Ejemplos ?
De este modo, son objetos lenguaje; desde un dolmen o una pirámide, teotihuacana o egipcia...
Grita, vocifera, calma a los dioses; tú no saltarás la borda de la nave egipcia, por más que des salida muy amar­gamente a tus lamentos.
Finalmente, entraron en tierra egipcia, por la llanura de Tanís, y se dirigieron a una ciudad, llamada Polpai, donde habitaron seis meses.
Me he dejado llevar por mi fantasía, pues había dicho que esta mujer podía ser una esfinge, una momia egipcia, algo raro que renace.
¿Y la calle del Cairo, que es una calle egipcia como en Egipto, unos comprando albornoces, otros tejiendo la lana en el telar, unos pregonando sus confites, y otros trabajando de joyeros, de torneros, de alfareros, de jugueteros, y por todas partes, alquilando el pollino, los burreros burlones, y allá arriba, envuelta en velos, la mora hermosa, que mira desde su balcón de persianas caladas?
Admiraba, primero, una especie de Apolo, de barro barnizado, que sonreía frente a la plaza, tras los cristales, rodeado de vendas, como una momia egipcia, con un brazo en cabestrillo y una pierna rota, sujeta por artísticos rodrigones ortopédicos.
Hela en pie sobre la banca, apoyada en los hercúleos hombros de un marinero negro. El labio abultado y rojo de la criolla sonríe con la gracia inquietante de una egipcia, de una turania.
-A poner pies en polvorosa ahora mismo es a lo que vendrás -exclamó el bordador montando en cólera, al reconocer a la empecatada egipcia-.
-Pregúntaselo a Luis y a Cipriano... -¿Cómo había yo de amar a esa diosa egipcia? Casimira oyó estas palabras, y se desmayó ¡de veras!
No quiero ni oir hablar de la revelación, de la tradición, de las filosofías china, fenicia, egipcia, hebraica, griega, romana, tedesca o francesa; fuera de mi fe o de mi religión, de las que no debo rendir cuentas a nadie, no sé qué hacer con las divagaciones de los antepasados; yo no tengo antepasados.
Una prueba indiscutible y fehaciente es aquella de que hace 10 mil años, un milagro idéntico hizo florecer la civilización egipcia con "reyes magos", venidos del cielo.
El Cántico de los cánticos se atribuye tambien á Salomon, porque el rey se encuentra en dos ó tres lugares de él, porque se ha hecho decir á la amante que es hermosa como las pieles de Salomon, porque la amante dice que es negra, y porque se ha creido que Salomón queria designar su muger la egipcia.