Ayllu Llakta
Extracción - Atracción
Alexandra Trujillo T.
Introducción
El espacio íntimo del hogar como espacio intervenido por la minería legal e ilegal
representa la problemática central de este trabajo. El espacio del hogar como el
origen de todo malestar cultural y de todas aquellas problemáticas que se ven reflejadas en las sociedades contemporáneas, son parte fundamental del presente
ensayo.
Hemos decidido realizar este trabajo denominado Ayllu Llakta, en el territorio de
Ahuano, en la comunidad del Taita Domingo Andi, quien nos ha permitido realizar
algunas entrevistas e investigación etnográfica en torno al tema. Cabe mencionar
que el presente trabajo es un abordaje inicial que se establece como un abrebocas
para el proyecto El verdadero nombre del oro, una compilación sobre medicina
ancestral, la cual se ha acordado realizar con la comunidad kichwa de esta zona.
La estética del cuidado
La estética del cuidado desde el análisis de Marta de la Fuente Carrillo en el
texto Care as an aesthetic experience according to John Dewey nos dice que
“El cuidado ya no se valora como acciones aisladas con una finalidad
meramente curativa, […] sino como un proceso dinámico de interrelación y
transformación mutua en el que tanto el cuidador como aquel que es cuidado
tienen papeles activos.” (Fuente Carrillo, Marta de la. 2021) Esto quiere decir
que la dinámica extracción-atracción que se lleva a cabo en el territorio
indígena de Ahuano, en este caso específico; responde a una complejidad que
va más allá de la acción de protección medio ambiental. La relación con la
selva que la comunidad tiene con la misma, es una relación basada en esta
estética del cuidado en donde el papel del cuidador como guardián del cuerpo
de bosque, es fundamental en el proceso de homeostasis del mismo.
La existencia de un imaginario que está plenamente conectado con el mineral
extraído, en este caso específico, sobrevalora su performatividad en territorio. Esto quiere decir que la piedra extraída es una muestra de la
acción-transacción, que se establece en esta tregua entre la comunidad y las
.
empresas mineras concesionadas. El símbolo del mineral, no responde solamente a la relación que la
comunidad tiene con la misma piedra; sino que este símbolo es parte de un imaginario sobre el cual
se asienta la protección de un territorio en cuestión.
La pregunta es si esta temática tiene que ver con una cuestión tangible o con un mito establecido por
las múltiples creencias de estas comunidades para la protección de sus territorios y su modus
vivendi. Quizás la lucha anti-minera está sostenida en la protección del recurso a través de los mitos
creados a su alrededor, con el fin de otorgar una condición mística al cuerpo de bosque; la cual sin
duda es una forma de generar una estética de su cuidado. La relación que la comunidad tiene con la
piedra nos recuerda a aquella relación entre imaginarios que se analiza en Los debates del giro
ontológico en torno al naturalismo moderno de Daniel Ruiz Serna y Carlos Del Cairo.
“En Perú, una persona arahuaca de la Selva Central puede resultar ‘víctima de un ataque por parte del
espíritu de una determinada roca’ (Santos-Granero 2010, 663). Esas sensibilidades frente a ríos,
jaguares y rocas demuestran que el paisaje o la naturaleza, en su sentido más amplio, es mucho más
que un recurso o la escenografía en la que discurre la actividad humana.” (Ruiz Serna et al. 2016)
En este espacio hemos propuesto desarrollar una serie de acciones que ponen en
evidencia la vida del hogar en relación a la performatividad del cuidado. La relación
directa entre hogar y minería nos permite visibilizar y cuestionar ¿Hasta qué punto
es justa o no la lucha anti-minera y la precarización del hogar indígena en territorio? Así mismo cuestionamos la idea del progreso como un concepto que está
arraigado en la vida de las comunidades indígenas de la Amazonía, como una
estrategia del gobierno para argumentar la práctica extractiva; no solamente en
nuestros días, sino desde el inicio de lo que se ha llamado el proyecto de la
modernidad.
Nos cuestionamos así mismo el conflicto de la apropiación cultural, basada en la
espectacularización del activismo indígena y la constante exotización de este imaginario en el arte. Sin aseverar nada, analizaremos de forma inicial los conceptos:
cuidado, parentesco y territorio, desde la perspectiva del cine posthumanista.
Partiremos del postulado de la estética del cuidado planteado por John Dewey como
una forma de abrir el espacio de análisis en torno a este delicado tema.
Figura 1. Trujillo, Alexandra (2023). Ayllu Llakta. Registro audiovisual: Alexandra Trujillo Tamayo. Colección de la artista. Recuperado: Vimeo de la artista.
En este sentido y basándonos en la misma estética del cuidado, consideramos que
la relación entre la comunidad y la piedra es sin duda una relación que debemos
analizar con mayor profundidad en la medida en que se desarrolla la dinámica
comunidad-minería. Analizar la relación entre el objeto cuidado y el cuidador, y la
relación así mismo, entre territorio y comunidad.
En la conceptualización acerca del cuidado es importante considerar que tanto el
objeto o territorio cuidado, se transforma en su relación con el cuidador. Esto lo
podemos entender incluso a partir del planteamiento de la fenomenología de
Husserl en el cual sabemos con certeza que en una relación fenomenológica, ambas
partes se transforman en medida de su interacción. Trasladando esta teoría hacia
territorios latinoamericanos y en relación a la capacidad de cuidar entendemos que
esta acción es un proceso que transforma.
“Carmen de la Cuesta-Benjumea plantea el cuidar en términos estéticos a través de
lo que ella denomina artesanía del cuidado, que "implica inventar el cuidado, pero no
solo como una tarea práctica para resolver problemas, sino como un oficio que
transforma al paciente, el mundo material del cuidado y al propio cuidador’ (Cuesta-Benjumea, 2007:110)” (Fuente Carrillo, Marta de la. 2021)
La lógica de la extracción-atracción
En la estética de este trabajo, ponemos en cuestión los modos de producción y lenguajes visuales desde dónde creamos. Exploramos de manera inicial la estética del cuidado en relación a
seres no-humanos y la problemática de las comunidades en el territorio selvático. La romantización desde la teoría clásica, se plantea como una estética dialéctica en cuanto a la concepción
del lenguaje visual empleado para el abordaje de este tema. En la estética del romanticismo hay una relación complementaria pero opuesta hacia el objeto de deseo, esta relación se da entre
la posesividad y la destrucción, podemos decir que es una especie de relación tóxica. Creemos que esta es la relación que poseen las distintas comunidades indígenas con la minería y el
oro.
En relación al mito y su relevancia para la lucha anti-minera, el chamán Domingo Andi sostiene que “estamos sentados sobre una mina de oro” (Andi 2023), este imaginario y/o hecho tangible, puede o no corresponder a un involucramiento real de la comunidad con el material. Es posible que todos aquellos mitos en torno a la idiosincrasia misma del pueblo kichwa en este caso
específico, sean una estrategia de transacción con el espacio territorial comunal, el cual se desarrolla sobre reglas que funcionan desde una lógica colectiva.
Si el gobierno se adueñara de estas tierras, seguramente ya no quedaría nada de selva. Es por ello que estas comunidades generan un espacio comunicativo y comunitario
sostenido en una dinámica: extracción-atracción; con el fin de generar interés sobre su territorio y crear un llamado de atención en relación al gobierno de derecha que
tenemos actualmente. Sin aseverar nada, estos son algunos de los análisis que se han podido entretejer en las últimas visitas realizadas al territorio en cuestión.
En este sentido, es posible que la dinámica entre comunidad y minería esté basada
en un mismo cuestionamiento retórico, con conjeturas desviantes que solamente el
trabajo con la performatividad permite evidenciar. En relación a la pieza Ayllu Llakta
específicamente, la relación con la piedra se establece a través de una performatividad desviante como establecimos anteriormente; en dónde buscamos
desestabilizar el imaginario del hogar como espacio seguro, pero al mismo tiempo
cuestionamos al huésped no-humano que irrumpe en ese espacio. Aquel mineral que
se posiciona como un miembro de la familia, no desde una estética transgresora,
por el contrario, se lo ve habitar la cotidianeidad del espacio del hogar.
Es justamente la acción de la piedra que se evidencia en la pieza audiovisual, la cual
nos lleva a pensar en estas formas subliminales en las cuales habita el
imaginario del oro o de la minería en el inconsciente colectivo de las comunidades
indígenas de la Amazonía ecuatoriana. Este trabajo es sin duda, un primer
acercamiento al análisis de la problemática minera, que en estos tiempos es más
visible por la coyuntura que atraviesa nuestro país.
Figura 2. Trujillo, Alexandra (2023). Ayllu Llakta. Registro audiovisual: Alexandra Trujillo Tamayo. Colección de la artista. Recuperado: Vimeo de la artista.
El tema político se entreteje con la estética audiovisual y la semiótica que usamos
en esta pieza. Consideramos importante entender el proceso estético sobre el cual
se desarrolla el ensayo audiovisual propuesto, mencionando una vez más un
fragmento del análisis de Marta de la Fuente Carrillo para entender con mayor
precisión el imaginario del mineral en la comunidad.
“Otra de las condiciones necesarias para la experiencia estética es su carácter
transaccional o de interacción. Para Dewey: ‘Cada experiencia es el resultado de
una interacción entre la criatura viviente y algún aspecto del mundo en el que vive.
Un hombre hace algo, levanta, digamos, una piedra; en consecuencia, padece, sufre
algo: peso, dureza, textura de la superficie de la cosa levantada.[…]’ (Dewey,
2008a:51).” (Fuente Carrillo, Marta de la. 2021)
La relación que se lleva a cabo entre comunidad y mineral convoca a una serie de
problemáticas que circundan esta relación. La interacción del ser humano con este
fragmento de mundo que se representa como un mineral extraído, pone en evidencia un sinnúmero de estéticas que se entretejen con la creación de parentescos;
abordando el concepto desde la teoría de Haraway, en dónde basamos las
relaciones humanas y no-humanas en la creación de estos vínculos.
Este fenómeno sin duda tendrá alguna repercusión en el territorio, la relación
afectiva con el mineral circunda el inconsciente colectivo comunitario de quienes
han permitido el paso de las empresas mineras. “La tarea es generar parientes en
líneas de conexión ingeniosas como una práctica de aprender a vivir y morir bien de
manera recíproca en un presente denso.” (Haraway 2019) El presente denso del
cual habla Haraway en esta sección, nos permite comprender la semiótica del
elemento en cuestión, el mineral, como un ser no-humano que tiene una lectura
dialógica en el imaginario comunal.
Mientras que, para una parte de la comunidad la roca en cuestión es un símbolo del
progreso y la opulencia familiar, para otra parte de la comunidad, el mineral representa la amenaza en sí. O quizás todo aquello que interpela la presencia de esta roca
en este territorio, es lo que crea el conflicto de fondo. Nos hemos preguntado, ¿Qué
pasaría si retiramos el ser no-humano en cuestión, y observamos las dinámicas
sociales y medioambientales alrededor del mismo sin su presencia en territorio?
Pareciera que la simbología del mineral, es conflictiva, su presencia incomoda de
alguna forma causando rechazo y deseo al mismo tiempo. La actividad extractiva
ejecuta tu performatividad desde esta lógica.
De alguna manera la existencia del progreso en un territorio, provocará la
precarización en otro desde la lógica del capital, sin embargo, al establecer
relaciones más horizontales con la naturaleza es posible convivir con la misma desde
la perspectiva de la ecosofía. “La mayoría de los problemas ambientales responde
una crisis del paradigma de la civilización moderna, la cual se piensa y actúa como si
fuera superior a las demás especies del planeta, y se vale de la naturaleza para suplir
sus necesidades y/o necedades de progreso.” (Builes Cadavid, Garcés Giraldo, y
Saldarriaga 2018)
Las familias indígenas permanecen separadas a costa de esta problemática, progreso vs pobreza; y es justamente esta relación la causante de las diversas manifestaciones sociales que ocurren actualmente. La defensa del agua y de la vida ha sido
indudablemente una lucha constante del campesino ecuatoriano, el cual a través de
su trabajo agrícola y protección del territorio, ha permitido el sostenimiento de la
vida y el acceso a alimentos sanos para las ciudades. El involucramiento de la minería
en territorio agrícola o selvático, afecta directamente el desarrollo de la comunidad
alimentaria y turística de todo el país.
En este sentido, la lógica de la ecosofía está arraigada en la búsqueda de esa
horizontalidad y sostenimiento de la vida y las relaciones sociales desde prácticas
colectivas comunitarias. Es por ello que los mitos alrededor del ser no-humano, el
mineral, y su relación con la comunidad; nos puede llevar a establecer lazos de
parentesco con el territorio y todo aquello que está a su alrededor. Siendo estos
mismos mitos, lo que permite el sostenimiento de la comunidad sin necesidad de
acudir al extractivismo; o en su defecto, permitiendo pasos temporales para estos
proyectos a través de pactos con las mismas comunidades y los apus de los
territorios.
Est acción-transacción, extracción-atracción, progreso-pobreza y otros conceptos
dialógicos que surgen a partir de este proyecto inicial, ponen en cuestión aquellas
“entidades geológicas y no biológicas”(Ruiz Serna et al. 2016) que son parte del imaginario de la comunidad kichwa de la zona de Ahuano y de otras comunidades rurales
del país.
Para ejemplificar este análisis, consideramos importante mencionar el imaginario del
carbono como un concepto que sostiene al extractivismo capitalista que vivimos a
partir de la Modernidad. Este concepto nos puede ayudar a comprender de manera
más amplia, la lógica sobre la cual se asienta la lucha anti extractiva, y al mismo
tiempo entender de qué forma opera este imaginario en relación a la comunidad en
cuestión.
La performatividad del capitalismo
El proyecto de la Modernidad siempre estuvo asentado en la búsqueda de generar
“una sociedad civilizada, que radica en la existencia del progreso y el desarrollo
histórico basados en el adelanto de la tecnología y el aumento de la productividad”.
(Giraudo y Arenas 2004). Este es el discurso que se impone en la lógica del gobierno
de derecha que poseemos actualmente, argumento sobre el cual se asientan el
sinnúmero de intervenciones mineras en territorios rurales del país. El concepto del
progreso, debe ser sin duda revisado y cuestionado en la actual coyuntura.
El progreso a costa de la vida y homeostasis de la comunidad en la ruralidad, no
puede ser una actividad justificada de ninguna manera. Lamentablemente varias
personas de las comunidades están convencidas de que el progreso que ofrece la
minería, es aquel fenómeno social neocolonial que los llevará a salir de la pobreza; sin
embargo, es cuestionable este postulado en medida del daño medioambiental
causado por la actividad del extractivismo.
Esto nos lleva a la problemática de la relación progreso-precarización /
minería-conservación; relaciones totalmente opuestas pero que son parte del
mismo sistema capitalista contemporáneo.
Definición de apu: Espíritu tutelar de una comunidad. Asociación de academias de la lengua española.
“El imaginario del carbono concibe los lugares, y la Tierra en general, como contenedores minerales, esto es, entidades geológicas y no biológicas puesto que entidades
como una montaña o un lago no se reproducen y no entran en la lógica liberal de perpetuidad e infinitud a través de la reproducción. De ahí, por ejemplo, que sea posible
adoptar un lenguaje que describa los eventuales efectos de una explotación minera
en términos de agotamiento de recursos pero jamás de muerte, puesto que un lugar
en el imaginario del carbono no puede morir.” (Ruiz Serna et al. 2016)
A partir de la entrevista con el Taita Domingo Andi, comprendemos que la actividad
minera en esta zona, está sostenida sobre un permiso temporal que el territorio y su
comunidad está dando a la empresa minera. Entendemos que estos proyectos tienen
un tiempo de ejecución, y en este caso específico algunas comunidades han aceptado
esa tregua y otras no. Al mismo tiempo, existen otros movimientos y otras familias
que sin duda no se han dejado comprar por el ofrecimiento del progreso que ofrecen
las empresas mineras, en buena hora. .
La pieza video-performática busca de cierta forma usar el
mismo lenguaje del extractivismo y del progreso para poner en
evidencia estos postulados y análisis etnográficos creados a
partir de las visitas en territorio. A pesar del uso de estos
símbolos consideramos importante mencionar desde el punto
de vista feminista que “Las herramientas del amo nunca
desmontarán la casa del amo” (Lorde A, 1979), y es justamente
este postulado el que nos lleva a cuestionar las luchas
antimineras tibias, que sin duda son cómplices de la hegemonía
del poder.
El cine posthumanista presume exactamente esta suerte de mirada que observa desde un ángulo distinto al del ojo humano. Este es un estilo
audiovisual que busca romper con las barreras sistémicas entre sujetos y objetos para ofrecer una cámara-cuerpo que descentra y fragmenta
constantemente la simetría ocular; una estructura que, al igual que en el Amazonas, sitúa a las cosas en variación intensiva consigo mismas; una
zona de indiferenciación entre los cuerpos que busca poner en perspectiva la multiplicidad de observar.” (Escobar 2017)
que retrata la problemática política en torno a la minería y el
campesinado ecuatoriano. Así mismo es importante mencionar
el reciente trabajo de Verenice Benítez y el líder Shuar Domingo Ankuash Etsa-Nantu/Cámara-Shuar.
A partir del análisis realizado con anterioridad, consideramos como medio fundamental al cine posthumanista para el desarrollo de investigaciones en este campo. En Ayllu Llakta decidimos descentrar la mirada de la cámara y ubicarla en distintos ángulos con el fin de experimentar otras
formas de abordar esta problemática. Incluso se exploró la dinámica de la cámara en movimiento desde una acción ejercida de forma atrayente
desde el lente hacia el cuerpo de la performer. Descentrar la mirada antropocéntrica de la cámara a través de dotar de un ojo al mineral; nos permitió poner en evidencia estas dinámicas de la relación minería-hogar. Estos ejercicios audiovisuales, nos han permitido abordar de cierta forma,
ciertos imaginarios sobre la Amazonía y el hogar en comunidades.
Estas piezas cinematográficas como referentes previos a este
trabajo, nos permiten crear una serie de análisis en torno al
tema del extractivismo en medida de su incidencia conceptual
y las distintas estéticas que son abordadas en torno al tema.
Sabemos que existe un imaginario del progreso y del avance
tecnológico en relación a la extracción de recursos naturales
en la Amazonía, que sin duda podemos observar en los
ejemplos citados anteriormente; y como referente antecesor,
Fitzcarraldo de Werner Herzog, estrenada en 1982. Esta pieza
cinematográfica expone de manera muy puntual esta dinámica
de extracción-atracción, y el apetito desordenado y desmedido
por el recurso minero o petrolero que poseen nuestras
sociedades capitalistas y neocoloniales desde siempre.
Maternar el oro se convierte en cierto sentido, en una acción
que desestabiliza nuestros imaginarios en relación al ser
no-humano, en este caso el mineral; y su relación, como se
estableció en el apartado anterior con la estética del cuidado.
Es por ello que hablamos de esta acción-transacción que se
evidencia en el trabajo de Ayllu Llakta como una forma de comprendernos dentro de esta lógica extractiva. Así mismo nos
enfrentamos a estas decisiones comunales de este territorio
específico, que sin duda decepcionarán a aquellos románticos
de la defensa medioambiental.
A pesar del ejemplo puntual en Ahuano, es cierto que en toda la
provincia de Napo están llevándose a cabo vulneraciones a los
derechos de la naturaleza y de los pueblos. Si bien en este
ensayo abordamos la temática desde el arte y desde una
postura altamente desviante respecto a la problemática,
cuestionamos varios de los enunciados al respecto de estos
temas.No estamos a favor de la extracción minera y es por ello
que consideramos urgente realizar acciones alternativas que
permitan la conservación del territorio selvático para su
preservación. A través de medios de comunicación se ha
podido dar seguimiento a lo que ha acontecido en la provincia
de Napo, y es sin duda una lucha de todos.
El cine posthumanista como
lenguaje artístico para la
relación comunidad-minería.
A partir de los estudios de La imagen etnográfica. Perspectivismo corpóreo en Eduardo Viveiros de Castro y el Sensory
Ethnography Lab por Cristóbal Escobar planteamos el abordaje
de esta pieza artística desde las siguientes líneas de investigación: cuerpo, territorio y ficción. Consideramos relevante
establecer la relación entre los cuerpos humano y no-humano
que interactúan en la pieza audiovisual, poniendo en evidencia
las intersecciones entre género, territorio y cultura; las cuales
son parte de un imaginario artístico y antropológico que
sostiene la pieza. Finalmente, la pieza audiovisual está
construida desde la estética de la autoficción, sostenida en una
visión posthumanista.
Figura 3. Trujillo, Alexandra (2023). Ayllu Llakta. Registro audiovisual: Alexandra Trujillo Tamayo. Colección de la artista. Recuperado: Vimeo de la
artista.
Desde la época de la colonia y la llegada de la Modernidad al continente americano, el imaginario sobre la Amazonía, siempre ha estado relacionado
con la búsqueda del oro o de aquel tesoro que se encuentra oculto bajo el bosque. En relación al territorio Ecuador, algunos ejemplos cinematográficos basados en este tema han sido abordados en el cine ecuatoriano desde 1924 con el estreno de la película El tesoro de Atahualpa,
película dirigida por Augusto San Miguel. Los invencibles shuaras del Alto Amazonas dirigida por Carlos Crespi Croci y estrenada en 1927. Así
mismo, una de las más recientes ficciones ecuatorianas basadas en el tema, A Son of Man: La maldición del tesoro de Atahualpa de Luis Felipe
Fernández-Salvador y Pablo Agüero, estrenada en el año 2019. Fuera de aquí. Llucshi Caimanta (1977) del Grupo Ukamau y Jorge Sanjinés
“Al señor Presidente de la República del Ecuador, realice las
gestiones necesarias a fin de que la provincia de Napo sea
declarada en emergencia ambiental y sanitaria por los altos
niveles de contaminación de agua y suelo, afectación a flora,
fauna y ecosistemas, debido al desarrollo de actividades mineras ilegales, falta de eliminación de pasivos ambientales, falta
de restauración de ecosistemas, disminución y pérdida de servicios ecosistémicos y el riesgo a la salud de las personas,
derivadas de la vulneración de derechos humanos y de la naturaleza.”(Defensoría del Pueblo Ecuador, 2023)
Conclusiones
Bibliografía
El abordaje del presente trabajo parte de una necesidad de
cuestionarnos acerca de las múltiples formas que tenemos
como comunidad, de cuidar nuestros territorios y nuestros
parentescos. Esta lógica del hogar es algo que se refleja en
toda la sociedad, y es por ello que hemos partido de la acción
de maternar el oro dentro del hogar indígena, como una
manera de abrir nuevas preguntas a aquello que consideramos
progreso desde una visión antropocéntrica o desde la mirada
de Occidente. Esta mirada ha sido introducida a las comunidades indígenas que han aceptado la tregua de la empresa
minera, como una forma de romper con la lógica romántica del
activismo, pero que sin duda está dejando y dejará una huella
medioambiental irreversible.
Andi, D. 2023. Entrevista personal. Repositorio personal de trabajo audiovisual de la artista Alexandra Trujillo Tamayo. Quito.
Para el futuro creemos que puedan existir ciertos mecanismos
de conformación de sociedades arraigadas en parentescos
como establece Haraway, y que sin duda podrán establecerse
como comunidades autosustentables que dialogan en forma
porosa con las sociedades sostenidas en el progreso. “Para
revertir la lógica del crecimiento infinito, es necesario explorar
y avanzar hacia otras formas de organización social, basadas
en la reciprocidad y la redistribución, que coloquen importantes limitaciones a la lógica de mercado.” (Svampa 2018)
Giraudo, Silvia, y Patricia Arenas. 2004. “Científicos europeos en el altiplano boliviano-argentino: Antropología, expediciones y fotos”. Anales del Museo de América, n.o 12: 125-46.
Con ello creemos que es posible formar comunidades en estos
territorios, que sean capaces de autosostenerse y cuidar la
naturaleza en cuestión, sin necesidad de “arrancarse de sus
raíces” en la forma en cómo el progreso lo ha hecho, causando
ese malestar cultural del que hablamos inicialmente y por el
cual estamos enfermos en el Antropoceno todos y cada uno de
los seres humanos que vivimos en la sociedad del concreto.
Sepúlveda J. y Bustos G. 2018 - 2019. “Acción / Transacción (sobre Economía y Mercado de Arte. Primera Parte” Curatoría Forense - Latinoamérica Buenos Aires (2018) + São Paulo (2019).
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Video de la pieza audiovisual Ayllu llakta disponible en el siguiente link: https://vimeo.com/809816519
ARTESANA
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