275 »Fabila olvidado será en aquel ora e los claros fechos de Alfonso el primero, aquél que a Segovia ganó de guerrero, Bragana, Flavia, Ledesma e Çamora, e a Salamanca nos dio fasta agora, Astorga, Saldaña, León e Simancas, Amaya, Viseo, faziéndonos francas de moros con mano jamás vençedora.
Aquí abrazó el Instituto de la Compañía á los diez y siete años de edad, donde volvió á proseguir los estudios, concluidos los años de probación en Simancas, con tan notorios progresos en las ciencias sagradas, que el General Diego Laynez le nombró Catedrático de Teología en la primera institución de estudios del Colegio de Roma, adonde pasó en 1561.
Añade también que por documentos que existen en el archivo de
Simancas, consta que en 1539 elevó Blasco de Garay a Carlos V un memorial en el cual ofrecía: « l.º Sacar buques de debajo del agua, aun cuando estuviesen sumergidos a cien brazas de profundidad, con solo el auxilio de dos hombres.
Ricardo Palma
Y la vieja Simancas, más ufana, alza a su espalda la torreada frente, que pintan a la par en la onda vana los tres ríos que abarca con su puente; Do empiezan a tender los arenales su enmarañado pabellón de pinos por donde abren en grietas desiguales sus engañosos lindes los caminos.
II, del Justo castigo de los herejes, piensa que es muy indiferente que mueran por la espada, por el fuego, o por cualquier otro suplicio; pero Hostiensis Godofredus, Covarrubias, Simancas, Rojas, &c.
Añadamos, continua Peña, que la costumbre universal de la república cristiana viene en apoyo de esta opinión. Simancas y Rojas deciden que es necesario quemarlos vivos; pero siempre es menester tomar la precaución de arrancarles antes la lengua o cerrarles bien la boca para que no escandalicen a los asistentes con sus impiedades.
Y llegaron, y dijo: «Comuneros Que desdorar quisísteis la corona, La clemencia de Cárlos os perdona, De Simancas salid, pero mirad.
Y apenas pueden los avaros ojos leer en medio de la antigua losa: Aquí yace fray Diego de Simancas, que fué en el siglo el capitán Montoya.
Los buenos libros que adquirió en estos viages, y el mérito que se grangeó entre los sabios, es sobradamente notorio. Por decreto de Felipe II ordenó todos los papeles de Estado, y con el mas completo índice los archivó en Simancas.
Fernández de Navarrete, quien asegura haberlas adquirido en los códices y registros originales conservados en el archivo de
Simancas, entre los documentos públicos de Cataluña correspondientes al año de 1543.
Ricardo Palma
Añade que conquistó otras ciudades en tierra de Castilla, como Simancas, Dueñas, Saldaña y Amaya, lo que da a entender que no estaban comprendidas en la demarcación campesina.
Al igual que Pedraza, todas estas fortalezas pertenecían a la familia Fernández de Velasco, Duques de Frías y Condestables de Castilla. La documentación sobre estos hechos se conserva en el Archivo General de Simancas.