Del griego antiguo ὑποκοριστικός (hypokoristikós), "que habla como los niños" o "que usa nombres entrañables". Derivado de "ὑπό", "por debajo" o en este caso "indirectamente", y "κορίζομαι", "acariciar".
Vocablo usado, con intención afectuosa, que a veces ha sido sometido a cierta deformación. Con este término se alude, especialmente, a las abreviaciones y modificaciones que sufren los nombres propios en la lengua familiar.
Ejemplo: Meche por Mercedes. Concha por Concepción. Paco por Francisco. Moncho por Ramón.