MANEJO DEL DOLOR EN NIÑOS
Por: Cynthya Ivelisse Hernández, MSN
Neonatal & Pediatric Critical Care Specialist Nurse
Dr. Public Health
Introducción
La literatura basada en la evidencia sobre la valoración y el tratamiento del dolor
pediátrico aumenta considerablemente cada año. Las opciones de tratamiento para el
dolor pediátrico agudo y crónico se evalúan constantemente, y cada día se dispone de
nuevas técnicas y opciones de administración (Royal Childrens, 2022). A pesar de los
avances en el tratamiento del dolor agudo y crónico pediátrico, muchos niños y
adolescentes siguen sufriendo por dolores de todo tipo tratados inadecuadamente. Es
imperativo que el personal de enfermería a cargo de la atención a pacientes de la
población pediátrica valore, intervenga y estime acertadamente para lograr un
tratamiento eficaz para el dolor en esta población. El dolor es frecuente en los niños, y
lo presentan más del 25% de los niños hospitalizados y con otras condiciones de salud
subyacentes (Dydyk & Grandhe, 2023).
Palabras clave: dolor, tratamiento, pediatría, crónico, agudo, valoración
Etiología
La International Association for the Study of Pain (IASP, 2024) define el dolor
como una experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada a un daño tisular
real o potencial o descrita en términos de tal daño. Es importante tener en cuenta que el
dolor es, en principio, un mecanismo de defensa, cuya función es detectar y localizar los
procesos que dañan las estructuras corporales, pero es también un fenómeno subjetivo
que puede estar o no vinculado a una lesión o patología orgánica. Además, cuando esta
vinculación existe, la intensidad del dolor no está necesariamente relacionada con la
gravedad de la alteración que lo produce. Según estudios del National Institute of Health
(NIH,2023) los niños nacidos prematuros que se sometieron a varios procedimientos
médicos dolorosos en su primer tiempo de vida pueden tener un alto riesgo de sufrir
trastornos del espectro autista y puntuaciones motrices y lingüísticas más bajas a los 18
meses de edad. Los bebés muy prematuros y prematuros extremos que presentaban un
elevado número de heridas de la piel tendieron a tener una mayor conectividad dentro
del cerebelo, una región cerebral que coordina el movimiento y está implicada en la
percepción del dolor (NIH, 2023).
Influencia de los recuerdos del dolor en niños
En un estudio realizado en 2012 por Chambers y McGrath, se demostró que los
recuerdos de dolor en los niños estudiados fueron un mejor predictor de los informes
posteriores sobre el dolor que los informes iniciales. Los niños con recuerdos de dolor
que se evaluaron negativamente o de manera errónea experimentaron un mayor dolor
con el tiempo. A los niños sanos a menudo se les exige que se sometan repetidamente
a dolorosos procedimientos médicos (p. ej., vacunas, tomas de muestras, administración
de medicamentos etc. Según Freud & Beth (2019), en el grupo pediátrico, la memoria
suele estar implicada en las reacciones de los niños ante un dolor futuro, no obstante,
hay escasez de investigaciones recientes que examinen directamente la relación entre
estos factores. Lo que se pudo comprobar del estudio anterior fue una fuerte influencia
de los recuerdos de los niños ante un nuevo estímulo de dolor en su experiencia de dolor
en ocasiones futuras.
El dolor en niños no es menor al de un adulto solo por el hecho
de ser niño (Dydyk & Grandhe, 2023). El propósito de la valoración del dolor pediátrico
es determinar cuánto dolor siente el niño y puesto que la valoración del dolor supone
más que una clasificación numérica, es esencial comprender la intensidad del dolor que
sufre el niño para tratarlo eficazmente (Orellana & et al., 2022).
Actualmente, existen
numerosas escalas pediátricas para el dolor que se identifican con más frecuencia como
medidas conductuales, escalas de autoevaluación e instrumentos de valoración
multidimensional.
Medidas conductuales del dolor
La valoración conductual puede proporcionar un cuadro más completo de la
experiencia dolorosa total cuando se administra junto con una medida de autoevaluación
subjetiva. Las conductas de angustia que se han relacionado con el dolor son
vocalización de sonidos asociados al dolor, cambios de la expresión facial y movimientos
inesperados o poco habituales. El conocimiento de que estas conductas se asocian con
el dolor hace que su evaluación sea un poco más sencilla en los lactantes y en los niños
pequeños sin capacidad o con capacidad escasa de comunicación (Freund & Beth,
2019).
Evaluación del dolor en niños por el profesional de enfermería
En el escenario planteado anteriormente referente al tema del dolor en niños,
debemos entonces tener una perspectiva clara de cómo deben valorar los profesionales
de la salud la intensidad del dolor en un niño. Esta evaluación se realiza según la edad,
el tipo de dolor y la situación, los profesionales de enfermería y otros profesionales de la
salud que intervienen directamente con niños utilizan diferentes escalas compuestas por
colores, números o dibujos para intentar cuantificar la intensidad del dolor del niño (Noel
& et al., 2021). Elegir cuál utilizar es tan importante como lo es saber aplicarla. Existen
dos tipos de escalas que se utilizan según la edad del paciente: subjetivas y objetivas.
Un ejemplo de la valoración del dolor con escalas objetivas sería cuando se valoran las
actitudes y el comportamiento de los niños ante el dolor a través de la observación directa
(si lloran, mueven las piernas, tienen la cara triste) incluyendo además, la medida de los
constantes vitales tales como la presión arterial, frecuencia cardiaca, respiraciones y
pulso (Hurtubise & Joslin , 2023).
Una de las escalas más utilizada con este propósito
es la escala FLACC (Face, Leg, Activity, Cry, Consolability) que valora la cara, el
movimiento de las piernas, la actividad, cuándo llora y si se puede consolar.
Imagen 1
Escala FLACC
Cortesía de Halbouty Premature Nursery, Texas Children’s Hospital, Houston, TX.
Las escalas de autoevaluación se utilizan con mas frecuencia para niños mas avanzados
en edad, en específico en niños mayores de 4 años. En este grupo se encuentran las
escala de caras y numerales o escalas que integran ambos componentes. Los niños son
capaces de usar las escalas de auto graduación a los 4 o 5 años y en muchos casos a
la edad de 3 años. La capacidad para discriminar el grado de dolor en la expresión facial
parece establecerse razonablemente hacia los 3 años. Las escalas de caras aportan
una serie de expresiones faciales que representan una clasificación del dolor. Las caras
son atractivas porque los niños simplemente señalan la que representa cómo se sienten.
Para ofrecer un ejemplo clásico y comúnmente utilizado de este tipo de escalas,
mencionamos la escala Wong-Baker que es una de las mas utilizadas en la comunidad
pediátrica de 4 años en adelante.
Imagen 2
Escala Wong-Baker
Tomado de https://enfamilia.aeped.es. Asociación Española de Pediatría
El número de medidas numéricas del dolor disponibles para su empleo en
lactantes, niños pequeños y adolescentes ha aumentado espectacularmente y añade
complejidad a la valoración del dolor pediátrico (Cabrera & Agualongo, 2023).
La
tendencia actual apoya una métrica común para la medida del dolor en los niños. Se ha
comunicado que el sistema de 0 a 10 como métrica común era el preferido por los
profesionales de atención sanitaria y que haría más sencillo leer, interpretar e integrar
las puntuaciones del dolor en la investigación y la práctica.
Importancia del manejo del dolor en niños por el personal de enfermería
La importancia del manejo del dolor en niños radica en el hecho de que el dolor
puede tener un impacto significativo en su bienestar físico y emocional. Un adecuado
control del dolor no solo mejora la calidad de vida de los niños, sino que también puede
acelerar su recuperación y reducir la necesidad de analgésicos. Además, el manejo
efectivo del dolor en edades tempranas contribuye al desarrollo de estrategias saludables
de afrontamiento y proporciona una base sólida para futuros cuidados de salud.
Según Orellana & et al. (2022), la inclusión de los padres en el proceso del manejo
del dolor en niños se considera esencial, ya que los padres suelen ser la pieza clave
primordial del núcleo familiar inmediato de un niño. Son los padres quienes conocen a
sus hijos, por tanto, son aliados del personal de enfermería en los cuidados de un niño.
El personal de enfermería además puede enseñar a los padres técnicas de alivio del
dolor que pueden realizar en casa y brindar recomendaciones para garantizar la
comodidad y el bienestar de sus hijos.
Es importante que los padres se sientan
empoderados y confiados en su capacidad para ayudar a controlar el dolor de sus hijos,
y los enfermeros desempeñan un papel fundamental en este proceso al proporcionar el
conocimiento y el apoyo necesarios.
Conclusión
El rol de enfermería en el manejo del dolor en niños es esencial y multifacético.
Los enfermeros son responsables de evaluar de manera adecuada el dolor en los niños,
utilizando métodos de evaluación específicamente diseñados para ellos. Además,
desempeñan un papel fundamental en la implementación de intervenciones
farmacológicas y no farmacológicas para el alivio del dolor. Los enfermeros también
brindan educación y apoyo a los padres, ayudándolos a comprender y manejar el dolor
de sus hijos. Por último, la colaboración interdisciplinaria entre enfermeros y otros
profesionales de la salud como médicos y psicólogos es crucial para garantizar un
manejo integral y efectivo del dolor en los niños. La educación y el apoyo a los padres
son aspectos cruciales en el manejo del dolor en niños y los enfermeros deben
proporcionar información clara y comprensible sobre el dolor, los métodos de evaluación
y las intervenciones disponibles. El manejo del dolor en niños con un enfoque terapéutico
debe ser uno de los puntos clave en la atención del personal de enfermería ya que el
tratamiento debe adecuarse a la intensidad del dolor. Al día de hoy, es necesario realizar
mas estudios sobre este tema de manera que podamos estar mejor orientados en la
mejora del manejo del dolor en niños. Saber reconocer la existencia del dolor en esta
población es el primer paso para la elaboración de un plan terapéutico adecuado y
efectivo con el único propósito de poder brindar un servicio de salud, excelencia y calidad
de vida a la población pediátrica.
Referencias
Cabrera, G., & Agualongo, M. (2023). Cuidados paliativos de enfermería en pacientes pediátricos.
Retrieved from www.unach.edu.ec
Dydyk, A., & Grandhe, S. (2023). Pain Assessment. Retrieved from National Library of Medicine, NIH:
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32310558/
Freund, D., & Beth, N. (2019). Assessing a Child's Pain. American Journal of Nursing, 119(5), 34-41.
doi:10.1097/01.NAJ.0000557888.65961.c6
Gaviria, M., & Toro, V. (2021). Rol del profesional de enfermería en la prevención de la debilidad
adquirida por los pacientes pediatricos en la unidad de intensivos y su rehabilitación. Retrieved
from www.edea.edu.co
Hurtubise, K., & Joslin , R. (2023). Participant-Generated Timelines: A Participatory Tool to Explore Young
People With Chronic Pain and Parents' Narratives of Their Healthcare Experiences. Epub, 33(11),
931-944. doi:10.1177/10497323231189388.
IASP. (2024). Pain. 165(3). Retrieved from International Association for the Study of Pain:
https://www.iasp-pain.org/publications/pain/
Morocho, J. (2023). Valoración y manejo del dolor en la unidad de NICU: percepción de enfermería.
Retrieved from www.uniandes.edu.ec
NIH. (2023). Novedades de la ciencia: El dolor experimentado durante los cuidados intensivos neonatales
podría influir en el desarrollo neurológico de los bebés prematuros. Retrieved from National
Health Institutes: https://espanol.nichd.nih.gov/noticias/prensa/120123-neonatales-bebesprematuros
Noel, M., & et al. (2021). The influence of children's pain memories on subsequent pain experience.
Pubmed, 153(8), 1563-1572. doi:10.1016/j.pain.2012.02.020.
Orellana , F., & et al. (2022). Estrategias no farmacológicas como adyuvantes para el manejo del dolor
agudo por punción en pediatría. Alerta, NIH, 5(2), 146-152. Retrieved from www.camjol.info
Royal Childrens, H. (2022). Pain Assessment and Measurement. Retrieved from The Royal Children's
Hospital Melbourne:
https://www.rch.org.au/rchcpg/hospital_clinical_guideline_index/Pain_assessment_and_measu
rement/
Vallejos, K. (2021). Uso de ketamina para el manejo del dolor en el paciente pediatrico quemado.
Retrieved from sunedu.gob.pe: www.sunedu.gob.pe