TEORIA DE LA CONSTITUCION UNIDAD 1

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TEORIA DE LA CONSTITUCION

PROFESORA MARIA DE LOURDES OJEDA SERRANO


GRUPO D – 108 14:00 A 15:00 HORAS

UNIDAD 1. CONCEPTO Y UBICACIÓN DEL DERECHO CONSTITUCIONAL

1.- Concepto y características del Derecho Constitucional (Principales corrientes)


Antes de entrar al análisis del concepto del Derecho Constitucional y sus diversas interpretaciones hechas por distintos
autores, nos referiremos primero a sus caracteres entendiéndose por este enunciado, a los rasgos distintivos de nuestra
materia de estudio. El nacimiento del Derecho Constitucional, como disciplina jurídica autónoma, data de fines del siglo
XVIII y principios del XIX. Según el profesor argentino Pablo A. Ramella, "las primeras cátedras se impartieron en Ferrara,
Italia, enseñadas por Giuseppe Campagnoni di Luzo. Después, hicieron lo mismo en Pavia, Boloña y en París; y es
precisamente en territorio francés donde la materia cambia de nombre de Derecho Público, por el de Derecho
Constitucional. El surgimiento de las primeras Constituciones y su propagación hacia diversos países, estuvo inducido
por una corriente filosófico-política, que se conoce como "Constitucionalismo", que dio origen a los llamados Estados de
Derecho, cuya característica sobresaliente es la sumisión del gobierno a las normas jurídicas, es decir, la
institucionalización de la figura de la Constitución, como "la expresión del límite hasta donde ha llegado la conquista
revolucionaria, porque en ella han quedado consagrados los triunfos de las fuerzas de la libertad sobre las del
despotismo". Significa someter al poder del Estado dentro del ámbito del Derecho.
El autor ecuatoriano Rodrigo Borja afirma, que las ideas generadoras del Constitucionalismo, esquemáticamente, se
pueden resumir en cinco. Nos permitimos citarlas, puesto que pueden servir, además, para entender el objeto y fin del
Derecho Constitucional.
1.- La transformación del Estado, fundado en la pura arbitrariedad, en un Estado de Derecho; desapareciendo la
antinomia entre soberano y súbdito.
2. Consagración del principio de la soberanía popular, o sea, conversión en favor del pueblo, del concepto de la
soberanía que durante muchos años fue patrimonio exclusivo del rey.
3. Sometimiento del pueblo, pero no a un poder de pura dominación, sino a normas de Derecho, convertidas por el
mismo pueblo en imperativos éticos que permitan la sana convivencia social.
4. Imposición de un sistema de libertades al poder del Estado, que garantice la libre acción de los individuos y
salvaguardarles una suma de derechos personales, frente al Estado.
5. Promoción de un régimen de seguridad jurídica. Este destacado concepto implica, que los individuos adquieran
certidumbre y confianza en la aplicación recta y efectiva del derecho en todos los casos.
Para el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, Antonio Colomer Viadel, “el Constitucionalismo” no es una
teoría política que describe el poder ni el comportamiento político. Es una doctrina que señala como debe ser el derecho
positivo y como debe aplicarse e interpretarse para alcanzar el estado de Derecho".
Según este autor hispano, el Derecho Constitucional tiene una triple dimensión: la primera, una perspectiva jurídica
basada en la evolución histórica-constitucional de las instituciones jurídicas y el desarrollo Ideológico y axiológico de los
sentimientos y emociones que llegan a decantarse en la idea de la Constitución; la segunda, una dogmática jurí dica que
mediante la técnica interpreta, describe y analiza el derecho establecido mediante la Constitución; y la última, una
perspectiva que indague sobre los caminos de superación de crisis jurídicas y acarree elementos para la evolución
jurídica "mejorativa", mediante la cual "pueda llegar a ser cierta la añeja afirmación de los clásicos de que: el hombre es
la medida de las cosas".
La Constitución, como objeto principal de estudio del Derecho Constitucional, es el producto de la creación de la
sociedad, que sintetiza la historia de un pueblo, que toma lo que le fortalece como nación y prohíbe los elementos
fácticos que le han herido -para tratar de evitar su reproducción-; que procura interpretar su sociología y psicología
social para formalizar sus costumbres, tradiciones, formas de ser y modos de querer ser; traduciendo todo ello en una
Ley Fundamental que garantice imperativamente su contenido.
La jerarquía suprema de la Constitución solo puede entenderse como derivación de un principio filosófico fundamental:
el de la Soberanía Popular. Efraín de Polo Bernal, considera que la concepción sublimizada de la norma constitucional.
"nos lleva a la despersonalización de la soberanía y a la afirmación de la Constitución como suprema".
Según Feliciano Calzada Padrón, el concepto ideal del Derecho Constitucional, debe establecerse mediante una serie de
condiciones. En primer término, se entiende que las normas constitucionales deben ser una premisa de justicia, y que
indispensablemente implica la instauración de un orden, para consecuentemente encarnar el valor de la seguridad.
El Derecho Constitucional, como rama importante de la Ciencia Jurídica, nos dice Ignacio Burgoa, está integrado "como
un conjunto de normas cuyos atributos esenciales concurrentes son la bilateralidad, la imperatividad y la coercitividad.
Estos atributos distinguen a la norma jurídica de las demás normas de conducta humana"
Rodrigo Borja, sostiene que son dos, substancialmente, las fuentes del Derecho Constitucional: la ley -la de categoría
superior o constitucional, así como las leyes ordinarias dictadas con referencia a la propia Constitución- y; la costumbre.
Jorge Carpizo, resume de manera más integral -a nuestro parecer- a las fuentes del Derecho Constitucional que son:
a) La Constitución;
b) La costumbre;
c) La jurisprudencia;
d) Las leyes que reglamentan preceptos constitucionales; y,
e) El derecho constitucional comparado. (Que actualmente es estudiado en Europa a veces hasta como un sustituto
de la materia del Derecho Constitucional).

1.1.1 Carl Schmitt


Para el maestro alemán Carl Schmitt, el Derecho Constitucional se entiende como una consecuencia de la existencia de
la Constitución misma. Según su particular punto de vista, el surgimiento de la Constitución germana de Weimar en 1919
-dentro de la corriente de influencia del Estado liberal-burgués- creó la necesidad de erigir una Teoría o Ciencia de la
Constitución, como resultado de una tendencia inevitable del mundo occidental. Es decir, podemos inferir que para este
notable tratadista, el Derecho Constitucional es aquél que se encarga, consecuentemente, del estudio de la
Constitución. En 1927, en su "Teoría de la Constitución", este autor dice que cualquier hombre, entidad u objeto, se
encuentra de alguna manera en una "constitución", pero para la materia de nuestro estudio, esa palabra se debe limitar
a la "Constitución" de un Estado, es decir, a la unidad política de un pueblo.

1.1.2 Hans Kelsen


Este autor alemán, sostiene que, debido al carácter dinámico del Derecho, una norma vale en tanto y en la medida en
que ha sido producida en la forma determinada por otra norma de categoría superior, que configura el fundamento
inmediato de validez de la primera. Este proceso representa espacialmente una relación de supra a subordinación.
La Constitución, es la norma fundadora básica, hipotética en ese sentido, fundamento de validez suprema, que establece
la unidad de esta relación de producción y coordinación entre las normas jurídicas de un Estado. Es el estrato superior
jurídico positivo del orden normativo estatal.
Distingue entre dos conceptos a la Constitución. La Constitución en sentido material, designa a "la norma o normas
positivas que regulan la producción de las normas jurídicas generales. Esa Constitución puede haber sido producida por
vía de la costumbre, o por un acto a ello dirigido de uno o varios individuos, es decir, mediante un acto legislativo.
La Constitución en sentido formal o escrita, es el documento denominado "Constitución", que no sólo contiene normas
que regulen la legislación, esto es, la producción de normas jurídicas generales, sino también normas que se refieren a
otros objetos políticos importantes, así como disposiciones según las cuales, las normas contenidas en ese documento -
la Constitución- no pueden ser derogadas o modificadas como simples leyes, sino bajo condiciones más difíciles,
mediante un procedimiento especial. Por lo tanto, Kelsen sostiene que materialmente, la Constitución debe contener:
las normas que regulan la producción de normas jurídicas ordinarias de un Estado, es decir, la legislación estatal; la
determinación de los órganos facultados para llevar a cabo dicho proceso -"sean leyes u ordenanzas"-; la autorización a
los tribunales que podrán juzgar las leyes; los órganos que habrán de aplicarlas; un catálogo de derechos y libertades
fundamentales; y, un sistema que la proteja, que le permita invalidar actos o leyes que la vulneren, así como para que
sólo pueda ser modificada o suprimida, bajo condiciones más difíciles.
1.1.3 Karl Loewenstein
Este autor, también de origen alemán, publicó a fines de los años cincuenta, otra obra intitulada en español "Teoría de la
Constitución", que aportó un enfoque novedoso al análisis de la materia constitucional. Aunque su método de estudio se
aleja del ámbito riguroso de lo jurídico-normativo y se acerca más al de la Ciencia Política, la posición de este
investigador del constitucionalismo, resulta imprescindible para poder conceptualizar y comprender en su justa medida,
la importancia que la sociedad contemporánea ha dado a la Constitución. Como premisa fundamental de su teoría,
destaca que es el fenómeno del Poder la clave para comprender a la sociedad estatal. El poder político debe ser
conocido, observado, explicado y valorado en cuanto a sus manifestaciones y resultados, con lo cual establece una
Cratología o Ciencia del Poder.
El Estado Constitucional y por ende, el Constitucionalismo, se resumen en el hecho de un acuerdo de la comunidad
sobre una serie de reglas fijas, que obligan tanto a los detentadores como a los destinatarios del poder, como el mejor
medio para dominar y evitar el abuso del poder político por parte de los gobernantes. Ese mecanismo organiza a las
reglas en un documento formal: la Constitución. Es decir, Loewenstein define al Derecho Constitucional como el mejor
instrumento para controlar el uso del Poder Político.
Generalizando dentro de la Teoría Constitucional, Loewenstein considera como elementos fundamentales e
irreductibles de toda auténtica Constitución:
 La diferenciación de las tareas estatales y su distribución entre diversos órganos del Estado o detentadores del
poder, para evitar la concentración del poder y generar la autocracia.
 El establecimiento de mecanismos de coordinación entre los diversos detentadores del poder. Frenos y
contrapesos, como dispositivos para la limitación del poder político.
 La conformación de procedimientos para la resolución de conflictos y bloqueos entre los diferentes
detentadores del poder autónomos, para que no lo hagan por sus propios medios y sometan el proceso del
poder a una dirección autocrática.
 El método racional de reforma constitucional, para la adaptación pacífica del orden normativo a las cambiantes
condiciones sociales y políticas para evitar la ilegalidad, el uso de la fuerza o en caso extremo, la revolución.
 Por último, la Ley Fundamental debe de contener un reconocimiento expreso de ciertas esferas de
autodeterminación individual, o sea, derechos individuales y libertades fundamentales, así como los recursos
legales que garanticen su protección frente a los detentadores del poder.

1.1.4 Herman Heller


Este profesor alemán concibe a la Constitución del Estado desde tres puntos de vista:
a) La Constitución como Realidad Social. Cuando la realidad social de una comunidad adquiere ordenación y forma, de
especial manera, aparece concretamente la existencia del Estado. Esa ordenación, que procura mantener de manera
análoga en el futuro a la cooperación de la sociedad, es lo que Héller llama "Constitución, con el sentido de la ciencia de
la realidad". La Constitución normada por el derecho conscientemente establecido y asegurado, es la " Constitución
Organizada ". El Estado no puede ser concebido ni como sociedad ni como comunidad exclusivamente. Su ley decisiva de
formación -Constitución- es ciertamente su organización; pero no solo por medio de ella crece considerablemente su
valor de efectividad social, sino que sin ella no tiene, en general, existencia. Dicho de otra manera, sin Constitución no
hay Estado. Enuncia dos elementos básicos para el derecho: la normalidad, que puede ser jurídica o extra jurídica,
impuesta por la costumbre, la moral, la religión, la urbanidad, la moda, etc.; y por el otro lado, la normatividad. Con
bastante frecuencia, el uso social, la realidad no normada o normada extrajurídicamente, se revela más fuerte que la
norma estatal, pero la normalidad tiene que ser reforzada y completada por la normatividad para crear una
"Constitución Normada". Con frecuencia, las normas constitucionales, se presentan como un querer y un deber ser,
opuestos a la realidad y al ser social, como una disposición nueva con respecto al orden social ya existente.
Precisamente en el hecho de que la constitución política de una comunidad, se vea influida de manera consciente y
según un plan, por una creación autoritaria de normas -en este intento de una normalización general para el territorio,
por medio de una legislación central- radica la esencia del Estado moderno. Las relaciones reales que crean las normas
de la Constitución, no pueden impedir que en épocas de crisis, el poder prácticamente del más fuerte se imponga para
realizar la necesaria unidad del Estado.
b) Constitución Jurídica Destacada u Objetivada. Héller hace una crítica a dos de los principales exponentes del
constitucionalismo: a Hans Kelsen, porque considera al Estado y a la Constitución como un deber ser exclusivamente; así
como también a Carl Schmitt, quien según Héller pretende eliminar de la Constitución toda normatividad. La
Constitución del Estado jurídicamente normada -nos dice el maestro alemán- es también expresiones de las relaciones
de poder, tanto físicas como psíquicas. Las normas constitucionales, tienen la función de procurar vigencia a una
normalidad a la que se reconoce valor, positivamente, o sea, a la conducta que enmarca la Constitución, no obstante, el
cambio de tiempos y de personas. La dogmática jurídica del Derecho Constitucional, existe para servir a una continuidad
histórica y sistemática de la organización de una sociedad.
La orden y la sentencia en el Estado de Derecho, deben basarse en la ordenanza de la ley; y esta, a su vez, en la
Constitución, debido a que la unidad y ordenación de la conexión de acción organizada del Estado requiere un sistema
de supra a subordinación, eficaces.
Habrá Constitución jurídica objetivada, cuando ésta sea referida constantemente al sujeto humano y sea
constantemente actualizada por los hombres.
c) Constitución Escrita o Formal. Significa la totalidad de los preceptos jurídicos fijados por escrito en el texto
constitucional. Este texto debe armonizar con la Constitución material y debe ordenar fundamentalmente los órganos y
funciones del Estado. Las lagunas constitucionales deber cubrirse con la tradición, la conveniencia política, la situación
de poder y la conciencia jurídica.

1.1.5 García Pelayo


Este autor español, hace un profundo análisis respecto al concepto del Derecho Constitucional y al elemento
individualizado que le da su objeto de estudio, que es la Constitución, partiendo básicamente de una crítica al aspecto
racional-normativo clásico. Esto es, si bien acepta que el Derecho Constitucional es la "ordenación de las competencias
supremas de un Estado", dice que esta ciencia no se agota en ellas. El Derecho Constitucional vigente "no es la pura
norma, sino la síntesis de la tensión entre la norma y la realidad como la que se enfrenta". Según este autor hispano -
quien en la parte final de su vida presidió el Tribunal Constitucional de su país, al fin del franquismo y la reinstauración
del constitucionalismo- el estudio del Derecho Constitucional se desarrolla mediante las disciplinas siguientes:
a) Derecho Constitucional Particular. Cuyo objeto es interpretar, sistematizar y en ocasiones, criticar a las normas
jurídico-constitucionales vigentes de un Estado determinado. Se trata pues, de una de las disciplinas que integran la
jurisprudencia de un orden jurídico positivo dado.
b) Derecho Constitucional Comparado. Su misión es destacar singularidades y contrastes del estudio teórico entre las
normas jurídico-constitucionales de varios Estados.
c) Derecho Constitucional General. Es una especie de Teoría General del derecho constitucional democrático-liberal. A
diferencia del Comparado, aquí no se busca destacar singularidades o contrastes, sino solamente notas generales y
comunes durante un tiempo dado o bien, de un sistema determinado.
El origen y formación del Derecho Constitucional, como ciencia autónoma y sistemáticamente ordenada, tiene lugar -en
opinión de este autor- hasta entrado el siglo XIX, con la cristalización del Estado Constitucional, concretamente motivada
por la transformación fundamental de la estructura jurídico-político tradicional de las sociedades antiguas, que dieron
pie a la configuración del Estado contemporáneo; y, para ello, a su juicio, contribuyeron los siguientes factores:
1. La proliferación de Constituciones escritas;
2. La necesidad de establecer conceptos explicativos y reglas de interpretación;
3. Consecuentemente, la exigencia de crear una teoría que unificara la pluralidad normativa, mediante criterios
axiológicos.

1.1.6 Ignacio Burgoa Orihuela


El autor del Prefacio de la segunda edición de este libro y querido maestro nuestro, Don Ignacio Burgoa, sostenía que el
Derecho Constitucional es una importante rama de la Ciencia Jurídica -o sea, de la disciplina cultural- que estudia al
Derecho como conjunto de normas de conducta, cuyos atributos esenciales concurrentes son: la bilateralidad, la
imperatividad y la coercitividad. El maestro Burgoa opina, que, aunque parezca tautológico, debe decirse que el Derecho
Constitucional, es aquel que se encarga del estudio de la Constitución. Pero no de la Constitución in abstracto, como un
ente ideal, carente de juridicidad; ni como un conjunto de principios deontológico, sin consagración positivo-normativa;
sino del análisis de una Constitución específica, particular de un Estado determinado. En su objeto de investigación,
radica la diferencia entre el "Derecho Constitucional" y la "Teoría Constitucional", pues en tanto que ésta última trata de
formular y explicar determinados principios, que pueden tener o no acogida en alguna Constitución en concreto, aquél,
según dijimos, analiza la existencia de un cierto orden jurídico constitucional. El estudio de una Constitución, debe
comprender a todas sus disposiciones, agrupándolas sistematizadamente en diversas instituciones o materias. Por ende,
la comprensión didáctica del Derecho Constitucional debe abarcar todas esas instituciones o materias que en la
Constitución se encuentran normadas o previstas -de modo fundamental o básico-, ponderándolas únicamente como
contenido de las disposiciones constitucionales respectivas. Según Burgoa, la metodología que debe emplearse en el
estudio del Derecho Constitucional, o sea, en el análisis de una Constitución determinada, consiste en el examen de los
conceptos y principios generales y abstractos que ésta utiliza -como tópicos de la Teoría del Estado y de la Teoría
Constitucional- para después ponderarlos desde el punto de vista de su consagración normativa en cierta Ley
Fundamental.

1.1.7 Felipe Tena Ramírez


En sus estudios, el maestro mexicano hace un detallado recorrido histórico para describir el origen y evolución del
Derecho Constitucional. En el ámbito internacional, destaca que fue en Italia -antes que en ningún otro país- donde se
fundaron las primeras cátedras de la materia. En México, Tena Ramírez concede a Ignacio L. Vallarta y a Emilio Rabasa, la
más alta investidura en cuanto a sus aportaciones al constitucionalismo nacional. Resulta muy interesante su posición
metodológica para tratar de distinguir al Derecho Constitucional de la Teoría del Estado, refiriendo que esta última se
ocupa del análisis doctrinal de la materia estatal en lo general, pero que excluye en su método lo referente al estudio
individual del Estado. "Pues bien, dice Tena, la doctrina individual y específica de determinado régimen de Estado, es el
Derecho Constitucional. Tena, sostiene que el Derecho Constitucional no puede ser nunca formalismo puro, sino el
común aliento jurídico de cada pueblo, la expresión más alta de su dignidad cívica, el complejo más íntimo de su historia.
No puede concebirse sino en cuanto aspiración concreta de cada pueblo a ejercitar su soberanía, conforme a principios
que tienen un mínimo de generalidad, como son la democracia, la representación, la división de poderes, los derechos
fundamentales de la persona. El Derecho Constitucional es la técnica de la libertad. "Es el derecho del Estado, cuando el
Estado es de Derecho. Coincidiendo con otras tendencias europeas, nos dice que no es posible recluirse en el
formulismo de los textos, sin emplear el análisis sociológico e histórico, para descubrir el significado real de la
Constitución por debajo de su estructura formal.

1.1.8 Daniel Moreno Diaz


El maestro Moreno Díaz, sustenta que, en primer término, hay un acuerdo general en ubicar al Derecho Constitucional
como rama del Derecho Público, y que su finalidad es la constitución política y social del Estado. Respecto a la institución
estatal afirma que se trata de "una organización que pretende asegurar la convivencia de un conglomerado humano y su
supervivencia como una comunidad. Señala que si coincidimos en ubicar al Derecho Constitucional dentro del sistema
de la normatividad, se trata de un conjunto de normas que tienen por objeto la organización del Estado y el
funcionamiento de sus poderes y agrega: "Derecho Constitucional es una disciplina que estudia la estructura del Estado
y fundamentalmente, su Constitución, aunque ésta, que es la Ley Fundamental, no contenga de un modo forzoso todos
los preceptos básicos, sino que hay un vasto complejo de normas, que aunque tienen como base la Constitución, no
forman parte de ella. Al igual que el español García Pelayo, subdivide nuestra materia para su estudio en: Derecho
Constitucional Particular, Comparado y General; solo que en cuanto a lo que se refiere al Derecho Particular, difiere un
tanto, pues Manuel García establece que, para su apreciación, el objeto de esta disciplina es interpretar, sistematizar y
criticar a las normas constitucionales vigentes de un Estado determinado, para integrar una especie de jurisprudencia de
un orden jurídico positivo dado. El mexicano, en cambio, limita el objeto de su estudio, únicamente al análisis y
sistematización de las fórmulas jurídico-políticas básicas de un Estado particular, es decir, el análisis y estudio de los
sistemas constitucionales de cada país por separado. Destaca igualmente, como metodología de estudio del Derecho
Constitucional -coincidiendo en ello con las posiciones teóricas europeas- a los métodos histórico, jurídico, así como
también, al sociológico.
1.1.9 Pablo Biscaretti Di Ruma
Este jurista italiano, en su obra "Introducción al Derecho Constitucional Comparado", hace una diferenciación novedosa
sobre el concepto del Derecho Constitucional. Establece que existe un "Derecho Constitucional General" que constituye
un capítulo específico de la Teoría General del Derecho, destinado a comprender en sus esquemas dogmáticos una serie
muy amplia de instituciones de los más diversos ordenamientos positivos. Asimismo, distingue a las "Ciencias del
Derecho Constitucional Particular", estimadas como relativas a un único ordenamiento estatal. Esto es, Biscaretti da el
rango de "Ciencia" al estudio individual y ex profeso de cada Constitución de cualquier Estado en particular. Por último,
aclara el concepto de la "Ciencia del Derecho Comparado" como "una de las ciencias jurídicas, cuyo objeto es el estudio
profundo de los ordenamientos constitucionales de los Estados". Es decir, considera a este género comparativo
poseedor de un estricto método de investigación, y por lo tanto, una ciencia jurídica autónoma o sea, una especie de
"Ciencia que estudia a las Ciencias Constitucionales Particulares". El método comparativo, resulta aceptable para cumplir
cuatro finalidades: 1) para alcanzar los lineamientos dogmáticos de la Teoría General del Derecho de manera
completa y satisfactoria;
2) para lograr una mejor interpretación y valoración de las instituciones jurídicas del ordenamiento nacional;
3) para proporcionar un buen conocimiento de leyes e instituciones de países similares por sus estructuras, que induzca
a imitarlas, pero sólo después de haber realizado las reformas necesarias impuestas por las diversas situaciones
particulares del Estado que las adopte;
4) tratar de alcanzar la ambiciosa meta de la "unificación legislativa", como está ocurriendo contemporáneamente en la
Unión Europea.
Para lograr estas finalidades, es preciso allegarse del conocimiento de factores políticos, históricos, económicos y
sociológicos, es decir, la Ciencia Constitucional, sea particular o general, debe usar aportaciones de las "ciencias no
jurídicas". Entre estas disciplinas, menciona principalmente a la Ciencia Política para identificar cómo se ejercita el poder
en la realidad de una sociedad humana en particular; a la historia de las doctrinas políticas, para conocer las
concepciones y programas de acción de algunos de los ordenamientos constitucionales; y por último, incluye también a
las sociologías del derecho o de la política, así como a la filosofía del derecho, a la historia constitucional, a la historia
política, así como aquellas de carácter específico sobre las instituciones políticas y los partidos políticos, incluyendo la
historia administrativa.

1.1.10 Linares Quintana


Para quien fuera el director del Instituto de Derecho Constitucional y Político de la Facultad de Derecho y Ciencias
Sociales de Buenos Aires, en su obra "Teoría e Historia de la Constitución", el Derecho Constitucional tiene como
finalidad el establecer la garantía de la libertad y la dignidad del individuo, mediante la sumisión o acomodación del
Estado, íntegramente considerado, al Derecho. El constitucionalismo de nuestra época, o sea de la era atómica -como la
llama el maestro argentino- sólo puede ser un constitucionalismo social, que encare al hombre, no como un individuo
aislado, sino en cuanto y en función de miembro de la comunidad. En otros términos, el constitucionalismo ha de ser
social, en el sentido de que han de equilibrarse armónicamente los intereses sociales e individuales, pero en modo
alguno para desembocar en el allanamiento de los valores supremos del Derecho Constitucional: la libertad y la dignidad
del individuo.
Para Linares Quintana, el Derecho Constitucional debe servir de fórmula que equilibre el interés social o estatal, con el
interés del individuo. El Derecho Constitucional, y por ende la Constitución, deben establecer las bases que regulen los
riesgos entre un régimen absoluto de derechos individuales sin limitación alguna y un sistema también extremo de
derechos sociales que restrinjan la libertad hasta hacerla desaparecer. Ni el interés individual se debe oponer al de la
colectividad; ni la democracia social y económica se pueden contraponer y excluir a la democracia política. El
absolutismo individual, desemboca en anarquía y caos; la omnipresencia y omnipotencia del Estado, crea un clima
propicio al totalitarismo.

1.1.11 Mario de la Cueva


El insigne jurista mexicano -quien fuera director de la facultad de Derecho de la UNAM- hizo una serie de precisiones
invaluables respecto a los orígenes del término Derecho Constitucional, para efecto de ubicar debidamente a nuestra
materia, dentro del ámbito de la Ciencia Jurídica. En primer término, establecía que la acepción Derecho Constitucional
procede de la corriente interpretativa francesa que quiere decir "Derecho de la Constitución o Derecho Contenido en la
Constitución". Los autores españoles hablan de "Derecho Político" como un concepto sinónimo, a su vez, los
constitucionalistas alemanes, emplean la expresión: "Derecho del Estado". De la Cueva considera que ambos términos
son demasiado amplios, pues significan el derecho de cualquier organización político-estatal, o si se quiere, se refieren al
derecho de una forma cualquiera de Estado. Una definición tan laxa beneficiaría igualmente a los estados absolutistas o
totalitarios. En cambio, el concepto Derecho Constitucional, como ciencia que estudia la Constitución, ubica de mejor
manera nuestro campo de estudio y análisis. La constitución, segun este autor, tiene dos acepciones: es sinónimo de
realidad, y quiere decir, la manera concreta de ser de una unidad estatal; pero, además, se define como norma jurídica
fundamental y comprende los principios básicos de la estructura del Estado y las relaciones de este con los particulares o
sea estas interpretaciones constituyen la base de lo que se conoce con el nombre de Estado de Derecho.
De la Cueva establece que únicamente el derecho sirve como fundamento del Estado de Derecho contemporáneo, cuya
esencia radica en la subordinación del poder al orden jurídico y, por lo tanto, en el Derecho Constitucional descansan
una serie de ideas y principios constitutivos, en lo que podría denominarse como Constitucionalismo. En consecuencia,
el término Derecho Constitucional pretende significar el ordenamiento normativo del Estado que realiza la idea del
Estado de Derecho. Al analizar la relación entre Derecho Público y Derecho Constitucional, De la Cueva sostiene que si
bien el Derecho Constitucional contiene los principios fundamentales del Derecho Público, por otra parte, goza de una
auténtica autonomía, toda vez que las normas que crean, estructuran y facultan al Estado y sus órganos así como las que
fijan los derechos fundamentales del hombre -por citar algunos ejemplos- son exclusivas del ámbito constitucional y
nunca pueden confundirse con las esferas administrativas, penales o procesales, ni con ninguna otra especialidad. Es
decir, el Derecho Constitucional proporciona las bases generales y establece los límites de las demás ramas particulares
del Derecho Público.

1.1.12 André Hauriou


Este francés, hijo del también prominente jurista y politólogo Maurice Hauriou, sostiene que el objeto del Derecho
Constitucional se puede definir como "el encuadramiento jurídico de los fenómenos políticos". Su misión es "la de
organizar, en el marco del Estado-Nación, una coexistencia pacífica del poder y de la libertad". Los fenómenos políticos,
advierte, son relaciones interhumanas en el marco de la sociedad organizada, y pueden abordarse a partir de tres planos
diferentes: el reconocimiento total del hombre por el hombre mismo, en primer término; la determinación de lo que es
bueno para la sociedad; y, por último, el de las relaciones entre dirigentes o gobernantes y gobernados. Siguiendo la
tendencia actual europea, se acerca más en su análisis hacia la Ciencia Política, pero profundiza en tratar de desentrañar
la relación de las normas de derecho con los factores políticos y sus consecuencias. Nos dice que los fenómenos políticos
son los que se refieren a la conducción de los hombres que viven en sociedad, pero aclara que, para las investigaciones
del Derecho Constitucional, el tipo de sociedad que prioritariamente nos interesa, es el Estado.
Para incitar a los integrantes de una sociedad a actuar de alguna manera determinada, existen fundamentalmente dos
medios de acción política: la persuasión, que es la influencia sobre la voluntad humana -mediante la palabra o por
escrito- para transmitir ideas o necesidades y generar una conducta deseada. El otro medio, es el de la coerción, que es
una potestad del Estado, quien tiene el monopolio del uso legal de la fuerza, para constreñir a la conducta humana al
cumplimiento de un mandato.
El encuadramiento jurídico de los fenómenos políticos, no es de ninguna manera una tarea fácil, puesto que este autor
galo considera que existen tres razones fundamentales: la violencia, que es inherente en las relaciones políticas;
segundo, porque aparte de ello, la vida política se caracteriza por una espontaneidad y un poder de evolución
considerable; y finalmente, porque "los preceptos del Derecho Constitucional se dirigen a actores políticos
particularmente poderosos, que no siempre obedecen las reglas establecidas"." Sin embargo, dado que la variedad de
opiniones no debe detener la acción, el Estado debe aspirar a buscar consensos mayoritarios y no la unanimidad. André
Hauriou, diferencia en beneficio de nuestro objeto de estudio, al Derecho Constitucional de la Ciencia Política. Nos dice:
"la Ciencia Política tiene, pues, por objeto el estudio de los hechos, de los fenómenos políticos en sí mismos, y por sí
mismos, mientras que, al Derecho Constitucional le corresponde, como hemos visto, el encuadramiento jurídico de
estos fenómenos. En resumen, la Ciencia Política es una ciencia descriptiva, mientras que el Derecho Constitucional es
una ciencia normativa.
1.1.13 Maurice Duverge
El maestro, politólogo y jurista francés, dice que la superficie de la tierra está dividida en naciones y cada una de ellas
cuenta con instituciones gubernamentales que constituyen un Estado. Las instituciones políticas así definidas, se
estudian con un enfoque particular que se analizaba anteriormente en las Facultades de Leyes europeas, bajo el título
de "Derecho Constitucional", pero según su parecer, actualmente esa asignatura recibe el nombre de "Derecho
Constitucional e Instituciones Políticas ". Ello significa, que va no se debe limitar el análisis a las instituciones
establecidas en la Constitución y los textos que las completan, sino que se debe también estudiar el funcionamiento
concreto e incluir en ese estudio las instituciones de hecho no previstas en los textos, ya que en muchas ocasiones lo
rebasan e incluso dominan ampliamente. Duverge, dice que Derecho Constitucional, "es la parte del Derecho que regula
las instituciones políticas del Estado". Incursionando de plano en la Ciencia Política y en un enfoque sociológico,
menciona que la noción de derecho es inseparable de la noción de cultura y se debe entender que precisamente la
cultura es para ellos un conjunto de modelos de comportamiento o "roles", de un grupo social. Esto es, son las actitudes
y acciones que desempeñan los miembros de un grupo social en cada situación dada.

1.2 Relaciones del Derecho Constitucional con otras disciplinas jurídicas y sociales
En el sistema jurídico occidental como el nuestro, el derecho constitucional al ser la base del derecho, todas las demás
disciplinas jurídicas se deben a él, esto en el sentido de que la norma primaria es la Constitución, por lo tanto, la relación
entre este derecho y las demás disciplinas es una relación de subordinación ante la constitución. Ejemplo: el debido
proceso.

1.3 Elementos del Derecho Constitucional


1.- La forma de gobierno. - Cuando el derecho constitucional estudia la forma de gobierno, identifica si un país es
monarquía o una democracia, esto es un elemento de estudio del Derecho Constitucional.

2.- Organización del Estado. - El Derecho Constitucional establece los principios y determina cómo se organiza el Estado.
Ejemplo: Si el Poder Ejecutivo se puede organizar unitaria o colegiadamente.

3.- Competencia. - El Derecho Constitucional una vez creados y organizados los órganos de gobierno, les otorga su
competencia.

1.4 Objeto y fin del Derecho Constitucional


El objeto quiere decir que se analiza desde un aspecto general al derecho constitucional, luego entonces el objeto del
derecho constitucional es que se identifica con el propio orden jurídico, esto es, con todo el derecho o sistema jurídico.

El fin pertenece a un mundo estricto o específico, es decir estudia las normas que figuran la forma y sistema de
gobierno; también la creación, organización y atribución de competencias.

1.5 El Constitucionalismo como método de limitar el poder

En los Estados Constitucionales


y Democráticos de Derecho,
como el nuestro y la mayoría de
los
países del mundo,
principalmente los de cultura
occidental, la existencia de un
ordenamiento
fundamental que regule la
organización política y prescriba
los derechos que poseen los
integrantes de determinada
comunidad es indispensable; sin
embargo, la idea de una norma
suprema ha existido desde
épocas antiguas, aunque no con
las características ni la
naturaleza de lo
que hoy entendemos como
“Constitución”.
Sin embargo, en los Estados de
Derecho eran las leyes las que
se encargaban de limitar el
poder de
los gobernantes. Por lo que la
forma anterior de organización
comenzó a volverse ineficaz e
insuficiente frente a la
multiplicidad de hipótesis de
realización y las posibilidades
restringidas de
aplicación de la ley (antinomias
y lagunas jurídicas), aunado a la
heterogeneidad de las
sociedades.
Ahora, en las sociedades
modernas, la Constitución es la
medida del límite al poder del
Estado,
misma que históricamente se
ha dado por medio de tres
vertientes distintas:
La supremacía de la Ley sobre
el gobierno.
La separación de poderes.
El reconocimiento de derechos
naturales e inviolables del
individuo, también reconocidos
actualmente como derechos
humanos.
En los Estados Constitucionales y Democráticos de Derecho, como el nuestro y la mayoría de los países del mundo,
principalmente los de cultura occidental, la existencia de un ordenamiento fundamental que regule la organización
política y prescriba los derechos que poseen los integrantes de determinada comunidad es indispensable; sin embargo,
la idea de una norma suprema ha existido desde épocas antiguas, aunque no con las características ni la naturaleza de lo
que hoy entendemos como “Constitución”.
Sin embargo, en los Estados de Derecho eran las leyes las que se encargaban de limitar el poder de los gobernantes. Por
lo que la forma anterior de organización comenzó a volverse ineficaz e insuficiente frente a la multiplicidad de hipótesis
de realización y las posibilidades restringidas de aplicación de la ley (antinomias y lagunas jurídicas), aunado a la
heterogeneidad de las sociedades. Ahora, en las sociedades modernas, la Constitución es la medida del límite al poder
del Estado, misma que históricamente se ha dado por medio de tres vertientes distintas: La supremacía de la Ley sobre
el gobierno. La separación de poderes. El reconocimiento de derechos naturales e inviolables del individuo, también
reconocidos actualmente como derechos humanos.

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