Los Colores Nos Recuerdan A Dios

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LOS COLORES NOS

RECUERDAN A DIOS
Arco iris en el cielo
Génesis 9.13-16.
“Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por
señal del pacto entre mí y la tierra.
14 Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la
tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes.
15 Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y
vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no
habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne.
16 Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me
acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser
viviente, con toda carne que hay sobre la tierra”.
Como el mundo antiguo fue destruido para ser un monumento
de justicia, así este mundo permanece hasta ahora como un
monumento de misericordia. Pero el pecado, que ahogó al
mundo antiguo, quemará a este.

Entre los hombres se sellan acuerdos, para que lo prometido


pueda ser más solemne y para hacer que lo pactado sea más
seguro para mutua satisfacción. Este pacto fue sellado con el
arco iris. El establecimiento del arco iris como una señal de la
promesa de que no habría nunca más otro diluvio, presupone
que el arco iris apareció entonces por primera vez en las
nubes.

Esta es una indicación más de que no había llovido antes del


diluvio. El arco iris es producido por la refracción y la reflexión
de la luz del sol a través de las gotas de agua en suspensión. Lo
Los colores que suelen
verse en un arcoíris
son los 3 principales -
rojo, verde y azul - y la
derivación de ellos son
secundarios – amarillo,
naranja y violeta.

A menudo se suele contar un séptimo color


que viene siendo parecido al añil, es decir
una mezcla entre azul y violeta.
Cielo azul
Éxodo 24.10.
“y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como
un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está
sereno”

Las tablas que contenían la Ley de Dios, eran hechas de


zafiro, material del mismo cimiento y embaldosado del
Trono de Dios.
Del Trono, al color del cielo, a las tabla de
piedra, de las tablas, al vestido:
Números 15:38-41
“Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de
Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus
vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada franja de
los bordes un cordón de azul. Y os servirá de franja, para
que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos
de Jehová, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de
vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os
prostituyáis.
Para que os acordéis, y hagáis todos mis mandamientos, y
seáis santos a vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios, que os
saqué de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Yo
Jehová vuestro Dios.”
Los hijos de Dios debían vestir diferente a
como vestía el mundo.

El “cordón azul”, hacía que cuando lo “vieran se acordaran de


todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra”
Nuestra forma de vestir, dice, a quien pertenecemos.
Los judíos se distinguían de sus vecinos por su ropa y por su dieta y,
de ese modo, enseñaban a no conformarse a las costumbres de los
paganos en estas cosas. Se proclamaban judíos dondequiera que
fueran, y no se avergonzaban de Dios y de su ley.
Las franjas no fueron ordenadas como adorno de su ropa sino a
modo de recordatorio para despertar su mente, (ver 2 Pedro 3:1. Si
eran tentados a pecar, la franja les advertiría que no debían
quebrantar los mandamientos de Dios.
Debemos usar todos los medios para refrescar en nuestras
memorias las verdades y preceptos de la Palabra de Dios, para
fortalecer y avivar nuestra obediencia y armar nuestras mentes
contra la tentación.
Sed santos para vuestro Dios; limpios de pecado y sinceramente
dedicados a su servicio; y aquella gran razón de todos los
mandamientos se repite una y otra vez:
“Yo Jehová vuestro Dios”.
(Ver Deut. 6:1-9; Lev.11:44,45; 1 Ped.1:14-16).
Azul, púrpura y escarlata
Los diferentes colores del Santuario
nos recuerdan a Dios

Éxodo 25:3-5; 26:1,31,36; 38:18.


“Esta es la ofrenda que tomaréis de ellos: oro,
plata, cobre, 4 azul, púrpura, carmesí, lino fino,
pelo de cabras, 5 pieles de carneros teñidas de
rojo, pieles de tejones, madera de acacia”
Todos estos materiales fueron utilizados en la
construcción del Santuario; morada de Dios.
Ver Éx.25:8,9.
• Oro = Amarillo. No se oxida, Es duradero
• Plata = Blanco brillante.
• Cobre = Rojizo con tonalidades brillantes.
• Azul = Color del cielo, despejado.
• Púrpura = Morado.
• Carmesí = Escarlata.
• Lino fino = Amarillo grisáceo pálido
• Pelos de cabras = Gris.
• Piel de tejón = Blanco y negro.
• Madera de acacia = Es una especie muy duradera de fácil
mantenimiento. Resiste bien los cambios de temperatura, la
humedad, el fuego y los ataques de hongos, crustáceos,
moluscos y termitas. Es una especie invasora. Se regenera y
expansiona con mucha facilidad.
• Representa al hombre en proceso de santificación, Ver Mar.8:24.
Éx. 26:1,31,36
Harás el tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, azul,
púrpura y carmesí; y lo harás con querubines de obra
primorosa.
31 También harás un velo de azul, púrpura, carmesí y lino
torcido; será hecho de obra primorosa, con querubines
36 Harás para la puerta del tabernáculo una cortina de
azul, púrpura, carmesí y lino torcido, obra de recamador.

ÉX.38:18
La cortina de la entrada del atrio era de obra de
recamador, de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; era de
veinte codos de longitud, y su anchura, o sea su altura, era
de cinco codos, lo mismo que las cortinas del atrio
• Como vimos anteriormente, en cuanto a los materiales utilizados
en la construcción del Saltuario, aquí los colores de las cortinas
representan lo mismo:

– Azul. =Color del cielo despejado.


– Purpura. =Morado.
– Carmecí. =Escarlata.
– Lino torcido. =Amarillo grisáceo pálido.

Las cortinas tenían figuras de querubines elaborados en oro, y todo


era de obra primorosa. Como símbolo de la presencia de los
millones de ángeles en el cielo, que están siempre dispuestos a
obedecer la orden de Dios.
Y solamente era observado interiormente, como símbolo de que en
el cielo, solamente será visto por aquellos que aceptan a Cristo
como su Salvador.
Cuerda azul
Éxodo 28.28.
“Y juntarán el pectoral por sus anillos a los dos anillos del
efod con un cordón de azul, para que esté sobre el cinto
del efod, y no se separe el pectoral del efod”

Cordón azul
Efod Pectoral

Cordón azul
En este caso, el cordón azul representa a Cristo quien a
través de su muerte y resurrección, nos une con el cielo,
“Él dice. Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene
al Padre, sino por mí”. (Juan 14:6).
Aarón, al igual que todos los sumos sacerdotes que le
habrían de suceder, debía llevar los nombres de los hijos
de Israel no sólo sobre sus hombros según lo dice
(Exo.28:12), sino también "sobre su corazón". De este
modo los presentaba continuamente ante el Señor sobre
sus hombros para demostrar que soportaba la solemne
responsabilidad de ellos, y sobre su corazón para indicar el
afecto y el amor que sentía por ellos.
Cuando quiera entraba al tabernáculo en representación
del pueblo, su corazón se inclinaba ante el Señor por la
conciencia de su pecado y de su necesidad.
Cristo, nuestro Sumo Sacerdote en el santuario celestial (ver
Heb.3:1; Heb.8:1,2), ha aceptado la responsabilidad de
nuestra salvación, porque el "principado del reino" de la
gracia está "sobre su hombro“, dice (Isa.9:6). También nos
lleva sobre el corazón (ver Gal.2:20), porque en toda nuestra
"angustia", "él fue angustiado", y puede "compadecerse de
nuestras debilidades“, lo dice (Isa.63:8,9; Heb.2:14-18; y
Heb.4:14-16).

El sumo sacerdote llevaba los nombres de las doce tribus de


Israel "continuamente", a fin de que siempre fuesen
recordados ante Dios. Nunca debía olvidar su posición y su
responsabilidad como representante de ellos. De la misma
manera Cristo vive "siempre para interceder" por nosotros
(Heb.7:25), teniéndonos esculpidos "en las palmas de las
manos" (Isa.49:16).
Recordatorio de mandamientos

Números 15.38-41.
Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los
bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en
cada franja de los bordes un cordón de azul. 39 Y os servirá de
franja, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los
mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra; y no miréis
en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los
cuales os prostituyáis. 40 Para que os acordéis, y hagáis todos
mis mandamientos, y seáis santos a vuestro Dios.

Y para hacerles saber, que esta no era una orden humana, el


verso 41 dice: “Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la
tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Yo Jehová vuestro Dios”.
Vaca alazana
Números 19.2.
“Esta es la ordenanza de la ley que
Jehová ha prescrito, diciendo: Di a
los hijos de Israel que te traigan
una vaca alazana, perfecta, en la
cual no haya falta, sobre la cual no
se haya puesto yugo”

Los hijos de Israel estaban en peligro de perder sus


vidas debido a la contaminación ceremonial (ver
Num.16:41-50; Num.17:12,13). Se dio esta ley para
mostrar cómo podrían ser purificados de la
contaminación.
Una vaca alazana –color rojo- Simbólicamente, el color
rojo sugiere sangre como instrumento de purificación;
también simboliza fuego.
• Debía ser perfecta. Literalmente, "impecable", "sana",
"saludable". En la cual no haya falta. Sin defectos físicos
(ver Lev.22:20-22).
• No se haya puesto yugo. Puesto que este animal era
elegido con un propósito especial, no debía haber sido
usado para trabajos domésticos comunes (ver Deu.21:3;
1Sa.6:7; Heb.4:16).

ESTE SACRIFICIO FUE AÑADIDO POR CAUSA DE SU


CONTINUA INCONFORMIDAD. A PESAR DE QUE DIOS
CONTINUAMENTE SUPLÍA SUS NECESIDADES, SEGUÍAN
QUEJÁNDOSE
Ausencia de color
Job 10.20-22.
“¿No son pocos mis días? Cesa, pues, y déjame, para que me consuele un
poco,
Antes que vaya para no volver, A la tierra de tinieblas y de sombra de
muerte.
Tierra de oscuridad, lóbrega, Como sombra de muerte y sin orden, Y
cuya luz es como densas tinieblas”. -Ausencia de color-.
Job no niega que como pecador merece sus sufrimientos; sólo piensa
que la justicia se ejecuta en él con rigor peculiar. Su desaliento,
incredulidad y malos pensamientos acerca de Dios, se pueden atribuir a
varias causas.
1). A Tentaciones internas de parte de Satanás.
2). A la angustia de su alma, sometida a la sensación del desagrado de
Dios.
3). A sus pruebas externas. y
4). A vestigios de su pecado. (Ver Ecle.7:20; Sal. 14:2,3; Ro.3:10, 23).
Nuestro Creador, hecho también nuestro Redentor en Cristo,
no destruirá la obra de sus manos que fue hecho a su
imagen y semejanza, sino que lo renueva para santidad a fin
de que pueda disfrutar la vida eterna con Él.

Si la angustia en la tierra hace que la tumba sea un refugio


deseable, ¿cuál será el estado de los que están condenados a la
negrura de las tinieblas para siempre? Que todo pecador busque
la liberación de ese estado espantoso, y cada creyente agradezca
a Jesús que lo haya librado de la ira venidera.
Más blanco que la nieve Esta era la oración
de David
Salmo 51.7
“Purifícame con hisopo, y seré
limpio; Lávame, y seré más
blanco que la nieve”
Purifícame con hisopo, con la
sangre de Cristo aplicada a mi
alma mediante una fe viva,
como el agua de la
purificación se rociaba con un
manojo de hisopo. La sangre
de Cristo es llamada la “sangre
rociada”, en Hebreos 12: 24.
Si esta sangre de Cristo, que limpia de todo pecado,
nos limpia de nuestro pecado, entonces estaremos
verdaderamente limpios, Hebreos 10: 2.

• David no pide ser consolado hasta no ser limpiado


primeramente; si el pecado, la raíz amarga de la
tristeza, es quitado, puede orar con fe: “Permíteme
tener una paz bien fundamentada, creada por ti,
Señor, para que se regocijen y se consuelen los
huesos quebrantados por la convicción de pecado.
Esconde tu rostro de mis pecados; borra de tu libro
todas mis iniquidades; bórralas como la nube se
borra y la disipan los rayos del sol”.
Como David, el creyente desea su renovación para
santidad tanto como el gozo de su salvación. David
ve, ahora más que nunca, qué corazón inmundo
tiene, y lo lamenta con pesar; pero entiende que
no está en su poder enmendarlo y, por tanto, le
ruega a Dios la creación de un corazón limpio en él.

Cuando el pecador siente que este cambio es


necesario, y lee la promesa de Dios en ese sentido,
empieza a pedirlo. Sabía que había entristecido al
Espíritu Santo con su pecado y lo había provocado
a alejarse. Esto es lo que él teme más que nada.
Pide que le sean restauradas las consolaciones divinas.
Cuando nos damos motivo para dudar de nuestro
interés en la salvación, ¿cómo podemos esperar el
gozo de ella? Esto lo había debilitado; él ora: “Estoy
pronto a caer ya sea en pecado o en la desesperación,
por tanto, sostenme con tu Espíritu, Señor”.
A quienes tienen a Dios como el Dios de la salvación,
Él los librará de la culpa; porque la salvación de la cual
Él es Dios, es la salvación del pecado. Por lo tanto,
debemos pedirle: “Señor, tú eres el Dios de mi
salvación, por tanto, líbrame del dominio del pecado”.
Y cuando se abren los labios, ¿qué deben decir sino
alabanzas a Dios por Su misericordia perdonadora?
Cielos
oscurecidos
Joel 3.14-15
Muchos pueblos en el valle
de la decisión; porque
cercano está el día de LEAMOS DESDE EL VERSO
9:
Jehová en el valle de la 9 Proclamad esto entre
decisión. las naciones, proclamad
guerra, despertad a los
15 El sol y la luna se valientes, acérquense,
oscurecerán, y las estrellas vengan todos los
retraerán su resplandor. hombres de guerra.
10 Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas
de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy.
11 Juntaos y venid, naciones todas de alrededor,
y congregaos; haz venir allí, oh Jehová, a tus
fuertes.
12 Despiértense las naciones, y suban al valle de
Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a
todas las naciones de alrededor.
13 Echad la hoz, porque la mies está ya madura.
Venid, descended, porque el lagar está lleno,
rebosan las cubas; porque mucha es la maldad
de ellos.
Verso 9. “Proclamad esto entre las naciones”,
¿Qué es lo que tenemos que proclamar?
(Ver Mar.16:15).
“proclamad guerra, despertad a los valientes”
¿Qué clase de guerra?
(Ver Efe.6:12).
¿Quiénes son los “valientes”?
(Ver Mat.11:12, 24:13; Ap.21:8).

Verso 10. “Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de


vuestras hoces”
¿Cuáles la herramienta que deben utilizar estos valientes?
(Ver Heb.4:12).
“diga el débil: Fuerte soy”
¿Cuan es la fortaleza de estos valientes?
(Ver Hech.1.8)
Verso 11 y 12. “Juntaos y venid, naciones todas de alrededor, y
congregaos; haz venir allí, oh Jehová, a tus fuertes”. “Despiértense las
naciones, y suban al valle de Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a
todas las naciones de alrededor”.
El conflicto que aquí se describe se transformará en un intento
desesperado de Satanás, en la última hora de la tierra, para destruir al
remanente de Dios. Que Joel llama Valientes
(Ver ap.12:17).

“Así como él [Satanás] influyó en las naciones paganas para que


destruyeran al Israel literal, así también en el futuro cercano instigará a
los poderes impíos de la tierra para que destruyan al pueblo de Dios”
(Ver 9T 231; 5T 524; CS 714; 2JT 373-374; 3JT 46).

Pero Dios intervendrá otra vez en favor de su pueblo, y en la segunda


venida de Cristo destruirá a los impíos (Ver Ap.19:19-21), y 1.000 años
más tarde los aniquilará del todo.
Verso 13. “Echad la hoz, porque la mies está ya madura. Venid,
descended, porque el lagar está lleno, rebosan las cubas; porque
mucha es la maldad de ellos”.

¿Cuál es la mies, y quienes los obreros?


Luc.10:12.
La mies es el mundo, compuesto según las estadísticas por siete mil
millones de habitantes, y los obreros son los valientes que están
dispuestos a cambiar los azadones, lanzas y hoces por la Palabra de
Dios para ir de puerta a puerta, predicando la salvación en Cristo
Jesús.
(Ver Isa.62:10-12; 2 Ped.3:9; Ap.22:12,14).
El “Pendón” que se menciona en Isaías, son los mandamientos de
Dios. Que se exigirá haber guardado para entrar al reino de los
cielos. Por tanto, si tu no has guardado el sábado, no podrás entrar
por la puertas de la Ciudad Santa, ni comer del Árbol de la Vida.
Si tu no has entregado tu corazón a
Cristo, no podrás disfrutar de:

Estar en la gran multitud de los redimidos. Por ende, no


podrás entrar por las puertas de la Santa Ciudad de
Jerusalén, ni tampoco comer del Árbol de la Vida.
He aquí un reto para todos los enemigos del pueblo de Dios.
No hay escapatoria de los juicios de Dios; los pecadores
encallecidos que no quisieron ser salvos, serán cortados de
todo consuelo y gozo en el día de la ira.

La mayoría de los profetas predijeron la misma victoria final de


la Iglesia de Dios sobre todo lo que se le opusiera. Para el impío
será un día terrible, pero para el justo será un día de júbilo.
¡Qué causa tienen los que poseen un interés en Cristo para
gloriarse en quien es su Fuerza y su Redentor!
(Ver Isa.25:9).

El año aceptable del Señor, un día de tan grande favor para


algunos, será un día de terrible venganza para otros.
DESPIERTE QUIEN ESTÉ FUERA DE CRISTO Y HUYA DE LA IRA
VENIDERA.
Oscuridad de la perdición
Mateo 8:12.
“Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo;
solamente di la palabra, y mi criado sanará”

Este centurión era pagano, un soldado romano. Aunque era romano, no


obstante, era un buen hombre. Ninguna vocación ni posición ni nacionalidad del
hombre será excusa para la incredulidad y el pecado. Debemos interesarnos por
las almas de nuestros hijos y siervos, espiritualmente enfermos, que no sienten
los males espirituales, y no conocen lo que es espiritualmente bueno; debemos
llevarlos a Cristo por fe y por la oración.
1. Obsérvese su humillación. Las almas humildes se hacen más humildes por
la gracia de Cristo en el trato con ellos.
2. Obsérvese su gran fe. Mientras menos nos fiemos de nosotros mismos,
más fuerte será nuestra confianza en Cristo. Aquí el centurión le reconoce
mando con poder divino y pleno sobre todas las criaturas y poderes de la
naturaleza, como un amo sobre sus siervos. Este tipo de siervos debemos
ser todos para Dios; debemos ir y venir, conforme a los mandatos de su
palabra y las disposiciones de su providencia.
El siervo obtuvo la sanidad de su enfermedad y el amo obtuvo la aprobación de
su fe. Lo que se le dijo a él, se dice a todos: Cree y recibirás; sólo cree.
Aquí es donde tu y yo elegimos:

Vida eterna o muerte eterna.


con Cristo. Tu eliges.
Yo elegí la vida
eterna.

Si tu elijes la vida eterna, nos veremos en el cielo, si no, no


nos veremos nunca jamás. Porque mientras que yo estaré
vivo, tu estarás muerto por la eternidad.
Mat.22:13.
“Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y
echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de
dientes”
Los seres humanos quedan excluidos del reino de los cielos debido a
sus propias elecciones erradas. Esto fue lo que ocurrió en el caso de
las cinco vírgenes fatuas (ver Mat.25:11-12).
El que fue echado pudo entrar en el salón de fiesta sólo en virtud de
la invitación real; pero sólo él era responsable de que fuera
expulsado. (Ver. Mat.22:9-14).

Nadie puede salvarse a sí mismo, pero sí puede condenarse a sí


mismo. Por el contrario, Dios puede “salvar perfectamente” (Ver
Heb.7:25), pero no condena en forma arbitraria a nadie, ni les niega
la entrada en el reino. (Ver Isaías 55:7).
“Las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”, al
sentirse excluidos de la salvación, y experimentar el tormento del
fuego que los destruirá para siempre.
Mat. 25:30.
“Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro
y el crujir de dientes”

En el caso anterior, el que fue invitado a la fiesta, asistió a esta, pero


no quiso colocarse el vestido de bodas, otorgado por el Rey, es decir,
no aceptó a Cristo como su Salvador.
Pero en este caso, el “siervo inútil” si había aceptado a Cristo, solo
que había sido remiso en el cumplimiento de su deber, lo que él
mismo admitía.
(Ver Mat.25:24-29).

“Su fracaso había sido deliberado y premeditado, y él mismo debía


cargar con la responsabilidad de ese fracaso. En el gran día final del
juicio los que se hayan deslizado a la deriva esquivando
oportunidades y escapando a las responsabilidades, serán puestos
por el gran juez en la categoría de los malhechores” (PVGM 299).
2 Pedro 2.4.
“Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino
que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de
oscuridad, para ser reservados al juicio”
Pedro llega a la conclusión de que el Señor librará a los
piadosos y castigará a los injustos. El razonamiento de Pedro
es que si Dios no perdonó a esos ángeles, seres espirituales
que habían vivido en su presencia, tampoco dejará de castigar
a los hombres impíos que extraviaron a otros.
Judas dice que los ángeles están guardados “bajo oscuridad en
cadenas eternas, para el juicio del gran día” (Jud.1:6). Tanto el
apóstol Pedro como el apóstol Judas, miran ahora hacia el
futuro, cuando finalmente se ejecutará el juicio determinado
para Satanás y sus ángeles seguidores (ver Ap.20:10).
DONDE ESTARÁN JUNTO CON TODOS LOS IMPÍOS, EXENTOS
DE LOS COLORES QUE NOS RECUERDAN A DIOS.

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