Este documento discute varios tipos de temores comunes y cómo superarlos a través de la fe en Dios. Aborda el temor al rechazo, la crítica, el fracaso, los demás, la muerte, el futuro y la enfermedad. En cada caso, cita pasajes bíblicos que enseñan que los cristianos no deben temer porque Dios los protegerá y estará con ellos. El documento concluye que para vencer el temor debemos recordar que Dios nos sostiene y nos dice que no temamos.
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Este documento discute varios tipos de temores comunes y cómo superarlos a través de la fe en Dios. Aborda el temor al rechazo, la crítica, el fracaso, los demás, la muerte, el futuro y la enfermedad. En cada caso, cita pasajes bíblicos que enseñan que los cristianos no deben temer porque Dios los protegerá y estará con ellos. El documento concluye que para vencer el temor debemos recordar que Dios nos sostiene y nos dice que no temamos.
Este documento discute varios tipos de temores comunes y cómo superarlos a través de la fe en Dios. Aborda el temor al rechazo, la crítica, el fracaso, los demás, la muerte, el futuro y la enfermedad. En cada caso, cita pasajes bíblicos que enseñan que los cristianos no deben temer porque Dios los protegerá y estará con ellos. El documento concluye que para vencer el temor debemos recordar que Dios nos sostiene y nos dice que no temamos.
Este documento discute varios tipos de temores comunes y cómo superarlos a través de la fe en Dios. Aborda el temor al rechazo, la crítica, el fracaso, los demás, la muerte, el futuro y la enfermedad. En cada caso, cita pasajes bíblicos que enseñan que los cristianos no deben temer porque Dios los protegerá y estará con ellos. El documento concluye que para vencer el temor debemos recordar que Dios nos sostiene y nos dice que no temamos.
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Comprender por medio de la Palabra de
Dios que podemos superar todos los
temores que podamos experimentar en este mundo. El gozo que sentimos al saber que Dios cumplirá las promesas que nos ha hecho, produce en nosotros una felicidad indescriptible. Temor al rechazo PAGE
El rechazo se puede experimentar
desde la niñez, puede ser por una condición física o por cualquier otra situación. A medida que la persona se desarrolla puede sentir rechazos por la forma diferente en que se comporta, piensa, o por alguna cualidad física que sobresale en comparación con el resto de las personas. PAGE
Jesús nuestro Salvador, también fue
rechazado por aquellos a quienes vino a salvar: «Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en sufrimiento; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado y no lo estimamos» (Isa. 53: 3).
A pesar de que fue rechazado no dejó de
cumplir la misión que Dios le había asignado, no permitió que este sentimiento le afectara de tal manera que lo desviara del deseo de agradar a su Padre y salvar a la humanidad. Temor a la crítica PAGE
Muchas personas temen a los
comentarios que puedan hacer de ellos. El miedo a ser criticado les quita su libertad, y los convierte en hombres y mujeres que no son útiles para servir a Dios. El temor a ser criticado también es una muestra de inseguridad y falta de madurez, porque es sabido que «cada cabeza es un mundo»; por lo tanto, no siempre los demás estarán de acuerdo con nuestra forma de obrar o pensar. No permitas que el temor a ser criticado te quite tu espontaneidad y tu forma particular de hacer las cosas. «Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: -No temas, sino habla y no calles, porque yo estoy contigo y nadie pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad-» (Hech. 18: 9, 10). ¿Eres de los que han dejado de leer su Biblia? ¿De vestir como a Dios le agrada? ¿Has dejado de compartir las palabras de esperanza con los compañeros de trabajo o de escuela, solo por el temor de lo que otros puedan decir de ti? Si ese es tu caso, en el nombre de Jesús te invitamos a que rompas esas cadenas y creas como Pablo que ninguno pondrá su mano sobre ti para hacerte mal. Así que predica y con tu vida demuestra que Dios está al control. Temor al fracaso Este es el temor que más obstaculiza el progreso en la vida de las personas. Muchos, por evitar el fracaso, prefieren vivir una vida monótona, y no salen de su zona de confort; no intentan crear nuevos proyectos porque dicen no resistir lo que los demás podrían pensar de ellos si fracasaran. PAGE
Mateo 25:14-30 narra la pará bola de
los talentos. Dice la Biblia que un hombre, antes de irse lejos, les entregó a sus siervos los bienes que tenía. Dos de sus siervos invirtieron y ganaron el doble de lo que se les había entregado, pero hubo uno que el temor al fracaso le impidió que imitara a sus compañ eros y, al regresar el amo, lo llamó inú til y fue echado fuera. Esta parábola debe hacernos reflexionar y estimularnos a poner los ojos en Jesús. Hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para el avance de la obra de Dios y de nuestro crecimiento personal. Temor al hombre «Yo, yo soy vuestro consolador ¿Quién eres tú para que tengas temor de los mortales y de los hijos de los hombres que son como el heno? ¿ya te has olvidado de Jehová, tu Hacedor, que extendió los cielos y fundó la tierra? Todo el día, sin cesar, has temido el furor del que aflige, cuando se dispone a destruir. ¿Pero dónde está el furor del que aflige? El preso agobiado será libertado pronto; no morirá en la mazmorra ni le faltará su pan. Yo Jehová, que agito el mar y hago rugir sus olas, soy tu Dios, y mi nombre es Jehová de los ejércitos. En tu boca he puesto mis palabras y con la sombra de mi mano te cubrí, extendiendo los cielos, echando los cimientos de la tierra y diciendo a Sión: "Pueblo mío eres tú” (Isa. 51: 12-16). ¡Qué maravillosas palabras nos presentan estos textos! ¿Temes a alguien en este momento? Pues aférrate a las palabras dichas por el Señor: «con la sombra de sus manos te cubrirá» (Salmo 91: 4). Temor a la muerte El temor a la muerte es un sentimiento universal. La mayoría de las personas manifiestan miedo ante cualquier situació n que podría llevarlos a la muerte. Dios no nos creó para morir, pero una vez que el pecado entró en el mundo, la muerte vino con él. Pero, ¿debemos los cristianos sentir miedo por la muerte? La Biblia nos dice: «Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento» (Sal. 23: 4). «Porque para mí el vivir es Cristo y el morir, ganancia» (Fil. 1: 21). Para el cristiano, la muerte es como un sueño; por eso no debemos temer a la muerte. Jesús venció la muerte en la cruz y con su resurrección nos dio un ejemplo de lo que sucederá a todos aquellos que creemos en su poder salvador. Temor al futuro «Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio» (2 Tim. 1: 7). Los cristianos no tenemos que temer al futuro porque Jesús prometió que estaría con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. Debemos vivir cada día por fe. La mayoría de tus temores desaparecen cuando crece la confianza en la fidelidad y poder de Dios. Hemos de ser conscientes de que vendrán situaciones que golpearán nuestras vidas tanto de forma positiva como negativa; en cada una de ellas Jesús estará con nosotros si se lo permitimos. «Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: "¡Abba, Padre!"» (Rom. 8: 15). ¿Cómo puedes vencer el temor? Usando lo que Dios te dio, un espíritu de hijo de Dios; y como sus hijos podemos contar con su protección y dirección divina. Temor a la enfermedad PAGE
En ocasiones, una enfermedad puede
hacer que algunas personas le entreguen su vida a Cristo. Este fue el caso de Naamán, el asirio. Reconoció a Jehová como el único Dios y Sanador luego de ser sanado por el mandato de Elíseo. Puede que en algunos casos las personas se acerquen más al Señor y se humillen ante su presencia, como fue el caso del rey Ezequías. Pero hay otros casos en que la enfermedad es uno de los motivos por el cual la persona se aleja de Dios. Por ejemplo, dice la Biblia, que el rey Asa no buscó al Señor en su enfermedad. Hay momentos de lucha espiritual en los que se establece una verdadera batalla, en la que tu voluntad, la nobleza de tu corazón, la perseverancia en la fe y en la palabra de Dios, son indispensables para liberarte de las cadenas del temor. Para cada temor hay un mensaje bíblico que te llena de aliento. Los que somos del Señor -aunque en ocasiones manifestemos temor-debemos recordar las palabras que se encuentran en el libro de Isaías 41: 13: «Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha y te dice: "No temas, yo te ayudo"».