Poetiando

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Para la obra de Mallarmé titulada Poésies, véase Poesías (Mallarmé).

El Parnaso (1511) de Rafael: poetas famosos recitan junto a las nueve musas en la cima del monte
Parnaso.

La poesía (del griego ποίησις \poiesis\'acción, creación; adopción; fabricación; composición,


poesía; poema' < ποιέω \poiéo\ 'hacer, fabricar; engendrar, dar a luz; obtener; causar; crear') es
un género literario considerado como una manifestación de la belleza o del sentimiento estético
por medio de la palabra, en verso o en prosa.1 Los griegos entendían que podría haber tres tipos
de poesía, la lírica o canción, cantada con acompañamiento de lira o arpa de mano, que es el
significado que luego se generalizó para la palabra, incluso sin música; la dramática o teatral y la
épica o narrativa. Por eso se suele entender generalmente hoy como poesía la poesía lírica.
También es comprendida como una «modalidad textual» (esto es, como un tipo de texto).2 Es
frecuente, en la actualidad, utilizar el término «poesía» como sinónimo de «poesía lírica» o de
«lírica», aunque, desde un punto de vista histórico y cultural, esta es un subgénero o subtipo de la
poesía.

Evolución histórica del término y el concepto

Grecia

Originalmente en las primeras reflexiones occidentales sobre la literatura, las de Platón, la palabra
griega correspondiente a «poesía» abarcaba el concepto actual de literatura. El término «poiesis»
significaba «hacer», en un sentido técnico, y se refería a todo trabajo artesanal, incluido el que
realizaba un artista. Tal artista es el ποιητής (poietés) 'creador, autor; fabricante, artesano;
hacedor, legislador; poeta', entre las múltiples traducciones que otorga la palabra.
Consecuentemente, «poiesis» era un término que aludía a la actividad creativa en tanto actividad
que otorga existencia a algo que hasta entonces no la tenía.3 Aplicado a la literatura, se refería al
arte creativo que utilizaba el lenguaje antiguo para fundamentalmente cuatro archigéneros o
clasificaciones de composición literaria: la poesía épica o narrativa, la poesía lírica (llamada así
porque se destinaba al canto acompañado de una lira o arpa pequeña de brazo izquierdo), la
poesía dramática o teatral y la poesía didáctica.

La poesía griega se caracterizaba porque se trataba de una comunicación no destinada a la lectura,


sino a la representación ante un auditorio realizada por un individuo o un coro con
acompañamiento de un instrumento musical.4
En su obra La República, Platón establece tres tipos de «poesía» o subgéneros: la poesía imitativa,
la poesía no imitativa y la épica. Dado que la reflexión literaria de Platón se halla en el interior de
otra mucho más amplia, de dimensiones metafísicas, el criterio que usa el filósofo griego para
establecer esta triple distinción no es literario, sino filosófico. Platón, en primer lugar, describe la
creación dramática, el teatro, como «poesía imitativa» en tanto que el autor no habla en nombre
propio, sino que hace hablar a los demás; describe, por su parte, como «poesía no imitativa» a
aquella obra donde el autor sí habla en nombre propio, aludiendo en concreto al ditirambo, una
composición religiosa en honor de Dionisos; por último, establece un tercer tipo de poesía en el
que la voz del autor se mezclaría con la de los demás, los personajes, y ahí es donde sitúa a la
épica.5

De esta primera clasificación platónica, se desprende el origen de la vinculación del género poético
con la característica enunciativa de la presencia de la voz del autor. Por lo demás, el uso del verso
no es en estos momentos relevante, por cuanto la literatura antigua se componía siempre en
verso (incluido el teatro).

Como se ha señalado, Platón trata la literatura en el contexto de su tratamiento de determinados


problemas filosóficos. Será Aristóteles quien, por primera vez, afrontaría la elaboración de una
teoría literaria independiente. La obra clave es su Poética (c. 334 a. C.), esto es, su obra sobre la
poesía.

Aristóteles introduce, en primer lugar, un elemento novedoso en la descripción de la poesía, al


tener en cuenta que, al lado del lenguaje (el «medio de imitación» característico de la poesía), en
determinadas formas de esta se pueden utilizar, además, otros medios como la armonía y el ritmo.
Así, en los géneros dramáticos, la poesía mélica y los ditirambos.

Y en segundo lugar, cuando reflexiona sobre la forma de imitación, distingue entre narración pura
o en nombre propio (ditirambo) y narración alternada (épica), llegando a una división similar a la
que había establecido Platón.6

Roma

Es una de las manifestaciones artísticas más antiguas. La poesía se vale de diversos artificios o
procedimientos: a nivel fónico-fonológico, como el sonido; semántico y sintáctico, como el ritmo;
o del encabalgamiento de las palabras, así como de la amplitud de significado del lenguaje.
Para algunos autores modernos, la poesía se verifica en el encuentro con cada lector, que otorga
nuevos sentidos al texto escrito. De antiguo, la poesía es también considerada por muchos autores
una realidad espiritual que está más allá del arte; según esta concepción, la calidad de lo poético
trascendería el ámbito de la lengua y del lenguaje. Para el común, la poesía es una forma de
expresar emociones, sentimientos, ideas y construcciones de la imaginación.

Aunque antiguamente, tanto el drama como la épica y la lírica se escribían en versos medidos, el
término poesía se relaciona habitualmente con la lírica, que, de acuerdo con la Poética de
Aristóteles, es el género en el que el autor expresa sus sentimientos y visiones personales. En un
sentido más extenso, se dice que tienen «poesía» situaciones y objetos que inspiran sensaciones
arrobadoras o misteriosas, ensoñación o ideas de belleza y perfección. Tradicionalmente referida a
la pasión amorosa, la lírica en general, y especialmente la contemporánea, ha abordado tanto
cuestiones sentimentales como filosóficas, metafísicas y sociales.

Sin especificidad temática, la poesía moderna se define por su capacidad de síntesis y de


asociación. Su principal herramienta es la metáfora; es decir, la expresión que contiene implícita
una comparación entre términos que naturalmente se sugieren unos a los otros, o entre los que el
poeta encuentra sutiles afinidades. Algunos autores modernos han diferenciado metáfora de
imagen, palabras que la retórica tradicional emparenta. Para esos autores, la imagen es la
construcción de una nueva realidad semántica mediante significados que en conjunto sugieren un
sentido unívoco y a la vez distinto y extraño.

Historia de su origen

Tablilla sobre el diluvio, del Poema de Gilgamesh, (c. siglo VII a. C.), Museo Británico.

Hay testimonios de lenguaje escrito en forma de poesía en jeroglíficos egipcios de 25 siglos antes
de Cristo. Se trata de cantos de labor y religiosos. El Poema de Gilgamesh, obra épica de los
sumerios, fue escrito con caracteres cuneiformes y sobre tablas de arcilla unos 2000 años antes de
Cristo. Los cantos de la Ilíada y la Odisea, cuya composición se atribuye a Homero, datan de ocho
siglos antes de la era cristiana. Los Veda, libros sagrados del hinduismo, también contienen himnos
y su última versión se calcula fue redactada en el siglo III a. C. Por estos y otros textos antiguos se
supone justificadamente que los pueblos componían cantos que eran trasmitidos oralmente.
Algunos acompañaban los trabajos, otros eran para invocar a las divinidades o celebrarlas y otros
para narrar los hechos heroicos de la comunidad. Los cantos homéricos hablan de episodios muy
anteriores a Homero y su estructura permite deducir que circulaban de boca en boca y que eran
cantados con acompañamiento de instrumentos musicales. Homero menciona en su obra la figura
del aedo (cantor), que narraba sucesos en verso al compás de la lira. El ritmo de los cantos no solo
tenía la finalidad de agradar al oído, sino que permitía recordar los textos con mayor facilidad.

La poesía lírica tuvo expresiones destacadas en la antigua Grecia. El primer poeta que escogió sus
motivos en la vida cotidiana, en el período posterior a la vida de Homero, fue Hesíodo, con su obra
Los trabajos y los días. A unos 600 años antes de Cristo se remonta la poesía de Safo, poeta nacida
en la isla de Lesbos, autora de odas celebratorias y canciones nupciales (epitalamios), de las que se
conservan fragmentos. Anacreonte, nacido un siglo después, escribió breves piezas, en general
dedicadas a celebrar el vino y la juventud, de las que sobrevivieron unas pocas. Calino de Éfeso y
Arquíloco de Paros crearon el género elegíaco, para cantar a los difuntos. Arquíloco fue el primero
en utilizar el verso yámbico (construido con «pies» de una sílaba corta y otra larga). También
escribió sátiras. En el siglo V a. C. alcanzó su cima la lírica coral, con Píndaro. Se trataba de
canciones destinadas a los vencedores de los juegos olímpicos.

Roma creó su poesía basándose en los griegos. La Eneida, de Virgilio, se considera la primera obra
maestra de la literatura latina, y fue escrita pocos años antes de la era cristiana, al modo de los
cantos épicos griegos, para narrar las peripecias de Eneas, sobreviviente de la guerra de Troya,
hasta que llega a Italia. La edad de oro de la poesía latina es la de Lucrecio y Catulo, nacidos en el
siglo I a. C., y de Horacio (maestro de la oda), Propercio y Ovidio. Catulo dedicó toda su poesía a
una amada a la que llamaba Lesbia. Sus poemas de amor, directos, simples e intensos, admiraron
a los poetas de todos los tiempos.

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