Secta
Una secta es el conjunto de seguidores de una doctrina religiosa o ideológica concreta. El término se usaba originalmente[cita requerida] para aludir a comunidades filosóficas, religiosas o políticas que a través de sus enseñanzas o ritos habían roto con su comunidad de origen.
Desde el punto de vista sociológico, es un grupo de personas con afinidades comunes (culturales, religiosas, políticas, esotéricas, etcétera). Como una de las posibles acepciones del término tiene connotaciones negativas,[1] se ha sugerido el de nuevos movimientos religiosos.
Etimología
El término proviene del latín seqüi: seguir, y se aplicaba a las escuelas de filosofía (de donde viene sectátor y sectatorios: ‘adherente’, ‘seguidor’). Se han planteado dudas sobre si proviene del latín secare (‘cortar, separar’). De secare provienen las palabras «insecto» y «sector». En ambos casos está presente la idea de separación.
En Europa la palabra «secta» se ha concebido derivada principalmente de seqüi (‘seguir’). Se trata de seguir a un maestro, a un líder. En muchas sectas así sucede.
También se usa el eufemismo «nuevos movimientos religiosos». El problema de la terminología es importante, ya que desde distintas áreas del pensamiento y de la ciencia se ofrecen diversas definiciones. El experto Vicente Jara ha recopilado más de 15 definiciones antes de proponer una propia: la secta es «un grupo social depredador que practica el mimetismo y el señuelo».[2]
Los sociólogos anglohablantes utilizan la palabra sect (‘credo’, ‘culto’ o incluso ‘secta’ en su acepción menos usada) para referirse a un grupo religioso que también tiene un alto grado de tensión con la sociedad circundante, pero cuya creencia es, dentro del contexto de esa sociedad, en gran parte tradicional. El término peyorativo cult, equivalente a la palabra española «secta» en su acepción más común, indica el grupo que tiene un alto grado de tensión con la sociedad circundante.
Historia
En el mundo antiguo se consideraban a los «sectarios» como personas que seguían las enseñanzas de un filósofo.[3] Los primeros cristianos fueron llamados «secta de los nazarenos», en medios del judaísmo.
San Pablo utiliza la palabra hairesis (αἵρεσις, ‘búsqueda tardía’, ‘escuela filosófica’, ‘secta’) en sus cartas sobre las divisiones dentro de la comunidad (por ejemplo, 1 Co 11,19). Veía estas divisiones bajo una luz negativa, sin determinar cuál de ellas era más correcta.
En la Iglesia primitiva se usó cada vez más el término hairesis para referirse a las desviaciones de comunidades cristianas de la comunión completa, y a principios del siglo V se consideraron en la Iglesia Occidental como herejías, falsas doctrinas.
Esta idea fue apoyada por la Iglesia católica de la Edad Media, al calificar como «secta luterana» a los protestantes, definición mantenida en ciertos textos hasta el siglo XX.
Uso actual del término
Uso en el lenguaje
En el uso popular a menudo se consideran sectas a organizaciones religiosas a las que se ve como potencialmente peligrosas o problemáticas, o bien alejadas de la ortodoxia teológica, como «herejías». Esto incluye a muchas de las actuales comunidades cristianas de las tradicionales, así como a nuevos grupos, en particular los surgidos a partir de la segunda mitad del siglo XX. En las décadas de 1970 y 80 se consideraban las sectas como una «religión de jóvenes», ya que inicialmente muchos se afiliaron a distintas sectas, siguiendo el ejemplo de personajes populares. «Secta» se utiliza hoy en día de manera peyorativa, y hay quien lo considera un grito de batalla.[4] A menudo se acusa que algunas de las llamadas sectas lo fueron principalmente por motivos económicos, que se convirtieron en comunidades religiosas para conseguir la protección especial del Estado, mayores libertades y derechos, así como para disfrutar de exención de impuestos. El ejemplo más conocido es la cienciología, que originalmente era un movimiento laico.
Controversias
El tema de las sectas ha provocado controversia en repetidas ocasiones. Hay dos campos opuestos: por un lado, sobre la base de la libertad religiosa y la condena de las restricciones a los grupos religiosos, representantes de las minorías religiosas y filosóficas, grupos defensores de la libertad religiosa, académicos estudiosos de la religión, algunos sociólogos y abogados. Por otro lado, quienes condenan enérgicamente a ciertos grupos religiosos debido a que limitan la libertad de las personas, incluidos los representantes de las principales iglesias, funcionarios de agencias estatales, y las iniciativas creadas por familiares, antiguos miembros, psicólogos, sociólogos, científicos, políticos y abogados.
En concreto, las controversias giran en torno a menudo sobre sospechosas o reales:
- Restricciones a la libertad de culto religioso de grupos marginales, por las críticas de sus prácticas y las medidas tomadas para aplicar la ley.
- Restricciones a la libertad religiosa reconocida legalmente.
- Restricciones a la libertad de expresión de los miembros del grupo.
- Restricciones a la libre circulación de los miembros del grupo.
- Explotación económica de los miembros por las largas horas de trabajo y salario mínimo, por casos de explotación sexual o abuso sexual de niños, niñas y adolescentes por los miembros del grupo.
- Violaciones, por el grupo, de los derechos humanos.
- Culto al líder del grupo.
- Conflictos familiares, particularmente en las familias donde uno de los padres ha abandonado el grupo y los niños continúan en él.
- Imposibilidad de los niños accedan a la educación, atención médica, y visitar a miembros de la familia fuera del grupo.
Cobertura en los medios
Casos aislados sobre violencia relacionados con las sectas han llegado a los titulares de prensa. Especialmente espectaculares han sido los siguientes:
- años setenta: Ervil LeBaron —líder de la secta Iglesia del Cordero de Dios (separada de los mormones— ordena el asesinato de 25 de sus rivales.[5]
- años setenta: en Colonia Dignidad los niños eran maltratados y se torturaba a opositores políticos.[6]
- 1978: en Guyana se suicidan en masa más de 900 miembros del Templo de los Pueblos.
- años ochenta: Yahweh ben Yahweh, líder de la Nación de Yahvé, es acusado como responsable de casi dos docenas de asesinatos.[7]
- 1984: en varios bares de la ciudad The Dalles (Óregon), seguidores del gurú Osho realizan un ataque con salmonella; unos 750 residentes fueron infectados.[8]
- 1989: Jeffrey Lundgren, líder de una secta, asesinó a los cinco miembros de una familia por «desleales». En 2006, Lundgren fue ejecutado por el Estado.[9]
- 1993: Resistencia armada de los davidianos contra las autoridades de los EE.UU. en 1993, en el que murieron 4 policías y 80 miembros de la secta.[10]
- 1994 a 1997, en Suiza, Canadá y Francia, la secta Orden del Templo Solar ordena suicidios en masa y el asesinato de 74 miembros.[11]
- 1995: la secta Aum Shinrikyō atacó el metro de Tokio con gas venenoso: murieron 12 personas y alrededor de 1000 resultaron heridas. Fue el mayor ataque de una secta contra gente ajena a ella en los tiempos modernos.[12]
- El suicidio en masa de los seguidores de la secta Puerta del Cielo.[13]
- 2000/03/17: en Uganda el Movimiento para la Restauración de los Diez Mandamientos de Dios asesina a más de 1000 miembros.[14]
- 2002: seguidores de Swami Omkarananda (fundador del Centro de Luz Divina) intentan asesinar a sus opositores.[15]
Uso legal
En los medios jurídicos, sociológicos y religiosos y en el contexto científico, el término rara vez se utiliza ahora en su sentido tradicional. Los grupos religiosos se denominan «organizaciones» o «movimientos religiosos».
Definición sociológica
Max Weber distingue a las «sectas» de las «iglesias» sobre la base de sus mecanismos de crecimiento: sectas son comunidades dinámicas, en las que el individuo, debido a una decisión personal y sólo después de un minucioso examen por parte de la secta, se afilia. En contraste, las iglesias, según Weber, son aquellas en las que nace de nuevo.[16]
Peter L. Berger ve en la secta un modelo de organización para la autosuficiencia colectiva de las minorías. Su base filosófica es una ortodoxia, la verdad ontológica de un concepto anterior. Una comunicación en la que la comprensión de los fundamentos de la vida es blasfemo y peligroso. Para transmitir la «verdadera» doctrina requiere medidas de organización y de influencia, no sólo el adoctrinamiento de cada ser humano, sino también de su forma de relacionarse con el mundo ajeno.[17]
Una tercera corriente diferencia sectas de iglesias sobre la base de sus ideologías. Las ideologías religiosas de las iglesias no están en conflicto con su entorno social,[18] pero sí las de sectas y cultos, que se oponen ideológicamente a su entorno social.[19]
Stark y Bainbridge define la religión como una organización humana con el objetivo de preparar compensaciones a las privaciones de la gente sobre la base de suposiciones sobrenaturales. Estos preparativos se realizan en tres dimensiones:
- Mundana o terrenal: adjudicación privilegios mundanos, principalmente en las iglesias.
- En otro mundo: donaciones de consuelo para las personas desfavorecidas, principalmente en las sectas.
- Dimensión universal: el cumplimiento de los deseos más profundos de cada ser humano independientemente de su situación social.
H. Richard Niebuhr observa que las sectas surgieron como movimientos cismáticos de las grandes iglesias, y que tienden a convertirse en lo que sus miembros necesitan, pero que si no lo pueden satisfacer se producen más divisiones. Basándose en esta conclusión, considera que las transiciones entre la «secta» y la «iglesia» son fluidas.
Otra corriente considera que la diferencia estriba en el número de seguidores. Las sectas son simplemente los movimientos minoritarios, puesto que el cristianismo y otras religiones empezaron siendo consideradas como sectas mientras eran minoritarias, hasta que se convirtieron en grupos numerosos y fueron entonces consideradas religión, ya se de forma oficial, como en el caso del cristianismo, o de hecho como en otros casos. Esta opinión coincide con el sentido general de la palabra. Algunos restringen la definición de secta exclusivamente a las sectas peligrosas.
Los grupos que prometen compensaciones se distinguen por éstas: «Mágicas» o promesas especiales de manipulación del medio ambiente para sus propios objetivos, «Religiosas» o de compensación general según un modelo universal que explica el mundo. Esta distinción se remonta a Emile Durkheim.
La «magia» florece cuando los medios científicos faltan o no son aceptables. Sectas basadas en la magia pueden convertirse en movimientos mundiales, como muestra el desarrollo de la Dianética conviertiéndose de pseudociencia en Iglesia de la Cienciología.[20]
Las nuevas sectas
Aunque el vocablo «secta» esté relacionado a grupos que posean una misma afinidad, con el paso de los años ha adquirido una connotación más relacionada a grupos radicalizados, generalmente religiosos.
El psicólogo especializado en sectas Michael Langone expone en las siguientes aseveraciones su concepto sobre las sectas:
Secta es un grupo o movimiento, que exhibe una devoción excesiva a una persona, idea o cosa y que emplea técnicas antiéticas de manipulación para persuadir y controlar (a sus adeptos); diseñadas para lograr las metas del líder del grupo; trayendo como consecuencias actuales o posibles, el daño a sus miembros, a los familiares de ellos o a la sociedad en general. [...] Dado que la capacidad para explotar a otros seres humanos es universal, cualquier grupo puede llegar a convertirse en una secta. Sin embargo, la mayoría de las organizaciones institucionalizadas y socialmente aceptadas, tienen mecanismos de autorregulación que restringen el desarrollo de grupúsculos sectarios.[21]Langone, 1988
Las sectas religiosas se definen como grupos religiosos radicales, por lo general pequeños pero con alto índice de expansión, integrados por hombres y mujeres asociados voluntariamente tras una conversión religiosa. Se caracterizan por ser grupos altamente excluyentes que se colocan en contra de otras posiciones culturales-religiosas, en los cuales se desarrolla una notable pérdida de identidad en sus miembros, creando una especie de mundo interno donde el o los líderes poseen el control total del grupo. Los grupos más fanáticos se atienen a conceptos cerrados, rígidos y conservadores, ajenos a la moderna pluralidad y tolerancia religiosa, se separan del mundo espiritualmente, por voluntad propia, y crean una facción que defiende y promueve sus valores por encima de los demás.
En muchos casos se atraen a los nuevos miembros predicando soluciones fáciles a los problemas de la vida, salidas inmediatas a situaciones de opresión personal o crisis depresivas, el pasaporte al paraíso luego de la muerte o la iluminación en vida.
Los líderes de este tipo de grupos poseen habitualmente una fuerte y carismática personalidad, e inducen a sus miembros a creer en una verdad «más profunda» que la de las demás personas o religiones, utilizando lo que vulgarmente se conoce como lavado de cerebro. Logran así que en forma paulatina los seguidores obedezcan ciegamente el dogma, sin espacio para opiniones o sentimientos personales de libertad de criterios, abandonando gradualmente el propio discernimiento.
Generalmente una secta tiene un fin dogmático o espiritual, o al menos eso se les hace creer a los prosélitos. De la mano del desarrollo económico y tecnológico han surgido nuevas sectas cuyo fin aparenta ser el desarrollo personal. Existen algunas más poderosas que otras, sus metodologías pueden ser notoriamente contradictorias, distacianciandose mucho de lo que prometen.
A menudo responden a un perfil doctrinal dualista, apocalíptico y pre-milenarista y a una inspiración literaria (bíblica, coranica, mormona etc) fundamentalista. Las sectas, con más posibilidades de prosperar, son generalmente tradicionalistas, conservadoras y aún, ultraconservadoras. Su planteamiento filosófico normalmente intenta volver o al menos así lo manifiestan, su religión de origen a la pureza religiosa percibida. Para lo cual deciden separarse del grupo de origen, liderados por un personaje carismatico del nuevo grupo formado.
Estas sectas pueden tener o no un historial judicial en uno o varios países por manipulación mental o por ser grupos de corte destructivo. En algunos países, las consideradas sectas no están reconocidas o autorizadas. De manera general, una secta está más centrada en el culto personal al profeta o líder del grupo.
Organización interna
Según Bryan Wilson,[22] las características más generales de las sectas son las siguientes:
- la asociación es voluntaria, aunque puede ser inducida o fomentada
- una afiliación que puede presuponer cierta exigencia personal comprobada o sometida a examen por las autoridades del grupo
- puede existir una pretensión de exclusividad, por lo que sanciona con la expulsión a los que contravienen a la doctrina, preceptos morales u organizativos del grupo
- puede existir una pequeña élite de personas a las que se les asigne un conocimiento o habilidades especiales
- aspiración a la perfección personal (cualquiera que sea el modo en que ésta se conciba)
- afirmación real del sacerdocio de todos los creyentes
- puede basarse en una participación laica
- posibilidad de que los miembros expresen voluntariamente su compromiso
- pueden mostrar indiferencia frente a la sociedad secular y el estado.
Según Stark Warner,[23] las sectas son grupos que se dotan a sí mismos de la estructura y de la organización requerida para administrar la identidad de sus adherentes en función de un conjunto claramente definido de creencias o ideologías, pero además hay que considerar que las sectas presentan un inconformismo frente a las iglesias denominadas mayoritarias, es decir las sectas constituyen una contracultura, pero que mantienen un sistema unificado de creencias y prácticas relativas a las cosas sagradas, unidas en una estructura moral llamada Iglesia, manifestando el sentido tendiente a la «colectividad».
Algunas características que son tomadas en cuenta para definir una secta son:
- su respuesta al mundo,
- clase de reacción en las creencias,
- prácticas usuales de sus miembros.
Aun cuando esto nos ofrece limitaciones debido a que la clasificación teológica de los sectarios:
Limita las posibilidades del estudio comparativo dentro de las diversas tradiciones religiosas; impide el reconocimiento de aspectos importantes del carácter de las sectas; la dosificación derivada de la descripción doctrinal no toma en cuenta debidamente los aspectos de la organización y dinámica de las sectas, además se caracteriza a las sectas en términos normativos.[24]
Ken Wilber[25] distingue los grupos problemáticos o incluso destructivos de los que pueden ser clarificadores e incluso beneficiosos, utilizando como criterios:
- el grado de madurez,
- la integración en la sociedad,
- el tipo de autoridad en el grupo.
Las sectas cuentan entre ellas con gente bastante famosa. Lo que no es infrecuente; pues, según expertos en este tipo de organizaciones como Salarrullana o Steven Hassan,[26] resultan reclamos importantes para lograr nuevos fieles y ampliar su reconocimiento social, caso de Tom Cruise con la Iglesia de la Cienciología.
La Meditación Trascendental
En los años sesenta, el movimiento Meditación trascendental (MT), creado por el gurú Maharishi Mahesh Yogui alcanza fama mundial mediante su relación con miembros de la contracultura, especialmente estrellas del pop y el rock como Beach Boys o The Beatles. Estos últimos asistieron a un curso de meditación trascendental en Rishikesh (India) en cuyo transcurso escribieron la mayor parte de los temas del White Album de 1968. La conversión de los Beatles le proporcionó popularidad al yogui y su movimiento, aunque al poco tiempo algunos de los artistas, se desilusionaron.[27] La relación con The Beatles fue fundamental para la difusión de la secta MT entre los jóvenes occidentales.
En 1984, el Parlamento Europeo aprobó un informe sobre el fenómeno de los nuevos movimientos religiosos o sectas. En 1983, el eurodiputado conservador británico Richard Cottrell presenta un informe con trabajos previos sobre la peligrosidad de determinados grupos sectarios. El Informe Cottrell sobre sectas.[28] Durante más de un año se estudió dicho informe, y el 22 de mayo de 1984 el Parlamento Europeo, por 98 votos a favor, 28 en contra y 27 abstenciones, lo aprueba. MT era uno de los grupos involucrado en este informe.
Cienciología
Como ejemplo de secta se puede mencionar a la Cienciología, considerada así en diversos países europeos, aunque en las últimas resoluciones se ha permitido darle el caracter de religión. Esta organización fue fundada por el escritor de ciencia ficción L. Ron Hubbard y posee miembros reconocidos como Tom Cruise y John Travolta. Una de las formas de recaudar fondos es reclutando a gente, que tiene que pagar un alto precio por el material que se les ofrece, como primer punto de la libertad espiritual y la felicidad.
De esta corriente han surgido empresas de superación personal, que aunque tal vez no sean tan enajenantes como la cienciología, distan mucho de ser beneficiosas, y solo en algunos pocos casos logran ayudar a la gente.
Para lograr su cometido, este tipo de sectas utilizan el entrenamiento ontológico (del griego ontós: ‘ser, ente’, en el sentido de que influye en toda la vida del individuo, incluso en su privacidad). La mayoría de especialistas están de acuerdo en que el entrenamiento (coaching) en sí mismo no es malo, es útil para empresas y para ayudar a personas (como puede serlo también la psicología) mientras no manipule la ideología del individuo. En cambio el entrenamiento ontológico, que aunque es derivado del coaching, suele enajenar al sujeto, para hacerlo cumplir el cometido de la empresa. Se mezcla así un poco de todo: entrenamiento, psicología Gestalt y diversos conceptos metafísicos.
Censura en Wikipedia sobre artículo de la secta Adventista del Séptimo Día
Miembros de la denominación adventista han censurado y modificado sistemática y continuamente la información sobre críticas a la iglesia adventista en páginas como Wikipedia, donde la sección de críticas ha sido periódicamente eliminada con falsas acusaciones de plagio, acusaciones infundadas de falta de derechos de autor correspondientes, que estaban solicitados. En la actualidad la página de Wikipedia en relación a la Iglesia Adventista del Séptimo Día se encuentra protegida a petición de sus wikipedistas y bibliotecarios pertenecientes a la mencionada denominación religiosa. La pagina Iglesia Adventista del Séptimo Día perteneciente al portal Wikipedia en su versión en español carece de objetividad en relación a la neutralidad de contenido, contradiciendo la normativa de Wikipedia: “Es común que algunas personas se vean en cierta forma ofendidas por alineamientos políticos o puntos de vista que contrastan o chocan contra sus opiniones formadas. Ese es el motivo por el que Wikipedia crece gracias al esfuerzo por mantener una neutralidad en los conocimientos….Ya que es imposible que el conocimiento sea absoluto y neutral en algunos artículos, debe dejarse a un lado el orgullo personal y permitir la libertad de pensamiento para dar paso al proyecto Wikipedia….Es importante saber y conocer que nadie es dueño de ningún artículo expuesto en Wikipedia” La pagina Iglesia Adventista viola este principio, posee dueño y falta de neutralidad de contenido. En lo referente a su estilo se aleja al objetivo de una enciclopedia aproximándose a ser una página de propaganda ideológica, de la mencionada colectividad religiosa la cual está saturada de citas bíblicas interpretadas por esa denominación, a modo de fuentes neutrales.
Sectas destructivas
Una secta destructiva es un grupo de personas que sigue un determinado movimiento religioso o ideológico en la cual se practica el control mental; por lo que, bajo una apariencia inofensiva, puede ser muy peligrosa; por los efectos nocivos que producen en los miembros.[29] Estos efectos se perciben a largo plazo y por lo general rayan en escandolosos casos de índole violenta con tintes, suicidas, homicidas o incluso genocidas.
Son grupos que se presentan bajo forma de asociación, o asociaciones que aparentemente abarcan temas culturales, políticos, religiosos o incluso de tratamiento frente a enfermedades o problemas sociales. Se caracterizan principalmente por usar técnicas de persuasión coercitiva como método de influencia social, previamente se usan métodos de seducción y además cuentan con uno o varios líderes. Es muy frecuente una jerarquía piramidal de orden. Suelen usar además situaciones de desorientación social como desastres naturales, de guerra o terrorismo, para reafirmar el fin generalmente apocalíptico del mundo y su falsedad, muchas veces también con fin lucrativo. En algunos países están catalogadas como destructivas o peligrosas y por lo mismo prohibidas, actuando a menudo en la clandestinidad.
Según la exparlamentaria, política, escritora, profesora y columnista Pilar Salarrullana,[30] miembro de la Comisión del Congreso de los Diputados para el estudio de las sectas, el verdadero motivo para inscribirse en el registro del Ministerio de Justicia es por las ventajas fiscales que aporta y la imagen de seriedad que imprime. Otros de los peligros de las sectas, afirma esta autora, son el aislamiento social que propugnan, el radicalismo religioso y la persecución de críticas formuladas en su contra.[30]
Se define peligrosa cuando, por su filiación a esta secta, la persona desarrolla problemas de adaptación social, laboral o familiar, cuando además se coarta la libertad o la dependencia a ésta. Algunos psicólogos y especialistas afirman que más de un tercio de los acolitos acaba abandonándolas, aunque si poseen una personalidad débil y «presectaria» tienen un riesgo elevado de volver a entrar en otro grupo social o secta peligrosa, a modo de adicción.[31]
El tema de las sectas destructivas ha alcanzado en ciertas épocas tal notoriedad, por ejemplo en EE. UU. durante los años sesenta o en España durante los años ochenta, que en algunos idiomas europeos la palabra secta se utiliza únicamente para referirse a este tipo de grupos religiosos alienantes, sin utilizar sus otras acepciones.
Características
La principal característica de las sectas destructivas es su habilidad para implantar, utilizando el control mental, una personalidad gregaria en sus adeptos, provocando en la persona el llamado Síndrome disociativo atípico.[32]
Además suelen poseer también:
- Organización autoritaria y piramidal: no existe la democracia en ninguno de los escalones ni se permite la crítica y se inculca el destierro del pensamiento crítico.
- Existencia de un líder, o grupo de líderes, cuya decisión es la única que cuenta. El líder controla todos los movimientos de los miembros, así como su dinero y no se somete a las mismas reglas que los seguidores. Pero el líder y los adeptos se creen el mensaje o se lo terminan creyendo; mencionar que los dirigentes de segundo nivel no suelen compartir la creencia y sí el afan de lucro y poder.
- Aislamiento de los adeptos del mundo en general y de las relaciones familiares en particular.
- Se controla toda la información que les llega.
- Se instala un discurso demonizador del "mundo"; a la vez que se insta a los adeptos a depositar una confianza ilimitada en la secta; especialmente en los dirigentes del segundo nivel.
En 1995, la Asamblea Nacional presidida por Alain Gest, definió 10 criterios para caracterizar a las sectas destructivas:
- desestabilización mental
- carácter desorbitado de las exigencias financieras a sus adeptos
- ruptura inducida con el entorno o ambiente de origen
- atentados contra la integridad física
- reclutamiento de los niños
- discurso antisocial
- disturbios de orden público
- importancia de querellas judiciales contra las sectas
- eventual desvío de los circuitos económicos tradicionales y tentativas de enfrentamiento en los poderes públicos.
Algunos ejemplos de sectas Destructivas corresponden a Tierras Altas, Seres Naturales y ChileWorks (Chile)
Véase también
- Espiritualidad
- Esotérico
- Satanismo
- Informe Cottrell sobre sectas
- Misticismo
- Ocultismo
- Pensamiento mágico
- Sociedades secretas
- Teoría conspirativa
Referencias
- ↑ DRAE: ver secta (tercera acepción).
- ↑ Vicente Jara: Definición y criterios.
- ↑ Informe Final de la Comisión Bundestag sobre Las llamadas sectas y psicogrupos, 1998
- ↑ Martin Kriele: «Sectas como grito de batalla», en la revista Frankfurter Allgemeine Zeitung, 6 de abril de 1994.
Hansjörg Hemminger: «¿Was ist eine Sekte?», en Evangelische Landeskirche in Württemberg. - ↑ «A deadly messenger of God», en la revista Time, 29 de agosto de 1977.
- ↑ Colonos: «Schäfer facilitó nuestra villa para la detención y opresión de personas», en el diario chileno La Tercera, 19 de abril de 2006.
- ↑ Julia Scheeres: «Yaweh ben Yahweh»
- ↑ Flaccus, Gillian (octubre de 2001). «Ore. Town Never Recovered From Scare». Associated Press.
- ↑ «Líder de un culto [sic, por “una secta” condenado a muerte»,] AP, 24 de agosto de 2006.
- ↑ «Exculpan al FBI de la matanza de Waco», en El Mundo, 23 de julio de 2000.
- ↑ «Miembros de la Orden del Templo Solar se suicidan en masa».
- ↑ «So long, Shoko», US News & World Report, 19 de septiembre de 2006.
- ↑ Randall BELL: Strategy 360.
- ↑ «Masacre en Uganda», en el diario El País, 23 de marzo de 2000.
- ↑ Suprema Corte Federal de Suiza, sentencias de 2002.
- ↑ Weber: op. cit., pág. 619.
- ↑ Peter L. Berger: Zur Dialektik von Religion und Gesellschaft.
- ↑ Johnson, Benton: op. cit., pág. 542.
- ↑ Stark: op. cit., pág. 217.
- ↑ Stark, Rodney, Bainbridge, William Sims: The future of religion: secularization, revival and cult formation.
- ↑ Michael Langone: «Cults: questions and answers» (‘sectas: preguntas y respuestas).
- ↑ Bryan Wilson: Sociología de las sectas religiosas. Madrid: Guadarrama, 1970.
- ↑ Stark Warner: Las sectas protestantes. México: Fondo de Cultura Económica (edición popular), 1986.
- ↑ Roland Robertson: «Una tipología de las sectas» en Sociología de la religión (página 331). México: Fondo de Cultura Económica, 1980.
- ↑ Ken Wilber: «Legitimidad, autenticidad y autoridad en las nuevas religiones» en Los tres ojos del conocimiento. Barcelona: Kairós, 1991.
- ↑ Steven HASSAN: Las técnicas de control mental de las sectas y cómo combatirlas. Barcelona: Urano, 1990. ISBN 84-86344-80-8.
- ↑ John Lennon, entrevistado por la revista Rolling Stone, expresaba así su ruptura: «Le dediqué una canción al Maharishi. Se titulaba Sexy Sadie. No me atreví a decir: “Maharishi por su culpa hemos hecho el idiota”. Cuando le dije: “Nos vamos”, él preguntó: “¿Por qué?” y el resto del rollo. Yo le dije: “Si usted es tan cósmico ya lo sabe” (porque él siempre estaba intentando insinuar, lo mismo que sus consejeros, que era omnisciente y que hacía milagros). Le dije: “Usted ya lo sabe” y él me miró como diciendo: “¡Te voy a matar, hijo de puta!” y por la manera en que me miró supe que era cierto». Esta anécdota fue desmentida por George Harrison y Paul McCartney en la biografía Hace muchos años escrita por Barry Miles (Emecé, 1997).
- ↑ Informe del Consejo de Europa sobre las actividades ilegales de las sectas en Europa (1999)
- ↑ Steven Hassan, Las técnicas de control mental de las sectas y cómo combatirlas, Editorial Urano, Barcelona, 1990, ISBN 84-86344-80-8
- ↑ a b Pilar Salarrullana, Las sectas. Madrid: Temas de Hoy, 1990. ISBN 84-7880-015-8.
- ↑ José Miguel Cuevas Barranquero y Jesús María Canto Ortiz: Sectas: cómo funcionan, cómo son sus líderes, efectos destructivos y cómo combatirlas. Ediciones Aljibe, 2006, ISBN 84-9700-327-6.
- ↑ Pilar Salarrullana, Las sectas, Ediciones Temas de Hoy, Madrid, 1990, ISBN 84-7880-015-8
Bibliografía
- Guerra Gómez, Manuel: Diccionario enciclopédico de las sectas. BAC, 2005. ISBN 978-84-7914-560-6.
- Weber, Max (1916). «Die Wirtschaftsethik der Weltreligionen, Hinduismus und Buddhismus». Archiv für Sozialwissenschaft und Sozialpolitik. vol 41 (nº 3): pp. 613-744.
- Johnson, Benton (1963). «On Church and Sect». American Sociological Review. vol 28 (nº 4): pp. 539-549.
- Stark, Rodney (1986). «The Class Bases of Early Christianity: Inferences from a Sociological Model». Sociological Analysis (nº 47): pp. 216-229.
Enlaces externos
- [1] (Video: Cómo crear una Secta).
- Assemblee-Nationale.fr (Asamblea Nacional de Francia: Informe sobre las sectas, 1995).
- SinDioses.org («Sectas: peligro al acecho», del Colegio Oficial de Psicólogos de S/C de Tenerife).
- Ugr.es («Los nuevos movimientos religiosos y las sectas», de José María Rubio Ferreres, Universidad de Granada).