10 Y aquellos hombres lo hicieron así; pues tomando dos vacas que criaban, unciéronlas al carro, y encerraron en casa sus becerros.
Las recreaciones 6 fiestas, i)or elección de abadesa, duraban ocho días, en los cuáles las devotas representífban eutremesies, organizaban cuadrillas ele danzas, quemaban árboles de fue- go, y conventos hubo, como el de la Concepción, donde se ca- pearon becerros, funcionando las muchachas de toreros.
14 Porque los Levitas dejaban sus ejidos y sus posesiones, y se venían á Judá y á Jerusalem: pues Jeroboam y sus hijos los echaban del ministerio de Jehová. 15 Y él se hizo sacerdotes para los altos, y para los demonios, y para los becerros que él había hecho.
15 Y desecharon sus estatutos, y su pacto que él había concertado con sus padres, y sus testimonios que él había protestado contra ellos; y siguieron la vanidad, y se hicieron vanos, y fueron en pos de las gentes que estaban alrededor de ellos, de las cuales les había Jehová mandado que no hiciesen á la manera de ellas: 16 Y dejaron todos los mandamientos de Jehová su Dios, é hiciéronse vaciadizos dos becerros, y también bosques, y adoraron á todo el ejército del cielo, y sirvieron á Baal: 17 E hicieron pasar á sus hijos y á sus hijas por fuego; y diéronse á adivinaciones y agüeros, y entregáronse á hacer lo malo en ojos de Jehová, provocándole á ira.
26 Además el día de las primicias, cuando ofreciereis presente nuevo á Jehová en vuestras semanas, tendréis santa convocación: ninguna obra servil haréis: 27 Y ofreceréis en holocausto, en olor de suavidad á Jehová, dos becerros de la vacada, un carnero, siete corderos de un año: 28 Y el presente de ellos, flor de harina amasada con aceite, tres décimas con cada becerro, dos décimas con cada carnero, 29 Con cada uno de los siete corderos una décima; 30 Un macho cabrío, para hacer expiación por vosotros.
17 Y ofrecieron en la dedicación de esta casa de Dios cien becerros, doscientos carneros, cuatrocientos corderos; y machos de cabrío en expiación por todo Israel, doce, conforme al número de las tribus de Israel.
17 Comprarás pues prestamente con esta plata becerros, carneros, corderos, con sus presentes y sus libaciones, y los ofrecerás sobre el altar de la casa de vuestro Dios que está en Jerusalem.
35 Los que habían venido de la cautividad, los hijos de la transmigración, ofrecieron holocaustos al Dios de Israel, doce becerros por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos, doce machos cabríos por expiación: todo el holocausto á Jehová.
8 Ahora pues, tomaos siete becerros y siete carneros, y andad á mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto á él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado por mí con rectitud, como mi siervo Job.
17 Y el segundo día, doce becerros de la vacada, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto; 18 Y sus presentes y sus libaciones con los becerros, con los carneros, y con los corderos, según el número de ellos, conforme á la ley; 19 Y un macho cabrío por expiación: además del holocausto continuo, y su presente y su libación.
La costumbre ha santificado su esclavitud, su eterna minoria de edad, y debe seguir siendo esclava y pupila por respeto a las costumbres, sin acordarse que costumbres sagradas de nuestros antepasados lo fueron el canibalismo, los sacrificios humanos en los altares del dios Huitzilopochtli, la quema de niños y de viudas, la horadación de las narices y los labios, la adoración de lagartos, de
becerros y de elefantes.
Práxedis G. Guerrero
Además, dejaban que los cuatreros se metiesen a saco en ella y toleraban que los vecines herrasen allí, como suyos, hasta los becerros que aún andaban pegados a las tetas de las vacas luzarderas.