La elaboración de la variedad de turrones es similar a la de Jijona. El turrón de Doña Pepa es un dulce tradicional peruano relacionado con la festividad limeña del Señor de los Milagros, formado por tres o más palos de harina distribuidos de manera similar al juego jenga, bañado con miel de chancaca y decorado con grageas y confites de varias formas y colores.
Una de las primeras menciones escritas al turrón se encuentra en el Paso 6˚ "La Generosa paliza" (1570) de Lope de Rueda, incluido dentro de El Registro de Representantes (en muchos textos se asegura erróneamente que aparece en "Los lacayos ladrones" y no es correcto), del literato sevillano Lope de Rueda: la trama de la obra consiste, en la riña de un amo con sus criados porque éstos se han comido su libra de turrones de Alicante que estaban encima del escritorio.
En la ciudad cordobesa de Río Segundo, a inicios de siglo XX, inmigrantes procedentes de Grecia (familia Georgalos) comenzaron la elaboración de un postre basado en manteca de maní transformado en barras marmoladas y esponjosas por el batido y con una consistencia semejante a la de los turrones blandos: el mantecol®, que actualmente también se produce fuera de la provincia de Córdoba; en cambio el Nucrem se realiza en Córdoba.
Tanto la denominación "Turrón de Alicante" como "Turrón de Jijona" son exclusivas de los turrones duros y blandos fabricados en la localidad de Jijona (Alicante).
Turrón de yema tostada: típico catalán, nació para aprovechar las yemas de las claras que se utilizan en los turrones duro y blando, inspirándose en el sabor de la crema catalana.
Progresivamente se han ido creando nuevos sabores, por lo que, por ejemplo, en el mercado podemos encontrar turrones con los sabores siguientes: café, mousse de piña, mousse de limón, crema catalana, yema con cerezas, ron con pasas, yogur, etc.
Las especialidades de la producción artesanal de la población valenciana son entre otros: el turrón blando/duro de almendra, Turrón trufado de chocolate, pan de casinos, coques ensaxinaes, turrones de frutas, turrón de nieve (elaborado con coco), turrón de nata y nueces, turrón de nata y fresas, turrones de yogur, turrón de yema, guirlache, de sabores tropicales o elaborados con contenidos bajos en calorías denominados dietéticos.
El estado Bolívar posee una gastronomía muy variada utilizando los productos de la zona, siendo el casabe (preparado de la yuca) el principal acompañante de los diversos platos, destacándose luego el pescado de río conocido como la sapoara y el merey de donde se preparan diversos dulces, turrones, etc.
Aunque desde la segunda mitad de siglo XX el porcentaje de católicos practicantes ha disminuido de continuo, se mantienen en gran medida las festividades y los platos asociados a ellas: Navidad -para esta fecha es tradicional el consumo de lechón a la parrilla o al horno, acompañado de turrones (postres con orígenes tanto españoles como italianos) y pan dulce, directamente derivado del panettone milanés, ensalada de frutas, etc.
Durante los siglos XIX y XX, ha sido natural que durante gran parte del año muchos jijonencos se encontrasen repartidos por toda España o incluso Cuba y otras partes de Iberoamérica vendiendo sus helados y turrones.
Aunque el desarrollo de la economía de la ciudad hoy en día sigue basándose en sus turrones y helados, conocidos en el mundo entero, la fábrica más importante en la localidad es propiedad de Arbora & Ausonia, fabricante de marcas de higiene íntima.
La actividad industrial abarca varias ramas, tales como alimenticias (bebidas, turrones y caramelos), pinturas, cerámica, embalajes de cartón, etc., pero es en la fabricación de calzado y, sobre todo de persianas, donde alcanza una mayor especialización.