255 De ellas parte, de cubierta cúspide, agitaban tirsos, parte de un despedazado novillo lanzaban los miembros, parte con tortuosas serpientes a sí propias se ceñían, parte oscuras orgias concurrían con cóncavas cestas, orgias que en vano desean oír los profanos; 260 plañían otras con eminentes palmas los tímpanos, o del torneado bronce su tenue tintineo sacaban; para muchas roncos bombos exhalaban los cuernos y la bárbara tibia chirriaba con un horrible canto. Con tales figuras ampulosamente la veste decorada, 265 el lecho abrazando, con su ropaje lo velaba.
He oído decir a un hombre digno de fe, que había sido uno de los embajadores cerca de este príncipe, que había hecho una gran jornada por un país bellísimo y fertilísimo, que los naturales llamaban la cintura de la Reina; que en otra jornada pasó por otro país que se llamaba el velo de la Reina, y que había otras grandes y fértiles provincias destinadas únicamente a suministrar los trajes de la reina, cada una de las cuales llevaba el nombre de la prenda de ropaje que tenía que suministrar.
¿Subo a encontrarte y te encierras?» --- Alzó la frente Genaro tales palabras oyendo, mas a nadie en torno viendo, volvióla en la ropa a hundir, y a poco muy suavemente sintió (y con la sangre yerta), la mal encajada puerta de su misma alcoba abrir. Sintió por el pavimento resbalar leve ropaje y apartar el cortinaje de su lecho percibió.
Como una flor hemos de secarnos sobre la tierra. Cual ropaje de plumas del quetzal iremos pereciendo. Sólo iremos dejando al partir nuestro canto...
¡Si! Vida eterna, mis pequeñitos, ¡eterna!, porque nunca morimos, sólo nos cambiamos de ropaje. Ya no se acordaban de que el más hermoso de los plumajes es el que luce el hombre sabio, el que ha sabido cultivar su mente y su cuerpo para encauzar la mente y el cuerpo de los demás, de los que no logran captar la luz de los rayos del TEOTL, IPALNEMOHUANI.
Don Pelegrín Tarín es un señor fechado aún más allá de la última decena del siglo XVIII; uno de esos hombres cuyo conocimiento se hace en el café con motivo de una jugada a las damas, o la duda de una fecha, o el relato de un episodio de la guerra de la Independencia; un señor chapado y claveteado a la antigua, y en cuyo ropaje y fachada se puede estudiar la historia civil y política de su tiempo, del mismo modo que sobre un murallón cubierto de grietas y de musgo se estudia el carácter de la época en que se construyó...
Con este desencanto sobre su alma, y envuelto en el burdo ropaje de sus mayores, con el que, si no iba elegante, andaba sumamente cómodo, echóse a ver lo que le faltaba; empresa que resumiremos, en la imposibilidad de seguir al mayorazgo paso a paso y en cada una de sus impresiones.
Estas innobles guerrillas que dirige y exacerba el hambre, o cuando mucho, la ambición de mando o de destinos, no puede sufrirlas un día y otro ningún hombre que aprecie en algo su hidalguía y sienta aún el rubor de su dignidad calentarle las mejillas cuando una torpe lengua o una envenenada pluma le hieren en el sagrario de su honra; que ésta no transige, ni ser puede más que una, ora se albergue bajo el burdo ropaje del campesino, ora bajo los bordados ostentosos del hábito de un magnate.
Artista por instinto, con el andar rítmico de las grandes solemnidades, con un sentimiento de la actitud que sólo él posee en grado tal, Pío IX se acerca a la cuna, junta las manos de marfil, eleva al cielo un instante los ojos, como si se invocase la presencia de Dios; se arrodilla, se abisma y los paños de su cándida vestidura se esparcen esculturales y clásicos cual los plegados de alabastro de un
ropaje de Canova.
Emilia Pardo Bazán
Si esto es válido para sus dirigentes, no puede omitirse que las consignas antifeudales pocas veces llegaban a las masas revestidas con el ropaje de la ilustración, circunstancia mejor comprendida por las autoridades coloniales que por los patriotas en numerosas ocasiones.
Él dice en su libro que la democracia es imposible, porque esa pequeña cantidad de ricos va a tener que utilizar la fuerza, y es cuando nace el Estado burgués y los ejércitos burgueses y las fuerzas policiales represivas en manos de la burguesía para contener a la mayoría empobrecida, eso no es democracia, pudiera vestirse de vez en cuando de ropaje democrático, pero nunca será realmente una democracia.
Ellos debían estar en combate-guerra creadora para que el TEOTL avanzara, se perfeccionara y cada instante fuera mejor; nada peor; o simplemente transformado; cambiando de ropaje, de vestuario, para cumplir otra misión creativa.