Desde finales de 2010 se está procediendo a su vaciado para instalar en su interior unos columbarios que alberguen las urnas con las cenizas de las personas que deseen ser enterradas en la catedral, y recuperar así su uso como lugar de reposo de los feligreses. Está previsto que posteriormente también se puedan inhumar los restos en el sobreclaustro y en la cripta de la Barbazana.
Se describe en Pirómides, que está diseñado para probar todos los trucos del arte, incluyendo movimiento clandestino, trepar, evasión de trampas, planes de contingencia, y la habilidad de finalmente inhumar al blanco.
Esto desemboca en los problemas presentados al principio del libro, en el cual se menciona que al inhumar una persona, también ha inhumado a familiares, sirvientes e inclusive mascotas de los clientes, una fragante violación del protocolo del Gremio.
Construida por orden del rey Leopoldo I para inhumar los restos de su esposa, la reina Luisa María de Orleans (a quien recuerda el nombre de la avenida), desde entonces sirve de panteón de la familia real belga.
El rito de inhumar colectivamente a los muertos en estas construcciones sustituye a los sepulcros de fosa individuales y ha hecho pujar la idea de un “fenómeno de colonización megalítica” entre el Neolítico y el inicio de la Edad de los Metales; configurando una forma de vida espiritual y religiosa concreta y común a todos los países que poseen estas construcciones.
Para distinguirse de otros matones, cobran sumas de dinero nada despreciables por los contratos; y, en el típico contrato, el Gremio se queda con la mitad del dinero del contrato. Después de inhumar al blanco, deben por ley dejar un comprobante del hecho.
Es aceptado que el Asesino encuentre necesario también inhumar a los guardaespaldas de su cliente mientras está en una comisión, pero si pueden ser incapacitados sin quitarles la vida, es considerado de Buenas Maneras, y la marca de un buen miembro del Gremio.
A partir de esto, y teniendo en cuenta que todos los fallecimientos deben ser informados al Registro Nacional de las Personas, la oficina del Registro Civil de Puerto Belgrano asumió desde sus comienzos el cementerio de Colina Doble como parte integrante de su responsabilidad. En un principio fue concebido para inhumar al personal de la Armada, tanto militar como civil, y a sus familiares.
De estas, las de forma 4, según la tipología de Luis Siret, son las más numerosas, seguidas en un porcentaje muy inferior por las formas 2 y 5, en las que acostumbraban a inhumar individuos infantiles.
En 1719, el Parlamento de Bretaña prohíbe la inhumación en las iglesias y aunque a los sacerdotes les costará hacer respetar esta prohibición, progresivamente se impuso la costumbre de inhumar a los muertos fuera de la iglesia, en el recinto.
El 9 de noviembre de 1984, la delegada Carolina Hernández Pinzón solicita autorización para inhumar el cadáver del párroco José Guadalupe Rivera Nieto al pie del Altar Mayor del templo.
Así que tras incinerar el 29 de febrero el cuerpo de Bon e inhumar sus cenizas en 1 de marzo en el cementerio Fremantle Memorial Garden, cerca de Perth, la banda volvía a Londres.