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Edgar Straehle. Reseña la actualidad de Marx (2017)

Escribir acerca de Marx supone hoy en día un simultáneo gesto de necesidad y atrevimiento. Atrevimiento por la enorme dificultad que entraña confrontarse con la ingente y difícil obra de un filósofo semejante, suplementada además por una bibliografía secundaria del todo inabarcable. Necesidad, lógicamente, debido a la importancia e indispensabilidad de un pensamiento que se empeña en ser siempre de rabiosa actualidad. En este sentido, el oportuno texto colectivo La actualidad de Marx, coordinado por Lluís Pla y publicado por la editorial Horsori, resulta de provecho para reivindicar, recuperar, reinterpretar, actualizar o asimismo cuestionar el legado filosófico del autor alemán, aunque también o sobre todo nos brinda la ocadialogan, debaten y polemizan con los otros. Lluís PLA (Coord.), LA ACTUALIDAD DE MARX RESEÑA [Pp. 503-507] EDGAR STRAEHLE -504 -

Pla, Lluís (coord.), La actualidad de Marx, Barcelona: Horsori, 2016, 244 págs. Escribir acerca de Marx supone hoy en día un simultáneo gesto de necesidad y atrevimiento. Atrevimiento por la enorme dificultad que entraña confrontarse con la ingente y difícil obra de un filósofo semejante, suplementada además por una bibliografía secundaria del todo inabarcable. Necesidad, lógicamente, debido a la importancia e indispensabilidad de un pensamiento que se empeña en ser siempre de rabiosa actualidad. En este sentido, el oportuno texto colectivo La actualidad de Marx, coordinado por Lluís Pla y publicado por la editorial Horsori, resulta de provecho para reivindicar, recuperar, reinterpretar, actualizar o asimismo cuestionar el legado filosófico del autor alemán, aunque también o sobre todo nos brinda la ocasión de seccionar la coyuntura actual y comprenderla mejor desde sus reflexiones. Este libro se compone de ocho artículos que en realidad son nueve, pues la introducción, escrita por el coordinador Lluís Pla, no solamente constituye una puerta de entrada al resto de contribuciones sino un sesudo texto en sí mismo que sirve para orientarnos en la coyuntura contemporánea de la recepción de Marx; por cierto, no exclusivamente restringida a un nivel teórico, pues también se preocupa por anunciar un diálogo con los acuciantes problemas del presente, como son las consecuencias de la globalización del capitalismo o la emergencia de la tan en boga categoría de precariado. En este sentido, Lluís Pla pone de relieve que algunas de las principales aportaciones de “la nueva lectura de Marx” se centran en profundizar qué es lo que entendía por dialéctica, en repensar su teoría del valor y en “la reconstrucción de la posición general de Marx como crítico de la economía política, más que como filósofo, economista o historiador” (p. 20). Como se verá, en buena medida este regreso a Marx no implica someterse a todo lo que este filósofo escribió ni mucho menos suscribir lo afirmado por el llamado marxismo clásico. Que la introducción se adentre a presentar el panorama actual no significa que anticipe el contenido de los artículos que vienen a continuación. Estos artículos se caracterizan más bien por hacer gala de una variedad temática y una polifonía que no va en desmedro de la discrepancia, lo que justamente sirve para confirmar de manera implícita el carácter abierto, siempre en discusión, de la obra de Marx. Voluntariamente o no, este volumen constituye un reflejo de la situación presente de la herencia marxiana y por ello, si en un ejercicio recomendable se entrecruzan los textos entre sí, nos encontramos con que algunos posicionamientos expuestos dialogan, debaten y polemizan con los otros. - 503 - RESEÑA Lluís PLA (Coord.), LA ACTUALIDAD DE MARX [Pp. 503-507] EDGAR STRAEHLE Los escritos publicados en este volumen se pueden agrupar en dos bloques temáticos: por un lado, aquellos cuyo propósito consiste en analizar, desarrollar, repensar o también discutir diversos aspectos de la obra de Marx; por el otro, los que relacionan su pensamiento con determinadas cuestiones del presente, sea desde una perspectiva más descriptiva o más polémica. Ahora bien, es preciso señalar que no se debe entender esta clasificación de una manera rígida o tajante, pues tanto el esfuerzo de relectura de Marx como el intento de diálogo con los tiempos actuales se hallan de algún modo presentes en todos los textos. Por lo que respecta al primer bloque mencionado, Yodenis Guirola profundiza en la concepción de emancipación partiendo de un estudio del conjunto de la obra de Marx con el propósito de deshacer el malentendido por el que se la identifica simple y llanamente con la superación de la alienación. Uno de los puntos principales sobre los que sostiene la argumentación radica en la conocida ambigüedad inherente al concepto de Aufhebung. Por ello, el autor enfatiza que no se debe concluir que la superación de la alienación supone de suyo la extirpación de toda forma de enajenación previa, al mismo tiempo que advierte que este proceso puede desembocar asimismo en la aparición de inéditas y desconocidas formas de alienación que sean consustanciales al orden social nuevo (p. 150), alejándonos así de la creencia de un posible fin de la historia reconciliado o vaciado de conflictos. Por su parte, Bernat Riutort pone de manifiesto la conocida complejidad del pensamiento de Marx, en este caso respecto a una cuestión tan espinosa como es la de las «clases sociales». Debido a que el capítulo homónimo de El Capital no llega a las dos páginas y quedó interrumpido de manera abrupta, el autor de esta contribución asume el reto y el esfuerzo de reconstruir las afirmaciones de Marx al respecto desde cinco perspectivas distintas que se pueden encontrar en su obra (las filosófica, ideológica, histórica, política y económica). El objetivo reside en demostrar que, si bien es cierto que estas cinco perspectivas no pueden ser subsumidas en una teoría unificada, sí que se puede afirmar que son congruentes entre sí, por lo que a la hora de abordar la cuestión de las clases sociales “funcionan como proyectos de investigación abiertos y relacionados con una dimensión teórica y práctica” (p. 189). En uno de los artículos donde más se divisa la preocupación por releer a Marx en conexión con el cambiante rostro del presente, Lluís Pla interroga con rigor el corpus marxiano desde el prisma del consumo, una perspectiva tan central en la actualidad como descuidada en el pasado. Uno de los aspectos fundamentales se encuentra en la tematización del consumo productivo, un concepto de moda en - 504 - RESEÑA Lluís PLA (Coord.), LA ACTUALIDAD DE MARX [Pp. 503-507] EDGAR STRAEHLE estos tiempos (pensemos en el habitual y banalizado uso que se suele hacer del concepto de prosumidor) que ya fue embrionariamente anticipado por el autor de El Capital. Lo que se nos explica en este artículo es que en Marx ya se observa que «consumo» y «producción», lejos de tratarse de dos actividades desgajadas, dependen el uno del otro y se interpenetran incesantemente. Por eso, refutando lo que en múltiples ocasiones se ha afirmado, se explica que este pensador ya advirtió que el consumo no consistía en el último y conclusivo eslabón del ciclo de producción, como un simple y estéril resultado de ésta, pues también puede descubrirse como una de sus causas. Además, eso explica que Lluís Pla reivindique que desde esta perspectiva no solamente haya que prestar atención al rol que juegan los trabajadores dentro del capitalismo, sino también el que continuamente desempeñan los consumidores en su seno, algo que ha recibido menos atención y que a nuestro juicio consiste en una de las principales tareas por realizar en el presente. Mayor vocación polémica tienen los dos artículos que nos quedan de esta sección. En el primero, Miguel Candioti emplaza el debate en un aspecto central del pensamiento de Marx y de buena parte de la tradición marxista como es el concepto de dialéctica. El autor desgrana y denuncia el lastre hegeliano presente en dicho concepto, por el cual se acaba por incurrir en “el exceso idealista de atribuir una determinada necesidad objetiva a cambios en la realidad material que le son ajenos” (p. 94). Frente a ello, se sitúa a favor de un materialismo que no esté contaminado por posos del idealismo, aboga por profundizar en cómo se da la articulación entre economía y política, así como reivindica (parcialmente) la figura de Gramsci, a su juicio uno de los pensadores que criticó el economicismo con mayor lucidez. En el segundo, Felipe Curcó analiza (y critica) la concepción marxista de la historia que, partiendo de una expresión acuñada por Gerald Cohen, califica de «obstétrica». Según lo enunciado por esta concepción, ningún orden social perece antes de que todas las fuerzas productivas a las que deja espacio en su interior se hayan desarrollado completamente, de modo que “siempre encontraremos que el problema mismo surge sólo cuando las condiciones materiales para su solución ya existen o al menos están en proceso de formación” (p. 133). Uno de los puntos más discutidos en este texto se sitúa en la pretensión de cientificidad que esta concepción arrastra consigo y que contrasta con el derrotero de los hechos históricos posteriores, los cuales nos sitúan ante la tesitura de tener que repensar a Marx de nuevo. - 505 - RESEÑA Lluís PLA (Coord.), LA ACTUALIDAD DE MARX [Pp. 503-507] EDGAR STRAEHLE Lo que constituiría el segundo bloque se compone de tres artículos. El primero es obra de Levy del Águila, quien se propone replantear el problema de la interculturalidad en el contexto de los tiempos actuales, básicamente en confrontación con el liberalismo y con algunas de sus principales categorías políticas (como la de libertad), aunque, de manera indirecta, dicho enfrentamiento se proyecta asimismo a una tradición occidental que ha tendido a silenciar y hablar en nombre de los otros pueblos. Para ello, se apela de manera explícita a la dialéctica hegelianomarxista con la meta de articular una concepción de la cultura desde el prisma de la praxis que dé cuenta de su dinamismo inmanente y que se oponga a toda caracterización que albergue pretensiones esencialistas. La siguiente contribución, titulada “Biopolítica y emancipación en Marx”, está escrita por José Manuel Bermudo y desde un buen inicio se descubre como una de las más abiertamente polémicas y pugnaces. Lo que se denuncia en estas páginas es la creciente banalización del término «biopolítica», al mismo tiempo que se lamenta que dentro de la tradición foucaltiana se dé prioridad a una perspectiva como la de la opresión, razón por la que se corre el riesgo “dejar indemne la crítica a la explotación” (p. 73). Por ello, José Manuel Bermudo reivindica una vuelta a la figura de Marx y rastrea sus textos con la intención de mostrar cómo en ellos se halla presente una suerte de biopolítica que recupera la centralidad de los rasgos específicos de la explotación; esto es, afirma que el pensador alemán se puede revelar como una buena puerta de entrada, por supuesto limitada debido a las circunstancias históricas, para dar cuenta de cómo el capital debe ser entendido no sólo como un proceso de valorización sino también de producción de un tipo de vida concreta, en modo alguno reducible a un simple cuerpo-máquina, sin la cual el capitalismo no podría sobrevivir. Lo que se plantea es la recuperación de un punto de vista que, sin menospreciar los méritos alcanzados en el campo la biopolítica, no piense exclusivamente desde un escenario como el político-jurídico de la dominación y capte el elevado cúmulo de consecuencias (al fin y al cabo también biopolíticas) que se derivan de la lógica del capital. Finalmente, el volumen queda coronado por el texto “El posmarxismo”, donde Joaquín Valdivielso dilucida y sopesa el valor de los aportes de las corrientes que pueden ser encuadradas dentro de esta amplia y compleja categoría. En este artículo lo que se examina ya no es tanto qué dijo Marx o cómo podemos leerlo de cara al presente, sino qué es lo que se ha hecho con su obra en las últimas décadas. El autor arguye que en el posmarxismo, entre otras cosas, se tiende a renunciar a la - 506 - RESEÑA Lluís PLA (Coord.), LA ACTUALIDAD DE MARX [Pp. 503-507] EDGAR STRAEHLE preeminencia de la clase o del movimiento obrero en la teoría política y disecciona sus preocupaciones, las cuales afectan sobre todo a tres cuestiones a las que dedica especial atención: una concepción del hombre, la antropología del ser activo y natural y una filosofía de la praxis; una visión de la historia, como una evolución impulsada por la lucha de clases; y un horizonte normativo, universalista y humanista (p. 226). Repensar estos puntos comporta a su vez la impugnación de otros (como que el poder esté reducido a las relaciones de producción, que los intereses generales de la sociedad sean los de la clase obrera o el rechazo de cualquier atisbo de filosofía de la historia) al mismo tiempo que el desplazamiento de la mirada hacia otras esferas que no son la de la producción. Una tarea interesante podría consistir en la relectura de los artículos anteriores desde este prisma y pensar hasta qué punto coinciden con la etiqueta de posmarxismo o no. Debido a la cantidad de contribuciones, los párrafos precedentes no componen más que un escorzo excesivamente sucinto y simplificado –o, quizá con mayor exactitud, una suerte de poste indicador– del contenido expresado en los artículos, en cuyos meandros argumentales no podemos detenernos. Lo que desde una visión de conjunto se observa es que este volumen tiene la capacidad de ofrecer el retrato de un Marx poliédrico, complejo y heterogéneo, así como del autor de unas reflexiones que todavía siguen siendo contemporáneas. De lo que se trata no es tanto de excavar en su pensamiento para presentar un Marx auténtico como de reivindicarlo en tanto que un fecundo interlocutor que tenga la capacidad de iluminar nuestra coyuntura actual. En este sentido, sin duda consigue alcanzar su objetivo. Edgar Straehle edgarstraehle@gmail.com - 507 -