El día en que no platico con ella, en que no me miro en las niñas de sus ojos, en aquellos dos charranes que Dios le ha puesto en la cara; en que no güelo el olor a nardos y a claveles que le nace en aquella boca suya, que es un cintillo de rubíes; en que no siento el metal de su voz, que es el repiquetear de una campanillita de plata; el día, en fin, que no la veo, ese día me parece a mí que la vía me está poniendo el desahucio y me dan la mar de ganitas de morder y de pelear y de subir a la catedral y desde allí pegar un brinco, u dos brincos, y de meterme en la luna.
Así como se apartó Lorenzo, quitó don Juan la toquilla que encubría el rico
cintillo, y esto no sin falta de discreto discurso, como él después lo dijo.
Miguel de Cervantes Saavedra
Paró el caballo don Juan en medio del camino, y estuvo con el rostro descubierto a que llegasen los caminantes; y, en llegando cerca, el talle, el brío, el poderoso caballo, la bizarría del vestido y las luces de los diamantes llevaron tras sí los ojos de cuantos allí venían: especialmente los del duque de Ferrara, que era uno dellos, el cual, como puso los ojos en el cintillo...
Se crearían infinidad de conflictos, y entonces esos que están emboscados, esos que están buscando pretextos para atacar a la Revolución, en vez de un cintillo dedicarían 10 a atacarla, y en vez de cintillos de una pulgada o dos los pondrían de 10 pulgadas para atacarnos.
debió de conocerme, el sombrero con plumas y
cintillo, el vestido de colores a fuer de soldado, y tan gallardo a los ojos de mi locura que me daba a entender que las podía matar en el aire.
Miguel de Cervantes Saavedra
Decidme qué gente es ésta que me parece que os ha alborotado su venida." "No tengo lugar de responderos –dijo doña Estefanía–, sólo sabed que todo lo que aquí pasare es fingido y que tira a cierto designio y efeto que después sabréis." Y aunque quisiera replicarle a esto, no me dio lugar la señora doña Clementa Bueso, que se entró en la sala vestida de raso verde prensado con muchos pasamanos de oro, capotillo de lo mismo y con la misma guarni ción, sombrero con plumas verdes, blancas y encarnadas, y con rico
cintillo de oro, y con un delgado velo cubierta la mitad del rostro.
Miguel de Cervantes Saavedra
Llegaron en esto, y, a la luz que sacó uno de tres pajes que tenían, alzó los ojos don Antonio al sombrero que don Juan traía, y viole resplandeciente de diamantes; quitósele, y vio que las luces salían de muchos que en un
cintillo riquísimo traía.
Miguel de Cervantes Saavedra
De fino lienzo gallego los puños y la gorguera, unos y otra guarnecidos con randas barcelonesas. Un birretón de velludo con un
cintillo de perlas, y el gabán de paño verde con alamares de seda.
Ángel de Saavedra
hoy que así de tu amparo bajo el manto me acoges; hoy que tanto mi presencia celebras y en tus brazos me alzas tanto, que aureola quieres dar a mi cabeza de la lumbre del sol con un anillo, y a mi gloria tus bardos con nobleza quieren hacer de estrellas un cintillo, voy a probarte yo con este canto que en sandia vanidad no me encastillo, ni al aura popular me ensoberbezco; que acepto de mi gloria de tu mano con gratitud, no más la que merezco; así que, en vez de alzarme, me arrodillo: con fe leal y corazón sencillo toda la gloria que me das te ofrezco, y ante tu aplauso popular me humillo.
Es hipócrita, y el día de fiesta, con el raso y el terciopelo y el
cintillo y la cadena de oro, se desfigura de suerte que no le conocerán las tijeras y agujas y jabón, y parecerá tan poco a oficial, que aun parece que dice verdad.
Francisco de Quevedo
Si la Mantequita es un matamosca; si tiée por narices un berbiquí, si le funguela el aliento, si ca pinrel que tiée es una escampabía. ¿Vas a comparar a la Mantequita con tu delirio, que tiée por ojos dos luceros y un cintillo por boca y por pies dos altramuces?
Y hay algunos que dedican el primero, el segundo, el tercero, el cuarto y el quinto cintillo a noticias llenas de segunda intención, llenas de intriga, llenas de mala fe.