SACRA

sacra

(Del lat. sacra.)
s. f. RELIGIÓN Hoja de papel, colocada sobre una tabla o enmarcada, que contiene alguna parte de la misa católica y se coloca en el altar para que pueda leerla el sacerdote sin necesidad de usar el misal.
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

SACRA

SM ABR (Argentina) =Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina
SACRA
Founded in 1984, SACRA, or the Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina, was the world's first trade union for housewives. One of its main aims has been to redefine housework as employment and to obtain for its members the salaries, pensions and health benefits traditionally associated with union membership. It has developed an educational programme designed to improve women's job opportunities, organized cheap holidays for housewives and obtained free medical treatment for its members. While union membership has allowed thousands of women to take part in public affairs, critics believe that the idea that housewives should have salaries simply reaffirms the stereotypical view that women function best in the home and, in the long run, may encourage non-participation outside.
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
Y certifico a vuestra sacra majestad, que no había nadie tal de los españoles que oyese el razonamiento que no hubiese mucha compasión.
Hombres de Emilia y los del agro romano, ligures, hijos de la tierra del milagro partenopeo, hijos todos de Italia, sacra a las gentes, familia que sois descendientes de quienes vieron errantes a los olímpicos dioses de los antaños, amadores de danzas gozosas y flores purpúreas y del divino don de la sangre del vino; hallasteis un nuevo hechizo, hallasteis otras estrellas, encontrasteis prados en donde se siembra, espiga y barbecha, se canta en la fiesta del grano y hay un gran sol soberano, como el de Italia y de Jonia que en oro el terruño convierte: el enemigo de la muerte sus urnas vitales vierte en el seno de la colonia.
Así ha caminado por la ruta vocacional, preparándose en la difícil ciencia pedagógica, para avivar la sacra llama de los espíritus nuevos; para enseñar con la sinceridad de su ejemplo de educador a 1 os párvulos y jóvenes, con la palabra convincente y cordial y con la presencia de su vida honesta y la experiencia madurada en racimos del sentido de la vida.
mostrado a mis ojos el soñado paraíso del misterioso deleite. Musa ardiente y sacra para mi alma, el día había de llegar! Elena, la graciosa, la alegre, ella fue el nuevo amor.
La muchedumbre le abría paso, las cortesanas le sonreían con enamorada humildad. Él caminaba hacia el palacio imperial, hacia los parques y los bosques de la sacra residencia inaccesible a los ojos humanos.
Respondíle que el Papa era un clérigo de mas de setenta años; que distaban sus estados mas de quatro mil leguas de los de su Sacra Magestad Tártaro-China; que su exército era de dos mil soldados que montaban la guardia con un para-aguas; que no destronaba á nadie, y que podia Su Magestad dormir sin miedo.
Pero mientras se hacían las diligencias para la repartija de todo lo robado a sus debidos dueños y se cogían los otros criminales, le puso el vicario, en el secreto de siempre, otro posta al Rey Nuestro Señor, para implorarle el indulto del reo. Su Sacra Real lo concedió al momento.
Parece que no la necesitaba Aurengzeb, que era el varon mas religioso de todo el Indostan, puesto que habia degollado á uno de sus hermanos, y dado veneno á su padre, y habia hecho perecer en un patíbulo á veinte rajaes y otros tantos omraes; pero no queria decir eso nada, y no se hablaba de otra cosa que de su devocion, á la qual la de ningun otro era comparable, como no fuese la de la sacra magestad, del serenísimo emperador de Marruecos, Mulcy Ismael, el qual cortaba unas quantas cabezas todos los viernes, despues de hacer oracion.
Y no librará a los dánaos de la odiosa peste, hasta que sea restituida a su padre, sin premio ni rescate, la moza de ojos vivos, e inmolemos en Crisa una sacra hecatombe.
Dichas estas palabras partió, dejando a Aquileo con el corazón irritado a causa de la mujer de bella cintura que violentamente y contra su voluntad le habían arrebatado. En tanto, Odiseo llegaba a Crisa con las víctimas para la sacra hecatombe.
Aquél destruyó, con efecto, la sacra Ilión a causa de la perfidia del ilustre Laomedonte, que pagó con injuriosas palabras sus beneficios y no quiso entregarle los caballos por los que viniera de tan lejos.
Por bajo la falta de brillantez en este o aquel individuo está el acervo positivo de la gran modestia nacional, de la espléndida sacra anonimidad, y allí, sin ruido, lentamente, ocultamente, se viene preparando un momento fieramente justiciero.