Seguridad Psicológica
Seguridad Psicológica
Seguridad Psicológica
Con base en estos hallazgos, Google destaca 10 formas de mostrar seguridad psicológica a través de la comunicación
verbal:
1. Responder verbalmente para mostrar compromiso ("eso tiene sentido. Dinos más").
2. Recapitular lo que se ha dicho para confirmar el entendimiento; luego reconocer las áreas de acuerdo y desacuerdo, y
estar abierto a las preguntas dentro del grupo.
3. Validar los comentarios verbalmente ("entiendo" o " veo lo que está diciendo").
4. Evitar culpar ("¿Por qué hiciste esto?") y concentrarse en las soluciones ("¿Cómo podemos trabajar para asegurarnos de
que la próxima vez sea más fácil?" o "¿Qué podemos hacer juntos para hacer un mejor plan de trabajo?").
7. Compartir información sobre su estilo de trabajo personal y preferencias, y motivar a los compañeros a hacer lo mismo.
10. Establecer una buena relación con los miembros de su equipo; por ejemplo, hablar con sus compañeros sobre sus
vidas fuera del empleo.
Desde esta perspectiva, ¿En qué puede ayudar la psicología a la prevención de los riesgos laborales?. Se
me ocurren cuatro formas:
• Describir la conducta del trabajador supone determinar dos tipos de comportamiento: conducta de
riesgo vs conducta segura. Esta distinción es fundamental, y sólo a través de tiempo, dedicación y
conocimiento es posible llevarla a cabo.
• Comprender el por qué de estas conductas significa determinar qué motivos tienen los trabajadores
para emitirlas. La emisión de cualquier conducta viene derivada de unos antecedentes. La mejor forma
de comprender las conductas es preguntándoselo a sus protagonistas.
• Predecir una conducta es ir un paso adelante. En prevención de riesgos laborales significa dos pasos
más. Si describimos las conductas y comprendemos la razón podremos predecir en similares
circunstancias cómo se comportará el trabajador. Evidentemente con ello estamos anticipándonos a los
acontecimientos. ¿No merece la pena?
• Controlar. Una vez llegados a este punto hemos hecho prácticamente todo el trabajo ya que lo que
queda es reforzarlo. Es decir, ya sabemos qué hacer para que el trabajador tenga la voluntad y
disposición de emitir conductas seguras. La cuestión de la que se trata ahora es de “dar píe” a la
aparición de conductas acordes a la prevención de los riesgos laborales.
Con todo ello, hay un punto que une aún más ambas disciplinas y es que en los dos casos se busca como
objetivo último la mejora en la calidad de vida de los trabajadores, la productividad y la eficacia laboral.