Al disiparse el peligro de guerra, García Peña volvió a pedir su retiro del servicio activo que esta vez se le concedió el 9 de julio de 1914; y durante el gobierno de Venustiano Carranza volvió a prestar sus servicios como militar desde 1916 hasta enero de 1920 en que se retiró definitivamente de las armas.
Si no puede disiparse la ambigüedad durante la inspección, los inspectores lo notificarán inmediatamente a la Secretaría Técnica.
Quiere en mi mal mi suerte deleitarse; Me presenta más dulce el bien que pierdo: ¡Ay! ¡Bien que va tan pronto a disiparse! ¡Oh, memoria infeliz!
Yo tengo enorme confianza en que a medida que avancen los próximos días, esa incertidumbre habrá de disiparse, habrá de retornar la confianza y con ello, las inversiones, los flujos de capital que tanto está necesitando nuestro país para recuperar su crecimiento económico.
Creyolo al pronto consecuencia de su desmán, pero disipó sus recelos el asegurar repetidas veces la novia que no era sino malestar físico, una indisposición insignificante, de esas que no se pueden localizar, porque se resiente de ellas todo el cuerpo. A la mañana siguiente, lejos de
disiparse el malestar, se convirtió en verdadera dolencia, que obligó a Puri a guardar cama.
Emilia Pardo Bazán
La bruma matinal de Misiones acababa de
disiparse del todo, y bajo el cielo súbitamente puro, el paisaje brillaba de esplendorosa claridad.
Horacio Quiroga
Ved a todos los miserables, ya sean campesinos, ya obreros de ciudad, asaltando los vapores de emigrantes para huir de la región donde el hambre impera dejando en paz a sus burgueses, a sus amos, a sus explotadores que ven con alegría disiparse la nube de amenaza con la deserción de los hambrientos.
La falta de ejecución de las resoluciones presidenciales genera incertidumbre, intranquilidad y frustración, que sólo pueden disiparse entregando realmente a los campesinos la tierra.
A las vistosas flores Dios no otorgó el dejar de marchitarse, y el iris sus colores, y el alba sus fulgores ven brillar un momento, y disiparse.
Mas los sublimes montes, cuya frente a la región etérea se levanta, que ven las tempestades a su planta brillar, rugir, romperse, disiparse, los Andes, las enormes, estupendas moles sentadas sobre bases de oro, la tierra con su peso equilibrando, jamás se moverán.
"El arte, nos dice con un acento tan fervoroso que todavía conmueve, el arte conmovió al renegado; bajo su pura y elevada influencia vi disiparse las brumas perniciosas; mi sensibilidad embotada y marchita, retoñó en esa lozana floración que de tal modo encanta a las almas sencillas." Pero no sólo el arte ocasionó aquel cambio.
Ya entonces la leve imagen no busca los escondrijos; antes, remontándose por los aires, va a disiparse en medio de un negro nubarrón, mientras un torbellino arrastra a Turno hacia la alta mar.