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La Espiritualidad no es un fin, sino un medio

no es algo nuevo en la vida humana, siempre ha habido un tipo de creencia en el interior del Ser sobre lo espiritual, siempre ha habido en la conciencia del hombre, la búsqueda de algo más, de otra

La Espiritualidad no es un fin, sino un medio La Espiritualidad no es algo nuevo en la vida humana, siempre ha habido un tipo de creencia en el interior del Ser sobre lo espiritual, siempre ha habido en la conciencia del hombre, la búsqueda de algo más, de otra cosa, algo que trasciende la materia. Desde que el hombre es hombre, ha tenido una búsqueda de la esencia inmaterial de este. En todas las épocas hubo personas que dedicaron su vida a la espiritualidad, haciendo de la misma un fin en sí mismo. Es decir, que no buscaban crecer internamente, crecer en esa esencia inmaterial, sino que buscaban crecer en lo que podían conocer, ver y entender de lo que ellos creían como espiritualidad. El gran problema de la esencia inmaterial del hombre, es que no puede ser demostrada por medios materiales y al mismo tiempo refiere a algo cualitativo que no puede ser medido y comparado, lo cual llevó a que esa espiritualidad fuera un proceso totalmente interior, pero en el momento en que esa espiritualidad dejaba de ser un proceso cualitativo en el interior del ser y pasaba a ser una espiritualidad para el afuera, ya dejaba de ser un medio para conocerse a sí mismo, una simple herramienta dentro de un sinfín de las mismas que podía usar el hombre para su conocimiento interior y se convirtió en un fin en sí mismo. Es decir, las personas querían ser espirituales pero no para conocerse a sí mismas en su esencia inmaterial, sino para tratar de ser o de llegar a ser como algún ideal puesto en sus mente. El mayor problema de la espiritualidad, es que pasó de ser entendida como un simple medio, para llegar a cierto fin, para convertirse en un fin en sí mismo, pero ¿Por qué pasó esto? ¿Será que el hombre al volver la espiritualidad un fin en sí mismo, olvidó cuál era el fin de la espiritualidad? La espiritualidad no puede ser un fin en sí mismo, porque la misma es conocimiento, es conocimiento de la esencia inmaterial del hombre, pero cuando el hombre se centra en el conocimiento y el saber, olvida siempre el ser. La meta entonces no consiste en llegar a ningún tipo de ideal de espiritualidad, la meta no es buscar ser de tal o cual manera, ni lograr lo que otros lograron, la meta no es conocer y saber sobre el ser inmaterial del hombre, sino simplemente descubrir el ser inmaterial del hombre. La búsqueda espiritual para la mayoría de las personas se ha convertido en un fin en sí mismo, poniendo demasiados deseos e ideales en ella. Muchas religiones han inventado mundos gigantes de fantasía, a la altura de los deseos ilusorios de los buscadores espirituales, pero nosotros, los guías de raza, que guiamos los procesos hace cientos de años y que caminamos entre ustedes y somos uno con ustedes, sabemos que lo que determina el fin, es la búsqueda, y debes ser totalmente sincero contigo mismo, ¿Qué esperas encontrar en la espiritualidad? ¿Qué esperas descubrir? El fin de la espiritualidad está determinado desde la propia búsqueda; la espiritualidad se vuelve un fin en sí misma, porque las personas buscan idealmente ser más espirituales, acercarse más a esos dioses, o convertirse en uno de ellos, según la religión o grupo espiritual que persigan. Pero todos olvidan que la verdadera búsqueda solo puede nacer del corazón y no de la cabeza. La verdadera espiritualidad “es la puesta en acto del amor”, es decir, es la compasión, esto es lo que vinieron a enseñar todos los maestros espirituales. Pero ¿Qué significa la compasión? Cuando decimos que la espiritualidad es un medio, debemos aclarar que en el mundo hay una guerra, esta guerra es milenaria y silenciosa, se produce en el interior de cada uno de ustedes y por cada uno de ustedes. Es decir que, aunque no lo puedan entender, son el fin de esa guerra, y el terreno de batalla de la misma, se encuentra en el terreno espiritual. Cuánto puedas saber de esa guerra, no importa y tampoco nunca sabrás la verdad total, justamente es necesario que no sepas lo suficiente, para que las batallas puedan librarse en el hombre y por el hombre. Lo que debes saber es que la espiritualidad es un medio en el que se desarrolla esa batalla y no el fin de la vida del hombre. Muchas personas buscan a Mahoma, Buda, Jesús, para ser como ellos, persiguiendo sus ideales. Nosotros, los seres de luz, hemos estado infinidad de veces frente a ustedes y hemos sido maltratados y burlados, simplemente porque “no somos tan espirituales” como ustedes creen que somos los seres de esencia inmaterial, una infinidad de veces han rechazado nuestros mensajes, porque no es la espiritualidad que ustedes quieren creer o quieren vivir. Nunca se preguntaron sobre la vida de Buda, Mahoma, Ra, Krishna o Jesús, la mayor parte de las cosas que recibieron sobre ellos, son construcciones idealizadas de lo que las personas podían ver de la espiritualidad. En otras palabras, la espiritualidad se construyó en base a lo que se podía ver y entender de estos seres, pero realmente no es la verdad interior de ellos. ¿Cómo pueden llegar a la esencia inmaterial de un ser, si solo pueden ver, comparar y describir su parte material? ¿Cómo se puede describir la esencia inmaterial de un ser por su parte material? Hay una diferencia muy importante entre el ser, la esencia inmaterial a lo que puede llegar el hombre, y los discursos sobre la esencia inmaterial del hombre. Habrá personas que pueden creer, razonar, pensar la espiritualidad, pero no pueden vivirla”, es decir, que no pueden vivir la esencia inmaterial en su ser como parte de su verdad, como parte de su vida. La espiritualidad, como la conocen los seres materiales, no es la esencia viva de la verdad, sino un conocimiento distorsionado de lo que pueden entender de la esencia inmaterial. Pero es solo conocimiento, algo que alguien utiliza para llevar a que el hombre piense y viva de determinada manera. Por lo que se puede ver, la espiritualidad, no es la esencia viva del ser, ni de la divinidad interior, simplemente es una estructura discursiva y de conocimiento, que es utilizada en la guerra por la vida y la energía de esa persona. Si ustedes observan hay diferentes discursos en lo referente a la espiritualidad, hay un discurso que refiere a la compasión, que en realidad le está diciendo al hombre, que el camino es renunciar a su propia vida por amor al mundo y al otro, eso es lo que los Maestros quisieron mostrar, siendo sus vidas un ejemplo de esa compasión. Y la otra parte de la espiritualidad, dice que debes seguir las enseñanzas de los maestros por un beneficio posterior, es decir ir al cielo después de la muerte. En este último caso el fin perseguido sería totalmente egoísta. Pero ¿Qué persona elige morir para dar la vida a otros? ¿Qué persona sería capaz de renunciar a algo o a todo para servir al otro? ¿Qué persona perdería todo hasta su vida, sin esperar, simplemente por las ansias de que los demás puedan ser felices o crecer? La espiritualidad puede convertirse entonces en el fin para una búsqueda de salvación eterna, en una búsqueda de una mejor vida, o p or la búsqueda de un beneficio o la promesa del mismo; o convertirse en un medio para expresar nuestro amor y nuestra compasión al mundo. Lo más interesante de la espiritualidad o de las espiritualidades es que son discursos que proponen determinados conocimientos, sobre todo, lo que el hombre no puede comprobar, pero esos discursos son para las cabezas de los hombres ¿Nunca se pusieron a pensar que si eso no puede ser descubierto a simple vista es porque no debe ser descubierto? Todo conocimiento que puedan tener cada una de las doctrinas espirituales, son como intentos de abrir una flor sin que esta esté preparada para ello. Estos discursos espirituales, se construyen pensando que la razón, el poder y el conocimiento abrirán las puertas secretas que guardan los misterios, que solo se abrirán cuando el hombre esté preparado. La esencia viva del ser, no son palabras, es algo que simplemente “es”. “Yo Soy la divinidad en la carne”, ustedes no deben buscar conocimiento, saber y poder, simplemente para usar el mismo y tener mayor control. No busquen discursos, busquen la verdad. Ya dijimos entonces que la espiritualidad, sirve para que esa guerra se desenvuelva, donde hay un grupo o un equipo que trabaja para llevar al hombre a que se centre en el mismo, en otras palabras, creyendo que su existencia y su vida son muy importantes y que él es más importante que los demás. Mientras que hay otro grupo que te lleva a que renuncies a tu vida y dejes todo en el camino. Pero ¡Detrás de esto hay una trampa! Si te dijera que tienes que matar a todos tus seres queridos, perder todas las cosas que quieres, que amas y que posees, si te dijera que dentro tuyo morirá todo lo que crees ser, que serás pisoteado, lastimado y burlado por la humanidad, si te dijera que te quedarás solo, confundido y perdido, si te dijera que al final del día nada quedará de ti y serás crucificado ¿Seguirías ese camino? Y si me dices. “Depende de lo que se gane” y yo te digo: “simplemente perderás todo y no ganarás nada” ¿Seguirías ese camino? Mientras que en el otro camino, tendrás una vida confortable, todo lo que quieras, una vida sin demasiados problemas y sin grandes pérdidas, ¿Qué elegirías? La verdadera espiritualidad, solo te llevará a perder y al final del día, lo único que desearás será morir, dejar de existir, que muera todo dentro de ti, perderás todo a cambio de la verdad o ganarás todo a cambio de vivir en una ilusión. Tú eliges y eso es la vida. Pero mientras tanto, te diré lo que para nosotros es lo importante. Entiendes ya que la espiritualidad es un simple medio y no hay nada importante allí, ni tampoco llegarás a ningún lado con la misma, sino que donde llegues será por tus elecciones, por tu vida en acto; la esencia inmaterial del ser, es la consecuencia, el fin o el resultado, de las elecciones de la vida, no de las cosas que creas, piensas, sientas o conozcas. Lo importante para nosotros, son los procesos que se desarrollan en tu interior, a partir de esas elecciones. Diremos que existen dos realidades, la realidad material y la realidad inmaterial, recuerda que la espiritualidad, es supuestamente el conocimiento de esta realidad inmaterial, pero ciertamente, todas sus religiones no saben absolutamente nada de la misma, puesto que ellas siguen patrones lógicos para llegar a algo que trasciende su lógica, es como querer explicar la vida por medio de imágenes y representaciones, sin tener en cuenta que, en el momento en que algo es representado, pierde la esencia viva del ser. La verdad es, que cada ser humano es en sí un “transformador de energía”, es decir, que la importancia de la humanidad no es en cuánto a todo lo que ellos creen ser, sino que la humanidad en sí misma, es una parte del planeta que se encarga de determinados procesos que se realizan en el interior del mismo. El ser humano es un instrumento o una herramienta que transforma energía material en energía inmaterial. Esa es la razón de la existencia del hombre, es un medio, para hacer un trabajo y lo hace en su interior. Pero hay una relación entre la energía que produce el ser humano, es decir, los tipos de emociones, pensamientos, deseos, aspiraciones, hasta las ideas más increíbles y geniales que puede tener en su cabeza y esta transformación de la energía, dado que todo lo anterior es un tipo de transformación de energía. Aunque podemos decir que todos los tipos de energía se dividen en dos, uno negativo y el otro positivo. En el negativo, los pensamientos, deseos y emociones están atados a la tierra, es decir, estos se producen cuando el hombre está centrado en su propia realidad pequeña egoísta, donde él está aferrado a sus deseos, a sus pensamientos, a su vida, donde él es más importante que el resto del mundo y donde la persona no es capaz de renunciar a nada de su propia vida; esto produce alrededor de la persona un campo energético negativo, es decir, que no ha transformado la energía. Mientras que llamamos como campo energético positivo, a todas aquellas energías pensamientos que han logrado liberarse de la materia y de la tierra, esto es un proceso bastante difícil y pocas personas pueden hacerlo. Cabe aclarar que este proceso se produce cuando la persona es capaz de renunciar hasta a su propia vida para salvar y ayudar al otro. Es en la renuncia de su propio deseo, en la elección de soltar y de renunciar a su propia vida y existencia por amor, lo que lleva al hombre a liberarse de las cadenas de lo inferior, para llegar a lo superior. Es decir, que el hombre es un medio, para transformar la energía material en energía inmaterial y cuando el hombre vive desde este campo negativo y elige, vive y piensa desde allí, simplemente está viviendo desde lo material sin poder transformar la energía. Nuestra propia vida, nuestros deseos, pensamientos, creencias y todo lo que tenemos en nuestra realidad, es lo inferior, lo material. Cuando el hombre puede dejar hasta su vida, está eligiendo lo inmaterial por sobre lo material, entonces su espiritualidad ya no es un conocimiento de algo que alguien dijo, es la esencia y la verdad de su vida. La guerra es en sí, por lo que el hombre pueda lograr o no, transformar de dicha energía y la consecuencia de esa transformación. Es el sentido de la existencia del hombre transformar energía material, en energía inmaterial. Los dos lados luchan de manera silenciosa, tratando de llevar al hombre para un lado conduciéndolo a producir pensamientos egoístas, haciendo que la vida esté totalmente centrada en el mismo y en los suyos, donde se produce un campo de energía negativo que alimenta a uno de los bandos; y por otro lado tenemos las aspiraciones más puras, los deseos más desinteresados, la renuncia más profunda por amor al mundo, que alimenta al otro bando. Debes pensar que así como la planta se alimenta del sol y los minerales y el animal se alimenta de los vegetales, el hombre se alimenta de todos los reinos que se encuentran por debajo, aunque cabe destacar que este no es el reino más elevado, sino que por debajo de él hay seres que se alimentan de la energía que el hombre produce con sus deseos, emociones y pensamientos. Debemos hacer una salvedad y es que uno de los bandos se alimenta de la energía y la usa para su subsistencia, en este caso son los que trabajan en el campo de lo negativo. Cuando el hombre logra transformar la energía material en energía positiva, no alimenta a nadie, sino que forma un cuerpo de energía, a partir de lo que logró transformar de energía negativa en positiva. El mayor engaño en la espiritualidad, es hacerle creer al hombre que si sirve a religiones o grupos espirituales, se les dará algo en el más allá. Simplemente la energía positiva que uno logró transformar en su vida, es su siembra, lo que queda con él y nadie puede sembrar en el campo del vecino. Con todo lo expuesto, podrán deducir que el lugar de la espiritualidad no es salvar al hombre, ni darle un lugar en el más allá, sino que la espiritualidad, al igual que todas las cosas de la vida, está hecha para producir emociones, deseos y pensamientos en el hombre. El hombre podrá usar la espiritualidad como un fin, creyendo que ha llegado al final del camino, o podrá usar esa espiritualidad como todas las demás cosas de la vida, es decir, para aprender y transformar su oscuridad interior en los pensamientos de amor, más perfectos, hermosos y elevados, dado que los que creemos que la humanidad tiene un lugar entre nosotros, seguimos luchando día a día para que el hombre renuncie a esa naturaleza inferior y pueda ocupar el lugar que creemos que le corresponde. Mientras que otros lucharán, para que el hombre viva eternamente como un ser inferior, siendo solo alimento para otros seres. Tu vida es más importante de lo que piensas, mientras vivas como ser humano, como ser físico, como ser social, cultural y creas que eso eres, simplemente estarás atrapado en lo negativo y morirás pensando que algo de tu vida era importante, pero lamentablemente habrás desperdiciado tu oportunidad, que en realidad es tu única oportunidad. Si realmente entiendes el juego verás que nada de lo que pasa en tu vida es casualidad, todo lo que sucede está determinado para darse la posibilidad de transformar la oscuridad en luz, es decir, tu vida como ser humano, como ser material, en tu vida como ser inmaterial; esto solo se logra cuando renuncias al mundo, a tu cuerpo, a tu vida, pero desde lo más interior y es a partir de allí que en tu mente se forman los pensamientos y las energías más elevadas que permitirán vivir y manejarte como ser inmaterial, como ser de luz. La guerra siempre estará, pero tú como ser material, tendrás una oportunidad, muchas veces se le hace creer al hombre que él tiene infinitas oportunidades, muchos líderes religiosos saben la verdad de esto, pero no dirán que cada vida es una oportunidad y las oportunidades nunca serán las mismas. Nosotros luchamos para que puedan liberarse de las ataduras del mundo inferior, de su realidad material. En cada una de las situaciones difíciles, los estamos ayudando a que puedan transformar esa oscuridad que no es otra cosa que todo aquello que los ata al mundo inferior, al mundo material, para que puedan vivir de otra manera, puedan experimentar el éxtasis del ser elevado. No importa cuánto conozcas o creas conocer, ni que tan espiritual creas que eres, simplemente en la renuncia de la naturaleza inferior es donde se puede encontrar la naturaleza superior, en la renuncia de lo negativo es donde se puede encontrar lo positivo, el trabajo es constante y dura lo que dura tu vida, en ella tendrás una y otra vez que enfrentarte a tu propia oscuridad y a la oscuridad del mundo, para poder transformarla y convertirla en las más puras, elevadas y perfectas aspiraciones y energías mentales. Es tu vida, tu siembra y tu oportunidad. Seguramente nos estaremos encontrando, espero que puedas reconocerme. El que camina entre los hombres.