TESIS PARASITOSIS

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA JUAN MISAEL

DIRECCIÓN DE POSGRADO

MAESTRIA EN EPIDEMIOLOIA CON MENCION

INCIDENCIA DE ENTEROPARASITOSIS EN NIÑOS DE 5 A 7 AÑOS Y SU


REPERCUSIÓN EN EL ESTADO NUTRICIONAL EN LA UNIDAD EDUCATIVA
IRONCOLLO

MAESTRANTE: DANITZA REYNERI CATALAN HUANCA

2024
Contratapa

I
Hoja de aprobación

II
Hoja de advertencia

III
Dedicatoria (Opcional)

IV
Agradecimientos (Opcional)

V
Índice de contenido

INDICE
INTRODUCCIÓN..............................................................................................................................................3

ANTECEDENTES..........................................................................................................................................4

DESCRIPCION DEL PROBLEMA....................................................................................................................8

OBJETO GENERAL:......................................................................................................................................9

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:..........................................................................................................................10

MARCO TEORICO..........................................................................................................................................10

1.- CONCEPTO...........................................................................................................................................10

2.-CLASIFICACION.....................................................................................................................................11

3.-TRANSMISIÓN......................................................................................................................................11

3.1 TRANSMISIÓN FECAL-ORAL DE PARÁSITOS....................................................................................12

3.2 TRANSMISIÓN DE PARÁSITOS A TRAVÉS DE LA PIEL.......................................................................12

GIARDIASIS...........................................................................................................................................14

ENTAMOEBA HISTOLYTICA....................................................................................................................15

BLASTOCYSTIS HOMINIS.......................................................................................................................16

3.3 DIAGNÓSTICO.................................................................................................................................18

3.4 TRATAMIENTO....................................................................................................................................18

5.-TRATAMIENTO......................................................................................................................................20

6.-PREVENCIÓN........................................................................................................................................20

6.1 Prevención de parásitos adquiridos por vía oral.............................................................................21

VI
Índice de tablas

Índice de figuras

Índice de anexos

VII
Resumen

VIII
1. INTRODUCCIÓN
Las enteroparasitosis son infecciones causadas por parásitos
intestinales que afectan significativamente la salud y el bienestar de las
poblaciones, especialmente en áreas con condiciones socioeconómicas
desfavorables. En Bolivia, el departamento de Cochabamba es uno de los
más afectados por esta problemática.

La unidad educativa Ironcollo, ubicada en el municipio de Quillacollo,


es un ejemplo de cómo las enteroparasitosis pueden afectar la salud y el
desarrollo de los niños en edad escolar. Los niños entre 5 y 7 años son
particularmente vulnerables a estas infecciones debido a su sistema
inmunológico en desarrollo y a su mayor exposición a los parásitos en el
entorno escolar y comunitario.

La incidencia de enteroparasitosis en esta población puede tener


graves repercusiones en su estado nutricional, ya que los parásitos pueden
competir con el huésped por los nutrientes esenciales, lo que puede llevar a
deficiencias nutricionales y problemas de crecimiento y desarrollo.

Esta investigación busca determinar la incidencia de enteroparasitosis


en niños de 5 a 7 años de la unidad educativa Ironcollo y analizar su
repercusión en el estado nutricional de esta población. Los resultados de
este estudio contribuirán a la identificación de estrategias efectivas para
prevenir y controlar las enteroparasitosis en esta población y mejorar su
salud y bienestar general.

Es un problemas de salud pública como las parasitosis


intestinales, la anemia y el retraso en el crecimiento siguen afectando
a niños y niñas en todo el mundo especialmente en zonas rurales y
desfavorecidas. Estas condiciones tienen un gran impacto en la salud y el
desarrollo de los infantes. Las enteroparasitosis intestinales constituyen un
grupo de enfermedades que se encuentran ampliamente distribuidas a nivel

1
mundial, causadas por protozoos y helmintos, los cuales comprometen al
individuo, la familia y la comunidad con una prevalencia alta en países
tropicales y subtropicales. (CARRILLO CORONEL & DURAN CANARTE,
2024, pág. 3963) Parr 1.

En los niños infectados, los parásitos intestinales causan anemia,


deficiencia de vitamina A, retraso en el crecimiento, malnutrición, y trastornos
del desarrollo físico y cognitivo3. La giardiasis, la criptosporidiosis y la
amebiosis se encuentran entre las infecciones entéricas de mayor
prevalencia alrededor del mundo. Debido a su importancia en países menos
desarrollados, estas enfermedades han sido recientemente incluidas por la
Organización Mundial de la Salud dentro del grupo de "enfermedades
olvidadas o descuidadas", que impide el desarrollo y retrasa cambios socio-
económicos importantes en países en desarrollo.

2
2. ANTECEDENTES
Las geohelmintiasis son una de las parasitosis más comunes en el
mundo, y se estima que 1500 millones de personas, el 24 % de la población
mundial, están infestadas. Estas infestaciones afectan a las comunidades
más pobres y desfavorecidas de zonas tropicales y subtropicales con un
acceso deficiente a servicios de agua limpia, saneamiento e higiene, y la
prevalencia más alta se ha notificado en el África subsahariana, China,
América del Sur y Asia. Las geohelmintiasis transmiten a través de los
huevos de los parásitos eliminados con las heces fecales de las personas
infestadas, que, a su vez, contaminan el suelo en zonas donde el
saneamiento es deficiente. Más de 260 millones de niños en edad
preescolar, 654 millones de niños en edad escolar, 108 millones de niñas
adolescentes y 138,8 millones de embarazadas y madres lactantes viven en
zonas donde la transmisión de esos parásitos es intensa y, por esa razón,
necesitan tratamientos e intervenciones preventivas.

Se calcula que, en todo el mundo, más de 600 millones de personas


están infestadas por S. stercoralis. No obstante, dado que este parásito
también se transmite en zonas de saneamiento deficiente, su distribución
geográfica se solapa con la de las otras geohelmintiasis. (OPS, 2022) parr7,
8.

En el Perú, país en vía de desarrollo, s e encontró una


prevalencia del 64 % para los parásitos de tipo patógeno. También se ha
observado que uno de cada tres peruanos se halla infectado con uno o más
tipos de parásitos y que según la región, predomina un tipo diferente, tal es
así que los protozoarios abundan en la costa y sierra, mientras que los
helmintos están más presentes en la selva. La parasitosis intestinal es
prevalente en zonas rurales y urbano-marginales por las condiciones
ecológicas favorables para su transmisión y las insuficientes condiciones
sanitarias. (VIVE REVISTA DE INVESTIGACION EN SALUD, 2024)

3
Los parásitos intestinales tienen mayor impacto en las poblaciones
infantiles ya que pueden, a largo plazo, conducir a un retraso en el
crecimiento con alteración del desarrollo cognitivo. Sumado a esto, los
entornos de vulnerabilidad social favorecen la transmisión y permanencia de
estos parásitos en el ambiente. En un estudio transversal realizado en el
Municipio de Hurlingham, Buenos Aires (conurbano bonae rense), se estimó
la prevalencia de enteroparasitosis y sus factores de riesgo asociados en una
población infantil concurrente a Centros de Atención Primaria para la Salud
locales mediante un análisis coproparasitológico, un test de Graham y una
encuesta socioambiental y laboral. Resultados: Un total de 66 niñas (50.8%)
y 64 niños (49.2%) entre 0 a 12 años fueron analizados. El 89.1% de los
mayores de 4 años estaban escolarizados. (SCIELO, 2022)

Las geohelmintiasis y las enteroparasitosis son problemas de salud


pública significativos a nivel mundial, especialmente en países en vías de
desarrollo. Estas infestaciones afectan principalmente a las comunidades
más pobres y desfavorecidas, y se transmiten a través de la contaminación
del suelo y el agua.

En América Latina, la prevalencia de enteroparasitosis es alta,


especialmente en zonas rurales y urbano-marginales. En Perú, se encontró
una prevalencia del 64% para los parásitos de tipo patógeno, mientras que
en Argentina, un estudio encontró una alta prevalencia de enteroparasitosis
en una población infantil.

Los parásitos intestinales tienen un mayor impacto en las poblaciones


infantiles, ya que pueden conducir a un retraso en el crecimiento y alteración
del desarrollo cognitivo. Es fundamental abordar las causas subyacentes de
la transmisión de estas enfermedades, como la falta de acceso a agua
potable y saneamiento, y promover hábitos higiénicos y prácticas de salud
seguras.

4
Las parasitosis intestinales son infecciones comunes a nivel mundial,
que afectan predominantemente a países en vías de desarrollo como Bolivia,
se estima que 1 de cada 3 personas está infectada por parásitos intestinales
en las Américas, siendo más vulnerables los niños de 5 a 12 años de edad
debido a la falta de hábitos higiénicos adquiridos en esta etapa. Actualmente
se estima que existen 17 especies parasitarias como potenciales productores
de infección intestinal en Bolivia, de los cuales 5 corresponden a protozoos y
12 a helmintos. (REVISTA SALUD PUBLICA EN ACCION, 2022, pág. 1)

La prevalencia tanto de helmintos como de protozoarios varía de


acuerdo a los pisos ecológicos; la zona andina o el altiplano, los valles, y la
zona tropical o la amazonia. A su vez, la frecuencia de los parásitos varía de
acuerdo a el área donde se encuentra: urbana, urbana marginales y rural.
Son muy escasos los trabajos realizados en frecuencias y distribución de
enteroparásitos en el área rural en el departamento de La Paz, la mayoría de
los trabajos pertenecen a área urbana o acopiada en los centros de salud
(Chávez Padilla, Salamanca Capusiri, & Soto Sánchez, 2014). Parr 2,3

Estas afecciones son conocidas como enfermedades desatendidas,


por la poca importancia que dan los gobiernos y por ser consideradas de
baja prioridad de salud pública internacional. Las elevadas tasas de
infestación por parásitos intestinales en países latinoamericanos son un
reflejo de la situación en la que viven sus habitantes, en ocasiones
persistentemente expuestos a un entorno contaminado con microorganismos
patógenos, además de las deficiencias en los hábitos de higiene.
Frecuentemente, la elevada prevalencia de enteroparasitosis, está
relacionada con la contaminación fecal del agua de consumo y suelo, o de
los alimentos añadidos las deficientes condiciones sanitarias, de educación,
higiene y socioculturales.

La información sobre incidencia y prevalencia de enteroparasitos en


Bolivia, es insuficiente y con deficiencias técnicas en su procesamiento en

5
las fases: pre-analítica, analítica y post-analítica, de trabajos de
investigación, que no siempre aplican las reglas de estudio, procedimientos
de laboratorio inadecuados, y tampoco proporcionan datos epidemiológicos
confiables (Alarcon & Teran Aventura, 2021) . Parr 4, 5,6.

Las parasitosis intestinales son un problema de salud pública


significativo en Bolivia, afectando principalmente a niños en edad escolar y a
poblaciones vulnerables. La prevalencia de helmintos y protozoarios varía
según la región geográfica y el área de residencia.

La falta de hábitos higiénicos, la contaminación fecal del agua y el


suelo, y las deficiencias en la educación y las condiciones sanitarias
contribuyen a la alta prevalencia de enteroparasitosis en Bolivia.

Es importante destacar que la información sobre la incidencia y


prevalencia de enteroparasitos en Bolivia es insuficiente y presenta
deficiencias técnicas. Por lo tanto, es fundamental realizar estudios
epidemiológicos confiables y aplicar medidas efectivas para prevenir y
controlar las parasitosis intestinales en el país.

La prevención y control de las parasitosis intestinales en Bolivia


requieren un enfoque integral que involucre a los sectores de salud,
educación, infraestructura y comunidad. Es fundamental abordar las causas
subyacentes de la transmisión de parasitosis intestinales, como la falta de
acceso a agua potable y saneamiento, y promover hábitos higiénicos y
prácticas de salud seguras.

6
3. DESCRIPCION DEL PROBLEMA
Las parasitosis intestinales son infecciones muy comunes a nivel
mundial, afectando predominante a países en vías de desarrollo como el
nuestro. Se estima que 1 de cada 3 personas está infectada por parásitos
intestinales en la región de las Américas y cerca de 46 millones de niños
entre 1 a 14 años están en riesgo de adquirir parásitos intestinales, de estos
33,3 millones corresponden a niños entre 5 y 12 años de edad debido a la
falta de hábitos higiénicos adquiridos en esta edad.

A esto se suman factores predisponentes ya conocidos como falta de


saneamiento básico, agua potable, crianza de animales peri domicilio, pobres
condiciones socioeconómicas que no solo condicionan la persistencia de la
infección sino también la diseminación de estos parásitos. Bolivia se
encuentra dentro de los países de la región de las Américas con mayor
prevalencia de parasitosis intestinales, al igual que Guatemala, Haití, México,
Honduras, Nicaragua, Perú y República Dominicana. Dependiendo de la
especie parasitaria, los niños afectados pueden presentar signo
sintomatología variada, sin embargo, muchas infecciones pasan
desapercibidas representando un factor de morbimortalidad importante en el
futuro, que condiciona al desarrollo subsecuente de retraso del crecimiento,
malnutrición, trastornos del desarrollo físico y cognoscitivo, además de
consecuencias económicas y sociales para la población de la comunidad
afectada. (DAVILAS, 2023, pág. 2) parr 1,2.

El retraso en el crecimiento constituye en una disminución de la tasa


de desarrollo normal de altura y de peso en los niños según la edad y el
sexo. De acuerdo con la OMS afecta alrededor de 162 millones de niños
menores de 5 años en todo el mundo. La desnutrición, las infecciones
y falta de alimentación adecuada son factores que afectan el crecimiento
normal de los niños. Es así que las infecciones parasitarias pueden

7
desempeñar un papel importante en este padecimiento al afectar
negativamente la absorción de nutrientes esenciales y debilitar el sistema
inmunológico. La Encuesta Nacional de Salud en Nutrición en el Ecuador, el
15% de los niños en edad escolar (5 a 9 años) presentan retraso en el
crecimiento, con variaciones mínimas según la edad y el género. Además, la
tasa de sobrepeso y obesidad alcanza el 29 %.En el año 2022, en el
subcentro de Tierras Coloradas en la ciudad de Loja, la prevalencia de
parasitosis entre los niños que acudieron a este centro de atención
primaria, permitió plantearse la necesidad de investigar las
enteroparasitosis, anemia y la falta de crecimiento en el lugar, teniendo
como objetivo principal relacionar las variables ya mencionadas,
realizando un estudio exhaustivo que involucra la recolección de datos
epidemiológicos, de análisis de muestras fecales y sanguíneas, así como la
valoración de parámetros antropométricos con la evaluación del estado
nutricional de los niños. (CARRILLO CORONEL & DURAN CANARTE, 2024,
pág. 3964)

8
4. OBJETO GENERAL:
Determinar la incidencia de enteroparasitosis en niños de 5 a 7 años y
su repercusión en el estado nutricional en la Unidad Educativa Ironcollo.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

1. Determinar la prevalencia de enteroparasitosis en niños de 5 a


7 años en la Unidad Educativa Ironcollo a través del análisis de muestras
fecales.

2. Identificar los tipos de parásitos intestinales más comunes


(helmintos y protozoos) en los niños afectados por enteroparasitosis en la
unidad educativa.

3. Evaluar los indicadores nutricionales (peso, talla, índice de


masa corporal) de los niños infectados con parásitos intestinales y
compararlos con los niños no afectados.

4. Analizar la relación entre la presencia de enteroparasitosis y el


estado nutricional de los niños, identificando posibles correlaciones entre las
infecciones parasitarias y los signos de desnutrición o retraso en el
crecimiento.

5. Proponer recomendaciones de salud pública y prácticas


educativas para la prevención y tratamiento de las enteroparasitosis en la
comunidad escolar, con el fin de mejorar el estado nutricional y bienestar de
los niños.

9
MARCO TEORICO

Los parásitos intestinales afectan en mayor frecuencia a los seres humanos,


por lo cual se los estudia como un problema de salud pública; los niños
menores de 5 años, edad escolar, adultos mayores son los más susceptibles
a presentar diferentes parásitos, los cuales son transmitidos por vía fecal-
oral; secundario a varios factores de riesgo presentes en su día a día, como
la mala sanidad con la que manipulan los alimentos, la falta de servicios
básicos en su residencia, factores sociales, económicos, culturales; además
del manejo inadecuado de los desechos, afectando en la higiene en general
de estos pacientes, desarrollando un círculo vicioso de infecciones entre los
diferentes miembros de la familia (UNIVALLE, 2023, pág. 90) 2 parr.

2. CLASIFICACION

La clasificación de los parásitos es un aspecto fundamental en el


estudio de la parasitología, que se ocupa de los organismos que viven a
expensas de otros, conocidos como hospedadores. Esta clasificación puede
realizarse de diversas maneras, considerando factores como la localización,
el ciclo de vida y la morfología de los parásitos.

Clasificación según la localización

Los parásitos se clasifican en dos categorías principales según su


ubicación en el hospedador:

Ectoparásitos: Organismos que viven en la superficie del hospedador.


Ejemplos incluyen pulgas, garrapatas y piojos. Estos parásitos pueden
causar infestaciones sin necesariamente invadir los tejidos del hospedador
(Torres Cantero, 2018).

Endoparásitos: Organismos que habitan dentro del cuerpo del


hospedador. Esta categoría incluye a los protozoos y helmintos, que pueden
causar infecciones más profundas y severas (CDC, 2023).

10
Clasificación según el ciclo de vida

Los parásitos también se pueden clasificar según su ciclo de vida:

Monoxenos: Parásitos que requieren un solo hospedador para


completar su ciclo vital. Un ejemplo es Giardia lamblia.

Heteroxenos: Parásitos que necesitan múltiples hospedadores para


llevar a cabo su ciclo de vida. Un ejemplo es Plasmodium, el agente
causante de la malaria (Torres Cantero, 2018).

Clasificación morfológica

Desde un punto de vista morfológico, los parásitos se dividen en tres


grupos principales:

Protozoos: Organismos unicelulares que pueden ser móviles o no. Se


clasifican en:

Amebas (Sarcodina): Ejemplo: Entamoeba histolytica.

Flagelados (Mastigophora): Ejemplo: Giardia intestinalis.

Ciliados (Ciliophora): Ejemplo: Balantidium coli.

Esporozoos: Ejemplo: Plasmodium spp. (CDC, 2023).

Helmintos: Organismos multicelulares que incluyen:

Trematodos: Gusanos planos como Schistosoma.

Cestodos: Gusanos segmentados como Taenia.

Nematodos: Gusanos redondos como Ascaris lumbricoides (López-


Rodríguez & M.J., 2011).

Artrópodos: Incluyen a los ectoparásitos mencionados anteriormente,


como pulgas y garrapatas, que son cruciales en la transmisión de diversas
enfermedades (Torres Cantero, 2018).

11
3.-TRANSMISIÓN

Los parásitos suelen penetrar en el organismo a través de la

1. Boca
2. Piel

Los que entran por la boca son deglutidos y pueden permanecer en el


intestino o penetrar por la pared intestinal invadiendo otros órganos, y A
menudo, los parásitos penetran en la boca a través de la transmisión fecal-
oral.

Algunos parásitos penetran directamente a través de la piel. Otros se


transmiten por las picaduras de insectos.

En raras ocasiones, los parásitos se propagan a través de transfusiones


sanguíneas, en órganos trasplantados, a través de punciones con una aguja
usada previamente por una persona infectada o desde una mujer
embarazada a su feto.

Otros microorganismos infecciosos, como ciertos virus y bacterias, también


se transmiten por estos mismos métodos.

3.1 TRANSMISIÓN FECAL-ORAL DE PARÁSITOS

La transmisión fecal-oral es una forma común de contraer un parásito. Fecal


se refiere a las heces o materia fecal y oral se refiere a la boca, incluyendo
las cosas que se introducen en la boca. La infección que se transmite a
través de la vía fecal-oral se contrae cuando una persona, de alguna manera,
ingiere algo contaminado con heces de otra persona o de un animal (como
un perro o un gato) infectados. Muchos parásitos invaden el tubo digestivo de
las personas o residen en éste. Por lo tanto, los parásitos o sus huevos están
a menudo presentes en sus heces.

12
Las personas infectadas a menudo contagian su infección cuando no se
lavan las manos adecuadamente después de usar el baño. Debido a que sus
manos están contaminadas, todo lo que tocan después puede estar
contaminado con parásitos (o con bacterias o virus que causan trastornos del
tubo digestivo). Si la persona toca alimentos con las manos contaminadas
(por ejemplo en restaurantes, tiendas de alimentación o en su propio hogar),
estos se pueden contaminar. Y cualquier persona que se coma esos
alimentos puede contraer la infección.

3.2 TRANSMISIÓN DE PARÁSITOS A TRAVÉS DE LA PIEL

Algunos parásitos viven dentro del cuerpo y entran a través de la piel. Es


posible que hayan entrado directamente a través de la piel tras perforarla

Se hayan introducido a través de la picadura de un insecto infectado

Algunos parásitos, como los anquilostomas, penetran a través de la piel de


las plantas de los pies cuando una persona camina descalza sobre suelo
contaminado. Otros, como los esquistosomas, que son trematodos
(fasciolas), penetran a través de la piel cuando el individuo camina descalzo
o se baña en agua contaminada con parásitos.

Los insectos que transportan y transmiten microorganismos que causan


enfermedades se denominan vectores. Algunos insectos vectores transmiten
parásitos llamados protozoos (como los que causan la malaria) y algunos
helmintos (como los que causan la oncocercosis, o ceguera de los ríos).
Muchos de estos parásitos tienen ciclos de vida muy complejos.

Los insectos (por ejemplo, los piojos) y los ácaros (por ejemplo, la sarna) que
residen en la piel o la excavan se conocen como ectoparásitos. Se
transmiten al tener contacto cercano con una persona infectada o sus
pertenencias.

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La ingestión no implica solo alimentos. Por ejemplo, si una persona con
manos contaminadas toca un objeto, como una puerta del baño, la puerta se
puede contaminar. Otra persona que toca la puerta contaminada y luego se
toca la boca con los dedos se puede infectar a través de la vía fecal-oral.

La infección se puede transmitir a través de la vía fecal-oral de otras formas,


entre las cuales se encuentran

Beber agua contaminada con aguas residuales sin tratar (en zonas con
malas condiciones sanitarias)

Comer mariscos crudos (como ostras y almejas) que han sido cultivados en
agua contaminada

Comer frutas crudas o verduras lavadas con agua contaminada

Participar en actividad sexual que implique contacto entre la boca y el ano

Nadar en piscinas que no han sido adecuadamente desinfectadas o en lagos


o zonas marítimas que están contaminadas con aguas residuales

(MANUAL MSD, s.f.)

GIARDIASIS

Es la infestación más común entre los protozoos enteropatógenos del


hombre, fundamentalmente en climas templados y en niños de guarderías y
orfanatos. Es frecuente en áreas con malas condiciones sanitarias y
tratamiento limitado del agua. Se consideran grupos de riesgo los niños (más
frecuente entre los 2 y los 6 años) que asisten a guardería, trabajadores de
cuidado infantil, individuos institucionalizados, viajeros en áreas endémicas,
inmunocomprometidos y pacientes diagnosticados de fibrosis quística. Se
presenta en dos formas distintas: trofozoítos o forma vegetativa y quistes o
forma infectiva. Los trofozoítos viven en las criptas glandulares y submucosa

14
de duodeno y yeyuno proximal, mientras que los quistes se forman en el
duodeno de manera intermitente y se excretan por las heces, contaminando
el agua, alimentos y manos. Durante la etapa de trofozoíto pueden aparecer
síntomas debido al daño de la mucosa intestinal. Tras un periodo de
incubación de 1-2 semanas existen tres posibles evoluciones:

1) Estado de portador asintomático (50-75% de los niños infectados) que


puede durar hasta seis meses.

2) Gastroenteritis aguda de unas 2-4 semanas de duración

3) Diarrea crónica, por incapacidad para erradicar el parásito con lesión


vellositaria secundaria, malabsorción intestinal de grasas, tránsito intestinal
enlentecido, intolerancia a la lactosa, sobre crecimiento bacteriano intestinal,
pérdida de peso, meteorismo, distensión y dolor abdominal. Algunos
pacientes desarrollan afecciones hepáticas (co Protocolos • Parasitosis
intestinales lecistitis, colangitis, hepatitis granulomatosa) y se han descrito
también posibles secuelas crónicas (síndrome de intestino irritable, fatiga
crónica, malnutrición, trastornos cognitivos, urticaria, angioedema, eritema
multiforme, úlceras bucales, miocarditis, hipocalcemia, miopatía
hipopotasémica, artritis reactiva, uveítis, lesiones de retina o deterioro de la
función pancreática exocrina).

El diagnóstico se realiza tras el hallazgo de quistes o trofozoítos en heces y/o


en jugo duodenal. Existen técnicas de detección del antígeno específico
GSA-65 mediante ELISA, PCR e inmunofluorescencia con anticuerpos
monoclonales. En pacientes con síntomas característicos y pruebas
negativas puede ser precisa la realización de endoscopia digestiva con toma
de biopsia duodenal, donde se puede observar fijación de trofozoítos a la
superficie de las vellosidades de las células epiteliales intestinales. Se
recomienda tratar la infestación, aunque el paciente esté asintomático, para
evitar la transmisión a la comunidad. En caso de persistir la clínica, se debe

15
repetir ciclo de tratamiento y descartar inmunodeficiencia. Debido al riesgo
de propagación fecal, todos los miembros de la familia deben ser estudiados
y tratados.

ENTAMOEBA HISTOLYTICA

Las amebas son organismos unicelulares, móviles mediante pseudópodos y


la de las que viven en el tracto digestivo de los humanos se comportan como
comensales. Pueden adquirir durante su ciclo vital dos formas básicas:
trofozoíto, forma vegetativa, activa y móvil y quiste, que es la forma de
resistencia. Entamoeba histolytica es la única ameba de reconocido poder
patógeno. La infección se produce al ingerir agua o alimentos contaminados
con quistes del parásito, resistentes a las bajas temperaturas, a la cloración
de las aguas y a los ácidos gástricos y enzimas digestivas, que llegan al
íleon, en donde cada quiste da lugar a ocho trofozoítos. Los trofozoítos
colonizan la luz del colon, pudiendo invadir la mucosa, extenderse por debajo
del epitelio intestinal y producir las características úlceras con forma de
matraz. En el 90% de los casos no produce sintomatología (portador
asintomático). En el 10% restante puede adoptar formas distintas:

1) Colitis amebiana crónica no disentérica que es más frecuente (90%) y que


cursa con pérdida de peso, dolor abdominal y ritmo intestinal alternante.

2) Colitis amebiana aguda disentérica: cuadro grave de diarrea con moco,


pus y sangre, pujos, tenesmo rectal, pérdida de peso y dolor abdominal,
habitualmente afebril. Pueden aparecer complicaciones como ulceraciones
en colon y región perianal, megacolon tóxico y colitis fulminante.

3) Amebiasis invasiva extraintestinal: en casos excepcionales, las amebas


invaden el torrente sanguíneo y pueden producir peritonitis, lesiones
cutáneas, lesiones genitales y abscesos en hígado, pulmón y SNC.

16
El diagnóstico de la amebiasis se realiza mediante la detección de trofozoítos
o quistes en las heces. Las técnicas de detección de coproantígenos con
anticuerpos monoclonales, análisis isoenzimático o PCR permiten distinguir
entre las distintas especies.

La serología es particularmente útil en el diagnóstico de enfermedad


extraintestinal, cuando los estudios de heces pueden ser negativos. Es
posible el diagnóstico mediante estudio histológico de las biopsias
endoscópicas de las úlceras amebianas o tras resección quirúrgica, pudiendo
identificarse los trofozoítos en el borde de la úlcera o dentro del tejido. Todas
las infecciones por E. histolytica deben tratarse, incluso en ausencia de
síntomas, dado el riesgo de enfermedad invasiva y de propagación. Los
pacientes sintomáticos requieren tratamiento con dos fármacos, un
amebicida tisular y uno luminal. En los asintomáticos solo es preciso un
amebicida luminal para prevenir la invasión y la transmisión. (BARROS,
MARTINEZ, & ROMERO, 2023, pág. 125)

BLASTOCYSTIS HOMINIS

DEFINICIÓN Y ETIOPATOGENIA

1. Agente etiológico: protista unicelular y anaerobio Blastocystis hominis,


eucarionte. Su taxonomía ha sido ampliamente discutida por décadas. Su
ciclo vital todavía no se ha determinado por completo. Se caracteriza por una
gran variabilidad de etapas de desarrollo, entre las que se puede distinguir la
forma vacuolar, granular, multivacuolar, avacuolar, ameboide y quistes. La
forma de desarrollo detectada con mayor frecuencia en las heces es la

17
vacuolar. Se considera que el quiste de paredes gruesas es la forma
infectante para el ser humano.

2. Patogenia: no ha sido del todo conocida. Su capacidad patógénica ha sido


ampliamente discutida. La presencia de Blastocystis hominis se observa en
personas con sintomatología digestiva variable, no obstante, no se puede
descartar que la causa sean otros organismos concomitantes. Se han
descrito casos con edema e inflamación de la mucosa intestinal, así como
con úlceras en el colon.

3. Reservorio y vía de transmisión: el principal reservorio de B. hominis es el


ser humano, además de diversos animales, p. ej. perros, cerdos, mamíferos
primates, aves, roedores o reptiles, entre otros.

El parásito se transmite por vía fecal-oral, tras consumir agua o alimentos


contaminados por heces humanas.

EPIDEMIOLOGÍA

B. hominis es un parásito cosmopolita, aunque las invasiones se observan


con mayor frecuencia en los países en vías de desarrollo con condiciones
sanitarias deficientes. A menudo, las infecciones se detectan en personas
infectadas por VIH, pacientes de servicios psiquiátricos y en niños en
jardines infantiles y guarderías.

La infección por B. hominis en forma muy frecuente es asintomática (estado


de portador).

Cuadros sintomáticos de la enfermedad:

1) leve: el más frecuente, se manifiesta con diarrea (sin sangre), dolor


abdominal, náuseas, pérdida de peso corporal, a veces exantema con
máculas pequeñas

18
2) agudo: se presenta esporádicamente, se caracteriza por diarrea acuosa,
dolor abdominal espasmódico.

3.3 DIAGNÓSTICO

1. Identificación del agente etiológico: observación de las formas de


desarrollo de B. hominis en el estudio microscópico de las heces. Se deben
realizar múltiples estudios en intervalos de unos días, ya que el parásito es
expulsado en el tiempo y cantidad variables. A causa de la diversidad de los
estadios morfológicos de B. hominis, el estudio estándar de las heces al
fresco debe acompañarse de un frotis y una fijación con tinción tricrómica.

Diagnóstico diferencial

Otras parasitosis del tracto digestivo, diarrea infecciosa, trastornos


funcionales digestivos, incluso síndrome del intestino irritable.

3.4 TRATAMIENTO

Generalmente, la infección no requiere tratamiento específico. Este está


indicado en caso de infección en enfermos con colitis ulcerosa o enfermedad
de Crohn, inmunodeprimidos y en caso de una infección muy masiva.

1) Tratamiento de elección: metronidazol 500-750 mg 3 × d durante 10 días


o 1,5 g 1 × d durante 7 días; o cotrimoxazol 320/1600 mg 1 × d o en 2 dosis
divididas durante 7 días. Algunos expertos recomiendan una mayor dosis
diaria de cotrimoxazol: 320/1600 mg 2 × d.

2) Tratamiento alternativo: iodoquinol 650 mg 3 × d durante 10-20 días,


nitazoxanida 500 mg 2 × d durante 3 días, paromomicina 500 mg 3 × d
durante 7 días o 25 mg/kg 3 × d durante 10 días, tinidazol 2 g 1 × d durante
5 días.

Tratamiento sintomático

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Como en el caso de la diarrea infecciosa -Diarrea aguda infecciosa.

COMPLICACIONES

B. hominis puede provocar exacerbaciones de la colitis ulcerosa.

PRONÓSTICO

Generalmente el pronóstico es bueno.

PREVENCIÓN

Métodos específicos

Métodos no específicos

1. Evitar el consumo de agua y comida contaminadas (especialmente en


países de clima cálido, Diarrea del viajero.

2. Cumplir las reglas de higiene personal.

Notificación obligatoria

4.- SINTOMAS

Pueden presentar:

1. Episodios de diarrea explosiva, alternada con constipación


2. Diarrea crónica, sin explicación
3. Acidez
4. Dolor y distención abdominal
5. Náuseas, vómitos
6. Mal aliento

Puede haber prurito (picazón) en la zona anal o la nariz, falta de apetito (no
siempre hay pérdida de peso), trastornos del sueño, irritabilidad; según el
tipo de parásito presente, puede haber fiebre, alergia en la piel y/o tos.

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Los parásitos pueden causar malabsorción y deficiencia de nutrientes y,
como consecuencia, anemia crónica y retraso del crecimiento o desarrollo
cognitivo en los niños.

https://www.andromaco.com/publicaciones/temas-de-salud/articulo/359-
parasitosis-intestinales-cuales-son-los-sintomas

5.-TRATAMIENTO

Fármacos antiparasitarios

Algunas infecciones parasitarias no precisan tratamiento porque remiten por


sí solas.

Algunos fármacos (fármacos antiparasitarios) están especialmente diseñados


para eliminar parásitos o, en el caso de algunas infecciones por gusanos,
reducir el número de los mismos para que los síntomas desaparezcan.
Además, ciertos antibióticos y fármacos antifúngicos son eficaces contra
algunas infecciones parasitarias.

No existe un único fármaco eficaz contra todos los parásitos. Para algunas
infecciones parasitarias, ningún fármaco es eficaz.

6.-PREVENCIÓN

A pesar de la considerable inversión e investigación, actualmente solo se


dispone de una vacuna para la prevención de las infecciones parasitarias
humanas, y es para la malaria (véase WHO recommends groundbreaking
malaria vaccine for children at risk [la Organización Mundial de la Salud,

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OMS, recomienda la innovadora vacuna contra la malaria para los niños en
riesgo de padecerla]

En general, las medidas que contribuyen a prevenir la infección por parásitos


consisten en:

 Una buena higiene personal


 Evitar las picaduras de insectos
 Evitar el contacto con agua o suelo contaminados

Muchas medidas preventivas son razonables en todas partes, pero algunas


son más importantes en áreas específicas. Los centros para la prevención y
el control de enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention,
Travelers' Health page) proporcionan información acerca de las precauciones
necesarias en cada zona concreta.

6.1 Prevención de parásitos adquiridos por vía oral

Se debe ser especialmente cuidadoso cuando se viaja a zonas donde los


métodos de saneamiento son cuestionables. Además, es importante pensar
qué es lo que se está comiendo o bebiendo antes de consumirlo y
asegurarse de que el alimento está cocinado de forma adecuada y de que el
agua no está contaminada. Por ejemplo, se debe evitar beber de los lagos y
arroyos, así como tragar agua cuando se utilizan piscinas o parques
acuáticos. Incluso el agua que se ve fresca y limpia puede contener
parásitos, por lo que no se debe usar la apariencia del agua para juzgar su
inocuidad para beber.

A quienes viajan a zonas donde alimentos, bebidas y agua pueden estar


contaminados por parásitos, pueden serles muy útiles los consejos
siguientes

Evitar el consumo de agua del grifo

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"Cocinar, hervir, pelar u olvidarse"

Debido a que algunos parásitos sobreviven a la congelación, los cubitos de


hielo a veces pueden transmitir la enfermedad, a menos que estén hechos
con agua purificada.

El lavado de manos exhaustivo utilizando agua y jabón es muy importante.


Las personas que preparan alimentos para otros (por ejemplo, los
trabajadores de un restaurante) deben tener especial cuidado al lavarse las
manos, ya que pueden transmitir la infección a muchas personas. Lavarse
las manos es importante en las siguientes situaciones:

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