Sala de Apelaciones en el cuerpo del documento, no emana de él ni tiene su aprobación.
Por tal razón, el documento debe ser rechazado.
Véase n° ICC-01/04-01/06-834-tSPA OA8, Sala de Apelaciones, 21 de febrero de 2007, párrs. 6.
En este contexto [en el sentido del numeral 2 de la norma 35 del Reglamento de la Corte] , “causa justificada”
entraña la existencia de razones válidas para el incumplimiento de las obligaciones procesales de una parte en
el litigio. Una causa está justificada si se funda en razones vinculadas con la posibilidad de una persona para
ajustarse a la regla o la norma procesal aplicable o las instrucciones de la Corte. La imposibilidad de ajustarse
a ellas debe fundarse en razones sólidas, de índole tal que objetivamente brinden una justificación para la
imposibilidad de una parte de cumplir con sus obligaciones. En tales circumstancias, la imposibilidad de un
abogado para cumplir sus funciones a causa de la enfermedad, médicamente certificada, constituye una causa
justificada para la prórroga del plazo en virtud del párrafo 2 de la norma 35 (primera oración) del Reglamento
de la Corte. Si a una parte, en las circunstancias excepcionales previstas por el párrafo 2 de la norma 35 se le
permite presentar un documento fuera de plazo, implícitamente hay un derecho análogo a complementar la
exposición de una parte que haya sido incompleta por razones ajenas a su voluntad.
Véase n° ICC-01/04-01/06-834-tSPA OA8, Sala de Apelaciones, 21 de febrero de 2007, párrs. 7 y 9.
[TRADUCCIÓN] Un procedimiento para una moción de aclaración no está previsto en el Estatuto de la Corte,
las Reglas de Procedimiento y Prueba o en los Reglamentos.
Véase n° ICC-02/04-01/05-18-US-Exp, Sala de Cuestiones Preliminares II, 18 de julio de 2005 (reclasificado
como público el 13 de octubre de 2005 de conformidad con la decisión n° ICC-02/04-01/05-52), pág. 2;
n° ICC-02/04-01/05-60, Sala de Cuestiones Preliminares II, 28 de octubre de 2005, párrs. 16 y 18. Véase
también n° ICC-01/04-403, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 3 de octubre de 2007,
pág. 3.
[TRADUCCIÓN] Para decidir si concede autorización a un solicitante para presentar observaciones en calidad
de amicus curiae, de acuerdo con la regla 103 de las Reglas, la Sala deberá evaluar si esto es “conveniente
para una determinación adecuada de la causa” y si las observaciones se refieren a un tema que la Sala estima
conveniente. Esta determinación se hará necesariamente por la Sala caso por caso. La Sala considera que la
razón para la admisión de amicus curiae en el procedimiento es tener la oportunidad de obtener información
de peritos en temas relevantes de interés jurídico para el procedimiento, con el fin de proporcionar a la Sala una
contribución para la determinación correcta de la causa.
Véase n° ICC-01/04-373, Sala de Cuestiones Preliminares I, 17 de agosto de 2007, párrs. 3-4.
Será necesario que existan circunstancias excepcionales para justificar que cualquier parte o participante
proporcione información ante el tribunal ex parte cuando no se solicita reparación o se presenta una solicitud
posterior sobre la base de la material, y cuando la Sala no haya invitado a ese curso de acción. No menos
importante, podría causar incertidumbre en una etapa posterior en el proceso: si simplemente se solicita al
tribunal que “reciba” información privada, inactividad judicial posteriormente, podría interpretarse como la
aprobación por parte de la cámara de cualquier acción provista por el partido o participante, o de cualquier
evento pasado que se revele.
Véase No. ICC-01 / 04-01 / 06-963-Anx1, Sala de Primera Instancia I, 26 de septiembre de 2007, párr. 32.
Véase No. ICC-01 / 04-01 / 06-1058, Sala de Primera Instancia I, 6 de diciembre de 2007, párr. 12.
[TRADUCCIÓN] De conformidad con la primera oración del numeral 2 de la norma 35 del Reglamento de la
Corte, la Sala podrá ampliar el plazo si se han demostrado buenas razones para ello. La Sala observa que si no
se extendiera el plazo para el documento justificativo de la apelación, la Fiscalía tendría que presentarlo durante
la última semana del año. En este sentido, la Sala señala que “[e] sta semana es inusual, ya que, más allá del
hecho de que cae durante el receso de tres semanas de la Corte, contiene dos días festivos y días especiales de
licencia”. Sobre esta base, la Sala considera conveniente ampliar el plazo para la presentación del documento.
La Sala también señala que el receso de tres semanas de la Corte generalmente no constituye una suspensión
de la actividad judicial.
Véase n° ICC-01/04-01/07-115 OA, Sala de Apelaciones, 18 de diciembre de 2007, párrs. 5-9.
[TRADUCCIÓN] En principio, el marco legal establecido por el Estatuto y las Reglas no prevé una moción de
reconsideración como un recurso procesal contra de cualquier decisión adoptada por la Sala de Cuestiones
Preliminares o por el magistrado único.
Véase n° ICC-01/04-456, Sala de Cuestiones Preliminares I, 18 de febrero de 2008, pág. 4. Véase también
n° ICC-01/04-01/06-123, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 23 de mayo de 2006, pág. 3
y n° ICC-01/04-01/06-166, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 23 de junio de 2006, párr.
10.
[TRADUCCIÓN] El párrafo 5 del artículo 64 del Estatuto establece que “[a] l notificar a las partes, la Sala de
Primera Instancia podrá, según proceda, indicar que se deberán acumular o separar los cargos cuando haya
más de un acusado”, y la regla 136 de las Reglas dispone que los autos de “quienes hayan sido acusados
conjuntamente serán acumulados, a menos que la Sala de Primera Instancia, de oficio o a petición del Fiscal
o la defensa, disponga su separación para evitar graves perjuicios al acusado, para proteger los intereses de la
justicia o porque uno de los acusados ha admitido su culpabilidad y puede ser procesado de conformidad con
el párrafo 2 del artículo 65”. A criterio de la Sala, el sentido ordinario del párrafo 2 del artículo 65 del Estatuto y
de la regla 136 de las Reglas prevé que deberá haber juicios conjuntos para las personas que han sido acusadas
de manera conjunta, y establece una presunción de procedimiento común para las personas procesadas de
forma conjunta. Considerando que las actuaciones conjuntas durante la etapa de Cuestiones Preliminares están
en consonancia con el objeto y fin del Estatuto y las Reglas en la medida en que: i) la acumulación mejora la
justicia, así como el principio de economía procesal de las actuaciones porque, además de dar a los detenidos
los mismos derechos que si fueran procesados por separado, la acumulación: a. evita que los testigos den
testimonio más de una vez y reduce los gastos relacionados con dichos testimonios; b. evita la duplicación de las
pruebas; y c. evita la inconsistencia en la presentación de las pruebas y, por tanto, brinda un trato igual a los dos
detenidos; ii) la acumulación minimiza el impacto potencial sobre los testigos, y facilita aún más la protección
del bienestar físico y mental de los testigos; y iii) la presentación simultánea de pruebas relativas a diferentes
personas detenidas no constituye de por sí un conflicto de intereses.
Véase n° ICC-01/04-01/07-257, Sala de Cuestiones Preliminares I, 10 de marzo de 2008, págs. 7-8.
[TRADUCCIÓN] Una solicitud del acusado para la interpretación en un idioma distinto del idioma de la Corte
debe concederse siempre y cuando no esté abusando de sus derechos consagrado en el artículo 67 del Estatuto.
Si la Sala considera que el acusado comprende y habla perfectamente el idioma de la Corte, debe evaluar en
los hechos, caso por caso, si esto es así. Un acusado comprende y habla un idioma cuando su conversación
ordinaria, no técnica, en tal idioma es completamente fluida; no es necesario que él tenga una comprensión
como si se hubiere formado como abogado o funcionario judicial. Si hay alguna duda en cuanto a si la persona
comprende y habla el idioma de la Corte, el idioma que es solicitado por la persona deberá tener cabida.
Véase n° ICC-01/04-01/07-522 OA3, Sala de Apelaciones, 27 de mayo de 2008, párrs. 1-3.
[TRADUCCIÓN] Si se habla de los apartados a) o f) del párrafo 1 del artículo 67 del Estatuto parece que el
punto de partida, en cuanto a los idiomas, será un idioma de trabajo de la Corte. Esto es que las actuaciones,
en principio, se ofrecerán en inglés o francés. El acusado podrá señalar, sin embargo, que desea utilizar otro
idioma - presumiblemente sobre la base de que no comprende ni habla perfectamente un idioma de trabajo
de la Corte. El tema de la comprensión es exclusivamente del acusado. Por lo tanto, la Sala debe dar crédito a
[TRADUCCIÓN] La magistrada única recuerda el apartado b) del párrafo 1 del artículo 12 del Código de
conducta profesional de los abogados, según el cual un abogado no podrá representar a un cliente en una causa,
“cuando haya intervenido o tenido conocimiento de alguna información confidencial en calidad de funcionario
de la Corte en relación con la causa en la que el abogado pretende actuar”.
Las disposiciones legales de la Corte, incluido el Código de conducta, no definen el alcance de la expresión
“conocimiento a alguna información confidencial”. Sin embargo, en el tratamiento de las solicitudes de
naturaleza similar, las Salas de Primera Instancia III y IV adoptaron el estándar de “la información confidencial
de minimis”, que requiere una prueba de que la persona en cuestión “conoció más que” la “mínima”
información confidencial relevante para la causa en cuestión. La información se considera de minimis si es
“tan insignificante que un tribunal puede pasarla por alto en la decisión de una cuestión”. Así, para probar a
contrario que la persona en cuestión “tuvo conocimiento de más que la información confidencial de minimis”,
los hechos presentados deben revelar que al menos que él/ella tuvo conocimiento de información confidencial
de cierta importancia para la causa sub judice, lo que lleve a la Sala a invalidar la participación continuada de la
persona con la parte contraria (la Defensa).
La magistrada única considera que los documentos jurídicos de la Corte no prohíben que un funcionario de
la Fiscalía se una a la Defensa. Tampoco establece un límite de tiempo para este tipo de participación. Por
consiguiente, en la ausencia de una norma prohibitiva en este sentido, la persona es libre de hacerlo con
sujeción a las limitaciones dictadas por las disposiciones estatutarias existentes, incluyendo las contempladas en
el Código de conducta. Además, aun suponiendo que haya una laguna en el Estatuto y las Reglas, un principio
general del derecho no se puede extraer sobre la base del examen de sólo cinco jurisdicciones nacionales, cuya
práctica es incluso inconsistente.
Véase n° ICC-01/09-02/11-185, 20 de julio de 2011, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrada única),
párrs. 15, 17, 27.
debe actuar en una causa cuando ha tenido conocimiento de alguna información confidencial en calidad de
funcionario la Fiscalía (sujeto a cualquier solicitud de levantar el impedimento que normalmente se origina
sobre los intereses de la justicia, que se abordarán más adelante).
El umbral establecido por el apartado b) del párrafo 1 del artículo 12 del Código de conducta para prevenir
que un abogado represente a un cliente es por tanto no uno alto. Contrasta, por ejemplo, con el estándar
más alto impuesto por el párrafo c) del artículo 14 del Código de conducta profesional del TPIY, que impide
que el abogado represente a un cliente “en relación con una asunto en el que el abogado participó personal y
sustancialmente como funcionario o miembro del personal del Tribunal” a menos que el Secretario de dicho
tribunal determine que no hay posibilidad real de un conflicto de intereses. No se requiere una participación tan
personal y substancial en la causa para que un abogado no pueda representar a un cliente en esta Corte, como
resultado de haber tenido conocimiento de alguna información confidencial en relación con esta causa - y los
abogados deberán por lo tanto, tener en cuenta la situación con especial cuidado antes de aceptar una causa.
Este es particularmente el caso dado que las consecuencias potenciales de no aplicar las disposiciones pertinentes
correctamente son: i) de ser descalificado de la causa; ii) un procedimiento disciplinario de conformidad con
el Código de conducta, con posible sanción final una prohibición permanente de la práctica profesional ante
la Corte y la eliminación de la lista de abogados (apartado e) del párrafo 1) del artículo 42 del Código de
conducta); y iii) una mancha duradera en la reputación profesional (la honestidad y/o juicio) del abogado. Dada
la naturaleza de la obligación y las consecuencias potenciales, la Sala de Apelaciones espera que un abogado
erre por el lado de la precaución, o bien no acepte representar a un cliente en absoluto, o, que inmediatamente
lleve el asunto ante la Sala correspondiente de conformidad con el apartado b) del párrafo 1 del artículo 12
del Código de conducta antes de aceptar representar a un cliente en caso de duda sobre la aplicación de las
disposiciones para él o ella.
La Sala de Apelaciones considera además que si el Fiscal quiere impugnar la asignación de una determinada
persona como abogado, no es razonable que tenga que demostrar el conocimiento de alguna información
confidencial en relación con la causa. Contrariamente a las alegaciones de la Fiscalía, esto no tiene por qué ser
la información que el abogado recuerda ahora - todo lo que se requiere es demostrar que el abogado una vez
tuvo conocimiento de alguna información en particular.
La Sala de Apelaciones tampoco acepta que la norma impuesta por el apartado b) del párrafo 1 del artículo 12 del
Código de conducta impone a la Fiscalía una carga probatoria imposible. Hay diversos métodos por los cuales
el Fiscal podría probar el conocimiento por uno de los miembros de su personal en estas circunstancias, ya sea
mediante el uso de métodos intentados en la presente causa (pruebas brindadas por otros funcionarios, registros
electrónicos de los materiales consultados, actas de reuniones o listas de distribución de correos electrónicos) o,
de hecho, por cualquier otro medio adecuado por el cual el Fiscal pueda fundamentar sus alegaciones. No hay
nada en el texto del artículo 12 del Código de conducta, ni de hecho en cualquier otra disposición de los textos
que rigen la Corte, que indique que debe haber una prohibición general - aunque estén limitados por referencia
a las causas que estaban abiertas en el momento de su empleo o de otra manera - de que ex funcionarios de la
Fiscalía representen la Defensa. Por el contrario, según lo establecido anteriormente, el artículo 12 del Código
de conducta prevé específicamente que los ex funcionarios de la Corte puedan presentarse como abogados y
regula las consideraciones que se deben aplicar cuando lo hacen. En otras palabras, la asociación previa con la
Fiscalía no descalifica, per se, a un ex funcionario de la Fiscalía a trabajar para la Defensa. El hecho de que una
causa ya estaba abierta en el momento en que el abogado ha dejado de trabajar para la Fiscalía no descalifica,
sin más, a un abogado a actuar para la Defensa de esa causa. Un conflicto de intereses debe ser establecido.
[...]
La Sala de Apelaciones concluye que para que un impedimento a la representación sea planteado sobre la base
de hecho de que el abogado tenía “conocimiento de alguna información confidencial” en calidad de funcionario
de la Corte en el sentido del apartado b) del párrafo 1 del artículo 12 del Código de conducta, el abogado
tiene que haber tenido conocimiento de alguna información confidencial en relación con la causa en el que el
abogado pretende actuar.
[...]
[TRADUCCIÓN] La Sala concluye que el derecho internacional consuetudinario establece una excepción a la
inmunidad del Jefe de Estado cuando tribunales internacionales buscan la detención de un Jefe de Estado por
haber cometido crímenes internacionales. No hay conflicto entre las obligaciones de Malawi para con la Corte
y sus obligaciones en virtud del derecho internacional consuetudinario; por lo tanto, el párrafo 1 del artículo 98
del Estatuto no se aplica.
Por otra parte, la Sala es de la opinión de que la falta de inmunidad con respecto a los enjuiciamientos por los
tribunales internacionales se aplica a cualquier acto de cooperación de los Estados, que forma parte integrante
de dichos enjuiciamientos. En efecto, el régimen de cooperación entre la Corte y los Estados Partes, según
lo establecido en la Parte IX del Estatuto, no puede de ninguna manera ser equiparado con el régimen de
cooperación inter-estatal que existe entre Estados soberanos. Esto se evidencia en el propio Estatuto, el que
refiere en su artículo 91 al “carácter específico de la Corte”, y en su artículo 102, establece una clara distinción
entre la “entrega”, es decir, la entrega de una persona por un Estado a la Corte, y la “extradición”, es decir,
la entrega de una persona por un Estado a otro Estado de conformidad con lo dispuesto en un tratado o
convención, o en el derecho interno.
Es la opinión de la Sala que al cooperar con esta Corte y por lo tanto actuando en su nombre, los Estados Partes
son instrumentos para la aplicación del ius puniendi de la comunidad internacional, cuyo ejercicio ha sido
encomendado a esta Corte, cuando los Estados no han logrado procesar a los responsables de los crímenes de
su competencia.
Véase n° ICC-02/05-01/09-139-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I, 13 de diciembre de 2011, párrs.
43-46.
[TRADUCCIÓN] El párrafo 2 del artículo 50 del Estatuto establece que los idiomas de trabajo de esta Corte
serán el inglés y el francés, y para estos efectos tienen el mismo valor. Aunque el artículo 74 del Estatuto
establece varios requisitos en lo que respecta al fallo, el Estatuto de Roma no contiene ninguna disposición en
el sentido de que es necesario que las versiones inglesa y francesa sean publicadas en conjunto. En su lugar,
el apartado f) del párrafo 1 del artículo 67 brinda el derecho al acusado a tales traducciones si son necesarias
para satisfacer los requisitos de equidad, si en los documentos se emplea un idioma que no comprende y habla
perfectamente. El apartado b) de la subregla 2 de la regla 144 de las Reglas indica que la decisión sobre la
responsabilidad penal dictada por la Sala con arreglo al artículo 74 se hará llegar lo antes posible al “acusado, en
un idioma que entienda o hable perfectamente, cuando sea necesario, para satisfacer los requisitos de equidad
previstos en el párrafo 1 f) de artículo 67”.
De ello se deduce que el requisito esencial es que la Sala asegure que el acusado está provisto de una traducción
de la decisión dictada con arreglo al artículo 74 en las circunstancias que protegen la equidad de las actuaciones.
En general, es aceptado que la Sala tendría que pasar a la siguiente fase cualquiera que sea el resultado, evitando
el retraso que podría ser causado por la espera de la traducción francesa completa.
o tiene de manera limitada, capacidad para leer inglés. Si es declarado culpable, tendrá que prepararse para la
etapa de apelaciones, y si se le juzga “notificado” de la decisión dictada con arreglo al artículo 74, cuando la
versión en inglés esté disponible, se verá obligado a presentar su apelación dentro de 30 días. En este juicio,
sea cual sea la conclusión general, el fallo será de cientos de páginas, e implicará un examen detallado de un
gran número de las complejas cuestiones jurídicas y fácticas. La Sala es de la opinión de que sería injusto para
el acusado, y constituiría una violación del apartado f) del párrafo 1 del artículo 67 del Estatuto (el derecho a las
traducciones a fin de asegurar la justicia), así como una contravención al objetivo del apartado b) de la subregla
2 de la regla 144 de las Reglas, requerirle al acusado prepararse para esta fase particular del procedimiento,
cuando no es en realidad capaz de leer el fallo en inglés.
En consecuencia, en virtud del apartado b) de la subregla 2 de la regla 144 de las Reglas, la Sala determina que
el acusado ha sido “notificado” de la decisión dictada con arreglo al artículo 74 en el caso de una condena (en
particular en el contexto de la apelación), cuando la traducción al francés es efectivamente enviada a la Corte
por la Secretaría. La Sala señala que esto es coherente con el enfoque de la Sala de Cuestiones Preliminares
II, la cual determinó que el plazo de cinco días para presentar una solicitud de autorización para apelar no se
inició hasta la fecha de notificación de la traducción al francés de la decisión pertinente. La Sala de Cuestiones
Preliminares I tomó una decisión similar en cuanto a la notificación de la traducción al árabe de una decisión
originalmente dictada en inglés. Esta Sala también ha declarado anteriormente que “[n] o existe disposición
alguna que dé derecho a una parte o a un participante a estipular que los plazos sólo se aplicarán cuando la
decisión en el idioma de trabajo de la Corte de su elección le sea facilitada. En su lugar, la disposición guía es
el apartado f) del artículo 67 y el suministro de traducciones debe ser coherente con los requisitos de equidad”.
En caso de condena, la Sala considera que es justo que la Fiscalía también sea “notificada” de la decisión
dictada con arreglo al artículo 74 en el mismo momento que la Defensa. Esto es potencialmente relevante para
la sincronización de la transmisión del expediente del proceso a la Sala de Apelaciones, de conformidad con la
regla 151 de las Reglas.
Véase n° ICC-01/04-01/06-2834, Sala de Primera Instancia I, 15 de diciembre de 2011, párrs. 18-25.
Si las declaraciones escritas de las Víctimas relevantes contienen información de identificación que no debe ser
revelada a las partes antes de que la Sala se pronuncie sobre el fondo de sus solicitudes, los Representantes
Legales deberán presentar las declaraciones escritas de las víctimas ex parte, con propuestas de expurgación
de la información de identificación. Sujeto a los cambios que ordene la Sala, las versiones expurgadas serán
notificadas a las partes.
Una vez que se hayan presentado las Solicitudes complementarias y las declaraciones escritas y la Sala haya
decidido sobre las propuestas de expurgación, la Sala instruirá a la Sección de Participación y Reparación de
Víctimas para Proporcionar a las partes versiones no expurgadas o menos expurgadas de los formularios de
solicitud de las víctimas para las víctimas relevantes. Además, la Sala proporcionará a las partes las partes
pertinentes de los anexos ex parte las decisiones de participación de las víctimas de la Sala en las que se concedió
la condición de participantes a las Víctimas Relevantes en este caso.
Véase No. ICC-01 / 05-01 / 08-2027, Sala de Primera Instancia III, 21 de diciembre de 2011, párrs. 20-21.
[TRADUCCIÓN] El Representante legal común del grupo principal de víctimas solicitó que, a fin de divulgar las
actuaciones procesales y completar el expediente de la causa, especialmente en caso de posibles apelaciones, la
Sala dispusiera a la Secretaría la inclusión en el expediente de la causa de ciertos correos electrónicos (listados
en el anexo) intercambiados entre la Sala, las partes y los participantes, que contienen varias exposiciones
y decisiones. La Sala recuerda que el intercambio de correos electrónicos entre la Sala, las partes y los
participantes ha sido motivado generalmente por dos decisiones: i) la urgencia y prontitud; y ii) la naturaleza
puramente procesal de algunas cuestiones administrativas judiciales. La Sala comparte el interés expresado
por el Representante legal común respecto de la divulgación de las actuaciones procesales y la preparación
del expediente de la causa, especialmente en caso de posibles apelaciones. Con arreglo a la práctica actual,
los correos electrónicos intercambiados entre la Sala, las partes y los participantes sobre asuntos puramente
administrativos han sido mencionados en la sección de antecedentes del procedimiento de decisiones escritas u
orales y, otras veces, el contenido de ciertas comunicaciones electrónicas sobre cuestiones jurídicas sustantivas
ha sido reproducido o adjuntado en las decisiones escritas. En cualquier caso, la Sala considera que la petición
[TRADUCCIÓN] La Sala observa primero que ninguna disposición del Estatuto prevé la presentación de un
apéndice a la respuesta. En realidad, no se ha proporcionado a la Sala ninguna base jurídica justificativa de la
solicitud de los Representantes legales. La Sala pone de relieve que, conforme al apartado d) del numeral 1 de
la norma 23 del Reglamento de la Corte, cualquier documento remitido a la Sala deberá contener “[t] odos los
elementos de hecho y de derecho, incluyendo en detalle los artículos, reglas, normas y demás disposiciones
legales en los que se funda el documento”.
[TRADUCCIÓN] La Sala observa que, con arreglo al artículo 79 junto con la subregla 5 de la regla 98 de las
Reglas, el Fondo Fiduciario en beneficio de las víctimas posee un mandato adicional al estipulado en el párrafo
2 del artículo 79 del Estatuto y las subreglas 1 a 4 de la regla 98 de las Reglas. En concreto el mandato de utilizar
otros recursos para el beneficio de las víctimas. Este mandato particular se encuentra además regulado en el
Reglamento del Fondo Fiduciario en beneficio de las víctimas. Concretamente, con arreglo a la norma 50 del
Reglamento del Fondo Fiduciario en beneficio de las víctimas, se considerará que el Fondo Fiduciario debe
intervenir cuando:
a) i) el Consejo de Dirección lo considere necesario para la rehabilitación física o psicológica o el apoyo
material de las víctimas y sus familiares; y ii) el Consejo haya notificado oficialmente a la Corte su conclusión
de emprender las actividades especificadas en el inciso i) y la Sala pertinente de la Corte haya respondido y no
haya informado por escrito al Consejo, en el plazo de 45 días desde el recibo de esa notificación, de que una
actividad o proyecto específicos emprendido conforme al párrafo 5 de la regla 98 de las Reglas de Procedimiento
y Prueba, predeterminaría toda materia que deba ser determinada por la Corte, incluida la determinación de la
competencia según el artículo 19, la admisibilidad según los artículos 17 y 18 o viola la presunción de inocencia
contemplada en el artículo 66 o perjudica o es incompatible con los derechos del acusado y con un juicio justo
e imparcial.
ii) no haya respuesta de la Sala o ésta necesite más tiempo, en cuyo caso podrán celebrarse consultas con el
Consejo para acordar una ampliación. De no alcanzarse un acuerdo, la ampliación será de 30 días a partir
de la fecha de expiración del plazo especificado en el inciso ii) del apartado a). Tras la expiración del plazo
correspondiente, y a menos que la Sala haya indicado lo contrario sobre la base de los criterios que figuran en
el inciso ii) del apartado a), el Consejo podrá proceder con las actividades especificadas.
En la decisión de 16 de noviembre de 2009, la principal preocupación de la Sala con relación a las actividades
propuestas [en la República Centroafricana] fue la falta de especificidad en la notificación. Como aclaró la Sala,
en virtud de la norma 50 del Reglamento del Fondo, “[s] olo la notificación de actividades y proyectos específicos
[le] permitirían […] responder y concluir que una actividad o proyecto en particular no predeterminaría ninguna
cuestión que hubiera de ser determinada por la Corte”.
Habiendo examinado la notificación de 2012 y los anexos adjuntos a la misma, en particular el anexo III, la Sala
considera que la información incluida en ella con respecto a los seis proyectos identificados posee la suficiente
especificidad en lo referente, entre otras cosas, a la naturaleza de la actividad específica y el objetivo propuesto.
Por lo que hace a la cuestión de si alguno de estos proyectos o actividades “predeterminaría toda materia
que deba ser determinada por la Corte, incluida la determinación de la competencia según el artículo 19, la
admisibilidad según los artículos 17 y 18 o viola la presunción de inocencia contemplada en el artículo 66 o
perjudica o es incompatible con los derechos del acusado y con un juicio justo e imparcial”, la Sala observa
que los seis proyectos propuestos están destinados a asistir a víctimas de crímenes sexuales o de género dentro
de la jurisdicción de la Corte, en diferentes lugares de la República Centroafricana. Además, estos proyectos
o ejercicios propuestos están definidos de modo no discriminatorio, sin referencia a ningún sospechoso o
acusado identificado, ni víctima o víctimas en particular. Como tal, los proyectos o ejercicios propuestos no
parecen predeterminar ninguna materia que deba ser determinada por la Corte, incluidas la jurisdicción y la
admisibilidad. Dichos proyectos o ejercicios tampoco parecen violar la presunción de inocencia ni redundar
en detrimento de los derechos del acusado o de un juicio justo e imparcial ni ser incompatibles con éstos. Por
lo tanto, la Sala sostiene que la aplicación de cualquiera de estos ejercicios no parece vulnerar los criterios
estipulados en el apartado ii) de la subnorma a) de la norma 50 del Reglamento del Fondo Fiduciario en
beneficio de las víctimas. Se deduce igualmente que la Sala no considera necesario recibir observaciones de la
Oficina del Defensor Público para la Defensa ni solicitar más información a la junta directiva sobre los proyecto
o ejercicios propuestos.
Véase nº ICC-01/05-41, Sala de Cuestiones Preliminares II, 23 de octubre de 2012, párrs. 6–10.
[TRADUCCIÓN] Con motivo de la presente decisión, la Sala ha considerado los artículos 21, 61 y 67 del
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Cuestiones de procedimiento
Estatuto, las reglas 113, 121 y 135 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, y la norma 103 del Reglamento de
la Corte.
Ni el Estatuto ni las Reglas contienen disposición alguna que aborde específicamente la idoneidad para hacer
frente a un juicio. Sin embargo, el concepto de idoneidad para hacer frente a un juicio debe considerarse como
un aspecto de la noción más amplia de juicio justo. Se asienta en la idea de que si, por razones de enfermedad,
un acusado es incapaz de ejercer significativamente sus derechos procesales, el juicio no puede ser justo y el
procedimiento penal debe aplazarse hasta que el obstáculo cese de existir. En este sentido, la idoneidad para
hacer frente a un juicio puede definirse como la ausencia de enfermedad que impida al acusado poder ejercer
significativamente sus derechos durante el juicio.
Con respecto al procedimiento ante la Corte, en el párrafo 1 del artículo 67 se enumeran los derechos a un juicio
justo que, en virtud de la subregla 1 de la regla 121 de las Reglas, son aplicables desde la primera comparecencia
del sospechoso ante la Sala de Cuestiones Preliminares.
De acuerdo con el párrafo 3 del artículo 21 del Estatuto, la aplicación e interpretación del derecho aplicable
debe ser coherente con los derechos humanos reconocidos internacionalmente. La Sala de Apelaciones ha
dictaminado al respecto que los derechos humanos son la base de todos los aspectos del Estatuto y que las
disposiciones del Estatuto “deben interpretarse, y lo que es más importante, aplicarse de acuerdo con los
derechos humanos reconocidos internacionalmente; antes que nada, en el contexto del Estatuto, el derecho a un
juicio justo es un concepto ampliamente reconocido y aplicado, que abarca el proceso judicial en su conjunto”.
La Sala hace observar al respecto las conclusiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (el “TEDH”) de
que el derecho a un proceso equitativo estipulado en el artículo 6 del Convenio Europeo de Derechos Humanos
(el “CEDH”) garantiza “el derecho de un acusado a participar de forma efectiva en un proceso penal”. El TEDH
consideró que, en general, el derecho de participación efectiva incluye, entre otras cosas, no sólo el derecho
a estar presente, sino también a oír y seguir el procedimiento, estando tales derechos implícitos en la propia
noción de un procedimiento contradictorio y también pudiendo derivar de los derechos estipulados en los
apartados c), d) y e) del párrafo 3 del artículo 6 del CEDH. La Sala también observa la conclusión del Tribunal
Internacional para la ex Yugoslavia en la causa de Strugar, donde se afirmó que el acusado debía tener la
capacidad “para participar en el procedimiento (en algunos casos con asistencia) y ejercer suficientemente los
derechos identificados, es decir, defenderse por sí mismo”. Esta conclusión fue confirmada en el procedimiento
de apelación y la Sala de Apelaciones del Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia sostuvo concretamente
que “el criterio aplicable es el de la participación significativa que permita al acusado ejercer su derecho a un
juicio justo de tal manera que pueda participar efectivamente en su enjuiciamiento y comprenda las bases
esenciales del procedimiento”. El mismo enfoque ha sido adoptado por el Tribunal Penal Internacional para
Ruanda y las Salas Extraordinarias de los Tribunales de Camboya.
La Sala considera que de entre los derechos a un juicio justo estipulados en el párrafo 1 del artículo 67 del
Estatuto, se puede discernir un número de aptitudes pertinentes necesarias para el ejercicio significativo de
tales derechos. Como se indicó en la “Providencia para la realización de un examen médico”, estas son las
aptitudes: i) para comprender en detalle la naturaleza, causa y contenido de los cargos; ii) para comprender la
sustanciación del procedimiento; iii) para dar instrucciones al abogado; iv) para comprender las consecuencias
del procedimiento; y v) para realizar una declaración.
En opinión de la Sala, la atención dada al párrafo 1 del artículo 67 del Estatuto pone de relieve que la
cuestión ante la Corte no abarca solamente la existencia de enfermedades en particular ni de sus orígenes,
sino principalmente si dichas enfermedades afectan las capacidades de la persona concernida para ejercer
significativamente sus derechos a un juicio justo. Para llegar a su determinación general relativa a la idoneidad
para hacer frente al juicio, la Sala debe tomar en cuenta todas las circunstancias pertinentes de cada causa. La
Sala también debe examinar si el impacto de determinadas enfermedades puede mitigarse poniendo en marcha
ciertas disposiciones prácticas.
[…]
La Sala opina que, en general, las aptitudes necesarias para hacer frente a un juicio adecuadamente son las
mismas independientemente de la etapa del procedimiento. De hecho, el párrafo 1 del artículo 67 se aplica por
igual a las etapas preliminares y de enjuiciamiento, como se expone claramente en la subregla 1 de la regla 121
[TRADUCCIÓN] Como lo indicó anteriormente la Sala, la norma 55(1) del Reglamento de la Corte establece
que la caracterización legal de los hechos solo puede modificarse en el contexto de la decisión final de la Sala
sobre el fondo en virtud del artículo 74 del Estatuto. De conformidad con la regla 55, y como se establece
claramente en la Notificación de la regla 55, la decisión que solicita información adicional, la decisión de
Suspensión y la decisión sobre la solicitud de autorización para apelar, la emisión de la notificación de la norma
55 permite a la Sala depender del posible cambio previsto en la nueva caracterización jurídica en su decisión en
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Cuestiones de procedimiento
[TRADUCCIÓN] El artículo 61(4) del Estatuto establece que la Fiscalía puede “enmendar o retirar” cualquier
cargo antes de la audiencia de confirmación, previa notificación en tiempo razonable al sospechoso y, en el caso
de retiro, notificación de los motivos a la Sala de Cuestiones Preliminares. El Artículo 61(9) del Estatuto dispone
que después de la confirmación de los cargos, pero antes del inicio del juicio, la Fiscalía puede enmendar los
cargos con el permiso de la Sala de Cuestiones Preliminares. También establece claramente que, una vez que
el juicio ha comenzado, la Fiscalía puede retirar los cargos con el permiso de la Sala de Primera Instancia. La
disposición no aborda directamente la presente situación ante la Sala, donde los cargos se retiran después de la
decisión de confirmación pero antes del comienzo del juicio.
En el presente caso, la Fiscalía ha declarado que la evidencia actual no respalda los cargos contra el acusado
y que no tiene una perspectiva razonable de obtener evidencia que pueda sustentar pruebas más allá de toda
duda razonable. Significativamente, la Defensa no impugna el retiro de la Fiscalía. En estas circunstancias, la
Sala, actuando de conformidad con el artículo 64(2) del Estatuto, considera que puede concederse el retiro de
los cargos contra el acusado.
La Sala recuerda al acusado, sin embargo, que de conformidad con la norma 42 del Reglamento de la Corte,
“las medidas de protección una vez ordenadas en cualquier procedimiento con respecto a una víctima o testigo
continuarán teniendo plena vigencia y efecto [...] una vez el procedimiento haya concluido”, y que la Corte tiene
jurisdicción sobre actos intencionales de interferencia con testigos. Del mismo modo, de conformidad con el
artículo 23bis del Reglamento del Corte, la clasificación de los documentos como “ex parte” o “confidencial”
sigue vigente hasta que la Sala ordene lo contrario.
Véase n° ICC-01/09-02/11-696, Sala de Primera Instancia V, 18 de marzo de 2013, párrs. 10-12.
[TRADUCCIÓN] En mi opinión, el artículo 61(9) es lex specialis con relación a la modificación o el retiro de los
cargos en la fase posterior a la confirmación de los procedimientos ante la Corte. Como señaló la Mayoría, esta
disposición establece claramente que después de la audiencia de confirmación, pero antes de que comience
el juicio, el Fiscal puede enmendar los cargos con el permiso de la Sala de Cuestiones Preliminares. También
establece claramente que después del “inicio del juicio”, los cargos pueden retirarse con el permiso de la Sala
de Primera Instancia. Al igual que la mayoría, considero que el juicio aún no ha comenzado a los efectos del
artículo 61(9). El juicio comienza, en el sentido relevante, una vez que se leen los cargos al acusado y se hacen
las declaraciones iniciales, seguidas de la presentación de la evidencia.
[TRADUCCIÓN] No debería ser correcto que un tribunal penal obligue a una fiscal a ir a juicio con un caso que
la fiscal ha admitido que no cuenta con el respaldo suficiente de las pruebas actuales disponibles o posiblemente
disponibles para ella: y sería claramente erróneo que una fiscal decidiera por sí misma proceder a juicio con un
caso igualmente deficiente. La primera situación no está aislada contra la desagradable caracterización legal del
error que la última situación tendría, simplemente porque la decisión de un tribunal tiene lugar. Por lo tanto, es
correcto que la Sala acepte la realidad presentada por el anuncio de la Fiscalía de su decisión de retirar el caso
contra la persona acusada.
Desde mi punto de vista, donde hay evidencia creíble que conecta a un acusado con el tipo de conductas
enfatizadas anteriormente, la consecuencia no debe ser el retiro de los cargos en su contra. Para que otros
acusados empiecen a ver esas conductas como pasaportes a la impunidad.
La discreción sin restricciones en la oficina del Fiscal es inconsistente con el flujo general del Estatuto de Roma.
En particular, es inconsistente con los derechos de la defensa, los intereses de las víctimas (a las cuales se ha
dado reconocimiento explícito en el proceso de la CPI) y el interés de orden general en la administración de
justicia en esta Corte.
El destino de todos estos intereses no debe estar sujeto a la mera casualidad del silencio del artículo 61(9) sobre
una cuestión tan importante. En mi opinión, las circunstancias de ese silencio legal solo indican lo que parece
ser un error de omisión en la redacción legislativa. El sentido de ese error comienza a surgir si se considera que
el artículo 61(9) del Estatuto requiere claramente tal permiso para retirar los cargos después del inicio del juicio,
lo que, de acuerdo con la jurisprudencia de la Corte [con la que estoy de acuerdo] , ocurre en el momento en que
se hace la declaración de apertura del Fiscal. Pero todavía no se ha propuesto una razón sensata para explicar la
diferencia legal que hace una declaración de apertura, de manera que se elimine adecuadamente una discreción
que supuestamente el Fiscal disfrutó minutos antes de su discurso. Sin esa explicación, nos quedamos con la
impresión de que la administración de justicia en esta Corte debe quedar como esclavo del tipo de práctica que
ha sido desaprobada como la “austeridad del legalismo tabulado”.
Otra prueba clara del error de redacción, que ahora se afirma que le otorga al Fiscal una discreción sin
restricciones para retirar un cargo confirmado antes de que comience el juicio, es el hecho de que la disposición
no establece el requisito de que el Fiscal notifique o explique los motivos por lo que retira un cargo confirmado
en esa etapa del caso. Ese requisito aparece en el artículo 61(4), en los casos de retiro de un cargo antes del
comienzo de la audiencia para la confirmación de los cargos.
[...]
En mi opinión, entonces, el silencio del Estatuto de Roma no puede controlar la cuestión de si es necesario el
permiso de una Sala para que la Fiscal retire los cargos confirmados antes del comienzo del juicio en un caso
que ha sido transferido a la Sala de Primera Instancia de conformidad con el artículo 61(11) del Estatuto. Lo que
debe controlar la pregunta es el contexto, objeto y propósito del Estatuto de Roma, discernible a partir de una
Fiscal para retirar los cargos confirmados? Si ese no fuera el caso, la Fiscal tendría la libertad de retirar los cargos
sin la capacidad de la Sala para revisar los motivos del retiro y negar el permiso si el retiro anularía injustamente
el derecho a la reparación de la víctima.
Véase Opinión concurrente separada del magistrado Eboe-Osuji, n° ICC-01/09-02/11-698, Sala de Primera
Instancia V, 19 de marzo de 2013, párrs. 2, 4, 11-13, 29, 32.
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones ha encontrado en los párrafos previos que no hay razón, en principio,
por el que no se pueda dar una notificación de una propuesta de nueva caracterización en la presente etapa de los
procedimientos. Anteriormente, se demostró que la norma 55 del Reglamento de la Corte ensimisma, no prohíbe
que esto se haga. Los derechos humanos reconocidos internacionalmente no requieren una interpretación
diferente de esta disposición legal. Los casos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (el “TEDH”) a los
que ha hecho referencia la Sala de Primera Instancia demuestran que los cambios en la caracterización legal de
los hechos pueden abordarse en las últimas etapas del procedimiento, incluso en la etapa de apelación, o en
procedimientos de revisión ante los más altos tribunales domésticos, sin que necesariamente cause injusticia.
La jurisprudencia del TEDH establece igualmente que es necesario notificar una posible re-caracterización para
que el acusado tenga la posibilidad de defenderse, de manera práctica y efectiva y con tiempo suficiente, contra
cualquier posible re-caracterización.
La Sala de Apelaciones ha tenido en cuenta los argumentos del acusado con relación a la jurisprudencia del
TEDH, pero no los encuentra convincentes. Ninguno de sus argumentos socava el principio general que se
puede extraer de esos casos, a saber, que la notificación de una nueva caracterización legal en una etapa tardía
del procedimiento no viola, en sí misma, el derecho a un juicio justo. Como tal, no hay ninguna razón de
principio por la cual, sin más, el momento de la notificación de la nueva caracterización daría lugar a una
violación del derecho de la persona acusada a ser informada sin demora de los cargos del artículo 67(1)(a) del
Estatuto en el presente caso.
La Sala de Apelaciones, sin embargo, recuerda que, habiendo recibido notificación de la posible re-
caracterización, la norma 55(3)(a) del Reglamento de la Corte requiere que el acusado tenga el tiempo y las
facilidades adecuadas para la preparación efectiva de su defensa, y que la Sala de Primera Instancia le ha dado al
acusado la oportunidad de hacer presentaciones. En dichas presentaciones, el acusado puede, entre otras cosas,
abordar el alcance del artículo 25(3)(d) del Estatuto y señalar las medidas que crea necesarias para salvaguardar
sus derechos de conformidad con el artículo 67. La Sala de Primera Instancia posteriormente deberá evaluar si
sigue siendo posible que el acusado prepare efectivamente su defensa a la luz de la manera en que se llevó a
cabo el juicio hasta la fecha y de la nueva caracterización que ahora se propone. La Sala de Primera Instancia
también tendrá que considerar que medidas deben implementarse para garantizar que el juicio en su conjunto
siga siendo justo. Dicha consideración podría incluir una evaluación por parte de la Sala de Primera Instancia
de si la persona acusada ha sido, de hecho, perjudicada por una nueva caracterización realizada en esta etapa,
incluyendo en particular si se le ha privado de montar la defensa en relación con el artículo 25(3)(d) del Estatuto
que de otro modo hubiera deseado presentar.
[…]
La Sala de Apelaciones recuerda que, según el artículo 67(1)(a) del Estatuto, el acusado tiene derecho a ser
informado de la “naturaleza, la causa y el contenido” de los cargos, que incluye tanto los alegatos fácticos como
su caracterización legal. A la luz de esta disposición, el propósito de la norma 55(2) del Reglamento de la Corte
es garantizar que el acusado esté informado de un posible cambio en la caracterización legal. Esta lectura es
consistente con la jurisprudencia del TEDH, según la cual se requiere la notificación de un cambio previsto en
la caracterización legal de los hechos para que el acusado pueda ejercer sus derechos de una manera práctica
y efectiva. Al emitir la Decisión Impugnada, la Sala de Primera Instancia informó a la persona acusada del
posible cambio del artículo 25(3)(a) al artículo 25(3)(d) del Estatuto, asegurando así que el acusado permanezca
informado de este aspecto de los cargos, concretamente su caracterización jurídica.
En cuanto al argumento de que la Decisión impugnada no informa claramente a la persona acusada de los
hechos en los cuales la Sala de Primera Instancia pretende basarse, la Sala de Apelaciones señala que, si una Sala
de Primera Instancia notifica de conformidad con la norma 55(2) del Reglamento de la Corte, la Sala de Primera
Instancia también puede necesitar indicar sobre qué hechos específicos, dentro de los “hechos y circunstancias
[TRADUCCIÓN] Suscribo la opinión de la Mayoría de que “[e] l momento en que la Decisión Impugnada no
fue incompatible con la norma 55 del Reglamento de la Corte”. La redacción de la regulación, que establece que
el aviso de una posible re-caracterización puede darse “en cualquier momento durante el juicio”, [...] . Mientras
se pueda decir que el juicio está en curso (es decir, desde la primera audiencia hasta que se haya dictado una
decisión en virtud del artículo 74 del Estatuto), la norma 55 del Reglamento de la Corte puede en principio
ser activado. Esta conclusión es, obviamente, sin perjuicio de la necesidad de evaluar cuidadosamente si las
circunstancias específicas del caso hacen posible hacerlo sin violar el derecho general del acusado a ser juzgado
sin dilaciones indebidas.
[…]
Está fuera de toda controversia que la activación de la norma 55 del Reglamento de la Corte y los pasos procesales
subsiguientes a que se hace referencia en las sub-normas (2) y (3), darán lugar a la demora del procedimiento;
de ahí la necesidad de leer la disposición a través del lente de un criterio interpretativo estrecho que hará que el
impacto adverso en la rapidez de los procedimientos sea lo más limitado posible. Más específicamente, creo que
el impacto adverso debe ser circunscrito, y por lo tanto, proporcional, a la necesidad de salvaguardar el derecho
a una defensa informada y, por lo tanto, efectiva.
[…]
La noción de modificación de la caracterización legal de los hechos no puede interpretarse como si abarcara
cualquier cambio a la acusación inicial, ya que esto equivaldría a obliterar el derecho del acusado a ser juzgado
de manera expedita. Más bien, debe ser calificado y adaptado para garantizar que el derecho a ser juzgado sin
demoras indebidas se reduzca solo en la medida en que sea necesario, con miras a preservar el derecho a una
defensa efectiva. Por consiguiente, debe leerse de modo que abarque solo aquellas modificaciones que, siendo
significativas, son adecuadas para tener un impacto significativo en la “naturaleza, la causa y el contenido” de
los cargos.
[…]
En mi opinión, un cambio en “la caracterización legal de los hechos para concordar con la [...] forma de
participación del acusado en virtud de los artículos 25 y 28” que desencadena la aplicación de la norma 55 del
Reglamento de la Corte solo se produce cuando una Sala contempla la posibilidad de cambiar de (cualquiera
de las formas de responsabilidad estipuladas en) el artículo 25 a (cualquiera de las formas de responsabilidad
provistas en) el artículo 28 del Estatuto) o viceversa. A la inversa, cuando una Sala, basándose en su evaluación
de la evidencia, contempla la aplicación de una forma particular de responsabilidad entre los que figuran en la
misma disposición que la originalmente imputada, dicha solicitud no equivale a un cambio en la caracterización
legal de los hechos para los fines de la norma 55, independientemente de que esa forma particular resulte ser la
misma que presentada por el Fiscal o cualquier otra forma provista dentro de la misma disposición.
[…]
Según el enfoque adoptado por la decisión impugnada (y por la Mayoría), la activación (o no) de la norma 55
con respecto a un cambio de una forma de participación enumerada en el artículo 25(3) a otra dependerá del
ángulo teórico particular tomada por la Sala correspondiente. Cada vez que una Sala considere que el artículo
25(3) contempla al menos tantas formas distintas de responsabilidades como subpárrafos, cualquier cambio
entre ellas dará lugar a la aplicación de la norma 55; en cambio, esto no sucederá cuando la Sala prefiera leer
la disposición como un conjunto unitario, rechazando varias expresiones de un solo concepto de participación.
Creo que el grado subsiguiente de incertidumbre e imprevisibilidad es tan alto que hace que este enfoque sea
incompatible con la obligación de la Corte de interpretar sus instrumentos de manera tal de hacerlos compatibles
tanto con el principio de legalidad como con los derechos humanos internacionalmente reconocidos.
a un juicio justo parece, como mínimo, cuestionable; más aún cuando se tiene en cuenta que el sistema general
del Estatuto de Roma parece tener como objetivo favorecer una determinación temprana de los límites de cada
caso, primero y principalmente a través de la fase de cuestiones preliminares y la decisión sobre la confirmación
de los cargos , así como a través de la prohibición de enmendar los cargos después del inicio del juicio (artículo
61(9) del Estatuto).
En consecuencia, sostengo que tanto los principios generales que rigen la interpretación de los instrumentos de
la Corte (en particular, la necesidad de garantizar su coherencia con derechos humanos fundamentales) como
las características generales de sus procedimientos hacen que sea obligatorio interpretar de manera restrictiva
la norma 55 del Reglamento de la Corte.
Por estas razones, sostengo que el cambio previsto por la Sala de Primera Instancia en la Decisión Impugnada
no equivale a una modificación en “la caracterización legal de los hechos” en el sentido y a los efectos del
artículo 55 del Reglamento de la Corte.
[…]
Arribo a la conclusión de que la Sala de Primera Instancia no debería haber aplicado la norma 55(2) del
Reglamento de la Corte. Más específicamente, creo que la Decisión impugnada, a la luz de su contenido (o, más
bien, de su falta), viola el derecho de la persona acusada a ser informada de los cargos en detalle.
El derecho a ser informado adecuadamente sobre la naturaleza y el contenido de los cargos requiere que, al
notificar su intención de considerar una nueva caracterización en el sentido de la norma 55 del Reglamento de
la Corte, la Sala pertinente proporcione al mismo tiempo información adecuada sobre el alcance fáctico y legal
de ese cambio, con miras a permitir que la persona acusada tome rápidamente una postura significativa y revise
rápidamente sus estrategias de defensa en consecuencia, si es necesario. Por lo tanto, opino que la Decisión
Impugnada no proporciona suficientes detalles para permitir que la persona acusada prepare efectivamente su
defensa frente a la nueva caracterización prevista.
Véase Opinión disidente del Magistrado Cuno Tarfusser, n° ICC-01/04-01/07-3363 OA13, Sala de
Apelaciones, 27 de marzo de 2013, párrs. 2, 6, 8, 10, 16-20, 22, 27.
[TRADUCCIÓN] El artículo 64(4) del Estatuto otorga a la Sala el poder discrecional para remitir “cuestiones
preliminares” a la Sala de Cuestiones Preliminares u a otro Magistrado de la sección de Cuestiones Preliminares
que esté disponible, cuando sea necesario para su “funcionamiento eficaz e imparcial”. Por lo tanto, para ejercer
esta facultad, la Sala debe asegurarse de que el asunto equivale a una “cuestión preliminar” y que una remisión
es “necesaria” para el “funcionamiento eficaz e imparcial” de la Sala.
Véase n° ICC-01/09-02/11-728, Sala de Primera Instancia V, 26 de abril de 2013, párr. 83.
[TRADUCCIÓN] En mi opinión, nunca sería apropiado que la Sala remita el caso a la Sala de Cuestiones
Preliminares de conformidad con el artículo 64(4) del Estatuto con el fin de revisar la validez de los cargos.
Como comenté en mi opinión parcialmente disidente respecto de la “Decisión sobre el retiro de los cargos
contra el Sr. Muthaura”, la función de la Fiscalía es encuadrar los cargos por los cuales el acusado es llevado
a juicio. La Sala no tiene la competencia para remitir a la Sala de Cuestiones Preliminares un problema sobre
el cual no tiene competencia para empezar. Por lo tanto, en el caso de una decisión donde la Sala encuentre
que existían serias deficiencias sustanciales en la Decisión de confirmación que puedieren hacer que los cargos
sean defectuosos o inválidos, el curso apropiado sería invitar a la Fiscalía a retirar o buscar una enmienda de los
cargos de conformidad con al artículo 61(9) del Estatuto. Si la Fiscalía se negare a hacerlo, el juicio continuará o,
si la Sala considera que la continuación del juicio sobre la base de tales cargos viola los derechos fundamentales
del acusado en una forma que un juicio justo resulte imposible, confiará en su poder general y obligación según
lo establecido en el artículo 64(2) del Estatuto, y finalizará o suspenderá los procedimientos.
Véase Opinión separada de la magistrada Ozaki, n° ICC-01/09-02/11-728-Anx1, Sala de Primera Instancia
V, 26 de abril de 2013, párr. 3.
[TRADUCCIÓN] En opinión de la Sala, la autoridad para emitir una amonestación y advertencia por falta
de identificación y divulgación de materiales que puedan afectar la credibilidad de las pruebas de la Fiscalía,
aunque no esté expresamente prevista en el marco legal de la Corte, se encuentra directamente dentro de los
amplios poderes discrecionales de la Sala establecidos en los artículos 64(2) y 64(6)(f). Estas disposiciones,
[TRADUCCIÓN] Comparto la opinión de que solo la amonestación de la Fiscalía está justificada por la falta
[TRADUCCIÓN] Como deja claro el Reglamento del Personal, la autoridad para imponer medidas disciplinarias
al personal de la Fiscalía por mala conducta recae principalmente sobre el Fiscal. Además, dado que el artículo
42(2) del Estatuto establece que el Fiscal tendrá plena autoridad sobre la dirección y administración de la Oficina,
y ya que esta Sala solo está opoderada del presente caso, la Sala está de acuerdo en que carece de autoridad para
promulgar un código de conducta que se aplicaría a “todos” los abogados de la Fiscalía.
Sin embargo, de conformidad con el artículo 64(2) y 64(6)(f), la Sala tiene la facultad de regular el desarrollo
de los procedimientos en el caso que tiene ante sí. La Sala también tiene el poder, de conformidad con el
artículo 71, para ordenar sanciones por mala conducta. En opinión de la Sala, el artículo 71 está específicamente
dirigido a conductas que ocurren dentro de la sala de audiencias y se refieren a “personas presentes ante” la
Corte. […] Si bien la Sala de Apelaciones no consideró directamente la cuestión de si el artículo 71 del Estatuto
se limita a la mala conducta cometida durante o en estrecha relación con los procedimientos judiciales, es
importante que las instrucciones en cuestión se hayan dado oralmente y por escrito durante el curso de un juicio
en desarrollo. Finalmente, la Sala observa que las disposiciones equivalentes sobre conducta indebida en otros
tribunales internacionales no se limitan a las personas “presentes”, lo que sugiere que los redactores incluyeron
expresamente dicho requisito.
La Sala considera, sin embargo, que tiene el poder de abordar la conducta indebida que se produce fuera de la
sala de tribunal al recurrir a sus amplios poderes discrecionales para garantizar un juicio justo y defender los
intereses de la justicia según lo dispuesto en el artículo 64(2) del Estatuto y para decidir sobre cualquier otro
asunto relevante en el desempeño de sus funciones según lo dispuesto en el artículo 64(6)(f) del Estatuto. Es
axiomático que estas disposiciones otorgan poder suficiente para imponer sanciones por incumplimiento de sus
propias órdenes, ya que sin ese poder no se podría garantizar un juicio justo ni cumplir sus funciones.
Estas disposiciones ampliamente enmarcadas pueden, de hecho, ser vistas como una codificación del
concepto de “poderes inherentes” que otorga a los tribunales autoridad para emprender todos los actos
razonablemente necesarios para desempeñar sus funciones de manera eficiente. En opinión de la Sala, esto
incluye necesariamente la capacidad de sancionar las violaciones de sus propias órdenes y faltas de conducta
similares que ocurren fuera de la sala de audiencias.
En opinión de la Sala, el Código de conducta profesional para abogados debe, en la medida de lo posible y
cuando corresponda, también aplicarse a los miembros de la Fiscalía, para los fines del desarrollo de este caso.
Véase n° ICC-01/09-02/11-747, Sala de Primera Instancia V(b), 31 de mayo de 2013, párrs. 12-16.
[TRADUCCIÓN] La Corte recientemente notó en una decisión sobre una solicitud de descalificación de un
juez en el caso de El Fiscal c. Abdallah Banda Abakaer Nourain y Saleh Mohammed Jerbo Jamus que no es
necesario que un solicitante que busca descalificar a un juez muestre un sesgo real por parte juez; más bien, la
aparición de motivos para dudar de su imparcialidad será suficiente. En ese caso, se consideró que el estándar
de evaluación relevante era si las circunstancias llevarían a un observador razonable, debidamente informado,
a captar razonablemente el sesgo en el juez.
[TRADUCCIÓN] Es un axioma aceptado en la administración de justicia que cada caso debe determinarse de
acuerdo con sus propios hechos y circunstancias particulares. Esa sigue siendo la consideración dominante, a
pesar de que las decisiones resultantes establecen el marco de los precedentes judiciales para casos posteriores
que se identifican con los hechos y circunstancias de casos anteriores. Como se indicó anteriormente, los
hechos y circunstancias que hacen que la presente solicitud sea peculiar son que la persona acusada, durante
la tramitación de este caso, se convirtió en el Jefe Adjunto de Estado ejecutivo del país donde ocurrieron los
presuntos crímenes; como resultado, tiene deberes de Estado que cumplir, las cuales busca acomodar con
relación con el requisito de que él esté presente durante su juicio. Estos hechos y circunstancias hacen que este
caso sea diferente del caso promedio.
[…]
No hay duda de que la presencia en el juicio es un derecho del acusado. El artículo 67 establece los “derechos del
acusado”. Entre ellos se encuentra la ‘garantía [mínima] ... a hallarse presente durante el proceso’ especificada
en la cláusula 67(1)(d). Por lo tanto, es correcto decir que la presencia en el juicio es principalmente una cuestión
de derecho para el acusado, visto desde la perspectiva particular del artículo 67(1)(d).
[…]
En opinión de la Sala, el derecho a estar presente puede ser renunciado voluntariamente es una proposición
establecida en el derecho internacional. Según la Sala de Apelaciones del TPIR: “Este derecho está claramente
dirigido a proteger al acusado de cualquier interferencia externa que le impida participar efectivamente en
su propio juicio; no puede ser violado cuando el acusado ha decidido voluntariamente renunciar a él”. Esta
observación es totalmente consistente con una larga línea de jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos
Humanos que también reconoce que el derecho a la presencia puede ser renunciado, ya sea de manera expresa
o implícita.
[…]
La Sala considera que la sencilla redacción del artículo 63(1) y el Estatuto en su conjunto hacen que el acusado
sea el sujeto del deber en cuestión. Es bastante fácil ver que en la redacción simple de la disposición: “[e] l
acusado estará presente durante el juicio”. Además, no debería ser demasiado difícil apreciar que una lectura
holística del Estatuto también impone el deber a la persona acusada. Una razón entre muchas en apoyo a esta
opinión es que tal deber está en consonancia con el control judicial sobre el caso que se está tratando. El control
judicial comprende la necesidad de continuar sometiendo a los acusados a la jurisdicción de la Sala de Primera
Instancia durante el transcurso del juicio, especialmente cuando (a) el juicio se prolonga, y (b) no hay otras
fuentes legales igualmente fuertes de tal control judicial para esta corte internacional en particular, a diferencia
de las jurisdicciones nacionales donde tales fuentes de poder pueden existir en diferentes leyes, jurisprudencia
o derecho consuetudinario que guían el trabajo de los tribunales o la policía. El artículo 63(1), por lo tanto,
proporciona una base legal incuestionable para que la Sala haga imposiciones sobre el tiempo y el paradero del
acusado para los fines del juicio; de tal manera que el incumplimiento de cualquier orden resultante de la Sala
puede atraer las sanciones correspondientes y decomisos contra el acusado sobre una base legal clara.
Más allá de este deber que recae sobre los acusados, la Sala no está convencida de que la disposición también
impone un deber equivalente a la Sala. Tal visión del deber no es aparente del lenguaje claro de la disposición
ni de una apreciación del Estatuto en su conjunto. Primero, desde la perspectiva del lenguaje sencillo, la
disposición que dice que el “acusado estará presente” durante el juicio no implica ninguna restricción aparente
o implícita a la discreción de la Sala para excusar al acusado de manera razonable del deber impuesto sobre él
para estar presente durante el juicio.
[…]
Y, en segundo lugar, la lectura del Estatuto en su conjunto tampoco apoyará la opinión de que el deber es para
la Sala. Por ejemplo, tal conclusión no es totalmente coherente con la idea (revisada anteriormente) de que el
deber que el artículo 63(1) impone a los acusados incurre en beneficio de la propia Corte para fines de control
judicial. Además, una interpretación que impone el deber a la Sala no solo fomentará la ineficiencia judicial
al obligar a la Sala a detener el juicio en todas las ocasiones en que el acusado pueda tener buenas razones
para estar presente durante el juicio, aunque acepta que el juicio puede continuar en su ausencia (como fue
obviamente el caso en el juicio de Bemba); pero también mantendrá a la Corte como rehén de la impunidad
[TRADUCCIÓN] De conformidad con el artículo 63(1) del Estatuto de Roma, se requiere la presencia del
acusado durante el juicio, sujeto a la circunstancia excepcional explícitamente contenida en el párrafo 2 de esa
misma disposición.
tiene un alcance limitado y tiene un umbral de evidencia inferior. De hecho, la decisión de la Sala de Cuestiones
Preliminares no es per se una decisión apelable. Por el contrario, los procedimientos de juicio tienen un alcance
más amplio, tienen el umbral de evidencia más alto y son, en esencia, de naturaleza oral y contradictoria.
Además, todas las decisiones tomadas en virtud de los artículos 74, 75 y 76 del Estatuto son automáticamente
apelables, lo que refleja su importancia y el impacto potencial en los derechos de la persona acusada.
De conformidad con el artículo 64 del Estatuto, la Sala ejercerá sus funciones de conformidad con el Estatuto,
de manera justa e imparcial, y por lo tanto requerirá la presencia del acusado durante la totalidad de los
procedimientos judiciales. Los intereses de las víctimas y los de la Fiscalía están alineados a este respecto, ya
que la ausencia del acusado podría afectar significativamente la imparcialidad del proceso.
La Sala tiene el deber de garantizar que todos los acusados sean tratados de manera justa e imparcial. De
conformidad con el Artículo 21 (3) del Estatuto, todos los acusados deben ser tratados por igual, sin hacer
ninguna distinción adversa basada en el género, la edad, la raza, el color, el idioma, la religión o el credo, la
opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición económica, el nacimiento u
otra condición. Además, la primera oración del artículo 27 del Estatuto establece claramente que “El presente
Estatuto será aplicable por igual a todos sin distinción alguna [favorable o desfavorable] basada en el cargo
oficial”. El artículo 63(1) de los Estatutos estipula que el “acusado estará presente durante el juicio”. Leídos
conjuntamente, estas dos disposiciones dictan que todas las personas acusadas estarán presentes en el juicio,
independientemente de su capacidad oficial. De conformidad con las disposiciones legales anteriores, así como
con los derechos humanos internacionalmente reconocidos, todas las personas deben ser iguales ante las cortes
y tribunales, y no se debe otorgar un tratamiento privilegiado a ningún acusado, ya que la igualdad ante la ley es
un valor fundamental de la administración de justicia. El acusado no debe tener un estatus legal diferente sobre
la base de su posición personal como Vicepresidente de la República de Kenia.
[…]
Considero que la ausencia del acusado puede ser permisible en algunos casos específicos y limitados, donde
existen circunstancias objetivas y razonables, y solo si el acusado solicita personalmente autorización para su
ausencia ante la Sala.
De conformidad con el artículo 64(2) del Estatuto, la Sala podría otorgar tal medida procesal excepcional, en
la medida en que la ausencia del acusado no afecte la imparcialidad y rapidez del procedimiento. Además, de
conformidad con el artículo 67 del Estatuto, la Sala debe determinar en cada caso que la decisión del acusado
de ausentarse del juicio se ha realizado de manera voluntaria, consciente e inequívoca. Esta determinación no
se puede hacer in abstracto para la totalidad de los procedimientos del juicio, sino que debe evaluarse caso
por caso, teniendo en cuenta las circunstancias específicas de las etapas particulares del proceso del juicio y
el impacto que pueden tener en los derechos fundamentales del acusado consagrados en el artículo 67 del
Estatuto. En esencia, conceder una solicitud de “una vez y por todas” al acusado de renunciar a su derecho a
estar presente en el juicio sería contrario al deber de la Sala de salvaguardar los derechos del acusado en todas
las etapas del proceso judicial y garantizar que el juicio es justo.
Al decidir sobre solicitudes específicas, la Sala podría tener en cuenta factores tales como: a) el calendario de
los testigos (es decir, si las audiencias se celebrarán a diario o de manera intermitente durante un período de
tiempo; o b) si la presencia del acusado es indispensable (es decir, un testigo debe identificar al acusado durante
el testimonio). Además, en cada caso se deben buscar las observaciones de la Fiscalía, así como las opiniones y
preocupaciones de las víctimas.
Véase Opinión disidente de la magistrada Herrera Carbuccia, Sala de Primera Instancia V(a), n° ICC-01/09-
01/11-777-Anx2, 18 de junio de 2013, párrs. 3-7, 9-11.
[TRADUCCIÓN] En el contexto de la presente Solicitud, la Magistrada única considera que la solicitud del
Fiscal se hizo “antes de que el juicio haya [en realidad] comenzado” de conformidad con el artículo 61(9) del
Estatuto, y por lo tanto, ella es competente para considerar los méritos.
Con relación a la segunda parte de la solicitud de la Defensa, que es en realidad el objeto de la solicitud de la
Fiscal, es decir, si otorgar o denegar la Solicitud de la Fiscal para modificar el alcance temporal de los cargos, la
Magistrada única recuerda el artículo 61(9) del Estatuto que estipula:
[TRADUCCIÓN] Comparto la conclusión de la mayoría de que el artículo 63(1) del Estatuto impone a los
acusados el deber de estar presente en el juicio y que dicha presencia en el juicio es la “posición por defecto”.
Donde difiero con la mayoría es con respecto a las conclusiones interrelacionadas de que (i) el artículo 63(1)
no impone la obligación a la Sala de exigir la presencia del acusado y (ii) que la Sala conserva una discreción,
en virtud de los artículos 64(2) y 64(6)(f), de dejar de lado este deber y excusar a un acusado de asistir
sustancialmente a todo el juicio.
De acuerdo con el artículo 21 del Estatuto, el derecho aplicable de la Corte se discute en primera instancia
en referencia al Estatuto, los Elementos de los Crímenes y las Reglas de Procedimiento y Prueba. Como ha
declarado la Sala de Apelaciones, la interpretación de las disposiciones del Estatuto se rige a su vez por la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados. El artículo 31 de la Convención de Viena establece que
un tratado debe interpretarse “de buena fe conforme al sentido corriente que haya de atribuirse a los términos
del tratado en el contexto de estos y teniendo en cuenta su objeto y fin”.
Invocando esta regla principal de interpretación, en mi opinión, la interpretación correcta del artículo 63(1)
del Estatuto es que se requiere que el acusado esté presente de manera continua y física en el juicio. Este no
es un requisito que pueda ser dispensado por la Sala, sujeto a excepciones muy limitadas. El sentido corriente
de la disposición, considerado en sus propios términos, sugiere claramente que la presencia del acusado es
un requisito del juicio. Leer la disposición en su contexto solo fortalece el apoyo para esta interpretación.
[TRADUCCIÓN] El artículo 63(1) del Estatuto no funciona como un impedimento absoluto en todas las
circunstancias para la continuación de los procedimientos del juicio en ausencia del acusado.
La discreción de la Sala de Primera Instancia de conformidad con el artículo 63(1) del Estatuto es limitada
y debe ejercerse con precaución. Existen las siguientes limitaciones: (i) la ausencia del acusado solo puede
tener lugar en circunstancias excepcionales y no debe convertirse en la regla; (ii) se debe haber considerado
la posibilidad de medidas alternativas, incluidos, entre otros, cambios en el calendario del juicio o un breve
aplazamiento del juicio; (iii) cualquier ausencia debe limitarse a lo estrictamente necesario; (iv) el acusado
debe haber renunciado explícitamente a su derecho a estar presente en el juicio; (v) los derechos del acusado
deben garantizarse plenamente en su ausencia, en particular mediante la representación de un abogado; y (vi)
la decisión sobre si el acusado puede ser eximido de asistir a una parte de su juicio debe tomarse caso por caso,
con la debida atención al tema de las audiencias específicas que el acusado no asistiría durante el período para
el que se ha solicitado excusa.
Al principio, la Sala de Apelaciones observa que el artículo 63(1) del Estatuto establece que el acusado estará
presente durante el juicio, reflejando el papel central del acusado en el proceso y la importancia más amplia de
la presencia del acusado para la administración de justicia. El acusado no es meramente un observador pasivo
del juicio, sino el sujeto del proceso penal y, como tal, un participante activo en el mismo. Es importante que la
persona acusada tenga la oportunidad de seguir el testimonio de los testigos que testifican en su contra para que
pueda reaccionar ante cualquier contradicción entre su recuerdo de los hechos y el relato del testigo. También
es a través del proceso de confrontar al acusado con la evidencia en su contra que se puede formar el registro
más completo y exhaustivo de los eventos relevantes. Además, la ausencia continua de un acusado de su propio
juicio tendría un impacto perjudicial en la moral y la participación de las víctimas y los testigos. En términos
más generales, la presencia de los acusados durante el juicio juega un papel importante en la promoción de la
confianza pública en la administración de justicia.
[…]
La Sala de Apelaciones considera que el hecho de que una persona acusada continuamente perturbadora pueda
ser “excusada” de la sala del tribunal contra su voluntad apoya la conclusión de que una excusa puede ser
permisible si el acusado renuncia voluntariamente a su derecho a estar presente.
Al formular el artículo 63 del Estatuto, los redactores inicialmente se propusieron establecer la presencia de los
acusados durante el juicio como una regla general. A medida que el debate evolucionó, las discusiones relativas
al artículo 63 del Estatuto se centraron más en la cuestión de si incluir o excluir explícitamente la posibilidad de
celebrar juicios en ausencia. En última instancia, las preocupaciones con relación a los derechos del acusado,
así como la utilidad práctica de los juicios en ausencia y su potencial para desacreditar a la Corte prevaleció y el
artículo 63(1) del Estatuto se incorporó para evitar esta posibilidad.
son instructivas para determinar los límites de la discreción de la Sala de Primera Instancia en virtud del artículo
63(1) del Estatuto.
El artículo 63(2) del Estatuto deja claro que la remoción de un acusado disruptivo solo puede tener lugar en
circunstancias excepcionales y, como último recurso, es decir, después de que otras alternativas razonables
hayan resultado inadecuadas. Además, la destitución del acusado se llevará a cabo solo durante el tiempo
estrictamente requerido. Finalmente, incluso si se retira, el acusado todavía debe estar representado y en
condiciones de instruir a un abogado.
De lo anterior, se pueden derivar las siguientes limitaciones a la discreción de la Sala de Primera Instancia para
excusar a una persona acusada de estar presente durante el juicio:
(i) la ausencia del acusado solo puede tener lugar en circunstancias excepcionales y no debe convertirse en
la norma;
(ii) se debe haber considerado la posibilidad de medidas alternativas, incluidas, entre otras, cambios en el
calendario del juicio o un breve aplazamiento del juicio;
(iii) cualquier ausencia debe limitarse a lo estrictamente necesario;
(iv) el acusado debe haber renunciado explícitamente a su derecho a estar presente en el juicio;
(v) los derechos del acusado deben garantizarse plenamente en su ausencia, en particular mediante la
representación de un abogado; y
(vi) la decisión sobre si el acusado puede ser eximido de asistir a una parte de su juicio debe tomarse caso
por caso, teniendo debidamente en cuenta el tema de las audiencias específicas a las que el acusado no
asistirá durante el período para el que se ha solicitado excusa.
La Sala de Apelaciones concluye que la Sala de Primera Instancia en el presente caso interpretó el alcance de
su discreción de manera muy amplia y, por lo tanto, excedió los límites de su poder discrecional. En particular,
la Sala de Primera Instancia proporcionó al acusado lo que equivale a una excusa general antes de que el juicio
hubiera comenzado, haciendo de su ausencia la regla general y su presencia una excepción. Además, la Sala
de Primera Instancia excusó a los acusados sin explorar primero si había opciones alternativas. Finalmente,
la Sala de Primera Instancia no ejerció su discreción para excusar a los acusados caso por caso, en momentos
específicos de los procedimientos y por un período limitado a lo estrictamente necesario.
Véase n° ICC-01/09-01/11-1066 OA5, Sala de Apelaciones, 25 de octubre de 2013, párrs. 1, 2, 50, 51-54,
61-63.
[TRADUCCIÓN] En nuestra opinión, la Sala de Primera Instancia incurrió en un error de derecho al considerar
que el artículo 63(1) del Estatuto no impone un deber a la Sala. De conformidad con el artículo 21(1) del
Estatuto, la Sala de Primera Instancia está obligada a aplicar “[el] Estatuto, los Elementos de los Crímenes y sus
Reglas de Procedimiento y Prueba”. El artículo 63(1) del Estatuto regula la presencia del acusado en el juicio y
esta disposición era vinculante para la Sala de Primera Instancia al decidir sobre la solicitud de excusa.
Por los motivos que se exponen a continuación, habríamos encontrado que el artículo 63(1) del Estatuto
establece el requisito de que el acusado esté presente durante el juicio y que la Sala de Primera Instancia
incurrió en un error de derecho cuando determinó que, en circunstancias excepcionales, la Sala puede ejercer
su discreción para excusar a un acusado, caso por caso, de la presencia continua en el juicio.
La interpretación de las disposiciones del Estatuto se rige por la Convención de Viena sobre el Derecho de los
Tratados, cuyo artículo 31 estipula que “[u] n tratado deberá interpretarse de buena fe conforme al sentido
corriente que haya de atribuirse a los términos del tratado en el contexto de estos y teniendo en cuenta su
objeto y fin”. En nuestra opinión, el sentido corriente del artículo 63(1) del Estatuto es claro e inequívoco: “el
acusado estará presente durante el juicio”. El uso de la palabra “deberá” establece claramente que la presencia
del acusado es un requisito del juicio.
Esta interpretación se confirma cuando el artículo 63(1) del Estatuto se lee en su contexto. En primer lugar,
las excepciones al requisito de que el acusado esté presente se establecen explícitamente en el Estatuto,
especialmente en el artículo 63(2) del mismo, que trata de la remoción de un acusado continuamente
perturbador. En segundo lugar, la posibilidad de que el acusado renuncie a su derecho a estar presente en
[TRADUCCIÓN] En la Sentencia de Gbagbo, la Sala de Apelaciones recordó que existe “una clara diferencia
entre el estándar de una decisión según el artículo 60(2) del Estatuto y el artículo 60(3) del Estatuto”. Si bien
una revisión de la detención de conformidad con el artículo 60(2) conlleva una decisión de novo en la cual
la Sala de Cuestiones Preliminares debe decidir si se cumplen las condiciones del artículo 58(1), la Sala de
Cuestiones Preliminares puede modificar su decisión en cuanto a la puesta en libertad o detención en virtud del
artículo 60(3) si “está convencida de que es necesario en razón de un cambio en las circunstancias”. La Sala de
Apelaciones aclaró además que: Si hay un cambio en las circunstancias, la Sala de Cuestiones Preliminares o la
Sala de Primera Instancia tendrá que considerar su impacto en los factores que sirvieron de base para la decisión
de mantener a la persona detenida. Sin embargo, si la Sala de Cuestiones Preliminares o la Sala de Primera
Instancia encuentran que no hay cambios en las circunstancias, esa Sala no está obligada a seguir revisando la
decisión en cuanto a la puesta en libertad o la detención.
en lugar de abordar cada factor que sustenta la detención nuevamente para “determinar si alguna de estas ha
cambiado”.
La Sala de Apelaciones ha sostenido anteriormente que “[l] a Sala no tiene que pronunciarse sobre las
circunstancias ya decididas en el fallo de detención” y no tiene que “recibir presentaciones de la persona
detenida que simplemente repita los argumentos que la Sala ya ha abordado en decisiones anteriores”. En
consecuencia, se desestima el presente motivo.
En relación con los argumentos del recurrente de que la Sala de Cuestiones Preliminares cometió un error
al no motivar suficientemente su decisión sobre la libertad condicional, la Sala de Apelaciones recuerda que
el fallo de la Sala de Cuestiones Preliminares sobre los riesgos asociados con la libertad condicional no han
cambiado desde su decisión del 13 de julio de 2012, un fallo que posteriormente se confirmó en la apelación.
Además, dado que “el alcance del examen realizado para llegar a una decisión en virtud del artículo 60(3) es
potencialmente mucho más limitado que el que se debe realizar para llegar a una decisión en virtud del artículo
60(2) del Estatuto”, no es irrazonable que la Sala de Cuestiones Preliminares se haya abstenido de proporcionar
un razonamiento adicional al revisar su decisión sobre la libertad condicional, dado que no se encontraron
circunstancias distintas.
Véase n° ICC-02/11-01/11-548 OA4, Sala de Apelaciones, 29 de octubre de 2013, párrs. 51-53, 112 y 119.
Al fijar la fecha de la audiencia de confirmación de cargos, la Sala debe tener en cuenta los retrasos que ya se han
producido desde la primera comparecencia del Sr. Gbagbo y el alcance y el propósito limitados de la audiencia
de confirmación de cargos de conformidad con el régimen legal de la Corte. Como se reiteró en la reunión con
las partes, la audiencia de confirmación de cargos no pretende ser un “mini juicio” o un juicio antes del juicio.
Más aún, la Sala debe tener en cuenta su obligación de llevar a cabo los procedimientos de manera expedita,
de conformidad con el derecho del Sr. Gbagbo en virtud del artículo 67 (1) (c) del Estatuto a ser juzgado sin
dilaciones indebidas. Finalmente, la Sala debe garantizar que la fecha de la audiencia de confirmación permita
el respeto de los límites de tiempo establecidos en la regla 121 (3) y (6) de las Reglas.
A la luz de la fecha de la audiencia de confirmación de cargos y de acuerdo con la regla 121 (3) y (6) de las
Reglas, deben establecerse límites de tiempo para la provisión del documento del Fiscal que contiene los cargos
(la “DCC”) y Lista de Pruebas, así como para la presentación por la Defensa de su lista de pruebas.
Con respecto a la DCC que debe presentar el Fiscal, la Sala observa que un “cargo” se compone de los hechos
subyacentes del presunto delito, así como de su calificació legal.
A este respecto, la Sala recuerda que, de conformidad con el artículo 67(1)(a) del Estatuto, el sospechoso tiene el
derecho “[a] ser informado con prontitud y en detalle sobre la naturaleza, la causa y el contenido de los cargos
[s] ] ” en su contra. Para hacer efectivo este derecho en el contexto de los procedimientos de confirmación de
cargos, la regla 121 (3) de las Reglas obliga al Fiscal a proporcionar al sospechoso una “descripción detallada
de los cargos” y la regla 52(b) del Reglamento indica además que el documento que contiene los cargos debe
incluir, inter alia, “[una] declaración de los hechos, incluida la hora y el lugar de los presuntos delitos, que
proporciona una base legal y fáctica suficiente para llevar a la persona o a las personas a juicio” .
Además, la Sala observa que uno de los propósitos principales de la confirmación de cargos es fijar y delimitar
el alcance fáctico del juicio. A este respecto, el artículo 74 del Estatuto establece que “la decisión en el juicio
no deberá exceder los hechos y circunstancias descritos en los cargos y cualquier enmienda a los cargos”. En
consecuencia, en el caso de que se confirme cualquier cargo, los parámetros fácticos del caso en el juicio están
determinados por los cargos presentados por el Fiscal, en la medida en que esté confirmado por la Sala de
Cuestiones Preliminares. Dicho efecto delimitador solo puede atribuirse a aquellos hechos y circunstancias
que subyacen a los cargos y deben describirse en ellos (“hechos materiales”). Por el contrario, no se atribuye
ningún poder restrictivo a las alegaciones de hecho presentadas por el Fiscal en la DCC, o en la audiencia
de confirmación de cargos, con el fin de demostrar o apoyar la existencia de hechos materiales (“hechos
subsidiarios”). La Sala de Cuestiones Preliminares puede analizar dichos hechos subsidiarios en la medida en
que sean relevantes para determinar la existencia de hechos materiales, pero no forman parte de los cargos y
no están sujetos a confirmación por la Sala de Cuestiones Preliminares conforme al artículo 61(7) del Estatuto.
Véase N° ICC-02/11-02/11-57, Sala de Cuestiones Preliminares I, 14 de Abril de 2014, párr. 11 – 12.
[TRADUCCIÓN] Se dice que la Regla 55 del Reglamento de la Corte tiene dos propósitos generales. El primero
es permitir juicios más enfocados en cargos claramente delineados. El segundo es evitar las “brechas de
impunidad” que pueden ser causadas por absoluciones técnicas en la “lucha contra la impunidad”.
Si bien la Sala de Apelaciones ha confirmado la validez de la regulación en general, ha enfatizado la necesidad
de garantizar que los derechos del acusado a un juicio justo e imparcial estén “totalmente” protegidos, y ha
sugerido que las garantías, además de las descritas en la regla 55 (2) y (3) pueden ser requeridas dependiendo
de las circunstancias del caso. La Cámara de Apelaciones ha enfatizado que la recalificación no debe hacer que
el juicio sea injusto. […]
A través de la invocación de la regla 55 en esta etapa tardía, la Mayoría ha “moldeado el caso contra el acusado”
para llegar a una condena sobre la base de una forma de responsabilidad penal que nunca fue acusada por la
Fiscalía. Al hacerlo, y contrariamente a lo dispuesto en el artículo 74 y el artículo 55(1), la mayoría ha superado
sustancialmente el alcance de los hechos y circunstancias confirmados por la Sala de Cuestiones Preliminares.
Solo por este motivo, considero que el fallo no es válido por cuestión de Derecho.
Incluso si no hubiera preocupaciones con respecto al ámbito de los cargos confirmados, sigo creyendo que
una serie de derechos de Germain Katanga han sido fundamentalmente violados. Aunque el mero hecho de
activar la Regla 55 en esta etapa tardía no puede, en sí mismo, haber dado lugar a una apariencia de prejuicio,
razonable de realizar investigaciones significativas bajo las imperantes condiciones de inseguridad en el Este
de la República Democrática del Congo (“RDC”), considero que el acusado no tuvo una oportunidad justa de
defenderse de los cargos bajo el artículo 25(3)(d)(ii), lo que constituye una clara violación del artículo 67(1)(b)
16 y (e).
[…]
La Regla 55(1) estipula que la Sala sólo puede cambiar la calificación legal de los hechos y circunstancias
descritas en los cargos. Esta disposición refleja el artículo 74(2), que dispone que la sentencia “no excederá
los hechos y circunstancias descritos en los cargos y cualquier enmienda a los cargos”. Como señaló la Sala de
Apelaciones, la Sala de Primera Instancia está, por lo tanto, vinculada a las alegaciones fácticas de los cargos
y cualquier aplicación de la regla 55 debe limitarse a esos hechos. De manera crucial, la Sala de Apelaciones
declaró que el texto de la regla 55 “solo se refiere a un cambio en la calificación legal de los hechos, pero no a
un cambio en la declaración de los hechos”.
Entonces surge la pregunta de si los hechos en los que se basó la Mayoría para la condena de Germain Katanga
en virtud del artículo 25(3)(d)(ii), son efectivamente parte de los hechos y circunstancias descritos en los cargos.
[…]
1. La Sentencia se basa en hechos que claramente quedan fuera de los “hechos y circunstancias” de la Decisión
de Confirmación
Mientras que la regla 55 permite un cambio en la calificación legal de las alegaciones de hecho, tal cambio
debe limitarse a hechos ya confirmados por la Sala de Cuestiones Preliminares. Las alegaciones de hecho
citadas en apoyo de un cargo en virtud del artículo 25(3)(d)(ii) deben ser, por lo tanto, los mismos “hechos y
circunstancias” en que se basó la Sala de Cuestiones Preliminares para la confirmación de los cargos en virtud del
artículo 25(3)(a). Bajo ciertas condiciones, podría estar permitido confiar en menos elementos de los “hechos y
circunstancias”, pero está estrictamente prohibido introducir nuevos elementos fácticos o basarse en los hechos
mencionados en la Decisión de Confirmación, pero que no forman parte de los “hechos y circunstancias” de los
cargos. La pregunta clave es, por tanto, dónde trazar la línea entre los “hechos y circunstancias” por un lado, y
otras referencias fácticas contenidas en la decisión de confirmación.
[…]
2. La Sentencia cambia la narrativa de los cargos de manera tan fundamental que excede los hechos y
circunstancias descritos en los cargos.
Aun suponiendo que la opinión de la mayoría no hubiera superado formalmente los “hechos y circunstancias”
de la Decisión de Confirmación, creo firmemente que los cargos según el artículo 25(3)(d)(ii) implican un
cambio tan fundamental en la narrativa que viola los requisitos del artículo 74 y la Regla 55.
[…]
Como ya se indicó, los cargos son más que una lista de hechos atómicos y una correspondiente lista de elementos
legales. En lugar de ello, los cargos alegan la existencia de relaciones específicas entre diferentes hechos y
construyen una narrativa particular sobre esta base que, de ser cierta, cubriría todos los elementos legales de
los cargos a los que corresponde. Al igual que con un conjunto de Tangram o Lego, en teoría sería posible
combinar las piezas individuales que están contenidas en la narrativa de muchas maneras diferentes para que
aparezcan entonces diferentes formas. Sin embargo, soy de la opinión de que no está permitido bajo la regla
55(1) reorganizar las piezas de los cargos para construir una forma diferente o quitar ciertas piezas cuando de
esto resulta que la forma original se vuelva irreconocible. En otras palabras, los cargos no son simplemente una
colección suelta de nombres, lugares y eventos que se pueden ordenar y reordenar a voluntad. En lugar de ello,
los cargos deben representar una descripción coherente de cómo ciertos individuos están vinculados a ciertos
eventos, definiendo qué papel desempeñaron en ellos y cómo están relacionados a, y fueron influenciados por,
un contexto particular. Por lo tanto, los cargos constituyen una narrativa en la que cada hecho que pertenece
a los “hechos y circunstancias” tiene un lugar particular. En efecto, la razón por la cual los hechos se incluyen
en los “hechos y circunstancias” es precisamente por la forma en que son relevantes para la narrativa en una
manera particular. Tomar un hecho aislado y cambiar fundamentalmente su relevancia al usarlo como parte de
[TRADUCCIÓN] Para comenzar, la Sala observa que las partes y los participantes están de acuerdo en que una
moción de “no case to answer” es coherente con el marco legal y debería permitirse en este caso.
La Sala es consciente del hecho de que el dispositivo procesal de una moción de “no case to answer” está
vinculado de manera innata con un modelo adversarial en el que las partes enfrentadas presentan sus propios
casos, y el término “no case to answer” es en sí misma una expresión coloquial extraída de la tradición del
common law. En algunas jurisdicciones es también conocido como moción para “sentencia de absolución”,
moción para “veredicto de absolución dirigido”, moción de “no demanda” o moción de “medio tiempo”. El
sistema procesal de la Corte, que combina elementos tanto del derecho civil como del derecho consuetudinario,
es el resultado del compromiso alcanzado en las negociaciones del Estatuto y las posteriores negociaciones
sobre las Reglas. Naturalmente, la Corte no está obligada por la prueba o las modalidades adoptadas en las
jurisdicciones nacionales. Del mismo modo, mientras la jurisprudencia de los tribunales ad hoc, cuyas normas de
procedimiento son una amalgama del procedimiento del common law y del derecho civil, puede proporcionar
orientación relevante, no es controladora. Cualquier utilización de una moción de “no case to answer” en
el presente caso debe derivarse del marco legal de la Corte, teniendo en cuenta el propósito que tal moción
pretende cumplir en el contexto institucional y legal distintivo de la Corte.
cargos, por lo que debe determinarse que existe “evidencia suficiente para establecer motivos sustanciales para
creer que la persona ha cometido el delito que se ha imputado”, no obvia una posible subsecuente necesidad de
una moción de “no case to answer”. El inferior estándar de prueba, el limitado alcance de prueba y las distintas
reglas de prueba aplicables en la etapa de confirmación de cargos no impiden una posterior consideración de la
prueba presentada en el juicio por la Fiscalía a la luz de los requisitos para la condena de un acusado. Además,
la naturaleza y el contenido de la evidencia pueden cambiar entre la audiencia de confirmación y la finalización
de la presentación de la prueba por parte de la Fiscalía en el juicio. Adicionalmente, la Fiscalía no necesita
presentar la misma prueba en el juicio como lo hizo para su confirmación.
El Estatuto y las Reglas actualmente no establecen explícitamente las mociones de “no case to answer”. Sin
embargo, el Artículo 64(3)(a) del Estatuto establece que la Sala “[s] e comunicará con las partes y adoptará
los procedimientos que sean necesarios para facilitar la conducción justa y expedita de los procedimientos”.
También se ha sugerido correctamente que la Sala podría considerar las mociones de ‘no case to answer’ en
virtud de su facultad de “resolver sobre cualquier otro asunto relevante”, según figura en el artículo 64(6)(f) del
Estatuto. De manera similar, la regla 134 de las Reglas confiere amplios poderes a la Sala para que se pronuncie
sobre “cualquier asunto relacionado con la conducción de los procedimientos” y sobre “los problemas que
surjan durante el curso del juicio”. Estas disposiciones otorgan a la Sala la autoridad necesaria para considerar
las mociones de “no case to answer” en circunstancias apropiadas.
Además, la Sala considera que permitir tales mociones, en principio, sería coherente con su obligación general,
de conformidad con el artículo 64(2) del Estatuto, de garantizar que el juicio sea justo y expedito y se lleve a
cabo de una manera que respete los derechos del acusado y con el debido respeto por la protección de víctimas
y testigos. Al eliminar los cargos que no se encuentran suficientemente respaldados por pruebas después de
la conclusión de la presentación de pruebas por parte de la Fiscalía, una moción de “no case to answer” tiene
el potencial de contribuir a un juicio más breve y más enfocado, lo que proporciona medios para lograr una
mayor economía y eficiencia judicial de manera que promueva la adecuada administración de justicia y los
derechos del acusado. La Sala es consciente de que la participación de la víctima es una característica especial
de este Tribunal, pero esta participación no constituye en sí misma una inhibición de una moción de “no case
to answer”.
La Sala observa que el Estatuto no contempla una estructura fija para la forma u orden en que se deben
presentar las pruebas en el juicio. Por lo tanto, corresponde a las Salas de Primera Instancia, a la luz de la
estructura adoptada en cualquier caso particular, considerar si una moción de “no case to answer” sería
apropiada para tales procedimientos. El juicio en este caso se ha desarrollado de acuerdo con la práctica general
en la administración de la justicia penal internacional, que implica un acuerdo en el cual la defensa presenta su
propio caso luego de la conclusión del caso de la fiscalía. En consecuencia, la estructura adoptada es propicia
para la audiencia de una moción de “no case to answer” en este caso.
A la luz de lo anterior, la Sala considera que permitir, en principio, una determinación sobre si la Defensa tiene
o no un caso para responder, podría contribuir a un juicio más eficiente y expedito, y como tal es totalmente
compatible con los derechos de los jueces acusado en virtud del Estatuto, sin perjuicio de los derechos de la
Fiscalía y de las víctimas.
[…]
Como se señaló anteriormente, no existe una disposición explícita que establezca la estándar legal aplicable
para una moción ante el Tribunal de “no case to answer”. Por lo tanto, es necesario que la Cámara determine un
estándar legal apropiado, consistente con el marco legal. Como se discutió anteriormente, una moción de “no
case to answer” afirma que no ha habido prueba suficiente, o “no case”, presentada que pueda razonablemente
apoyar una condena. El efecto de una moción exitosa de “no case to answer” sería la entrega de un juicio total
o parcial de absolución.
Como punto inicial, se debe hacer una distinción entre la determinación hecha en la etapa intermedia del
juicio y la decisión final sobre la culpabilidad del acusado al final del caso. Si bien el último examen es si
existe o no evidencia que satisfaga a la Sala más allá de una duda razonable de la culpabilidad del acusado, la
Sala recuerda que el objetivo de la evaluación de “no case to answer” es determinar si la Fiscalía ha aportado
pruebas suficientes para requerir un caso de la defensa, de lo contrario el acusado debe ser absuelto de uno o
presentada solo después de que el Representante Legal haya presentado dicha prueba.
Se recuerda adicionalmente que, aunque la carga de probar la culpabilidad del acusado recae en la Fiscalía, la
Sala puede solicitar la presentación de pruebas o escuchar a los testigos cuando lo considere necesario para
su determinación de la verdad. En caso de que la Sala decida que desea solicitar la presentación de evidencia
adicional después de completar el caso de la Fiscalía, y antes de la presentación de la prueba por parte de la
Defensa, se darán las instrucciones apropiadas en el momento pertinente, incluso si dicha prueba debe ser o no
producida antes de considerar cualquier moción de “no case to answer”.
La Sala toma nota de que se han adoptado diferentes modalidades para la audiencia de las mociones para
sentencias de absolución en los tribunales ad hoc. La regla relevante en el TPIY, por ejemplo, especifica que las
decisiones sobre tales mociones deben ser presentadas oralmente, luego de escuchar las presentaciones orales
de las partes. Por el contrario, la Regla 98bis en el TPIR prevé la presentación de una moción por escrito. La Sala
considera que, en este caso, recibir presentaciones escritas concisas y enfocadas sería lo más propicio para una
eficiente consideración de cualquier moción de “no case to answer”.
[…]
Finalmente, la Sala considera apropiado señalar que la decisión de, en principio, permitir las mociones de
“no case to answer” no está destinado de ninguna manera a prejuzgar si una moción de ese tipo debería ser
perseguida en este caso o no. Teniendo en cuenta que el propósito de permitir tales mociones es promover los
derechos de un acusado al proporcionar un medio para crear un juicio más breve, más focalizado y simplificado,
la Defensa debe considerar cuidadosamente, a la luz de la norma legal que se aplicará, como se especificó
anteriormente, y la prueba realmente presentada por la Fiscalía en el juicio, ya sea que se justifique o no
una moción de “no case to answer” en esas circunstancias. Dichas mociones no deben realizarse de forma
meramente especulativa o como un medio para plantear problemas de credibilidad que deban considerarse en
el momento de las deliberaciones finales. Tampoco deben archivarse meramente para dar forma a la opinión de
la Sala sobre la solidez del caso de la Fiscalía presentado hasta ahora.
Véase N° ICC-01/09-01/11-1334, Sala de Primera Instancia V (A), 3 de Junio de 2014, párr. 10 – 18; 22 – 29;
31 – 32; 34 – 36; 39.
[TRADUCCIÓN] Como sostuvo anteriormente la Sala, “el Fiscal generalmente puede imputar por la alternativa”.
En esta etapa del procedimiento, la Sala no está obligada a entrar en un juicio completo y a decidir sobre la
culpabilidad o inocencia de la persona acusada. Más bien, el mandato de la Sala de Cuestiones Preliminares
es determinar qué casos deben proceder a juicio. Adicionalmente, a la Sala se le puede presentar hechos,
respaldados con pruebas, que pueden satisfacer diferentes modos de responsabilidad. En consecuencia, la Sala
considera que en esta etapa del procedimiento puede confirmar acusaciones alternativas presentadas por el
Fiscal siempre que cada acusación esté respaldada por pruebas suficientes para establecer motivos sustanciales
para creer que el sospechoso ha cometido uno o más de los delitos imputados. En este sentido, la Sala recuerda
el artículo 61(5) del Estatuto, que exige al Fiscal respaldar “cada cargo” con suficiente evidencia. Si el Fiscal lo ha
hecho o no es una cuestión que debe ser evaluada por la Sala a la luz de su determinación en virtud del artículo
61(7) del Estatuto. En consecuencia, el “fracaso” del Fiscal de apoyar los cargos contra el Sr. Ntaganda, como
afirma su Defensa, es principalmente una cuestión de prueba que debe resolverse en virtud de este artículo. En
caso de que la Sala determine que el Fiscal no ha respaldado cada cargo con evidencia suficiente para alcanzar
el umbral de evidencia requerido, el resultado es, entre otras cosas, negarse a confirmar uno o más de los cargos.
De ello se deduce que el argumento de la defensa debe ser rechazado.
Véase N° ICC-01/04-02/06-309, Sala de Cuestiones Preliminares II, 9 de Junio de 2014, párr. 100.
ataque puede “a menudo expresarse a través de patrones de delitos, en el sentido de la repetición no accidental
de una conducta criminal similar sobre una base regular”.
La Sala considera que el ataque mencionado anteriormente fue a gran escala en naturaleza, ya que: (i) involucró
un gran número de actos; (ii) afectó y victimizó a un número significativo de individuos; (iii) extendido por un
período de tiempo de más de cuatro meses; y (iv) afectó a toda la ciudad de Abidjan, una metrópolis de más de
tres millones de habitantes. Teniendo en cuenta el efecto acumulativo de esta serie de actos violentos, la Sala
considera que existen motivos fundados para creer que el ataque fue “generalizado” en el sentido del artículo
7(1) del Estatuto.
[…]
III. Responsabilidad penal individual del sospechoso.
La Sala observa que el Fiscal alega que el sospechoso es criminalmente responsable por los delitos denunciados
“alternativamente, bajo el artículo 25 (3) (a) (co-perpetración indirecta), 25 (3) (b) (ordenar, solicitar e
inducir) y 25 (3) (d), así como los artículos 28 (a) y 28 (b) del Estatuto”. En consecuencia, el Fiscal solicita a
la Sala que confirme los cargos tal como se presentan, manteniendo así los motivos alternativos propuestos
de responsabilidad penal y, en última instancia, permitiendo que estas alternativas se presenten a la Sala de
Primera Instancia para su determinación final.
La Sala opina que cuando las caracterizaciones legales alternativas de los mismos hechos propuestos por el Fiscal
se hayan establecido satisfactoriamente por la prueba, es apropiado que los cargos se confirmen con las diversas
alternativas disponibles, para que la Sala de Primera Instancia determine si alguna de esas caracterizaciones
legales está establecido según el estándar de prueba aplicable en el juicio.
Al evaluar la experiencia pasada de la Corte, la Sala también opina que la confirmación de todas las
caracterizaciones legales alternativas aplicables sobre la base de los mismos hechos es un enfoque deseable, ya
que puede reducir futuras demoras en el juicio, y proporciona un aviso temprano a la defensa de las diferentes
caracterizaciones legales que pueden ser consideradas por los jueces de primera instancia. Este enfoque más
flexible es, por supuesto, sin perjuicio de la posibilidad de que los jueces de primera instancia, siguiendo el
procedimiento aplicable, también consideren otras alternativas.
En consecuencia, la Sala en adelante presentará sus conclusiones sobre los modos alternativos de responsabilidad
propuestos por el Fiscal, y su determinación sobre si cada uno de ellos está suficientemente respaldado por la
prueba disponible.
Véase N° ICC-02/11-01/11-656-Red, Sala de Cuestiones Preliminares I, 12 de Junio de 2014, párr. 207 - 210;
213 - 217; 222 - 224; 226 - 229.
[TRADUCCIÓN] Una mayoría absoluta de ocho jueces determinó que Solicitud como inadmisible debido a que
el Representante Legal no tiene autoridad para presentar una solicitud de descalificación de un juez (“Mayoría”).
Una minoría de tres jueces determinó que la Solicitud era admisible por el hecho de que el Representante Legal
tiene autoridad para presentar la Solicitud (“Minoría”). Dos jueces se abstuvieron de la decisión.
El Plenario observó primero el artículo 41(2)(a) del Estatuto de Roma, que establece el principio de imparcialidad,
siempre que “[un] juez no participe en ningún caso en el cual su imparcialidad pueda razonablemente dudarse
bajo cualquier motivo”. El Plenario luego reflexionó sobre el artículo 41 (2) (b) del Estatuto, que estipula que:
“[E] l Fiscal o la persona que está siendo investigada o procesada pueden solicitar la descalificación de un juez
en virtud de este párrafo”. El Plenario observó que esta disposición no se refiere a las víctimas que han sido
autorizadas a participar en los procedimientos. Luego, el Plenario deliberó sobre el argumento del Representante
Legal de que la disposición debería interpretarse como incluyendo a las víctimas, de conformidad con el artículo
21(3) del Estatuto.
La Mayoría tuvo en cuenta el papel desempeñado por las víctimas los procedimientos de reparaciones,
considerando que son, de hecho, importantes protagonistas en la etapa de reparaciones. Consideraron el
lenguaje literal del artículo 41(2)(b) del Estatuto, recordando que: “[un] tratado se interpretará de buena fe de
acuerdo con el significado ordinario que se le dará a los términos del tratado en su contexto y a la luz de su objeto
y propósito”, como se refleja en el artículo 31 (sobre la “Regla general de interpretación”) de la Convención de
Viena sobre el Derecho de los Tratados (“Convención de Viena”). Luego consideraron si era necesario recurrir
[TRADUCCIÓN] El plenario ha establecido previamente que no es necesario que un solicitante que busca
descalificar a un juez muestre un sesgo real en nombre del juez; más bien, la aparición de motivos para dudar
de su imparcialidad será suficiente.
autonomía de otros miembros del tribunal, y permite a los jueces mantener su integridad intelectual. Más aún,
el Plenario consideró que las opiniones de las minorías protegen los procedimientos judiciales de la influencia
de la uniformidad forzosa, dan el impulso necesario para el desarrollo de la ley y evitan el estancamiento en la
toma de decisiones. Consideró que las opiniones minoritarias enriquecen la calidad de las decisiones y mejoran
su claridad desde la perspectiva de las opiniones así expresadas por los jueces, y demuestran a las partes, a los
participantes y al público en general que un caso se ha evaluado a fondo. El Plenario consideró una paradoja
que un bastión de la independencia judicial haya sido utilizado como base para la descalificación del Juez.
Además, el Plenario consideró que si se aceptaba el razonamiento del Representante Legal, luego en cualquier
momento en que se tome una decisión, ya sea por mayoría o por unanimidad, sobre la culpabilidad o la inocencia
de un acusado, el mismo tribunal nunca podría proceder a sentarse en los procedimientos de reparaciones. El
Plenario consideró que tal razonamiento es contrario al artículo 74(1) del Estatuto que estipula: “[t] odos los
jueces de la Sala de Primera Instancia estarán presentes en cada etapa del juicio y durante sus deliberaciones...”
Además, señaló que esta línea de razonamiento conduciría a un resultado poco práctico y no razonable,
contrario a los intereses de la justicia, dado que implicaría el reemplazo completo de una sala (que ha oído
sobre todas las pruebas en un caso particular) con otra (que no ha oído sobre ninguna de las pruebas en el caso).
Finalmente, sin opinar sobre la forma en que se utilizarían las pruebas del juicio durante los procedimientos de
reparación, el Plenario consideró que un juez de una minoría disidente sobre una condena o absolución en un
caso está, en cualquier caso, obligado por la decisión de la mayoría de la Sala.
[…]
V. Opinión separada concurrente del juez Eboe-Osuji
[…]
En cuanto a la queja de fondo de las víctimas en el presente caso, aparte del asunto de su locus standi, el
Juez Eboe-Osuji siente la necesidad de agregar las siguientes observaciones, estando mientras totalmente de
acuerdo con la decisión y el razonamiento del Plenario tal como está. El juez Eboe-Osuji desea reiterar, como
corresponde en el presente caso, las observaciones que había hecho anteriormente en la decisión del Plenario
sobre la solicitud de descalificación del juez Song en la apelación de Lubanga.
Es un principio central de la ley de descalificación de los jueces que el punto de vista correcto de apreciación
del asunto es desde la perspectiva del espectador promedio que está completamente informado de las
circunstancias. El correcto punto de apreciación no es únicamente desde la perspectiva de la parte reclamante.
Y la prueba es si el espectador promedio, plenamente informado de las circunstancias, percibirá de hecho un
sesgo en la decisión final en la que el juez impugnado participó o va a participar. Para que la aprehensión del
sesgo sea legítima o válida, es fundamental que el espectador promedio esté completamente informado de
todas las circunstancias del caso.
Véase N° ICC-01/04-01/07-3504-Anx, Plenario de Jueces, 22 de Julio de 2014, párr. 38 – 40; 51 – 52; 57 - 58.
Con la Primera y la Segunda Solicitud de Participación, los Grupos de Víctimas I y II solicitan permiso para
participar en las apelaciones contra la Decisión de Condena. La Sala de Apelaciones recuerda la Notificación
de Desistimiento de Katanga, notificando la interrupción de su apelación de conformidad con la regla 152(1)
de las Reglas de Procedimiento y Prueba, y la Notificación de desistimiento del Fiscal que informa a la Sala de
Apelaciones de su decisión de desistirse de su apelación.
La Sala de Apelaciones observa que la regla 152(1) de las Reglas de Procedimiento y Prueba estipula que “[c]
ualquier parte que haya presentado una apelación puede desistir de la apelación en cualquier momento antes
de que se haya emitido la sentencia. En tal caso, la parte debe presentar ante la Secretaría un aviso por escrito
del desistimiento de la apelación. La Secretaría informará a las otras partes que dicho aviso ha sido presentado”.
En consecuencia, la Sala de Apelaciones observa que es a discreción parte desistir de una apelación y que el
marco legal de la Corte no prevé un rol de la Sala de Apelaciones en la misma.
La Sala de Apelaciones también señala que debido al desistimiento, los procedimientos de apelación en el
presente caso están terminados. La Sala de Apelaciones considera que, como consecuencia, la Primera y la
Segunda Solicitud de Participación son irrelevantes y deben ser rechazadas.
Véase N° ICC-01/04-01/07-3505 A A2, Sala de Apelaciones, 24 de Julio de 2014, párr. 12 – 14.
[TRADUCCIÓN] El artículo 67(1)(a) del Estatuto de Roma establece el derecho del sospechoso a ser informado
sin demora y en detalle sobre la naturaleza, la causa y el contenido del cargo. La Regla 121(3) de las Reglas
de Procedimiento y Prueba obliga al Fiscal a proporcionar una descripción detallada de los cargos dentro de
un tiempo razonable antes de la audiencia de confirmación de los cargos. La norma 52 del Reglamento de la
Corte detalla más el contenido requerido del documento que contiene los cargos que incluirán, inter alia, una
declaración de los hechos que proporciona suficiente base legal y fáctica para llevar a la persona a juicio, y
una caracterización legal de los hechos acordes tanto con los delitos contemplados en los artículos 6, 7 u 8 del
Estatuto, como con la forma precisa de participación en virtud de los artículos 25 y 28 del Estatuto.
La Magistrada Única observa que la norma 52 del Reglamento deja claro que, para los fines de informar al
sospechoso sobre la naturaleza, la causa y el contenido de los cargos que se le imputan, es suficiente que el
Fiscal exponga claramente los hechos relevantes e identifique su propuesta de caracterización jurídica. En el
presente caso, el Fiscal argumenta que los mismos hechos alegados pueden caer bajo caracterizaciones legales
alternativas, y acusa al sospechoso en consecuencia.
[TRADUCCIÓN] La confirmación de cargos alternativos puede preservar mejor los intereses de la Defensa,
ya que proporciona una notificación temprana de posibles alternativas y, por lo tanto, reduce la necesidad de
recurrir a la norma 55 del Reglamento de la Corte, que puede tener un costo considerable para la celeridad de
los procedimientos.
Bajo el marco estatutario legal, la confirmación de los cargos bajo un modo de responsabilidad no impide que
el juicio proceda o que una condena sea ingresada bajo otro modo de responsabilidad basado en los mismos
hechos y circunstancias. De hecho, de conformidad con la norma 55 del Reglamento “[e] n su decisión en
virtud del artículo 74, la Sala puede modificar la caracterización legal de los hechos para adaptarse a los delitos
contemplados en los artículos 6, 7 u 8, o para adaptarlos a la forma de la participación del acusado en virtud de
los artículos 25 y 28, sin exceder los hechos y circunstancias descritos en los cargos y cualquier enmienda a los
cargos”. Esta norma establece un procedimiento de notificación a la Defensa antes de que esta dirección sea
tomada. Casos recientes demuestran que tal notificación puede darse no solo al final del procedimiento sino
también inmediatamente después del final del proceso de confirmación, poco después del comienzo del juicio.
Véase N° ICC-02/11-01/11-680, Sala de Cuestiones Preliminares I, 11 de Septiembre de 2014, párr. 51 – 52.
[TRADUCCIÓN] La presente Solicitud requiere, inter alia: (i) que se proporcione a las partes la carta de
renuncia del juez en cuestión y (ii) el nombramiento de un experto independiente para evaluar si el Magistrado
era capaz de cumplir sus funciones judiciales hasta el 30 de junio de 2014.
[…]
En relación con la segunda solicitud, la Presidencia observa que la Decisión de Confirmación de los Cargos se
presentó el 12 de Junio de 2014. Mientras la solicitud de autorización para Apelar la Decisión de Confirmación
de los Cargos fue presentada por la Defensa el 29 de julio de 2014, luego de la renuncia del juez en cuestión,
cuyo aviso se publicó el 30 de junio de 2014, y la noticia de su muerte posterior, cuyo aviso se publicó el 22 de
julio de 2014, la Solicitud de Autorización para Apelar no impugnó la capacidad del magistrado en cuestión
para escuchar el caso en la etapa pre-judicial. Además, la presente Solicitud a la Presidencia se presentó solo
el 23 de septiembre de 2014, y después de que la Presidencia asignó el caso, y transfirió el expediente de los
procedimientos del mismo, a la Sala de Primera Instancia I el 11 de Septiembre de 2014. Le correspondía a la
Defensa cualquier impugnación contra el Magistrado: (i) ante la Sala, (ii) dentro de la Solicitud de Autorización
para Apelar presentada ante la Sala o (iii) ante la Presidencia antes del término de los procedimientos de
Cuestiones Preliminares ante la Sala.
Véase N° ICC-02/11-01/11-690, Presidencia, 7 de Octubre de 2014, párr. 25 y 27.
[TRADUCCIÓN] […] [L] a Sala considera que un acusado puede ser trasladado fuera del centro de detención
cuando las circunstancias humanitarias apremiantes así lo justifiquen. Transferencias similares han sido
autorizadas previamente por otras Salas de esta Corte y, por ejemplo, en la Tribunal Penal Internacional para
la ex Yugoslavia. Sin embargo, como es el caso en la jurisprudencia de libertad condicional, para otorgar tal
transferencia, la Sala debe imponer condiciones específicas y un Estado que esté dispuesto y sea capaz de hacer
cumplir esas condiciones debe ser identificado.
La Sala considera que la solicitud del acusado para ser transferido a Côte d’Ivoire para organizar el funeral de
su madre constituye circunstancias humanitarias. Sin embargo, la Sala no está convencida en las circunstancias
de que cualquier conjunto de condiciones específicas pueda mitigar suficientemente las preocupaciones de
seguridad y logística identificadas por Côte d’Ivoire, la Secretaría, la Fiscalía y el Representante Legal de las
víctimas. La Sala no puede justificar el otorgamiento de la ayuda solicitada cuando se corre el riesgo de poner
en peligro a la población en Côte d’Ivoire, al personal del Tribunal y al acusado mismo.
Véase N° ICC-02/11-01/11-711-Red, Sala de Primera Instancia I, 29 de Octubre de 2014, párr. 25 – 27.
En esta etapa del procedimiento, la Sala emite su determinación según la norma aplicable, según lo establecido
en el artículo 61(7) del Estatuto, sobre si existe prueba suficiente para establecer motivos sustanciales para creer
que los Sospechosos cometieron cada uno de los delitos que les fueron imputados, conforme a la jurisprudencia
entonces puede la Sala de Apelaciones “enmendar” la sentencia e ingresar una nueva, apropiada sentencia.
La Sala de Apelaciones solo intervendrá en el ejercicio de la discreción de la Sala de Primera Instancia para
determinar la sentencia si: (i) el ejercicio de la discreción de la Sala de Primera Instancia se basa en una
interpretación errónea de la ley: (ii) la discreción se ejerció sobre la base de una incorrecta conclusión de hecho o
(iii) si como resultado de la ponderación y el equilibrio de la Sala de Primera Instancia de los factores relevantes,
la sentencia impuesta es tan irrazonable que constituye un abuso de discreción.
El artículo 83 (2) de los Estatutos exige que la sentencia se vea “afectada sustancialmente por un error de hecho
o de ley o un error de procedimiento”. El efecto material de tal error solo se establece si el ejercicio discrecional
de la Sala de Primera Instancia condujo a una sentencia desproporcionada.
[…]
Desde un comienzo, la Sala de Apelaciones observa que el artículo 83(2) y (3) del Estatuto aclara que, con
respecto a las apelaciones contra las decisiones de sentencia, la tarea principal de la Sala de Apelaciones es
revisar si la Sala de Primera Instancia cometió algún error al sentenciar a la persona convicta La función de
la Sala de Apelaciones no es determinar, por sí sola, cuál es la sentencia apropiada, a menos que, según lo
estipulado en el artículo 83 (3) del Estatuto, haya encontrado que la sentencia impuesta por la Sala de Primera
Instancia es “desproporcionada” con respecto al delito. Solo entonces puede la Sala de Apelaciones “enmendar”
la sentencia e ingresar una nueva, apropiada sentencia.
Asimismo, según lo establecido en la sección anterior, la tarea principal de la Sala de Primera Instancia es sopesar
los factores relevantes para determinar una sentencia que refleje la culpabilidad de la persona condenada.
Los textos legales de la Corte no establecen requisitos explícitos sobre cómo deben equilibrarse los factores.
Como se señaló anteriormente, la Sala de Apelaciones considera que la Sala de Primera Instancia tiene amplia
discreción en la determinación de una sentencia. A este respecto, la Sala de Apelaciones observa que el artículo
81(2)(a) del Estatuto establece que una decisión sobre la sentencia solo puede ser apelada sobre la base de que
existe una “desproporción entre el delito y la sentencia”. La historia de la redacción revela que los delegados
consideraron incluir los calificativos de “significativamente” o “manifiestamente desproporcionados”, pero
finalmente los rechazaron. La proporcionalidad generalmente se mide por el grado de daño causado por el
delito y la culpabilidad del autor y, en este sentido, se relaciona con la determinación de la duración de la
sentencia. Si bien la proporcionalidad no se menciona como un principio en el artículo 78(1) del Estatuto, la
regla 145 (1) de las Reglas de Procedimiento y Prueba proporciona orientación sobre cómo la Sala de Primera
Instancia debe ejercer su discreción al ingresar una sentencia que sea proporcional a la delito y refleje la
culpabilidad del condenado.
Con respecto a las decisiones discrecionales, la Sala de Apelaciones ha celebrado en relación con las apelaciones
presentadas de conformidad con el artículo 82(1) del Estatuto:
“La Sala de Apelaciones no interferirá con el ejercicio de discreción de la Sala de Cuestiones Preliminares
[…] simplemente porque la Sala de Apelaciones, si tuviera el poder, podría haber tomado una decisión
diferente. Hacer eso sería usurpar los poderes que no le son conferidos y hacer que los poderes nugatorios
estén específicamente investidos en la Sala de Cuestiones Preliminares. […] [L] as funciones de la Sala de
Apelaciones se extienden a la revisión del ejercicio de discreción por parte de la Sala de Cuestiones Preliminares
para garantizar que la Sala ejerció su discreción. Sin embargo, la Sala de Apelaciones no interferirá con el ejercicio
de discreción de la Sala de Cuestiones Preliminares [...] , salvo cuando se demuestre que esa determinación
estuvo viciada por un error de derecho, un error de hecho o un error de procedimiento, y luego, sólo si el error
afectó materialmente la determinación. Esto significa, en efecto, que la Sala de Apelaciones interferirá con una
decisión discrecional solo bajo condiciones limitadas. La jurisprudencia de otros tribunales internacionales,
así como la de los tribunales nacionales, respalda esta posición. Identifican las condiciones que justifican la
interferencia de apelación para: (i) cuando el ejercicio de la discreción se basa en una interpretación errónea de
la ley; (ii) cuando se ejerce sobre una conclusión de hecho claramente incorrecta; o (iii) cuando la decisión sea
tan injusta e irrazonable como para constituir un abuso de discreción. [Notas al pie omitidas.] ”
La Sala de Apelaciones considera que la norma de revisión anterior también se aplica a las decisiones de
sentencia. Con respecto a los errores legales, la Sala de Apelaciones recuerda que la regla 145 de las Reglas de
Procedimiento y Prueba proporciona el marco general para la determinación de la Sala de Primera Instancia de
[TRADUCCIÓN] Los derechos de las víctimas de los delitos atribuidos al sospechoso se ven afectados por
el hecho de que Libia no lo haya entregado a la Corte. A falta de un procedimiento dirigido a determinar si
es criminalmente responsable por los delitos que causaron el daño reclamado por las víctimas, se les priva
de su derecho a que se haga justicia, a pesar de la jurisdicción de la Corte sobre el caso. Como lo subrayó
recientemente el representante legal de las víctimas que se ha comunicado con la Corte y ha participado en los
procedimientos de admisibilidad en el presente caso, “las víctimas han estado esperando justicia por más de
dos años” y “[l] a negativa de las autoridades de Libia para rendirse y/o retrasar la transferencia del sospechoso
a la Corte, solo puede perjudicar los intereses de las víctimas en los procedimientos”.
Véase N° ICC-01/11-01/11-577, Sala de Cuestiones Preliminares I, 10 de Diciembre de 2014, párr. 29.
[TRADUCCIÓN] En la presente decisión, la Sala emite su determinación en virtud del artículo 61 (7) del Estatuto
sobre si existe evidencia suficiente para establecer fundamentos sustanciales para creer que el sospechoso
cometió cada uno de los delitos imputados. De acuerdo con la jurisprudencia de la Corte, para cumplir con
este umbral probatorio, el Fiscal debe “ofrecer pruebas concretas y tangibles que demuestren una línea clara de
razonamiento que sustente [sus] alegatos específicos”.
La determinación de la Sala se basa en una evaluación de la evidencia en la que se basan el Fiscal y la Defensa,
y se incluye para este propósito en sus respectivas listas de evidencia de conformidad con la regla 121 (3) y (6)
de las Reglas de Procedimiento y Prueba - teniendo en cuenta las presentaciones orales y escritas presentadas
por las partes, así como el representante legal de las víctimas admitidas para participar en la audiencia de
confirmación de cargos.
La Sala ha evaluado el valor probatorio de la evidencia relevante, teniendo en cuenta que debido al limitado
alcance y propósito de los procedimientos de confirmación de cargos, dicha evaluación es limitada y que, según
lo reconocido por la Sala de Apelaciones, la evaluación de la credibilidad de los testigos es “necesariamente
presunta”. De hecho, la Sala está consciente de la guía de la Sala de Apelaciones de que si bien una Sala de
Cuestiones Preliminares puede evaluar la credibilidad de los testigos, “debe tener mucho cuidado al encontrar
que un testigo es o no es creíble”, ya que considera que la credibilidad de los testigos solo puede abordarse
adecuadamente en el juicio.
Las conclusiones de la Sala se basan en la totalidad de la evidencia disponible, considerada en un sistema como
conjunto, independientemente de qué parte presentó originalmente la prueba en el expediente del caso. De
conformidad con la práctica establecida por las Salas de Cuestiones Preliminares, los elementos de prueba a los
que se hace referencia en la presente decisión se incluyen con el único propósito de proporcionar el razonamiento
que fundamenta su determinación. Esto se entiende sin perjuicio de la relevancia de otros elementos de prueba
distintos de los mencionados, que la Sala en todo caso ha considerado exhaustivamente. Más específicamente,
la falta de una referencia explícita a un elemento de prueba puede significar que el hallazgo al que se refiere ya
está suficientemente respaldado por otras piezas de prueba o, por el contrario, que un determinado hallazgo,
se ha establecido satisfactoriamente a la luz de la evidencia tomada como un todo, no es negado por uno o más
elementos de evidencia discretos.
[TRADUCCIÓN] Ante todo, la Sala señala que esta es la primera ocasión en que se ha presentado una solicitud
de acumulación ante una Sala de Primera Instancia de esta Corte. La Sala toma nota de los alegatos de la
Defensa relativos a la legislación vigente, en particular a efectos de que los cargos contra un acusado se han de
acumular en primer lugar con arreglo al párrafo 5 del artículo 64 del Estatuto, antes de que sea posible acumular
los autos con arreglo a la regla 136 de las Reglas. La Defensa alega, fundándose en el texto de la versión francesa
del Estatuto y las Reglas, que las actuaciones del juicio solo se pueden acumular, tras la conclusión de la fase de
confirmación, si los cargos confirmados contra dos o más acusados son idénticos.
Al respecto, la Sala observa que los documentos legales de la Corte se han de interpretar de acuerdo con
el significado ordinario de los términos, según se emplean en su contexto, y a la luz del objeto y propósito.
La Sala ha de excluir cualquier interpretación que pudiera restar significado o efectividad a las disposiciones
estatutarias.
Como se expone arriba, el párrafo 5 del artículo 64 del Estatuto dispone, entre otras cosas, que la Sala de
Primera Instancia podrá, ‘según proceda’, indicar que se acumulen los cargos cuando haya más de un acusado.
La subregla 1 de la regla 136 de las Reglas, respecto de la ‘[a] cumulación y separación de autos’, dispone que
los autos de quienes hayan sido acusados conjuntamente serán acumulados, a menos que la Sala de Primera
Instancia disponga su separación i) para evitar graves perjuicios al acusado, ii) para proteger los intereses de
la justicia o iii) porque una de las personas que ha sido acusada conjuntamente ha admitido su culpabilidad y
puede ser procesada de conformidad con el párrafo 2 del artículo 65 del Estatuto. La subregla 2 de la regla 136
de las Reglas asegura que, en caso de acumulación de autos, cada acusado tendrá los mismos derechos que si
estuviere siendo procesado por separado.
La sala considera que el párrafo 5 del artículo 64 del Estatuto y la regla 136 de las Reglas se han de leer
conjuntamente; la primera dispone facultades discrecionales amplias de la Sala para acumular los cargos,
y la segunda aporta orientaciones en cuanto al ejercicio de estas facultades y las circunstancias en las que
está justificada la acumulación. En cuanto a la necesidad de separar los autos para evitar ‘graves perjuicios’ al
acusado y proteger los intereses de la justicia, esa consideración se ha de tomar en cuenta en todas las instancias
en que se contemple la acumulación de autos.
Si la Sala hubiera de interpretar el párrafo 5 del artículo 64 del Estatuto y la regla 136 de las Reglas con arreglo
a la solicitud de la Defensa, la Sala no tendría facultad para acumular los autos de personas cuyos cargos
consten en decisiones de confirmación diferentes, a no ser que los hechos y la circunstancias descritas en esos
cargos fueran idénticas. Ningún punto de la redacción de estas disposiciones indica que la facultad de la Sala
de Primera Instancia para acumular autos esté limitada a esas situaciones. Además, la Sala concluye que la
interpretación de la Defensa, en la práctica, restringiría indebidamente la facultad de la Sala para ordenar la
acumulación de cargos y juicios en virtud del párrafo 5 del artículo 64 del Estatuto y la regla 136 de las Reglas.
Tal limitación invalidaría el objeto y propósito de estas disposiciones.
A este respecto, la Sala considera que el párrafo 5 del artículo 64 del Estatuto y la regla 136 de las Reglas se
han de leer a la luz del párrafo 2 del artículo 64 del Estatuto, por el que se dispone que la Sala velará por que el
juicio sea justo y expedito y se sustancie con pleno respeto de los derechos del acusado y teniendo debidamente
en cuenta la protección de las víctimas y los testigos. Según la Sala de Cuestiones Preliminares I, los autos
acumulados están en consonancia con el objeto y propósito del estatuto y de las Reglas en la medida en que
afianzan la justicia y celeridad de las actuaciones al evitar la duplicación de las pruebas, las faltas de coherencia
en la presentación y evaluación de las pruebas, los efectos indebidos para los testigos y las víctimas, y los gastos
innecesarios. La Sala de Apelaciones ha confirmado que, en consonancia con los derechos de los acusados, la
acumulación promueve la ‘eficacia del proceso penal’ y la celeridad de las actuaciones.
Por consiguiente, la Sala concluye que, en virtud del párrafo 5 del artículo 64 del Estatuto y la regla 136 de
las Reglas, está facultada para acumular los cargos contra varios acusados, incluso cuando esos cargos no son
idénticos. La Sala estima procedente considerar la naturaleza de los cargos, así como si existe un vínculo entre
ellos.
en juicios por separado, la duración de un juicio acumulado en comparación con la duración acumulada de
juicios por separado, y el uso económico de los recursos de la Corte.
La Sala señala que, según la Fiscalía, en gran medida se han divulgado y se han de divulgar las mismas pruebas
en ambas causas, la Fiscalía se basó en gran medida en las mismas pruebas en la audiencia de confirmación,
y la Fiscalía presentará en gran medida las mismas pruebas durante el juicio contra ambos Acusados. Los
alegatos de la Defensa relacionados con las distintas pruebas que presentarán los dos equipos de la Defensa
no se justifican mediante detalles adicionales. Por consiguiente, la Sala considera que, como mínimo, un juicio
acumulado evitaría la duplicación de un considerable volumen de pruebas.
Un juicio acumulado también permitiría evitar el riesgo de faltas de coherencia en el tratamiento y la evaluación
de las pruebas en juicios separados, y, a su vez, de faltas de coherencia en los veredictos. Además, es evidente
que la necesidad de que los testigos presentaran su testimonio dos veces podría causar dificultades para los
testigos, y también aumentar el riesgo de exposición de los testigos protegidos. Por todos estos motivos, la
Sala considera que un juicio acumulado protege los intereses de los testigos y las víctimas, y es conforme a las
obligaciones de la Sala en virtud del párrafo 1 del artículo 68 del Estatuto.
En relación con la economía judicial, la Sala considera que dos juicios separados, en los cuales las pruebas serán
por lo general las mismas, ya se lleven a cabo de forma simultánea o de otro modo, probablemente requerirán
más horas y recursos de sala que un juicio acumulado, y llevarán a una duplicación de los esfuerzos para
todos los órganos de la Corte. En efecto, a la luz de la estrecha conexión entre las dos causas ante esta Sala, la
realización de dos juicios requeriría que la Acusación demostrara por dos veces los alegatos de hecho en los
que se fundan los cargos contra ambos Acusados. La Sala considera que ello supondría un uso indebido de los
recursos, sin ningún beneficio palpable para los intereses de la justicia en general.
Por consiguiente, la Sala considera que no son necesarios juicios separados en esta fase para proteger los
intereses de la justicia. La Sala estima que, de conformidad con el párrafo 2 del artículo 64 del Estatuto, un juicio
acumulado constituye la solución más adecuada.
d) Conclusión
Con arreglo al párrafo 5 del artículo 64 del Estatuto y la regla 136 de las Reglas, la Sala determina que es
procedente acumular los cargos y juzgar conjuntamente al Sr. Gbagbo y el Sr. Blé Goudé. En virtud del párrafo
2 del artículo 64 del Estatuto, la Sala velará por un proceso justo en este juicio acumulado. En virtud de la regla
136 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, reconocerá a cada acusado los mismos derechos que si estuviera
siendo procesado por separado.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-1, Sala de Primera Instancia I, 11 de marzo de 2015, párrs. 42 a 52 y 57 a 68.
[TRADUCCIÓN] Ante todo, la Sala señala que ambos equipos de la Defensa alegan la ambigüedad de la
Decisión de Acumulación, que, según ellos, ha obstaculizado su capacidad de cumplir las instrucciones de la
Sala relativas a los autos de las causas Gbagbo y Blé Goudé. Sin embargo, la Solicitud de la Defensa del Sr.
Gbagbo se presentó más de dos semanas después de la Decisión de Acumulación. La Defensa del Sr. Gbagbo
no aporta ningún motivo para justificar que su solicitud no se presentara antes. La Sala considera que, en
ejercicio de una diligencia razonable, la Solicitud de la Defensa del Sr. Gbagbo podría haberse presentado en
un momento anterior.
Además, la Sala toma nota de la solicitud por la Defensa de aclaraciones respecto a la clasificación de
confidencialidad que debería utilizar para transmitir material tan solo a las partes y no al Representante Legal
de las Víctimas. Tomando en consideración la norma 23bis del Reglamento de la Corte y las instrucciones
anteriores dictadas por la Sala y el Magistrado único a este respecto, la Sala determina que esta solicitud es
improcedente y que no se le dará consideración adicional.
En cuanto a la solicitud de aclaración relativa al término ‘expediente de la causa’, la Sala recuerda que, en la
parte correspondiente, la Decisión de Acumulación hacía referencia a la subregla 10 de la regla 121 y la regla 131
de las Reglas. Estas disposiciones hacen referencia al expediente de las actuaciones ante la Sala de Cuestiones
Preliminares y disponen que, entre otros, el Fiscal, la Defensa y los Representantes Legales de las Víctimas lo
podrán consultar, con sujeción a cualquier restricción justificada. La Decisión de Acumulación también hacía
referencia a la norma 21 del Reglamento de la Secretaría, en la que se dispone que ‘en el expediente de situación
[TRADUCCIÓN] El Magistrado único observa que el numeral 2 de la norma 19bis del Reglamento de la
Corte dispone que, salvo que una Sala decida otra cosa, durante el receso judicial las audiencias se limitarán a
cuestiones urgentes y los plazos no se suspenderán.
El Magistrado único considera que, si bien por consiguiente el marco jurídico de la Corte permite, de forma
excepcional, la suspensión de los plazos durante el receso judicial, el numeral 2 de la norma 19bis del Reglamento
de la Corte dispone claramente que los plazos no se suspenderán salvo que la Sala decida otra cosa. Para decidir
si existen o no circunstancias que pudieran justificar una excepción a la norma, el Magistrado único estima que
debería tomar en consideración las circunstancias particulares que pudieran guardar relación con la cuestión,
incluida la naturaleza de las cuestiones que alega la Defensa, y la fase actual del proceso.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-135, Sala de Primera Instancia I (Magistrado único), 14 de julio de 2015,
párrs. 3 y 4.
[TRADUCCIÓN] […] El Magistrado único recalca que, si la Defensa del Sr. Gbagbo no está en condiciones de
atenerse a una orden, ha de recurrir a todas las medidas razonables, incluidas las que se disponen en el marco
legal de la Corte, con el fin de evitar o subsanar tal previsión de incumplimiento.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-150, Sala de Primera Instancia I (Magistrado único), 21 de julio de 2015, párr.
10.
[TRADUCCIÓN] Con arreglo al numeral 2 de la norma 37 del Reglamento de la Corte, la Sala puede ampliar
el número máximo de páginas admisibles “en casos excepcionales”. Tras haber considerado los argumentos del
Sr. Gbagbo, la Sala de Apelaciones no está convencida de que la naturaleza, presunta complejidad y novedad
de las cuestiones que el Sr. Gbagbo tiene intención de plantear en su apelación constituyan circunstancias
excepcionales que justifiquen una ampliación del número máximo de páginas admisible para el documento
justificante de la apelación en el presente caso.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-144 OA6, Sala de Apelaciones, 23 de julio de 2015 (fechada el 22 de julio de
2015), párr. 9.
[TRADUCCIÓN] La Sala observa que la Fiscalía parece haber pasado por alto otros recursos estatutarios a su
disposición antes de presentar la Solicitud. Antes de pedir a la Sala que ejercitara de oficio su autoridad en virtud
del numeral 2 de la norma 55 del Reglamento de la Corte, la Fiscalía podría haber solicitado i) autorización para
apelar contra la Decisión de Confirmación en la causa Gbagbo o ii) en virtud del párrafo 9 del artículo 61 del
Estatuto, una enmienda a esta. A pesar de ello, como se dispone a continuación y en el contexto específico de
la Decisión de Confirmación en la causa Gbagbo, resulta evidente para la Sala que la tipificación jurídica de los
hechos descritos en los cargos puede ser objeto de modificación. En estas circunstancias singulares, el hecho de
que la Fiscalía no haya agotado otros recursos no incide en la obligación de la Sala de notificar con arreglo al
numeral 2 de la norma 55 del Reglamento de la Corte.
IV. Análisis
La Sala está comprometida por los hechos y las circunstancias descritas en los cargos confirmados por la Sala
de Cuestiones Preliminares. El numeral 1 de la norma 55 del Reglamento de la Corte permite que la Sala, en su
fallo conforme al artículo 74, modifique la tipificación jurídica de los hechos con el fin de cerrar brechas en la
posterior al sometimiento de una causa a una sala de primera instancia y previa a las declaraciones iniciales.
Esta interpretación está en consonancia con el objeto de los numerales 2 y 3 de la norma 55 del Reglamento
de la Corte, y la obligación general de la Sala de velar por que el juicio sea justo y expedito. En efecto, según la
Sala de Apelaciones la notificación con arreglo al numeral 2 de la norma 55 del Reglamento de la Corte siempre
debería efectuarse lo antes posible.
[…]
La Sala ha evaluado si esta posible nueva tipificación excedería de los hechos y circunstancias confirmados.
Al hacerlo, y sin llegar a ninguna conclusión respecto de su interpretación jurídica, la Sala ha tomado en
consideración los elementos necesarios a tenor de los párrafos a) y b) del artículo 28 del Estatuto y los hechos
y circunstancias descritos en los cargos. En el presente contexto, y sin perjuicio de cualquier decisión en virtud
del numeral 1 de la norma 55 del Reglamento de la Corte y el artículo 74 del Estatuto, la Sala está convencida de
que, como ha quedado demostrado por la Fiscalía en la Solicitud, la posible nueva tipificación no sobrepasaría
los hechos y circunstancias descritos en los cargos.
[…]
[…] El numeral 2 de la norma 55 del Reglamento de la Corte reconoce a las partes y los participantes la
oportunidad de realizar observaciones una vez practicadas las pruebas y en una etapa procedente del
procedimiento. La Sala considera que estas podrían hacerse en el momento de los alegatos y/u observaciones
finales tras el cierre del período de prueba, con arreglo a la regla 141 de las Reglas de Procedimiento y Prueba.
Es prematuro fijar las modalidades para estos alegatos.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-185, Sala de Primera Instancia I, 20 de agostos de 2015, párrs. 8 a 11; 14 y 16
[TRADUCCIÓN] La Defensa solicita que la Sala determine que la Memoria previa al juicio, un documento
proporcionado por la Fiscalía por invitación de la Sala, se ha de traducir oficialmente a un idioma que los
acusados comprendan perfectamente con el fin de que comprendan en detalle la naturaleza, la causa y el
contenido de los cargos, en el sentido del apartado 1 a) del artículo 67 del Estatuto. […]
En opinión de la Sala, el Estatuto, las Reglas de Procedimiento y prueba y el Reglamento de la Corte proporcionan
un marco que asegura que el acusado reciba una notificación suficiente de la naturaleza, la causa y el contenido
de los cargos, en el sentido del párrafo 1 a) del artículo 67 del Estatuto. Este marco dispone que el acusado
recibirá un documento en el que consten los cargos respecto de los cuales la Fiscal tiene intención de llevar a la
persona a juicio, y que la Sala de Cuestiones Preliminares dictará una decisión relativa a la confirmación de los
cargos, estipulando aquellos respecto de los cuales existen pruebas suficientes para establecer razones fundadas
que permitan creer que la persona cometió los crímenes que se le imputan.
Anteriormente, la Sala ha declarado que ‘los hechos y circunstancias que se describen en los cargos contra
cada uno de los acusados [...] han quedado claramente establecidos por la Sala de Cuestiones Preliminares
en las respectivas Decisiones de Confirmación’ (sin cursivas en el original). La Sala puso énfasis en que ‘con
independencia de si las pruebas en las que se ha de fundamentar la Fiscalía durante el juicio se utilizaron en la
fase de instrucción, los hechos y las circunstancias en los que se fundamentan los cargos contra el acusado no
varían, según se esbozan en las dos Decisiones de Confirmación. La Sala recuerda que la Sala de Apelaciones
ha declarado que, en base al marco estatutario de la Corte y las respectivas funciones de la Fiscal y la Sala de
Cuestiones Preliminares en el proceso de confirmación, esta decisión de confirmación dispone los parámetros
para el juicio. Por consiguiente, el fallo de la Sala en virtud del artículo 74 del Estatuto ‘se referirá únicamente a
los hechos y las circunstancias descritos en los cargos o las modificaciones de los cargos’.
Por añadidura, este marco jurídico requiere que se notifiquen a la Defensa las pruebas que la Fiscalía tiene
intención de utilizar con anterioridad a la audiencia de confirmación. Estipula que el acusado recibirá la lista
de pruebas de la Fiscalía para las actuaciones de confirmación y que se divulgarán antes del juicio los nombres
de los testigos de cargo, y dispone la inspección de todos los elementos materiales para la preparación de la
defensa.
[…]
[TRADUCCIÓN] El párrafo 1 del artículo 67 del Estatuto dispone que el acusado habrá de poder comprender
los cargos y defenderse, y en concreto:
• Comprender el objetivo de del proceso, incluidas sus consecuencias;
• Comprender el desarrollo del proceso, incluida la naturaleza y el alcance de sus declaraciones relativas
a los cargos;
• Comprender los elementos probatorios;
• Presentar testimonio o declarar de palabra sin prestar juramento (si así lo desea); y
• Dar instrucciones a su defensor respecto de la preparación y el desarrollo de su defensa.
La Sala recalca que los Peritos designados no están obligados a llegar por sí mismos a una conclusión en cuanto
a la capacidad del acusado para ser juzgado; esta decisión corresponde a los magistrados.
[…]
[Cualquier medida razonable de expurgación] no debería ocuparse de los hechos, conclusiones o
recomendaciones relacionadas con la capacidad del acusado para ser juzgado o que guarden relación con el
efecto que su estado de salud pudiera tener para el proceso, por ejemplo para las modalidades de su desarrollo
o su calendario, y en ningún caso podrá aplicarse de manera que dificultara la presentación de observaciones
ponderadas sobre el fondo.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-253, Sala de Primera Instancia I, 27 de enero de 2016 (fechada el 30 de
septiembre de 2015), párrs. 13 y 14 y 19.
[TRADUCCIÓN] Respecto de la Segunda cuestión, la Sala observa que la Defensa del Sr. Gbagbo afirma
que el fallo de la Sala en la Decisión impugnada requiere de hecho que el abogado de la Defensa trabaje en
inglés, y que la Sala erró en su determinación de que era suficiente proporcionar al acusado un proyecto de
TRADUCCIÓN al francés de la Memoria previa al juicio. Los razonamientos de la Defensa del Sr. Gbagbo
sobre este asunto ya no guardan relación con los derechos del Sr. Gbagbo con arreglo a los apartados 1 b) y 1
c) del artículo 67 del Estatuto a recibir aquellas traducciones que sean necesarias en interés de la justicia para
permitirle participar de forma activa en el desarrollo de la estrategia de su defensa. Su reclamación se basa en
la declaración incorrecta de que el equipo de la Defensa está en su derecho a trabajar únicamente en francés, si
bien los idiomas de trabajo de la Corte son el inglés y el francés.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-307, Sala de Primera Instancia I, 22 de octubre de 2015, párr. 11.
La Sala reconoce la importancia y el beneficio de aproximar más el 15. L[TRADUCCIÓN] La Sala reconoce la
importancia y el beneficio de aproximar más el trabajo de la Corte a las personas afectadas por la causa. No
obstante, al decidir a tenor de la regla 100 de las Reglas si redunda en interés de la justicia sesionar en un lugar
[TRADUCCIÓN] La Sala recuerda que no está obligada ‘a admitir declaraciones por la persona detenida que
se limitan a repetir argumentos que la Sala ya ha tratado en decisiones anteriores’. Este principio fue afirmado
recientemente en el Fallo de la Sala de Apelaciones relativo a la Decisión Novena sobre el párrafo 3 del artículo
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Cuestiones de procedimiento
60, por el que se sostuvo que, sin más, al suscitar los mismos razonamientos que la Sala ya había considerado y
desestimado, ‘el Sr. Gbagbo demuestra mero desacuerdo con la conclusión de la Sala de Primera Instancia de
que sus razonamientos no son pertinentes’.
[…]
Sin embargo, la Sala recuerda que, en su revisión de la detención con arreglo al párrafo 3 del artículo 60 del
Estatuto, ‘[a] l tratar un cambio en las circunstancias, la Acusación no está obligada a volver a establecer los
mismos hechos subyacentes si estos hechos siguen vigentes.’
Véase núm. ICC-02/11-01/15-328, Sala de Primera Instancia I, 2 de noviembre de 2015, párr. 15.
[TRADUCCIÓN] Con arreglo al párrafo 6 a) del artículo 64 del Estatuto, y a la regla 135 de las Reglas, la Sala
habrá de quedar convencida de que el acusado comprende la naturaleza de los cargos que se le imputan. Esta
valoración incluye necesariamente la determinación no solo de que el acusado comprenda la naturaleza de los
cargos, sino también de que cuente con la capacidad para ejercer sus derechos procesales incluso con asistencia
de su defensor, según se enumeran en el párrafo 1 del artículo 67 del Estatuto.
En este sentido, la Sala respalda en su totalidad la declaración de la Sala de Cuestiones Preliminares a los
siguientes efectos:
[E] l concepto de estar en condiciones de ser sometido a juicio se ha de considerar como un aspecto del concepto
más amplio de un juicio justo. Radica en la idea de que cuando el acusado, por motivos de mala salud, no esté
en condiciones de ejercer con efectividad sus derechos procesales, el juicio no podrá ser justo y el proceso penal
se habrá de suspender hasta que el obstáculo deje de existir. En este sentido, las condiciones de ser sometido a
juicio se pueden definir como la ausencia de unas condiciones médicas que impedirían al acusado ejercer con
efectividad sus derechos a un juicio justo.
La Sala también hace suya la observación de la Sala de Cuestiones Preliminares a efectos de que ‘el ejercicio
eficaz de los derechos de la persona a un juicio justo no requiere que esa persona pueda ejercerlos como “si
contara con una formación de abogado o de oficial jurídico’, y señala la jurisprudencia pertinente de la Sala de
Apelaciones del Tribunal Penal para la ex-Yugoslavia en la causa Strugar a efectos de que:
No cabe esperar que un acusado representado por su defensor tenga la misma comprensión del material
relacionado con la causa que un letrado cualificado y con experiencia. Incluso las personas en buen estado de
salud física y mental, pero que no cuentan con conocimientos legales avanzados y las competencias pertinentes,
necesitan una asistencia letrada considerable, en especial en causas de naturaleza jurídica y fáctica tan compleja
como las que se interponen ante el Tribunal.
Como ya se ha recordado, para determinar que esté en condiciones de ser sometido a juicio, un acusado ha de
contar con capacidad para i) comprender el objetivo del proceso, incluidas sus consecuencias; ii) comprender
el desarrollo del proceso, incluida la naturaleza y el alcance de sus declaraciones relativas a los cargos; iii)
comprender los elementos probatorios; iv) presentar testimonio o declarar de palabra sin prestar juramento
(si el acusado así lo desea); y v) dar instrucciones a su defensor respecto de la preparación y el desarrollo de su
defensa.
Tras haber enumerado las distintas capacidades con las que ha de contar un acusado para que la Sala quede
convencida de que este está en condiciones de ser sometido a juicio – de manera que comprenda los aspectos
esenciales del proceso, y que pueda ejercer con efectividad sus derechos a un juicio justo – la Sala se guía por
el siguiente concepto:
La capacidad de un acusado para participar en su juicio se debería evaluar mediante un examen de sus capacidades
para determinar que estén, consideradas en su conjunto y de forma razonable y [basada en el sentido común] , a
un nivel que le permita participar en el proceso (con asistencia, en algunos casos) y ejercer a un nivel suficiente
los derechos identificados. […] Una participación efectiva requiere una “amplia comprensión” del proceso del
juicio, junto con una comprensión del “sentido general” de lo que se dice en la sala.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-349, Sala de Primera Instancia I, 27 de noviembre de 2015, párrs. 32-36.
de Apelaciones está de acuerdo con el argumento del Sr. Gbagbo y decide que la Sala de Primera Instancia se
fundó en criterios irrelevantes para su interpretación de la norma 55 del Reglamento de la Corte. No obstante,
la Sala de Apelaciones concluye que ello no surtió ningún efecto material sobre la interpretación de la Sala de
Primera Instancia, según se confirma arriba. Por consiguiente, se desestima el argumento.
En resumen, la Sala de Apelaciones concluye que la Sala de Primera Instancia interpretó correctamente la frase
“en cualquier momento durante el juicio” en el numeral 2 de la norma 55 del Reglamento de la Corte, que
abarca la fase posterior a la presentación de una causa a la Sala de Primera Instancia y previa a las declaraciones
iniciales. Por tanto, no era ilícito en si mismo que la Sala de Primera Instancia notificara a los participantes
que la tipificación jurídica de los hechos podía estar sujeta a cambios en una fase previa a la presentación de
declaraciones iniciales. Por consiguiente, se desestima el primer motivo de apelación.
[…]
La Sala de Apelaciones “corregirá el ejercicio de una facultad discrecional […] cuando: i) se basa en una
interpretación errónea de la ley; ii) se basa en una conclusión de hecho manifiestamente incorrecta; o iii) la
decisión constituye un abuso de facultad discrecional”. Además, cuando se haya determinado tal ejercicio de
una facultad discrecional, la Sala de Apelaciones ha de estar convencida de que el “ejercicio indebido de una
facultad discrecional tuvo un efecto material en la decisión impugnada”. El abuso de una facultad discrecional
se produce cuando la decisión impugnada es “tan injusta o poco razonable que ‘obliga a concluir que la Sala
no ejerció su facultad discrecional con buen criterio’ “. La Sala de Apelaciones también considerará si la Sala de
primera instancia dio importancia a consideraciones ajenas o irrelevantes o no dio importancia, o importancia
suficiente, a consideraciones pertinentes en el ejercicio de su facultad discrecional.
[…]
[…] Por añadidura, la Sala de Apelaciones pone de relieve que no es necesario que la notificación de una
posible modificación de la tipificación jurídica con arreglo al numeral 2 de la norma 55 del Reglamento de
la Corte se base en pruebas presentadas durante el juicio, sino que, como sucede en el presente caso, puede
basarse en documentos como los que se examinan arriba.
[…]
La Sala de Apelaciones ha afirmado anteriormente que no acepta que una modificación en la narrativa supere
de por sí los hechos y las circunstancias que se describen en los cargos. […] [C] entrarse en determinados hechos
y excluir otros necesariamente modificará la narrativa; en efecto, parecería inevitable que una modificación de la
tipificación jurídica diera lugar a cierta medida de cambio en la narrativa.
La Sala de Apelaciones concuerda con la Fiscal en que el modo en que la Sala de Cuestiones Preliminares
declinó confirmar la responsabilidad con arreglo al artículo 28 del Estatuto, debido a una comprensión distinta
de la narrativa de los hechos y no a un rechazo de los hechos en sí, constituyó un factor pertinente en la decisión
de la Sala de Primera Instancia de emitir una notificación. La Sala de Apelaciones considera que el Sr. Gbagbo
no ha demostrado que la consideración de este factor por la Sala de Primera Instancia careciera de razón.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-369 OA7, Sala de Apelaciones, 18 de diciembre de 2015, párrs. 48 a 54; 56 y
57; 64; 68, y 70 y 71.
[TRADUCCIÓN] La Sala observa, ante todo, que los representantes de la República de Côte d’Ivoire presentaron
la Solicitud sin haber identificado ninguna base jurídica para su solicitud de asistir a las audiencias de la causa.
La República de Côte d’Ivoire no es parte ni participante en estos procedimientos, y en la actualidad no tiene
capacidad legal para dirigirse a la Sala respecto de cuestiones relacionadas con la causa.
No obstante, la Sala puede, de considerarlo deseable para la adecuada resolución de una causa, invitar a un
Estado a que presente, por escrito o de forma verbal, cualquier observación sobre cualquier cuestión que estime
deseable para la adecuada resolución de una causa, o autorizarle a que lo haga. […]
Véase núm. ICC-02/11-01/15-381, Sala de Primera Instancia I, 8 de enero de 2016, párrs. 4 y 5.
[TRADUCCIÓN] Ni el Estatuto ni las Reglas de Procedimiento y Prueba contienen disposición expresa alguna
respecto de la posibilidad de realizar una visita sobre el terreno. Sin embargo, una sala puede decidir realizar
una visita sobre el terreno con arreglo a los artículos 64, 69 y 74 del Estatuto cuando esa visita pudiera asistir a la
[TRADUCCIÓN] El Magistrado único observa que la Defensa presentó una presunta respuesta a las
Observaciones de la Secretaría el 28 de octubre de 2015, sin haber solicitado autorización para ello. Con arreglo
a los numerales 1 y 4 de la norma 24 del Reglamento de la Corte, el Magistrado único considera que la Defensa
del Sr. Gbagbo no estaba en su derecho a presentar sus Observaciones Adicionales sin solicitar autorización de
la Sala. Por consiguiente, las Observaciones Adicionales no cuentan con autorización y no se han tomado en
consideración al dictarse la presente decisión.
El Magistrado único observa que, en virtud de la subregla 1 b) de la regla 20 de las Reglas de Procedimiento y
Prueba, la Secretaría ‘[p] restará apoyo y asistencia y proporcionará información a todos los abogados defensores
que comparezcan ante la Corte y según proceda, el apoyo a los investigadores profesionales que sea necesario
para una defensa eficiente y eficaz’.
[…]
Por consiguiente, el Magistrado único concluye que la Solicitud es prematura y totalmente carente de mérito. Si
la Defensa tuviera preocupaciones específicas y justificadas respecto de las cuales necesitase asistencia, habría
ante todo de dirigirse a la Secretaría y, en caso de no poder alcanzarse un acuerdo, y solo entonces, presentar la
cuestión a la Sala. Si la Defensa necesitara apoyo en términos de asistencia de seguridad durante sus misiones,
o de capacidad para llevar a cabo comunicaciones con mayor seguridad de la que aportan los equipos estándar
emitidos por la Secretaría, entonces podrá presentar directamente a la Secretaría esas solicitudes que podrán
atenderse, según proceda, en virtud de las obligaciones de la Secretaría a tenor, entre otras disposiciones, de las
contenidas en la regla 20 de las Reglas. De forma similar, en ausencia de cualquier fundamento material de peso
respecto de la intercepción de comunicaciones de la Defensa, el Magistrado único no considera que exista una
base concreta para advertir respecto de interferencias en las investigaciones de la Defensa, ni a Côte d’Ivoire
ni a Francia. De ello se sigue que el Magistrado único igualmente considera que la solicitud por la Defensa de
suspender la fecha de inicio del juicio hasta que la Defensa pueda realizar sus investigaciones adecuadamente
carece de todo fundamento.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-351-Red, Sala de Primera Instancia I, 13 de enero de 2016, párrs. 6 y 7, y 10.
[TRADUCCIÓN] En el párrafo 1 del artículo 108, el Estatuto dispone que “[E] l condenado que se halle bajo la
custodia del Estado de ejecución no será sometido a enjuiciamiento [o] sanción [...] por una conducta anterior
a su entrega al estado de ejecución, a menos que, a petición de éste, la Corte haya aprobado el enjuiciamiento
[o] la sanción”. El párrafo 3 del mismo artículo estipula que el párrafo 1 no será aplicable si el condenado
permanece de manera voluntaria durante más de 30 días en el territorio del Estado de ejecución después de
haber cumplido la totalidad de la pena impuesta por la Corte.
La Presidencia señala que el 18 de enero de 2016, una vez cumplida la totalidad de la pena que le había
sido impuesta por la Corte, Germain Katanga no fue puesto en libertad por las autoridades de la República
Democrática del Congo. En esas circunstancias, no tuvo la posibilidad de optar por permanecer de manera
voluntaria durante más de 30 días en el territorio de la República Democrática del Congo, en el sentido del
párrafo 3 del artículo 108 del Estatuto.
Observa igualmente, como lo señaló la Defensa de Germain Katanga, que el párrafo 1 del artículo 108 dispone
implícitamente que en circunstancias normales conviene solicitar la aprobación de la Corte antes de proceder al
enjuiciamiento, la sanción o la extradición contempladas.
crímenes graves queden impunes, llevan a pensar que la Corte no debería denegar su aprobación salvo que
los enjuiciamientos, las sanciones o la extradición de la persona que hubiera condenado pudieran vulnerar
los principios o procedimientos fundamentales del Estatuto de Roma o menoscabar de cualquier otro modo la
integridad de la Corte.
Por consiguiente, la Presidencia considerará ante todo su pudiera haberse vulnerado el principio fundamental
de ne bis in idem. […]
[…]
En el contexto de una aplicación conjunta del párrafo 1 del artículo 108 y del párrafo 2 del artículo 20, la
Presidencia no podría ampliar el alcance del segundo de estos artículos, que se limita a prohibir que se lleve
a cabo un enjuiciamiento en razón de un crimen contemplado en el artículo 5 por el cual el interesado ya
haya sido condenado o absuelto, sin prohibir los procesamientos por causa de comportamientos inscritos en
el marco de las investigaciones de la Corte. La Presidencia señala que si su interpretación del párrafo 1 del
artículo 108 […] , consistiera en tomar en consideración la totalidad del marco de las investigaciones de la
Corte, las opciones de la Fiscal tras la remisión de una situación a la Corte protegerían a las personas objeto
de dicha investigación contra cualquier procesamiento en el plano nacional por causa de otros delitos, incluso
por causa de crímenes quizás igualmente graves. Tal resultado entraría en contradicción con el principio de
complementariedad y el objetivo de evitar que los crímenes queden impunes. Este objetivo está consagrado
específicamente en el Preámbulo del Estatuto, donde se afirma que “los crímenes más graves de trascendencia
para la comunidad internacional en su conjunto no deben quedar sin castigo y […] a tal fin, hay que adoptar
medidas en el plano nacional”. Por consiguiente, para determinar si, en el contexto del párrafo 1 del artículo
108 del Estatuto, las investigaciones previstas respecto de Germain Katanga podrían vulnerar el principio de ne
bis in idem, la Presidencia dictará su fallo basándose únicamente en el alcance de esa regla tal como se formula
en el párrafo 2 del artículo 20.
[…]
[…] Por tanto, en la medida en que los procesamientos nacionales previstos contra Germain Katanga no están
relacionados con los crímenes por los que ha sido condenado o absuelto por la Corte, no se vulnera el principio
ne bis in idem consagrado por el párrafo 2 del artículo 20.
La Presidencia también ha de determinar si el enjuiciamiento, la sanción o la extradición contempladas en el
párrafo 1 del artículo 108 vulneran otros principios o procedimientos fundamentales, o menoscaben de otro
modo la integridad de la Corte.
[…]
La Presidencia reitera […] que, conforme al párrafo 1 del artículo 108 del Estatuto de Roma, la aprobación de
los enjuiciamientos, sanciones o extradiciones de una persona condenada no se debería rechazar salvo cuando
esa aprobación vulnere los principios o procedimientos fundamentales del Estatuto de Roma, o menoscabe de
otro modo la integridad de la Corte. […]
Por los motivos que se exponen arriba, y habida cuenta de las informaciones que obran en su poder, la
Presidencia estima que, a la luz de la Decisión de referencia, los enjuiciamientos previstos contra Germain
Katanga no vulneran los principios o procedimientos fundamentales del Estatuto de Roma, ni atentan en modo
alguno contra la integridad de la Corte.
Por consiguiente, la Presidencia aplica el párrafo 1 del artículo 108 del Estatuto, y aprueba los enjuiciamientos
interpuestos contra Germain Katanga según aparecen en la Decisión de referencia.
Véase núm. ICC-01/04-01/07-3679, la Presidencia, 7 de abril de 2016, párrs. 16 a 21; 23; 25 y 26, y 31 y 32.
[TRADUCCIÓN] Ante todo, el párrafo 3 a) del artículo 64 del Estatuto confiere a la sala de Primera instancia la
responsabilidad de adoptar los procedimientos que sean necesarios para que el juicio se sustancie de manera
justa y expedita. Por tanto, huelga decir que la modificación de las reglas no debería crear injusticias para las
partes. Al respecto, cabe recalcar que si bien una modificación de las normas podría no empeorar la posición de
las partes desde un punto de vista sustantivo, el hecho de la modificación en sí podría afectarlas negativamente.
Ello se debe a que las partes se preparan, con meses de antelación respecto del juicio en sí, basándose en un
conjunto concreto de normas. Este derecho a la preparación está confirmado en la obligación de la Fiscalía
de probar la culpabilidad del acusado, en virtud del artículo 66, y en el derecho del acusado a disponer de
tiempo y medios adecuados para la preparación de su defensa, en virtud del artículo 67. Si una modificación
de las normas inutilizara parte de esa preparación, ello podría dar lugar a una situación injusta, ya que la parte
hubiera podido haber hecho mejor uso de sus medios limitados. Del mismo modo, si una modificación de las
normas requiere que las partes se preparen de un modo distinto al que hubiera sido razonablemente necesario
a tenor de las normas originales, la incorporación de esas modificaciones una vez iniciado el juicio podría dar
lugar a una situación injusta, ya que crearía retrasos e incertidumbre en un contexto en que las partes no tienen
responsabilidad alguna.
[…]
Mi posición al respecto es que una Sala solo debería introducir modificaciones a las normas relativas al
desarrollo del juicio si se ha demostrado que i) las normas originales, correctamente aplicadas, tendrían efectos
considerables y negativos sobre el desarrollo justo y expedito del juicio, y ii) la única manera de preservar un
desarrollo justo y expedito del juicio sería enmendar las normas relativas al desarrollo de las actuaciones.
[TRADUCCIÓN] [L] a Sala recuerda su anterior declaración a efectos de que, si bien está debidamente cubierta
por las facultades de una sala, la reconsideración de sus propias decisiones es una medida excepcional que
debería tener lugar únicamente si se ha demostrado un error manifiesto de motivación o si ello es necesario en
aras de evitar una injusticia. La Sala pone de relieve que esta es una norma de alto nivel que tan solo se cumplirá
en circunstancias limitadas, y recomienda a las partes que lo tengan presente cuando estudien la presentación
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Cuestiones de procedimiento
[TRADUCCIÓN] [L] a Sala observa que la jurisprudencia de la Corte dispone que el ‘comienzo del juicio’
para fines del párrafo 9 del artículo 61 del Estatuto tendrá lugar en el momento de la presentación de las
declaraciones iniciales, antes de que se llame a declarar al primer testigo […] La Sala también considera que el
comienzo de la audiencia durante la cual se sigue el procedimiento expuesto en el inciso 8 a) del artículo 64 y se
pronuncia cualquier declaración es el momento adecuado correspondiente al significado de la frase ‘comienzo
del juicio’ para los fines del párrafo 4 del artículo 19 del Estatuto.
Véase núm. ICC-01/04-02/06-1707, Sala de Primera Instancia VI, 4 de enero de 2017, párr. 17.
[TRADUCCIÓN] La Sala observa que una vez que haya iniciado el juicio (es decir, después de que se hayan
efectuado las declaraciones iniciales), una Sala de Primera Instancia no estará obligada a realizar ninguna
revisión automática adicional en cuanto a la detención en virtud del párrafo 3 del artículo 60 del Estatuto. No
obstante, la persona acusada podrá solicitar la libertad provisional en cualquier momento en espera del juicio, a
tenor de lo dispuesto en el párrafo 2 del artículo 60 del Estatuto. Por consiguiente, a la luz de la decisión del 6 de
diciembre de 2016 y de la solicitud de libertad provisional por la Defensa del Sr. Gbagbo, la Sala analizará si: a)
se han producido cambios en las circunstancias que justificarían una modificación de sus decisiones anteriores
en materia de detención; y b) la libertad provisional, según la solicitud de la Defensa del Sr. Gbagbo, con o sin
condiciones, es procedente.
a) Cambios en las circunstancias
11. La Sala observa que, con arreglo al párrafo 3 del artículo 60 del Estatuto, la Sala ha de determinar si han
cambiado las circunstancias respecto de la última decisión adoptada en virtud del párrafo 3 del artículo 60,
y en caso afirmativo, cómo inciden en la decisión anterior que está bajo examen (la Décima Decisión). La
exigencia de un cambio en las circunstancias “entraña bien un cambio en algunos de los hechos, o todos ellos,
que subyacen bajo una decisión anterior en cuanto a la detención, o bien un nuevo hecho que convenza a la
Sala de que es necesaria una modificación de su decisión anterior”. Los cambios en las circunstancias se han
de demostrar sobre una base concreta, tomando en consideración toda la información disponible, y no solo los
razonamientos de la persona detenida.
La Sala recuerda asimismo sus decisiones anteriores en las que estableció que no está obligada a ‘admitir
declaraciones por la persona detenida que se limitan a repetir argumentos que la Sala ya ha tratado en
decisiones anteriores’. Por consiguiente, la Sala no examinará aquellos argumentos que ya se hayan invocado
anteriormente, incluso ante la Sala de Apelaciones, y que los magistrados hayan desestimado por no ser
procedentes para la evaluación de la detención del Sr. Gbagbo con arreglo al párrafo 3 del artículo 60 del
Estatuto.
b) Solicitud de libertad provisional
Lo anterior no obstante, la Sala observa que la regla 119 de las Reglas dispone que una Sala podrá conceder
la libertad provisional, incluso si se cumplen las condiciones del párrafo 1 del artículo 58, sobre la base de
condiciones específicas y ejecutables, siempre y cuando estén disponibles y nieguen o mitiguen suficientemente
cualquier riesgo que se hubiera identificado.
[…] La Sala señala, en este contexto, que la Corte no tiene obligación de incurrir gastos excesivos con el fin de
facilitar la libertad condicional de un acusado.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-846, Sala de Primera Instancia I, 10 de marzo de 2017, párrs. 10 a 12, y 21 y 22.
[TRADUCCIÓN] La Sala observa que sus conclusiones respecto de la existencia continuada del factor de riesgo
con arreglo al párrafo 1 b) del artículo 58 del Estatuto, en particular la existencia continuada de una red pro-
Gbagbo, fueron confirmadas por la Sala de Apelaciones.
Sin embargo, la Sala observa que la Sala de Apelaciones indicó, para fines de futuras decisiones, que la Sala
debería ser “más explícita en su referencia al material en el que considera que se sustentaba su decisión”.
la ley, sino que es necesario que esa ley y su aplicación respeten los requisitos que a continuación se detallan,
a efectos de que dicha medida no sea arbitraria: i) que la finalidad de las medidas que priven o restrinjan la
libertad sea compatible con la Convención. Valga señalar que este tribunal ha reconocido como fines legítimos
el asegurar que el acusado no impedirá el desarrollo del procedimiento ni eludirá la acción de la justicia; ii)
que las medidas adoptadas sean las idóneas para cumplir con el fin perseguido; iii) que sean necesarias, en el
sentido de que sean absolutamente indispensables para conseguir el fin deseado y que no exista una medida
menos gravosa respecto al derecho intervenido entre todas aquellas que cuentan con la misma idoneidad para
alcanzar el objetivo propuesto. Por esta razón el Tribunal ha señalado que el derecho a la libertad personal
supone que toda limitación a éste deba ser excepcional, y iv) que sean medidas que resulten estrictamente
proporcionales, de tal forma que el sacrificio inherente a la restricción del derecho a la libertad no resulte
exagerado o desmedido frente a las ventajas que se obtienen mediante tal restricción y el cumplimiento de
la finalidad perseguida. Cualquier restricción a la libertad que no contenga una motivación suficiente que
permita evaluar si se ajusta a las condiciones señaladas será arbitraria y, por tanto, violará el artículo 7.3 de la
Convención [Americana] .
Respecto de la duración de la detención, el Tribunal Europeo ha indicado lo siguiente:
[…] la persistencia de una sospecha razonable de que la persona detenida ha cometido un delito es una
condición sine qua non para la validez de la detención continuada, si bien, transcurrido un determinado
período, ya no es suficiente, y el Tribunal ha de determinar si los otros motivos que alegan las autoridades
judiciales siguen justificando la privación de libertad. Cuando estos motivos son “pertinentes” y “suficientes”,
la Corte también ha de determinar si las autoridades nacionales competentes actuaron con “especial diligencia”
en el procedimiento seguido.
En el presente caso, y contrariamente a las declaraciones de la Defensa del Sr. Gbagbo, la duración de las
actuaciones judiciales no se puede atribuir únicamente a la Fiscalía o a falta de diligencia por parte de las
autoridades judiciales. A lo largo de esta causa son muchos los factores que han afectado la celeridad de las
actuaciones, y la Sala estima necesario recapitular al respecto con miras al presente examen.
[…]
Si el período de detención es o no razonable es algo que se ha de determinar caso por caso, tomando en
consideración, entre otras cosas, la complejidad de la causa, la gravedad y la naturaleza de los crímenes que se
imputan, el número de personas acusadas, y el volumen de las pruebas.
[…]
La argumentación de la Defensa del Sr. Gbagbo a efectos de que la detención prolongada del Sr. Gbagbo es
contraria al principio de la presunción de inocencia, por tanto, carece de justificación. Si bien la Sala está de
acuerdo con la Defensa del Sr. Gbagbo en que el principio general es que la detención previa al juicio debería
ser la excepción y no la regla, este no es un principio absoluto que haga que cualquier detención previa al juicio
sea contraria a los derechos humanos internacionalmente reconocidos. El derecho a la presunción de inocencia
no puede en sí mismo ser determinante para evaluar la posibilidad de conceder la libertad provisional. Como
se indica arriba, la detención previa al juicio en sí misma no vulnera los derechos humanos internacionalmente
reconocidos ni los principios del derecho penal, en la medida en que esté justificada a tenor de cualquiera de
los motivos que se relacionan en el párrafo 1 del artículo 58 y el párrafo 2 del artículo 60 del Estatuto. Como
se ha señalado arriba, la detención del Sr. Gbagbo se ha sometido a un exhaustivo examen judicial a lo largo
de las actuaciones previas al juicio y las del juicio en sí, y en cada una de estas ocasiones su detención seguía
justificándose. La duración de la detención en sí no es un factor determinante. Si bien es un aspecto a tomar en
consideración, se ha de equilibrar con otros factores, entre ellos los mencionados riesgos con arreglo al apartado
1 b) del artículo 58 del Estatuto, así como las circunstancias personales del acusado (esto es, la edad y el estado
de salud) y las particularidades de la causa penal.
[…]
[TRADUCCIÓN] [L] a Sala desestimó la petición en la que se declaraba, entre otras cosas, que el marco
estatutario tan solo requería que el documento en que figuraban los cargos, la decisión de confirmación de
los cargos, la lista de las pruebas en las que se basaba la Fiscal y las declaraciones de los testigos se pusieran
a disposición de la persona acusada en un idioma que comprendiera y hablara perfectamente para que
estuviera informada en detalle de la naturaleza y el contenido de los cargos en el sentido del apartado 1 a) del
artículo 67 del Estatuto. La Sala también clarificó que ni el marco estatutario ni la jurisprudencia del Tribunal
o hable en relación con el numeral 6 de la norma 40 del Reglamento de la Corte”. El numeral 6 de la norma
40 responsabiliza al abogado de informar al acusado de los documentos distintos a las decisiones u órdenes,
respecto de las cuales existe la obligación de realizar una TRADUCCIÓN.
A la luz de estos principios, la opinión de la Sala es que la Memoria previa al juicio no cumple con las
condiciones para ser considerada como un documento cuya TRADUCCIÓN al francés, el idioma que el acusado
comprende y habla perfectamente, sea necesaria para el cumplimiento de los requisitos de equidad en virtud
de los apartados 1 a) y 1 f) del artículo 67 del Estatuto. Ello es consecuencia no solo de la definición de la propia
Sala de la Memoria previa al juicio como “una herramienta auxiliar en beneficio tanto de la Sala como de las
partes y los participantes”, sino también de las instrucciones detalladas y especificas comunicadas a la Defensa
a efectos de que subsiguientemente “presenten observaciones por escrito relativas a la continuación de los
procedimientos del juicio” (cursivas añadidas).
Además, la Sala señala que, incluso en el supuesto de que la disponibilidad de la versión en francés de la
Memoria previa al juicio fuera esencial para las fases subsiguientes de los procedimientos (que no es el caso,
por los motivos que se indican arriba), el deber profesional del abogado de representar al cliente diligentemente
con el fin de evitar gastos o retrasos innecesarios en el desarrollo del procedimiento, con arreglo al párrafo 5 del
artículo 24 del Código de Conducta Profesional, hubiera requerido que la Defensa del Sr. Gbagbo pusiera de
relieve cualquier necesidad de TRADUCCIÓN en una fase mucho más temprana.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-1141, Sala de Primera Instancia I, 27 de marzo de 2018, párrs. 7 a 10. Véase
también núm. ICC-02/11-01/15-1177, Sala de Primera Instancia I, Magistrado único, 7 de junio de 2018,
párr. 3
[TRADUCCIÓN] En este contexto, la Sala tiene presente la decisión de la Sala de Apelaciones en la causa
Ntaganda en relación con las propuestas de resolución de sobreseimiento. Según la Sala de Apelaciones,
las partes no pueden obligar a la Sala de Primera Instancia a ocuparse de propuestas de resolución de
sobreseimiento, y una Sala de Primera Instancia puede “decidir llevar a cabo o renunciar a llevar a cabo este
proceso en virtud de su facultad discrecional”. La Sala de Apelaciones recalcó que cada causa puede ser diferente
y que la Sala de Primera Instancia tiene el deber de lograr un equilibrio entre la diligencia y la equidad a la luz de
las circunstancias específicas de la causa, siempre y cuando los procedimientos del juicio sean justos y expeditos
con arreglo al párrafo 2 del artículo 64 y al apartado 3 a) del artículo 64 del Estatuto.
En opinión de la Sala, como parte de su responsabilidad de velar por la eficiencia y la justicia de los
procedimientos, ha de velar por que la duración del juicio no se prolongue más de lo necesario. Esto requiere
que la Sala disponga unas medidas procesales adecuadas que entrañen la “capacidad de contribuir a un juicio
más breve y más centrado, proporcionando así un medio para lograr una mayor economía y eficiencia judicial
de manera que se fomenten la cabal administración de la justicia y los derechos de un acusado”.
Por consiguiente, la Sala considera que, en esta etapa, la forma de proceder más adecuada y eficiente a la luz
de sus deberes estatutarios consiste en autorizar a la Defensa para efectuar presentaciones concisas y centradas
sobre las cuestiones de hecho concretas respecto de las cuales, en su opinión, las pruebas presentadas son
insuficientes para sostener una condena, y respecto de las cuales, por consiguiente, estaría justificado un
fallo absolutorio total o parcial. Específicamente, se invita a la Defensa a explicar por qué son insuficientes las
pruebas que pudieran razonablemente sostener una condena. Para no frustrar su propósito, y a la luz de la fase
alcanzada en estos procedimientos, esas observaciones se han de presentar y resolver sin dilación.
[…] La Sala observa que, conforme a la subregla 2 de la regla 142 de las Reglas, fallará por separado respecto
de cada uno de los cargos, y también por separado respecto de los cargos interpuestos contra cada acusado.
[…]
Estas presentaciones asistirán a la Sala a determinar si las pruebas presentadas por la Fiscal son suficientes para
justificar la continuación de los procedimientos del juicio y para escuchar el testimonio del acusado, o si la Sala
debería proceder inmediatamente a la evaluación final de la totalidad o parte de los cargos.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-1174, Sala de Primera Instancia I, 4 de junio de 2018, párrs. 8 a 11 y 13.
Decision on the Prosecution’s Application for Leave to Appeal the Chamber’s Decision of 17 January
2006 on the Applications for Participation in the Proceedings of VPRS 1, VPRS 2, VPRS 3, VPRS 4,
VPRS 5 and VPRS 6 (Sala de Cuestiones Preliminares I), n° ICC-01/04-135-tEN, 31 de marzo de 2006
Decision on the Prosecution Motion for Reconsideration (Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrado
único), n° ICC-01/04-01/06-123, 23 de mayo de 2006
Decision on the prosecution motion for reconsideration and, in the alternative, leave to appeal (Sala de
Cuestiones Preliminares I, magistrado único), n° ICC-01/04-01/06-166, 23 de junio de 2006
Decision on the Requests of the Defence of 3 and 4 July 2006 (Sala de Cuestiones Preliminares I,
magistrado único), n° ICC-01/04-01/06-268, 4 de agosto de 2006
Décision relative aux « Conclusions aux fins d’in limine litis sursis à statuer » déposées par le conseil ad
hoc de la Défense (Sala de Cuestiones Preliminares I), n° ICC-02/05-25, 2 de noviembre de 2006
Sentencia sobre la apelación interpuesta por Thomas Lubanga Dyilo contra la Decisión relativa a la
impugnación por la Defensa a la competencia de la Corte con arreglo al apartado a) del párrafo 2 del
artículo 19 del Estatuto, de 3 de octubre de 2006 (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-01/06-772-tSPA
OA4, 14 de diciembre de 2006
Decision on Prosecutor’s “Application to lift redactions from applications for Victims’ Participation to
be provided to the OTP” and on the Prosecution’s further submissions supplementing such Application,
and request for extension of time, (Sala de Cuestiones Preliminares II, magistrado único), n° ICC-02/04-
01/05-209, 20 de febrero de 2007
Motivos de la Decisión de la Sala de Apelaciones relativa a la solicitud presentada el 7 de febrero de
2007 por el abogado de Thomas Lubanga Dyilo a los efectos de la modificación del plazo previsto en la
norma 35 del Reglamento de la Corte, de 16 de febrero de 2007 (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-01/06-
834-tSPA OA8, 21 de febrero de 2007
Decision on the Requests of the Legal Representatives of Applicants on Application Process for
Victims’ Participation and Legal Representation (Sala de Cuestiones Preliminares I), n° ICC-01/04-373,
17 de agosto de 2007
Decision on the request for clarification by the OPCD (Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrada
única), n° ICC-01/04-403, 3 de octubre de 2007
Decision on the “Prosecution’s Urgent Application for Extension of Time to File Document in Support
of Appeal” (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-01/07-115 OA, 18 de diciembre de 2007
Decision on the Defence Request Concerning Languages (Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrada
única), n° ICC-01/04-01/07-127, 21 de diciembre de 2007
Decision on the “Demande du BPCV d’accéder au document confidentiel déposé par le Conseil des
Fonds d’affectation spéciale au profit des victimes le 7 février 2008” (Sala de Cuestiones Preliminares I),
n° ICC-01/04-456, 18 de febrero de 2008
Decision on the Joinder of the Cases against Germain KATANGA and Mathieu NGUDJOLO CHUI
(Sala de Cuestiones Preliminares I), n° ICC-01/04-01/07-257, 10 de marzo de 2008
Judgment on the appeal of Mr. Germain Katanga against the decision of Prc-Trial Chamber I entitled
“Decision on the Defence Request Concerning Languages” (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-01/07-
522 OA3, 27 de mayo de 2008
Decision on the consequences of non-disclosure of exculpatory materials covered by Article 54(3)(e)
agreements and the application to stay the prosecution of the accused, together with certain other issues
raised at the Status Conference on 10 June 2008 (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-1401,
13 de junio de 2008
Redacted Version of “Decision on the Prosecution’s Application to Lift the Stay of Proceedings” (Sala
de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-1467, 3 de septiembre de 2008
No todas las infracciones de la ley o violaciones de los derechos del acusado que se produzcan durante el
proceso justificarán el sobreseimiento. La conducta ilegal debe ser de tal índole que haga que el enjuiciamiento
del acusado resulte inconducente e incompatible con el Estado de derecho.
Véase nº ICC-01/04-01/06-772-tSPA OA4, Sala de Apelaciones, 14 de diciembre de 2006, párr. 30.
La doctrina de la utilización abusiva de los medios procesales tal y como se conoce en el derecho inglés no tiene
aplicación en los regímenes jurídicos romano-germánicos. […]
¿Es de aplicación el principio o doctrina de la utilización abusiva de los medios procesales con arreglo al Estatuto
como parte del derecho aplicable y, en particular, con arreglo a lo dispuesto en los apartados b) y c) del párrafo
1 del artículo 21? En primer lugar, la respuesta dependería de si el Estatuto y las Reglas de Procedimiento y
Prueba permiten su aplicación en el marco del proceso ante la Corte. Aparte de la competencia, la admisibilidad
es el único motivo previsto en el Estatuto por el que la Corte puede abstenerse legítimamente de asumir o
ejercer la competencia en una causa dada. La utilización abusiva de los medios procesales no está enumerada
en el artículo 17 del Estatuto entre los motivos para declinar competencia. La decisión anterior de la Sala de
Apelaciones, en Situación en la República Democrática del Congo, Sentencia relativa a la solicitud del Fiscal de
que se examine con carácter extraordinario la decisión de 31 de marzo de 2006 por la cual la Sala de Cuestiones
Preliminares I denegó la autorización para apelar, ilustra la interpretación del párrafo 1 del artículo 21 del
Estatuto, en particular en lo tocante a si una cuestión se trata de forma exhaustiva en ese texto o en el de las
Reglas de Procedimiento y Prueba, ya que en ese caso no cabría recurrir a la segunda o la tercera de las fuentes
de derecho para determinar la presencia o ausencia de una norma aplicable a un determinado asunto. Ello
no implica que, si el Estatuto no contuviera un tratamiento exhaustivo de la materia, la utilización abusiva de
los medios procesales encontraría su lugar como principio de derecho aplicable en virtud del apartado b) o el
apartado c) del párrafo 1 del artículo 21 del Estatuto.
La siguiente pregunta a la que hay que responder es si la facultad de interrumpir los procedimientos por
utilización abusiva de los medios procesales es inherente o ínsita de la Corte, en la forma en que esa doctrina
se entiende y aplica con arreglo al common law inglés. La Sala de Apelaciones no examinará las consecuencias
del párrafo 1 del artículo 4 del Estatuto, por cuanto bajo ningún concepto cabe interpretarlo en el sentido de que
otorga la facultad de sobreseer la causa por utilización abusiva de los medios procesales. Como se ha indicado, la
facultad de sobreseer la causa por utilización abusiva de los medios procesales no está generalmente reconocida
como una facultad indispensable de un tribunal judicial o como una característica indisociable de la potestad
jurisdiccional. La conclusión a la que llega la Sala de Apelaciones es que el Estatuto no prevé el sobreseimiento
de la causa por utilización abusiva de los medios procesales como tal.
Véase nº ICC-01/04-01/06-772-tSPA OA4, Sala de Apelaciones, 14 de diciembre de 2006, párrs. 33-35.
Véase también nº ICC-01/04-01/07-1666-Red, Sala de Primera Instancia II, 3 de diciembre de 2009, párr. 36.
La doctrina de la utilización abusiva de los medios procesales tuvo en un principio una dimensión de
derechos humanos, en el sentido de que los motivos por los que un tribunal podía sobreseer o interrumpir
los procedimientos tenían que ver en gran medida con la violación de los derechos humanos del litigante, el
acusado en un proceso penal, como demoras, comportamientos ilegales o engañosos por parte de la Fiscalía y
violaciones de los derechos del acusado en la forma de hacerlo comparecer ante la justicia.
Véase nº ICC-01/04-01/06-772-tSPA OA4, Sala de Apelaciones, 14 de diciembre de 2006, párr. 36.
Cuando se haya hecho imposible un juicio justo a causa de las violaciones de los derechos fundamentales de la
persona sospechosa o acusada cometidas por sus acusadores, sería una contradicción enjuiciar a dicha persona.
No se pudo hacer justicia. Un juicio justo es el único medio de hacer justicia. Si no se puede celebrar un juicio
justo, el objeto del proceso judicial queda frustrado, y el proceso debe interrumpirse.
Véase nº ICC-01/04-01/06-772-tSPA OA4, Sala de Apelaciones, 14 de diciembre de 2006, párr. 37.
Cuando las violaciones de los derechos del acusado son de tal índole que le impiden articular su defensa en
el marco de sus derechos, no se puede celebrar un juicio justo y se puede sobreseer la causa. La injusticia en
el trato del sospechoso o el acusado puede perturbar el proceso hasta el punto de que sea imposible reunir
los elementos constitutivos de un juicio justo. En tales circunstancias, la necesidad de mantener la eficacia del
[TRADUCCIÓN] Por lo tanto, no es requisito previo necesario para el ejercicio de esta jurisdicción llegar a la
conclusión de que hubo mala fe por parte de la Fiscalía. Es suficiente que esto haya resultado en una violación
de los derechos del acusado para llevarlo a juicio.
Esta es una corte penal internacional cuyo único objetivo es juzgar a los acusados de los “crímenes más graves
de trascendencia para la comunidad internacional en su conjunto” y para llevar a cabo esta importante misión
[TRADUCCIÓN] Aunque esta decisión no priva a la Sala de toda autoridad o competencia legal, significa
que a menos que el sobreseimiento sea revocado (por esta Sala o por la Sala de Apelaciones), el proceso de
enjuiciamiento queda suspendido a todos los efectos. Ante estas circunstancias, se llevará a cabo una audiencia
a fin de considerar la puesta en libertad del acusado.
Véase nº ICC-01/04-01/06-1401, Sala de Primera Instancia I, 13 de junio de 2008, párr. 94.
[TRADUCCIÓN] Aunque la Sala no duda sobre la necesidad de este sobreseimiento en la causa, lo ha impuesto
no obstante con reticencia, teniendo en cuenta especialmente que debido a ello, la Corte no se pronunciará sobre
asuntos de importancia para la comunidad internacional, los pueblos de la República Democrática del Congo,
las víctimas y el propio acusado. Ante la alegación de crímenes, particularmente si estos son de naturaleza
grave, es necesario en pos de la justicia que, siempre que sea posible, se llegue a una determinación final sobre
la culpabilidad o inocencia del acusado. El proceso judicial se verá seriamente perjudicado si se intenta que la
Corte no llegue a un veredicto sobre los cargos de los que se acusa a una persona. Una de las consecuencias
será la denegación a las víctimas de la oportunidad para participar en un foro público en donde presentar
sus opiniones y observaciones, así como el impacto en su derecho a recibir reparación. Los magistrados son
perfectamente conscientes de que, al sobreseer estos procedimientos, no se ha brindado justicia a las víctimas
en este sentido.
Véase nº ICC-01/04-01/06-1401, Sala de Primera Instancia I, 13 de junio de 2008, párr. 95.
[TRADUCCIÓN] Antes de revocar el sobreseimiento en la causa, la Sala debe estar convencida en primer
lugar de que puede examinar adecuadamente y de forma continua los documentos [con arreglo al apartado
e) del párrafo 3 del artículo 54 del Estatuto] en cuestión de modo susceptible de una apelación significativa y,
en segundo lugar, de que existen ciertas posibilidades reales de dar al acusado suficiente acceso a cualquier
documento que la Sala considere eximente.
Véase nº ICC-01/04-01/06-1467, Sala de Primera Instancia I, 3 de septiembre de 2008, párr. 30.
El sobreseimiento condicional en la causa puede ser la medida apropiada cuando no se pueda celebrar un juicio
justo en el momento en que se dispone el sobreseimiento, pero cuando la injusticia para la persona acusada sea
de tal naturaleza que la celebración de un juicio justo pueda llegar a ser posible en una etapa posterior a causa
de un cambio en la situación que determinó el sobreseimiento.
Si desaparecen los obstáculos que determinaron el sobreseimiento en la causa, la Sala que dispuso el
sobreseimiento en la causa puede decidir dejarlo sin efecto si las circunstancias fueran apropiadas y si ello no
ocasionara una injusticia para la persona acusada por otras razones, en particular a la luz de su derecho a ser
juzgada sin dilaciones indebidas (véase el apartado c) del párrafo 1 del artículo 67 del Estatuto).
Véase nº ICC-01/04-01/06-1486-tSPA OA13, Sala de Apelaciones, 21 de octubre de 2008, párrs. 4-5.
Ya en la reunión con las partes del 10 de junio de 2008, el magistrado presidente de la Sala de Primera Instancia
distinguió “una decisión definitiva de paralizar el procedimiento… para siempre” de una decisión de “disponer
un sobreseimiento … que no termine el procedimiento para siempre sino que reconozca [que] en el momento
actual no es posible que haya un juicio justo, pero a su debido tiempo, dependiendo de un cambio de las
circunstancias, puede ser posible que haya un juicio justo” (ICC-01/04-01/06-T-89-ENG, página 40, líneas 8 a
circunstancias, no habría razón alguna para no someter a juicio a una persona que está acusada de genocidio,
crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra – actos que no pueden quedar sin castigo y para los que no
debe haber impunidad (véanse los párrafos 4 y 5 del Preámbulo del Estatuto).
Al mismo tiempo, el derecho de todo acusado a ser juzgado sin dilaciones indebidas (apartado c) del párrafo 1
del artículo 67 del Estatuto) exige que no se disponga indefinidamente un sobreseimiento condicional. Una Sala
que haya dispuesto un sobreseimiento condicional debe examinar de tanto en tanto su decisión y determinar
si se ha vuelto posible un juicio justo o si, en particular a causa del tiempo transcurrido, un juicio justo puede
haberse vuelto permanente e incurablemente imposible. En este último caso, la Sala tal vez deba modificar su
decisión y disponer un sobreseimiento permanente en la causa. La Sala de Apelaciones señala en este contexto
que, en la Decisión impugnada, la Sala de Primera Instancia no llegó a ninguna conclusión en el sentido de
que se hubiera violado el derecho del Sr. Lubanga Dyilo con arreglo al apartado c) del párrafo 1 del artículo 67
del Estatuto.
[…]
Así pues, la conclusión de la Sala de Primera Instancia de que podía eventualmente dejar sin efecto el
sobreseimiento en la causa no es en sí misma una indicación de que la decisión de disponer el sobreseimiento
fuera incorrecta. La referencia a la potestad de dejar sin efecto el sobreseimiento era meramente un
reconocimiento del hecho de que el sobreseimiento en la causa en el presente caso era condicional y por
consiguiente potencialmente sólo temporal.
Cuando la Sala de Primera Instancia dispone el sobreseimiento en la causa goza de un margen de apreciación,
fundado en su comprensión íntima del proceso hasta la fecha, acerca de si se ha llegado al umbral que
justifique un sobreseimiento en la causa, y en qué momento se ha llegado a él. Por las razones que se reseñan
a continuación, la Sala de Apelaciones en el presente caso no está convencida de que la conclusión de la Sala
de Primera Instancia de que debía disponerse el sobreseimiento en la causa haya excedido ese margen de
apreciación y consiguientemente haya sido errónea.
Véase nº ICC-01/04-01/06-1486-tSPA OA13, Sala de Apelaciones, 21 de octubre de 2008, párrs. 75, 80-81,
83-84.
La interpretación que hace la Sala de Primera Instancia del apartado e) del párrafo 3 del artículo 54 del Estatuto
no puede conciliarse con su redacción. En relación con el sobreseimiento, la parte principal del argumento del
Fiscal es que no se exploró en el grado necesario la posibilidad de llegar a la divulgación en una fecha futura
antes de concluir que era irrealizable. En tales circunstancias el sobreseimiento, que tiene una perspectiva a
largo plazo, era una medida prematura e injustificada; un hecho que resulta corroborado por lo que visualiza la
propia Sala de Primera Instancia – que no se puede excluir el levantamiento del sobreseimiento en la causa. Si
bien el Fiscal concuerda en que se puede disponer el sobreseimiento si no hay perspectiva alguna de un juicio
justo, esa perspectiva no se había desvanecido en el presente caso.
Véase nº ICC-01/04-01/06-1486-tSPA OA13, Sala de Apelaciones, Opinión separada del magistrado Pikis,
21 de octubre de 2008, párr. 23.
[TRADUCCIÓN] El Fiscal ha decidido actuar de forma unilateral en las presentes circunstancias y rehúsa
ser “examinado” por la Sala. Ante tales circunstancias en conjunto, resulta necesario sobreseer estos
procedimientos por utilización abusiva de los medios procesales de la Corte debido al incumplimiento material
con las disposiciones de la Sala de 7 de julio de 2010, y en líneas más generales, por la intención claramente
evidenciada del Fiscal de no aplicar las disposiciones de la Sala pronunciadas en el contexto del artículo 68 si
Las sanciones establecidas en el artículo 71 del Estatuto son el mecanismo adecuado de que dispone la Sala
de Primera Instancia para mantener el control del procedimiento cuando una parte se niegue deliberadamente
a cumplir sus providencias. Antes de disponer el sobreseimiento fundándose en esa negativa, una Sala de
Primera Instancia debe, en la medida de lo posible, imponer sanciones y esperar un tiempo razonable hasta
[TRADUCCIÓN] Con base en la jurisprudencia [de la Sala de Apelaciones] , este recurso indudablemente
drástico ha de reservarse estrictamente para aquellos casos para los que se necesite, tras un análisis cuidadoso,
tomar la medida extrema y excepcional de concluir el procedimiento (en vez de adoptar otros recursos más
moderados).
[…]
La Sala está convencida de que al final de la causa podrá revisar con detalle los asuntos sobre los que se sugirió
que la Fiscalía no había cumplido su misión de garantizar la presentación de pruebas fidedignas. Si la Sala
concluye que esto ocurrió en alguno de los asuntos sobre los que se pronunció la Defensa, el remedio apropiado
recaerá en el enfoque de la Corte relativo a las pruebas en cuestión y particularmente sobre hasta qué punto
fundamentarse en ellas. El cumplimiento a la hora de garantizar que la Sala ha recibido pruebas fidedignas,
especialmente cuando la Fiscalía estaba al corriente de que existían dudas significativas respecto del material en
cuestión, puede afectar a las conclusiones de la Sala sobre el tema o asunto pertinente. Con base en los hechos
expuestos por la Defensa sobre este asunto, los errores que se insinúa cometió la Fiscalía (incluida la insinuación
[TRADUCCIÓN] CONSIDERANDO que, aún si se hubiera de determinar que el Fiscal incurrió en error al
describir la naturaleza del procedimiento pendiente contra el acusado ante las autoridades alemanas en el
momento de la presentación de la Solicitud, tal conducta no podría equiparase a aquellas que normalmente
fundamentan un sobreseimiento por utilización abusiva de los medios procesales de la Corte (como son
generalmente las dilaciones en hacer comparecer al acusado ante la justicia, las promesas incumplidas con el
acusado con respecto a su enjuiciamiento y hacer comparecer al acusado ante la justicia por medios ilegales o
dudosos);
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Cuestiones de procedimiento
CONSIDERANDO que, por consiguiente, dicha conducta no sobrepasa el límite de gravedad al que se debe
llegar en una supuesta violación de los derechos del acusado para que esta dé lugar aal sobreseimiento en la
causa.
Véase nº ICC-01/04-01/10-264, Sala de Cuestiones Preliminares I, 1 de julio de 2011, pág. 6.
[TRADUCCIÓN] Las cortes y los tribunales penales internacionales han determinado que tienen facultad
para sobreseer procedimientos penales, facultad que surge del concepto de “jurisdicción inherente” de las
instituciones internacionales en cuestión.
La Sala considera importante aclarar que la facultad o jurisdicción “inherentes” en el contexto del procedimiento
de la CPI debería interpretarse como “jurisdicción indirecta”.
La interpretación de “jurisdicción inherente” está bien implantada en el derecho internacional, que reconoce
por lo general que un cuerpo u organización internacional “debe considerarse en posesión de dichas facultades
que, aunque no estén expresamente estipuladas en el [instrumento constitutivo] , se le confieren por implicación
necesaria al resultar esenciales para la realización de sus misiones”.
Sin embargo, la Sala desea destacar que dichas facultades inherentes o jurisdicciones indirectas sólo pueden
invocarse de modo restrictivo en el contexto de la CPI. Este aviso formal es importante ya que, entre otras
cosas, sus actuaciones están gobernadas por un extenso marco legal de instrumentos en los que los Estados
Partes han estipulado las facultades de la Corte de forma muy minuciosa. Debería en particular adoptarse esta
aproximación restrictiva al considerar una medida procesal como el sobreseimiento. No sólo no se contempla
esta medida procesal en el Estatuto de Roma ni en sus instrumentos procesales, como reconoce la Sala de
Apelaciones, sino que podría parecer contradictorio al objetivo y al fin de la Corte, puesto que podría frustrar la
posibilidad de administrar justicia en una causa. En realidad tal medida debería tomarse de forma excepcional
cuando las circunstancias específicas de una causa hagan que resulte imposible un juicio justo.
En opinión de la Sala, concebir un sobreseimiento como remedio para todos los casos en los que se alega
imposibilidad para acceder a la información o a los medios necesarios para poder preparar el juicio, iría en
contra de la responsabilidad que recae en los magistrados de primera instancia de aliviar injusticias como parte
del proceso en primera instancia. Como observó la Sala de Apelaciones, el sobreseimiento en la causa es un
remedio necesario únicamente si i) “faltan los requisitos esenciales para un juicio justo”, y ii) “no hay indicios
suficientes de que ello pueda resolverse durante el proceso en primera instancia”.
Véase nº ICC-02/05-03/09-410, Sala de Primera Instancia IV, 26 de octubre de 2012, párrs. 74-79.
[TRADUCCIÓN] Además, la Sala observa que las jurisdicciones nacionales también han intentado evitar
conceder peticiones de sobreseimiento basadas en alegaciones especulativas o reclamaciones vagas sobre
la obstrucción de las investigaciones de la Defensa. El análisis requiere un examen sobre qué es lo que la
Defensa no puede presentar a la luz de los detalles de los cargos específicos. Con respecto a la falta de pruebas,
las alegaciones deben ser específicas en lugar de vagas especulaciones de que los acusados se podrían haber
beneficiado de documentos perdidos o testigos no disponibles, y la Corte debería a continuación examinar
críticamente la importancia de las pruebas extraviadas en el contexto de la causa en su conjunto. Las pruebas
deben poseer tanto un aparente valor eximente como ser de tal naturaleza que el acusado fuera incapaz de
obtener pruebas comparables mediante otros medios razonablemente disponibles. No cumple estos requisitos
la mera especulación para la que no existen pruebas de apoyo.
Véase nº ICC-02/05-03/09-410, Sala de Primera Instancia IV, 26 de octubre de 2012, párr. 95.
[TRADUCCIÓN] La Defensa sostiene que es una pérdida de tiempo y de recursos llevar a cabo un juicio
que puede posiblemente acabar en un sobreseimiento. Este argumento no es convincente. Para empezar, la
consideración principal para la existencia de esta Corte es hacer justicia. Se tendrá siempre muy en cuenta el
ahorro de tiempo y dinero, pero es sólo una consideración secundaria.
Véase nº ICC-02/05-03/09-410, Sala de Primera Instancia IV, 26 de octubre de 2012, párr. 156.
[TRADUCCIÓN] Para resumir, aunque apoyo firmemente el resultado de la decisión de las Salas y gran parte
de su razonamiento, también opino de forma individual, en primer lugar, que en vista de la rareza infinitesimal
de que prevalezca una solicitud de sobreseimiento antes de se haya completado la presentación de pruebas,
[TRADUCCIÓN] La Sentencia Lubanga OA4 clarifica así que peticiones de sobreseimiento basadas en
supuestas violaciones de los derechos fundamentales del sospechoso no son competenciales en su naturaleza.
Por consiguiente, la decisión de la Sala de Cuestiones Preliminares de rechazar la petición del Sr. Gbagbo
de sobreseer el procedimiento no fue una “decisión relativa a la competencia” en el sentido del apartado a)
del párrafo 1 del artículo 82 del Estatuto. Fue una decisión separada, incluida en la Decisión Impugnada, que
no estaba relacionada con la cuestión de la competencia de la Corte. Por lo tanto, podría haber sido apelada
con la autorización de la Sala de Cuestiones Preliminares con arreglo al apartado d) del párrafo 1 del artículo
82 del Estatuto. En opinión de la Sala de Apelaciones, el hecho de que la decisión relativa a la petición de
sobreseimiento estuviera incluida en la misma Decisión Impugnada por la que se rechazó la impugnación del
Sr. Gbagbo relativa a la competencia de la Corte, no hace apelable con arreglo al apartado a) del párrafo 1 del
artículo 82 del Estatuto la decisión relativa a la petición de sobreseimiento. Si este fuera el caso, las partes en
el procedimiento podrían ampliar indebidamente su derecho de apelar con arreglo al apartado a) del párrafo
1 del artículo 82 del Estatuto adjuntando otras peticiones a las impugnaciones de competencia, que serían
directamente apelables si la Sala se pronunciara sobre ellas en el mismo documento.
La Sala de Apelaciones también recuerda que en las causas del Fiscal c. Francis Kirimi Muthaura, Uhuru
Muigai Kenyatta y Mohammed Hussein Ali, y el Fiscal c. William Samoei Ruto, Henri Kiprono Kosgey y Joshua
Arap Sang, la Sala declinó considerar la interpretación de un elemento contextual del párrafo 1 del artículo 7
del Estatuto en apelaciones presentadas con arreglo al apartado a) del párrafo 1 del artículo 82 del Estatuto,
considerando que tales cuestiones no eran competenciales en su naturaleza y por tanto no le habían llegado por
la vía correcta. Por consiguiente, la Sala de Apelaciones rechazó las apelaciones como inadmisibles.
Véase nº ICC-02/11-01/11-321 OA2, Sala de Apelaciones, 12 de diciembre de 2012, párrs. 101, 103.
La Sala señala que la Fiscalía le ha pedido que aplace el caso del acusado hasta que el [Gobierno de Kenia]
cumpla con sus obligaciones. Aunque la Fiscalía no ha presentado ninguna norma legal específica o autoridad
aplicable a su solicitud de aplazamiento, la Sala observa que un aplazamiento es un remedio discrecional que
surge de la responsabilidad de la Sala de controlar la conducción de los procedimientos de manera justa y
expedita. En particular, la regla 132 (1) de las Reglas dispone que “[l] a Sala de Primera Instancia, por su propia
moción, o a petición del Fiscal o la defensa, puede posponer la fecha del juicio”.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Cuestiones de procedimiento
Aplazamientos de duración variable pueden ser necesarios por una serie de factores tanto prácticos como legales.
Las Salas de esta Corte han otorgado aplazamientos para, por ejemplo, permitir investigaciones adicionales,
permitir el examen de un asunto por otra Sala, incluso en apelación, permitir que un acusado sea excusado,
incluso para tratar un asunto interno urgente relacionado con la seguridad nacional, y debido a dificultades en
la programación de testigos.
Por lo tanto, y en contraste con el remedio más ‘drástico’ de una suspensión de los procedimientos, la decisión
de la Sala sobre si otorgar o no el aplazamiento solicitado se basa en una ponderación de los intereses de la
justicia en este caso, incluidos los derechos de los acusados y los intereses de las víctimas.
Con respecto a la Solicitud de Terminación de la Defensa, la Sala recuerda que previamente encontró que
la “terminación” y una “suspensión incondicional de los procedimientos” tienen el mismo “efecto esencial
de detener permanentemente los procedimientos sin posibilidad de recomenzarse”. Por lo tanto, la Sala
considera que la norma aplicable que se aplicará a la terminación de los procedimientos sería la descrita en su
jurisprudencia anterior -y resumida más recientemente en la Decisión de la Sala sobre la solicitud de Defensa
para una permanente suspensión del procedimiento debido al abuso del proceso’.
La Sala es plenamente consciente de su deber de garantizar que cualquier nuevo aplazamiento en este caso sea
compatible con los derechos del acusado. En particular, la Sala es consciente de su obligación de conformidad
con el artículo 64(2) del Estatuto de garantizar que los procedimientos se lleven a cabo de manera justa y
expedita y que se respeten plenamente los derechos del acusado, así como su obligación de interpretar y
aplicar la ley de manera compatible con los derechos humanos internacionalmente reconocidos. La Sala se
refiere, en particular, al derecho de todo acusado a ser juzgado sin una indebida demora. Se observa que
los procedimientos en este caso han estado en curso durante aproximadamente tres años, y que el inicio del
juicio ya se ha aplazado en varias ocasiones. La Sala considera que cualquier nuevo aplazamiento sin razones
justificables y convincentes podría constituir una demora indebida contraria a los derechos del acusado.
La Sala señala que la Fiscalía ha declarado que, en esta etapa, no cuenta con pruebas suficientes para demostrar
la culpabilidad más allá de toda duda razonable. Como principio general, la Sala considera que sería contrario
a los intereses de la justicia que la Fiscalía proceda a juicio en circunstancias en las que cree que no estará en
condiciones de presentar pruebas suficientes para alcanzar este umbral de evidencia. En opinión de la Sala, el
curso de acción apropiado en la mayoría de los casos en que la prueba de la Fiscalía cae por debajo del umbral
requerido sería el retiro inmediato de los cargos, según lo previsto en la regulación 60 del Reglamento de la
Fiscalía. Se observa que, en este caso, la Fiscalía ha indicado que si la Sala denegara las Solicitudes de Fiscalía o
que la Solicitud de Archivos no proporcionara suficiente material relevante, se requeriría que retirara los cargos.
Véase N° ICC-01/09-02/11-908, Sala de Primera Instancia V(B), 31 de Marzo de 2014, párr. 76 – 81.
[TRADUCCIÓN] La Sala observa que, si bien no se contempla expresamente en el Estatuto, varias salas de esta
Corte han confirmado reiteradamente la disponibilidad del recurso de suspensión del procedimiento cuando
fuera ‘repugnante o detestable para la administración de la justicia permitir la continuación de la causa, o
cuando los derechos del acusado se han visto quebrantados hasta tal punto que un juicio justo se ha hecho
imposible”.
[…]
La Sala constata que, a diferencia de las disposiciones de aplicación en los tribunales especiales, el marco
estatutario de la Corte no prohíbe que las actuaciones con arreglo al artículo 70 sean iniciadas y llevadas por el
mismo equipo de la Fiscalía que participó en el proceso principal conexo. Lo anterior quedó confirmado en la
Decisión de la Sala de Apelaciones en la causa Bemba y otros, cuando la Sala de Apelaciones consideró que,
al iniciar investigaciones con arreglo al artículo 70, la Fiscalía ‘meramente actuó de conformidad con el marco
legal de la Corte’ y con arreglo a sus deberes en virtud del artículo 42 y el apartado 1 b) del artículo 54 de realizar
investigaciones y ejercitar la acción penal dentro de las competencias de la Corte, incluso en relación con los
delitos contra la administración de justicia con arreglo al artículo 70 del Estatuto que ‘casi siempre estarán
relacionados con otras causas que está investigando o procesando’. La Sala de Apelaciones también observó
que las subreglas 2 c) de la regla 162 y 4 de la regla 165 de las Reglas permiten la acumulación de los cargos
con arreglo al artículo 70 con los cargos con arreglo a los artículos 5 a 8, lo cual ‘sugeriría que los redactores de
las Reglas de Procedimiento y Prueba previeron la posibilidad de que los cargos con arreglo al artículo 70 del
[TRADUCCIÓN] La Sala señala que la autorización de tal solicitud podría contribuir a abreviar el proceso
y a circunscribirlo mejor, ya que la absolución de uno o varios jefes como resultado de la admisión (parcial,
incluso) de una solicitud permitiría lograr una mayor economía de los medios judiciales y aumentar la eficacia,
[TRADUCCIÓN] Si bien los textos fundamentales de la Corte no prevén ningún procedimiento explícito
para la insuficiencia de los argumentos de la acusación en el marco de los procesos que la Corte juzga, un
procedimiento de este género es aceptable. En principio, una sala de primera instancia puede decidir o rechazar
llevar a cabo este tipo de proceso, en virtud de sus facultades discrecionales.
Las facultades discrecionales de la Sala de Primera Instancia en lo tocante a la decisión de llevar a cabo o no
un proceso relativo a la insuficiencia de los argumentos de la acusación no están limitadas por los derechos
humanos internacionalmente reconocidos, ni tampoco por el carácter estructuralmente contradictorio de los
debates.
[…]
No obstante, en opinión de la Sala de Apelaciones, un proceso relativo a la insuficiencia de los argumentos
de la acusación no es fundamentalmente incompatible con el marco jurídico de la Corte. Una sala de primera
instancia puede decidir llevar a cabo este tipo de proceso en virtud de la facultad para dirimir cualesquiera
cuestiones pertinentes que le reconocen el apartado 6 f) del artículo 64 y la subregla 3 de la regla 134 de las
Reglas. Por consiguiente, la decisión de conocer o no de una causa relativa a la insuficiencia de los argumentos
de la acusación es de índole discrecional y ha de ser tomada caso por caso con el fin de velar por que el juicio
se sustancie de manera justa y expedita, a tenor de lo dispuesto en el párrafo 2 y el apartado 3 a) del artículo 64
del Estatuto.
Véase n° ICC-01/04-02/06-2026-tFRA OA6, Sala de Apelaciones, 16 de enero de 2019 (versión original
fechada el 5 de septiembre de 2017), párrs. 1 y 2, y 44.
[TRADUCCIÓN] El sospechoso fue llevado sin demora ante la autoridad nacional congoleña, la cual, dado que
el sospechoso estaba siendo detenido en ese momento en relación con actuaciones nacionales ante los tribunales
militares congoleños, era competente en virtud de la legislación congoleña para llevar a cabo el procedimiento
en el Estado de detención establecido en el párrafo 2 del artículo 59 del Estatuto. En opinión de la Sala, ninguna
violación material del párrafo 2 del artículo 59 del Estatuto puede encontrarse en el procedimiento seguido por
[…]
La Defensa está actualmente impugnando la competencia de la Corte al declarar que “el párrafo 3 del artículo 21
impone a la Corte la obligación de examinar si el ejercicio de su competencia personal sobre el sospechoso está
en consonancia con los principios generales de derechos humanos, o si, habida cuenta las graves violaciones
de sus derechos humanos, sería un abuso del proceso ejercer la competencia personal sobre él en estas
circunstancias”. El párrafo 3 del artículo 21 del Estatuto establece que la “aplicación e interpretación del derecho
de conformidad con el presente artículo deberá ser compatible con los derechos humanos internacionalmente
reconocidos” y que, de acuerdo a tales estándares, cualquier violación de los derechos del sospechoso en
relación a su arresto y detención antes de marzo de 2006 será examinada por la Corte sólo cuando se haya
establecido que existió una acción concertada entre la Corte y las autoridades de la República Democrática
del Congo (“la RDC”). [...] Siempre que no haya una acción concertada entre la Corte y las autoridades del
Estado de detención, la doctrina del abuso del proceso constituye una garantía adicional de los derechos de los
acusados; hasta la fecha, la aplicación de esta doctrina, la cual requeriría que la Corte decline el ejercicio de su
competencia en una causa particular, se ha limitado a casos de tortura o graves maltratos por las autoridades
nacionales del Estado de detención, de alguna manera relacionados con el proceso de detención y el traslado de
la persona al correspondiente tribunal penal internacional.
[…]
En el curso del presente procedimiento previsto en el artículo 19 del Estatuto, ninguna cuestión ha surgido
respecto a cualquier supuesto acto de tortura o grave maltrato del sospechoso por las autoridades nacionales
de la RDC previo a la transmisión de la solicitud de cooperación de la Corte de 14 de marzo de 2006 a dichas
autoridades; y por tanto la cuestión ante la Sala es determinar si existió una acción concertada entre la Corte y
las autoridades de la RDC en relación con el arresto y detención del sospechoso antes del 14 de marzo de 2006.
A este respecto, no hay pruebas que indiquen que el arresto y detención del sospechoso antes del 14 de marzo
de 2006 fue el resultado de cualquier acción concertada entre la Corte y las autoridades de la RDC; la Corte, por
tanto, no examinará la legalidad del arresto y detención del sospechoso por las autoridades de la RDC antes del
14 de marzo de 2006.
Véase n° ICC-01/04-01/06-512, Sala de Cuestiones Preliminares I, 3 de octubre de 2006, págs. 8-11. Véase
también n° ICC-01/04-01/06-803, Sala de Cuestiones Preliminares I, 29 de enero de 2007, párrs. 164-166.
[TRADUCCIÓN] De conformidad con el párrafo 2 del artículo 19 del Estatuto, la competencia de la Corte o la
admisibilidad de una causa sólo podrán ser impugnadas por algunos Estados, por un acusado, o por la persona
contra la cual se ha dictado una orden de detención o una orden de comparecencia con arreglo al artículo 58;
en esta etapa del procedimiento ninguna orden de arresto o de comparecencia ha sido dictada; y el abogado
ad hoc no tiene legitimación procesal para hacer una impugnación al amparo del apartado a) del párrafo 2 del
artículo 19 del Estatuto.
Véase n° ICC-02/05-34, Sala de Cuestiones Preliminares I, 22 de noviembre de 2006, págs. 3 y 4. Véase
también n° ICC-01/04-93, Sala de Cuestiones Preliminares I, 9 de noviembre de 2005, pág. 4.
La competencia de la Corte está definida en el Estatuto. El concepto de competencia tiene cuatro facetas
diferentes: la competencia por razón de materia, también conocida por su denominación en latín, ratione
materiae; la competencia respecto de las personas, o ratione personae; la competencia territorial, o ratione
loci; y, por último, la competencia ratione temporis. Estas facetas encuentran expresión en el Estatuto. La
competencia de la Corte se establece en el Estatuto: en el artículo 5 se especifica la materia de la competencia de
la Corte, a saber, los crímenes que son de su competencia, definidos consecutivamente en los artículos 6, 7, y 8.
La competencia respecto de las personas se trata en los artículos 12 y 26, y la competencia territorial se indica en
el artículo 12 y el apartado b) del artículo 13, según el origen de los procedimientos. Por último, la competencia
ratione temporis se define en el artículo 11.
competencia prevista en el artículo 19 del Estatuto indica que la Corte tiene competencia para conocer de una
causa o cuestión penal con arreglo al Estatuto. A pesar de la forma en que ha sido rotulada, la solicitud del Sr.
Lubanga Dyilo no impugna la competencia de la Corte. Como se observó anteriormente, la conclusión a la que
llega la Sala de Apelaciones es que la solicitud del Sr. Lubanga Dyilo y los procedimientos que de ella se derivan
no constituyen una impugnación de la competencia de la Corte comprendida en lo dispuesto en el párrafo 2 del
artículo 19 del Estatuto. Lo que pedía el apelante era que la Corte se abstuviera de ejercer su competencia en el
presente asunto. Su verdadera caracterización sería la de una solicitud sui generis, una petición atípica, dirigida
a obtener el sobreseimiento en la causa, y que, de aceptarse, entrañaría la puesta en libertad del Sr. Lubanga
Dyilo. En este contexto, el término “sui generis” conlleva la idea de una fase del procedimiento no prevista en
las Reglas de Procedimiento y Prueba ni en el Reglamento de la Corte, en la cual se ejercería una facultad que
supuestamente tendría la Corte para subsanar irregularidades de procedimiento en el interés de la justicia. La
solicitud sólo podría prosperar en el caso de que la Corte tuviese competencia en virtud del Estatuto o estuviese
investida de una facultad inherente para interrumpir los procedimientos judiciales en el momento en que fuese
justo hacerlo.
Véase n° ICC-01/04-01/06-772-tSPA OA4, Sala de Apelaciones, 14 de diciembre de 2006, párrs. 21-24.
[TRADUCCIÓN] El párrafo 1 del artículo 19 del Estatuto da discreción a la Sala para hacer una determinación
inicial acerca de la admisibilidad de la causa antes de la emisión de una orden de detención o de comparecencia.
Tal discreción debe ser ejercida sólo si se justifica por las circunstancias de la causa, teniendo en cuenta el interés
de la persona en cuestión. La Sala considera que para que la causa sea admisible, es una condición sine qua non
que los procedimientos nacionales no abarquen tanto a la persona como al comportamiento que son objeto de
la causa ante la Corte. Sobre la base de las pruebas e información proporcionadas [...] , la Sala considera que la
causa de Ahmad Harun y Ali Kushayb cae dentro de la competencia de la Corte y parece ser admisible.
Véase n° ICC-02/05-01/07-1-Corr, Sala de Cuestiones Preliminares I, 27 de abril de 2007, párrs. 18, 24 y 25.
[[TRADUCCIÓN] La segunda oración del párrafo 1 del artículo 19 del Estatuto otorga a “la Corte” (es decir, a sus
Salas en el ejercicio de sus funciones judiciales) un poder amplio: “podrá determinar de oficio la admisibilidad
de una causa de conformidad con el artículo 17”. La amplitud de ese poder y la discreción que preside su
ejercicio, se hacen evidentes por el uso del término “podrá”: la autoridad para decidir si la determinación de la
admisibilidad debe hacerse y, en caso afirmativo, en qué etapa específica del procedimiento tal determinación
debe ocurrir, reside exclusivamente en la Sala correspondiente. El único límite establecido por el corto texto de
la disposición parece ser que el proceso debe haber llegado a la fase de una causa (incluidos los “incidentes
concretos durante los cuales deben haberse cometidos uno o más crímenes de la competencia de la Corte por
uno o más sospechosos identificados”), a diferencia de la fase anterior de la situación que sigue a la decisión
del Fiscal de iniciar una investigación de conformidad con el artículo 53 del Estatuto. Además de este límite
procesal, el Estatuto y los otros textos jurídicos guardan silencio en cuanto a los criterios que pueden o deberían
guiar a una Sala para decidir si y cuándo recurrir a la facultad que le concede la segunda oración del párrafo del
artículo 19 del Estatuto. En consecuencia, corresponde a la Corte, en el ejercicio de su función jurisdiccional y
cuando sea apropiado, establecer criterios adecuados para determinar si el ejercicio real de este poder propio
motu se justifica en una causa determinada.
Véase n° ICC-02/04-01/05-377, Sala de Cuestiones Preliminares II, 10 de marzo de 2009, párr. 14.
[TRADUCCIÓN] La pregunta que debe contestar la Sala es saber si la petición se presentó antes del juicio o
después de su inicio, de conformidad con el párrafo 4 del artículo 19 del Estatuto. Para responder, es necesario
Por lo tanto, una interpretación contextual de los documentos fundacionales de la Corte pone de manifiesto
la concurrencia de dos concepciones de la expresión “inicio del juicio”: una, que parece remontar al sistema
inquisitivo, considera que el juicio inicia tan pronto como el asunto es remitido a la Sala de Primera Instancia
tras las investigaciones y/o la investigación preliminar y se describe como la causa a ser resuelta; la otra, que
está más cerca del sistema del common law, ve el proceso como el momentum de la justicia, que se describe,
de hecho, por el Black’s Law Dictionary de la siguiente manera: “un examen judicial formal de las pruebas y la
determinación de pretensiones legales en un procedimiento contencioso”. La Sala considera que los redactores
del Estatuto, quienes deliberadamente adoptaron un procedimiento híbrido que toma de diferentes culturas y
sistemas jurídicos, tenían la intención que el “inicio del juicio” significara tanto el inicio del procedimiento ante
la Sala de Primera Instancia (trial proceedings en inglés), como el comienzo de las audiencias sobre el fondo
(trial o hearing en inglés), dependiendo de la disposición a ser aplicada y el contexto en el que deba ser aplicada.
Como resultado, es imposible elegir de manera general y definitiva cualquiera de las dos concepciones que
pueden definir la expresión “inicio del juicio” y aplicarla de manera uniforme a todas las disposiciones del
Estatuto. Vale la pena recordar que los documentos fundacionales de la Corte fueron elaborados por diferentes
grupos de trabajo durante las conferencias diplomáticas. La coexistencia de varios significados de la expresión
“inicio del juicio” que puede ser reconocida en este caso es simplemente la consecuencia de un laborioso
proceso de armonización de todo el trabajo llevado a cabo, en varios idiomas además, en esas conferencias
diplomáticas. Como consecuencia, la Sala considera que el significado de la expresión “inicio del juicio” debe
determinarse a la luz de la disposición que se aplicará, sobre la base de una interpretación lógica que dé pleno
efecto a dicha disposición y se adhiera a la intención de los Estados Partes cuando la adoptaron. Por ejemplo, en
la decisión que fijó la fecha del juicio, la Sala consideró que la expresión “la fecha del juicio” de la subregla 1 de
la regla 132 de las Reglas significaba la fecha del comienzo de la audiencia sobre el fondo. Cuando fue llamada
a interpretar el párrafo 9 del artículo 61 del Estatuto, la Sala de Primera Instancia I, por su parte, declaró, en
su decisión de 13 de diciembre de 2007, que la expresión “antes de comenzar el juicio” tenía el siguiente
significado: “[a] unque no se prevé una definición en cuanto a cuándo se considera que ha comenzado el
juicio, la Sala está convencida de que esta expresión significa la real apertura del juicio cuando las declaraciones
iniciales, de haber alguna, se realizan antes de la convocatoria de los testigos”.
En consecuencia, corresponde ahora considerar el caso específico del artículo 19 del Estatuto e interpretar la
expresión “a su inicio” que ahí se utiliza, a la luz de todas las disposiciones de dicho artículo, a fin de determinar
la intención exacta de los Estados Partes cuando lo adoptaron.
En este sentido, la Sala señala que las disposiciones de los párrafos 5 a 8 del presente artículo están claramente
dirigidas a evitar impugnaciones a la admisibilidad que innecesariamente obstaculicen o retrasen el
procedimiento, lo que significa que ellas deben ser presentadas lo antes posible, preferiblemente durante la
fase de investigación. Tal es el caso del párrafo 4 del artículo 19, así como del párrafo 5, que obliga a los Estados a
hacer sus impugnaciones “lo antes posible”. Lo mismo vale también para la regla 58 de las Reglas, que establece
el procedimiento a seguir para los efectos del artículo 19 y dispone que una impugnación podrá ser aplazada
hasta la audencia de confirmación de los cargos o hasta el juicio, “siempre que ello no cause una demora
indebida”, quedando la determinación de los plazos para presentar observaciones a discreción de la Sala. Esta
misma preocupación se expresa indirectamente en la subregla 2 de la regla 122 de las Reglas, que obliga a la
Sala de Cuestiones Preliminares, cuando es llamada a fallar sobre una impugnación presentada durante la
audiencia de confirmación, a garantizar el cumplimiento de la diligencia expresamente prevista en la regla 58
de las Reglas. Por otra parte, cabe recordar que la regla 60 de las Reglas, la cual complementa el párrafo 6 del
artículo 19 del Estatuto, permite que impugnaciones a la competencia o admisibilidad sean presentadas ante la
Presidencia después de la confirmación de los cargos. La existencia misma de este procedimiento ilustra cuanto
los redactores del Estatuto y las Reglas querían que las impugnaciones de esta naturaleza sean presentadas en
las primeras oportunidades. De hecho, con respecto a todas las demás peticiones o solicitudes, las partes y los
participantes deberán esperar a que la Sala relevante sea designada.
Este énfasis, en el artículo 19 del Estatuto y la regla 58 de las Reglas, de que las impugnaciones a la admisibilidad
sean presentadas tan pronto como sea posible y sin dilaciones indebidas, puede explicarse por el principio de
complementariedad. Los redactores del Estatuto tenían la clara intención de que la Corte complemente a los
tribunales nacionales, no que compita con ellos. En consecuencia, se esforzaron por evitar actuaciones paralelas
[TRADUCCIÓN] En suma, la Sala considera que el Estatuto prevé tres fases en relación con las impugnaciones
a la admisibilidad. Durante la primera fase, que dura hasta que la decisión sobre la confirmación de los cargos
se archiva con la Secretaría, todos los tipos de impugnaciones a la admisibilidad son permisibles, sujeta a la
exigencia, para los Estados, de hacerlas “lo antes posible”. En la segunda fase, bastante corta, que es desde el
momento de la presentación de la decisión relativa a la confirmación de los cargos hasta la constitución de la
Aunque en la solicitud el Gobierno no niega el hecho de que a los efectos de la definición de una “causa”, las
investigaciones nacionales “deben cubrir la misma conducta”, parece que se ha mal interpretado o no está
de acuerdo con la parte restante del examen, que requiere que estas investigaciones también deban cubrir las
mismas personas sujetos a los procedimientos de la Corte. El Gobierno de Kenia que supuestamente se basa
en el criterio establecido por la Sala en la decisión acerca de la autorización que dictó 31 de marzo 2010, que se
refería a “los grupos de personas que es probable que sean objeto de una investigación realizada por la Corte
Penal Internacional”, y por lo tanto, concluyó que no era necesario investigar a las mismas personas. Más bien,
es suficiente investigar “personas en el mismo nivel de la jerarquía”.
La Sala considera que esta interpretación es errónea. Los criterios establecidos por la Sala en la decisión que
dictó el 31 de marzo de 2010 acerca de la autorización no fueron concluyentes, sino que simplemente indican
el tipo de elementos que la Corte debe considerar en la determinación de la admisibilidad en el contexto de
una situación, es decir, cuando el examen es en relación con una o más causas “potenciales”. En esa etapa, la
referencia a los grupos de personas es principalmente para ampliar la examinación, porque en la etapa preliminar
de una investigación sobre la situación es improbable que se tenga un sospechoso identificado. La prueba es
más específica cuando se trata de una determinación de la admisibilidad en la etapa de la “causa”, que comienza
con una solicitud presentada por la Fiscalía en virtud del artículo 58 del Estatuto para la emisión de una orden
de detención o de comparecencia, en donde uno o más sospechosos ha o han sido identificados. En esta etapa,
la o las causas ante la Corte ya han sido formados. Así, durante la etapa de la “causa” la determinación de la
admisibilidad debe evaluarse en los procedimientos nacionales relativos a las personas particulares que están
sujetos a los procedimientos de la Corte.
La Sala de Apelaciones señaló que la admisibilidad de la causa se debe determinar “sobre la base de los hechos
tal y como existen en el momento de las actuaciones relativas a la impugnación de la admisibilidad”. Así, en la
ausencia de información, que justifique la impugnación del Gobierno de Kenia de que existen investigaciones en
curso contra los tres sospechosos, hasta que la parte presentó su réplica, la Sala considera que sigue existiendo
una situación de inactividad. En consecuencia, la Sala no puede dejar de determinar que la causa es admisible
siguiendo la simple lectura de la primera mitad del apartado a) del párrafo 1 del artículo 17 del Estatuto. De ello
se deduce que no hay necesidad de profundizar en un examen de la falta de voluntad o incapacidad del Estado,
de conformidad con los párrafos 2 y 3 del artículo 17 del Estatuto.
La solicitud del Gobierno debe, por tanto, ser rechazada.
Véase n° ICC-01/09-01/11-101, Sala de Cuestiones Preliminares II, 30 de mayo de 2011, párrs. 44-54 y 70.
Véase también n° ICC- 01/09-02/11-96, Sala de Cuestiones Preliminares II, 30 de mayo de 2011, párrs.
43-54 y 66.
Cuando la Corte ha emitido una orden de detención o una orden de comparecencia, para que un asunto sea
inadmisible con arreglo al apartado a) del párrafo 1 del artículo 17 del Estatuto, las investigaciones nacionales
deberán referirse a la misma persona y a una conducta sustancialmente igual a las que son objeto del
procedimiento ante la Corte. Las palabras “sea objeto de una investigación” en este contexto significan que se
han tomado medidas con el fin de determinar si esa persona es responsable de dicha conducta, por ejemplo,
entrevistando a testigos o sospechosos, reuniendo pruebas documentales o llevando a cabo análisis forenses.
Si un Estado impugna la admisibilidad de una causa, debe proporcionar a la Corte pruebas con el grado
necesario de especificidad y valor probatorio que demuestren que está realmente investigando la causa. No es
suficiente que simplemente se afirme que se están llevando a cabo investigaciones.
Con la salvedad de lo estipulado en la regla 58 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, una Sala a la que se
ha remitido una impugnación de la admisibilidad tiene amplia discrecionalidad para determinar el modo de
sustanciar el procedimiento relativo a la impugnación.
La Sala de Cuestiones Preliminares consideró que Kenia no había presentado información que demostrara que
se habían tomado medidas concretas de investigación contra los sospechosos en cuestión. Las conclusiones de
la Sala de Cuestiones Preliminares respecto a la propuesta de Kenia de presentar informes adicionales se deben
considerar a la luz de ello. Como la Sala llegó a la conclusión de que, sobre la base de la información que tenía
ante sí, no había indicación suficiente de que Kenia estuviera investigando a los sospechosos, no fue erróneo que
la Sala afirmara que la propuesta de Kenia de presentar informes adicionales era en realidad un reconocimiento
[TRADUCCIÓN] El ámbito territorial y temporal de una situación se desprende del análisis de la situación de
crisis que abrió la competencia de la Corte a través de la remisión de aquella situación. Los crímenes cometidos
después de la remisión pueden caer dentro de la competencia de la Corte cuando estén suficientemente
vinculados a la situación particular de crisis. La existencia de este vínculo se hace necesaria por los principios
que rigen la relación entre la Corte y las competencias penales de los Estados, por lo que la responsabilidad
primordial de investigar y enjuiciar los delitos más graves sigue residiendo en los Estados. El Estatuto no
puede ser interpretado como una autorización a un Estado a abdicar permanentemente sus responsabilidades
refiriendo todas las actividades criminales presentes y futuras que se lleven a cabo en la totalidad de su
territorio, sin ninguna limitación, ya sea en contexto o duración. Tal interpretación sería incompatible con el
buen funcionamiento del principio de complementariedad.
En cuanto al contenido de la remisión, la Sala señala que se hace referencia explícita a la República Democrática
del Congo en su conjunto (“situation qui se déroule dans mon pays”). La referencia a los crímenes que se han
cometido, usando el tiempo pasado (“apparaît que des crimes relevant de la compétence de la Cour Pénale
Internationale ont été commis”), no parece ser una limitación temporal deliberada a la situación remitida a la
Corte. A la inversa, los términos de la remisión simplemente recitan aquellos del párrafo 1 del artículo 14 del
Estatuto y parecen meramente instrumentales para explicar las razones principales por las que la República
Democrática del Congo busca la intervención de la Corte. Al decir que este lenguaje deja en claro que el gobierno
de la RDC “no tenía otra intención que conferir competencia sobre una serie específicamente identificable de
crímenes que se habían cometido en el territorio de la RDC antes de la fecha de remisión, la Defensa entretiene
un argumento de carácter especulativo, que no parece justificado por el texto pertinente, que es per se neutro.
El análisis de la Defensa de las potestades invocadas por la Sala en el momento de la emisión de la orden
de detención, y de la impugnación, se basa en una interpretación errónea del examen de la competencia
desarrollado y adoptado en la presente causa. La Sala recuerda que, de acuerdo con esa prueba, los delitos
cometidos después de una remisión también pueden caer dentro de la competencia de la Corte, sólo si ellos
están lo suficientemente ligados a la situación de crisis que estaba teniendo lugar en el momento de la remisión
y que fue objeto de ella. Se trata de la existencia o no de tal relación, y no del momento particular de los
acontecimientos que subyacen en un presunto crimen, que es crítico en la determinación de si dicho crimen
puede o no puede caer dentro del alcance de la remisión. En consecuencia, la determinación de la Sala de que
los delitos subyacentes en los cargos contra el sospechoso están de hecho relacionados con los crímenes que
han llevado al Gobierno de la República Democrática del Congo a remitir la situación en el país a la Corte no
se ve afectado ni por el hecho de que los acontecimientos en curso en las provincias del Kivu en el momento
de la remisión supuestamente “carecían del criterio objetivo” necesario para que puedan ser incorporados
en el ámbito de la remisión, ni por el hecho de que las FDLR, en particular, cometieron o no, en ese mismo
tiempo, delitos que hayan podido contribuir a la crisis que desencadenó la referencia a (y por lo tanto, la
competencia de) la Corte. Si este enlace suficiente existe, entonces es irrelevante si individuos particulares (o
acontecimientos) posteriormente acusados por el Fiscal no pudieron haber sido acusados en el momento de la
remisión inicial de los crímenes de la competencia de la Corte. La Sala considera que los hechos que subyacen
en los crímenes de los que se acusa al sospechoso están lo suficientemente ligados a la situación fáctica de la
crisis que llevó a la remisión por la República Democrática del Congo.
Véase n° ICC-01/04-01/10-451, Sala de Cuestiones Preliminares I, 26 de octubre de 2011, párrs. 21, 26-27,
41-43.
[TRADUCCIÓN] El Gobierno de Libia inició una impugnación de la admisibilidad contra la causa de Saif
Gaddafi. A fin de sustanciar el procedimiento de forma eficiente y expedita, la Sala considera apropiado
nombrar, con arreglo a la norma 80 del Reglamento, al abogado principal de la Oficina Pública de Defensa
de las víctimas como representación de las víctimas que han contactado con la Corte con relación a la causa.
En virtud de la subregla 2 de la regla 59 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, la Secretaria proporcionará
a las víctimas, en forma compatible con las obligaciones de la Corte respecto del carácter confidencial de la
información, la protección de las personas y la preservación de pruebas, con un resumen de las casuales por
las cuales se haya impugnado la competencia de la Corte o la admisibilidad de la causa. La Sala sostiene que
se cumplirá con esta regla si se proporciona a la Oficina Pública de Defensa de las víctimas la versión pública
expurgada de la solicitud relativa al artículo 19 junto con los anexos públicos. En conclusión, la Sala, entre otras
cosas, i) NOMBRA a Paolina Massidda de la Oficina Pública de Defensa las víctimas como Representante legal
de las víctimas que se han puesto en contacto con la Corte con relación a la causa; ii) ENCARGA a la Secretaria
que proporcione a la Oficina información sobre las víctimas que han contactado con la Corte, así como toda
asistencia necesaria para con las víctimas solicitantes lo más pronto posible; iii) DISPONE que la Secretaria
notifique la impugnación de la admisibilidad junto con sus anexos públicos a la Oficina; iv) INVITA a la Oficina
a presentar observaciones sobre la impugnación de la admisibilidad.
Véase nº ICC-01/11-01/11-134, Sala de Cuestiones Preliminares I, 4 de mayo de 2012, párr. 13 y 15.
[TRADUCCIÓN] La Oficina Pública de Defensa de las víctimas solicita a la Sala que disponga la notificación
a la Oficina de: i) la versión sin expurgar de la impugnación de la admisibilidad; ii) tres anexos confidenciales
de la impugnación de la admisibilidad; y iii) cualquier otro documento presentado como confidencial en el
expediente de la causa que la Sala pudiera considerar pertinente para las actuaciones de admisibilidad. La
Oficina solicita igualmente que se le proporcione sistemáticamente cualquier documento presentado por las
partes, los participantes, el Gobierno de Libia y el Consejo de Seguridad relacionado con la impugnación de
la admisibilidad que pudiera clasificarse de confidencial del mismo modo que a las otras partes y participantes
en las actuaciones de admisibilidad. La Sala observa que Libia no se opone a que se proporcione a la Oficina
los documentos confidenciales solicitados, así como cualquier otro documento confidencial incluido en el
expediente de la causa que la Sala pudiera considerar pertinente para la impugnación de la admisibilidad. Por
consiguiente, la Sala considera apropiado dar a la Oficina acceso a la versión confidencial de la impugnación
de la admisibilidad junto con los anexos de la misma. En cambio, la Sala considera que la cuestión de si se debe
notificar a la Oficina de los futuros documentos relativos a la impugnación de la admisibilidad clasificados como
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones observa que la cuestión de si la Fiscal pudo demostrar en virtud de las
leyes y al suministrando pruebas suficientes que la existencia de una “política organizativa” era una cuestión
relativa al fondo de la causa. Fue una de las cuestiones planteadas ante la Sala de Cuestiones Preliminares en la
[TRADUCCIÓN] Una decisión relativa a la admisibilidad de una causa debe fundamentarse en las circunstancias
prevalecientes en el momento de su emisión. La Sala de Apelaciones sostuvo al respecto:
Por lo general, la admisibilidad de una causa debe determinarse con base en los hechos tal y como existen
en el momento del procedimiento concerniente a la impugnación de la admisibilidad. Esto se debe a que
la admisibilidad de una causa con arreglo a los apartados a), b) y c) del artículo 17 del Estatuto depende
principalmente de las actividades de investigación y acusación de los Estados con competencia. Estas actividades
pueden cambiar con el tiempo. Así, una causa que fue en un principio admisible puede volverse inadmisible por
un cambio de circunstancias en los Estados concernidos y viceversa. En el párrafo 10 del artículo 19 del Estatuto
se estipula claramente que el Estado asume que la situación factual de los motivos por los que se ha demostrado
la admisibilidad de una causa no es necesariamente estática, sino cambiante. Además, en la introducción del
párrafo 1 del artículo 17 del Estatuto se indica que la admisibilidad de una causa debe determinarse basándose
en los hechos en el momento del procedimiento relativo a la impugnación de la admisibilidad. En la introducción
se estipula que la Corte determinará si la causa es o no inadmisible, y no si fue inadmisible.
La Sala opina por consiguiente que no sería lógico ignorar las circunstancias que prevalecen actualmente
al impedir que Libia aborde en este momento cualquier cambio o desarrollo de las circunstancias factuales
subyacentes en la impugnación de la admisibilidad. Por lo tanto, se debe permitir a Libia que aborde todo
hecho de relevancia para la determinación de la admisibilidad de la causa contra el sospechoso. Por ello debe
ser rechazada la petición de la Oficina del Defensor Público para la Defensa de establecer límites en el derecho
de Libia a remitir y presentar pruebas pertinentes para la admisibilidad de la causa.
Alternativamente, la Oficina pide que si Libia presenta pruebas que no están dentro del alcance de la
impugnación de la admisibilidad inicial, se conceda a la Oficina un plazo más amplio para presentar toda prueba
adicional que pueda ser pertinente para las pruebas presentadas por Libia respecto de los asuntos nuevos. La
Sala opina que en esta etapa la petición de la Oficina es prematura y se basa en meras especulaciones, dado que
estando pendiente la fecha final para la presentación de pruebas por parte de Libia, no se puede prever si Libia
presentará pruebas de tal naturaleza que resulte apropiado conceder a la Oficina una mayor oportunidad para
presentar pruebas pertinentes para la admisibilidad de la causa contra el sospechoso ni en qué medida podría
remitirlas. La Sala opina al respecto que es imposible definir en abstracto qué pruebas, de haberlas, podrá
[TRADUCCIÓN] El límite de 100 páginas que se aplica a las impugnaciones relativas a la competencia de la
Corte y las respuestas a las mismas (véase el apartado c) del numeral 1 de la norma 38 del Reglamento de la
Corte) no es aplicable a las observaciones de las víctimas con arreglo al párrafo 3 del artículo 19 del Estatuto. Ello
se explica por el papel más limitado de las víctimas en el procedimiento en comparación, por ejemplo, con el
del Fiscal, el acusado o la persona sobre la que se dicta una orden de detención o de comparecencia, o el Estado
que impugna la competencia o la admisibilidad de una causa. La Sala de Apelaciones observa en este contexto
que el apartado a) del numeral 2 de la norma 38 del Reglamento de la Corte establece un límite de 50 páginas
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Cuestiones de procedimiento
para “observaciones presentadas por las víctimas a la Sala de Cuestiones Preliminares conforme al párrafo 3
del artículo 15 y la subregla 3 de la regla 50”. Así, si resultara necesario un límite superior de páginas para las
observaciones de las víctimas, el Reglamento de la Corte lo estipula específicamente.
Véase nº ICC-02/11-01/11-266 OA2, Sala de Apelaciones, 16 de octubre de 2012, párr. 14.
[TRADUCCIÓN] La Sala opina que sería útil para el procedimiento actual aclarar su visión con respecto a los
tipos de prueba, que se pueden considerar como muestra de que Libia está investigando la causa contra el
sospechoso.
En particular, resulta importante aclarar que el concepto de “prueba”, en el contexto de las actuaciones de
admisibilidad, no se refiere únicamente a la pruebas sobre el fondo de la causa nacional que pueden haberse
reunido como parte de la supuesta investigación nacional para demostrar los crímenes alegados. En este
contexto, “prueba” significa todo material capaz de demostrar que se está llevando a cabo una investigación y
que se han previsto las medidas apropiadas para llevar a cabo el procedimiento.
Por consiguiente, la Sala opina que también se pueden incluir pruebas para sustanciar la impugnación de
la admisibilidad, dependiendo de las circunstancias, directrices, disposiciones y decisiones dictadas por
las autoridades a cargo de la investigación, así como informes internos, actualizaciones, notificaciones o
exposiciones incluidas en el expediente de la investigación de la causa por parte de Libia, en la medida en que
demuestren que las autoridades libias están tomando medidas concretas y progresivas para determinar si el
sospechoso es responsable de la conducta expuesta en la orden de detención emitida por la Corte.
Respecto de las pruebas en cuanto al fondo de la causa nacional, es necesario entregar a la Sala muestras
de dichas pruebas en la presente causa, a fin de sustanciar la afirmación de Libia de que se está realizando
una investigación sobre la causa contra el Sr. Gaddafi. En particular, sin tomar ninguna posición sobre el
valor probatorio en esta etapa, la Sala opina que estas pruebas deben incluir el tipo de material que Libia
mencionó haber reunido como parte de la investigación nacional, especialmente: declaraciones de los testigos,
pruebas interceptadas, discursos del sospechoso, llamadas telefónicas del sospechoso desde febrero de 2011 en
adelante (incluyendo aquellas entre él y otros oficiales), material fotográfico, registros de vuelos que muestren
las disposiciones de transporte realizadas por el sospechoso con el fin de utilizar mercenarios contra los
disidentes y registros de transacciones de pagos bancarios que ilustren el pago de fondos para contratar a
dichos mercenarios.
Véase nº ICC-01/11-01/11-239, Sala de Cuestiones Preliminares I, 7 de diciembre de 2012, párrs. 11-13.
[TRADUCCIÓN] El uso de las palabras “crímenes referidos en el artículo 5” indica que la expresión “crimen de
que se trate” en el párrafo 3 del artículo 12 del Estatuto se refiere a las categorías de los crímenes enunciadas
en el artículo 5 del Estatuto, es decir, genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y el crimen
de agresión, y no a los acontecimientos específicos del pasado a lo largo de los cuales se cometieron dichos
crímenes.
La Sala de Apelaciones considera también que, ante la ausencia de estipulación en la declaración con arreglo al
párrafo 3 del artículo 12 del Estatuto, la aceptación de la competencia no se limita a una “situación” dada en el
sentido del artículo 13 del Estatuto, como parece haber opinado la Sala de Cuestiones Preliminares. La Sala de
Apelaciones acepta que podría debatirse si el punto referencial de una declaración con arreglo al párrafo 3 del
artículo 12 del Estatuto ha de ser una “situación” específica ya que la subregla 2 de la regla 44 de las Reglas de
Procedimiento y Prueba menciona “la aceptación de la competencia con respecto a los crímenes indicados en el
artículo 5 a que corresponda la situación”. Sin embargo, debe recordarse que la cuestión de si una “situación”
existe sólo resulta pertinente cuando la Sala considera si puede ejercer su competencia conforme al artículo
13 del Estatuto. En virtud de los apartados a) y b) del artículo 13 del Estatuto, un Estado Parte o el Consejo de
Seguridad podrán remitir una “situación” a la Corte y, con arreglo al apartado c) del artículo 13 y al artículo 15
del Estatuto, el Fiscal podrá iniciar una investigación motu proprio.
Por el contrario, en el artículo 12 del Estatuto se aborda, de acuerdo con su título, las “Condiciones previas para
el ejercicio de la competencia”. La aceptación de la competencia tras la ratificación del Estatuto o la adhesión a
este es general y no se limita a “situaciones” específicas. Igualmente, con sujeción a las estipulaciones realizadas
en la declaración de aceptación, si un Estado acepta la competencia de la Corte con arreglo al párrafo 3 del
[TRADUCCIÓN] Como sostuvo recientemente esta Sala en otro caso, “en ausencia de una razón adecuada
que justifique lo contrario, en principio se debería dar acceso a la OPCV al material relevante [referente a la
impugnación de admisibilidad] ”.
Véase n° ICC-02/11-01/11-406, Sala de Cuestiones Preliminares I (Magistrado único), 18 de febrero de
2013, párr. 9.
[TRADUCCIÓN] La Sala considera que la capacidad de un Estado para realizar genuinamente una investigación
o un proceso judicial debe evaluarse en el contexto del sistema y los procedimientos nacionales pertinentes.
[…]
Si bien las autoridades de la administración de justicia pueden existir y funcionar en Libia, una serie de
problemas fácticos y legales resultan en la falta de disponibilidad del sistema judicial nacional para el caso contra
el acusado. En consecuencia, en opinión de la Sala, Libia no puede garantizar la transferencia de la custodia del
acusado de su lugar de detención bajo la milicia de Zintan a la autoridad del Estado y no hay pruebas concretas
de que este problema pueda resolverse en el futuro cercano. Además, la Sala no está convencida de que las
autoridades libias tengan la capacidad de obtener el testimonio necesario. Finalmente, la Sala ha observado un
impedimento práctico al progreso de los procedimientos domésticos contra los acusados, ya que Libia no ha
demostrado si superará las dificultades existentes para obtener un abogado para el sospechoso ni cómo lo hará.
Varias consideraciones relativas a un juicio justo se han discutido anteriormente en el contexto de la
determinación de la Sala sobre la capacidad genuina de Libia para investigar o procesar el caso. La Sala ha
evaluado la capacidad de Libia para investigar de conformidad con el Código de Procedimiento Penal de Libia,
la Declaración Constitucional de Libia y diversos instrumentos de derechos humanos que han sido ratificados
por Libia. Esta evaluación ha sido pertinente porque esos problemas afectan la capacidad de Libia para llevar a
cabo sus procedimientos de conformidad con la ley libia.
Véase n° ICC-01/11-01/11-344-Red, Sala de Cuestiones Preliminares I, 31 de mayo de 2013, párrs. 200,
215-216.
[TRADUCCIÓN] El artículo 95 del Estatuto establece que “[C] uando la Corte proceda a examinar una
impugnación de la admisibilidad de una causa de conformidad con los artículos 18 ó 19, el Estado requerido
podrá aplazar la ejecución de una solicitud hecha de conformidad con esta Parte hasta que la Corte se pronuncie
sobre la impugnación, a menos que ésta haya resuelto expresamente que el Fiscal podrá continuar recogiendo
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Cuestiones de procedimiento
[TRADUCCIÓN] El Artículo 17(1)(a) del Estatuto establece que “la Corte […] resolverá la inadmisibilidad
de un asunto cuando El asunto sea objeto de una investigación o enjuiciamiento por un Estado que tenga
jurisdicción sobre él salvo que éste no esté dispuesto a llevar a cabo la investigación”. El artículo 17(2) y (3) del
[TRADUCCIÓN] Para los efectos de la consideración sobre si los procedimientos de Libia abarcan el mismo
caso que el que está ante la Corte, la Sala no está obligada a determinar si las pruebas recopiladas por Libia
como parte de su investigación son suficientes para demostrar la responsabilidad penal del Sr. Al-Senussi por
la conducta alegada en la orden de arresto. Lo que la Sala debe determinar son los parámetros de los hechos
que Libia está tratando de establecer mediante pasos concretos, identificables y progresivos, es decir, si existe
actividad por parte de las autoridades judiciales de Libia y hacia qué se dirige dicha actividad.
La Sala considera que las pruebas presentadas por Libia son suficientes para concluir que las autoridades
nacionales están adoptando medidas concretas y progresivas en el proceso contra el Sr. Al-Senussi, y para
identificar el alcance y el objeto del mismo.
De hecho, la Sala considera que el equipo de investigación en la oficina del Fiscal General ha adoptado
medidas de investigación adecuadas, tangibles y progresivas, entre ellas la realización de entrevistas a testigos
y la obtención de pruebas documentales (como informes médicos, certificados de defunción y órdenes
escritas), y solicitando que las fuentes externas proporcionen información relevante. En particular, parece que
las autoridades judiciales de Libia están siguiendo múltiples líneas de investigación para arrojar luz sobre la
represión de las manifestaciones contra el régimen de Gaddafi. Se pidió a los testigos que aclararan y dieran
detalles sobre ciertas partes de su testimonio, y se les pidió que comentaran la información proporcionada
por otros testigos y las pruebas documentales en el expediente de investigación. Los investigadores también
preguntaron sobre aspectos de una naturaleza potencialmente exculpatoria, y la información de esta naturaleza,
cuando fue proporcionada por los testigos, se registró debidamente en el acta de las entrevistas pertinentes.
Las víctimas que informan a la comisión de crímenes también fueron obligadas a justificar sus afirmaciones con
pruebas documentales.
La Sala está satisfecha de que las pruebas en las que se basó Libia para los fines de la Impugnación a la
Admisibilidad demuestran que se han tomado medidas de investigación identificables, concretas y progresivas
en relación con la responsabilidad penal del Sr. Al-Senussi (que en última instancia dio lugar a la transferencia
de las pruebas presentadas por Libia) permite a la Sala discernir los contornos del caso interno contra el Sr. Al-
Senussi y, a su vez, comparar de manera significativa la presunta conducta del Sr. Al-Senussi con la conducta
que se le atribuye en la Orden de Arresto emitida contra él.
[…]
La Sala está convencida de que los hechos que han sido investigados por las autoridades libias en relación con
el Sr. Al-Senussi, como se resume anteriormente, comprenden los aspectos fácticos relevantes de la conducta
del Sr. Al-Senussi, según se alega en el procedimiento ante la Corte”. Además, la Sala recuerda que si todos
o algunos de los más estrechos “incidentes” o “sucesos” mencionados en la Decisión en virtud del Artículo
58 se incluyen en los procedimientos nacionales pueden constituir un indicador relevante de que el caso ante
las autoridades nacionales es el mismo que el caso ante la Corte. A este respecto, la Sala observa que las
pruebas proporcionadas por Libia indican que los procedimientos internos abarcan, como mínimo, los eventos
que se describen en la Decisión en virtud del Artículo 58 como particularmente violentos o que parecen ser
significativamente representativos de la conducta atribuida al Sr. Al-Senussi. El hecho de que se mencionen
tales hechos en las pruebas presentadas por Libia confirma que la misma conducta alegada contra el Sr. Al-
Senussi en el procedimiento ante el Tribunal está sujeta a los procedimientos internos de Libia.
[TRADUCCIÓN] La Sala observa que la determinación de conformidad con el artículo 17(1)(a), (2) y (3) del
Estatuto sobre la “voluntad” y “capacidad” del Estado debe realizarse en relación con los procedimientos
internos específicos relacionados con el mismo caso que se procesa ante la Corte, por lo que la Sala está
convencida de que no hay situación de inactividad. En este sentido, el análisis de la Sala en el presente caso se
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limita a la determinación de si Libia no está dispuesta o no puede realmente llevar a cabo el presente proceso
contra el Sr. Al-Senussi por el mismo caso que está ante la Corte.
[…]
La Sala reitera que la evaluación de la capacidad y la voluntad de Libia para llevar a cabo sus procedimientos
contra el Sr. Al-Senussi debe hacerse con referencia a la propia ley nacional de Libia. No obstante, la Sala
enfatiza que no es solo una supuesta desviación o violación de la ley nacional que puede constituir una base
para un hallazgo de falta de voluntad o incapacidad. La Sala tomará en cuenta solo aquellas irregularidades
que puedan constituir indicadores relevantes de uno o más de los escenarios descritos en el artículo 17(2) o (3)
del Estatuto, y que estén suficientemente fundamentados por la evidencia y la información presentadas ante
la Sala.
La Sala observa que la demora injustificada en los procedimientos nacionales es un factor que puede
fundamentar, de conformidad con el artículo 17(2) (b) del Estatuto, una constatación de falta de voluntad,
siempre que dicha demora injustificada sea, en las circunstancias del caso, “inconsistente con la intención de
llevar a la persona ante la justicia”. Esto está en línea con el resto del artículo 17(2) del Estatuto, que obliga a la
Cámara a examinar las circunstancias fácticas con el fin de discernir en última instancia la intención del Estado
en lo que respecta a sus procedimientos internos en curso contra la persona específica.
[…]
La Sala opina que no puede considerarse que un período de menos de 18 meses entre el inicio de la investigación
en relación con el Sr. Al-Senussi y la remisión del caso en su contra a la Cámara de Acusación constituya una
demora injustificada incompatible con una intención de llevar al señor Al-Senussi a la justicia.
La Sala considera que es suficiente observar que el Sr. Al-Senussi aún debe nombrar (o serle designado) un
abogado para que lo represente en los procedimientos internos en Libia, a pesar de su derecho, en virtud del
artículo 106 del Código de Procedimiento Penal de Libia, de beneficiarse de la representación legal. La Sala
también recuerda que, una vez finalizado el procedimiento ante la Cámara de Acusaciones, el caso contra el Sr.
Al-Senussi no puede continuar sin un abogado que lo represente en el juicio. La Sala considera que estas son
consideraciones relevantes para los fines de su determinación en virtud del artículo 17(2) (c) y (3) del Estatuto
y en consecuencia, la Sala tendrá en cuenta estos hechos, junto con todas las demás circunstancias relevantes,
para su conclusión sobre si Libia carece de voluntad o capacidad genuina para conducir el procedimiento contra
el Sr. Al-Senussi.
La Sala enfatiza que las presuntas violaciones de los derechos procesales del acusado no son per se fundadas
para una constatación de falta de voluntad o incapacidad en virtud del artículo 17 del Estatuto. Para tener
relación con la determinación de la Sala, cualquier supuesta violación debe estar vinculada a uno de los
escenarios previstos en el artículo 17(2) o (3) del Estatuto. En particular, en lo que se refiere a la supuesta falta de
voluntad del Estado, la Sala opina que, dependiendo de las circunstancias específicas, ciertas violaciones de los
derechos procesales del acusado pueden ser relevantes para la evaluación de la independencia e imparcialidad
de los procedimientos nacionales que la Sala debe llevar a cabo, teniendo en cuenta los principios del debido
proceso reconocidos en virtud del derecho internacional, en virtud del artículo 17(2) (c) del Estatuto. Sin
embargo, esta última disposición, que identifica dos requisitos acumulativos, contempla la constatación de falta
de voluntad solo cuando la forma en que se llevan a cabo los procedimientos, junto con la indicación de falta
de independencia e imparcialidad, debe considerarse, en las circunstancias, incompatible con la intención de
llevar a la persona ante la justicia.
En conclusión, la Sala recuerda que la evaluación de la capacidad y la voluntad de Libia para llevar a cabo sus
procedimientos contra el Sr. Al-Senussi se debe hacer con referencia al sistema legal nacional de Libia y se
limita a aquellas consideraciones que tienen el potencial de influir en cualquiera de los escenarios previstos en el
artículo 17, apartados 2 y 3, del Estatuto. Por las consideraciones expresadas anteriormente en relación con los
hechos alegados por la Defensa, la Sala concluye que la información disponible no indica que los procedimientos
internos contra el Sr. Al-Senussi estén contaminados por desviaciones o violaciones de la ley nacional de Libia
de tal manera que respaldarían, de conformidad con el artículo 17 del Estatuto, una constatación de falta de
voluntad o incapacidad por parte de Libia para llevar a cabo el procedimiento contra el Sr. Al-Senussi.
[TRADUCCIÓN] La Magiustrada Única lamenta que Costa de Marfil haya solicitado autorización para presentar
documentación adicional en apoyo de su Impugnación de Admisibilidad solo unos pocos días antes de que
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venza el plazo para que las partes y los participantes presenten sus observaciones sobre la Impugnación de
Admisibilidad. Esto es aún más importante si se considera que al menos algunos de los documentos que Costa
de Marfil pretende archivar en el expediente del caso han estado en su poder desde antes de la presentación
de la Impugnación de Admisibilidad. No obstante, la Magistrada Única considera que la tardanza aparente de
la Solicitud no justifica per se su rechazo, ya que este material adicional puede ser necesario para la correcta
eliminación de la Impugnación de Admisibilidad.
La Magistrada Única recuerda que, según lo declarado repetidamente por la Sala, “una decisión sobre la
admisibilidad del caso debe basarse en las circunstancias que prevalecían en el momento de su emisión”,
en particular considerando que, según lo observado por la Sala de Apelaciones, “el Estatuto asume que la
situación de hecho sobre cuya base se establece la admisibilidad de un caso no es necesariamente estática, sino
ambulatoria”.
Véase N° ICC-02/11-01/12-35, Sala de Cuestiones Preliminares I, 20 de Febrero de 2014, párr. 7 y 8.
[…]
[I] En el Juicio de Admisibilidad de Ruto, la Sala de Apelaciones confirmó como correcta la afirmación de que
“’una declaración de un gobierno que está investigando activamente no es [...] determinante. En tal caso, el
Gobierno debe respaldar su declaración con pruebas tangibles para demostrar que en realidad está llevando a
cabo investigaciones relevantes’. En otras palabras, debe haber pruebas con valor probatorio” (nota de pie de
página omitida). Esto no significa que una Sala no debe atribuir ningún peso a las declaraciones de un gobierno
que está investigando; la jurisprudencia simplemente establece que tales declaraciones deben ser apoyadas y
que no son determinantes. […]
[…]
La Sala de Apelaciones determinó que “[e] l artículo 19(5) del Estatuto exige que un Estado impugne
la admisibilidad tan pronto como sea posible una vez que esté en condiciones de hacer valer un conflicto
de jurisdicciones”. También ha declarado que “[e] l estado no puede esperar que se le permita enmendar
una impugnación de admisibilidad o presentar evidencia de apoyo adicional solo porque el Estado hizo la
impugnación prematuramente”. Efectivamente, esto se reduce al principio de que un Estado no debería, como
regla general, impugnar la admisibilidad de un caso hasta que esté en condiciones de justificar esa impugnación.
A este respecto, los procedimientos de admisibilidad no deben utilizarse como un mecanismo o proceso
mediante el cual un Estado puede informar gradualmente a la Corte, a lo largo del tiempo y a medida que avanza
su investigación, las medidas que está tomando para investigar un caso. En su opinión, los procedimientos de
admisibilidad solo deberían iniciarse cuando un Estado esté listo y en condiciones de demostrar plenamente un
conflicto de jurisdicción sobre la base de que se cumplen los requisitos establecidos en el artículo 17.
La Sala de Apelaciones acepta que puede existir legislación nacional u otros impedimentos para que un
Estado pueda divulgar a la Corte el progreso de sus investigaciones o tomar todas las medidas necesarias
para investigar. […] Si bien acepta la realidad de que estas situaciones pueden surgir, la Sala de Apelaciones
considera que un Estado no puede esperar que dichas cuestiones afecten automáticamente los procedimientos
de admisibilidad; por el contrario, estas cuestiones deberían plantearse en principio ante el Fiscal directamente
(antes de instigar los procedimientos de admisibilidad), con el fin de informarle sobre los pasos que está
tomando el Estado, cualquier impedimento para esos pasos y permitirle que tome decisiones sensatas en cuanto
a si, en las circunstancias, es apropiado para ella, en ese momento, seguir un caso, en espera del progreso de
las investigaciones del Estado. En principio, no es el lugar para plantear tales cuestiones ante una Sala en el
contexto de los procedimientos de admisibilidad.
[…]
Por lo tanto, aunque está abierto a las Salas, de conformidad con la regla 58, para permitir la presentación
de pruebas adicionales, “no están obligados a hacerlo, ni tampoco [un Estado] puede esperar que se le
permita presentar pruebas adicionales. Más bien, […] es [para un Estado] garantizar que la Impugnación de
Admisibilidad [está] suficientemente fundamentada por la evidencia” y esto en el momento de la presentación
de la impugnación.
Véase N° ICC-01/11-01/11-547-Anx2, Opinión Disidente de la Magistrada Ušacka, 21 de Mayo de 2014,
párr. 48 – 58; 64.
Véase N° ICC-01/11-01/11-547, Sala de Apelaciones, 21 de Mayo de 2014, párr. 60 – 63; 71 – 74; 78; 83 – 86;
116; 164 – 165; 167.
[TRADUCCIÓN] El punto de partida para la interpretación del término “caso” en el artículo 17 (1) (a) del
Estatuto es, de hecho, la Sentencia de Admisibilidad de Ruto. En dicha sentencia, la Sala de Apelaciones sostuvo:
Así, los elementos definitorios de un caso concreto ante la Corte son el individuo y la conducta alegada. De
ello se deduce que para que un caso de este tipo sea inadmisible en virtud del artículo 17 (1) (a) del Estatuto, la
investigación nacional debe abarcar al mismo individuo y sustancialmente la misma conducta que se alega en
el procedimiento ante la Corte.
Estoy de acuerdo con la Sala de Cuestiones Preliminares en que “la determinación de lo que es ‘sustancialmente
la misma conducta que se alega en el procedimiento ante el Tribunal’ variará de acuerdo con los hechos y
circunstancias concretos del caso y, por lo tanto, requiere un caso”. -analisis de CASO”. También estoy de
acuerdo con la Sala de Cuestiones Preliminares en que “la conducta supuestamente investigada por Libia
debe compararse con la conducta atribuida al Sr. Gaddafi en la orden de arresto emitida en su contra por la
Cámara, así como en la decisión de la Cámara sobre el Fiscal de la Cámara. Solicitud de la orden de detención”.
Finalmente, considero que la Sala de Cuestiones Preliminares resumió correctamente la conducta subyacente a
la Orden de Arresto y la Decisión de Arresto.
[…]
Considero que está claro que la superposición entre los incidentes no es un factor relevante a los efectos de
determinar si la investigación nacional cubre la misma conducta que la alegada por el Fiscal en el presente
caso. […] En otras palabras, los incidentes son intercambiables y la no investigación de un incidente particular
por parte de las autoridades nacionales no significa que estén investigando una conducta diferente. Exigir
que la investigación nacional debe cubrir los mismos incidentes, en mi opinión, establecería un estándar
demasiado oneroso para los desafíos de admisibilidad en casos, como el que tenemos ante nosotros, donde
hay potencialmente cientos de incidentes para investigar y donde, además, el no se alega que la persona
investigada haya cometido físicamente ningún acto de asesinato y persecución. En pocas palabras: exigir que la
investigación nacional cubra exactamente los mismos actos de asesinato y persecución haría que la tarea de los
investigadores nacionales fuera imposible y, como resultado, el principio de complementariedad, un elemento
esencial del Estatuto, destacando tanto en su Preámbulo y primer artículo, casi con certeza serían redundantes.
[…]
Estoy de acuerdo en que, para determinar la “incapacidad” en el sentido del artículo 17 (3) del Estatuto, es
necesario que una Cámara considere la “indisponibilidad” del sistema judicial nacional de un Estado y si ese
Estado “no puede” para obtener el acusado o la evidencia y el testimonio necesarios, o de otra manera no
poder llevar a cabo sus procedimientos “, y que el Estado debe ser incapaz” debido a “esta indisponibilidad.
Sin embargo, contrariamente a las comunicaciones de Libia, encuentro que la Sala de Cuestiones Preliminares
sí consideró el criterio de “indisponibilidad” por separado del de incapacidad, y consideró que esta última era
una consecuencia de la primera.
[…]
El concepto de “indisponibilidad” es distinto del de “colapso”. Para determinar la incapacidad en un caso
particular, se requiere que la Corte encuentre “un colapso total o sustancial” o la “indisponibilidad” del sistema
judicial nacional. Además, dado que la Corte se estableció “para poner fin a la impunidad de los perpetradores”
de “los crímenes más graves que preocupan a la comunidad internacional en su conjunto”, es consistente con
ello que sea suficiente para que el sistema sea suficiente. no disponible con respecto a un caso particular. Si la
situación fuera diferente, los perpetradores de tales delitos podrían escapar de la investigación y el procesamiento
simplemente porque el sistema estaba potencialmente disponible para uno o más perpetradores, incluso si no
hubiera posibilidad de que estuviera disponible en su caso.
Véase N° ICC-01/11-01/11-547-Anx1, Opinión Separada del Magistrado Song, 21 de Mayo de 2014, párr.
3 – 4; 6; 24; 26.
de Joseph Kony y otros, la Sala de Cuestiones Preliminares nombró un abogado para representar los intereses
de la defensa; no se esperaba que dicho abogado recibiera instrucciones de los sospechosos en ese caso. Sin
embargo, la Cámara de Apelaciones subraya que la concesión de derechos participativos al sospechoso que va
más allá de lo estipulado en la regla 58 (3) de las Reglas de Procedimiento y Prueba está a discreción de la Sala
de Cuestiones Preliminares.
[…]
La Cámara de Apelaciones considera que las referencias de la Defence a la jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Europea de Derechos Humanos, así como la del Comité
de Derechos Humanos de la ONU, tienen una relevancia muy limitada. Esto se debe a que la jurisprudencia
citada se refiere a la determinación de quejas de que se han violado los derechos humanos de una persona. En
ese proceso, el Estado responde directamente a las alegaciones del querellante. El caso que nos ocupa, por el
contrario, se refiere a la cuestión de la admisibilidad del caso y, por lo tanto, es principalmente una cuestión
de foro: la relación entre los Estados y la Corte es la cuestión principal en este procedimiento. Si bien las
violaciones de los derechos humanos pueden, en circunstancias específicas y limitadas, desempeñar un papel
en la determinación de si un caso es inadmisible, los procedimientos de admisibilidad no son principalmente
un mecanismo para quejarse de violaciones de derechos humanos.
[…]
(i) ¿La falta de asistencia letrada en los procedimientos internos ha llevado a una conclusión de falta de voluntad?
La Cámara de Apelaciones considera que negar a un sospechoso el acceso a un abogado puede, según las
circunstancias específicas, ser relevante para determinar que los procedimientos internos “no se llevan a cabo
de manera independiente o imparcial, y se están conduciendo de una manera lo que es [...] inconsistente con
la intención de llevar a la persona interesada a la justicia “(artículo 17 (2) (c) del Estatuto) y dar lugar a una
declaración de falta de voluntad. […] Sin embargo, la Sala de Apelaciones recuerda que, en el contexto de los
procedimientos de admisibilidad, el Tribunal no está obligado principalmente a decidir si en los procedimientos
internos se están violando ciertos requisitos de la legislación de derechos humanos o de la legislación nacional.
Más bien, lo que está en discusión es si el Estado está dispuesto genuinamente a investigar o procesar. En el
contexto del artículo 17 (2) (c) del Estatuto, la cuestión es si el hecho de no proporcionar un abogado constituye
una violación de los derechos sospechosos, lo que es “tan grave” que ya no se puede considerar que el proceso
pueda ser procesado. proporcionar cualquier forma genuina de justicia al acusado para que se considere que es
[...] “inconsistente con la intención de llevar [al sospechoso] a la justicia”.
En opinión de la Sala de Apelaciones, incluso si uno aceptaba que la falta de acceso a un abogado durante la
etapa de investigación del procedimiento violaba el derecho sospechoso a un juicio justo y las disposiciones de
la ley libia (y, por lo tanto, puede dar lugar a recursos en virtud de ambos). derecho internacional y nacional), y
sin querer restar importancia a la importancia del derecho a un abogado durante la fase de investigación, que
también está prevista en el Estatuto, tales violaciones no alcanzarán el umbral más alto para descubrir que Libia
no está dispuesta a hacerlo. Verdaderamente para investigar o procesar al sospechoso.
[…]
(ii) ¿La falta de asesoría en los procedimientos internos ha llevado a un hallazgo de incapacidad?
La Cámara de Apelaciones observa que no se discute entre las partes y los participantes que el nombramiento
de un abogado es un requisito previo para que se lleve a cabo el juicio en Libia.
La Cámara de Apelaciones entiende que estas presentaciones se relacionan no solo con la cuestión de la falta
de voluntad, sino también con la cuestión de la incapacidad para llevar a cabo investigaciones o procesos
judiciales genuinos. La Cámara de Apelaciones considera, sin embargo, que estas preguntas no tienen que
ser determinadas en el contexto de esta apelación. Esto se debe a que incluso si los tribunales libios, en la
conducción posterior de los procedimientos, llegasen a la conclusión de que los procedimientos con respecto
al sospechoso deben darse por concluidos debido a la falta de un abogado durante las primeras etapas del
proceso, esto no daría lugar. Libia no puede realmente procesarlo. Esto se debe a que, aunque uno de los
objetivos del Estatuto y, de hecho, del principio de complementariedad para acabar con la impunidad, esto
no significa que este objetivo solo se logre si los juicios de los delitos más graves terminan con una condena.
nacional sobre la base de que el juicio nacional no cumplió plenamente con las normas internacionales de
debido proceso.
[…]
La Sala de Apelaciones considera que el artículo 17 no fue diseñado para que los principios de los derechos
humanos determinen la admisibilidad. Sin embargo, al mismo tiempo, la Sala de Apelaciones está de acuerdo
con el Fiscal en que el hecho de que la admisibilidad no sea una indagación sobre la imparcialidad de los
procedimientos nacionales per se no significa que la Corte debe cerrar los ojos ante pruebas claras y concluyentes
que demuestren Que los procedimientos nacionales carecen completamente de equidad “.
En su extremo extremo, la Sala de Apelaciones no contemplaría procedimientos que, en realidad, sean poco
más que un preludio predeterminado para una ejecución, y que, por lo tanto, sean contrarios a la comprensión
más básica de la justicia, como suficientes para declarar inadmisible un caso. . Otros casos menos extremos
pueden surgir cuando las violaciones de los derechos del sospechoso son tan graves que está claro que la
comunidad internacional no aceptaría que el acusado fuera sometido a ninguna forma genuina de justicia.
En tales circunstancias, incluso es discutible que un Estado no esté realmente investigando o procesando en
absoluto. Si un caso será finalmente admisible en tales circunstancias dependerá necesariamente de sus hechos
precisos. Sin embargo, a la luz de los asuntos mencionados anteriormente, la Sala de Apelaciones concluye que:
1) Para que un caso sea admisible de conformidad con el artículo 17 (2) (c), debe demostrarse que el
procedimiento no se realizó o no se llevó a cabo de manera independiente o imparcial y que el proceso se
realizó o se está llevando a cabo de una manera que, en el circunstancias, es inconsistente con la intención de
llevar a la persona interesada a la justicia.
2) Teniendo en cuenta el texto, el contexto, el objeto y el propósito de la disposición, esta determinación no
implica una evaluación de si los derechos de debido proceso de un sospechoso han sido violados per se. En
particular, el concepto de procedimientos “que se llevan a cabo de una manera que, en las circunstancias,
es inconsistente con la intención de llevar a la persona interesada a la justicia”, debe entenderse como una
referencia a procedimientos que llevarán a un sospechoso a evadir la justicia, en general. la sensación de
no haber sido tratado legítimamente de manera apropiada para establecer su responsabilidad penal, en el
equivalente a procedimientos falsos que se ocupan de la protección de esa persona.
3) Sin embargo, puede haber circunstancias, dependiendo de los hechos del caso individual, por las cuales las
violaciones de los derechos del sospechoso son tan graves que ya no se puede considerar que el proceso sea
capaz de proporcionar una forma genuina de justicia al sospechoso. de modo que, en esas circunstancias, deben
considerarse “inconsistentes con la intención de llevar a esa persona ante la justicia”.
[…]
La Sala de Apelaciones observa que, para hacer una conclusión de incapacidad conforme al artículo 17 (3) del
Estatuto, la Corte debe estar convencida de que existe un “colapso total o sustancial o falta de disponibilidad”
del sistema judicial nacional y que, como resultado, “el Estado no puede obtener el acusado o la evidencia y el
testimonio necesarios o no puede llevar a cabo sus procedimientos”.
Véase N° ICC-01/11-01/11-565, Sala de Apelaciones, 24 de Julio de 2014, párr. 1 – 3; 101; 119; 145; 146 –
147; 149; 169 ; 190 -191; 198 – 199; 215 – 222; 229 – 230; 265.
[TRADUCCIÓN] La Sala recuerda que la regla 58(2) de las Reglas de Procedimiento y Prueba le otorga a la
Sala la facultad de tomar las medidas apropiadas para el correcto desarrollo del procedimiento de admisibilidad.
Con el fin de garantizar que cualquier alegato adicional sea efectivo y útil para la determinación final sobre la
impugnación de la admisibilidad, la Sala considera necesario recordar en la presente decisión ciertos aspectos
de ley aplicable e indicar la información relacionada y las aclaraciones solicitadas por Costa de Marfil sobre
cuestiones de relevancia para la admisibilidad del caso en contra del sospechoso ante el Tribunal.
La Sala toma nota del artículo 17 del Estatuto de Roma, así como de la jurisprudencia pertinente de la Corte sobre
la prueba que se aplicará al considerar una impugnación de admisibilidad y la carga de la prueba relacionada,
según la cual: (i) al considerar una impugnación de admisibilidad basada en el artículo 17 (1) (a) del Estatuto, la
primera determinación que se debe hacer es si hay una investigación o enjuiciamiento en curso a nivel nacional
del mismo caso que está ante la Corte; (ii) la expresión “el caso está siendo investigado” en el artículo 17 (1) (a)
[TRADUCCIÓN] La Defensa, de conformidad con el artículo 19 del Estatuto, impugna la admisibilidad del caso
contra el sospechoso con el argumento de que el caso no tiene la gravedad suficiente para justificar medidas
adicionales de la Corte en el sentido del artículo 17 (1) (d) del Estatuto.
La Sala recuerda que los parámetros de un “caso” son los establecidos en el documento que está legalmente
previsto para definir las acusaciones contra la persona en una etapa determinada del proceso. En la presente
instancia, es el DCC, que contiene los cargos por los cuales el Fiscal solicita a la Sala que sujete a juicio al
sospechoso.
Como queda claro en la regla 58(1) de las Reglas, la determinación de la admisibilidad o jurisdicción de un caso
es preliminar a la consideración de los méritos de dicho caso. Por lo tanto, la Sala debe resolver la impugnación
de la admisibilidad del caso antes de decidir si confirma o no los cargos en virtud del artículo 61(7) del Estatuto.
Sólo si se determina que el caso es admisible, la Sala decidirá, sobre la base de las pruebas disponibles, si existen
motivos fundados para creer que el sospechoso cometió cada uno de los delitos imputados. En otras palabras, la
cuestión a la que se enfrenta la Sala a los efectos de la presente decisión es si el caso contra el sospechoso, según
lo alegado por el Fiscal, es de “gravedad suficiente” para justificar el inicio del procedimiento para determinar
si la evidencia es suficiente para sujetar a juicio al sospechoso.
La Sala está atenta a las decisiones anteriores de la Corte en relación con la interpretación del requisito de
“gravedad suficiente” en el sentido del artículo 17(1)(d) del Estatuto. Como se sostuvo en el caso de Abu Garda,
“la gravedad en un caso dado no debe evaluarse sólo desde una dimensión cuantitativa, es decir, considerando
el número de víctimas; más bien, la dimensión cualitativa del delito también debe tenerse en cuenta”. En otra
instancia, la Sala de Cuestiones Preliminares II agregó, a este respecto, que “lo que importa no es el número de
víctimas, sino la existencia de algunos factores agravantes o cualitativos asociados a la comisión de delitos, lo
que lo hace grave”. En este sentido, factores como la naturaleza, escala y forma de comisión de los presuntos
delitos, así como su impacto en las víctimas, son indicadores significativos de la gravedad de un caso dado.
Además, las Salas de Cuestiones Preliminares han sostenido sistemáticamente que ciertos factores que se
enumeran en la regla 145(1)(c) de las Reglas a los fines de la sentencia pueden ser relevantes para la evaluación
de la gravedad. Esta regla se refiere, entre otras cosas, a “la magnitud del daño causado a las víctimas y sus
familias, la naturaleza del comportamiento ilegal y los medios empleados para ejecutar el delito; el grado de
participación de la persona condenada; el grado de intención; las circunstancias de manera, hora y lugar”. A
los efectos de determinar si un caso es de gravedad suficiente, también se ha hecho referencia a la existencia
de cualquiera de esas circunstancias agravantes enumeradas en la regla 145(2)(b) de las Reglas, que menciona,
entre otras cosas, la “[c] omisión del delito donde la víctima está particularmente indefensa”, la” [c] omisión
del crimen con crueldad particular o donde hubo múltiples víctimas” y la” [c] omisión del delito por cualquier
motivo que implique discriminación “
observaciones de las víctimas recopiladas por sus representantes legales fueron literalmente proporcionadas a
las diferentes Salas en los respectivos procedimientos de admisibilidad.
La Sala toma nota del argumento de la Defensa de que la realización de “afirmaciones sustantivas” por
parte de las víctimas “es altamente perjudicial, viola el derecho del sospechoso a la última palabra e impacta
negativamente en su derecho a un juicio justo de conformidad con el artículo 67 del Estatuto”. Sin embargo,
como se indicó anteriormente, los procedimientos relacionados con los méritos del caso están separados de los
relativos a la admisibilidad del caso, como lo reconoce la propia Defensa, que considera “bien establecido” que
la Sala “no debe dirimir ningún argumento en la fase de admisibilidad relacionado con los méritos sustantivos
del caso”.
La Sala es consciente de que la audiencia de confirmación de cargos ha finalizado y que no se pueden presentar
otras pruebas en relación con los cargos presentados contra el sospechoso. Cualquier alegato de facto hecho
individualmente por las víctimas como parte de sus observaciones sobre la Admisibilidad no se tiene en cuenta
a los efectos de la determinación de la Sala en virtud del artículo 61 (7) del Estatuto, que se basa exclusivamente
en la audiencia de confirmación de cargos y la evidencia revelada entre las partes y comunicada a la Sala. En
estas circunstancias, la afirmación de la Defensa no convence a la Sala de que el anexo proporcionado por el
representante legal de las víctimas “no es más que [...] un intento descarado de mancillar al sospechoso, de
volver a litigar los méritos sustantivos del caso y para aportar evidencia especulativa y altamente perjudicial”.
En consecuencia, la solicitud de la Defensa para eliminar el anexo del expediente del caso debe ser rechazada.
[...]
La Sala debe determinar la admisibilidad del caso antes de proceder a considerar si hay pruebas suficientes
para confirmar los cargos. Dicha determinación se realiza sobre la base del caso presentado por el Fiscal sin
profundizar en la consideración de la evidencia presentada para sostener esos cargos. Hacer lo contrario
combinaría la investigación de la Sala sobre la admisibilidad con la del fondo del caso. En este sentido,
contrariamente a la presentación de la Defensa, la Sala no puede “filtrar” aspectos de las alegaciones del Fiscal
sobre la base de una supuesta falta de evidencia o considerar lo que la evidencia supuestamente “mostrará”,
ya que esto se basa en una evaluación de la evidencia disponible y, por lo tanto, es parte de la determinación
sobre el fondo de los cargos presentados por el Fiscal. Por el contrario, como se aclaró anteriormente, la Sala
solo tendrá en cuenta lo que alega el Fiscal contra el sospechoso y no si estas acusaciones están suficientemente
respaldadas por la evidencia disponible.
En segundo lugar, sobre la cuestión concreta de que el sospechoso no puede ser considerado como el “líder de
más alto rango”, la Sala también está, en cualquier caso, atenta a la jurisprudencia de la Sala de Apelaciones,
que declaró específicamente que la exclusión de categorías de perpetradores de potencialmente ser llevadas
ante la Corte (incluso sobre la base de si deben ser considerados los “perpetradores de más alto rango”)
“podría obstaculizar severamente el papel preventivo o disuasorio de la Corte, que es una piedra angular de
la creación de la Corte Penal Internacional” . De hecho, según la Sala de Apelaciones, “[[l] os redactores del
Estatuto tenían la intención de limitar su aplicación solo a los líderes de más alto rango sospechosos de ser
los más responsables que podrían haberlo hecho expresamente”. La Sala de Apelaciones también consideró
“defectuosa” la referencia al derecho procesal y la práctica del TPIY y el TPIR sobre este asunto en el contexto
de la interpretación y aplicación del artículo 17(1)(d) del Estatuto.
Tercero, la determinación de la gravedad del presente caso debe basarse en todos los aspectos relevantes de las
alegaciones del Fiscal contra el sospechoso considerado en su conjunto, y por lo tanto no se limita a factores
particulares tomados de forma aislada, como un número presuntamente bajo de víctimas o el supuesto alcance
temporal y geográfico limitado de los presuntos delitos.
Ver No. ICC-02 / 11-02 / 11-185, Sala de Cuestiones Preliminares I, 12 de noviembre de 2014, párrs. 8 - 15;
17-19.
[TRADUCCIÓN] Las decisiones por las que se desestiman las impugnaciones en virtud del artículo 19 del
Estatuto por motivo de que no impugnan la competencia de la Corte se consideran ‘decisiones relativas a la
competencia’ en el sentido del apartado 1 a) del artículo 82 del Estatuto y las apelaciones contra tales decisiones
son admisibles.
[…]
[TRADUCCIÓN] Con respecto al marco estatutario, la Sala no considera que, en situaciones de conflicto armado,
la intención fuera que la violación y la esclavitud sexual solamente se pudieran procesar como infracciones
graves o violaciones graves del artículo 3 común. […] En efecto, si los Requisitos relativos a la condición se
aplicaran a los apartados b) xxii) y e) vi) del párrafo 2, los crímenes en ellos contenidos no se distinguirían de los
crímenes que se podrían imputar en virtud de los apartados a) y c) del párrafo 2. En tal caso, también dejaría sin
significado al término ‘otras’ en los textos del preámbulo de los apartados subsiguientes que hacen referencia
al contexto de los apartados b) xxii) y e) vi) del párrafo 2. Por añadidura, si bien los textos del preámbulo de
los párrafos 2 a) y 2 c) contienen referencias a criterios específicos respecto de la condición de víctima, la Sala
[TRADUCCIÓN] La Sala observa que, a tenor del material disponible en el expediente, no hay duda de que
la competencia de la Corte es objeto de controversia para Myanmar. Con arreglo al párrafo 1 del artículo 119
del estatuto, “[l] as controversias relativas a las funciones judiciales de la Corte serán dirimidas por ella”. Se
ha interpretado que esta disposición incluye cuestiones relativas a la competencia de la Corte. De ahí se sigue
que la Sala está facultada para dirimir sobre la cuestión de la competencia, según se expone en la Solicitud, de
conformidad con el párrafo 1 del artículo 119 del Estatuto. Por consiguiente, la Sala no ve necesidad alguna de
como crimen de lesa humanidad de la competencia de la Corte, la “[p] ersecución de un grupo o colectividad
con identidad propia fundada con motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de
género definido en el párrafo 3, u otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al
derecho internacional, en conexión con cualquier acto mencionado en el presente párrafo […] ”. La referencia
a ’cualquier acto mencionado en el presente párrafo’ significa que la persecución se ha de cometer en conexión
con ‘cualquier crimen de la competencia de la Corte’, incluido el crimen de lesa humanidad de deportación,
siempre y cuando tales actos se cometan con arreglo a cualquiera de los motivos mencionados en el párrafo 1
h) del artículo 7 del Estatuto.
Véase núm. ICC-RoC46(3)-01/18-37, Sala de Cuestiones Preliminares I, 6 de septiembre de 2018, párrs. 28
a 33; 49; 64 y 65; 69; 71 y 75.
Decision on the Prosecutor’s Application for a Warrant of Arrest against Callixte Mbarushimana (Sala
de Cuestiones Preliminares I), n° ICC-01/04-01/10-1, 28 de septiembre de 2010
Warrant of Arrest for Callixte Mbarushimana (Sala de Cuestiones Preliminares I), n° ICC-01/04-01/10-2-
tENG, 28 dce septiembre de 2010
Decision on the Application by the Government of Kenia Challenging the Admissibility of the Case
Pursuant to Article 19(2)(b) of the Statute (Sala de Cuestiones Preliminares II), n° ICC-01/09-01/11-101,
30 de mayo de 2011
Decision on the Application by the Government of Kenia Challenging the Admissibility of the Case
Pursuant to Article 19(2)(b) of the Statute (Sala de Cuestiones Preliminares II), n° ICC-01/09-02/11-96,
30 de mayo de 2011
Sentencia relativa a la apelación de la República de Kenia contra la decisión de la Sala de Cuestiones
Preliminares II de 30 de mayo de 2011 titulada “Decisión relativa a la impugnación de la admisibilidad
de la causa presentada por el Gobierno de Kenya con arreglo al apartado b) del párrafo 2 del artículo 19
del Estatuto” (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/09-01/11-307-tSPA OA, 30 de agosto 2011
Sentencia relativa a la apelación de la República de Kenia contra la decisión de la Sala de Cuestiones
Preliminares II de 30 de mayo de 2011 titulada “Decisión relativa a la impugnación de la admisibilidad
de la causa presentada por el Gobierno de Kenia con arreglo al apartado b) del párrafo 2 del artículo 19
del Estatuto” (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/09-02/11-274-tSPA OA, 30 de agosto 2011
Judgment on the appeal of the Republic of Kenia against the decision of Pre-Trial Chamber II of 30 May
2011 entitled “Decision on the Application by the Government of Kenia Challenging the Admissibility
of the Case Pursuant to Article 19(2)(b) of the Statute” - Dissenting Opinion of Judge Anita Ušacka (Sala
de Apelaciones), n° ICC-01/09-01/11-336 OA, 20 de septiembre de 2011
Decision on the “Defence Challenge to the Jurisdiction of the Court” (Sala de Cuestiones Preliminares
I), n° ICC-01/04-01/10-451, 26 de octubre de 2011
Decision on the Conduct of the Proceedings Following the “Application on behalf of the Government
of Libya pursuant to Article 19 of the Statute” (Sala de Cuestiones Preliminares I), nº ICC-01/11-01/11-
134, 4 de mayo de 2012
Decision on the OPCV “Request to access documents in relation to the Challenge to the Jurisdiction of
the Court by the Government of Libya” (Sala de Cuestiones Preliminares I), nº ICC-01/11-01/11-147, 15
de mayo de 2012
Decision on the appeals of Mr William SamoeiRuto and Mr Joshua Arap Sang against the decision of
Pre-Trial Chamber II of 23 January 2012 entitled “Decision on the Confirmation of Charges Pursuant to
Article 61(7)(a) and (b) of the Rome Statute” (Sala de Apelaciones), nº ICC-01/09-01/11-414 OA3 OA4,
24 de mayo de 2012
Decision on the appeal of Mr Francis KirimiMuthaura and Mr UhuruMuigai Kenyatta against the
decision of Pre-Trial Chamber II of 23 January 2012 entitled “Decision on the Confirmation of Charges
Pursuant to Article 61(7)(a) and (b) of the Rome Statute” (Sala de Apelaciones), nº ICC-01/09-02/11-425
OA4, 24 de mayo de 2012
Directions on the submissions of observations (Sala de Apelaciones), nº ICC-02/11-01/11-236 OA 2, 31
de agosto de 2012
Decision on OPCD requests in relation to the hearing on the admissibility of the case (Sala de Cuestiones
Preliminares I), nº ICC-01/11-01/11-212, 2 de octubre de 2012
Decision on requests related to page limits and reclassification of documents (Sala de Apelaciones), nº
ICC-02/11-01/11-266 OA2, 16 de octubre de 2012
Decision requesting further submission on issues related to the admissibility of the case against Saif
Al-Islam Gaddafi (Sala de Cuestiones Preliminares I), No. ICC-01/11-01/11-239, 7 de diciembre de 2012
[TRADUCCIÓN] Las solicitudes de las víctimas para participar en las apelaciones deben presentarse tan pronto
como sea posible y en cualquier caso antes de la fecha de presentación de la respuesta al documento justificativo
de la apelación.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1335 OA9 OA10, Sala de Apelaciones, 16 de mayo de 2008, párr. 12.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Cuestiones de procedimiento
La Sala de Apelaciones considera que el artículo 62 del Reglamento de la Corte no es aplicable a las solicitudes
para agregar un nuevo motivo de apelación una vez que una parte haya presentado su documento en apoyo de
la apelación de conformidad con el artículo 58 del Reglamento de la Corte. Por lo tanto, la Sala de Apelaciones
debe determinar si un nuevo motivo de apelación se puede agregar después de la presentación del documento
en apoyo de la apelación y, de ser así, de conformidad con la disposición de los textos legales de la Corte.
Al respecto, la Sala de Apelaciones observa que el artículo 61 del Reglamento de la Corte aborda “Variación de
los motivos de apelación presentados ante la Sala de Apelaciones”. En cuanto a si una “variación” incluye la
adición de un nuevo terreno, la Sala de Apelaciones observa que las Salas de Apelaciones de la Los tribunales de
la ex Yugoslavia y de Rwanda (en adelante: “TPIY / TPIR”) interpretan el término “variación” en sus respectivas
Reglas de Procedimiento y Prueba para incluir motivos de apelación “nuevos o enmendados”, siempre que se
demuestre una buena causa por la que esos motivos no se incluyeron o no se formularon correctamente. La
Sala de Apelaciones considera que el término “variación” del artículo 61 del Reglamento de la Corte debe ser
interpretado de la misma manera.
[…]
La Sala de Apelaciones observa que, más allá de los requisitos formales antes citados, el artículo 61 del
Reglamento de la Corte no contiene más orientación con respecto a las normas aplicables para la concesión
de una solicitud de variación. Por lo tanto, la Sala de Apelaciones considera que está dentro de su facultad
discrecional otorgar o denegar la solicitud.
Véase No. ICC-01 / 04-01 / 06-3057-Corr A5 A6, Sala de Apelaciones, 14 de enero de 2014, párrs. 6-7 y 10.
[TRADUCCIÓN] Los redactores del Estatuto intencionalmente excluyeron las decisiones que confirman los
cargos contra un sospechoso de las categorías de decisiones que pueden ser apeladas directamente ante la Sala
de Apelaciones. De acuerdo con las disposiciones del Estatuto y los principios generales del derecho penal, una
decisión interlocutoria sólo puede ser apelada en circunstancias excepcionales y para evitar daños irreparables
al apelante; mayor énfasis debe hacerse en este principio con respecto a una decisión de confirmación de los
cargos, ya que cualquier apelación interpuesta contra dicha decisión demoraría significativamente el inicio del
[TRADUCCIÓN] [Si los redactores del Estatuto] tuvieron la intención de que las decisiones que confirman o
rechazan los cargos sean objeto de un derecho específico de apelación, ellos lo habrían enunciado expresamente,
como lo hicieron con otras decisiones detalladas como apelables en los artículos 81 y 82 del Estatuto.
Véase n° ICC-01/04-01/06-926 OA8, Sala de Apelaciones, 13 de junio de 2007, párr. 11.
[TRADUCCIÓN] En la decisión que dictó el 9 de junio de 2011, la Sala se pronunció sobre una solicitud
presentada por tres personas que fueron detenidas en la República Democrática del Congo y quienes habían
sido trasladadas a los fines de que presten testimonio ante la Corte en calidad de testigos, con arreglo al
párrafo 7 del artículo 93 del Estatuto. El objetivo de la solicitud era asegurar su presentación a las autoridades
holandesas para el asilo como una medida de protección en el sentido del artículo 68 del Estatuto. Después
de haber señalado que una solicitud de asilo ya ha sido presentada con las autoridades holandesas, la Sala,
entre otras cosas, decidió suspender la devolución inmediata de estos tres testigos detenidos a la República
Democrática del Congo en espera de una decisión de las autoridades holandesas sobre su solicitud de asilo
y la adopción de medidas de protección satisfactorias, en el sentido del citado artículo 68. Se dejó en claro al
respecto que al aplicar este artículo, la Corte sólo está obligada a evaluar los riesgos para la seguridad que corren
los testigos en razón de su testimonio ante la Corte, y que en ningún caso corresponde a la Corte evaluar el
riesgo de persecución a los que se enfrentaban en el sentido de los instrumentos que rigen la derecho de asilo
y el principio de no devolución.
La Fiscalía, el Gobierno del Reino de los Países Bajos y la República Democrática del Congo solicitaron
autorización para apelar de la decisión dictada sobre la base del apartado d) del párrafo 1 del artículo 82 del
Estatuto. Puesto que, independientemente de los motivos adelantados, las tres solicitudes buscan autorización
de la Sala para apelar de la decisión, vale la pena considerar si una apelación contra dicha decisión está de hecho
sujeta a la autorización de la Sala. Al respecto, la Sala observa que el apartado d) del párrafo 1 del artículo 82 del
Estatuto es la única disposición en virtud de la cual se podrá otorgar autorización para apelar.
La Sala desea recordar el análisis de este artículo por parte de la Sala de Apelaciones y el poder que confiere a
la Sala de Primera Instancia:
El apartado d) del párrafo 1 del artículo 82 del Estatuto no confiere un derecho a apelar de una decisión
interlocutoria o intermedia de la Sala de Cuestiones Preliminares o la Sala de Primera Instancia. El derecho a
apelar sólo surge si la Sala de Cuestiones Preliminares o la Sala de Primera Instancia estima que dicha decisión
debe ser examinada inmediatamente por la Sala de Apelaciones. Esa apreciación constituye el elemento
definitivo de la génesis del derecho a apelar. En esencia, la Sala de Cuestiones Preliminares o la Sala de Primera
Instancia tiene la facultad de establecer, o más exactamente, de certificar la existencia de una cuestión apelable.
Si bien las disposiciones del párrafo 1 del artículo 82 del Estatuto, en su conjunto, indican que una Sala de
Primera Instancia podrá conceder la autorización para apelar de todas las decisiones interlocutorias - salvo las
que están expresamente establecidas en los apartados a), b) y c) del párrafo 1 del artículo 82 -, la Sala es de la
opinión de que la decisión impugnada debe ser interlocutoria o intermedia, en el sentido del apartado d) del
párrafo 1 del artículo 82, tal como interpretado por la Sala de Apelaciones.
La Sala destaca que este artículo se refiere a lo que se denomina “apelación interlocutoria”, es decir, los
recursos interpuestos contra las decisiones denominadas “intermedias” que pueden, en cualquier caso, ser
generalmente impugnadas en una apelación sobre el fondo. Recordando que “el objetivo del apartado d) del
párrafo 1 del artículo 82 del Estatuto es evitar que las decisiones erróneas tengan repercusiones en la justicia
del procedimiento o en el resultado del proceso”, la Sala considera que los recursos contra tales decisiones
están sujetos a la autorización de la Sala de Primera Instancia, ya que sólo la Sala de Primera Instancia está en
condiciones de determinar si es necesario una resolución inmediata de un problema por la Sala de Apelaciones
para avanzar en el procedimiento. Este mecanismo garantiza que las apelaciones sobre cuestiones que podrían
[TRADUCCIÓN] En cuanto a las solicitudes presentas en virtud del apartado d) del párrafo 1 del artículo 82
del Estatuto, la determinación de la Sala sobre los méritos de la apelación propuesta es una consideración
irrelevante. En cambio, la Sala sólo debe centrarse en si una parte del procedimiento ha planteado una “cuestión
apelable”, en el sentido de que la decisión implica una cuestión que afectaría de forma significativa a la justicia
y a la prontitud con que se sustancia el proceso o a su resultado y respecto de la cual, en opinión de la Sala de
Cuestiones Preliminares o la Sala de Primera Instancia, una resolución inmediata de la Sala de Apelaciones
puede acelerar materialmente el proceso.
Aunque el Estatuto no define el término “parte” en el procedimiento, el hecho de que ciertas disposiciones
del Estatuto específicamente permiten a un Estado apelar de decisiones particulares sugiere que el término
“parte en el procedimiento” no abarca a un Estado Parte. Además, cuando se trata con un llamamiento a la
participación de las víctimas durante el proceso, la Sala de Apelaciones decidió que el término “partes” que
figura en el artículo 69 del Estatuto refiere sólo a la Defensa y la Fiscalía:
La Sala de Apelaciones considera importante subrayar que el derecho a presentar pruebas relacionadas con
la culpabilidad o la inocencia de los acusados y el derecho a impugnar la admisibilidad o la pertinencia de
las pruebas en el procedimiento del juicio corresponde primordialmente a las partes, a saber, el Fiscal y la
Defensa. La primera oración del párrafo 3 del artículo 69 es categórica: “[l] as partes podrán presentar pruebas
pertinentes a la causa, de conformidad con el artículo 64”. No dice “las partes y las víctimas pueden”.
De ello se desprende que los Países Bajos y la República Democrática del Congo no son “partes” en las
actuaciones a los efectos del apartado d) del párrafo 1 del artículo 82 del Estatuto, y esta disposición, por lo
tanto, no está disponible para los Países Bajos cuando se busca apelar “un conjunto de actuaciones relativas
al testigo en virtud del artículo 68 y del párrafo 7 del artículo 93 del Estatuto en el que el testigo expresó
preocupaciones relacionadas con los derechos humanos”.
A pesar de la obligación de la Sala (en virtud del artículo 68 del Estatuto) de considerar qué medidas de
protección para el testigo 19 se han planteado en el procedimiento de la causa Lubanga, la resolución de esta
cuestión no afectará el resultado del juicio.
[...]
La presente decisión relativa al testigo 19 de la Defensa tiene gran importancia debido a, en primer lugar,
la posición del testigo (es decir que debe a ser devuelto directamente a la custodia de las autoridades en la
República Democrática del Congo, donde aguarda un juicio) y, en segundo lugar, puede tener un impacto en
los acuerdos de cooperación entre la Corte y los dos Estados que están principalmente interesados, es decir, los
Países Bajos y la República Democrática del Congo. De hecho, esta última cuestión podría afectar la cooperación
en el futuro entre la Corte y los miembros de la Asamblea de los Estados Partes.
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones ha de evaluar si la decisión impugnada es, o debería considerarse, una
“decisión por la cual se conced[e] reparación”, y en tal caso podría recurrirse en virtud del párrafo 4 del artículo
82 del Estatuto, o si se trata de una decisión que puede ser apelada con arreglo al apartado d) del párrafo 1 del
artículo 82 del Estatuto.
La Sala de Apelaciones observa que la decisión impugnada, como resulta obvio ya desde su título, consta de
dos partes. En primer lugar, establece principios relativos a reparaciones como se menciona en el párrafo 1 del
artículo 75 del Estatuto. En segundo lugar, estipula en una parte relativamente más corta, el “proceso” que
aplicar con relación a las reparaciones. Es esta última parte de la decisión impugnada la que convence a la Sala
de Apelaciones, por las razones que siguen, de que la decisión impugnada deberá considerarse como decisión
por la cual se concede reparación y podrá recurrirse por tanto con arreglo al párrafo 4 del artículo 82 del Estatuto.
[…]
Por lo que hace a la decisión impugnada, la Sala de Apelaciones observa que, en la parte relativa al “proceso”,
la Sala de Primera Instancia abordó los aspectos relacionados con las medidas que tomar, en el esquema
reglamentario de reparaciones, antes y después de que se dicte una decisión por la cual se conceda reparación.
[…]
La Sala de Apelaciones considera que el efecto práctico de ello es que la decisión impugnada representa la
decisión judicial definitiva con respecto a las reparaciones, aparte de la vigilancia y supervisión requeridas de
la Sala de Primera Instancia conforme al Reglamento del Fondo Fiduciario en beneficio de las víctimas tras
haberse dictado una decisión por la cual se concede reparación, tal como la “aprobación” del proyecto de plan
de aplicación en virtud de las normas 57 o 69 del Reglamento del Fondo.
Por las anteriores razones, y sin perjuicio a ninguna decisión final en cuanto al fondo, la Sala de Apelaciones
llega a la conclusión de que la decisión impugnada se considera una decisión por la cual se concede reparación,
susceptible de apelación con arreglo al párrafo 4 del artículo 82 del Estatuto.
Véase nº ICC-01/04-01/06-2953 A A2 A3 OA21, Sala de Apelaciones, 14 de diciembre de 2012, párrs. 50,
51,63, 64.
En su motivaciones para la Decisión sobre la participación de las víctimas, la Sala de Apelaciones señaló que
“el numeral 2 de la norma 24 del Reglamento de la Corte dispone que las víctimas o sus representantes legales
podrán presentar una respuesta a cualquier documento cuando les esté permitido participar”. La Sala de
Apelaciones concluyó que el numeral 4 de la norma 24 del Reglamento de la Corte, que dispone que no se
puede presentar una respuesta a un documento que constituya en sí mismo una respuesta o contestación,
“excluye la posibilidad de una contestación automática por las partes a las respuestas de las víctimas, salvo con
la autorización de la Sala de Apelaciones, con arreglo al numeral 5 de la norma 24 del Reglamento de la Corte”.
En relación con las contestaciones a las respuestas a documentos en apoyo de la apelación, la Sala de Apelaciones
tiene en cuenta su jurisprudencia, a tenor de la cual “en los procesos de apelación con arreglo a las reglas 154 o
155 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, el apelante no tiene derecho a solicitar autorización para contestar
a la respuesta del otro participante al documento en apoyo de la apelación”. La Sala de Apelaciones también
ha afirmado lo siguiente:
No obstante, lo anterior no significa que en estas actuaciones nunca sea posible efectuar observaciones
adicionales; si los razonamientos presentados en una respuesta a un documento de apoyo a la apelación
hicieran necesario que el apelante efectuara observaciones adicionales para la emisión cabal de un fallo en la
apelación, la Sala de Apelaciones dictará una orden a esos efectos con arreglo al numeral 2 de la norma 28 del
Reglamento de la Corte, teniendo presente el principio de igualdad de medios procesales y la necesidad de unas
actuaciones expeditas.
En consonancia con el reciente alejamiento de la Sala de Apelaciones de su anterior jurisprudencia en materia
de participación por las víctimas en las apelaciones con arreglo a los apartados 1 b) y 1 d) del artículo 82 del
Estatuto, y en interés de la eficiencia, la Sala de Apelaciones estima procedente que un apelante que desee
contestar a la respuesta por un participante a un documento en apoyo de la apelación solicite primero la
autorización de la Sala de Apelaciones con arreglo al numeral 5 de la norma 24 del Reglamento de la Corte.
Habida cuenta de los plazos estipulados en el apartado c) de la norma 34 del Reglamento de la Corte para la
presentación de una contestación a una respuesta, la Sala de Apelaciones concluye que este procedimiento
es más eficiente que el que se dispone en la norma 28 del Reglamento de la Corte. En estas circunstancias, se
desestima la solicitud por el Sr. Gbagbo del reconocimiento de su “derecho automático” a responder a cualquier
observación de las víctimas.
[…]
Ante todo, la Sala de Apelaciones recuerda que anteriormente ha indicado que, en las actuaciones con arreglo al
párrafo 3 del artículo 6 del Estatuto, si bien la Fiscal no está obligada a volver a establecer las circunstancias que
ya se han establecido, sí debe no obstante demostrar que no se ha dado ningún cambio en las circunstancias
que anteriormente justificaron la detención y “debe señalar a la atención de la Sala cualquier otra información
pertinente de la que tenga conocimiento y que guarde relación con la cuestión de la detención o la puesta en
libertad”. Por consiguiente, no puede haber ninguna duda de que en las actuaciones con arreglo al párrafo 3 del
artículo 60 incumbe a la Fiscal demostrar que no se ha dado ningún cambio en las circunstancias que justifican
la detención.
[…]
La Sala de Apelaciones ha determinado que, al realizar una revisión periódica de la detención con arreglo al
párrafo 3 del artículo 60 del Estatuto, una Sala “no ha de introducir conclusiones sobre las circunstancias que ya
se habían decidido en la decisión en cuanto a la detención. No obstante, sí ha de examinar esas circunstancias,
[…] y determinar si siguen vigentes” a la luz del cambio en las circunstancias, si lo hubiere. El requisito de un
‘cambio en las circunstancias’ “implica ya sea un cambio en algunos o en todos los hechos en los que se fundó
una decisión previa en cuanto a la detención, o un hecho nuevo que convenza a una Sala de la necesidad de
modificación de su anterior decisión en cuanto a la detención”. Por tanto, las circunstancias que justifican la
detención podrían cambiar a lo largo del tiempo.
[…]
La Sala de Apelaciones ya ha declarado anteriormente que al realizar una revisión periódica de la detención no
está obligada ‘a admitir declaraciones por la persona detenida que se limitan a repetir argumentos que la Sala
ya ha tratado en decisiones anteriores’.
para presentar respuestas específicas a algunas de las alegaciones que presenta bajo el segundo motivo de
su apelación. Teniendo presente que el Sr. Gbagbo incumplió deliberadamente las instrucciones de la Sala
de Apelaciones, la Sala de Apelaciones estima procedente rehusar su consideración de las alegaciones que se
basan in información retenida por el Sr. Gbagbo respecto de la Fiscal y las víctimas, en contradicción con lo
dispuesto en la Decisión sobre las expurgaciones. La Sala de Apelaciones solamente tomará en consideración
el resto de las alegaciones.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-208 OA6, Sala de Apelaciones, 8 de septiembre de 2015, párrs. 1 a 3; 25 a 27;
36; 45; 51 y 52; 59; 71 a 73, y 85 a 88.
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones recuerda que el artículo 108 está incluido en la Parte X del Estatuto,
que trata de la ejecución de la pena. La regla 199 de las Reglas de Procedimiento y Prueba (Órgano encargado
de las funciones de la Corte con arreglo a la Parte X) estipula que «[a] menos que en las Reglas se disponga
otra cosa, las funciones que competen a la Corte con arreglo a la Parte X serán ejercidas por la Presidencia
». Las reglas 214 a 216, que aparecen en una sección específica de las Reglas de Procedimiento y Prueba
(Limitaciones al enjuiciamiento o la sanción por otros delitos con arreglo al artículo 108), en su Capítulo 12
(De la ejecución de la pena), rigen de forma expresa el procedimiento a seguir en el marco del artículo 108.
Si bien es verdad que la naturaleza de las funciones asignadas a la Presidencia en esta sección pueden diferir
respecto de ciertas otras funciones previstas en otros capítulos, comprendidas las tareas que pudieran entrañar
un carácter más administrativo, los Estados Partes, al adoptar las Reglas de Procedimiento y Prueba, decidieron
que la Presidencia ejercería las funciones que este artículo le confieren. Al contrario de lo que afirma Germain
Katanga, la Sala de Apelaciones hubiera esperado que los Estados, al fijar el procedimiento correspondiente
al artículo 108 de una forma tan detallada, habrían previsto expresamente el derecho de apelación contra una
decisión dictada en aplicación de dicho artículo, si esta hubiera sido su intención.
[…]
Aunque la Sala de Apelaciones considera que ni el Estatuto ni las Reglas de Procedimiento y Prueba prevén
expresamente el derecho de apelación contra las decisiones en virtud del artículo 108 del Estatuto, las decisiones
de este tipo revisten importancia por su propia naturaleza y, en vista del enfoque de la Presidencia respecto
del artículo 108, podría ser oportuno un derecho de apelación contra tales decisiones. Al respecto, la Sala
de Apelaciones observa que la Presidencia ha examinado cuestiones importantes, relativas a determinados
principios o procesos fundamentales del Estatuto y, en líneas más generales, a la integridad de la Corte, que
exigen que se tengan en cuenta ciertas consideraciones conexas, en particular el principio de ne bis in idem, la
posible imposición de la pena de muerte y la posibilidad de garantizar un juicio justo. Por otra parte, señala que,
cuando se examinan estas cuestiones en el marco de unos procedimientos similares o comparables, a menudo
existe un mecanismo de recurso. Estima, por tanto, que sería conveniente que la Asamblea de los Estados Partes
examinara la cuestión de si los textos jurídicos de la Corte habrían de modificarse de manera que permitan la
revisión en apelación de una decisión dimanante del artículo 108 del Estatuto.
En conclusión, la Sala de Apelaciones considera que la apelación de Germain Katanga no es admisible, y por
consiguiente, la desestima.
Véase núm. ICC-01/04-01/07-3697-tFRA OA15, Sala de Apelaciones, 1 de julio de 2016 (versión original
fechada el 9 de junio de 2016), párrs. 13, y 16 y 17.
[TRADUCCIÓN] El único remedio de carácter general según el cual los participantes pueden expresar sus
preocupaciones con respecto a la decisión de una Sala es presentar una solicitud de autorización para apelar, en
virtud del apartado d) del párrafo 1 del artículo 82 del Estatuto de Roma.
Véase n° ICC-02/04-01/05-219, Sala de Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 9 de marzo de 2007,
pág. 3.
[TRADUCCIÓN] Para obtener cualquier autorización para apelar con arreglo al apartado d) del párrafo 1 del
artículo 82 del Estatuto, el solicitante debe demostrar que: i) la decisión impugnada involucra una cuestión que
afectaría de forma significante a: a) la justicia y a la prontitud con que se sustancia el proceso, o b) a su resultado;
y ii) de la cual, en opinión de la Sala de Cuestiones Preliminares o la Sala de Primera Instancia, una resolución
inmediata por la Sala de Apelaciones pueda acelerar materialmente el proceso. En la presente causa, la Sala
considera que el primer requisito i) no ha sido probado, por lo que no hay necesidad de considerar el segundo.
Cualquier parte que desee apelar de una decisión con arreglo al apartado d) del párrafo 1 del artículo 82 del
Estatuto tiene imperativamente cinco días desde la notificación de la decisión para presentar una solicitud
escrita indicando a la Sala los motivos por los cuales pide autorización para apelar, teniendo en cuenta los dos
requisitos de esta disposición específica.
Véase n° ICC-01/04-14, Sala de Cuestiones Preliminares I, 14 de marzo de 2005, pág. 3. Véase también
n° ICC-01/04-168-tSPA OA3, Sala de Apelaciones, 13 de julio de 2006, párrs. 7-19; n° ICC-01/04-01/06-
915, Sala de Cuestiones Preliminares I, 24 de mayo de 2007, párrs. 21, 23 y 26; n° ICC- 02/04-112, Sala de
Cuestiones Preliminares II (magistrado único), 19 de diciembre de 2007, párr. 16, n° ICC-02/04-01/05-20,
Sala de Cuestiones Preliminares II, 19 de agosto de 2005, párr. 20 y n° ICC-01/04-135, Sala de Cuestiones
Preliminares I, 31 de marzo de 2006, párr. 26; n° ICC-02/04-01/05-90-US-Exp, Sala de Cuestiones
Preliminares II, 10 de julio de 2006 (reclasificado como público el 2 de febrero de 2007 de conformidad con
la decisión n° ICC-02/04-01/05-135), párr. 40. Véase también n° ICC-01/04-01/07-149, Sala de Cuestiones
Preliminares I (magistrada única), 18 de enero de 2008, págs. 3-4; y n° ICC-02/05-118, Sala de Cuestiones
Preliminares I (magistrada única), 23 de enero de 2008, págs. 3-4; n° ICC-02/05-121, Sala de Cuestiones
Preliminares I (magistrada única), 6 de febrero de 2008, págs. 3-4. Véase también n° ICC-01/04-01/06-
1210-Corr-Anx, Sala de Primera Instancia I, 6 de marzo de 2008, párrs. 6-7; y n° ICC 01/05-01/08-75, Sala
de Cuestiones Preliminares III (magistrado único), 25 de agosto de 2008, párrs. 5-12. Véase también n°
ICC-01/04-01/06-1313, Sala de Primera Instancia I, 8 de mayo de 2008, párr. 7. Véase también nº ICC-
02/11-01/11-265, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 11 de octubre de 2012, párr. 14.
En el contexto del apartado d) del párrafo 1 del artículo 82, el término “justicia” utilizado está relacionado
con las normas constitutivas de un juicio justo, cuyas características son un elemento indisociable del derecho
humano correspondiente, incorporado al Estatuto por varias de sus disposiciones (párrafo 2 del artículo 64,
párrafo 1 del artículo 67 y párrafo 3 del artículo 21), de modo que su interpretación y su aplicación deben ser
compatibles con los derechos humanos internacionalmente reconocidos. La prontitud con que se sustancia el
proceso constituye, de una forma u otra, un atributo del juicio justo.
Véase n° ICC-01/04-168-tSPA OA3, Sala de Apelaciones, 13 de julio de 2006, párr. 11; n° ICC-02/04-01/05-
90-US-Exp, Sala de Cuestiones Preliminares II, 10 de julio de 2006 (reclasificado como público el 2 de
febrero de 2007 de conformidad con la decisión n° ICC-02/04-01/05-135), párr. 24. Véase también n° ICC
01/05-01/08-75, Sala de Cuestiones Preliminares III (magistrado único), 25 de agosto de 2008, párrs. 13-16.
El término “proceso” que figura en el apartado d) del párrafo 1 del artículo 82 no comprende sólo a las
actuaciones en curso, sino a todas las actuaciones anteriores y posteriores.
Véase n° ICC-01/04-168-tSPA OA3, Sala de Apelaciones, 13 de julio de 2006, párr. 12.
En la versión inglesa del Estatuto, la segunda parte del apartado d) del párrafo 1 del artículo 82 contiene un
término esencial, el verbo “advance” [en la versión española, “acelerar”] . El término no puede asociarse con
la prontitud con que se sustancia el proceso, que es uno de los prerrequisitos de la determinación de que existe
una cuestión apelable. El sentido que transmite la palabra “advance” en la segunda parte del apartado d) es
“move forward” [ir hacia adelante] , garantizando que el procedimiento siga el camino correcto. Mediante la
eliminación de toda duda sobre la corrección de una decisión o la indicación del rumbo que corresponde seguir
se salvaguarda la integridad del procedimiento.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Cuestiones de procedimiento
El término “inmediata” subraya la importancia de evitar los errores empleando el mecanismo previsto en el
apartado d), mediante la pronta remisión de la cuestión a la instancia de apelación. La Sala de Apelaciones tiene
por su parte la obligación de dictar su decisión lo antes posible.
Véase n° ICC-01/04-168-tSPA OA3, Sala de Apelaciones, 13 de julio de 2006, párr. 18. Véase también n°
ICC 01/05-01/08-75, Sala de Cuestiones Preliminares III (magistrado único), 25 de agosto de 2008, párrs.
19-20.
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones declaró, en la decisión que dictó el 16 de mayo 2008, que la decisión
de la Sala de Apelaciones de 13 de febrero 2007, estableciendo que las víctimas deberán presentar una solicitud
de autorización para participar en las apelaciones conforme al apartado b) del párrafo 1 del artículo 82, es
igualmente aplicable a las apelaciones interlocutorias mencionadas en el apartado d) del párrafo 1 del artículo
82.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1335 OA9 OA10, Sala de Apelaciones, 16 de mayo de 2008, párr. 13.
[TRADUCCIÓN] En la apelación prevista en el apartado d) del párrafo 1 del artículo 82 del Estatuto, la Sala de
Apelaciones podrá confirmar, dejar sin efecto o modificar la decisión apelada (subregla 1 de la regla 158 de las
Reglas de Procedimiento y Prueba). Dado que la Sala de Apelaciones ha determinado que la Sala de Cuestiones
Preliminares aplicó una norma jurídica incorrecta en la consideración de los hechos de esta causa, la Sala de
Apelaciones sostiene que, en las circunstancias concretas del caso, es apropiado que se invierta la decisión
impugnada.
Véase n° ICC-01/09-02/11-365 OA3, Sala de Apelaciones, 10 de noviembre de 2011, párr. 71.
El artículo 82(1)(d) del Estatuto establece los siguientes requisitos previos para la solicitud de permiso para
apelar: (a) una decision relativa a una cuestión que afecte de forma significativa (i) a la justicia y a la prontitud
con que se sustancia el proceso, o (ii) el resultado del juicio y respecto de la cual; (b) en opinión de la Sala de
[TRADUCCIÓN] Para prevalecer en su solicitud, la Defensa ha de convencer a esta Sala de que se han cumplido
ambos requisitos del apartado 1 d) del artículo 82. Ello requiere un análisis de las cuestiones suscitadas por la
decisión específica en el contexto de las circunstancias específicas de la causa. El resultado de ese análisis debería
servir de base para la consideración por esta Sala de la posible autorización de una apelación. No basta aducir
que la decisión impugnada no se motivó debidamente (que la decisión impugnada pudiera ser errónea) o que
está relacionada con un área importante del derecho. Una sala no debería autorizar una apelación atendiendo a
que las cuestiones relacionadas con la acumulación satisfacen, en principio, ambos requisitos del apartado 1 d)
del artículo 82. De ahí se sigue que para llevar a cabo esta evaluación se necesita realizar un cuidadoso escrutinio
de las cuestiones planteadas por la Defensa.
La Sala constata que ambas Solicitudes de la Defensa se fundan, en parte, en lo que la Sala estima ser conceptos
erróneos y supuestos sin fundamento relativos a la Decisión impugnada. Estas alegaciones erróneas y sin
fundamento no pueden satisfacer los criterios de autorización para apelar. […]
[…]
Tras examinar la Decisión impugnada, la Sala concluye que ninguna de las Cuestiones afectaría de forma
significativa a la justicia y la prontitud del proceso ni a su resultado, a tenor de lo requerido en la primera
parte del apartado 1 d) del artículo 82 del Estatuto. En efecto, a diferencia de otras cuestiones jurídicas que dan
lugar a un derecho de apelación automático ante la Corte, el hecho de que la Decisión impugnada trate de la
cuestión de la acumulación no satisface, en sí mismo, los criterios de la autorización para apelar. La Defensa
ha de demostrar que se cumplen los criterios pertinentes: no lo hace. La Defensa especula, basándose en una
acumulación de posibilidades, respecto de los daños que podría sufrir si la Sala no cumpliera debidamente
con sus obligaciones en virtud del párrafo 2 del artículo 4 del Estatuto y la regla 136 de las Reglas. Aunque la
acumulación modificó el marco procesal en el que se juzgaría al Sr. Gbagbo y al Sr. Blé Goudé y, por su propia
naturaleza, contempla unos daños mínimos, la Defensa no demuestra que ni esta modificación procesal, ni el
riesgo mínimo de daños, ni cualquier otro factor incidirían de forma considerable en la justicia y la prontitud
del proceso, ni en su resultado.
Por los mismos motivos, la Sala también es de la opinión de que la resolución de las Cuestiones por la Sala de
Apelaciones no haría avanzar materialmente el proceso. No es suficiente que la Defensa afirme que esta es la
primera ocasión en que una Sala de Primera Instancia de esta Corte ha acumulado cargos y juicios, o que la
legislación relativa a la acumulación es de interés general y pudiera suscitarse en procesos futuros. Tras someter
al escrutinio más exhaustivo las Solicitudes de la Defensa, la Sala no ha identificado ninguna alegación que
demuestre que un dictamen inmediato de apelación en las Cuestiones pueda llevar a un avance material en el
proceso. La Sala reitera que llevará la causa Gbagbo y Blé Goudé de conformidad con el párrafo 2 del artículo
64 del Estatuto y la regla 136 de las Reglas.
[TRADUCCIÓN] [L] a Sala de Apelaciones ha dispuesto que el apartado a d) del artículo 82 del Estatuto no
reconoce un derecho automático de apelación. Más bien, el derecho de apelación nace tan solo cuando, en
opinión de la Sala, la decisión impugnada ‘haya de recibir la atención inmediata de la Sala de Apelaciones’.
También ha proporcionado la aclaración adicional de que la ‘Sala de Apelaciones cuenta con atribuciones para
declarar, o para decirlo con aún mayor precisión, para certificar la existencia de una cuestión apelable’, Por
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Cuestiones de procedimiento
último, la Sala de Apelaciones ha concluido que la intención del segundo enfoque de la norma correspondiente
a la autorización para apelar consiste en velar por que el proceso ‘siga el curso adecuado’.
[…]
En la Decisión impugnada, la Sala declaró lo siguiente: ‘El párrafo 5 del artículo 64 del Estatuto y la regla 136
de las Reglas se han de leer de consuno; la primera dispone la facultad amplia y discrecional de la Sala para
acumular cargos, y la segunda aporta orientación en cuanto al ejercicio de esta discreción y las circunstancias
en las que la acumulación está justificada’. Por consiguiente, esta cuestión dimana sin duda de la Decisión
impugnada y, tal como lo reconoce la Fiscalía, constituye una cuestión apelable.
El primer criterio a tenor del apartado 1 d) del artículo 82 del Estatuto es que la cuestión afecte de forma
significativa a la justicia y a la prontitud con que se sustancie el proceso o a su resultado. Por lo que respecta a
este primer requisito, la Decisión impugnada modifica el marco procesal en el que se juzgará a ambos acusados.
De hecho, cabe señalar que en un fallo anterior relacionado con la Decisión impugnada, el Magistrado único
reconoció ‘la importancia crucial de la cuestión [la solicitud de acumulación] y la posible repercusión que la
decisión de la Sala podría ejercer sobre el desarrollo del proceso y los derechos de los acusados’. Además, en la
Decisión impugnada la Sala reconocía que podrían causarse daños para los acusados, incuso si aquellos daños
fueran mínimos, ‘en comparación con los beneficios generales para el interés de la justicia de los que se trata
más abajo’.
El segundo criterio alternativo en virtud del apartado 1 d) del artículo 82 del Estatuto, a saber, que la cuestión
debería afectar al resultado del proceso, también se cumple. Como señaló la Defensa de Blé Goudé, la Sala
concluyó en la Decisión impugnada que ‘si bien su presunta participación [de los acusados] en y/o contribución
a la concepción y ejecución del plan o propósito común no son las mismas, las conductas del Sr. Gbagbo y el Sr.
Blé Goudé, según se alega en las Decisiones de Confirmación, están, no obstante, estrechamente vinculadas.
En este contexto, queda claro que como resultado de la Decisión impugnada, esta será la primera ocasión en la
historia de la Corte Penal internacional en la cual la Sala habrá de decidir respecto de la responsabilidad penal
individual de dos personas acusadas en un juicio conjunto, a pesar de contar con dos decisiones individuales de
confirmación de los cargos, con diferencias ligeras pero significativas.
A la luz de lo que antecede, se cumple el segundo requisito, es decir, si un dictamen inmediato de la Sala de
Apelaciones podría acelerar materialmente el proceso. Un dictamen inmediato de la Sala de Apelaciones en la
fase interlocutoria aceleraría materialmente el proceso, ya que la Decisión impugnada incide en el modo en que
la Sala llevará las actuaciones del juicio. La acumulación también afectará a la manera en que se presentarán
y evaluarán por la Sala las pruebas en este proceso acumulado. Por consiguiente, si la Sala de Apelaciones
determinara que la Sala de Primera Instancia erró en la Decisión impugnada, cualquier efecto negativo quedaría
minimizado al alcanzarse esa determinación en esta fase temprana del proceso.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-42, Sala de Primera Instancia I (Opinión parcialmente discrepante de la
Magistrada Olga Herrera Carbuccia), 22 de abril de 2015, párrs. 9, y 14 a 17.
[TRADUCCIÓN] Por consiguiente, el apartado 1 d) del artículo 82 del Estatuto no otorga el derecho automático
de apelación. Al determinar si una cuestión que las partes han identificado cumple con los criterios establecidos
en el apartado 1 d) del artículo 82, la Sala considerará ante todo si la cuestión, o las cuestiones, que las partes
hayan identificado dimanan de la parte dispositiva de la decisión impugnada. Por ejemplo, si una cuestión
presentada por una parte tergiversa o malinterpreta el dictamen de la Sala, no se puede decir que la cuestión
dimane de la decisión como tal, y se ha de desestimar. De igual manera, en la medida en que una cuestión
presentada por una parte constituya un ‘mero desacuerdo’ o simplemente una opinión encontrada, tampoco
ello puede constituir una cuestión apelable dentro del significado del apartado 1 d) del artículo 82 del Estatuto.
Cabe señalar que, al decidir respecto de una solicitud de autorización para apelar, una Sala de Primera
Instancia no se ocupa de la corrección de la decisión impugnada, en si misma; la determinación de si la Sala
erró incumbiría a la Sala de Apelaciones, si se autorizara la apelación. Más bien, la función de la Sala de Primera
Instancia consiste sencillamente en determinar si alguna de las cuestiones presentadas por las partes que
solicitan autorización cumple con los requisitos dispuestos en el apartado 1 d) del artículo 82 del Estatuto.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-117, Sala de Primera Instancia I, 2 de julio de 2015, párrs. 19 y 20.
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones observa que el apartado 1 d) del artículo 82 del Estatuto confiere
facultades, clara y únicamente, a las Salas de Cuestiones Preliminares y de Primera Instancia para certificar las
cuestiones susceptibles de apelación y determinar si el dictamen de apelación podrá acelerar materialmente el
proceso. La Sala de Apelaciones conviene con el Sr. Gbagbo en que la Fiscal no ha identificado ninguna base
jurídica para que la Sala de Apelaciones lleve a cabo su propia evaluación de los criterios del apartado 1 d) del
artículo 82 del Estatuto. La Sala de Apelaciones considera asimismo que, al hacer esta alegación, la Fiscal parece
intentar apelar directamente la Decisión por la que se otorgó autorización para apelar, lo cual no está permitido
a tenor del Estatuto.
Por añadidura, la Sala de Apelaciones considera que las afirmaciones de la Fiscal respecto de la “falta de
pertinencia” de las pretensiones del Sr. Gbagbo, a saber, la revocación de la Decisión impugnada, están fuera de
lugar. Indudablemente, la medida que se pretende obtener está disponible. La Sala de Apelaciones no estima
procedente la argumentación de que la apelación del Sr. Gbagbo de alguna manera no es admisible debido a
que la Sala de Primera Instancia subsiguientemente pudiera corregir cualquier dictamen erróneo en la Decisión
impugnada. Por último, la Sala de Apelaciones reitera desaprobar que la Fiscal presente partes sustantivas de
su razonamiento en una nota de pie de pagina, en contravención de las instrucciones anteriores dictadas por la
Sala de Apelaciones a la Fiscal a efectos de que los razonamientos sustantivos solamente pueden aparecer en el
texto principal de las presentaciones.
de una causa para incluir modalidades de responsabilidad que se imputaron pero no fueron confirmadas por la
Sala de Cuestiones Preliminares.
La Sala de Apelaciones recuerda que puede considerar argumentos ”intrínsecamente vinculados con la
cuestión objeto de apelación según fue certificada por la Sala [pertinente] ”. Al determinar si las alegaciones
del Sr. Gbagbo están “intrínsecamente vinculados”, la Sala de Apelaciones recuerda que, en el contexto de una
apelación que trataba de una cuestión similar en su “Fallo sobre la apelación del Sr. Germain Katanga contra la
decisión de la Sala de Primera Instancia II del 21 de noviembre de 2012 titulada ‘Decisión sobre la aplicación de
la norma 55 del Reglamento de la Corte y separación de los cargos contra las personas acusadas’” (en adelante,
“Sentencia Katanga OA 13”), afirmó que
[a] l dictar la [d] ecisión [i] mpugnada, la Sala de Primera Instancia meramente ha efectuado una notificación con
arreglo al numeral 2 de la norma 55 del Reglamento de la Corte. Por consiguiente, la Sala de Apelaciones ha de
considerar si la Sala de Primera Instancia erró en cuanto a si “parecería [...] que la tipificación jurídica de los hechos
puede estar sujeta a cambios”, a tenor del numeral 2 de la norma 55 del Reglamento de la Corte Por consiguiente,
la revisión que la Sala de Apelaciones puede llevar a cabo en esta fase del proceso es una revisión limitada, en
tanto en cuanto la [d] ecisión [i] mpugnada sería errónea tan solo si fuera inmediatamente aparente para la Sala
de Apelaciones, en esta fase, que la modificación en la tipificación jurídica contemplada por la Sala de Primera
Instancia superaría los hechos y las circunstancias descritos en los cargos.
La Sala de Apelaciones considera que la cuestión planteada por el Sr. Gbagbo guarda una relación intrínseca
con las cuestiones certificadas en apelación, en el sentido de que si la modificación de la tipificación jurídica
de los hechos y las circunstancias no se pueden basar, como cuestión de derecho, en las modalidades de
responsabilidad rechazadas en una decisión de confirmación de los cargos, ello incidiría directamente en la
cualidad de razonable – o de no razonable – de la conclusión de la Sala de Primera Instancia a efectos de que
“parecería [...] que la tipificación jurídica de los hechos podría ser susceptible de modificación”. Por consiguiente,
la Sala de Apelaciones rechaza la solicitud por la Fiscal a efectos de que se desestimen los argumentos del Sr.
Gbagbo.
En consonancia con su conclusión en la Sentencia Katanga OA 13, el examen que la Sala de Apelaciones puede
llevar a cabo en estas circunstancias es de naturaleza limitada, ya que existiría error en la Decisión impugnada
solamente si fuera aparente de forma inmediata para la Sala de Apelación, en esta fase, que la tipificación
jurídica contemplada por la Sala de Primera Instancia no es legalmente permisible. […]
[…]
La Sala de Apelaciones recuerda que, en su “Sentencia sobre las apelaciones del Sr. Lubanga Dyilo y la Fiscal
contra la Decisión de la Sala de Primera Instancia I de 14 de julio de 2009 titulada ‘Decisión por la que se
notifica a las partes y los participantes de que la tipificación jurídica de los hechos puede estar sujeta a cambios
conforme al numeral 2 de la norma 55 del Reglamento de la Corte” (en adelante: “Sentencia Lubanga OA 15
OA 16” y “Sr. Lubanga”, respectivamente), el Sr. Lubanga alegó que la norma 55 del Reglamento de la Corte
no permitía la modificación de la tipificación jurídica de los hechos para añadir delitos nuevos o más graves
que los relacionados en los cargos, incluso cuando se basan en los hechos y las circunstancias descritos en los
cargos. Si bien se negó a pronunciarse sobre el fondo de las alegaciones del Sr. Lubanga, la Sala de Apelaciones
señaló no obstante que, si hubiera de emitir una decisión al respecto, “las circunstancias particulares del caso
se deberían tomar en cuenta”.
Al resolver la cuestión planteada por el Sr. Gbagbo, la Sala de Apelaciones se limita únicamente a las
circunstancias específicas de esta causa, a saber, que la Sala de Cuestiones Preliminares rehusó confirmar
modalidades de responsabilidad con arreglo al artículo 28 del Estatuto, pero sí confirmó los hechos alegados
en los que la Sala de Primera Instancia ahora basa su notificación con arreglo a la norma 55 del Reglamento de
la Corte.
En este contexto, la Sala de Apelaciones recuerda que, en la Sentencia Lubanga OA 15 OA 16, sostuvo que el
hecho de no permitir que una sala de primera instancia volviera a examinar la tipificación jurídica de los hechos
confirmados por la Sala de Cuestiones Preliminares al final del procedimiento de confirmación “entraña el
riesgo de absoluciones que son resultado meramente de unas tipificaciones jurídicas confirmadas en la fase
previa al juicio que resultan ser incorrectas […] . Ello iría en contra del propósito del Estatuto de ‘poner fin a
la impunidad’ (párrafo quinto del Preámbulo)”. Asimismo, la Sala de Apelaciones sostuvo que el párrafo 2 del
[TRADUCCIÓN] La Sala pone énfasis en que el apartado 1 d) del artículo 82 del Estatuto no la obliga a entender
en solicitudes de autorización para apelar que no presenten razonamientos completos en virtud de los requisitos
de esa disposición. Como queda claro a partir de una decisión anterior de la Sala, las solicitudes incompletas
podrían ser rechazadas exclusivamente por ese motivo. No obstante, a la luz del hecho de que las cuestiones
que se proponen para apelación se identifican con claridad suficiente, la Sala está dispuesta a considerarlas,
en interés de lograr el propósito perseguido en el apartado 1 d) del artículo 82 del Estatuto, a saber, identificar
cuestiones que requieren atención inmediata con el fin de asegurar el debido curso del proceso.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-685-Red, Sala de Primera Instancia I (Magistrado único), 27 de septiembre
de 2016, párr. 6.
cometió un error manifiesto, es decir, que estimó los hechos erróneamente, tomó en consideración hechos
irrelevantes o no tomó en consideración hechos relevantes. Respecto de la estimación errónea de los hechos, la
Sala de Apelaciones no alterará la evaluación de los hechos por una Sala de Cuestiones Preliminares o una Sala
de Primera Instancia por el mero hecho de que la Sala de Apelaciones podría haber llegado a una conclusión
diferente. Solamente interferirá cuando no pueda discernir cómo pudo la Sala llegar razonablemente a la
conclusión en cuestión a partir de las pruebas que tenía ante sí.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-744 OA8, Sala de Apelaciones, 1 de noviembre de 2016, párrs. 12 y 13, y 21 a
23. Véase también núm. ICC-02/11-01/15-915-Red OA9, Sala de Apelaciones, 31 de julio de 2017, párr. 55.
[TRADUCCIÓN] El apartado 1 d) del artículo 82 del Estatuto dispone que una decisión interlocutoria se puede
apelar si “entraña una cuestión que afecte de forma significativa a la justicia y la prontitud con que se sustancia
el proceso o a su resultado y respecto de la cual, en opinión de la Sala de Cuestiones Preliminares o la Sala de
Primera Instancia, un dictamen inmediato de la Sala de Apelaciones pueda acelerar materialmente el proceso”.
La subregla 1 de la regla 155 de las Reglas declara que la parte que solicite apelar de una decisión interlocutoria
“presentará, dentro de los cinco días siguientes a la fecha en que sea notificada, una solicitud escrita a la Sala
que la haya dictado, en la que indicará los motivos por los cuales pide autorización para apelar”. La norma 65 del
Reglamento de la Corte regula la cuestión en mayor detalle, y dispone el modo en que los demás participantes
en el proceso se pueden hacer oír.
Debería darse por sentado, si bien las circunstancias me obligan a estipular que de las disposiciones arriba
mencionadas del Estatuto y las Reglas se sigue que la decisión respecto a si apelar, y de qué apelar, está
exclusivamente en manos de las partes, y no de la Sala que dictó la sentencia impugnada. Las partes han de
identificar un asunto apelable y presentarlo a la Sala para su consideración. Subsiguientemente, la función de
la Sala consiste en verificar si se cumplen los requisitos del apartado 1 d) del artículo 82 del Estatuto respecto
del asunto que se propone.
Al mismo tiempo, las disposiciones que se citan arriba indican que la identificación del asunto apelable es
fundamental para la apelación interlocutoria, ya que en ella se fijan los parámetros de la competencia de la
Sala de Apelaciones. Como lo expuso la propia Sala de Apelaciones, “corresponde a la Sala de Cuestiones
Preliminares o a la Sala de Primera Instancia determinar no solo si se puede apelar de una decisión, sino
también en qué medida puede hacerse”. En efecto, anteriormente la Sala de Apelaciones ha declinado examinar
alegatos que van más allá del asunto respecto del cual se ha concedido autorización para apelar.
A tenor de estas consideraciones, considero que ni la Sala de Cuestiones Preliminares ni la Sala de Primera
Instancia están facultadas para reformular en sustancia el asunto identificado para la apelación por la parte que
solicita la apelación. En el supuesto de reformularlo, la Sala de Cuestiones Preliminares o la Sala de Primera
Instancia interferirían con los parámetros de la apelación interlocutoria sin que se hicieran oír el posible apelante
o las otras partes. En última instancia, ello es incompatible con el objeto y propósito del apartado 1 d) del
artículo 82 del Estatuto, que consisten en brindar a las partes, en las circunstancias que se especifican, el derecho
a apelar de decisiones judiciales. A modo de ilustración de cómo esta práctica no garantiza el derecho a apelar,
cabe señalar que ya se ha dado ante esta Corte la situación en que una apelación se retiró con posterioridad a
que una cuestión fuera certificada para su apelación solamente después de la reformulación por la Sala.
Para dejar las cosas claras, no me opongo a las correcciones terminológicas a la redacción de cuestiones
identificadas para su apelación, ni a reformulaciones justificadas por rechazos parciales o solicitudes de
autorización para apelar, ni a otras reformulaciones que no interfieran en la sustancia de la apelación que
se propone. Sin embargo, sí me opongo enérgicamente en principio a las reformulaciones sustantivas de los
asuntos que se proponen para apelar con arreglo al apartado 1 d) del artículo 82 del Estatuto.
[…]
Sería más prudente, y más eficiente, que las resoluciones probatorias de la Sala se examinaran como parte de
cualquier apelación final contra el fallo con arreglo al artículo 74 del Estatuto. En ese momento, la Sala habrá
considerado todas las pruebas presentadas, emitido todos los fallos probatorios necesarios, y llegado a sus
conclusiones fácticas a partir de las pruebas. También será en ese momento cuando sea posible determinar de
[TRADUCCIÓN] El párrafo 3 del artículo 82 del Estatuto establece que la apelación no tendrá efecto suspensivo
“a menos que la Sala de Apelaciones así lo resuelva, previa solicitud y de conformidad con las Reglas de
Procedimiento y Prueba”. La subregla 5 de la regla 156 de las Reglas de Procedimiento y Prueba dispone que
“[l] a parte que interponga la apelación podrá pedir al hacerlo que ésta tenga efecto suspensivo de conformidad
con el párrafo 3 del artículo 82”. La decisión acerca de tal solicitud está dentro de la discreción de la Sala de
Apelaciones. Por lo tanto, ante una solicitud de efecto suspensivo, la Sala de Apelaciones tendrá en cuenta
las circunstancias específicas del caso y los factores que considere relevantes para el ejercicio de su facultad
discrecional en virtud de las circunstancias.
Véase n° ICC-01/05-01/08-499 OA2, Sala de Apelaciones, 3 de septiembre de 2009, párr. 11. Véase también
n° ICC-01/04-01/06-1290 OA11, Sala de Apelaciones, 22 de abril de 2008, párr. 6.
[TRADUCCIÓN] El párrafo 3 del artículo 82 del Estatuto de Roma establece que la apelación no tendrá efecto
suspensivo “a menos que la Sala de Apelaciones así lo resuelva, previa solicitud y de conformidad con las Reglas
de Procedimiento y Prueba”. La subregla 5 de la regla 156 de las Reglas de Procedimiento y Prueba dispone que
la “parte que interponga la apelación podrá pedir al hacerlo que ésta tenga efecto suspensivo de conformidad
con el párrafo 3 del artículo 82 del Estatuto de Roma”.
Dado que ni el párrafo 3 del artículo 82 ni la subregla 5 de la regla 156 estipulan en qué circunstancias deba
ordenarse el efecto suspensivo, esta decisión se deja a la discreción de la Sala de Apelaciones. Por lo tanto,
ante una solicitud de efecto suspensivo, la Sala de Apelaciones tendrá en cuenta las circunstancias específicas
del caso y los factores que considere relevantes para el ejercicio de su facultad discrecional en virtud de las
circunstancias.
A la luz de las alegaciones del apelante, la Sala de Apelaciones ha considerado en la presente causa si la
implementación de la decisión impugnada crearía una situación irreversible que no pueda ser corregida,
aunque la Sala de Apelaciones finalmente fuera a fallar en favor del apelante. La Sala de Apelaciones no está
persuadida de que sería apropiado ordenar que la apelación deba tener efecto suspensivo, ya que no considera
que la implementación de la decisión impugnada crearía tal situación irreversible y porque no hay otras razones
aparentes para la concesión de la solicitud. Por lo tanto, en el marco del presente recurso de apelación, no
es necesario proteger al apelante de una situación potencialmente irreversible que podría ser causada por la
divulgación de sus líneas de defensa, porque la decisión impugnada no lo obliga a hacerlo. Del mismo modo,
si la presente apelación tuviera éxito y si esto daría lugar a obligaciones adicionales de divulgación de la Fiscalía
antes del comienzo del juicio con respeto a las identidades de los testigos o al uso generalizado de niños
soldados en la República Democrática del Congo, la Sala de Primera Instancia podría hacer cualquier ajuste
necesario en ese momento, con el fin de garantizar la equidad de las actuaciones.
Como la Sala de Apelaciones concluye que los efectos suspensivos no se deben ordenar en la presente causa,
no considera necesario abordar la cuestión de si la reparación específica solicitada por el apelante, es decir, la
suspensión de las actuaciones ante la Sala de Primera Instancia en espera de la decisión relativa a la apelación,
sería apropiada.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1290 OA11, Sala de Apelaciones, 22 de abril de 2008, párrs. 6-9.
[TRADUCCIÓN] Teniendo en cuenta el hecho de que la decisión sobre la puesta en liberta estaba apelada y
que se había concedido autorización para apelar el sobreseimiento, y a la luz de determinaciones previas de
las Salas de Cuestiones Preliminares y de Primera Instancia de que su detención es necesaria para asegurar su
presencia en el juicio, la Sala de Apelaciones consideró que la liberación del acusado en este momento podría
potencialmente ser contraria al propósito de la presente apelación, así como de la apelación que, con toda
probabilidad, sería interpuesta contra la Decisión de Sobreseer la Causa. En tales circunstancias, el interés del
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones no acepta la afirmación de que, de conformidad con la regla 150(4)
de las Reglas de Procedimiento y Prueba, si se presenta una apelación de conformidad con el artículo 82(4)
del Estatuto, la decisión por la cual se concede reparación no es final y queda por lo tanto automáticamente
suspendida. Si este argumento fuera correcto, no habría necesidad de contar con una disposición que
governara el efecto suspensivo en relación con apelaciones bajo, entre otros, los artículos 82 (1) (a), (b) o (c)
del Estatuto, debido a que la regla 154(3) de las Reglas de Procedimiento y Prueba hace la regla 150(4) de las
Reglas aplicable a esas apelaciones también. Sin embargo, el artículo 82(3) del Estatuto y la regla 156(5) de las
Reglas de Procedimiento y Prueba establecen y regulan las solicitudes de efecto suspensivo con respecto a estas
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Cuestiones de procedimiento
[TRADUCCIÓN] Al ejercer su discreción en las circunstancias específicas del presente caso, la Sala de Apelaciones
debe sopesar la demora que causaría una suspensión contra el impacto que podría tener la continuación del
procedimiento ante la Sala de Primera Instancia con base en la Decisión impugnada, en particular sobre los
derechos del acusado, si la Sala de Apelaciones eventualmente revierte o modifica la Decisión impugnada.
La Sala de Apelaciones considera que, en esta apelación, la cual se dirige contra una decisión dictada en la
etapa final del proceso del juicio; la necesidad de preservar la integridad de los procedimientos anula cualquier
otra consideración. Al respecto, si el proceso judicial continuara con base en la Decisión impugnada y esa
decisión finalmente se revocara en apelación, cualquier efecto adverso sobre la equidad general del proceso
y los derechos del acusado podría ser difícil de corregir. Del mismo modo, incluso si la Sala de Apelaciones
confirmara la Decisión impugnada, el fallo de la Sala de Apelaciones puede tener un impacto significativo en el
desarrollo de los procedimientos del juicio. Por lo tanto, la Sala de Apelaciones considera que la Sala de Primera
Instancia no debe proceder con el juicio sobre la base de la Decisión impugnada y decide que la apelación
tendrá efecto suspensivo.
Ver No. ICC-01 / 04-01 / 07-3344 OA 13, Sala de Apelaciones, 16 de enero de 2013, párrs. 8-9.
[TRADUCCIÓN] La Sala también observa que, en los documentos estatutarios de la Corte, la facultad para
dictar una orden de efectos suspensivos solamente se le reconoce a la Sala de Apelaciones. Sin embargo, la Sala
considera que el apartado 3 a) del artículo 64 del Estatuto reconoce a las salas de primera instancia la facultad
para suspender el juicio si ello es “necesario para que el juicio se sustancie de manera justa y expedita”.
Véase núm. ICC-01/05-01/08-3522, Sala de Primera Instancia III, 5 de mayo de 2017, párr. 17.
of the time limit for disclosure of certain documents’ (Sala de Primera Instancia I), No. ICC-02/11-01/15-
228, 28 de Septiembre de 2015 (fecha de 18 de Septiembre de 2015)
Decision on the Defence request for leave to appeal the ‘Directions on the conduct of the proceedings’
(Sala de Primera Instancia I), No. ICC-02/11-01/15-229, 18 de Septiembre 2015
Judgment on the appeal of Mr Laurent Gbagbo against the decision of Trial Chamber I entitled “Decision
giving notice pursuant to Regulation 55(2) of the Regulations of the Court” (Sala de Apelaciones), No.
ICC-02/11-01/15-369 OA7, 18 de Diciembre de 2015
Decision on the request for leave to appeal the ‘Decision on witness preparation and familiarisation’
(Sala de Primera Instancia I), No. ICC-02/11-01/15-388, 13 de Enero de 2016
Decision on the admissibility of Mr Katanga’s appeal against the “Decision pursuant to article 108(1) of
the Rome Statute” (Sala de Apelaciones), No. ICC-01/04-01/07-3697 OA15, 9 de Junio de 2016
Decision on the Gbagbo Defence Request for leave to appeal the Chamber’s Decision granting
protective measures to P-0321 (ICC-02/11-01/15-561) (Sala de Primera Instancia I), No. ICC-02/11-01/15-
598, 23 de Junio de 2016
Judgment on the appeals of Mr Laurent Gbagbo and Mr Charles Blé Goudé against the decision of Trial
Chamber I of 9 June 2016 entitled “Decision on the Prosecutor’s application to introduce prior recorded
testimony under Rules 68(2)(b) and 68(3)” (Sala de Apelaciones), No. ICC-02/11-01/15-744 OA8, 1 de
Noviembre de 2016
Decision on the Defence’s request to suspend the reparations proceedings (Sala de Primera Instancia
III), No. ICC- 01/05-01/08-3522, 5 de Mayo de 2017
Decision on request for leave to appeal the Decision concerning the Prosecutor’s submission of
documentary evidence on 13 June, 14 July, 7 September and 19 September 2016 (Trial Chamber I), No.
ICC-02/11-01/15-901 and Partly Dissenting Opinion of Judge Cuno Tarfusser, No. ICC-02/11-01/15- 901-
Anx, 4 de Mayo de 2017
Judgment on the appeal of Mr Laurent Gbagbo against the oral decision on redactions of 29 November
2016 (Sala de Apelaciones), No. ICC-02/11-01/15-915-Red OA9, 31 de Julio de 2017
Decision on the request for leave to appeal an oral decision of 10 May 2017 (Sala de Primera Instancia
I), No. ICC- 02/11-01/15-959, 15 de Junio de 2017
Decision on the request for leave to appeal two oral decisions of 3 May 2017 (Sala de Primera Instancia
I), No. ICC- 02/11-01/15-960-Red, 15 de Junio de 2017
Decision on the “Demande d’autorisation d’interjeter appel de la décision orale rendue par la Chambre
de première instance le 4 septembre 2017” (Sala de Primera Instancia I), No. ICC-02/11-01/15-1051, 11 de
Octubre de 2017
Decision on the “Demande d’autorisation d’interjeter appel de la décision orale rendue par la Chambre
de première instance le 5 octobre 2017” (Sala de Primera Instancia I), No. ICC-02/11-01/15-1064 and
Dissenting Opinion of Judge Henderson, No. ICC-02/11-01/15-1064-Anx, 10 de Noviembre de 2017
Decision on the “Demande d’autorisation d’interjeter appel de la ‘Decision on Mr Gbagbo’s Request
for revised and corrected translation of the Trial Brief and related orders’ (ICC-02/11-01/15-1177)” (Sala
de Primera InstanciaI, Magistrado único), No. ICC-02/11-01/15-1190, 26 de Junio de 2018
Inciso e) del párrafo 3 del artículo 54, inciso c) del párrafo 3 del artículo 57, y artículo
67 del Estatuto de Roma
Reglas 76-84 de las Reglas de Procedimiento y Prueba
[TRADUCCIÓN] La magistrada única considera que, como regla general, las declaraciones deben ser divulgadas
a la Defensa en su totalidad. Cualquier restricción a dicha divulgación a la Defensa de los nombres o parte de los
nombres, o ambos, de las declaraciones de los testigos en los que la Fiscalía propone apoyarse en la audiencia de
confirmación de los cargos debe ser autorizada por la magistrada única en virtud del procedimiento establecido
por la regla 81 de las Reglas.
Véase n° ICC-01/04-01/06-102, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 16 de mayo de 2006,
párr. 101.
[TRADUCCIÓN] Los párrafos 5 de los artículos 61 y 68 del Estatuto así como la subregla 4 de regla 81 de las
Reglas permiten a la Fiscalía solicitar a la Sala autorización i) de no divulgar la identidad de ciertos testigos en
los que la Fiscalía se propone apoyarse en la audiencia de confirmación, y ii) de hacer valer el resumen de sus
declaraciones, las transcripciones de sus entrevistas y/o las notas de los investigadores y los informes de sus
entrevistas.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Cuestiones de procedimiento
[TRADUCCIÓN] La noción de “testigo” en la subregla 4 de la regla 81 de las Reglas debe entenderse que
incluye no sólo a los testigos cuyo testimonio se propone hacer valer la Fiscalía en la audiencia de confirmación
de los cargos, sino también aquellos en quienes la Fiscalía puede decidir apoyarse en el juicio si se confirman
los cargos en contra de la persona.
Véase n° ICC-01/04-01/06-455, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 20 de septiembre de
2006, pág. 8.
La no revelación de la identidad de los testigos cuyo testimonio se propone hacer valer el Fiscal en una audiencia
de confirmación de los cargos, o de partes de las declaraciones hechas anteriormente por esos testigos, a la
persona respecto de la cual se celebra dicha audiencia, es una excepción a la regla general de que corresponde
revelar la identidad de esos testigos y sus declaraciones anteriores. Cuando una Sala de Cuestiones Preliminares
examine una solicitud de no divulgación presentada por el Fiscal en virtud de la subregla 4 de la regla 81 de las
Reglas de Procedimiento y Prueba, tendrá en cuenta todos los elementos pertinentes y evaluará detenidamente
y caso por caso la solicitud del Fiscal. Ni en el Estatuto ni en las Reglas de Procedimiento y Prueba se impone
al Fiscal la obligación de pedir a la Dependencia de Víctimas y Testigos la adopción de medidas de protección
antes de solicitar a la Sala de Cuestiones Preliminares que no se divulgue la identidad de los testigos cuyo
testimonio se proponga hacer valer en la audiencia de confirmación de los cargos.
Véase n° ICC-01/04-01/06-568-tSPA OA3, Sala de Apelaciones, 13 de octubre de 2006, párr. 1.
No es incorrecto, como afirma el Fiscal, decir que la no divulgación de la identidad de los testigos cuyo testimonio
tenga intención de hacer valer el Fiscal en la audiencia de confirmación de los cargos es una excepción. De
conformidad con la primera oración de la subregla 1 de la regla 76 de las Reglas de Procedimiento y Prueba,
“el Fiscal comunicará a la defensa los nombres de los testigos que se proponga llamar a declarar en juicio y
le entregará copia de las declaraciones anteriores de éstos”. La [r] egla 76 forma parte del Capítulo 4 de las
Reglas de Procedimiento y Prueba, titulado “Disposiciones relativas a diversas etapas del procedimiento”, lo
que indica que la regla 76 es también aplicable a la audiencia de confirmación de los cargos. Esta interpretación
es compatible con el apartado b) del párrafo 3 del artículo 63 del Estatuto, que dispone que se “informará de
las pruebas que el Fiscal se proponga presentar en la audiencia” a la persona respecto de la cual se celebre una
audiencia de confirmación de los cargos. La afirmación de que pueden producirse excepciones al principio de
que los nombres de los testigos y las declaraciones anteriores de éstos deben divulgarse se infiere de la subregla
4 de la regla 76 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, en virtud de la cual “la presente [r] egla se entenderá
sin perjuicio de la protección de la seguridad y la vida privada de las víctimas y los testigos, así como de la
información confidencial, según lo dispuesto en el Estatuto y en las reglas 81 y 82”. Así pues, se hace referencia
a la protección de los testigos prevista en la subregla 4 de la regla 81 de las Reglas de Procedimiento y Prueba.
Véase n° ICC-01/04-01/06-568-tSPA OA3, Sala de Apelaciones, 13 de octubre de 2006, párrs. 34-35.
La determinación de la Sala de Cuestiones Preliminares de que, siempre que se presente ex parte una solicitud
de conformidad con las subreglas 2 y 4 de la regla 81 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, se deberá dar al
otro participante, en una presentación inter partes, conocimiento de que se ha presentado dicha solicitud, así
como de sus fundamentos jurídicos y, respecto de las solicitudes presentadas en virtud de la subregla 4 de la
regla 81, de cualquier solicitud de procedimiento ex parte que contenga dicha solicitud, es errónea en la medida
en que no prevé excepción alguna.
Véase n° ICC-01/04-01/06-568-tSPA OA3, Sala de Apelaciones, 13 de octubre de 2006, párr. 65.
En las decisiones por las que se autorice al Fiscal a no divulgar a la Defensa la identidad de los testigos de
la Fiscalía se deben exponer suficientemente las razones en las que se haya basado la Sala de Cuestiones
Preliminares para dictar su decisión. Es admisible que el Fiscal presente resúmenes de las declaraciones de
testigos y otros documentos en la audiencia de confirmación de los cargos, incluso cuando no se haya dado a
conocer a la Defensa la identidad de los testigos pertinentes antes de dicha audiencia, a condición de que esos
En la decisión impugnada no se abordan debidamente tres de las consideraciones más importantes para
autorizar la no divulgación de la identidad de un testigo de conformidad con la subregla 4 de la regla 81 de
las Reglas de Procedimiento y Prueba: el peligro en que la divulgación de la identidad del testigo pueda poner
al testigo o a sus familiares; la necesidad de la medida de protección, y los motivos por los que la Sala de
Cuestiones Preliminares consideró que la medida no redundaría en perjuicio de los derechos del acusado o de
un juicio justo e imparcial ni sería incompatible con éstos.
Véase n° ICC-01/04-01/06-773-tSPA OA5, Sala de Apelaciones, 14 de diciembre de 2006, párr. 21.
Así pues, la subregla 5 de la regla 81 de las Reglas de Procedimiento y Prueba no se refiere a la presentación
de resúmenes en la audiencia de confirmación de los cargos de conformidad con el párrafo 5 del artículo 68
y el párrafo 5 del artículo 61 del Estatuto; dicha disposición establece las condiciones en que los documentos
originales y la información sobre los que se hicieron los resúmenes pueden hacerse posteriormente valer como
prueba.
Véase n° ICC-01/04-01/06-773-tSPA OA5, Sala de Apelaciones, 14 de diciembre de 2006, párr. 48.
Además, la presentación de resúmenes en la audiencia de confirmación de los cargos sin revelar la identidad
de los testigos a la Defensa, según lo previsto por la Sala de Cuestiones Preliminares, no redunda en sí en
perjuicio de los derechos del acusado y de un juicio justo e imparcial ni es incompatible con éstos. La utilización
de resúmenes prevista en la decisión impugnada puede afectar a la capacidad del sospechoso, establecida en el
apartado b) del párrafo 6 del artículo 61 del Estatuto, para impugnar las pruebas presentadas por el Fiscal en la
audiencia de confirmación de los cargos de dos maneras: en primer lugar, el Fiscal está autorizado a presentar
testigos cuya identidad es desconocida por la Defensa (testigos anónimos); en segundo lugar, la capacidad de la
Defensa para evaluar la exactitud de los resúmenes se ve limitada por no haber recibido antes de la audiencia de
confirmación de los cargos las declaraciones de testigos y otros documentos en los que se basan los resúmenes.
Sin embargo, esto no significa que la utilización de dichos resúmenes en la audiencia de confirmación de los
cargos redunde necesariamente en perjuicio de los derechos del acusado y de un juicio justo e imparcial. La Sala
de Apelaciones considera también pertinente este análisis del Tribunal Europeo de Derechos Humanos para la
presente apelación: si la Sala de Cuestiones Preliminares toma las disposiciones necesarias para garantizar que
los resúmenes de las pruebas en las circunstancias descritas más arriba se utilizan de forma que no redunden
en perjuicio de los derechos del acusado y de un juicio justo e imparcial ni sean incompatibles con éstos,
esta utilización es permisible. Esa determinación deberá hacerse caso por caso, teniendo asimismo presente
la índole de la audiencia de confirmación de los cargos. En casos como el presente, la Sala de Cuestiones
Preliminares deberá tener en cuenta, entre otras cosas, que la capacidad de la Defensa para impugnar las
pruebas presentadas por el Fiscal en la audiencia de confirmación de los cargos se ve mermada no sólo por el
recurso a testigos anónimos, sino también por la utilización de resúmenes, sin comunicación previa a la Defensa
de las declaraciones de testigos y otros documentos en los que se basan.
Véase n° ICC-01/04-01/06-773-tSPA OA5, Sala de Apelaciones, 14 de diciembre de 2006, párrs. 50-51.
En las decisiones dictadas de conformidad con la subregla 2 de la regla 81 de las Reglas de Procedimiento y
Prueba por las que se autorice a comunicar a la Defensa, antes de la audiencia de confirmación de los cargos,
versiones expurgadas de las declaraciones de los testigos u otros documentos, se debe expresar cómo llegó la
Sala de Cuestiones Preliminares a esa conclusión; en la fundamentación se debe indicar también cuáles de los
hechos que la Sala de Cuestiones Preliminares tuvo ante sí la llevaron a dicha conclusión. En principio, en la
audiencia de confirmación de los cargos, el Fiscal debe basarse en las partes sin expurgar de las declaraciones
de testigos y otros documentos, aunque éstos se hayan dado a conocer a la Defensa antes de la audiencia con
las expurgaciones autorizadas en virtud de la subregla 2 de la regla 81 de las Reglas de Procedimiento y Prueba.
Véase n° ICC-01/04-01/06-774-tSPA OA6, Sala de Apelaciones, 14 de diciembre de 2006, párrs. 1, 2 y 31.
De conformidad con la subregla 2 de la regla 81 de las Reglas de Procedimiento y Prueba el Fiscal no podrá
hacer valer como prueba esos documentos o informaciones en la audiencia de confirmación de los cargos o el
juicio sin antes darlos a conocer al acusado. La Sala de Apelaciones declara que la subregla 2 de la regla 81 de
las Reglas de Procedimiento y Prueba no impone que la divulgación o las expurgaciones deban determinarse
inflexiblemente por la unidad de la totalidad de una declaración [“statement”] o de un documento [“document”]
[TRADUCCIÓN] El criterio exigido en el párrafo 2 del artículo 67 abarca dos elementos principales. El primer
elemento requiere que la Fiscalía tenga pruebas en su poder o control. En segundo lugar, el Fiscal debe evaluar
si tales pruebas pueden afectar la credibilidad de las pruebas de cargo. Si estos dos elementos se cumplen, es
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Cuestiones de procedimiento
deber del Fiscal divulgar la información a la Defensa tan pronto como sea posible. Es obligación de la Fiscalía
evaluar si una información o prueba pueda afectar la credibilidad de un testigo de la Fiscalía. Si hay dudas sobre
alguna cuestión, entonces el asunto debe ser referido a la Corte.
Véase n° ICC-01/04-01/06-963-Anx1, Sala de Primera Instancia I, 26 de septiembre de 2007, párrs. 12 y 36.
[TRADUCCIÓN] Para que se autorice cualquier expurgación en una declaración dada, la magistrada única
debe, en primer lugar, llegar a la conclusión de que existe el riesgo de que la divulgación de la información a
la Defensa - al menos en esta etapa de las actuaciones - podría: i) redundar en detrimento de investigaciones
en curso o futuras (subregla 2 de la regla 81 de las Reglas); ii) afectar el carácter de confidencialidad de la
información, con arreglo a los artículos 54, 72 y 93 del Estatuto de Roma (subregla 4 de la regla 81 de las
Reglas); o iii) afectar la seguridad de los testigos, de las víctimas o de sus familiares (subregla 4 de la regla
81 de las Reglas). Por otra parte, tras asegurarse de la existencia de tal riesgo, la magistrada única analizará
si i) las expurgaciones solicitadas son adecuadas para eliminar o, al menos, reducir ese riesgo; ii) no existe
una medida alternativa menos restrictiva que se pueda tomar para lograr el mismo objetivo en esta etapa; y
iii) las expurgaciones solicitadas no redundan en detrimento de los derechos de la persona detenida o de un
juicio justo e imparcial ni son incompatibles con éstos. Sólo cuando estas tres preguntas haya sido contestadas
afirmativamente autorizará la magistrada única las expurgaciones solicitadas por la Fiscalía.
Véase n° ICC-01/04-01/07-90, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 7 de diciembre de
2007, párr. 4.
[TRADUCCIÓN] El riesgo de divulgar a la Defensa los tipos de información para los que se ha solicitado
autorización para expurgar debe ser evaluado a la luz de varios criterios, concretamente: i) la actual situación
de inestabilidad en las áreas de Ituri y de Kinshasa; ii) la influencia de la persona detenida por la Corte en las
áreas de Ituri y de Kinshasa hoy, la relación estrecha con partidarios del FNI y/o de la FRPI que actualmente
viven en estas áreas; iii) la capacidad de los partidarios de la persona detenida por la Corte de interferir en las
investigaciones en curso o futuras de la Fiscalía, y/o con los testigos de la Fiscalía, las víctimas y sus familiares
y ;iv) los numerosos antecedentes de interferencia con los testigos de la Fiscalía por miembros del FNI y/o de
la FRPI.
Véase n° ICC-01/04-01/07-90, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 7 de diciembre de
2007, párr. 22. Véase también n° ICC-01/04-01/07-249, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada
única), 5 de marzo de 2008, párr. 14.
[TRADUCCIÓN] La expurgación de la información que permita identificar el paradero actual de los testigos de
la Fiscalía que han sido aceptados en el programa de protección de la Dependencia de Víctimas y Testigos no
sólo es una medida adecuada, sino también una medida necesaria para minimizar el riesgo proyectado por la
divulgación de sus identidades a la Defensa. La expurgación de esta información no redunda en detrimento de
los derechos del acusado o de un juicio justo e imparcial ni es incompatible con éstos, en la medida en que i) la
Defensa tendrá acceso a la identidad de los testigos de cargo correspondiente, y ii) cualquier tipo de contacto
con esos testigos estará siempre sujeto a las restricciones y actuaciones establecidas por la Sala.
Véase n° ICC-01/04-01/07-90, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 7 de diciembre de
2007, párr. 27.
[TRADUCCIÓN] Para los efectos de la subregla 4 de la regla 81 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, la
noción de “familiares” de los testigos debe ser considerada como inclusiva de los tutores. En este sentido, la
magistrada única hace notar que i) los tutores ejercen la patria potestad y responsabilidades parentales sobre los
menores bajo su tutela y que, por consiguiente, ii) el riesgo para su seguridad y/o bienestar físico y psicológico
como resultado de divulgar a la Defensa la identidad de los testigos de cargo bajo su tutela no es menor que el
riesgo que enfrentan los familiares cercanos de tales testigos.
Véase n° ICC-01/04-01/07-90, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 7 de diciembre de
2007, párr. 30. Véase también n° ICC-01/04-01/07-249, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada
única), 5 de marzo de 2008, párr. 13.
[TRADUCCIÓN] En las actuaciones conducentes a la audiencia de confirmación, sólo las personas cuyas
declaraciones la Fiscalía se propone hacer valer en la audiencia de confirmación de los cargos pueden ser
consideradas como “testigos” en el sentido de la subregla 4 de la regla 81 de las Reglas de Procedimiento y
Prueba. Cualquier otra persona que ya haya sido entrevistada por la Fiscalía, o a quien la Fiscalía se propone
entrevistar en un futuro próximo, en relación con la causa que nos ocupa, es más adecuado caracterizarla
como “fuente de la Fiscalía” más que como un “testigo de cargo” y por lo tanto cualquier expurgación relativa
a su identidad debe ser justificada por la necesidad de garantizar la confidencialidad de la información de
conformidad con la subregla 4 de la regla 81 de las Reglas o para evitar que redunde en perjuicio de las
investigaciones en curso o futuras, de conformidad con la subregla 2 de la regla 81 de las Reglas. Ya que las
personas afectadas por esta categoría de expurgaciones han sido entrevistadas por la Fiscalía, o están a punto
de ser entrevistadas, en relación a la causa en contra de la persona o en relación a investigaciones futuras de la
Fiscalía, las investigaciones en curso o futuras de la Fiscalía pueden verse perjudicadas si dichas personas fueran
amenazadas, intimidadas o perturbadas.
Véase n° ICC-01/04-01/07-90, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 7 de diciembre de 2007,
párrs. 41-42. Véase también n° ICC-01/04-01/07-249, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única),
5 de marzo de 2008, párr. 26; y n° ICC-01/04-01/07-312, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada
única), 11 de marzo de 2008, pág. 6.
[TRADUCCIÓN] Al actuar con arreglo al apartado f) del párrafo 3 del artículo 54 del Estatuto de Roma, la
Fiscalía no cuenta con el derecho de expurgar proprio motu, sino que de conformidad con la regla 81 de las
Reglas de Procedimiento y Prueba, sólo podrá solicitar autorización a la Sala competente para realizar dicha
expurgación.
Véase n° ICC-01/04-01/07-90, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 7 de diciembre de
2007, párr. 52.
[[TRADUCCIÓN] Las expurgaciones concernientes a personas que no sean testigos de la Fiscalía, las víctimas
o sus familiares sólo podrán ser autorizadas i) si son necesarias para asegurar el carácter confidencial de
la información de conformidad con la subregla 4 de regla 81 de las Reglas; o ii) a fin de no perjudicar las
investigaciones en curso o futuras de la Fiscalía porque estas personas constituyen fuentes de información de
la Fiscalía de conformidad con la subregla 2 de la regla 81 de las Reglas. Por otra parte, recurrir a expurgaciones
no es una medida que esté disponible para garantizar la protección de estas personas.
Véase n° ICC-01/04-01/07-90, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 7 de diciembre de 2007,
párr. 55. Véase también n° ICC-01/04-01/07-249, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 5 de
marzo de 2008, párr. 30; y n° ICC-01/04-01/07-312, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única),
11 de marzo de 2008, pág. 8; y n° ICC-01/04-01/07-361, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada
única), 3 de abril de 2008, párr. 30; y n° ICC-01/04-01/07-425, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada
única), 21 de abril de 2008, párr. 19.
[TRADUCCIÓN] Las expurgaciones del lugar en que las entrevistas con los testigos se llevaron a cabo, y de los
nombres, iniciales y firmas de los funcionarios actuales de la Fiscalía y de la Dependencia de Víctimas y Testigos,
así como de los que estaban presentes cuando las entrevistas se llevaron a cabo, podrían, en determinadas
circunstancias, contribuir a reducir al mínimo el riesgo existente de redundar en detrimento de las investigaciones
de la Fiscalía. Sin embargo, la magistrada única considera que existen medidas menos intrusivas que se pueden
tomar para proteger adecuadamente a los funcionarios de la Fiscalía y de la Dependencia de Víctimas y Testigos
presentes cuando las declaraciones fueron tomadas y para evitar cualquier perjuicio en las investigaciones de
la Fiscalía, tales como i) evitar tomar declaraciones en pequeños pueblos o ciudades; ii) asegurarse de que
esas personas no sean fácilmente identificadas entre la población local; o iii) rotar a estas personas a otro
[TRADUCCIÓN] La noción de “victima” es la misma en relación tanto con la protección como con la
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Cuestiones de procedimiento
participación en las actuaciones. La magistrada única, sin embargo, recuerda que la calidad de víctima en las
actuaciones es concedida solamente al reunir ciertas condiciones (por ejemplo, motivos razonables para creer
que han sufrido un daño como resultado de un crimen incluido en una orden de detención o de comparencia)
y por lo tanto presuntas víctimas no relacionadas con los cargos, en principio, no pueden ser consideradas
como víctimas a los efectos de la subregla 4 de la regla 81 de las Reglas. La magistrada única agrega que las
expurgaciones de las identidades de las víctimas no se puede autorizar en virtud de la subregla 2 de la regla 81
de las Reglas, ya que las víctimas no son ni fuentes de la Fiscalía, ni participantes en las investigaciones de la
Fiscalía. No obstante, la autorización para expurgar es concedida considerando que los redactores del Estatuto
y de las Reglas incluyeron una serie de disposiciones que regulan específicamente la protección de las presuntas
víctimas de delitos sexuales como resultado de crímenes de la competencia de la Corte. Una interpretación
sistemática y teleológica de la subregla 4 de la regla 81 de las Reglas - a la luz del énfasis especial puesto por los
redactores del Estatuto y las Reglas sobre la protección de las presuntas víctimas de delitos sexuales, resultado
de delitos de la competencia de la Corte - lleva a la conclusión de que, con carácter excepcional y sólo para
efectos de su protección por medio de la expurgación de sus nombres y datos identificativos, la noción de
“víctima” en la subregla 4 de la regla 81 de las Reglas incluye también las presuntas víctimas de delitos sexuales
que no tienen relación con los cargos en la causa que nos ocupa.
Véase n° ICC-01/04-01/07-160, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 23 de enero de 2008,
párrs. 13-19. Véase también n° ICC-01/04-01/07-361, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única),
3 de abril de 2008, párr. 35.
[TRADUCCIÓN] Aun cuando se cause algún perjuicio al autorizar expurgaciones, esto no será incompatible
con los derechos de la Defensa o con un juicio justo e imparcial, porque las expurgaciones sólo se conceden
en el ámbito de las actuaciones conducentes a la audiencia de confirmación de los cargos - una fase temprana
de los procedimientos en la causa, caracterizada por el alcance limitado de la audiencia de confirmación de los
cargos.
Véase n° ICC-01/04-01/07-160, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 23 de enero de 2008,
párr. 31.
[TRADUCCIÓN] Las expurgaciones solicitadas por la Fiscalía, que se limitan al actual paradero de los
individuos antes mencionados, o a la información que pueda conducir a la identificación de su paradero, son: i)
suficientes para minimizar este riesgo y, en esta fase del procedimiento, no existe una medida alternativa menos
intrusiva que se pueda tomar para lograr el mismo objetivo; y ii) necesarias para garantizar que estas personas
no sean identificadas. Además, la necesidad de protección de estas presuntas víctimas de delitos sexuales [que
permanecen en una situación grave] prevalece sobre cualquier perjuicio que pudiera ocasionarse a la Defensa
en esta etapa por la expurgación de la información que pueda conducir a la identificación de su paradero
actual; y que, incluso si se causara algún perjuicio, esto no será incompatible con los derechos de la Defensa y
con un juicio justo e imparcial, porque i) la Defensa tendrá acceso a la identidad del [testigo cuya declaración
está afectada por las expurgaciones] ; ii) las presuntas víctimas de delitos sexuales no fueron victimizadas por
[el sospechoso] ; y iii) no se señala en las notas de la entrevista y las declaraciones [de los testigos] que las
presuntas víctimas de delitos sexuales tenían conocimiento de los delitos incluidos en la orden de detención.
Véase n° ICC-01/04-01/07-160, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 23 de enero de 2008,
párrs. 35-36.
[TRADUCCIÓN] Dado que el Fiscal expresamente declara [en su solicitud] que ninguna de las personas a
las que se refiere como “terceras partes inocentes” es una fuente de la Fiscalía o está en cualquier otra forma
involucrada en cualquier investigación de la Fiscalía, en curso o futura, y que las expurgaciones correspondientes
han sido solamente solicitadas para su protección porque podrían ser erróneamente percibidas como fuentes o
testigos de la Fiscalía, la magistrada única decide no autorizar ninguna redacción bajo la categoría de “terceras
partes inocentes”.
Véase n° ICC-01/04-01/07-160, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 23 de enero de 2008,
párr. 55.
[TRADUCCIÓN] La subregla 4 de la regla 81 de las Reglas de Procedimiento y Prueba debe ser interpretada
incluyendo las palabras “personas en peligro en razón de las actividades de la Corte” a fin de reflejar la
intención de los Estados que adoptaron el Estatuto de Roma y las Reglas de Procedimiento y Prueba, según lo
expresado en el apartado f) del párrafo 3 del artículo 54 del Estatuto y en otras partes del mismo Estatuto y de
las Reglas, de proteger a esas personas. En principio, la autorización para que no se divulgue información con el
fin de proteger a las personas en peligro en razón de las actividades de la Corte es permisible, de conformidad
[TRADUCCIÓN] El Fiscal podrá pedir a la Sala de Cuestiones Preliminares, de conformidad con la subregla
2 de la regla 81 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, que decida si las identidades y datos identificativos
de los “testigos potenciales de la Fiscalía” deben ser divulgados a la Defensa. Si tal solicitud de no divulgación
debe ser autorizada requerirá de una evaluación cuidadosa caso por caso por parte de la Sala de Cuestiones
Preliminares, con especial atención a los derechos del sospecho. En esta apelación, los “testigos potenciales
de la Fiscalía” son las personas a quienes se hace referencia en las declaraciones de los testigos que el Fiscal
se propone hacer valer en la audiencia de confirmación. Son personas que han sido entrevistadas por el Fiscal
o que el Fiscal se propone entrevistar en un futuro cercano, pero que el Fiscal no ha decido aún si van a ser
testigos de la Fiscalía o no.
Véase n° ICC-01/04-01/07-476 OA2, Sala de Apelaciones, 13 de mayo de 2008, párrs. 1-2.
[TRADUCCIÓN] El Fiscal puede solicitar a la Sala de Cuestiones Preliminares, con arreglo a la subregla 4 de la
regla 81 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, que decida que se divulguen a la Defensa los nombres, los
datos identificativos y la información sobre el paradero de las presuntas víctimas de delitos sexuales que no estén
relacionadas con los cargos en la causa correspondiente y de quienes los testigos de la Fiscalía hacen referencia
en sus declaraciones, así como la protección de la seguridad de las presuntas víctimas como “personas en riesgo
a causa de las actividades de la Corte”. Si tal solicitud de no divulgación debe ser autorizada requerirá de una
evaluación cuidadosa caso por caso por parte de la Sala de Cuestiones Preliminares, con especial atención a los
derechos del sospecho.
Véase n° ICC-01/04-01/07-521 OA5, Sala de Apelaciones, 27 de mayo de 2008, párrs. 1-2.
[TRADUCCIÓN] La inspección, conforme a lo dispuesto por las reglas 77 y 78 de las Reglas de Procedimiento
y Prueba, sólo se aplica a la Fiscalía y la Defensa.
Sin embargo, la decisión sobre la participación de las víctimas no proporciona un mecanismo que permita a
las víctimas que han recibido el derecho a participar a que se les pueda proporcionar “cualquier material que
obre en poder de la Fiscalía y que sea pertinente para los intereses personales de las víctimas”. El mecanismo
para proporcionar esta información deberá operar, en primer lugar, entre el Representante legal de la víctima
correspondiente y la Fiscalía. El Representante legal de la víctima correspondiente deberá identificar, en primer
lugar, los intereses personales de la víctima y, en segundo lugar, la naturaleza de la información que puede
estar dentro de las pruebas que obran en poder de la Fiscalía y que son pertinentes para la preparación de
la participación de la víctima durante una fase particular de las actuciones (por ejemplo, material relativo a
la participación en eventos particulares en un determinado momento o lugar). Esto permitirá a la Fiscalía
determinar si el material que obra en su posesión es pertinente.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1368, Sala de Primera Instancia I, 2 de junio de 2008, párrs. 30-31.
[TRADUCCIÓN] Esta disposición para la provisión de material debe ser tratada por la Fiscalía y los
Representantes legales de las víctimas entre sí, y sólo en caso de desacuerdo se presentará observaciones ante
la Corte.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1368, Sala de Primera Instancia I, 2 de junio de 2008, párr. 34.
[TRADUCCIÓN] El derecho a un juicio justo - que sin duda alguna es un derecho fundamental - incluye el
derecho a la divulgación de materiales eximentes.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1401, Sala de Primera Instancia I, 13 de junio de 2008, párr. 77.
[TRADUCCIÓN] Al decidir si la no divulgación está justificada, las normas de derechos humanos indican que
son las pruebas y no los resúmenes que deberán presentarse ante la Corte.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1401, Sala de Primera Instancia I, 13 de junio de 2008, párr. 86.
[TRADUCCIÓN] El principio de la información análoga es, a los efectos de la audiencia de confirmación, una
medida alternativa adecuada para una divulgación efectiva, de conformidad con el párrafo 2 del artículo 67 o la
regla 77, de los documentos mencionados en el apartado e) del párrafo 3 del artículo 54 cuando las solicitudes
de consentimiento se han rechazado o siguen pendientes.
La transmisión de los resúmenes de los documentos mencionados en el apartado e) del párrafo 3 del artículo 54
no exime a la Fiscalía de sus obligaciones de divulgación previstas en el párrafo 2 del artículo 67 y a la regla 77
a los efectos de la audiencia de confirmación.
Véase n° ICC-01/04-01/07-621, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 20 de junio de 2008,
pág. 52.
[TRADUCCIÓN] La Sala observa que en el Estatuto y en las Reglas se hace referencia al proceso de divulgación
entre las partes, concretamente el Fiscal y la Defensa. Con respecto a las modalidades de la divulgación, la Sala
señala las disposiciones relevantes en el párrafo 3 del artículo 61 y el párrafo 2 del artículo 67 del Estatuto y las
reglas 83 y 121 de las Reglas.
La Sala señala además que las modalidades de divulgación estarán sujetas a cualquier decisión tomada por la
Sala con respecto a las restricciones de divulgación con arreglo a las reglas 81 y 82 de las Reglas.
La Sala observa que las disposiciones sobre la divulgación, especialmente el apartado c) de la subregla 2 de
la regla 121 de las Reglas, establecen claramente una distinción entre una “divulgación” inter partes y una
“comunicación” con la Sala. Por lo tanto, la Sala considera que el concepto de “divulgación” no debe ser
confundido con el concepto de “comunicación” de pruebas a las Salas. La Sala no es parte en las actuaciones y
no toma parte en el proceso de divulgación. De conformidad con el apartado b) de la subregla 2 de la regla 121
de las Reglas, la Sala garantizará que la divulgación tenga lugar en condiciones satisfactorias. Así, para que la
Sala se encuentre en posición de cerciorarse que una divulgación apropiada tome lugar y tomar una decisión
informada de acuerdo con su mandato estatutario tal como está establecido en la parte I, la Sala deberá ser
informada a través de la comunicación de todas las pruebas divulgadas entre las partes.
La Sala nota que en virtud del apartado c) de la subregla 2 de la regla 121 de las Reglas “[t] odas las pruebas que
el Fiscal haya puesto en conocimiento del imputado a los efectos de la audiencia de confirmación de los cargos
serán comunicadas a la Sala de Cuestiones Preliminares”. La referencia a “todas las pruebas” significa que la
comunicación con la Sala comprende toda las pruebas divulgadas entre las partes y que no están limitadas
a las pruebas que las partes proponen hacer valer o presentar en la audiencia de confirmación. Los trabajos
preparatorios acerca de esa regla indican que fue colocada por primera vez en la sección de divulgación como
proyecto de regla 5.12, antes de las reglas relativas a la divulgación stricto sensu y a la inspección que ahora se
ha convertido en las reglas 76 y 79 de las Reglas. Sin embargo, las delegaciones decidieron que el proyecto de
la regla 5.12 sería mejor colocado en la regla relativa a la audiencia de confirmación. Sin ninguna modificación,
ese proyecto de regla fue entonces transferido e incorporado a la presente regla 121 de las Reglas. La Sala opina
que esto es una indicación de que los redactores tenían de la intención de que el apartado c) de la subregla 2
[TRADUCCIÓN] Esta solicitud se determinará sobre la base de tres cuestiones de principio distintas. En primer
lugar, el acusado tiene el derecho a ser oído públicamente (párrafo 1 del artículo 67 del Estatuto de Roma). En
segundo lugar, la Corte tiene varias obligaciones tal como la de proteger “la seguridad, el bienestar físico y
psicológico, la dignidad y la vida privada de las víctimas y testigos” (párrafo 1 del artículo 68 del Estatuto), la de
“adoptar medidas para la protección del acusado, de los testigos y de las víctimas” (apartado e) del párrafo 6 del
artículo 64 del Estatuto), así como la de tomar “las medidas necesarias para asegurar el carácter confidencial de
la información [y] proteger la seguridad de los testigos y de las víctimas y sus familiares” (subregla 4 de la regla
81 las Reglas). En tercer lugar, la Fiscalía tiene la obligación de divulgar a la Defensa las copias de cualquier
declaración hecha por aquellos testigos que se propone llamar, así como las pruebas que obren en su poder
o estén en su control y que, a su juicio, “indiquen o tiendan a indicar la inocencia del acusado, o a atenuar
su culpabilidad, o que puedan afectar a la credibilidad de las pruebas de cargo” (párrafo 2 del artículo 67 del
Estatuto). Además, la Fiscalía “[p] ermitirá a la defensa inspeccionar los libros, documentos, fotografías u otros
objetos tangibles que obren en su poder o estén bajo su control y que sean pertinentes para la preparación de
la defensa o […] se hayan obtenido del acusado o le pertenezcan” (regla 77 de las Reglas). Este último principio
ha sido generalmente referido por la Sala de Apelaciones como la divulgación de material eximente.
del acusado a un juicio justo, y, en el contexto particular de esta causa, el material eximente en posesión de
la Fiscalía y la Sección de Participación y Reparación de las Víctimas. Mientras que la Sala garantizará que los
derechos del acusado a un juicio justo estén plenamente protegidos, establecer el medio más adecuado para
implementar esos derechos debe tener en cuenta la posición y los derechos de las víctimas participantes que
también son testigos.
En todas las circunstancias, el balance y la aplicación de estos tres principios muestran que el régimen establecido
por esta Sala y la Sala de Apelaciones para dar efecto a la divulgación y resolver problemas relacionados debe
ser seguido por aquellas personas que cuenten con doble estatus. La Fiscalía ha indicado que trata a este grupo
de testigos de la misma manera que a todos los demás testigos en la causa, en particular porque tiene en su
poder la versión no expurgada de los formularios de solicitud, junto con - lo que se deduce - cualesquiera
documentos justificativos. También ha indicado que estas solicitudes, en su opinión, deben ser consideradas
de la misma manera como se consideran las declaraciones de testigos, y que están cubiertos por la subregla 1
de la regla 76 de las Reglas. Por lo tanto, la Fiscalía está en condiciones de divulgar todo el material eximente
correspondiente a esta solicitud, y es el órgano que está sujeto a obligaciones positivas de divulgación.
Por consiguiente, la Sala es de la opinión que la Fiscalía debe aplicar las mismas modalidades a este material
como a cualquier otro material eximente que obra en su poder. La única salvedad es que antes de divulgar
información relativa a estos testigos particulares que tienen doble estatus se debe solicitar las opiniones de sus
Representantes legales y, si se plantean objeciones con respecto a la divulgación, el asunto debe ser llevado
inmediatamente, por medio de una solicitud, ante la Sala para su determinación. No es apropiado ordenar
al Secretario volver a clasificar las solicitudes de las víctimas tal como es descrito en el párrafo 8 supra. Por
las razones expuestas hasta entonces, este asunto se resuelve adecuadamente mediante la aplicación de las
modalidades de divulgación descritas en esta decisión.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1637, Sala de Primera Instancia I, 21 de enero de 2009, párrs. 9-13.
[TRADUCCIÓN] El papel exacto de los intermediarios (junto con la manera en que cumplen sus funciones) se
ha convertido en un asunto de suma importancia en este juicio. Contrariamente a lo que alega la Fiscalía, los
argumentos de la Defensa no se basan sobre afirmaciones especulativas: están, en gran medida, claramente
corroborados por las pruebas. Teniendo en cuenta el ensayo extenso de las declaraciones y documentos antes
mencionados, no es necesario repetir en detalles los hechos concretos sobre los que se apoya la Defensa, en
cambio, la Sala necesita centrarse en las consecuencias de los materiales presentados ante la Corte.
La Sala está consciente de los riesgos potenciales para los intermediarios contratados por la Fiscalía una vez
que sus identidades son reveladas al acusado, así como de las posibles consecuencias negativas en cuanto a su
utilidad futura, pero ahora existen bases reales para preocuparse en cuanto al sistema empleado por la Fiscalía
para encontrar posibles testigos. Las pruebas han ampliamente demostrado que los intermediarios, si así lo
deseaban, influyeran a los testigos en lo que respecta a las declaraciones que aportaron a la fiscalía, y, como
se ha expuesto, hay pruebas de que esto pudo haber ocurrido. En estas circunstancias, sería injusto negar a
la Defensa la oportunidad de investigar esta posibilidad acerca de todos los intermediarios utilizados por la
Fiscalía en cuanto a los testigos correspondientes a esta causa, donde las pruebas justifican ese curso.
Tomando en cuenta la historia y en los argumentos expuestos en detalles arriba, y aplicando el marco del
Estatuto de Roma y el análisis que se acaba de ensayar, la Sala ha adoptado el siguiente enfoque:
a. Dadas las consideraciones muy diferentes que son aplicables a cada intermediario (u otras personas que
ayudaron de una manera similar o vinculada), la divulgación de su identidad a la Defensa tendrá que ser
decidida de forma individual caso por caso, en vez de un planteamiento general e indiferenciado.
b. El umbral para la divulgación es si, prima facie, existen bases para sospechar que el intermediario
en cuestión habría estado en contacto con uno o más testigos, cuyo testimonio incriminante ha sido
materialmente puesto en cuestión a razón, por ejemplo, de las contradicciones internas o por otras
pruebas. Si es así, se puede divulgar la identidad del intermediario en virtud de la regla 77 de las
Reglas. Teniendo en cuenta las pruebas ante la Sala de que algunos intermediarios pueden haber
intentado persuadir a las personas para que ofrezcan pruebas falsas, y que algunos de los intermediarios
estuvieron en contacto entre sí, la Sala considera que en estas circunstancias la Defensa debe contar
con la oportunidad de explorar si el intermediario en cuestión puede haber tratado de persuadir a una
[TRADUCCIÓN] La Sala nota que le Estatuto no proporciona un marco en el que se divulgue información
recíprocamente. Las obligaciones de divulgación de la Fiscalía y la Defensa difieren de forma significativa,
debido a las funciones particulares que las dos partes tienen en el juicio. Mientras que la Fiscalía tiene la carga
de la prueba y tiene que investigar tanto las circunstancias incriminantes como las eximentes de conformidad
con el apartado a) del párrafo 1 del artículo 54 del Estatuto, el papel de la Defensa es en gran medida reaccionar
a la presentación de la prueba que hace la Fiscalía. El Estatuto y las Reglas imponen obligaciones específicas a la
Fiscalía en la divulgación a la Defensa de materiales incriminantes y eximentes, dando el tiempo necesario para
que el acusado pueda preparar adecuadamente su defensa. Las obligaciones de divulgación de la defensa son
diferentes y más limitas en conformidad con las reglas 78 y 79 de las Reglas.
Como se ha sido señalado por la Sala de Cuestiones Preliminares I en la causa Lubanga, “ la tensión entre los
elementos irreductibles necesarios para tener un juicio justo (el cual incluye el derecho a guardar silencio) por un
lado, y las obligaciones apropiadas sobre la divulgación por parte de la defensa, por el otro lado, no es siempre
fácil de resolver”. La sala sostuvo además que “[e] l punto de partida para el examen de [la divulgación defensa]
es que los derechos fundamentales del acusado a no incriminarse a sí mismo y a permanecer en silencio no
deben ser perjudicados por todas las obligaciones impuestas en la defensa, o de cualquier otra manera”. La
Sala tiene, por tanto “la obligación crítica de defender estas protecciones, las cuales están consagradas en
el Estatuto”. Sin embargo, la Sala destaca que el marco del Estatuto contiene disposiciones importantes que
definen las obligaciones que pueden imponérsele a la defensa con el fin de garantizar un juicio justo y expedito,
garantizando al mismo tiempo que le de los derechos del acusado no son infringidos. La Sala considera, en
particular, que la implementación significativa y efectiva del principio audita alteram partem requiere que la
parte que responda tenga el tiempo suficiente para preparar su respuesta.
En cumplimiento de los párrafos 1 y 2 de la regla 79 de las Reglas, de hecho, la Defensa debe notificar a la
Fiscalía de su intención de plantear la existencia de una coartada o plantear un motivo que eximiese al acusado
de responsabilidad penal en conformidad con en el párrafo 1 del artículo 31 del Estatuto así como los nombres
de los testigos y cualquier otra prueba en su apoyo. Éstas deben ser comunicadas con la suficiente antelación
para permitir a la Fiscalía prepararse adecuadamente y responder. Además, la regla 78 de las Reglas dispone
que la Defensa permitirá que la inspección por parte de la Fiscalía de cualquier libro, documento, fotografía u
otros objetos tangibles en su posesión o control, los cuales están “destinados a ser utilizados como prueba en
el juicio”.
Además, existen otras disposiciones que prevén la divulgación que puede ir más allá del alcance de las reglas 78
y el párrafo 1 de la regla 79 de las Reglas, concretamente el párrafo 4 de la regla 79 de las Reglas, la norma 54
del Reglamento de la Corte y la norma 52 del Reglamento de la Secretaría. Sin embargo, estas reglas deben ser
siempre leídas a la luz de los derechos estatutarios del acusado, la Sala tiene “el deber de asegurar que cualquier
orden discrecional que haga con respecto a la divulgación de información por la defensa no menoscabe el
derecho del acusado a un juicio justo e imparcial en el cual sus derechos estén plenamente garantizados “.
La Cámara consideró que cuestionar el testimonio de uno de los testigos de la Fiscalía usando pruebas
documentales desencadena una obligación de divulgar tales documentos a la Fiscalía con suficiente antelación
al testimonio del testigo.
Por esta razón, y dada la necesidad de garantizar la equidad procesal y promover la eficiencia del juicio, en su
Decisión sobre la regla 140, la Sala ordenó, entre otras cosas, que la Defensa se comunique con las partes y los
participantes, así como con la Sala y el oficial de la Corte, la lista de los documentos que se propone utilizar
su posesión la cual requiera, según la Cámara, que sea proporcionada a las partes y participantes.
La Sala observa que la regla 78 de las Reglas, si bien comparte algunas similitudes con la regla 77 de las Reglas,
también contiene algunos elementos distintivos. Las obligaciones de divulgación de información de la Fiscalía
en virtud del artículo 77 del Estatuto son más extensas. La Fiscalía debe permitir a la defensa inspeccionar
cualquier objeto tangible que se propone utilizar en el juicio, que sea “importante para la preparación de su
defensa”. Tal como se mencionó anteriormente, la obligación de divulgación de la Fiscalía en virtud de la regla
77 es una consecuencia del papel y las funciones de la Fiscalía, así como de los derechos del acusado, por lo que
no está reflejada en la regla 78 de las Reglas.
El material a ser divulgado por la Fiscalía debe ser proporcionado a la Defensa con la suficiente antelación para
que el acusado pueda preparar su defensa, de conformidad con el apartado b) del párrafo 1 del artículo 67 del
Estatuto. En la presente causa, la Sala ordenó a la Fiscalía que revelase todas las pruebas incriminantes como
excimentes (con la posibilidad de utilizar diferentes modos de divulgación de material para el cual redacciones
u otras medidas de protección sean todavía necesarias) varios meses antes del comienzo previsto del juicio.
La Sala es de la opinión de que la Defensa tiene que divulgar el material sólo cuando se ha decidido que se
va a utilizar en el juicio. Por razones de justicia y eficiencia en las actuciones, la divulgación debe hacerse
dentro de un plazo razonable antes de la audiencia durante la cual se presentará, con el fin de permitir que
la Fiscalía tenga la oportunidad de prepararse adecuadamente. La Sala anima a la Defensa que permita a la
Fiscalía inspeccionar los documentos u otros objetos tangibles contemplados en el artículo 78 del Estatuto, tan
pronto como se toma la decisión de utilizarlos en el juicio.
En cualquier caso, la Sala considera que la Defensa permitirá al Fiscalía inspeccionar todo el material en su
posesión o control, el cual tiene la intención de utilizar en el juicio de conformidad con la regla 78 de las Reglas,
no menos de dos semanas antes del inicio programado del caso de la Defensa.
Por otra parte, la Sala recuerda que, de conformidad con el párrafo 103 de la Decisión sobre la regla 140 de
las Reglas, la defensa debe proporcionar a la Sala, las partes y los participantes una lista de los documentos
que tiene intención de utilizar con el objeto del interrogatorio principal de cada testigo. Con el fin de permitir
que la parte contraria tiempo suficiente para prepararse para el contrainterrogatorio, la lista de documentos
será comunicada con suficiente antelación del día en que está programado que el testigo comenzará a dar su
testimonio. Esto no puede suceder, bajo ninguna circunstancia, ser menos que tres (3) días antes de la audiencia
programada.
En cuanto a las modalidades de comunicar el material de la Defensa a las otras partes y participantes, la Sala
señala que “inspección” en regla 77 de las Reglas ha sido interpretada por la Fiscalía como que incluye la
divulgación de documentos en formato electrónico. La Sala ha avalado esta práctica, y considera que también
debería ampliarse a la regla 78 de las Reglas.
La Sala es de la opinión de que una obligación de divulgar un documento indicando los argumentos de defensa,
así como cualquier otra información relativa a la identificación de los testigos de la Defensa, sus declaraciones
o resúmenes de los mismos, no se puede deducir del párrafo 4 de la regla 79. Este material no puede ser
considerado como “prueba” y por lo tanto no entra dentro del material que se puede ordenar a la Defensa que
divulgue de conformidad con esta regla.
La Sala señala, sin embargo, que la norma 54 del Reglamento de la Corte provee que “[d] e conformidad con el
Estatuto y las Reglas, en una reunión con las partes, la Sala de Primera Instancia podrá dictar cualquier orden
que considere procedente en interés de la justicia a los efectos del procedimiento” sobre, entre otras cosas, un
resumen de las pruebas sobre cuales los participantes tienen la intención de apoyarse; la longitud de las pruebas
en las que se dependerá; la longitud del interrogatorio de los testigos; el número y la identidad (incluyendo
cualquier pseudónimo) de los testigos que se llamarán; la producción y la divulgación de las declaraciones de
los testigos en los que los participantes proponen depender; las cuestiones que los participantes proponen
plantear durante el juicio; la presentación de pruebas en forma resumida; y las defensas, si las hubiera, que el
acusado presentará.
Si bien el Estatuto y las Reglas no prevén ninguna indicación específica relativa al momento de la prestación de
dicho material, la Sala determina que la comunicación de determinada información relativa al caso de defensa,
antes de que comience, ayudará a garantizar un juicio justo y expedito. En particular, la Sala determina que la
[TRADUCCIÓN] La Sala reitera los principios establecidos en la decisión que dictó el 7 de julio de 2010,
según la cual: 1) la presunción es que el material que ha de divulgarse será ofrecido en su totalidad y que las
expurgaciones tienen que estar justificadas individualmente; 2) una vez que las expurgaciones impuestas por la
subregla 1 de la regla 81 de las Reglas ya no son necesarias, la divulgación no requiere autorización de la Sala;
y 3) la autorización de la Sala es necesaria para levantar las expurgaciones autorizadas con arreglo a la subregla
4 de la regla 81 de las Reglas debido a que éstas fueron impuestas para proteger a los testigos y las víctimas,
sus familiares y otras personas en peligro en razón de las actividades de la Corte, por los cuales la Sala tiene la
última responsabilidad en virtud del párrafo 1 del artículo 68 del Estatuto.
Al adoptar su decisión sobre las observaciones de la Fiscalía, la Sala ha tenido en cuenta si existe o no un riesgo
para la seguridad de las terceras partes interesadas, y si pueden o no beneficiarse de medidas de protección
distintas a la expurgación de información identificadora en las relacionadas declaraciones de los testigos. Como
ya ha declarado en su decisión de 7 de julio de 2010, la relativa estabilidad de la República Centroafricana es un
factor que la Sala ha tenido en cuenta al evaluar si las solicitudes para levantar las expurgaciones tendrán un
impacto adverso en la seguridad de un individuo.
Véase n° ICC-01/05-01/08-977-Red, Sala de Primera Instancia III, 26 de enero de 2011, párrs. 6 y 9.
[TRADUCCIÓN] La Sala señala en primer lugar que el derecho a la divulgación de los documentos a los
tres propósitos identificados por la Defensa no está expresamente establecido en el Estatuto o las Reglas. Sin
embargo, la existencia de un derecho a tal divulgación a los efectos de solicitar una liberación provisional fue
confirmada por la Sala de Apelaciones. En la causa Bemba, la Sala de Apelaciones sostuvo que:
“a fin de asegurar tanto la igualdad de armas como un procedimiento contradictorio, se debe dar a la Defensa, en
la mayor medida posible, acceso a los documentos que sean esenciales para impugnar eficazmente la licitud de la
detención, teniendo presentes las circunstancias de la causa”.
A la luz de este dictamen, la Sala está de acuerdo con la afirmación de la Defensa que tiene el derecho de
acceder a los documentos que son esenciales a los fines de la solicitud de liberación provisional, que es uno
de los tres propósitos para los cuales la Defensa solicita la divulgación. La Sala recuerda que el 25 de enero de
2011, se le concedió a la Defensa el acceso a dichos documentos, siguiendo la reclasificación de los anexos de la
solicitud de la Fiscalía de una orden de detención.
Cuanto a la divulgación a los efectos de impugnar la validez de la orden de detención, la Sala observa que los
motivos por los cuales tal impugnación puede hacerse son similares a los motivos para solicitar la liberación
provisional y por lo tanto requieren el acceso a los mismos documentos. Por esta razón y en vista del hecho
de que la Defensa ya tiene acceso a los materiales justificativos de la solicitud de la Fiscalía de una orden de
también es de la opinión de que un ejercicio efectivo del derecho a impugnar la admisibilidad de la causa o la
competencia de la Corte, un derecho expresamente previsto en el Estatuto, requiere el acceso a los documentos
pertinentes. Por estas razones, la Sala reconoce que la Defensa debe tener acceso a los documentos que son
esenciales para impugnar efectivamente la admisibilidad de la causa o la competencia de la Corte.
Véase n° ICC-01/04-01/10-47, Sala de Cuestiones Preliminares I, 27 de enero de 2011, párrs. 10-11 y 13.
[TRADUCCIÓN] La Sala, al mismo tiempo que reconoce la presunción de que la divulgación se realizará en
su totalidad, debe sopesar los preocupaciones en materia de seguridad acerca de las personas y organizaciones
mencionadas en los formularios de solicitud de las víctimas y los derechos del acusado a un juicio justo,
incluyendo su derecho, primero, a obtener las pruebas eximentes en virtud del párrafo 2 del artículo 67 del
Estatuto de Roma y, segundo, a inspeccionar el material que obra en poder o está bajo el control de la Fiscalía
que sea pertinente para la preparación de la Defensa con arreglo a la regla 77 de las Reglas de Procedimiento y
Prueba. Desde que se autorizó la expurgación de los formularios de solicitud de las víctimas, la prueba emergente
ha llevado a una re-evaluación de la pertinencia de una serie de cuestiones en el juicio. En particular, las
verdaderas identidades de un número de testigos llamados por la Fiscalía, la Defensa y algunas de las víctimas
participantes han sido ampliamente examinadas, y la Sala tiene pruebas de que algunas falsas identidades
pueden haber sido proporcionadas a la Corte. Además, existen pruebas que sugieren que los testigos que han
afirmado ser ex niños soldados, o los que dicen ser sus familiares, no han dicho la verdad. Como resultado,
la información que hasta entonces se consideró irrelevante ahora puede haberse convertido en divulgable en
virtud de la regla 77 de las Reglas, ya que se trata de material pertinente para la preparación de la Defensa si
obra en poder de la Fiscalía. La Sala nota, sin embargo, que la información actualmente bajo consideración
está en manos del Representante legal de las víctimas y de la Sección de Participación y Reparación de las
Víctimas, y no está en la Fiscalía. Sin embargo, en la medida en que los elementos de este material hayan sido
utilizados como base para el interrogatorio por parte del Representante legal en las actuaciones o pueda asistir
a la determinación de las verdaderas identidades de ciertos individuos que son relevantes para este juicio - ya
sea como víctimas, testigos u otros - la Sala revisará las expurgaciones previamente concedidas.
Véase n° ICC-01/04-01/06-2586-Red, Sala de Primera Instancia I, 4 de febrero de 2011, párrs. 4 y 5.
[TRADUCCIÓN] La Sala hace hincapié en la segunda decisión sobre cuestiones relacionadas con la divulgación,
que dictó en la causa Abu Garda y por la cual la mayoría estableció (el magistrado Cuno Tarfusser adjuntó una
opinión parcialmente disidente) los siguientes principios: a. la divulgación debe ser llevada a cabo inter partes,
entre el Fiscal y la Defensa; b. el deber de comunicación a la Sala de Cuestiones Preliminares de “todas las
pruebas que el Fiscal haya puesto en conocimiento del imputado a los efectos de la audiencia de confirmación”
de conformidad con el apartado c) de la subregla 2 de la regla 121 de las Reglas tiene por objeto colocar a la Sala
de Cuestiones Preliminares en condiciones de organizar y dirigir adecuadamente la audiencia de confirmación.
Este deber de comunicación requiere archivar las pruebas que se harán valer en la audiencia de confirmación
de los cargos [en el expediente de la causa] ; c. basados en el alcance limitado y el propósito de la audiencia
de confirmación, los materiales sujetos a divulgación que las partes no propongan presentar en la audiencia
de confirmación de los cargos (incluidos materiales de naturaleza potencialmente eximente o de otra manera
pertinentes para la preparación de la Defensa que el Fiscal deba divulgar a la Defensa o de los cuales deba
permitir la inspección, con arreglo al apartado b) del párrafo 1 y el párrafo 2 del artículo 67 del Estatuto y a la
regla 77 de las Reglas) no tienen que ser comunicados a la Sala; d. como un registro de los intercambios inter
partes, después de cualquier acto de divulgación de materiales en virtud del párrafo 2 del artículo 67 del Estatuto,
el Fiscal tiene que archivar en el expediente de la causa una nota de divulgación firmada por ambas partes y
que contiene una lista de los elementos sujetos a divulgación y sus números de referencia; e. del mismo modo,
con respecto al material mencionado en la regla 77 de las Reglas, se solicita al Fiscal archivar en el expediente
de la causa un informe de inspección previa que contenga una lista de los elementos puestos a disposición de
la Defensa junto con sus números de referencia. Después de toda inspección de las copias originales de los
documentos identificados por la Defensa, se solicita al Fiscal archivar en el expediente de la causa un informe de
inspección firmado por ambas partes, que debe incluir una lista de los elementos inspeccionados, sus números
[TRADUCCIÓN] La magistrada única señala el apartado a) del párrafo 1 y el párrafo 3 del artículo 21, el párrafo
3 del artículo 61 y el párrafo 2 del artículo 67 del Estatuto, así como las reglas 77 y la subregla 2 de la regla 121
de la Reglas.
La magistrada única recuerda que el ámbito de la divulgación de pruebas entre las partes está regulado por
varias disposiciones del derecho aplicable. En este sentido, vale la pena aclarar desde el principio que cuando
una disposición establece la obligación de divulgación, cualquiera de estos materiales que puedan estar
comprendidos dentro de su alcance debe ser divulgado a la Defensa en virtud de esa disposición. A los fines
[TRADUCCIÓN] En virtud de la regla 77 de las Reglas, la Fiscalía está obligada a permitir a la Defensa
inspeccionar los libros, documentos, fotografías u otros objetos tangibles que obren en su poder o estén bajo
su control y que i) sean pertinentes para la preparación de la Defensa o ii) que él tenga el propósito de utilizar
como prueba en la audiencia de confirmación de los cargos o en el juicio o iii) se hayan obtenido del acusado
o le pertenezcan. Aquí, los elementos solicitados no vinieron del acusado, y la Fiscalía no tiene el propósito
de utilizarlos en el juicio. Por lo tanto, la pregunta que la Sala tiene que contestar es de saber si los elementos
solicitados son “pertinentes para la preparación de la defensa”.
Para ello, la Sala comienza con el examen de la jurisprudencia acerca del alcance del requisito de pertinencia
del material previsto en la regla 77.
La Sala se guía, ante todo, por la sentencia dictada por la Sala de Apelaciones en la causa Lubanga. La Sala
de Apelaciones sostuvo en esa causa que el “los materiales relativos al uso general de niños soldados en la
RDC [eran] pertinentes para la preparación de la defensa del acusado”, y por lo tanto sujeto a divulgación de
conformidad con la regla 77. Basándose en la jurisprudencia del TPIY y el TPIR, la Sala de Apelaciones también
delineó el alcance de aplicación del requisito de pertinencia del material previsto en la regla 77, sosteniendo que
“la expresión ‘pertinentes para la preparación de la defensa’ debe entenderse como referida a todos los objetos
que sean pertinentes para la preparación de la defensa”.
También resultan instructivas las decisiones de Sala de Primera Instancia I en el caso Lubanga y la de Sala de
Primera Instancia II en la causa Katanga y Ngudjolo Chui. En el caso Lubanga, la Sala de Primera Instancia I
ordenó a la Fiscalía divulgar cualquier material en su poder que “sea pertinente y se refiera a los testigos de la
Defensa”, incluido el material que la Fiscalía tenía el propósito de utilizar en el interrogatorio de los testigos de
la Defensa. De este modo, la Sala de Primera Instancia I discutió el alcance del requisito de pertinencia previsto
en la regla 77 en los siguientes términos:
Las obligaciones de divulgación de la Fiscalía, con arreglo a la regla 77 de las Reglas, son amplias y abarcan,
entre otras cosas, cualquier elemento que sea pertinente para la preparación de la Defensa, e incluye no sólo
el material que puede socavar el caso de la Fiscalía o apoyar una línea de argumentación de la Defensa, sino
también cualquier elemento fundamental que sea pertinente, en un sentido más general, para la preparación de
la Defensa. Esto significa que la Fiscalía debe comunicar a la Defensa cualquier material que obre en su poder
y que pueda significativamente ayudar al acusado a comprender las pruebas incriminantes y eximentes, y las
cuestiones, en la causa.
[TRADUCCIÓN] En consonancia con la práctica anterior en esta Corte y por razones de equidad, la Sala
no permitirá a las víctimas declarar como testigos o presentar sus opiniones y observaciones, a menos que
renuncien a su anonimato respecto de las partes. Sin embargo, la identidad de las víctimas no necesita ser
revelada a las partes a menos que, y hasta que, la Sala les conceda permiso para declarar y/o presentar sus
opiniones y observaciones. Este enfoque refleja las preocupaciones de seguridad expresadas por las víctimas y el
hecho de que algunas víctimas parecen haber dado su consentimiento para que sus identidades sean reveladas
sólo si la Sala les concede permiso para comparecer.
Si las declaraciones escritas de las víctimas pertinentes contienen información de identificación que no debe ser
divulgada a la partes antes de la determinación de la Sala sobre el fondo de sus solicitudes, los Representantes
legales deben presentar ex parte las declaraciones escritas de las víctimas, con las expurgaciones propuestas
al respecto de la información identificadora. Sin perjuicio de las modificaciones ordenadas por la Sala, las
versiones expurgadas serán notificadas a las partes.
Una vez que las solicitudes complementadas y las declaraciones escritas se han presentado y la Sala ha decidido
sobre las expurgaciones propuestas, la Sala dará instrucciones a la Sección de Participación y Reparación de las
Víctimas para que proporcione a las partes las versiones sin expurgar o expurgadas en menor medida de los
formularios de solicitud de las víctimas pertinentes. Además, la Sala proporcionará a las partes con las porciones
pertinentes de los anexos ex parte a las decisiones de la Sala sobre la participación de las víctimas en las que se
les concedió a las víctimas el estatus correspondiente de participante en esta causa.
Véase n° ICC-01/05-01/08-2027, Sala de Primera Instancia III, 21 de diciembre de 2011, párrs. 19-21.
[TRADUCCIÓN] Sin embargo, la magistrada única observa que los plazos específicos para la presentación
de peticiones de expurgación a la Sala se estipularon para que la prueba fuese divulgada a la Defensa lo antes
posible y de manera constante.
Aunque las partes tienen la obligación de cumplir con dichos plazos, estos no deben limitar las posibilidades
de las partes para solicitar medidas de protección o para fundamentarse en pruebas durante la audiencia de
confirmación de los cargos.
Cualquier consecuencia de incumplimiento con los plazos para la divulgación ha de ser determinada por la Sala
dentro de sus facultades y obligaciones con relación al proceso de divulgación, como se estipula en el párrafo 3
del artículo 61 del Estatuto y la subregla 2 de la regla 121 de las Reglas.
[…]
La magistrada única pone de relieve con fines de aclaración que para autorizar cualquier expurgación conforme
a las subreglas 2 y 4 de la regla 81 de las Reglas, la magistrada única debe ante todo llegar a la conclusión de
que la divulgación a la Defensa de la información que se ha pedido expurgar, en esa etapa del procedimiento,
podría: i) perjudicar las investigaciones futuras o en curso del Fiscal (subregla 2 de la regla 81 de las Reglas); ii)
afectar al carácter confidencial de la información con arreglo a los artículos 54, 72 y 93 del Estatuto (subregla
4 de la regla 81 de las Reglas); o iii) poner en peligro a una persona en particular (subregla 4 de la regla 81
de las Reglas). Como indicó la Sala de Apelaciones, “el peligro alegado debe conllevar un riesgo justificado
objetivamente” ya sea para la seguridad de la persona concernida o para las investigaciones en curso o futuras
del Fiscal. La Sala de Apelaciones sostuvo además que “debería tenerse en cuenta la situación del sospechoso,
incluyendo entre otras cosas si hay factores que indiquen que podría transmitir dicha información a terceros o
actuar de tal manera que ponga en riesgo a la persona en cuestión”.
Tras haber determinado la existencia de dicho riesgo, la magistrada única evaluará si las expurgaciones
solicitadas son necesarias, a saber si la expurgaciones podrían eliminar o reducir dicho riesgo y considerando
que en esta fase no haya disponibles medidas de protección alternativas menos invasivas.
La magistrada única también determinará si las expurgaciones no redundan en perjuicio de los derechos del
sospechoso ni son incompatibles con estos, incluido el derecho a un juicio justo e imparcial. Al actuar así, se
prestará particular atención a la relevancia de la información que se solicita expurgar a la Defensa, así como a
la etapa del procedimiento, y se garantizará en todo momento que el hecho de no divulgar tal información “no
supondría que la audiencia de confirmación de los cargos, vista en su conjunto, fuera injusta para el sospechoso”.
La magistrada única sólo autorizará las expurgaciones solicitadas si está convencida del cumplimiento de las
condiciones anteriormente mencionadas. La magistrada única también subraya que podría necesitarse divulgar
más adelante la información no revelada si las circunstancias cambian. El Fiscal deberá por lo tanto remitir
a la atención de la Sala cualquier factor que pueda justificar una variación en una resolución relativa a la no
divulgación.
[…]
La magistrada única recuerda que, según la interpretación de la Sala de Apelaciones, la subregla 4 de la regla
81 de las Reglas (donde proporciona la base jurídica para solicitar expurgaciones a fin de “proteger la seguridad
de los testigos y de las víctimas y sus familiares”) incluye la posibilidad de solicitar expurgaciones también para
proteger a “[otras] personas en riesgo debido a las actividades de la Corte”. Por consiguiente, la no divulgación
de información relacionada con terceras personas en riesgo debido a las actividades de la Corte también está
[TRADUCCIÓN] La magistrada única recuerda que para autorizar peticiones de expurgación conforme a
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de vícimas | Pruebas
la subregla 4 de la regla 81 de las Reglas, la magistrada única debe en primer lugar y ante todo llegar a la
conclusión de que la divulgación al Fiscal de las identidades de estas personas, en esta etapa del procedimiento,
podrían suponer un peligro para su seguridad. Se recuerda que el riesgo alegado para la seguridad debe ser
“objetivamente justificable”. Tras haber determinado la existencia de tal riesgo, la magistrada única debe
evaluar si las expurgaciones solicitadas son necesarias, a saber si las expurgaciones podrían eliminar o reducir
dicho riesgo; y si en esta fase hay disponibles medidas de protección alternativas menos invasivas.
Véase nº ICC-02/11-01/11-195, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 26 de julio de 2012,
párr. 10.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única subraya que los protocolos regulan el uso de los nombre de testigos en
el curso de las investigaciones y especifican muy claramente que en los casos en los que resulta necesario referir
el nombre de un testigo a una tercera parte, la parte no puede divulgar que la persona es un testigo ni que
colabora con la Corte. Hay previstas más garantías en caso de que una tercera parte descubra que una persona
nombrada colabora con la Corte, y todas las partes tienen la obligación de alertar del posible peligro que sus
investigaciones pueden ocasionar a los testigos. Cualquier sospecha razonable de que un testigo puede estar en
peligro deberá ser comunicada a la Dependencia de Víctimas y Testigos y a la Sala lo antes posible.
Véase nº ICC-02/11-01/11-195, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 26 de julio de 2012,
párr. 14.
[TRADUCCIÓN] Las Salas de esta Corte han puesto de relieve consistentemente el principio fundamental
de que, por regla general, el material apto para ser divulgado se presentará en su totalidad, mientras que las
expurgaciones necesitan ser justificadas y autorizadas individualmente según las disposiciones del marco del
Estatuto de Roma.
Se ha estipulado que “será responsabilidad del Fiscal que solicita las expurgaciones el determinar que dichas
expurgaciones están justificadas”, mientras que la responsabilidad de la Sala es pronunciarse sobre la solicitud.
La Sala de Apelaciones sostuvo que los requisitos para autorizar la no divulgación de información son los
siguientes: i) la existencia de un “riesgo justificable objetivamente” para la seguridad de la persona concernida
o que pueda perjudicar las investigaciones futuras o en curso; ii) el riesgo debe provenir de la divulgación de
la información en particular al acusado; iii) la imposibilidad o insuficiencia de medidas de protección menos
restrictivas; iv) una evaluación sobre si las expurgaciones solicitadas no redundan “en perjucio de los derechos
del acusado o de un juicio justo e imparcial ni son incompatibles con estos”; y v) la obligación de revisar
periódicamente la decisión por la que se autorizan las expurgaciones si las circunstancias cambian. En este
contexto, la Sala opina que la adopción del procedimiento de expurgación racionalizado que se expone en el
protocolo (anexo A de esta decisión) es apropiado para agilizar el proceso de divulgación. El procedimiento
resumido en el protocolo es consecuente con los derechos del acusado. Según el protocolo, la función de
supervisión de la Sala respecto de las expurgaciones no se verá comprometida, en la medida en que a) las
solicitudes directas de expurgación se limitan a aquellas categorías abarcadas generalmente por justificaciones
comunes (“justificaciones generales”) y están previamente aprobadas en virtud de la presente decisión; b)
el protocolo estipula un procedimiento para abordar disputas sobre la solicitud de expurgaciones dentro de
categorías previamente aprobadas caso por caso; c) las expurgaciones que no están dentro de las categorías
previamente aprobadas estarán siempre sujetas a una revisión individual por parte de la Sala. Conforme a lo
establecido en el protocolo, a diferencia de la decisión revocada por la Sala de Apelaciones, nunca se evitan
evaluaciones caso por caso y se ponen en marcha procedimientos minuciosos para garantizar que todas
las expurgaciones refutadas son analizadas por la Sala. La única ocasión en la que el protocolo obvia una
evaluación individualizada de las peticiones de expurgación es en caso de que ambas partes estén convencidas
de que dicha evaluación es innecesaria. En tales circunstancias, el protocolo permite la divulgación con arreglo
a las justificaciones generales, lo que la Sala ha considerado apropiado dadas las circunstancias de esta causa.
[TRADUCCIÓN] En esta causa ha quedado claro que, por ahora, los dos proveedores de información no
consienten la divulgación de los documentos en su totalidad a la Defensa. Con arreglo al apartado c) del párrafo
6 del artículo 64 del Estatuto y la subregla 3 de la regla 81 de las Reglas, la Sala no tiene facultad para disponer
la divulgación del material. Por consiguiente, debe ahora determinar qué medidas compensatorias puede tomar
para garantizar la protección de los derechos de los acusados y la sustanciación de un juicio justo a pesar de
que no se divulgue la información. Como indicó la Sala de Apelaciones, especialmente cuando se trata sólo de
un pequeño número de documentos, pueden incluirse medidas compensatorias apropiadas que identifiquen
nuevo material eximente similar, proporcionen el material de forma resumida, estipulen los hechos relevantes,
o enmienden o retiren los cargos. La Sala observa que se han propuesto varias estrategias respecto de los
documentos bajo consideración, a saber, 1) resúmenes explicativos en lugar de la documentación original,
incluidas citas textuales de las partes pertinentes, 2) admisiones de hecho y 3) pruebas alternativas.
La Sala no decide en esta etapa si la divulgación de resúmenes explicativos junto con las pruebas alternativas
son medidas compensatorias suficientes en el sentido que garantizan la protección de los derechos de los
acusados y la sustanciación de un juicio justo. En cambio, se dispone que la Fiscalía reconsidere la posibilidad de
presente admisiones de hecho, que deberán ser lo más completas posible, con respecto a los ocho documentos
obtenidos del primer proveedor.
[…]
La Sala observa que el segundo proveedor se sigue negando a divulgar los dos documentos en cualquier forma.
Sin embargo, la Fiscalía ha presentado una admisión de hechos que, al considerarse junto con las pruebas
alternativas, disiparía cualquier perjuicio a la Defensa. La Sala considera que esta admisión de hechos ayuda a
garantizar la equidad del juicio. La Sala ha examinado el material no divulgado y la concesión propuesta junto
con las pruebas alternativas, y considera que esta última representa una compensación suficiente. La concesión
es suficientemente amplia y, junto con las pruebas alternativas, abarcan los elementos esenciales incluidos en
los documentos confidenciales. La Defensa debería poder basarse en esta admisión de la Fiscalía en vez de
solicitar la determinación de los hechos mediante el material no disponible. En realidad, y aunque la admisión
no es vinculante para la Sala, la Defensa se encuentra en una posición probatoria más favorable de lo que lo
habría estado de otro modo.
No obstante, la Sala continuará examinando a lo largo del procedimiento la adecuación de estas medidas
cuando sea necesario, a fin de proteger los derechos del acusado.
Véase nº ICC-02/05-03/09-407-Red, Sala de Primera Instancia V, 26 de octubre de 2012, párrs. 8–20.
[TRADUCCIÓN] La Sala, luego de revisar el enfoque adoptado hasta ahora en la Corte, observa que otras
Salas de Primera Instancia decidieron que la divulgación de información confidencial debe seguir siendo
excepcional y limitada a la necesidad de las actividades de investigación de una parte. En opinión de esta Sala,
la prueba de “necesidad” debe ser específica. Adoptar una terminología más amplia y permitir la divulgación
de información confidencial tan pronto como sea “necesario para la presentación y presentación del caso [de
las partes] ”, según lo propuesto por la defensa, pondría en peligro la naturaleza excepcional de la divulgación
de información confidencial. Por lo tanto, la Sala favorece la terminología elegida por la fiscalía, a saber, que la
divulgación debe tener lugar solo de manera limitada y cuando sea “directa y específicamente necesaria” para
la preparación y preparación del caso de una de las partes. El Protocolo refleja éste enfoque.
[...]
[TRADUCCIÓN] La Sala rechaza el argumento de la Fiscalía de que no está obligada a revelar notas de
preselección completas de todos sus testigos de juicio. El esquema legal y jurisprudencia de la Corte tienen
especial cuidado de garantizar que las declaraciones previas de los testigos de cargo que la Fiscalía tiene la
intención de llamar a juicio se divulguen a la defensa. La Regla 76 (1) de las Reglas requiere que la Fiscalía
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de vícimas | Pruebas
comunique a la defensa “los nombres de los testigos que se proponga llamar a declarar en juicio y le entregará
copia de las declaraciones anteriores de éstos”. Esta indicación es lo suficientemente amplia, para fines de
divulgación, para incluir registros de información proporcionados por un testigo de juicio durante una entrevista,
independientemente de la cuestión de si dicho registro técnicamente calificaría como una “declaración” del
testigo para propósitos de recusación del testigo o presentación bajo la regla 68 de las Reglas.
En la medida en que las notas de preselección de testigos que la Fiscalía pretende llamar en el juicio constituyan
registros de información proporcionada por el testigo durante una entrevista, seguramente se considerarán
“documentos materiales para la preparación de la defensa” en el sentido de la regla 77.
La Sala enfatiza que a pesar de que las notas de preselección de los testigos del juicio son necesariamente
materiales para la preparación de la Defensa, no se deduce que siempre deban divulgarse en su totalidad. La
Fiscalía tiene derecho a expurgar el producto de su trabajo y cualquier otra información que esté dentro del
alcance del Protocolo y la propia Defensa reconoce que la Fiscalía tiene derecho a tales expurgaciones cuando
se justifiquen de conformidad con el Protocolo.
La Sala es de la opinión de que se puede extraer información revelable de las notas de preselección de otras
personas, consciente de la necesidad de incluir contexto suficiente para permitir que la Defensa entienda los
extractos. Al respecto, la Sala observa que la Sala de Primera Instancia III ha considerado anteriormente que
divulgar extractos relevantes de notas de preselección, en algunas circunstancias, puede ser una divulgación
suficiente.
La Sala considera que: (i) la Fiscalía tiene la obligación de divulgar las notas de preselección completas
de sus testigos de juicio, (ii) estas notas de preselección pueden contener pasajes expurgados cuando esté
justificado y (iii) la Fiscalía solo tiene la obligación de divulgar las notas de preselección de otras personas que
contienen información divulgable y pueden divulgar esta información al proporcionar extractos de sus notas de
preselección, siendo conscientes de la necesidad de incluir un contexto suficiente para permitir que la Defensa
entienda los extractos.
Ver No. ICC-01 / 09-01 / 11-743-Red, Trial Chamber V, 20 de mayo de 2013, párrs. 20-24.
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones reitera que “[e] l principio fundamental es que debe hacerse una
divulgación completa. Siempre debe tenerse en cuenta que la autorización de no divulgación de información
es la excepción a esta regla general”. Al respecto, la Sala de Apelaciones recuerda su jurisprudencia de que
corresponde a la Fiscal que está buscando expurgaciones “establecer que tales expurgaciones están justificadas
y, en particular, que la divulgación de la información para la cual se solicitan expurgaciones ‘puede perjudicar
las investigaciones posteriores o en curso’” y que, para demostrar esto, la Fiscal tiene que “establecer que el
posible perjuicio a las investigaciones es objetivamente justificable” y “resultaría de la divulgación a la Defensa”.
Además, cuando la Fiscal ha cumplido con esta carga inicial, una Sala debe evaluar si las expurgaciones
propuestas son “perjudiciales o incompatibles con los derechos del acusado y un juicio justo e imparcial”.
Ver No. ICC-01 / 04-01 / 06-3031 A 5 A 6, Sala de Apelaciones, 27 de mayo de 2013, párr. 10
[TRADUCCIÓN] La Sala observa que el 24 de Julio de 2013 autorizó la divulgación de las solicitudes de las
víctimas de cinco testigos de cargo. Sin embargo, la Sala autorizó que se mantuvieran expurgaciones limitadas
vis-à-vis a la defensa, específicamente expurgaciones a la información de contacto de testigos y otros terceros.
La Sala considera que la autorización de la Sala mencionada anteriormente se aplica mutatis mutandis a la
notificación al representante legal de las víctimas (RLV). En consecuencia, el RLV transmitirá a las partes los
formularios de solicitud de las cinco víctimas de doble estado identificadas en la Notificación del RLV. No
obstante, de conformidad con el Artículo 68 (1) del Estatuto y la Regla 81 (4) de las Reglas, la expurgación de la
información de contacto de los testigos y otros terceros se mantendrán vis-à-vis la defensa.
Véase No. ICC-01 / 09-01 / 11-919, Sala de Primera Instancia V (a), 10 de septiembre de 2013, párrs. 4 y 5.
[TRADUCCIÓN] Pasando a los méritos de la Solicitud de la Fiscalía, el Magistrado único observa que no hay
indicios de que nadie que no sea el Sr. Blé Goudé tenga posibles privilegios respecto del Material. La Defensa
Blé Goudé no reivindica ningún privilegio en nombre del Sr. Blé Goudé, y deja a la discreción de la Sala si la
Documentación se ha de divulgar. En estas circunstancias, y a tenor de las alegaciones de la Defensa Blé Goudé,
[TRADUCCIÓN] La Sala recuerda que el propósito del Plazo para la divulgación consistía en proporcionar a la
Defensa tiempo suficiente para su preparación para el juicio. Sin embargo, la Sala observa que, de conformidad
con la subregla 7 de la regla 7 de las Reglas y el párrafo 2 del artículo 67 del Estatuto, la Fiscalía tiene la
obligación permanente de divulgar cualquier prueba que pudiera ser material para la preparación de la defensa,
o que pudiera ser eximente.
Por consiguiente, la Sala considera que la Fiscalía divulgará cualquier material cubierto por la regla 77 de las
Reglas o el párrafo 2 del artículo 67 del Estatuto tan pronto como esté en su posesión o tan pronto como haya
sido evaluado como divulgable, sin solicitar la autorización de la Sala. No obstante, la Sala recuerda a la Fiscalía
su obligación de actuar con diligencia y efectuar la divulgación de manera exhaustiva y oportuna.
En el futuro, al divulgar elementos en virtud de la regla 77 de las Reglas o del párrafo 2 del artículo 67 del
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de vícimas | Pruebas
Estatuto, la Fiscalía indicará claramente el motivo para el retraso en la divulgación en las comunicaciones de
divulgación de la Fiscalía, así como la fecha en la que el material divulgado llegó a sus manos.
[…]
Lo anterior no obstante, la Sala recuerda que en la Primera Decisión en materia de divulgación había indicado
que decidiría si autorizar la divulgación tardía y la incorporación de uno de los Informes Suplementarios a la Lista
de pruebas solamente cuando tuviera el informe en poder, y tomando en consideración factores específicos,
como: ‘i) qué conclusiones se presentarán en estos informes; ii) si las conclusiones en ellos alcanzadas irán
mucho más allá del actual conjunto de pruebas; o iii) la longitud de estos informes’.
[…]
e) Conclusión
La Sala ha considerado las alegaciones de la Defensa a efectos de que el efecto acumulado de la divulgación
tardía y la incorporación de material a la Lista de pruebas se han de tomar en consideración al evaluar la
totalidad del daño que podrían causar a la Defensa. La Sala considera que la acumulación del retraso en la
divulgación autorizado en la presente decisión y en la Primera Decisión en materia de divulgación, así como
las modificaciones de la Lista de Testigos y la Lista de Pruebas autorizadas, no perjudican indebidamente a las
personas acusadas. Para llegar a esta conclusión, la Sala ha dado la debida consideración a las circunstancias
específicas del caso, incluida, específicamente, la fecha de inicio de la fase probatoria del juicio y el volumen
de material cuya divulgación se procura con posterioridad al Plazo para la divulgación. Por añadidura, la Sala
también ha considerado las medidas compensatorias que se disponen en la presente decisión con el fin de
subsanar cualquier perjuicio que pudieran causar a la Defensa el retraso en la divulgación por la Fiscalía y la
modificación de su Lista de pruebas y Lista de testigos.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-306, Sala de Primera Instancia I, 20 de noviembre de 2015 (fechada el 22 de
octubre de 2015), párrs. 17 a 19; 38 y 41.
[TRADUCCIÓN] En cuanto a la afirmación por la Defensa de que el efecto acumulado del retraso en la
divulgación y las incorporaciones a la Lista de pruebas se han de tomar en consideración, la Sala considera que
la aprobación de la Primera y la Segunda solicitudes, incluso teniendo presente la autorización de las anteriores
solicitudes por la Fiscalía en las Primera, Segunda y Tercera Decisiones en materia de divulgación, no perjudica
indebidamente a la Defensa.
Para llegar a esta conclusión, la Sala ha tomado debidamente en cuenta las circunstancias específicas del caso;
en particular, el hecho de que el volumen de material cuya divulgación se procura después del Plazo para la
divulgación, si se compara con el volumen total de pruebas que se divulgaron a su debido tiempo, sigue siendo
limitado, y que el juicio aún está en sus fases iniciales, lo cual permite a las partes una preparación ampliamente
suficiente a la luz de los nuevos acontecimientos.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-467, Sala de Primera Instancia I, 22 de marzo de 2016, párrs. 13 y 14.
[TRADUCCIÓN] La Sala toma nota de la confirmación por la Fiscal, el 24 de marzo de 2016, de que en la
actualidad ya ha divulgado todas las pruebas que obran en su poder y deberían ser divulgadas. Sin perjuicio de
las obligaciones permanentes de la Fiscal con arreglo al párrafo 2 del artículo 67 del Estatuto y de la regla 77 de
las Reglas, la Sala ya no permitirá la incorporación de pruebas inculpatorias adicionales. Como la Sala observó
en su cuarta decisión en materia de divulgación tardía, si bien existía cierto margen de flexibilidad y ajuste antes
del inicio del juicio, ahora que este ha dado inicio la Defensa está en su derecho a conocer el contenido de los
autos probatorios de la Fiscalía en su totalidad. Incumbe a la Sala la obligación de velar por la imparcialidad
de las actuaciones, y en particular por los derechos de la Defensa con arreglo al párrafo 1 del artículo 67 del
Estatuto a disponer de tiempo adecuado para la preparación de su defensa y a que el juicio se lleve a cabo sin
dilaciones indebidas.
[TRADUCCIÓN] Tras nuestras deliberaciones, hemos decidido desestimar la solicitud que procuraba retrasar el
contrainterrogatorio. Seremos relativamente breves al presentar nuestros razonamientos. Estamos de acuerdo
con el abogado, Sr. Bourgon, en cuanto a una de sus afirmaciones, a saber, que el Representante Legal de
las Víctimas está en obligación de divulgar, puesto que lo que se ha presentado se puede utilizar con fines
inculpatorios. Y en ese caso concreto, el Representante Legal de las Víctimas tiene, efectivamente, la misma
obligación en materia de divulgación.
Nuestra conclusión principal es que no ha infringido su obligación, conforme a nuestra conclusión. No ha
ocultado nada, no ha evitado que la testigo presentara detalles adicionales, como lo hace hoy, espontáneamente.
No vemos ningún motivo para retrasar el contrainterrogatorio […] .
[TRADUCCIÓN] Por consiguiente, por lo que respecta a las obligaciones en materia de comunicación, para el
Representante Legal de las Víctimas y para esos tres testigos – y creo, de hecho, que ya lo habíamos dicho -,
como lo ha dicho, con mucha razón, el Sr. Bourgon, esas obligaciones, por lo que respecta a los tres testigos,
son exactamente las mismas obligaciones que las obligaciones de la Fiscal. Por tanto, en la medida de lo posible,
todo debe comunicarse. Los resúmenes o las síntesis de las declaraciones han de ser tan detalladas como
sea posible. Pero repito, dicho esto, la opinión que manifestamos ayer, ya que consideramos que no hemos
hallado indicios que hagan pensar que el abogado Sr. Suprun haya omitido intencionadamente ciertos temas
o que omitiera intencionadamente algunos elementos que pudieran haberse comunicado en el contexto de sus
obligaciones en materia de comunicación.
Véase núm. ICC-01/04-02/06-T-203-Red-FRA WT, Sala de Primera Instancia VI, 12 de abril de 2017, pág.
32, líneas 8 a 19.
[TRADUCCIÓN] El numeral 2 de la norma 35 del Reglamento dispone que solamente se puede autorizar una
ampliación de un plazo si el participante que procura obtener dicha ampliación puede demostrar que le ha sido
imposible presentar la solicitud dentro del plazo por motivos ajenos a su voluntad.
[…]
subsiguientes de las actuaciones), sin duda no puede convertirse en una justificación para privar de cualquier
contenido trascendente un parámetro tan crucial para la preparación de la Defensa y tan instrumental para la
justicia general de las actuaciones como lo es el plazo para la divulgación fijado por la Sala.
Como se indicaba en la decisión de 8 de marzo de 2017, la voluntad de la Fiscal de utilizar un documento de
forma distinta a la originalmente prevista sin duda no es un motivo ajeno a su voluntad según el significado del
numeral 2 de la norma 35. Además, permitir a la Fiscal modificar su lista de pruebas sobre la única base de que
su evaluación de un elemento específico cambia a lo largo del tiempo sería equivalente a despojar de cualquier
contenido significativo no solo al plazo de divulgación, sino incluso a la lista de pruebas, y comprometería
considerablemente su utilidad misma para los fines de la preparación de la Defensa.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-1120, Sala de Primera Instancia I, 2 de febrero de 2018, párrs. 9; 11 y 12.
[TRADUCCIÓN] Desde las fases tempranas de este juicio la Sala ha venido sosteniendo que los principios
fundamentales de publicidad y transparencia de las actuaciones exigen que cualquier restricción de esos
principios se haya de considerar como una excepción, y limitarse por tanto a lo estrictamente necesario para
salvaguardar otros intereses que también están protegidos por el Estatuto. La Sala conviene en que la efectividad
de las investigaciones es uno de los intereses a los que sirven esos principios. Por tanto, el material susceptible
de divulgación debería presentarse en su totalidad, las expurgaciones se deberían justificar y autorizar con
arreglo a las disposiciones del Estatuto, y la parte que efectúa la divulgación tiene la obligación de revisar
y levantar las expurgaciones impuestas cuando cambien las circunstancias. Este principio se ha reiterado y
clarificado a la luz de diversas circunstancias sobrevenidas en distintas fases de estas actuaciones; en particular,
la Sala recuerda la conclusión de la Sala de Apelaciones a efectos de que “habida cuenta de la primordial
necesidad de asegurar una divulgación plena, la propia Sala de Primera Instancia, asistida por la Fiscal, debería
mantener esas cuestiones bajo examen; y una decisión en materia de expurgaciones se podrá enmendar en una
fecha posterior, de darse nuevas circunstancias”, y que, si bien se debería brindar a la Defensa una oportunidad
para presentar sus observaciones, esta no tiene ninguna obligación que cumplir a esos efectos.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-1194, Sala de Primera Instancia I, 2 de febrero de 2018, párr. 7.
1. Pruebas en general
[TRADUCCIÓN] La Defensa tiene derecho a acceder a las versiones no expurgadas de i) las pruebas que la
Fiscalía propone presentar en la audiencia de confirmación, y ii) los materiales en su poder o bajo su control que
son potencialmente eximentes, que fueron obtenidos por el sospechoso o le pertenecen, o que sean pertinentes
para la preparación de la Defensa a los efectos la audiencia de confirmación. La Sala es el último garante del
acceso oportuno de la Defensa a las mencionadas pruebas y materiales.
Véase n° ICC-01/04-01/06-355, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 25 de agosto de 2006,
págs. 3-4.
[TRADUCCIÓN] Deberá proveerse al sospechoso un resumen de las pruebas en un idioma que éste hable
y comprenda perfectamente y que contenga la siguiente información: i) una breve introducción sobre la
importancia y el valor probatorio de las pruebas en sumario, sin identificar a los testigos; ii) cualquier información
sobre la que la Fiscalía tenga previsto basarse en la audiencia de confirmación, en particular, la información
contenida en los párrafos mencionados en el documento en que se formulan los cargos y lista de pruebas; y iii)
cualquier información que podría ser potencialmente eximente o pertinente para la preparación de la Defensa
a los efectos de la audiencia de confirmación.
Véase n° ICC-01/04-01/06-437, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 15 de septiembre de
2006, pág. 10.
[TRADUCCIÓN] Bajo ninguna circunstancia una prueba no traducida a uno de los idiomas de trabajo de la
Corte al momento del inicio de la audiencia de confirmación de los cargos será admitida como prueba, ya que
la Sala debe estar en condiciones de comprender plenamente las pruebas en que las partes se basarán en la
audiencia, por lo tanto, en virtud del párrafo 4 del artículo 69 del Estatuto, fragmentos de vídeo, i) que no se
traduzcan a uno de los idiomas de trabajo de la Corte en el plazo establecido por la Sala y ii) cuya TRADUCCIÓN
no se ponga a disposición de la Sala y la Defensa en ese momento, deberán ser declarados inadmisibles.
Véase n° ICC-01/04-01/06-676, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrado único), 7 de noviembre de
2006, pág. 3.
[TRADUCCIÓN] La Sala puede basarse en cualquier prueba admitida a los efectos de la audiencia de
confirmación, aun cuando la parte que propuso dicha prueba no la presenta en la audiencia de confirmación,
siempre y cuando la otra parte haya tenido la oportunidad de responder a ella en la audiencia [de confirmación]
.
Véase n° ICC-01/04-01/06-678, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrado único), 7 de noviembre de
2006, pág. 5.
[TRADUCCIÓN] El marco estatutario y regulatorio [de los textos que rigen la Corte] , sin duda establece
la autoridad sin trabas de la Sala de Primera Instancia para fallar sobre cuestiones de procedimiento y de
admisibilidad y relevancia de las pruebas, sujeta siempre a cualquier decisión en contrario de la Sala de
Apelaciones. La Sala de Primera Instancia sólo debería interferir en las decisiones de la Sala de Cuestiones
Preliminares si es necesario hacerlo, y debe seguir el criterio de la Sala de Cuestiones Preliminares, a menos
que sea inapropiado.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1084, Sala de Primera Instancia I, 13 de diciembre de 2007, párrs. 5-6.
[TRADUCCIÓN] En relación con la forma en que las pruebas deben presentarse, la Sala de Primera Instancia
considera que las pruebas presentadas ante la Sala de Cuestiones Preliminares no pueden introducirse
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de vícimas | Pruebas
automáticamente en la etapa del juicio por el simple hecho de haber sido incluidas en la lista de pruebas
admitida por la Sala de Cuestiones Preliminares, sino que deben presentarse, de ser necesario, de novo. Las
partes (y en su caso, los participantes) pueden acordar mecanismos convenientes para la introducción de
pruebas no controvertidas.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1084, Sala de Primera Instancia I, 13 de diciembre de 2007, párr. 8.
[TRADUCCIÓN] El párrafo 2 del artículo 69 del Estatuto de Roma establece una presunción a favor de
testimonios rendidos en persona ante la Corte. No obstante, si la Sala autorizara su uso de ser necesario,
dictará una decisión, caso por caso, teniendo especial consideración de la situación en materia de seguridad o
la vulnerabilidad del testigo. Con el fin de tener capacidad de organizar un testimonio por medios de vídeo,
las partes y los participantes están obligados a informar a la Sala y a la Dependencia de Víctimas y Testigos,
con no menos de 35 días de antelación a la declaración que deba escucharse, que buscan presentar la prueba
por medios de audio o vídeo desde una ubicación remota. En caso de que la tecnología se utilice en la sede de
la Corte, se aconseja a las partes y a los participantes que informen a la Sala y a la Dependencia de Víctimas y
Testigos en la primera oportunidad que tenga con una solicitud correspondiente. Sin embargo, no se impone
ningún plazo estricto, ya que podrían surgir circunstancias imprevistas.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1140, Sala de Primera Instancia I, 29 de enero de 2008, párrs. 41-42.
[TRADUCCIÓN] Los procesos de Corte electrónica pueden mejorar enormemente la eficiencia de sala de
audiencia y del juicio, y por ende deben ser adoptados por la Corte. El aumento exponencial en el volumen de
información, junto con problemas reales que han surgido en la gestión de la información, muestra la necesidad
de protocolos estandarizados para regular cómo la información debe ser preparada y presentada. Experiencias
importantes han demostrado que un protocolo que se ha redactado para capturar únicamente información
objetiva acerca de los documentos o archivos relacionados con cada causa es el medio más útil: permite el
intercambio, búsqueda, recuperación y presentación de información de manera más fácil, así como más precisa
y consistente, y en múltiples ocasiones. Estos objetivos no pueden ser alcanzados mediante la adición de
información subjetiva: en efecto, la inclusión de campos subjetivos trabaja activamente en contra de ellos.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1127, Sala de Primera Instancia I, 24 de enero de 2008, párr. 19.
[TRADUCCIÓN] Con el fin de maximizar la utilidad y coherencia de la aplicación del Protocolo de Corte
electrónica, éste debe aplicarse a todos los materiales intercambiados, independientemente de la etapa
particular de las actuaciones en el que se dieron a conocer. Es más, el Protocolo debería abarcar “toda la
información de la causa presentada en la Secretaría o intercambiada entre las partes/participantes”. Esto, por
definición, se extiende igualmente a los materiales incriminantes y potencialmente eximentes intercambiados
entre las partes. Una excepción a este criterio se aplica a los materiales semi o totalmente ilegibles, dado que
hay una gran cantidad de documentos que están escritos a mano o de otra manera que no pueden buscarse
electrónicamente. La razón principal para permitir esta excepción es la inminencia del juicio y las dificultades
de la Fiscalía en este momento de revisar cada uno de los documentos relevantes para aplicar la codificación
objetiva apropiada o tipear los documentos en su totalidad para su búsqueda electrónica.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1127, Sala de Primera Instancia I, 24 de enero de 2008, párrs. 22-23.
[TRADUCCIÓN] A los efectos del Protocolo de Corte electrónica, un número único se asignará a cada víctima
participante.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1127, Sala de Primera Instancia I, 24 de enero de 2008, párr. 27.
[TRADUCCIÓN] El párrafo 3 del artículo 69 del Estatuto no es aplicable en las actuaciones previas al juicio
celebradas ante la Sala de Cuestiones Preliminares, ya que: i) la Sala de Cuestiones Preliminares no busca la
verdad, y ii) de acuerdo con la interpretación literal del párrafo 3 del artículo 69 del Estatuto, su aplicación está
sujeta a la consideración de la Sala competente de que pruebas distintas a las presentadas por la Fiscalía y/o
[TRADUCCIÓN] El suministro de información, inter partes, de carácter no público se rige por los requisitos
concomitantes de necesidad y seguridad de los testigos. Cuando la distribución de información al público se
ha limitado - por cualquier razón - es conveniente que su uso sea cuidadosamente regulado para garantizar
el cumplimiento de dichos requisitos. Cuando la información ha sido identificada como no pública (ya sea
caracterizada como “confidencial”, “ex parte” o “lacrada”), su uso debe limitarse a los estrictos propósitos de
la divulgación y al público sólo deben mostrarse las partes que son realmente necesarias para la preparación y
presentación del caso de una parte o participante.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1372, Sala de Primera Instancia I, 3 de junio de 2008, párrs. 8-9. Véase también
n° ICC-01/05-01/08-813-Red, Sala de Primera Instancia III, 20 de julio de 2010, párr. 87.
[TRADUCCIÓN] El material eximente incluye el material, en primer lugar, que indique o tienda a indicar la
inocencia del acusado, en segundo lugar, que mitigue la culpabilidad del acusado y, en tercer lugar, que pueda
afectar la credibilidad de las pruebas de cargo.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1401, Sala de Primera Instancia I, 13 de junio de 2008, párr. 59.
[TRADUCCIÓN] Con el fin de asegurar la celeridad de las actuaciones y el adecuado manejo de las causas,
las partes deberán presentar las pruebas a su debido tiempo, en el formato adecuado y dentro de las horas de
presentación oficial establecidas en el numeral 2 de la norma 33 del Reglamento de la Corte. La Sala llama
la atención de todos los interesados sobre el hecho de que todas las pruebas deben ser incorporadas por la
Secretaría en el expediente de la causa y que, para su incorporación, se debe conceder a la Secretaría un plazo
razonable. Se recuerda a las partes que deben incluir en su presentación de prueba la siguiente documentación:
i) una lista de pruebas que enliste todos los elementos de prueba con su respectivo documento de identificación,
tal como se define en el Protocolo de Corte electrónica (véase anexo), y ii) una lista de los destinatarios, incluido
el nivel de confidencialidad aplicable a cada elemento en relación con cualquiera de las partes. Teniendo en
cuenta el principio de publicidad de las actuaciones, las pruebas presentadas, en principio, serán registradas
como públicas a menos que haya una necesidad de clasificarlas de otra manera.
Véase n° ICC-01/05-01/08-55, Sala de Cuestiones Preliminares III, 31 de julio de 2008, párrs. 54-63.
[TRADUCCIÓN] La Sala observa que en virtud del párrafo 5 del artículo 61 del Estatuto, el Fiscal deberá
presentar “respecto de cada cargo pruebas suficientes de que hay motivos fundados para creer que el imputado
cometió el crimen que se le imputa”. Además, con arreglo a los apartados a) y b) del párrafo 1 del artículo 67
del Estatuto, el acusado no sólo deberá “ser informado sin demora y en forma detallada, en un idioma que
comprenda y hable perfectamente, de la naturaleza, la causa y el contenido de los cargos que se le imputan”,
sino también “disponer del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su defensa”. Teniendo
en cuenta estos objetivos, la Sala es de la opinión que la Defensa tiene que disponer de todas las herramientas
necesarias para comprender las razones por las que el Fiscal se basa en cada una de las pruebas y, por
consiguiente, las pruebas que se intercambian entre las partes y se presentan a la Sala debe ser objeto de un
análisis jurídico suficientemente detallado que relacione los hechos alegados con los elementos constitutivos
que corresponden a cada delito imputado.
Véase n° ICC-01/05-01/08-55, Sala de Cuestiones Preliminares III, 31 de julio de 2008, párrs. 64-66.
[TRADUCCIÓN] La presentación de pruebas adicionales sobre las cuales ni la Fiscalía ni la Defensa se basarán
(y que por tanto no forman parte del expediente de la causa llevado por la Secretaría) por parte de aquellos
a quienes se concedió el estatus procesal de víctima: i) distorsionaría el limitado ámbito, así como el objeto y
fin, de la audiencia de confirmación, tal y como se define en el artículo 61 del Estatuto y las reglas 121 y 122
[TRADUCCIÓN] La introducción de pruebas adicionales sobre las cuales ni la Fiscalía ni la Defensa proponen
basarse en la audiencia de confirmación de los cargos por parte de aquellos a quienes se concedió el estatus
procesal de víctima infringirá los derechos de la Defensa de hacer valer dicho material en la audiencia de
confirmación.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de mayo de 2008,
párr. 103.
[TRADUCCIÓN] La magistrada única opina que esto impide que la Sala de Cuestiones Preliminares autorice
a las víctimas a presentar pruebas adicionales sobre las cuales ni la Fiscalía ni la Defensa proponen basarse en
la audiencia de confirmación de los cargos, con arreglo a la cláusula general del párrafo 3 del artículo 69 del
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de vícimas | Pruebas
Estatuto.
Aquellos a quienes se concedió el estatus procesal de víctima no pueden presentar pruebas adicionales en la
audiencia de confirmación de los cargos sobre la base de que “las víctimas participantes en las actuaciones
pueden ser autorizadas a presentar y examinar pruebas si a juicio de la Sala ello ayudará a determinar la
veracidad de los hechos y si, en este sentido, la Corte ha ‘pedido’ las pruebas”.
Por lo tanto, la magistrada única concluye que el marco legal previsto en el Estatuto y las Reglas para la etapa
de cuestiones preliminares de una causa no deja lugar a la presentación de pruebas adicionales por parte de
aquellos a quienes se concedió el estatus procesal de víctima.
Véase n° ICC-01/04-01/07-474, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrada única), 13 de mayo de 2008,
párrs. 111-113.
El derecho a presentar pruebas relacionadas con la culpabilidad o la inocencia de los acusados e impugnen la
admisibilidad o la pertinencia de las pruebas corresponde primordialmente a las partes, a saber, el Fiscal y la
Defensa. Sin embargo, la Sala de Apelaciones no considera que esas disposiciones excluyan la posibilidad de
que las víctimas presenten pruebas relacionadas con la culpabilidad o la inocencia de los acusados e impugnen
la admisibilidad o la pertinencia de las pruebas durante las actuaciones del juicio.
La Sala de Primera Instancia identificó correctamente el procedimiento y los límites estrechos dentro de los cuales
ejercerá sus atribuciones de permitir a las víctimas que ofrezcan y examinen pruebas: i) una solicitud separada,
ii) noticia a las partes, iii) demostración de los intereses personales que están afectados por el procedimiento
de que se trata, iv) cumplimiento de las obligaciones de divulgación y las providencias de protección, v)
determinación de la adecuación y vi) compatibilidad con los derechos de los acusados y un juicio justo. Si
se reúnen esas salvaguardias, el otorgamiento a las víctimas participantes del derecho a presentar pruebas
relacionadas con la culpabilidad o inocencia de los acusados e impugnar la admisibilidad o la pertinencia de las
pruebas no es incompatible con la carga que incumbe al Fiscal de probar la culpabilidad de los acusados ni es
incompatible con los derechos de los acusados y un juicio justo. Al hacerlo, la Sala de Primera Instancia no creó
para las víctimas un derecho irrestricto a proponer o impugnar pruebas, sino que es necesario que las víctimas
demuestren por qué sus intereses se ven afectados por las pruebas o cuestión, sobre cuya base la Sala decidirá,
caso por caso si permite o no tal participación.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1432-tSPA OA9 OA10, Sala de Apelaciones, 11 de julio de 2008, párrs. 3-4.
[TRADUCCIÓN] Uno de los criterios relevantes para determinar si se le debería permitir a un testigo dar
testimonio a viva voce (oral) a través de tecnología de video son las circunstancias personales de los testigos.
Aunque las circunstancias personales han sido interpretadas hasta la fecha como relacionadas con el bienestar
del testigo, la Sala no está limitada por el Estatuto a considerar otros tipos de circunstancias personales que
puedan justificar que un testigo testifique a través de tecnología de audio o de video.
En este caso, la Sala observa que los compromisos específicos y el perfil particular de Testigo 108. La Sala
observa la información proporcionada por el testigo que le impiden viajar fuera de la RCA. Además, la Sala
observa que Testigo 108 está dispuesto a cooperar con la Corte. Debido a la naturaleza excepcional de las
circunstancias personales explicadas por la ODPV con relación a este testigo, la Sala considera que las razones
que le impiden viajar a La Haya a dar testimonio en directo en la Corte están bien fundadas.
Véase nº ICC-01/05-01/08-947-Red, Sala de Primera Instancia III, 12 de octubre de 2010, párrs. 13 y 14
[TRADUCCIÓN] CONSIDERANDO que, de conformidad con el párrafo 5 del artículo 69 del Estatuto, la
Corte respetará y observará los privilegios de confidencialidad y que la regla 73 de las Reglas establece que
las comunicaciones privilegiadas presentadas en el marco de ciertas relaciones específicas no estarán sujetas a
divulgación;
[TRADUCCIÓN] El material incluido en las listas de documentos u otro material que se utilizará en la Corte
serán objeto del siguiente procedimiento:
a. Al presentar sus respectivas listas de documentos destinados a ser utilizados durante el interrogatorio
de cada testigo, las partes deberán identificar el material específico destinado a ser presentado como
prueba durante el interrogatorio de un testigo.
b. Cualquier objeción en cuanto a la pertinencia o admisibilidad del material que las partes identifican
como material que se intenta presentar como prueba deberá estar provista de las razones detalladas
por medio de un correo electrónico enviado a la parte contraria y los participantes con copia a la Sala
tan pronto como sea posible y antes de la audiencia en la que el documento debe ser presentado
como prueba. La objeción a continuación deberá ser formalmente planteada en el momento en que
el material se presenta a la Sala. Se le dará a la parte contraria la oportunidad de responder a las
objeciones por vía oral. El hecho de que la notificación de una objeción deba ser proporcionada por
correo electrónico antes de la audiencia para fines de preparación no impedirá a una parte plantear
cualquier tema relacionado con la pertinencia o admisibilidad del material en el momento en que la
prueba sea presentada ante la Sala, de acuerdo con la Reglas.
c. Siempre que las partes no plantean una objeción en cuanto a la pertinencia o la admisibilidad de un
elemento que se presenta, el mismo será admitido como prueba y recibirá un número EVD-T, tras la
consideración por la Sala de Primera Instancia. La Sala se pronunciará sobre las objeciones que se
plantean a la admisión de los elementos como prueba en su debido momento.
El procedimiento anterior no impide que las partes soliciten la presentación de cualquier material, listado o no,
como prueba, ya sea en el curso del interrogatorio de un testigo o en una etapa posterior del procedimiento a
través de una petición. La Sala decidirá, después de darle a la parte contraria y a los participantes la oportunidad
de plantear las objeciones que puedan tener.
prueba la o las declaraciones de un testigo llamado a declarar, la Sala podrá solicitar la presentación de la o
las declaraciones que considere necesarias para determinar la veracidad de los hechos, de conformidad con el
Estatuto y las Reglas. Las partes tendrán la oportunidad de plantear objeciones a la admisión potencial de estas
declaraciones como prueba.
De acuerdo con el marco de la participación de las víctimas en el juicio establecido en la presente causa, las
víctimas autorizadas a participar en el procedimiento (“los participantes”) podrán presentar pruebas y plantear
cuestiones relativas a la pertinencia y admisibilidad de las pruebas cuando sus intereses se vean afectados y bajo
el permiso de la Sala, de conformidad con el párrafo 3 del artículo 69 y el párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto.
Por lo tanto, el procedimiento establecido en la presente decisión se aplicará a los participantes de la siguiente
manera:
a) Cuando los participantes deseen presentar un material como prueba, en primer lugar deberán presentar
una solicitud por escrito estableciendo las razones por las cuales los intereses personales de las víctimas
que representan se ven afectados;
b) Cuando los participantes deseen plantear una cuestión relativa a la pertinencia o admisibilidad de las
pruebas presentadas por las partes, primero deberán presentar una solicitud por escrito estableciendo
las razones por las cuales los intereses personales de las víctimas que representan se ven afectados.
Las partes y los participantes son instruidos a indicar el nivel de confidencialidad de cada elemento contenido
en la lista de los documentos enviados antes del testimonio de cada testigo y, si un cambio del nivel de
confidencialidad se solicita, las razones que apoyan tal solicitud. Cualquier objeción a un cambio en el nivel de
confidencialidad debe ser presentada inmediatamente. Además, cada vez que haya varias versiones expurgadas
del material que se presentará, las partes y los participantes están obligados a remitir la versión con menor
expurgación a menos que existan motivos justificados para no hacerlo.
Véase n° ICC-01/05-01/08-1470, Sala de Primera Instancia III, 31 de mayo de 2011, párrs. 7-8, 10, 12 y 15.
[TRADUCCIÓN] Para empezar, la Sala observa que los formularios de solicitud en cuestión están relacionados
con personas con un doble estatus: los que prestaron declaración como testigos de la Fiscalía siendo al mismo
tiempo víctimas autorizadas a participar en el procedimiento.
Con excepción de la opinión disidente de la magistrada Ozaki, la mayoría opina que los formularios de solicitud
de las víctimas pueden, en determinadas circunstancias, ser pertinentes para el interrogatorio de personas
con doble estatus. Por ejemplo, podría ser apropiado admitir el formulario de solicitud para las víctimas de
una persona con estatus doble si el formulario de solicitud es necesario para comprender adecuadamente su
interrogatorio como testigo. Sin embargo, la mayoría no está convencida de que este sea el caso.
Asimismo, la mayoría opina que el valor probatorio de los formularios de solicitud es limitado. A diferencia de
las pruebas reunidas para justificar o impugnar los cargos penales sustantivos en la causa, los formularios de
solicitud son de naturaleza administrativa y se establecen mediante la relación confidencial entre una víctima
potencial y la Secretaría de la Corte. Están destinados a servir un propósito limitado: proporcionar a la Sala
fundamento para determinar si se debería permitir a la víctima en cuestión participar en el procedimiento
conforme a la regla 89 de las Reglas. Por esta razón, no se ha de acatar ningún otro requisito para su realización,
tales como los aplicables para la reunión de “declaraciones formales” en virtud de las reglas 111 y 112 de las
Reglas. Además, a menudo terceras partes rellenan los formularios de solicitud en nombre de las víctimas
solicitantes o les ayudan a hacerlo, un proceso que puede aumentar los errores.
Asimismo, la mayoría rechaza el argumento de la Fiscalía de que los formularios de solicitud de las víctimas
constituyen “declaraciones previas” a las que se aplica la regla 68 de las Reglas. El formulario de solicitud de
una víctima no constituye un “testimonio” ni una “transcripción o cualquier otra prueba documental de dicho
testimonio” conforme a la regla 68 ya que, como se debatió anteriormente, el propósito de tales formularios no
es proporcionar pruebas para asistir en la determinación de los asuntos sustantivos y los cargos penales en la
con la admisión de dos de estos reportajes periodísticos: uno de ellos contiene un discurso transcrito y el otro
se utilizó durante el interrogatorio del testigo 15 por los motivos expuestos en la decisión. Con respecto a
los otros 16 informes de prensa y los 9 programa radiofónicos, opino que la admisión en las pruebas de los
artículos de periódico y otros informes de medios de comunicación, cuando los autores no están llamados a
declarar en juicio, deben abordarse con gran precaución, especialmente si la Fiscalía desea basarse en ellos para
demostrar elementos fundamentales de la causa. Incluso cuando los reportajes parecen describir objetivamente
acontecimientos actuales, los autores de estos reportajes se basan a menudo en referencias y no hay garantía de
que las fuentes hayan sido seleccionadas de forma imparcial. Por tanto, en la mayoría de los casos, los reportajes
de los medios de comunicación carecen del valor probatorio mínimo necesario para su admisión en las pruebas.
La Sala de Primera Instancia I sostuvo al respecto que “por lo general, no se puede contar con que los artículos
de periódicos informen con suficiente fiabilidad de los acontecimientos que pretenden abordar” y rechazó
admitir como prueba un artículo de periódico al no haberse llamado al autor a prestar declaración en el juicio.
La Sala de Primera Instancia II sostuvo de modo similar que “[l] os reportajes de los medios de información a
menudo incluyen pruebas no testimoniales sobre los acontecimientos supuestamente ocurridos y raramente
proporcionan información detallada sobre sus fuentes”. Dicha Sala resaltó que las pruebas no testimoniales son
solamente admisibles si provienen de un perito y rechazó admitir como pruebas varios reportajes de medios de
comunicación al no haber podido la Fiscalía convencer a la Sala de la objetividad de los reportajes. En principio,
yo adoptaría este enfoque al considerar estos informes de prensa y de otros medios de comunicación.
Disiento de los argumentos de la mayoría de que estos reportajes son admisibles porque “pueden servir para
corroborar otros elementos de prueba”. En mi opinión, el hecho de que un elemento dado corrobore otras
pruebas puede ser un factor para evaluar su fiabilidad y valor probatorio. Sin embargo, la mera posibilidad de
que ciertos elementos puedan corroborar en una etapa posterior otras pruebas hasta ahora no identificadas
no afecta al presente y limitado valor probatorio del elemento. Aunque la mayoría sugiere que la admisión
de estos reportajes no es perjudicial “a la luz del uso limitado previsto de la información contenida en estos
documentos”, no especifica cómo se limitará dicho uso y en ninguna etapa analiza la mayoría el valor probatorio
de cada elemento en vista de las pruebas que se utilizarían para corroborarlos. Además, como se expuso
anteriormente, los reportajes de prensa y las emisiones de RFI abordados en esta decisión poseen para empezar
un valor probatorio muy limitado. Con base en ello, no considero suficiente la posibilidad de corroboración para
justificar su admisión, especialmente en comparación con el gran potencial de perjuicio que conlleva el admitir
estos reportajes de medios de comunicación debido a la veracidad de sus contenidos.
III. Informes de organizaciones no gubernamentales
La mayoría de la Sala ha admitido como prueba cuatro informes de organizaciones no gubernamentales
(tres preparados por la Federación Internacional de los Derechos Humanos (“FIDH”) y uno por Amnistía
Internacional). La mayoría sostiene que estos informes “contienen suficientes datos sobre sus fuentes de
información y metodología y por lo tanto poseen indicios suficientes de autenticidad y fiabilidad”. Los informes
contienen información pertinente sobre los crímenes que se imputan al acusado. Sin embargo, no se revela
con suficiente precisión las identidades de los autores y las fuentes de información sobre las que se basan en
los informes y, como resultado, no es posible investigar completamente su fiabilidad. Los tres informes de la
FIDH y el informe de Amnistía Internacional admitidos como pruebas por la mayoría están basados casi en su
totalidad en información obtenida de otras ONG, periodistas o testigos presenciales sin identificar, lo cual hace
muy difícil valorar adecuadamente la fiabilidad de los hechos enunciados en los mismos.
Debido a la falta de garantías sobre la fiabilidad de las fuentes de estos informes y sin haber oído el testimonio
de sus autores, en mi opinión su valor probatorio es bajo. Considerando por otro lado el alto potencial de
perjuicio a la Defensa en caso de ser admitidos los informes, opino que estos no cumplen con el análisis de
admisión.
IV. Informes de Estados
[TRADUCCIÓN] En principio, la Sala observa que la Fiscalía no está necesariamente obligada a confiar
completamente en las mismas pruebas en el juicio como en las que confió en la etapa de confirmación de
cargos. Puede haber buenas razones para que la Fiscalía sustituya, en el juicio, la evidencia que usó durante la
Audiencia de Confirmación para establecer los cargos (bajo estándar de los motivos sustanciales para creer) con
otra evidencia, siempre que esta otra evidencia pertenezca a los mismos cargos.
[…]
[TRADUCCIÓN] Cabe destacar que la Sala de Cuestiones Preliminares había indicado una opinión de que las
pruebas que puedan considerarse basadas en rumores (es decir, pruebas de referencia)” se engloban dentro
del significado de “evidencia indirecta”. A la luz de la predisposición de la Sala de Cuestiones Preliminares
contra la confirmación “basada únicamente en una” pieza de evidencia indirecta, es ciertamente discutible que
la confirmación basada en más de una pieza de evidencia indirecta sigue siendo una posibilidad para la Sala de
Cuestiones Preliminares. Que la Defensa, o incluso otro Magistrado de la CPI, pueda disputar la sensatez de
esa posibilidad no reaviva el destino de la afirmación de la Defensa de que la Sala de Cuestiones Preliminares
“no habría” confirmado el presente caso para el juicio si se hubiera conocido la verdadera naturaleza de la
evidencia de PW-4.
También podría ser útil considerar la siguiente observación relacionada de la Sala de Cuestiones Preliminares:
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de vícimas | Pruebas
Al considerar la evidencia indirecta, la Sala sigue un enfoque de dos pasos. Primero, como con la evidencia
directa, evaluará su relevancia y valor probatorio. Segundo, verificará si existe evidencia que corrobore,
independientemente de su tipo o fuente. La sala es consciente de la regla 63 (4) de las Reglas, pero encuentra
que más de una pieza de evidencia indirecta, que tiene un bajo valor probatorio, es preferible para probar una
alegación al estándar de motivos fundados para creer. A la luz de esta evaluación, la Sala determinará si a la
evidencia indirecta en cuestión, cuando se la considera dentro de la totalidad de la evidencia, se le debe otorgar
un valor probatorio suficiente para fundamentar una constatación de la Sala para los fines de la decisión sobre
la confirmación de los cargos.
Véase el Corrigendum de la opinión separada concurrente del Magistrado Eboe-Osuji, No. ICC-01 / 09-02
/ 11-728-Anx3-Corr2-Red, Sala de Primera Instancia V, 2 de mayo de 2013, párrs. 60-61.
[TRADUCCIÓN] Se recuerda que los redactores del Estatuto establecieron umbrales de evidencia aplicables
progresivamente más altos en el curso de las diferentes etapas de los procedimientos. El umbral probatorio
de “motivos fundados para creer” requerido para la confirmación de los cargos es mayor que el umbral
requerido para la emisión de una orden de arresto (“motivos razonables para creer”) pero más bajo que el
umbral requerido para la condena de un acusado (“más allá de toda duda razonable”). Con miras a dar un
significado concreto al término “motivos fundados”, la Sala de Cuestiones Preliminares I enfatizó que “[d]
espués de un examen riguroso de todas las pruebas, la Sala determinará si está completamente satisfecha
de que las alegaciones [de la Fiscal] son lo suficientemente fuertes como para comprometer [a la persona] a
juicio”. La Sala de Cuestiones Preliminares II entendió que el término “fundados” significa “significativo”,
“sólido”, “material”, “bien construido”, “real” en lugar de “imaginario”. Las Salas de Cuestiones Preliminares
han sostenido sistemáticamente que para cumplir con la carga probatoria de “motivos fundados para creer”,
la Fiscal debe “ofrecer pruebas concretas y tangibles que demuestren una línea clara de razonamiento que
sustente [las] alegaciones específicas”.
El umbral de evidencia más alto en esta coyuntura del proceso concuerda con la función de guardián de la
Sala de Cuestiones Preliminares según la cual (i) solo proceden a juicio esos casos para los cuales el Fiscal
ha presentado pruebas suficientemente convincentes que van más allá de la mera teoría o sospecha; (ii) el
sospechoso está protegido contra enjuiciamiento ilícito; (iii) y la economía judicial está asegurada al distinguir
entre los casos que deben ir a juicio y los que no.
Como se ha sostenido repetidamente, los cargos propuestos están compuestos por los “hechos y circunstancias”
y su caracterización legal. Incumbe a la Fiscal definir claramente en el documento que contiene los cargos todos
los hechos y circunstancias y proponer su caracterización legal. En la presente etapa del procedimiento, es deber
de la Sala evaluar si existe evidencia suficiente para cada uno de los “hechos y circunstancias” presentados
por la Fiscal para satisfacer todos los elementos legales del (de los) crimen (es) y modo (s) de responsabilidad
imputada. El estándar por el cual la Sala analiza las pruebas es el mismo para todas las alegaciones de hecho,
ya sea que se refieran a los delitos individuales imputados, los elementos contextuales de los crímenes o la
responsabilidad penal del sospechoso.
El artículo 74 (2) del Estatuto menciona los “hechos y circunstancias como son descritos en los cargos”, que
claramente se refiere a los “cargos confirmados” en la decisión del artículo 61 (7)(a). Cualquier otra información
general de antecedentes, aunque sea informativa o útil, no será fundamental para los cargos, ya que no “apoyará
los elementos legales del crimen imputado”.
Por ejemplo, los incidentes individuales alegados por la Fiscalía en apoyo de su alegación de que hubo un “ataque
dirigido contra cualquier población civil” son parte de los hechos y circunstancias para los efectos del artículo
74 (2) del Estatuto y, por lo tanto, deben ser demostrados hasta el umbral requerido de “motivos fundados
para creer”. Esto es especialmente cierto en este caso en el que la Fiscal identifica incidentes particulares que
constituyen el ataque contra la población civil. En otras palabras, los incidentes son “hechos” que “respaldan
los elementos legales [contextuales] del delito imputado”.
Según lo declarado por la Sala de Apelaciones, la “confianza de la fiscal en documentos o pruebas sumarias
en lugar de testimonios en persona limitará la capacidad de la Sala de Cuestiones Preliminares para evaluar
la credibilidad del testigo”, y por lo tanto cualquier evaluación será “necesariamente presunta”. La Sala de
Apelaciones se esforzó por advertir que las Salas de Cuestiones Preliminares deberían “tener mucho cuidado
al encontrar que un testigo [cuya declaración se presentó en forma resumida o anónima] es o no es creíble”.
Además, en relación con los resúmenes de declaraciones de testigos (anónimos), la Sala debe ser sensible al
hecho de que la Defensa no estará regularmente en condiciones de ejercer su derecho a impugnar tales pruebas,
en particular su valor probatorio. En este sentido, la Sala adopta una posición similar a la que ocupan otras
Salas de Cuestiones Preliminares, según la cual la Sala puede, para contrarrestar la posición desventajosa de la
Defensa, negarse a confirmar las acusaciones que solo están respaldadas por testigos anónimos o declaraciones
sumarias de los testigos.
A la luz de las consideraciones anteriores, la Sala observa con gran preocupación que, en este caso, la Fiscal se
basó en gran medida en los informes de las ONG y los artículos de prensa con respecto a los elementos clave del
caso, incluyendo los elementos contextuales de los crímenes de lesa humanidad. Dichas piezas probatorias no
pueden presentarse de ninguna manera como el fruto de una investigación completa y adecuada realizada por
la Fiscal de conformidad con el artículo 54 (1) (a) del Estatuto. Si bien los informes de las ONG y los artículos
de prensa pueden ser una introducción útil al contexto histórico de una situación de conflicto, por lo general
no constituyen un sustituto válido del tipo de pruebas que se requieren para cumplir con el umbral probatorio
necesario para la confirmación de los cargos.
Ver No. ICC-02 / 11-01 / 11-432, Sala de Cuestiones Preliminares I, 3 de junio de 2013, párrs. 17-35.
[TRADUCCIÓN] En primer lugar, creo que la decisión de la mayoría de que la evidencia es insuficiente para
determinar si confirmar o rechazar la confirmación de los cargos se basa en una interpretación amplia del
estándar probatorio aplicable en la etapa de confirmación de cargos que excede lo que se requiere y lo de hecho
permite el Estatuto.
En segundo lugar, no estoy de acuerdo con las conclusiones de la mayoría en cuanto a los hechos y circunstancias
que deben probarse según el estándar probatorio requerido. Creo que la decisión de la mayoría revela una cierta
comprensión de la ley aplicable con respecto a los crímenes de lesa humanidad que, en mi opinión, no tiene
apoyo en el Estatuto. Más específicamente, no estoy de acuerdo con la interpretación de mis colegas de cómo
los actos individuales o los “incidentes” se relacionan con el “ataque” contra la población civil y el requisito
de política en virtud del artículo 7 del Estatuto. Esta interpretación, por separado y en combinación con el
entendimiento de la Mayoría sobre el estándar probatorio, parece ser fundamental para la constatación por
parte de la Mayoría de que la carga probatoria es insuficiente y que, por lo tanto, es necesario un aplazamiento.
En tercer lugar, no estoy de acuerdo con el contenido de la solicitud a la Fiscal, tanto en relación con la lista de
“cuestiones” o “preguntas” formuladas por mis colegas como con la instrucción de presentar un documento
enmendado que contenga los cargos (DCC). Creo que la lista no es relevante o no es apropiada para probar o
refutar los cargos y considero que la solicitud para un DCC enmendado es ultra vires, ya que excede el rol y las
funciones asignadas por el Estatuto a la Cámara de Cuestiones Preliminares.
[…]
De hecho, incluso cuando la Fiscal ha completado una investigación, no hay un requisito legal para que ella
presente a la Sala todas sus pruebas o presente a la Sala “su caso más sólido posible”.
Puede haber varias buenas razones para que la Fiscal no confíe en ciertas pruebas, incluso cuando son de
particular importancia. Puede haber razones relevantes para la protección de la seguridad, el bienestar
físico y psicológico de las víctimas, testigos u otras personas en riesgo a causa de las actividades de la Corte,
que, dependiendo de las circunstancias del caso, pueden justificar expurgaciones de partes sustanciales de
declaraciones, la no divulgación de las identidades de los testigos o las fuentes de cierta información que aparece
Esta distinción parece ser significativa, especialmente en términos de la norma de prueba aplicable, así como
en relación con una determinación clara de los parámetros fácticos del caso. De hecho, debe trazarse una
línea clara, basada en los cargos individuales presentados por la Fiscal, entre los hechos y circunstancias que
se describen en los cargos y los hechos y circunstancias que no están “descritas en los cargos”, ya que solo las
primeras deben demostrarse hasta el umbral requerido de motivos fundados para creer.
[…]
En mi opinión, la instrucción de la Mayoría equivale a una solicitud para que la Fiscal modifique los cargos, algo
que la Sala solo puede hacer de manera limitada en virtud del artículo 61 (7) (c) (ii) del Estatuto. De conformidad
con esta disposición, la Sala puede efectivamente solicitar a la Fiscal que considere la posibilidad de modificar
los cargos, pero solo en relación con la caracterización legal de los hechos. No le permite a la Sala involucrarse
en la selección de la fiscal de qué hechos acusar. En resumen, corresponde a la Fiscal y no a la Sala seleccionar
su caso y sus parámetros fácticos. La Sala de Cuestiones Preliminares no es una Sala de investigación y no tiene
el mandato de dirigir las investigaciones del Fiscal.
Ver Opinión disidente de la jueza Silvia Fernández de Gurmendi, Sala de Cuestiones Preliminares I, No.
ICC-02 / 11-01 / 11-432-Anx-Corr, 6 de junio de 2013, párrs. 3-5, 17-21, 24-28, 30-34, 51.
[TRADUCCIÓN] La Sala considera que, en principio, permitirá la adición de evidencia más allá de los plazos
relevantes para la presentación de dicho material cuando se cumplan los términos de la regulación 35 (2) del
Reglamento de la Corte. Sin embargo, la última oración de la regla 35 (2) del Reglamento solo se aplica en
circunstancias excepcionales, como una enfermedad que incapacite al abogado que lo haga temporalmente
incapaz de completar su trabajo, y la Sala considera que esta disposición generalmente no se cumplirá cuando se
solicite para agregar evidencia muchos meses después del vencimiento de un plazo establecido de conformidad
con la regla 84 de las Reglas.
Cuando no se cumplen los términos de este reglamento, la Sala aún puede otorgar la adición propuesta si
se puede permitir de conformidad con la obligación de la Sala en virtud del artículo 64 (2) del Estatuto de
garantizar que “un juicio sea justo y expedito y sea realizado con pleno respeto a los derechos del acusado”.
Esto es coherente con la jurisprudencia de la Sala de Primera Instancia V (a) y la decisión de la Sala de Primera
Instancia II en la que se basó la Defensa, que permitió que se agregara un testigo a pesar de que la regla 35 (2)
del Reglamento no estaba cumplida.
La Sala considera que tales decisiones requieren una evaluación caso por caso que equilibre las justificaciones
para agregar nuevas pruebas contra el posible perjuicio que se pueda causar a la otra parte. En particular, la Sala
debe ser consciente del impacto sobre el derecho del acusado a disponer del tiempo y los medios adecuados
para la preparación de la defensa, tal como se establece en el Artículo 67 (1) (b) del Estatuto. La Sala puede
considerar muchos factores, entre los que se incluyen: (i) el tiempo transcurrido desde la fecha límite, (ii) si los
nuevos testigos revelan un hecho previamente desconocido que tiene una influencia significativa en el caso,
(iii) si existe una buena causa para no buscar agregar a los testigos en una etapa anterior del proceso, (iv) si se
le puede dar a la otra parte el tiempo adecuado para investigar a los nuevos testigos propuestos, teniendo en
cuenta la necesidad de llevar a cabo el juicio de manera justa y expedita, (v) si sería de interés para la justicia
conceder la solicitud.
Ver No. ICC-01/09-02/11-832, Sala de Primera Instancia V (b), 23 de octubre de 2013, párrs. 10-11.
[TRADUCCIÓN] El derecho de la defensa a presentar pruebas tras el testimonio de los testigos de la Sala o
la admisión de pruebas por la Sala, tal como lo subrayó la Sala de Apelaciones en su sentencia de 3 de mayo
de 2011, la Sala tiene discreción para decidir cuándo admitir pruebas en el juicio. En consecuencia, puede
decidir sobre la admisibilidad de la evidencia cuando se presenta el ítem o puede “diferir su consideración [...]
hasta el final del procedimiento, haciéndolo parte de su evaluación de la evidencia cuando está evaluando la
culpabilidad o inocencia del acusado”.
El Juez Único considera que no hay fundamento en el Estatuto o el Reglamento que impida a la Fiscal basarse
en pruebas obtenidas como resultado de la investigación en la medida en que se divulguen dentro del plazo
aplicable límites. Lo que exige la ley aplicable es que la Defensa sea informada dentro de un plazo razonable
antes de la audiencia de las pruebas en las que el Fiscal se propone basarse (artículo 61 (3) del Estatuto) y que a
En la presente decisión, la Sala se pronuncia en virtud del artículo 61 (7) del Estatuto sobre si hay pruebas
suficientes para establecer motivos sustanciales para creer que el sospechoso cometió cada uno de los delitos
imputados. De acuerdo con la jurisprudencia establecida de la Corte, para llegar al umbral probatorio el Fiscal
debe “ofrecer pruebas concretas y tangibles que demuestren una línea clara de razonamiento de sus acusaciones
específicas ”.
La determinación de la Sala se basa en una evaluación de las pruebas en las que se basaron el Fiscal y la Defensa
- e incluidas a tal efecto en sus respectivas listas de pruebas de conformidad con la regla 121 (3) y (6) de la Reglas
de procedimiento y prueba: teniendo en cuenta las presentaciones orales y escritas presentadas por las partes
así como el representante legal de las víctimas admitido a participar en la audiencia de confirmación de cargos.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de vícimas | Pruebas
La Sala ha valorado el valor probatorio de la prueba pertinente, teniendo en cuenta que por la naturaleza de
los procedimientos de confirmación de cargos, dicha evaluación es limitada y, como lo reconocen la Sala de
Apelación respecto de la evaluación de la credibilidad de los testigos en la etapa de confirmación de cargos,
“Necesariamente presuntivo”. De hecho, la Sala es consciente de la orientación de la Sala de Apelaciones
de que, si bien la Sala de Cuestiones Preliminares puede evaluar la credibilidad de los testigos, “debe tener
mucho cuidado al determinar que un testigo es o no es creíble ”. La Sala observa que la Defensa cuestiona
la confiabilidad de una serie de elementos de prueba, incluyendo declaraciones de testigos. Excepto en unos
pocos casos en los que la Sala estaba en condiciones de disponer del asunto sobre la base de todas las pruebas
disponibles, la Sala no se ha pronunciado con respecto a todas las impugnaciones, en particular en lo que
respecta a la credibilidad de los testigos, ya que considera que solo se pueden abordar adecuadamente juicio.
Las conclusiones de la Sala se basan en todas las pruebas disponibles, consideradas en su conjunto,
independientemente de qué parte presentó originalmente la prueba en el expediente del caso. Sin embargo, a
la luz del limitado alcance y finalidad de los procedimientos de confirmación de cargos, y de conformidad con la
práctica establecida de las Salas de Cuestiones Preliminares, la Sala aclara que los elementos de prueba a los que
se hace referencia en la presente decisión se incluyen con el único propósito de proporcionar el razonamiento
que sustenta su determinación. Esto es sin perjuicio de la pertinencia de otros elementos probatorios distintos a
los referidos, que en todo caso la Sala ha considerado a fondo. La falta de una referencia explícita a un elemento
de prueba puede significar que el hallazgo que relata ya está suficientemente respaldado por otras pruebas o, a
la inversa, que un determinado hallazgo, establecido satisfactoriamente a la luz de las pruebas tomadas en su
conjunto, no es negado por uno o más otros discretos elementos de prueba.
Lo mismo se aplica a los argumentos presentados por las partes y los participantes en sus comunicaciones, cada
uno de los cuales que ha sido cuidadosamente considerado como parte de la determinación de la Sala. A la luz
del alcance limitado y propósito del procedimiento actual y la gran cantidad de argumentos fácticos y legales
discretos colocados ante la Sala, esta decisión no aborda explícitamente todas y cada una de las comunicaciones
de las partes y participantes, pero solo aquellos que son necesarios para proporcionar un razonamiento
suficiente para la determinación de la Sala en virtud del artículo 61 (7) del Estatuto.
Véase No. ICC-02 / 11-01 / 11-656-Red, Sala de Cuestiones Preliminares I, 12 de junio de 2014, párrs. 19-
23.
La Sala observa que debería reconocerse su significado ordinario a la frase ‘los actos y la conducta de los
acusados’ y que, como se ha afirmado anteriormente, esta frase se refiere a los ‘actos y omisiones personales de
la persona acusada, que se describen contra ella o que de otro modo sirven de base para la determinación de su
responsabilidad penal respecto de los crímenes que se le imputan’.
Véase núm. ICC-01/02-01/04-1730-Red, Sala de Primera Instancia VI, 18 de enero de 2017, párr. 5.
[TRADUCCIÓN] De conformidad con el párrafo 4 del artículo 69 del Estatuto, la Sala “podrá decidir sobre
la pertinencia o admisibilidad de cualquier prueba, teniendo en cuenta, entre otras cosas, su valor probatorio
y cualquier perjuicio que pueda suponer para un juicio justo o para la justa evaluación del testimonio de un
testigo, de conformidad con las Reglas de Procedimiento y Prueba”, y que, con arreglo a las subreglas 1 y 2
de la regla 63 de las Reglas, la Sala tendrá facultades discrecionales para valorar libremente todas las pruebas
presentadas a fin de determinar su pertinencia o admisibilidad con arreglo al artículo 69.
Véase n° ICC-01/04-01/06-678, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrado único), 7 de noviembre de
2006, pág. 5.
[TRADUCCIÓN] En virtud del apartado c) del párrafo 1 del artículo 21 del Estatuto, donde los apartados a)
y b) del párrafo 1 del artículo 21 no son aplicables, la Sala aplicará los principios generales del derecho que
[TRADUCCIÓN] Nada en el Estatuto o en las Reglas de Procedimiento y Prueba expresamente establece que
la falta de información sobre la cadena de custodia y transmisión afecta la admisibilidad o el valor probatorio
de las pruebas de cargo. Por lo tanto, se asume que el material incluido en las Listas de Prueba de las partes
es auténtico. Por ello, a menos que una parte ofrezca información que pueda razonablemente arrojar dudas
sobre la autenticidad de determinados elementos presentados por la parte contraria, estos artículos deben
ser considerados auténticos en el contexto de la audiencia de confirmación. Todo ello sin perjuicio del valor
probatorio que pueda ser dado a estas pruebas en la evaluación global de las pruebas admitidas con el objetivo
de la audiencia de confirmación.
Véase n° ICC-01/04-01/06-803, Sala de Cuestiones Preliminares I, 29 de enero de 2007, párrs. 96-97.
[TRADUCCIÓN] La Sala también nota que no hay nada en el Estatuto o en las Reglas que prevea expresamente
que las pruebas que puedan considerarse basadas en rumores (es decir, pruebas de referencia) y obtenidas de
fuentes anónimas sean per se inadmisibles. Adicionalmente, la Sala de Apelaciones ha aceptado que, con el
propósito de la audiencia de confirmación, es posible utilizar ciertos elementos de prueba que pueden contener
testimonios de referencia, como las versiones expurgadas de declaraciones de testigos. De conformidad con
la jurisprudencia del TEDH, la Sala considera que las objeciones relacionadas con el uso de testimonios de
referencia anónimos no se relacionan con la admisibilidad de las pruebas, sino sólo con su valor probatorio.
[TRADUCCIÓN] Hay cuatro factores clave que surgen de las disposiciones contenidas en el marco estatutario
que proporcionan un punto de partida para investigar el enfoque general adoptado por la Sala de Primera
Instancia acerca de esta cuestión.
En primer lugar, la facultad estatutaria de la Sala para pedir la presentación de todas las pruebas que considere
necesarias para determinar la veracidad de los hechos: párrafo 3 del artículo 69.
En segundo lugar, la obligación de la Sala de velar por que el juicio sea justo y expedito y se sustancie con pleno
respeto de los derechos del acusado: párrafo 2 del artículo 64.
En tercer lugar, aunque en el Estatuto de Roma se destaca la preferencia de que los testigos presten declaraciones
oralmente — de hecho, la primera oración del párrafo 2 del artículo 69 exige que “[l] a prueba testimonial
deberá rendirse en persona en el juicio, salvo cuando se apliquen las medidas establecidas en el artículo 68
o en las Reglas de Procedimiento y Prueba” — las segunda y tercera oraciones del párrafo 2 del artículo 69
establecen una amplia gama de otras posibilidades probatorias: “la Corte podrá permitir al testigo que preste
testimonio oralmente o por medio de una grabación de vídeo o audio, así como que se presenten documentos
o transcripciones escritas, con sujeción al presente Estatuto y de conformidad con las Reglas de Procedimiento
y Prueba. Estas medidas no podrán redundar en perjuicio de los derechos del acusado ni serán incompatibles
con éstos”. Por lo tanto, a pesar de la referencia expresa a la declaración oral de testigos en el juicio, hay un
claro reconocimiento de que una variedad de otros medios de presentación de pruebas podría ser apropiada. El
artículo 68, que está expresamente referido en la primera oración del párrafo 2 del artículo 69 como brindando
otras instancias cuando pueda haber una desviación de la expectativa de pruebas orales, trata directamente
con las exigencias particulares de los juicios ante la CPI y, más precisamente, reconoce expresamente la posible
vulnerabilidad de las víctimas y los testigos, junto con los funcionarios o agentes de un Estado, que pueden
requerir la utilización de “medios especiales” para la presentación de su declaración. La Corte está obligada
a considerar la gama de posibilidades que existen para brindar protección, sujeta siempre a los derechos del
acusado y a la necesidad de que el juicio sea justo e imparcial.
En cuarto lugar, el párrafo 4 del artículo 69 del Estatuto confiere a la Sala un amplio poder para tomar decisiones
en lo que respecta las pruebas: “[l] a Corte podrá decidir sobre la pertinencia o admisibilidad de cualquier
prueba, teniendo en cuenta, entre otras cosas, su valor probatorio y cualquier perjuicio que pueda suponer
para un juicio justo o para la justa evaluación del testimonio de un testigo, de conformidad con las Reglas de
Procedimiento y Prueba” y, en virtud del párrafo 9 del artículo 64, la Sala de Primera Instancia podrá “[d] ecidir
sobre la admisibilidad o pertinencia de las pruebas”. Por lo tanto, la Corte puede decidir sobre la pertinencia o la
admisibilidad de las pruebas, y la subregla 2 de la regla 63 dispone que “[l] a Sala, de conformidad con el párrafo
9 del artículo 64, tendrá facultades discrecionales para valorar libremente todas las pruebas presentadas a fin de
determinar su pertinencia o admisibilidad con arreglo al artículo 69”. De ello se deduce que se le ha dado a la
Sala un amplio margen de discrecionalidad para pronunciarse sobre la admisibilidad o la pertinencia, y evaluar
cualquier prueba, con sujeción a las cuestiones especificadas relativas a la “equidad”.
Por lo tanto, resumiendo estos cuatro factores clave, los redactores del marco del Estatuto clara y deliberadamente
evitaron prohibir determinadas categorías o tipos de pruebas, un paso que habría limitado - desde el principio
- la capacidad de la Sala de evaluar las pruebas “libremente”. En cambio, la Sala está autorizada por el Estatuto
para solicitar cualquier prueba que sea necesaria para determinar la veracidad de los hechos, sin perjuicio
de las decisiones sobre la pertinencia y admisibilidad que sean necesarias, teniendo en cuenta los dictados
de la equidad. Al pronunciarse sobre la admisibilidad, la Sala con frecuencia tendrá que sopesar el potencial
probatorio y el potencial perjudicial de la prueba de que se trate. Es de particular importancia que la subregla
5 de la regla 63 mande a las Salas a no aplicar “las normas de derecho interno relativas a la prueba”. Por estas
razones, la Sala ha concluido que goza de un importante grado de discrecionalidad en la consideración de todos
los tipos de pruebas. Esto es especialmente necesario dada la naturaleza de los casos que llegarán ante la CPI:
habrá circunstancias infinitamente variables en las cuales la Corte será llamada a considerar las pruebas, que no
pocas veces han llegado a existir, o han sido recopiladas o recuperadas en circunstancias difíciles, como durante
[TRADUCCIÓN] A pesar de que la Sala no está vinculada por ningún tipo de decisión sobre la prueba dictada
por la Sala de Cuestiones Preliminares, la Sala sólo se apartará de un fallo anterior sobre la impugnación de la
admisibilidad de una prueba particular cuando existan razones imperativas para hacerlo.
En cuanto a las impugnaciones relacionadas a nuevos elementos de prueba que fueron presentadas por la
Fiscalía desde la confirmación de los cargos, la Sala desea enfatizar que el régimen de prueba bajo el Estatuto
y las Reglas no es de completa libertad probatoria ni crea categorías pre-definidas de información que son
sistemáticamente inadmisibles como prueba. En cambio, la subregla 2 de la regla 63 de las Reglas conceda a
la Sala plena discrecionalidad para “valorar libremente todas las pruebas presentadas a fin de determinar su
pertinencia o admisibilidad con arreglo al artículo 69”. Esto significa que la Sala debe evaluar cada impugnación
en sus propios méritos, teniendo en cuenta las características específicas y procedencia de los elementos de
prueba que se impugnan. Sólo si la Sala identifica serios problemas con un elemento determinado de prueba,
que hagan que resulte epistemológicamente erróneo o perjudicial para la justicia o integridad de las actuaciones,
puede, en virtud del párrafo 4 del artículo 69 del Estatuto, decidir que un elemento es inadmisible. La Sala
o admisibilidad de un elemento de prueba que figure en la Cuadro debe ser planteada dentro de un plazo
razonable después de que el Cuadro haya sido notificado.
La Sala, por este medio, invita a las partes a que presenten sus observaciones sobre la posibilidad, esbozada en
el párrafo anterior, de examinar todas las cuestiones de pertinencia y admisibilidad, que ya son conocidas por
las partes, antes del inicio del juicio en cuanto al fondo.
Véase n° ICC-01/04-01/07-956, Sala de Primera Instancia II, 13 de marzo de 2009, párrs. 34-37. Véase
también n° ICC-01/04-01/06-1084, Sala de Primera Instancia I, 13 de diciembre de 2007, párr. 8.
[TRADUCCIÓN] El Estatuto y las Reglas establecen en varias disposiciones los principios que deben aplicarse
a la admisibilidad de las pruebas que no sean declaraciones de testigos. Estos sirvieron de base para el criterio
general de la Sala sobre la admisibilidad de los documentos, tal como se describe en su decisión sobre la
admisibilidad de cuatro documentos, dictada el 13 de junio de 2008. La Sala resolvió que se centrará, en
primer lugar, en la pertinencia del material (a saber, si se relaciona con los asuntos que apropiadamente serán
considerados por la Sala en su investigación de los cargos imputados al acusado y su consideración de las
opiniones y observaciones de las víctimas participantes); en segundo lugar, si tienen o no valor probatorio
(teniendo en cuenta, por ejemplo, “los indicios de fiabilidad” sugeridos) y, en tercer lugar, en el valor probatorio
de las pruebas, en contraste a sus efectos perjudiciales.
Tanto el sistema jurídico del common law como el sistema romanogermánico suelen contener normas que
establecen los principios específicos que se aplicarán cuando se trata de pruebas obtenidas ilegalmente. El párrafo
7 del artículo 69 del Estatuto regula expresamente la admisibilidad de las pruebas obtenidas como resultado
de una violación del Estatuto o de derechos humanos internacionalmente reconocidos. Esta disposición es
lex specialis, en comparación con las disposiciones generales relativas a la admisibilidad establecidas en otras
partes del Estatuto. Además, el párrafo 7 del artículo 69 representa una clara excepción al criterio general
expuesto más arriba.
El Estatuto establece que una prueba es inadmisible si se obtuvo como resultado de una violación del Estatuto o
de los derechos humanos internacionalmente reconocidos, si se cumplen determinados criterios. Notablemente,
el Estatuto no “cuantifica” la violación del Estatuto o de los derechos humanos internacionalmente reconocidos,
haciendo referencia al grado de “seriedad”. Por lo tanto, incluso una violación no grave puede llevar a que la
prueba sea considerada inadmisible, siempre que una de las dos partes del criterio establecido en el párrafo 7
del artículo 69 se cumpla (es decir, a) la violación suscita serias dudas sobre la fiabilidad de las pruebas; o b)
su admisión atenta contra la integridad del juicio o redunde en grave desmedro de él). Es sólo en la segunda
parte del criterio que se introduce el requisito de un grado de “gravedad”, aunque esto no está conectado a la
gravedad de la violación.
El Estatuto establece claramente que la violación debe impactar en un estándar internacional, en contraposición
a un estándar nacional, de derechos humanos. Además, la Corte “no podrá pronunciarse sobre la aplicación
del derecho interno de [un] Estado” (párrafo 8 del artículo 69 del Estatuto), y la Corte no está vinculada por las
decisiones de los tribunales nacionales sobre la admisibilidad de las pruebas. En cambio, la Corte debe aplicar
las fuentes del derecho consagradas en el artículo 21 del Estatuto. Aunque la Corte debe tener en cuenta,
en virtud del apartado c) del párrafo 1 del artículo 21, “el derecho interno de los Estados que normalmente
ejercerían jurisdicción sobre el crimen”, éste viene en segunda (y tercera) posición después del “Estatuto, los
Elementos de los crímenes y sus Reglas de Procedimiento y Prueba” y “los tratados aplicables, los principios
y normas del derecho internacional, incluidos los principios establecidos del derecho internacional de los
conflictos armados”. Por lo tanto, las pruebas obtenidas en violación de leyes procesales nacionales, a pesar de
que dichas disposiciones podrían implementar estándares nacionales de protección de los derechos humanos,
no implica de manera automática la aplicación del párrafo 7 del artículo 69 del Estatuto.
ha sostenido que las normas de exclusión contenidas en el marco legal del tribunal no estaban destinadas a
impedir y sancionar las conductas ilegales de las autoridades nacionales encargadas de hacer cumplir la ley
mediante la exclusión en las actuaciones internacionales de pruebas obtenidas ilegalmente. La Sala de Primera
Instancia del TPIY declaró lo siguiente:
Las normas de exclusión internas se basan, en parte, en el principio de desalentar y sancionar la extralimitación
en la aplicación de la ley. La función de este Tribunal no es disuadir y sancionar las conductas ilegales de
las autoridades nacionales encargadas de hacer cumplir la ley mediante la exclusión de pruebas obtenidas
ilegalmente.
En la presente causa, un investigador de la Fiscalía estuvo presente durante la búsqueda e incautación, en
oposición a tener un papel más activo, pero parecería que en cualquier caso la mera presencia en un evento de
esta naturaleza no sirve para entablar esta regla de exclusión. La disuasión y disciplina, si se les quiere dar un
significado y propósito sostenible en el marco de las normas de exclusión, deben estar dirigidas a aquellos con
autoridad - los individuos que controlan el proceso o que tienen el poder, al menos, para impedir actividades
incorrectas o ilegales. En este caso, la búsqueda era responsabilidad exclusiva de las autoridades congoleñas,
y ellas la llevaron a cabo, en cambio, el investigador de la Fiscalía estuvo sólo “autorizado a ayudar”. No hay
indicación de que el investigador controló o pudo haber evitado la recolección desproporcionada de la prueba,
o de que haya actuado de mala fe. Por lo tanto, incluso si el propósito de esta regla de exclusión es, entre otras
cosas, desalentar o disciplinar actividades irregulares, no se aplicaría en este caso en lo que respecta a la Fiscalía.
Con arreglo al apartado b) del párrafo 7 del artículo 69 del Estatuto, corresponde a la Sala determinar la
gravedad de los daños (de haber alguno) a la integridad de las actuaciones, que se causarían de admitirse la
prueba. La Sala nota en particular los siguientes puntos en relación con estos documentos: i) la violación no fue
de una clase particularmente grave; ii) el impacto de la violación en la integridad del procedimiento se atenúa
debido a que los derechos vulnerados pertenecen a personas distintas al acusado; y iii) los actos ilegales fueron
cometidos por las autoridades congoleñas, aunque en la presencia de un investigador de la Fiscalía.
En estas circunstancias, la Sala ha concluido que la violación de la privacidad en este caso no afecta la fiabilidad
de las pruebas, ni que el material deba ser excluido a causa del argumento de que la violación atenta contra la
integridad del juicio o redunde en grave desmedro de él. Dicho de otro modo, en aplicación del párrafo 7 del
artículo 69, los documentos relevantes obtenidos durante la búsqueda e incautación son admisibles, a pesar de
la violación del derecho fundamental a la privacidad.
Dentro de este contexto, en relación con la totalidad de este material, la Sala ha tomado un criterio “documento
por documento”. Como se mencionó anteriormente, el valor probatorio de los documentos obtenidos durante
la búsqueda e incautación llevadas a cabo por la Fiscalía del Tribunal de Grande Instance de Bunia es una
consideración irrelevante por las razones que han sido ampliamente expuestas. Por lo demás, la Sala ha aplicado
el criterio establecido en su decisión relativa a la admisibilidad de cuatro documentos. En el anexo de la presente
decisión, la Sala se ha ocupado de la admisibilidad de cada uno de estos documentos, tras la conferencia de
7 de mayo de 2009, durante la cual la Fiscalía presentó información complementaria, a petición de la Sala,
sobre una serie de anexos individuales. La Sala particularmente ha tenido en mente los argumentos de la
Defensa, en primer lugar, que los documentos de la categoría ii) (en relación a los cuales se había reservado
previamente su posición en cuanto a su autenticidad y valor probatorio) no presentan garantías suficientes de
autenticidad y fiabilidad para ser admitidos en el procedimiento; en segundo lugar, que los documentos de la
categoría iii) son inadmisibles, sobre la base de la sugerida falta de relevancia con relación a los cargos o porque
la Fiscalía no ha proporcionado los mejores medios de prueba, junto con el argumento de que no todos los
documentos proceden de la UPC o las FPLC; y, en tercer lugar, que algunos de los mencionados en el anexo
1 de la solicitud de la Fiscalía no se corresponden con el contenido de los documentos presentados, como se
describe anteriormente.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1981, Sala de Primera Instancia I, 24 de junio de 2009, párrs. 33-49.
[TRADUCCIÓN] Como se discutió en la decisión de la Sala sobre la admisión de 422 documentos, la regla
68 de las Reglas — que refiere a los testimonios grabados con anterioridad como una excepción al principio
de testimonio en vivo — no se aplica a las transcripciones de la entrevista post-testimonio. En cambio, éstos
son potencialmente admisibles de conformidad con el párrafo 3 del artículo 69 del Estatuto, con sujeción a
consideraciones de equidad. La Sala es de la opinión de que los factores relacionados con transcripciones de las
entrevistas post-testimonio son igualmente aplicables a los documentos escritos compilados después de que
los testigos han testificado.
Véase n° ICC-01/04-01/06-2694-Corr, Sala de Primera Instancia I, 9 de marzo de 2011, párr. 17.
Resulta claro, [a partir del párrafo 3 del artículo 69, el párrafo 8 del artículo 64 y el párrafo 2 del artículo 74 del
Estatuto y la regla 140 y subregla 1 de la regla 64 de las Reglas] , primero, que las pruebas son “presentadas”
si las partes las presentan a la Sala de Primera Instancia por iniciativa propia o en cumplimiento de un pedido
de la Sala de Primera Instancia con el fin de probar o refutar los hechos controvertidos ante la Sala. Segundo,
la presentación de pruebas debe hacerse de conformidad con las directrices del magistrado presidente o en la
manera convenida por las partes.
Consiguientemente, cuando el Fiscal presentó las listas de pruebas, no lo hizo con miras a presentar los
elementos como pruebas para el juicio, sino con la “finalidad de informar a la Sala y a los demás participantes
de los materiales que se proponía utilizar en el juicio” y como “instrumento de gestión del caso”.
La presentación efectiva de las pruebas se llevaría a cabo en una etapa posterior del procedimiento, cuando el
Fiscal llamara a los testigos o produjera documentos. Por consiguiente, en opinión de la Sala de Apelaciones,
la Sala de Primera Instancia incurrió en error cuando admitió como pruebas elementos que aún no habían sido
presentados.
Si bien el Fiscal puede presentar muchos de esos elementos en el curso del juicio (y probablemente lo haga),
a medida que avanza el caso, y con sujeción a las facultades que incumben a la Sala de Primera Instancia con
arreglo al párrafo 3 del artículo 69 del Estatuto, tiene discrecionalidad para fundarse en algunos de ellos y
abandonar el resto. No obstante, en virtud de la decisión impugnada, la Sala de Primera Instancia admitió como
pruebas todos los elementos que figuraban en la lista revisada de pruebas. Así pues, existe la posibilidad de que
no todos los elementos que fueron admitidos como pruebas hayan sido presentados, lo que hace que la decisión
impugnada entre en conflicto con el párrafo 2 del artículo 74 del Estatuto.
La subregla 1 de la regla 64 de las Reglas de Procedimiento y Prueba faculta a las partes a plantear cuestiones
relativas a la pertinencia o la admisibilidad de las pruebas en el momento en que la prueba sea presentada a
una Sala. Dicha regla asegura que las partes tengan la oportunidad de plantear objeciones a las pruebas antes
de que sean admitidas como tales. La Sala de Primera Instancia tiene que hacer efectivo ese derecho y, por
consiguiente, no puede admitir ningún elemento como prueba sin dar primero a las partes la oportunidad de
plantear cuestiones.
En conclusión, la Sala de Apelaciones opina que la Sala de Primera Instancia incurrió en error cuando hizo una
“determinación prima facie de la admisibilidad” de las pruebas enumeradas en la lista revisada de pruebas sin
evaluar las pruebas una por una.
Véase n° ICC-01/05-01/08-1386-tSPA OA5 OA6, Sala de Apelaciones, 3 de mayo de 2011, párrs. 43-45,
48-49, 53, 55, 57.
El sentido directo de la primera oración de esa disposición es que los testigos deben comparecer ante la Sala de
Primera Instancia en persona y prestar sus declaraciones oralmente. Esta oración convierte en regla el testimonio
personal ante la Corte, haciendo efectivo el principio de oralidad. La importancia del testimonio personal ante
la Corte es que el testigo que declara bajo juramento lo hace bajo la observación y la supervisión general de
la Sala. La Sala escucha las declaraciones directamente del testigo y puede observar su comportamiento y su
compostura, y puede también pedir aclaraciones sobre aspectos de la declaración del testigo que no estén
claros, de modo que la declaración pueda registrarse con exactitud
De todos modos, el testimonio personal ante la Corte no es el modo exclusivo por el cual una Sala puede recibir
la declaración de un testigo. La primera oración del párrafo 2 del artículo 69 también prevé excepciones, para las
medidas establecidas en el artículo 68 del Estatuto o en las Reglas de Procedimiento y Prueba “a fin de proteger
a las víctimas y los testigos o a un acusado” Además, con arreglo a la segunda oración del párrafo 2 del artículo
69, la Sala puede, entre otras cosas, permitir que se presenten “documentos o transcripciones escritas”.
Sin embargo, esa facultad debe ejercerse “con sujeción al presente Estatuto” y “de conformidad con las Reglas
de Procedimiento y Prueba”. La disposición más pertinente de las Reglas de Procedimiento y Prueba es la regla
68, que dispone que “la Sala de Primera Instancia podrá […] permitir que se presente un testimonio grabado
anteriormente en audio o vídeo o la transcripción de ese testimonio u otro documento que sirva de prueba
de él”. Sin embargo, la presentación de esas pruebas está sujeta a las estrictas condiciones establecidas en la
disposición citada.
[...]
Al apartarse del requisito general del testimonio personal ante la Corte y recibir como pruebas cualesquiera
declaraciones de testigos grabadas anteriormente, una Sala debe velar por que el hacerlo no redunde en perjuicio
de los derechos del acusado ni sea incompatible con éstos o con la justicia del juicio en general. En opinión de
la Sala de Apelaciones, ello exige una cuidadosa evaluación. La Sala de Primera Instancia puede, por ejemplo,
tener en cuenta varios factores, entre ellos, los siguientes: i) si las pruebas se relacionan con cuestiones que
no están sustancialmente en controversia; ii) si dichas pruebas no son centrales para las cuestiones nucleares
del caso, sino que sólo brindan información pertinente de antecedentes, y iii) si las pruebas corroboran otras
pruebas.
Por tales razones, la Sala de Apelaciones concluye que la decisión de la Sala de Primera Instancia de admitir
todas las declaraciones grabadas anteriormente sin un cuidadoso análisis caso por caso fue incompatible con el
párrafo 2 del artículo 69 del Estatuto y con la regla 68 de las Reglas de Procedimiento y Prueba.
Véase n° ICC-01/05-01/08-1386-tSPA OA5 OA 6, Sala de Apelaciones, 3 de mayo de 2011, párrs. 76-78, 81.
[TRADUCCIÓN] Aunque la Sala no está obligada a aceptar pruebas sobre las que no hay objeciones, sólo las
rechazará si hay razones de peso. La Sala considera que no hay ninguna razón de este tipo en relación con los
diez documentos antes mencionados. Éstos son por lo tanto admitidos como prueba.
En el trato con el resto de los documentos, la Sala aplicará los criterios establecidos en la decisión que dictó el
17 de diciembre de 2010 acerca de las solicitudes de la Fiscalía para la admisibilidad de pruebes que se propone
presentar directamente en la audiencia. Como se indica en esa decisión, la Sala sigue un enfoque de tres fases.
En primer lugar, la Sala debe determinar si una prueba presentada es relevante para un tema de actualidad en
la causa. Si es así, la Sala debe determinar si tiene suficiente valor probatorio. El valor probatorio se evalúa sobre
la base de dos factores, la fiabilidad y significación. Por último, una vez que se ha establecido que un elemento
[TRADUCCIÓN] La Sala considera que los mapas pueden ayudar a la Sala, así como a las partes y participantes
en los procedimientos, a apreciar la ubicación geográfica de los lugares relevantes discutidos durante
la presentación de la evidencia. La Sala considera que, en ausencia de justificación para la no divulgación
proporcionada por la Fiscalía, el nombre de la entidad debe ser divulgado a la Defensa. La Sala observa que los
mapas en sí mismos no parecen contener información que identifique su origen y/o qué entidad los produjo.
Por las razones antes mencionadas, la Sala concluye que los mapas como tales pueden ser admitidos en la Lista
[TRADUCCIÓN] […] B. Si el testimonio incompleto del Testigo D04-07 debe permanecer en el expediente de
la causa
La Sala observa que el Estatuto, las Reglas o la jurisprudencia de la Corte no proporcionan una orientación
específica en la situación en la que el testimonio de un testigo sea solo parcialmente completado. En vista de
esto, la Sala opina que debe guiarse en su determinación por su deber primordial de garantizar la imparcialidad
del juicio, según lo dispuesto en el artículo 64 (2) del Estatuto.
Al determinar lo que exige el principio de imparcialidad en las circunstancias actuales, la Sala considera que su
enfoque de la admisión de pruebas, derivado de los artículos 64 (9) (a) y 69 (4) del Estatuto, puede servir de guía.
Aunque se utilizan en un contexto diferente, los principios aplicados por la Sala en esta evaluación determinan
cuándo admitir pruebas en el expediente del caso sería coherente con la imparcialidad del juicio. Como tales,
estos principios también pueden aplicarse al determinar si mantener evidencia testimonial en el expediente de
la causa sería perjudicial para la imparcialidad del juicio.
En el presente caso, la Sala considera que debe abordar dos cuestiones específicas: (1) la relevancia del
testimonio del Testigo D04-07 con respecto a los delitos imputados; y (2) si la Sala está en condiciones de
evaluar el testimonio del testigo, incluidos su credibilidad y confiabilidad, a pesar de estar incompleto. La Sala
considera que el factor más relevante a considerar en el presente caso es si la Sala estará en una posición, al
final del caso, para evaluar el testimonio del Testigo D04-07, incluyendo su credibilidad y confiabilidad, a pesar
de ser incompleto. Si el impacto de la falta de conclusión del testimonio del Testigo D04-07 fuera poner a la
Sala en una posición en la que no podía hacer esta evaluación, no podría confiar en la evidencia en cuestión y
tendría que eliminarla del registro.
La Sala considera que la pregunta es si la Sala tiene información suficiente, teniendo en cuenta el alcance de
las partes, los participantes y el interrogatorio del testigo por parte de la Sala, incluido el cuestionamiento de su
credibilidad y confiabilidad en el presente caso.
La Sala toma nota de que:
(i) la defensa tuvo la oportunidad de interrogar al testigo D04-07;
(ii) la fiscalía tuvo oportunidad plena de interrogar al testigo D04-07 y cuestionar su evidencia y credibilidad;
(iii) la Sala interrogó parcialmente al testigo; y
(iv) Maître Zarambaud interrogó parcialmente al testigo;
Mientras que:
(i) los representantes legales no pudieron completar su interrogatorio;
(ii) la Sala no tuvo la oportunidad de interrogar al testigo; y
(iii) la defensa no tuvo su última oportunidad de interrogar al testigo.
Además, la Sala observa que el testigo declaró bajo juramento, en persona ante la Sala.
A la luz de lo anterior, la Sala considera que cualquier perjuicio a la imparcialidad del juicio y a la evaluación
justa del testimonio del Testigo D04-07 que puede haber sido causado por la falla del testigo para completar su
testimonio es limitado y no requiere la exclusión del testimonio del expediente del caso. La Sala opina que tiene
suficiente información para poder evaluar el testimonio del testigo, incluidas su confiabilidad y credibilidad,
en el momento en que considera la evidencia del caso en su conjunto. La Sala subraya que el hallazgo de
que el testimonio del Testigo D04-07 puede ser retenido en el expediente de la causa no tiene relación con
la determinación final de la Sala de la credibilidad o confiabilidad del testimonio del Testigo D04-07, o si se
[TRADUCCIÓN] La Sala recuerda su enfoque general sobre la admisión de pruebas. En particular, para que un
artículo sea admitido como prueba debe satisfacer la prueba de tres partes, según la cual debe: (i) ser relevante
para el caso; (ii) tener valor probatorio; y (iii) ser lo suficientemente relevante y probatorio como para compensar
cualquier efecto perjudicial de su admisión
pueda causar. Además, la Sala reitera que su determinación sobre la admisibilidad de un artículo como prueba
no tendrá ninguna relación con el peso final que se le otorgará, que solo será determinado por la Sala al final
del caso al evaluar la evidencia en su conjunto.
[…]
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de vícimas | Pruebas
La Sala recuerda su enfoque general sobre la admisión de pruebas. En particular, para que un artículo sea
admitido como prueba debe satisfacer la prueba de tres partes bajo la cual debe: (i) ser relevante para el caso;
(ii) tener valor probatorio; y (iii) ser lo suficientemente relevante y probatorio como para compensar cualquier
efecto perjudicial que su admisión pueda causar. Además, la Sala subraya una vez más que su determinación
sobre la admisibilidad como prueba de un artículo no influye en el peso final que se le asignará, que solo será
determinado por la Sala al final del caso al evaluar la evidencia en su conjunto.
Véase No. ICC-01 / 05-01 / 08-3019-Red, Sala de Primera Instancia III, 26 de agosto de 2014, párr. 21.
La Sala observa que el Estatuto y el Reglamento no prevén expresamente la reapertura del caso para para permitir
la presentación de pruebas adicionales. Sin embargo, de acuerdo con la jurisprudencia de la Internacional
Tribunal Penal para la ex Yugoslavia (“TPIY”), la Sala determina que, en circunstancias excepcionales, un caso
puede ser reabierto para permitir la presentación de evidencia “nueva”. La Sala señala que la evidencia “nueva”
incluye no solo evidencia que no estaba disponible al cierre del caso, sino también evidencia que fue disponible
anteriormente, pero cuya importancia se reveló solo a la luz de nuevas pruebas.
Para determinar si reabrir un caso para permitir la admisión de pruebas “nuevas”, la Sala debe primero
considerar si, con una diligencia razonable, la evidencia podría haber sido identificada y presentada antes del
cierre de pruebas.
Además, para determinar si hay motivos suficientes para llamar a un testigo, la Sala considerará si se ha
demostrado una buena causa para retirar al testigo. La Sala ha manifestado anteriormente que “La economía
judicial exige que la revocación se conceda sólo en las circunstancias más apremiantes en las que la prueba tiene
un valor probatorio significativo y no acumulable ”.
Véase No. ICC-01 / 05-01 / 08-3154-Red, Sala de Primera Instancia III, 10 de octubre de 2014, párrs. 25-27.
que no es pertinente o que es perjudicial; este no es el caso cuando las decisiones son adoptadas por una sala de
magistrados profesionales. La Sala no está convencida de que la amplitud de la causa – y/o la gran cantidad de
pruebas presentadas por las partes – sean factores que en sí mismos requieran que las decisiones probatorias se
determinen permanentemente. Como se manifestó al inicio del juicio, los números (de elementos, de testigos o
de horas necesarias para la presentación de las pruebas) son solo números, y como tales son elementos neutros
respecto del procedimiento que se ha de seguir para la admisión de las pruebas.
Este principio general es sin perjuicio de la consideración por la Sala de las objeciones en materia de admisibilidad
cuando se presente el elemento pertinente, si así lo requieren el Estatuto o las Reglas (por ejemplo, los
presentados a tenor de lo dispuesto en el párrafo 7 del artículo 69 del Estatuto). Además, la Sala, en el ejercicio
de sus facultades discrecionales, podrá decidir sobre la admisibilidad de determinados elementos cuando ello
pueda ser necesario o procedente para salvaguardar unas actuaciones justas y expeditas, incluso previa solicitud
de las partes en relación con un elemento probatorio específico, o con categorías de pruebas. La consideración
permanente por la Sala de las pruebas presentadas a lo largo del juicio le permitirán determinar con prontitud
la necesidad, o la conveniencia, de adelantar una determinación probatoria específica a una fase anterior de las
actuaciones. Permitirá también a la Sala ejercer adecuadamente sus facultades para solicitar la presentación de
todas las pruebas que considere necesarias para determinar la veracidad de los hechos.
En opinión de la Mayoría, la necesidad de velar por la imparcialidad de las actuaciones no permite a la Sala
asistir a las partes en sus preparativos en la causa, menos aún para permitir que “subsanen” cualquier defecto
que pudiera afectar a su causa, incluso su posible falta de asunción de su correspondiente carga de la prueba.
La Mayoría sí espera que todas las partes y los participantes “lleven a cabo sus investigaciones y sustancien
sus respectivas causas a la luz de todas las pruebas presentadas” y que se dirijan a la Sala “de manera que se
cubran todas las eventualidades”; en efecto, para la Mayoría ello parece constituir un componente esencial de
la profesionalidad de las partes.
Por último, la Sala determina que solo se habrán de transmitir a la Sala los elementos presentados y utilizados
por las partes y, si procede, por los participantes para fines del fallo final. Los elementos divulgados inter partes
o que no se presenten en las actuaciones del juicio no se han de transmitir a la Sala. En consonancia con el
enfoque adoptado en las actuaciones de confirmación en esta causa, la Sala estima que no es necesario asignar
un número de identificación ‘EVD’ a las pruebas presentadas. Estos elementos seguirán referenciándose
mediante su número de identificación preexistente (“ERN”) que figura en cada página de cada elemento, y
que retendrán a lo largo de las actuaciones. Sin embargo, la Secretaría deberá velar por que los metadatos de la
Corte electrónica reflejen con claridad qué elementos se han presentado oficialmente a la Sala a medida que el
juicio progrese, y si se ha efectuado una objeción oral. La Secretaría también habrá de velar por que todas las
cuestiones planteadas con arreglo a la subregla 1 de la regla 64, así como cualquier dictamen emitido por la Sala,
se anoten debidamente y sin dilación en los metadatos de la Corte electrónica correspondientes al elemento
probatorio con el que guardan relación.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-405, Sala de Primera Instancia I, 29 de enero de 2016, párrs. 3 a 19.
[TRADUCCIÓN] Si bien pocos cuestionan que una sala de primera instancia pueda aplazar su consideración de
la pertinencia y admisibilidad de las pruebas sometidas por una parte hasta la fase de deliberaciones del juicio,
al ejercer esta facultad discrecional, y en el contexto de un procedimiento contradictorio, debería reconocerse
la debida importancia a la unanimidad de los puntos de vista de las partes y los representantes legales de las
víctimas. Una prudente consideración de sus preocupaciones ayuda a la Sala a lograr el equilibrio justo, y
con ello velar tanto por la justicia como por la celeridad del juicio, ya que se reconoce que la celeridad es un
componente importante de un juicio justo, pero no es el único.
Aunque la arquitectura de la Corte combina aspectos de los ordenamientos jurídicos anglosajón y de tradición
romanista, como señala mi docto colega de la Sala de Apelaciones, el Estatuto de Roma dispone que los aspectos
fundamentales de las actuaciones se desarrollarán según un procedimiento contradictorio, en la medida en que
el párrafo 2 del artículo 66 y el apartado 1 e) del artículo 67 del Estatuto restringen la prueba de la culpabilidad
una amenaza para la imparcialidad del juicio; esta es la posición que parece haber adoptado la Mayoría.
Al determinar que, como cuestión de principio, resultaba apropiado aplazar hasta el momento de las
deliberaciones la evaluación tanto de la admisibilidad como de la pertinencia o valor probatorio de las pruebas,
la Mayoría identificó cinco consideraciones, a saber: 1) la Sala está en una posición óptima para evaluar la
pertinencia y el valor probatorio de un elemento de prueba específico al finalizar las actuaciones (‘Primera
Consideración2); 2) no tener que evaluar la pertinencia y el valor probatorio hasta el final de las actuaciones
evitaría determinaciones múltiples respecto del mismo elemento de prueba en distintas fase del juicio y por
tanto resultaría más expedito (‘Segunda Consideración’); 3) el aplazamiento de las decisiones en materia de
admisibilidad aseguraría que todas las pruebas recibieran un trato uniforme (‘Tercera Consideración’); 4) no
hay ningún motivo para que la Sala lleve a cabo evaluaciones en materia de admisibilidad para protegerse
de una consideración indebida de los materiales (‘Cuarta Consideración’); y 5) la Sala siempre podrá decidir
considerar las cuestiones de admisibilidad desde el principio cuando ello proceda (‘Quinta Consideración’).
En las circunstancias de la presente causa, mi opinión es que ninguna de estas consideraciones justifican el
aplazamiento de las decisiones en materia de admisibilidad hasta el momento del fallo como norma general.
Respecto de la Primera Consideración, no puedo por menos que convenir con la Mayoría que la pertinencia y
el valor probatorio finales de un elemento no se pueden evaluar hasta la conclusión del juicio y a la luz de la
totalidad de las pruebas. Sin embargo, esto no resta de la capacidad de la Sala para determinar la pertinencia
y el valor probatorio prima facie para fines de admisibilidad, o para determinar al inicio que un elemento
probatorio manifiestamente no es pertinente o no es fiable.
En efecto, tal como lo señaló la Sala de Primera Instancia V (A), una ‘evaluación de los elementos de prueba para
fines de admisibilidad es una cuestión distinta de la importancia probatoria final que la Sala pueda reconocer a
las pruebas admitidas en su valoración final, una vez que tenga ante sí la totalidad del expediente de la causa’.
Por los mismos motivos, en mi opinión la Tercera Consideración carece de fundamento, ya que las decisiones
sobre la admisibilidad y la importancia final que se ha de reconocer a las pruebas no suponen un riesgo de falta
de uniformidad en el trato de esas pruebas, puesto que las normas son distintas.
Dicho lo anterior, también observo con preocupación que esta Sala ya ha resuelto lo siguiente:
Con arreglo al artículo 69 del Estatuto y la subregla 2 de la regla 63 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, la
Sala tendrá facultades para valorar libremente todas las pruebas presentadas a fin de determinar su pertinencia
o admisibilidad. De conformidad con la subregla 3 de la regla 64 de las Reglas de Procedimiento y Prueba,
la Sala no admitirá pruebas que considere prima facie no ser pertinentes o carecer de valor probatorio. En
consonancia con el párrafo 4 del articulo 69 del Estatuto, al decidir sobre la admisibilidad de las pruebas, la
Sala también tendrá en cuenta cualquier perjuicio que esa prueba pueda suponer para un juicio justo o para la
justa evaluación del testimonio. De igual manera, la Sala no admitirá pruebas cuando se haya efectuado una
determinación en virtud del párrafo 7 del artículo 69 del Estatuto. Incumbe a la parte que la presenta demostrar
la admisibilidad de las pruebas y aducir motivos que las hacen pertinentes y probatorias para los hechos en
cuestión.
Estas instrucciones disponían un procedimiento durante el juicio a tenor del cual la Sala podría excluir pruebas
cuando una evaluación prima facie determinara que las pruebas carecían de pertinencia o valor probatorio. Por
consiguiente, no puedo convenir en que una desviación considerable respecto de estas instrucciones emitidas la
víspera del juicio – cuando las partes se han preparado sobre la base de estas instrucciones – guarde proporción
con la obligación de esta Sala de velar por que el juicio sea justo y expedito y se sustancie con pleno respeto de
los derechos del acusado.
La Segunda Consideración se fundamenta en la celeridad. Sin embargo, en lugar de acelerar el juicio, estimo
el efecto de la Decisión Mayoritaria sobre la capacidad para las partes y la representación legal de las víctimas
para prepararse. Como consecuencia constato que, sin la toma permanente de decisiones en materia de
admisibilidad, la Sala, las partes y la representación legal de las víctimas ven inhibidos sus esfuerzos para limitar
IV. Conclusión
Por consiguiente, yo hubiera aprobado la solicitud unánime de las partes y la representación legal de las víctimas
a efectos de que la Sala falle sobre la admisibilidad de las pruebas de forma continuada y antes del cierre del
período de pruebas en las actuaciones.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-405-Anx, Sala de Primera Instancia I, Opinión discrepante del Magistrado
Henderson, 1 de febrero de 2016, párras. 6-27.
[TRADUCCIÓN] En relación con la legislación aplicable, la Sala recuerda que puede permitir la introducción
de testimonios grabados anteriormente que procedan de una persona posteriormente fallecida, presuntamente
fallecida, o que, debido a obstáculos que no puedan ser superados mediante una diligencia razonable, no
esté en condiciones de prestar testimonio oralmente, siempre que se den los factores siguientes: i) que su
presentación no redunde en detrimento de los derechos del acusado o sea incompatible con ellos; 2) que no se
pueda prever la necesidad de medidas con arreglo al artículo 56 del Estatuto; y iii) que el testimonio grabado
anteriormente presente indicios suficientes de credibilidad. Estos requisitos se han de cumplir, además de los
criterios ordinarios de admisibilidad. Las pruebas conexas también son admisibles, siempre y cuando el testigo
se sirva de ellas o las explique en el testimonio grabado anteriormente.
Véase núm. ICC-01/04-02/06-1205, Sala de Primera Instancia VI, 22 de marzo de 2016, párr. 7
[TRADUCCIÓN] La Sala ha examinado la lista de hechos convenidos. Lamenta que las partes no hayan logrado
alcanzar un acuerdo respecto de un número más significativo de hechos relativos al fondo del asunto. No
obstante, a partir de ahora la Sala considerará que los hechos convenidos son hechos probados de conformidad
con la regla 69 de las Reglas, y no permitirá que las partes presenten pruebas adicionales al respecto.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-524, Sala de Primera Instancia I, 13 de mayo de 2016, párr. 23.
[TRADUCCIÓN] Si bien las Instrucciones relativas al desarrollo del proceso permiten la presentación parcial
de testimonio grabado anteriormente (el resto del testimonio se presentaría de forma oral), ni el texto de estas
instrucciones ni la subregla 68 3) de las Reglas sientan una base que impida a las partes solicitar la presentación
de un testimonio grabado anteriormente en su totalidad. De hecho, cualquier interpretación en ese sentido de
las Instrucciones relativas al desarrollo del proceso iría en contra de la regla 68 de las Reglas y por consiguiente
no sería permisible.
[…]
Ante todo, se ha de declarar, en líneas generales, que una regla a efectos de que los documentos solamente
se puedan presentar “por medio de un testigo” no tiene base alguna, ni en el Estatuto ni en las Reglas, y no
forma parte de la legislación vigente de la Corte. En cualquier caso, la Sala observa que se hace referencia a los
anexos en cuestión en las propias declaraciones de los testigos, y por consiguiente se han de incorporar para
permitir a la Sala y las partes apreciar debidamente el contenido de las declaraciones de los testigos. Por lo que
respecta a los documentos impugnados que se anexan, la Sala observa que, a tenor de las Instrucciones relativas
al desarrollo del proceso, las pruebas documentales se pueden presentar mediante solicitud directa a la Sala,
y no solo durante el curso del interrogatorio de los testigos. Por consiguiente, no hay riesgo de que la Fiscal
utilice el procedimiento relativamente más riguroso de la subregla 3 de la regla 68 de las Reglas en lugar del
procedimiento relativamente menos riguroso para la presentación de pruebas documentales que no se lleve a
cabo a través de un testigo. En el supuesto de la presentación de declaraciones por escrito con arreglo a la regla
68 de las Reglas, también se dará por presentada cualquier prueba documental que se incluya como anexo. Acto
seguido, la Sala examinará, en su contexto apropiado, la declaración del testigo con sus anexos, y determinará
su pertinencia y valor probatorio.
II. Introducción de testimonio grabado anteriormente en virtud de la subregla 2 b) de la regla 68 de las Reglas
[TRADUCCIÓN] En primer lugar, no estoy de acuerdo en que una decisión en virtud de la regla 68 de las Reglas
se pueda limitar a la consideración del testimonio grabado anteriormente como meramente ‘presentado’, en
lugar de admitido oficialmente en el sentido del apartado 9 a) del artículo 64 y del párrafo 4 del artículo 69 del
Estatuto. En segundo lugar, no estoy de acuerdo en que proceda aplicar la regla 68 de las Reglas a (partes del)
testimonio grabado anteriormente que se basan en habladurías anónimas o en la opinión del testigo. En tercer
lugar, considero que la Sala debería ceñirse a la orientación aportada por la Sala de Apelaciones en cuanto a la
aplicación de la subregla 3 de la regla 68 de las Reglas. En cuarto lugar, no estoy de acuerdo con la interpretación
por mis colegas del concepto de ‘cuestiones que están materialmente en litigio’. En quinto lugar, no estoy de
acuerdo con la interpretación por mis colegas del concepto de ‘indicios de credibilidad’. En sexto lugar, no me
parece procedente aplicar la regla 68 de las Reglas al testimonio grabado anteriormente de los testigos P-217
y P-230. Por último, no estoy de acuerdo en que sea posible admitir pruebas documentales sobre la base de la
regla 68 de las Reglas, sin aplicar la correspondiente prueba de admisibilidad del párrafo 4 del artículo 69 del
Estatuto, por el mero hecho de que el testimonio grabado anteriormente que se admite con arreglo a la regla 68
de las Reglas hace referencia a esas pruebas.
I. La regla 68 de las Reglas está relacionada con la admisión del testimonio grabado anteriormente
testigo a declarar. En segundo lugar, la parte que no efectúa la solicitud no sabría si debería dedicar su tiempo y
recursos limitados a impugnar la prueba testimonial mediante un interrogatorio (en el supuesto de la subregla
3 de la regla 68 de las Reglas) o de otra manera (en el supuesto de la subregla 2 de la regla 68 de las Reglas)
hasta que finalizara el juicio.
En este sentido, cabe señalar que la Sala de Primera Instancia VII, que adoptó una metodología general en
cuanto a la admisibilidad similar a la adoptada por la mayoría de esta Sala, decidió no obstante que fallaría
inmediatamente en cuanto a la admisibilidad de las solicitudes bajo la regla 68 de las Reglas, como en efecto lo
ha hecho en la práctica.
II. La regla 68 de las Reglas no se puede aplicar sin dar consideración a las normas generales de admisibilidad
en virtud del párrafo 4 del artículo 69 del Estatuto
El punto de partida de mi análisis es que el testimonio grabado anteriormente debería, en la medida de lo
posible, recibir el mismo trato que el testimonio presentado ante la Sala. Por consiguiente, si no es permisible
que un testigo que no sea un testigo pericial presente su testimonio en la sala con el fin de testificar acerca de su
opinión o de especular, de ello se sigue que los testimonios de opinión o especulativos similares contenidos en
un testimonio grabado anteriormente admitido en virtud de la regla 68 de las Reglas debería quedar igualmente
excluido. La aplicación de la regla 68 de las Reglas, por tanto, debería limitarse en líneas generales a aquellas
partes del testimonio grabado anteriormente que hubieran sido permisibles si el testigo hubiera sido interrogado
por la parte que solicitara su testimonio ante la Sala. Por consiguiente, en mi opinión la admisión en virtud de la
regla 68 de las Reglas no es necesariamente una decisión de todo o nada, y es posible utilizar la disposición para
admitir solamente aquellas partes de un testimonio grabado anteriormente que son admisibles.
Aparte de la exclusión del testimonio especulativo o de opinión en virtud de la regla 68, también reviste la
máxima importancia que el testimonio grabado anteriormente solamente se admita cuando el registro de este
testimonio (ya sea una declaración firmada o una transcripción) indique claramente la fuente del conocimiento
del testigo respecto de los hechos a los que se refiere su testimonio. Ello es de particular importancia cuando el
testigo presenta un testimonio indirecto.
Soy plenamente consciente de que no existe ninguna norma general que excluya los testimonios de oídas, y no
abogaría por la introducción de tal norma indiscriminada. Sin embargo, al igual que el testimonio de oídas no se
debería excluir sistemáticamente de la consideración de la Sala, tampoco debería admitirse sistemáticamente.
En efecto, la regla 68 de las Reglas no permite que la Sala eluda los requisitos del párrafo 4 del artículo 69 del
Estatuto, que estipula la prueba general de admisibilidad ante esta Corte. El párrafo 4 del artículo 69 dispone
lo siguiente:
La Corte podrá decidir sobre la pertinencia o admisibilidad de cualquier prueba, teniendo en cuenta, entre otras
cosas, su valor probatorio y cualquier perjuicio que pueda suponer para un juicio justo o para la justa evaluación
del testimonio de un testigo[…]
Cuando se interpreta debidamente, esta disposición requiere que la Sala, al decidir sobre la admisibilidad,
considere ante todo si esa prueba tiene algún valor probatorio. En el supuesto de que la prueba tuviera algún
valor probatorio, la Sala debería admitirla siempre y cuando el perjuicio que pueda causar no fuera mayor que
ese valor probatorio. Esta evaluación reviste particular importancia en el contexto de la regla 68 de las Reglas,
que incide considerablemente en el principio general de oralidad consagrado en el párrafo 2 del artículo 69 del
Estatuto y que hace del testimonio personal la norma. Como recalcó la Sala de Apelaciones, la importancia del
principio de oralidad guarda una relación directa con el derecho de la persona acusada, con arreglo al apartado
1 e) del artículo 67 del Estatuto, a interrogar a los testigos, así como a la justicia general de las actuaciones. Por
tanto, existe una posibilidad considerable de causar perjuicio a los derechos de la persona acusada cuando se
admite un testimonio grabado anteriormente cuyo valor probatorio sea dudoso.
grabado anteriormente, la Sala considerará si dicho testimonio “se refiere a cuestiones que no están
materialmente en litigio”. Como se señala arriba, la Sala de Apelaciones también ha incluido este punto como
una consideración bajo la subregla 3) de la regla 68 de las Reglas. Convengo con mis colegas en que, con
la salvedad del testimonio del testigo P-0590, la totalidad de los testimonios grabados anteriormente que la
Fiscal desea que admitamos en virtud de la regla 68 de las Reglas de alguna manera se refieren a asuntos
fundamentales de la causa que las partes disputan enérgicamente.
A pesar de ello, mis colegas parecen optar por el punto de vista de que el hecho de que el testimonio de un testigo
se refiera efectivamente a cuestiones que están materialmente en litigio puede de algún modo descartarse o
recibir menor consideración debido a la “importancia relativa del testigo dentro del sistema probatorio que se
ha presentado, y se espera se presentará, a la Sala”.
Mis colegas parecen justificar este enfoque mediante una distinción cualitativa entre los testigos que cuentan
con un “conocimiento interno o de calidad respecto de la planificación y la conducta general de la operación
de las FDS en el momento de los hechos”, por una parte, y los testigos que, “aunque sin gran importancia
individual, al sumarse a otros testimonios [...] conforman una red testimonial que permitirá a la Sala apreciar
la manera en que se desarrollaron los acontecimientos sobre el terreno”, por la otra. Declaro mi respetuoso
desacuerdo con este método, que no se apoya ni en el texto de la regla ni en la correspondiente jurisprudencia
de la Corte. En particular, este método me plantea dificultades porque parece sugerir que cuando existe una
‘red’ testimonial en relación con un tema importante concreto, no importa mucho la calidad o falta de ella de
las piezas probatorias individuales. Sin embargo, como ya enseñaba en el siglo XVIII el filósofo Thomas Reid,:
Un sistema de esta índole se asemeja a una cadena, algunos de cuyos eslabones tienen fuerza abundante,
mientras otros son muy débiles. La fortaleza de la cadena viene determinada por la de los eslabones más
débiles; porque si estos ceden, el conjunto cae a pedazos y el peso que en él se apoyaba se desmorona.
Todos los testigos cuyo testimonio la Fiscal desea presentar en virtud de la regla 68 de las Reglas testifican
acerca de distintos hechos, y no hay solapamientos entre sus testimonios. Por consiguiente, su testimonio es la
única pieza probatoria en apoyo de las propuestas fácticas contenidas en sus declaraciones. Así, cada testimonio
constituye un eslabón en la proverbial cadena (o un hilo en la red de la mayoría), cuya solidez se ha de examinar
exhaustivamente.
V. Los indicios de credibilidad no pueden ser meramente formales
En el contexto de la subregla 2 b) de la regla 68 de las Reglas, la Sala no pudo por menos que examinar
si el testimonio grabado anteriormente del testigo P-0590 presentaba “indicios suficientes de credibilidad”.
Mis colegas parecen haber adoptado un enfoque un tanto formalista al respecto. En efecto, su análisis parece
haberse limitado a la conclusión de que el testimonio grabado anteriormente “se había tomado por la Fiscalía
en virtud de la regla 111 de las Reglas y bajo todas las garantías de aplicación, incluido el párrafo 1 del artículo
54 del Estatuto”.
Respetuosamente, en el mejor de los casos estos elementos pueden ser un indicio de que el registro del
testimonio grabado anteriormente es un reflejo correcto y fidedigno de lo dicho por el testigo. Sin embargo,
no veo cómo ello puede ser de ayuda para determinar la credibilidad prima facie del contenido del testimonio
grabado anteriormente.
Al menos desde mi punto de vista, no cabe mucha oposición al hecho de que la subregla 2 i) de la regla 68
de las Reglas requiere que la Sala lleve a cabo como mínimo una evaluación preliminar de la credibilidad del
contenido del testimonio. Ello se desprende del texto de la propia disposición, así como de la referencia al
párrafo 4 del artículo 69 del Estatuto que aparece en la subregla 1 de la regla 68.
No propongo esbozar un conjunto de criterios para la evaluación de la credibilidad de los testimonios grabados
anteriormente. La credibilidad puede depender de múltiples factores, que en mi opinión es mejor dejar abiertos
para su reconocimiento que excluidos por una definición estrecha. Ello no obstante, yo diría que existen
algunos indicios centrales de credibilidad que se han de considerar en todos los casos. En primer lugar, se ha
[TRADUCCIÓN] En estas circunstancias, la Sala considera que el hecho de que las declaraciones de esos cuatro
testigos correspondan a cuestiones que están en litigio y que revisten importancia para los alegatos de la Fiscal
no supone un obstáculo para su introducción por medio de la subregla 68 3 de las Reglas. Por consiguiente,
siempre y cuando se dé a la Defensa oportunidad suficiente para interrogar a os testigos, no hay ninguna
razón imperativa que impida la racionalización de la presentación del testimonio mediante la autorización de la
presentación de testimonios de los testigos en virtud de la regla 68 3 de las Reglas.
Véase también núm. ICC-02/11-01/15-722-Red, Sala de Primera Instancia I, 11 de octubre de 2016, párr. 16.
[TRADUCCIÓN] Los testimonios de P-0106 y P-0107 pertenecen claramente a cuestiones que están en litigio
y son fundamentales para la causa. Además, parte considerable de los testimonios se basan en lo que podría
constituir testimonio indirecto anónimo. Como ya declaré en mi opinión parcialmente discrepante de 13 de
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de vícimas | Pruebas
junio de 2016, a mi parecer estas consideraciones revisten considerable importancia para la decisión de si
permitir o no la admisión de testimonio registrado anteriormente en virtud de la subregla 3 de la regla 68 de
las Reglas.
El testimonio de P-0117 consiste, efectivamente, de dos partes. La primera de ellas relata en esencia las
experiencias personales de la testigo durante la marcha contra la RTI que tuvo lugar el 16 de diciembre de 2010.
La segunda parte consiste en su práctica totalidad de testimonios indirectos. Por ese motivo, no considero
procedente admitirlo, en aplicación de la subregla 3 de la regla 68 de las Reglas. El valor probatorio de esta parte
de su testimonio es, sencillamente, demasiado limitado para ser admisible en virtud del párrafo 4 del artículo
69 del Estatuto.
Respecto de la primera parte del testimonio grabado anteriormente de P-0117, este contiene varias alegaciones
que implican a uno de los acusados. En esas circunstancias, considero procedente escuchar el testimonio de
la propia víctima en persona. También conviene tener en cuenta que la Fiscal tan solo prevé un ahorro de dos
horas en relación con la reducción del interrogatorio principal. Una ventaja tan pequeña no puede justificar la
restricción del principio de oralidad consagrado en el párrafo 2 del artículo 69 del Estatuto.
Desearía asimismo manifestar mi desacuerdo con la opinión de mis colegas a efectos de que la aplicación de la
regla 68 de las Reglas “no puede entrar en conflicto con el Estatuto puesto que este último instrumento declara
explícitamente, en el párrafo 2 de su artículo 69, que la prueba testimonial deberá rendirse en persona, salvo,
entre otras cosas, en la medida que se dispone en las Reglas”. Con todos mis respetos, no me parece correcto
declarar que, debido a que existen posibles excepciones a un principio, ese principio deja de existir. El enfoque
por el que ha optado la Mayoría equivale a decir que no existe una diferencia legal entre el testimonio en
persona y la admisión del testimonio grabado anteriormente. Por mi parte, no suscribo esa opinión, ya que me
parece muy útil escuchar testimonios incriminatorios del o de la testigo bajo juramento, y ante el acusado, los
magistrados y el público. Una característica de estas actuaciones ha sido la aparición de discrepancias entre el
testimonio oral presentado por el testigo durante el interrogatorio y lo que pudiera haber dicho en su declaración
a los investigadores. La exploración de estas discrepancias es un enfoque legítimo para la evaluación de la
credibilidad de estos testigos.
De igual manera, y como ya indiqué anteriormente, no suscribo la opinión de que el hecho de que la subregla
3 de la regla 68 de las Reglas prevea el derecho a interrogar a los testigos da lugar ipso facto a que no exista
un riesgo serio de perjuicio para los derechos de la persona acusada. El derecho a interrogar a los testigos se
consagra en el apartado 1 e) del artículo 67 del Estatuto, y la reiteración de ese derecho en la subregla 3 de la
regla 68 de las Reglas no compensa el hecho de que el testigo no presente su testimonio incriminatorio bajo
juramento en presencia de la persona acusada y de los magistrados.
Véase también núm. ICC-02/11-01/15-722-Anx, Sala de Primera instancia I, Opinión parcialmente
discrepante del Magistrado Henderson, 13 de octubre de 2016, párrs. 3 a 7.
introducción de ese testimonio grabado anteriormente no redunde en detrimento de los derechos del acusado
ni sea incompatible con ellos, ni con un juicio justo en general. Esta ha de ser la máxima preocupación de la
Sala, en particular teniendo presente “el requisito general de un testimonio rendido en persona en el juicio. Por
consiguiente, la posibilidad de presentar ese testimonio en virtud de la subregla 3 de la regla 68 de las Reglas
dependerá de las circunstancias de la causa. Además, la posibilidad de que ese testimonio se pueda presentar
exclusivamente por escrito quedará a discreción de la Sala, teniendo presente que la subregla 3 de la regla 68
de las Reglas dispone la posibilidad de que la Fiscal, la defensa y la Sala tengan la oportunidad de interrogar al
testigo durante las actuaciones; esta posibilidad incluye, de facto, a la parte que solicita el testimonio, que en
el caso que nos ocupa es la Fiscal. En este ejercicio, como declaró la Sala de Apelaciones, lo más importante es
que la Sala lleve a cabo “un cuidadoso análisis de los elementos individuales”. Esta evaluación, debidamente
justificada y explicada, debería realizarse caso por caso en aquellas circunstancias donde los factores que se han
de considerar pudieran variar de un caso a otro, y de un testigo a otro.
[…]
[…] Como se expone más arriba, la Sala de Apelaciones considera que, para llegar a su decisión en virtud de la
subregla 3 de la regla 68 de las Reglas, una Sala de Primera Instancia inevitablemente necesita realizar, e incluso
debe realizar, una evaluación individual del testimonio que se procura presentar en virtud de esa disposición
sobre la base de las circunstancias de cada causa. Al llevar a cabo esta evaluación individual, la Sala de Primera
Instancia también ha de analizar necesariamente la ‘importancia’ de cada testimonio de un testigo a la luz de los
cargos y de los testimonios que ya se le han presentado o que se tiene la intención de presentarle. En opinión
de la Sala de Apelaciones, esta evaluación forma parte integrante del análisis que una Sala ha de llevar a cabo
para determinar si el hecho de permitir que se presente el testimonio en cuestión, en virtud de la subregla 3
de la regla 68 de las Reglas, redunda o no en detrimento de los derechos del acusado o es incompatible con
ellos, o con un juicio justo en general. En efecto, cuanto más importancia conceda la Sala al testimonio en
cuestión en su evaluación, más probable será que la Sala tenga que rechazar cualquier solicitud en virtud de
esta disposición. Por tanto, la realización de esa evaluación no puede en sí misma ir en contra de la regla 68.
[…] En opinión de la Sala de Apelaciones, la subregla 3 de la regla 68 de las Reglas requiere que una Sala lleve
a cabo una evaluación preliminar del testimonio en cuestión para determinar si es procedente su presentación
con arreglo a esa disposición. Esta evaluación, que incluye un análisis de la importancia relativa del testimonio,
es sin perjuicio de la importancia que la Sala de Primera Instancia reconozca finalmente al testimonio de un
testigo, que efectivamente solo se puede determinar una vez que la Sala de Primera Instancia haya escuchado
todos los testimonios.
La Sala de Apelaciones recuerda que el tercer factor al que se hace referencia en el Fallo Bemba OA5 OA6 que
una Sala puede tomar en consideración para la determinación del posible detrimento que se causaría a una
persona acusada es “si el testimonio es de índole corroborativa respecto de otros testimonios”. […] La Sala
de Apelaciones considera que la existencia de testimonios corroborativos podría contribuir a velar por que la
presentación de las pruebas en cuestión no redunde en detrimento de los derechos de la persona acusada ni
sea incompatible con ellos. No obstante, recuerda una vez más que la corroboración no es un requisito para la
introducción de los testimonios en virtud de la subregla 3 de la regla 68 de las Reglas; por tanto, la afirmación
del Sr. Gbagbo en este sentido se ha de desestimar.
[…] La introducción en virtud de la regla 68 de las Reglas de testimonio grabado anteriormente no exime a
la Fiscal de su obligación de probar los cargos más allá de toda duda razonable para lograr una condena; esta
obligación se expone con claridad en el artículo 66 del Estatuto. La Fiscal aún ha de probar la culpabilidad de
la persona acusada más allá de toda duda razonable en base a las pruebas presentadas, ya sean orales o por
escrito.
[…]
ese tribunal, habida cuenta de que la redacción de la subregla 2 b) de la regla 68 de las Reglas se basa en la
redacción de la regla 92bis de las Reglas del Tribunal Internacional para la ex-Yugoslavia. Ante todo, la Sala
de Apelaciones constata que 92bis de las Reglas del Tribunal Internacional para la ex-Yugoslavia dispone la
admisión de documentos escritos y transcripciones en lugar de testimonio oral. Como ha explicado la Sala de
Apelaciones del Tribunal Internacional para la ex-Yugoslavia, si bien la regla 92bis de las Reglas del Tribunal
Internacional para la ex-Yugoslavia es lex specialis respecto de la subregla 89 c) de las Reglas del Tribunal
Internacional para la ex-Yugoslavia, las propuestas generales implícitas en la subregla 89 c) – a saber, que el
testimonio solamente es admisible si es pertinente y que es pertinente solamente si tiene valor probatorio –
siguen siendo de aplicación a la regla 92 bis de las Reglas del Tribunal Internacional para la ex-Yugoslavia. De
ahí se sigue que, al considerar la posible aplicación de la regla 92 bis de las Reglas del Tribunal Internacional
para la ex-Yugoslavia, las Salas de Primera Instancia del Tribunal Internacional para la ex-Yugoslavia también
evalúan si se cumplen los requisitos generales para la admisión del testimonio, incluido su valor probatorio.
Cabe observar que el Tribunal Internacional para la ex-Yugoslavia ha dado diferentes interpretaciones a la
credibilidad con arreglo a la regla 92 bis de las Reglas del Tribunal Internacional para la ex-Yugoslavia. Si bien
en algunas ocasiones las Salas de Primera Instancia solamente han tomado en consideración los requisitos
formales, en otras también han tomado en consideración factores que van más allá de los criterios formales.
La jurisprudencia de la Corte y del Tribunal Internacional para la ex-Yugoslavia indican que, al evaluar si
una declaración presenta ‘indicios suficientes de credibilidad’, se reconoce a las Salas de Primera Instancia la
discreción para considerar aquellos factores que pudieran ser pertinentes para su determinación, caso por caso.
La Sala de Apelaciones estima que, en su evaluación de los indicios de credibilidad en virtud de la subregla
68 2 b) i) de las Reglas, las Salas de Primera Instancia no están obligadas a tomar en consideración unos
factores que vayan más allá de los requisitos formales. Ello se debe a que una evaluación de los ‘indicios de
credibilidad’ en virtud de la subregla 2 b) i) de la regla 68 de las Reglas puede ser más superficial, de manera que,
incluso cuando no se toman en consideración durante esta evaluación algunos factores, como la competencia
del testigo para prestar testimonio respecto de los hechos, la coherencia interna de la declaración y las posibles
incompatibilidades con otras pruebas del expediente, sí se podrían considerar al evaluar el valor probatorio del
testimonio. La Sala de Apelaciones pone de relieve, no obstante, que al examinar los ‘indicios de credibilidad’
para los fines de la subregla 2 b) i) de la regla 68 de las Reglas, nada impide a las Salas de Primera Instancia ir
mas allá de los requisitos formales, si lo estiman procedente en un caso concreto.
[…]
[L] a Sala de Apelaciones constata que, respecto de los testimonios indirectos, la Sala de Apelaciones del
Tribunal Internacional para la ex-Yugoslavia ha afirmado que el hecho de que el testimonio indirecto sea de
“primera mano” o más lejano también es pertinente para el valor probatorio de ese testimonio. El hecho de
que el testimonio sea indirecto no necesariamente lo despoja de su valor probatorio, si bien sí se reconoce que
el peso o valor probatorio que se ha conceder a ese testimonio por lo general será menor que el concedido al
testimonio de un testigo que lo haya presentado bajo alguna forma de juramento y que haya sido interrogado,
aunque incluso esto dependería de las circunstancias infinitamente variables que se dan en los testimonios
indirectos. [Se omiten las notas de pie de página y se añaden las cursivas.]
Véase núm. ICC-02/11-01/15-744 OA8, Sala de Apelaciones, 1 de noviembre de 2016, párrs. 1 a 3; 60 a 62;
65 y 66; 68 y 69; 71 a 74; 77 a 81; 97 a 104, y 106.
[TRADUCCIÓN] En la Decisión de 28 de enero de 2016, la Sala decidió que, como cuestión de principio,
aplazaría cualquier fallo sobre la pertinencia o admisibilidad del testimonio presentado por las partes hasta el
final del juicio. Por consiguiente, la Sala no entenderá en alegaciones generales por las partes que aparentemente
soliciten la revisión de su decisión anterior. En el régimen de pruebas que se presentan en una causa, los
testimonios no se han de someter a una evaluación por sí solos, sino en su conjunto. A no ser que se necesite
una evaluación preliminar de los testimonios (por ejemplo, bajo el párrafo 7 del artículo 69 del Estatuto o la
que las partes les pudieran presentar. Este es un enfoque que priva de incentivo al rigor en el proceso de
presentación, lo cual, en un juicio conducido por las partes, podría dar lugar a que el expediente probatorio se
viera inundado de pruebas de dudosa pertinencia, o carentes de ella. Ello no redunda en interés de nadie, y sin
duda no conduce a la eficiencia, en particular en un caso de tan considerables escala y magnitud. En efecto, la
Sala tiene la obligación de velar por que el expediente de la causa permanezca centrado y exento de pruebas que
carezcan de pertinencia o valor probatorio.
Por lo que respecta a las tan elogiadas ganancias, habida cuenta de que estas solicitudes se han litigado por escrito,
es dudoso que el aplazamiento de las decisiones en materia de admisibilidad haya dado lugar efectivamente
a cualquier eficiencia real según señala la Mayoría, y de ser el caso, de qué manera. Mediante su decisión de
aplazar la admisibilidad, la Sala de Primera Instancia sencillamente ha aplazado una decisión que en cualquier
caso está obligada a tomar. La Sala de Apelaciones ha declarado inequívocamente que, independientemente
del enfoque por el que opte la Sala de Primera Instancia, tendrá que considerar en algún momento del proceso
la pertinencia, el valor probatorio y el posible perjuicio correspondiente a cada elemento probatorio. Incluso
si la Sala espera hasta el final, tendrá que volver a considerar las presentaciones efectuadas por las partes para
esta decisión. Nada sugiere que el tiempo necesario para deliberar y fallar sobre la pertinencia y la admisibilidad
de los documentos individuales durante las deliberaciones a tenor del artículo 74 será menor que el que sería
necesario si emitiéramos el fallo ahora. En mi respetuosa opinión, esta decisión tiene como resultado poco más
que ‘dar largas’, a costa tanto de la Fiscalía como de la Defensa.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-773-AnxI, Sala de Primera Instancia I, Opinión discrepante del Magistrado
Henderson, 13 de diciembre de 2016, párrs. 2; 5; 8 y 9, y 14 a 16.
[TRADUCCIÓN] Cabría objetar que no se debe ser excesivamente exigente en lo tocante a la calidad y precisión
de las pruebas respecto de los elementos contextuales. Sin embargo, si, como en este caso, la Fiscalía intenta
demostrar la existencia de un ataque contra una población civil basándose en un número limitado de incidentes
a pequeña escala que tuvieron lugar en distintos emplazamientos a lo largo de un período relativamente extenso,
es fundamental que las pruebas correspondientes a cada incidente cumplan con el criterio de prueba necesario.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de vícimas | Pruebas
Al efecto, constato que la mayoría falla de forma casual – y sin aportar ningún motivo concreto – que las
pruebas aportadas por la representación legal de las víctimas “contribuirían a la determinación de la verdad”.
Como ya he explicado, tengo serias dudas de que este sea el caso. Ello es importante, ya que las víctimas no
disponen del derecho estatutario a presentar pruebas en las actuaciones de un juicio. Como ha afirmado la
Sala de Apelaciones, en el contexto de la presentación de sus opiniones y observaciones a tenor del párrafo
3 del artículo 68 del Estatuto, las víctimas pueden “llevar ante la Sala de Primera Instancia pruebas que la
Sala de Primera Instancia pueda considerar necesarias para la determinación de la veracidad de los hechos”.
Sin embargo, para que se presenten esas pruebas la Sala de Primera Instancia ha de “ejercer sus facultades
discrecionales con arreglo a la segunda oración del párrafo 3 del artículo 69 del Estatuto”. En otras palabras,
ello requiere una conclusión afirmativa de la Sala de Primera Instancia, hecho que en mi opinión entrañaría,
como mínimo absoluto, un fallo en el que se determinase que la evidencia sugerida por las víctimas superaba
la prueba de admisibilidad.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-1188-Anx, Sala de Primera Instancia I, Opinión discrepante del Magistrado
Henderson, 19 de junio de 2018, párrs. 7 a 9.
3. Testigos
3.1. Testigos en general
[TRADUCCIÓN] La Sala podrá formular preguntas a un testigo antes, durante o después de que el testigo es
examinado por la Defensa o el Fiscal, según sea el caso.
Véase n° ICC-01/04-01/06-678, Sala de Cuestiones Preliminares I (magistrado único), 7 de noviembre de
2006, pág. 7.
[TRADUCCIÓN] Si los testigos son ubicados o viajan juntos, independientemente de la medida en que
sus versiones se superponen, se les debe advertir con la regularidad adecuada que no podrán discutir sus
inminentes declaraciones entre sí (o con cualquier otra persona). Si una parte considera que testigos con
versiones superpuestas deben ser mantenidos aparte, tiene la obligación de informar a la Dependencia de
Víctimas y Testigos cuáles testigos entran en esta categoría. La presunción será que la Dependencia de Víctimas
y Testigos pondrá en práctica esta separación, a menos que una parte, o en caso de disputa, la Sala, muestre
buenas razones de por qué es innecesaria o poco práctica.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1351, Sala de Primera Instancia I, 23 de mayo de 2008, párrs. 32-33.
[TRADUCCIÓN] Es probable que varios testigos en esta causa también participen como víctimas. En cualquier
instancia este grupo tendrá el beneficio de representación legal, y en la mayoría de los casos - si no en todos - será
conveniente para sus asesores que les sean suministradas copias de las declaraciones de sus testigos y cualquier
otro material relacionado, el cual, como resultado, estará disponible para los testigos que representan. Sería
injusto para los testigos que no tienen Representantes el negarles, como cuestión de rutina, una oportunidad
similar de acceder a esta documentación. Sin embargo, es un argumento bien fundado el que algunos testigos
podrían ser puestos significativamente en riesgo si retienen sus declaraciones, porque si este material es visto
por un tercero, esto establecería claramente un nivel de cooperación con la CPI en general, y con la Fiscalía en
particular. Puesto que no existe un “derecho” establecido de obtener o guardar copias de esta documentación
en el marco del Estatuto de Roma, una vez más tendrán que tomarse decisiones basadas en los hechos, teniendo
en cuenta las circunstancias de cada testigo. Si hay razones para concluir, debido a la vulnerabilidad de un
individuo (particularmente si el testigo no está representado), que el suministro de copias lo coloca en peligro,
éstas deberán ser retenidas. En estas circunstancias, se deben tomar medidas para dar al testigo la oportunidad
de mirar, pero no conservar, copias de la o las declaraciones y cualquier otro documento relevante, si se presenta
una solicitud. Por otro lado, si sus circunstancias personales son tales que no existe un peligro identificable (por
[TRADUCCIÓN] El suministro de información, inter partes, de carácter no público se rige por los requisitos
concomitantes de necesidad y seguridad de los testigos. Cuando la distribución de información al público se
ha limitado - por cualquier razón - es conveniente que su uso sea cuidadosamente regulado para garantizar el
cumplimiento de dichos requisitos.
Cuando la información ha sido identificada como no pública (ya sea caracterizada como “confidencial”, “ex
parte” o “lacrada”), su uso debe limitarse a los estrictos propósitos de la divulgación y al público sólo deben
mostrarse las partes que son realmente necesarias para la preparación y presentación del caso de una parte o
[TRADUCCIÓN] Aunque puedan haber importantes diferencias prácticas, que la Sala debe tener en cuenta,
entre las posiciones de la Fiscalía y la Defensa en la aplicación de esta regla (como se verá más adelante), no hay
razones sostenibles, en principio, para distinguir entre los testigos de la Fiscalía y la Defensa para los siguientes
propósitos: ninguna de las partes es “dueña” de los testigos que se propone llamar, y hay muchas razones
por las que una discusión con algunas personas antes de su testimonio puede ayudar en la gestión eficaz de
las actuaciones, y asistir a la Sala en determinar la veracidad de los hechos. Por ejemplo, líneas irrelevantes
de interrogatorio pueden ser identificadas y descartadas; líneas de subsecuente investigación pueden llegar a
clarificarse, permitiendo una oportuna investigación antes de que los testigos rindan declaración; y la otra parte
podría decidir que la declaración del testigo no está en disputa y, en consecuencia, podría ser posible llegar a un
acuerdo en lo declarado, junto con cualquier otro documento relevante (eliminando así la necesidad de llevar el
testimonio a la Corte). Consideraciones importantes de este tipo se aplican independientemente de quien llame
al testigo, como para justificar, en principio, los debates antes de la declaración del testigo, siempre y cuando
éste consienta. Además, está abierta la posibilidad para que la parte que llama al testigo formule objeciones
específicas a la Sala.
costos adicionales inesperados e importantes para la Defensa, que se deben exclusivamente a una solicitud de
la Fiscalía y que la Defensa está obligada a cumplir.
Dificultades particulares que no pueden ser resueltas a través de discusiones razonables, junto con cualquier
objeción a las reuniones propuestas con cada testigo en particular, se plantearán a la Sala a través de solicitudes
por escrito (salvo en situaciones de emergencia).
Véase n° ICC-01/04-01/06-2192-Red, Sala de Primera Instancia I, 20 de enero de 2010, párrs. 49-52.
La Sala de Apelaciones considera que la posibilidad de que las víctimas presten declaración sobre el papel del
acusado en los crímenes que se le imputan, fundada en la facultad de la Sala de Primera Instancia de pedir
las pruebas necesarias para determinar la veracidad de los hechos, no es en sí misma incompatible con los
derechos del acusado ni con el concepto de un juicio justo. Sin embargo, como la Sala de Apelaciones sostuvo
anteriormente en el caso Lubanga, la Sala de Primera Instancia debe garantizar, caso por caso, que se respete
el derecho del acusado a un juicio justo. Por lo tanto, la determinación de si se ha de pedir o no a una víctima
que preste declaración sobre cuestiones relacionadas con la conducta del acusado dependerá de la evaluación
que haga la Sala de Primera Instancia acerca de si dicha declaración: i) afecta a los intereses personales de la
víctima; ii) es pertinente para las cuestiones planteadas en el caso; iii) contribuye a determinar la veracidad de
los hechos, y iv) sería compatible con los derechos del acusado, en particular, el derecho a disponer del tiempo
y de los medios adecuados para preparar su defensa (apartado b) del párrafo 1 del artículo 67) y el derecho a
un juicio justo e imparcial.
Véase n° ICC-01/04-01/07-2288-tSPA OA11, Sala de Apelaciones, 16 de julio de 2010, párr. 114.
[TRADUCCIÓN] Cuando el Fiscal graba el interrogatorio de una persona conforme a la regla 112 de las Reglas
de Procedimiento y Prueba, no es necesario realizar grabaciones adicionales de las declaraciones de la persona
conforme a la regla 111 de las Reglas de Procedimiento y Prueba.
La grabación sonora o en vídeo del interrogatorio de una persona en virtud de la regla 112 de las Reglas de
Procedimiento y Prueba, así como la transcripción de la misma, son grabaciones de declaraciones que están
potencialmente sujetas a divulgación conforme a la regla 76 de las Reglas de Procedimiento y Prueba si el Fiscal
pretende llamar a la persona a declarar como testigo.
Véase nº ICC-02/05-03/09-295 OA2, Sala de Apelaciones, 17 de febrero de 2012, párrs. 1-2.
[TRADUCCIÓN] Tanto a las partes como al Representante o Representantes legales de las víctimas, si los hay,
les atañe de igual manera la obligación, fundada no obstante en disposiciones diferentes, de respetar a los
testigos en el curso de sus investigaciones. Además, es importante recordar que la misma obligación se aplica
con respecto a los propios testigos de las partes.
En lo concerniente a la cuestión de si se podría incluir en calidad de público a los equipos de las víctimas
autorizados a participar en el procedimiento y a sus Representantes legales, la magistrada única recuerda que,
a fecha de hoy, no se ha admitido ninguna víctima como participante en la etapa de cuestiones preliminares y,
por consiguiente, no se ha tomado aún ninguna decisión sobre sus derechos.
Véase nº ICC-02/11-01/11-49, Sala de Cuestiones Preliminares III (magistrada única), 6 de marzo de 2012,
párrs. 27-28.
[TRADUCCIÓN] En primer lugar, la Sala destaca que aunque no está específicamente regulado en el marco
jurídico de la Corte, se ha permitido repetidamente en la jurisdicción de la Corte el contacto previo entre
una parte o participante y los testigos que serán llamados por la otra parte o participante. Respecto de las
razones de dicho contacto, la Sala de Primera Instancia I afirmó que “puede ayudar en la gestión eficiente
del procedimiento, así como a la Sala en su determinación de la veracidad de los hechos”. Asimismo, la Sala
de Primera Instancia I observó que al celebrar tales reuniones, “pueden identificarse y descartarse puntos
[TRADUCCIÓN] Esta Sala también ha permitido el contacto entre una parte y los testigos llamados a declarar
por otra parte, adoptando la práctica seguida por la Sala de Primera Instancia II, sujeta a la aclaración de que la
parte o participante que llama a declarar al testigo debe contar con su consentimiento.
Véase nº ICC-01/05-01/08-2293, Sala de Primera Instancia III, 4 de septiembre de 2012, párr. 13. Véase
también nº ICC-01/05-01/08-813-Red, Sala de Primera Instancia III, 20 de julio de 2010, párr. 68.
[TRADUCCIÓN] La Sala considera suficiente destacar la obligación imperativa de la parte que llama a prestar
declaración de no intentar influir la decisión del testigo de ningún modo al pedir su consentimiento. Más
específicamente, la información que dicha parte debe proporcionar al testigo debería limitarse a explicar: i) la
naturaleza del interrogatorio; ii) el hecho de que dichos interrogatorios están aceptados como práctica común;
[TRADUCCIÓN] La Sala observa que los testigo no son “posesión” de las partes y los participantes que los
han llamado a declarar. En realidad, los testigos no “pertenecen” a las partes ni a los participantes, “no son
propiedad ni de la Fiscalía ni de la Defensa y […] no deberán por lo tanto ser considerados testigos de una de
las partes, sino testigos de la Corte”.
Véase nº ICC-01/05-01/08-2293, Sala de Primera Instancia III, 4 de septiembre de 2012, párr. 23. Véase
también nº ICC-01/04-01/06-2192-Red, Sala de Primera Instancia I, 20 de enero de 2010, párr. 49.
[TRADUCCIÓN] La Sala observa en principio que algunos aspectos de los contactos de las partes con los
testigos de la parte contraria fueron regulados en la etapa de cuestiones preliminares. Entre las condiciones que
restringen la libertad de los sospechosos, la Sala de Cuestiones Preliminares II incluyó la prohibición de contactar
directa o indirectamente con “cualquier persona que sea, o pudiera ser, víctima o testigo de los crímenes por los
que se ha ordenado la comparecencia de los sospechosos”. Por consiguiente, la Sala de Cuestiones Preliminares
expuso las siguientes modalidades de contacto entre la Defensa y aquellas personas que desean declarar sobre
los hechos alegados:
- la persona debe dar su consentimiento voluntaria e intencionadamente y se prohíbe a las partes en
el procedimiento intentar influir en la decisión de dicha persona sobre si desea permitir o no que la
Defensa se ponga en contacto con ella;
- antes de ponerse en contacto, se dispone a la Defensa que comunique el nombre y los datos de contacto
necesarios a la Dependencia de Víctimas y Testigos, que habrá de informar a la Defensa en un plazo de
dos semanas si dicho contacto puede poner en riesgo a la persona.
La Sala considera las definiciones de testigo propuestas por la Defensa demasiado amplias, puesto que podrían
extenderse a personas que es poco probable que pueden ser llamadas como testigos, por ejemplo, personas que
una parte encontró durante su investigación con el único propósito de obtener información sobre el paradero de
otra persona que la parte piensa llamar como testigo. Por lo tanto, se adoptará la definición de testigo dada por
la Fiscalía con motivo del protocolo final con alguna modificación. Por las mismas razones, la Sala no incluirá
en el protocolo final la definición de “parte llamadora” propuesta por la Defensa.
La Sala observa que el proyecto de protocolo contiene disposiciones propuestas relativas a las víctimas. Dado
que la Sala aún no se ha pronunciado sobre el sistema de procesamiento de solicitudes y modalidades de
participación de las víctimas, el protocolo final no abarcará asuntos relacionados con las víctimas. Las partes
pertinentes del proyecto de protocolo se aplicarán hasta que la Sala se pronuncie sobre dichos asuntos.
La Sala disiente de la propuesta de la Fiscalía de que no debería requerirse notificación de la otra parte cuando
el propio testigo toma la iniciativa de contactar con la parte no llamadora. Tal excepción no concuerda con el
requisito general de transparencia en los contactos de las partes con los testigos a los que la parte contraria
contempla llamar. Por lo tanto, la Sala opina que los testigos que contactan con la parte no llamadora deberán
ser tratados del mismo modo que cuando un parte contacta con los testigos de la otra parte, incluido el requisito
de obtención del consentimiento del testigo.
Véase nº ICC-01/09-01/11-449, Sala de Primera Instancia V, 24 de agosto de 2012, párrs. 3-8; nº ICC-01/09-
02/11-469, Sala de Primera Instancia V, 24 de agosto de 2012, párrs. 3-8.
Si bien el acusado tiene el derecho de permanecer en silencio ya que la carga de la prueba recae en la Fiscalía,
también tiene el derecho de presentar evidencia relevante para el caso (artículo 69 (3) del Estatuto), incluido el
derecho a “obtener el asistencia y examen de testigos en su nombre” (artículo 67 (1) (e) del Estatuto y artículo
140 (2) (a) de las Reglas). No obstante, ningún órgano de la Corte puede ser considerado responsable de
asegurar la comparecencia de los testigos llamados a declarar por una parte, ya sea la fiscalía o la defensa. La
parte que desea presentar pruebas a través del testimonio oral de un testigo es la única entidad responsable
de contactar al testigo en cuestión, obtener su consentimiento voluntario para declarar y proponer a la Sala un
calendario viable para la comparecencia de los testigos, teniendo en cuenta todos los arreglos necesarios que
deban implementarse, con el apoyo de la Secretaría y la Unidad de Víctimas y Testigos (“VWU”) por sus siglas
en inglés), para permitir que los testigos comparezcan ante el Tribunal.
De acuerdo con el marco legal de la Corte, el rol de VWU es apoyar a las partes y organizar, en consulta con
ellas, la logística para la aparición de testigos llamados a declarar en el juicio. Las funciones y responsabilidades
del VWU en relación con los testigos se detallan, entre otras cosas, en el artículo 43 (6) de la ley, las reglas 16
(2) 17 (2) 18 (b) y (c) de las reglas y se especifican con más detalle en las regulaciones 79 a 96 del Reglamento
de la Secretaría. Además, en el presente caso, el Protocolo Unificado sobre Familiarización con Testigos y
varias decisiones de la Sala especifican las obligaciones de VWU en relación con la facilitación del testimonio
de testigos. En ninguna parte de estas disposiciones, el VWU o el Registro son responsables de garantizar la
comparecencia de los testigos. Se debe enfatizar que la Corte no tiene poder para obligar a los testigos a declarar.
Solo los testigos que han comparecido ante el Tribunal pueden ser obligados a proporcionar testimonio de
conformidad con la regla 65 de las reglas. Además, de conformidad con el artículo 93 (1) (e) del estatuto, la
Corte puede solicitar la cooperación de los Estados únicamente para facilitar la comparecencia “voluntaria” de
los testigos.
En consecuencia, en opinión de la Sala, la parte solicitante, ya sea la fiscalía o la defensa, tiene la responsabilidad
principal de la presentación de su evidencia y debe tomar todas las medidas razonables para minimizar las
brechas en los procedimientos.
Véase No. ICC-01/05-01/08-2500, Sala de Primera Instancia III, 6 de febrero de 2013, párrs. 23-25.
[TRADUCCIÓN] La Sala considera que es necesario un protocolo para el manejo de información confidencial en
esta etapa del procedimiento. Este protocolo ayudará a la fiscalía a cumplir con sus obligaciones de divulgación
en virtud del artículo 67 (2) del Estatuto y la regla 77 de las Reglas, sin exponer indebidamente a los testigos a
riesgos de seguridad. De conformidad con los artículos 64 (6) (e) y 68 (1) del Estatuto, la Sala tiene la obligación
de garantizar la protección de los testigos y deberá tomar las medidas adecuadas para proteger su seguridad,
bienestar físico y psicológico, dignidad y privacidad. El Protocolo, según lo aprobado por la Sala, ofrece un
grado de protección mientras que permite investigaciones significativas.
Con respecto a los contactos de la defensa de testigos en los que la fiscalía se basará, la Sala toma nota del
argumento de la defensa de que dichos contactos ya han tenido lugar sin ninguna dificultad y en ausencia de
un protocolo. Sin embargo, considerando la dificultad de obtener el consentimiento de los testigos para ser
entrevistados por la parte contraria, la Sala considera necesario regular cualquier contacto adicional entre una
parte y los testigos de la parte contraria. Además, las regulaciones de contactos según lo previsto en el Protocolo
en el Anexo se aplicarán no solo a los testigos de cargo sino también a los testigos en los que la defensa pretende
basarse. Por lo tanto, según lo establecido en el Protocolo de Enjuiciamiento y de acuerdo con la jurisprudencia
de la Corte, se han incluido disposiciones sobre las regulaciones de dichos contactos.
En opinión de la Sala, el Protocolo no se desvía de la práctica permanente de las partes con respecto a la
divulgación de información confidencial y la entrevista de testigos de una parte por la parte contraria. Se
aplicará durante todo el proceso para los testigos de cualquiera de las partes a partir de la fecha de notificación
de la presente Decisión.
Además, la Sala ha considerado si un protocolo sobre el manejo de información confidencial y la regulación de
los contactos de una parte con testigos con fines de investigación debe aplicarse, en esta etapa, a las víctimas
que han sido autorizadas a participar en el caso.
La Sala considera que el Protocolo tal como se adoptó en la presente Decisión se refiere solo a un aspecto del
derecho amplio de las víctimas a participar, en específico, el acceso de las víctimas y sus representantes legales
comunes a la información confidencial durante las entrevistas con personas de doble estatus.
Véase No. ICC-02 / 05-03 / 09-451, Sala de Primera Instancia IV, 19 de febrero de 2013, párrs. 13, 16-19.
[TRADUCCIÓN] En primer lugar, la Sala subraya que el procedimiento para contactar a un testigo con fines de
investigación se refiere solo a los testigos que deben ser llamados en el juicio. En segundo lugar, la Sala señala
que ambas partes están de acuerdo con el principio general de que una entrevista con un testigo de la parte
contraria requiere el consentimiento del testigo. Además de las propuestas de las partes, la Sala especifica que
una vez que se ha dado el consentimiento, la parte solicitante, la parte entrevistadora y la Unidad de Víctimas y
Testigos (“VWU”), cuando sea necesario, deben establecer contactos y tomar todas las medidas razonables para
facilitar el contacto entre la parte entrevistadora y el testigo. La Sala considera que, por lo tanto, el contacto del
testigo de una parte debe hacerse a través de dicha parte y, cuando corresponda, con la facilitación de la Unidad
de Víctimas y Testigos (“VWU”).
Ver No. ICC-02 / 05-03 / 09-451, Sala de Primera Instancia IV, 19 de febrero de 2013, párr. 30)
[TRADUCCIÓN] La Sala está de acuerdo con la Unidad de Víctimas y Testigos (“VWU”) y la fiscalía de que
los testigos o individuos que pueden ser entrevistados por una parte para la preparación de su caso, pueden
percibirse en un estado de riesgo muy alto al darse cuenta de que las actividades de investigación relacionadas
a ellos se llevan a cabo en el terreno. Si bien esta percepción no siempre se corresponde con el nivel objetivo
Al informar a los testigos y a las personas que serán entrevistadas por una parte, las partes pueden, como buena
práctica, explicar (i) la naturaleza de la información que se revelará; (ii) a quién podrá ser revelada; (iii) el propósito
para el cual se divulgará la información; y (iv) las posibles consecuencias para ellos. Para poder proporcionar
un consentimiento informado, se debe dar al individuo el tiempo suficiente para poder comprender, retener y
equilibrar la información proporcionada antes de llegar a una decisión. Si una parte recopila material visual y / o
no textual de un testigo o una persona entrevistada por una parte, puede aclarar explícitamente cómo se pueden
divulgar estos materiales. Si alguna de la información proporcionada anteriormente cambia, las partes pueden
tratar de informar al testigo o al individuo involucrado de dicho cambio.
Véase No. ICC-02 / 05-03 / 09-451, Sala de Primera Instancia IV, 19 de febrero de 2013, párrs. 33, 35-37.
[TRADUCCIÓN] Como cuestión inicial, la Sala observa que ya no hay ninguna justificación para que las
redacciones en cuestión se mantengan frente a la Defensa. La Sala considera que, aunque el Protocolo de
expurgaciones prevé expurgaciones continuas de la información de contacto de “otras personas en riesgo
como resultado de las actividades de la Corte”, no menciona las expurgaciones de la información de contacto
de los testigos. Sin embargo, dado que el Protocolo sobre el manejo de información confidencial y contactos
con testigos a los que la parte contraria pretende llamar deja en claro que los contactos con testigos de otra
parte deben ser facilitados por la parte solicitante, y como no hay ninguna sugerencia de que la información
de contacto de estos cinco testigos es relevante para cualquier aspecto del presente caso, la Sala autoriza la
solicitud de la Fiscalía de revelar versiones menos redactadas de las solicitudes.
Ver No. ICC-01/09-02/11-710, Sala de Primera Instancia V, 2 de abril de 2013, párr. 4. Véase también, No.
ICC-01 / 09-02 / 11-806, Sala de Primera Instancia V (b), 18 de septiembre de 2013, párr. 4 4
[TRADUCCIÓN] La credibilidad se cuestiona efectivamente solo cuando el testigo demuestra ser totalmente
incapaz de explicar la inconsistencia o no puede explicarla de manera convincente. Por lo tanto, habría sido
muy cuestionable que la credibilidad del testigo pudiera haber sido desafiada adecuadamente por un abogado
durante la audiencia de confirmación en su ausencia.
De hecho, es notable que la Sala de Cuestiones Preliminares haya observado lo siguiente: “[La] Sala subraya
que un testimonio oral puede tener un valor probatorio alto o bajo a la luz de la evaluación de la Sala, como
resultado del cuestionamiento de la credibilidad, confiabilidad, exactitud, y autenticidad del testigo, entre otras
cosas. La determinación final sobre el valor probatorio del testimonio en vivo dependerá, por lo tanto, de la
evaluación que la Sala hará caso por caso y a la luz de la evidencia en su conjunto”.
Por su parte, la Sala de Apelaciones ha señalado que si bien la Sala de Cuestiones Preliminares puede evaluar
la credibilidad de los testigos en el curso del proceso de confirmación de los cargos, “las determinaciones de la
Sala de Cuestiones Preliminares serán necesariamente presuntivas, y deberá tener mucho cuidado en encontrar
que un testigo es creíble o no”.
Todo esto no es, por supuesto, que la Sala de Cuestiones Preliminares habría considerado completamente
insignificante, en su evaluación de las pruebas que tenía ante sí, que podría haber existido una contradicción que
era obvia a la vista de dos o más declaraciones del mismo testigo. Pero, eso podría haber sido una preocupación
que la Sala de Cuestiones Preliminares habría sido libre de resolver al nivel del punto fáctico particular que
concierne a la contradicción, como un asunto divisible que podría o no haber afectado la credibilidad general
del testigo con respecto a otros hechos de los cuales ese testigo particular también habría testificado.
De hecho, el análisis anterior es totalmente coherente con las opiniones expresadas correctamente por la propia
Sala de Cuestiones Preliminares sobre el efecto de las inconsistencias:
La Sala es consciente de posibles inconsistencias dentro de una o entre varias pruebas y considera que las
inconsistencias pueden tener un impacto en el valor probatorio que se otorgará a la evidencia en cuestión. Sin
embargo, las inconsistencias no conducen a un rechazo automático de la evidencia en particular y, por lo tanto,
no impiden que la Sala la use. La Sala evaluará si las posibles inconsistencias ponen en duda la credibilidad
[TRADUCCIÓN] La Sala observa que, de conformidad con los términos del Protocolo de preparación de
testigos, el Representante legal no es una “parte llamante” con respecto al Testigo 536, la parte llamante es
la Fiscalía. Por lo tanto, el protocolo no incluye, en sus términos, la preparación para la cual el Representante
Legal solicita autorización.
Además, el Protocolo de Preparación de Testigos prohíbe el uso de la preparación de testigos “con el propósito
de buscar nuevas pruebas o continuar las investigaciones de la parte llamante”. Sin embargo, en vista del
limitado contacto previo del Representante Legal con el testigo, parece que la preparación para la que solicita
autorización puede implicar la búsqueda de pruebas o la realización de investigaciones. Por lo tanto, parece que
la reunión solicitada con el Testigo 536 serviría para fines distintos de la preparación de testigos en relación con
el Protocolo de Preparación de Testigos. La Sala, sin embargo, señala que la solicitud se realizó en circunstancias
inusuales, donde el Testigo 536 llega a la sede de la Corte antes de lo esperado inicialmente. Por lo tanto, dado
que reunirse con esta víctima representada por el Representante Legal antes de su testimonio como testigo
permitiría al Representante Legal preparar un examen más significativo y eficiente, se debe otorgar la Solicitud.
El Protocolo de Preparación de Testigos establece una serie de salvaguardas, cuyo propósito es evitar prejuicio
al acusado. La Sala considera que, en las circunstancias particulares del presente caso, se debe permitir que
el Representante Legal se reúna con el testigo antes de su testimonio, a pesar del tiempo limitado que queda
para el comienzo de dicho testimonio. Sin embargo, para garantizar que dicha reunión no cause perjuicio al
acusado, el Representante Legal deberá observar las disposiciones del Protocolo de Preparación de Testigos
que se establecen a continuación. En vista de las circunstancias inusuales y teniendo en cuenta las preguntas
que el Representante Legal tiene la intención de hacerle al testigo, la Sala excepcionalmente permite que el
Representante Legal busque nuevas pruebas y realice sus investigaciones durante su reunión con el Testigo 536.
Todos los demás principios generales establecidos en el Protocolo de preparación de testigos son aplicables.
Las disposiciones sobre ‘Responsabilidad para la preparación de testigos’, ‘Ubicación’ y ‘Tiempo’ también
son aplicables en la medida en que sean relevantes. El Representante Legal deberá observar los requisitos
de mantenimiento de registros. Las disposiciones del protocolo que se refieren a la ‘Conducta requerida y
permitida’ son aplicables a menos que la conducta a la que se hace referencia en esa sección del Protocolo
de preparación de testigos esté destinada solo a la parte llamante y las actividades de testigos enumeradas
allí hayan sido completadas por la Fiscalía. Todas las disposiciones relacionadas con la ‘Conducta prohibida’
deberán aplicarse.
(1) del Estatuto de Roma que, como se recordará, establece lo siguiente: “La Corte tendrá personalidad jurídica
internacional. También deberá tener la capacidad jurídica que sea necesaria para el ejercicio de sus funciones
y el cumplimiento de sus fines ”. Sobre la base del principio de poderes implícitos como principio general
establecido del derecho internacional, como se discutió anteriormente, el artículo 4 (1) sería una base amplia
para implicar cualquier poder razonable necesario para el desempeño efectivo del mandato de la CPI. El poder
de citar testigos es claramente el primero entre los poderes necesarios para el desempeño de las funciones de
la CPI.
[…]
No hay ninguna duda en opinión de la Sala de que cuando el artículo 64 (6) (b) dice que la Sala puede “requerir
la asistencia de testigos ”, la disposición significa que la Sala podrá -como medida obligatoria- ordenar o citar
la comparecencia de testigos.
[…]
B. LA OBLIGACIÓN GENERAL DE LOS ESTADOS DE OBLIGAR LA COMPARIENCIA DE TESTIGO A
SOLICITUD DE UNA SALA DE JUICIO
[…]
Se observa desde el principio que el artículo 86 impone a los Estados Partes la obligación general de “cooperar
plenamente” con la Corte en su “enjuiciamiento” de crímenes dentro de la competencia de la Corte. Según la
disposición:
“Los Estados Partes, de conformidad con lo dispuesto en el presente Estatuto, cooperarán plenamente con
la Corte en relación con la investigación y el enjuiciamiento de crímenes de su competencia ”. La redacción
que señala que la plena cooperación será de conformidad con las disposiciones de este Estatuto no da refugio
a la falta de cooperación, tal como resultado supuestamente de cualquier afirmación de que el objeto de la
solicitud no se especificó explícitamente en el Estatuto. La cooperación de conformidad con “las disposiciones
de este Estatuto” comprende plenamente la cooperación resultante a partir de una interpretación razonable de
otras “disposiciones de este Estatuto”, incluido (pero no limitado a) el artículo 21 del Estatuto de Roma (que
reconoce la aplicabilidad de “los tratados y los principios y normas del derecho internacional” también como
principios generales derivados del derecho nacional más allá del Estatuto de Roma) y el artículo 4 (que otorga
a la Corte “La capacidad jurídica que sea necesaria para el desempeño de sus funciones y la realización de sus
propósitos”).
[…]
Esta Sala está de acuerdo con las Salas de Primera Instancia IV y V (B) en que cualquier solicitud de cooperación
a un Estado Parte debe satisfacer los principios tripartitos de (i) pertinencia, (ii) especificidad y (iii) necesidad.
Al evaluar la necesidad en el contexto de si emitir citaciones a los testigos, la Sala considerará si:
(i) el testimonio anticipado del testigo es potencialmente necesario para la determinación de la verdad (teniendo
en cuenta que el valor del testimonio en ningn caso puede ser prejuzgado por el Juez antes del testimonio del
testigo y su evaluación relevante en determinado momento) y (ii) una citación, como medida obligatoria, es
necesaria para obtener el testimonio de un testigo.
[…]
Por las razones anteriores, la Sala concluye que: (i) tiene la facultad de obligar al testimonio de testigos;
(ii) de conformidad con el artículo 93 (1) (d) y (1) del Estatuto, puede, mediante solicitudes de cooperación,
obligar a Kenia tanto para servir citaciones como para ayudar a obligar a la comparecencia (ante la Sala) de
los testigos así convocados; (iii) no existen disposiciones en la legislación nacional de Kenia que prohíban
La Sala de Apelaciones observa que tanto los abogados del acusado como el Fiscal han indicado que tienen la
intención de comunicarse con los testigos antes del comienzo de su testimonio.
Con respecto a la comunicación entre las partes y los testigos, la Sala de Apelaciones observa que estas
comunicaciones propuestas han sido anunciadas en presentaciones que han sido notificadas a ambas partes
y no se han planteado objeciones. Además, la Sala de Apelaciones observa que la Sala de Primera Instancia
I emitió decisiones en el durante el transcurso del juicio, autorizando al Fiscal a contactar a los testigos de la
defensa antes de declarar. Por lo tanto, la Sala de Apelaciones considera que la solicitud del Fiscal se ajusta a la
práctica anterior en este caso. Por tanto, la Sala de Apelaciones permite que las partes procedan a este respecto
como lo han propuesto.
Véase No. ICC-01 / 04-01 / 06-3083 A4 A5 A6, Sala de Apelaciones, 30 de abril de 2014, párrs. 18-19.
[TRADUCCIÓN] De conformidad con el párrafo 6 del artículo 43 del Estatuto de Roma y las reglas 16 y 17 de
las Reglas de Procedimiento y Prueba, la Dependencia de Víctimas y Testigos es la dependencia competente de
la Corte para llevar a cabo la familiarización de los testigos.
Véase n° ICC-01/04-01/06-679, Sala de Cuestiones Preliminares I, 8 de noviembre de 2006, párr. 24. Véase
también n° ICC-01/04-01/06-1049, Sala de Primera Instancia I, 30 de noviembre de 2007, párr. 33 y n° ICC-
01/04-01/07-1134, Sala de Primera Instancia II, 14 de mayo de 2009, párr. 18.
[TRADUCCIÓN] El propósito de permitir a un testigo que vuelva a leer sus declaraciones es contribuir a
“refrescar” recuerdos potencialmente falibles. Esto no es un procedimiento de “revisión de la prueba”, es decir,
establecer si el testigo mantiene la declaración original o si considera que es necesario hacer cambios al escrito
que contiene la declaración. Las discrepancias de este tipo deben ser ventiladas en la corte, en lugar de ser
discutidas y registradas poco antes de que el testigo preste testimonio. Es más probable que la Sala identifique la
verdad si el testigo explica durante su testimonio oral cualquier reserva acerca de la declaración escrita, en lugar
de que sus preocupaciones sean interpretadas y grabadas por un representante de la Dependencia de Víctimas
y Testigos. Por lo tanto, las observaciones de la Dependencia son apropiadas en la medida en que sugieren que
ésta no debería tener ninguna obligación de monitorear o grabar todo lo que digan los testigos durante este
proceso de familiarización, a menos que ocurra algo excepcional. Aunque los representantes de las partes o los
participantes pueden estar presentes durante el proceso de familiarización, incluso cuando los registros escritos
se leen, ellos no podrán hablar con el testigo acerca de la prueba, y como resultado sólo se les permitirá ver el
procedimiento. Del mismo modo, si el testigo es también una víctima participante que tiene representación su
Representante puede estar presente durante este proceso con el consentimiento del testigo.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1351, Sala de Primera Instancia I, 23 de mayo de 2008, párrs. 38-39. Véase
también n° ICC-01/04-01/07-1134, Sala de Primera Instancia II, 14 de mayo de 2009, párr. 18, y n° ICC-
01/05-01/08-1016, Sala de Primera Instancia III, 18 de noviembre de 2010, párrs. 21-25.
Dependencia de Víctimas y Testigos, la Sala considera que esa dependencia está en condiciones óptimas para
tomar esas decisiones. De ser posible, habrá de tomarlas mediante consultas previas con la parte solicitante del
testimonio, y teniendo presente en particular la posible participación del testigo en el programa de protección
de la Corte, para determinar si el viaje realizado en común podría comprometer la confidencialidad respecto de
la interacción del testigo con la Corte y representar un riesgo de ‘contaminación’ del testimonio del testigo. La
Sala solamente debería conocer del asunto si la Dependencia de Víctimas y Testigos y la parte solicitante o el
participante realmente no pudieran llegar a un acuerdo.
[…] La Sala considera que las propuestas de la Dependencia de Víctimas y Testigos, y en particular las que
ponen de relieve que i) el proceso de familiarización está comprendido en el mandato de la Dependencia, que
es una entidad neutral e imparcial de la Secretaría; ii) la asistencia que la Dependencia de Víctimas y Testigos
presta a los testigos durante el proceso de familiarización – así como sus conocimientos específicos en materia
de testigos vulnerables y la protección de personas en situación de riesgo – han demostrado ser provechosos
para aquellos testigos y víctimas cuya comparecencia ha sido facilitada por la Dependencia; y iii) la adopción
de la versión actual del protocolo en la forma en que se presentó, asegurarían una práctica uniforme y también
el tratamiento imparcial de los testigos que comparezcan ante la Corte. A la luz de todo ello, y con referencia
al protocolo de reciente adopción en la causa Ntaganda, la Sala ha implementado algunas modificaciones
adicionales según ha sido necesario. Por consiguiente, la Sala determina que la Dependencia de Víctimas y
Testigos facilitará la práctica de familiarización de los testigos con arreglo al ‘Protocolo para la familiarización
de los testigos’ contenido en el anexo a esta decisión.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-355, Sala de Primera Instancia I, 3 de diciembre de 2015 (de fecha 2 de
diciembre de 2015), párrs. 25 a 27.
[TRADUCCIÓN] [U] na vez que la persona acusada ha testificado voluntariamente bajo juramento, renuncia
a su derecho a guardar silencio y ha de responder a todas las preguntas que se le dirijan. Por tanto, la Sala
confirma que las respuestas proporcionadas por la persona acusada se pueden utilizar contra él en la causa
presente, y que si se niega a responder a una pregunta permisible, la Sala puede extraer conclusiones adversas,
según proceda.
[…]
La Sala recuerda que, en su Decisión relativa al desarrollo del proceso, afirmó que ‘[e] l testimonio de los
testigos debería, en la medida de lo posible, prestarse en público’, que en principio se recurría al uso de las
sesiones privadas en gran medida para asegurar la efectividad de las medidas de protección, y que se decidiría
respecto de la necesidad de una reunión privada caso por caso. La Sala considera que no hay ningún motivo
apremiante para no aplicar este enfoque en lo tocante al testimonio del Acusado, y por consiguiente: i) se
pronunciará respecto de cualquier solicitud de pasar a sesión privada durante el curso de su testimonio, y ii)
adoptará cualquier medida adicional que estime necesaria en cuanto a la publicidad del proceso.
Véase núm. ICC-01/04-02/06-1945, Sala de Primera Instancia VI, 8 de junio de 2017, párrs. 24 y 30.
[TRADUCCIÓN] Dado que la parte que se propone llamar a un testigo determinado a declarar es la que
probablemente tenga un mayor conocimiento de los antecedentes y aspectos particulares del testigo, lo cual
puede ayudar a la Dependencia de Víctimas y Testigos en el desempeño de sus funciones durante el proceso
de familiarización de testigos, la Dependencia deberá trabajar en consulta con dicha parte para llevar a cabo la
práctica de familiarización de testigos de la manera más apropiada.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1049, Sala de Primera Instancia I, 30 de noviembre de 2007, párr. 34.
[TRADUCCIÓN] La Sala de Primera Instancia considera entonces que a pesar de que la práctica de “verificación
[TRADUCCIÓN] A este respecto, la Sala de Primera Instancia observa que el Estatuto se aleja del régimen
procesal de los tribunales ad hoc, introduciendo elementos adicionales y nuevos para ayudar al proceso de
establecimiento de la verdad y que, por lo tanto, el proceso de preparación de los testigos antes del juicio
no es fácilmente transferible al sistema legal creado por el Estatuto y las Reglas de la CPI. Si bien reconoce
la importancia de considerar la práctica y jurisprudencia de los tribunales ad hoc, la Sala declara no estar
convencida de que la aplicación de los procedimientos ad hoc, en el contexto de la preparación de testigos para
el juicio, sea apropiada.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1049, Sala de Primera Instancia I, 30 de noviembre de 2007, párr. 45.
[TRADUCCIÓN] Permitir a un testigo que vuelva a leer sus declaraciones anteriores ayudará a la presentación
eficaz de las pruebas y ayudará a la Sala de Primera Instancia a establecer la veracidad de los hechos, ya que
este proceso podría clarificar para el testigo eventos que se produjeron hace algún tiempo. Al mismo tiempo,
con respecto a cualquier discusión sobre los temas a tratar ante la Corte o cualquier documento que pueda
ser mostrado a un testigo ante la Corte, la Sala de Primera Instancia declara no estar convencida de que una
mayor eficiencia o el establecimiento de la veracidad de los hechos se logrará proporcionándolo sus anteriores
declaraciones a un testigo. Más aun, en opinión de la Sala, esto podría conducir a una distorsión de la verdad
y podría acercarse peligrosamente a constituir un ensayo de testimonio ante la Corte, ya que un testigo que ha
ensayado podría no proporcionar la totalidad o la verdadera extensión de su memoria o conocimiento sobre un
tema, y la Sala de Primera Instancia desea escuchar la totalidad del recuerdo de una persona. La Sala considera,
además, que la preparación de la declaración de un testigo por las partes antes del juicio puede disminuir lo
que sería, de otra forma, espontaneidad útil durante la declaración de un testigo, y el carácter espontáneo
del testimonio puede ser de suma importancia para la capacidad de la Corte de encontrar la verdad. La Sala
declara finalmente que el papel proactivo de los magistrados en el marco del Estatuto y las Reglas contribuirá a
garantizar que los testigos no sean “revictimizados” por dar su testimonio, al tiempo que previene que cualquier
influencia indebida sea aplicada al testigo.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1049, Sala de Primera Instancia I, 30 de noviembre de 2007, párrs. 50-52.
[TRADUCCIÓN] Considero que cualquier decisión sobre la “preparación de testigos” debe hacerse después de
una cuidadosa revisión de las circunstancias existentes en cada causa ante la Corte. Estoy de acuerdo con la Sala
de Cuestiones Preliminares I y la Sala de Cuestiones Preliminares I en que el Estatuto de Roma (“el Estatuto”)
no se pronuncia sobre la cuestión de la “preparación de testigos”. Sin embargo, quisiera basar mi argumento
sobre el párrafo 2 del artículo 64 del Estatuto y el apartado a) del párrafo 2 del artículo 64 del Estatuto, el cual
debe ser interpretado en conformidad con el apartado a) del párrafo 1 del artículo 21 del Estatuto, en lugar de
con el apartado c) del párrafo 1 del artículo del Estatuto, en el que las resoluciones mencionadas anteriormente
basan sus conclusiones. Observando que la jurisprudencia de los Tribunales ad hoc no es en modo alguno
vinculante para esta Corta, soy de la opinión de que los redactores del Estatuto de la CPI pretendieron que
los jueces de la Corte se pudieran beneficiar de la flexibilidad de las actuaciones así como goza el TPIY y TPIR,
demostrado por el lenguaje del artículo 64 del Estatuto. Por lo tanto, creo que esta disposición constituye la
base jurídica adecuada para proporcionar a la Corte la adaptabilidad necesaria para crear un sistema propio .
[TRADUCCIÓN] El artículo 64 del Estatuto otorga flexibilidad a la Sala en la gestión del juicio. Su formulación
deja en claro que el Estatuto no es un instrumento exhaustivo ni rígido, especialmente en asuntos puramente
procesales, como la preparación de testigos, y que el silencio sobre un tema procesal en particular no implica
necesariamente que esté prohibido. El artículo 64 está formulado para dar a los jueces un grado considerable de
discreción sobre los procedimientos que adoptan al respecto, siempre que se respeten los derechos del acusado
y se tenga debidamente en cuenta la protección de los testigos y las víctimas.
Si bien se tienen en cuenta las diferentes disposiciones legales que se aplican a esos tribunales y la naturaleza no
vinculante de su jurisprudencia sobre esta Corte, el hecho de que los tribunales ad hoc interpretaran el silencio
en sus disposiciones legales para conferir flexibilidad con respecto a la preparación de testigos es significativo al
evaluar el silencio en las disposiciones legales análogas de esta Corte. A pesar de las disposiciones de las Reglas
del TPIR, la Sala considera que los artículos 64 (2) y (3) (a) otorgan una amplia autoridad para que la Sala adopte
un enfoque específico de caso para el tema de la preparación de testigos.
La Sala acuerda que permitir que los testigos vuelvan a involucrarse con los hechos subyacentes a su testimonio
ayuda al proceso de recolección humana, permite mejor a los testigos contar sus historias con precisión en el
estrado y puede ayudar a garantizar que el testimonio de un testigo sea estructurado y claro.
Dada la complejidad de este caso y la gran cantidad de pruebas potenciales, la Sala considera que mostrar a los
testigos pruebas potenciales de antemano ayudará en la conducción eficiente de los procedimientos y ayudará a
garantizar que los testigos estén en condiciones de brindarle a la Sala la versión mas completa de su evidencia.
Con el fin de obtener un testimonio centrado y estructurado y para garantizar que se presenten todas las
pruebas probatorias, también es importante que el abogado, en particular el abogado de la parte llamante, esté
bien preparado y esté completamente familiarizado con la evidencia de cada testigo. Una reunión previa al
testimonio es una última oportunidad para que la parte llamante determine la forma más efectiva de interrogar
a sus testigos y qué temas generarán la evidencia más relevante y probatoria durante el examen en la corte.
Es por estas razones que la preparación de testigos está permitida o alentada en los tribunales ad hoc y en varias
jurisdicciones nacionales donde se sigue el principio de la primacía de la oralidad y donde los juicios se basan en
gran medida en el examen de testigos presenciales a través del interrogatorio de las partes. La Sala opina que,
propiamente llevada a cabo, la preparación de testigos también puede mejorar la eficiencia, la imparcialidad y
la rapidez del presente juicio.
La Sala considera que la preparación adecuada de los testigos también mejora la protección y el bienestar
de los testigos, incluso ayudando a reducir su estrés y ansiedad por testificar. Limitar el contacto previo al
testimonio entre el abogado y los testigos a la “reunión de cortesía” de diez minutos prevista en el Protocolo de
Familiarización, no es lo más servicial al deber del Artículo 68 (1) de la Sala de tomar las medidas apropiadas para
proteger el bienestar y la dignidad de los testigos. En la mayoría de los casos ante esta Corte, las preocupaciones
de los testigos se extienden más allá de las medidas de protección individuales acordadas a ellos o la logística
de los procedimientos del juicio, como el diseño de la sala de la Corte y el papel de las partes y los participantes.
Sus inquietudes también pueden ser el resultado de la ansiedad por dar evidencia en lo que puede parecer
un ambiente extraño e incluso hostil, la falta de confianza en su capacidad para comunicarse y articular sus
experiencias, y/o la aprensión por la experiencia desconocida de ser desafiado durante el contrainterrogatorio.
La preparación de testigos puede ayudar a asegurar que los testigos entiendan completamente qué esperar
durante su tiempo en la corte y que puedan comunicar cualquier inquietud a la parte solicitante, incluidas las
preguntas específicas del caso que la Unidad de Víctimas y Testigos (“VWU”) no podría dirigir. Particularmente
con respecto a los testigos vulnerables, tal preparación previa puede ayudar a reducir la carga psicológica del
testimonio, ya que esos testigos pueden enfrentar dificultades únicas cuando se les interroga repetidamente
[TRADUCCIÓN] El Protocolo especifica que la parte solicitante debe esforzarse por completar su sesión de
preparación de testigos al menos 24 horas antes del comienzo del testimonio del testigo. La Sala considera que
el contacto no sustantivo entre la parte solicitante y el testigo en las 24 horas anteriores al testimonio del testigo,
aunque no esté prohibido, debe ser apropiado en las circunstancias y guiado por la debida consideración de la
responsabilidad profesional. Además, desde el momento en que el testigo comienza a testificar hasta el final
del testimonio del testigo, el contacto de la parte solicitante con el testigo se limita a su examen en la Tribuna,
a menos que la Sala lo autorice de otra manera.
Ver No. ICC-01/09-01/11-676, Sala de Primera Instancia V, 11 de abril de 2013, párr. 3. Véase también el
número ICC-01/09-02/11-716, Sala de Primera Instancia V, 11 de abril de 2013, párr. 4
[TRADUCCIÓN] Si bien la posibilidad de que las partes preparen a los testigos para su testimonio es
práctica común en las jurisdicciones de derecho consuetudinario, esta posibilidad no se recoge explícitamente
en el marco estatutario de la Corte, y no se puede considerar como un principio general del derecho dentro del
significado del apartado 1 c) del artículo 21 del Estatuto. No obstante, con arreglo al artículo 64 del Estatuto la
Sala velará por que el juicio sea justo y expedito. Por consiguiente, la Sala cuenta con un considerable margen
Primera Instancia III prohibieron a la parte solicitante preparar a los testigos para prestar su testimonio ante
la Sala. La Mayoría de la Sala señala también que tanto la Sala de Primera Instancia V-A como la Sala de
Primera Instancia VI convinieron en autorizar la preparación de testigos haciendo referencia a la singularidad
y complejidad de la causa en esa instancia, comprendidos el tiempo transcurrido desde que tuvieron lugar los
presuntos hechos y el gran número de posibles elementos de prueba. Asimismo, la Mayoría de la Sala toma en
consideración la reciente decisión de la Sala de Primera instancia VII en la que se concluye que, respecto de la
causa en cuestión, ‘es innecesario e inapropiado autorizar la preparación de los testigos según la define [la Sala
de Primera Instancia V] ’.
Puesto que cada una de las Salas tiene facultad discrecional para adoptar los procedimientos más adecuados
para el desarrollo del juicio, la Mayoría de la Sala, teniendo presentes los riesgos que entraña la preparación de
los testigos como se expone arriba, no considera que los riesgos de la preparación de los testigos en esta causa
se vean compensados por ningún otro factor (comprendidos el número de testigos y elementos probatorios
propuestos, y el tiempo transcurrido entre las alegaciones y el juicio). Por consiguiente, la Mayoría de la Sala
decide que, por norma general, la preparación de los testigos no es apropiada en esta causa.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-355, Sala de Primera Instancia I, 3 de diciembre de 2015 (fechada el 2 de
diciembre de 2015), párrs. 15 a 19.
[TRADUCCIÓN] Como una instrucción general para todas las partes que comparezcan ante ella, la Sala quiere
destacar la importancia de hacer preguntas breves y precisas, que sean fácilmente comprensibles por la persona
interrogada. Preguntas largas y compuestas deben evitarse.
A. Interrogatorio principal
1. Alcance del interrogatorio
Como se indica en el apartado a) de la subregla 2 de la regla 140, la parte que presente prueba testimonial
tendrá derecho a interrogar al testigo.
Como cuestión de principio, la Sala sólo permitirá preguntas que estén clara y directamente relacionadas con
las cuestiones controvertidas. En la medida en que una parte ha dado una indicación de los temas que se
propone plantear a un testigo determinado, y con sujeción a las instrucciones de la Sala al respecto, se espera
que esa parte limite a esos temas su interrogatorio principal.
Las preguntas relativas a los antecedentes históricos y/o elementos de contexto de la causa deben centrarse, en
la medida de lo posible, en las cuestiones que estén en controversia entre las partes.
[TRADUCCIÓN] Además, el informe [de la Dependencia de Víctimas y Testigos] recomienda medidas relativas
al modo de interrogatorio por parte de los abogados, basándose en las necesidades y aptitudes del testigo. La
Sala apoya de nuevo las recomendaciones de que los abogados deberían intentar formular preguntas cortas,
simples y abiertas, y debería evitar formular preguntas embarazosas, innecesariamente indiscretas o repetitivas.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de vícimas | Pruebas
El orden del interrogatorio durante la presentación de pruebas por parte de los Representantes legales de
las víctimas será el siguiente: primero, el Representante legal que llama al testigo formulará preguntas A
continuación, habiéndose presentado una solicitud escrita y autorizado el interrogatorio mediante nuestra
decisión oral que será dictada inmediatamente después de esta propuesta, el otro Representante legal formulará
preguntas como ha autorizado la Sala. Posteriormente la Fiscalía interrogará al testigo y por último se dará a la
Defensa la oportunidad de interrogarlo.
Véase la decisión oral nº ICC-01/05-01/08-T-220-ENG CT WT, Sala de Primera Instancia, 1 de mayo de
2012, págs. 2-3.
Si la Sala autoriza un interrogatorio este será llevado a cabo por la ODPV en nombre del Representante Legal
Común, salvo que la Sala haya autorizado al Representante Legal Común para comparecer. Las preguntas
formuladas por la ODPV, en nombre del Representante Legal Común, se limitará a las cuestiones relacionadas
con los intereses de las víctimas. No se podrá repetir preguntas que ya fueron formuladas por la persona que ha
llama al testigo a comparecer. Hay que destacar en este contexto que el Representante Legal Común no podrá
formular nuevas alegaciones contra el acusado.
Véase nº ICC-01/09-01/11-460, Sala de Primera Instancia V, 3 de octubre de 2012, párr. 75; nº ICC-01/09-
02/11-498, Sala de Primera Instancia V, 3 de octubre de 2012, párr. 74.
[TRADUCCIÓN] De conformidad con los artículos 64 (2), 64 (3) (a) y 64 (8) (b) del Estatuto, la Sala y su
Magistrado Presidente tienen el deber de garantizar y facilitar la conducta justa y expedita de los procedimientos
y deberán adoptar los procedimientos y dar las instrucciones que sean necesarias. Del mismo modo, y de
conformidad con la regla 43 del Reglamento, el Magistrado Presidente, en consulta con los demás miembros
de la Sala, determinará el modo de interrogar a los testigos para (i) hacer el interrogatorio de los testigos y la
presentación de evidencia justa y efectiva para la determinación de la verdad; y (ii) evitar demoras y garantizar
el uso efectivo del tiempo. Además, de conformidad con el artículo 67 (1) del Estatuto, el acusado tiene derecho
a una audiencia justa conducida imparcialmente, en plena igualdad, con una serie de garantías mínimas que
incluyen, entre otras: (i) “ser juzgado sin indebida retraso”, tal como se establece en el subpárrafo (c); y (ii) “[a]
interrogar o hacer interrogar a los testigos de cargo y a obtener la comparecencia de los testigos de descargo
y que éstos sean interrogados en las mismas condiciones que los testigos de cargo” como lo garantiza el
subpárrafo (e).
En términos de equidad e igualdad de armas, la Sala señala que la práctica de esta Sala y de la Corte en su
conjunto ha sido coherente en relación con el modo de comparecencia de los testigos cuando se les autoriza
a dar testimonio mediante videoconferencia. Para que se confirme el derecho del acusado de interrogar a los
testigos que ha llamado “en las mismas condiciones” que los testigos que se le presentaron, no es necesario
que los miembros del equipo de defensa estén autorizados para interrogar al testigo desde la ubicación de la
videoconferencia.
La Sala observa que, sobre la base de las presentaciones realizadas por la Secretaría sobre los aspectos técnicos
de los arreglos de videoconferencia, la presencia de un abogado en el lugar de la videoconferencia puede retrasar
el proceso. En particular, como se señala en el Informe de la Secretaría, el uso de dos canales de idiomas,
para testimonio y preguntas, requeriría que la Sala considere la adopción de horarios de sesión flexibles y
probablemente más cortos, para interrumpir en la menor medida posible el funcionamiento de la ubicación
de la videoconferencia. Además, uno de los canales de idiomas necesitaría usar una línea telefónica, con la
cual la calidad del sonido sería más baja, lo que no solo sería más difícil para los intérpretes, sino que también
podría llevar a la necesidad de repeticiones y a un interrogatorio de ritmo más lento. Dadas las limitaciones de
programación de la Sala, la disminución de las horas de sesión y una presentación más lenta de los testimonios
que implicaría un período de tiempo más largo para completar el testimonio de este testigo, no sería deseable.
Ver No. ICC-01/05-01/08-2509, Sala de Primera Instancia III, 15 de febrero de 2013, párrs. 16-18.
[TRADUCCIÓN] De conformidad con su Decisión sobre el desarrollo del procedimiento y después de haber
tenido conocimiento de las preguntas que el Representante Legal desea formular, la Sala no ve obstáculos
para el interrogatorio del testigo por los Representantes Legales después de que la Fiscalía haya concluido
su interrogatorio y antes de que la Defensa comience su contrainterrogatorio. En efecto, considera que el
Representante Legal demostró la relevancia de las preguntas que desea plantear para los intereses de las
víctimas que representa. Además, la Sala observa que probablemente la Fiscalía explorará la mayoría de las
cuestiones que Representante legal tiene la intención de cuestionar. La Sala no considera necesario comunicar
previamente a la Defensa una lista de preguntas que podrían cambiar.
Sin embargo, ya desea subrayar, y esto se recordará al comienzo de la audiencia, que será conveniente: 1)
según lo indique el propio Representante Legal, no volver a plantear las mismas cuestiones ya planteadas por
la Fiscalía; 2) no plantear preguntas que puedan llevar a explorar nuevamente asuntos vinculados al fondo del
caso; 3) no anticipar asuntos que pudieran pertenecer a un procedimiento posterior para determinar si podría
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de vícimas | Pruebas
haber “reparaciones” y; 4) como cuestión general, que las preguntas planteadas sólo pretenden permitir que la
Sala cuente con información de tal naturaleza que le permita apreciar mejor la sentencia a aplicar.
La Sala subraya que estas instrucciones se aplican a las preguntas “anticipadas”, así como a las que eventualmente
se plantearán de manera espontánea y que también se aplican a la Fiscalía y a la Defensa en lo que concierne
a los puntos 2) y 4).
Véase No. ICC-01 / 04-01 / 07-3476, Sala de Primera Instancia II, 30 de abril de 2014, párrs. 3-5.
[TRADUCCIÓN]
2. Procedimiento de notificación de los materiales que se utilizarán durante el interrogatorio
La Sala de Apelaciones decide, a solicitud de las partes, aplicar los plazos correspondientes a la notificación de
materiales que estaban en su lugar durante el proceso del juicio, como se especifica en el párrafo (2) (d) anterior.
La Sala de Apelaciones observa que el artículo 52 (2) del Reglamento de la Secretaría exige a las partes
proporcionar, tres días hábiles antes de la audiencia programada, las pruebas que pretenden utilizar en la
audiencia con el oficial de la sala del tribunal, en versión electrónica siempre que sea posible. La Sala de
Apelaciones es consciente de las cuestiones logísticas específicas de la audiencia de testigos a través de la
tecnología de enlace de vídeo y la preferencia, por razones tecnológicas, que dicho material sea proporcionado
al oficial de la sala del tribunal antes de la salida del miembro del personal de registro pertinente sobre el
terreno. A este respecto, se encarga al Secretario que informe a la Sala de Apelaciones y las partes, sin demora,
si el plazo antes mencionado debe ajustarse para adaptarse el programa de viaje del personal de la Secretaría
pertinente al terreno con el fin de organizar la audiencia de los testigos a través de tecnología de enlace de
video.
La Sala de Apelaciones también instruye a las partes a presentar por escrito cualquier objeción relacionada con
el uso de prueba durante el testimonio de los testigos al menos un día hábil antes de la audiencia a las 12:00
del mediodía en el último.
Por último, la Sala de Apelaciones también toma nota de la afirmación de la Fiscal de que también debería poder
agregar documentos como resultado del interrogatorio realizado por el abogado del Sr. Lubanga porque “el
contrainterrogatorio es hasta cierto punto reaccionario”. La Sala de Apelaciones observa que esta comunicación
está en consonancia con la práctica utilizada en juicio. La Sala de Apelaciones no considera apropiado aprobar
tal solicitud en abstracto y por lo tanto solo decidirá sobre una solicitud para agregar un documento que no fue
notificado si surge tal situación y sobre la base del documento en cuestión y las razones específicas por las que
no se presentó antes. Además, las apelaciones Sala recuerda a la Fiscal las dificultades logísticas que pueden
surgir con respecto a la tecnología de enlace de video cuando los documentos no se proporcionan al oficial de
la sala de audiencias antes de la partida del personal de la Secretaría correspondiente sobre el terreno y alienta
a la Fiscal a tener debidamente en cuenta estas consideraciones logísticas al preparar para el interrogatorio de
los testigos.
Los Representantes Legales de Víctimas V02 solicitaron permiso para interrogar a los testigos y proporcionaron
propuso preguntas a la Sala de Apelaciones. La Sala de Apelaciones no considera que la solicitud identifica
cualquier interés personal de las víctimas y, una vez revisado, considera que las preguntas propuestas no
relacionarse con sus intereses personales. La solicitud de los Representantes Legales de Víctimas V02 de
autorización para interrogar por tanto, se rechaza a los testigos.
No obstante, de conformidad con el artículo 68 (3) del Estatuto, si una cuestión relacionada con los intereses
de las víctimas deban ser atendidos durante el interrogatorio de los testigos, los Representantes Legales de
Las víctimas V01 y V02 pueden solicitar oralmente autorización para hacer preguntas sobre las declaraciones
relevantes, el alcance de los cuales se limitarán a las cuestiones que se plantearon durante el examen.
Véase No. ICC-01/04-01/06-3083 A4 A5 A6, Sala de Apelaciones, 30 de abril de 2014, párrs. 20-23, 25 y 26.
[TRADUCCIÓN] La Sala considera que en las objeciones de ambos equipos de la Defensa no se suscita ningún
razonamiento que pudiera servir para justificar la exclusión total del testimonio de P-369. Sin perjuicio de la
evaluación final por la Sala del peso del testimonio de P-369, no parece que se niegue la presencia de P-369 en
Côte d’Ivoire en varias ocasiones, ni su observación personal de actos que pudieran ser pertinentes para el caso
de la Fiscal. En esas circunstancias, parece prematuro excluir el testimonio de P-369 en su totalidad.
No obstante, la Defensa ha suscitado inquietudes legítimas acerca del alcance del testimonio que P-369 está
en condiciones de presentar. En este sentido, la Sala reitera sus pautas derivadas de las nuevas instrucciones
relativas al desarrollo del proceso, emitidas el 4 de mayo de 2016. En particular, en el párrafo 23 de dichas
instrucciones la Sala instruía a las partes que evitaran pedir a los testigos que especularan o prestaran
[TRADUCCIÓN] La decisión de la Sala sobre la familiarización de los testigos declaró que la práctica conocida
como “supervisión de las declaraciones de testigos” (witness proofing) por la parte que llama a un testigo
no será permitida, y la Dependencia de Víctimas y Testigos es responsable de lidiar con los testigos antes de
su testimonio ante la Corte. Además, la subregla 1 de la regla 87 de las Reglas establece que la Dependencia
de Víctimas y Testigos, según proceda, podrá ser consultada por la Sala antes de que se adopten medidas de
protección. La Sala sigue siendo de la opinión de que la Dependencia de Víctimas y Testigos es el único órgano
[TRADUCCIÓN] La Sala también ha tenido en cuenta que tiene deberes de amplio alcance en cuanto a las
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de vícimas | Pruebas
medidas de protección, que le obligan a adoptar todas las medidas necesarias para proteger a las víctimas y a
los testigos, siempre y cuando éstas no vayan en detrimento de un juicio justo o redunden sustancialmente en
perjuicio de la Defensa. A la luz de la sentencia de la Sala de Apelaciones a que se refiere el párrafo anterior,
esta obligación se extiende a las personas que podrían estar en peligro en razón de las actividades de la Corte.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1980-Anx2, Sala de Primera Instancia I, 24 de junio de 2009, párr. 48.
La Sala de Apelaciones pone de relieve que la reubicación es una medida grave que, como argumenta el
Secretario, puede tener un “impacto dramático” y un “grave efecto” en la vida de un individuo, particularmente
en cuanto entraña apartar a un testigo de su entorno normal y sus lazos familiares y reasentar a esa persona en
un nuevo ambiente. Es muy probable que tenga consecuencias a largo plazo para el individuo que es reubicado
-entre ellas, colocar potencialmente a un individuo en un mayor riesgo al poner de relieve su vinculación
con la Corte y hacer más difícil que dicho individuo retorne al lugar desde el cual fue reubicado, incluso en
circunstancias en las que se preveía que la reubicación sólo fuera provisional. Cuando se lleva a cabo una
reubicación, es probable que ésta implique una planificación cuidadosa y posiblemente a largo plazo en relación
con la seguridad y el bienestar del testigo de que se trate.
Véase n° ICC-01/04-01/07-776-tSPA OA7, Sala de Apelaciones, 26 de noviembre de 2008, párr. 66.
Debe señalarse que el párrafo 6 del artículo 43 es la única disposición del Estatuto que se refiere al establecimiento
de una dependencia específicamente para adoptar medidas de protección para las víctimas y los testigos. La
Dependencia de Víctimas y Testigos es responsabilidad del Secretario y está situada dentro de la Secretaría.
No hay una disposición análoga que establezca una dependencia para la adopción de medidas de protección
dentro de la Fiscalía; ni hay, por consiguiente, disposición alguna que ubique la responsabilidad respecto de una
dependencia de esa índole dentro de la competencia del Fiscal.
Las funciones de la Dependencia de Víctimas y Testigos, y las responsabilidades relacionadas con ella, están
expresamente reguladas por las reglas 16 a 19 de las Reglas de Procedimiento y Prueba.
Dichas reglas contienen la única disposición específica sobre la reubicación existente en el sistema estatutario de
la Corte. La subregla 4 de la regla 16 dispone que el Secretario podrá negociar con los Estados, en representación
de la Corte, acuerdos relativos a la reubicación.
Además, merecen destacarse en este contexto las disposiciones concretas que regulan las funciones de la
Dependencia de Víctimas y Testigos. El apartado a) de la regla 19 dispone que el personal de la [Dependencia]
estará integrado por personas expertas, entre otras materias, en protección y seguridad de testigos. Por
consiguiente, se previó que expertos en protección y seguridad de testigos estarían situados dentro de la
[Dependencia] . Habida cuenta de las graves consecuencias de la reubicación, mencionadas supra, es adecuado
que las cuestiones relacionadas con la reubicación sean consideradas por quienes tienen la competencia
correspondiente.
Entre las disposiciones que regulan las funciones de la [Dependencia] figura el inciso i) del apartado a) de la
subregla 2 de la regla 17, que encomienda a la [Dependencia] , en consulta con la Sala, el Fiscal y la Defensa,
según proceda, adoptar, con respecto a todos los testigos, las víctimas que comparezcan ante la Corte y las
demás personas que estén en peligro por causa del testimonio dado por esos testigos, “medidas adecuadas
para su protección y seguridad y formular planes a largo y corto plazo para protegerlos”. La responsabilidad
en materia de formulación de planes para la adecuada protección de los testigos está dentro del mandato de la
[Dependencia] . Es probable que la formulación de tales planes tenga particular importancia en los casos en que
surjan cuestiones relativas a la reubicación, habida cuenta de la gravedad de la medida y la posibilidad de que
sea de larga duración, como se indicó supra.
En relación con las situaciones de emergencia, la Decisión impugnada reconoció, en los párrafos 35 y 36, que
puede haber circunstancias excepcionales en las cuales un testigo se enfrente a una amenaza grave de daño
inminente que exija una respuesta inmediata. En tales circunstancias, lo fundamental es necesariamente la
protección del individuo de que se trate. La Sala de Apelaciones aprueba en general el sistema expuesto por
la Sala de Cuestiones Preliminares en el párrafo 36 de la Decisión impugnada a este respecto, si bien reconoce
que, por la propia naturaleza de las situaciones de emergencia, puede ser necesario cierto grado de flexibilidad
a este respecto. La Sala de Apelaciones prevé que, en una situación de urgencia en relación con una persona
para la cual se solicita la reubicación, el Fiscal puede solicitar a la Dependencia de Víctimas y Testigos que tome
[TRADUCCIÓN] La Sala estima que las audiencias celebradas a puerta cerrada deben seguir siendo una
medida de protección otorgada sólo con carácter excepcional, ya que priva al público de la comprensión de
parte, o de la totalidad, del testimonio de un testigo y, por tanto, puede afectar a la equidad de las actuaciones
en general. La Sala observa que algunas Salas de la Corte han, consultando a las partes y los participantes,
establecido prácticas para el uso limitado de las audiencias in camera. La Sala de Cuestiones Preliminares II
emitió recientemente una decisión oral que esta Sala tiene la intención de adoptar en lo esencial en cuanto a
las siguientes mejores prácticas.
Véase n° ICC-01/05-01/08-1023, Sala de Primera Instancia III, 19 de noviembre de 2010, párr. 23.
[TRADUCCIÓN] Por las razones expuestas y para seguir con las mejores prácticas, la Sala no está en favor de
que se presenten pruebas en su totalidad durante audiencias celebradas a puerta cerrada. La Sala señala que
existen otras medidas disponibles para proteger la información sensitiva como las identidades de los testigos y
la información identificadora.
Véase n° ICC-01/05-01/08-1023, Sala de Primera Instancia III, 19 de noviembre de 2010, párr. 25.
sobre el contenido de los documentos, es irrelevante saber quién los proporcionó a la Defensa, ya que no se ha
alegado que la fuente es el autor.
La Sala también opina que la Fiscalía aún puede investigar la autenticidad de los tres documentos de manera
significativa, incluso sin saber la fuente de la Defensa. Los documentos contienen varios posibles indicadores
de autenticidad, como los nombres de los presuntos autores, firmas, sellos oficiales, etc., que pueden ser
investigadas independientemente de la fuente. La Sala además observa que si la autenticidad de uno o más
de los tres documentos dependieran enteramente de la identidad de la fuente, la Defensa tendrá que aceptar
las consecuencias de la no divulgación de la identidad a las partes y participantes intervinientes. Esto es sin
perjuicio de lo que la Sala pueda decidir acerca de tomar conocimiento ex parte de la identidad de la fuente.
En cuanto a los Representantes legales, la Sala considera que la no divulgación de la identidad de la fuente no
les causará ningún perjuicio identificable. El papel de los Representantes legales es relativamente limitado en
comparación con el de la Fiscalía, que tiene derecho a interrogar a los testigos de la Defensa. En la medida en
que los Representantes legales podrán ser autorizados a preguntar ciertas cuestiones a los testigos de la RDC-
D02-P-0258, la identidad de la fuente no es necesaria para hacerlo. Con respecto a la autenticidad de los tres
documentos, las mismas observaciones realizadas en relación a la Fiscalía aplican.
Véase n° ICC-01/04-01/07-3057, Sala de Primera Instancia II, 4 de julio de 2011, párrs. 9-18. Véase también
n° ICC-01/04-01/07-3122, Sala de Primera Instancia II, 22 de agosto de 2011, párrs. 9-18.
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones ha establecido los criterios que han de aplicarse cuando una Sala
está considerando la posibilidad de autorizar, en circunstancias excepcionales, no divulgar las identidades de
los testigos de la Defensa. Sostuvo que tres de las consideraciones más importantes son: 1) el peligro que la
divulgación puede implicar para el testigo o sus familiares; 2) la necesidad de establecer medidas de protección;
y (3) una evaluación de si las medidas serán perjudiciales para, o incompatibles con, los derechos de los acusados
y un juicio justo e imparcial. La Sala de Apelaciones, además, requiere una investigación sobre la suficiencia
y la viabilidad de medidas de protección menos restrictivas. Aunque estos criterios se establecieronen los
procedimientos de cuestiones preliminares, en la evaluación de la Sala, son igualmente aplicables a la etapa del
juicio de la causa.
[...]
En la valoración de la Sala, este enfoque de la Sala de Apelaciones extendiendo la protección a grupos
expresamente previstos en la subregla 4 de la regla 81 de las Reglas — es decir, testigos, víctimas y sus
familiares — a “otra persona que corre peligro en razón de las actividades de la Corte” se va a aplicar durante las
actuaciones del juicio. Por lo tanto, la responsabilidad de la Sala de Primera Instancia, con arreglo al apartado e)
del párrafo 6 del artículo 64 del Estatuto de asegurar la protección de los acusados, testigos y víctimas incluye la
provisión de protección a otras personas en peligro en razón de las actividades de la Corte.
Véase n° ICC-01/04-01/06-2763-Red, Sala de Primera Instancia I, 25 de julio de 2011, párrs. 11 y 13.
[TRADUCCIÓN] La Sala ha examinado los riesgos para la seguridad del testigo 19 de la Defensa en el contexto
de sus obligaciones en virtud del artículo 68 del Estatuto de adoptar medidas para proteger la seguridad y el
bienestar de los testigos. La Sala debe decidir la cuestión sobre la base de los hechos presentes, y su deber en
virtud del artículo 68 del Estatuto no incluye la responsabilidad sobre las enfermedades que por desgracia,
puede tener el testigo en el futuro, ya sea como resultado de una condición potencialmente recurrente o de
otra manera.
[...]
De conformidad con el párrafo 4 del artículo 68 del Estatuto, “[l] a Dependencia de Víctimas y Testigos podrá
asesorar al Fiscal y a la Corte acerca de las medidas adecuadas de protección, los dispositivos de seguridad, el
asesoramiento y la asistencia a que se hace referencia en el párrafo 6 del artículo 43”, y con arreglo al inciso ii)
[TRADUCCIÓN] Dirigiéndose en primer lugar a las presentaciones sobre el carácter extraordinario de los
procedimientos de asilo como lo adelantó el abogado del testigo 19 de la Defensa, la Sala no tiene autoridad
para revisar las decisiones de las autoridades nacionales en cuanto a su aplicación de las leyes nacionales.
Véase n° ICC-01/04-01/06-2835, Sala de Primera Instancia I, 15 de diciembre de 2011, párr. 14.
[TRADUCCIÓN] El uso de nombres de testigos cuya identidad e interacción con la Corte no se hayan
divulgado o que estén sujetos a otras medidas de protección conocidas por la otra parte, podría ser necesario en
determinadas circunstancias con motivo de las investigaciones de una parte. Se deberá encontrar un equilibrio
entre la necesidad de garantizar la protección de los testigos y los derechos de las partes a investigar.
[…]
La magistrada única recuerda que la inclusión en el Programa de Protección de la Corte Penal Internacional
(PPCPI) representa la medida de protección más rigurosa que se puede aplicar a los testigos. Considerando que,
con arreglo a la norma 96 del Reglamento de la Secretaría, la Secretaria “tomará las medidas necesarias para
brindar un programa de protección de los testigos”, la magistrada única opina que la Dependencia de Víctimas
y Testigos es el único canal apropiado por el que una parte que esté investigando pueda iniciar el proceso de
contacto con el testigo de la otra parte incluido en el PPCPI. Por consiguiente, si una parte desea entrevistar
a un testigo de la otra parte incluido en el PPCPI, se pondrá en contacto con la Dependencia de Víctimas y
Testigos, que llevará a cabo las disposiciones necesarias para que tenga lugar la entrevista.
Respecto del contacto con testigos de la otra parte no incluidos en el PPCPI, la magistrada única señala que
las entrevistas sólo podrán tener lugar si el testigo consiente. El consentimiento debe darse voluntariamente y
debe solicitarse mediante el Representante de la otra parte tras haber informado a la Dependencia de Víctimas
y Testigos de la intención de contactar con el testigo. Se recuerda que la parte que llama al testigo o se basa en
su declaración “tiene prohibido intentar influir en la decisión del testigo de si acepta o no ser interrogado” por
los abogados de la otra parte.
Tras obtener el consentimiento del testigo para ser entrevistado, la Dependencia de Víctimas y Testigos será
responsable de las disposiciones necesarias. Respecto de la presencia durante la entrevista de un Representante
de la parte que ha llamado al testigo a declarar o que se basa en su declaración, la magistrada única considera
apropiado respaldar la práctica establecida de otras Salas. Por consiguiente, la parte que llama al testigo a
declarar o que se basa en su declaración tiene derecho a que un Representante suyo acuda a la entrevista, a
menos que la parte que entrevista se oponga a ello y solicite que la Sala se pronuncie al respecto. Sin embargo,
si el testigo desea que la entrevista tenga lugar sin un Representante de la parte que lo llamó a declarar o que
[TRADUCCIÓN] La Sala dispone que el Representante legal, en consulta con la Dependencia de Víctimas y
Testigos, informe a la Sala no más tarde del 5 de abril de 2012 a las 16.00 horas, sobre toda medida de protección
recomendada que pudiera ser necesario autorizar para las víctimas llamadas a declarar en calidad de testigos.
Todas las peticiones relativas a medidas de protección deberán justificarse legal y factualmente y ser presentadas
públicamente conforme al apartado a) de la subregla 2 de la regla 87 de las Reglas. Si el Representante legal
considera que las peticiones contienen información que debería seguir siendo confidencial, podrá presentar
versiones confidenciales o ex parte de dichas peticiones, junto con las versiones expurgadas adecuadamente.
Véase nº ICC-01/05-01/08-2158, Sala de Primera Instancia III, 6 de marzo de 2012, apartado e) del párrafo
8.
[TRADUCCIÓN] No incumbe a la Sala proporcionar a la Defensa directrices sobre el tipo de defensa que a la
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de vícimas | Pruebas
Sala le gustaría recibir. Por otra parte, como se estipuló en las Reglas de Procedimiento y Prueba, corresponde
a la magistrada presidente garantizar la sustanciación adecuada del procedimiento y dar directrices sobre por
qué o cómo debería interrogarse a un testigo. Al final del día, el testigo se encontraba visiblemente cansado,
molesto, angustiado, sin entender una palabra de lo que usted le decía y seguía presionando duramente al
testigo sobre problemas relacionados (y le llamé la atención por ello) quizás incluso de TRADUCCIÓN, de
interpretación y, por supuesto, hizo caso omiso de las advertencias de la Sala sobre las dificultades que el testigo
podría estar atravesando debido a problemas de TRADUCCIÓN. Intenté no interrumpir a la Defensa muy a
menudo, sólo cuando vi que era realmente necesario. Así que si hubo alguna intervención de la magistrada
presidente que pudiera haber tenido un efecto adverso en el ánimo de la Defensa, quizás es porque no entendió
que la crítica no era con relación al contenido de sus preguntas sino al modo en que formula sus preguntas a un
testigo sin educación e iletrado que no comprende a veces lo que le estaba preguntando, y la Sala continuará
actuando de tal modo porque esa es mi misión.
Véase la decisión oral nº ICC-01/05-01/08-T-222-ENG CT WT, Sala de Primera Instancia III, 3 de mayo de
2012, págs. 6-7.
[TRADUCCIÓN] La Sala ha recibido una petición con arreglo al numeral 1 de la norma 42 del Reglamento para
retirar las expurgaciones previamente autorizadas conforme a la subregla 4 de la regla 81 de las Reglas.
El numeral 1 de la norma 42 del Reglamento estipula que las medidas de protección con respecto a una víctima
o testigo seguirán teniendo total vigencia en otros procedimientos y tras la finalización del procedimiento,
sujetas a revisión por parte de la Sala. Con arreglo al numeral 3 de la norma 42 del Reglamento, toda solicitud
para modificar una medida de protección se remitirá primero a la Sala que dispuso tal providencia, a menos
que haya dejado de celebrarse ante ella el procedimiento en el que se estipuló la medida de protección. Puesto
que la Sala de Cuestiones Preliminares I ya no se ocupa de la causa, la Sala puede modificar las medidas de
protección dispuestas por la Sala de Cuestiones Preliminares I en dicha causa.
La Sala ha afirmado que “se requiere autorización para eliminar las expurgaciones previamente autorizadas en
virtud de la subregla 4 de la regla 81 de las Reglas”. Ello se debe a la obligación de la Sala de Primera Instancia
conforme al artículo 68 del Estatuto de proteger la seguridad física y psicológica, el bienestar, la dignidad y la
privacidad de las víctimas y los testigos y, por extensión, de las personas en riesgo debido a las actividades de
la Corte. Esta Sala observó también que para autorizar la eliminación de expurgaciones relativas a los datos
personales de un individuo previamente expurgados conforme a la subregla 4 de la regla 81, la Sala necesita
asegurarse de que “la persona en cuestión no se verá expuesta a un mayor riesgo como consecuencia de la
divulgación de esta información”. En esta causa, la Fiscalía afirma que, debido al cambio de circunstancias,
ya no están justificadas las expurgaciones de los datos personales de las determinadas terceras partes. La Sala
acepta la razón subyacente para las expurgaciones ya no existe y el riesgo para la seguridad de estas personas
es bajo, como se explicó con más detalle en la solicitud ex parte confidencial de la Fiscalía. Además, la Sala
confirma el principio expuesto por la Sala de Apelaciones sobre el carácter excepcional de la no divulgación de
información y sostiene que, por lo general, debe divulgarse toda la información, prestando especial atención
a los derechos del acusado. Por lo tanto, está justificada la eliminación de estas expurgaciones como solicita la
Fiscalía.
Véase nº ICC-02/05-03/09-368, Sala de Primera Instancia IV, 13 de julio de 2012, párrs. 6-9.
[TRADUCCIÓN] Como se indicó anteriormente, el término “rendirse en persona” utilizado por el artículo
69(2) del Estatuto no implica que el testimonio de un testigo necesariamente, bajo ninguna circunstancia, se
dará como testimonio presencial en la Corte. En cambio, el Estatuto y las Reglas le otorgan a la Corte una
amplia discreción, sujeta a las disposiciones de la regla 67 de las Reglas, para permitir que las pruebas se den
viva voz mediante tecnología de video o audio cuando sea necesario, siempre que el Estatuto y las Reglas sean
respetado y tales medidas no son perjudiciales ni incompatibles con los derechos del acusado.
[TRADUCCIÓN] Para determinar si la modificación [de las medidas de protección] es apropiada, la Sala debe
cumplir con su deber en virtud del artículo 68 (1) del Estatuto de “proteger la seguridad, el bienestar físico y
psicológico, la dignidad y privacidad de víctimas y testigos”. Además, de conformidad con la norma 42 (4) del
Reglamento, antes de hacer una determinación sobre una solicitud de modificación de medidas de protección,
la Sala “deberá intentar obtener, en la medida de lo posible, el consentimiento de la persona respecto a la cual
se solicitó la rescisión, modificación o incremento de las medidas de protección”.
Véase No. ICC-01 / 05-01 / 08-3014, Sala de Primera Instancia III, 12 de marzo de 2014, párr. 17.
[TRADUCCIÓN] […] [La Sala] recuerda por añadidura que considera que las medidas de protección brindadas
a las víctimas autorizadas para participar en el proceso se aplican igualmente a las personas autorizadas para
participar en nombre de las personas fallecidas. En este contexto, y en vista de la afirmación de la Defensa acerca
de la composición actual de su equipo, remite a las partes a sus obligaciones en materia de confidencialidad y
de protección.
Véase núm. ICC-01/04-01/07-3547, Sala de Primera Instancia VIII, 26 de mayo de 2015, párr. 11.
[TRADUCCIÓN] El Magistrado único considera que la disposición, en su nueva redacción convenida por las
partes y el Representante Legal de las Víctimas, viene a apoyar el principio de que la no divulgación de los datos
de contacto d los testigos protegidos es la norma, y reconoce la facultad discrecional de la Sala para decidir
otra cosa cuando las circunstancias lo justifiquen. Habida cuenta de las obligaciones propias de la Sala a tenor
del párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto, el Magistrado único no está convencido de que esta modificación
efectivamente pueda comprometer la seguridad de los testigos, y estima procedente la inclusión.
[…]
El Magistrado único conviene con la Fiscalía y la Defensa de Gbagbo en que la Defensa debería notificar no solo al
representante legal de las víctimas sino también a la Fiscalía de la doble condición de cualquiera de los testigos a
los que ha de llamar. Sn embargo, el Magistrado único considera que la disposición es excesivamente amplia en
su actual redacción, ya que parece incluir a cualquier persona a quien la Defensa ya haya entrevistado y podría
considerar llamar a declarar, aunque la decisión de llamar a la persona a testificar aún no se haya adoptado.
El Magistrado único ha modificado la redacción de la disposición, con miras a reflejar la correspondiente a la
obligación de la Fiscalía.
Respecto de la propuesta de la Defensa de Gbagbo a efectos de que la Fiscalía debería informar a la Defensa
de la doble condición de un testigo al que ha de llamar a declarar ‘tan pronto como’ tenga conocimiento de
ello, el Magistrado único conviene en que sería provechoso para las partes y los participantes que el Protocolo
especificara un plazo dentro del cual la parte que lo llame a declarar debería informar a las otras partes y
participantes de la doble condición de uno de sus testigos. El párrafo 4 a) del Protocolo se ha enmendado en
consonancia con lo anterior.
Asimismo, en relación con la segunda sugerencia de la Defensa de Gbagbo a efectos de que la Fiscalía debería
transmitir el formulario de solicitud de la víctima a la Defensa y de que el Representante Legal de las Víctimas
debería transmitir la versión con menos expurgaciones de la misma, el Magistrado único se remite a su ‘Decisión
sobre la participación de las víctimas’. En ella, indicaba que incumbía a la Fiscalía divulgar versiones con menos
expurgaciones de las solicitudes de participación correspondientes a testigos de doble condición, y por tanto en
consonancia con sus obligaciones en materia de divulgación y conforme al ‘Protocolo por el que se establece un
sistema de expurgación’ […] .
Véase núm. ICC-02/11-01/15-199, Sala de Primera Instancia I (Magistrado único), 1 de septiembre de 2015,
párrs. 15,y 19 a 21.
Por el término ‘testigo’ se entenderá una persona a quien una parte o el representante legal de las víctimas
tenga intención de llamar a testificar o en cuya declaración la parte o el representante legal de las víctimas tenga
intención de basarse, siempre que esa intención se haya transmitido a la parte que no tiene intención de llamar
o al representante legal de las víctimas por unos medios que determinen la clara voluntad de la parte que tiene
intención de llamar o del representante legal de las víctimas de contar con la persona en calidad de testigo.
B. Divulgación de la identidad de testigos a los que esa parte no llamará a declarar en el curso de las
investigaciones
1) La necesidad de informar a la Dependencia de Víctimas y Testigos con anterioridad a la misión cuando,
durante el transcurso de una investigación, sea necesario divulgar la identidad de un testigo que se beneficie
del Programa de Protección de la Corte o que haya sido reubicado de otra manera con la asistencia de la Corte
[…]
El Magistrado único considera que la Dependencia de Víctimas y Testigos, como entidad de la Corte responsable
de la protección de los testigos, habrá de ser informada cuando se haya divulgado la identidad de cualquier
testigo protegido, puesto que la divulgación podría modificar el perfil de riesgo de la persona. Por tanto, si una
parte tiene intención de divulgar o ha divulgado la identidad de un testigo que no se beneficie del Programa de
Protección de la Corte o que no haya sido reubicado con la asistencia de la Corte, pero que esté protegido de
algún otro modo por la Dependencia de Víctimas y Testigos, informará a la Dependencia de Víctimas y Testigos,
tan pronto como sea posible, de que esa divulgación se ha producido o se ha de producir.
[…] Por consiguiente, el Magistrado único concluye que procede recalcar que, de conformidad con el párrafo
10 del Protocolo, la parte que investiga no revelará, en ninguna circunstancia, la relación con la Corte de un
testigo protegido.
2) Investigación del lugar de residencia de los testigos protegidos
[…]
El Magistrado único señala que, de conformidad con el sistema de expurgación adoptado por la Sala, la
información de contacto reciente de los testigos puede ser expurgada de forma continua, con el fin de proteger
la seguridad, la dignidad, la vida privada y el bienestar de los testigos. A la luz de lo que antecede, el Magistrado
único considera que, de sobrevenir un motivo específico por el que una parte o el representante legal de
las víctimas estimaran necesario investigar el paradero de un testigo, podrán solicitar la correspondiente
autorización de la Sala.
[…]
D. Divulgación involuntaria: restricción relativa a la puesta en común de material divulgado involuntariamente
con el acusado
[…]
En opinión del Magistrado único, el material divulgado involuntariamente requiere unas medidas específicas
que regulen su uso, ya que se entiende que en ningún momento se debería haber divulgado. Habida cuenta de
que el material divulgado involuntariamente podría tener consecuencias graves para la seguridad de los testigos,
el Magistrado único considera, de conformidad con el párrafo 1 del artículo 68 del Estatuto, y en consonancia
con la jurisprudencia de la Corte, que el miembro del equipo de la parte que lo reciba que observe o haya sido
informado de la involuntariedad de la divulgación de la información evitará su diseminación adicional, incluso
al acusado, y en la medida de lo posible a otros miembros del equipo.
E. Contactos entre una parte y los testigos a quienes esa parte no haya llamado a declarar
[…]
1) Contacto entre el representante legal de las víctimas y los testigos de las partes
I. Medidas de protección
[TRADUCCIÓN] Todas las solicitudes de medidas de protección en la sala, comprendidas las presentadas de
conformidad con las reglas 87 y 88 de las Reglas, se han de presentar lo antes posible con el fin de permitir que
la Sala reciba observaciones acerca de esas solicitudes, y que la Sección de Víctimas y Testigos cumpla con sus
funciones.
Las solicitudes relativas a la regla 87 se presentan a título confidencial, si bien no ex parte. Las informaciones
que la parte solicitante no desee poner en conocimiento de la otra parte se comunican en un anexo ex parte a la
solicitud, donde se exponen los motivos que justifican la naturaleza ex parte de esas informaciones.
J. Audiencias a puerta cerrada, parcial o total
[TRADUCCIÓN] La Sala recuerda asimismo que la Dependencia de Víctimas y Testigos forma parte de la
Secretaría, que es un órgano neutral de la Corte al que se ha encomendado, entre otras, la función de prestar
asistencia a testigos [...] que comparezcan ante la Corte. La Sala también recuerda que la regla 88 de las Reglas
y la norma 94bis del Reglamento de la Secretaría disponen que la Sala podrá, previa solicitud ordenar medidas
especiales para proteger a las personas vulnerables y facilitar su comparecencia ante la Corte.
La Sala considera que, en virtud de la subnorma 3 de la norma 94bis del Reglamento de la Secretaría, es la
Dependencia de Víctimas y Testigos, en su capacidad de entidad con el mandato de proteger el bienestar de
los testigos – y no cualquier otro experto seleccionado por las partes – quien ha de realizar cualquier evaluación
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de vícimas | Pruebas
junto con el testigo y recomendar cualquier medida de protección o medida especial que estime necesaria. Por
añadidura, conforme a la subnorma 3 de la norma 94bis, la Sala concluye que la evaluación también abarcará
la salud mental del testigo y su capacidad para comparecer ante la Corte; y determina, por consiguiente, que
procede mantener el texto del Proyecto de Protocolo.
Asimismo, la Sala pone énfasis en que, tal como se dispone en el Proyecto de Protocolo y se clarifica de
forma adicional en las Observaciones de la Dependencia de Víctimas y Testigos, cualquier intervención por
la Dependencia de Víctimas y Testigos se llevará a cabo con el consentimiento de las víctimas y en consulta
con la parte que la solicite, a la que se mantendrá informada a lo largo del proceso. Conforme a la propuesta
de la Dependencia de Víctimas y Testigos, la Sala declara procedente que se informe a la parte solicitante de
cualquier recomendación presentada a la Sala con arreglo al Proyecto de Protocolo.
Respecto de las objeciones por la Defensa a ciertas medidas especiales propuestas por la Dependencia de
Víctimas y Testigos, la Sala señala que las medidas especiales relacionadas en el Proyecto de Protocolo son
meras sugerencias relativas a las medidas que se podrían recomendar. Será la Sala quien decida, en última
instancia, en cuanto a la pertinencia de cualquier medida que se pueda sugerir, y quien por ese medio vele
por la garantía de los derechos de las personas acusadas, conforme al párrafo 1 del artículo 67 del Estatuto, en
particular. Por consiguiente, la Sala considera que el Proyecto de Protocolo no es lesivo para los derechos de las
personas acusadas, y que las modificaciones sugeridas por la Defensa deben ser rechazadas.
La Sala considera que lo anterior se aplica también a la posibilidad de que el psicólogo solicite la autorización
de la Sala para estar presente en la sala de audiencias e intervenir, si ello fuera necesario. A su debido tiempo,
y si la Dependencia de Víctimas y Testigos presenta esa solicitud, la Sala decidirá al respecto, dando la debida
consideración a los derechos de la persona acusada.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-357, Sala de Primera Instancia I, 4 de diciembre de 2015, párrs. 16 a 20.
[TRADUCCIÓN] Efectivamente, en un fallo oral anterior la Sala declaró claramente que, por su propia
naturaleza, las informaciones contenidas en las evaluaciones de la Dependencia de Víctimas y Testigos en
apoyo de solicitudes de medidas de protección suelen ser confidenciales y ex parte; por consiguiente, tan solo
en casos muy limitados y excepcionales, si es que los hubiera, podrían las partes efectuar presentaciones con el
fin de convencer a la Sala de la necesidad y procedencia de alejarse de la recomendación de la Dependencia de
Víctimas y Testigos relativa al caso específico y denegarla (ICC-02/11-01/15-T-12-Red-ENG).
Este enfoque también se vio confirmado en las Instrucciones relativas al desarrollo del proceso (ICC-02/11-
01/15-498-AnxA, párr. 57), donde la Sala dispuso sin ambages que la información presentada por la parte
solicitante a la Dependencia de Víctimas y Testigos para fines de su evaluación podía continuar siendo
información ex parte, y por tanto no estar disponible para las otras partes para fines de sus presentaciones. Al
mismo tiempo, las Instrucciones disponen la posibilidad de presentar objeciones significativas, y centradas en
casos concretos, respecto de la autorización de las solicitudes (en contraposición con las alegaciones de índole
general que ponen en duda los conocimientos expertos y las evaluaciones profesionales de la Dependencia
de Víctimas y Testigos), ya sea a partir de información fáctica que obre en su poder o de su interpretación del
derecho (párrs. 57 y 58). Una situación hipotética típica que entraría dentro del ámbito de los párrafos 57 y 58 de
las Instrucciones se daría cuando una información que frustrara el objetivo mismo de la medida de protección
solicitada estuviera disponible para la parte no solicitante.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-598, Sala de Primera Instancia I, 23 de junio de 2015, párrs. 6 y 7.
[TRADUCCIÓN] […] La Sala fallará respecto de la procedencia del testimonio prestado por videoconferencia
en el caso de estos testigos. Como se expone en los párrafos que aparecen a continuación, si bien la presentación
de los testimonios de los testigos con arreglo a la subregla 3 de la regla 68 de las Reglas es un punto que se ha
de tomar en consideración, no es de índole fundamental.
[TRADUCCIÓN] Son pocos quienes no están de acuerdo en que tanto el Estatuto como las Reglas reconocen
a la Sala amplias facultades discrecionales para permitir a los testigos prestar su testimonio directo mediante
videoconferencia, cuando ello resulte necesario y procedente y no redunde en perjuicio de los derechos del
acusado ni sea incompatible con estos. Tampoco hay duda de que se requiere que la Sala proteja mediante unas
medidas apropiadas el bienestar psicológico y la dignidad de los testigos llamados a comparecer ante ella. En
esos casos, la decisión de permitir o no que se preste testimonio por videoconferencia requiere una cuidadosa
evaluación de una serie de factores que son específicos a los hechos de la aplicación que se esté tomando en
consideración. En cuanto a la evaluación de la necesidad de escuchar a un testigo mediante videoconferencia, la
Sala podría considerar varios factores relacionados con la víctima, en particular su edad, vulnerabilidad, estado
de salud y bienestar psicológico, así como las preocupaciones u objeciones (de haberlas) de la persona acusada,
[TRADUCCIÓN] En el párrafo 2 de su artículo 68, el Estatuto dispone que la Sala podrá, como excepción al
principio del carácter público de las audiencias y a fin de proteger a las víctimas y los testigos o a un acusado,
celebrar cualquier parte del juicio a puerta cerrada o permitir la presentación de pruebas por medios electrónicos
u otros medios especiales. A tenor de esa misma disposición del Estatuto, “se aplicarán estas medidas en el
caso de una víctima de agresión sexual o de un menor de edad que sea víctima o testigo, salvo decisión en
contrario adoptada por la Corte atendiendo a todas las circunstancias, especialmente la opinión de la víctima o
el testigo”. Además, las reglas 87 y 88 de las Reglas estipulan en mayor detalle, respectivamente, las “medidas
[TRADUCCIÓN] La Fiscal solicita, para la testigo P-0554, y “con sujeción a las opiniones de la Dependencia
de Víctimas y Testigos”, medidas especiales conforme a la subregla 1 de la regla 88 bajo la forma de asistencia
para la lectura, un interrogatorio adaptado, y la presencia de un psicólogo durante la prestación del testimonio.
[…]
La Sala observa que, con miras a facilitar la preparación de las partes, los testigos afectados y la Secretaría
para el próximo testimonio, esta decisión se adopta sin que por el momento la Dependencia de Víctimas y
Testigos haya proporcionado a la Sala su asesoramiento relativo a la necesidad de medidas especiales para
la testigo P-0554. La Sala estima que este asesoramiento no es indispensable en este caso particular, y que se
puede tomar una decisión en cuanto a las medidas especiales que se solicitan sobre la base de la información
actualmente disponible. Las decisiones relativas a las medidas de protección y las medidas especiales siempre
están sujetas a revisión en el supuesto de que saliera a la luz información pertinente nueva o adicional.
capacidad de la Defensa para interrogar a los testigos, ni tampoco el alcance de las preguntas permitidas. Su
efecto se limita a reiterar la expectativa por la Sala de que los abogados tengan presentes las necesidades de los
testigos individuales durante el interrogatorio.
Por consiguiente, se autorizan las medidas especiales en virtud de la subregla 1 de la regla 88 de las Reglas. De
ser necesario, se emitirán órdenes relativas a las variaciones de estas medidas especiales una vez la Sala haya
recibido los informes pertinentes de la Dependencia de Víctimas y Testigos.
[…]
La Sala se remite a su anterior decisión por la que autorizaba la prestación de testimonio por videoconferencia
en virtud de la regla 67 de las Reglas, donde se disponen en detalle las consideraciones generales al efecto,
así como a su reciente recisión por la que se autorizaba la prestación por videoconferencia del testimonio de
los testigos P-0293 y P-0362. La Sala observa que la testigo P-0554 es una testigo presencial cuyo testimonio
será más breve que el que algunos otros testigos, y que no existe ninguna diferencia de consideración entre
el testimonio prestado en persona en La Haya y el testimonio prestado en directo por videoconferencia. Por
consiguiente, la Sala no ve motivo alguno para considerar la solución alternativa de aplazar el testimonio de la
testigo P-0554 hasta después de que esté completa la lista de testigos pendientes. Por ello, también se puede
aprobar la segunda Solicitud de la Fiscal.
En efecto, la Sala considera que los derechos de la Defensa no se ven afectados por la prestación del testimonio
por videoconferencia tal como se ha organizado hasta la fecha en la causa presente; ello también viene
confirmado por la experiencia obtenida con los testigos cuyo testimonio se ha escuchado recientemente de
esta forma. Como ya ha manifestado la Sala anteriormente, cuando se llevan a cabo preparativos elementales
(en particular mediante la comunicación previa a la Secretaría de los documentos que se podrían mostrar al
testigo), el testimonio prestado por videoconferencia se puede desarrollar con tan pocas complicaciones como
el testimonio en persona en la sala de audiencia de La Haya. Por consiguiente, la Sala no aprecia ninguna
necesidad de considerar la propuesta de la Defensa de Laurent Gbagbo a efectos de que haya representantes de
las partes en el emplazamiento desde donde se emite la videoconferencia.
Véase núm. ICC-02/11-01/15-1079, Sala de Primera Instancia I, 27 de noviembre de 2017, párrs. 3; 6 a 10;
y 15 y 16.
[TRADUCCIÓN] A tenor de la regla 43 de las Reglas, la modificación de una medida de protección existente
requiere que la Sala obtenga toda la información pertinente, sumada, en la medida posible, al consentimiento
de la persona respecto de la cual se ha solicitado la rescisión o modificación de la medida de protección. La Sala
observa que la determinación de autorizar medidas de protección en este proceso, incluida la determinación de
que la totalidad de algunos de los testimonios se presten a puerta cerrada, siempre se ha adoptado a la luz de
una evaluación profesional de la seguridad presentada por la Dependencia de Víctimas y Testigos, y también
que esta evaluación profesional siempre ha tomado en consideración la opinión de la persona para quien se
solicitaban las medidas de protección.
La Sala conviene en que procede revisar las medidas de protección vigentes a la luz de información actualizada
sobre la situación actual de cada testigo y de cualquier novedad pertinente que pudiera haber sobrevenido
desde el momento en que se autorizó la medida. Por este motivo, se instruye a la Dependencia de Víctimas
y Testigos que presente a la Sala versiones actualizadas de las evaluaciones de seguridad relativas a todos los
testigos para quienes se han autorizado medidas de protección. No obstante, en esta fase de las actuaciones la
Sala considera que esta no es una información urgente para fines de la preparación de la Defensa.
En opinión de la Sala, el Protocolo brinda a la Defensa una herramienta que les permite utilizar información
confidencial en el contexto de sus investigaciones, sujeta únicamente a la adopción de algunas medidas
cautelares. Estas medidas se previeron como resultado de una prudente consideración de la necesidad de
alcanzar el debido equilibrio entre todos los intereses pertinentes, comprendidos el principio de publicidad de
las actuaciones y la capacidad de la Defensa para llevar a cabo investigaciones trascendentes, y evaluadas como
[TRADUCCIÓN] El Magistrado único repite que la publicidad del proceso es un derecho fundamental del
acusado y un componente necesario de un juicio justo y transparente. Sin embargo, todo ello está sujeto a
determinadas excepciones, y la protección de las víctimas y los testigos es una de ellas.
El Magistrado único recuerda también la interpretación de los párrafos 1 y 2 del artículo 68 del Estatuto, así
como de las reglas 87 y 88 de las Reglas, que se expone en detalle en la Decisión sobre medidas especiales y de
protección. Las solicitudes de medidas de protección requieren una evaluación, caso por caso, de la existencia de
un riesgo que se pueda justificar objetivamente para “la seguridad, el bienestar físico y psicológico, la dignidad
y la vida privada” del testigo. También se pueden dictar medidas especiales para facilitar el testimonio de un
testigo traumatizado.
Lo anterior no obstante, el Magistrado único reitera sus orientaciones anteriores a efectos de que, con miras
[TRADUCCIÓN] El párrafo 7 del artículo 64 y el párrafo 1 del artículo 67 del Estatuto disponen el principio
supremo de publicidad de las actuaciones como criterio fundamental de un juicio justo. Por consiguiente, la
Sala solo puede restringir de forma excepcional, y bajo unas circunstancias limitadas y específicas, el alcance de
la aplicación de ese principio: en particular, atendiendo a la necesidad de velar por la protección de víctimas,
testigos y terceros inocentes, con arreglo al párrafo 1 del artículo 68 del Estatuto. Lo anterior podría dar lugar
a que la Corte adoptara medidas de protección bajo la forma de expurgaciones, siempre que estas medidas no
redunden en perjuicio de los derechos del acusado o sean incompatibles con ellos, a tenor de la regla 87 de las
Reglas.
[TRADUCCIÓN] Ante todo, la magistrada única hace constar que ni el Estatuto ni las Reglas prohíben
expresamente el reconocimiento del estatus procesal de víctima a una persona que también es un testigo en la
causa. De hecho, la magistrada única observa que, entre los criterios previstos en la regla 85 de las Reglas para la
concesión del estatus procesal de víctima en una causa concreta, no hay ninguna cláusula que excluya a aquellos
que también son testigos en la misma causa.
Más aún, la magistrada única también nota que ni el Estatuto ni las Reglas contienen ninguna prohibición
específica contra la admisibilidad de pruebas provenientes de personas a quienes se les ha concedido el estatus
procesal de víctima en la misma causa. A este respecto, la disposición reguladora es el párrafo 4 del artículo 69
del Estatuto, que dispone que:
“La Corte podrá decidir sobre la pertinencia o admisibilidad de cualquier prueba, teniendo en cuenta, entre
otras cosas, su valor probatorio y cualquier perjuicio que pueda suponer para un juicio justo o para la justa
La Sala apoya, pues, las recomendaciones de la Secretaría al respecto y estipula que la Dependencia de Víctimas
y Testigos indicará a la Sección de Participación y Reparación de las Víctimas si una víctima solicitante está
incluida en el programa de protección, a fin de facilitar el contacto entre la Sección y el solicitante.
La Dependencia de Víctimas y Testigos deberá tener en cuenta la petición de la víctima de que su identidad
no sea revelada a las partes, e instruir a la Sección no revelar a cualquier participante o parte que la persona
está incluida en el programa de protección de la CPI y goza doble estatus. Esto sin importar que la parte deba
informar a los Representantes legales de su intención de incluir a un testigo con doble estatus en el programa
de protección de la CPI.
La Sala respalda el acuerdo entre las partes y los participantes de que una parte debe informar al Representante
legal de las víctimas y solicitantes de su intención de incluir a un individuo en el programa de protección de la
CPI, cuando la parte tenga conocimiento del doble estatus del individuo.
Sin embargo, el contenido de la solicitud de inclusión en el programa se mantendrá en todo momento
estrictamente confidencial entre la parte solicitante y la Dependencia de Víctimas y Testigos.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1379, Sala de Primera Instancia I, 5 de junio de 2008, párrs. 52-78. Véase también
n° ICC-01/05-01/08-807-Corr, Sala de Primera Instancia III, 12 de julio de 2010, párrs. 50-54.
[TRADUCCIÓN] La tensión crítica revelada por esta solicitud es entre el derecho de las víctimas a medidas de
protección apropiadas y el derecho del acusado a un juicio justo, y, en el contexto particular de esta solicitud, al
material eximente en posesión de la Fiscalía y la Sección de Participación y Reparación de las Víctimas. Mientras
que la Sala se asegurará de que los derechos [de Thomas Lubanga Dyilo] a un juicio justo sean completamente
protegidos, estableciendo el medio más adecuado para implementar esos derechos, debe tener en cuenta la
posición y los derechos de las víctimas participantes que también son testigos.
En todas las circunstancias, ponderando y aplicando estos principios, el régimen establecido por esta Sala y
la Sala de Apelaciones para efectuar la divulgación y resolver cuestiones relacionadas debe ser seguido por
aquellos individuos que gozan doble estatus. La Fiscalía ha indicado que trata a este grupo de testigos de la
misma manera que a todos los demás testigos en la causa, particularmente porque tiene en su poder la versión
no expurgada de los formularios de solicitud, junto con — debe deducirse — cualquier documento justificativo.
También ha indicado que estas solicitudes, en su opinión, deben ser consideradas de la misma manera que las
declaraciones de los testigos, y que están amparadas por la subregla 1 de la regla 76 de las Reglas. Por lo tanto,
la Fiscalía está en condiciones de divulgar todo el material eximente pertinente a esta solicitud, y es el órgano
que está sujeto a obligaciones positivas de divulgación.
En consecuencia, a juicio de la Sala, la Fiscalía debe aplicar el mismo criterio a este material como a cualquier
otro material eximente en su poder. La única salvedad es que antes de la divulgación de la información relativa
a estos testigos particulares que gozan doble estatus, deben buscarse las opiniones de sus Representantes
individuales, y si se plantean objeciones a la divulgación, el asunto debe ser llevado de inmediato a la atención
de la Sala, a través de una solicitud. No es apropiado ordenar a la Secretaría que reclasifique las solicitudes de
las víctimas tal como se describe en el párrafo 8 supra. Por las razones expuestas hasta ahora, esta cuestión se
resuelve adecuadamente mediante la aplicación del criterio de la divulgación que se ha descrito en la presente
Decisión.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1637, Sala de Primera Instancia I, 21 de enero de 2009, párrs. 11-13. Véase
también n° ICC-01/05-01/08-807-Corr, Sala de Primera Instancia III, 12 de julio de 2010, párrs. 58-60.
[TRADUCCIÓN] La Fiscalía sostiene que las inconsistencias en las versiones de los supuestos antiguos niños
soldados y entre ellas no significan necesariamente que su testimonio no sea fidedigno y se invita a la Sala a
centrarse en las pruebas de la Sra. Schauer, testigo perita . La Oficina Pública de Defensa de las víctimas afirma
que las contradicciones y dificultades en el testimonio de P-0007, P-0008, P-0010 y P-0011 deben entenderse
en el contexto del trauma que pueden haber sufrido, así como del estrés de prestar declaración. La Defensa
también se basa en parte de la declaración de la Sra. Schauer, concretamente en que los trastornos por estrés
postraumática sólo pueden identificarse mediante examen médico y, por consiguiente, se sugiere que no se ha
demostrado que ninguno de estos testigos haya sufrido este trastorno. La Defensa sugiere que la Sra. Schauer
declaró además que dicho trauma no afecta a la memoria de la persona, ni a su capacidad para decir la verdad,
sino que puede hacer que le resulte difícil hablar sobre acontecimientos pertinentes (a diferencia de otros
[TRADUCCIÓN]
d) Personas con doble estatus
[…]
La Sala coincide con la jurisprudencia actual de la Corte que, si bien las opiniones y preocupaciones de una
víctima pueden ser presentadsa en persona o por medio de un representante, la forma en que una víctima puede
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de vícimas | Pruebas
3.7. Peritos
[TRADUCCIÓN] La labor de la Corte - y los intereses de la justicia tal como se refleja en el apartado m) de
la norma 54 del Reglamento de la Corte - serían considerablemente auxiliados si a un solo perito, imparcial
y debidamente calificado, se le ofrece la mejor oportunidad posible para investigar las áreas en disputa, tras
haberle informado en detalle de los argumentos de ambas partes.
[…]
La instrucción conjunta de peritos será potencialmente de gran ayuda a la Corte, porque a través del ejercicio
de identificar con precisión las verdaderas áreas de desacuerdo entre las partes, el perito se colocará en la
mejor posición posible para lograr un análisis equilibrado y exhaustivo. Hay dos dimensiones particulares
de este procedimiento que merecen mención: en primer lugar, dado que el único perito no será en ningún
sentido influenciado, ni siquiera inconscientemente, por el punto de vista de una sola parte, él o ella será
particularmente capaz de presentar una visión equilibrada de las cuestiones, informado por las preocupaciones
particulares de ambos lados; en segundo lugar, este procedimiento evita cualquier desacuerdo posterior sobre
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Asuntos relativos a reparaciones
individualmente como al dar su declaración. [A menos que existan circunstancias excepcionales, las partes
no podrán dar instrucciones confidenciales a un perito conjunto y sus cartas de instrucción al perito conjunto
pueden llegar a ser públicas.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1069, Sala de Primera Instancia I, 10 de diciembre de 2007, párrs. 14-16. Véase
también n° ICC-01/05-01/08-695, Sala de Primera Instancia III, 12 de febrero de 2010, párrs. 11-12; y la
decisión oral n° ICC-01/05-01/08-T-21-ENG ET, Sala de Primera Instancia III, 29 de marzo de 2010, págs.
13-24.
[TRADUCCIÓN] Si las partes o los participantes tienen la intención de nombrar un perito conjuntamente
(ya sea instruido en forma conjunta o por separado), el nombre de ese perito deberá ser comunicado en un
documento público (a menos que existan buenas razones para limitar su acceso), con el fin de permitir que se
plantee cualquier cuestionamiento a las cualificaciones o nivel profesional del perito en una fase temprana y
antes de que el perito haya llevado a cabo su trabajo.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1069, Sala de Primera Instancia I, 10 de diciembre de 2007, párr. 19.
[TRADUCCIÓN] Cada vez que un perito vaya a ser designado de forma conjunta, las instrucciones (ya sea
conjuntamente o por separado) se presentarán ante la Sala en una etapa temprana para permitir que la Sala
proporcione instrucciones adicionales. De conformidad con la norma 44 del Reglamento de la Corte, la Sala
puede instruir por separado a un perito si cree que hay cuestiones importantes que no están bajo consideración
de las partes.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1069, Sala de Primera Instancia I, 10 de diciembre de 2007, párrs. 20 y 22.
[TRADUCCIÓN] La lista de peritos mantenida por la Secretaría debe proporcionar una amplia selección de
peritos, de los cuales se deberá haber verificado sus calificaciones; más aún, ellos deberán haberse comprometido
a defender los intereses de la justicia cuando fueron admitidos en la lista. En la elaboración de la lista de peritos,
el Secretario debe tomar en consideración una representación geográfica equitativa y una representación justa
de peritos de ambos sexos, así como de peritos con experiencia en traumas, incluidos los relacionados con
delitos de violencia sexual y de género, y de violencia contra los niños, ancianos y personas con discapacidad,
entre otros.
Véase n° ICC-01/04-01/06-1069, Sala de Primera Instancia I, 10 de diciembre de 2007, párr. 24.
[TRADUCCIÓN] Por lo tanto, la Sala respalda la propuesta de la Secretaría de que debería haber un equipo
de expertos, en lugar de un solo experto. El equipo debe incluir representantes de la República Democrática
del Congo, representantes internacionales y especialistas en cuestiones de género e infancia. La Sala acepta la
sugerencia del Fondo Fiduciario de que debería haber una sase consultiva con las víctimas y las comunidades
afectadas, que será realizada por el equipo de expertos, con el apoyo del Registro, la OPDV y cualquier socio
local. Este trabajo debe realizarse con la cooperación y asistencia de los funcionarios pertinentes de la CPI.
[…]
La Sala respalda el plan de implementación de cinco pasos sugerido por la TFV, que se ejecutará en conjunto
con la Secretaría, la OPDV y los expertos. Primero, el Fondo Fiduciario, la Secreta, la OPDV y los peritos,
deben establecer qué localidades deben participar en el proceso de reparación en el presente caso (enfocándose
particularmente en los lugares a que se refiere la Sentencia y especialmente donde se cometieron los delitos).
A pesar de que la Sala a que se refiere en la Decisión sobre el artículo 74 a varias localidades particulares, el
programa de reparaciones no es limitado a las que se mencionaron. En segundo lugar, debe haber un proceso
de consulta en las localidades que son identificadas. En tercer lugar, el equipo de expertos debe realizar una
evaluación del daño durante esta fase de consulta.
evalúe el daño sufrido por las víctimas en diferentes localidades, con el apoyo de la Secretaría, la OPDV y
socios locales. El Fondo Fiduciario indica que ya ha utilizado este enfoque en sus proyectos bajo su mandato
de asistencia.
[…]
En este caso, los recursos financieros disponibles son muy limitados y debe asegurarse que se apliquen en la
mayor medida posible en beneficio de las víctimas y otros beneficiarios. La Sala considera que la coordinación
y cooperación entre la Secretaría, la OPDV y el Fondo Fiduciario en el establecimiento de las reparaciones que
se van a aplicar y ejecutar el plan son esenciales.
Véase No. ICC-01 / 04-01 / 06-2904, Sala de Primera Instancia I, 7 de agosto de 2012, párrs. 264, 281-283,
285 y 288.
[TRADUCCIÓN] La Sala considera que el testigo pericial es una persona que, en virtud de algún conocimiento,
competencia o formación especializadas, puede asistir a la Sala a comprender o decidir sobre un asunto
polémico de índole técnica.
Al considerar la admisibilidad de un informe o testimonio pericial, la Sala estima que debe: i) quedar
convencida de que el testigo propuesto es un perito; ii) decidir si el testimonio en la esfera de conocimientos
expertos pertinente sería de ayuda; y iii) determinar que el contenido del informe o del testimonio previsto
está dentro de los conocimientos expertos del testigo. Además, el contenido del informe o testimonio pericial
propuesto no debe usurpar las funciones de la Sala en tanto que árbitro supremo de hecho y de derecho. La
Sala podrá considerar ciertas objeciones relativas a la admisibilidad del testimonio pericial con anterioridad a su
presentación formal cuando hacerlo aseguraría un juicio justo y expedito.
Por lo general, se reconoce a los testigos periciales amplias facultades para ofrecer opiniones de su esfera de
conocimiento experto, y sus puntos de vista no se han de basar en conocimiento o experiencia de primera
mano. No obstante, incumbe a la Sala evaluar si el testigo cuenta con suficientes conocimientos expertos en
una esfera pertinente, de manera que la Sala se pueda beneficiar de escuchar su opinión. El perito está obligado
a presentar su testimonio con la máxima neutralidad y objetividad en todo momento.
Por último, la Sala recuerda que decidirá sobre la admisibilidad de las pruebas, conforme al apartado 9 a) del
artículo 64 y al párrafo 4 del artículo 69 del Estatuto, mediante la evaluación de su pertinencia y valor probatorio,
y de los perjuicios que este podría causar a un juicio justo o a la evaluación del testimonio de un testigo, en el
momento de su presentación a la Sala. Por consiguiente, en esa fase la Sala no considerará el valor probatorio
de los informes periciales, o la ausencia de este, y señala que a su debido tiempo las partes contarán con una
oportunidad para efectuar cualquier declaración pertinente al respecto.
Véase núm. ICC-01/04-02/06-1159, Sala de Primera Instancia VI, 9 de febrero de 2016, párrs. 7 a 10.
[TRADUCCIÓN] La Sala considera que las pruebas que se espera recibir del perito son pertinentes y que su
testimonio acerca de los temas identificados en la Solicitud e Informe de la Fiscalía podrían asistir a la Sala en su
determinación de la condena procedente. Además, a la luz de sus considerables cualificaciones y experiencia, la
Sala está convencida de que su testimonio podría aportar una perspectiva singular respecto de las consecuencias
de los crímenes para las víctimas. El testimonio del perito abarcará las “consecuencias de los crímenes a lo
largo del tiempo y entre generaciones”, e incluirá aspectos que hasta el momento no habían aparecido en el
expediente probatorio; por ejemplo, los efectos del trauma en la crianza de los hijos, la transmisión del trauma
entre generaciones, y las perspectivas de curación.
Véase núm. ICC-01/05-01/08-3384, Sala de Primera Instancia III, 4 de mayo de 2016, párr. 12.
[TRADUCCIÓN] […] [L] a Sala recuerda que las Instrucciones Iniciales [sobre el desarrollo del proceso]
establecen que los informes periciales deben cumplir con los requisitos de procedimiento de la Regla 68 de las
Reglas, a menos que no haya objeciones a la presentación. La Defensa se opone a la presentación del informe
[pericial] sobre esta base. En consonancia con su fallo anterior la Sala no ve ninguna razón por la que los
requisitos de la Regla 68 no deban aplicarse a los informes periciales presentados por los representantes de las
víctimas durante el juicio.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Asuntos relativos a reparaciones
Second Decision on the Prosecution Requests and Amended Requests for Redactions under Rule 81
(Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrada única), n° ICC-01/04-01/06-455, 20 de septiembre de 2006
Decision concerning the Prosecutor Proposed Summary Evidence (Sala de Cuestiones Preliminares I,
magistrada única), n° ICC-01/04-01/06-517, 4 de octubre de 2006
Decision on the Defence “Request to exclude video evidence which has not been disclosed in one of
the working languages” (Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrado único), n° ICC-01/04-01/06-676,
7 de noviembre de 2006
Decision on the schedule and conduct of the confirmation hearing (Sala de Cuestiones Preliminares I,
magistrado único), n° ICC-01/04-01/06-678, 7 de noviembre de 2006
Decision on the Practices of Witness Familiarisation and Witness Proofing (Sala de Cuestiones
Preliminares I), n° ICC-01/04-01/06-679, 8 de noviembre de 2006
Decison on the confirmation of charges (Sala de Cuestiones Preliminares I), n° ICC-01/04-01/06-803-tEN,
29 de enero de 2007
Decision Regarding the Practices Used to Prepare and Familiarise Witnesses for Giving Testimony at
Trial (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-1049, 30 de noviembre de 2007
Decision on the procedures to be adopted for instructing expert witnesses (Sala de Primera Instancia I),
n° ICC-01/04-01/06-1069, 10 de diciembre de 2007
Decision on the status before the Trial Chamber of the evidence heard by the Pre-Trial Chamber and
the decisions of the Pre-Trial Chamber in trial proceedings, and the manner in which evidence shall be
submitted (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-1084, 13 de diciembre de 2007
Decision on the E-Court Protocol (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-1127, 24 de enero de
2008
Decision on various issues related to witness’ testimony during trial (Sala de Primera Instancia I), n°
ICC-01/04-01/06-1140, 29 de enero de 2008
Corrigendum to the “Decision on disclosure by the defence” (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-
01/06-1235-Corr-Anx1, 20 de marzo de 2008
Decision on the admissibility for the confirmation hearing of the transcripts of interview of deceased
Witness 12 (Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrada única), n° ICC-01/04-01/07-412, 18 de abril de
2008
Corrigendum to the Decision on Evidentiary Scope of the Confirmation Hearing, Preventive Relocation
and Disclosure under Article 67(2) of the Statute and Rule 77 of the Rules (Sala de Cuestiones
Preliminares I, magistrada única), n° ICC-01/04-01/07-428-Corr, 25 de abril de 2008
Decision on the Set of Procedural Rules Attached to Procedural Status of Victim at the Pre-Trial Stage
of the Case (Sala de Cuestiones Preliminares I, magistrada única), n° ICC-01/04-01/07-474, 13 de mayo
de 2008
Decision regarding the Protocol on the practices to be used to prepare witnesses for trial (Sala de
Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-1351, 23 de mayo de 2008
Decision on the prosecution’s application for an order governing disclosure of non-public information
to members of the public and an order regulating contact with witnesses (Sala de Primera Instancia I),
n° ICC-01/04-01/06-1372, 3 de junio de 2008
Decision on the admissibility of four documents (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-1399,
13 de junio de 2008
Decision on the consequences of non-disclosure of exculpatory materials covered by Article 54(3)(e)
agreements and the application to stay the prosecution of the accused, together with certain other issues
raised at the Status Conference on 10 June 2008 (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-1401,
13 de junio de 2008
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Asuntos relativos a reparaciones
Decision on the prosecution’s oral request regarding applications for protective measures (Sala de
Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-1547, 9 de diciembre de 2008
Order concerning the Presentation of Incriminating Evidence and the E-Court Protocol (Sala de Primera
Instancia II), n° ICC-01/04-01/07-956, 13 de marzo de 2009
Decision on a number of procedural issues raised by the Registry (Sala de Primera Instancia II), n° ICC-
01/04-01/07-1134, 14 de mayo de 2009
Decision issuing confidential and public redacted versions of “Decision on the ‘Prosecution’s Request
for Non-Disclosure of the Identity of Eight Individuals providing Rule 77 Information’ of 5 December
2008 and ‘Prosecution’s Request for Non-Disclosure of Information in One Witness Statement
containing Rule 77 Information’ of 12 March 2009” (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-
1980 junto con anexo 2, n° ICC-01/04-01/06-1980-Anx2, 24 de junio de 2009
Decision on the admission of material from the “bar table” (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-
01/06-1981, 24 de junio de 2009
Decision on the Manner of Questioning Witnesses by the Legal Representatives of Victims (Sala de
Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-2127, 16 de septiembre de 2009
Directions for the conduct of the proceedings and testimony in accordance with rule 140 (Sala de
Primera Instancia II), n° ICC-01/04-01/07-1665-Corr, 1 de diciembre de 2009
Redacted Second Decision on disclosure by the defence and Decision on whether the prosecution may
contact defence witnesses (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-2192-Red, 20 de enero de
2010
Decision on the Modalities of Victim Participation at Trial (Sala de Primera Instancia II), n° ICC-01/04-
01/07-1788-tENG, 22 de enero de 2010
Decision on the procedures to be adopted for instructing expert witnesses (Sala de Primera Instancia
III), n° ICC-01/05-01/08-695, 12 de febrero de 2010
Decisión oral (Sala de Primera Instancia III), n° ICC-01/05-01/08-T-21-ENG ET, 29 de marzo de 2010
Corrigendum to Decision on the participation of victims in the trial and on 86 applications by victims
to participate in the proceedings (Sala de Primera Instancia III), n° ICC-01/05-01/08-807-Corr, 12 de julio
de 2010
Sentencia relativa a la apelación del Sr. Katanga contra la decisión de la Sala de Primera Instancia II de
22 de enero de 2010 titulada “Decisión relativa a las modalidades de participación de las víctimas en el
juicio” (Sala de Apelaciones), n° ICC-01/04-01/07-2288-tSPA OA11, 16 de julio de 2010
Decision on the Prosecution’s Requests to Lift, Maintain and Apply Redactions to Witness Statements
and Related Documents (Sala de Primera Instancia III), n° ICC-01/05-01/08-813-Red, 20 de julio de 2010
Redacted Decision on the “Request for the conduct of the testimony of witness CAR-OTPWWWW-0108
by video-link” (Sala de Primera Instancia III), n° ICC-01/05-01/08-947-Red, 12 de octubre de 2010
Corrigendum of Decision on the “Prosecution’s Second Application for Admission of Documents from
the Bar Table Pursuant to Article 64(9)” (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-2589-Corr, 25
de octubre de 2010
Decision on the defence request for the admission of 422 documents (Sala de Primera Instancia I), n°
ICC-01/04-01/06-2595-Red, 17 de noviembre de 2010
Redacted Decision on the « Seconde requête de la Défense aux fins de dépôt de documents » (Sala de
Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-2596-Red, 17 de noviembre de 2010
Redacted Decision on the Prosecution third and fourth applications for admission of documents from
the “bar table’’ (Sala de Primera Instancia I), n° ICC-01/04-01/06-2600-Red, 17 de noviembre de 2010
Decision on the Unified Protocol on the practices used to prepare familiarise witnesses for giving
testimony at trial (Sala de Primera Instancia III), n° ICC-01/05-01/08-1016, 18 de noviembre de 2010
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Asuntos relativos a reparaciones
Judgment on the appeal of the Prosecutor against the decision of Trial Chamber IV of 12 September
2011 entitled “Reasons for the Order on translation of witness statements (ICC-02/05-03/09-199) and
additional instructions on translation” (Sala de Apelaciones), nº ICC-02/05-03/09-295 OA2, 17 de febrero
de 2012
Order on the implementation of Decision on the supplemented applications by the legal representatives
of victims to present evidence and the views and concerns of victims (Sala de Primera Instancia II), nº
ICC-01/05-01/08-2158, 6 de marzo de 2012
Decision on the Protocols concerning the disclosure of the identity of witnesses of the other party and the
handling of confidential information in the course of investigations (Sala de Cuestiones Preliminares
III, magistrada única), nº ICC-02/11-01/11-49, 6 de marzo de 2012
Decision on the « Requête aux fins d’être autorisés à soumettre un Addendum » (Sala de Cuestiones
Preliminares IV), nº ICC-02/05-03/09-304, 6 de marzo de 2012
Judgment pursuant to Article 74 of the Statute (Sala de Primera Instancia I), nº ICC-01/04-01/06-2842, 14
de marzo de 2012
Decisión oral (Sala de Primera Instancia III), nº ICC-01/05-01/08-T-220-ENG CT WT, 1 de mayo de 2012
Decisión oral (Sala de Primera Instancia III), nº ICC-01/05-01/08-T-222-ENG CT WT, 3 de mayo de 2012
Decision on the appeals of Mr William Samoei Ruto and Mr Joshua Arap Sang against the decision of
Pre-Trial Chamber II of 23 January 2012 entitled “Decision on the Confirmation of Charges Pursuant to
Article 61(7)(a) and (b) of the Rome Statute” (Sala de Apelaciones), nº ICC-01/09-01/11-414 OA3 OA4,
24 de mayo de 2012
Decision on the appeal of Mr Francis Kirimi Muthaura and Mr Uhuru Muigai Kenyatta against the
decision of Pre-Trial Chamber II of 23 January 2012 entitled “Decision on the Confirmation of Charges
Pursuant to Article 61(7)(a) and (b) of the Rome Statute” (Sala de Apelaciones), nº ICC-01/09-02/11-425
OA4, 24 de mayo de 2012
Decision on the “Prosecution’s Application for Variation of Protective Measures Pursuant to Regulation
42 of the Regulations of the Court by Lifting Certain Redactions Authorised Pursuant to Rule 81(4) of
the Rules of Procedure and Evidence” (Sala de Primera Instancia IV), nº ICC-02/05-03/09-368, 13 de Julio
de 2012
Decision on the protocol concerning the handling of confidential information and contacts of a party
with witnesses whom the opposing party intends to call (Sala de Primera Instancia V), nº ICC-01/09-
01/11-449, 24 de agosto de 2012
Decision on the protocol concerning the handling of confidential information and contacts of a party
with witnesses whom the opposing party intends to call (Sala de Primera Instancia V), nº ICC-01/09-
02/11-469, 24 de agosto de 2012
Decision on the “Prosecution Motion on Procedure for Contacting Defence Witnesses and to Compel
Disclosure”, (Sala de Primera Instancia III), nº ICC-01/05-01/08-2293, 4 de septiembre de 2012
Partly Dissenting Opinion of Judge Ozaki on the Prosecution’s Application for Admission of Materials
into Evidence Pursuant to Article 69(4) of the Rome Statute (Sala de Primera Instancia III), nº ICC-01/05-
01/08-2300, 6 de septiembre de 2012
Decision on victims’ representation and participation (Sala de Primera Instancia V), nº ICC-01/09-01/11-
460, 3 de octubre de 2012
Decision on victims’ representation and participation (Sala de Primera Instancia V), nº ICC-01/09-02/11-
498, 3 de octubre de 2012
Decision on the “Notification by the Board of Directors in accordance with Regulation 50 a) of the
Regulations of the Trust Fund for Victims to undertake activities in the Central African Republic” (Sala
de Cuestiones Preliminares II), nº ICC-01/05-41, 23 de octubre de 2012
Decision on request related to page limits and reclassification of documents (Sala de Cuestiones
Preliminares II), nº ICC-02/11-01/11-266 OA 2, 26 de octubre de 2012
Decision on witness preparation (Trial Chamber V), No. ICC-01/09-02/11-588, 3 de Enero de 2013
Decision lifting the temporary suspension of the trial proceedings and addressing additional issues
raised in defence submissions ICC-01/05-01/08-2490-Red and ICC-01/05-01/08-2497 (Sala de Primera
Instancia III), No. ICC-01/05-01/08-2500, 6 de Febrero de 2013
Decision on the request for release of witnesses DRC-D02-P-0236, DRC-D02-P-0228 and DRCD02-
P-0350 (Sala de Primera Instancia II), No. ICC-01/04-01/07-3352, 8 de Febrero de 2013
Decision on issues related to the testimony of Witness D04-19 via video-link (Sala de Primera Instancia
III), No. ICC-01/05-01/08-2509, 15 de Febrero de 2013
Decision on the Protocol on the handling of confidential information and contact of between a party
and witnesses of the opposing party (Sala de Primera Instancia IV), No. ICC-02/05-03/09-451, 19 de
Febrero de 2013
Public redacted version of “Decision on ‘Defence Motion for authorization to hear the testimony of
Witness D-45 via video-link’” of 6 de Marzo de 2013 (Sala de Primera Instancia III), No. ICC-01/05-01/08-
2525-Red, 7 de Marzo de 2013
Order authorising disclosure of lesser redacted versions of victims’ applications (Sala de Primera
Instancia V), No. ICC-01/09-02/11-710, 2 de Abril de 2013
Public Redacted version of the “Decision on ‘Defence Motion for authorization to hear the testimony
of Witness D04-21 via video-link’” (Sala de Primera Instancia III), No. ICC-01/05-01/08-2572-Red, 3 de
Abril de 2013
Decision on VWU submission regarding witness preparation (Sala de Primera Instancia V), No. ICC-
01/09-01/11-676, 11 de Abril de 2013
Decision on VWU submission regarding witness preparation (Sala de Primera Instancia V), No. ICC-
01/09-02/11-716, 11 de Abril de 2013
Decision on “Defence Motion for authorisation to hear the testimony of Witness D04-39 via video-link”
(Sala de Primera Instancia III), No. ICC-01/05-01/08-2580, 12 de Abril de 2013
Decision on defence application pursuant to Article 64(4) and related requests (Sala de Primera Instancia
V), No. ICC-01/09-02/11-728, 26 de Abril de 2013
Public redacted version of “Order in hear the testimony of Witness D04-56 via video-link” of 29 April
2013 (Sala de Primera Instancia III), No. ICC-01/05-01/08-2608-Red, 1 de Mayo de 2013
Corrigendum of Concurring Separate Opinion of Judge Eboe-Osuji (Sala de Primera Instancia V), No.
ICC-01/09-02/11-728-Anx3-Corr2-Red, 2 de Mayo de 2013
Decision on the “Second Further Revised Defence Submissions on the Order of Witnesses” (ICC-01/05-
01/08-2644) and on the appearance of Witnesses D04-02, D04-09, D04-03, D04-04 and D04-06 via video
link (Sala de Primera Instancia III), No. ICC-01/05-01/08-2646, 31 de Mayo de 2013
Decision on the Defence application concerning professional ethics applicable to prosecution lawyers
and Concurring separate opinion of Judge Eboe-Osuji (Sala de Primera Instancia V(b)), No. ICC-01/09-
02/11-747, 31 de Mayo de 2013
Decision adjourning the hearing on the confirmation of charges pursuant to article 61(7) (c) (i) of the
Rome Statute (Sala de Cuestiones Preliminares I), No. ICC-02/11-01/11-432, 3 de Junio de 2013
Dissenting opinion of Judge Silvia Fernandez de Gurmendi (Sala de Cuestiones Preliminares I), No.
ICC-02/11-01/11-432-Anx-Corr, 3 de junio de 2013
Decision on prosecution request to add witnesses and evidence and defence request to reschedule the
trial start date (Sala de Primera Instancia V), No. ICC-01/09-01/11-762, 3 de Junio de 2013
Order on the Common Legal Representative’s Contact with Witness 536 (Sala de Primera Instancia
V(a)), No. ICC-01/09-01/11-938, 13 de Septiembre de 2013
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Asuntos relativos a reparaciones
des documents en tant qu’éléments de preuve selon l’article 64(9) du Statut de Rome” (Sala de Primera
Instancia III), No. ICC-01/05-01/08-2950, 29 de Enero de 2014 (reclassified as public on 5 February 2014)
Partly Dissenting Opinion of Judge Ozaki on the Decision on Maître Douzima’s “Requête de la
Représentante légale de victimes en vue de soumettre des documents en tant qu’éléments de preuve
selon l’article 64(9) du Statut de Rome” (Sala de Primera Instancia III), No. ICC-01/05-01/08-2950-Anx,
29 de Enero de 2014 (reclasificada como pública en 5 de Febrero de 2014)
Decision on “Prosecution request for a variance of protective measures of trial witnesses to allow Access
to transcripts of evidence in a related article 70 proceeding” (Sala de Primera Instancia III), No. ICC-
01/05-01/08-3014, 12 de Marzo de 2014
Decision on the participation of victims in the trial proceedings (Sala de Primera Instancia IV), No. ICC-
02/05-03/09-545, 20 de Marzo de 2014
Decision on Prosecutor’s Application for Witness Summonses and resulting Request for State Party
Cooperation (Sala de Primera Instancia V(a)), No. ICC-01/09-01/11-1274-Corr2, 30 de Abril de 2014
Dissenting Opinion of Judge Herrera Carbuccia on the “Decision on Prosecutor’s Application for
Witness Summonses and resulting Request for State Party Cooperation” (Sala de Primera Instancia
V(a)), No. ICC-01/09-01/11-1274-Anx, 30 de Abril de 2014
Décision sur la demande du représentant légal aux fins d’être autorisé à interroger le témoin du
Procureur (Sala de Primera Instancia II), No. ICC-01/04-01/07-3476, 30 de Abril de 2014
Scheduling order and decision in relation to the conduct of the hearing before the Appeals Chamber
(Sala de Apelaciones), No. ICC-01/04-01/06-3083 A4 A5 A6, 30 de Abril de 2014
Second decision on issues related to disclosure of evidence (Sala de Cuestiones Preliminares I,
Magistrado único), No. ICC-02/11-02/11-67, 6 de Mayo de 2014
Decision on the confirmation of charges against Laurent Gbagbo (Pre- Trial Chamber I), No. ICC-02/11-
01/11-656-Red, Sala de Cuestiones Preliminares I, 12 de Junio de 2014
Public Redacted Version of “Decision on the admission into evidence of items deferred in the Chamber’s
previous decisions, items related to the testimony of Witness CHM-01 and written statements of
witnesses who provided testimony before the Chamber” of 17 de Marzo de 2014 (Sala de Primera
Instancia III), No. ICC-01/05-01/08-3019-Red, 26 de Agosto de 2014
Judgment on the appeals of William Samoei Ruto and Mr Joshua Arap Sang against the decision of Trial
Chamber V(a) of 17 April 2014 entitled “Decision on Prosecutor’s Application for Witness Summonses
and resulting Request for State Party Cooperation” (Sala de Apelaciones), No. ICC-01/09-01/11-1598
OA7 OA8, 9 de Septiembre de 2014
Public Redacted Version of Decision on the modalities of the presentation of additional evidence
pursuant to Articles 64(6) (b) and (d) and 69(3) of the Rome Statute (Trial Chamber III), No. ICC-01/05-
01/08-3157-Red, 8 October 2014
Redacted version of ‘”Decision on ‘Prosecution’s Information to Trial Chamber III on issues involving
witness CAR-OTP-PPPP-0169’ (ICC-01/05-01/08-3138-Conf-Red) and ‘Defence Urgent Submissions on
the 5 August Letter (ICC-01/05-01/08-3139-Conf)” of 2 October 2014 (Sala de Primera Instancia III), No.
ICC-01/05-01/08-3154-Red, 10 de Octubre de 2014
Decision adopting mechanisms for exchange of information on individuals enjoying dual status (Sala
de Primera Instancia I, Magistrado único), No. ICC-02/11-01/15-199, 1 de Septiembre de 2015
Decision adopting the “Protocol on disclosure of the identity of witnesses of other parties and of the
LRV in the course of investigations, use of confidential information by the parties and the LRV in the
course of investigations, inadvertent disclosure and contacts between a party and witnesses not being
called by that party” (Sala de Primera Instancia I, Magistrado único), No. ICC-02/11-01/15-200, 1 de
Septiembre de 2015
Directions on the conduct of the proceedings (Sala de Primera Instancia I), No. ICC-02/11-01/15-205, 3
de Septiembre de 2015
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Asuntos relativos a reparaciones
Decision on the Prosecutor’s application for protective measures for Witness P0428 (Sala de Primera
Instancia I), No. ICC-02/11-01/15-1155-Red, 20 de Abril de 2018
Decision on the common legal representative of victims’ application to submit one item of documentary
evidence (Sala de Primera Instancia I), No. ICC-02/11-01/15-1188 and Dissenting Opinion of Judge
Geoffrey Henderson, No. ICC-02/11-01/15-1188-Anx, 19 de Junio de 2018
Decision on Mr Gbagbo’s Request for lifting of redactions and reclassification of documents in the
record (confidential filing no. 1173) and related orders (Trial Chamber I), No. ICC-02/11-01/15-1194, 5
de Julio 2018
Decision on Victims’ Application for Protective and Special Measures (Trial Chamber IX, Magistrado
Único), No. ICC-02/04-01/15-1227, 13 de Abril de 2018
1. Reparaciones en general
Conforme a lo establecido en el párrafo 1 del artículo 75 del Estatuto, “la Corte establecerá principios aplicables
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Asuntos relativos a reparaciones
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones considera que, conforme a lo establecido en el marco legal para
las reparaciones, que se aborda más adelante, las actuaciones de reparación pueden dividirse en dos partes
diferentes: 1) las actuaciones que conducen a la emisión de una decisión por la cual se concede reparación; y 2)
la aplicación de dicha decisión, que podrá asignarse al Fondo Fiduciario para que la lleve a cabo.
Las actuaciones ante la Sala de Primera Instancia que conducen a la emisión de una decisión por la cual se
concede reparación están reguladas en particular en el artículo 75 y el párrafo 3 del artículo 76 del Estatuto, así
como por las reglas, 94, 95, 97 y 143 de las Reglas de Procedimiento y Prueba. Durante esta primera parte de las
actuaciones, la Sala de Primera Instancia puede, entre otras cosas, establecer los principios relacionados con las
reparaciones a las víctimas o respecto de ellas. La primera parte de las actuaciones de reparación concluye con
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Asuntos relativos a reparaciones
estipula en el apartado b) de la norma 50 del Reglamento del Fondo Fiduciario.
La Sala de Apelaciones también observa que el Reglamento del Fondo Fiduciario contempla la supervisión y
un cierto grado de intervención por parte de la Sala de Primera Instancia durante la fase de aplicación de la
reparación. En este sentido, la Sala de Apelaciones recuerda las normas 54, 55, 57 y 58 del Reglamento del
Fondo Fiduciario, que forman parte de la sección III del capítulo II titulada “Actividades y proyectos del Fondo
Fiduciario impulsados por una decisión de la Corte”, y la norma 69 del Reglamento del Fondo Fiduciario, que
forma parte del capítulo IV titulado “Indemnizaciones colectivas a las víctimas conforme al párrafo 3 de la regla
98”.
En opinión de la Sala de Apelaciones, la “aprobación” judicial del proyecto de plan de aplicación con arreglo
a las normas 57 y 69, si procede, del Reglamento del Fondo no es una decisión inicial por la cual se concede
reparación. En cambio, como se indicó anteriormente, con arreglo al apartado b) de la norma 50 del Reglamento
del Fondo, “una decisión por la cual se conceda reparación” en el sentido del párrafo 4 del artículo 82 del
Estatuto debe dictarse, según el artículo 75 del Estatuto, antes que cualquier actividad de aplicación por parte
del Fondo.
Véase nº ICC-01/04-01/06-2953 A A2 A3 OA21, Sala de Apelaciones, 14 de diciembre de 2012, párrs. 53-57
[TRADUCCIÓN] La Sala recuerda que, conforme a lo dispuesto en el artículo 75 del Estatuto, le incumbe
determinar en sus resoluciones las reparaciones que procede conceder a las víctimas o a sus causahabientes,
por cuenta de la persona condenada, así como el alcance de la responsabilidad de esta última. La Sala señala
que cualquier indicación relativa a los posibles recursos que el Fondo pudiera tener que adelantar para los fines
de las reparaciones en la presente causa depende de la determinación previa de la suma económica prevista. En
la fase actual de las actuaciones, por tanto, no es posible prever cuál será el monto económico necesario para
compensar los daños causados por los crímenes por los que se ha condenado [al Acusado] .
Véase núm. ICC-01/04-01/07-3566, Sala de Primera Instancia II, 22 de junio de 2015, párr. 5.
[TRADUCCIÓN] En la fase actual del proceso, todos los medios y recursos se han de centrar en las reparaciones
a las víctimas y a las comunidades afectadas, y no en una prolongación del proceso, que lo transformaría en una
nueva victimización.
Dada la naturaleza generalizada de los crímenes cometidos, el único resultado de una interpretación inflexible
de lo que sería necesario para activar la ejecución del plan de reparaciones colectivas sería la impunidad de
Tomas Lubanga (en lo tocante a la responsabilidad civil) y la injusticia respecto de las víctimas, que llevan
esperando durante un decenio de proceso. Para que el Fondo Fiduciario en beneficio de las víctimas realice
mejor su trabajo, es sobre todo a la Sala, a pesar de las dificultades que se han manifestado, a quien incumbe
hallar una solución urgente para cubrir las necesidades de las víctimas.
[…]
Importa recalcar que todas las partes que participan en el procedimiento de reparación tienen derecho a
un proceso equitativo. En las circunstancias particulares de esta causa de índole civil, la igualdad de medios
procesales entraña hallar un justo equilibrio entre los derechos de la persona condenada y los intereses de las
víctimas. Por otra parte, no se pueden olvidar ni los intereses de las comunidades afectadas por los crímenes
cometidos por la persona condenada ni tampoco los intereses de la Corte.
[…]
No se puede esperar que 3000 víctimas hayan sido identificadas por el hecho de que el Fondo haya estimado
en ese número el de las víctimas que pudieran tener derecho a la reparación adelantada por el Fondo. Habida
cuenta de la naturaleza de los crímenes cometidos, una identificación individual resultaría o imposible, o, en el
mejor de los casos, más gravosa que las reparaciones disponibles (no solo desde el punto de vista económico,
sino también en lo tocante al bienestar de las víctimas).
Véase núm. ICC-01/04-01/06-3252-Anx, Sala de Primera Instancia II (opinión de la Magistrada Herrera
Carbuccia), 25 de octubre de 2016, párrs. 2-3 ; 6 y 9.
y que las víctimas las reciban con celeridad. Por otra parte, la Sala pone de relieve que en la fase de reparaciones
las víctimas son partes en el proceso, al igual que lo es la persona declarada culpable.
La Sala constata que el proceso en materia de reparaciones está vinculado al proceso penal, pero al mismo
tiempo está separado de este último. Está vinculado al proceso penal porque la responsabilidad en materia de
reparaciones está estrechamente vinculada a los crímenes de los cuales la persona ha sido declarada culpable.
Está separado de este procedimiento porque constituye un proceso en sí mismo, en el contexto del cual las
víctimas presentan pruebas específicas, que la persona declarada culpable puede impugnar, cuando ello
resulta posible y con la aplicación de las expurgaciones convenientes. En esa ocasión, las partes intercambian
observaciones y alegaciones orales y escritas acerca de los distintos aspectos de hecho y de derecho del proceso.
El conjunto de estos intercambios culmina en la orden de reparación.
La Sala destaca que la orden de reparación ha de tomar en cuenta el contexto en que se enmarca, es decir,
en la Corte, un sistema jurídico que consiste en establecer la responsabilidad penal individual respecto de
los crímenes que figuran en el Estatuto; y que ha de recibir el mismo trato que las decisiones relativas a la
culpabilidad o a la condena.
Como cualquier otro proceso en el que entienda la Corte, la fase de reparaciones es un proceso judicial; por lo
tanto, la Sala ha de asegurar un justo equilibrio entre los derechos y los deberes divergentes de las víctimas y
de la persona declarada culpable.
Véase núm. ICC-01/04-01/07-3728, Sala de Primera Instancia II, 24 de marzo de 2017, párrs. 14-18
[TRADUCCIÓN] Los textos jurídicos de la Corte contemplan la posibilidad de que los procedimientos en
materia de reparaciones puedan iniciar en paralelo a una apelación pendiente. La suspensión de las decisiones
solamente está prevista en dos situaciones: i) la ejecución de los fallos en virtud de los artículos 74 o 76 del
Estatuto, que se suspenderán durante el plazo fijado para la apelación con arreglo al párrafo 4 del artículo 81 del
Estatuto; 2) las apelaciones en virtud del artículo 82 del Estatuto, que se podrán suspender previa solicitud en
virtud del párrafo 3 del artículo 82 del Estatuto. Estas disposiciones no se aplican al presente asunto.
Es práctica establecida en esta Corte que tras una condena se inicien los pasos preparatorios para la facilitación y
agilización de los procedimientos en materia de reparación. La emisión de una orden de reparación no redunda
en perjuicio de los derechos de la persona condenada, con independencia de que exista o no una apelación
contra el fallo condenatorio. Por otra parte, la ejecución de una orden de reparación depende de una condena;
por consiguiente, una orden de reparación únicamente se puede ejecutar una vez que el fallo condenatorio en
sí sea ejecutable, es decir, cuando se haya confirmado en apelación.
Sin embargo, en este caso los procedimientos en materia de reparación se hallan en una fase preliminar.
Todos los pasos actualmente previstos en estos procedimientos, como la designación de peritos, son de índole
preparatoria. Por consiguiente, no solo son permisibles dentro del marco jurídico de la Corte sino que, además,
son pasos lógicos y necesarios que la Sala ha de adoptar tras el fallo condenatorio y la sentencia de imposición
de la pena dictados contra el Sr. Bemba.
La Sala también observa que, en los instrumentos estatutarios de la Corte, la facultad de ordenar efectos
suspensivos solamente se le reconoce a la Sala de Apelaciones. Sin embargo, la Sala considera que el apartado 3
a) del artículo 64 del Estatuto reconoce a la Sala de Primera Instancia facultad para suspender los procedimientos
si ello es “necesario[…] para que el juicio se sustancie de manera justa y expedita”.
La Sala no está convencida de que en las circunstancias actuales la suspensión de los procedimientos sea
procedente. De hecho, una suspensión de los procedimientos en materia de reparación, incluido el
nombramiento de peritos como preparativo previo a la emisión de una orden de reparaciones, tendría un efecto
negativo sobre la celeridad de los procedimientos en materia de reparaciones, ya que daría lugar a un retraso
considerable.
[…] La suspensión de todas las actuaciones en materia de reparaciones hasta después de que la Sala de
Apelaciones haya pronunciado su fallo incidiría sustancialmente en los intereses de las víctimas en cuanto a un
acceso oportuno a las reparaciones.
[…]
[TRADUCCIÓN] […] En la medida de lo posible, estas reparaciones se han de poner en ejecución de manera que
se tomen en consideración las cuestiones de género y de cultura y que no se exacerbe – incluso, que se resuelva
– cualquier situación discriminatoria preexistente que denegara a las víctimas la igualdad de oportunidades.
Véase núm. ICC-01/12-01/15-236-tFRA (Sala de Primera Instancia VIII), 17 de agosto de 2017, párr. 105.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Asuntos relativos a reparaciones
[TRADUCCIÓN] [U] na Sala de Primera Instancia, cuando otorga reparaciones, ejerce una facultad discrecional
que no se limita explícitamente sino por “la amplitud de los daños, pérdidas o perjuicios” (párrafo 1 del artículo
75 del Estatuto y subregla 1 de la regla 97 de las Reglas). Para llegar a su decisión, una Sala de Primera Instancia
toma en consideración las observaciones de las partes, de conformidad con el párrafo 3 del artículo 75 del
Estatuto; y de conformidad con la subregla 2 de la regla 97, “podrá […] designar los peritos que corresponda
para que le presten asistencia a fin de determinar el alcance o la magnitud de los daños, perjuicios o lesiones
causados a las víctimas o respecto de ellas y sugerir diversas opciones en cuanto a los tipos y las modalidades
de reparación que procedan”, en virtud de la subregla 2 de la regla 97 de las Reglas.
Véase núm. ICC-01/12-01/15-259-Red2-tFRA A (Sala de Apelaciones), 8 de marzo de 2018, párr. 34.
[TRADUCCIÓN] El marco jurídico deja en manos de las salas la decisión en cuanto al mejor enfoque a adoptar
en las actuaciones ante la Corte en materia de reparaciones. Por tanto, las salas cuentan con un amplio margen
a la hora de determinar la forma idónea de encarar el asunto que tienen ante sí, a tenor de las circunstancias
concretas del caso. No obstante, en el ejercicio de su discreción no hay duda de que las actuaciones cuya
intención es compensar a las víctimas por los daños, sufridos a menudo años atrás, han de ser tan expeditas
y económicas como sea posible, para evitar con ello unos litigios innecesariamente dilatados, complejos y
costosos.
[…] [La Sala de Apelaciones no está convencida de que el enfoque por el que ha optado la Sala de Primera
Instancia en relación con las actuaciones en materia de reparaciones que tiene ante sí, que se basó en una
evaluación individual por la Sala de Primera Instancia de cada solicitud, fuera la más apropiada en este sentido,
ya que ha llevado a retrasos innecesarios en la decisión en materia de reparaciones. […] Sin embargo, la Sala de
Apelaciones considera que el enfoque de la Sala de Primera Instancia no constituyó un error de derecho ni un
abuso de facultades discrecionales que justificara la revocación de la Decisión impugnada.
[…]
La Sala de Apelaciones observa que el principio de ultra petita se ha interpretado de manera que evita a un
tribunal excederse respecto de lo solicitado por las partes de dos maneras distintas: i) dictando un fallo relativo
a asuntos que las partes no habían planteado; y ii) concediendo más de lo que las partes pidieron. […]
La Sala de Apelaciones recuerda que los procedimientos en materia de reparaciones se rigen por el artículo 75
del Estatuto, que reconoce a una sala de primera instancia la facultad para “determinar el alcance y la magnitud
de los daños”, y estipula que, antes de dictar una orden de reparaciones, podrá invitar y “tendrá en cuenta las
observaciones formuladas por el condenado, las víctimas, otras personas o Estados que tengan un interés”. En
su párrafo 1, el artículo 75 del Estatuto también reconoce la posibilidad, si bien en circunstancias excepcionales,
de que una sala de primera instancia determine el alcance y la magnitud de los daños para los fines de las
reparaciones de oficio. La subregla 1 de la regla 97 dispone que “[l] a Corte, teniendo en cuenta y la magnitud
del daño, perjuicio o lesión, podrá conceder una reparación individual o, cuando lo considere procedente, una
reparación colectiva o ambas”.
La Sala de Apelaciones considera que, tomadas en su conjunto, estas disposiciones ilustran que, cuando una
sala de primera instancia dicta una orden de reparaciones, tiene discreción para apartarse de la petición de
reparaciones de un solicitante, si lo estima procedente. En este sentido, la Sala de Apelaciones señala que una
sala de primera instancia está facultada para adoptar una decisión en materia de reparaciones sin que se lo
solicite parte alguna, y por definición ello entraña dictar una orden en favor de víctimas que no han solicitado
reparaciones. Lo anterior excluye la aplicación rigurosa del principio ultra petita en las actuaciones ante la Corte
en materia de reparaciones. Del mismo modo, el párrafo 3 del artículo 75 del Estatuto , que comienza diciendo
que una sala de primera instancia podrá solicitar y “tendrá en cuenta las observaciones formuladas por el
condenado, las víctimas, otras personas o Estados que tengan interés” (se ha añadido la cursiva), sugiere que
una sala de primera instancia no está estrechamente obligada por esas observaciones. La Sala de Apelaciones
señala que la misma disposición exige que una sala de primera instancia tome en consideración las observaciones
de la persona condenada y de las víctimas, así como de “otras personas o Estados que tengan un interés”. La
inclusión de partes interesadas distintas a la persona condenada y las víctimas constituye un alejamiento del
principio ultra petita, puesto que supone que las salas de primera instancia no están estrechamente obligadas
La Sala de Apelaciones recuerda que, en virtud del apartado 1 c) del artículo 21 del Estatuto, la Corte podrá
aplicar “los principios generales de derecho que derive la Corte del derecho interno de los sistemas jurídicos del
mundo”. No obstante, incluso si se pudiera considerar que el principio ultra petita es uno de estos principios
generales de derecho, la misma disposición requiere que la Corte aplique, ante todo, sus propios Estatuto,
Reglas y Elementos de los Crímenes. Habida cuenta del marco en el que opera la Corte, según se expone arriba,
el principio no es de aplicación en las actuaciones ante la Corte en materia de reparaciones.
[…] [L] a Sala de Apelaciones señalaría que si en un futuro las salas de primera instancia dieran por supuesta
la presencia de daños psicológicos asociados con la experiencia de una agresión en el caso de todos aquellos
solicitantes que hubieran demostrado haber sufrido daños materiales, pero que no hubieran experimentado
la agresión personalmente, deberían atender la cuestión con prudencia, aportando motivaciones claras como
fundamento de esa presunción. Por añadidura, si bien en este caso la Sala de Primera Instancia concedió
reparaciones por valor de 240 dólares de los Estados Unidos, ello no debería sentar un precedente ni considerarse
una indicación de la cantidad cuando se trate de determinar las reparaciones concedidas en casos futuros.
Véase núm. ICC-01/04-01/07-3778-Red A3 A4 A5, Sala de Apelaciones, 8 de marzo de 2018, párrs. 64 y
65, y 145 a 149.
[TRADUCCIÓN] Sin embargo, la Sala considera que el mandato de esta Sala, en la fase actual del procedimiento,
se limita a vigilar y supervisar la puesta en ejecución de las reparaciones. Por otra parte, la Sala estima que
las circunstancias a las que se refiere la Oficina del Defensor Público para las Víctimas, a saber, la ausencia
de documentos justificativos, la retirada del mandato del Representante Legal designado anteriormente y
la ausencia de representación de las víctimas afectadas durante un dilatado período, son las mismas que se
presentaron a la Sala de Apelaciones, y respecto de las cuales ya ha fallado esta última.
Por otra parte, la Sala no acepta la afirmación […] de que una orden de reparación dictada en virtud del artículo
75 del Estatuto “no está fijada en el tiempo y se puede adaptar a las circunstancias específicas de un caso, con
miras a permitir que se beneficien de las reparaciones el mayor número de víctimas”. La Sala considera que
tanto las víctimas como la defensa tienen derecho a un juicio justo en un plazo razonable. En opinión de la Sala,
en el contexto de un procedimiento en materia de reparación, ello significa que las víctimas tienen derecho a
estar informadas de su condición, así como de las reparaciones que se les han concedido, y la Defensa tiene
derecho a ser informada del alcance de sus responsabilidades en materia de reparación, de una vez por todas ».
En este sentido, la Sala considera oportuno recordar que el objeto que persigue un procedimiento jurídico
constituye un principio fundamental y constante en todos los sistemas jurídicos. Este principio refleja la idea
de que es de interés público que todo litigio llegue a su fin, así como la necesidad de seguridad y estabilidad
en las soluciones jurídicas. En opinión de la Sala, es evidente que el mismo principio se aplica a las órdenes
de reparación en virtud del artículo 75 del Estatuto, y que deben […] “[...] tratarse del mismo modo que las
decisiones relativas a la culpabilidad o la condena”.
Por consiguiente, en aras de la estabilidad judicial, la Sala considera que no tiene facultades para modificar la
orden de reparación con el fin de reconocer daños adicionales […] , habida cuenta que la Sala de Apelaciones
ha hecho firme esa orden, con la salvedad de lo tocante a los daños transgeneracionales.
Véase núm. ICC-01/04-01/07-3801-Red, Sala de Primera Instancia II, 12 de julio de 2018, párrs. 30 a 33.
[TRADUCCIÓN] La Sala conviene con las observaciones presentadas, según las cuales no se puede dictar
ninguna orden de reparación contra Jean-Pierre Bemba en virtud del artículo 75 del Estatuto. La Sala ha de
respetar los límites dentro de los cuales opera la Corte, y recuerda que no puede ordenar que se otorguen
reparaciones por los perjuicios sufridos a causa de los crímenes a no ser que la persona juzgada por su
participación en esos crímenes haya sido declarada culpable. Aún así, la Corte fue creada para llevar a cabo
funciones tanto punitivas como reparadoras, y la Sala estima que tiene facultades para dictar una decisión
firme respecto del procedimiento de reparación, habida cuenta de que ella misma llevó el conjunto de los
procedimientos en primera instancia y en la fase de reparación en esta causa. Considera que conviene tener en
cuenta las opiniones y observaciones de las víctimas, con arreglo al párrafo 3 del artículo 68 del Estatuto, y juzga
que la Decisión final no afecta ni redunda en detrimento de los derechos de Jean-Pierre Bemba.
[…]
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Asuntos relativos a reparaciones
[…]
Principios relativos a las reparaciones
Por último, la Sala toma nota de la solicitud de los Representantes Legales de las Víctimas a efectos de que
dicte una orden en virtud de los párrafos 1 y 6 del artículo 75 del Estatuto, en la que dispondría, entre otros, los
principios relativos a las reparaciones que pudieran ser de aplicación en procedimientos futuros. En opinión
de la Sala, en las circunstancias de este caso, en particular en su fase actual, no sería procedente determinar
principios relativos a las reparaciones.
Véase núm. ICC-01/05-01/08-3653-tFRA, Sala de Primera Instancia III, 3 de agosto de 2018, párrs. 3, 6 y
7, y 16.
[TRADUCCIÓN] Aunque la regla prevista en el artículo 28 del Código de Conducta y las Modalidades de toma
de contacto son de aplicación a un representante legal a quien se haya encomendado la representación de los
derechos y los intereses de las víctimas ante esta Sala, lo cual no es la función propia del Fondo, la Sala considera
que la solicitud del Representante Legal es razonable, habida cuenta de que los contactos periódicos que el
Fondo mantiene con las víctimas en este caso están relacionados con sus derechos a obtener reparaciones. La
Sala observa, de hecho, que el Fondo no se opone a que se le apliquen estas reglas.
Por consiguiente, accede a este aspecto de la Solicitud y decide que las normas deontológicas del Código de
conducta, y en particular su artículo 28, así como las Modalidades de toma de contacto, son de aplicación al
Fondo, mutatis mutandis.
Véase núm. ICC-01/04-01/07-3807-Red, Sala de Primera Instancia II, 7 de septiembre de 2018, párrs. 23- y
24.
a cualquier información relativa a su derecho a obtener reparación y asistencia de la Corte, como parte de su
derecho a un trato justo e igual a lo largo del procedimiento.
En todos los asuntos relacionados con las reparaciones, la Corte tendrá en cuenta las necesidades de todas las
víctimas, y en particular de los niños, los ancianos, los discapacitados y las víctimas de violencia sexual o de
género con arreglo al artículo 68 del Estatuto y la regla 86 de las Reglas.
Al decidir sobre las reparaciones, la Corte tratará a las víctimas con humanidad, respetará su dignidad y sus
derechos humanos, y aplicará medidas apropiadas para garantizar su seguridad, su bienestar físico y psicológico,
y su privacidad conforme a lo establecido en las reglas 87 y 88 de las Reglas.
Con arreglo al párrafo 3 del artículo 21 del Estatuto, las reparaciones se concederán a las víctimas sin distinción
adversa por motivos como el género, la edad, la raza, el color, el idioma, la religión o el credo, la opinión política
o de otra índole, la orientación sexual, el origne nacional, étnico o social, la posición económica, el nacimiento
u otra condición.
Las reparaciones deben abordar toda injusticia subyacente y, al aplicarlas, la Corte debería evitar replicar prácticas
o estructuras discriminatorias que antecedieron a la comisión de los crímenes. Igualmente, la Corte debería
evitar una estigmatización más extensa de las víctimas y su discriminadas por sus familias y comunidades.
Las reparaciones deberían asegurar, siempre que sea posible, la reconciliación entre el condenado, las víctimas
de los crímenes y las comunidades afectadas.
3. Beneficiarios de reparaciones
Conforme a la regla 85 de las Reglas, se puede otorgar reparación a víctimas directas o indirectas, incluidos
familiares de víctimas directas (véase más abajo); a cualquiera que intentó prevenir la comisión de uno o más
de los crímenes bajo consideración; y a aquellos que sufrieron daño personal como resultado de estos delitos,
independientemente de si participaron en las actuaciones del juicio.
A fin de determinar si una supuesta “víctima indirecta” ha de ser incluida en el esquema de reparaciones, la
Corte debería determinar si existía una relación personal estrecha entre la víctima indirecta y la directa, por
ejemplo como existe entre un niño soldado y sus padres. Ha de reconocerse que el concepto de “familia” puede
tener muchas variaciones culturales y la Corte debería considerar las estructuras sociales y familiares aplicables.
En este contexto, la Corte debería tener en cuenta la suposición general de que a una persona le suceden su
cónyuge e hijos.
Puede considerarse también como víctimas indirectas a personas que sufrieron daño al ayudar o intervenir en
nombre de las víctimas directas.
Se puede otorgar reparación a entidades jurídicas en virtud del apartado b) de la regla 85 de las Reglas.
Pueden considerarse como tales, entre otras, organizaciones no gubernamentales, caritativas y sin ánimo
de lucro, órganos reglamentarios incluidos departamentos gubernamentales, escuelas públicas, hospitales,
centros educativos privados (escuelas primarias y secundarias o escuelas profesionales), compañías, empresas
de telecomunicación, instituciones que benefician a miembros de la comunidad (tales como sociedades
cooperativas y de construcción, u órganos dedicados a las microfinanzas) y otras asociaciones.
En las actuaciones de reparación, las víctimas pueden utilizar documentos de identificación oficiales o no
oficiales, así como cualquier otro medio para demostrar sus identidades que sea reconocido por la Sala. En
ausencia de documentación aceptable, la Corte podrá admitir una declaración firmada por dos testigos creíbles
que acredite la identidad del solicitante y describa la relación entre la víctima y cualquier persona que actúe en
su nombre.
Cuando el solicitante es una organización o institución, la Sala reconocerá cualquier documento creíble por el
que se constituyó el organismo para demostrar su identidad.
La Sala reconoce que puede que deba darse prioridad a ciertas víctimas que se encuentren en una situación
particularmente vulnerable o que requieran asistencia urgente. Tales víctimas pueden incluir, entre otras, las
víctimas de violencia sexual o de género, las personas que requieren asistencia médica inmediata (especialmente
cuando se necesita cirugía estética o tratamiento para el VIH), así como los niños gravemente traumatizados,
por ejemplo tras la pérdida de familiares. La Corte puede adoptar por tanto medidas que constituyan una acción
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Asuntos relativos a reparaciones
incluya la perspectiva de género, garantizando así que sean accesibles a todas las víctimas en su implementación.
Por consiguiente, la paridad de género en todos los aspectos de las reparaciones es un objetivo importante de
la Corte.
Las víctimas de los crímenes, junto con sus familias y comunidades, deberían poder participar durante el
proceso de reparación y deberían recibir la ayuda adecuada para que su participación sea sustantiva y efectiva.
Las reparaciones son completamente voluntarias y el consentimiento informado del destinatario es necesario
antes de cualquier indemnización otorgada a título de reparación, incluida la participación en cualquier
programa de reparaciones.
Las actividades de proyección exterior, que incluyen, en primer lugar, programas inclusivos de género y etnia
y, en segundo lugar, la comunicación entre la Corte y las personas afectadas y sus comunidades, son esenciales
para garantizar que las reparaciones tengan una importancia amplia y real.
La Corte debería consultar a las víctimas sobre cuestiones relacionadas, entre otros asuntos, con la identidad
de los beneficiarios, sus prioridades y los obstáculos a los que se han enfrentado al intentar obtener reparación.
5. Víctimas de violencia sexual
La Corte debería formular y aplicar indemnizaciones a título de reparación que sean apropiadas para las víctimas
de violencia sexual y de género. La Corte debe reflejar el hecho de que las consecuencias de estos crímenes son
complicadas y se producen en varios niveles; su impacto puede extenderse por un largo periodo de tiempo;
afectan a mujeres y niñas, hombres y niños, así como a sus familias y comunidades; y requieren una estrategia
especializada, integrada y multidisciplinar.
La Corte aplicará medidas con un enfoque de género para enfrentarse a los obstáculos que afrontan las mujeres
y niñas cuando desean tener acceso a la justicia en este contexto y, por consiguiente, es necesario que la
Corte lleve a cabo acciones para garantizar que pueden participar, en todos los sentidos, en los programas de
reparaciones.
Por lo tanto, la estrategia adoptada por la Corte debería permitir a las mujeres y niñas de las comunidades
afectadas participaran de modo significativo y equitativo en el diseño y aplicación de cualquier decisión por la
cual se conceda reparación.
6. Niños víctimas
Con arreglo al párrafo 1 del artículo 68 del Estatuto, uno de los factores pertinentes, que es de gran importancia
en la presente causa, es la edad de las víctimas. Conforme a lo estipulado en la regla 86 de las Reglas, la Corte
tomará en cuenta el daño relacionado con la edad, junto con las necesidades, de las víctimas de los presentes
crímenes. Además, se habrá de tomar en cuenta el impacto diferente de estos crímenes en niños y niñas.
En las decisiones de reparación relativas a niños, la Corte debería guiarse, entre otras cosas, por la Convención
sobre los Derechos del Niño y el principio fundamental del “interés superior del niño” consagrado en ella.
Asimismo, las decisiones en este contexto deberían reflejar una perspectiva inclusiva de género.
La Sala observa que la Convención sobre los Derechos del Niño anima a los Estados Partes de la Convención a:
“adoptar todas las medidas apropiadas para promover la recuperación física y psicológica y la reintegración
social de todo niño víctima de: cualquier forma de abandono, explotación o abuso; tortura u otra forma de tratos
o penas crueles, inhumanos o degradantes; o conflictos armados. Esa recuperación y reintegración se llevarán a
cabo en un ambiente que fomente la salud, el respeto de sí mismo y la dignidad del niño”.
Las actuaciones de reparación, así como las decisiones por las que se conceden reparaciones y los programas
de reparación en beneficio de niños soldados deberían garantizar el desarrollo de las personalidades de las
víctimas, sus talentos y habilidades en la mayor medida posible y, más generalmente, deberian garantizar el
desarrollo del respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales. Para cada niño, las medidas
deberían estar destinadas a fomentar el respeto por sus padres, su identidad cultural y su idioma. Se debería
ayudar a los antiguos niños soldados a vivir responsablemente en una sociedad libre, reconociendo la necesidad
de una voluntad de entendimiento, paz y tolerancia, respetando la igualdad entre sexos y valorando la amistad
entre todas las personas y grupos.
grupos de víctimas pueden solicitar y recibir reparaciones. Conforme a la subregla 1 de la regla 97 de las Reglas,
“la Corte podrá conceder una reparación individual o, cuando lo considere procedente, una reparación colectiva
o ambas”. En consecuencia y de acuerdo con el párrafo 3 del artículo 21 del Estatuto y la regla 85 de las Reglas,
se pueden otorgar reparaciones a: a) víctimas individuales; o b) grupos de víctimas, si sufrieron daño personal
en cualquiera de los dos casos.
La Corte garantizará que las reparaciones se otorgan de forma no discriminatoria y teniendo en cuenta el
género. Dada la incertidumbre sobre el número de víctimas de los crímenes en esta causa –salvo que un número
considerable de personas se vieron afectadas– y el limitado número de personas que han solicitado reparación,
la Corte debería garantizar que hay una estrategia colectiva que asegure que las reparaciones lleguen a aquellas
víctimas actualmente no identificadas.
Las reparaciones individuales y colectivas no son mutuamente exclusivas y pueden otorgarse simultáneamente.
Además, las reparaciones individuales deberían otorgarse evitando crear tensiones y divisiones dentro de
las comunidades pertinentes. Al otorgar reparaciones colectivas, éstas deberían abordar el daño sufrido por
las víctimas de forma individual y colectiva. La Corte debería considerar el suministro de servicios médicos
(incluidos cuidados psiquiátricos y psicológicos) junto con la asistencia relativa a rehabilitación general,
vivienda, educación y capacitación.
8. Modalidades de reparación
Aunque el artículo 75 del Estatuto enumera la restitución, la indemnización y la rehabilitación como formas
de reparación, la lista no es exhaustiva. Otro tipo de reparaciones, por ejemplo, aquellas con valor simbólico,
preventivo o transformador, pueden también ser apropiadas. Como se expuso anteriormente, deberá aplicarse
un enfoque inclusivo del género al determinar el modo de aplicar reparaciones.
a. Restitución
La restitución debería, en la medida de lo posible, restablecer la víctima en sus circunstancias anteriores a
la comisión del crimen, pero ello no resultará posible a menudo con respecto a las víctimas de crímenes de
alistamiento y reclutamiento de niños menores de 15 años y utilización de los mismos para participar activamente
en las hostilidades. La restitución está dirigida al restablecimiento de la vida de una persona, incluido el regreso
a su familia, hogar y empleo anterior; la facilitación de educación continua; y la devolución de bienes perdidos
o robados. La restitución puede ser apropiada para entidades jurídicas tales como escuelas u otras instituciones.
b. Indemnización
La indemnización debería considerarse cuando i) el daño económico es suficientemente cuantificable; ii)
una orden de este tipo sería apropiada y proporcionada (teniendo en cuenta la gravedad del crimen y las
circunstancias de la causa); y iii) los fondos disponibles hacen que este resultado sea factible.
Las indemnizaciones deben aproximarse con un enfoque de género y debería evitarse que refuercen
desigualdades estructurales previas y que perpetúen prácticas discriminatorias previas.
El concepto de “daño”, aunque no está definido en el Estatuto ni en las Reglas, denota “dolor, lesión y perjuicio”.
El daño no tiene que haber sido directo, pero debe haber sido personal con respecto a la víctima.
Conforme a las leyes sobre derechos humanos reconocidas internacionalmente, la indemnización requiere una
aplicación amplia, para abarcar todas las formas de deterioro, pérdida y lesión, incluido el daño material, físico
y psicológico.
Aunque algunas formas de deterioro son esencialmente no cuantificables en términos financieros, la
indemnización es una forma de asistencia económica destinada a tratar de manera proporcionada y apropiada
el daño infligido.
Algunos ejemplos son:
a. Daño físico, incluido causar a una persona que pierda la capacidad de reproducirse;
b. Daño moral e inmaterial causante de sufrimiento físico, mental y emocional.
c. Daño material, incluidos la pérdida de ingresos y de la oportunidad para trabajar; la pérdida de o daño
a la propiedad; las pagas o salarios no retribuidos; otras formas de interferencia con la capacidad para
trabajar de una persona; y la pérdida de ahorros.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Asuntos relativos a reparaciones
era de las consecuencias perjudiciales del reclutamiento de niños en las personas directamente afectadas, junto
con sus familias y comunidades.
c. Rehabilitación
El derecho de las víctimas a la rehabilitación ha de ser aplicado por la Corte en base a principios relativos a la no
discriminación, lo cual incluirá un enfoque inclusivo de género que comprenda a hombres y mujeres de todas
las edades.
La rehabilitación incluirá el suministro de servicios médicos y asistencia sanitaria (especialmente para pacientes
con VIH y sida); asistencia psicológica, psiquiátrica y social para dar apoyo a aquellos que sufren de aflicción y
trauma; y cualquier servicio jurídico y social pertinente.
La rehabilitación de las víctimas de reclutamiento infantil deberá incluir medidas destinadas a facilitar su
reintegración en la sociedad, teniendo en cuenta las diferencias en el impacto de estos crímenes en niñas y niños.
Estas medidas deberían incluir la provisión de educación y capacitación vocacional, junto con oportunidades de
trabajo sostenibles que promuevan una función significativa en la sociedad.
Las medidas de rehabilitación deberían incluir maneras de abordar la vergüenza que los niños víctimas pueden
sentir y deberían estar destinadas a evitar una mayor victimización de los niños y niñas que sufrieron daño
como consecuencia de su reclutamiento.
Los pasos tomados para rehabilitar y reintegrar a antiguos niños soldados pueden incluir también a sus
comunidades locales, en la medida en que los programas de reparación se apliquen donde se localizan las
comunidades. Los programas que tienen objetivos de transformación, aunque limitados, pueden ayudar a
prevenir la victimización futura, y las reparaciones simbólicas, tales como conmemoraciones y tributos, pueden
también contribuir al proceso de rehabilitación.
d. Otras modalidades de reparación
La condena y la sentencia de la Corte son ejemplos de reparaciones, dado que probablemente tendrán
importancia para las víctimas, sus familias y comunidades.
La amplia publicación de la decisión relativa al artículo 74 puede también servir para despertar la conciencia
sobre el reclutamiento y alistamiento de niños menores de 15 años y de su utilización para participar activamente
en las hostilidades, y esta medida puede ayudar a disuadir crímenes de este tipo.
La Corte, mediante el presente juicio y de acuerdo con su amplia competencia y jurisdicción, asistida por los
Estados Partes y la comunidad internacional con arreglo a la parte IX del Estatuto relativa a la “cooperación
internacional y la asistencia judicial”, tiene derecho a instituir otras formas de reparación, como el
establecimiento de campañas destinadas a mejorar la posición de las víctimas o su colaboración al respecto; la
emisión de certificados que acrediten el daño sufrido por determinadas personas; la constitución de programas
de divulgación y promoción para informar a las víctimas sobre el resultado del juicio; y campañas educativas
dirigidas a reducir la estigmatización y marginalización de las víctimas de los presentes crímenes. Estas medidas
pueden contribuir a la conciencia de la sociedad sobre los crímenes cometidos por el Sr. Lubanga y la necesidad
de fomentar una actitud mejor ante hechos de este tipo, y garantizar que los niños cumplan un papel activa
dentro de sus comunidades.
Las reparaciones pueden incluir medidas para tratar la vergüenza sentida por algunos antiguos niños soldados
y para prevenir la futura victimización, particularmente cuando sufrieron violencia sexual, tortura y tratos
inhumanos y degradantes tras su reclutamiento. Como se expuso anteriormente, la estrategia de reparaciones
de la Corte debería, en parte, estar destinada a prevenir futuros conflictos y a despertar la conciencia de que la
reintegración efectiva de los niños requiere erradicar la victimización, discriminación y estigmatización de los
jóvenes en estas circunstancias.
El Sr. Lubanga puede contribuir a este proceso a través de una disculpa voluntaria a víctimas individuales o a
grupos de víctimas, pública o confidencialmente.
9. Reparaciones proporcionales y adecuadas
Las víctimas deberían recibir reparaciones apropiadas, adecuadas y prontas.
beneficiarse de estas medidas durante un período de tiempo prolongado. Si se han de pagar pensiones u otras
formas de beneficios económicos, se deberían distribuir si es posible en plazos periódicos en lugar de mediante
un solo pago.
10. Causalidad
El “daño, pérdida o perjuicio”, que forman la base de la demanda de reparación, debe haber resultado de
los crímenes de alistamiento y reclutamiento de niños menores de 15 años y su utilización para participar
activamente en las hostilidades.
Ha de observarse en este contexto general que ni el Estatuto ni las Reglas definen los requisitos precisos del
vínculo causal entre el crimen y el daño relevante para los fines de las reparaciones. Además, no existe una
opinión establecida en derecho internacional sobre el enfoque a adoptar respecto de la causalidad.
Las reparaciones no deberían limitarse al daño “directo” o a los “efectos inmediatos” de los crímenes de
alistamiento y reclutamiento de niños menores de 15 años y a su uso para participar activamente en las
hostilidades, sino que la Corte debería aplicar el criterio de “causa inmediata” [en inglés, “proximate cause”] .
Para llegar a esta conclusión relativa al estándar pertinente de causalidad que aplicar a las reparaciones y,
particularmente en la medida en que estas se ordenen en contra del condenado, la Sala necesita reflejar los
intereses y derechos divergentes de las víctimas y del condenado. Haciendo balance de estos factores contrarios,
como mínimo la Corte debe estar convencida de que existe una relación de causalidad [en inglés, “but/for
relationship”] entre el crimen y el daño, así como de que los crímenes por los que el Sr. Lubanga fue condenado
fueron la “causa immediata” del daño por el que se solicitan reparaciones.
11. Estándar y carga de la prueba
Durante el juicio la Fiscalía debe establecer los hechos pertinentes bajo el estándar penal, concretamente
más allá de toda duda razonable. Dada la naturaleza fundamentalmente diferente de estas actuaciones de
reparación, debería aplicarse un criterio menos riguroso.
Varios factores resultan significativos para determinar el estándar de prueba apropiado en esta etapa, incluida
la dificultad que las víctimas pueden tener para obtener pruebas justificativas de su reclamación debido a la
destrucción o indisponibilidad de las mismas. Este problema en particular ha sido reconocido por diversas
fuentes, incluida la subregla 1 de la regla 94 de las Reglas, donde se estipula que las solicitudes de reparación
de las víctimas contendrán, en la medida de lo posible, la documentación justificativa que corresponda, con
inclusión del nombre y la dirección de testigos. Dado que la fase del juicio del artículo 74 del Estatuto ha
concluido, el estándar de “ponderación de probabilidades” es suficiente y proporcionado para establecer los
hechos que son relevantes para una decisión por la cual se conceden reparaciones cuando está dirigida contra
el condenado.
Cuando se conceden reparaciones mediante recursos provenientes del Fondo Fiduciario en beneficio de las
víctimas o de cualquier otra fuente, una aproximación enteramente flexible a la determinación de asuntos
fácticos es apropriada, teniendo en cuenta la naturaleza amplia y sistemática de los crímenes y el número de
víctimas involucradas.
12. Derechos de la Defensa
Nada de estos principios redundará en detrimento de los derechos del condenado a un juicio justo e imparcial
ni será incompatible con éstos.
13. Estados y otras partes interesadas
Bajo las Partes 9 y 10 del Estatuto los Estatos Parte tienen la obligación de cooperar plenamente en la ejecución
de órdenes, decisiones y fallos de la Corte, y están ordendados a no impedir la ejecución de decisiones por las
que se conceden reparaciones ni la implementación de órdenes de reparación.
Conforme a los artículos 25(4) y 75(6) del Estatuto, las reparaciones bajo el Estatuto no interfieren con la
responsabilidad de los Estados de otorgar reparaciones a las víctimas conforme a otros tratados o al derecho
interno.
14. Publicidad de estos principios
[TRADUCCIÓN] La Sala de Apelaciones observa que los textos jurídicos de la Corte no estipulan un definición
amplia de una “orden de reparación” como tal, ni tampoco especifican el contenido y los detalles mínimos
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Asuntos relativos a reparaciones
que se requieren para esa orden. Ello no obstante, la Sala de Apelaciones considera que, leídos en conjunto,
los textos jurídicos de la Corte aportan un marco claro respecto de los elementos mínimos necesarios para una
orden de reparación a tenor del artículo 75 del Estatuto. […]
[…] [L] a Sala de Apelaciones mantiene que una orden de reparación en virtud del artículo 75 del Estatuto debe
contener como mínimo cinco elementos esenciales, a saber: 1) ha de dictarse contra la persona condenada;
2) ha de establecer, e informar al respecto, la responsabilidad de la persona condenada en relación con las
reparaciones dictadas en la orden; 3) ha de especificar el tipo de reparaciones ordenadas, ya sean colectivas,
individuales o ambas, y aportar los correspondientes motivos, en cumplimiento de la subregla 1 de la regla
97 y la regla 98 de las Reglas de Procedimiento y Prueba; 4) ha de definir el daño causado a las víctimas
directas e indirectas de resultas de los crímenes por los que la persona fue condenada, y también identificar los
tipos de reparaciones que la Sala de Primera Instancia considera apropiadas a tenor de las circunstancias del
caso específico que tiene ante sí; y 5) ha de identificar a las víctimas que pueden optar por beneficiarse de las
reparaciones concedidas o estipular los criterios de elegibilidad basados en el vínculo entre el daño sufrido por
las víctimas y los crímenes de los que la persona fue declarada culpable.
[…]
La Sala de Apelaciones considera que la inclusión de estos cinco elementos en una orden de reparación es
vital para su cabal ejecución. También asegura que los elementos críticos de la orden estén sujetos a un control
judicial, en consonancia con la subregla 3 de la regla 97 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, que requiere
que “[l] a Corte respetará en todos los casos [en que se ordenen reparaciones] los derechos de las víctimas y
del condenado”. La inclusión de estos elementos también es significativa respecto del derecho de apelación,
estipulado en el párrafo 4 del artículo 82 del Estatuto. En opinión de la Sala de Apelaciones, si uno de los
elementos anteriores no está sujeto a determinación judicial en la orden de reparación, “[un] representante
legal de las víctimas, el condenado o el propietario de buena fe de bienes afectados por una providencia dictada
en virtud del artículo 75” no podrán ejercer debidamente su derecho de apelación.
[…]
En conclusión, la Sala de Apelaciones ahora afirma que la Decisión impugnada contiene elementos suficientes
para constituir una orden de reparación dentro del significado del artículo 75 del Estatuto, con sujeción de las
modificaciones que se especifican en el presente fallo.
[…]
[…] El artículo 21 del Estatuto no incluye las medidas oficiales adoptadas por la Asamblea de los Estados Partes
como fuente de derecho aplicable. Sin embargo, el párrafo 3 del artículo 79 del Estatuto dispone que el Fondo
Fiduciario será administrado según los criterios que fije la Asamblea de los Estados Partes. Por consiguiente,
esta disposición estatutaria establece sin ambages que la administración del Fondo Fiduciario no incumbe a la
Corte. […]
[…]
Tomando en consideración lo que antecede, y observando en particular la referencia en el párrafo 2 del artículo
75 del Estatuto y la regla 98 de las Reglas de Procedimiento y Prueba al artículo 79 del Estatuto, la Sala de
Apelaciones considera que, para los fines de las órdenes de reparación que se hayan de ejecutar por conducto
del Fondo Fiduciario, la Sala de Apelaciones debería dar la debida consideración a las correspondientes
resoluciones de la Asamblea de los Estados Partes. En la medida en que una Sala de Primera Instancia dicte
una orden de reparación que incida en la administración de las finanzas del Fondo Fiduciario, se han de tomar
en consideración las resoluciones de los Estados Partes al respecto, y estas se deben considerar una fuente
autoritativa para fines de interpretación del Reglamento del Fondo Fiduciario.
[…]
La Sala de Apelaciones considera que el requisito de establecer principios relativos a las reparaciones es
obligatorio (“establecerá”). […] La segunda oración del párrafo 1 del artículo 75 del Estatuto deja claro que
la decisión de conceder reparaciones individuales, atendiendo a una solicitud o de oficio, a tenor de las reglas
94 o 95 de las Reglas de Procedimiento y Prueba se ha de basar en los principios del párrafo 1 del artículo 75,
y requiere que la Sala de Primera Instancia “indique los principios en que se funda” al conceder la reparación
reparación, la Sala de Apelaciones considera que, en virtud de la subregla 1 de la regla 153 de las Reglas de
Procedimiento y Prueba, podrá modificar según sea necesario tanto los principios como la orden de reparación
que se basa en esos principios. En este sentido, la Sala de Apelaciones considera que la enmienda de los
principios no solo implica atender los principios que ya se contienen en la Decisión impugnada, sino que
también podría hacer necesaria la articulación de unos principios que esta aún no incluye. […]
[…] La Sala de Apelaciones conviene en que las Salas de Primera Instancia deberían articular principios en
el contexto de las circunstancias de este caso específico. Sin embargo, se ha de hacer una distinción entre los
principios pertinentes para las circunstancias de una causa y la orden de reparación, es decir, las resoluciones,
determinaciones y conclusiones de la Sala de Primera Instancia que se basan en esos principios. Por consiguiente,
los principios deberían ser conceptos generales que, si bien se formulan a la luz de las circunstancias de un caso
concreto, pueden no obstante ser aplicados, adaptados o ampliados por futuras Salas de Primera Instancia, que
también podrán sumar a ellos otros principios.
[…]
IV. MÉRITOS
A. Primer elemento: Las órdenes de reparación se han de dictar contra la persona condenada
[…]
La Sala de Apelaciones recuerda el principio establecido en la Decisión Impugnada, a efectos de que las
reparaciones “aseguran que los criminales rindan cuenta de sus actos”. La Sala de Apelaciones considera que
este principio refleja adecuadamente el sistema de reparaciones que se aplica en la Corte. En otras palabras, las
reparaciones, y más específicamente las órdenes de reparación, han de reflejar el contexto del que dimanan, que
en la Corte es un sistema legal para establecer la responsabilidad penal individual relativa a los crímenes del
Estatuto. En opinión de la Sala de Apelaciones, este contexto sugiere firmemente que las órdenes de reparación
están intrínsecamente vinculadas a la persona cuya responsabilidad penal se determina en una condena y cuya
culpabilidad por dichos actos criminales se determina en una pena.
[…]
Por consiguiente, la Sala de Apelaciones considera que el principio de rendición de cuentas por ‘el culpable’
y las disposiciones pertinentes de los textos legales de la Corte dejan claro que la orden de reparación debería
dictarse contra la persona condenada. Sin embargo, se suscita la pregunta de si este principio siempre se habrá
de reflejar en una orden de reparación con arreglo al artículo 75 del Estatuto o si, a tenor de las circunstancias
de un caso concreto, cabe la posibilidad de alejarse de este principio.
[…] En primer lugar, en opinión de la Sala de Apelaciones, dictar una orden de reparaciones “contra” la
persona condenada y actuar “por conducto” del Fondo Fiduciario no son conceptos mutuamente excluyentes.
Por el contrario, la Sala de Apelaciones estima que, incluso si las reparaciones se ordenan “por conducto” del
Fondo Fiduciario, de conformidad con la segunda oración del párrafo 2 del artículo 75 del Estatuto, la Sala
de Apelaciones debe dictar la orden “contra” la persona condenada. Para llegar a esta conclusión, la Sala de
Apelaciones se ha basado en los textos legales de la Corte, que no prevén ninguna desviación del principio
de rendición de cuentas expresado por el hecho de que la orden de reparación se dicte contra la persona
condenada.
La Sala de Apelaciones considera que la segunda oración del párrafo 2 del artículo 75 del Estatuto, que trata
de reparaciones ordenadas “por conducto del Fondo Fiduciario”, no prevé una alternativa a las reparaciones
ordenadas “contra el condenado” a tenor de la primera oración de esta disposición. Representa más bien una
alternativa a la orden dictada “directamente” contra el condenado. Por consiguiente, si bien estas dos oraciones
difieren en cuanto a hasta qué punto es directa la orden, tienen en común que en cualquier caso la orden se
dicta contra la persona condenada. […]
La regla 98 de las Reglas de Procedimiento y Prueba dispone que una Sala de Primera Instancia podrá decretar
que una reparación se pague por conducto del Fondo Fiduciario u ordenar que el monto de la reparación
sea depositado en el Fondo Fiduciario en tres circunstancias: 1) cuando sea imposible o impracticable, en el
momento de dictar la orden, hacer pagos individuales directamente a cada una de las víctimas; 2) cuando
el número de las víctimas y el alcance, las formas y las modalidades de la reparación hagan más aconsejable
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Asuntos relativos a reparaciones
de la competencia de la Corte.
La Sala de Apelaciones considera que el principio que halla su expresión en esta decisión es el siguiente: El nexo
causal entre el crimen y el daño para fines de las reparaciones se ha de determinar a la luz de las características
específicas de un caso.
Por consiguiente, la Sala de Apelaciones articula el principio siguiente: En las actuaciones en materia de
reparación, el solicitante aportará pruebas suficientes del nexo causal entre el crimen y el daño sufrido, basadas
en las circunstancias específicas del caso. En este sentido, lo que constituye el criterio probatorio “apropiado” y
lo que es “suficiente” para que el solicitante cumpla con la carga de la prueba dependerá de las circunstancias
específicas del caso concreto. Para fines de una determinación de lo que es suficiente, las Salas de Primera
Instancia deberían tomar en consideración cualquier dificultad cuya presencia se deba a las circunstancias del
caso específico.
[…]
B. Segundo elemento: La orden de reparación ha de identificar a la persona condenada e informarla de su
responsabilidad
[…]
[…] Por consiguiente, la Sala de Apelaciones considera que la obligación de reparar los daños dimana de la
responsabilidad penal individual por los crímenes que causaron los daños y que, por tanto, la persona declarada
culpable de esos crímenes es la persona a la que se habrá de hacer responsable de las reparaciones.
[…]
a) La indigencia de la persona condenada como motivo para no imponer responsabilidades relativas a cualquier
reparación ordenada
[…] [L] a Sala de Apelaciones falla que la Sala de Primera Instancia erró al considerar pertinente la indigencia
del Sr. Lubanga para la determinación de si debería hacerse responsable de cualquier reparación que se pudiera
dictar. […]
En el párrafo 4 de su artículo 75, el Estatuto dispone que “la Corte ... podrá determinar si, a fin de dar efecto a
una decisión que dicte de conformidad con este artículo es necesario solicitar medidas de conformidad con el
párrafo 1 del artículo 90”. En el artículo 93 se relacionan diversas formas de cooperación que la Corte podría
solicitar de los Estados Partes, entre ellas “k) [i] dentificar, determinar el paradero o congelar el producto y los
bienes y haberes obtenidos del crimen y de los instrumentos del crimen, o incautarse de ellos, con miras a su
decomiso ulterior y sin perjuicio de los derechos de terceros de buena fe” (se han añadido las cursivas). La Sala
de Apelaciones considera que la referencia específica que se hace en el párrafo 4 del artículo 75 del Estatuto a
la posibilidad de solicitar la asistencia de los Estados Partes para, entre otras cosas, identificar o congelar los
bienes y haberes indica que la indigencia no es un obstáculo para la imposición de responsabilidades en materia
de reparación contra la persona condenada. En ese sentido, la Sala de Apelaciones señala que la disposición
prevé que la Sala de Primera Instancia podrá solicitar la asistencia de los Estados Partes “para dar efecto a” la
orden de reparación.
La Sala de Apelaciones señala por añadidura que, a tenor de la norma 117 del Reglamento de la Corte, “[l]
a Presidencia, con la asistencia del Secretario cuando sea procedente, comprobará de forma continuada la
situación financiera de las personas condenadas incluso después del cumplimiento de una pena de prisión, a los
efectos de la ejecución de las multas, órdenes de decomiso u órdenes de reparación […] ”. Por tanto, esta norma
confirma que la indigencia en el momento en que la Sala de Primera Instancia dicta una orden de reparación
no es un obstáculo para la imposición de responsabilidades, puesto que la orden se puede poner en ejecución
cuando la comprobación de la situación financiera de la persona condenada revele que esta dispone de los
medios para dar cumplimiento a la orden.
[…]
b) El control por la Sala de Primera Instancia de los “otros recursos” del Fondo Fiduciario
[…]
las consideraciones financieras opuestas que se han de equilibrar para decidir si se ha de suplementar el monto
correspondiente a la reparación ordenada en un caso específico.
[…] La determinación, a tenor de la norma 56 del Reglamento del Fondo Fiduciario, de si se han de asignar los
“otros recursos” a suplementar los recursos recaudados por conducto de órdenes de reparación corresponde
exclusivamente a la discreción del Consejo de Dirección del Fondo Fiduciario.
[…] En los casos en que la persona condenada no pueda cumplir inmediatamente con una orden de reparación
por motivos de indigencia, la Sala de Apelaciones conviene […] en que el Fondo Fiduciario podrá efectuar
un adelanto de sus “otros recursos” con arreglo a la norma 56 del Reglamento del Fondo Fiduciario, pero
esa intervención no exonera a la persona condenada de su responsabilidad. La persona condenada retiene su
responsabilidad, y habrá de reembolsar al Fondo Fiduciario.
[…] [T] an pronto como le sea presentada la versión modificada de la orden de reparación, el Consejo de
Dirección del Fondo Fiduciario podrá decidir si adelantar sus recursos con el fin de permitir la ejecución de la
orden de reparación. Si el Consejo de Dirección decidiera hacerlo, el Fondo Fiduciario podrá reclamar del Sr.
Lubanga los recursos que se hubieran adelantado. Si el Sr. Lubanga fuera declarado indigente, a pesar de los
esfuerzos realizados para identificar sus bienes y haberes, incluso, entre otros medios, a través de solicitudes
de asistencia por los Estados Partes, su situación financiera se comprobará con arreglo a la norma 117 del
Reglamento de la Corte.
[…]
c) Alcance de la responsabilidad de la persona condenada respecto de las reparaciones
[…] [L] a Sala de Apelaciones observa que el alcance de la responsabilidad de una persona condenada respecto
de las reparaciones podría variar a tenor, por ejemplo, de la modalidad de la responsabilidad penal determinada
respecto de esa persona, así como de los elementos específicos de esa responsabilidad. Por consiguiente, la Sala
de Apelaciones estima necesario guiarse por un principio que no había sido articulado previamente por la Sala
de Primera Instancia, a saber: La responsabilidad en materia de reparaciones de una persona condenada ha de
ser proporcional al daño causado y, entre otras cosas, a su participación en la autoría de los crímenes de los que
fue declarada culpable, en las circunstancias específicas del caso.
[…]
C. Tercer elemento: La orden de reparación ha de especificar el tipo de reparaciones, ya sean individuales,
colectivas o ambas
[…]
b) Presunto error al no ordenar reparaciones tanto colectivas como individuales, atendiendo a las solicitudes de
reparación individuales presentadas
[…]
[…] [L] a Sala de Apelaciones considera que los textos legales de la Corte disponen dos procedimientos
distintos para el otorgamiento de reparaciones. El primero, que corresponde al otorgamiento de reparaciones
individuales, se basa principalmente en “solicitudes”, y se rige en particular por las reglas 94 y 95 de las
Reglas de Procedimiento y Prueba. El segundo corresponde a las órdenes de reparación colectivas y en la
parte correspondiente se rige por la subregla 1 de la regla 97 y la subregla 3 de la regla 98 de las Reglas de
Procedimiento y Prueba.
La Sala de Apelaciones considera que los trabajos preparatorios de los textos legales de la Corte aportan un
apoyo adicional a esta distinción. La Sala de Apelaciones observa que, durante la Conferencia de Roma, se
dieron opiniones encontradas en cuanto al concepto de “reparaciones”. En particular, la principal controversia
se centraba en la medida en que la Corte debería participar en la determinación de los casos individuales de
daño, perjuicio o lesión relativos a un crimen. En este sentido, la Sala de Apelaciones considera especialmente
instructiva la nota explicativa relativa a la interpretación del párrafo 1 del artículo 75 del Estatuto, adoptada por
el Comité Plenario, que dispone que algunos delegados opinaban que
[e] sta disposición tiene la intención de que cuando solo haya algunas víctimas la Sala de Primera Instancia pueda
tomar determinaciones acerca de sus daños, perjuicios o lesiones. Cuando las víctimas asciendan a más de unas
pocas, sin embargo, la Sala de Primera Instancia no intentará tomar el testimonio de las víctimas individuales,
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fácticas correspondientes a la totalidad de las actuaciones del juicio. La Sala de Apelaciones considera que
si las reparaciones colectivas solamente se pudieran ordenar sobre la base de las solicitudes de reparaciones
individuales recibidas, se contravendría este principio.
Por consiguiente, la Sala de Apelaciones afirma que, cuando tan solo se ordenan reparaciones colectivas en
virtud de la subregla 3 de la regla 98 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, no se requiere que una Sala
de Primera Instancia se pronuncie sobre el mérito de las solicitudes de reparación individuales. Más bien,
la determinación de que es más procedente ordenar reparaciones colectivas tiene por efecto denegar, como
categoría, las órdenes de reparación individuales. Esta determinación se puede impugnar mediante una
apelación fundada en la consideración por la Sala de Primera Instancia de los factores que se exponen en la
subregla 3 de la regla 98 de las Reglas de Procedimiento y Prueba. […]
[…]
[…] Por consiguiente, la Sala de Apelaciones concluye que los Representantes Legales de las Víctimas V01,
al igual que los Representantes Legales V02 con la Oficina del Defensor Público para las Víctimas, no han
demostrado que una orden de reparaciones colectivas, sin una decisión sobre el fondo de cada solicitud
individual de reparación, no esté en consonancia con los derechos humanos internacionalmente reconocidos.
[…] La Sala de Apelaciones, por tanto, concluye que la decisión de la Sala de Primera Instancia de ordenar
reparaciones colectivas y no pronunciarse sobre el fondo de las solicitudes de reparación individuales no
desmedró los objetivos de las actuaciones en materia de reparaciones.
c) Transmisión de las solicitudes individuales al Fondo Fiduciario
[…]
[…] La Sala de Apelaciones observa que, en el momento de la presentación de solicitudes de reparación, las
víctimas o solicitaron reparaciones individuales o solicitaron una reparación colectiva, sin saber qué tipo de
programa colectivo se aprobaría en última instancia. Por consiguiente, la Sala de Apelaciones concluye que es
necesario obtener el consentimiento de las víctimas cuando se ordena una reparación colectiva, en consonancia
con el principio identificado por la Sala de Primera Instancia de que las reparaciones son totalmente voluntarias.
Además, al instruir al Secretario que transmitiera todas las solicitudes al Fondo Fiduciario, la Sala de Primera
Instancia no incluyó ninguna cláusula en materia de confidencialidad, hecho que contraviene el numeral 2 de
la norma 118 del Reglamento de la Secretaría.
Por consiguiente, la Sala de Apelaciones estima procedente incluir en la orden de reparación una instrucción
para que el Secretario consulte, por conducto de sus Representantes Legales, con las víctimas que presentaron
solicitudes de reparaciones en esta causa, con el fin de obtener su consentimiento a la divulgación de
información confidencial al Fondo Fiduciario para fines de participación en los eventuales programas colectivos
que haya de elaborar el Fondo Fiduciario. Se instruye al Fondo Fiduciario que se abstenga del examen adicional
de estas solicitudes hasta que se haya recibido tal consentimiento y que elimine permanentemente cualquier
información confidencial que pudiera haber almacenado de forma electrónica o en cualquier otro medio en
el supuesto de que no se otorgara el consentimiento. Se instruye al Fondo Fiduciario que, cuando se hayan
aprobado las órdenes de reparación colectivas que se contienen en el proyecto de plan de ejecución, obtenga el
consentimiento para participar en ellas de las víctimas cuyas solicitudes se le hayan transmitido.
[…]
D. Cuarto elemento: Las órdenes de reparación han de definir los daños causados a las víctimas directas e
indirectas como resultado de los crímenes por los que la persona fue condenada, y también identificar las
modalidades de reparación apropiadas a tenor de las circunstancias del caso
[…]
La Sala de Apelaciones observa que el marco estatutario pertinente para las reparaciones prevé la posibilidad
de asistencia pericial en dos fases distintas: 1) antes de que se dicte una orden de reparación según se estipula
en la subregla 2 de la regla 97 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, y 2) después de que se haya dictado la
orden de reparación, en cuyo caso el proceso se rige por el Reglamento del Fondo Fiduciario.
[…]
[…]
Respecto de la evaluación del alcance de los daños, la […] Sala de Apelaciones observa que la subregla 2 de
la regla 97 de las Reglas de Procedimiento y Prueba dispone que una Sala de Primera Instancia “podrá […]
designar los peritos que corresponda para que le presten asistencia a fin de determinar el alcance o la magnitud
de los daños, perjuicios o lesiones causados a las víctimas o respecto de ellas” (se han añadido las cursivas) y
que el Reglamento del Fondo Fiduciario dispone que esta evaluación podrá más bien llevarse a cabo en la fase
de ejecución. En opinión de la Sala de Apelaciones, cuando se leen conjuntamente, estas disposiciones dejan
claro que la Sala de Primera Instancia dispone de dos opciones para la evaluación del alcance del daño. En
primer lugar, la Sala de Primera Instancia podrá, con o sin la asistencia de peritos en virtud de la subregla 22
de la regla 97 de las Reglas de Procedimiento y Prueba, determinar en la orden de reparación el alcance o la
magnitud de los daños, perjuicios o lesiones causados a las víctimas o respecto de ellas. En segundo lugar, la
Sala de Primera Instancia podrá definir los daños causados a las víctimas directas e indirectas y fijar los criterios
que ha de aplicar el Fondo Fiduciario para fines de evaluación del alcance de los daños, ya sea sobre una base
colectiva o individual, a tenor de la orden de reparación. Sobre esa base, el Fondo Fiduciario determinaría
subsiguientemente la magnitud y naturaleza adecuadas de las reparaciones que habrá de proponer en su
proyecto de plan de ejecución.
Por consiguiente, la Sala de Apelaciones afirma que, con miras a proteger los derechos de la persona condenada
y asegurar que no se ordenen reparaciones para remediar unos daños que no hayan resultado de los crímenes de
los que esa persona fue condenada, y también para proteger los derechos de las víctimas a apelar de la exclusión
de cualquier daño que consideren demostradamente causado por estos crímenes, la Sala de Primera Instancia
debe definir con claridad los daños resultantes de los crímenes por los que la persona fue condenada, cuyo
alcance podrá acto seguido ser evaluado por el Fondo Fiduciario para fines de determinación de la magnitud
y naturaleza de las órdenes de reparación. Por tanto, la Sala de Apelaciones determina que la Sala de Primera
Instancia erró al delegar en el Fondo Fiduciario la tarea de definir los daños causados a las víctimas directas e
indirectas como resultado de los crímenes por los que fue condenado el Sr. Lubanga. […]
[…] En este sentido, las limitaciones que se fijan en el presente fallo, para fines de las reparaciones, respecto
de los daños causados a las víctimas directas e indirectas como resultado de los crímenes por los que el Sr.
Lubanga fue condenado son sin perjuicio de otras posibles situaciones, como cuando una Sala de Primera
Instancia determina en la orden de reparación un daño por el que se pueden conceder reparaciones: 1)
que se basa en pruebas presentadas con arreglo a la norma 56 del Reglamento de la Corte durante el juicio
únicamente para fines de reparaciones y que no sirvió de base para las conclusiones de hecho pertinentes
para la sentencia y condena impuesta a la persona; 2) que se basa en pruebas recibidas en una audiencia de
reparaciones, en presentaciones efectuadas por escrito por las partes y los participantes o por peritos cuyos
servicios se obtuvieron para proporcionar tales pruebas; o 3) que se basa en pruebas incluidas en una solicitud
de reparaciones en virtud de la regla 94 de las Reglas de Procedimiento y Prueba en la que se identifica un daño
que no se mencionaba en las decisiones de sentencia y condena. La Sala de Apelaciones observa que estas
situaciones son pertinentes para el marco cronológico previo a la emisión de una orden de reparación y que el
marco estatutario de la Corte incluye disposiciones para que la persona condenada pueda impugnar cualquier
prueba de esa índole que pudiera ser invocada en la posible orden de reparación.
[…]
[…] Por consiguiente, la Sala de Apelaciones considera que la sentencia condenatoria también es pertinente
en la medida en que define el daño causado por los crímenes por los que fue condenado el Sr. Lubanga. […]
[…]
En las circunstancias específicas del presente caso, la Sala de Apelaciones considera que la determinación por
la Sala de Primera Instancia de que los actos de violencia sexual no se podían atribuir al Sr. Lubanga equivale
a concluir que la Sala de Primera Instancia no determinó que de los crímenes por los que se condenó al Sr.
Lubanga resultaron daños causados por la violencia sexual y por razón de género dentro del significado de
la subregla a de la regla 85 de las Reglas de Procedimiento y Prueba. […] Por tanto, la Sala de Apelaciones
considera que no se pueden exigir al Sr. Lubanga responsabilidades en cuanto a las reparaciones respecto de
tales daños, y por consiguiente modifica la Decisión Impugnada en este sentido.
Práctica de la Corte sobre asuntos relacionados a la participación de víctimas | Asuntos relativos a reparaciones
La Sala de Apelaciones considera asimismo que una Sala de Primera Instancia debe identificar en la orden
de reparación las modalidades de reparación más apropiadas, basándose en las circunstancias específicas del
caso concreto. En efecto, la Sala de Apelaciones considera que la identificación del daño causado a las víctimas
directas e indirectas como resultado de los crímenes por los que una persona fue condenada […] guarda relación
con la identificación de las modalidades de reparación apropiadas en ese caso específico. En este sentido, solo
se puede determinar si una modalidad de reparación es procedente haciendo referencia a los daños que fueron
causados y que las reparaciones procuran remediar. No obstante, la Sala de Apelaciones observa que una
modalidad de reparación no es una orden de reparación, en el sentido del Reglamento del Fondo Fiduciario.
Más bien, las órdenes de reparación se diseñan sobre la base de las modalidades de reparación identificadas por
la Sala de Primera Instancia. Por tanto, en opinión de la Sala de Apelaciones, si una Sala de Primera Instancia
no especifica la naturaleza y magnitud de la reparación en la propia orden, ha de identificar las modalidades
de reparaciones apropiadas para las circunstancias de ese caso, en base a las cuales el Fondo Fiduciario designa
acto seguido la orden de reparación. Por consiguiente, la Sala de Apelaciones mantiene que en la orden de
reparaciones la Sala de Primera Instancia ha de identificar, como mínimo, las modalidades de reparación que
considera adecuadas, a tenor de las circunstancias del caso concreto que tiene anti sí. El Fondo Fiduciario
diseñará las reparaciones sobre la base de la totalidad de esas modalidades o parte de ellas; y en su proyecto de
plan de ejecución debería establecer un vínculo entre las modalidades pertinentes y la orden de reparación, con
miras a que la Sala pueda examinar las determinaciones realizadas a este respecto.
[…] La Sala de Apelaciones considera que, al diseñar las reparaciones, el Fondo Fiduciario debería procurar
hacerlo sobre la base de todas las modalidades de reparación identificadas. No obstante, la Sala de Apelaciones
observa que en el diseño de las reparaciones también se tomarán en consideración las opiniones de las víctimas,
de los miembros de las comunidades afectadas, y posiblemente de los peritos durante la fase de consultas, que
el Fondo Fiduciario llevará a cabo antes de presentar su proyecto de plan de ejecución. Por consiguiente, la Sala
de Apelaciones considera que es posible que no todas las modalidades acaben reflejándose en las reparaciones.
En este sentido, si alguna modalidad concreta no sirviera de base para alguna de las reparaciones propuestas
por el Fondo Fiduciario, se instruye a este que incluya una explicación de los motivos por los que esa modalidad
no se refleja en las propuestas de reparaciones.
[…]
E. Quinto elemento: La orden de reparación ha de identificar a las víctimas que pueden optar por beneficiarse
de las reparaciones, o estipular los criterios para poder beneficiarse de ellas
[…]
[…] [C] uando se dicte una orden de reparación en beneficio de una comunidad, solamente podrán optar por
beneficiarse aquellos miembros de la comunidad que cumplan con los criterios pertinentes.
La Sala de Apelaciones observa que ciertos crímenes podrían causar efectos sobre una comunidad en su
conjunto. La Sala de Apelaciones considera que cuando haya un vínculo causal suficiente entre el daño sufrido
por los miembros de esa comunidad y los crímenes por los que se condenó [al acusado] , procede conceder
reparaciones colectivas a esa comunidad, entendida como un grupo de víctimas. […] Sin embargo, la Sala
de Apelaciones considera que se ha de especificar el alcance de la responsabilidad de la persona condenada
relativa a las reparaciones respecto de una comunidad. […]
[…]
[…] La trascendencia de los programas de reparación para una comunidad puede depender de la inclusión de
todos sus miembros, con independencia de la existencia de un vínculo que los una a los crímenes por los que
se condenó a [la persona acusada] . Por consiguiente, es procedente que el Consejo de Dirección del Fondo
Fiduciario considere, en el ejercicio de su mandato en virtud del apartado a) del párrafo 50 del Reglamento del
Fondo Fiduciario, la posibilidad de incluir a los miembros de las comunidades afectadas en los programas de
asistencia que operan en la zona de la situación en la República Democrática del Congo, cuando esas personas
no cumplan con los criterios mencionados.
Véase núm. ICC-01/04-01/06-3129 A A2 A3, Sala de Apelaciones, 3 de marzo de 2015, párrs. 31 y 32; 34;
38; 46; 48; 50 a 55; 65; 69 a 72; 76; 79 a 81; 99; 102 a 104; 111; 113 a 116; 118; 149 a 152; 155 a 156; 160 a 162;
178; 181; 183 a 185; 187; 198 a 201; 211 y 212, y 215.
de los crímenes más graves a reparar los daños causados a las víctimas, y permiten a la Corte asegurar que esos
responsables rindan cuenta de sus actos.
3. El régimen de reparación previsto en el Estatuto no es tan solo una de sus particularidades; también constituye
una de sus características esenciales. El éxito de la Corte, en cierta medida, está vinculado al éxito de su sistema
de reparaciones.
4. Ni estos principios ni la orden de reparación tienen el propósito de incidir en los derechos de las víctimas
a obtener reparaciones en otras causas, ya se interpongan estas ante la Corte o ante instancias nacionales,
regionales o internacionales.
5. Los principios deberían ser conceptos generales que, aunque se hayan formulado a tenor de las circunstancias
de cada caso particular, puedan ser aplicados, ampliados o completados en el futuro por otras salas de primera
instancia.
b. Principios aplicables a las formas de reparación
1. Beneficiarios de las reparaciones
[…]
La Corte reconoce que el concepto de “familia” puede experimentar infinitas variaciones entre una cultura
y otra, y por tanto ha de tomar en consideración las estructuras sociales y familiares de cada caso. En este