Unidad - 4 PPP
Unidad - 4 PPP
Unidad - 4 PPP
Nombre del docente: Ps. Evelin Esperanza Torres Ronquillo, Mg. Ph.D
OBJETIVO DE LA UNIDAD
Este enfoque permite entender que los niños, niñas y adolescentes son sujetos plenos de derechos, como actores y ciudadanos a quienes la
constitución garantiza la protección de su salud (física y psicológica), una vida libre de violencia en el marco del desarrollo integral.
Mantener el principio de universalidad de los derechos supone reconocer a las personas como sujetos valiosos y únicos, independientemente de su
género, orientación sexual, etnia, edad, clase social o estado de salud. En este sentido, el enfoque de derechos invita a reconocer la obligación del
Estado a través del Ministerio de Educación, en garantizar el acceso a los servicios educativos (Art. 4 LOEI) y establecer las condiciones necesarias
para el ejercicio, disfrute, protección y restitución de los derechos en caso de haberse visto vulnerados (Art. 6, lit. s LOEI).
En cuanto al trabajo que ejecutan los DECE, el enfoque de derechos implica que el personal que integra esta dependencia, tengan conocimientos y
estén cualificados para proteger y garantizar los derechos de niños, niñas y adolescentes, acompañándolos en los casos en los que estos sean
vulnerados, en cumplimiento con el artículo 7 de la LOEI en el que se reconoce el derecho de los y las estudiantes a “recibir gratuitamente servicios
de carácter social, psicológico y de atención integral de salud en sus circuitos educativos”.
A su vez, este organismo debe favorecer el empoderamiento y la participación de los niños, niñas y adolescentes en las diferentes esferas de la
realidad social (ámbito familiar, educativo, comunitario, etc.), así como también potenciar el proceso de reconocimiento de los deberes con el fin de
fortalecer la corresponsabilidad en el proceso de desarrollo integral. Ambos objetivos (promover en los estudiantes capacidades como sujetos de
derechos y sujetos de deberes) son los principios básicos de un enfoque de derechos tal como lo recomienda Naciones Unidas (2003).
B) ENFOQUE DE GÉNERO
El género como enfoque de análisis de las diferencias construidas por la sociedad entre hombres y mujeres, se refiere a la forma de
relacionarse y dividir las funciones. Estas diferencias se pueden modificar y cambiar según el tiempo, contexto, región, cultura, religión,
etcétera, expresándose en lo masculino y lo femenino.
Cuando hablamos de género se aborda aquellas características sociales, políticas psicológicas, jurídicas y económicas que hacen diferentes a
las mujeres y hombres. Siendo importante indicar que la asignación de características, roles, comportamientos, emociones y actitudes
diferenciadas, ha naturalizado diferencias sociales que han constituido estereotipos de género, estableciendo una jerarquía entre los mismos,
lo que ha limitado la igualdad en el acceso a oportunidades y las relaciones equitativas entre hombre y mujeres.
El enfoque de género permite reflexionar la influencia de los estereotipos sociales sobre los procesos de desarrollo y formación del individuo,
considerando que el contexto educativo es un escenario en donde niños, niñas y adolescentes aprenden y configuran una serie de roles
sociales que les permite apropiarse de expectativas de lo que es ser “hombre” o “mujer”, condiciones que ineludiblemente contribuyen en
una progresiva configuración de su identidad de género.
Por tanto, desde este análisis, es necesario apuntar a promover mecanismos que disminuyan las desigualdades asociadas al estereotipo de
género, mediante metodologías de trabajo que potencien el desarrollo de cada uno de los sujetos según sus capacidades personales, sin que
su sexo u orientación sexual constituya una variable determinante en el desarrollo6. Por otro lado, se busca que los profesionales tomen en
consideración las diferencias de género existentes al momento de abordar situaciones de riesgo como son los distintos tipos de violencia y
maltrato (físico, sexual, verbal, emocional), la tenencia y consumo de drogas, embarazos en adolescentes, inadecuada utilización de las
tecnologías de la comunicación e información, entre otras problemáticas sociales.
c) ENFOQUE DE BIENESTAR
El bienestar es definido como un estado de equilibrio en todas las esferas que estructuran al ser humano. Cuando el ser humano
carece de cualquier enfermedad física, es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones de la vida, y es
capaz de hacer una contribución a sus comunes.
El bienestar toma en consideración la identificación de los múltiples factores que configuran al ser humano, las particularidades
de la estructura psíquica, las circunstancias familiares y sociales, la calidad de relaciones humanas con las que se opera en el
entorno socio-cultural, la salud física, mental, emocional, entre otras; son variables que nutren o desequilibran al sujeto.
En este sentido, el bienestar debe ser asumido como la ausencia de trastornos o problemáticas asociadas al desequilibrio
psíquico, sin que esto implique enmarcarnos en una visión meramente clínica o médica ya que la concepción antes citada abarca
dimensiones que sobrepasan el aspecto orgánico o físico; dicha propuesta de abordaje propone un enfoque de salud global en
el que se potencia una relación optima y de equilibrio del individuo con el contexto, la aceptación y afrontamiento adaptativo a
las situaciones cotidianas de la vida, independientemente de la condición de salud fisiológica.
El incluir el enfoque de bienestar en el presente modelo, permite reconocer la necesidad de diseñar estrategias enmarcadas en
la comprensión de los diferentes procesos psicológicos (afectivos, emocionales y subjetivos) que acompañan el desarrollo de
niños, niñas y adolescentes, la inclinación y escucha activa de la situación personal del estudiante, su contención psicológica-
emocional en casos de vulneración de derechos (evitando
D) ENFOQUE INTERCULTURAL
La interculturalidad implica el reconocimiento y la interrelación activa con las diferentes culturas que configuran nuestro país, mismas que se
encuentran caracterizadas por diversas cosmovisiones, formas, concepciones y prácticas de percibir e interactuar con el mundo, condiciones
que son necesarias visibilizar para optimizar el acto de valorar, respetar, aprender y comprender al otro en su diversidad.
El enfoque intercultural busca armonizar las visiones sobre la interculturalidad como un principio de convivencia armónica, visibilizando
aquellos mecanismos jurídicos y sociales que son necesarios conocer para el ejercicio de derechos (Banks, 1997; Abdallah-Pretceille, 1999).
El reconocer la diversidad cultural previo a ejecutar un proceso de abordaje de cualquier situación psicoemocional personal o grupal, exige un
alto compromiso de empatía y asertividad por parte de los profesionales que conforman el DECE, siendo fundamental contextualizar las
variables externas que influyen en las realidades y contextos que no siempre son adaptables a una visión occidental, buscando una mejor
comprensión del entorno y enmarcando la solución de las dificultades presentadas al contexto territorial en el cual se trabaja, precisamente
para efectivizar el proceso de consejería y acompañamiento estudiantil.
La práctica de la interculturalidad dentro de los procesos de acompañamiento y consejería, implica fortalecer relaciones de confianza,
reconocimiento mutuo y comprensión del “otro” desde su cultura, saberes y experiencias que favorecen la convivencia.
En esta línea, el enfoque intercultural busca inspirarse en prácticas de reconocimiento mutuo y diálogo horizontal que permita la formación
integral del educando, reconociendo sus aptitudes, valores, actitudes y la construcción de su identidad personal y cultural, promoviendo la
construcción de sociedades más justas y democráticas que respeten, promuevan y visibilicen la riqueza de la diversidad facilitando espacios de
aplicación en el ámbito educativo, en los procesos de enseñanza-aprendizaje, en la formación y capacitación del equipo docente, en el
desarrollo de materiales pedagógicos, superando prejuicios del racismo, de las des
ENFOQUE INTERGENERACIONAL
Implica el reconocimiento de las diferencias y particularidades que poseen las personas y que se van acentuando en el
transcurso del desarrollo de los procesos vitales.
Lo intergeneracional pone en evidencia que las personas poseen necesidades específicas en relación con la etapa de vida
por la que atraviesan (Agenda nacional para la igualdad intergeneracional 2021-2030 Quito- Ecuador), razón por la cual es
necesario diferenciar las metodologías, actividades, prácticas y formas de abordaje para las niñas, niños y adolescentes
en función de sus etapas de desarrollo evolutivo y trayectoria educativa, entendiendo que cada cambio que
experimentan los seres humanos, forma parte de un proceso transicional de una etapa a otra siguiente.
Por otro lado, el enfoque intergeneracional busca derribar las barreras jerárquicas que se levantan por la edad,
potenciando una dinámica de trabajo que favorezca el diálogo horizontal entre las personas, mediante un cambio de
actitud en las formas de entender y respetar a niños, niñas y adolescentes previo reconocimiento como sujetos de
conocimiento con un saber y un sentir válido y reconocible como tal.
La mirada intergeneracional fomenta y resalta el derecho de las personas de toda edad a expresarse, así como la validez
de sus opiniones y deseos sin importar las franjas etarias, deponiendo de esta forma, actitudes y prácticas adultocéntricas
que violenten visiones y formas diversas de entender la realidad.
ENFOQUE INCLUSIVO
La inclusión tiene que ver con la construcción de una sociedad más democrática, tolerante y respetuosa de las diferencias. Constituye
una preocupación universal y común a los procesos de reforma educativa, pues se visualiza como una estrategia central para abordar
las causas y consecuencias de la exclusión, dentro del enfoque y las metas de la Educación para Todos (Conferencia Mundial sobre la
Educación para Todos, 1990)y de la concepción de la educación como un derecho.
El enfoque de inclusión promulga el reconocer aquellas acciones que se despliegan por parte de la comunidad educativa para responder
a las necesidades educativas de los estudiantes, eliminado las barreras físicas e ideológicas y promoviendo el desarrollo de políticas,
prácticas y culturas inclusivas. La inclusión educativa es inherente al derecho de la educación para todos y demanda un cambio
importante tanto en la forma de concebir y desarrollar la educación en sus aspectos curriculares, como en la actitud de los docentes,
autoridades educativas y personal administrativo, frente a los estudiantes.
También implica el adoptar estrategias para trabajar con personas con necesidades educativas especiales asociadas o no a la
discapacidad, de forma equitativa, el atender con calidad, pertinencia y equidad a las necesidades comunes y específicas de todos los
estudiantes y fortalecer la convicción de que es responsabilidad del sistema educativo educar a todos los estudiantes en un entorno que
ofrezca experiencias de aprendizaje significativas con estrategias de enseñanza flexibles e innovadoras que reconozcan estilos y ritmos
de aprendizaje.
Cabe recalcar que la verdadera inclusión no es solo aquella que reconoce y se trabaja en beneficio de niños con problemas de
aprendizaje asociados a la discapacidad, sino también implica el reconocimiento y el respecto a todo tipo de diversidad, sea esta de
orientación sexual, género, condición económica, configuración familiar, etc.
ENFOQUE PEDAGÓGICO
El enfoque pedagógico se fundamenta en el concepto de educación para la vida, basada en un proceso de
acompañamiento que posibilite la formación y el desarrollo humano desde una visión integral, permitiendo que los
educandos vivan experiencias esenciales y afines a sus intereses, aptitudes y actitudes mediante el fortalecimiento de
la toma de decisiones personales informadas y procesos de enseñanza aprendizaje adecuadamente mediados
pedagógicamente.
El enfoque pedagógico permite resaltar la importancia de articular las experiencias previas, los conceptos elaborados,
los recursos didácticos y tecnológicos, los ambientes propicios para el proceso de enseñanza aprendizaje, el
reconocimiento de las diferencias, la solidaridad, el trabajo en equipo y la participación activa de la comunidad
educativa en la construcción de aprendizajes significativos que potencien el desarrollo del individuo.
BIBLIOGRAFIA: Modelo e atención de los Departamentos de consejería estudiantil DECEs. Obtenido de:
https://educacion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2017/05/Modelo-Funcionamiento-DECEs.pdf
TEMA:4.2.- Qué es el Departamento de Consejería Estudiantil (DECE)