Filosofía Ambiental 2.
Filosofía Ambiental 2.
Filosofía Ambiental 2.
La ciudad es para TODOS, en ella tenemos que caber TODOS. Y ese todos no admite
excepciones. El Maestro Hoyos enfatiza que este TODOS es pura diversidad, por lo que hablar
de comunidad no es lo más correcto. Multitud o todo múltiple sería a mi modo de ver, la
palabra más adecuada.
Los otros seres vivos deben gozar de la responsabilidad ética que tiene el humano, gracias
al mérito dado por la vida misma y por la tierra, de poseer razón y lenguaje. La ética no
emerge del humano metafísico; en la vida hay un ethós que el humano debe interpretar.
ÉTICA-ESTÉTICA AMBIENTAL COMPLEJA
No podemos escapar a este principio. La Responsabilidad coloca al
hombre como centro, no para que la naturaleza gire en torno a él y
bajo su dominio, sino para comprender que la totalidad de la vida, es
responsabilidad humana. Es un antropocentrismo ético, que coloca al
hombre de nuevo, como único responsable de lo que lo ocurra a la
naturaleza, y que emerge no de pensar al hombre por fuera de la
naturaleza, sino por el contrario, de aceptar que es naturaleza. Por ello
su responsabilidad.
La ética ambiental no puede ser metafísica: universalista, única, incambiable, verdadera en
sentido absoluto. Tampoco puede ser fisicalista, es decir construida a partir de hechos y por lo
tanto relativista. La ética ambiental tiene como principios la alteridad y el cambio. La vida
como valor ecocultural, como manifestación y al mismo tiempo como origen de toda estética,
es decir de toda creación, tiene valor desde el punto de vista existencial.
Ética ambiental como una nueva racionalidad
La racionalidad ambiental, el saber ambiental, implica un
Cuestionamiento del conocimiento, del conocimiento, porque la crisis
ambiental es una crisis del conocimiento. Implica también un
replanteamiento de los conceptos de naturaleza de la naturaleza, y de
los conceptos de vida de la vida. También exige un cuestionamiento del
concepto de ética de la ética.
De la ética Antropocentrista a la ética ambiental
El sujeto racional había construido metarrelatos con pretensiones de
universalidad. La invitación ética ambiental es a escuchar, comprender
y respetar los microrrelatos, los relatos emergentes de un contexto, de
una región, de un grupo social minoritario, de una especie en extinción,
de un paisaje, de voces menores. La universalidad de la ética ambiental
no está en el contenido de los relatos, sino en la actitud responsable de
escuchar. Esto debe universalizarse: una práctica del escuchar
respetuosamente. La reconciliación de lo escindido, tiene que ver con
esta ética, que es una ética de sentidos (estética) y no de
reglamentaciones.
La regla universal es la especificidad, la diversidad, la diferencia, la potencia del mundo de la
vida ecosocial de construir sus propios valores, sin imposición de otros, sino en dialogo con
otros.
Los otros seres vivos deben gozar de la responsabilidad ética que tiene el humano, gracias al
mérito dado por la vida misma y por la tierra, de poseer razón y lenguaje. La ética no
emerge
del humano metafísico; en la vida hay un ethós que el humano debe interpretar.