El Debate de Las Metas
El Debate de Las Metas
El Debate de Las Metas
Conferencia Iberoamericana
de Ministros de Educación
Estos materiales están pensados para que tengan la mayor difusión posible y
que, de esa forma, contribuyan al conocimiento y al intercambio de ideas. Se
autoriza, por tanto, su reproducción, siempre que se cite la fuente y se realice
sin ánimo de lucro.
ISBN: 978-84-7666-218-2
Depósito legal: M. 14.604-2010
Índice
Presentación 9
Introducción 11
Capítulo 1
Educación inicial 19
Capítulo 2
Acceso y permanencia en una educación de calidad.
La importancia de las competencias básicas. La lectura 29
Capítulo 3
Educación técnico-profesional 51
Capítulo 4
Alfabetización y educación básica de jóvenes y adultos 59
Capítulo 5
TIC y educación 69
Capítulo 6
El desarrollo profesional de los docentes 79
Capítulo 7
Atención educativa a la diversidad del alumnado: mujer
y educación 89
Capítulo 8
Educación artística, cultura y ciudadanía 101
7
Capítulo 9
Evaluación de la educación 111
Capítulo 10
Espacio Iberoamericano del Conocimiento 127
Capítulo 11
Inversión y cooperación 139
8
Presentación
9
en la incorporación de más aliados, personas e instituciones, en torno al pro-
yecto. La publicación de las opiniones expresadas pretende manifestar que el
debate no ha sido simplemente un intento de distracción ni una manera de ga-
nar tiempo. Muy al contrario, las opiniones y propuestas van a ser tenidas muy
en cuenta a la hora de elaborar la propuesta definitiva. Las mismas se publican
después de una atenta lectura en consideración al esfuerzo de los participantes
y en justo reconocimiento a su tarea.
Terminamos con este texto la etapa inicial y nos adentramos en la que podemos
considerar como decisiva: la aprobación definitiva del proyecto y de sus com-
promisos financieros y la articulación de un sistema estable de participación de
la sociedad y de la comunidad educativa para el seguimiento de su desarrollo a
lo largo de la década. La creación de un Consejo Asesor de la Educación Ibero-
americana en el que estén representados todos los sectores educativos podría
ser la consecuencia institucional de este fructífero debate.
Álvaro Marchesi
Secretario General de la OEI
La voluntad de acordar entre todos los países iberoamericanos unas metas edu-
cativas comunes con el fin de situar sus sistemas educativos próximos a los más
avanzados se inició en la XVIII Conferencia Iberoamericana de Educación, reu-
nida en El Salvador los días 19 y 20 de mayo de 2008. En su declaración final
se aprobó:
[...] a la SEGIB y a la OEI para que en conjunto con los ministros de Educación,
inicien a la brevedad la identificación de las Metas Educativas 2021: la educación
que queremos para la generación de los Bicentenarios.
11
en torno a unos objetivos comunes y para construir sociedades justas y demo-
cráticas. La conmemoración de los Bicentenarios puede ser el hilo conductor a
lo largo de la próxima década que impulse el deseo de lograr una nueva gene-
ración de ciudadanos cultos y libres, que transforme las formas de vivir y las re-
laciones sociales, y que abra nuevas perspectivas para la igualdad de todas las
personas y para el reconocimiento de su diversidad. La década de los Bicen-
tenarios de las independencias ha de suponer un impulso definitivo para ga-
rantizar los derechos de las mujeres y de los colectivos durante tanto tiempo
olvidados, en especial las minorías étnicas, las poblaciones originarias y los
afrodescendientes.
Dimensiones fundamentales
Con objeto de cuantificar el coste de las metas educativas y con ello prever el es-
fuerzo de los países, así como la caracterización y alcance del fondo solidario de
cooperación, se ha elaborado junto con la CEPAL un riguroso estudio con cuatro
objetivos específicos: cuantificar el costo anual que supone el logro de cada meta
por país; analizar los efectos de distintos escenarios fiscales y económicos en la
implementación de lo previsto anteriormente; explorar y recomendar variadas
estrategias de financiamiento para asegurar el logro de las distintas metas, y, por
último, proponer criterios para la articulación de los recursos destinados al fon-
do solidario de cooperación. El estudio de costos se presentó a los viceministros
de Educación en la reunión celebrada en Brasilia el día 31 de agosto de 2009, lo
que permitió que alguno de los debates tuviera ya en cuenta dicho informe.
A fin de que los países más pobres perciban la voluntad colectiva de proporcio-
nar la cooperación necesaria para el logro de las metas propuestas, se acordó
también estudiar la creación de un fondo solidario de cooperación para la cohe-
sión educativa que complete el esfuerzo de los países en la consecución de las
metas. Las aportaciones a dicho fondo deberían canalizarse a alguna de las metas
establecidas y negociarse con los países beneficiarios para acordar el esfuerzo com-
partido. Como se señala en la última de las metas educativas, los recursos eco-
nómicos para la cooperación deberían aportar entre el 20% y el 40% de lo que
necesitan los países y las regiones con mayor retraso educativo para el cumpli-
miento de las metas.
Introducción 13
el proceso a lo largo de la próxima década. El esfuerzo que debe realizarse para
definir unas metas educativas comunes para el año 2021, detalladas por medio
de unos objetivos específicos y unos indicadores concretos, quedaría incomple-
to si no se acompañase de algún sistema o procedimiento que permita realizar
su seguimiento y valorar su grado de consecución. Se trata, por otra parte, de
una práctica similar a la que están llevando a cabo los países que han definido
sus propias metas y objetivos en materia de educación.
Por lo tanto, parece razonable que la propuesta de unas metas educativas comu-
nes para los países iberoamericanos incluya un mecanismo de seguimiento y eva-
luación de su cumplimiento. Así lo entendieron los ministros de Educación reunidos
en El Salvador cuando en la declaración final de la Conferencia en la que acordaron
impulsar el proyecto de las Metas Educativas 2021 incluyeron también el compro-
miso de avanzar en la elaboración de mecanismos de evaluación regional.
Como se señaló en el texto inicial del proyecto, se trataba de una primera ver-
sión cuyo objetivo era facilitar el debate con el fin de enriquecer el texto inicial,
modificarlo y completarlo si fuera preciso. De esta forma se pretendía propiciar
el acuerdo entre todos los países sobre la educación que queremos para esa ge-
neración de jóvenes y la definición de las estrategias más adecuadas para con-
seguirlo.
Así pues, una vez presentada y difundida esta primera propuesta, comenzó un
periodo de discusión acerca de las metas inicialmente formuladas, con el fin de
examinar su pertinencia y llegar a identificarlas de un modo realista, teniendo
en cuenta la diversidad de situaciones nacionales. Aun cuando el objeto central
de debate eran las propias metas (tanto las generales como las específicas, los
indicadores seleccionados y los niveles de logro sugeridos), la discusión se ex-
tendió al diagnóstico realizado, a los programas de acción propuestos, a la fi-
nanciación y a su evaluación.
Introducción 15
La participación ha sido muy amplia. Las cifras recogidas a principios del mes de
marzo reflejan el elevado interés que el proyecto ha suscitado en la comunidad ibe-
roamericana. Más de setecientas mil descargas del documento, seminarios en to-
dos los países con cien mil asistentes y con la participación de un centenar de ex-
pertos iberoamericanos de distintas áreas del conocimiento, así como más de dos
mil aportes recogidos en los catorce foros que, durante aproximadamente doce me-
ses, han estado activos, son expresión de la enorme repercusión del proyecto.
Introducción 17
Con el fin de dar una mayor coherencia a las opiniones expresadas en cada
uno de los debates, todos los capítulos mantienen la misma estructura inter-
na. Primero se realiza un breve resumen de la propuesta inicial; a continua-
ción se exponen las principales ideas que han tenido mayor presencia en los
debates; después se describen las insuficiencias manifestadas o las propuestas
más controvertidas, y, finalmente, en los dos últimos apartados se presentan
los retos y las nuevas iniciativas que han surgido en el debate.
Durante la primera década del siglo XXI, numerosos han sido los llamamientos
de la comunidad internacional dirigidos a repensar las políticas públicas de la
primera infancia. Hoy, a veinte años de la ratificación de la Convención sobre los
Derechos del Niño por los países iberoamericanos, se torna más que nunca ne-
cesario recalcar su visión como sujeto de derechos y no sólo desde una pers-
pectiva asistencial y de necesidades. Invertir y atender a la primera infancia debe
ser, sin duda, una cuestión prioritaria.
La tasa bruta de escolarización para los niños de 5 años de edad permite una
comparación directa entre países al dejar de lado los factores relacionados con
la estructura del nivel inicial para cada país (la edad de 5 años corresponde al
Con relación a las brechas entre las tasas de escolarización urbana y rural, Mé-
xico no muestra diferencias, mientras que en el resto de los países los valores
son favorables al ámbito urbano, aunque en proporciones muy diferentes. Hay
claramente dos grupos de países: en el primero hay diferencias favorables a las
áreas urbanas que giran en torno al 10% y el 20% (Costa Rica, Uruguay, Ecuador,
Colombia y Panamá); mientras que en el segundo, estas se encuentran entre el
30% y el 40% (Brasil, Chile, Perú, Bolivia, Nicaragua y Honduras). Finalmente,
Paraguay y El Salvador presentan diferencias en torno al 60% y Guatemala su-
periores al 100%.
Conscientes de esta realidad, una de las líneas estratégicas principales del pro-
yecto Metas Educativas 2021 es la primera infancia. Concretamente, para en-
carar el primero de los desafíos —lograr cobertura y calidad educativa— se ha
planteado como meta central que para el fin de la próxima década se logre que
el 100% de los niños de 3 a 6 años participen en programas educativos, se mul-
tiplique el porcentaje de niños de 0 a 3 años que tienen posibilidades de acce-
so a experiencias educativas y se fortalezca el carácter educativo de todas las
opciones existentes. Con esto se pretende lograr no sólo que exista una oferta
suficiente para los niños de estas edades sino también que sea de calidad con-
trastada.
Los distintos niveles de cobertura están en gran medida relacionados con otros in-
dicadores educativos más generales. Por ejemplo, no es casualidad que los cinco
países con más altas tasas de analfabetismo adulto estén también entre los que
presentan más bajas tasas de escolarización para el nivel de 5 años, es decir, el
curso anterior a la primaria.
Esta realidad social obliga, según se refleja en los comentarios, a que el tema
de la primera infancia se sitúe dentro de las políticas educativas como una de
las prioridades principales en materia de educación. En esta misma dirección se
enlaza otra de las ideas principales recogidas en el debate: la necesidad de con-
tar con la inversión y el compromiso del Estado.
Tal como afirma Jesús Palacios: no es posible una oferta educativa de calidad
con un profesorado inadecuadamente formado y que trabaja en condiciones que
dificultan su acción educativa (excesivo número de alumnos, dificultades para
el trabajo coordinado, condiciones horarias y salariales adecuadas…).
Uno de los mayores problemas está en la capacitación del personal que atiende a
los niños.
Hay que preparar a los docentes. Que creen programas universitarios dirigidos a
preparar a los próximos docentes que atenderán esta población.
Sigue siendo difícil transformar las prácticas y costumbres escolares, las cuales re-
flejan creencias de cómo aprenden los niños de esta etapa, que no tienen nada
Insuficiencias formuladas
Suelen ser aulas para cuidado y custodia, no educativas. Como nadie las evalúa
nadie sabe qué ocurre. Debería mencionarse claramente la importancia que tiene
incorporar un buen sistema de evaluación.
Los retos más destacados por los participantes en el foro coinciden con dos de
las ideas expuestas y recogidas en el apartado anterior.
Lograr una cobertura del 100% y que la etapa tenga carácter obligatorio y nive-
les adecuados de calidad, supone la necesidad de contar con una mayor inversión,
y es el segundo desafío que se destaca en el foro. Estas opiniones, compartidas
en varias intervenciones, añaden además la necesidad de llevar a cabo un adecua-
do proceso de reflexión. Es necesario, opinan, analizar bien las implicaciones de
cada uno de los pasos a realizar.
Considero que las metas que se están estableciendo son buenas pero también se
hace necesario preguntarnos qué implican [...] ¿a costa de qué debemos llegar a
la meta? Se requiere una mayor inversión en materia educativa pero con un buen
análisis del proceso.
Metas Educativas 2021 es un gran proyecto, que requiere recursos pero que so-
bre todo es una posibilidad de que todos y todas las personas que nos implicamos
en la educación asumamos la responsabilidad individual de lo que debemos hacer.
Nuevas propuestas
Pese a que son muchos los comentarios expresados en el foro que añaden ini-
ciativas, ideas y sugerencias en torno a la primera infancia, llama la atención la
Si bien es cierto que en los últimos años son notables los esfuerzos realizados
en esta dirección, aún distan mucho de ser suficientes. Tal y como se muestra en
los datos aportados en el documento inicial de Metas 2021, se han producido,
en las últimas décadas, mejoras en la gestión económica, en la lucha contra la
pobreza y en la atención a las políticas sociales y el acceso a la educación. Con-
cretamente, en el año 2003 más del 90% de los niños y niñas de la región ya
cursaban la educación primaria, y cerca del 70% la secundaria, si bien las ta-
sas de permanencia y de logro final eran más reducidas. Estos progresos, aun-
que significativos, son aún insuficientes en lo que se refiere al objetivo de lograr que
todos los niños y niñas estén en la escuela durante doce años.
Capítulo 2. Acceso y permanencia en una educación de calidad. La importancia de las competencias básicas. La lectura 31
El objetivo de extender la escolarización y mejorar su calidad supone enfrentar-
se a nuevos retos y desafíos que deben tener su reflejo en los programas polí-
ticos.
De igual forma, otro de los graves problemas que afectan e inciden de manera
directa en la calidad de la educación es el tiempo de aprendizaje de los alum-
nos. Concretamente, la realidad latinoamericana muestra que las horas de per-
manencia del alumno en el centro escolar son escasas en muchos de los países
de la región. No existen garantías de que los estudiantes tengan cinco horas lec-
tivas en la educación primaria y al menos seis horas en la educación secundaria.
De igual forma, el número de escuelas con horario integral es muy reducido, lo
que supone que a cada centro asisten varios turnos de alumnos, con la limita-
ción que ello supone para la atención educativa.
Por otro lado, la repitencia y la sobreedad son otras de las problemáticas a las
que se enfrentan los sistemas educativos de la región, que afectan de manera
directa a las posibilidades de proporcionar una educación adecuada y de calidad.
Cuando se analizan los recursos y medios con que cuentan los países, también
se observan profundas carencias. Algunas condiciones resultan básicas e indis-
pensables. Sin ellas, es muy difícil que los alumnos aprendan y se mantengan
en la escuela, e impiden además asegurar una igualdad en los procesos educati-
vos: escuelas cercanas y con puestos escolares suficientes, con servicios sanita-
rios y electricidad y con la posibilidad de atender a la salud y la alimentación de los
alumnos, y con profesores preparados.
Asimismo, son necesarios medios que posibiliten llevar a cabo una enseñanza
activa: bibliotecas, ordenadores, espacios para la música, el arte, el deporte o
para una atención educativa especializada para determinados alumnos. A modo
de ejemplo, y dada la importancia que la lectura tiene dentro de la llamada so-
ciedad de la información y el conocimiento, las estadísticas muestran que el por-
centaje promedio de escuelas con bibliotecas en la región es de 51,1%. Más en
La cantidad de libros promedio por biblioteca (850 es la media para los países
de la región) en general es mayor a medida que aumenta la proporción de es-
cuelas con biblioteca (a excepción de Guatemala): con 1.300 o más libros pro-
medio están Cuba, Colombia, Chile, Argentina y Brasil, mientras que con menos
de 500 libros se encuentran Nicaragua, Ecuador, Paraguay y Guatemala.
Diseñar y ofrecer una propuesta curricular significativa y atrayente para los alum-
nos es, incuestionablemente, otra de las variables que definen la calidad de la
educación de un país.
Capítulo 2. Acceso y permanencia en una educación de calidad. La importancia de las competencias básicas. La lectura 33
los efectos deseados, debe incorporar al conjunto de instituciones y sectores
que guardan relación, más allá del contexto escolar. Se trata, por tanto, de lo-
grar la participación de la familia y su vinculación en el proceso educativo de los
alumnos.
Capítulo 2. Acceso y permanencia en una educación de calidad. La importancia de las competencias básicas. La lectura 35
estudios PISA o de la IEA en los que participen los diferentes países,
y aumentar en la misma proporción los alumnos en los dos niveles al-
tos en dichas pruebas.
– Nivel de logro. Lograr una mejora en los resultados entre los estu-
dios que se realicen.
Por un lado, afirman, cabe preguntarse qué tipo de alumno se quiere formar.
Construir una definición común permitirá tomar conciencia de qué tipo de so-
ciedad se quiere construir y, por tanto, qué tipo de educación es necesaria para
ello.
Es básico tener claro qué clase de estudiante es el que se quiere formar, pues con
esta abundancia de formación en competencias, a veces los estudiantes salen pre-
parados para trabajar, mas no para comprender y entender el mundo que los ro-
dea y los fenómenos que en él se presentan.
Por otro lado, en esta misma dirección se sitúan aquellos que apuestan por cons-
truir y consensuar una definición en relación a qué se entiende cuando se habla
de educación. Dotar de una significación común al concepto “educar” permite
establecer la línea de base sobre lo que se quiere enseñar y qué condiciones son
necesarias para lograrlo.
Las personas necesitan una amplia gama de competencias para afrontar los com-
plejos retos del mundo de hoy.
Debemos educar para la vida, para las elecciones de vida que realice una persona
durante toda su vida.
Capítulo 2. Acceso y permanencia en una educación de calidad. La importancia de las competencias básicas. La lectura 37
Asimismo, otras de las intervenciones vertidas en el debate definen el proceso
de educar como el medio principal para lograr la enseñanza y la transmisión de
valores dentro de un contexto social y cultural determinado.
Lo primero es saber qué queremos lograr con la educación, qué competencias que-
remos desarrollar en los alumnos. Sin duda, lo principal es tener claro que educar
es enseñar valores.
Un análisis breve del tema indica que el factor de inserción laboral inmediato
al culminar el ciclo educativo es el que más toman en cuenta los estudiantes
como sujetos de la educación. Esa debe ser la preocupación principal del edu-
cador.
Es necesario trabajar para lograr una educación de calidad para todos los países,
sobre todo para los menos avanzados. Proporcionar una formación completa que
contribuya a una mayor homogeneidad en los niveles socioculturales y económi-
cos de los países.
Estos comentarios guardan estrecha relación con otras de las opiniones más
reflejadas en los foros al tratar de definir qué es la calidad educativa y qué
“Calidad” significa contar con un cuerpo docente preparado para enseñar, un ade-
cuado contexto físico para el aprendizaje, buenos materiales de estudio y de tra-
bajo, así como estrategias didácticas adecuadas.
Se deberían hacer esfuerzos para conseguir una educación gratis, para que la gen-
te que quiere estudiar lo pueda hacer.
Capítulo 2. Acceso y permanencia en una educación de calidad. La importancia de las competencias básicas. La lectura 39
Una de las características del enfoque por competencias es el poder diseñar acti-
vidades en las que se aborden los temas en situaciones, contextos reales del en-
torno del alumno y, preferentemente, que parta desde sus intereses.
La labor del profesor es adaptar los materiales a los intereses de los alumnos y al
contexto de la materia que se imparte, o sea, diseñar las actividades de aprendi-
zaje sobre la base de las competencias que desea fomentar en sus educandos.
El análisis hasta aquí realizado facilita la derivación a otro de los aspectos fun-
damentales al hablar de calidad: el desarrollo de las competencias básicas y su
concreción formal en el currículo. Resulta incuestionable, afirman, considerar el
papel fundamental que una adecuada propuesta curricular tiene para una for-
mación en competencias y de calidad para los alumnos.
Hay exceso de materias, la distribución de las mismas se hace complicada para el alum-
no. No por sobrecargar el currículo el alumno va a aprender más; más bien al contra-
rio, una mala distribución del mismo desmotiva y lleva al estudiante a abandonar.
Por todo esto, creo que lo más importante es crear “currículos significativos” re-
gionales, con vistas a lo global, porque no debemos quedar aislados en este mun-
do globalizado, pero no debemos perder nuestra identidad regional fruto de una
rica historia en sus orígenes y desarrollo.
Lo mejor que se puede hacer es impartir una educación basada en diferentes com-
petencias, como pueden ser lengua, matemática, ética… Una serie de conocimien-
tos consensuados, organizados y planificados por la sociedad para poder dar una
formación de calidad.
Falta mayor espacio para incentivar la creatividad. Hay una mala distribución de
las horas en el currículo.
Una formación básica en competencias que prepare al alumno para el mercado la-
boral debe incluir, necesariamente, una buena formación en el aprendizaje de las
matemáticas.
Lectura
Capítulo 2. Acceso y permanencia en una educación de calidad. La importancia de las competencias básicas. La lectura 41
La lectura se considera una actividad central en la educación. Como destaca An-
tonio Basanta:
Leer es así algo más que una destreza. Se convierte en un sentido. E imprime la
totalidad de la acción educativa, pues nada distinto a la concepción de un lector
es lo que pretendemos alcanzar en el proceso formativo de nuestros alumnos y
alumnas: personas que sientan curiosidad e interés por cuanto les rodea; que po-
sean los mecanismos básicos para la interpretación y análisis de cuanto les con-
cierne; que comprendan profundamente cuanto se les ofrece y tengan la capaci-
dad de discriminar, de valorar, de elegir para, finalmente, convertir esa experiencia
en material de enriquecimiento personal y grupal. ¿Y qué otra cosa es leer? ¿Y qué
otra cosa es ser lector?
La lectura es, por tanto, un pilar central y base del desarrollo. Es incuestiona-
ble, afirman, la importancia fundamental que la lectura tiene desde los prime-
ros años.
Leer bien, comprender lo leído, expresar lo que comprendieron es la base para fun-
cionar en la sociedad.
Se tiene que lograr que se quiera leer, hay que enseñar desde muy temprana edad.
La lectura no es sólo para los que tengan un entorno estimulante, sino para to-
dos, para ser justos con la educación de todos los alumnos. Así, Margarita Eggers
afirma:
Todos los chicos deben tener las mismas oportunidades, los que nacieron entre
libros y padres que les leyeron, y aquellos que no pudieron compartir ese momen-
to íntimo y trascendente. Por eso no podemos decir que sólo deben leer quienes
quieran leer, cuando tantos chicos no han conocido jamás la posibilidad de que un
texto les sea revelado, les resuene y los envuelva.
El alumno que lee comprensivamente será capaz de construir más y mejores apren-
dizajes en su vida escolar.
Propiciar y realizar concursos de lectura tanto a nivel del aula como de la institu-
ción educativa mejora las destrezas lectoras de los alumnos. Es fundamental que
sean capaces de leer y entender lo que leen.
Saben leer y escribir, pero no saben para qué sirve leer y escribir. Leer y leer com-
prendiendo son dos situaciones distintas.
La lectura hay que entenderla como parte esencial de la formación del alumnado.
No se trata de obligar a leer, sino de leer con gusto. Ello significa cuidar los méto-
dos y ser capaces de definir lecturas apropiadas a cada lugar y cada contexto.
Es fundamental contar con metodologías adecuadas para todas las zonas, tanto
urbanas como rurales, y con materiales en la lengua materna.
Capítulo 2. Acceso y permanencia en una educación de calidad. La importancia de las competencias básicas. La lectura 43
En estas mismas ideas insiste Constanza Mekis al señalar la importancia de re-
gular las bibliotecas escolares:
Una familia que lee es fundamental para desarrollar el gusto en el niño hacia la
lectura. La familia debe apoyar también.
El progreso, el desarrollo, pasa por estimular el interés por la ciencia. Implica en-
señar a pensar, a plantear hipótesis, a manejar el pensamiento abstracto, a inves-
tigar… estos son elementos básicos que no deben faltar al hablar de competencias
y de currículo.
Finalmente, cabe destacar que para poder enseñar y formar en esas competen-
cias es necesario un requisito central: el desarrollo de una nueva metodología,
más flexible, que posibilite trabajar todas las áreas y diseñar actividades adap-
tadas y contextualizadas.
Insuficiencias formuladas
La lectura atenta del documento Metas Educativas 2021: la educación que quere-
mos para la generación de los Bicentenarios, permite inferir la ausencia de refe-
rencias a la educación física y a sus contenidos específicos entredichas metas. Dado
el interés y la valoración positiva demostrada por la OEI hacia la educación física
y sus manifestaciones, resulta difícil para el colectivo de profesionales dedicados
a esta disciplina aceptar la sorpresa causada por esta omisión. Más complicado aun
es encontrarle una explicación que no contradiga los antecedentes de abordajes
concretos realizados por la OEI, que justificarían la inclusión de la educación físi-
ca entre las metas educativas fijadas para el 2021.
Capítulo 2. Acceso y permanencia en una educación de calidad. La importancia de las competencias básicas. La lectura 45
necesariamente, aludir a las preocupaciones relacionadas con cada uno de sus
componentes.
Falta mucho por hacer ya que en algunos lugares no se cuenta ni con los servicios
básicos, hay pocos o nulos recursos económicos destinados a la educación, fami-
lias desintegradas y poco preocupadas por la educación de sus hijos, pocas escue-
las, falta de lugares accesibles para estudiar, falta de recursos destinados a la edu-
cación.
Acondicionar las instituciones, que exista la posibilidad real de utilizar horas de lec-
tura en las aulas. No se trata de fortalecer un área e ir en detrimento de otras,
sino más bien de complementar.
Las bibliotecas escolares deberían formar parte inseparable del propio proyecto edu-
cativo. La realidad nos muestra, en cambio, que en bastantes países muchos co-
legios carecen de bibliotecas.
Un problema grave que afecta a la calidad educativa son las malas infraestructu-
ras, la falta de recursos y la masificación en las aulas.
La lectura y la escritura, los idiomas, el uso de las TIC, son competencias y capa-
cidades a desarrollar. Sin embargo, igual de importante es proporcionar mayor tiem-
po para el cultivo de las artes, las ciencias y también para la educación física.
En la actualidad hay una enorme falta de apoyo en educación, para el área de las
ciencias y para la experimentación.
Hay que invertir más si queremos lograr el acceso a la educación con igualdad de
condiciones. Muchos estados no cuentan ni con los recursos suficientes para em-
prender campañas de fomento a la lectura.
Una estrategia de trabajo sería difundir programas educativos que hayan sido exi-
tosos en contextos difíciles, así se pueden guiar de aquellos otros que lograron ha-
llar soluciones.
Capítulo 2. Acceso y permanencia en una educación de calidad. La importancia de las competencias básicas. La lectura 47
Hay que trabajar con indicadores que nos evalúen y que sean, al mismo tiempo,
evaluables.
Formar líneas de acción para el fomento de la lectura. Crear espacios para la lec-
tura, programas para la promoción de la lectura coordinados por expertos.
Es necesario vincular la lectura a las nuevas tecnologías. Una estrategia que se po-
dría poner en marcha es que los maestros realicen un proyecto de trabajo colabo-
rativo, escuchar cuentos, relatos…
Promover los oficios dentro de la educación para lograr la permanencia de los jó-
venes en la misma.
Las administraciones y demás entidades políticas están obsoletas. Hacen falta políti-
cas educativas nuevas que permitan desarrollar nuevos currículos adaptados a las de-
mandas de hoy, que incorporen las herramientas, que posibiliten nuevas metodologías
flexibles que respondan a las necesidades de los alumnos y que les den una formación
de calidad que les prepare para la realidad social, económica y cultural del siglo XXI.
Por todos los argumentos hasta aquí presentados, se propone reconocer el aporte
formativo de la educación física incluyéndola en las Metas Educativas 2021, modi-
ficando el enunciado de la meta específica 15, agregando un indicador y su corres-
pondiente nivel de logro, a saber:
Meta específica 15. Ofrecer un currículo que incorpore la lectura y el uso de la com-
putadora en el proceso de enseñanza y de aprendizaje, en el que la educación ar-
tística y la educación física tengan un papel relevante y que estimule el interés por
la ciencia, el arte y las creaciones de la cultura de movimientos entre las alumnas
y alumnos.
Capítulo 2. Acceso y permanencia en una educación de calidad. La importancia de las competencias básicas. La lectura 49
CAPÍTULO 3
EDUCACIÓN
TÉCNICO-PROFESIONAL
La propuesta inicial
Por un lado, contar con una cualificación profesional, si bien no es garantía para
una incorporación segura en el mundo laboral, es indudablemente una condi-
ción necesaria para lograr su acceso. Las posibilidades que tiene un joven o
adulto de ingresar al sistema productivo con una cierta calidad están muy re-
lacionadas con la calidad de la formación profesional y técnica que ha recibido.
La formación, por tanto, es el medio por excelencia para adquirir dicha cualifi-
cación. Asimismo, tal y como en el documento inicial de las Metas Educativas
2021 se pone de manifiesto, también es necesario establecer procedimien-
tos que validen y reconozcan las cualificaciones ya adquiridas por la población
activa.
Otra de las dificultades a las que se enfrentan los sistemas de educación téc-
nico-profesional se refiere a la propia oferta formativa. No se puede obviar que,
más allá de la adecuación de los cursos y/o programas que se impartan, es
Luchar contra estos elementos supone un difícil reto que, por complejo, debe
ser abordado desde los distintos sectores públicos de la región. Desde el pro-
yecto Metas Educativas 2021 se atiende a esta cuestión, señalando como nece-
sarios para su consecución el desarrollo de determinadas condiciones.
En primer lugar, es preciso que haya suficientes gestores bien formados tanto en
el sistema educativo como en el sistema de formación permanente. En segundo
lugar, es necesario asegurar la estrecha coordinación de ambos subsistemas en
el desarrollo de sus funciones específicas. En tercer lugar, es imprescindible ga-
rantizar que la oferta formativa incluya la experiencia laboral. Ello supone avan-
zar en acuerdos entre los sistemas formativos y las empresas, así como en la
articulación de relaciones estables en los distintos niveles en los que se adop-
tan decisiones formativas. En cuarto lugar, es positivo que, junto con modelos
de cualificaciones nacionales, exista un creciente proceso de descentralización de
la oferta formativa para adecuarla a las necesidades específicas de cada región
o municipio. Finalmente, es preciso impulsar iniciativas innovadoras que ayu-
den a los jóvenes a encontrar su primer empleo. Los programas de apoyo a jó-
venes emprendedores, los sistemas de orientación de carácter presencial y a
distancia, la cooperación de diferentes sectores públicos y privados para el desa-
rrollo de nuevas experiencias de contratación y una oferta formativa flexible y
renovada que permita la actualización permanente de jóvenes y adultos, son al-
gunas de las iniciativas que pueden contribuir a reducir la distancia entre la edu-
cación y el empleo.
META ESPECÍFICA 19. Aumentar los niveles de inserción laboral de los jóve-
nes egresados de la educación técnico-profesional.
No cabe duda, según se recoge en muchas de las intervenciones del foro, que uno
de los factores que permitirá el desarrollo económico de la región es la cualifica-
El objetivo por el que hay que luchar es lograr generar oportunidades en condicio-
nes justas y equitativas con la educación técnico-profesional.
Asimismo, son coincidentes las opiniones al afirmar que esta cualificación se ad-
quiere principalmente a través de la formación. Se considera requisito necesario
proporcionar los medios que permitan a los jóvenes aprender un oficio a través
de una adecuada oferta formativa, al mismo tiempo que se les ofrezcan oportu-
nidades de experiencia laboral.
Hay que dedicar presupuesto para este nivel educativo. Los planes de estudios de-
ben ser congruentes con las necesidades reales del aparato productivo de bienes
y servicios e incorporar una formación más adaptada.
Apoyar con formación adecuada y con prácticas, que les permitan tener una base
para enfrentarse al mercado laboral, con una preparación con la que poder ser com-
petitivos y competentes.
La articulación de los diferentes ciclos, los básicos, los técnicos y los profesiona-
les, en concordancia con planes estratégicos de desarrollo, permitirán otear el ho-
rizonte hacia el cual deberán dirigirse los proyectos educativos de la región, de los
países y de las comunidades locales.
Por otro lado, en esta misma dirección se sitúan aquellos que consideran nece-
sario, además, una mayor adaptación y articulación entre el sistema educativo
Habría que plantear una revisión curricular para responder al mundo laboral.
Insuficiencias formuladas
Pese a que muchos han sido los comentarios en relación con la importancia de
potenciar una cualificación profesional inicial, de mayor calidad, contextualiza-
da y con un abanico más amplio de oferta formativa, son escasas las interven-
ciones críticas recogidas.
Sin embargo, hay que destacar que en algunas de las opiniones encontradas se
reconoce la necesidad de prestar más atención a dos aspectos que son básicos
para lograr una educación técnico-profesional de calidad. Por un lado, se hace
referencia a las pocas experiencias laborales que acompañan a la formación de
carácter más teórica, y, por otro, se alude a la necesidad de una mayor super-
visión y orientación del proceso.
Poder contar con un feedback sobre la labor que se comienza a desarrollar, afir-
man, dota de seguridad y garantiza una mejor preparación de cara a la incor-
poración de estos jóvenes al mercado laboral.
Hay que hacer más hincapié en que la formación profesional de los alumnos debe
ir acompañada de prácticas, en sitios de trabajo reales, donde puedan completar
su formación, que les den posibilidades luego de conseguir un primer empleo.
Deben mejorarse los planes y estrategias de formación para que la oferta sea acorde
con la demanda, especialmente, que vaya en la dirección deseada por la empresa.
Los gobiernos, las políticas educativas, tienen por delante la difícil tarea de lograr
que el sistema educativo y el laboral se entiendan. Para ello hay que poner en mar-
cha planes que involucren a diferentes sectores de la sociedad.
Debe hacerse una reforma de los títulos; en algunos países es nula su valoración.
Existe poca difusión para este tipo de formación, lo que puede provocar que se
desconozca muchas veces lo necesario de este tipo de formación para la región.
Hay que darle mayor protagonismo, para lo cual hay que garantizar la calidad de
su oferta.
La educación técnico-profesional debería ser algo más que una preparación para
insertarlos en la vida laboral.
La importancia central del tema toma como punto de partida la preocupante si-
tuación de los países iberoamericanos con relación a la elevada tasa de pobla-
ción analfabeta que vive en la región. El porcentaje se sitúa en torno a los 30
millones de personas, lo que supone casi el 10% de la población. De igual for-
ma, las cifras son alarmantes al encontrar que el 40% de los jóvenes y adultos,
unos 110 millones, no han terminado sus estudios de educación primaria. Por
otro lado, como en anteriores ocasiones se ha puesto de manifiesto, existen di-
ferencias muy significativas entre los países y al interior de los mismos a la hora
de valorar los niveles de analfabetismo existentes.
Estos datos justifican la importancia que ha tenido, desde los distintos poderes
públicos, lograr la plena alfabetización de jóvenes y adultos de la región. Como se
recoge en el documento inicial, en el ámbito de la comunidad iberoamericana de
naciones, y en estrecha relación con los compromisos internacionales estableci-
dos en los Objetivos del Milenio y en la Declaración Mundial sobre Educación para
Todos, la preocupación por la alfabetización coincide con el inicio de las convoca-
torias de las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobierno. Ya en
1991, la primera Cumbre aprobó el primer programa de alfabetización y educa-
ción básica de jóvenes y adultos, iniciándose un proceso de progresiva expansión
territorial y social. La XV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobier-
no (Salamanca, 2005) aprobó el compromiso de universalizar la alfabetización y
la educación básica en la región antes de 2015, a través de un Plan Iberoameri-
cano, cuya redacción además fue encomendada a la OEI. Dicho Plan se aprobó
como programa de la XVII Cumbre Iberoamericana, celebrada en Chile en 2007.
Numerosos son los programas educativos y planes de acción que se han pues-
to en marcha en los que se refleja la preocupación por la plena alfabetización
de la región, aunque no todos han tenido el éxito esperado. El cuadro siguien-
te presenta una recopilación de los principales:
Continuando con la visión de esta problemática como algo social, se sitúan aque-
llas opiniones que consideran que existen diferencias en función del género y
del origen social y cultural. Concretamente, según indican en sus intervencio-
nes, hay más mujeres analfabetas que hombres, así como es más frecuente en-
tre la población rural e indígena que en entornos urbanos.
No es lo mismo ser mujer que ser hombre a la hora de acceder a una formación
básica. El género, en pleno siglo XXI, continúa siendo un factor de discriminación a
la hora de recibir una adecuada educación.
Las zonas más gravemente afectadas por el analfabetismo son siempre aquellas don-
de la población es indígena. La condición social marca grandes diferencias e injusticias.
La alfabetización hay que verla como un elemento básico. Su carencia supone una
privatización de la educación y, por tanto, la exclusión.
Hay que tener claro que los programas para alfabetizar no se relacionan únicamente
con la capacidad de leer y escribir, sino con la posibilidad de mejorar las condiciones
de vida.
Son necesarios programas de alfabetización continua, talleres… todos ellos con con-
tinuidad en el tiempo, que no sean iniciativas puntuales.
Para adaptarse a las distintas realidades no sirven métodos rígidos sino que, por
el contrario, hacen falta diferentes formas de llegar y enseñar, que se basen en lo
cultural, que tomen sus estrategias y herramientas del propio entorno.
Se trata de lograr que sea una alfabetización equitativa para todas las regiones.
Insuficiencias formuladas
Para transmitir unos conocimientos hay que conocer el contexto cultural donde se
está, sus costumbres, sus formas de vida, y, desde ese punto, establecer la comu-
nicación, que no será posible si no se habla siquiera la lengua de la zona. Ese es,
entre otros, uno de los principales problemas que tienen los programas de alfabe-
tización que se ponen en marcha: los formadores desconocen la lengua.
El sistema educativo debe estar coordinado con estos programas; las empresas,
asimismo, deberán contribuir a la educación de sus trabajadores.
A lo largo de todo el debate han sido numerosas las sugerencias hechas, bien
como ideas importantes repetidas en muchas ocasiones, bien como insuficien-
cias y preocupaciones a tener en cuenta y mejorar. Sin embargo, en general, se
destaca una opinión como desafío a afrontar que subyace en el fondo de muchos
de los comentarios realizados: lograr incrementar la participación de jóvenes y
adultos en programas de alfabetización, conseguir su continuidad y su culmina-
ción con éxito.
Llegar a todas las personas sin ninguna discriminación, sobre la base de género,
edad, credo, capacidades o incapacidades físicas, idioma o ubicación.
Sin embargo, pese a estas evidencias, los datos ponen de manifiesto que hasta el
momento no hemos sido capaces de aprovechar toda la potencialidad de estas he-
rramientas tecnológicas dentro del contexto escolar. Muchos son los dilemas y las
dificultades a encarar que obligan a una amplia reflexión. Incorporar las TIC a la
educación supone reconocer desde el comienzo puntos de partida distintos en una
región donde la heterogeneidad es una de las características más definitorias. Esta
circunstancia, unida a la limitada disponibilidad de recursos económicos —inver-
tir en educación en muchos casos conlleva desatender otras necesidades elemen-
tales— lo convierte en un desafío para los sistemas educativos de cada país.
Pese a ello, es posible constatar que la mayoría de los países cuenta o ha con-
tado con un programa relacionado con el uso de las TIC en la educación esco-
lar, con objetivos relativos a la dotación de equipamiento informático, formación
docente y contenidos pedagógicos digitales.
2. Las que abordan cuestiones que tiene que ver con las definiciones peda-
gógicas necesarias para delinear el sentido de su uso en los contextos es-
colares.
Con relación al primer grupo, los datos muestran un panorama desigual. Las es-
cuelas que cuentan con sala de computación son, en promedio para los países
de la región, el 37,1%. En cuanto a la cantidad de ordenadores por escuela, el
promedio de todos los países es de 15,8 unidades. Observar los extremos de
estos dos indicadores permite detectar situaciones muy diferentes: países con
altos porcentajes relativos de escuelas con sala de computación que tienen las
cantidades de ordenadores por escuela más altas (Chile, Colombia); países con
baja proporción de escuelas con sala de computación pero alta relación de orde-
nadores por escuela (Paraguay, El Salvador), lo que podría estar dando cuenta
de la concentración de recursos en un conjunto reducido de escuelas, y, final-
mente, el caso cubano, que es donde se observa la mayor cantidad de escuelas
con sala de computación —casi la totalidad—, pero con la relación más baja de
ordenadores por escuela, lo que estaría dando cuenta de una distribución más
equitativa de los recursos escasos.
El segundo grupo de metas perseguidas por los países —lograr definiciones pe-
dagógicas para el uso de las TIC en la educación— lleva implícita la necesidad
de ser capaces de ir más allá del mero uso instrumental de estas herramientas.
Se trata de lograr ser capaces de innovar con la tecnología. Supone la necesi-
dad de formar profesores innovadores.
Muchos son, por tanto, los retos y los desafíos que tienen por delante los sis-
temas educativos. Es necesario continuar con la reflexión, con un análisis con-
textualizado que permita concretar qué condiciones son necesarias para que la
incorporación de las TIC cumpla con los objetivos deseados.
Por otro lado, si bien es necesario contar con una mayor cantidad de ordenado-
res para ampliar el acceso a las TIC y lograr impactos sociales relevantes, no es
en su totalidad suficiente. En este sentido se ha formulado la meta específica 15:
Tal como analiza Frida Díaz en sus aportaciones al debate de las Metas Educa-
tivas 2021,
Las TIC en la educación abren muchas posibilidades, pero también plantean nue-
vas exigencias. Uno de los desafíos más importantes se refiere a la tarea docen-
te. Las nuevas exigencias a la profesión docente demandan que sean precisamente
los profesores los responsables de la alfabetización tecnológica de sus estudiantes
y del dominio de una diversidad de competencias requeridas en el contexto de las
demandas de la sociedad del conocimiento. La cuestión es: ¿están preparados los
docentes para ello?, ¿se está haciendo lo debido para asegurar una formación do-
cente apropiada?
Una cuestión fundamental radica en la formación docente (ya que los alumnos ma-
nejan los recursos tecnológicos con naturalidad y soltura, pero no todos los docen-
tes están en condiciones de equipararse en tal manejo).
Sin embargo, esta formación no sólo debe estar encaminada al manejo instru-
mental básico de las TIC sino que debe ser capaz de permitir al docente “mejo-
rar y enriquecer las oportunidades de aprender a enseñar significativamente a
sus estudiantes con apoyo en dichas tecnologías”. De forma recurrente se ha-
bla de dos niveles de formación: técnica y pedagógica.
Se trata no sólo de aprender a usar las nuevas tecnologías sino también de lograr
su inserción en el trabajo cotidiano dentro y fuera del aula.
Las TIC tienen que estar incorporadas como una nueva asignatura de magisterio;
en muchos casos no es así.
Cada contexto es distinto, los medios tecnológicos y humanos con los que se cuen-
ta, la realidad social del país… la formación que se dé al docente no puede ser igual
para todos.
Por otro lado, de forma recurrente aparece la necesidad de apoyo técnico como
requisito fundamental para la incorporación real de las TIC en el contexto escolar.
Hay que crear en los centros un departamento de tecnología educativa, para ges-
tionar la coordinación y el mantenimiento de los materiales tecnológicos y aseso-
rar a los docentes en su utilización.
Estoy de acuerdo con la implementación de tecnología en las aulas, pero con cier-
tos límites. Hay que priorizar contenidos, no sólo cambiar de herramientas. Si no
contamos con materiales pedagógicos para usar la tecnología, no se va a utilizar.
Si bien tales acciones son básicas para lograr las metas planteadas, es necesario
elevarlas a un nivel superior. Los retos y compromisos tienen que formar parte
de los planes nacionales, y es imprescindible contar con una fuerte inversión por
parte del Estado.
Las políticas deben fomentar el incremento del presupuesto educativo para el equi-
pamiento y mejoramiento de las escuelas.
[…] que dichos retos y compromisos formen parte de los planes nacionales de de-
sarrollo; que el Estado invierta en TIC y en formación para los docentes.
Por último, cabe destacar que de forma generalizada los participantes afirman
la necesidad de reconocer que el futuro pasa, indudablemente, por la incorpo-
ración de las TIC a la educación.
Puede permitir reducir la brecha digital entre países, así como las diferencias alar-
mantes que existen entre las zonas urbana y rural.
Hasta la fecha son muy pocas las instituciones educativas rurales que cuentan con
la infraestructura adecuada, equipos y maestros preparados para asumir este reto.
Insuficiencias formuladas
La dificultad de los países en vías de desarrollo, donde la pobreza aún está pre-
sente, con déficits alimenticio, de salud y trabajo y, por ende, con falta de recur-
sos económicos para cubrir las necesidades básicas de un hogar, hace imposible
hablar de alfabetización digital.
Hay que tener en cuenta las diferentes realidades en cada región. Existen zonas
donde no se conoce lo que es un computador, y aunque lo hubiere no tienen ener-
gía eléctrica para usarlo.
La meta para 2021 no debe ser lograr que los alumnos y alumnas de Iberoaméri-
ca adquieran las competencias digitales. La meta es que nuestros alumnos y alum-
nas logren alcanzar mejores niveles de aprendizaje, con el aporte instrumental de
las tecnologías digitales.
Muchos son los que, en sus aportaciones al foro, consideran que si bien la in-
corporación de las TIC a la educación es un tema prioritario, son numerosos los
desafíos a enfrentar.
Por un lado, como reto fundamental, se habla de “lograr que esta meta se cons-
tituya en un derecho a la calidad educativa”, al mismo tiempo que se hace expre-
sa alusión al desafío de conseguir “definir el sentido de su uso en los contextos
escolares”.
Debemos dar propuestas sobre cómo evaluar el impacto del uso de las TIC mien-
tras se está realizando.
Hay una clara necesidad de contar con mecanismos de control y supervisión sobre
las acciones que se van poniendo en marcha.
Por otro lado, las decisiones que se adoptan con relación a la docencia no son
fáciles de llevar a cabo en la mayoría de los casos. Como el documento pone de
manifiesto, hay más de siete millones de docentes que trabajan en la región en
alguno de los niveles del sistema educativo, lo que conlleva que su financiación
suponga un porcentaje significativo del gasto público de cada país. Cualquier in-
tento de mejora en sus condiciones salariales o de trabajo supone un coste di-
fícil de asumir, dado lo numeroso de este colectivo.
Existe un amplio consenso al valorar cómo el rol del profesor continúa funcio-
nando desde un paradigma muy tradicional. La sociedad ha sufrido enormes
transformaciones en las últimas décadas, lo que conlleva, según se recoge en
el debate, una necesidad de actualización, de cambio de rol en la función del
docente. Más que nunca, el papel del profesor es fundamental, pero no se pue-
de seguir trabajando igual, hay que utilizar las nuevas herramientas, formar re-
des, intercambiar experiencias... Existe, opinan, una apremiante necesidad de
adaptación a la sociedad actual.
Nunca estamos preparados desde los ambientes escolares formales para los cam-
bios del contexto social.
Educarse para educar debe ser una tarea permanente por parte de todo docente.
Si se quiere una educación de calidad hay que invertir en una reingeniería del do-
cente actual.
Esta sociedad de hoy, según reconocen, presenta entre otras características, mo-
delos y estructuras familiares muy diferentes a las de antaño. La familia ha su-
frido transformaciones significativas que llevan a que los centros escolares en-
cuentren un alumnado con contextos familiares muy distintos y en ocasiones
complicados. El docente debe afrontar estas nuevas circunstancias, muchas ve-
ces sin una formación adecuada.
El profesor, al no recibir una formación que sirva para la nueva realidad que en-
cuentra, se ve en situaciones donde sólo le queda su experiencia.
Esto nos lleva a otro de los planteamientos más defendidos por los intervinien-
tes: poder asumir un nuevo rol requiere, incuestionablemente, que el profeso-
rado pueda tener acceso a una buena formación inicial y permanente.
El capacitarse debe ser en base a la realidad de cada país, analizando las necesi-
dades que se observan año a año.
La formación docente no sólo debe incorporar las nuevas tecnologías, sino que tam-
bién debe contemplar la diversidad de contextos sociales y culturales.
En segundo lugar, también son coincidentes las opiniones en afirmar que la for-
mación debe permitir desarrollar nuevos modelos educativos. En esta misma di-
rección se señala como fundamental el papel del profesor a la hora de motivar
a sus alumnos. El docente debe ser capaz de despertar el interés del estudian-
te y conectar con sus inquietudes.
Son necesarios nuevos modelos educativos que puedan estar encaminados a for-
mar docentes y estudiantes con capacidades multidisciplinarias.
Es tarea del docente incentivar la curiosidad y aplicar al aula las nuevas tecnolo-
gías. [...] Para ello se necesita la capacitación del docente y las ganas de querer
incluir en los currículos otras formas de enseñar, más dinámicas y que acerquen a
los alumnos a interesarse por la asignatura.
Una nueva idea recogida en varios de los comentarios del foro alude a la consi-
deración social que la práctica docente tiene. Por un lado se reconoce que el pa-
pel del profesor se ha desvirtuado en su valoración social en los últimos años. Se
acentúa la necesidad de recuperar la figura del docente, para lo cual, afirman,
“los docentes del siglo XXI deben ser personas abiertas a los cambios”.
Y por otro lado consideran necesaria la toma de conciencia sobre lo que el pro-
fesor “debe ser”.
Todos los actores del acto educativo deben estar interconectados, ya que forma-
mos parte de un sistema y, como sistema, si alguno de sus elementos no funciona
como debiera, jamás se van a conseguir los resultados esperados. Es responsabi-
lidad de todos.
Se puede considerar, por tanto, que hablar de docencia supone hablar de una
necesidad de compromiso social. La educación, como indican los intervinientes,
es una cuestión de todos (padres, maestros, alumnos y autoridades).
Insuficiencias formuladas
Algunos comentarios recibidos mostraron, más que una queja, la siguiente pre-
ocupación: la cuestión docente es un tema de gran complejidad y llevarlo a cabo
supone adoptar compromisos difíciles de asumir en muchas ocasiones.
Retos planteados
Pese a que son numerosas las opiniones manifestadas en los foros, con inicia-
tivas y propuestas a tener en cuenta, hay dos sugerencias que se repiten en va-
rias de las intervenciones y que conviene destacar.
La globalización y las TIC generan grandes retos a los sistemas educativos. El pro-
blema de hoy ya no es conseguir información; el problema radica en la aplicación
de técnicas que hagan posible que grandes cantidades de información sean más
fáciles y más prontas de digerir.
Habría que sincronizar también los mapas curriculares de las instituciones forma-
doras de docentes a fin de que al egresar el nuevo docente ya esté formado con
la innovación pretendida.
Quizás el reto del proyecto Metas Educativas 2021 sea el trabajo con la formación
de los docentes y al cuidado de sus condiciones de trabajo.
Nuevas propuestas
Cuando los profesores deciden continuar su formación e irla completando, eso im-
plica continuar la docencia en niveles formativos superiores. Habría que incentivar
¿Estamos haciendo bien nuestro trabajo? Basta, por favor, de decir que los jóvenes
no sirven, no quieren educarse.
Lograr cambios supone trabajar en equipo. Incorporar la tarea docente en todos los
niveles de la educación se puede hacer enfrentando al docente a las complejidades
internas y externas que presionan hoy el contexto académico: alfabetización tec-
nológica del docente; equipamiento con TIC a departamentos, aulas y laboratorios
de los centros educativos; vinculación con el entorno laboral-empresarial-guberna-
mental…, sí, pero también con el social: desarrollo de experiencias en servicio co-
munitario para impactar positivamente en el contexto sociocultural; estimulación
del liderazgo social, político y económico, su responsabilidad social, y su sentido de
solidaridad.
A estos datos hay que añadir la exclusión y discriminación histórica que viven.
La mayor incidencia de la pobreza, el menor ingreso, escolaridad y esperanza
de vida, la mayor mortalidad infantil y materna, y un menor acceso a la salu-
bridad y al agua potable, son otras de las profundas carencias que las minorías
étnicas y culturales sufren.
En el caso concreto de las diferencias debidas al género, la mujer vive en una si-
tuación de desventaja frente al hombre en la mayor parte de los países de Ibero-
américa. Las estadísticas muestran que, en el caso de las mujeres indígenas, afro-
descendientes o de otro grupo originario, son todavía mayores las dificultades que
enfrentan. Los datos recogidos en el texto inicial muestran que, en 2006, la tasa
de desempleo de las mujeres indígenas y afrodescendientes fue un 85% mayor
que la de su contraparte masculina en promedio para los siete países en que se
contó con esta información, mientras que la tasa de desempleo promedio de las
mujeres no indígenas ni afrodescendientes superó en más de 60% la de su con-
traparte masculina.
Resulta cada vez más evidente que a mayor centralización y homogeneidad del
sistema educativo, mayores son las dificultades para enfrentarse con éxito a la
variedad de situaciones en las que viven y aprenden los alumnos. Es necesario
diseñar nuevas formas de cooperación, que desarrollen modelos y estrategias
que rompan la homogeneización educativa y la trasformen en un enfoque ca-
paz de dar respuesta a la diversidad, respetando la identidad de cada pueblo e
individuo y su diferente realidad social y cultural.
Objetivos
• Incluir los contenidos culturales y lingüísticos propios de las culturas indígenas y afro-
descendientes en las escuelas y en las aulas.
• Dar apoyo integral a los estudiantes de minorías étnicas, de poblaciones origina-
rias y de afrodescendientes para que accedan y concluyan estudios de ETP y uni-
versitarios.
• Asegurar la igualdad de género a lo largo de todo el sistema educativo.
• Cuidar de forma especial la educación de los alumnos inmigrantes o de aquellos que
permanecen en su país pero cuyos padres han emigrado.
• Fortalecer las políticas que conduzcan a la inclusión educativa de niños y de jóvenes.
Estrategias
Líneas de acción
No hay que pasar por alto que al hablar de atención a la diversidad se está ha-
ciendo referencia, al mismo tiempo, a la diversidad que se debe al contexto geo-
gráfico, a la existencia de necesidades educativas especiales, a la multicultura-
lidad, a las diferencias étnicas y lingüísticas y a la discriminación por género.
– Nivel de logro. Lograr que todas las escuelas y los alumnos reciban
materiales y libros en su lengua propia y que sus maestros los utili-
cen de forma habitual.
Por ello, al analizar las propuestas realizadas en los debates, se observa gran
consenso en torno a una idea central: en este escenario de injusticia, la educa-
ción es, sin duda, el medio para reducir la desigualdad y para lograr la integración
social.
La mujer se encuentra en una clara desventaja social, educativa y a todos los ni-
veles, frente al hombre. Ser mujer, en muchas ocasiones, determina ya desde el
nacimiento el destino de la persona.
Frente a esta realidad discriminatoria, los comentarios vertidos en los foros des-
tacan y señalan dos grandes responsables. Por un lado, afirman, la sociedad
en su conjunto tiene una gran responsabilidad en la consecución de la igual-
dad entre hombres y mujeres, así como en el resto de las cuestiones mencio-
nadas. La eliminación de cualquier forma de discriminación es, comentan, res-
ponsabilidad de toda institución social y de todos los miembros de la sociedad
en su conjunto.
Hay que trabajar desde la familia [...]; hay que desterrar el machismo e ir traba-
jando por la igualdad de género.
A veces las mujeres se ven limitadas por las concepciones culturales dentro de una
familia y de su sociedad. Cambiar esta situación es difícil porque sería cambiar es-
quemas que se construyeron hace siglos, pero es por donde hay que comenzar a
trabajar.
Insuficiencias formuladas
Hay que dar más peso y destacar más la necesidad de una capacitación adecua-
da de los docentes como base para trabajar con alumnos con necesidades espe-
ciales. Si no se les forma debidamente, el profesor no sabe cómo integrar a este
alumnado con características más específicas.
No hay suficiente formación. Debería situarse en el proyecto como una meta prio-
ritaria: capacitación apropiada del profesor para que la integración de los niños con
necesidades educativas especiales no cause una brecha de aprendizaje en el aula
y puedan tener un aprovechamiento académico recíproco.
Hace falta una adecuación de las aulas, la formación del profesorado [...] existe
una carencia de información y recursos.
Retos planteados
Tienen como labor fundamental ser capaces de evaluar, corregir y reorientar las
políticas educativas en relación a la atención a la diversidad.
Deben venir los cambios desde las políticas educativas, las organizaciones y las
prácticas de enseñanza-aprendizaje, con currículos más flexibles y abiertos a lo
nuevo. [...] También son necesarias transformaciones de muchos otros factores
como librerías, bibliotecas, escuelas, etc.; capacitaciones al personal docente y pro-
fesional.
La región posee una rica diversidad de etnias y en gran parte de ellas se sitúan los
altos índices de analfabetismo y pobreza, por lo que es necesario desarrollar e im-
plementar programas y políticas educativas que pongan más atención a esta di-
versidad de alumnado.
Por todo ello, para lograr conseguir cambios en estos niveles, se hacen nece-
sarias políticas educativas contextualizadas, con programas adaptados a la rea-
lidad local, para que los mismos sean eficaces y tengan los resultados esperados.
Se considera necesario, por tanto, desarrollar una educación que atienda al con-
texto, donde se dé una importancia central a la lengua materna.
Cada grupo étnico debe tener una formación inicial en su contexto. Es necesaria
la adopción de medidas que respondan a las necesidades de los alumnos, que se-
rán específicas en cada caso.
Se debería contar con un plan corporativo que atienda las particularidades de cada
una de las regiones. Que exista un compromiso estatal para una educación de ca-
lidad.
Nuevas propuestas
Es fundamental concretar las acciones y el plan económico que acompañe las me-
tas planteadas, todo ello integrado en un plan de mejora que incluya una auto-
evaluación así como una evaluación externa para un seguimiento adecuado y así
poder lograr la meta. Los planes de mejora se han de realizar a todos los niveles
empezando por el nivel de centro educativo. Es necesaria la coordinación e inter-
acción en toda la comunidad iberoamericana.
Una de las metas para 2021 debería ser la consolidación del acceso sin cortapisa
de la mujer a todos los niveles educativos.
Las artes son un componente esencial del desarrollo del individuo como medio para
expresarse, conocer, desarrollar la creatividad, fortalecer la autoestima, la capa-
cidad de sentir y ser, en definitiva, la capacidad de constituirse como ciudadanos
más solidarios, más capaces y, con ello, más humanos y libres. Sin embargo, du-
rante años la importancia de la educación artística se ha visto especialmente orien-
tada hacia aquellos que iban a emprender su actividad laboral dentro de alguna
de sus áreas —danza, música, teatro— y, por tanto, al margen de los sistemas
educativos, es decir, relegada al ámbito de la formación no escolarizada.
Estas palabras de Andrea Giráldez sintetizan con claridad una opinión muy fre-
cuente en las intervenciones realizadas en el foro. Resaltar que la educación ar-
tística es un medio para contribuir a la formación integral del alumno, afirman,
es sin lugar a dudas el mayor beneficio que las artes aportan a la educación, y
con ello, su mejor carta de presentación.
Desde la danza y la música al teatro, las artes visuales o las nuevas modalidades
de arte digital, todas las artes proporcionan a los niños y las niñas formas de ex-
presión únicas, permitiéndoles explorar nuevas ideas, acercarse desde distintas
perspectivas a la realidad y participar, conocer y respetar su propia cultura y las
de los demás. La educación artística no sólo posibilita a los estudiantes una me-
jor comprensión del mundo que les rodea, sino que también amplía su perspec-
tiva para enfrentarse a nuevos problemas, para crear y expresarse desafiando al
intelecto.
La educación integral hace necesaria la enseñanza de las artes. A través de las ar-
tes, el ser humano expresa sus sentimientos, sus ideas, su sensibilidad y estable-
ce con su expresión, la posibilidad de comunicación.
La educación artística, cultura y ciudadanía debe ir más allá de ser una clase y ha-
cer accesible e incluyente el arte como valor social, como componente esencial en
la formación de los individuos, y como herramienta fundamental de la cultura, para
que se identifiquen con ella.
Por otro lado, se considera este tipo de aprendizajes como esenciales para re-
lacionarse y funcionar en su propio contexto cultural. Desarrollar la creatividad,
la capacidad de expresión y de comunicación es básico para el funcionamiento
diario, como medio de conexión con el entorno cultural y, en definitiva, para la
propia vida.
Los problemas pedagógicos que tenemos, y que hacen tanto daño en nuestro
avance cultural, tienen que ver con la falta de aplicación de la creatividad en
nuestra vida. La educación artística es un elemento clave para trabajar estos
aspectos.
La educación artística en la escuela debe ayudar a que los alumnos puedan resig-
nificar y reconstruir sus relaciones con las diferentes manifestaciones de lo esté-
tico que constituyen su contexto cotidiano.
¿Qué debemos hacer para que la planta docente de todos los niveles escolares se
acerque a las manifestaciones artísticas, y con conocimiento de causa las utilice
como herramienta de trabajo para el desarrollo de la creatividad, la imaginación y
la fantasía, con modelos pedagógicos dinámicos y que propicien el desarrollo cien-
tífico y tecnológico?
Frente a la inenseñabilidad del arte, las Metas Educativas 2021 para la educación
artística, cultura y ciudadanía deben plantear un cambio de enfoque pedagógico
hacia los procesos de aprendizajes, mediado por el profesor como coaching.
Incluir el arte en el currículo educativo debería ser una obligación. Hay que pen-
sar nuestra realidad educativa con la firme determinación de no prescindir de la
actividad artística, transversal y curricular.
El hecho de que se haya dado espacio a un tema tan importante dentro del pro-
yecto Metas Educativas 2021 es un paso fundamental y puede significar un cam-
bio en la valoración de las artes dentro del currículo.
En segundo lugar, más que un reto concreto, Karen Kovacs plantea algunas de
las preguntas clave, en torno a cómo fortalecer la enseñanza artística a partir
de la educación básica. Sin duda, sus reflexiones y análisis pueden ser conside-
rados como un importante punto de partida para lograr los cambios esperados.
¿Qué información tendríamos que acercar a los tomadores de decisiones para que
esta cobrara mayor importancia en los planes y programas de estudio? ¿Cuáles se-
rían las formas más eficaces para poner al día la formación de los maestros en esta
área, así como de sus formadores, tomando en cuenta el enorme rezago existen-
te? ¿Cómo sería posible involucrar —de manera sistemática— a nuevos actores para
que apoyaran los proyectos de educación artística en las escuelas? ¿De qué ma-
nera podríamos lograr que —en la educación básica— se generalizara una actua-
lización del concepto mismo de educación artística?
Son muchos, por tanto, los procesos, las instituciones, las actividades y los re-
sultados susceptibles de ser evaluados en el amplio campo educativo. Todos ellos
merecen atención y valoración, por lo que no deberían quedar fuera del foco de
la evaluación. De entre todos, merece la pena tal vez resaltar uno: la institución
escolar. La razón de esta elección se encuentra en que la escuela es el origen y
el destino principal de las políticas educativas.
Los niveles de logro se han formulado con diferentes grados en función del nivel
inicial de cada uno de los países. El objetivo es que cada país defina el nivel de
logro específico que pretenda conseguir. Se busca con ello respetar la situación
educativa de cada país y animarles a que se apropien del proyecto y definan ellos
mismos sus propias metas y sus niveles de logro. Mientras el debate se estaba
celebrando, la gran mayoría de los países han constituido comisiones de planifi-
cación con el fin de precisar sus compromisos futuros en cada una de las metas.
No fue sencillo definir los diferentes indicadores y niveles de logro. Mientras que
para algunas metas no era difícil establecer un indicador y un nivel de logro de-
terminado, para otras, por la característica de la propia meta y por la falta de
tradición en su seguimiento y evaluación, fue mucho más complicado.
No sólo la evaluación constituye trasfondo del conjunto del proyecto de las metas.
También en alguna de ella se ha incluido la evaluación como la herramienta princi-
pal del indicador correspondiente y el establecimiento del nivel de logro esperado.
Hay que reconocer que, si bien se ha incluido esta meta específica, lo ha sido
en el marco de una meta más general, y que sólo se ha hecho referencia a los
programas de evaluación de las escuelas. Sobre este tema se han realizado varios
comentarios críticos por considerar este planteamiento insuficiente, como se verá
en los apartados posteriores.
Objetivos
Estrategias
Líneas de acción
— Identificar las metas específicas y los indicadores que ofrecen mayor dificultad.
También existe amplio consenso sobre la necesidad de que exista una contex-
tualización de la evaluación, es decir, evaluar de acuerdo a las realidades. No es
lo mismo, afirman, evaluar en un entorno social que en otro.
La evaluación debe poder afinar las medidas donde se producen las circunstancias
más adversas y particulares del aprendizaje.
Sin embargo, también se encuentran voces discordantes que plantean que una
evaluación estandarizada requiere medir lo mismo bajo las mismas condiciones.
En esta misma dirección, tal y como Elena Martín pone de manifiesto en su tex-
to, la evaluación es importante en la medida en que debe permitir guiar y de-
sarrollar procesos de mejora.
Para que la evaluación pueda llevarse a cabo hace falta conocer cómo se evalúa y
cuál es el proceso.
Las herramientas para evaluar están siempre dedicadas a los aspectos de conte-
nido, conocimientos [...] y resultan incompletas. Si enseñar no es sólo dar conteni-
do, sino transmitir valores, ¿por qué no se evalúan también? Hay que rediseñar los
instrumentos que ya existen y pensar otros, quizás, más cualitativos.
Para todo ello, se indica en uno de los seminarios realizados, es necesario in-
vertir en evaluación desde los sistemas educativos. Se deben implementar pla-
nes de mejora que vayan acompañados de recursos económicos y humanos.
Insuficiencias formuladas
Evaluar es un proceso que deber tener en cuenta muchos factores, como la cultura,
el contexto, quiénes son los evaluados, con qué objetivo... No se pueden hacer eva-
luaciones sin tener clara una metodología a seguir; más aun, el modelo que debe
guiar el proceso.
El objetivo de toda evaluación debe ser buscar mejoras, no para castigar sino para
poder tomar medidas sobre cómo mejorar. Eso incluye también valorar qué con-
diciones, qué recursos existen y cómo afectan también a los resultados de la eva-
luación.
Parece comprobarse, por tanto, que pese a la importancia que de forma gene-
ralizada se otorga a la evaluación, existe una visión también general respecto a
sus limitaciones. No obstante, estas dificultades pueden llevar asociadas alter-
nativas de actuación, tal y como se manifiesta en el aporte de Leonor Cariola:
Habiendo afirmado con toda claridad el importante rol que le asignamos a la eva-
luación externa, debemos reconocer que las evaluaciones pueden tener limitacio-
nes muy serias, pero creemos que estas son evitables y que debemos buscar el
equilibrio a través de políticas paliativas que contrarresten los efectos negativos
que puedan tener las políticas evaluativas.
En primer lugar, se debe entender la evaluación como un sistema que no sólo pro-
duce datos válidos y confiables sobre el logro de resultados de los alumnos, sino
que también los comunica eficientemente, tanto para provecho de políticas edu-
cativas como para iluminar la práctica docente.
De esta manera, el sistema mismo debe prevenir los efectos no deseados y res-
ponder sistémicamente a las necesidades educativas que releva el sistema de eva-
luación.
Retos planteados
Las sugerencias han sido numerosas. Las que más se repiten destacan la im-
portancia de establecer relaciones claras en evaluación y educación. A veces la
evaluación es la que marca el significado de la educación, cuando debería de ser
a la inversa. Para evaluar la educación hay que tener claro qué es la educación,
cuáles son sus objetivos y qué valores promueve. Felipe Martínez Rizo insiste
en que no toda evaluación es pertinente:
Para que las metas no se queden en buenos deseos es necesario, entre otras co-
sas, contar con un sistema de monitoreo confiable; una buena evaluación, en efec-
to, puede ser un elemento valioso para sustentar esfuerzos de mejora. Conviene
destacar, sin embargo, que no cualquier evaluación es adecuada para tan loable
propósito. Hoy es frecuente, de hecho, constatar que la evaluación adopta formas
que pueden tener consecuencias negativas graves para la calidad. En particular, la
evaluación no debe reducirse a la aplicación de pruebas de rendimiento en gran
escala; se necesitan otros acercamientos para evaluar todas las dimensiones de la
calidad de un sistema educativo, que hay que comenzar por tener claras.
El reto por tanto es establecer unos criterios comunes de evaluación, para lo cual
hay que ser capaces de responder a las preguntas sobre el qué, el cómo y el
para qué evaluar.
Dado que la evaluación se refiere a la calidad, lo primero que habría que decir
es que debe tener calidad, es decir, que sería una contradicción acceder a una
evaluación si no es de calidad y luego con esta evaluación discutir la calidad del
En la misma orientación se sitúan aquellos que apuestan por una nueva cons-
trucción del concepto de evaluación. Y aportan una respuesta: la evaluación ha
de ser contemplada como visión de futuro para el progreso del país o de la re-
gión en su conjunto. El reto es pensar en mejores sistemas de evaluación y, so-
bre todo en cómo enfocar planes de mejora a partir de los resultados de las eva-
luaciones.
Alguna opinión apunta a que también sería necesaria la evaluación de las es-
tructuras administrativas que gestionan la educación y que, en esta tarea, se
debería tener en cuenta la opinión de los profesores. Se vuelve de nuevo a la
importancia de la formación de los profesores en el campo de la evaluación para
que puedan realizar de forma satisfactoria esta tarea.
Si los contextos y escenarios educativos son muy diferentes entre sí, no cabe es-
perar que pueda servirnos una evaluación igual, homogénea para todos, que no
reconozca las peculiaridades de cada sitio.
Una institución que logra instaurar una cultura de la evaluación, es una institu-
ción que apunta al mejoramiento continuo. Para que dicha cultura se instale ha-
cen falta dos requisitos fundamentales: que exista voluntad política, y que exis-
ta compromiso y trabajo en equipo entre todos los miembros de la comunidad
educativa.
Hace falta, como apunta Enrique Roca, mejorar los instrumentos de evaluación
y abrirse a nuevos ámbitos educativos:
Nuevas propuestas
Es fundamental desarrollar cómo se van a evaluar las metas. [...] Existen iniciati-
vas en la región, pero si no se evalúan, no vamos a saber si estamos progresan-
do o no.
El gran logro que supondría un buen avance en la región sería establecer líneas de
trabajo comunes, coordinar las acciones entre todos los involucrados en la tarea
educativa, en la tarea de evaluación.
El proyecto Metas Educativas 2021 dedica una de sus once metas al Espacio Ibe-
roamericano del Conocimiento, en el que se abordan la educación superior, la
investigación científica y la innovación tecnológica como elementos clave para
el desarrollo de los países iberoamericanos. El debate realizado, uno de cuyos
momentos centrales ha sido la apertura del foro, quiere fomentar la participa-
ción de la comunidad académica y científica iberoamericana junto con la visión
de los educadores, ya que las posibilidades de consolidación del Espacio Ibero-
americano del Conocimiento precisa que los jóvenes incrementen su interés por
seguir estudios en ciencia y tecnología. Programas que promuevan la movilidad
académica, como el Pablo Neruda, empiezan a ser una realidad en la región y
ayudarán al logro de estos objetivos.
Una formación sólida de nuestros estudiantes debe estar sustentada en tres prin-
cipios fundamentales: a. La comprensión de los problemas conceptuales, desde el
análisis de las estructuras teóricas y la función crítica de la epistemología. b. La
formación científica a partir de tres ejes centrales: la historia de las ciencias; el
análisis de la enseñanza de las ciencias (como disciplina bancaria —memorística— o
disciplina cognoscitiva —basada en el rigor y la consistencia metodológica—) y la
formación profesional y la experiencia científica. c. Construcción de conocimien-
tos, lo cual implica el desarrollo del espíritu crítico, el análisis teórico a partir del
planteamiento de problemas y soluciones, y la comprensión de la interrelación en-
tre conocimiento y sociedad, así como entre educación y enseñanza de las cien-
cias (evitando inducir a los estudiantes a pensar las ciencias sin historia o como
una simple suma de resultados).
Para ello, contar con los recursos educativos, con materiales, laboratorios, aulas
informáticas y centros de recursos múltiples de aprendizaje en secundaria debe
de ser un elemento de fondo de una propuesta de educación científica y de for-
mación docente. Al respecto, el ejemplo de Uruguay apunta no solamente a la
dotación de recursos, sino también a la dotación de manuales y la organización
de talleres de capacitación que permitan el uso efectivo de los recursos.
Respecto al uso de las tecnologías tanto por docentes como por estudiantes, me
permito agregar algo más. Considero que la implementación de equipos y/o he-
rramientas didácticas debe ir acompañada de manuales de uso y guías para su apli-
cación.
Alcanzar las Metas Educativas 2021 es uno de los propósitos que se pueden lograr
si el gobierno asignara un mayor presupuesto a Educación para garantizar docu-
mentos curriculares, verdaderas capacitaciones, formar nuevos docentes que pro-
muevan estos cambios y abastecer de herramientas tecnológicas a los centros de
estudio.
Sin embargo, considero que se debe fomentar más lo concerniente al tema de las
redes educativas, ya que existe un alto porcentaje de docentes que no manejan
esta información, así como también existe analfabetismo tecnológico, el cual se
hace evidente cada día y sobre todo en la provincia.
Retos planteados
Nuevas propuestas
Hay que promover espacios de consenso entre todos los países para encontrar
hilos conductores que reconozcan el aspecto multicultural y multiétnico como
base de los diseños curriculares. También es necesaria una alianza entre el go-
bierno y la sociedad para replantear la educación que queremos.
Esta nueva situación no afecta por igual a todos los países y regiones ni a todos
los sectores de actividad, porque esta sociedad del conocimiento requiere la dis-
ponibilidad de infraestructuras y el acceso a las fuentes de información (es decir,
supone un coste), pero además exige en los actores de los procesos de innovación
económica y social nuevas competencias, como por ejemplo, la capacidad para uti-
lizar las nuevas tecnologías, para aprender cosas nuevas, para trabajar en equi-
po, para seleccionar lo importante, capacidad de aplicar los conocimientos en la
práctica, capacidad de análisis y síntesis, capacidad para adaptarse a las nuevas
situaciones, habilidades interpersonales, creatividad, comunicación oral y escrita,
capacidad crítica y autocrítica, habilidades básicas de manejo de ordenadores, ca-
pacidad de trabajar en equipos interdisciplinares, compromiso ético (valores), apre-
ciación de la diversidad y multiculturalidad.
Las ciencias sociales deben cumplir un importante papel en tal proceso porque, para
entender de manera histórica la naturaleza de los procesos de cohesión —y tam-
bién los de no cohesión— en los países de Iberoamérica, ellas disponen de las he-
rramientas analíticas necesarias. En este sentido, las ciencias sociales tienen la po-
sibilidad de contribuir con un rol protagónico al objetivo de mejorar la cohesión
social en Iberoamérica, arrojando luz sobre los senderos por los cuales los países
de la región pueden acceder a la denominada sociedad y economía del conocimien-
to, sacando provecho de las oportunidades y aliviando las tensiones que estos pro-
cesos necesariamente conllevan. Las ciencias sociales poseen las herramientas ne-
cesarias para ayudar a la sociedad a pensar estratégicamente, permitiendo así
establecer una ligazón efectiva entre las metas de cohesión a las que se aspira,
los medios necesarios y las acciones que deben ser desarrolladas para lograrlas.
1. Programas regulares
Educación inicial (0-3 años)
Educación preprimaria (3-6 años)
Educación primaria
Educación secundaria básica
Educación secundaria superior
3. Equipamiento y calidad
Preparación de nuevos profesores
Formación continua de profesores
Centros de recursos para el aprendizaje
5. Investigación y desarrollo
Año
2011 2015 2021
Millones Porcentaje Millones Porcentaje Millones Porcentaje
de dólares (%) de dólares (%) de dólares (%)
Costo adicional de las metas 6.004 100 24.593 100 79.215 100
I. Programas regulares 1.494 24,9 12.881 52,4 51.858 65,5
I.1. Educación inicial (c. 0 a 3 años) 386 6,4 3.514 14,3 18.676 23,6
I.2. Educación preprimaria (c. 3 a 6 años) 183 3,0 4.720 19,2 18.822 23,8
I.3. Educación primaria 242 4,0 1.206 4,9 1.529 1,9
I.4. Educación secundaria básica 63 1,1 324 1,3 1.404 1,8
I.5. Educación secundaria superior 619 10,3 3.117 12,7 11.428 14,4
II. Programas de alfabetización 644 10,7 1.566 6,4 9.523 12,0
y estudios posteriores
II.1. Alfabetización (y realfabetización) 634 10,6 1.156 4,7 312 0,4
II.2. Postalfabetización (educación básica) 10 0,2 410 1,7 9.211 11,6
III. Equipamiento y calidad 864 14,4 1.139 4,6 2.092 2,6
III.1. Preparación de nuevos profesores 364 6,1 344 1,4 762 1,0
III.2. Formación continua profesores 63 1,0 337 1,4 719 0,9
III.3. Centro de recursos para el aprendizaje 438 7,3 459 1,0 612 0,8
IV. Programas sobre grupos vulnerables 2.290 38,1 5.099 20,7 6.743 8,5
IV.1. Transferencias a estudiantes pobres 467 7,8 2.107 8,6 3.507 4,4
IV.2. Acceso a postsecundaria de los 542 9,0 914 3,7 1.029 1,3
grupos originarios
IV.3. Acceso a terciaria de los grupos originarios 1.282 21,3 2.078 8,5 2.206 2,8
V. Investigación y desarrollo 711 11,9 3.907 15,9 8.999 11,4
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Proyecciones sobre la base
de cifras oficiales y del Instituto de Estadística de la UNESCO (UIS).
a) Eficiencia y eficacia
Las iniciativas en este campo requieren tener claros los criterios respecto de dón-
de invertir, con qué objetivo y cómo se evalúan los resultados, y explicitar es-
tos criterios en los eventuales procesos de renegociación. Por otra parte, debie-
ra también plantearse un criterio distributivo, de carácter solidario, privilegiando
como receptores de programas de condonación o conversión de deuda aquellos
países que requieren mayores recursos, en relación con su PIB, para lograr las
metas propuestas.
La propuesta que se repite de forma continua entre las personas que intervinie-
ron en este debate es la necesidad de invertir en educación. Existe, pues, una con-
ciencia clara de la relación entre inversión educativa y mejora de la enseñanza.
Hay que lograr la concienciación en los gobiernos. Deben entender que invertir en
educación es invertir en desarrollo.
Mayor porcentaje del PIB para garantizar la educación. Que haya más recursos para
la educación e invertir mejor.
La gestión económica debe estar a cargo de personas idóneas para el cargo, de-
ben tener criterios para decidir en que invertir.
Hay otra idea que destaca entre los comentarios enviados: se ha invertido en el ac-
ceso a la educación, pero no en la calidad. Es cierto que tenemos ya unas altas ta-
sas de cobertura educativa, pero todavía queda mucho en el terreno de la calidad.
Hace falta un esfuerzo solidario. Es necesaria la cooperación entre todos los países.
Insuficiencias formuladas
En el aspecto amplio de inversión creo que no solamente debemos hablar del fac-
tor monetario. Debemos buscar los recursos que redunden en un impulso y de-
sarrollo de la educación.
Los recursos financieros deberían ser manejados honestamente, con sentido de res-
ponsabilidad social.
Hay dos propuestas que se repiten en muchos mensajes: la importancia del com-
promiso de cada país y la necesidad de que haya un documento claro en el que
se señale los costos de las metas.
Se destaca que son los países los que deben adaptar las metas a su realidad y
determinar las necesidades de inversión. Una propuesta que está en consonan-
cia con el trabajo que se está realizando en la actualidad: cada país está plani-
ficando sus metas, sus niveles de logro y su financiación. Al mismo tiempo, se
está trabajando en la configuración del Fondo Solidario para la Cooperación Edu-
cativa.
Los países deberán adaptar las metas a su propia realidad y ver la manera de apor-
tar la financiación necesaria.