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Universidad Autónoma del Estado de México

Facultad de Derecho

Derechos
económicos,
sociales y
culturales

Jimena Bárcenas Hernández


Grupo 01
Derechos Fundamentales
Dr. en Der. Jaime Santana Turral
Grupo 01 Bárcenas Hernández Jimena

INTRODUCCIÓN

En la compleja red de los derechos fundamentales, los derechos económicos,


sociales y ocupan un lugar sobresaliente, representando la base de la búsqueda
de una sociedad justa y equitativa. Estas prerrogativas, muchas veces
subestimadas o pasados por alto, constituyen los pilares sobre los cuales se rige
el bienestar humano en todas sus dimensiones.
El derecho desempeña una función promocional, debiendo promover
condiciones de vida más humanas y eliminar obstáculos que impidan la
realización de la dignidad, la libertad y la igualdad, con el objetivo de permitir el
pleno ejercicio de los derechos, tal como está plasmado en el artículo primero
de nuestra Constitución “… En consecuencia, el Estado deberá prevenir,
investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los
términos que establezca la ley…”.
A continuación, se procede a examinar, entre otras cosas, las diversas
categorías de deberes u obligaciones que surgen de los derechos económicos,
sociales y culturales. Es decir, aquellas responsabilidades de respetar proteger
y cumplir; de prevenir la discriminación; los relativos a la progresividad; las de
asegurar niveles mínimos de derechos; y la de proporcionar recursos legales
adecuados.

Establecimiento de los DESC

En 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración


Universal de los Derechos Humanos (DUDH), en la cual se establecen los
derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales fundamentales de
los que deben disfrutar todas las personas. En 1966, los DESC quedaron
reflejados como derechos legales en el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) - que junto con la DUDH y el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos forman la denominada Carta
Internacional de Derechos Humanos - y en otros tratados universales y
mecanismos regionales. Hasta la fecha, más de 160 Estados han ratificado el
PIDESC. Asimismo, numerosos países han articulado su compromiso con los
DESC por medio de sus constituciones nacionales y legislación nacional.
Grupo 01 Bárcenas Hernández Jimena

Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales


(PIDESC)

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC)


es el acuerdo internacional que regula las obligaciones de los Estados y los
mecanismos de protección relacionados con los derechos económicos, sociales
y culturales.
Se trata de un tratado vinculante para los Estados que lo han ratificado, lo que
significa que incurren en responsabilidad internacional si no cumplen con las
obligaciones establecidas en él. Sin embargo, a diferencia del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), el PIDESC no incluye un
sistema para presentar quejas individuales. En su lugar, el único mecanismo de
supervisión del cumplimiento del Pacto por parte de los Estados consiste en que
estos presenten informes periódicos sobre el estado de protección de los
derechos económicos, sociales y culturales en sus territorios. Además, el
PIDESC permite a los Estados cierto margen de discreción en la elección de los
medios para lograr los objetivos establecidos en el pacto. Por lo tanto, la
efectividad de este mecanismo depende únicamente de un proceso de
supervisión no coercitivo de la responsabilidad estatal, encomendado al Comité
DESC.
En esencia, se refiere al principal instrumento de protección de los derechos
económicos, sociales y culturales a nivel universal. Sin embargo, los desafíos
jurídicos y económicos como la progresividad en su aplicación, la limitación
económica y su exigibilidad son aspectos que afectan la correcta
implementación de su contenido, pero no cuestionan su validez, que ya está
establecida a nivel internacional.

Deberes de los estados en materia de DESC

A menudo se tiende a relacionar los derechos civiles y políticos con obligaciones


de abstención y resultados, mientas que los derechos económicos, sociales y
culturales se asocian principalmente con deberes positivos y acciones
específicas. En este sentido, se sostiene que los DESC pueden ser garantizados
mediante la falta de acciones por parte de los Estados, lo que aseguraría el
ejercicio de estas prerrogativas. Un ejemplo de esto podría ser no censurar para
asegurar la libertad de expresión. Por el contrario, para satisfacer los DESC, se
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requieren principalmente acciones positivas por parte de los Estados, como, por
ejemplo, proporcionar medicamentos para cumplir con el derecho a la salud.

 Obligaciones de respetar, proteger y cumplir

Como ya sabemos, como regla general, los Estados tienen la obligación jurídica
de respetar y garantizar el disfrute efectivo de todos los derechos consagrados
en aquellos tratados internacionales de los cuales forma parte.
Derivado de lo anterior, la obligación de "respetar" implica que los Estados se
abstengan de tomar medidas que obstaculicen el acceso a los derechos o limiten
su disfrute, así como la prohibición de prácticas discriminatorias relacionadas
con dichas acciones.
La obligación de "proteger" requiere que los Estados adopten medidas para
prevenir que particulares causen tales perjuicios.
La obligación de "cumplir" exige el reconocimiento de los derechos en los
sistemas legales y la implementación de políticas y medidas para satisfacerlos.
La obligación de "facilitar" implica iniciar actividades para mejorar el acceso a los
derechos o ayudar a los individuos a lograr su ejercicio.
El deber de "promover" los derechos implica acciones destinadas a difundir,
educar o capacitar a la población para su ejercicio. Por último, surge la obligación
de "proporcionar" directamente el bien protegido por un derecho cuando un
grupo o individuo no pueda disfrutarlo debido a circunstancias fuera de su
control.

 Obligaciones de garantizar que los derechos sociales se ejerzan sin


discriminación

La prohibición de la discriminación y el derecho a la igualdad son principios


fundamentales del derecho internacional, que prevalecen independientemente
de su inclusión explícita en cualquier texto legal. Estas normas son imperativas
y se aplican de manera general, abarcando también los derechos económicos,
sociales y culturales, como se indica en el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC).
Aunque se permitan distinciones entre nacionales y extranjeros en lo que
respecta a los derechos políticos, no hay justificación válida para diferenciar
Grupo 01 Bárcenas Hernández Jimena

entre grupos de personas en cuanto al reconocimiento de los derechos


económicos, sociales y culturales (DESC). De acuerdo con esto, los Estados
tienen la obligación de adoptar las medidas necesarias para garantizar que todos
los grupos de personas gocen y ejerzan estos derechos en igualdad de
condiciones.

 Progresividad y prohibición de regresividad

La responsabilidad de los Estados radica en alcanzar niveles cada vez más


elevados en la garantía de los derechos. En este tenor, la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que el artículo 26 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos establece dos partes
fundamentales: la obligación de identificar las medidas adecuadas y “el principio
del desarrollo progresivo, que establece que dichas medidas deben
implementarse de manera constante y coherente para promover la plena
realización de los derechos”. Dado que el logro completo de la satisfacción de
los derechos puede ser gradual, es decir, progresivo con el tiempo, la obligación
de los Estados es avanzar progresivamente mediante la implementación de
medidas que mejoren las condiciones de garantía de los DESC.

 Obligación de brindar recursos legales adecuados

Otras medidas pertinentes para garantizar la efectividad de los derechos están


relacionadas con la obligación de proporcionar recursos judiciales y otros
recursos adecuados que permitan a las personas reclamar el cumplimiento de
sus derechos.
Existe un debate sobre la extensión de la obligación de proporcionar recursos
efectivos en relación con los derechos sociales, especialmente en cuanto a qué
DESC y qué aspectos de las obligaciones relacionadas con ellos pueden ser
objeto de reclamaciones individuales, ya sea a través de mecanismos judiciales
u otros.
Es importante destacar que la obligación de los Estados es adoptar las medidas
necesarias para que otros aspectos de todos los derechos sean susceptibles de
ser reclamados judicialmente.
Grupo 01 Bárcenas Hernández Jimena

CONCLUSIONES

Un estudio detallado de los derechos económicos, sociales y culturales revela


su lugar fundamental dentro de los derechos fundamentales, que forman la base
de una sociedad justa y equitativa. Aunque estos derechos son importantes, a
menudo se subestiman o ignoran. Sin embargo, tanto a nivel nacional como
internacional, se han establecido marcos legales y mecanismos de protección
para garantizar su implementación.

El análisis de las obligaciones de los Estados con respecto a estos derechos


revela una variedad de obligaciones, que van desde el respeto y la protección
hasta la promoción y provisión de recursos adecuados. Garantizar el carácter
progresivo de estos derechos es un principio fundamental que requiere que los
Estados continúen avanzando consistentemente hacia la plena realización de
estos derechos.

La necesidad de evitar la discriminación y garantizar la igualdad en el ejercicio


de estos derechos se ha convertido en una exigencia moral y jurídica que
trasciende las fronteras nacionales. Los Estados son responsables de tomar
medidas concretas para garantizar que todas las personas puedan disfrutar
plenamente de los derechos económicos, sociales y culturales sin
discriminación.

Al final, la provisión de recursos adecuados resultó ser un aspecto clave para


garantizar la efectividad de estos derechos. Aunque se debate el alcance de esta
obligación, está claro que los Estados deben garantizar que se respeten y
protejan todos los aspectos de los derechos económicos, sociales y culturales.

En resumen, el estudio de los derechos económicos, sociales y culturales nos


obliga a repensar la importancia de estos derechos en la construcción de una
sociedad más justa y equitativa. Los Estados enfrentan enormes desafíos y
responsabilidades en esta área, pero deben comprometerse a asumir sus
obligaciones para garantizar que todas las personas en todo el mundo disfruten
de estos derechos.
Grupo 01 Bárcenas Hernández Jimena

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 Trindade, A. A. C. (1994). La protección internacional de los derechos


económicos, sociales y culturales. Estudio de Derechos Humanos.

 Bolívar, L. (2009). Derechos económicos, sociales y culturales. Derribar


Mitos, Enfrentar Retos, Tender.

 Peces-Barba Martínez, G. (1998). Los derechos económicos, sociales y


culturales: su génesis y su concepto.

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