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Declaración del Milenio

La Declaración del Milenio es un texto aprobado por la Asamblea General de la ONU el 13 de septiembre de 2000, en la sede la Naciones Unidas de Nueva York, por la que los 189 Estados comprometen a sus países con una nueva alianza mundial para reducir los niveles de extrema pobreza y estableciendo una serie de objetivos conocidos como los objetivos de desarrollo del Milenio y cuyo vencimiento del plazo está fijado para el año 2015. Se pretende reafirmar la fe en la Organización y su Carta como base, indispensable, de un mundo más pacífico, más próspero y más justo, como se recoge en su artículo 1º.

La Declaración del Milenio es un texto aprobado por la Asamblea General de la ONU el 13 de septiembre de 2000, en la sede la Naciones Unidas de Nueva York, por la que los 189 Estados comprometen a sus países con una nueva alianza mundial para reducir los niveles de extrema pobreza y estableciendo una serie de objetivos conocidos como los objetivos de desarrollo del Milenio y cuyo vencimiento del plazo está fijado para el año 2015. Se pretende reafirmar la fe en la Organización y su Carta como base, indispensable, de un mundo más pacífico, más próspero y más justo, como se recoge en su artículo 1º. Ocho son los objetivos concretos que nos presenta la Declaración del Milenio, y que pretenden ser alcanzados para 2015, son los siguientes: Erradicar la pobreza extrema y el hambre Lograr la enseñanza primaria universal promover la igualdad de genero y la autonomía de la mujer Reducir la mortalidad infantil Mejorar la salud materna Combatir VIH/SIDA, paludismo y otras enfermedades Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente Fomentar una asociación mundial para el desarrollo El PNUD, programa de la Naciones Unidas para el desarrollo, en relación al objetivo de erradicar la pobreza y el hambre, pretende reducir a la mitad el porcentaje de personas con ingresos inferiores a un dólar. Según datos de el Banco Mundial, sus proyecciones nos llevarían al 2015, con un menos de un 15% en la tasa de pobreza. Para alcanzar este mismo objetivo buscan crear empleo pleno y productivo, y trabajo decente para todos, incluidos mujeres y jóvenes, pues se está cumpliendo las perspectivas de la existencia de un desempleo alto, persistente y una lenta regeneración de empleo en los países desarrollados, llevándonos a que 1 de cada 5 trabajadores y sus familias vivan en extrema pobreza (con menos de 1,25 dólares por persona y día). Es la actual crisis económica la que nos lleva incluso a hablar de que uno de cada cuatro españoles esta en riego de pobreza y exclusión social, y estamos hablando de un país “desarrollado”. También se pretende reducir a la mitad el porcentaje de personas que padecen hambre, aunque creen que este objetivo podría no cumplirse en África subsahariana, pero si en Asia sudoriental, Asia oriental y en América Latina y el Caribe. Esto aún me sigue pareciendo algo inconcebible, que siga existiendo en pleno siglo XXI, personas que mueran de hambre, mientras hay inmensas fortunas de dinero, de grandes empresas multinacionales que se limitan a circular de un país a otro para evitar la tribulación en un país concreto, y preocupados sólo en invertir en bolsa y sacarle más beneficio a ese dinero. La gente no da gracias por haber nacido en el país que ha nacido, por tener acceso a las buenas condiciones de vida que tiene, simplemente busca lucrarse más, y a costa de quien sea, se piensa únicamente en el propio beneficio. Lo peor no es que exista este tipo de personas, sino que nuestros representantes políticos permitan ese tipo de comportamientos mientras proclaman principios y valores tales como la igualdad y la solidaridad, dejemos de ser hipócritas, y permitámonos ayudar al que no ha tenido la misma suerte que nosotros. En relación al objetivo de alcanzar una enseñanza universal, se pretende que los niños de todo el mundo completen un ciclo completo de enseñanza primaria, pues por diversas barreras culturales y sociales, miles de niños se ven obligados a abandonar la enseñanza primaria antes de acabarla, por todas las trabas y problemas que le supondrían a ellos mismos y a sus familias. En países desarrollados muchos son los jóvenes que han abandonado y abandonan el curso escolar antes de alcanzar la edad mínima de obligada escolarización, es decir, muchos no llegan a acabar la ESO. Y es ahora, en épocas de crisis, cuando son ellos mismo los que se dan cuenta de que es un mínimo que necesitan para alcanzar unas condiciones de vida dignas, y es un mínimo que va creciendo cada vez más, pues también crece el desarrollo social, económico y cultural. Así que es impensable, que haya niños que no puedan ir a la escuela, que en pleno siglo XXI siga habiendo gente cohibida por miedo, por dinero, y por creencias, que impidan que sus hijos aprendan a leer, escribir o sumar. Un mínimo de educación que le permitiría avanzar y desarrollarse algo más de lo que sus padres pudieron. La equidad entre hombres y mujeres es un objetivo fundamental para el progreso del desarrollo humano, y como bien dice el PNUD, situar a hombre y mujeres en la misma posición supone una manera de promover prosperidad y bienestar para todos. La cuestión es que esta idea de igualdad no se le puede imponer a las personas por la fuerza, hay que hacerles entender que la superioridad de un género sobre otro no se justifica ni se apoya en nada, pues todos hemos de tener las misma oportunidades y opciones, pues todos tenemos las mismas capacidades, pero esto hemos de inculcarlo en la educación desde los primeros años de vida, por eso el objetivo anterior es causa-efecto de este; una vez que se pueda alcanzar una escolarización primaria universal, hay ciertos valores que se van a consolidar y expandir entre las poblaciones menos desarrolladas que permitirán una posible equiparación de sexos. Esto permitirá que las mujeres avancen en el sector laboral, con la posibilidad de alcanzar trabajos, contratos y salarios mas estables y decentes. Se habla de una discriminación positiva, pues se imponen beneficios a las mujeres, como grupo social, a causa de su discriminación injusta en amplios sectores de la sociedad, tanto en países desarrollados, como en los que están en vías de desarrollo. Pero no es en si una discriminación, es un apoyo para conseguir una equiparación de sexos, pues el mundo esta gobernado por y para los hombres, principalmente. El cuarto objetivo, de reducir la mortalidad infantil, va progresando poco a poco: la mortalidad de los niños menores de 5 años ha disminuido un 33% en todo el mundo, y las muertes por cada 1.000 niños nacidos vivos han pasado de 89 en 1990 a 60 en 2009. Si, se han reducido, pero no desaparecen a causa de la mala e insuficiente nutrición en zonas como África subsahariana y Asia meridional. Es la alimentación pero también el escaso y mal acceso a medicamentos y vacunas tan simples como los que curan la rubeola, los que mantienen una alta tasa de mortalidad infantil en estas zonas menos desarrolladas. Se necesitan fondos adecuados, un fuerte compromiso político y una buena aplicación de programas de alta calidad, para poder mantener los excepcionales avances conseguidos hasta ahora y, también, para extender la protección a todos los niños. Para lograr una buena salud materna es necesario un sistema sanitario de calidad, tanto de atención reproductiva de seguimiento como de urgencia para asegurar que la mujer sigue un camino seguro hacia la maternidad, es decir, no solo hay que promover una sanidad que le salve la vida a la mujer embarazada durante el parte o después de él, sino evitar complicaciones durante el mismo que puedan costarle la vida a ella, y a su bebe, pues en estos países menos desarrollados la mayor cantidad de muertes maternas se deben a hemorragias obstétricasobstétricas, casi todas ocurridas durante el parto o inmediatamente después de él; las demás causas son eclampsia, sepsis y complicaciones por abortos hechos en condiciones inseguras; muertes que pueden ser evitables. También se pretende promover mas ayudas para la planificación familiar y la difusión del uso de métodos anticonceptivos seguros y asequibles, pues, a veces, es mejor no traer un niño al mundo si va a vivir en condiciones infrahumanas, y mas si eso puedo costarle la vida a su propia madre. La falta de esta serie de medidas provoca cientos de miles de muertes innecesarias año tras año, lo cual es un triste recordatorio del bajo estatus asignado a las mujeres en muchas sociedades El objetivo de combatir el SIDA y la malaria, ha sido una de las luchas mas constantes en todo el escenario internacional y uno de sus mayores logros, pues los datos nos demuestran que la tasa de incidencia de VIH ha descendido de forma sostenida casi un 25% en todo el mundo, aunque algunas zonas puntuales muestran discrepancias demasiado grandes, dando datos muy pésimos sobre este avance, es como si por un lado disminuyese y por el otro lado creciese, como cuando pincha un globo, tapas el agujero y se pincha por otro sitio... El tratamiento y la prevención contra estas enfermedades esta desarrollándose y evolucionando bastante bien, pero no lo suficiente, a veces te preguntas si es posible que el SIDA desaparezca como enfermedad mortal en todo el mundo, habiendo medios para prevenirlo. En relación al objetivo de un desarrollo medioambiental sostenible, la PNUD pretende luchar contra la deforestación, la perdida de bosques, la extinción de las especies y el creciente ritmo de urbanización. Los bosques son los que, técnicamente, nos dan la vida, pues ellos nos dan el oxigeno que necesitamos, y nos los estamos cargando, y ademas no evitamos su desgaste natural; y si a esto le sumamos la urbanización que esta teniendo lugar en los ecosistemas de todo el mundo, nos estamos quedando sin arboles que purifiquen nuestro aire, que a su vez provocan una falta de acuíferos naturales, o al menos acuíferos naturales de agua potable y no contaminada, que podría llevarnos a hacer del agua un bien de oro. El último objetivo de la Declaración del Milenio viene relacionado con fomentar un desarrollo conjuntamente mundial. Este objetivo es motivado por cumbre internacionales como las del G-8, que se comprometieron a ayudar a los países en vía de desarrollo, en los aspectos económicos; pero la llegada de la crisis mundial ha paralizado estas ayudas, volviendo a un retroceso sin precedentes, llevándonos a ideas como: “te ayudo pero cuando me sobre lo suficiente para vivir según mis necesidades”. Esto supone darle lo que nos sobra, y eso no es ser solidario, no es compartir, y lo peor es que cada vez nuestras comodidades van creciendo, y nos va sobrando cada vez menos, pues necesitamos cada vez mas. Raquel Parra Zurano Junio 2012