Deseo Una Estrella
Deseo Una Estrella
Deseo Una Estrella
✧。・゚・✧。・゚・✧
Jungkook nunca fue el más feliz del mundo, pero por lo menos sonreía
cuando era un infante pueril y positivo, contrario a su "yo" del presente, que
era apático y aburrido.
«Deseo poder ser feliz en un futuro» pidió a cinco años. «Deseo tener una
familia» pidió de nuevo a los seis años. Y cientos de deseos eran pedidos
cada noche, luego de charlar con las estrellas, aunque ninguno se cumplía.
Fue adoptado a los cinco años por una pareja adinerada y de porte elegante,
Daerin y Seojung eran sus nombres. Jungkook fue muy feliz las primeras
semanas con ellos, su madrastra Daerin era cariñosa y llena de bondad,
Seojung era un padrastro un poco serio, pero igualmente se notaba su cariño
y amor por su nueva familia. Juntos eran una familia bella, y ellos las
personas a las que Jungkook, con tanta ilusión, comenzó a llamar "papá y
mamá"
Jungkook recordaba las tantas parejas que su padrastro tuvo y los amigos
alcohólicos que éste llevaba a casa. Recordaba claramente lo horrible que fue
tener que taparse los oídos cada noche a los seis años para no escuchar los
perturbadores gritos de su padre cuando se emborrachaba y gritaba de dolor
por la muerte de Daerin, el tener que esconderse cuando los adultos se
embriagaban en su casa y pasar su adolescencia aumentando su rencor hacia
su padrastro, peleando y rechazando todas las mil insistencias que Seojung le
hacía sobre consumir las sustancias ilícitas que este consumía con sus
amigos.
Pidió mil veces a las estrellas que le devolvieran a su mejor amigo, deseó que
regresaran el tiempo atrás para evitar la muerte de éste. Pero esos deseos
quedaron en el aire al igual que los demás.
Dejó de hablar con las estrellas, dejó de pedir deseos luego de darse cuenta de
que era una farsa. «¡Nunca más volveré a creer en ustedes!» gritó con rabia y
con el rostro lleno de lágrimas hacia las estrellas a las que les había confiado
sus más profundas penas.
Esa fue la última vez que habló con las estrellas y el comienzo de una nueva
etapa.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Comenzó a vivir solo desde hace unos años atrás, se fue de casa de Seojung
tran pronto pudo librarse del ambiente impudico que éste mantenía.
Jimin, enojado, acercó su mano hasta tocar la mejilla del menor. Apenas un
ínfimo toque y Jeon reaccionó tomando la mano con la que lo había tocado
para apretarla fuertemente mientras esperaba una disculpa.
—Deja de fingir que te importa, sabes bien lo que ocurrió —espetó Jungkook
despegando sus ojos del libro para ver a Hoseok —. Tú no eres nadie para mí
y tu palabra mucho menos, así que deja de actuar como si yo te preocupara y
vete.
Hoseok tragó saliva y bajó la mirada. Jimin miró todo desde lejos y decidió
quedarse callado cuando entendió que de nuevo tocaban un tema difícil que
hasta el momento él desconocía.
—S-Sé lo que pasó, viviré infeliz toda mi vida por eso y eso no me impide
preocuparme por ti. No estoy actuando nada, solo quiero que seas feliz de
nuevo —dijo Hoseok alzado la mirada de nuevo—. ¿No te gustaría alguien
que te acompañe en esta solitaria casa?
Jimin le dio una mirada a Jung, indicando que debían irse. Hoseok entendió y
exhaló profundamente, caminando de nuevo hasta la puerta para salir.
—Oh claro —fingió interés —. Cierra la puerta con seguro, no quiero que
entren más locos a ésta casa.
Sabía que Jeon había decidido estar solo y apartarse de todos gracias a los
recuerdos traumaticos que nunca había intentado olvidar y que no dejaba que
lo ayudaran a superar.
Por ello sabía que Jungkook necesitaba a alguien que lo acompañara; sabía
que necesitaba una persona que le devolviera la felicidad que perdió en el
transcurso de su vida.
Tal vez no alguien para toda la vida, pero si alguien que estuviera con él hasta
que Jungkook pudiera ser independiente sin cargar consigo tanto rencor y
odio.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Enojado, Jeon salió para encarar al responsable de lo que sea que causó ese
sonido.
Otro ruido se escuchó y, de reojo, Jungkook vio algo moverse en una esquina
del porche, por lo que se estremeció y rápidamente volteó para ver si se
trataba del odioso gato.
El peligris poco a poco alzó la mirada y, cuando lo hizo, Jeon pudo ver el
rostro asustado del chico.
—¿Cuál es tu nombre?
No consiguió repuesta.
—¿No sabes hablar? —cuestionó con un tono más fuerte y enojado al creer
que estaba siendo ignorado.
Dejó de hablar cuando vio que el peligris se movía. Éste alzó una mano
acercándola lentamente hasta el rostro de Jungkook mientras lo miraba con
curiosidad y extrañeza. Jeon frunció el ceño, pues no le gustaba el contacto
con otras personas, pero no pudo apartarse, estaba ensimismado observando
detenidamente las acciones del peligris y su profunda mirada llena de
confusión. Finalmente la mano del peligris aterrizó en una de las mejillas de
Jeon y éste estaba demasiado hipnotizado como para apartarse. El extraño
chico, con sus delgados y largos dedos, comenzó a acariciar la piel del
pasmado Jungkook, quien solo sentía los suaves dedos del otro tocar con
curiosidad y delicadeza la piel de su rostro.
Un trueno en el cielo, que hizo retumbar las ventanas, hizo ruido en todo el
vecindario. El peligris comenzó a temblar en su lugar al percibir el potente
sonido.
Miró alrededor para verificar que no había otra persona ahí, tal vez algún
familiar del chico desconocido o algún tutor que le estuviera buscando. Pero
no, no había nadie.
—Solo es un sonido que indica que habrá lluvia y debemos estar dentro de
nuestras casas. ¿Quieres pasar? —cuestionó mientras con su pulgar señalaba
su casa —. Te irás cuando termine la lluvia.
—Vamos.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
El extraño chico de cabellos plata miraba todo con curiosidad y asombro, sus
ojos brillaban con un centello peculiar mientras admiraba maravillado hasta
la más ínfima y trivial cosa. Parecía que no había cosa que no le impactara.
—Eso es una toalla, ya sabes, para que te seques. —señaló. Estaba siendo
sarcástico, casi burlándose, pero al ver como el peligris de verdad parecía
recién conocer aquellas cosas, decidió poner más seriedad —. Uhm, esa es
ropa seca, primero sécate bien y luego te pones la ropa limpia, ¿entiendes?
Dejó pasar un largo tiempo para darle privacidad al otro, hasta que finalmente
decidió entrar para ver si todo estaba bien.
Jeon salió de la habitación con la ropa del otro en sus manos, se quedó en el
pasillo para revisar si había alguna identificación o tarjeta que lo ayudara a
descubrir algo del chico, pero no encontró nada.
—Ahora sí necesito que dejes de jugar —espetó Jeon en voz alta para ser
escuchado. El peligris volteo a mirarle —. Desafortunadamente sigue
lloviendo y, no creo que quieras irte en medio de la lluvia, así que puedes
quedarte esta noche, pero antes necesito saber algunas cosas.
Ignorando la actitud extraña del chico, Jeon tomó una libreta y un lápiz del
mueble a un lado de su cama y se la dio al peligris quien dejó de brincar y
tomó ambas cosas mirándolas con curiosidad.
Jungkook suspiró y, frustrado, revolvió sus cabellos sin saber que hacer.
Entonces recordó el collar y el nombre grabado en éste.
—Kim Taehyung.
Esta vez el chico abrió los ojos mostrando lo que parecía ser sorpresa y bajó
la libreta con su dibujo.
Silencio. Nada se escucho y nada fue escrito como respuesta. Cuando estaba
apunto de rendirse, vio al peligris moverse. Éste movió su mano derecha y se
señaló a sí mismo con el dedo índice. Una sonrisa se le escapó a Jeon, pues
por fin había conseguido algo.
✧。・゚・✧。・゚・✧
Un suspiro lleno de frustración salió de sus labios y dio la vuelta para subir a
su habitación y ver que era lo que estaba pasando.
Abrió la puerta de golpe esperando encontrar algo roto, pero lo que encontró
fue una bola de cobijas en el piso y, de un pequeño hoyo, se asomaba el
rostro adormecido de Taehyung. Una tierna escena sin duda alguna, lástima
que Jungkook no estaba acostumbrado a la ternura y no sabía como actuar.
Taehyung abrió los ojos finalmente viendo que Jeon le había quitado la
cobija. Se sentó en el piso de mala gana cruzando los brazos y haciendo un
puchero.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Jungkook dejó un plato de ramen frente a Taehyung y unos palillos para que
comiera. Posteriormente él se sentó en su silla y comenzó a devorar su
comida. Al poco tiempo se dio cuenta de que Kim sólo lo veía comer.
Taehyung asintió y tomó los palillos, observó como los sostenía Jeon e
intentó copiarlo. Colocó entre sus dedos los palillos, pero al momento de
tomar la comida, no podía sosenerla.
Fue raro para Jeon desayunar con alguien, estaba acostumbrado a la soledad.
Aunque Taehyung no hablaba, se hacía notar.
—¿A dónde irás ahora? Debo dejarte en tu casa lo antes posible —cuestionó
Jeon cuando terminó de comer—. Puedo llevarte con tus padres si quieres.
No tengo auto, pero puedo guiarte, confórmate con eso.
Esperó respuesta, pero Taehyung solo lo miraba con las mejillas llenas de
ramen mientras masticaba.
—Aquí vamos de nuevo —pronunció Jeon suspirando para calmar su estrés
—. Estoy intentando ayudar y eso no es común en mí así que no me
desesperes. Sé que no puedes hablar, pero por lo menos intenta explicarme.
Ahora responde, ¿de dónde vienes y dónde están tus tutores?
Taehyung le miró sin expresión, sin miedo a pesar de su tono fuerte de voz.
Taehyung nuevamente alzó una mano señalando arriba con una sonrisa labial
en el rostro.
Con las cejas fruncidas, Jeon miró el dedo de Taehyung que señalaba hacia
arriba. Y poco a poco, a medida que iba entendiendo, su rostro comenzó a
cambiar de uno enojado a uno perplejo. Pues si Taehyung señalaba arriba,
refiriéndose al cielo, solo significaba una cosa; sus padres estaban muertos.
Se quedó sin palabras al confirmar que Kim no tenía padres. Era un triste
hecho, pero ciertamente Taehyung no parecía necesitar consuelo, pues aún
sonreía alegremente.
Fueron atendidos casi de inmediato, los pasaron a la oficina principal del jefe
de policías y tomaron asiento frente a su escritorio.
—¿Y bien? ¿Qué los trae por aquí? —preguntó el hombre detrás del
escritorio, mirándolos interrogante.
Jungkook no sabía exactamente por donde empezar, pero intentó ordenar sus
ideas para explicar algo coherente que pudiera creer el policía.
—Sé que sonará raro, pero ayer por la noche éste chico apareció frente a mi
puerta y lo dejé pasar a mi casa creyendo que podría irse pronto o que
llegarían a buscarlo—explicó con seriedad—. Pero no llegó nadie por él y
resulta que no sabe hablar, ni caminar... prácticamente parece totalmente
perdido.
—Kim Taehyung.
Jeon pasó una mano por su rostro, estaba frustrando, en suma le atormentó la
preocupación de no saber lo que haría con Kim.
—¿Y qué sucederá con él entonces? No pueden dejarlo con quien sea.
—Hay dos opciones para él; si no tiene un tutor o alguien responsable de él,
podemos hospitalizarlo en un hospital de salud psiquiátrica ya que no es
normal el comportamiento que presenta o bien podemos trasladarlo a un
orfanato o casa hogar —Jungkook lo volteó a ver inconforme con esa
resolución—. No digo que sea para siempre, solo estará ahí mientras alguien
aparece a buscarlo.
Rápidamente Jeon negó con la cabeza, ¿por qué siquiera pensó en mantener a
aquel chico? Sus preguntas se vieron interrumpidas cuando una llamada
llegó. Al observar la pantalla vio que era Hoseok, por lo que resignado
contestó.
—¡Hol-
—No quiero salir —interrumpió rápidamente.
—¿Por qué?
—¿Ahora de qué idioteces hablas? ¿de nuevo te pusiste a hablarle como loco
a las estúpidas estrellas? Ya te dije que nunca te escucha... —se detuvo a
pensar y, posiblemente, siguió hablando—. Espera, ¿tú lo trajiste a mi casa?
Jeon suspiró y sabía que debía hablar si no quería tener a Hoseok afuera de su
casa preguntando por Taehyung.
—Deja de ser sarcástico, hablo en serio —pidió—. Si dices que este chico no
sabe nada, significa que necesita aún más ayuda. Solo piénsalo, si necesitas
ayuda con él, puedes llamarnos a mí o a Jimin para-
Jeon dejó su celular sobre una alacena y, desde la cocina, miró a Taehyung
quien jugaba como niño pequeño con una figura de porcelana que estaba en
su centro de mesa. Solo tocaba el objeto o hacía que se moviera y con eso
sonreía completamente feliz. Taehyung no tenía un ápice de malicia. Dejarlo
salir al mundo exterior sería horrible sin duda.
Al finalizar el menor se veía entusiasmado. Jeon le miró con una ceja alzada.
—Bien, con todo eso aclarado, esta es tu nueva casa, donde si rompes alguna
de las reglas te irás a la calle. Bienvenido.
▬▬...▬▬
Horas habían pasado ya desde aquella decisión de Jeon. No fue difícil lidiar
con su nuevo roomie, Taehyung se quedó en un sofá y Jungkook se fue a
estudiar.
Pero no faltó mucho para que la presencia de Kim se hiciera notar. Pues, al
poco tiempo, escuchó que algo se rompió. Al salir a ver que ocurría encontró
una de sus figuras de porcelana rota en el suelo y a Taehyung utilizando un
cojín para esconderse. Luego de recoger los pedazos, dio un severo regaño a
Taehyung sobre cuidar las cosas y volvió a su estudio.
Seguía enfadado, pero todo ese enojo desapareció cuando vio a Taehyung
acostado en el sofá con el rostro triste y reflejando aburrimiento.
Tomó el control remoto y recordó que tenía bloqueados casi todos los
canales. Eso era porque únicamente miraba los documentales, canales de
estudio y si acaso alguna serie de terror. Había bloqueado los demás canales,
porque consideraba que eran una distracción y la programación una total
falacia.
El sonido de la televisión encendida por primera vez era raro para el oído de
Jeon.
Por la tarde Jungkook ordenó pizza para comer. Él comió mientras estudiaba
y Taehyung viendo caricaturas.
Así las horas pasaron para ambos y, cuando Jeon reaccionó por el sueño
repentino, decidió que era hora de ir a dormir.
Hizo un sonido con la garganta para dar a entender que le escuchaba, pero al
recordar que Kim no hablaba suspiró y frustrado abrió los ojos.
Jeon pasó su mirada del techo a los ojos de Taehyung, y le miró confundido.
—¿Qué?
Ésta vez Taehyung señaló otro lugar y Jungkook miró el botón que e
encendía y apagaba la luz.
Taehyung talló uno de sus ojos con su puño mientras negaba y con su otra
mano señalaba el foco.
Jungkook no quería encender la luz, pero se sentía muy mal al ver al menor
llorar. Sin saber que hacer revolvió sus cabellos con frustración e intentó
pensar una solución. Ulteriormente se levantó de la cama y salió de la
habitación dejando a un Taehyung lágrimeando por la situación funesta.
Un ápice de tiempo pasó y Jeon entró con una lámpara polvosa y algo vieja.
Taehyung dejó de llorar para ver con curiosidad la lámpara.
Jeon se hincó a un lado del lugar de Kim para conectar la lámpara en el buró
de madera que estaba en su lado de la cama.
—Un amigo me dio ésta lámpara hace un tiempo, pero no me gusta la luz así
que la arrojé al sótano — platicó mientras instalaba la lámpara en un pequeño
mueble a un lado del lado de Taehyung—. Creo que aún funciona.
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Tenues rayos de sol entraban por la ventana anunciando una cálida mañana.
Una esplendorosa mañana de domingo y Jungkook, al despertar, se encontró
con Taehyung abrazando sus pies y con una de sus piernas sobre él. No supo
cómo había llegado a esa posición, pero tampoco se tomó el tiempo de
pensarlo mucho, pues sólo le bastó procesar que el peligris lo estaba tocando
para levantarse de golpe y apartarse de él.
—De todos modos, no debe ser tan difícil que aprenda, ¿cierto? —murmuró
comenzando a teclear "cómo enseñarle a alguien a caminar".
Visitó unas cuantas páginas, sin percatarse del tiempo. Luego de leer tantas
recomendaciones e instrucciones que no servían arrojó el mouse del
computador a lo lejos ante su desesperación.
Taehyung tensó los músculos de su brazo por el dolor que le causó su herida
y una nueva lágrima salió de sus ojos. Al ver aquella lagrima, Jeon
rápidamente colocó una venda en la mano del menor. Cuando finalizó le
regaló una reconfortante sonrisa a Taehyung mientras nuevamente su lado
apático le estaba regañando severamente por tomarse muchas molestias,
porque definitivamente él no era así.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Jeon llegó a la sala donde Taehyung estaba sentado y lo vio tan alegre
mientras miraba la pantera rosa en la televisión que no pudo evitar observarlo
más.
El rostro del menor emanaba una inocencia pura que no sabía que alguien
podía poseer en la actualidad, sobre todo viniendo de alguien de aquella edad.
Taehyung mostraba una autentica actitud pueril y con ello Jeon aseguró
nuevamente que no había rastro de maldad ni alguna ínfima pizca de
perversidad en su ser.
Jeon apagó la televisión y tomó asiento a un lado del menor que miraba
atento sus acciones.
—Escucha, todo ésto está siendo más complicado de lo que creí y no quería
llegar a ésto, pero creo que es lo mejor para ambos.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Jeon movió los sofás de la sala en un rincón para tener más espacio.
Realmente no tenía la menor idea de cómo le enseñaría a Taehyung, pero por
alguna razón estaba poniendo mucho esfuerzo en ello.
Cuando el área estuvo despejada como él quería, fue por el menor. Pasó uno
de los brazos de Taehyung por su cuello y le ayudó a levantarse,
prácticamente en los dos días esa había sido su forma de ayudar a Taehyung a
trasladarse de un lugar a otro, pero había leído que si lo hacía lentamente y
repetidas veces sería una buena forma de aprender a sostener su peso.
Taehyung asintió decidido y apretó los labios con fuerza. Jungkook sintió
como el peso de Kim que estaba cargando disminuyó desmesuradamente, por
lo que sonrío complacido, pues significaba que Taehyung logró aguantar un
poco de su peso en sus piernas.
Horas y minutos pasaron rápido, cuando el sol fue remplazado por una
reluciente luna. Sin embargo aquel par seguía demasiado entretenido como
para tomarle importancia al tiempo.
Jungkook había mostrado una paciencia que no sabía que tenía, no obstante
probablemente era porque estaba motivado a que Taehyung aprendiera.
Taehyung había avanzado rápido, al punto en que pudo sostener casi todo su
peso y caminar por toda la sala, aunque claro con Jungkook sosteniéndolo.
Aun así había sido un extraordinario avance y Jeon tenía la certeza de que al
siguiente día podría caminar por sí solo.
Porque tal como pensó, parecía que Taehyung sólo necesitaba un pequeño
empujón para recordar como hacer las cosas.
—Ya es noche y adivina qué, olvidamos comer —le dijo a Taehyung quien
hizo una expresión de sorpresa al recordar que no habían comido. Jeon
asintió y, posteriormente, se puso a pensar en qué podría ordenar para cenar y
que Taehyung pudiera comer sin cubiertos —. ¿Te gustan las hamburguesas?
Taehyung se encogió de hombros y Jeon supo que Kim no sabía que era una
hamburguesa, pero aun así las ordenó.
—Todo listo, ahora sólo debes desvestirte para que te lleve ahí. Lo que
significa quitarte la ropa —explicó, sin embargo vio como poco a poco las
mejillas de Taehyung se tornaban rosas mientras negaba rápidamente. Jeon
bufó—. ¿En serio te pondrás así ahora? Agh, debí suponerlo.
—Ponte esto para entrar, puedes quitártelo cuando te deje dentro del agua y
me vaya, ¿eso está bien para ti? —Taehyung asintió —. Bien
—Voy a entrar, Taehyung —avisó para proseguir a entrar con una bata de
baño—.¿Terminaste?
Había sido un largo día, pero uno muy fructífero según Jeon. Taehyung
estaba aprendiendo poco a poco, pero muy rápido a su vez.
Unas simples palabras, pero que Jeon llevaba una vida anhelando decirlas,
porque sabía que eso le daba el interno alivio de no estar solo. Nunca pudo
decirlas, nunca tuvo alguien a quien decircelo, no le gustaba dormir con sus
amigos, ni invitar a alguien a su hogar, nunca fue tan cercano a alguien y era
muy orgulloso para aceptar que quería compañía.
—¿Tienes algo con abrazar al dormir? Lo has hecho éstos dos días —
Taehyung se encogió de hombros despreocupado y Jeon bufó por el
desinterés —. No lo vuelvas a hacer, ya hablamos sobre esto, es una de las
reglas. No vuelvas a hacerlo.
A pesar del severo regaño, Taehyung pareció hacer caso omiso, pues sólo
acarició su estómago y subsiguiente a aquello abrió la boca y la cerraba como
si estuviera masticando algo. Jeon entendió el mensaje.
—Hoseok, no iré a clases hoy, necesito que le digas eso a los profesores y si
llegan a preguntar inventa una excusa —respondió directamente —.
¿Entendido?
Jung tardó en contestar.
—C-claro, no hay problema, pero ¿por qué decidiste faltar tan de repente? —
cuestionó perplejo —. Claro, si se puede saber.
Taehyung iba caer, pero Jeon fue más rápido y, buscando una solución
rápida, se dejó caer en el piso para que Taehyung cayera sobre él y no sobre
el duro piso. Y funcionó, pero Jungkook terminó con dolor de espalda luego
del impacto del peso de Taehyung.
Y el único que se cansó en todo ese tiempo fue Jungkook por las incontables
veces que corrió a cargarlo o sostenerlo cuando se caía.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Luego de un rato, Jungkook no podía dejar se sacarse un tema de la mente; lo
que realmente le ocurría a Taehyung. Se preguntó si éste realmente estaría
bien.
Ante esa idea, se alteró y, para poder tranquilizarse tomó una decisión.
Lo primero que hizo para poder calmar su intriga, fue llevarlo al hospital para
un chequeo de médico.
También descubrió cuan grande era su ropa para Taehyung, pues las mangas
de su abrigo eran tan largas que cubrían por completo las manos de éste.
Jeon se detuvo, al igual que el otro, y tomó la manga de su abrigo que tenía
Taehyung para doblarla y que no le quedara tan grande.
—Veo que también necesitaremos ir a comprarte ropa antes de que acabes
con la mía —murmuró Jeon. Kim asintió mientras le mostraba la otra manga
para que también la arremangara. Jungkook lo hizo sin reclamos—. ¿No
conoces nada de lo que ves aquí afuera?
—Que suerte tienes de no conocer nada, pero con el tiempo no estarás tan
emocionado de salir. Parece que no sabes que el mundo exterior está repleto
de seres idiotas llamados humanos y lamentablemente nosotros somos parte
de ellos —pronunció Jeon con seriedad—. Como sea, solo bastará que
conozcas a más personas para odiar el mundo.
Un tiempo después llegaron y fueron atendidos por una amable doctora que
atendió muy bien a Taehyung.
Fue un poco tardado ya que era un examen general y por ende requería
pruebas de sangre, orina y chequeo se signo vitales. Sea como sea, Jungkook
cooperó al saber que con eso estaría tranquilo.
—Oh eso, normalmente esos retrasos del habla están relacionados con
traumas psicológicos. También podría ser un tema más complejo, pero ya que
hemos analizado su estado de salud podemos descartar esa posibilidad —
contestó hablando rápidamente por la prisa—. No había conocido un caso de
alguien de su edad que no hable, pero no descarto la posibilidad, así que por
favor si quiere atender ese caso vaya con un encargado de psicología en
cuanto Taehyung encuentre una manera de comunicarse.
Jeon suspiró cabizbajo, tan solo imaginar que Taehyung pudo haber vivido
cosas horribles en su infancia le ponía triste por alguna razón. Simplemente
estaba siendo empático con esa situación.
—De verdad debo irme ahora, pero asegurese de cuidar del estado emocional
de Taehyung —indicó—. Nos vemos.
La mujer salió del consultorio y de inmediato llegó una enfermera, así que
Jungkook y Taehyung salieron del lugar.
Y tal como lo indicó, Taehyung caminó emocionado por los pasillos de ropa
mirando cada una de las prendas. Todo iba bien hasta que llegaron a una zona
donde había ropa de colores claros y, cuando Jungkook vio aquel peculiar
brillo en los ojos de Taehyung, supo que debía preocuparse por su billetera.
—Taehyung —le llamó antes de que éste corriera a tomar toda la ropa—. No
puedes simplemente tomar todo lo que veas como en el supermercado,
¿entiendes? No estoy dispuesto a gastar tant-
—No debes ser tan tacaño con tu novio —respondió la chica alejándose de
ahí.
Jeon se quedó tan perplejo cuando escuchó "tú novio" que no reaccionó hasta
que la chica ya se encontraba lejos.
▬▬▬▬▬▬▬▬
Luego de unas horas fuera, llegaron a casa y Jungkook pudo jurar que nunca
había llegado con tantas bolsas de compras en su vida. Y sólo intentaba
convencerse de que realmente lo había hecho por aprovechar las ofertas de la
tienda y no por Taehyung.
—No como dulces, ahora esucha, estuve leyendo y resulta que lo que más
ayuda a alguien a hablar es conversar de algo interesante o palabras
consecutivas —informó. Taehyung lo miraba con confusión—. Tampoco
entendí mucho, pero por el momento podrías comenzar por aprender palabras
necesarias, por lo menos hasta que sepa cómo enseñarte. Comencemos con
mi nombre, es fácil, Jungkook.
Taehyung miraba la forma en la que Jeon movía los labios para imitarlo y
Jungkook lo notó, por lo que exageró el movimiento de sus labios y lo
pronunció de manera lenta.
Luego de muchos intentos no logró que Taehyung pronunciara algo más que
balbuceos. También se dio cuenta que Taehyung podía pronunciar las vocales
con más facilidad a diferencia de las consonantes, las cuales le estaban
costando mucho trabajo.
—Park, te he dicho mil veces que no me llames así —se quejó—. Juro que te
golpearé si escucho ese apodo una vez más.
Jimin soltó una carcajada lo que le provocó a Jeon fruncir más las cejas.
Jeon rodó los ojos comenzando a enojarse, pero la tenue risa a su lado le
distrajo. Taehyung reía con diversión ante la situación, haciendo que sus ojos
se entrecerraran por la risa y Jungkook solo pudo observarlo e
inevitablemente sonreír también.
—Me preocupó que faltaras hoy, solo quería asegurar que vendrás mañana y
saber si necesitas algo.
El aturdidor sonido de una alarma provocó que Jeon abriera los ojos de par en
par y, aún un poco adormecido, recordó un detalle que había olvidado por
completo.
Debía ir a la universidad.
El verdadero problema era que Taehyung aún no podía quedarse sólo en casa
y no tenía con quien dejarlo. Se quedó sin opciones, por lo que no tuvo de
otra más que acudir a su única alternativa.
Kim poco a poco fue abriendo los ojos hasta que finalmente estuvo despierto.
Jeon se levantó de la cama y buscó en su lado closet su ropa. Ahora tenían un
lado de mueble también, pues Jeon le había cedido a Taehyung la otra mitad
del closet para que éste guardara su ropa.
—Elije lo que vas a ponerte, yo iré a ducharme y cuando regrese quiero que
ya estés listo.
Jeon se acercó a un mueble y tomó un cepillo sin creer lo que estaba apuntó
de hacer. Y sí, tal como lo pensó, terminó cepillando el cabello de Taehyung
mientras éste miraba a través del espejo para aprender. Posteriormente le
colocó la boina que Taehyung tanto quería y fue entonces que ambos
estuvieron listos.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Minutos de camino pasaron y Jeon agradecía que su casa no quedara tan lejos
de su facultad.
—¿Recuerdas los seres idiotas de los que te hablé, Taehyung? —éste dejó de
jugar para caminar a un lado del pelinegro y miró hacia arriba para conectar
miradas con Jeon. Finalmente asintió cómo respuesta —. Pues el lugar al que
vamos está repleto de ellos y son aún más idiotas. Así que no te apartes de mí
y no interactues con nadie, ¿quedó claro?
Taehyung dio un asentimiento con seguridad.
Poco tiempo después se vio a lo lejos una edificación grande con varios
jóvenes frente al gran patio de pasto. Taehyung miró con asombro la
construcción.
—He aquí el peor lugar que podrás visitar —murmuró Jeon —. También con
algunas de las peores personas que podrás conocer.
—Ay no —se quejó Jeon al verlo, pues sabía que le haría mil preguntas al ver
a Kim. Nuevamente se dirigió a Taehyung para hablar —. Sobre todo con él
evita interactuar—indicó Jeon señalando disimuladamente al feliz Hoseok
acercándose a ellos.
Hoseok, por otro lado, tuvo una expresión de asombro y confusión al tener a
un chico desconocido abrazándole. Pero al final, positivo, encontró el lado
divertido de aquella situación, por lo que sonrió nuevamente y correspondió
el abrazo riendo.
Hoseok sonrió en dirección al peligris al escuchar eso y soltó una alegre risa.
Jungkook rodó los ojos y revolvió sus cabellos con brusquedad. No creía que
llevar a Taehyung a su facultad traería tantos nuevos escrúpulos.
Se presentó Jung esperando que el otro hablara, pero eso nunca ocurrió.
—No sabe hablar aún —intervino Jeon al ver que Taehyung se esforzaba de
más —. Deja de molestarlo.
Hoseok asintió y, aunque tenía muchas dudas, sabía que Jungkook estaba
estresado, por lo que no dijo nada más.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Si por algo todos reconocían a Jeon era por su apuesto rostro, elegante
postura y su asidua vestimenta negra. Destacaba por su largo cabello, sus
tatuajes y piercings, ya que no era muy común ver a alguien con tatuajes ni
aretes en el rostro gracias a los prejuicios de la gente. Pero, sobre todo, era
conocido por su terrible actitud con cualquiera.
Jungkook era alguien serio, no hablaba, no hacía ruido en clase, pero se había
revelado contra algunos profesores por estar en desacuerdo y no callar sus
palabras. Afortunadamente Jungkook mantenía uno de los mejores
promedios, era un joven sobresaliente por su inteligencia y por ello los
profesores nunca pudieron perjudicarlo más que dándole advertencias por su
comportamiento.
—¿Será su novio? ¿A Jungkook le gustarán los hombres? Tal vez por eso te
rechazó —murmuró una chica a su amiga inmediatamente al verlos entrar—.
¿Cómo podría estar con alguien como él antes que contigo?
—No lo sé, pero se ve tan infantil que debería estar en una guardería y no
aquí.
Como siempre, los chismes comenzaban por una simple escena. Esos eran
solo unos de los comentarios que sus compañeros comenzaron a divulgar en
el salón.
Jungkook ni siquiera había notado las miradas de los demás e ignoró los
murmullos completamente. Estaba dispuesto a pasar de largo a todos, pero
cuando sintió como Taehyung se agarraba de su abrigo lo volteó a ver y notó
la tímida y asustada mirada de Kim y esa fue la única razón que necesitó para
tomar la decisión de intervenir.
—Ya sabía que la mayoría son unos metiches. —habló Jeon recibiendo la
atención de aquellos que les miraban —. Pero ahorrense sus miradas. Por lo
menos esperen a que llegue a mi lugar y comiencen a hablar a mis espaldas
como los hipócritas que son, porque no quiero escuchar sus estúpidos
chismes llenos de mediocridad.
—Si necesitas algo o algo sucede tocas mi hombro y voltearé, no hagas ruido
y quedate sentado, ¿entendido?
Kim se sintió mal por el tono de voz con el que le habló, sin embargo,
Jungkook le había dicho que tocara su hombro si necesitaba algo y siguió la
indicación tocando su hombro varias veces.
No fue hasta que pasaron unos minutos que la sonrisa volvió al rostro de
Taehyung, pues recordó algo que podía hacer para obtener lo que quería.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Cuando la clase dio fin, Jungkook por fin pudo estirarse para relajar sus
músculos, tenía una hora libre antes de continuar su horario, por lo que se
sentía un poco aliviado.
Luego de un bostezo, recordó a Taehyung y cerró los ojos mientras hacía una
mueca de arrepentimiento al recordar la manera tan grotesca con la que lo
había tratado en medio de clase. A su mente llegó el recuerdo de él
hablándole de forma grosera a Taehyung hace unos momentos. Sabía que ya
le había hablado de forma brusca antes, pero en ésta ocasión él mismo le
había dicho a Kim que le avisara cualquier situación y éste lo hizo recibiendo
una grosera actitud de su parte.
—Taehyung yo...
—¿De dónde sacaste eso? —señaló la libreta y los colores con los que estaba
dibujando—. ¿Se lo quitaste a alguien?
Taehyung bufó rodando los ojos y negó, ulterior a ello, se señaló a sí mismo.
—Como sea, estrellita —espetó intentando burlarse con ese apodo, pero
Taehyung soltó risitas tímidas y bajó la mirada encantado. Jeon lo miró con
una ceja alzada.
Ignorando a Kim, Jungkook tomó la libreta y los colores para llevarlos a las
cosas perdidas. Pues seguía creyendo fehacientemente que Taehyung le había
quitado sus cosas a alguien.
Taehyung asintió sin tener ningún problema de comer eso, por lo que Jeon
ordenó un plato y él se compró un paquete de frituras para comer.
Poco tiempo después se sentaron en la mesa que Taehyung eligió y Jeon dejó
frente a Taehyung el plato de comida junto con unos palillos. De esa forma
Jungkook dio por finalizado su trabajo y estaba dispuesto a ignorar todo por
un momento comiendo sus frituras mientras se distraía con su celular, tal
como solía pasar todas sus horas libres antes.
Jeon pensó por un largo rato en una manera de darle de comer, una manera
que no fuese tan humillante para él. De repente el estómago de Taehyung
emitió un leve ruido por el hambre.
Luego de escuchar ese ruido, por fin Jungkook tomó valor para realizar la
única opción que le quedó. Apretando los labios, frustrado consigo mismo,
tomó los palillos y comenzó a mezclar un poco la sopa. Taehyung lo miraba
con curiosidad. Por último, Jeon tomó una porción de la comida y la acercó a
Kim
Taehyung hizo lo indicado con una sonrisa y comió la porción que Jeon llevó
hasta su boca
—Que quede claro que solo lo hago por... —se quedó callado al no tener una
excusa—. Solo come.
Taehyung hizo caso y comió feliz, abriendo la boca para pedir más y
Jungkook, por más molesto que fingiera estar, le daba más comida a
Taehyung sin rechistar.
Mientras le daba una porción de carne a Taehyung, Jungkook dirigió sus ojos
hacia las demás mesas, encontrando a sus compañeros viéndolo pasamados y
con la boca abierta.
—Hasta tú tienes más valentía que esos fracasados y eso que solo eres una
torpe estrellita —comentó —. Sabes, creo que no estaría tan mal venir aquí
de vez en cuando.
Unas horas más pasaron y el horario de clases de Jeon había terminado. Por
lo que ambos se encontraban caminando en otra facultad de la universidad.
—¿Estás cansado? —le preguntó a Taehyung. Éste negó y era cierto, ya que,
luego de comer, su nivel de hiperactividad había aumentado —. Bien,
entonces sigamos.
Hoseok estaba tan curioso que decidió intentar algo para persuadirlo.
—Él estudia literatura, así que creo que el podría enseñarle a Taehyung a
hablar.
Hoseok los acompañó hasta la dichosa biblioteca. Jeon sólo aceptó que éste
fuera con ellos para que los guiará a Yoongi.
Y, tal como lo dijo Hoseok, Min YoonGi se encontraba sentado en una mesa
de la solitaria biblioteca leyendo un libro.
—Debe ser un chiste —dijo YoonGi—. ¿Por qué no sabría hablar alguien de
su edad?
—No puedo darte explicaciones sobre él, porque tampoco yo entiendo mucho
—sinceró Jeon—. Solo sé que necesita mucha ayuda. Y si yo lo ayudé aún
siendo el apático orgulloso que dices que soy, sé que tú también puedes.
—Bien, por como te veo puedo darme una idea. ¿Tienes entre 18 y 20 años?
—Taehyung negó y nuevamente realizó su ademán indicando una mayor
cantidad—. ¿De 20 a 25 años?
Taehyung mostró una sonrisa sincera. Yoongi intentó encontrar algún rastro
de mentira o falsedad en el rostro del menor, pero éste parecía realmente un
ser pulcro.
—¿Lo ayudarás? —preguntó ésta vez Jeon evadiendo las cuestiones de Min
—. Porque si no es así no necesitas saber nada sobre él.
Luego de finalizar aquel trato, analizaron sus horarios y así asignaron horas
específicas en las que Min podría darle clases a Taehyung.
Caminaban por las calles iluminadas con el sol de los últimos días de verano.
Taehyung iba jugando en la orilla de las banquetas o saltando dentro de los
cuadros del pavimento, mientras Jungkook y Yoongi dos solo caminaban
circunspectos.
YoonGi soltó una pequeña risa burlona. Jeon lo volteó a ver sin expresión
alguna como siempre.
—Sé que no lo eres, de hecho sé que eres un fastidio, pero con Taehyung eres
diferente y se nota —opinó YoonGi—. Tal vez comienzas a encariñarte y es
una buena compañía para ti, ¿no te parece?
—¿Por qué te detienes? —cuestionó con seriedad—. ¿No eras tú el que tenía
tanta prisa?
—Claro que tengo prisa —contestó en seguida—. Pero cómo se supone que
le daré clase a Taehyung si él ni siquiera está aquí.
—Idiota, todo ésto es tu culpa —acusó Jeon caminando rápidamente sin dejar
de buscar.
—¿Y qué? No debería importarte, deberías dejarlo así —Jeon frunció el ceño
y miró mal a YoonGi—. ¿No sería una molestia menos en tu vida? De todos
modos llegó como interrupción en tu modo de vi-
—¿Tú que sabes de todo esto, imbécil? —respondió más afectado de lo que
Min creyó—. La única distracción y molestia aquí eres tú, Taehyung no es
nada de eso, así que deja de hablar así de él.
Min señaló una tienda y Jeon volteó al instante encontrando una gran tienda
de peluches y Taehyung mirando con una sonrisa cada uno de ellos a través
de la vitrina.
—Les dije que tengo prisa —dijo YoonGi para romper el silencio mientras
daba un bostezo—. Vámonos.
De esa forma, los tres siguieron su camino hasta que llegaron a casa de Min
en silencio. Al llegar a la residencia, Jeon se detuvo antes de entrar por la
puerta.
Taehyung asintió alzando un poco la mirada para verlo a los ojos. Yoongi le
sonrió comprensivo y, aunque no estaba acostumbrado a convivir con otras
personas, en realidad no era tan amargado como muchos creían, solo no se
sentía en confianza ni sentía la seguridad de mostrar otra parte de su
personalidad con cualquiera. Pero con Taehyung se sintió seguro.
—Creí que estarías acostumbrado a eso con días viviendo con ese amargado
—susurró Min. Posteriormente alzó más la voz para hablarle a Kim—. No te
sientas mal, él solo estaba preocupado por ti, pero no quiere admitirlo, ya
sabes, es cosa de tipos amargados —comentó haciendo reír a Taehyung, ante
eso él también sonrió—. En fin, ahora sí entremos. Esto de enseñarte a hablar
será como un proyecto para ambos.
La noche se hizo presente y, tal como lo habían acordado, Jeon llegó a la casa
de Yoongi una hora después con exactitud. Tocó el timbre y luego de unos
minutos la puerta se abrió.
—Se aprendió la canción de las vocales y del abecedario, lo siento por ti,
seguramente se la pasará cantándolas toda la noche.
Min bajó la mirada y notó que Jeon traía una gran bolsa de una tienda en
específico
Jeon tensó los músculos de su cuerpo por los nervios y rápidamente intentó
esconder la bolsa.
Y ni el sabía por qué lo había preguntado, o tal vez sí, sabía, pero no iba
aceptar que en realidad le gustaba la compañía y las convivencias con Kim.
—¡A, b, c, d, e, f, g...
Luego de que Kim cantara la canción tantas veces que Jungkook perdió la
cuenta, por fin llegaron a casa.
Tal como Jeon lo había dicho, Taehyung comenzó a bostezar al entrar a casa
y le pidió con señas que se fueran a dormir. Jeon también estaba tan cansado
que, luego de una rápida cena, le hizo caso al menor y ambos se fueron a
cepillar los dientes para dormir.
Jeon por otro lado llegó a la habitación vistiendo el pans con el que dormía y
con una bolsa de compras en la mano. Al ver la gran bolsa, Taehyung tuvo
curiosidad y no apartó la mirada de ella. Jeon se sentó en su lado de la cama y
dejó el misterioso objeto en sus piernas bajo la atenta mirada de Kim.
—Agh, no sé cómo iniciar, nunca hice algo como esto —murmuró más para
él mismo que para Taehyung, pero al final pudo controlar sus malas
emociones y siguió—. Soy un idiota, ¿okey? Lamento haberte gritado en la
clase y haberte regañado en la calle. Estaba estresado por tantos trabajos, la
universidad me pone así... creo que solo intento decir que lo siento, sí eso, ya
lo dije.
Jeon apartó la mirada, algo avergonzado, pero la risa de Taehyung hizo que
se sintiera mejor y volvió a mirarlo sin evitar sonreír también. De repente
sintió el peso de Taehyung caer sobre el suyo cuando éste le envolvió en un
cariñoso abrazo. Jeon iba apartar, pero cuando ambos estuvieron apunto de
caerse de la cama solo pudo reír en armonía con Taehyung y sostenerlo.
—Bueno, creo que estoy perdonado, supongo, entonces que ésto no será
necesario —bromeó Jeon levantando un poco la bolsa con una mano para
hacerla notar.
—Creo que era ese el que señalabas, no soy bueno poniendo atención a los
demás, pero es la primera vez que me esforcé en redordar —nuevamente
recibió un abrazo de parte de Taehyung—. Oh, otro abrazo, bien, supongo
que elegí el peluche correcto, ¿cierto?
—Te gusta abrazar cuando duermes —recordó Jeon—. Así que pensé que
ahora puedes abrazar tu peluche y no a mí, así no rompes las reglas y serás
una buena estrella y no una de las que odio.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Jeon rodó los ojos. Jimin y Jungkook no eran buenos amigos. De hecho la
única razón por la que se conocían era por el trabajo y gracias a que Hoseok
si era amigo de Jimin y los había presentado. No obstante, la única persona a
la que Jeon podría consideraba "amigo" era a Hoseok en ocasiones.
—Seojung me pidió que lo hiciera para decirte que quiere que vuelvas al
trabajo mañana.
—Verás, tú le dijiste al dueño que te diera esos días para estudiar, pero
alguien le dijo a Seojung que habías faltado solo por estar con tu novio —
informó Jimin—. Y Seojung está a cargo ésta semana, es por eso que se
molestó y quiere que mañana repongas esos días.
—¿Novio? ¿Es en serio? —se burló Jeon. —Seojung me conoce y sabe que
no tengo ni tendría novio. Además sabe que casi no hablo con nadie, no
importa cualquiera idiota que se lo haya dicho, Seojung sabría que es
mentira.
—Lo sé, pero resulta que yo soy ese idiota —dijo Park, soltando una
carcajada como si fuera lo más divertido del mundo.
Kim asintió, feliz de aprender una palabra nueva y Jungkook, por otro lado,
checó la hora en su celular descubriendo que era hora de ir a la universidad.
Las horas pasaron más rápido que de costumbre, y Jeon no pudo amar más
los viernes gracias a eso.
—Una semana sin verte y ya todo se volvió loco —comentó incrédulo ante lo
oído—. ¿De verdad estás comiendo en el restaurante de la facultad lleno de
tus compañeros?
—Yo no, pero a Taehyung le gusta comer mucho, ¿verdad? —le dijo al
menor y Taehyung sonrió asintiendo en dirección a Jung—. En fin, ¿qué
haces aquí?
—A-ah yo... solo quise venir a ver si todo estaba bien con Taehyung —
nuevamente Jeon le dio de comer un bocado a Taehyung—. Uhm, ¿todo va
bien en el tiempo que llevan viviendo juntos?
—Googi —lo llamó Taehyung para volver a tener la atención del mayor.
—Es obvio que no —dijo Jungkook y, posteriormente, soltó una risa de burla
y tristeza —. Vaya, por todo lo que hiciste hace años, demostraste que no te
importo, pero creí que me conocías aún así.
—Yo solo-
Hoseok sabía que Jeon y Park no se llevaban del todo bien. Había intentado
hacerlos amigos, pero siempre terminaba con Jeon amenazándolo a muerte y
Park riéndo de la situación.
—¿Acaso sabe hacer algo además de molestar? Obviamente metió sus narices
donde no le importa otra vez —respondió enfadado de sólo recordar—. Ah y
si me vuelve a llamar "kookie" juro que esta vez lo mato.
Al verlos Jung también sonrió por aquella escena. Llevaba años conociendo a
Jungkook y conocía también lo que éste había pasado, es por eso que
entendía su forma de ser. Sin embargo en tantos años Jeon nunca se había
comportado de esa manera, ni había sonreído tanto como con Taehyung. Se
sentía feliz, muy feliz por Jungkook, porque sabía que una persona como
Taehyung era lo que Jeon siempre necesitó, porque parecía que los momentos
de Jungkook solo eran boyantes cuando Kim estaba en ellos.
Jeon era mesero en una cafetería de Seúl. Su jefe se llamaba Seojung, era un
chico de su misma edad pero que había dejado de estudiar y dirigía la
cafetería de sus padres, los señores Choi. Jungkook consiguió el trabajo
gracias a que los señores Choi lo adoraban por alguna razón y Jeon agradecía
que los dueños le quisieran tanto, pues de no ser así ya habría perdido aquel
empleo hace mucho tiempo.
Jimin ídem había causado la misma emoción en la clientela, sin embargo éste
disfrutaba la situación coqueteando con chicas. A diferencia de Jeon, que solo
miraba mal a las chicas que llegaban a insinuar cosas.
—¿Por qué daría una excusa si puedo decir la verdad? —espetó con
indiferencia —. En primer lugar no tengo novio y lo sabes, en segundo lugar
creo que no hay mayor acto estúpido que hacer caso a lo que los comentarios
de los demás y eso te hace el mayor estúpido ahora.
—Por supuesto, aún más porque creíste algo que Jimin te dijo sobre mí a
pesar de saber que yo nunca le cuento nada a nadie. ¿Alguna vez me viste
conversando con él? —Seojung negó apenado comenzando a comprender—.
Claro que no, en cambio, ¿alguna vez me he quejado de lo fastidioso y
chismoso que es Jimin para mí?
—Sí, deberías.
—Es sólo que estaba estresado porque las ventas habían disminuido toda la
semana, además las chicas no te veían y no compraban nada. Por eso cuando
Jimin dijo eso pensé que sería buena excusa —explicó de inmediato y suspiró
—. Puedes irte si quieres, de verdad siento no haber analizado las cosas.
—¿Crees que vine solo por eso? No soy idiota, pude aclarar todo esto por
llamada —aclaró—. Sé seguir una orden, me pediste que viniera a trabajar y
eso hago, pero más te vale pagarme el día si no quieres que le diga a tus
padres que me hiciste venir a trabajar cuando claramente pedí un descanso.
Jeon ignoró a Seojung y se acercó a una mesa cerca del mostrador para así
poder vigilar a Taehyung mientras trabajaba.
—Siéntate aquí —le indicó al menor y éste obedeció —. Estaré viniendo a
cada momento, ¿okey? Así que no te levantes de aquí mientras no esté.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Jungkook resopló frustrado cuando vio entrar a una chica que reconoció de
inmediato. Se llamaba Eunhye y eso lo sabía gracias a que ésta prácticamente
se lo había gritado miles de veces. Eunhye asistía de vez en cuando a la
cafetería y, cuando lo hacía, se esforzaba por llamar la atención.
—No, per-
Jeon volteó a ver a Taehyung con rapidez luego de escuchar eso. Encontró a
Eunhye frente a la mesa donde estaba Taehyung y sabía que nada bueno
ocurría.
—Te dije que te quites, idiota, vete antes de que llame a alguien para que te
saquen —exclamó la chica. Taehyung hizo un puchero al ser llamado así—.
¿Ves al mesero de allá? Se llama Jungkook y ambos somos muy cercanos,
¿quieres meterte en problemas con él?
—Parece que tienes retraso mental —comentó ella—. Pero sí, soy una
persona especial para kookie, seguro lo hago feliz a diferencia de otras.
Taehyung sonrió aún más y, en ese momento, vio a Jungkook llegar a la
mesa.
Jeon frunció las cejas con desagrado ante lo oído y confusión por la razón por
la que lo dijo. En ese momento, sintió una fuerza invisible que lo hizo tomar
la mano de Eunhye y entrelazar sus dedos. Al parecer Eunhye sintió lo
mismo, porque parecía asustada y emocionada a la vez.
—Deja de decir estupideces, mejor dime por qué estabas hablándole así a
Taehyung hace un momento, ¿tienes algún problema con él?
Jeon vio que Kim bajaba la mirada con tristeza y al ver eso no detuvo sus
palabras.
—¿Te dijo algo malo? —preguntó Jungkook tomando asiento junto a él. Éste
asintió aún desanimado—. No hagas caso, las personas son así cuando se
sienten superiores hasta que alguien les da un golpe de realidad.
—Taehyung debo ir a trabajar —le dijo a Kim, pero éste negó aferrándose
aún más a su brazo.
Jeon suspiró, tomó uno de los menús que llevaba consigo y lo dejó frente a
Taehyung.
—En mis descansos tengo derecho de pedir algo del menú para comer, pero
nunca lo he hecho, pero a ti que tanto te gusta la comida podrías aprovecharlo
—le dijo con calma—. Pronto será mi descanso y vendré contigo, por lo
mientras ve que es lo que te gusta y cuando vuelva lo pediremos.
Y por supuesto que cumplió su palabra, pues Jungkook pasó todo su descanso
dándole pastel a Taehyung y, asimismo, estuvo acompañadolo cuando tenía
tiempo.
Jeon rodó los ojos, molesto sin razón aparente, y dio la vuelta para irse a
preparar la orden. YoonGi tomó asiento a un lado de Taehyung y comenzó a
hacerle preguntas cerradas que el menor contestaba con sí y no. También
miraba como Taehyung hacía figuras con una servilleta.
—Debería, pero no me pagan más por fingir mi actitud así que no lo hago —
respondió tomando el dinero y contándolo.
Min se fue y la siguiente hora pasó rápido, tanto que Jeon ya se había
cambiado el uniforme de trabajo por su ropa casual y ambos se encontraban
saliendo de la cafetería. Taehyung se agarró de la mochila de Jeon mientras
caminaba y éste solo pensaba en las palabras de Yoongi.
Porque sabía que Min tenía razón, en realidad Taehyung aún no tenía muchas
cosas propias, no había algo que pudiese tener para pasar el rato. Pero había
una cosa que le impedía comparle cosas a Taehyung; su presupuesto había
disminuido luego de comprarle ropa y no podría reponer ese dinero hasta por
lo menos un mes. Y la única manera de conseguir dinero era acudir a
Seojung.
Si iba con su padrastro el dinero no sería problema por mucho tiempo, pues
éste siempre le daba cantidades exorbitantes de dinero, pero Jungkook
llevaba mucho tiempo sin verle la cara a ese hombre y se negó muchas veces
a regresar a aquel lugar que alguna vez fue su hogar.
Luego de debatir entre las dos opciones, Jungkook miró a Taehyung. Éste
caminaba con una mano sosteniendo su mochila, no se veía triste, pero
tampoco alegre era como si simplemente dejara el tiempo pasar con
indiferencia y Jungkook no quería que Kim viera el mundo de la manera en
que él lo veía.
Pudo haber sido peor, por lo menos Jungkook agradecía que Seojung nunca
le dañó físicamente como lo había con sus parejas, a él nunca lo golpeó ni lo
ofendió, pero si lo traumó al hacerlo vivir esas experiencias a tan corta edad.
Aún así le dio una buena vida y siempre se aseguró de que no le faltara nada,
hablando de lo económico y material, claramente. Todo era confuso, habían
sentimientos encontrados y confusión sobre lo que sentía por su padrastro.
Porque aun si lo odiaba, a su vez le agradecía internamente por haberlo
sacado del orfanato y darle la posibilidad de superarse en la vida. Nunca supo
aclarar su relación ya que huyó del problema sin enfrentarlo.
Solo se quedó con los malos recuerdos sin enfrentar la situación, como
siempre. Y ahora, tal vez, por fin podría culminar con aquella etapa de su
vida que incluía a Lee Seojung.
—Googi.
Esa voz lo devolvió a la realidad. Jungkook bajó la mirada y vio a los ojos a
Taehyung. Sintió calma y sociego llegar a su alma, vio la inocencia de un ser
pulcro y recordó la razón por la que estaba a punto de enfrentar todo eso.
—Ignora todo lo que diga ese hombre y no te alejes de mí, si ves algo que no
te guste me lo haces saber y te sacaré de ahí de inmediato, ¿bien?
En cuanto escuchó esa respuesta, Jeon tocó las grandes puertas de la casa y
no tardó mucho en salir a recibirlos un empleado.
Sin embargo, tan pronto como entró vio a Seojung, con su traje desordenado,
riendo con uno de sus amigos alcohólicos, totalmente perdidos por los efectos
del alcohol y probablemente otras sustancias ilícitas.
—¿Puedes por lo menos fingir ser una persona decente por un momento? —
espetó Jungkook.
Jungkook no respondió, vio a Taehyung mirar con temor a Hanjoon que casi
se caía de borracho y continuaba bebiendo.
Inmediatamente cubrió los ojos de Taehyung para que no se asustara más con
la escena.
—Oh, trajiste compañía —dijo Seojung con una sonrisa mientras se servía
whisky con dificultad, regando el anegado vaso por lo alcoholizado que ya
estaba —. ¿Quién es? ¿Es un amigo?
—¡Por fin tienes una pareja! —exclamó Seojung—. Y yo que creí que
morirías virgen, después de que tanto rechazaras a las chicas que quise
presentarte.
—Vamos, hombre, solo disfrutamos del placer que dan todas las experiencias
—mientras bebía de su vaso de whisky, Hanjoon posó sus ojos en Taehyung
e inmediatamente Jungkook se puso alerta —. Para ti no debe ser difícil
excitarte con este chico en casa.
—¿Qué tiene? Solo digo que tiene buen cuerpo —se sentó en el sofá y miró a
Taehyung de arriba a abajo, éste solo tembló por esa mirada —. Un muy
lindo cuerpo.
Jungkook tomó la mano de Taehyung y lo jaló hacia atrás para ponerse frente
a él y cubrirlo. De inmediato los ojos de Hanjoon dejaron de ver el cuerpo de
Taehyung y esta vez miró a Jeon a los ojos.
—Claro que no es sólo un cuerpo, imagino que hay más cosas que puedes
hacer con-
Taehyung asintió más entusiasmado y sacó el celular para jugar. Al verlo tan
distraído, Jungkook suspiró y le aseguró que regresaría rápido. Ulteriormente,
regresó a la oficina cerrando con seguro.
—Te lo advierto —amenazó Jeon, esta vez más serio, tanto que Hanjoon dejó
de reír y de verdad se asustó—. No vuelvas a decir algo de él, es más, ni
siquiera te atrevas a pensar en él.
—Bien, bien, calma. Hanjoon deja de ser tan grosero con las visitas de mi
hijo —murmuró—. Vamos disculpate, es la primera visita que hace mi hijo
en mucho tiempo.
—¿Cuánto quieres?
—En ese caso, Seojung, dale una gran cantidad de mi parte también para que
le compre una linda lencerí-
—Te lo advertí —interrumpió Jungkook esta vez más molesto y con las cejas
fruncidas.
—Es la última vez que vengo aquí, supongo que también vengo a despedirme
—apartó la mirada y extendió una mano hacia su padrastro —. Fuiste un
padre de mierda, te odiaré toda mi vida recordándote con rencor por la
asquerosa persona que eres y voy a repudiar el día en que te demostré
cariño... pero supongo que gracias por sacarme del orfanato y darme dinero.
—Bueno, Jansuk-
En ese momento sintió que los recuerdos dolían menos, tal vez sus memorias
por fin podrían ser superadas poco a poco.
Jeon cerró los ojos y respiró profundamente con tranquilidad el aire fresco
del exterior, por alguna razón sintió un peso menos sobre sus hombros que no
sabía que había cargado todo ese tiempo. Se sentía libre de una de sus
cadenas de tortura y supo entonces que había muchas cosas que había evitado
enfrentar, pero que aún así le seguían hiriendo.
—Desde los diecisiete me fui de casa, le dije a Seojung que me quería ir lejos
de él y solo me dio dinero... lo odié todo éste tiempo porque arruinó parte de
mi infancia, pero ahora ya no siento nada por él —le explicó a Taehyung —.
Creo que debía enfrentarlo en persona para superarlo, no vale la pena sentir
nada por ese idiota, simplemente ya no es parte de mi vida.
—Por ciento, lamento que hayas tenido que escuchar lo que decía sobre ti,
aunque tal vez ni siquiera entendiste mucho ahora que lo pienso —Taehyung
se encogió de hombros despreocupado—. Como sea, ¿sabes por qué tuve que
venir a pedirle dinero a éste hombre?
Luego de esa indicación se fueron caminando hasta que llegaron a una zona
céntrica donde habían más establecimientos. Encontraron un enorme
establecimiento de papelería y fue cuando Jungkook le indicó a Taehyung
que podía entrar a elegir algunas cosas.
Taehyung sonrió y le abrazó de manera rápida para luego entrar a ver los
productos de la tienda.
Pasó un tiempo y Jeon caminaba detrás del menor mientras llevaba cargando
unos cuantos cuadernos decorados que a Taehyung le gustaron, colores y
crayolas. Entonces se dio cuenta que Kim no había dejado de ver una
pequeña mochila color café claro con una carita en medio que reconoció
como el personaje de una de las caricaturas que Taehyung veía en la
televisión.
Dicha mochila parecía algo infantil. Sin embargo, a pesar de ser amargado y
fastidioso a la vista de los demás, Jeon nunca se atrevería a juzgar los gustos
o ideas de los demás. No haría algo que ya le había zaherido tanto en su
niñez.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
—Esto es aún más aburrido que las demás clases, así que si quieres colorea
para que se te pase rápido el tiempo.
Jeon odiaba a su profesor, el profesor Junseok. Era un señor con una manera
de enseñar anticuada y mediocre que Jungkook siempre odió. Solía enfadarse
cuando alguien no entendía sus temas, algo sumamente estúpido tomando en
cuenta que nunca explicaba bien. Jeon agradeció internamente que la clase
solo fuera un repaso, porque no tenía ánimos ni ganas de estar una hora
completa con aquel profesor.
La clase, por suerte, pasó rápido y tan aburrida y banal como siempre. Sólo
faltaban diez minutos para poder salir de ahí.
—Bien
Jeon resopló antes de dar su respuesta. Porque era obvio que el procedimiento
era muy importante.
—Vamos, no seas así con nosotros —con un tono animado le dijeron—. Solo
queremos ser amables y amistosos.
Ésta vez Jungkook se detuvo y, luego de mirar a Kim, volteó a ver a sus dos
compañeros con una ceja alzada.
Con las cejas fruncidas Kim los miró y se colocó frente a Jungkook para
intentar protegerlo.
Jungkook sonrió con los labios sellados, mirando a Taehyung frente a él, era
adorable su intención de protegerlo y se veía más tierno con esa expresión de
enojo. Borró su sonrisa para ver a sus compañeros.
Jungkook tampoco sabía si lo que dijo Taehyung era cierto, pero lo que sí
sabía era que Kim nunca mentía. Y confiaba mil veces más en Taehyung que
en cualquier persona de su universidad.
—Si todas las clases son así podría considerar unirme —bromeó Min, quien
había estado esperándolos fuera del aula.
—Vine por Taehyung —Jeon le miró con seriedad —. Tenemos clase, ¿lo
olvidas?
—¿No crees que fuiste muy grosero con el profesor? —preguntó Yoongi.
—Yo sé que muchos lo odian —insistió Min—. Y tienen razón, pero se veía
muy molesto.
Cada día que pasaba las cosas cambiaban en la vida de Jeon sin que éste se
diese cuenta. Eran ínfimos detalles, pero que poco a poco se hicieron más
notorios.
Tiempo después Taehyung terminó su dibujo y dejó de lado sus colores para
mostrárselo a Jungkook.
Jeon sonrió y asintió, pero luego, vio la tercera persona del dibujo. Era una
persona sin rostro, ni ninguna particularidad en general, solo era una silueta
que sostenía la mano de Jungkook en el dibujo mientras un corazón estaba
sobre ellos y Taehyung los miraba con una sonrisa.
—¿Y por qué te dibujaste en el cielo? ¿Estás volando o de nuevo crees que
eres una estrella?
Dejó de hablar cuando sintió que un cojín chocó contra su rostro. Jeon miró a
Kim, encontrando a éste con las cejas fruncidas y los brazos cruzados.
—¿Qué? Solo dije la verdad y hablo de las estrellas de verdad, no de ti, torpe
estrellita —espetó Jungkook devolviéndole la misma mirada molesta a Kim
—. Las estrellas no sirven, no cumplen deseos, son estúpidas y nunca
escuchan a quienes les hablan.
—¿Cómo me llamaste?
—Ese idiota —musitó entre dientes —. Por lo menos te enseñó insultos más
inofensivos.
Jung evitó que la puerta fuese completamente cerrada poniendo su pie como
impedimento.
Y Hoseok pudo jurar que era la primera vez que Jeon lo recibía bien en su
casa.
—Veo que hiciste algunos cambios —murmuró Jung aún mirando al rededor.
Jeon miró el lugar también, pero no encontró nada sorprendente y es que para
él ya era normal, por lo que no encontró lo inusual.
—Éste es mucho mejor que el otro, por lo menos aquí no hay ninguna
"persona especial" tomándome la mano —dijo Jungkook haciendo reír a
Taehyung —. ¿Dónde deberíamos colgar éste?
—Creí que Taehyung no sabía comer por sí mismo —recordó Jung viendo a
Taehyung comer con una cuchara.
—Eso fue hace semanas, hace unos días le enseñé y ahora sabe comer con
cuchara aunque aún se ensucia mucho —explicó —. Pero no le gustan los
palillos así que tendrá que practicar más.
La nostalgia invadió a Hoseok, eso era todo lo que siempre quiso escuchar.
Que Jungkook fuera feliz de nuevo.
—Lo sé, pero dejó una de sus libretas en mi casa, así que voy a pasar, quítate
—avisó adentrándose a la casa antes de que Jeon reaccionara.
—No tengo nada más que hacer —respondió Min —. ¿Qué opinas,
Taehyung? ¿Comemos todos juntos?
—¡Sí!
—Por favor, googi —pidió Taehyung utilizando por primera vez esas
palabras.
Jungkook sabía que Hoseok se estaba burlando de él, porque no podía negarle
nada a Taehyung.
—Como sea, hagan lo que quieran —respondió mirando hacia otro lado.
Hoseok aguantó las ganas de reír. Después de todo él mismo lo había dicho,
Jungkook solo estaba dispuesto a cambiar si era por Taehyung.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Jungkook podía decir en voz alta lo que por dentro realmente no sentía.
Utilizaba las palabras como un método de defensa, pero solo era un alma en
pena que buscaba su sanación en silencio.
Jungkook vio que Taehyung tenía espasmos de repente y, supo que éste
quería vomitar, por lo que de inmediato lo guió al baño, donde Taehyung no
aguantó más y vomitó. Jungkook no sintió asco alguno, solo estaba
sumamente preocupado, por ende se quedó a su lado y se dedicó a acariciar la
espalda de Taehyung.
Cuando Kim terminó, Jeon se acercó a limpiarle la boca con una toalla
húmeda.
Taehyung solo seguía soltando quejidos de dolor y poco a poco perdía más la
fuerza.
—Le pido que se tranquilice, los doctores ya vienen. Pero necesito saber los
síntomas.
—N-no lo sé, solo se puso pálido y débil, estaba temblando, tuvo vómito y-y
luego se desmayó —explicó tartamudeando del nerviosismo —. Por favor
hagan algo.
Los médicos llegaron con una camilla. Le pidieron que dejara a Taehyung ahí
y así lo hizo. De inmediato comenzaron a avanzar con la camilla mientras
revisaban al paciente. Y Jungkook les seguía el paso para ver a Taehyung.
—¿Notas algo? —preguntó uno de los doctores con calma hacia otra doctora.
—Es extraño lo que sucede, aunque el paciente siente esos dolores, su estado
en general es casi perfecto y no sabemos lo que ocasiona todo eso —explicó
ella —. Le haremos estudios, debe esperar fuera mientras tanto.
—Debo irme por un momento y tú debes hacer lo que los doctores te digan
—indicó intentando sonar calmado. Taehyung sujetó su mano con fuerza para
que no se fuera—. No te asustes, volveré contigo muy pronto, ni siquiera
notarás que me fui.
—¿P-promesa?
—Promesa.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Él fue testigo del dolor que Taehyung sintió, pero los doctores no detectaban
la razón por la que sintió esos síntomas. Eso era sumamente extraño y no
encontraba una explicación lógica.
Hoseok bajó la mirada por un momento y aguantó las lágrimas para sonreír y
fingir estar bien.
—Y-yo solo recordé cuando él buscaba que mostraras afecto y nunca lo logró
a pesar de considerarte como un hermano —murmuró recordando y, cuando
vio que Jungkook no se enojaba, siguió hablando—. ¿Recuerdas la vez que
estuvo en el hospital? Quisiste fingir que no te importaba y tu orgullo no te
dejó visitarlo.
—Tuviste que robarme las llaves de mi casa para que fuera al hospital a
quitartelas y así visitar a SooJin.
Jungkook suspiró ante las cavilaciones que llegaron a su mente. No era que
no le importara nada, simplemente le costaba trabajo expresar sus emociones
y prefería fingir que nada le importaba. Así actuó con Soojin.
Pero ahora todo había cambiado, tal vez simplemente no estaba dispuesto a
revivir otro trauma como el que vivió con Soojin.
Terminó de hablar y seguía con la mirada perdida, al parecer igual que sus
pensamientos. Hoseok comenzó a acariciar la espalda de Jeon para consolarlo
y, con ese toque, fue que Jeon pareció despertar de su abismal mente.
—Olvida todo lo que dije, debo tener sueño, es todo —se excusó —iré por un
café, ¿quieres algo?
—Una excusa más creíble, tal vez —pidió Hoseok con diversión.
Jungkook no supo como reaccionar, por lo que optó por mirarle con enojo. Y
sin decir nada más se fue a la cafetería del hospital.
Por otro lado, Hoseok sabía que todo lo que dijo era verdad. Aunque Jeon
había cambiado, aún le faltaba aceptar en voz alta las cosas y dejar de fingir
indiferencia ante todo. Sobre todo, dejar de tener miedo ante los nuevos
sentimientos.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
—¿Por el momento?
—Miren, voy a ser honesto con ustedes; no logramos detectar lo que ocasiona
los síntomas en el paciente. Simplemente su cuerpo está funcionando
correctamente a pesar de sus dolores —explicó—. Por ahora los síntomas han
pasado, pero deberá recibir cuidados diarios si no quieren que ocurra algo
más grave, sobre todo si se trata de lo que sospechamos.
—Entonces es necesario que sepa ésto; gracias a los estudios que le hicimos,
descubrimos que el nivel de colesterol en el paciente está demasiado elevado
al igual que la acumulación de triglicéridos —informó el médico —. Como
mencioné, el paciente requiere muchos cuidados por su enfermedad, cardíaca
y, aunque ahora no presenta problemas por eso, puede afectarlo a largo
plazo. Le recomiendo que comience a dejar las comidas instantáneas o
rápidas y preparen comidas balanceadas y más saludables. Llevará una dieta
mientras esté aquí y cuando salga debe cuidar más de su alimentación.
Jeon no pudo sentirse más culpable luego de escuchar eso. Era cierto, desde
que Taehyung llegó a su hogar lo único que habían comido era chatarra y
nada saludable. Sin saberlo, pudo haber afectado mucho a Taehyung y aún
más por la enfermedad tan grave de éste.
Sea como sea, en ese instante tomó una severa decisión; cuidaría de
Taehyung con diligencia, le ayudaría lo necesario. Porque estaba totalmente
motivado y se prometió a sí mismo jamás dejar que Taehyung sufriera.
¿Cómo podía decirle que tenía una enfermedad del corazón? Jeon se sentía
incapaz de decirle a Taehyung que padecía de una enfermedad mortal y
peligrosa. Era horrible pensar en eso incluso para él.
—No dejaré que vuelvas a sentir tanto dolor —murmuró abrazándolo más
fuerte —. Lo juro.
Jungkook siempre actuó muy orgulloso e indiferente con Soojin, pero ahora
se arrepentía de no haberle demostrado que en realidad era como su hermano.
No quería cometer el mismo error ahora que era tan cercano a Taehyung y
tomó la decisión de comenzar a mostrarle lo que sentía por él, porque no
quería volver a vivir un arrepentimiento tan grande como el que sintió cuando
supo que Soojin se fue del mundo sin saber lo mucho que lo quería.
Jeon, confundido dirigió su vista hacia donde miraba el doctor y encontró una
carpeta sobre sus piernas. Perplejo, Jungkook abrió la carpeta y encontró los
papeles de identificación de Taehyung. Su cuerpo se tensó y su mente no
pudo responder cómo había ocurrido eso.
Jungkook frunció las cejas al escuchar esa información, pero ni siquiera sabía
de dónde Taehyung había sacado esos papeles así que no supo que responder.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Luego de una ducha rápida, se vistió y tomó sus llaves para irse, pero antes
de salir recordó que Taehyung estaría una semana en el hospital, por lo que
decidió llevarle algo para que no se aburriera tanto.
Jeon bajó las escaleras con la libreta, los crayones y el peluche. Y sabía que si
veía más cosas las llevaría para Taehyung, por lo que fue directamente hacia
la salida sin mirar nada más. No obstante, antes de atravesar la puerta vio la
mochila de Taehyung en el perchero y recordó que éste le llevaba a todos
lados, porque tenía todas las cosas que más utilizaba.
Fue entonces que mal humor de Jeon se esfumó tan rápido como los muones
de los rayos cósmicos. Pues la alegre sonrisa de Taehyung fue la paga
suficiente para su frío corazón.
Capítulo O8
✧。・゚・✧。・゚・✧
El siguiente día Jeon amaneció con unas notorias ojeras y es que llevaba dos
días sin poder dormir bien. Pero no le tomó importancia, pues en esos
momentos tenía otro problema.
—Taehyung come —pidió con una cucharada de comida frente a la boca del
menor, quien hizo una expresión se asco y negó—. Es por tu bien, te aseguro
que no es tan malo como se ve.
La verdad Jeon estaba mintiendo, pues esa comida se veía horrible a simple
vista. Taehyung se había negado a comer desde que vio eso.
Kim asintió y Jungkook por fin pudo darle la primera cucharada de comida.
Inesperadamente a Taehyung le gustó, aunque eso no le sorprendió mucho a
Jeon, sabía a Kim siempre le gustó mucho comer.
Taehyung abrió la boca para pedir más y Jeon rió dándole otra cucharada.
Jungkook rió y, en otras circunstancias, habría fruncido las cejas con disgusto
y se habría negado a hacer tal estupidez infantil, por ello se desconoció a sí
mismo cuando fingió darle de comer al peluche del menor. Así pasó su
mañana, dándole de comer a Taehyung y a panquesito.
—Yo digo que la niña tiene poderes —opinó Jeon sin dejar de ver la
televisión.
—Claro que tiene poderes, sino cómo explic- —la puerta de la habitación fue
tocada interrumpiendo su plática —. ¡No vamos a abrir, váyanse!
—Googi.
Jeon vio que Taehyung miraba hacia la puerta y sabía qué era lo que quería.
De mala gana se levantó y caminó hacia la puerta abriéndola para ver quién
interrumpió.
—Vaya, el tipo amargado y solitario dando visitas —comentó Jeon con burla
—. ¿Qué te pasó?
—Bueno, tú también estás aquí desde ayer, ¿no? —contraatacó, dejando sin
argumentos a Jeon.
Jeon respló y cerró la puerta nuevamente. Al dar la vuelta miró la caja que
Min llevaba en manos.
—Ah no, nada de eso —intervino Jeon —. No puede comer pasteles ni dulces
por ahora, está llevando una dieta.
—¿Crees que soy idiota? Investigue antes de venir, son panques de matcha,
no le hará daño —informó para dirigirse nuevamente a Taehyung.
Un tiempo pasó. Taehyung comía uno de los pastelillos al igual que YoonGi,
Jeon no había querido tomar nada. Al poco tiempo YoonGi llamó a Jeon
afuera de la habitación y éste le siguió algo confundido.
—Jeon, le daré clase a Taehyung esta tarde —informó. Jungkook le miró sin
entender por qué se lo decía—. Necesito que te vayas.
—Claro, además así podrás volver por un momento a la vida que tanto te
gustaba —Jeon le miró confundido—. Ya sabes, tu casa solitaria y sin ruidos.
Debe ser bueno volver por un momento a lo de antes, después de todo tu eres
así y nada te cambia, ¿o no?
—Sí...
▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Además pensó que tal vez YoonGi tenía razón. Tendría una tarde o una
semana entera para estar solo en casa y revivir su antiguo modo de vida, que
según recuerda, lo disfrutaba.
Revolvió sus cabellos con frustración e intentó dejar de pensar en ello para ir
a la cocina y preparar un ramen, pero se maldijo a sí mismo cuando, por
costumbre, terminó sacando dos ramen y un jugo de fresa para Taehyung.
—¡Te dije que tenía poderes! —exclamó emocionado esperando alguna queja
—. ¿Lo ves, Taehyung? ¿Acaso no-
—Bien, en ese caso me quedaré más tiempo con Taehyung para que puedas
disfrutar más tu asombrosa vida sin Tae.
Al final Jeon durmió algunas horas para matar el tiempo y reponer su sueño.
Al despertar de inmediato se preparó para ir al hospital, pero no esperó que al
salir de casa se toparía con la oscuridad del cielo y la luz de la luna. No
esperaba que ya fuera de noche.
—No voy a dejarlo solo, puedo quedarme en la sala de espera, pero no pienso
irme.
—Son reglas de éste hospital, lleva dos días aquí sin dormir bien, eso puede
afectar su salud también, me temo que no podemos permitirlo —explicó
calmada —. Le pedimos su comprensión, puede venir mañana temprano a
verlo. Además ya está dormido, no habrá ningún problema.
Pero no pudo dormir, a pesar de no haber dormido bien por dos días, no podía
conciliar el sueño. Se quejó con el mismo y giró en la cama encotrando un
lugar vacío a su lado. Una nostalgia y tristeza llegó a su corazón cuando no
vio rastro alguno de que Taehyung hubiese estado ahí. No había ninguna luz
de la lámpara que tanto le molestaba antes, ni sintió un peso más en la cama,
no vio a panquesito y sobre todo Taehyung no estaba ahí.
Era como si Kim nunca hubierse estado ahí y ese solo pensamiento aterró a
Jungkook.
Nuevamente volvió a estar solo. Ya no tenía a quien darle las buenas noches.
—El paciente Kim despertó hace poco —en ese momento un sollozo se
escuchó.
—¿Qué le hicieron? Juro que si le pasó algo yo mismo les devolveré el favor
—amenazó levantándose completamente de la cama.
—Googi —corrigió sin pensar —. Digo no, claro que no... bueno, solo para
él, ¿por qué?
—No para de repetir su nombre, es por eso que lo llamé —dijo algo
desesperada—. Lamento no haberle permitido quedarse, ¿podría venir a
ayudarme?
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
—N-no te vayas, por favor, googi—le pidió lentamente para pronunciar bien.
Jungkook le sonrió.
Jeon dio la vuelta y suspiró al ver el sofá, pues debía prepararse mentalmente
para una noche más sin dormir bien en aquel incómodo lugar. Iba dar un paso
hacia el sofá, pero Taehyung le tomó del brazo antes de que se alejara.
Al saber que Kim quería que durmiera con él, observó su cama, era grande y
cabían ambos. Pero estarían más juntos y a Jeon le alteraba los nervios esa
idea.
—Pero tengo miedo de que te vayas —confesó su temor —Por favor, googi.
—Sí...
—Lo siento panquesito, te quité tu trabajo —dijo Jeon escuchando las risitas
del menor.
Jungkook cerró los ojos con una sonrisa en los labios, sintiendo esa sensación
cálida en el pecho. Acercó más a Taehyung en aquel abrazo y finalmente
pudo dormitar con plenitud.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬
El fin de semana pasó y Jeon tuvo que asistir a la universidad. Así que dejaba
a Taehyung en el hospital bajo la vigilancia del personal médico mientras el
se iba a clases, aun así se aseguraba de volver lo más pronto posible.
Hoseok a veces iba por las mañanas a ver a Taehyung y YoonGi iba por las
tardes a darle clase.
Jungkook, por otro lado, se iba a casa cuando Min le estaba dando clases a
Taehyung. Ya no se sentía solo, pues había encontrado algo que hacer y tenía
una motivación.
—¿Cómo se supone que sabré si están cocidas las verduras? —se preguntó
estresado—. Agh, no puedo hacerlo.
Jeon arrojó la revista lejos y salió de la cocina estresado, pero bastaron unos
segundos para que volviera a entrar luego de recordar que debía cocinar
saludable para Taehyung. De mal humor recogió la revista del piso y
nuevamente siguió las instrucciones.
Al final terminó aquella receta como lo decía el tutorial, pero se llevó una
enorme decepción al ver que no se parecía en nada a la imagen de la revista.
Se sintió mal consigo mismo, pues definitivamente eso no era algo que
Taehyung quisiera comer. Exhaló profundamente y miró con tristeza el
platillo preparado.
Entonces una alarma sonó y fue cuando recordó que ya era hora de ir con
Taehyung.
—Sobre eso... no les quedó muy bien la comida a los cocineros —mintió
apenado, optando por culpar a alguien más—. Si quieres puedes dejarla,
ordenaré un mejor servicio.
—Quiero probar.
—¿Sí te gustó? —Kim asintió feliz, con las mejillas llenas de comida—.
¿Aunque se ve horrible de verdad te gustó?
Jungkook sonrió al reconocer las palabras que él mismo había dicho y solo
pudo verlo tan contento con aquella comida que él había considerando una
basura, mientras que Taehyung de verdad la disfrutaba. No pudo estar más
encantado con la forma de ser de Kim y agraciado de tenerlo en su vida.
Jeon veía de lejos la escena y, detrás de él, llegó la enfermera que lo había
corrido aquella noche.
Los días, las semanas y los meses pasaban. Mientras tanto la relación de
aquel par florecía cuál girasol en primavera, ídem sus sentimientos aún sin
darse cuenta.
Taehyung era muy inteligente y eso Jeon lo sabía porque Min se lo había
dicho y por experiencia propia. Ahora podía hablar de manera fluida con las
palabras que ya conocía y, aunque aún habían palabras y cosas desconocidas
para él, siempre aprendía rápido.
Una noche, Hoseok fue a visitar a Jeon y Kim. Aunque claramente dijo que
fue por Taehyung para que Jungkook aceptara que se quedara.
Taehyung se había ido a bañar. Jungkook solo lavaba los platos y Hoseok
miraba los dibujos de Taehyung pegados en el refrigerador.
Hoseok iba dejar de mirar, pero hubo un dibujo en especial que le llamó la
atención. Era un parque y en aquel parque un muñequito dibujado mirando
hacia arriba con los ojos cerrados, a aquel muñeco le rodeaban algunas ondas
de luz y en el cielo habían estrellas fugaces. Hoseok se sorprendió por la
similitud que ese dibujo tenía con el recuerdo de cuando pidió aquel deseo a
las estrellas y no pudo evitar pasmarse.
—Sí, cuando me lo mostró dijo lucecita, creo que eres tú o se refería a las
estrellas de su dibujo, no estoy muy seguro.
La perplejidad era mucha en los sentidos de Jung.
No terminó la pregunta, pues iba mencionar aquella noche que pidió el deseo
y no quería que Jeon se burlara.
—N-nada, me confundí.
Jeon miró extrañado a Hoseok mientras se quitaba los guantes para lavar
trastes y se secaba las manos.
—Estas raro —opinó —. Como sea, debo ir a hacer las compras, ¿puedes
cuidar a Taehyung mientras vuelvo?
Jeon salió de casa rápidamente y Jung se dedicó a observar los demás dibujos
de Taehyung. En uno se veía el planeta tierra dibujado y en el planeta un
puntito destellante resaltaba, eso le confundió mucho, pues era dibujado
como si fuese visto desde el cielo.
—Jungkook tuvo que ir a un lugar —el menor frunció las cejas y realizó un
puchero —. ¿Por qué tan enojado? ¿No quieres estar conmigo?
—Jungkook solo te quería proteger del frío, mañana puedes ir por galletas —
acarició los cabellos plateados del menor —. Vamos a la sala mientras llega.
Yoongi le había dejado de tarea llenar hojas con figuras extrañas que lo
ayudarían a poder escribir mejor. Taehyung estaba entusiasmado por
aprender a escribir, por lo que siempre hacía sus tareas a tiempo.
Todo iba normal, hasta que Taehyung hizo un comentario que causó revuelo
en Hoseok.
—Lucecita, ¿por qué googi trata mal a las demás personas? —preguntó de
repente, mientras trazaba figuras en su libreta.
—Él vivió muchas cosas difíciles en el pasado —murmuró sin saber qué
responder exactamente —. Por eso comprendo que sea así incluso conmigo.
Curioso, Kim dejó de escribir y se recargó en la mesa con sus antebrazos para
poner su mirada y atención totalmente en Hoseok.
Jung no dio una respuesta porque por alguna razón le pareció que Taehyung
ya sabía algo sobre lo que había pasado. Luego de pensarlo por un rato,
decidió que debía contarle toda la verdad.
—Taehyung, hay algo que debes saber para comprender la razón por la que
Jungkook es así conmigo — Taehyung asintió prometiendo no decir nada.
Hoseok suspiró preparándose para hablar —. Todo tiene una razón de ser y el
como soy tratado por Jungkook no es simple obra de su mal carácter...
acertaste, yo fui parte de su pasado triste.
—Jungkook y yo fuimos vecinos desde los cinco hasta los dieciocho años,
por eso siempre fuimos muy cercanos, éramos los mejores amigos y, aunque
no lo creas, Jungkook era muy carismático y divertido cuando era pequeño,
pero cambió conforme comenzó a crecer y una de las razones fue su padre
adoptivo.
Hoseok asintió.
—Sí, Seojung ilusionó a Jungkook con la idea de que serían una familia feliz
y comenzó siendo un buen padre, pero después dejó casi abandonado a
Jungkook para tener tiempo para sus novias —relató —. Jungkook siempre
fue muy inteligente. Recuerdo que llegábamos emocionados a su casa para
mostrarle sus buenas calificaciones a su padre, pero él siempre estaba
borracho y con muchas mujeres a su alrededor, por eso no le prestaba
atención. Jungkook siempre lloraba en silencio cuando eso pasaba.
Antes de contar la peor parte de la historia, para él, Jung jugó nervioso con
sus manos y se preparó para enfrentar cualquier reacción que tuviera
Taehyung.
Taehyung, intentando no contagiarse con el llanto del otro, tomó las manos
de Hoseok entré las suyas y le brindó su comprensión mientras esperaba que
éste calmara los espasmos de su llanto y retomara una normal respiración.
—S-soojin nunca habló sobre cómo se sentía, siempre fingía estar feliz y
alegre con su vida, pero nadie se dio cuenta del tormento que en realidad
escondía, hasta ese día... —tragó el doloroso nudo de su garganta y limpió
sus lágrimas en vano, ya que inmediatamente salieron más de sus ojos —. U-
un día Soojin no aguantó más todos los insultos y agresiones, él estaba
sufriendo mucho más de lo que cualquiera hubiera pensado... así que dejó
éste mundo por su cuenta. E-el se suicidó, Taehyung, y yo pude haber hecho
algo al respecto todo ese tiempo.
Hoseok asintió mientras apretaba los ojos y dejaba salir sus funestos sollozos
rebosantes de suplicio.
—Jungkook me odio desde la muerte de Soojin, porque sabía que pude haber
hecho algo, porque sabía que los dejé solos para irme con quienes les hacían
daño a ellos —sorbió su nariz e intentó calmar su llanto—. Después de eso yo
por fin reaccioné y dejé esas malas amistades. Intenté acercarme a Jungkook
nuevamente para recuperar nuestra amistad, pero era muy tarde —musitó con
sus cristalinos ojos mirando fijamente al frente, como si su mente estuviera
rememorando cada detalle —. No me habló por años, pero ésta vez no lo dejé
solo. Siempre lo cuidé desde lejos cuando no me quería cerca y me acerqué a
él poco a poco hasta que por fin me dirigió la palabra... me costó mucho
trabajo que me hablara de nuevo y, como te das cuenta aún no lo hace
completamente, pero yo lo entiendo y por eso siempre estoy cerca de él a
pesar de todo.
—Soy una horrible persona y nunca podré vivir bien por eso —pronunció
con dificultad, respirando agitado mientras lloraba—. Nunca podré pagar lo
que hice en el pasado, esa culpa me seguirá por siempre y lo merezco.
—Sabes, mi mami decía que los errores solo son dignos de ser perdonados
cuando se aprende de ellos —dijo Taehyung —. Las cosas malas del pasado
no importan si aprendes de ellas, porque hay quienes nunca aprenden y
cometen el mismo error afectando a más personas o quienes aprenden y con
ello ayudan a los demás. Las personas tienen muchas facetas a lo largo de su
vida, y la persona que eres hoy, no es la misma que fuiste en ese momento,
ahora tu alma brilla de tanta bondad.
Casi al instante, fue recibido por Kim, quien lo ayudó a cargar las bolsas de
compras mientras Jeon se quitaba su abrigo y lo colgaba en el perchero.
—¡Gracias, googi!
Hoseok observaba la escena desde lejos, admirando lo feliz que Jungkook era
con Taehyung.
Kim no afirmó, ni negó nada, porque era cierto que no podía mentir. Así que
optó por responder de otra manera.
Luego de despedirse Hoseok se fue del hogar de Jeon y Kim y partió caminó
a casa acompañado de las calles iluminadas de Seúl, de vez en cuando miraba
el cielo mientras pensaba en las palabras de Taehyung. "Los cosas malas del
pasado no cuentan si aprendes de ellas", y se repitió eso toda la noche para
tener calma consigo mismo.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Había tenido una ligera pelea con Taehyung, pues éste había comido sus
galletas antes de la cena y podía hacerle daño. Jungkook estaba tan estresado
que le había gritado a Taehyung más de lo que él mismo esperó. Esa era otra
razón por la que Jeon se encerró en su estudio; su orgullo no le permitía salir
y disculparse porque eso sería admitir su error.
Jeon ya se había asegurado de todos los temas, por lo que ya no estaba tan
preocupado por el examen. No obstante, algo le pareció extraño, pues en los
últimos minutos no había escuchado ni una sola risa de Taehyung. Supuso
que se había quedado dormido, pero para asegurar se levantó de su silla y fue
a la sala.
Su carácter siempre había sido horrible después de todo lo que vivió, pero
nunca le importó herir a los demas hasta ese momento. Taehyung nunca tuvo
la culpa de sus traumas y no tenía que aguantar gritos por su mal genio. Si tan
solo hubiera pensado que Taehyung podía irse por eso, definitivamente
habría cambiado antes y no ahora que Kim ya no estaba.
Afuera estaba oscuro, no se podía ver mucho, pero bastaron unos segundos
para que Jungkook enfocara mejor su vista entre tantas lágrimas y viera un
parque a lo lejos, con un poste emanando un ínfimo y débil rayo de luz
iluminando una banca y, en esa banca de madera, pudo reconocer aquellos
sedosos cabellos grises moviéndose con el ligero aire. Ahí estaba Taehyung,
mirando el cielo con concentración.
—¿Por qué lloras? —preguntó, sintiendo su labio inferior temblar por las
repentinas ganas de llorar —. Si googi llora yo también lloro.
Jungkook se separó del abrazo para tomar a Taehyung por los hombros y, con
los ojos llororos y rojos del llanto, habló:
—No vuelvas a salirte sin avisarme antes, Taehyung —dijo Jungkook con
voz temblorosa—. No desaparezcas así de nuevo, ¿sabes lo asustado que
estaba?
—Lo siento, no quería hacerte llorar —murmuró Jungkook limpiando con sus
pulgares las pocas lágrimas de los ojos y mejillas de Kim—. Solo no lo hagas
de nuevo.
—No Taehyung, lo siento, estaba estresado y por eso actué como un tonto —
explicó volviendo a abrazar al peligris—. Perdóname, prometo cambiar para
no volver a hablarte así.
—Así es, soy un completo Jimin —jugó con los cabellos del menor—.
Volvamos a casa, ya es noche.
Taehyung sonrió nuevamente.
—Estaba viendo las nubes y el sol, pero se tuvieron que ir a iluminar otra
parte del mundo, así que estaba viendo las estrellas —contó con trivialidad—.
Por cierto, ¿mañana podemos salir a ver las nubes?
Antes de entrar a casa, Jeon vio de reojo como Taehyung se despedía de las
estrellas y sintió una inmensa ternura en su interior. Definitivamente no sabía
que haría sin él, no quería volver a su vida antes de Taehyung y no había
nadie que pudiera ocupar el lugar de Taehyung en su vida.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Jungkook odiaba el sol. Siempre prefirió la noche y el frío antes que los
bochornosos y extenuantes días de calor.
—¿Cómo puedes ver algo tan simple como las nubes y convertirlo en algo
tan diferente? —preguntó Jeon sin entender lo que Taehyung encontraba
divertido.
—Aunque sea lo más banal tú mismo le das el significado a las cosas, googi
—explicó el menor—. Acuéstate conmigo y ve las nubes.
—Intentalo. Mira —señaló una nube—. Esa parece una flor, ¿tú que has
visto?
—Así no es —se quejó el menor entre risas. Risas que fueron acompañadas
por las de Jeon.
—Es un demonio.
Tiempo después, el sol y las nubes se fueron, pero ambos seguían ahí
disfrutando el ambiente creado. Estaban sentados en la manta uno junto al
otro cuando el bello atardecer comenzó frente a sus ojos, una paleta de
colores naranja, rojo y amarillo se combinaron en el cielo. Jungkook miraba
el atardecer como algo banal, en cambio Taehyung miraba fascinado el cielo.
—¿Recordar un sentimiento?
Jeon pensó por unos instantes. Nunca se había tomado el tiempo de analizar
los recuerdos que formaba cada día con Taehyung y lo que éstos podrían
causar en él al rememorarlos.
Las risas de ambos se mezclaron con gracia hasta que fueron cesando. Poco
después se concentraron de nuevo en el cielo. Taehyung se acercó más a
Jungkook y recostó su cabeza en el hombro de éste. Jeon no hizo nada para
impedir esa acción.
—Me gustó mucho este día, googi —le dijo Taehyung —. Gracias por
traerme.
Jeon sonrió con la mirada en el atardecer. Entonces sintió los labios del
menor chocar dulcemente contra su mejilla. Un delicado beso, pero que había
alterado su corazón. Volteó a ver a Taehyung algo asombrado, encontrando a
éste con las mejillas sonrojadas y dedicándole una sonrisa.
—Googi —le llamó el menor sobre su hombro con una voz suave y tranquila.
—¿Sí?
—¿Tú me quieres?
Afuera las calles se volvían cada vez más frías, por lo que el ambiente
hogareño y cálido dentro de su hogar era satisfactorio.
Las casas cada vez se llenaban de más adornos y las calles repletas de luces.
Árboles con esferas y negocios llenos de decoraciones. Todo indicaba la
llegada de la navidad.
Estaba apunto de ir con Jungkook, pero una escena más le llamó la atención.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
YoonGi había ido a su casa para darle clase a Taehyung. Hacía tiempo que
ambos se habían encerrado en el estudio de Jeon y, cuando una hora pasó, la
puerta del estudio por fin se abrió indicando que ya había terminado la clase
de Taehyung. Min salió seguido de un feliz Taehyung.
—Me voy —le indicó Yoongi a Jeon, ulteriormente se dirigió a Taehyung—.
Nos vemos en otra clase, Tae.
—Yoongi dice que los esposos son personas que se quieren mucho y tú me
dijiste que me quieres —explicó seguro de sus palabras—. Además la
película los esposos viven juntos.
—Que no, YoonGi ni siquiera puede ser tu esposo porque... —pensó en una
excusa —. Porque no vive contigo, tu mismo lo dijiste, los esposos viven
juntos.
—En una semana empiezan mis vacaciones y unos días después la gente
celebra eso.
—P-pero yo tampoco —se quejo con tristeza —. Quiero celebrar navidad por
primera vez.
Al siguiente día ambos ya estaban listos para salir a comprar los adornos de
navidad que tanto quería Taehyung. A decir verdad, ídem le causaba cierta
emoción a Jeon, pues a pesar de haber dicho que no le gustaba la navidad, y
era cierto, ahora tenía a Taehyung, y sería la primera navidad de ambos.
Taehyung bajó las escaleras luciendo adorable con su gran chamarra blanca,
éste rápidamente se puso su mochila y caminó hasta la puerta. Jeon, con las
manos en los bolsillos de su abrigo, miró a Taehyung.
—Sólo te dejo hoy porque estoy de buen humor. —Se excusó Jeon
sonriendole.
Al final salieron con más bolsas de las esperadas y una caja donde se
encontraba el árbol de navidad. Tuvieron que regresar en taxi por las tantas
cosas que llevaban.
Taehyung hizo un puchero, pero aún así hizo caso al comprender que
Jungkook debía dormir bien para ir a la escuela, por lo que dejó de sacar
adornos y comenzó a caminar con Jungkook hasta la habitación para dormir.
—Pero lucecita te quiere mucho —dijo Kim —. Debes pasar tiempo con él
para no estar solito por siempre.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Jeon apartó la mirada, recordando que había pasado gran parte de la noche
admirando el adorable rostro del menor al dormir. —No podía dormir. —Se
excusó, últimamente el profesor le llamó para que pasara a dejar su trabajo y
Jeon se levantó obedeciendo. —Ahora vuelvo.
—Hola, estoy organizando una fiesta de navidad junto con mis amigos —
Taehyung lo miró confundido—. Ya sabes, una fiesta, habrá un dj y todo tipo
de bebidas, puedes hacer amigos ahí.
—Taehyung, ¿qué haces hablando con la gente idiota? —dijo Jeon con
indiferencia al estar parado frente a ellos.
El timbre sonó y todos salieron a excepción de Jeon que sólo tomó asiento a
un lado de Taehyung quien se veía algo decaído.
Taehyung sonrió de nuevo animado con las palabras de Jungkook. Pero una
nueva pregunta surgió.
Jeon tenía una inusitada forma de pensar. Había aprendido a ser así con base
a sus experiencias. Y sin duda guardaba un desmesurado rencor al mundo en
el que vivía, pues ese mundo y sus personas le habían quitado a un amigo al
que consideraba hermano.
—¡Hola kookie! —saludó Jimin. Y Jungkook sabía que utilizaba ese apodo
para molestarlo.
Jeon rodó los ojos y tomó el brazo de Hoseok para alejarlo un poco de Park.
—Tranquilo, dijo que tenía algo que hacer, se irá cuando nos vayamos —
Jeon suspiró aliviado—. Jungkook, es navidad, si por fin quisiste decorar tu
casa también puedes recibir a los demás a tu hogar.
Con esa pregunta las acciones de Jungkook se volvieron torpes y sus mejillas
rojas, pero aun así solo frunció el ceño fingiendo enojo para disimular su
nerviosismo.
Hoseok solo rió. Jeon iba decir otra cosa, pero vio a Jimin hablando sin parar
con Taehyung.
—¡Eres adorable! Aunque muy infantil. Es decir, entiendo tus gustos pero es
algo raro para tu edad —comentó Jimin —. Por cierto, ¿cómo puedes
soportar a Jeon viviendo con él? Es que, bueno, el es insoportable y un idiota
en ocasiones, no entiendo como podrían convivir juntos ustedes siendo tan
diferentes.
—Uy, llegó Jeon. ¿Cómo te fue aquel día en la cafetería? Es decir, lamento
haberte acusado, claro. ¿Él es tu novio? Porque pudiste conseguir uno más...
de tu tipo, si sabes a lo que me refiero —comentó —. Ah, además Seojung
me puso más trabajo porque te acusaste, ¿cómo pudist-
—Jimin. —Espetó la vocecita de Taehyung mientras señalaba con un dedo al
rubio.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Llegaron a casa los tres, esperando la llegada de Min. No pasó mucho cuando
el timbre de la casa sonó y Jeon fue a abrir sintiendo el aire frío chocar contra
su rostro.
—¿No piensas dejarme pasar? Hace frío afuera —se quejó Min cuando
Jungkook no se quitó de la entrada.
Jeon sostenía una de las ramas del árbol, entonces vio a Hoseok sostener una
escalera y Taehyung subiendo a ésta para alcanzar más arriba.
Jeon colocó la rama que tenía en sus manos. —Y qué si no lo soy con
Taehyung.
Jeon siguió armando el árbol para distraerse y evitar mirar a Min a los ojos.
—Lo quiero.
—¿Admitirás que te gusta Taehyung o lo vas a negar por otros días más?
—No sé quién más te lo haya dicho, pero si ya somos dos los que pensamos
así debe ser por algo, ¿no lo crees?
—No lo digo para que te enojes, sabes que no hay nada que me importe
menos que tu estado de ánimo —respondió con sinceridad —. Lo digo para
que te des cuenta de las cosas antes de que sea demasiado tarde.
—He convivido más con él que con cualquier persona, pero no el tiempo
necesario como para poder conjeturar algo así.
—El tiempo es la peor excusa que se te pudo ocurrir, dejar pasar el tiempo
para asegurar algo, no es hacer algo —aconsejó—. Vamos, deja pasar días,
semanas o meses, ¿de qué servirá?
Sus pensamientos dieron fin cuando Taehyung llegó corriendo junto con
Hoseok, luciendo sonriente y feliz como siempre.
—Googi, mira, quedó muy bonita la casa —dijo emocionado señalando las
decoraciones—. Puse todo mi esfuerzo para que te guste la navidad, ¿te gusta
la decoración?
✧。・゚・✧。・゚・✧
Pero ahora las cosas eran muy diferentes. Ahora tenía a alguien y alguien
muy especial.
Hoseok se iría con sus padres en navidad al igual que YoonGi.
—¿Qué son las cajas decoradas? —preguntó el menor —. ¿Puedo tener una?
—Pues le das algo especial otra persona para hacerla feliz, un regalo de
navidad.
«¿Salir a ver las estrellas?» se preguntó Jungkook. Tenía años sin hacer eso,
después de que dejó de creer en ellas.
Subieron por una escalera que conectaba el segundo piso con el techo.
Taehyung subió primero a petición de Jeon, pues de esa manera se aseguraba
de que no le pasara nada al menor.
—Por ejemplo, hay puntitos luminosos que todos creen que es una sola
estrella y en realidad es una galaxia con más estrellas —explicó con la mirada
al cielo —. Además todos creen que el sol es la estrella más grande, pero no
es cierto, yo conozco más grandes.
—Esos son los datos que brinda la escuela. Pero te creeré a ti, porque no
confío en nadie más —aseguró Jeon—. ¿Hay muchas estrellas más
—Sí, son muy grandes —exclamó abriendo sus brazos para expresar un gran
tamaño—. Más que tu universo. Desde aquí no se ven, pero no porque no se
vea significa que no existe.
Jeon escuchó curioso a Taehyung. Escuchó por aquella noche todos y cada
uno de los datos que le daba sobre el espacio exterior. Le ponía atención,
claro que lo hacía, porque todo eso era importante para Taehyung.
—Vaya, que gran imaginación tienes, estrellita —rió —. Tal vez algún día
suene lógico.
—Desde aquí se ven muy pequeñas todas, me gustaría verlas más cerca —
murmuró.
Jeon se quedó mirando a Kim por unos instantes. Hipnotizado con la simple,
pero preciosa presencia del menor.
Taehyung le sonrió. ¿Había una sonrisa más hermosa? Jeon tenía una
respuesta, y era que no existía ninguna. Para él, no habría perlas tan brillantes
como los dientes de Taehyung cuando sonreía. Porque su sonrisa siempre era
verdadera, y eso lo hacía especial.
Jeon salió de su ensoñación cuando sintió como Taehyung pasaba una parte
de la cobija por sus hombros y se acercaba más hasta estar completamente
juntos.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Dos noches antes de navidad. Las calles estaban llenas de luces, adornos y, lo
que más odiaba Jeon, aglomeraciones de gente en todas las calles.
Jeon miró dónde Taehyung señalaba y encontró una de las típicas costumbres
de navidad. Un hombre disfrazado de santa y cientos de niños esperando su
turno para pedir regalos.
—Los niños creen fehacientemente que si se portan bien, ese vejete les dará
regalos, pero es una excusa perfectamente inventada por los padres para
poder soportar a sus hijos un poco más.
Taehyung no dijo nada más y siguió caminando con Jeon a su lado. Entonces
algo le llamó la atención, más bien alguien.
—¿Estás bien? Te ves un poco triste —dijo Taehyung—. Las personas se ven
más bonitas cuando sonríen.
—Mis padres casi nunca están en casa por el trabajo. Por eso ansiaba tanto la
navidad, para pasarla con ellos. Habíamos planeado una navidad perfecta
junto con mis hermanos menores —relató —. Pero ellos dijeron que no
estarán con nosotros este año porque irán a trabajar a la fábrica. Me enojé
mucho con ellos cuando me lo dijeron y solo salí corriendo, pero ahora me
siento peor.
—Tus padres trabajan para tus hermanos y para ti, seguramente ellos también
extrañan a sus hijos, pero trabajan para darles lo mejor —aconsejó el menor
—. Las personas buenas son capaces de amarse a sí mismas tanto como amar
a los demás, y tus padres no solo piensan en ellos mismos sino en ustedes.
—Fue muy idiota de tu parte actuar por impulso —habló Jeon esta vez
recibiendo las miradas de ambos —. Eres afortunada de tener padres que te
quieren y hacen cosas por ti. Algunos ni siquiera llegamos a sentir amor de
parte de ellos. Date cuenta de lo que tienes y aprecialo.
—C-creo que nunca lo había visto de esa forma —Suspiró—. Solo que a
veces desearía que todo mejorara para mi familia.
—¿No deberías estar triste por ella? —cuestionó al ver la alegría en el menor.
Jeon no supo bien a qué se refería, pero tampoco le importó mucho hablar
sobre esa chica.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Una noche antes de navidad y Jeon estaba desesperado. Aún no sabía que
regalarle a Taehyung. Él sabía que Taehyung sería feliz con lo que sea,
incluso si le regalaba unas simples crayolas él sería feliz. Pero Jeon no quería
darle eso, quería algo especial, algo que hiciera brillar los ojos de Taehyung.
—No lo sé.
—¿Jungkook?
Jungkook volteó ignorando al trabajador, quien salió corriendo al ver la
oportunidad de zafarse del imponente pelinegro.
De inmediato Jeon recordó algo. Algo que Taehyung había dicho que quería
y que podría ser su regalo. Ya no debía dudarlo, pues sabía lo que compraría.
—¿Qué quieres?
—¿Por qué?
—Ayer que le conté lo que pasó, me sentí mejor como el dijo —murmuró
apenada—. Y no puedo evitar pensar que el me ayudó con mi deseo de estar
con mis padres.
—Te acaban de decir que Taehyung ayudó a cumplir un deseo, ¿no te parece
extraño?
—¿Le creíste? Creí que eras más inteligente —espetó —. Digo, no juzgo sus
creencias, pero fue una simple casualidad.
—¿Qué?
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
La noche de navidad llegó, la ansiada noche. El pavo estaba listo, al igual que
algunos pastelillos y bebidas en la mesa, un ambiente cálido y hogareño se
formó con los villancicos resonando tenuemente a través de una radio.
Jungkook se había vestido más elegante que otros días a petición de Hoseok y
Taehyung, pues le dijeron que era un día especial y debía estar formal. Por lo
que se encontraba vistiendo un pantalón de vestir, una camisa blanca y una
corbata negra.
Estaba en la cocina, asegurandose que todo estuviera listo para la cena. Luego
de corroborar aquello, salió de la cocina con la intención de ir a la mesa, pero
tan pronto como salió, se quedó en completo asombro y perplejidad al ver la
escena frente a sus ojos.
Jeon rió. —Sí, bueno, quemé dos intentos antes de éste pavo, pero creo que
salió bien.
—Aún debo arreglar algo, así que mañana por la mañana los regalos estarán
debajo del árbol —indicó mirando como Taehyung fruncía las cejas y hacía
un puchero—. Vamos, solo debes dormir, no es tan difícil.
—Bien —en ese momento una canción llegó a sus oídos y la reconoció al
instante—. Esposito, escucha.
El menor, completamente feliz, pasó sus brazos al rededor del cuello de Jeon.
Y éste, por su parte, con manos temblorosas dejó sus manos en la fina cintura
del menor. Aquella cintura, que al sentirla por primera vez así, le hizo sonreír
inconscientemente.
—No es tan difícil, sólo sígueme en la dirección que vaya —dijo viendo a
Taehyung asentir.
—Las personas le dan un besito en los labios a otras cuando están bajo el
muérdago con alguien a quien quieren más que a nadie —explicó tímido
señalando sus labios—. ¿Estás enoja-
Cuando se separaron del beso, sus miradas se conectaron. Jeon vio el rostro
sonrojado y sorprendido de Taehyung. Era precioso sin duda alguna.
Los ojos del menor brillaron con aquel centello que Jungkook amaba. Y, al
ver sus ojos, sentir sus acelerados latidos y aquel sonrojo en sus mejillas,
Jungkook lo supo; estaba siendo correspondido y eso era lo mejor que le
había pasado en la vida.
•••
Les dejo éste dibujo hecho por: @cook_ie44 quien realizó esa perfecta
representación de la escena y es de verdad tan hermoso que creo que
todos deberían verlo.
Agradezco de corazón esos detalles.
Capítulo 12
✧。・゚・✧。・゚・✧
Jamás se imaginó que podría tener pareja, ya que odiaba a todas las personas
que se le acercaran; no pensó que alguien pudiese hacerlo feliz alguna vez;
mucho menos pensó que la persona que calmó su alma atormentada fuera un
hombre. Pero, ¿qué más daba si era un chico del que estaba enamorado? No
le importaba lo que pensarían los demás, estaba siendo feliz y eso ya era una
fortuna exuberante.
Una sonrisa apareció en el rostro de Jeon. ¿Hace cuanto no había dormido así
con Taehyung? La última vez fue en aquel hospital, y para que mentir, Jeon
había extrañado dormir abrazado de Taehyung desde que éste tenía a
panquesito.
Dicen que si duermes abrazado con una persona que amas trae numerosos
beneficios, emocionales sobre todo, y Jungkook lo comprobó esa noche, pues
nunca se sintió tan pleno al dormir.
Kim iba volver a saltar con emoción pero en ese momento recordó algo que
parecía ser importante por la expresión que cambió.
—¿C-cómo conseguiste...
La inacabada pregunta se quedó en el aire. Y es que sentía tanto sentimiento
en su interior que simplemente no pudo controlarlo. En la caja yacía una
fotografía en un marco que recordaba muy bien. Una fotografía de él y Soojin
a los quince años, antes de la muerte de éste.
En la fotografía SooJin posaba con una radiante sonrisa abrazando a Jeon por
los hombros, mientras Jungkook miraba enojado a SooJin e intentaba alejarse
del abrazo.
Estaba sumamente confundido, mucho, pero también se sentía muy feliz por
recuperar aquel recuerdo de su amigo. Por lo que, sin poder aguantarlo más,
se acercó para abrazar cariñosamente a Taehyung y dejó salir sus lágrimas
sobre su hombro.
—¿Por qué lloras? —preguntó Taehyung.
Jeon se separó un poco del abrazo y limpió sus lágrimas dándose cuenta de
que últimamente lloraba mucho, pero todas esas lágrimas tenían una
respuesta:
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Jungkook miró los brillantes ojos de Taehyung y su rostro feliz, fue entonces
que él también se sintió aliviado de saber que le gustó aquella dádiva.
—¿Es cierto que Soojin era como tu hermano además de ser tu mejor amigo?
—la pregunta salió de sus labios aun cuando su vista estaba ocupada mirando
en el telescopio.
—¿Cómo lo conociste?
Jeon pensó un rato para recordar. —Se sentó a mi lado y yo lo tiré de su silla
para que se fuera.
Taehyung rió y Jeon acompañó sus risas. No pasó mucho cuando las risas
fueron disminuyendo y, entonces, Jungkook continuó su respuesta
Jeon frunció el ceño fingiendo enojo aunque en realidad solo estaba nervioso,
feliz por el beso y su ostensible sonrojo lo delataba.
—Estás alucinando, mejor ve a ver a ver el cielo, torpe estrella.
Taehyung rió e hizo lo indicado corriendo nuevamente a ver las estrellas sin
reclamo alguno. Mientras tanto Jungkook intentaba regular sus latidos
después de ese beso.
Eso era exactamente lo que Jeon había escuchado antes, pero aún no lo
entendía. Podrían repetírselo mil veces y él continuaría siendo un escéptico
de esa idea.
—No estoy entendiendo la broma —dijo seriamente —. Explícame por qué
dices eso.
—¿Por qué no dices nada? ¿Estás molesto? —preguntó Kim luego de unos
segundos sin recibir ni una reacción de Jungkook.
Vaya que lo era, no sabía qué creer. Taehyung era sumamente sincero en
todos los aspectos. No obstante aquello que dijo era simplemente imposible
de ser una realidad o, por lo menos, algo muy complicado de creer. Toda era
tan contradictorio que la disyuntiva que se creó en su mente no le dejó pensar
claramente.
—————————————
El tema de Taehyung diciendo que venía de las estrellas fue cosa sólo de
aquella noche, no lo había vuelto a mencionar los días subsiguientes. Pero,
Jungkook aún no lo olvidaba, inclusive investigó a profundidad sobre el
tema. Y es que, desde la llegada de Taehyung, el había preferido suponer que
este había perdido la memoria y esa era la razón de su nula conciencia sobre
el mundo, pero con la confesión de esa noche ya no sabía qué creer.
—Odio todos los programas de ahora —se quejó Jeon cambiando canal por
canal—. Ahora recuerdo por qué bloqueé todos los canales.
—Esta vez si nos pusimos de acuerdo, porque ambos traemos regalos —dijo
emocionado tomando una caja y dándosela a Taehyung quien sonrió y se
apresuró a abrirla.
—Vaya, un celular —espetó Jeon fingiendo poco interés, aunque por dentro
estaba sorprendido por el regalo.
—Gracias, lucecita.
Jeon le miró seriamente y sin decir nada, pero mostrando el rencor en sus
ojos. Aquella noche que habló con Taehyung sobre Soojin, los recuerdos de
su pasado llegaron uno tras otro atacado su mente, recordándole todo lo que
hizo Hoseok y el resentimiento que le guardaba a éste.
—No utilizo collares —espetó mirando hacia otro lugar y volvió cerrar el dije
—. Son incómodos, no lo usaré, pero supongo que gracias.
Nadie dijo nada más y Min notó lo tenso que se ponía el ambiente cuando el
silencio reemplazó el lugar que utilizó la charla de Jeon y Hoseok.
—Ah, Jeon. —Dijo Min. —No supe que comprarte, así que te traje lo mismo
que a Taehyung, sólo que la tuya significa molestia y enojo.
—No es na-
—Las parejas se ponen pulseras iguales para demostrar cuando se aman —se
apresuró a explicar Yoongi.
A Taehyung le brillaron los ojos y Jeon sospechaba que querría hacer eso.
—¿Y qué? ¿No fuiste tú el que me dijo que actuara rápido? —respondió
dirigiéndose a Min, quien asintió ante la pregunta —. Bien, pues me di cuenta
que tienes razón e hice algo al respecto.
—De acuerdo, supongo que eso quiere decir que son novios. ¿Cierto? —
Preguntó Min. Jeon se quedó callado pensando. —Qué fue lo que hiciste
exactamente.
—Agh son un tan metiches que me están estresando —Se quejó. —No le
pedí eso solo-
—No tiene sentido, el sabe que lo amo y el dijo que me ama. —Respondió.
—No entiendo por qué hacerlo.
Por la noche ambos estaban listos para irse a dormir. Permanecían recostados
en la cama. Jeon con sus anteojos puestos, leía un libro mientras mantenía
cerca a Taehyung, abrazándolo por los hombros. Mientras tanto Taehyung
jugaba con su nuevo celular acurrucado al lado de Jeon.
Unos minutos después Jeon se deshizo de sus anteojos, masajeó sus sienes y
dejó el libro en el mueble de madera que estaba al lado de la cama.
—¿Qué haces?
El mayor frunció las cejas y quiso quejarse de mil maneras, pero estaba aún
atónito.
—P-pero eso-
Vaya que eran días plenos en la vida de Jungkook. Sus pequeñas vacaciones
de navidad habían terminado, pero Jeon no se quejaba, porque sabía que, con
o sin vacaciones, disfrutaría cada día con la compañía de Taehyung.
Se había convertido en una rutina el salir las noches a ver las estrellas y
sentarse uno junto al otro para abrigarse con la misma cobija. Esa era sin
duda una rutina que disfrutaban mucho.
En cuanto tuvieron una hora libre salieron del salón de inmediato. Taehyung
comía de un recipiente lleno de comida que Jungkook había preparado para
él. Pronto Hoseok llegó a su mesa junto con Jimin y YoonGi y Jungkook tuvo
la premonición de que terminaría de mal humor.
Los otros dos hicieron lo mismo que YoonGi tomando asiento en la mesa.
Jungkook frunció las cejas y, cuando sentía que el mal humor dominaría sus
sentidos, sintió un beso en su mejilla que lo hizo voltear rápidamente a ver a
Taehyung quien sólo le sonreía.
Jeon dejó de lucir molesto y comenzó a sonreír gracias a eso. Entonces pensó
que ya no sería tan malo soportar tantas personas.
—No estamos en clase así que no tengo por qué hablarte. —Se apresuró a
decir Jeon dejando de mirar al chico.
El otro chico se encogió de hombros y Jeon rodó los ojos pensando en una
alternativa.
—Yo tengo clase ahora —se quejó Yoongi—. Lo siento, Taehyung quisiera
quedarme contigo.
—¿Qué importa? Puede quedarse con Hoseok —espetó Jeon. Sin embargo
éste le miró apenado —. ¿Qué?
—Lo siento, Jungkook, mi madre vendrá esta tarde y me iré en unos minutos.
▬▬▬▬▬▬▬▬
—Jungoogi dice que Jimin significa una persona fastidiosa y odiosa que
arruina la vida de los demás —explicó Taehyung—. También dijo otras
palabras, pero son palabras malas y groseras, así que no puedo decirlas.
—¿Él mintió?
Kim asintió dejando ese tema de lado. Sin embargo Jimin quiso contarle algo.
—¿Sabes por qué soy tan molesto con Jungkook? —preguntó recibiendo una
negación de parte éste —. En realidad, siempre he estado algo molesto con él.
—La verdad me sentí muy celoso de ti cuando los vi juntos. Es verdad que ya
no me gusta, pero sólo no pude evitarlo —confesó apenado—. Incluso por
eso dije todas esas cosas la primera vez que nos conocimos. Solo estaba
celoso, pero ahora sé que ni siquiera tenía derecho de estarlo. Sólo fui un
idiota.
El menor hizo un gesto triste. —Pero, hyung, si lo amas tú debes estar con él.
—¿Él y yo? ¿Juntos? Taehyung eso es como el mejor chiste de la vida, ¿te
imaginas el desastre que sería eso? —bromeó riendo de nuevo —. Ni siquiera
lo amo, solo me atraía un poco, no es para tanto.
Taehyung asintió como respuesta acompañando a Jimin con sus risas y con
cierto alivio en su corazón.
—Lo que significa que tu presencia es inútil aquí ahora —respondió Jeon.
—¿Cuándo lo hice?
Por fin Jeon comprendió y como primera reacción soltó una divertida
carcajada.
Jungkook rió y asintió levantándose junto con Taehyung para llevarlo por
aquel helado.
Taehyung recordó aquella vez, la primera vez que durmió con Jungkook.
Jungkook, luego de escuchar esa respuesta, apartó la mirada con una sonrisa
ingenua.
—Ah, claro, otra vez dirás que eras una estrella —comentó Jeon —. Supongo
que esa sería una razón muy lógica.
—Lucecita me creería.
—En este mundo siempre molestan a los más débiles, porque son los únicos a
los que tienen agallas de enfrentar, por eso comenzaron a molestarme todos,
porque sabían que yo no haría nada —espetó con cierto dolor —. Hoseok
había dejado de hablarme en la escuela para ese entonces y yo no sabía por
qué. Mis días de secundaria pasaron entre burlas y palabras que me herían
internamente... Luego llegó SooJin, él era alegre y amigable, consiguió
algunos amigos, pero siempre estuvo conmigo, teníamos gustos muy
parecidos, así que nos hicimos buenos amigos.
—SooJin era una persona muy bonita —aseguró Taehyung recibiendo una
sonrisa de parte de Jungkook.
—SooJin y Hoseok también se llevaron muy bien, los tres solíamos ser
mejores amigos, pero en la escuela sólo éramos SooJin y yo. Nunca supe por
qué Hoseok no nos hablaba en la escuela, pero una tarde lo descubrí de la
peor manera —tragó saliva sintiendo su garganta doler —. Un grupo de
chicos que solían molestarnos, nos llevaron hasta un parque lejano y
comenzaron a molestarnos. Recuerdo muy bien el momento en que mi
mirada se encontró con la de Hoseok, él estaba ahí con ellos y yo
estúpidamente creí que sería nuestra salvación y nos ayudaría, pero no lo
hizo... Él no hizo nada más que verme con temor.
Mientras relataba cada palabra, Jeon sentía que estaba empezando a enfadarse
con las vivas memorias de ese día
—Esa misma tarde nos golpearon a SooJin y a mí, y llorando le pedí ayuda a
Hoseok pero él solo puso una excusa para irse y nos dejó ahí —rió con
molestia y amargura—. SooJin me convenció de perdonar a Hoseok, pero en
realidad nunca lo perdoné.
Jeon lloraba sin control alguno, Taehyung también soltaba algunas lágrimas.
Jeon no aguantó más su cuerpo y se dejó caer en brazos de Taehyung, quien
le abrazó dulcemente para consolarlo. En la mente de Jungkook un sin fin de
remembranzas llegaron y gracias a eso soltó todas esas lágrimas que había
retenido ante esos recuerdos. Poco después limpió sus ojos humedos, pero no
se separó de Taehyung, pues necesitaba su fortaleza.
—Sabes, eres una persona muy especial y pura, lo veo en tu corazón. Otras
personas ni siquiera volverían a hablar con alguien que les hizo tanto daño,
pero tú a pesar de todo volviste a relacionarte con él. Con el tiempo sé que
puedes olvidarte de ese rencor que tanto daño te hace a ti mismo —murmuró
Kim —. No significa que deben volver a ser mejores amigos, pero sí dejar ir
el pasado que te distrae. Él se arrepiente más de lo que crees, actuó muy mal,
pero todas las personas llegan a ser malas en algún momento... Hoseok
aprendió de ello y te quiere mucho, su corazón ahora también está lleno de
pureza y sus errores también lo ham torturado más de lo que crees.
—Creo que me sirvió hablar contigo, eres bueno escuchando y siento que me
quité un peso de encima. —dijo con una tenue sonrisa que Taehyung
correspondió—. Uhm, te conté esto porque quise hacerlo, no para que odies a
Hoseok. Por muy imbécil que haya sido, no quiero más involucrados. Tienes
razón, cada quien tiene sus problemas.
Taehyung asintió indicando que no diría nada. Jeon estaba más calmado, pero
parecía un poco triste y con la mirada perdida, pero todos esos pensamientos
malos cambiaron cuando sintió el toque de los labios de Taehyung sobre los
suyos.
—No me gusta que estés triste, esposito —se quejó acercando sus manos al
rostro de Jeon para tomar sus pómulos y alzarlos para crear una sonrisa —.
Así está mejor.
—¿Aceptaste?
—Ya soy feliz, Taehyung... contigo lo soy —Kim sonrió y Jeon se levantó de
las piernas de Taehyung para verlo frente a frente —. Pensé medio año en ese
intercambio y siempre me agradó la idea, porque estaría solo en otro país
alejado de todos. Pero ahora no quiero eso, me siento mejor teniendo a una
adorable estrellita corriendo y jugando en la casa.
Taehyung se sonrojó de una manera tan linda que Jeon no pudo evitar sonreír
enternecido, embelesado con el menor y en ese momento las palabras de Min
llegaron a su mente. Por lo que sin dudarlo tomó las manos de Taehyung y
las sostuvo con delicadeza mirándole a los ojos.
—Sabes, Hoseok y Yoongi me dijeron que debía hacer algo y yo no quería
hacerlo porque es una cursilería —dijo Jeon pensando en sus palabras —.
Pero ahora que te veo, siento que de verdad quiero hacerlo.
—No sé que me pasa, estoy cambiando mucho por ti, y eso me asustaba, pero
ahora entiendo que realmente es algo hermoso —continuó Jungkook
explicando a medias y recibiendo una mirada confundida de Taehyung. En
ese momento sacó del bolsillo de su abrigo una pequeña caja de terciopelo
—. Y-yo compré esto ayer para ti. No tenía planeado pedirte esto hoy, pero
creo que es el momento perfecto.
Kim lo miró sin expresión por un momento, parecía razonar lo que eso
significaba. Jeon comenzaba a asustarse y sentise avergonzado, pero casi cae
al suelo gracias al cuerpo de Taehyung que le abrazó con fuerza.
—Googi —le llamó sobre su hombro. Jeo emitió un sonido con la garganta
para indicar que le escuchaba —. Ahora que soy tu novio, ¿significa que ya
no somos esposos?
Jungkook rió y separó un poco a Taehyung para verlo a los ojos, con sus
dedos apartó delicadamente unos de los cabellos grises en la frente de Kim
mientras respondía.
Taehyung sonrió y volvió a abrazarlo, Jeon confirmó que nunca había sido
tan feliz y que esa felicidad apenas estaba comenzando.
Llegaron a casa con el corazón contento, pero sus cuerpos exhaustos por
tanto caminar. Ya era noche, por lo que no dudaron en ir a dormir luego de
realizar su rutina de higiene.
—Tú pusiste las reglas —dijo Taehyung entre los fornidos y tatuados
brazosde su novio.
Una tarde normal como cualquier otra, la pareja estaba en el sofá, con
Jungkook con un brazo al rededor de los hombros de Taehyung y éste último
sobre el pecho del mayor.
Jeon dejó de mirar la televisión y dio un casto y rápido beso en los labios de
su novio, acción que dejó muy feliz a Taehyung.
Jeon dejó que Taehyung fuera a abrir la puerta, aunque aun así lo observó de
lejos por si acaso. Pronto Min y Taehyung llegaron abrazados a la sala donde
Jeon los veía con la seriedad de siempre.
YoonGi abrió los ojos sorprendido y subsiguiente a ello esta vez miró a Jeon.
Parecía que Min no esperaba esa respuesta para nada pues se quedó pasmado
por un momento. Hasta que después volvió a la realidad.
YoonGi miró de manera burlona a Jungkook, pues no esperaba que fuera tan
cursi. Jeon apartó la mirada apenado.
—Es muy bonito, Taehyung —-alagó —. En fin, ¿listo para librarte del
gruñón de Jeon por un momento?
Desde que Taehyung aprendió a hablar, Min había decidido seguir con
aquellas clases. Sin embargo ahora le enseñaba a escribir y leer.
Por otro lado, Jeon salía de la cocina por décima vez desde que Taehyung y
Min se habían encerrado para estudiar. No tenía nada más que hacer.
Entonces una idea cruzó por su mente; nunca había visto como Yoongi le
daba clases a Taehyung, nunca escuchó lo que hablaban en todo el tiempo
que estaban ahí y la curiosidad no lo dejó en paz; así que decidió espiar un
poco solo para saciar sus dudas. Sigilosamente se acercó hasta la puerta de su
estudio. Cuando estuvo frente a dicho cuarto, pegó su oído contra la puerta
para escuchar.
Jeon frunció el ceño al escuchar eso. YoonGi siempre supo todo, siempre lo
supo y le prohibió a Taehyung decirle la verdad. Sus pensamientos quedaron
en el olvido cuando escuchó el eco de pasos que se acercaban cada vez más,
por lo que rápidamente corrió a la cocina de nuevo ya que era el lugar más
cercano.
YoonGi frunció las cejas por la extraña sensación de misterio que Jeon le dio
a sus palabras.
—Una noche que estaba viendo las estrellas con Taehyung, él dijo
prácticamente que era una estrella antes de estar aquí —explicó con la mayor
calma que pudo acumular —. ¿Cómo confirmaste que eso es verdad?
—Lo pondré más fácil, Taehyung apareció una tarde frente a tu casa sin saber
absolutamente nada, como si nunca hubiera estado en éste planeta —dio sus
glosas resaltando palabras clave—. De repente las personas pedían deseos y
Taehyung los cumplía. Si te pones a pensar, lo que dijo Taehyung no es algo
tan loco como lo que ocurría alrededor, sólo es lo que justifica todo lo aún
más raro que estaba sucediendo.
—Antes no eras así, aún eras algo frío con Taehyung. Si ahora que lo amas te
costó creerle, en aquel entonces y con aquella personalidad apática, hubieses
creído que tenías a un loco en tu casa y habría traído muchos problemas —
explicó —. ¿O me equivoco?
Una obtusa respuesta que, por su laberintica estructura, solo causó más
interrogantes en la mente de Jungkook.
—¡Ya terminé! —exclamó Taehyung desde la sala. Poco después éste llegó
corriendo con una hoja en la mano —. Miren, nos dibujé a los tres.
Min observó el dibujo con interés, mientras tanto Jeon se había quedado
pensando en aquella plática. Unos segundos después llegó a una conjetura y
era que le creería a Taehyung. No había razón para dudar e él y, por más
fantasioso que sonara, debía aceptarlo pese a su realista mentalidad.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
—Me gusta caminar con nuestras manos juntas, así es más cálido —comentó
Taehyung.
Jeon, que antes tenía una mirada neutra, sonrió al escuchar eso.
—Estoy ocupa-
Un grito en la otra línea se escucho, Jeon tuvo que alejar un poco el teléfono
por el ruido.
—Estoy tan feliz, aún más que cuando YoonGi me contó que están saliendo.
Hoseok rió y posteriormente dejó de hacerlo al darse cuenta que había sido
ofendido. —¡Oye!
Jeon rió y rodó los ojos, entonces volvió a la realidad dándose cuenta que
había dejado de cuidar a Taehyung. No sabía en qué momento, pero se había
distraído inevitablemente en esa llamada.
Jeon había escuchado eso mientras se acercaba y juraba que nunca había
aplicado tanta fuerza en sus puños. Esas insinuaciones indecentes solo las
había escuchado en su antigua casa con Seojung.
—¿Pasar el rato? —repitió Taehyung con confusión.
—No te atrevas a tocarlo de nuevo —espetó Jeon con calma, sin intenciones
de pelear, deteniéndose frente a Taehyung para protegerlo y dejando la
canasta de comida en el suelo —. Te dijo que no quiere que lo toques así, no
es muy difícil respetar el espacio personal de las demás personas.
El otro alzó las manos en son de paz aunque una sonrisa burlesca y pícara aún
estaba en su rostro.
Con esas simples palabras el enojo en Jeon aumentó. Y, sin dudarlo, volteó
de nuevo con el puño en alto, dándole un golpe justo en la mejilla a aquel
tipo, claramente había medido un poco su fuerza.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Al llegar a su hogar, Taehyung entró primero y Jeon cerró la puerta tras él.
Entonces Jungkook miró a Taehyung encontrando a éste cabizbajo y con los
labios abultados temblando apunto de llorar.
—Me asusté mucho cuando salió sangre de tu cara y ahora tienes heridas, no
me gusta que pelees.
—Sabes, ni siquiera me acordaba de eso porque no dolió para nada, ese tipo
era un simple Jimin.
—Está bien.
Taehyung limpió sus pocas lágrimas y volvió a estar feliz poco a poco.
—Entonces, hay que ser felices siempre, así sólo tendrás recuerdos bonitos
por siempre.
Criticar y juzgar parece una de las especialidades de las personas. Cada vez
indagan menos y juzgan más, haciendo críticas tontas llenas de mediocridad.
Pero eso a Jungkook ya no le importaba, porque era experto en ser criticado.
—Entonces con eso me basta, porque los demás y sus opiniones dejaron de
importarme hace mucho tiempo.
—¿Qué harás? ¿Prefieres un celular antes que estar con tu novio? —bromeó.
—Ayer Yoongi me enseñó a tomar fotos, dice que es para captar momentos
bonitos.
—Lo eres.
—Tú también eres bonito, ¿nos podemos tomar una foto? —pidió —. Así
seremos bonitos juntos.
—Googi, ¿qué pasó con tu familia? —preguntó curioso—. ¿Qué pasó antes
de Seojung?
—¿Nosotros podemos ser una familia? Las familias están formandas por una
pareja y nosotros somos una. Panquesito también será parte de nuestra
familia para que seamos más —expresó animado y después su ánimo decayó
al recordar algo—.Bueno, cuando encuentre a panquesito será parte de
nuestra familia.
Jeon rió por el último comentario y atrajo a Taehyung a su cuerpo para besar
la mejilla de éste.
—Sabes, yo pensaba lo mismo, tú eres mi familia Taehyung —dijo Jeon —.
Y, bueno, ahora que panquesito es parte de nuestra familia, supongo que debo
confesar que él me pidió que lo dejara en mi parte del closet por un buen
tiempo.
—Bien, bien, tal vez por casualidad lo dejé ahí a propósito —espetó.
Taehyung lo miró con desaprobación —. ¿Qué? Preferías abrazar a
panquesito antes que a mí, debía hacer algo al respecto.
—Me gusta más dormir contigo, pero también quiero abrazar a panquesito —
dijo Taehyung—. Ahora que somos familia no debe molestarte eso.
—Sabes, Taehyung, otra vez puedo estar seguro de algo —Kim le miró con
curiosidad—. Que ser feliz será muy fácil teniendote a mí lado.
—Besito.
Jungkook se acercó y besó los labios del menor con todo el amor y cariño que
sentía por él. Un beso de ritmo marcado, en el que el mayor pudo sentir la
cálida boca del menor.
—Oye, torpe estrella, sabes de lo que hablo —insistió—. Ahora hazlo, dime
"Jungkook".
Jeon apenas podía creerlo, después de tanto tiempo por fin escuchaba su
nombre salir de los dulces labios de Kim.
—No puedo creerlo —comentó —. Sabía que algún día lo harías, ésto ya
alegró mi día de nuevo.
—Lo que sea por hacerte feliz —contestó Taehyung dando un espacio de
suspenso antes de terminar su oración con un: —, googi.
—Bueno, creo que ese apodo ya se quedó para toda la vida —suspiró
resignado —. Tu ganas, estrellita, seré googi por un tiempo más.
✧。・゚・✧。・゚・✧
El tiempo parecía pasar muy rápido. Jeon sabía que lo sentía así porque
estaba muy ocupado siendo feliz con su novio que no tenía ni siquiera la
intención de contar los días.
La vida de Jungkook había dado un cambio drástico sin darse cuenta. Incluso
los compañeros de Jeon notaron tan drástico cambio, les era extraño al
principio verlo reír y sonreír tanto, sin embargo, luego de meses con
Taehyung ya era normal verlo feliz en cualquier momento.
Jeon rodó los ojos, aunque de cualquier manera ya planeaba ir a ese viaje,
pues Taehyung realmente parecía querer experimentar eso.
—Da igual.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Los camiones llegaron unos minutos después y todos tomaron sus asientos
dentro. Era un viaje muy largo, y aún era muy temprano, por lo que
Taehyung se quedó dormido recostado en el hombro de su novio casi todo el
camino.
El menor talló sus ojos y miró afuera admirando muy cerca el monte lleno de
nieve.
Jungkook miró mal a YoonGi, sabiendo que sus intenciones eran molestarlo.
—¡Miren! —gritó Hoseok cerca del oído de Jungkook, quien se quejó por
ello—. Ahí hay mucha nieve, vamos a hacer muñecos.
Jimin y Jung corrieron a la nieve, Min les siguió caminando lentamente. Jeon
por su parte se quedó atrás viéndolos e intentando calmar sus malas
emociones.
A pesar de haberse quejado tanto, sin duda disfrutó jugar con sus amigos.
—Tengo una excelente idea —dijo Jung—. Escuché que hay cabañas cerca
de aquí, podríamos quedarnos lo que queda del día y también mañana en la
mañana.
—No seremos los únicos, algunos de mis compañeros se irán a un hotel ahora
—lo calmó Hoseok —. Yo hablaré con el profesor, de todos modos no somos
niños y nos dejará tomar nuestras propias decisiones.
Cuando llegó la noche caminaron hasta las cabañas que habían rentado por
una noche. Por fortuna el costo por noche no era tan elevado. En una cabaña
estarían Hoseok, Jimin y YoonGi y en otra Taehyung y Jeon. Ésto último a
petición de Jungkook ya que no quería que ninguno de sus amigos invadiera
su espacio personal o no le dejaran dormir con Taehyung.
—Me alegra que creas de nuevo en las estrellas —murmuró —. Tal vez
quieras volver a hablar con ellas como cuando eras niño.
—¿Q-quién me escuchó?
Esta vez Taehyung dio la vuelta y quedó frente a frente con Jungkook para
por fin decirle algo importante.
—Yo escuché tus historias cada noche, ¿recuerdas cuando hablaste de cómo
te comiste a escondidas los dulces de la cocina del orfanato? —dijo
Taehyung riendo ligeramente, mientras Jungkook no podía creerlo —. Solo
una vez te vi brillar, la primera vez que hablaste lo hiciste con el alma
inocente así que te noté. Las demás veces ya no brillabas, pero aún así te
seguí escuchando aunque eso va en contra de las reglas. Eras un niño muy
tierno.
—Siempre estuviste ahí —musitó viéndolo con los ojos llenos de lágrimas
retenidas mientras una sonrisa en sus labios vislumbraba su felicidad —.
¿Hasta cuándo me escuchaste?
—Te escuché cada noche que estuviste en el orfanato, hasta que un día
dejaste de estar ahí... creo que fue cuando te adoptaron, porque cuando saliste
del orfanato te perdí —contó bajando la mirada—. Tu alma no brillaba
cuando hablabas, así que no pude volver a encontrarte. Después de que no te
encontré, me concentré en conceder deseos de almas bondadosas y decidí
creer que ya eras feliz.
—Al ver que el deseo era pedido con el corazón y el alma llenos de buenas
intenciones, decidí cumplir el deseo, así que fui guiado hacia el amigo de la
persona que pidió el deseo... y eras tú —explicó aún sonriente ante el
recuerdo —. Te vi por tu ventana y cuando vi tus tatuajes y tus aretes creí que
no eras tú, pero al ver tus ojos te reconocí... Yo siempre quise hacerte feliz en
tu infancia, pero nunca pude y esa era la oportunidad perfecta, así que no solo
quería darte cualquier persona que te diera felicidad momentánea, quería
asegurarme de que sería una persona buena que de verdad sanara tu corazón
de por vida.
Esta vez Jungkook ya no pudo retener sus lágrimas, no sabía exactamente por
cuál de todas sus emociones estaba llorando. ¿Conmoción? ¿Felicidad?
¿Tristeza? Tal vez era una intensa combinación de todas esas sensaciones.
—Creí que sería rápido, pero no contaba con que sería difícil adaptarme al
mundo humano al no saber nada. Afortunadamente estuviste ahí para
ayudarme —continuó Kim—. Y después de eso todo fue más fácil.
Jungkook esperaba ansioso esa respuesta, así que el tiempo que Taehyung
tomó para sonreír le pareció eterno.
—De lejos no puedo ver bien a los humanos, solo veo luces destellando
cuando un deseo se pide de corazón... esa noche fue la única luz que destelló
en la tierra, una luz muy pequeña, así que tuve que bajar a verlo más de cerca
—dijo Taehyung —. Esa persona que pidió el deseo era una lucecita, fue
Hoseok.
—¿Por qué lloras, googi? —preguntó Taehyung limpiando con sus pulgares
las mejillas humedas de Jungkook —. ¿No querías que fuera yo quien
cumpliera el deseo?
—No hay persona más perfecta para cumplir ese deseo que tú, Taehyung —
pronunció juntando su frente con la de Kim mientras cerraba los ojos—. Solo
estoy muy feliz de nuevo, estoy feliz de tenerte a mi lado.
Quién sabe cómo había sucedido, tal vez fue el calor de la chimenea que
encendió el ambiente, tal vez sólo se trataba de su perenne amor que por fin
dejó que mostraran el anhelo que sentían el uno por el otro. Pero de repente
los besos comenzaron a desviarse del objetivo que era hacer reír a Taehyung,
cada vez su calor corporal y deseo aumentaban al sostener la cintura del
menor y besar el cuello de éste.
Jungkook dejó de besar las clavículas para acercarse y dejar un dulce beso en
la mejilla de Kim.
—Creo... que quiero hacerte el amor, Taehyung —confesó para aclarar los
pensamientos de Kim.
—E-eso es lo que Yoongi dijo que ocurría al sentir éste calor —pronunció
con la voz un poco entrecortada sintiendo aún los besos de su novio —. ¿Será
algo lindo?
—Lo descubriremos juntos —contestó Jeon entrelazando sus manos con las
de Kim—. Solo si tú te sientes listo también, no haré nada en contra de tu
voluntad. ¿Quieres descubrirlo conmigo?
A pesar del dolor y lágrimas que inevitablemente tuvo que sufrir Taehyung
en el acto, unirse de esa forma fue algo que ambos disfrutaron. Porque al
sentir sus cuerpos unidos, su piel chocar y el estar dentro del otro,
descubrieron el verdadero significado de estar en una ataraxia, ese era su
paraíso.
—Googi —susurró Kim, algo cansado, sobre el pecho desnudo del mayor y
jugando inocentemente con el abdomen marcado de Jeon—. ¿Por qué tu
tienes cuadritos en tu pancita y yo no?
—No debes preocuparte por eso, tu cuerpo ya es perfecto sin que le hagas
nada.
Pasó un rato y decidieron tomar una ducha antes de dormir. Taehyung aún
estaba adolorido, pero Jungkook estaba para él, así que lo cargó y lo llevó a la
ducha de la cabaña. Jeon se sentó en la tina de baño con Taehyung sentado de
espaldas frente a él, lo ayudó a ducharse con cuidado y delicadeza, dándole
masajes en las zonas de dolor para que se sintiera mejor.
—Tú... ¿solo estás conmigo por ese deseo? —preguntó con palabras llenas de
dolor y decepción —. ¿Solo dices que me amas para hacerme feliz? ¿O
incluso me soportas solo porque es tu obligación?
Y como siempre, Taehyung estaba ahí dándole un beso en los labios para
animarlo.
—Yo no bajé a tu planeta para hacerte feliz, yo iba buscar una persona que te
hiciera feliz, ese era mi trabajo como estrella —Respondió sorprendiendo a
Jeon —. Pero con el tiempo nos hicimos cercanos y me olvidé de ese deseo,
me gustó tanto estar contigo que simplemente me quedé a tu lado. No lo hago
porque me obliguen, lo hago porque te amo mucho y quiero ser tu persona
especial.
—Lo eres, Taehyung, eres mi persona especial, todo este tiempo eras tú —
susurró sobre los labios del menor.
▬▬▬▬▬▬▬
—No tardan en llegar los chicos para que vayamos a desayunar a algún
restaurante —respondió Jungkook —. ¿Puedes cambiarte solo o quieres que
te ayude?
—Mas les vale —respondió Jeon saliendo por la puerta para esperar afuera
con la los demás. —¡Taehyung apresurate!
—¿No lo esperaras adentro? —preguntó Jimin extrañado de que Jeon no se
preocupara tanto.
Jimin rió y se acercó para ayudarlo. Pero esa sonrisa desapareció cuando,
mientras subía el cierre, vio las clavículas de Taehyung con unas manchas
rojas y ligeros tonos morados.
—"Una noche más" —repitió Jungkook riendo—. Veo que tú eres de esos
idiotas que creen todo lo que les cuentan, ¿no?
—Pasa que éste idiota se acostó con Taehyung anoche —explicó Park —. Y
seguro después de ésto cambiará y lo tratará como a los demás, además
significa que utilizó su inocencia.
Hoseok casi cae a la nieve de la impresión, pero volvió a retomar el
equilibrio.
—Claro que sí, el es mi novio, era algo que algún día iba suceder —
respondió —. Park piensa que corrompí a Taehyung y que solo quise "una
noche más con él" aunque claramente eso no es verdad.
—¿Debería probarlo?
—Como sea, para empezar yo amo a Taehyung y si lo hicimos o no, fue algo
que ni siquiera debían saber ustedes porque son cosas de nosotros dos —
espetó —. Y respondiendo tu pregunta, ésta también fue mi primera vez, por
lo que tus acusaciones son aún más absurdas.
—¿Eras virgen?
Estuvieron de acuerdo con Yoongi. Después de todo, era un humano, uno que
debía formarse correctamente. Jungkook inmediatamente sintió que había
tomado una muy buena decisión al dejar de lado su orgullo y sus rencores,
para pedirle ayuda a Yoongi.
Jeon rodó los ojos al ver la dramática escena que armó Yoongi.
—En lo que Min deja a mi novio en paz, Hoseok —le llamó seriamente—.
¿Podemos hablar?
Hoseok se quedó perplejo ante la pregunta, pero aun así asintió. Jungkook
comenzó a caminar más lejos, detrás de la cabaña específicamente para que
los demás no le vieran. Y Jung supo que debía seguirlo.
—Sabes, he visto muchas películas y en una escena así las víctimas terminan
abandonadas en un lugar vacío como éste luego de la tortura de-
Estaba totalmente paralizado, no creía lo que estaba pasando, podía jurar que
Jeon aún lo odiaba y nunca en su vida le había abrazado.
Hoseok rió nervioso creyendo que Jeon se burlaría de él por hacer eso.
Hoseok escuchó como la voz de Jeon se quebraba poco a poco y sus ojos
perlaban.
—Sin Taehyung volvería a ser tan miserable como lo era antes —pronuncio
soltando algunas lágrimas—. Y aun con lo que hiciste en el pasado, me siento
muy agradecido contigo.
Hoseok comenzó a llorar también, limpió sus lágrimas una y otra vez en
vano, pues muchas más salieron.
Hoseok asintió sin poder dejar de llorar. Él ya era feliz al saber que Jeon le
había perdonado y entendía aquella desconfianza de Jungkook, tampoco
esperaba que toda su amistad volviese a la normalidad de la noche a la
mañana. Pero internamente sentía que una herida iba sanando poco a poco.
—Min, ¿te importaría dejar a mi novio en paz? Creerá que lo que hicimos es
malo por tanto drama.
Jeon por otro lado sintió que todo mejoraba poco a poco. Su corazón también
estaba sanando y, aunque el plan inicial no era que Taehyung estuviera a su
lado, agradecía que todo terminara así, porque definitivamente no había
persona que le hiciera más feliz la vida como lo hacía Taehyung.
Capítulo 16
✧。・゚・✧。・゚・✧
Cada vez Taehyung aprendía más y más, así que Jungkook decidió no
limitarle a Taehyung la información y solo dejarlo con lo que YoonGi le
enseñaba. Las matemáticas eran importantes y algo en lo que era bueno, así
que comenzó a explicarle temas básicos a su novio.
Jeon se iba negar, pero entonces Taehyung lo miró con unos ojitos tiernos
mientras parpadeaba coqueto.
—Bien, pero solo uno —aceptó Jeon finalmente, aún hipnotizado con la
ternura del menor.
—¿Te has sentido mal éstos días? —preguntó Jeon —. Si algo te duele debes
decirme, sin importar cuan insignificante parezca el dolor, puede ser
importante.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
—Lo soy, tienes suerte de ser una estrella adorable, porque de lo contrario te
cobraría mi comida —bromeó haciendo reír a Kim.
La hora de la comida transcurrió de manera apacible, se sentían bien juntos y
por ende no había ni el más ínfimo momento que no disfrutaran, inclusive el
silencio era cómodo.
—No lo conozco, así que cerraré la puerta esperando que no vuelva —dijo
Jeon.
Y, cuando estaba por hacer lo que dijo, el hombre parado en la entrada habló.
Jeon tensó sus gestos. No contestó, no iba ser tan confiado, en cambio analizó
al hombre con detenimiento.
—En parte lo soy, pero poseo más poder —respondió mirando alrededor con
una juzgona mirada—. De casualidad, ¿cuánto tiempo lleva Taehyung aquí?
—No estoy muy seguro, creo que medio año o más. ¿Qué no deberías
saberlo?
—Es difícil saberlo, puede que aquí sea medio año, pero arriba puede que
haya pasado lo que aquí serían dos días —explicó —. De todos modos
necesito hablar con él a solas.
—Sucede que éste pequeño se escapó para estar aquí. —explicó mirando a
Taehyung, quien bajó la mirada y buscó protección abrazando a Jeon del
brazo.
El timbre sonó en ese momento y Jeon corrió a la puerta para ver si Hoseok
estaría ahí como Namjoon dijo.
—Te explicaré todo cuando yo mismo entienda lo que sucede, solo cuida
bien a Taehyung.
Hoseok asintió y, antes de irse, Jeon se acercó a Taehyung para dejar un beso
en su frente e indicándole en un susurro que no demoraría.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Decidieron ir a una cafetería para charlar cómodos. Así que ahí estaban, en
una mesa para dos con dos cafés sin terminar frente a ellos.
—Uhm, los tiene, pero no con tanta intensidad como el mío —comenzó a
explicar —. Su función y especialidad son los deseos, así que tiene un límite
con los poderes propios.
Jeon sentía que estaba escuchando un cuento de hadas, así que discretamente
se pellizco con fuerza para reaccionar si es que era una quimera o un sueño.
Pero tan pronto sintió el dolor, se quejó e intentó disimular preguntando algo
más.
—En absoluto, de hecho casi ninguna puede hacer más de su función natural
—contestó —. Taehyung es una de las muy pocas estrellas que pueden
conceder deseos.
Jeon, que estaba tomando café, reaccionó con sorpresa y se ahogó con la
bebida. Tosió un par de veces y abrió los ojos sumamente atónito,
posteriormente, aún tosiendo un poco, miró a Kim que le miraba disgustado.
—Sí, en su vida pasada Taehyung fue un humano como tú, tuvo una vida
muy corta, pero siempre fue un niño de corazón noble y con una inocencia
peculiar; características que muy pocos humanos poseen con honestidad —
relató cabizbajo —. Tenía una vida llena de tristeza; nunca tuvo un padre, ya
que él lo abandonó desde que nació y su madre, a la que amaba con todo su
corazón, falleció por cáncer cuando él apenas tenía cuatro años. Llevaron a
Taehyung a un orfanato donde su vida fue una tortura, pero a pesar de la
tristeza él siempre sonreía y se encargaba de ayudar a las demás personas y
siempre buscaba hacerlas felices.
—Aún es así —susurró Jeon algo triste por la verdadera historia de Taehyung
y aún incrédulo al poder escucharla —. Entonces, ¿por qué dice que tiene una
madre?
—Existió una estrella con los mismos poderes que yo, solo que él además
podía conceder deseos. Su nombre era Kim SeokJin —comenzó a relatar —.
SeokJin siempre odió el mundo humano y repudiaba a todos los humanos en
general, pero cuando conoció a Taehyung su perspectiva cambió. Luego de
tanto convivir, SeokJin le tomó un cariño especial a Taehyung y siempre
bajaba a la tierra solo para visitarlo.
Kim rodó los ojos ante la actitud de su acompañante, aun así hizo caso y
continuó la historia.
—SeokJin sabía que Taehyung llevaba una vida muy triste y decidió que él
no merecía eso ni mucho menos éste mundo, así que quiso darle una vida y
un poder que mereciera y así fue como más adelante le cedería su capacidad
de conceder deseos luego de convertirlo en una estrella —continuó su relato
viendo el rostro intrigado de Jeon—. A los cinco años, Taehyung tuvo que
dejar su vida humana para reencarnar completamente como una estrella y, al
hacerlo, su lugar incluso en el espacio siempre fue a un lado de SeokJin.
Ellos dos fueron muy unidos, y él siempre protegió a Taehyung hasta el día
de su muerte... —nuevamente suspiró, su rostro parecía indiferente, pero en
realidad se notaba que le entristecía contar esa historia—. SeokJin colapsó
hace unos años y, por aquellos cuidados y cercanía tan amorosa, es que
Taehyung lo nombró "mamá".
—Ahora entiendo, Taehyung nunca tuvo un padre, así que comparó el trato
de Seokjin con el de su mamá porque era lo único que tenía de referencia —
aclaró su garganta intentando no llorar por la historia de su novio—. ¿Por qué
nunca me contó de eso?
—SeokJin borró todos los recuerdos que Taehyung tenía sobre su vida
humana. Lo hizo para evitar el sufrimiento interno de Taehyung —contestó
—. ¿Alguna otra duda?
—Muchas —dijo de inmediato, intentando concentrarse en una pregunta a la
vez de las miles que había en su mente —. Cuando Taehyung llegó a éste
planeta tenía un collar, ¿qué era?
—Me preguntaba cómo es que Taehyung pudo venir hasta aquí y obtener su
forma humana —murmuró más para él mismo para después dirigirse a Jeon
—. Era el collar de SeokJin, lo utilizaba para transportarse a éste planeta en
específico. Sin ese collar jamás habría podido bajar aquí.
—Por un momento dudé que todo ésto fuera real... —confesó—. Así que es
cierto que Taehyung concede deseos.
—Por supuesto, pero no todos son cumplidos, claro que hay algunas
peculiaridades que deben seguirse para conceder un deseo.
—No, en realidad no. Al principio Taehyung concedía todos los deseos que
pidiera la gente, lo hacía por ayudar y entiendo, pero los humanos cada vez
son más ávidos y maliciosos, así que sin querer a veces concedía deseos a
personas egoistas —explicó con trivialidad —. Sabes, las estrellas que
conceden deseos tienen un sentido especial, sienten y ven brillar a una
persona cuando pide un deseo desde el fondo de su corazón, con bondad y es
solo entonces que el deseo se cumple.
—No, son ideas humanas, en realidad se pueden conceder todos los deseos
que quieran. Pero es difícil que un humano consiga más de dos, porque no
tienen tanta pureza en el corazón y al primer deseo cumplido el segundo lo
hacen con avaricia.
Namjoon asintió.
—Tu amigo, Yoongi, ya hizo un buen trabajo al educarlo sin hacerle perder
su aura pulcra —respondió—. Yo veo su interior, él está bien en ese aspecto.
—Bien, entonces, creo que ya aclaraste todas mis dudas, pero aún no me
dices a que has venido.
—Cierto —se incorporó en la silla para poner más seriedad—. Quiero que
Taehyung vuelva conmigo.
Esa definitivamente no fue una respuesta que Jeon hubiera esperado, así que
se quedó congelado al escucharla.
—Te dije que en el espacio el tiempo pasa más rápido que en la tierra —
habló en un tono más funesto —. Si Taehyung vuelve por un tiempo a su
deber en el espacio, cuando vuelva a la Tierra es probable que tú ya ni
siquiera existas.
En ese momento todo pareció congelarse para Jungkook. Había pasado tanto
con Taehyung que ni siquiera se imaginó un futuro sin él y ahora que esa
posibilidad parecía cercana, su corazón no pudo estar en paz.
—Eso es temporal, si sigue aquí por más tiempo el poder desaparecerá —se
apresuró a aclarar Kim—. No podemos dejar que un poder tan inigualable sea
destruido.
—¿No eres tú el que habla del egoísmo humano? —preguntó enfadado—. No
sabes qué es lo que Taehyung siente, ¿qué harás si él no quiere volver? ¿lo
obligarás?
Las piernas le temblaban, las manos sudaban con nervios y sus musculos
tensos, Jeon no podía calmarse.
—Pero Taehyung está aquí por un deseo, ¿no debe cumplir los deseos?
—Si no me equivoco está aquí para buscar a alguien que conceda el deseo —
en el momento en que dijo eso, Jungkook sacudió sus cabellos con
frustración —. Tranquilo, aún tiene unos días para encontrar a esa persona y
puede que-
—Creo que llegué algo tarde —susurró negando con la cabeza —. Pero lo
siento, Jeon, no puedo permitir que quede.
Jungkook tomó unos billetes de su cartera y los dejó en la mesa con rudeza,
para después levantárse de inmediato.
—En éste mundo las palabras no tienen validez para nadie, todo son
promesas vacías y mentiras ocultas. Y ya que vivo en este asqueroso mundo
aprovecharé ese privilegio —contestó casi escupiendo cada palabra —.
Bienvenido al mundo real.
Sin nada más que decir, Jeon dio la vuelta dispuesto a olvidarse de Kim
Namjoon.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Unos días después, ambos miraban las estrellas desde el techo abrazados
entre los cobertores.
Namjoon había ido a su casa muchas veces, insistiendole una y mil veces que
lo dejara llevarse a Taehyung. Obviamente siempre recibía una respuesta
negativa de parte de Jungkook.
Los momentos en los que nadie los molestaba eran los más apreciados por
Jeon y Kim, porque solo así podían demostrarse el amor que sentían por el
otro.
—Taehyung —le llamó para recibir atención—. ¿Por qué nunca me hablaste
de SeokJin?
—Lo sé, pero nunca hablaste de él —murmuró—. ¿Era muy importante para
ti?
Jeon trago saliva sin saber que responder. Se acercó a Taehyung y besó
dulcemente los labios de éste. Cuando se separaron, Taehyung acercó sus
manos al rostro de Jeon, jugando con las mejillas del mayor, quien sólo reía y
miraba a su novio.
Jungkook, enternecido, se acercó a los labios del menor y los unió con los
suyos. Disfrutando la sensación de los suaves labios de su novio, y el calor de
la boca contraria, el beso de labios se disgregó. Jeon procedió a dejar un beso
en la fría mejilla del menor y finalmente en la frente de éste.
No era nada malo, era una revelación, porque en esos momentos Jungkook
sintió que debía sincerar su corazón, pero no era fácil ya que nunca había
actuado así.
—Es solo que... a veces siento que no te merezco, Taehyung y temo que
dudes de lo que siento por ti porque no soy tan cariñoso como tú, por eso me
esfuerzo en mejorar mi personalidad —suspiró—. Solo... solo quiero que
sepas que realmente te amo.
Los ojos de Taehyung brillaron, porque eran pocas las ocasiones que
escuchaba palabras tan dukces de parte de su novio. Así que, con felicidad y
emoción, se abalanzó a los brazos de Jeon, quien lo sostuvo con fuerza
disfrutando tenerlo en sus brazos.
Porque su amor no era ningún capricho o cosa de unos días, sino que se
trataba de un amor inefable que sin duda iba perdurar eternamente.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
—No puedo estar mucho tiempo aquí, necesito hacerme cargo de allá arriba
también —dijo Namjoon—. ¿Podrías por lo menos escucharme bien?
—Ya te escuché una vez y no soy tan amable como para hacerlo dos veces.
—Respondió.
—Está durmiendo.
—Dormimos tarde ayer, sólo está cansado. —respondió sin darle mucho
interés —. ¿De eso querías hablar?
El mismo Jungkook era el que odiaba a todas las personas por su egoísmo e
hipocresías. Definitivamente no conocía a nadie así.
Jeon cerró los ojos suspirando y masajeó sus sienes al sentirse tan impotente.
—Ambos —respondió.
Jeon se levantó del sofá caminando de un lado a otro en la sala, dando por
terminada aquella plática. Entonces pensó en Taehyung, ¿él querría volver a
ser una estrella?
Taehyung se sentó en la cama tallando sus ojos para después alzar los brazos
en dirección a su novio. Jungkook entendió todo y se acercó a abrazarlo
contra su pecho.
Al escuchar eso Jeon sintió un poco de dolor, pues ciertamente temía que
Taehyung decidiera irse. Y ante aquella idea, una enorme tristeza que nunca
había sentido llegó a su corazón. Entonces se preguntó qué, sí de sólo
pensarlo sentía que moría, ¿qué pasaría si realmente sucediera?
—Taehyung estamos aquí para hacerte una pregunta. —habló Jeon, optando
por hacer eso lo más rápido posible.
—¿Qué es?
-Agh, sabía que esto pasaría -susurró Namjoon masajeando sus sienes-. Bien,
lo prometí y lo cumpliré, así que me voy, pero antes ten ésto, Taehyung.
Una singular piedra brillante le fue entregada a Taehyung. Una piedra celeste
con un diamente en el medio.
-Si quieres regresar, ésto te llevará de vuelta a tu lugar -indicó -Solo funciona
en cuerpos celestes que tienen cualidades como SeokJin o tú, así que el
diamante reconocerá al instante tu rastro.
Con el paso de los meses Jeon pudo descubrir que su vida no era tan mala si
Taehyung estaba en ella. Siempre le gustó salir solo y sin nadie que le
interrumpiera en sus actividades, sin embargo aprendió que prefería mil veces
que Taehyung le acompañase a todos lados antes que ir solo.
Kim bajó las escaleras luciendo su elegante ropa nueva, mientras Jeon le
esperaba en la puerta con un traje negro. Una cita especial les esperaba en un
esclarecido restaurante. Jungkook tomó un poco del dinero qe ahorraba para
su futuro auto, y lo invirtió en una cena romántica solo para ver feliz a su
novio.
Un taxi los llevó hasta el lugar y, al estar dentro del restaurante, de inmediato
los llevaron a la mesa para dos que había sido reservada, una mesa solitaria
para evitar miradas inconformes en ellos que pudieran incomodarlos.
—Pues, no lo sé, pero nunca habíamos tenido una. —Sé sinceró el mayor
riendo. —Las parejas tienen citas, y salen a algún lugar, platican, conviven
juntos y supongo que sólo es para demostrar cuando se quieren.
—Creo que tienes razón —contestó con la misma felicidad—. Pero quería
traerte a éste lugar, porque estos son los lugares en los que mereces estar, así
que espero que seas feliz las veces que pueda organizarte citas así.
—Agradezco el esfuerzo que hiciste para pagar esta cena, me hace feliz estar
contigo —le dijo aún conmovido —. Eres un novio muy lindo.
El tiempo pasó, comieron una exquisita vianda, tomaron los más esclarecidos
vinos y sobre todo pasaron un increíble momento juntos, platicando y
bromeando.
—¿Y qué con Hoseok y aquella chica del parque? —preguntó curioso—. ¿No
se supone que los viste brillar porque son de corazón puro?
—Pidieron el deseo de corazón y con bondad, por eso vi aquel brillo en ellos
por unos segundos, pero si su corazón fuese puro, entonces los habría visto
brillar desde el primer momento en que los vi —suspiró —. Es difícil
encontrar a alguien.
—¿Qué pasa si les das ese poder aun si no cumplen con lo que dijiste?
—¡Oh! ¿sabías que las estrellas con poderes pueden morir de tristeza o dolor?
—preguntó Kim curioso cambiando de tema—. Namu dice que es porque
convivimos con las emociones humanas, por eso debemos ser fríos ante todo
como él o muy felices, por eso yo siempre estoy muy feliz.
—No sabía que una estrella podría morir —murmuró curioso ante el tema.
—Bueno, estrellita, no cabe duda de que eres muy inteligente —halagó Jeon
consiguiendo que las mejillas de Taehyung se sonrojaran tan como él quería
—. Me gustaría escuchar más sobre el tema, pero debemos irnos ahora antes
de que se nos haga tarde.
Pronto salieron del lugar sonrientes, felices y con una experiencia más
añadida a su baúl de recuerdos juntos.
—¿En serio? No creí que faltara tan poco tiempo —exclamó emocionado.
—Esa casa solo tiene bellos recuerdos desde que llegaste y por eso no pienso
venderla ni deshacerme de ella —comentó con total seriedad, pero un atisbo
de nervios—. Pero creo que después de graduarme necesitaremos un
comienzo juntos.
Aún sin comprender totalmente lo que Jeon quería decir, Taehyung lo miró
curioso e interrogante, no respondió nada, así que Jungkook tuvo que
tranquilizar su nervios y hablar directo al punto.
—Me refiero... a algo más allá de ser novios y más allá de la forma en la que
comenzamos a vivir juntos que fue por una coincidencia —explicó con más
seguridad—. Esta vez quiero que ambos comencemos a vivir juntos porque
nos amamos, quiero algo planeado para toda la vida, solo si tu aceptas.
—Lo quiero y lo sé desde hace tiempo, por eso junté el dinero que Seojung
me dio hace tiempo y creo que puedo utilizarlo por fin para comenzar
nuestros planes —confesó apenado —. Entonces, ¿qué dices? ¿aceptarías
estar conmigo toda la vida?
—Nuestra casa será la más linda de todas —dijo Taehyung con emoción,
sentado en su cama y sosteniendo a panquesito con fuerza entre su brazo.
—Por lo visto el campo suena como una buena opción —opinó. Taehyung
alzó un poco la mirada sobre su pecho y le miró sonriendo—. Lástima que no
me gusta.
—No lo sé, ¿qué hay de los insectos? ¿También los matarás por mí?
—Qué lástima, tendremos que buscar otra opción donde no haya insectos.
—Pero promete que lo pensarás, tal vez los insectos no nos hagan nada si los
tratamos bien —dijo con ilusión—. ¿Lo pensarás?
—Ahora hay que dormir —dijo Jeon cerrando los ojos dispuesto a dormir—.
Pronto comienzan nuestros planes, tenemos tiempo para pensar.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Todo avanzaba con normalidad. El elegir el que sería su nuevo hogar, fue un
pequeño paso hacia su futuro incierto pero anhelado.
—Te aseguro que ésta receta me quedará mejor que a ese tipo de los
tutoriales de cocina que ves —habló Jungkook cocinando mientras su novio
le hacía compañía riendo—. ¿Aún crees que él es mejor que yo? Por favor,
podría hacer todo lo que él hace con los ojos cerrados.
Kim pudo retomar las fuerzas luego de un momento, por lo que asintió
sentándose en el piso intentando mejorar sus sentidos.
—Estoy bien —murmuró con una débil voz —. Solo me sentí mareado, pero
ya estoy bien.
Jungkook negó con la cabeza, no lo dejaría pasar esta vez. Necesitaba
respuestas de inmediato.
El doctor parecía sorprendido por esa confesión, le miró titubeando hasta que
aclaró su garganta y continuó con su trabajo. Jeon agradeció ese
profesionalismo a pesar de que se notó que le costó aceptarlo, conocía su país
y sabía que no todos lo tomaban bien.
—Bueno, en ese caso indíquele a su tutor que se asegure de que lleve una
dieta correcta, lo más probable es que se trate una deficiencia de vitaminas —
opinó escribiendo en un papel posteriormente dándoselo a Jeon—. Que tome
esas pastillas cada doce horas por una semana y vuelvan hasta entonces para
ver los resultados.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Una noche, mientras Jeon servía un vaso de agua y preparaba las pastillas de
Taehyung, recordó algo que Namjoon le dijo antes de irse. "No es
completamente humano y no sé qué consecuencias traerá el que siga aquí,
necesita elementos que solo él espacio puede brindarnos para sobrevivir".
Luego de recordar esas palabras, dejó con fuerza el vaso en la isla de la
cocina mientras sentía sus lágrimas caer, porque temía que lo que Namjoon
había dicho fuera la respuesta a todo. ¿Dónde se había ido aquella esperanza
que tenía de que Taehyung estuviera mejor? Aún la tenía, pero también podía
conjeturar muchas otras cosas y en cierta parte temía que todo fuese como
Namjoon lo había dicho.
—Lo siento —respondió con voz temblorosa, sintiendo los brazos delgados
alrededor de su torso—. No me gusta que sufras, Taehyung.
Y es que sí, Taehyung mejoraba por un momento con las pastillas, pero aquel
dolor siempre le torturaba si no las tomaba. Jungkook no quería que
Taehyung viviera dependiendo medicamentos para estar bien todos los días.
—Ya no lloraré, lo prometo —aseguró acercándose para besar los labios del
menor, le besó de manera corta y posteriormente susurró sobre sus labios —.
¿Quieres subir a ver el cielo? Eso siempre nos anima.
—Creo que no fue buena idea —murmuró Jeon sintiendo como una gota caía
en su rostro —. Está a punto de llover, deberíamos ir a dormir, mañana
podremos volver.
Con las manos temblando, Jungkook tomó el rostro del menor quien no
reaccionaba. Las lágrimas no demoraron en salir de sus ojos.
—Lo sé, haré que ese dolor pare, Taehyung —respondió apartando los
cabellos de la frente del menor.
Kim vio en las manos de Jungkook aquella peculiar piedra que Namjoon dejó
antes de irse. De inmediato comenzó a negar con la cabeza removiéndose
inquieto al saber lo que haría Jungkook.
—¡No quiero irme! No quiero —murmuró Taehyung por último. Solo podía
llorar, porque ya no tenía fuerzas ni para gritar—. N-no quería que esto
pasara, no quiero dejarte.
Jungkook cerró los ojos totalmente dolido, acercó sus labios a la frente de
Taehyung y lo besó con fuerza. Porque ninguno quería eso, pero ya no se
trataba de complacencias, sino de un trágico destino que debían aceptar.
Unieron sus frentes y permanecieron así con los ojos cerrados, sintiéndose
cerca, sintiéndose juntos.
—Nunca existirá algo más valioso para mí de lo que eres tú, Taehyung, sin
importar qué pase, te amaré siempre —susurró Jungkook cuando sus llantos
se aminoraron—. ¿Puedes prometerme... que seguirás amándome también?
Jungkook le miró sonriente a pesar de que en sus ojos no había más que la
tristeza que vislumbraba la tragedia que se avecinaba.
Al separar sus labios, Jeon nuevamente juntó su frente con la del menor.
—Te amo, novio —respondió Taehyung sintiendo sus ojos cada vez más
pesados—... Jungkook
—¿C-cumplí el deseo?
La sonrisa de Jeon tembló y sus ojos se nublaron de nuevo ante las lágrimas
que se avecinaban. Taehyung se lo advirtió; no puede conceder felicidad
eterna, pero sí un momento de felicidad memorable; debió repetirse más
veces esas palabras.
—Lo hiciste —respondió con una voz triste y entrecortada —. Me diste los
momentos más felices de mi vida.
Taehyung sonrió a leer de las lágrimas que se deslizaba por sus mejillas y
alzó su mano para posarla delicadamente sobre la mejilla de Jungkook para
acariciarlo dulcemente.
Jeon tragó sus lágrimas y elevó las comisuras de sus labios por un momento,
acarició los cabellos plateados de Kim y se acercó para darle un beso en la
frente y le susurraba al oído:
Kim reunió las pocas fuerzas que le quedaban y elevó un poco su rostro para
besar delicadamente los labios rosas del mayor. Jungkook cerró los ojos,
sintiendo sus ojos perlando mientras disfrutaba el toque de Taehyung.
De repente dejó de sentir ese tacto y sintió todo el peso de Taehyung sobre su
regazo y brazos. Kim cayó en un profundo sueño en su pecho.
Jungkook sollozó sin control y abrazó por unos minutos más a su novio. No
tenía el valor de dejar ir a Taehyung, era difícil dejarlo ir cuando en ese
momento estaba entre sus brazos. Pero dio una profunda respiración, se
calmó recordándose que todo era por Taehyung y fue así que por fin lo dejó
ir.
Se aferró a él cada segundo que estuvo ahí, hasta que abrió los ojos y se
encontró a sí mismo solo en aquella habitación.
Taehyung marcó su vida por completo, jamás podría olvidar ni el más corto
momento que vivió con él, ni la más mínimo detalle de su rostro y cuerpo.
De algo estaba seguro y podía prometer de por vida que, aún con la distancia,
Taehyung siempre sería su estrella.
Capítulo 18
✧。・゚・✧。・゚・✧
—No creo que haya nadie aquí —dijo Yoongi—. Taehyung siempre viene
corriendo cuando llegamos.
—Ojalá fuera una broma —dijo Jeon, de nuevo con la voz entrecortada—.
Yo lo regresé a su lugar.
—¿Por qué? —preguntó Jimin a punto de llorar—. ¿Por qué harías eso?
—¿Recuerdan todas esas veces que se sentía mal o que perdía la fuerza de la
nada? Lo llevaba al hospital cuando eso ocurría y nunca me dieron respuesta,
solo decían que podía tratarse de una enfermedad —explicó rememorando
con nostalgia—. Pero no, él no estaba enfermo, nunca lo estuvo...
Antes de poder seguir hablando, tuvo que aguantar sus sollozos y apretar los
labios. Mientras tanto, los otros tres ya habían unido los hechos.
—El no tenía una enfermedad, todo lo que le ocurrió siempre fue porque él
no pertenece aquí —limpió sus lágrimas y sorbió su nariz—. Las pastillas lo
ayudaban, pero estaba siendo forzado... no podía estar mucho tiempo aquí.
—Pero pudo haber seguido aquí si seguía tomando las pastillas —dijo Jimin
de inmediato—. Pudimos... pudimos ayudarlo, todos podíamos comprar más
y-
Yoongi sintió que perdía el control, quería llorar y gritar, se sentía sofocado.
Dio la vuelta y, con pasos fuertes, salió de la habitación y se fue para calmar
su tormentoso dolor y llorar en soledad.
Jimin seguiría en aquel confuso conflicto con Jungkook, con el odio de los
recuerdos golpeando su corazón.
El tiempo que duró fue bueno, todos solo tendrían recuerdos felices con
Taehyung, pero esos recuerdos también serían su suplicio de por vida.
Jeon dejó caer su vaso de agua al piso y dio un paso hacia atrás para no
caer de la impresión.
—Adiós, Jungkook.
—¡No!
—N-no puedo dejar se soñar lo mismo, tal vez en realidad está sufriendo —
musitó Jungkook apretando la mandíbula—. Si tan solo pudiera saber que
está bien...
Hoseok se acercó y lo abrazó por los hombros, logrando que Jungkook
llenara de lágrimas su pijama.
—Necesito estar solo por un tiempo —dijo seriamente. Los otros tres se
miraron dudando—. Por favor, solo quiero enfrentar la realidad antes de
volver a mi vida cotidiana. No se preocupen por mí, sin importar cuanto
tiempo sea, les aseguro que estaré bien.
¿Tristeza? Jungkook sentía que esa palabra no era suficiente para describir
todo lo que sentía. No pudo dormir por días, seguía despertando a mitad de
las noches llorando y gritando con dolor.
Era un difícil etapa para Jungkook sin duda alguna. Quién sabe cuánto podría
durar.
Jungseok, nervioso, dio una mirada a sus demás alumbos y después la regresó
a Jungkook.
Dentro del aula, tanto sus compañeros como su profesor, notaron el cambio;
cuando Taehyung estaba con él en clases, lo hacía tan feliz que este ya ni
siquiera discutía así con los profesores y los corregía con tranquilidad, había
mejorado su carácter de cierta manera. Pero en ese momento, se dieron
cuenta que el Jungkook de antes había vuelto.
Hoseok insistió.
—Sé que sus intenciones son buenas, de hecho estoy mejor de lo que creen y
cuando quieran pueden visitarme —dijo sonriendo un poco—. Pero Yoongi
tiene razón, hoy prefiero estar solo.
Sin decir nada más, Jeon dio la vuelta dándoles la espalda a sus amigos y
caminando hasta salir del restaurante.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Por las noches dormía abrazado de panquesito, aquel peluche que alguna vez
perteneció al amor de su vida. Ya no podía dormir sin la singular lámpara que
había iluminado las noches de Taehyung y sin querer también las suyas.
Era viernes por la noche cuando Jeon llegó a casa después del trabajo. Al
entrar a casa no prestó atención alrededor, solo se detuvo para quitarse su
mochila dejándola en el piso y arrojó las llaves a un mueble que estaba en la
entrada, posterior a ello pasó totalmente de largo la sala y fue a la cocina para
buscar algo de comer. Pero el sonido de llamada de su teléfono le
interrumpió. Tomó su celular y vio que era Jimin, así que respondió.
—¿Hola? Jungkook, ¿estás ocupado?
Ambos comenzaron a reír, escuchando las risas del otro por la bocina del
celular.
—Como sea, ¿entonces qué quieres? —preguntó Jeon mientras tomaba una
manzana y le daba un mordisco para calmar su hambre mientras charlaba.
—Ah, cierto —Jimin aclaró su garganta, parecía ser algo serio—. Todos
tenemos una sorpresa para ti... es mejor de lo que imaginas así que, ¿podrías
regresar a la sala de tu casa?
Jungkook miró alrededor a los que reconoció como amigos de Jimin y otras
personas desconocidas.
Si bien la idea de una no le agradó mucho, decidido cooperar un poco con las
buenas intenciones de sus amigos. Tal vez tenían razón y podría disfrutar un
poco de la situación y distraer su mente.
Dos horas pasaron, Jimin estaba disfrutando mucho la fiesta al igual que
Hoseok, Yoongi se reía de ellos ante la manera en la que actuaban al estar un
poco borrachos. Jungkook no estaba disfrutando mucho en realidad, pero
pudo distraerse por un momento y reía al ver a Jimin y Hoseok bailar tan
gracioso.
Estaba únicamente esperando el momento correcto para dar fin a esa fiesta,
cuando de repente sintió la presencia de alguien más. Volteó la mirada hacia
la entrada de la cocina y encontró a un chica que reconoció como una
compañera de algunas clases en la universidad el año pasado. Nunca le habló
así qie tampoco le interesó su presencia en ese momento.
—No puedo disfrutarla cuando la mitad de las personas son una bola de-
—No pregunté —interrumpió ella. Jungkook ka volteó a ver con una ceja
alzada.
Hyejin comenzó a reír, contagiando un poco a Jeon. Tal vez no sería tan malo
conocer gente nueva.
—Nunca te había visto reír más que con el chico que solía acompañarte a
clases —murmuró—. ¿Dónde está él, por cierto?
Estaba a punto de irse, pero antes de pararse sintió una mano sobre su muslo
y vio la mirada de Hyejin tornarse seductora mientras se acercaba.
Jungkook pensó en todo ese dolor que seguía ahí, todos los recuerdos que aún
lastimaban. ¿Sería capaz de dejar de pensar en eso?
—Bueno, por lo menos pasarás una buena noche, te ves tan triste que
realmente quiero hacer algo al respecto —dijo con una seductora voz—.
Estoy segura de que él no sabía complacerte siendo tan ingenuo, apuesto que
te haré darte cuenta de eso, yo te enseña-
Eso era todo lo que Jeon quería escuchar, así que al cumplir su objetivo, se
levantó de golpe de la silla donde estaba sentado, haciendo que Hyejin
perdiera el equilibrio al estar inclinada hacia él y cayera al piso.
—Nunca te atrevas a intentar algo conmigo porque te juro que lo único que
causas en mí es repudio. Desde un principio te dije que no quiero nada, ¿eres
sorda? —dijo Jungkook viendo como Hyejin lo mirada desde el piso
totalmente enojada—. Solo te dejé hablar para tener motivos para odiarte y
logré mi objetivo. Así que te lo advierto; no vuelvas a hablar así de mi novio.
Ni tú ni nadie podrían hacerme olvidar a Taehyung, jamás.
—Sí, Taehyung se fue —interrumpió Jeon con un tono más enojado—, pero
no significa que dejó de ser mi novio, así que más te vale respetarlo si no
quieres verme enojado de verdad. Largate de mi casa.
Jungkook miró a Jimin y Hoseok, que por alguna razón le veían preocupados.
—¿Qué? —espetó.
Jimin no podían creer que Jeon llegó al punto de rechazar a una hermosa y
bella chica por alguien que no volvería. Mientras Hoseok estaba preocupado
por lo aferrado que Jungkook parecía a pesar de que ya habían pasado meses
desde que Taehyung se fue.
—Sé que querían hacerme feliz y de alguna manera pude disfrutar un poco —
dijo intentando sonreír—. Así que gracias por esto.
—Feliz cumpleaños.
Jeon iba decir algo más, pero en ese momento recordó a la tercera persona
que faltaba ahí.
—¿Y Jimin?
Jeon rió también y asintió, posteriormente dejó el tema de lado y les informó
que iría a dormir.
Panquesito no estaba.
—¿Q-qué haces? —espetó Jungkook, mirándolo con los ojos muy abiertos de
incredulidad, posteriormente caminó con pasos fuertes hacia Jimin y le
arrebató la bolsa que tenía en las manos—. Ésto es de Taehyung, ¿qué carajos
estás haciendo?
Jeon no aguantó más y empujó a Jimin lejos, éste al estar bajo los efectos del
alcohol, perdió el equilibrio y cayó al piso. Jungkook, no conforme, se acercó
amenazante con intenciones de golpearlo.
Asustado, Hoseok volteó a ver a Yoongi, éste solo miraba la escena con
indiferencia.
Este rodó los ojos y caminó hasta sus amigos para tomar a Jungkook por los
hombros y alejarlo, mientras Hoseok ayudaba a Jimin a pararse.
—T-todos lo saben —balbuceó Jimin—. Saben que no es sano que siga así...
—Jungkook...
Exasperado, Jeon volteó para encararlos de nuevo.
—No quis-
Hoseok sabía que debían darle su espacio a Jungkook, éste jamás los
escucharía estando enfadado, decidió volver después para aclarar las cosas.
Así que tomó a Jimin por los hombros y lo ayudó a caminar.
Cuando la principal fue cerrada, fue cuando Jeon sollozó con fuerza. El que
le recordaran que Taehyung no volvería le afectó más de lo que creyó.
Porque sabía que ellos tenían razón, pero simplemente no podía hacérselo
entender a su corazón.
Al toparse con esa puerta inmediatamente recordó todas las noches que subió
al techo con Taehyung para ver las estrellas. Tenía meses que no subía a ese
lugar. Desde que Kim se fue, Jungkook no tuvo las agallas ni la fuerza de
volver a poner un pie en la azotea, tenía miedo de enfrentar el dolor de los
recuerdos que le traería ese lugar.
—Tengo miedo de que realmente estés sufriendo, tengo mucho miedo de que
mis pesadillas sean verdad y no estés bien... por favor, estrellita, dime que no
es verdad, dime que hice lo correcto —rogó lleno de ansiedad—. ¡Por favor
dime que estás bien!
¿Podría ser?
Tres estrellas solitarias en un punto en específico como siempre, solo que ésta
vez no había un espacio vacío notorio, pues una estrella más estaba ahí. Una
estrella más pequeña, pero más luminosa. Ese era Taehyung, Jungkook lo
sabía.
Una sonrisa apareció iluminó su rostro, una sonrisa verdadera y con plena
felicidad luego de tanto tiempo. Su corazón se sintió tranquilo, las penas y
preocupaciones se volatizaron en el aire y parte de su tristeza se disipó al
saber que Taehyung estaba bien. Taehyung estaba perfectamente bien, siendo
una estrella nuevamente y una sumamente hermosa. Su corazón volvía a
sentirse boyante por un momento, pues aunque Taehyung no estaba a su lado,
ahora sabía que estaba ahí y eso era todo lo que necesitaba.
Era un pastel con una vela encendida y en medio de éste una frase escrita;
"Feliz cumpleaños, googi". Al leer eso, sonrió con ternura y felicidad
inmensa. Taehyung siempre estaría con él.
Luego de sus palabras, tragó saliva e intentó calmarse, así que suspiró y cerró
los ojos, para posteriormente hablar con palabras llenas de esperanza.
—Deseo... una estrella, una estrella tierna e inocente, de corazón puro y alma
bondadosa, la única estrella que me hace feliz —susurró—. Deseo seguir por
siempre con Taehyung.
Cuando ya era muy noche y el cansancio del día se hizo presente, Jungkook
poco a poco se quedó dormido. Sin importarle que estuviera afuera, sin
importarle nada más, se quedó dormido en el techo, sabiendo que lo último
que vería en su día sería a Taehyung siendo una preciosa estrella.
✧。・゚・✧。・゚・✧
Jungkook subió al techo de su casa cada noche los trescientos sesenta y cinco
días de ese año, solo para admirar y sentir la físicamente ausente presencia de
Taehyung y seguía haciéndolo. Cada noche subía a verlo, lo apreciaba y
charlaba con él por horas aún si no obtenía respuesta.
Parecía que la esencia de Taehyung seguía ahí, Jungkook quería creer que
Taehyung bajaba a verlo aún. Todas esas ideas se formaron en su mente
cuando compró por nostalgia un paquete de las galletas favoritas de
Taehyung, las dejó en la sala mientras iba a cambiarse y, cuando regresó, las
galletas ya no estaban ahí. Eso lo dejó extrañado, por ende la siguiente noche
realizó la misma acción y dejó las galletas en un lugar mientras el se iba a
hacer otra cosa y de nuevo desaparecieron. Desde ese entonces supo que
aunque no podría ver en persona a Taehyung, podía sentir y notar su alma.
Era lunes por la tarde, iba de regreso a casa luego de que su horario escolar
terminara.
Llegó a casa luego de un largo camino y se encontró con Yoongi sentado en
los escalones del porche frente a su casa, traía una mochila negra consigo y
una carpeta, parecía pensativo.
Era común que lo visitaran sus amigos en conjunto, pero era raro que llegara
solo uno de ellos, sobre todo Min, quien por lo regular no salía mucho.
—Es algo que quería mostrarte desde hace tiempo, realicé una investigación
cuando conocí a Taehyung y di con éste expediente —explicó a medias.
Jungkook le miró confuso—. Esto es una de las razones por las que le creí a
Taehyung cuando me dijo que era una estrella... quiero que lo leas, estoy
seguro que te ayudará a recordar y creer de nuevo cuando lo necesites.
—No sirves para dar explicaciones, ¿lo sabías? —le dijo Jungkook.
—Solo léelo cuando lo creas necesario —espetó—. Como sea, debo irme.
Se despidió de Yoongi con un ademán y el también siguió su camino hasta
que entró a su casa. Se quitó su abrigo dejándolo en el perchero y luego
caminó a la sala donde dejó la mochila que Yoongi le dio y arrojó la carpeta a
la mesa de centro.
—Traje tus favoritas —dijo Jungkook, escuchando su propia voz hacer eso
en su solitaria casa. Colocó el plato sobre la mesa con una sonrisa y tomó
asiento en un sofá—. Tal como te gustan, amor.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Jungkook parecía feliz a simple vista, pero también parecía obligarse a creer
que Taehyung realmente podría volver con él. ¿Cuánto tiempo planeaba
estancar su vida? Lo único que le importaba ya, era pasar noches en vela por
ver a Taehyung, no dormía bien, cada vez se notaba más su extenuado estado
y su rendimiento iba en declive.
—Hey, no sabía que vendrían —les dijo Jungkook haciéndose a un lado para
dejarlos entrar—. Pueden pasar por un rato, pero los correré si no se van al
anochecer.
Yoongi perdió.
—¿Estamos? —repitió.
Jeon tragó saliva, Hoseok notó que evitaba a toda costa mirar a los ojos a los
demás y su mano apretaba, con más fuerza de la necesaria, el cuchillo con el
que cortaba fruta.
Hoseok titubeó.
Miró a Jimin y Yoongi, esperando que lo ayudaran, pero ninguno supo qué
decir.
Jeon asintió. Aclaró su garganta y levantó la vista para verlos a los ojos.
Jimin miró nervioso a Hoseok, quien le indicó que estaba bien que
respondiera.
—No creemos que estés equivocado, pero tampoco puedo asegurarte nada,
solo aporto-
—¿Crees que está bien creer todas esas quimeras después de la muerte de
alguien?
—No son quimeras, yo sé lo que veo —espetó—. Cuando veo cosas que
aparecen o desaparecen de repente, ¿es mi imaginación? No tienes siquiera
idea de las inexplicables cosas que me demuestran que él sigue aquí. ¿¡Podría
imaginar eso!?
Jeon se quedó ligeramente desconcertado por esa respuesta, pues por mucho
que quisiera negarlo, le hizo dudar.
—¿Por qué? —preguntó Jeon en un débil tono de voz—. ¿Por qué siguen
haciéndome ésto?
Hoseok dio un paso hacia Jungkook, pero no se acercó más.
Con fuerza, Jungkook dejó caer su puño sobre la isla de la cocina y alzó la
mirada para ver a sus amigos.
Llegó a la sala, caminó de un lado a otro sin poder calmar sus pensamientos.
Se quedó quieto cuando su mirada se detuvo en la mesa de la sala, donde el
plato de fruta que dejó hace un momento se hallaba.
De repente se sintió avergonzado y estúpido por todas esas veces que dejó ahí
la comida favorita de Taehyung. Aún le compraba sus dulces favoritos, aún
actuaba como si siguiera ahí, pero qué tal si Taehyung solo era una estrella
como las demás que ni siquiera podía escucharlo.
—Nunca has estado aquí realmente, ¿cierto? Solo estoy imaginando todo y ni
siquiera te importa —dijo hacia la nada. Su respiración comenzó a agitarse
por las ganas de un llanto exuberante—. Solo eres una estrella vacía igual a
las demás.
Estaba cegado, se sentía tan tonto con la idea de que Taehyung nunca estuvo
con él, que lo único que podía expresar la ira y la decepción profunda del
alma.
—Se supone que debías hacerme feliz, ¿sabes qué? Ahora pienso que estaría
más feliz si jamás te hubiera conocido —masculló apretando los labios y
sintiendo poco a poco como las lágrimas salían—. ¿¡Por qué dejaste de
hacerme feliz!?
La ira quemaba en su interior, la tristeza jamás había dolido tanto. Pateó con
fuerza el perchero que estaba a su lado haciéndolo caer, tomó sus negros
cabellos entre sus dedos y lo apretó mientras caminaba de un lado a otro
llorando desesperado. No sabía que la realidad lastimaría tanto.
Nunca podría volver a sentir sus cálidos abrazos, mucho menos volvería a
sentir aquella cándida emoción en su corazón ante sus dulces besos.
Desecho por la trágica verdad, Jungkook miró por última vez el plato de fruta
que había dejado para Taehyung. No sabía si Taehyung le escucharía en ese
momento, de hecho, ya dudaba que en realidad alguna vez lo haya escuchado.
Porque en ese momento creía que era verdad que había alucinado todo.
—Tal vez ellos tengan razón y deba dejarte de lado —escupió las palabras de
repente molesto—. Quisiera olvidarte, sería mejor si simplemente
desaparecieras.
Con la poca fuerza que tenía y los ánimos por los suelos, Jeon dio la vuelta
hacia las escuelas y, arrastrando los pies, subió.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Era un viernes por la noche, despertó con los ojos hinchados de tanto dormir.
Se sentía vacío, como si ya no hubiera nada que le motivara.
Así que decidió, por primera vez en toda esa semana, subir a ver a Taehyung.
Era como si no hubiera rastro alguno de él. Solo estaba Namjoon ahí y el
espacio a su lado, que pertenecía a su estrella, estaba vacío.
▬▬▬▬▬▬▬▬
Dos días después Jungkook estaba al borde del colapso; habían pasado ya dos
días y Taehyung no regresaba a su lugar.
No podía evitar pensar solo cosas negativas que le hacían preocuparse, estaba
tan angustiado que no obtuvo ni un poco de consuelo hasta que pensó en algo
que podría ser de ayuda; Yoongi fue el primero en saber que Taehyung era
una estrella, así como muchas otras cosas que él no sabía. Así que Yoongi era
quien podía aclarar sus escrúpulos interminentes.
Lo llamó esa misma tarde pidiéndole hablar, Yoongi aceptó y aseguró que
esa misma tarde iría.
¿Debería leer lo que había ahí? De repente sintió que era importante.
Lo primero que vio fue lo que parecía ser un anuncio con la fecha de 1902,
muy viejo y descuidado a decir verdad, el papel café y desgastado hacía que
se notara que era una impresión de hace muchos años.
Pasó a la siguiente hoja del expediente. Esta vez sus ojos se llenaron de
melancolía y su corazón rebosó felicidad, pues una fotografía en blanco y
negro yacía ahí, una fotografía de un pequeño niño de cinco años sonriendo
felizmente resaltando sus inocentes y tiernos ojitos entrecerrados como luna
menguante.
Sonriendo entre lágrimas, Jungkook tomó la foto con sus temblorosas manos
y, con su pulgar, acarició con delicadeza el rostro de Taehyung ahí. Lo
extrañaba tanto.
"Todo es real, no dudes nunca de lo que tenga que ver con Taehyung, ni
dejes que nada te separe de él.
Él sigue contigo, lo sé, pero esta es la nueva realidad y debemos vivir con
eso. No estanques tu vida, siempre intenta seguir adelante mientras lo
recuerdas, amalo como si nunca se hubiera ido y vive de la misma manera.
Atte: Min Yoongi, a quien Taehyung siempre quiso más que a ti"
Todo ese tiempo, Yoongi jamás quiso hacer que olvidara a Taehyung.
Siempre quiso asegurarse de que no cayera ante las ideas de los demás. Si tan
solo hubiera leído todo eso antes, jamás habría gritado todas esas cosas que
estaba seguro que Taehyung escuchó.
—Lo leíste.
Jungkook reaccionó al escuchar esa voz y volteó, vio a Yoongi parado detrás
de él. Siempre entraba sin tocar.
—Taehyung habló contigo muchas cosas que conmigo no, ¿recuerdas? Esas
cosas que solo tú creías —intentó no sonar desesperado por saber—. En
alguna de esas pláticas que tuviste con él, ¿dijo que podía moverse de su
lugar como estrella?
Jeon estaba asombrado por un nuevo conocimiento sobre Taehyung, pero eso
no calmó su preocupación por él.
—Lleva días sin estar en su lugar... —contestó. Yoongi abrió los ojos
reflejando su temor y preocupación en ellos—. Antes de eso, le grité que
sería mejor si simplemente desapareciera y luego estuve ignorando lo que
tuviera que ver con él...
Yoongi se levantó del sofá con ímpetu y miró a Jungkook con un gesto
rebosante de enojo.
Con los ojos rebosando temor, Jungkook le miró esperando que concluyera
sus palabras.
—¿Qué?
Yoongi tragó saliva, sus ojos se veían llenos de lágrimas, pero se negó a
llorar y simplemente parpadeó para alejarlas.
Yoongi dio la vuelta para irse, pero se quedó parado sin dar un paso más.
Jungkook vio curioso sus acciones y lo vio voltear nuevamente, pero ahora
con los ojos más llorosos.
Sin decir nada más o esperar una respuesta, Yoongi se apresuró a salir de la
casa y dio un portazo al salir.
Sus amigos intentaban hacer lo que creían correcto solo porque estaban
preocupados, pero en realidad eso jamás ayudó ni un poco a Jungkook.
Las cosas se vislumbraron con más claridad. El amor que sentía por
Taehyung jamás sería superado y estaba bien con eso. Podía imaginarse
soltero de por vida y sería feliz, pero no sin su amada estrella.
Su sonrisa se borró lentamente hasta que su gesto pasó a ser uno de absoluta
tristeza. La felicidad fue cambiada por una incertidumbre asfixiante.
Ahora eran tres días; tres días habían pasado sin verlo.
En ese momento supo que debía seguir los consejos de Yoongi. Con suerte,
Taehyung aún le escuchaba.
—N-nunca estuvo mal para mí hablarte y dejarte tantas cosas que te gustan,
sin embargo todos actuaron como si estuviera mal y realmente pensé que
tendrían razón... así que creí que al olvidarme de ti todo sería mejor —se
desahogó recordando ese momento—. Pero fue la peor semana que haya
tenido, dormía mucho para no pensar y siempre me sentía cansado, la comida
no tenía sabor, no quería ni siquiera despertar... si eso es lo que Jimin y
Hoseok creen que es estar bien, no quiero estarlo nunca.
Negó con la cabeza totalmente ido en los recuerdos. Tragó saliva y bajó la
mirada, no quería llorar, pero era difícil contenerse.
Al reaccionar, sonrió con plena alegría. Cuán boyante era verlo después de
casi haberlo perdido.
Casi temblaba ante tanta conmoción, estaba tan feliz como nunca. Le
alegraba el alma volver a verlo.
Por un momento juró ver temblar la luz de Taehyung, pero lo dejó pasar y
simplemente siguió hablando, seguramente solo se debía a las lágrimas que
anegaban sus ojos.
—¿Qué pasa? —susurró frunciendo las cejas mientras intentaba buscar una
explicación.
En absoluto era normal. Cuando vio que esos parpadeos de luz se volvían
más constantes, sintió que su respiración se cortaba.
Entonces, rememoró por fin a lo que Yoongi se refería antes. «Una estrella
puede morir de tristeza, por eso yo siempre estoy feliz» eso fue lo que
Taehyung le había contado en una cena. Y, según recordaba, cuando la luz de
una estrella comenzaba a parpadear, era como empezaba a perder vida.
Negó con la cabeza, se negaba rotundamente a creer que eso estaba pasando.
—Te lo suplico, por favor escúchame, nunca quise decir eso, ¡nunca quise
alejarme! —cerró los ojos y los apretó mientras hablaba, rogando desde el
fondo de su corazón que no le quitaran a su estrella—. Quiero seguir contigo
el resto de mi vida, no importa cuán lejos estés, nunca volveré a dudar de ti,
¡por favor perdóname!
✧。・゚・✧。・゚・✧
Todas las noches lloraba, porque el solo mirar el cielo nocturno le hacía
recordarlo. Eran tan profundos sus llantos que realizaba ejercicios de
respiración para calmarse, no estaba para nada bien en ese aspecto. Y aunque
asistía a terapia dos veces por semana, nunca sintió una mejora.
Sea como sea, sabía que no había nada más que hacer, que aceptar el trágico
destino.
Tanto fue su pesar y dolor, que ya sentía que los psicólogos no funcionaban
para él. Estaba perdido, se sentía tan mal.
Pasos acercandose sonaron por el pasto hasta que dos chicos llegaron a
acompañarlo. Joohyun y Danwoo, ambos eran lo más cercano a amigos que
había conseguido en su curso. Siempre se acercaban a hablarle sin otras
intenciones más que convivir.
¿Que si algo malo ocurría? Sí, pero no podía decir nada sin soltar un llanto
tormentoso.
Danwoo notó lo afectado que Jeon parecía, así que sacó bebidas de su
mochila y extendió una hacia Jungkook, quien lo miró extrañado.
—Cuando vas a contar algo que te afecta es bueno tener algo con qué
distraerte, bebamos algo mientras hablamos —explicó—. Podría ayudar.
—No creí que estuvieras cargando con todo eso, lamento que se haya ido.
—No creo que lo sea del todo, fuiste manipulado —respondió Danwoo de
inmediato—. Ambos tenían sus propios problemas, pero él probablemente
estaba sufriendo más de lo que crees.
—No, tiene razón —dijo Jeon, soltando una corta risa dolorosa—. Él me vio
sufrir y nunca hizo nada, él sufrió menos que yo y aún así...
Tomó de golpe su bebida y, cuando estuvo vacía apretó la lata con la mano y
la arrojó con fuerza al bote de basura. Dio la vuelta para irse, pero al hacerlo
se detuvo, porque vio Yoongi parado ahí cerca.
Jeon estaba odiando sentirse así de vulnerable y sensible. Así que ignoró
aquella mirada de Yoongi, si éste lo odiaba ya no debía importarle, ya no
importaría nada.
Y fue cuando decidió que ya no iba sufrir más. No quería vivir así,
simplemente si Taehyung se fue, él también seguiría su vida. Pero, para éste
punto, la única forma que tenía para seguir adelante, era olvidando todo lo
que tuviera que ver con Taehyung.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Tocó la puerta con fuerza, una empleada doméstica que conocía desde
pequeño le abrió, solo que ahora no parecía alguien explotada laboralmente
sino alguien feliz con su trabajo.
—Si está con alguna de sus parejas esperaré aquí hasta que calme sus
hormonas.
Ella dio una reverencia y se fue a otra parte de la casa para continuar con su
trabajo.
—Jungkook...
—¿Tienes tiempo para hablar? —preguntó.
Seojung bajó la mirada con una sonrisa tranquila, parecía rememorar algo
significativo.
—Tampoco sé qué ocurrió exactamente —le dijo—. Solo sé que una mañana
desperté y la esperanza de mejorar volvió a mí...
—¿Qué?
—Esto fue luego de que vinieras con tu amigo, ¿recuerdas? Aquel chico de
cabello gris-
—¿Pasó algo?
Bajando la mirada, Jungkook negó, sacó el cigarro de su boca y lo sostuvo
entre sus dedos.
—No quiero volver al lugar que compartí con alguien que me dejó sin
importarle mi sufrimiento —masculló cada palabra con resentimiento y
tristeza—. No puedo estar en esa casa sin recordar, solo quiero irme de ahí.
—El me vio sufrir, por tanto tiempo me escuchó decirle lo destrozado que
estaba y cuanto ansiaba tenerlo conmigo —explicó totalmente dolido—. Me
vio tan triste por su ausencia y aún así se fue sin intentar explicarme... ¡me
dejó!
Sin embargo, ahí estaba frente a sus ojos, el padrastro que amó y odió, y
estaba hablando con un tono sincero que solo escuchó de su parte cuando era
un niño
Aun así no mostró sus emociones, simplemente asintió y aceptó toda esa
ayuda.
✧ time later ✧
Las cosas con Seojung se arreglaron luego de tanto tiempo juntos. Jungkook
descubrió que realmente el hombre al que tanto quizo de infante había vuelto.
Así que, aún sin saber las razones de su drástico cambio, le dio una
oportunidad de reconciliarse y pronto su relación padre e hijo funcionó, ahora
incluso podía llamarlo "papá" sin remordimientos.
Esperaba que fueran libros de terror, temáticas oscuras o reflexivas, pero no,
se llevó la gran sorpresa de que Yoongi escribía más libros sobre amor. En
sus libros siempre mencionaba a aquel amor que nunca pudo ser, su amor
imposible al que nombró su "flor blanca". Jeon nunca supo quién era esa
misteriosa persona que Yoongi mencionaba tanto en sus libros, pero tampoco
pudo aclarar sus dudas ya que no hablaban.
¿Y qué pasó con él? Jungkook se sentía tranquilo, eso era algo parecido a la
felicidad, o eso quería creer.
—Señor Jeon.
—Sí, pase.
—Jeon, ya casi son las seis, dijiste que debía dejar el día libre en nuestra área
por un asunto personal —dijo curioso—. Debe ser importante, casi nunca
tomas horas libres.
—Algo sí, pero no tiene que ver con trabajo —comentó—. Recientemente
escuché algo que me sorprendió, ¿puedo preguntarte algo personal?
—Solo dilo.
—No.
—¿En serio? Tu padre dijo que tuviste un novio y que seguía contigo a
distancia —dijo intrigado—. De verdad me sorprendió, llevamos años
conviviendo juntos y jamás creí que te gustaran los chicos-
El rostro de Taehyung llegó a su mente, aquel amor del que buscaba huir.
Vio a Jinsung por un momento, era joven, probablemente sería la edad que
Taehyung tendría si jamás se hubiese ido.
—Bien.
—¿En serio?
Llegó al panteón cargando un ramo de flores moradas, porque esas eran las
favoritas de su mejor amigo. Avanzó por el camino que se sabía de memoria,
hasta que estuvo frente a la tumba de Soojin.
Hoseok siempre supo lidiar con la situación, siempre recordó a Taehyung con
amor y cariño, es por eso que no le afectaba hablar de él. Pero Jungkook era
diferente, para poder salir adelante tuvo que intentar evadir a toda costa lo
que tuviera que ver con Kim.
—Supe que Yoongi tendrá una firma de libros —comentó Jungkook, para
acompañar con una charla el poco tiempo que compartirían de camino.
—Sí, está emocionado por hablar con los fanáticos de sus libros, tal vez por
fin explique algo sobre esa persona que tanto menciona.
Hoseok suspiró.
—¿Por qué no se lo preguntas tú mismo? Iré a verlo esta noche, puedes venir
—Jungkook dudó mucho y apartó la mirada—. ¿Qué fue lo que les pasó?
Cuando íbamos a la universidad creí que ya eran mejores amigos y de repente
se dejaron de hablar.
Jungkook nunca aclaró ese tema. Sabía que la razón por la que Yoongi no le
dirigía la palabra tenía que ver con la muerte de Taehyung y no enfrentaría
eso jamás.
—Tal vez algún día hable con él —respondió—. Ahora debo hacer algo.
Hoseok detuvo sus pasos, se quedó mirando a Jeon con asombro. Jungkook
paró también para ver a su amigo.
Jung nunca esperó eso, aún recordaba a aquel Jungkook que hace años juraba
una y otra vez que Taehyung siempre su novio y nunca dejaría de serlo.
Claramente la perspectiva de Jeon ya había cambiado y Hoseok no sabía si
era bueno o malo.
Jung le miró sorprendido. Conocía a Jinsung, lo vio las pocas veces que llegó
a visitar a Jungkook al trabajo.
—¿El gerente?
Hoseok notó que Jungkook ni siquiera era feliz con la mención de ese chico,
ni mucho menos se veía entusiasta por aquella cita. Jeon solía sonreír con
cualquier mención de Taehyung, se notaba su alegría y amor. ¿Acaso
Jungkook ya no volvería a sentirse igual que con Taehyung? Y es que
Hoseok temía que Jeon estuviera a punto de resignarse y conformarse con
algo que ni siquiera quería.
—Sabía que se llevan bien, pero nunca creí que llegarías a sentir algo por él
después de-
—Se me hace tarde —interrumpió fingiendo una sonrisa—. Hablamos luego.
—Bien, suerte con tu cita —le dijo. Jeon solo le sonrió a medias—. Y
Jungkook.
Se miraron a los ojos por un tiempo, hasta que Jung dio media vuelta y dobló
la esquina para irse por su propio camino.
Las charlas amenizaron el ambiente, las bromas, los juegos y las risas
lograron hacer que ambos disfrutaran.
Para sorpresa de Jeon, esa fue una cena de disfrutó sin incomodidades.
Una canción finalizó con un desentonado canto de Jinsung. Jungkook rió con
la mirada en el camino.
—Pon algo más tranquilo —espetó—. Me dejarás sordo si sigues cantando
eso.
—Bien pondré algo más calmado —musitó–. Ah, esta canción es hermosa y
muy romántica.
Cuando Jinsung puso play a la canción, ésta comenzó a sonar en todo el auto
y Jeon de inmediato abrió los ojos sobradamente, apretó el volante con fuerza
y se quedó pasmado por los recuerdos que llegaron a su mente al reconocer
que, la canción que Jinsung puso, era una de las favoritas de Taehyung, una
canción que bailaron en navidad; la canción que sonó de fondo cuando se
dieron su primer beso.
—Quita eso...
Jinsung no hizo caso, solo le miró confundido. Jungkook sentía ansias que lo
descontrolaban.
Jeon volteó a verlo con una tenue sonrisa solo para responderle.
Jeon bajó las comisuras de sus labios poco a poco borrando la sonrisa que
tenía. ¿Una cita formal? Eso significaba dar un siguiente paso hacia algo
duradero, ¿quería eso?
—Debo irme.
—No puedo —susurró Jeon deteniéndose totalmente antes de que sus labios
chocaran.
Jinsung abrió los ojos y ambos se congelaron por segundos. Hasta que
Jungkook se incorporó en su asiento soltando un suspiro y mirando al frente.
En ese momento se dio cuenta de que sus latidos acelerados solo eran por
incomodidad, no por nada como lo que sentía por Taehyung. Jamás sería
igual.
Jinsung también se alejó poco a poco hasta que se sentó aún mirándolo.
—No hay nada que superar, solo me resigné —espetó—. Él me dejó y no hay
nada que yo pueda hacer.
—Me gustas —expresó. Jungkook siguió con una mirada seria aunque se
sintió incómodo—. Y tal vez yo no te gusto ahora, pero en algún momento
tampoco te gustó Taehyung, y aún así logró enamorarte... tal vez algún día
podría tener una oportunidad como él.
Jeon no detuvo sus pensamientos esta vez, porque no le agradó para nada que
Jinsung se comparara con Taehyung. No sabía si llegaría a sentir algo por
Jinsung alguna vez, pero sabía que jamás sería como lo que sintió con
Taehyung, porque Taehyung no hizo nada para enamorarlo más que ser él
mismo, no tuvo "una oportunidad" él tuvo su corazón desde el comienzo. No,
jamás sería igual.
Jinsung salió del auto sin esperar una respuesta y caminó hasta que entró por
la puerta y cerró esta misma detrás de él, pero aún cuando éste se había ido,
Jeon no encendió el auto.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Con una mano al volante y otra sostenienso una botella de whisky que se
llevaba a la boca dando grandes sorbos, Jungkook manejaba a un lugar
incierto con la mente cada vez más perdida, justo como quería.
Era media noche ya, no quería llegar a casa y que su padre le diera un
sermón.
Manejó sin rumbo por un tiempo, hasta que el panorama se hizo conocido de
repente.
Había manejado hacia su antiguo hogar con Taehyung, aquel que había
dejado atrás todos esos años.
Los dibujos de Taehyung decorando por doquier, sus fotografías juntos, todo
era la remembranza de los ayeres en los que realmente era feliz.
Una lágrima cayó sobre la hoja del dibujo, los ojos de Jungkook estaban
inundados en lágrimas de tantas emociones que solo quería gritar y arrancarse
el corazón del pecho para no sentir.
—Si tan solo me hubieras dado una señal de que sufrías... —murmuró Jeon,
apenas pudiendo respirar por el funesto sentir de su corazón—. Si tan solo
hubieras resistido como yo, seguiríamos juntos... ¡yo habría resistido toda mi
vida!
Llorando arrojó su botella, casi vacía, al piso, viendo los vidrios esparcirse
por doquier. Rió con rabia entre lágrimas funestas.
Se dejó caer en el sofá, sus ojos se cerraron poco a poco mientras sentía que
se quedaba sin conciencia.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
De golpe despertó Jeon, abrió los ojos de par en par viendo el techo de la
habitación en la que tenía años que no dormía.
Al salir del trance, bajó las escaleras procurando ser silencioso. Llegó al
primer piso. Lentamente caminó a la cocina y los sonidos cada vez eran más
sonoros, la envoltura aún sonando, crujidos de galleta.
—No tienes nada de comer aquí —dijo Namjoon quejándose mientras daba la
vuelta viendo la caja de galletas—. Esto sabe horrible.
La desilusión ya era algo a lo que Jeon estaba acostumbrado, desde que vio
esa espalda fornida, la altura y el cabello, supo que no concordaban con la
persona que estaba buscando. Aún así le dolió que no fuera él.
Namjoon dejó la galleta que estaba a punto de morder y tragó con asco el
bocado en su boca.
—Años, muchos años soporté yo, ¿cuánto tiempo pasó él allá arriba? —
preguntó con un tono sarcástico y dolor—. ¿Una hora tal vez?
—No voy a responder eso, puedo ver que éste no eres tú realmente. Te
hablaré con la verdad cuando salgas de tu etapa de odio —respondió—.
Vengo porque le prometí algo a Seokjin, no porque quiera escuchar la
persona en la que te convertiste...
—¿Qué?
—Espera...
—Ah, una cosa más —murmuró Namjoon—. Cuando la vida decida que
estás listo, es cuando te dará lo que mereces, hasta entonces solo te queda
seguir mejorando... espero volver a verte pronto, Jeon.
Miró la libreta en sus manos, temía abrirla, no quería más malos recuerdos,
pero decidió enfrentar las situaciones por primera vez.
Abrió la libreta y vio una caligrafía impecable en tinta negra adornaba las
hojas blancas de la libreta.
Comenzó a leer.
Con los ojos tristes y llenos de melancolía, Jungkook se pasmó. Le daba una
enorme sensación de nostalgia saber que todo eso fue escrito por Taehyung,
sentía como si estuviera con él mientras leía cada palabra.
Sí, estoy muy feliz, pero sigo teniendo miedo de lo que pueda pasar❞
❝Mi cabeza duele todo el tiempo, me canso cada vez más rápido, mi
corazón no soporta mucho. Tal vez por eso Namjoon y Seokjin me
prohibieron bajar a la tierra.
A pesar de todo no me importa arriesgarme para seguir con él❞.
Con las manos temblando, Jeon pasó la siguiente hoja y entonces todo se
relacionó.
Solo tenía un tiempo límite como estrella para cumplir el deseo de Jungkook,
pero el tiempo pasó demasiado rápido y comencé a perder vida.
Jungkook no me creería si le cuento ésto, aún ni siquiera cree que sea una
estrella. ¿Saben quién me creyó siempre? Yoongi, él me creyó al instante.
Yoongi siempre ha sido y será mi humano favorito❞.
Las lágrimas mancharon las hojas del diario, Jeon leía con el corazón
destrozado de saber todo eso. Esa era la razón por la que Namjoon insistió
con tanta determinación en llevarse a Taehyung con él.
Jungkook sospechó lo que seguía después de esa nota, pero se armó de valor
y pasó a la siguiente.
Apenas podía centrar su vista ante tantas lágrimas, pasó a la siguiente hoja
pero ya no había nada escrito. Ahí terminaba el diario.
Y lo hizo.
Un sobre, que se hallaba guardado entre las hojas del diario, cayó al piso.
Jungkook se agachó y lo tomó.
"Para Jeon Jungkook".
Tragó saliva nervioso, abrió el sobre con las manos temblando y comenzó a
leer.
Espero que la leas, porque hay cosas que quise decirte y no pude nunca.
❝No hay más tiempo, solo quiero dejarte a ti mis últimos pensamientos❞
Y fue entonces que, por fin, luego de años y años, sintió esperanzas.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
❝Jungkook, googi, Jungoogi, ¿has estado bien? Espero que la respuesta sea
un "sí".
Quisiera poder explicar las razones por las que no volverás a verme, pero
todo es muy complicado. Mientras escribo ésto, no me queda tiempo, solo
quiero que sepas que no me arrepiento de haber estado contigo incluso si mi
vida se fue en eso❞.
—Sí... —respondió.
—¿Por qué tienes los ojos llorosos? —preguntó Seojung preocupado dejando
de comer para mirarlo.
❝Lo necesitas más de lo que crees y mi deber es buscar tu bienestar, así que
haré lo mejor para ti❞.
Seojung asintió y acercó una mano al cabello de su hijo para sacudirlo con
cariño. Jungkook sonrió y miró a Seojung, quien también le sonrió antes de
volver al desayuno.
Jeon estaba parado escuchando sin mucho interés, con una lata de refresco en
una mano. De repente, al voltear con curiosidad, encontró algo que le llamó
la atención.
Jungkook caminó más al fondo de aquel campo, hasta que llegó a una zona
rodeada de árboles, el sol iluminaba bien toda esa zona con su luz cálida.
—Creo que te perdiste del camino, la junta es por allá —bromeó Seojung.
Jeon rió un poco, metió la mano que tenía libre en la bolsa del pantalón de su
traje negro y continuó mirando ese campo.
—Lo quiero.
Sonrió mirando por última vez el campo antes de irse. Se sentía bien haber
tomado esa decisión.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Más tarde, no regresó a casa con su padre, sino que tomó su propio rumbo
hacia un lugar importante.
Descubrió que perder su amistad era uno de sus pesares. No sabía si podrían
recuperarla, pero por lo menos podrían arreglar las cosas.
Tragándose sus nervios y orgullo, Jungkook le mostró uno de los libros que
había publicado.
Yoongi miró su libro en las manos de Jungkook. Nunca creyó que éste
comprara o leyera su trabajo. Pero disimuló su conmoción y aclaró su
garganta.
Yoongi volteó para ver a qué se refería y, cuando lo vio observando aquel
dibujo, supo que se refería a Taehyung. Solo asintió en silencio y apartó la
mirada.
—En realidad, uhm, también vine para... ya sabes, lo del libro fue una
excusa, yo quería —balbuceó. Yoongi le miró con las cejas fruncidas al no
entender. Así que se calmó y fue al grano—. Quiero disculparme.
El gesto de molestia desapareció del rostro de Min, pero le miró aún serio.
—¿Por qué?
—No sé exactamente —contestó—. Se que hice mal las cosas con el tema de
Taehyung y, también sé que no todo es mi culpa, pero lo arruiné todo contigo
también, así que lo siento.
Jeon suspiró rendido y asintió, iba dejar las cosas así e irse, pero cuando dio
un paso hacia la salida, decidió que ya no quería guardar nada.
Pasó por un callejón para llegar a casa rápido y, al atravesar el lugar, escuchó
un ladrido fuerte.
Le tomó unos minutos analizar su estado. Parecía ser callejero, se notaba que
estaba hambriento y solitario.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
❝No sé cómo seas en éste momento mientras lees esto, quisiera saber qué
fue de tu vida.
No lo sé, solo espero que sigas siendo todo lo bueno que conocí de ti❞
Jungkook tenía un nuevo objetivo ahora y eso lo tenía motivado. Todos los
días, después del trabajo iba directamente a su nueva casa en el campo para
terminar de construir el hogar de sus sueños.
Esa tarde fue igual, llegó del trabajo y se cambió su traje por ropa casual y
botas de trabajo.
❝Espero que tus amigos sigan contigo. Sé que no te gusta aceptar muchas
cosas, pero sé que su compañía te hacía muy feliz❞
Sin decir nada más, Hoseok dio un apretón de hombros a ambos, les dedico
una sonrisa y, se fue adentro con Park.
Jungkook rió.
—Sí, claro.
—En realidad... algunos de mis libros tratan sobre dejar ir, sería hipócrita de
mi parte escribir sobre eso y yo no poder dejar ir un resentimiento que puede
ser sanado —dijo con seriedad—. Acepto tu disculpa.
—¿De verdad?
Yoongi asintió.
—Supongo que tenías razón —comentó. Jeon le miró confundido—. Tal vez
ambos éramos mejores amigos, sin quitarle su lugar a Soojin, claro está.
Reclamando entre risas, Jimin le arrojó frituras a Yoongi, mientras los demás
reían y disfrutaban el ambiente.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
No podré estar contigo los mejores años de tu vida, pero estuve en los que
me necesitabas.
Una moderna casa estilo colonial, grande y con areas al aire libre. Un enorme
campo y jardines delanteros llenos de flores.
—¡Bam! Fuera de las flores —indicó Jungkook, vestido con ropa de campo
cómoda y un sombrero cubriendolo del sol. Arrojó la pelota lejos—. ¡Allá va!
Bam era el nombre de aquel perro al que adoptó, un enorme can con lindos
ojos.
❝Yo siempre fui feliz con lo que tenía, no sentía la necesidad de pedir
deseos, pero lo único que anhelaba era vivir algo en especial. Mi último
dibujo refleja lo que más anhelaba vivir contigo, dibujé mi deseo, pero jamás
pude pedirlo...
Jungkook tomó asiento en una silla mecedora de madera que estaba frente al
jardín frente a su casa, desde donde podía ver todo el campo y a Bam correr
por todo el lugar.
Jeon cerró los ojos, vaho saliendo de sus labios, un corazón alegre le hizo
sentir una ataraxia mientras se preparaba para decir en voz alta su último y
más querido deseo.
—Deseo... estar con Taehyung por una eternidad, para poder cumplir lo que
tanto queríamos ambos —pronunció sintiendo cada palabra—. Ese es mi
único deseo de por vida.
Abrió los ojos, miró nuevamente el cielo, casi jura ver una estrella iluminarse
con mucha intensidad, como un parpadeo de luz intensa. Ubicó a Namjoon, la
estrella grande, y la estrella que había parpadeado era la estrella a un lado de
él, ¿ese no era el lugar de Taehyung?
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Había olvidado lo que se sentía ser feliz, pero en los últimos días realmente
sintió la diferencia de su vida antes de las cartas de Taehyung.
❝Pensándolo bien, no sé si desearás lo mismo que yo... ni siquiera sé si
quieres volver a verme. Tal vez, sigues deseando no haberme conocido.
Seguro han pasado muchos años en tu planeta, así que tal vez, en el momento
en que leas esto, ya tengas otra persona especial a tu lado.
Si es así, me alegro mucho por ti. Yoongi me dijo que a veces, aunque ames
mucho a una persona, debes dejarla ir, porque la amas tanto que solo
quieres verla feliz no atarla a ti.
Si ya tienes otra persona especial, espero que seas muy feliz con esa persona.
Y si no es así, espero seguir siendo tu estrellita por un tiempo más, hasta que
llegue alguien a ti. Después de todo, no todo es para siempre, ¿verdad?❞.
—Jungkook...
Jeon, quien estaba tomando sus cosas de su escritorio para irse temprano del
trabajo, vio a Jinsung entrar.
❝Tal vez muchos huyan de ti, considerando que para lograr hablarte debe
soportar indiferencia de tu parte, pero si esa persona aún sigue contigo a
pesar de eso, probablemente te quiera de verdad❞
—¿Un club? —repitió Jeon—. Yo no voy a esos lugares, dicen que la gente
siempre se pierde a sí misma ahí y terminan relacionándose con cualquiera.
—Uhm... lo sé —emitió sonriendo—. Por eso creí que tal vez podría ser
nuestra segunda cita.
❝Pero, me pregunto si tú sentirás lo mismo por esa persona❞.
La desilusión hizo a Jinsung sufrir más de lo que pensó, pero aun así, solo
sonrió y asintió.
Jungkook pasó a su lado luego de tomar sus cosas y sacudió sus cabellos con
cariño, pero un cariño muy lejano al de él.
—Lo siento, yo no podría amarte a ti cuando ya amo a alguien más —le dijo
—. Sé que puedes conseguir algo mejor que eso, no soy tu persona especial.
❝Solo quiero que, lo que sea que hagas y cualquier decisión que tomes, lo
hagas pensando en ti, en lo que quieres y en lo que te hará feliz❞
Se sentía mal por Jinsung, pero también sentía libre después de aclarar las
cosas. Era mejor así.
Amó a Taehyung, lo amó como jamás volvería a amar a nadie y era feliz con
eso ahora que, gracias a la última carta de Taehyung, supo que éste sentía lo
mismo por él.
Al final, si ambos deseaban lo mismo, podrían cumplir todos los deseos que
pidieron en esa vida. Nada estaba perdido, Jungkook podía vivir tranquilo y
feliz sabiendo que le esperaban muchas vidas futuras junto a Taehyung.
Era el amor de todas sus vidas, así que al final volverían a reencontrarse,
¿cierto?
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Final
Drawing by: @kokimotochan, hecho para esta historia.♡
Alguien solo lo adaptó a ésta versión.
✧。・゚・✧。・゚・✧
La vida del campo le sentó bien en todos los aspectos. Era tranquila, lejana a
la ciudad, de las personas y por ende, del estrés.
Era feliz, Bam le hacía compañía siempre, sus amigos lo visitaban seguido,
más Yoongi ahora quien , oficialmente, eran su mejor amigo.
Pero había algo por lo que Jungkook no se sentía realizado. Nunca terminó su
carrera universitaria. Sus traumas de aquel tiempo le hicieron abandonarla
por salud mental. Y, aunque sabía que fue una buena decisión haber salido de
ese ambiente en ese entonces, jamás volvió a ingresar a la carrera.
—¿Hola? ¿Está Jungkook ahí adentro? —espetó Yoongi, pasando una mano
frente al rostro de su amigo.
—Estaba teniendo una epifanía —se quejó jugando—. Tal vez era dios quien
me hablaba, gracias por interrumpir.
—Sabes que la dejé por el ambiente y por mi salud emocional, pero yo amaba
mi carrera, siempre soñé con el día en que pudiera graduarme —explicó—.
Realmente quiero volver, quiero hacer algo más por mí.
—Estoy seguro.
—Vamos.
—¿A dónde?
Una escuela privada fue su mejor opción, de alto nivel, podría trabajar en la
empresa y estudiar a la vez. Las personas que estudiaban ahí eran
superficiales y clasistas, pero Jungkook ya no le tomaba importancia a la
gente, solo a sí mismo. Su edad no afectó su rendimiento, además seguía
luciendo joven.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Yoongi, Hoseok y Jimin estaban siempre ahí para apoyarlo, a veces con el
trabajo, a veces con las tareas de la universidad, pero siempre lo ayudaban y
gracias a eso podría graduarse con honores.
Por esa ocasión, la reunión no sería en ninguna de sus actuales casas, sino
que decidieron ir a la antigua casa de Jungkook, donde vivió Taehyung.
Eran las 7:00 pm, el cielo ya estaba oscuro, las estrellas se veían. En un
semáforo en rojo, Jungkook miró hacia el lugar de Namjoon, e
inconscientemente también miró a la curiosa estrella a su lado. Seguía
preguntándose quién podría ser esa peculiar estrella. Cuando Taehyung se
fue, ese lugar quedó vacío por años y, de un momento a otro, al pedir su
deseo aquella noche, el lugar se ocupó. Quería responderse esa pregunta, pero
solo podía aumentar su curiosidad. El semáforo cambió a verde y tuvo que
dejar de ver a la estrella para seguir avanzando.
Caminaron a la entrada y, una vez que Jeon abrió, entraron cada quien
cargando sus cosas.
—¿Por dónde comienzo? Para empezar sigo creyendo que la mejor decisión
de mi vida fue haber pedido ese deseo en el parque —comenzó—. En
realidad, esa ha sido la única decisión que me salió bien...
—Bien, uhm, Taehyung... —musitó indeciso, hasta que pensó en él, recordó
sus momentos y así inmediatamente las palabras llegaron por sí solas—.
Taehyung siempre será parte importante de mi vida, lo que siento por él es
algo que jamás creí, me refiero a nuestra amistad, y ha perdurado mucho... —
su mirada estaba perdida mientras hablaba. Todos le miraban curiosos—.
Taehyung, siempre se quedará en mi corazón. Brindo por la persona blanca y
angelical que era.
Brindaron con él. Una vez terminó, Yoongi regresó a su lugar y se sentó.
Jungkook sintió las miradas de todos, así que se vio obligado a pararse,
esperaba no llorar enfrente de todos.
Estaba ordenando unas últimas cosas, siempre que iba limpiaba la casa para
darle mantenimiento. Ya no tenía ningún remordimiento, no sufría por los
recuerdos, podía estar en esa casa libremente y recordar a Taehyung sin
sufrir, así que decidió conservarla en buen estado.
Cuando terminó de limpiar ya era poco más de media noche y estaba muy
cansado. Pero por alguna razón, no quería irse aún.
Suspiró al estar ahí, miró alrededor sonriendo. Se sentía bien poder regresar a
esos lugares especiales sin llorar.
—Siempre leo tu diario y tu carta, los leo con tu voz y me hacen recordarte
—confesó sonriendo—. Ahora que lo pienso, no debería leer tu diario y,
aunque es culpa de Namjoon, me disculpo.
Jungkook se calmó ante esas risas y negó con la cabeza mientras reía
también.
—Tienes suerte de que eso no pasará porque estoy aquí pada salvarte.
El recuerdo era claro, las palabras y los momentos eran tan memorables.
Jungkook sonrió al recordar y siguió.
—¡Ah! Y aquella vez que quise saber si realmente existías y no eras una
alucinación —rió—. Me daba curiosidad, eras como un bebé con cuerpo de
adolescente, aunque tal vez sí lo eras, pero yo no lo sabía en ese entonces... tu
cabello era raro, tus acciones también y yo era un incrédulo de todo.
—No es posible que sea tan suave —susurró Jeon—. Seguro es una peluca.
Contó hasta tres y, finalmente, haló con fuerza su mano hacia atrás para
arrancar lo que él creía que era cabello falso.
Jeon vio que Taehyung notó los dos cabellos que sostenía en sus dedos, así
que llevó su mano hacia atrás de su espalda intentando ocultar las cosas y
sonrió inocente.
—Eso te pasa por querer saciar tus dudas, Jeon —se dijo a sí mismo.
Eran recuerdos tan realistas que con sólo cerrar los ojos podía sentir
—Ahora que lo pienso todos los recuerdos contigo son felices para mí —
murmuró—. ¿Eso demuestra que ya sané?
—Donde sea que estés ahora, Taehyung, realmente espero que estés bien —
musitó—. Sigo deseando nuestro reencuentro, sino es en esta vida, esperaré
con ansias la siguiente.
Jeon soltó una maldición cuando comenzó a mojarse por la lluvia y se levantó
rápidamente para regresar adentro.
Ese diluvio fue la razón por la que tomó la decisión de quedarse a dormir ahí.
No quería manejar en medio de una tormenta y exponerse a accidentes ,
prefería dormir ahí y llegar seguro al siguiente día.
Pero, antes de que pudiera hacer algo, escuchó como algo se quebraba afuera
de su casa. Un corto deja vú pasó por su mente, aquel mismo sonido lo había
escuchado cuando Taehyung apareció por primera vez.
Solo sonrió de lado ante el recuerdo y también se rió un poco de sí mismo por
comparar las cosas.
Jeon frunció las cejas y, por un momento, le asustó la situación, pero después
decidió ignorarlo.
Iba sacarse la playera, cuando el timbre fue tocado muchas veces más. Esta
vez no se asustó, más bien se desesperó, todo parecía una broma. Por lo que,
quejándose en voz alta, abotonó de nuevo los botones de su camisa mientras
bajaba las escaleras casi corriendo y abrió la puerta de golpe ansiando
intimidar a quien sea que le estuviera jugando esa broma.
Frunció las cejas y salió al porche, bajó las escaleras frente a su casa, se
asomó un poco más por las calles esperando encontrar a alguna persona
escondiéndose, pero no podía ver bien por la cantidad de gotas que caían con
intensidad. El frío le erizó los vellos de la piel y le hizo temblar, así que
decidió regresar adentro.
Dio media vuelta y rápidamente subió los escalones del porche, caminó
directamente hasta su puerta y dio algunos pasos dentro de su casa.
—¿Googi?
Tenía miedo de voltear, pero también quería hacerlo para asegurar que no era
otra más de sus ilusiones.
—Taehyung...
Kim Taehyung, el mismo al que le había estado llorando los últimos años, se
hallaba ahí parado frente a él temblando y mirándolo con una expresión de
impacto.
Jeon se quedó sin habla, dio pasos hacia atrás temblando. Sus ojos, muy
abiertos y llenos de sorpresa, comenzaron a verse cristalinos por las lágrimas
acumuladas.
Sentía que moriría, todas sus emociones y sentidos eran una catástrofe.
Arrastrando los pies con poca fuerza, Jeon se fue acercando a Taehyung.
Se veía más alto, más maduro, más adulto, había cambiado, pero seguía
conservando su aura tierna y delicada.
Taehyung tragó saliva, sus ojos perlaron mientras sentía el tacto de Jungkook.
Sollozó con fuerza y colocó una mano sobre la de Jungkook solo para
asegurar que no se trataba de uno de esos sueños que parecían ser muy reales.
Pero no lo era, todo era real, la mano de Jungkook en su mejilla era real.
—Jungkook...
Taehyung cerró los ojos y los apretó con fuerza mientras sollozaba y las
lágrimas caían. Cayó de rodillas sobre el suelo, llorando y negando con la
cabeza mientras cubría su rostro con ambas manos. Jeon de inmediato se dejó
caer también y tomó las manos de Taehyung para alejarlas de su rostro.
Jeon estaba casi igual, pero él estaba tan feliz que las lágrimas y la tribulación
no le impidieron sonreír.
Jungkook lo miró una vez más, miró su esplendorosa sonrisa, aquella que
tanto amaba. No pudo aguantar más y atrapó con euforia el cuerpo de
Taehyung, sosteniéndolo contra el suyo para abrazarlo como nunca.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Pero su reencuentro era diferente. Porque jamás pensaron volver a verse, aún
cuando la esperanza seguía ahí.
—No tienes idea de cuánto extrañé ésto, estar contigo. —Murmuró Jeon. —
Te hablé todas las noches y eso me hacía feliz, pero prefiero escuchar tu voz
respondiéndome.
—Creí que iba morir —dijo Taehyung de repente, con un puchero en los
labios y el labio inferior temblando—. Escribí una carta para ti con mis
últimas fuerzas y luego... perdí toda mi fuerza y cedí mi energía, se supone
que eso debería acabar con mi vida, pero al abrir los ojos desperté aquí.
Pero, ¿cómo era posible que Taehyung siguiera con vida si él mismo dijo en
su carta que ya se había agotado toda su vida?
—Creí que era lo mejor para ti... —murmuró—. Y-yo solo quería hacerte
feliz y, cuando dijiste que preferías que desapareciera... Pensé que de verdad
lo querías.
—No, perdóname por todo eso, Taehyung, todo fue un proceso largo de
superación —respondió con la voz temblorosa—. Lo que dije la última noche
que te vi como estrella, realmente no es lo que sentía —tragó saliva nervioso
—. Mi mente y estado emocional estaban muy mal, me dejé manipular
muchas veces y-
—Está bien, no fue del todo tu culpa —dijo al notar que a Jungkook le dolía
recordar ese momento—. Estabas pasando un proceso de duelo diferente al
mío.
—Todo este tiempo sin ti fue doloroso, pero nada dolió más que aquella
anoche... cuando desapareciste. Lloré más que en todos estos meses. —
Murmuró. —Era feliz si podía verte en las noches como la preciosa estrellita
que eras, pero cuando vi que desapareciste sentí que moría...
Jungkook sonrió triste y se separó un poco del abrazo, tomó los hombros de
Taehyung y lo vió a los ojos.
—Jamás, ni siquiera cuando intenté alejarme de ti, pude olvidarte, ¿sabes por
qué? Porque mi alma ya está unida a la tuya —murmuró, viendo los ojos de
Taehyung llenarse de lágrimas de alegría—. Nunca tuve ninguna otra persona
especial y sé que jamás habría podido tenerla, nadie es como tú.
Jungkook rió por ese comentario que sabía que Taehyung solo había dicho
para bromear y evitar decir otra cosa.
Era cierto, jamás avanzaron la misma edad, Taehyung seguía siendo más
joven, aunque se notaba que también había crecido y aumentado edad, seguía
siendo más joven que Jungkook.
—Hey, ¿acaso esperamos años para que al regresar quieras a alguien más
joven? —preguntó bromeando—. Creí que estaba en mis mejores años,
acabas de romper mi corazón.
—Es solo que, todo el tiempo que estuve lejos de ti, sabía que pasaría mucho
tiempo aquí, pero no creí que tanto... y creí que ya estarías con alguien más
—murmuró nuevamente sintiendo su labio inferior temblar—. Todo ese
tiempo tuve que aprender a aceptar que debías estar con alguien más.
Lamento no haber podido darte señales de que yo seguía contigo.
—No llores por eso, Taehyung —le pidió al ver que estaba a punto de hacerlo
—. Eres el único que me hace feliz, ya no me importa lo que pasó, porque
ahora estamos juntos de nuevo.
Kim asintió y, nuevamente, volvió a refugiarse en el pecho de Jungkook.
—Así que justo ahora estás estudiando —murmuró Taehyung, con esperanza
e ilusión—... ¿significa que podré ir a tu graduación?
—¿Cuánto tiempo creés que podré vivir? —preguntó. Jeon se quedó callado
—. Quiero decir, ni siquiera sé por qué estoy aquí, ni siquiera sé si sigo
siendo una estrella...
No sabían qué pasaba, pero tampoco podían obtener respuestas por sí mismos
en ese momento, así que solo disfrutaron el momento.
—Sabes, Taehyung, aún hay algo que no me queda claro —dijo luego de un
rato. Taehyung le miró con curiosidad—. Tu lugar en el cielo estuvo vacío
desde aquella noche que creí que habías muerto... hasta que pedí un deseo y
de repente el lugar se ocupó, ¿es posible que alguien ocupe tu lugar como si
nada?
Taehyung sonrió.
—Bueno, yo creí que estaba a punto de morir, así que antes de hacerlo quería
dejar que alguien aprovechara mi don y mi lugar —explicó sonriente—. Y
encontré a alguien perfecto que necesitaba ese lugar más que yo.
Namjoon sonrió e hizo caso, caminó hacia Taehyung y le abrazó con cariño.
Cuando los dos se separaron del abrazo, Namjoon tomó asiento en el sofá
frente al de ellos.
—Vine a inspeccionar que Taehyung estuviera bien, además siempre que
llega aquí rompe algo —Taehyung se cruzó de brazos por la acusación. En
cambio Namjoon le miró alegre—. Me alegra que te sientas mejor aquí.
—Tú sabes qué es lo que está pasando, ¿cierto? Tú tienes las respuestas —
dijo Jungkook. Namjoon asintió—. ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué Taehyung
murió y luego despertó aquí?
—Seokjin era el más inteligente... él te rescató, pero sabía que tu alma seguía
perteneciendo a la tierra y, en algún momento, querrías regresar. Por eso
siempre te cuidé mucho, Taehyung, yo quería que cuando volvieras a la tierra
fueras más adulto y supieras lo que querías —explicó—. Seokjin dejó parte
de su energía y vida cuando sintió que estaba por morir, dijo que quería que
te cediera esa parte de vida a ti, para cuando quisieras volver a la tierra.
—¿S-seokjin? P-pero el odiaba a los humanos, odiaba este planeta, ¿por qué
me dio su vida para estar aquí?
Namjoon le sonrió.
—Odió este planeta y a sus personas hasta el último día de su existencia, pero
le importabas tú y por eso cedió —contestó—. No le importó que fueras a
hacer, él quería verte feliz.
—Supongo que eso es todo —dijo Namjoon—. Debo irme así que-
Namjoon suspiró, dudando sobre qué palabras utilizar, hasta que al final
decidió ser directo y después explicar mejor.
Jeon estaba totalmente impactado, pensó en mil maneras de que eso pudiera
ser verdad, pero no encontró ninguna lógica, no era posible.
Jeon apretó la mano de Taehyung con fuerza y aguantó lo más que pudo las
lágrimas porque sus ojos ya dolían de tantos llantos.
Jeon apretó los labios pero aún así no pudo evitar llorar de nuevo.
—Taehyung habló con él, le explicó las cosas y le ofreció su lugar como
estrella.
—Sí, estaba muy feliz cuando le propuse la idea —aseguró alegre—. Él sólo
quería irse de éste mundo, así que será feliz con su vida siendo una estrella.
—De esa forma, fue como pude liberar a SooJin de éste mundo —dijo por
último Namjoon—. En cuanto a Taehyung, le devolví su cuerpo y alma
humana para que fuese completamente una persona.
Atrajo el cuerpo de Taehyung al suyo y le abrazó con fuerza, con cariño, con
amor.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Algunas cosas de Taehyung seguían en esa casa, así que le dio la ropa que
encontró ahí para que se vistiera después de la ducha.
Solo faltaba algo por hacer para hacer oficial el regreso de Taehyung.
Corrió hasta la puerta y abrió, viendo a sus tres amigos ahí parados
mirándolo.
—Se dice "gracias por salvarme del aburrido día de trabajo que estaba
teniendo" —dijo Jimin.
—No has dejado de sonreír, pareces maníaco, además nunca te había visto
tan feliz desde hace mucho tiempo —espetó Yoongi—. Ni siquiera parece
que nos hayas llamado por algo importante.
—No puedo creerlo, no puedo creer que estas aquí —dijo Hoseok limpiando
sus lágrimas—. Nos hiciste tanta falta.
Jimin y Hoseok le dejaron el paso libre a Taehyung para que éste se acercara
a Yoongi y así lo hizo. Caminó hasta Min, se paró frente a él y le sonrió
sacando lágrimas de felicidad.
Al escuchar eso, Jungkook frunció las dejas confundido, sintió que eso se
relacionaba con algo importante, pero al final le restó importancia al no
recordar.
YoonGi sonrió poco a poco y se acercó a Taehyung también para abrazarlo.
Un emotivo reencuentro, tuvo que pasar tiempo para que dejaran de llorar y
por fin aceptaran que realmente Taehyung había regresado.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
—¿Por qué tus cosas ya no están aquí y faltan muchas cosas mías? —
preguntó Taehyung—. ¿Te deshiciste de panquesito otra vez?
Taehyung puchereó y arrugó la nariz, pero asintió, sabía que debía cuidar de
su alimentación tal como Namjoon le advirtió. Jungkook solo rió y se acercó
a dejarle un plato de comida y un beso en la mejilla.
—Vamos, hay alguien a quien debo presentarte aún y nos espera en ese lugar
especial.
Se estacionó en un sitio donde aún no se veía su casa, bajó del auto junto con
Taehyung y, a partir de ahí, comenzó a caminar tapándole los ojos.
—¿Ya puedo ver? ¿Ya puedo ver? ¿Ya puedo ver? —repetía Taehyung
siendo guiado.
—Oye vas a hacer que ambos caigamos al piso si sigues moviéndote —dijo
riendo y, segundos después por fin se detuvo—. Y... llegamos.
Quitó sus manos de los ojos de Taehyung, permitiéndole ver de nuevo. Kim
parpadeó para acostumbrarse a la luz y, una vez que lo logró, miró el
hermoso panorama.
Entraron a la casa para verla por dentro, Taehyung conoció a Bam y lo amó
de inmediato, ambos congeniaron bien afortunadamente.
Para celebrar abrieron una botella de vino, Jungkook sirvió dos copas y fue a
la sala para darle una a Taehyung quien estaba sentado.
Taehyung sonrió.
—No sé qué es brindar, pero suena como un deseo, así que quiero que
seamos felices ambos a partir de ahora.
Jeon rió por lo adorable que era su novio. Esa noche chocaron sus copas con
aquel brindis, esperando que todos sus planes salieran perfectamente como lo
pensaban.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Los siguientes dos meses pudieron adaptar una rutina muy bien. Jungkook
debía ir a la universidad y trabajar, así que Taehyung se quedaba en casa y
aprendía de sí mismo.
Taehyung aún aprendía cosas de la vida humana, pero ya sabía valerse por sí
mismo. Al igual que conoció sus propios gustos y aptitudes.
—¿Quieres ir a ver?
—No, solo es muy bonito el lugar —se apresuró a decir. Pero un pensamiento
invadió por completo su mente y, nervioso, preguntó—. Googie, ¿yo puedo
trabajar como tú?
Jungkook se detuvo haciendo que el menor también lo hiciera y le miró a los
ojos para responder.
—Hoseok dice que puedo tener una florería. Dice que cuidan flores y hacen
decoraciones bonitas ahí —dijo algo sonrojado y penoso—. Uhm pensé que
podría intentar tener una, p-pero no sé si pueda...
—¿En serio, googi? —el mayor asintió recibiendo un abrazo del menor. —
¡Seré un florista!
Jeon no podía sentirse más orgulloso de estar con una persona como
Taehyung. Su amado novio era de corazón noble y preclaro, y era algo que
amaba con toda el alma.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Sus amigos y su padre estarían ahí para acompañarlo en ese día tan especial.
Taehyung al poco tiempo llegó a la sala, luciendo su elegante traje con una
pañoleta en el cuello, era simplemente hermoso.
—¡Te ves tan apuesto, googi! —halagó el menor al estar junto a él—. Yo
también me siento bonito con esta ropa.
—Eres más que bonito —dijo besando la frente del menor y tomando su
mano—. Vamos, nos están esperando.
—Jungkook —pronunció una voz que recordaba muy bien a pesar del paso
de los años.
—¿Me extrañaste tanto? — dijo SooJin con una sonrisa—. Realmente estás
llorando por mí, y pensar que me tiraste de una silla cuando nos conocimos.
—N-no seas idiota... —se detuvo a pensar por unos segundos, esta vez le
diría lo que sentía de verdad—. Te extrañé demasiado, hermano.
Conmocionado por esa respuesta, Soojin se acercó a Jeon. Los dos amigos de
la infancia se abrazaron con cariño. Un inolvidable reencuentro. Al poco
tiempo Taehyung se unió al abrazo con una sonrisa, logrando hacer sonreír a
ambos chicos con ternura.
—N-no puedo creer que estés aquí, Soojin —dijo Jeon aún atónito, casi
temblando.
—Ni yo... solo podía escucharte cuando me hablabas, pero nunca pude verte.
—No, ir a verlos a ellos sería hacerlos revivir un duelo y también tendría que
darles muchas explicaciones del pasado, ellos están bien y siguieron su vida,
es lo que importa —respondió —. Los visité en sus sueños y lo haré cada
noche, pude sentir el amor que aún tienen por mí y con eso es suficiente.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Todos aplaudieron aún más y Jeon, circunspecto, sólo hizo una reverencia
con respeto sin intenciones de realizar alguna otra acción.
—Es como cuando yo bajé aquí la primera vez, tenemos energía para bajar al
planeta por un tiempo —explicó—. Lo verás después de la ceremonia.
Hoseok bajó la mirada, sintió que sudaba por la tensión.
Taehyung volteó y tomó las manos del mayor entre las suyas.
—SooJin supo perdonar y dejar todo atrás. Es una persona muy buena y
también te extrañó —le dijo calmado—. La primera vez que hablé con él
incluso me preguntó por ti, así que no tengas miedo.
—Oigan, saben que los quiero, pero no significa que quiero verlos comerse la
boca —intervino Jimin haciendo un gesto de disgusto.
—Les dije que me alegraba no volver a verlos nunca, eso cuenta como
despedida, ¿cierto?
Sus amigos rieron, sabiendo por experiencia que Jungkook sí había dicho
todo eso a sus compañeros.
—Soy más que feliz, porque además de eso, tengo a Taehyung —aseguró
abrazando al menor por los hombros.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Luego de su graduación, más planes llegaron, más anhelos, sobre todo, uno
en especial.
—Realmente amas las flores —dijo con interés, dándole más fresas a
Taehyung.
—Sí, creo que en parte lo es —suspiró—. Sabes que no soy muy bueno con
las palabras, solo sé que te amo más de lo que podría decir y también sé que
quiero estar contigo toda mi vida.
Una vez que terminó de recitarle aquellas bellas palabras, Taehyung no dudó
en rodear el cuello del mayor con sus brazos, demostrando con cariño que
realmente anhelaba todo ello también.
Jungkook besó con parsimonia los labios del menor, tomándose el tiempo de
apreciar cada segundo en que sus labios estaban juntos. Entonces, tomó a su
amado en brazos, cargándolo de forma nupcial hasta que entraron a la casa y
llegaron a su habitación, lo recostó suavemente en el colchón y se acercó de
nuevo a besarlo cada vez con más deseo. A medida que pasaba el tiempo, sus
besos lujuriosos siguieron camino hasta el cuello y las tentadoras clavículas
del menor, saboreando la suave piel del menor. Poco a poco la ropa fue
desapareciendo y su desnudez fue como una dádiva para el contrario, pues
era un deleite en su totalidad apreciar el cuerpo de la persona que amaban.
Sus coritos cuerpos eran megreados con desespero, chocando sus pieles con
ímpetu, caricias libidinosas eran repartidas por sus cuerpos desnudos,
buscando más contacto ante el deseo que invadía sus cuerpos candorosos.
Fue una noche plena de pasión y amor. Besos fogosos, sonidos obscenos de
pieles chocando, movimientos vehementes, gemidos placenteros y una escena
impúdica fue creada donde se sintieron completamente el uno al otro hasta
que sintieron sus almas unirse. Jungkook se aseguró que fuese un acto que
ambos disfrutaran, por lo que examinó por completo la anatomía tan preciosa
de su amado, tocando y descubriendo los lugares sensibles que causaban
placer al menor.
Terminaron extenuados por el acto, pero seguros de que el amor que sentían
el uno por el otro era exorbitante. Jungkook limpió superficialmente ambos
cuerpos, ulteriormente se recostó acercando el cuerpo sin fuerza de su novio
en sus brazos, abrazando y sintiendo la desnudez del menor sobre la suya.
Prometer algo a largo plazo era muy precipitado, Jungkook siempre pensó
así. Porque no se podían hacer promesas sobre un futuro incierto. Pero en esta
ocasión, Jungkook creía y tenía una sensación fehaciente de que estarían
juntos por siempre. Porque no se trataba de atarse a esa relación, sino de
saber que realmente se amaban tanto que sentía de corazón que podrían estar
juntos toda la vida.
—Hey, Yoongi, ¿no deberías estar feliz por tu mejor amigo? —preguntó
Jungkook, acercándose a él animado—. No te preocupes porque no será una
boda real, nosotros la consideramos así y eso importa, ¿no?
—Taehyung casi no convive con las personas del exterior, así que sigue
siendo el alma pura de siempre —explicó—. Probablemente por eso cuando
pide algo siempre lo hace de corazón y sin malas intenciones.
—Eso es genial, Taehyung —le dijo Jimin—. Podrías desear ser el dueño de
todo el mundo si quisieras o incluso ser el más millonario del mundo.
—Pues para-
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Todos sabían que no se casarían realmente, no ante la ley, pero entre ellos era
muy significativa esa unión y eso era lo importante.
Sus amigos y, algunos familiares de éstos, les acompañaron en esa pequeña
fiesta frente a su casa. Era elegante la decoración blanca que habían elegido,
todo se sentía cómodo y la atmósfera boyante.
—Yo Jeon Jungkook, te doy éste anillo prometiendo que la sinceridad, amor
y respeto serán el sustento de nuestra relación —pronunció, colocándole su
anillo a Taehyung—. Nunca dejaré de admirarte, aprenderé de ti todos los
días y juro solemnemente que estaré a tu lado hasta la eternidad.
El turno de Kim llegó y se preparó para leer la hoja donde pidieron que
escribiera lo que sentía.
Los invitados rieron con ternura. Jungkook acomodó uno de los rizos
platinados de Taehyung acomodandolos tras su oreja con delicadeza.
—Me duelen los pies, además Jimin canta con gritos cada canción, está
hartandome —espetó. Ambos rieron—. Si quieres regresa con Hoseok a
bailar.
Taehyung asintió.
Flor blanca. "Mi flor blanca" así lo mencionaba Yoongi en sus libros.
Jungkook se abrió los ojos sorprendido al saber que, aquel amor imposible de
su mejor amigo, siempre fue Taehyung.
—Hoseok me habla, iré con él —dijo Kim acercándose para darle un beso en
la mejilla—. Ahora vuelvo.
—¿Por qué tienes esa cara tan preocupada en tu propia fiesta? —le preguntó
y río, posteriormente bebió un poco de champagne de su copa—. ¿Quieres
que vayamos a sentarnos? A eso iba yo.
Jeon asintió.
—Eso no importa.
—Eso no es-
—No era conmigo con quien debía estar —le interrumpió volteando a verlo
con una triste sonrisa de labios sellados.
Jungkook estaba triste por Yoongi, pero tenía esperanza de que éste pudiera
superar su enamoramiento por Taehyung. Después de todo, si todos tienen
una persona especial, algún día llegaría la de Yoongi.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
—¡Googi! —exclamó corriendo a los brazos del mayor, quien le tomó por la
cintura.
Por lo general, luego del trabajo, Jungkook pasaba por Taehyung a la florería
y ambos se iban a casa a disfrutar del bello día. Aunque algunas veces,
Taehyung tenía pedidos de adornos y debía trabajar más tarde, por lo que
Jeon no dudaba en ayudarle.
—Por supuesto.
Taehyung rió.
—Tienes razón —apoyó la idea—. Y amo nuestra familia, pero nuestro hijo
está terminando con todos mis zapatos.
Cuando disgregaron el beso, Jungkook cerró los ojos y juntó ambas frentes
sintiendo el cálido aliento contrario chocar contra su rostro.
—Yo sé que lo haré, porque siempre que vea el cielo te recordaré y entonces
le pediré a pediré a SooJin, que me reúna de nuevo con mi bella estrella —
aseguró—. ¿Recuerdas que dije que siempre pediré como deseo volver a estar
contigo?
—Claro que sí, significa que los dos nos amamos de la misma forma —
musitó—. Solo nos queda disfrutar ésta vida y esperar que en la que sigue
podamos estar juntos también.
Con esos deseos una promesa fue sellada, una promesa que venía desde el
alma y esperaba ser cumplida en el futuro incierto. Aún así sentían la
tranquilidad de saber que, en ese presente, su amor siempre fue tan preclaro y
noble que nada lo podía comparar.
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