El Ministro de Educación, Enrique Riera, aspira a una revolución del conocimiento, emulando el modelo finlandés, para
lo cual propone multiplicar exponencialmente la inversión en
educación.
Carlos Mateo Balmelli, político e intelectual, precandidato a
presidente de la república, pretende un futuro con fuertes reformas, en varias dimensiones: política, económica, fiscal y
energética.
Benjamín Fernández Bogado, uno de los referentes intelectuales más respetados del país, define al Estado como el escenario para la gran épica futura en el designio que nos espera.
Y pronostica una reforma radical para combatir a la corrupción, dentro del molde ¨tolerancia cero¨.
Rafael Filizzola, político, intelectual y presidente del PDP,
vislumbra un futuro que redima a la democracia nacida en
1989 con un pecado original: excluyente, asimétrica, autoritaria.
Mario Abdo Benítez, precandidato presidencial de la ANR,
exige una reversión de la descomposición de la república, con
un proceso revolucionario que fortalezca las instituciones democráticas del Paraguay.
Víctor Raúl Benítez González
(Editor)
La historia
del futuro
Sesión 1
El economista Amílcar Ferreira tiene como Propósito duplicar
el PIB del Paraguay con una fuerte apuesta a la inversión.
Algo así como tres veces la inversión privada actual. Al mismo tiempo, transformar al país en un genuino productor de
alimentos.
Victor Raúl
Benítez González
25
Sesión 2
El ¨Club de Ideas¨ es un centro de debates y difusión del
conocimiento. Los temas tienen relación con las diversas
corrientes de las ideas humanas: artes, economía, filosofía,
historia, música, política y religión. Se constituye en un espacio de conexiones de saberes
y un banco de conocimientos
estructurados, con un clima
intelectual apropiado para
la innovación sistemática.
Un espacio de conferencias,
discusiones, discernimientos,
diálogos y confrontaciones
cruciales. Funcionando como
think tank independiente
a puertas cerradas desde el
2010, se abrió a la ciudadanía
desde octubre del 2016. Desde
entonces, ha realizado más de
12 conferencias y conversatorios sobre Economía Liberal, Pobreza y Desigualdad,
Reforma Protestante, Castro
y Cuba, Bono Demográfico,
Escenarios de Negocios, Soberanía Energética, entre
otros. Además, con el Banco
Mundial, presentó en el 2017
dos jornadas de análisis sobre
la economía paraguaya. En
mayo y junio de 2017 organizó en el World Trade Center
las dos jornadas más exitosas de su primer año de vida
pública, con intelectuales y
políticos del país, sobre El Paraguay a partir del 2018 como
Historia del Futuro. Este libro representa al producto de
su primer aniversario.
El Intendente de Asunción, Mario Ferreiro, aspira a un presupuesto de diez mil millones de dólares para compensar el
déficit infraestructural de Asunción y su AMA. Y convertir a
la capital del país en una ciudad autónoma.
La historia del futuro / EL PARAGUAY A PARTIR DEL 2018 / Diálogo Estructurado
El Club de Ideas
01
MAYO
2017
JUNIO
2017
EL PARAGUAY
A PARTIR DEL 2018
Diálogo Estructurado
Expositores:
• Amílcar Ferreira
• Benjamín Fernández Bogado
• Carlos Mateo Balmelli
• Enrique Riera Escudero
• Mario Ferreiro Sanabria
• Mario Abdo Benítez
• Rafael Filizzola Serra
• Víctor Raúl Benítez González
Nacido en 1962, paraguayo,
es presidente del ``Club de
Ideas``, economista y profesor universitario. Hizo su
carrera ejecutiva en multinacionales de mercados masivos. Tras acceder a títulos
de doctor en ciencias políticas y master en integración
latinoamericana en universidades de Costa Rica y Brasil,
respectivamente, se involucró como profesor universitario en cursos de posgrado
en Curitiba y Asunción. Fue
director general del Diario
5días de economía y negocios, consultor del PNUD en
políticas de Estado y Gobierno para el gabinete civil de la
presidencia de la república
y coordinador-jefe de campañas electorales exitosas
en elecciones municipales
del Paraguay. Vivió en Curitiba (Estado de Paraná
– Brasil) desde 1998 hasta
2006. Miembro de directorios de empresas nacionales,
se especializó en modelos
de gobernanza corporativa.
Mecanismos de alivio y reducción de pobreza buscando
homogenizar indicadores de
brechas georreferenciadas,
de su tesis de maestría en el
Brasil, representan los principales estudios que ha desarrollado en el campo de la
investigación social.
1
2
La historia del futuro
El Paraguay a partir del 2018
3
4
Víctor Raúl Benítez González
(Editor)
Diálogo Estructurado
La historia
del futuro
EL PARAGUAY A PARTIR
DEL 2018
5
2017
©
EDITORAL LIBRE
Avda. Zavala-Cue 1615 - Teléf. (595-21) 509-876
Asunción, Paraguay, noviembre de 2017
Hecho el depósito que marca la Ley Nº 1.328/98
6
ÍNDICE
Nota del editor ..................................................................
9
“El futuro se construye con creencias”,
palabras de introducción a cargo de
Víctor Raúl Benítez González .....................................
37
“Los cinco motores del futuro económico del
Paraguay”, presentación de Amílcar Ferreira .........
45
El futuro urgente de un presente que
“no da más”, presentación de
Benjamín Fernández Bogado .....................................
57
“Los cinco imperativos del Estado del futuro”,
presentación de Carlos Mateo Balmelli .....................
69
“El Propósito de la educación futura es
recuperar el tiempo perdido”, presentación de
Enrique Riera Escudero .............................................
81
–
–
–
–
–
–
“El futuro de Asunción como Ciudad Autónoma”,
presentación de Mario Ferreiro Sanabria..................
97
7
–
–
–
“Trayendo institucionalidad al futuro de la
Nación”, presentación de Mario Abdo Benítez .........
111
“Un futuro democrático sin pecado original”,
presentación de Rafael Filizzola Serra ......................
125
“La salvación colectiva y el futuro del
Paraguay”, introducción a la Segunda Jornada,
de Víctor Raúl Benítez González ................................
137
8
Nota del editor
Las colaboraciones expositivas reunidas en este libro son el
resultado de las Jornadas denominadas ‘‘El Paraguay a partir del
2018: La Historia del Futuro”, organizadas por el Club de Ideas en
los días 25 de mayo y 1 de junio del 2017 en el World Trade Center
de Asunción del Paraguay.
Los expositores invitados forman parte de un grupo de intelectuales y políticos de prestigio, quienes definieron un horizonte
en una línea de tiempo que se inicia a partir de las elecciones de
abril del 2018.
El Club de Ideas, impulsor del proyecto, nació en octubre del
2016 como un centro de debates y difusión del conocimiento. Un
think tank conformado por un grupo de intelectuales y profesionales multidisciplinarios, que acoge a las más diversas corrientes de
las expresiones humanas –economía, política, filosofía, historia y
artes– en un espacio de conexión de saberes, buscando un clima
intelectual apropiado para la innovación sistemática, las discusiones, discernimientos y confrontaciones cruciales.
Estos procesos de pensar en plural, relativamente inéditos,
buscan la construcción de la historia del futuro de una manera
heterodoxa. Se trató de cosechar lo mejor de las exposiciones, conforme a un diálogo que pretendió seguir los estándares del pensamiento crítico: ese modo de pensar –sobre cualquier tema, contenido o problema– en el cual el expositor mejora la calidad de su
9
pensamiento al apoderarse de las estructuras inherentes del acto
de pensar y al someterlas a estándares intelectuales.
Todos los expositores hablaron sobre el Paraguay a partir del
2018, dentro del siguiente modelo estructurado:
1. Propósito: qué quieren para el Paraguay, buscando
identificarlo desde el inicio;
2. Supuestos: estrategias o hipótesis en las cuales fundamentan el Propósito;
3. Perspectivas: desde la cual hacen sus aseveraciones;
4. Datos – Información – Evidencia: que aportan
para sustentar sus Programas o Propuestas;
5. Conceptos – Ideas: capacidad de transmitir sus
Propuestas de forma simple y entendible;
6. Inferencia – Interpretación: análisis y síntesis de
sus ideas;
7. Conclusión: toda exposición debe tener una.
El desarrollo de las presentaciones con relación al Paraguay
que emule el imaginario colectivo no siguió estrictamente este
esquema, pero un cuadro sinóptico de las exposiciones que se presenta en un apartado del libro quiso sistematizar los principales
elementos, de modo tal que el lector puede compararlos desde la
óptica de cada uno de los expositores.
10
Construir el Futuro
No fue un debate. Se definieron “designios” para el país, buscando que las perspectivas individuales y nacionales, ambas, puedan caminar juntas. Mientras que las primeras preservarían las
diferencias, las segundas unían, transformando a todos en iguales. Ambas son esenciales; por un lado, la perspectiva individual
refuerza la idea de libertad individual que no tiene en cuenta a los
demás; por el otro, la perspectiva nacional, refuerza la idea de
defensa de lo colectivo que considera, necesariamente, a todos.
Los temas transversales que fueron objeto del diálogo parecerían representar el destino colectivo. Hacia dónde vamos. Las
exposiciones presentan también las perspectivas de la opinión
pública y el juicio ciudadano, buscando construir una nueva historia que sea capaz de emular el imaginario de la sociedad, transformándose en sueño, en utopía y orgullo.
Registrar la historia del futuro desde El Club de Ideas se
apoya en el método de descartar los excesos y dejar solo lo esencial.
Y buscar los mejores adyacentes posibles. La concepción central
es que no existe ninguna “idea que garantice el éxito automático”.
Lo que sí existen son fórmulas que minimicen el fracaso. Ello
debido a que el Caos es gratis y el Orden es oneroso (segundo
principio de la termodinámica: la ley de la entropía). Las sociedades en general prosperan, con el pasar del tiempo, pero en cada
ventana del tiempo, las empresas, los políticos y los protagonistas
cambian. Y eso es lo saludable. A pesar de lo que digan los que
estuvieron en marzo del 2017 a favor de la enmienda (caos institucional) para perennizar modelos autoritarios.
Lo que se busca con cada cambio de gobierno, con cada nuevo
cuadro de gerentes, con cada nueva familia, con cada casamiento,
como parte de la naturaleza humana, es solo una realidad que sea
un mejor escenario adyacente, que fuera posible, luego de dialogar
11
entre los actores. El futuro en realidad ya está entre nosotros,
como la piedra bruta de un escultor. Solo falta extraer los excesos,
sacar lo que sobra y recrear una nueva figura.
La realidad actual
Veamos a la realidad actual: a la política, la economía, la
justicia y la desigualdad. Al observar la vida pública vemos que el
poder real cada vez más está lejos de la política. Al observar la
producción, vemos que cuando crece la economía en el Paraguay
y –como dice Piketty– la tasa de ganancias crece más rápido que
la tasa dinámica de la economía en su conjunto, se entiende que
está creciendo la desigualdad. Alguien se está quedando con el
queso del otro. Esa es la dinámica que se viene arrastrando.
Los derechos políticos en una democracia garantizan que
puedan existir los derechos sociales. Los derechos sociales son
indispensables para que los derechos políticos puedan seguir vigentes. Si los derechos sociales no son satisfechos, como ser: el
acceso a los servicios de salud, educación, transporte público de
calidad, el mismo Estado de derecho queda fragilizado.
En este contexto, se podría decir que en el Paraguay actual el
Estado de derecho es débil, y siendo así, el crecimiento es menos
importante que la desigualdad, porque esta última (como dice
Stiglitz) tiene consecuencias políticas. Si uno quiere saber quién
gobernará en el futuro, así como están las cosas, bastaría observar
quién está acumulando, a costa del otro. La riqueza existente en
el Paraguay podría erradicar la pobreza extrema y crear oportunidades para cerrar la brecha entre los que tienen mucho y los que
tienen casi nada. Sin embargo, cuando miramos a nuestro alrededor, vemos que la riqueza no solo está trabajando en favor de los
intereses de las élites económicas, sino que también está trabajando en contra de los intereses de los pobres.
12
La trampa perfecta significa que la riqueza en manos de unos
pocos se utiliza en menoscabo de la democracia y la representación política igualitaria. Élites utilizan riqueza para capturar el
proceso político para que las reglas y las leyes funcionen en función de sus intereses, lo que les permite decomisar una parte desproporcionada de los recursos compartidos de la sociedad. La consecuencia de esa política de desigualdad es un ensanchamiento de
la inequidad económica, entre la parte de la población minoritaria
de los sobre-representados, que tienen una gran riqueza, y todos
los demás, que están sub-representados, porque tienen muy poca
riqueza.
Si observamos a la Justicia nos preguntamos si es posible el
imperio de la ley en una sociedad económicamente desigual. John
Rawls, filósofo neocontractualista norteamericano, dice que no
podemos separar el concepto de justicia de la moral, de la política
ni de la economía.
Todas estas instituciones sociales, por ejemplo, la Iglesia que
cuida de la moral de la fe, la política que organiza el poder en la
sociedad y la economía que satisface necesidades esenciales para
la supervivencia, no pueden divorciarse del concepto de Justicia.
Y el concepto básico es “la Justicia como equidad”. Como estado natural original con el cual se inicia el contrato social. La
voluntad de vivir en con-dominio entre los seres humanos, parte
del principio de que nos unimos en condominio dentro de una
situación natural u original de igualdad, o de equidad. Somos
iguales, por eso nos aproximamos y nos volvemos próximos, prójimos. Uno solo se acerca a sus semejantes. Repitiendo: no existe
sociedad posible entre desiguales.
La educación paraguaya que es de muy baja calidad no es
culpa de los estudiantes, posiblemente ellos sean los “hijos de la
reforma”. Nosotros somos la generación del Plan 56, y no nos fue
tan mal, a pesar de la dictadura y de algunos problemas que tenía13
mos con un Sr. Baldor. Por lo menos llegamos a la lectura comprensiva.
Mientras tanto, miedo, ambición y pereza, los tres micromotivos esenciales, impregnan la vida en el Paraguay. No tenemos
un “aspiracional” del verdadero éxito, acompañado de un glorioso
significado (filosofía de vida).
La clave del progreso es la innovación. Sin embargo, no tenemos empresarios ni políticos innovadores en el Paraguay. O los
tenemos muy pocos: el más schumpeteriano abre una playa de
autos, o los jóvenes emprendedores, con la plata de papá, inauguran una tienda de “food truck” en el terreno de la suegra.
Los políticos siguen con sus propuestas conservadoras y el
clientelismo tradicional. Y tendemos a valorizar solo innovaciones
épicas. Un golpe de Estado, un cura como presidente, matar a un
vicepresidente, un golpe parlamentario y ofrecer la sangre ante
una enmienda a cada cierto tiempo. La clave, en cambio, sería
amoldar el ambiente para que las innovaciones se vuelvan exitosas. Y para eso el diálogo entre los agentes productivos, políticos
e intelectuales, es fundamental.
Pensar sobre el Futuro es importante por aquello de que las
creencias son importantes en forma independiente de la verdad.
En 1928, el sociólogo W.I. Thomas formuló una sentencia que luego se conocería como el teorema de Thomas que dice así: “si los
hombres definen las situaciones como reales, entonces son reales
en sus consecuencias”. La calidad del contrato social es una variable dependiente de la calidad de las expectativas. Robert Merton
fue quien más fama obtuvo con estas aseveraciones. Las perfeccionó y expandió en su obra sobre las consecuencias no intencionales
y las profecías autocumplidas. Muchos pueden creer que a pesar
de todo, si ellos obtienen ventajas sobre los demás, en una situación dada, por más crítica que ella sea, se aseguran la sobrevivencia. Sin embargo, ningún camarote puede ser seguro cuando el
barco se está hundiendo.
14
Exposiciones
Los expositores de la primera sesión del 25 de mayo, con más
de doscientos setenta asistentes, fueron: Mario Ferreiro, Amílcar Ferreira, Enrique Riera y Carlos Mateo Balmelli. Los
de la segunda sesión del 1 de junio, con un lleno total de trescientos cincuenta asistentes, fueron: Mario Abdo Benítez, Benjamín Fernández Bogado y Rafael Filizzola. En los dos días, la
confianza de la gente sobrepasó los lugares reservados para el
numeroso público que quería asistir.
En el cuadro resumen es posible observar los diferentes Propósitos que los diversos dialoguistas-expositores detallaron para
el Paraguay a partir del 2018. Mario Ferreiro, Amílcar Ferreira,
Enrique Riera –cada uno en sus áreas de actividades específicas–
son quienes proponen objetivos cuantitativos bien concretos.
El intendente de Asunción aspira a un presupuesto plurianual de aproximadamente diez mil millones de dólares de modo
a compensar el déficit infraestructural de Asunción y su área
metropolitana. No sin antes convertir a la capital del país en una
ciudad autónoma.
El economista pretende duplicar el PIB de alrededor de treinta y dos mil millones de dólares con una fuerte apuesta a la inversión de mil millones de dólares adicionales por año. Algo así como
tres veces la inversión privada actual.
El ministro de Educación no se queda atrás y pretende casi
duplicar la inversión actual en educación, del tres y medio por
ciento al seis por ciento del Producto Interno Bruto.
Carlos Mateo Balmelli pretende un futuro con fuertes reformas, en varias dimensiones. Y la última de ellas en un punto
trascendental: sector energético. Benjamín Fernández Bogado,
uno de los intelectuales más importantes del Paraguay, define al
Estado como el escenario para la gran épica futura en el designio
15
que nos espera. Y pronostica una reforma radical para combatir a
la corrupción, dentro del molde “tolerancia cero”. Rafael Filizzola,
presidente del PDP, vislumbra un futuro que redima a la democracia nacida en 1989 con un pecado original: excluyente, asimétrica, autoritaria. Finalmente, Mario Abdo Benítez, precandidato
presidencial por el Partido Colorado, pretende una revolución que
fortalezca las instituciones democráticas del Paraguay. Al mismo
tiempo, exige un cambio sustancial en la calidad del gasto y en
especial en el destino de la inversión fondeada por medio del endeudamiento externo. Privilegiando a los organismos multilaterales, versus los bonos soberanos.
La coincidencia propositiva de todos los expositores es que
este modelo económico que produce y acumula riqueza, sin distribuir los beneficios del crecimiento económico, plagiando el título
del último libro de Benjamín Fernández Bogado “no da más”.
El gran propósito de la humanidad es el desarrollo humano.
Ejemplos de definición de Propósitos para naciones alrededor del
mundo son muchos: Nehemías: la reconstrucción de los muros
destruidos de Jerusalén; Josué: la conquista de Jericó; Moisés: la
negociación con el faraón para la liberación de todo un pueblo.
Algo más cercano fue Getulio Vargas: o petróleo é nosso. Alfredo
Stroessner: la marcha al este; José Gaspar Rodríguez de Francia:
la soberanía nacional a cualquier precio; Carlos A. López: la modernización tecnológica; Rafael Franco: la revolución social; Eligio Ayala: transparencia y combate a la corrupción. En el Mercosur se tiene el Plan Avanza Brasil, de Fernando Henrique Cardoso, continuado posteriormente como el Programa de Aceleración
del Crecimiento de Lula y Dilma.
En el Paraguay actual, los individuos parecemos nómadas,
por lo general urbanos, porque los conglomerados sociales de los
cuales formábamos parte se han desintegrado. Se acabó el “a buen
tiempo” y el pedido de “bendición al padrino”. Familia, Iglesia y
16
Nación, los únicas tres instituciones que nos ayudaban a vencer
los temores del vivir atrincherada como nación mediterránea, y el
miedo de la misma muerte, están siendo puestas en entredicho.
Sin embargo, millares de años de historia de la humanidad comprueban que solo hemos sobrevivido de manera colectiva.
Para que la gente gane instancias de confianza, confiabilidad
y asociativismo, de modo a que haya cooperación y se instale el
concepto de la salvación por medio del orden colectivo en una
nación con poca cultura de cooperación, debe existir la percepción
de la “reciprocidad”. Las políticas públicas deben establecer este
tipo de ambiente en forma deliberada. Por ejemplo, el imperio de
la ley. Si uno percibe que al dar también podrá recibir, si uno
percibe que violar las normas de convivencia tiene consecuencias,
uno tenderá a convertirse en un ciudadano que entiende la importancia del vivir en “con-dominio”. Sin olvidar la situación de equilibrio medio de John Nash, el de la mente brillante: “la mejor
decisión individual, es siempre la peor grupal”.
Pensar sobre el Futuro es importante por aquello de que las
creencias son importantes sin importar toda su verdad.
La Historia del Futuro y la Reflexión Personal
Hablar sobre el futuro, ese gran desconocido, no es cosa fácil.
Es un tema que persigue y apasiona a mi pensamiento crítico,
desde los cinco años de edad cuando, viviendo en Carapeguá, mi
padre me mostró el cielo de la noche lleno de estrellas. A partir de
allí, gracias a unas breves explicaciones, la relación espacio-tiempo comenzó a tomar su lugar, forzando la imaginación para llegar
a construir una especie de teoría infantil de la relatividad.
Hace unos meses (mis hijos) me llevaron a ver una película
titulada Interestelar, y las ideas fuera de la caja se aceleraron con
la hipertensión que me acompaña de modo permanente.
Desde la perspectiva de la física cuántica, hay infinitas posi17
bilidades de realidades que podrían existir. Según Yuval Noah
Harari, el autor del best seller De animales a dioses, la realidad
social, un poco más terrenal y temporal, está fundada en un orden
imaginado que también es intersubjetivo. Cambiar ese orden necesita convencimiento y cooperación colectiva.
En el 2017, como hace quinientos años se vivía la Reforma,
vivimos un mundo con un cambio de era. Nacer en este tiempo es
asumir un contrato, ineludible, con una posmodernidad signada
por el pragmatismo, o una modernidad líquida diría Z. Bauman,
que exige interpretar el futuro, reimaginando una nueva forma de
democracia al estilo de Roberto Mangabeira Unger (el profesor
brasilero que enseña en Harvard), con tecnologías mucho más
productivas pero al mismo tiempo amenazadoras, ciudades llenas
de miedo y problemas físicos y existenciales causados por la degradación del medio ambiente.
Cocrear un libro de manera colectiva sobre el futuro del Paraguay, me surgió en el año 2000 cuando, viviendo en Curitiba, el
escritor David Landes visitó la ciudad para dar una conferencia
sobre su libro Riqueza y Pobreza de las Naciones. Cumpliendo con
el rito de adquirir el libro y formar fila para ganar el autógrafo, el
autor me sorprendió con la siguiente pregunta inquisidora: “Paraguay… cómo vivirán su futuro, siempre diciendo ‘muero con mi
patria’, con un mixto de despotismo benevolente y tiranía populista”, tal cual lo expresa en su obra, en unas páginas que le dedica
al espíritu guaraní. Luego escribió “for Victor Raúl, with all good
wishes”, y me despidió. A partir de allí siempre tuve la curiosidad
de querer saber cómo viviríamos nuestro futuro al volver al Paraguay.
Un destacado líder político paraguayo me hizo ver que, aparentemente, los contratos sociales en el Paraguay se renuevan
constitucionalmente a cada cuarto de siglo; y que en el 2017 el
plazo le habría llegado a la Carta Magna del 92. La Constitución
18
de 1967 se hizo veintisiete años, luego de la de 1940. Y la de 1992
se hizo veinticinco años, luego de la de 1967. Parecería que debe
pasar una generación para que las relaciones intersubjetivas necesiten unas nuevas reglas de juego.
La gente cree que sus deseos más personales están plasmados en el orden imaginado, en la ficción jurídica del Estado y de
una Constitución. La verdad de la milanesa es que los agentes y
grupos sociales más privilegiados, tienen intereses y tienen (o han
tenido) la pretensión de convertir esos intereses en norma constitucional o enmiendas (in) constitucionales. El Nuevo Rumbo que
tomó el poder en el 2013 creyó que eso se impondría sin que exista
resistencia alguna. Pero, a juzgar por los resultados, esa creencia
fue derrotada en el caso reciente de la enmienda.
Hay conflictos entre los intereses de esos diversos grupos de
interés a la hora de convertirlos en ley constitucional. Y es muy
probable que los derechos económicos, por ejemplo, los de propiedad en un marco económico formal (tan necesarios para incentivar la inversión), dependan en gran medida de los derechos políticos de un Estado de derecho que sea previsible. Pero dichos derechos políticos, que dan la garantía del imperio de la ley (seguridad jurídica) a los derechos económicos, dependen a su vez de los
derechos sociales. Tal como se expresaba más arriba. Si los derechos sociales no existen, de nada importan los derechos políticos.
Y a partir de allí, la democracia y el Estado de Derecho quedarían
depreciados. A pesar de todo esto, en marzo de 2017, parecería que
las reivindicaciones de derechos sociales y políticos funcionaron
fortaleciéndose en forma recíproca y circular. Y la sociedad paraguaya venció un intento de autoritarismo, que tendría un alto
impacto para el futuro de la nación.
Finalmente…
George Friedman dice que un siglo trata de eventos y una
década de personas. Y afirma que la mayoría de las personas
creen que cuanto mayor es el período de tiempo considerado, menos
19
previsible sería el futuro. Sin embargo, se diría que, con lo engañoso y andariego, tal cual es el corazón del hombre, lo opuesto es
probablemente más verdadero. Esta es una perspectiva contra
intuitiva.
En momentos en que se acerca un año electoral como es el
2018, es bueno recordar que, en el transcurso de un siglo, las
decisiones individuales que van tomando los individuos (por ejemplo, los líderes políticos o intelectuales de una nación determinada), como en un suavizado matemático de mínimos cuadrados, no
afectan en gran medida la tendencia. Sin embargo, ojo, las decisiones personales tomadas por determinados individuos, con poder
económico y sobre todo político –derivado del anterior– pueden
tener una enorme importancia, por el alto impacto del ejercicio del
poder real en ese corto plazo, en las vidas de las personas.
Por eso, este libro del Paraguay a partir del 2018 trata de,
quizá, los próximos 25 años, dos décadas y media, a partir del
2018, como un punto de inflexión, de alto impacto en las vidas de
todos los paraguayos. Esto representa probablemente a la definición del destino de toda “una” generación, que completaría a la
segunda camada de paraguayos que, a partir de la llegada de la
democracia en 1989, creen en el mito de una nueva Constitución,
como redentora de sus respectivas vidas.
Si la nueva Constitución pudiera tener como novedad la inclusión de la reelección presidencial, sobre la cual se hizo mucha
propaganda, el imaginario colectivo lograría la ilusión de que esta
innovación puede traer orden y mayor estabilidad a una sociedad
que permanentemente tiende al caos, siguiendo rigurosamente la
ley de la entropía.
La ausencia de confianza y el bajo capital social, sin ningún
tipo de reciprocidad en las relaciones, han hecho del Paraguay un
país signado por los infortunios, los de Teodosio González y de
Augusto Roa Bastos.
Y en este punto es importante reivindicar el papel de la polí20
tica. Entendiendo a la política como a la capacidad de escoger, las
políticas públicas que sean las alternativas de mayor valor.
Cuando uno debe escoger políticas públicas que deben ser
priorizadas las hace en detrimento de otras políticas que no serán
implantadas. Con nuevas leyes de estándares éticos en la vida
pública.
Escoger es identificar la alternativa de mayor valor. Para eso
es necesario previamente haber atribuido valor a todas las alternativas. La atribución de valor a todas las vidas posibles que pasan por la cabeza de un político. El consenso político con diversidad cultural y democrática.
Hay una desilusión generalizada de la clase política y de la
democracia representativa. No existe el accountability en el Paraguay y solo impera la ruta larga de la rendición de cuentas: una
elección a cada cinco años. Por otro lado, nuestras instituciones no
son nuestras. Casi todas fueron copiadas, en especial de los Estados Unidos.
Hay que cambiar la estructura política, modificar las instituciones, pero eso solo es posible con una lucha para reformar la
propia política. Por ejemplo, la fuente de la corrupción política es
el financiamiento electoral y el esquema de las listas sábanas. La
elección con listas sábanas no permite que ingresen los mejores.
El poder económico corrupto, informal y narco, financia a la política en el Paraguay. La política es entonces una “camisa de fuerza”
para impedir los cambios económicos y sociales trascendentales.
Luego, solo las luchas económicas y sociales de una sociedad
organizada pueden transformar la política. La política no cambia
“per se”. Toda reforma política debe considerar poder “cortar la
propia carne”. Porque, como se dijo repetidamente, el primer poder es el económico, luego está el mediático y último está el político. La política depende de disposiciones, motivaciones y conductas
de los agentes de la política. Este primer grado es el primer esca21
lón de la escalera de la ética. La ética y la política tienen el mismo
fundamento: la contingencia de la vida y de la convivencia humana. Si de pronto se levanta el pie para argumentar que el hombre
es un animal como cualquier otro, y su vida tal cual es, es la única
que podría ser, como un animal, en este caso uno elimina el fundamento de la política como de la ética.
Existe entonces un imperativo moral del cambio de la política
y de la ética política. En el caso de un animal su vida es definida
por su instinto. Quien dice escoger lo mejor para el hombre, debe
identificar la alternativa de mayor valor. Por eso existe en el estudio de la política una preocupación sistemática con escoger correctamente.
Conclusión: diez alternativas de valor
1. Devolver al estado su “naturaleza pública” (desprivatizar el Estado).
2. Mejorar la “calidad gerencial del gobierno” (management, liderazgos de desequilibrios).
3. Fortalecer el “Estado Social” (protector del individuo).
4. Asegurar el “Estado de Derecho” (defensor de la libertad – deshacer el divorcio entre Estado & sociedad).
5. Democratizar la “economía de mercado” (empresarios schumpeterianos).
6. Profundizar la “democracia política” (un tirano se
cambió por varios).
7. “Aliviar la pobreza” (rol del Estado, infraestructura
física & social georreferenciada).
8. “Reducir la pobreza” (rol del sector privado, empleo e
inversión).
9. Transmutar los intereses individuales en colectivos (teoría de los juegos).
22
10. Transmutar los intereses colectivos en individuales (el dilema de los prisioneros).
Las 10 “Políticas Públicas Claves” prioritarias
•
•
•
•
•
•
Devolver al Estado su “naturaleza pública”, profundizando su institucionalidad para que deje de ser un botín privado y;
Mejorar la “calidad gerencial del gobierno”, transformar al funcionario en servidor público, racionalizando
el empleo público e implantando la cultura de la “meritocracia” bien remunerada y de altos niveles de exigencia
en el desempeño de la función pública.
Fortalecer el “Estado Social”, protegiendo al individuo, con una red de instituciones públicas que se encargue de garantizar la solidez y la confianza de la “póliza
colectiva de seguros” emitida por el Estado, en relación a
la probabilidad del infortunio personal y;
Asegurar el “Estado de Derecho”, defendiendo las libertades e igualando las oportunidades de manera tal
que todas las personas, en forma individual o grupal, tengan el derecho de influir sobre el proceso mediante el cual
se discute, delibera e implementa cualquier decisión política que de alguna forma los afecte en su vida profesional, empresarial o privada.
Democratizar la “economía de mercado”, innovando en las formas de propiedad y en los modos de producción, posibilitando que dentro de la misma economía coexistan en forma experimental regímenes alternativos
de propiedad y de contrato y;
Profundizar la “democracia política”, evitando monopolios de poder con mayor participación social, cons23
•
•
•
•
truyendo una democracia que sirva a los intereses morales y de sobrevivencia más que a las versiones de la democracia representativa tradicional disfuncional.
“Aliviar la Pobreza”, mitigando sus efectos colaterales, con presupuestos de inversión georreferenciados como
políticas de Estado de largo plazo, que responda a carencias (brechas) diagnosticadas territorialmente, con integralidad sectorial (salud, educación, vivienda, etc.), asumiendo este rol el sector público; y
“Reducir la Pobreza”, generando riqueza, transfiriendo este rol al sector privado, por medio de una fuerte
política de inversión anticíclica para crear empleo y renta
en todos los sectores productivos, apoyados desde el Estado con una política expansiva en cuanto a créditos de
largo plazo;
Transmutar los intereses individuales en colectivos, transformando el “oikos” (el egoísmo personal) en
“ekklesia” (la solidaridad de la asamblea colectiva); y
Transmutar los intereses colectivos en individuales, transformando la “ekklesia” (asamblearia) hacia el
“oikos” (individualista).
Devolver al Estado su “naturaleza pública” y mejorar la
‘’calidad gerencial del gobierno”
Roberto Mangabeira Unger, el intelectual brasileiro que enseña en Harvard, es quien propone estas dos premisas. Por recuperación de la naturaleza pública del Estado, debe entenderse
como al foco que debe ponerse en la disciplina y práctica del combate a la corrupción, en todas sus formas. Esto comienza implantándose instituciones que garanticen la legalidad de las elecciones, designación y actuación de autoridades y funcionarios, com24
batiendo la arbitrariedad, la discrecionalidad, la excepción, la discriminación en el trato y la impunidad. Por ejemplo, implantando
elecciones internas, abiertas, simultáneas y obligatorias, para
eliminar las listas sábanas.
El Prof. R Klitgaard (Harvard) dice que “Corrupción = Monopolio del Poder + Impunidad – Transparencia”. A mayor monopolio en el uso discrecional del poder y a mayor impunidad, mayor
corrupción, y a mayor transparencia, menor corrupción. El Prof.
M. Reissman (Harvard) dice que no existe corrupción “cero”, solo
diversos grados de integridad. Para él, corrupción es igual a la
distancia entre el sistema mítico (Estado de Derecho) y el sistema
práctico (cómo funcionan las cosas en la realidad).
Para disminuir la corrupción en el Estado, la clave sería poner punto final a la larga y oscura historia de una administración
pública, sin público. Habrá que cambiar la cultura. Adolfo Ferreiro suele repetir que en el Paraguay, hay un problema cultural con
relación a todo lo que “es público”, en cómo respondemos a la
pregunta: ¿a quién pertenece y cómo debemos actuar cuando nos
encontramos con algo que es de propiedad colectiva, o cuando
tenemos la responsabilidad de administrarlo? En las culturas más
civilizadas, dice Adolfo, “lo público es de todos, y ‘todos’ se disponen, aunque sea mínimamente, a cuidar de ello. De lo que es público, y pertenece a todos. En el Paraguay, lo público ‘es de nadie’, por
lo tanto, es casi legítimo, hasta políticamente correcto, que ‘todos’
procuren apropiarse de ello. De lo que nadie puede reclamar como
suyo, de lo que, en consecuencia, es público”.
Por mejorar la calidad gerencial del gobierno se entiende como
el foco que hay que poner, en que las estructuras administrativas
del Estado, para que incorporen la racionalización en su gestión,
primeramente, evitando que el Estado se convierta en una agencia de empleos en base a prebendas políticas. Esto significa que el
ingreso al servicio público debe darse en base a méritos y no en
25
base al clientelismo político. Es fundamental convertir al funcionario público que cumple funciones en servidor público, caracterizado por la austeridad. En segundo lugar, los gobiernos deben dar
sentido a la dirección de sus comunidades (sean nacional, departamental o municipal), estando en condiciones de manejar entornos adversos, con calidad gerencial, con capacidad de ejecución
asegurando economía – eficacia – eficiencia (3 Es) para producir
bienes y servicios públicos, creando y agregando valor a los activos
de sus comunidades. Bien público es aquel que llega con igual
calidad a todos los habitantes de la República. Por ejemplo, el aire.
No es así con la educación. Existen escuelas estatales, pero no
todas producen bienes públicos con calidad homogénea.
Esto supone rediseño de procesos, gestión y evaluación permanente del desempeño, gestión del conocimiento, contratos de
gestión, remuneración sobre resultados y presupuestos plurianuales de inversión pública de largo plazo, aprobados por Ley de la
Nación.
Fortalecer el “Estado Social” y asegurar el “Estado de
Derecho”
Según el Dr. Daniel Mendonca, paraguayo, célebre abogado y
estudioso constitucionalista, por lo general, un Estado moderno
es caracterizado como “Estado Social de Derecho”. “En este sentido, el Estado Social sería aquel que se defina como el protector del
individuo. Estado de Derecho sería aquel que se caracterice por ser
el defensor de su libertad”. Todo fortalecimiento institucional del
Estado, podría suponer la administración de una “agenda estratégica” (también denominada como focos del “alto gobierno”, una
categoría todavía poco explorada en el Paraguay) que combine de
la forma más eficiente posible las interacciones entre territorio y
población, utilizando el poder para gobernar en función al derecho.
26
Si el Estado Social es un Estado proveedor de bienestar, “protector del individuo”, ¿qué se entiende por ello? Según Zigmunt
Bauman: “un Estado social debe construir una red de instituciones públicas que se encargue de garantizar la solidez y la confianza de la ‘póliza colectiva de seguros’ emitida por el Estado”, en
relación a la probabilidad del infortunio personal. Si los pobres no
pueden ver los beneficios del Estado social, poco le importarán los
beneficios del derecho. En esta perspectiva, se podría decir que:
pobreza e inequidad conspiran contra la existencia del mismo
Estado (social o de derecho). Combatir la pobreza es entonces una
cuestión estratégica, no solo política/éticamente correcta, sino que,
es más, de supervivencia del mismo Estado.
El Estado social, de acuerdo a la visión de Bauman, debería
tener como objetivo unir a sus miembros en una categoría superior de sociedad, lo que supone, digo yo, un concepto de comunidad, con redes de solidaridad, confianza y asociativismo, que pueda interpretar la clase política que esté en la puja electoral y que
posteriormente deberá gobernar la República.
En la opinión de Bauman, el Estado social debe personificar
“el intento de proteger a los individuos de la cruel, competitiva y
moralmente devastadora guerra de todos contra todos”, una perspectiva ya sugerida anteriormente por el contractualista social
Tomas Hobbes, quien afirmaba que el hombre era el lobo del hombre.
Es por eso que se insiste en la emisión de una especie de
seguro colectivo respaldado por la comunidad, contra el infortunio
individual y sus consecuencias. El sociólogo polaco afirma que
existe una gran contradicción entre la supuesta universalidad
formal de los derechos democráticos conferidos a todos los ciudadanos por igual, y la no tan universal capacidad para ejercer estos
derechos con eficacia. Y escribe: “si los derechos democráticos así
como las libertades que traen aparejadas esos derechos, se confie27
ren en teoría pero no son inalcanzables en la práctica, no cabe
duda de que el dolor de la desesperación se suma a la humillación
de la desventura: la habilidad para enfrentar los desafíos de la
vida, puesta a prueba a diario, es el crisol donde se forja o se funde
la confianza personal del individuo, y en consecuencia, su autoestima. Un estado político que rehúsa ser un estado social puede
ofrecer poco y nada para rescatar a los individuos de la indolencia
o la impotencia… Si los derechos políticos con necesarios para
establecer los derechos sociales, los derechos sociales son indispensables para que los derechos políticos sean reales y se mantengan
vigentes”.
“Democratizar la economía de mercado” y “profundizar la
democracia política”
Ante la crisis de Europa y Estados Unidos, el filósofo Roberto
Mangabeira Unger –profesor de la Universidad de Harvard, probablemente el pensador vivo brasilero más prestigioso del mundo– afirma que la sociedad internacional camina hacia cambios
radicales donde “la cuestión central será influir en la forma de
generar y distribuir originalmente la riqueza y la renta, reorganizando la economía de mercado… con nuevos ordenamientos institucionales que definen tanto el mercado como la democracia”. En
otras palabras, tales avances, casi obligatorios para permitir la
supervivencia de la misma raza humana sobre la Tierra, requerirán un cambio de conciencia y a la vez una reforma profunda de
las instituciones.
Las aventuras calamitosas del siglo XX, tanto el capitalismo
neoliberal/financierizado iniciado por Reagan, así como el socialismo real experimentado en la Unión Soviética, la socialdemocracia redistributiva europea y latinoamericana, todas se han agotado.
28
En primer lugar, por el lado de las experiencias capitalistas
con economía de mercado y democracia liberal, la “exuberancia
irracional” –tal como lo expresara Alan Greenspan– donde el enfoque fue la financierización con globalización –con procesos de
integración y simple ampliación de la dimensión de los mercados–
no ha podido generar igualación de oportunidades. Los mercados
se han integrado, han crecido, pero no se han democratizado.
En segundo lugar, la izquierda tradicional, que se atribuye
el monopolio de las políticas públicas con inclusión social, según
Mangabeira, también se ha desorientado. Las razones serían cuatro (4): a) la carencia de alternativas ante el fracaso del estatismo
o dirigismo, lo que representa una inadecuación a los nuevos tiempos de la economía del conocimiento, ya que los gobiernos con
soberanías disminuidas han dejado de poseer un protagonismo
influyente, lo que hace que las izquierdas se encuentren en una
encrucijada al no tener un modelo alternativo “a defender”; b) la
ausencia de un conjunto de modelos conceptuales progresistas y
consistentes, que hagan contrapunto a la “racionalización” de las
ciencias sociales neoliberales, por ejemplo, la economía (en especial la de mercado) lo que conspira para desarmar el arcabuz conceptual-interpretativo institucionalmente establecido; c) la izquierda también carece de un “agente”, una base social cuyos intereses
pueda representar y defender (la clase obrera o proletaria en franca disminución); d) finalmente, la izquierda carece de una crisis
estructural –por ejemplo, una guerra mundial– que impulse la
gran revolución resultante de las contradicciones internas de la
acumulación capitalista.
Ante este escenario, el profesor Mangabeira propone dos ideas
innovadoras como alternativas progresistas, que den nuevas formas a la producción y a la política:
Democratizar la “economía de mercado”, es cambiar
radicalmente la forma de generar riquezas y los marcos concep29
tuales preestablecidos, posibilitando que dentro de la misma economía coexistan en forma experimental regímenes alternativos
de propiedad y de contrato; al mismo tiempo, coexistiendo nuevas
formas (o viejas formas como el keynesianismo renovado) de interpretar la realidad social con nuevos enfoques que sustituyan a
los preestablecidos. Al mismo tiempo, establecer mecanismos de
“herencia social” por medio de la cual todo ciudadano tenga el
derecho de acceder a los recursos necesarios para su supervivencia. Esto significa reorganizar la economía para hacerla crecer
pero con inclusión social.
Por otro lado, dice Paul Krugman, cambiar algunos conceptos
erróneos como, por ejemplo, creer que la flexibilización de salarios
(bajarlos) o austeridad fiscal (el remedio que mata al paciente) son
soluciones a las crisis o que el impulso controlado de la demanda,
por el lado del gobierno (un nuevo keynesianismo) generará inflación. Este es el tipo de raciocinio monetarista en cuya base está la
falsa amenaza de la inflación. Krugman dice que las empresas no
aumentan sus precios porque la oferta de moneda sube, ellas resuelven aumentar sus precios porque la demanda de sus productos aumenta en forma dinámica, impulsada por una política de
expansión crediticia o de obras públicas o inversiones mixtas promovidas por el Estado, por ejemplo. Los empleados no es que piden subas de salarios presionando sobre la inflación porque ellos
se percatan de que hay más circulante, ellos piden mayores salarios porque perciben que hay más necesidad de empleos para satisfacer una demanda creciente, lo que refuerza su capacidad de
negociación. Eso quiere decir que los precios no subirán si lo que
producen los empresarios en conjunto con sus empleados deriva
en un incremento suficiente de la producción, lo que haría a su vez
equilibrar la cantidad de bienes y servicios en un nivel de precios
dado con una cantidad determinada de masa monetaria.
Profundizar la “democracia política”, significa construir
una democracia que sirva a nuestros intereses morales y de sobre30
vivencia más que las versiones de la democracia representativa
tradicional y liberal (dividida en poderes del Estado “independientes”) existentes en la actualidad. Por ejemplo, una participación ciudadana más directa que garantice poder sobrevivir sobre
un territorio de recursos limitados, en base a modelos de solidaridad y no de egoísmos que destruyan nuestro propio hábitat. Ejemplos: el desastre ambiental del lago Ypacaraí en una “democracia”
de partidos que no pudo instalar desagües cloacales en las ciudades adyacentes al lago ni pudo controlar las emisiones de residuos
industriales; el avance incontenible de la soja sin generación de
empleo ni efecto derrame con escaso control ni respeto a las leyes
del Estado en cuanto a licencias medioambientales obligatorias;
el caótico transporte público mantenido en base a prebendas a
legisladores y jueces electos “democráticamente” conforme al Estado de Derecho pero que evidentemente tienen un alto grado de
corrupción.
Además, habrá que buscar nuevas formas de organización
social y de democracia más participativa, para vencer las limitaciones de las actuales formas de organización social, poco originales para los tiempos de las redes sociales que trascienden al estado
nación en la web - internet. Un ejemplo concreto sería que la Procuraduría de la República pudiera crear núcleos de fiscalización
con la sociedad de cumplimiento de políticas públicas, o encontrar
formas para que los que no tienen voz puedan influir en las políticas públicas accediendo a datos e informaciones, para prevenir
y controlar fallas que atenten contra derechos de la población:
ausencia de vacancias en escuelas públicas, insuficiencia de lechos hospitalarios, entre otros. El objetivo es vencer la predeterminación social o cultural de quienes no pueden influir en las
políticas de Estado, resultante de una democracia representativa
imperfecta.
31
“Aliviar la Pobreza” y “Reducir la Pobreza”
Estos son temas estratégicos que deben trascender un (1)
período de gobierno, y no pueden ser discutidos por cualquier
partido político o grupo civil dentro de la sociedad, hasta cambiar
el “foco” por quienes ejerzan el poder en base a una u otra perspectiva o ideología política; ej. 1) de tema estratégico: “la mediterraneidad” y “la necesidad de invertir en infraestructura hidroviaria
pesada para vencer el aislamiento físico territorial, dentro del
PGN”; ej. 2) la defensa del Chaco Paraguayo en 1932 = no se
discute.
Alivio de Pobreza: es rol esencial del sector público (y subsidiario del privado). Consistiría en un “presupuesto plurianual
de inversión pública, para construir infraestructura física y social, georreferenciada”, de totalidad geográfica e integralidad sectorial, como política de Estado; enmarcado en la obligatoriedad de
su ejecución por medio de una ley tipo pacto fiscal para los que
ejerzan el poder ejecutivo a nivel nacional, departamental y municipal. El presupuesto plurianual de inversiones para combatir
las brechas, apunta a homogenizar indicadores económicos y sociales, buscando disminuir la distancia entre un objetivo ideal
estándar y la situación de un determinado municipio. ¿Cuántas
aulas se deben construir para disminuir la distancia entre el índice de Escolaridad Georreferenciado del Municipio X con alto índice de pobreza, versus el Índice de escolaridad promedio país, o del
distrito con mayor índice de escolaridad en el país?
Reducción de Pobreza: es rol esencial del sector privado (y
subsidiario del público). Consistiría en un “presupuesto plurianual
de inversión privada, para generar empleo y renta, por sector
económico, georreferenciado”. El potencial de generación de empleo y renta de la inversión privada se haría en base a coeficientes
de Valor Agregado Bruto de cada sector económico (agricultura,
32
ganadería, confecciones, metalúrgica, etc.), conforme a las necesidades de empleo y renta de los distintos distritos en forma georreferenciada dentro del territorio nacional. ¿Cuánto debe invertir la
industria de la confección por año –considerando el coeficiente de
VAB (valor agregado bruto) del sector confecciones, con potencial
de generación de empleo– en la región este, para disminuir la tasa
de desempleo de las mujeres de dicha región, con tal grado de
competencias, en edad entre X y Z?
Cuánto Falta y Cuánto Cuesta: es siempre la “gran interrogante” que, respondida con los presupuestos plurianuales de
inversión de Alivio y Reducción de Pobreza, disminuye la incertidumbre de los actores sociales, mejora el clima de negocios, estimula la previsibilidad y garantiza un “método” (meta = destino;
hodos: camino), es decir, un camino a seguir con “pasos” seguros,
para lograr los objetivos. Elimina el stress causado por los planes
“holísticos/sistémicos”, buenos para el diagnóstico, pero llenos de
“significados potenciales”, para la ejecución de medidas de solución.
Presupuesto Plurianual: presupuesto de varios años de
inversión, por lo general de más de un (1) período de gobierno.
Consiste en la cantidad de recursos financieros que debe ser invertida, o por el sector público en un Plan de Alivio de Pobreza, o por
el sector privado en un Plan de Reducción de Pobreza. Utilizar un
“modelo presupuestario de largo plazo” que pueda referenciar a
un “cuánto falta” versus los avances logrados –o no– por las medidas de gobierno, sean quienes fueren las fuerzas políticas y los
presidentes que administren la nación en los próximos años, es
una herramienta que elimina la “ambigüedad” para la evaluación
y calificación de la gestión de gobierno.
Georreferenciado/s: los indicadores sectoriales para diagnosticar la situación y los presupuestos para compensar los desequilibrios son hechos por Distrito (para cada pueblo/ciudad),
33
dentro de cada Departamento y agrupando los Departamentos en
5 grandes Regiones Ejes: Chaco, Norte, Este, Sur y Centro; en
consecuencia, los recursos son direccionados/distribuidos según
las carencias socio-territoriales y no en base a clientelismo político.
Transmutar “oikos” en “ekklesia” y viceversa
La “política” es la actividad destinada a ordenar jurídicamente la vida social. De ella deriva el gobierno de los hombres y consiste en acciones ejecutadas con intención de obtener, conservar o
modificar el “poder”.
La “administración pública” es una rama de las ciencias administrativas que planifica, organiza, ejecuta y controla operaciones agrupadas en procesos, que agregan valor en forma de servicios públicos cuya finalidad es el “bien común” y el “bienestar
general” de la población.
Las “Políticas Públicas” son actos y decisiones de los gobiernos que impactan en la vida de los ciudadanos. Lo que un gobierno
(nacional, departamental o municipal) hace o deja de hacer, tiene
efectos en la sociedad.
Los grandes temas transversales en períodos de elecciones
son los que por lo general están en los programas de gobierno
presentados por los candidatos como Estrategias para la Nación.
En la estrategia nacional de las candidaturas que pretendan
constituir un nuevo gobierno, las perspectivas individuales y la
nacional deben caminar juntas. Es así como se dijo al iniciar esta
nota. Mientras que las primeras preservan las diferencias, las
segundas unen, transforman a todos en iguales. Ambas son esenciales: por un lado, la perspectiva individual refuerza la idea de
libertad individual que no considera a los demás; por el otro, la
perspectiva nacional refuerza la idea de defensa de lo colectivo
que lleva necesariamente en cuenta a todos.
34
Una de las críticas más repetidas a los principales candidatos
a la presidencia del Paraguay es la competencia para poder compatibilizar ambas dimensiones y la falta de definiciones claras en
relación al “Qué” y al “Cómo”, en materia de grandes temas estratégicos, es decir, las prioridades que interpreten y satisfagan el
“aspiracional” de la mayoría de la Nación. Ejemplo, el tema de la
pobreza.
Se supone que todo gobernante pretende lograr determinadas metas. Vicente Falconi, el gurú brasilero de la administración
de empresas, dice que todo problema es una meta, luego los políticos que ejerzan el poder deben enfocarse en alcanzar las metas,
es decir, deben resolver los problemas. Para eso deben tener estrategias. Estrategia es la forma de ir de un estado A a un estado B
para alcanzar metas, es decir, resolver problemas, de manera única
y singular. Cada candidato a presidente o legislador buscará entonces –como parte de su estrategia– diferenciarse para superar
a su competencia. Desde la perspectiva presidencial, administrar
en política es gestión del futuro: un destino colectivo de una Nación que debe ser trazado por quien ejerce la jefatura del Poder
Ejecutivo. No por otro. Todos los demás podrán tener una visión
parcial de las cosas. Toda la película (la novela “toda”), en función
a las demandas y expectativas de la sociedad, solo la puede tener
cada candidato a presidente de la República.
La gente espera que sea el presidente de la República el que
dirija hacia dónde vamos. Los temas estratégicos deben ser definidos por quien ejercerá la presidencia. Sólo pueden ser encarnados por el jefe de la Nación. En otras palabras, el mejor candidato
a presidente debe tener bien clara la película.
El famoso sociólogo Zymunt Bauman dice que “la democracia
es el escenario donde se elige a los gobernantes, es la forma de vida
del Ágora: de ese espacio intermedio que une/separa los otros dos
sectores de la Polis, la ekklesia y el oikos”. Según Aristóteles, dice
35
Bauman, el “oikos” es el hogar familiar, el lugar en donde actúan
los intereses personales, individuales y casi egoístas. Mientras
que en la “ekklesia” se manifestaban los intereses públicos, un
consejo de elegidos cuya función era velar por los asuntos comunes que afectaban a “todos” los habitantes de la “polis”, la ciudad.
En la visión de Bauman “en esencia, lo que se esperaba lograr
en el Ágora era y sigue siendo la transmutación de los intereses y
deseos privados en asuntos públicos, y viceversa, la de asuntos de
interés público en derechos y deberes individuales”.
Finalmente, digo yo, las estrategias y las políticas públicas de
un gobierno nacional, en la perspectiva correcta de la opinión
pública y el juicio ciudadano, deben ser capaces de emular el imaginario de la sociedad en su conjunto (tanto en sus dimensiones
oikos y ekklesia), transformándose en sueño, en utopía y orgullo.
Políticas sociales, macroeconómicas, instrumentos, organigramas,
objetivos, metas, actores y mecanismos de evaluación de desempeños componen la estrategia de desarrollo integral de una nación; mas, si estos elementos no se transforman en sueños que
movilizan a la mayoría de los ciudadanos, permanecerá apenas
como una carta de bellas intenciones.
La sociedad deseada debe ser soñada.
36
Palabras de Introducción a cargo de
VÍCTOR RAÚL BENÍTEZ GONZÁLEZ
Presidente del “Club de Ideas”
“El futuro se construye con creencias”
Muchas gracias a nuestros expositores. A Amílcar Ferreira,
economista y miembro representante como expositor del “Club de
Ideas”. A Enrique Riera, Ministro de Educación. A Mario Ferreiro,
Intendente de Asunción. Y a Carlos Mateo Balmelli, político e
intelectual. Todos ellos nos honran con sus mentes privilegiadas.
Ninguno de ellos necesita presentación. Todos ellos son amigos y
algunos incluso fundadores del “Club de Ideas”, como Mario Ferreiro, Amílcar Ferreira y Carlos Mateo Balmelli).
También queremos agradecer la confianza del público. Hay
más de 350 inscriptos y es el problema del tráfico el que hace que
todos todavía no estén llegando. Le vamos a endosar la culpa al
intendente Ferreiro; por el caos de Asunción es que toda la gente
inscripta no está viniendo. Aun así, el salón ya está lleno. Siempre
Mario es el culpable.
No podemos dejar de expresar nuestras gracias al board del
World Trade Center, quienes cuando le presentamos la idea de
realizar estos eventos sobre la “El Paraguay a partir del 2018: La
historia del futuro”, se sumaron a la causa en forma inmediata.
Gracias a todos.
37
Permítanme presentar al “Club de ideas”, el cual es un centro
de debates y de difusión del conocimiento, que surge en octubre de
2016, pero que desde hace más de diez años nos reuníamos
semiclandestinamente, ahí, en Cruz del Chaco 736 casi Souza, al
lado de donde hoy se han instalado una cervecería (bar) y cuatro
restaurantes. Esas son las cosas de las que gustan los pensadores,
los que se quieren dar de intelectuales.
El diálogo estructurado que hoy comenzamos es un modelo de exposición que
Desde hace 70.000
sigue los estándares del “Pensamiento
años, los seres humanos sobreviviCrítico”. Como ustedes ven, no sé si todos
mos juntos
los expositores dialoguistas se van a ceñir a esa lógica, pero tenemos gente que
va a estar grabando y transcribiendo después estas exposiciones, de manera tal que podamos ordenar todo
lo que se diga en:
• “Propósitos” para el Paraguay a partir del 2018;
• “Hipótesis” que sustentan dichos propósitos: qué ven para
un Paraguay del 2030, del 2025, desde 2018 en adelante.
Cuáles son las Estrategias supuestas, porque, al final de
cuentas, las estrategias no son más que las mismas hipótesis con relación a lo que puede pasar en el futuro, que de
alguna manera sostienen esos Objetivos o Propósitos.
• “Datos y Evidencias” que ellos nos puedan dar, para que
sea una reflexión fundamentada por un método objetivo,
científico.
• “Perspectivas” con diferentes aseveraciones.
• “Inferencias” a fin de proponer políticas.
• Por último, debe llegarse a una “Conclusión”. Algo que, a
los paraguayos, a veces, nos es un poco difícil. Eso es lo
que Enrique Riera seguramente enseña como ministro
38
de Educación, que la gente tenga un modelo de raciocinio
que mejore la calidad del pensamiento y que evite las
confrontaciones estériles.
Una de las características de los seres humanos es que siempre hemos sobrevivido juntos, desde hace setenta mil años (según
dicen), cuando comenzamos a tener pensamientos abstractos, colectivamente y con calidad de pensamiento. Yo no creo, como
Margaret Tatcher, que “la sociedad no existe”. Yo creo que pensando y actuando colectivamente vamos a salir adelante. Sin embargo, en el Paraguay a veces parece que violamos este tipo de principios.
Para explicar mejor el “cómo vamos a
trabajar”,
yo mismo voy a exponer, ejemLa política es el luplificando, lo que creemos en el Club de
gar natural donde
Ideas, de lo que debería ser el Paraguay,
se deberían tomar
un país diferente en el futuro. El “Propólas decisiones.
sito” es el desarrollo humano. Las “Hipótesis” suponen que, por ejemplo, nosotros vemos que eso no está aconteciendo, no se observa un desarrollo humano como resultado del crecimiento económico. Esto se
debe en parte porque el “poder real está cada vez más lejos de la
política”, como afirma Zygmunt Bauman, sociólogo, filósofo y ensayista polaco. La política es el lugar natural donde se deberían
tomar las decisiones. Sin embargo, el poder económico aparentemente ha ocupado su lugar, seguido del poder mediático y quedando en tercer lugar el político. Y el primero parece que coopta al
segundo y al último.
Otra de las hipótesis que nosotros manejamos en el Club de
Ideas es que lo privado se volvió público y que lo público se volvió
privado. Tendemos a esconder todo de la gente para que no se
sepa, y por eso es que no tenemos una República que funcione
39
bien. Las redes sociales se encargan de exponer lo privado ante el
público en general y la maraña burocrática, con una justicia corrupta, se encarga de esconder lo que debe ser público.
Al mismo tiempo, la gente también está hastiada. La gente
está cansada de una democracia solo formal con una calidad de
vida deprimente. Ayer nomás, Mario (Ferreiro) me pasa un video
en el que se ve a un ciudadano bajándose del auto en un embotellamiento para golpear a un taxista, mientras otro golpea al que le
golpea al taxista mientras le tira un gas mostaza. Es como en esa
película “Un día de furia”. A renglón seguido, como fruto de nuestras frustraciones individuales y colectivas, culpamos de todo a los
cuidacoches, tenemos rabia contra los limpiavidrios, contra los
inundados que inundan nuestros barrios, ahora que justamente
se viene la inundación. No es que el río inunde a la gente, decimos,
es la gente vulnerable la que invade el río. La ciudadanía en realidad está íntimamente indignada contra algo que no entiende: un
sistema que genera desempleo, que hace que el sueldo no alcance,
que produce políticos corruptos, que genera violencia en las calles,
que construye desesperanza y que también está indignada con
una ciudad colapsada y al borde del caos.
Pero nadie se enoja contra el sistema,
un modelo económico agotado que hace
Pensar sobre el fuque la gente salga de la zona rural, exturo es importante, por aquello de
pulsada por los cultivos intensivos en
que las creencias
capital y se venga a Asunción a colapsartienen consecuenla. Nosotros tenemos asuncenos de Recias, sin importar
patriación, asuncenos de Carapeguá,
su verdad.
asuncenos de Coronel Oviedo, etcétera.
Son más de 100.000 personas, el 20 % de
pobreza, de los 500.000 moradores que habitan la capital del país.
En la zona metropolitana de Asunción hay otros 600.000 compa40
triotas en situación de pobreza. Son los expulsados por un modelo
económico que genera riqueza, acumulada por unos pocos. Decimos a veces con Amílcar (Ferreira) que si no hubiera existido la
emigración a España, ya tendríamos una guerra civil en el Paraguay. Gracias a España no tenemos una guerra civil, una lucha
violenta. Cuanto más creció la economía desde la época de Nicanor Duarte Frutos (2004), más gente se iba a España para trabajar. Cosa rara, porque es un crecimiento económico que no genera
empleo, mucho menos bienestar.
La sociedad paraguaya no produce
desarrollo humano. Estos son algunos
La sociedad pade los “datos y evidencias” que tenemos.
raguaya no proEn el Índice de Desarrollo Humano
duce desarrollo
(IDH) del PNUD, en el Índice de Prohumano.
greso Social (IPS) de Porter, en el Índice
de Competitividad del Foro Económico
Mundial, en el Doing Business del Banco Mundial –creo que hoy
está acá su directora residente, nos llamó a decir que vendría–, en
el ranking de integridad de Transparencia Internacional que mide
la percepción de la corrupción, en todos somos los coleros, los últimos.
Las evidencias que corroboran mis afirmaciones son: 28% de
pobreza, un presupuesto de carencias de por lo menos cinco mil y
novecientos millones de dólares para el déficit habitacional de
todo el país –juntos hicimos un trabajo con Federico Franco Troche hace tres o cuatro años– para casi un millón de unidades
habitacionales que faltan. Esos son elementos que nos convencieron en el Club de Ideas a comenzar un diálogo.
Porque la “Perspectiva” es que la cooperación –dice Yuval
Noah Harari un libro que estamos leyendo ahora, lo recomiendo,
Homo Deus– o mejor dicho la “cooperación flexible”, es la que hizo
41
que el homo sapiens sobreviva sobre la Tierra. Si no logramos
cooperar entre los paraguayos, probablemente nosotros vamos a
desaparecer, por lo menos como nación soberana. Es la ley de la
entropía que comienza a funcionar.
De hecho, otras tres instituciones que fundamentan la cohesión social y la misma salvación humana, de manera colectiva,
hoy están en entredicho: la Familia, la Iglesia y la Nación.
La libertad y la independencia de la Nación están en peligro.
No somos un Estado soberano. A veces decimos con Amílcar (Ferreira) que somos prácticamente un protectorado del sector informal de la economía brasilera, ni siquiera de Brasilia. Por lo menos
si fuéramos de Brasilia (donde reside el poder formal del Brasil),
vaya y pase. Pero
• El cigarrillo industrializado en el este, que entra de manera informal al Brasil, es brasilero, porque los capitales
son brasileros, la demanda es brasilera y los patrones
están en el Brasil;
• La marihuana ilegal del Amambay es brasilera porque el
mercado es el Brasil;
• El lavado de dinero es brasilero;
• La soja que viola las leyes medioambientales y evade impuestos, es mayoritariamente brasilera;
• La reforma agraria del oeste del Brasil se hizo a costa del
Paraguay, en una plataforma de competitividad irregular que se llama Paraguay;
• Lo único auténticamente paraguayo es la ausencia de
Estado y de institucionalidad que fomenta todas esas irregularidades.
Y, finalmente, nuestra “Conclusión”. La conclusión es que
pensar sobre el futuro es importante, por aquello de que las creencias tienen consecuencias, sin importar su verdad. Al final de cuen42
tas son las percepciones las que después se convierten en realidad.
Por eso se mide el clima de negocios, por eso se hacen los focus
groups, para saber de alguna manera lo que piensa la gente sobre
lo que vendrá. Y la calidad de comunicar esas expectativas, esa
noósfera que nos rodea, al final de cuentas, como dice Robert
Merton, es la profecía autocumplidora que, en algún momento,
“amó hapópe”, se convierte en realidad.
En consecuencia, queremos compartir como conclusión que,
única e irremediablemente, tendremos que sobrevivir todos juntos. Y para eso necesitamos, obligatoriamente, saber y poder dialogar, porque “ningún camarote puede estar seguro cuando el barco
se esté hundiendo”.
¡Muchas gracias a todos!
43
44
Presentación de
AMÍLCAR FERREIRA
Economista y Consultor Financiero.
Miembro del “Club de Ideas”
“Los cinco motores del futuro
económico del Paraguay”
A mí me da mucha satisfacción, cuando salgo al exterior, poder presentar a la economía más estable de Sudamérica. Y esto es
el Paraguay del 2017. No hemos conquistado otras cosas, seguramente, como el desarrollo, pero hemos conquistado la estabilidad.
Y la estabilidad es algo muy importante, es una precondición demasiado importante para luego, sobre eso, construir el desarrollo,
en especial el desarrollo humano. Por eso lo puse como primer
punto: el tema de la estabilidad. A eso podríamos ponerle un check
de logrado, pero eso hay que
cuidar. Creo que hoy en día,
Hay que seguir blindando
esas instituciones que condu- hay un consenso muy solicen la economía –el Ministe- dificado acerca de la idea
rio de Hacienda y el Banco de qué elementos debemos
Central– para preservar la preservar.
Voy a contarles una anécestabilidad económica.
dota. Cuando como consul45
tor me reúno con mis clientes, trabajo mucho en proyectos y me
relaciono con empresarios nacionales y también inversores extranjeros. Hace poco estaba con unos argentinos elaborando un
plan de negocios para invertir en Paraguay. Como teníamos que
hacer unas proyecciones a diez años, incorporando la inflación a
esa proyección, ajustamos los precios a un 4% anual. Los argentinos me decían: “Eso que parece tan sencillo en Paraguay, fijate lo
que es hacerlo en Argentina, con una inflación superior al 30%
anual. Nosotros no sabemos lo que va a pasar en seis meses”.
Estaban asombrados.
Entonces, creo que es muy importante preservar la previsibilidad; la estabilidad le da a un país previsibilidad, eso es clave
para el mundo de las inversiones. Invertir en un país que es previsible es una cuestión fundamental (por eso se habla de fundamentos macroeconómicos), por lo menos en términos generales,
sobre escenarios de los que nadie hoy duda, de que el año que viene
la inflación va ser un 4% más o menos, que no va a haber ningún
desequilibrio importante con el tipo de cambio; en fin, una economía estable. Por eso podemos sentirnos orgullosos hoy como sociedad de lo que hemos logrado. Yo decía que hay una especie de
consenso alrededor de la importancia de mantener eso, y lo hago
gráfico con un acontecimiento. Cuando Nicanor Duarte Frutos
pierde las elecciones, y luego asume Lugo, el ministro de Hacienda que nombra –eso es algo muy raro en el mundo– fue el mismo
ministro de Hacienda que sirvió bajo el gobierno anterior, siendo
dos presidentes de partidos políticos diferentes y quizás también
de ideologías diferentes.
Entonces ese gesto, ese hecho, creo que denota que en la sociedad paraguaya hay un consenso alrededor de la importancia del
manejo económico prudente y ordenado. Eso no es poca cosa en un
vecindario caracterizado por los excesos. Hoy vemos que el déficit
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fiscal en Brasil está en el orden del 10% del PIB, en Argentina 7%
del PIB y en Paraguay el 1,5% del PIB. Ese déficit fiscal pequeño
es ciento por ciento explicado por inversiones, y no hay gastos
corrientes. Es el resultado de un manejo económico que lo dirigió
una misma persona, hoy lo podemos decir –no está acá hoy el
doctor Dionisio Borda, quiero mencionarlo– como el padre de ese
manejo. Él lo inicia, y luego se continúa bajo las administraciones
subsiguientes.
El siguiente punto, que sí ya es un desafío no logrado, creo
que el gran fracaso de todos estos años desde el 89 para acá ha sido
el hecho de no construir las instituciones, tema que desarrolló
Enrique Riera de manera magistral. Creo que la democracia es un
sistema que precisa de ciudadanos preparados con una cultura
institucional también previsible, para que funcione. Entonces
cuando uno implementa procesos característicos de la democracia, en un país que no está preparado, que tiene una cultura contraria a la democracia, una cultura autoritaria, el modelo es ineficiente. A los paraguayos nos encantan los liderazgos fuertes, la
doctrina del único líder, ese tipo de cosas… y eso es contrario a las
instituciones.
Solíamos deTenemos que crear en el Paraguay
cir con Víctor
una cultura de estricto respeto a la
Raúl: Democracia
ley, de apego a la ley, y eso es lo que
en un país que no
nos va a permitir construir instituestá preparado
ciones.
para la democracia, que no tiene
cultura democrática, es como pensar que la democracia va a funcionar en cualquier lugar. Y llevar el concepto de democracia sin
instituciones fuertes, hemos visto en otros países –como Irak–
donde uno quiere lleva esos conceptos a la práctica, y la población
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no está preparada, entonces vemos que no funciona. Es muy difícil, tiene muchos tropiezos y es un poco eso lo que los nos pasa.
No queremos cumplir las leyes, queremos violarlas. Eso uno
lo ve en el tránsito, lo ve, por ejemplo, en el respeto de las autoridades a la Constitución Nacional. Somos muy proclives a la violación de la ley. Por eso aquí, que está presente una parte importante de la clase política, yo quiero un poco reclamarles eso. Ustedes
tienen en gran medida la responsabilidad particularmente importante de difundir en la próxima década un modelo institucionalmente sólido, siendo ustedes mismos el ejemplo de eso, del respeto
a la ley. ¿Por qué las instituciones son débiles? Porque prevalecen
los personalismos, sobredimensionamos a las personas, quién es
el que ocupa el cargo, etcétera. Perdonen que tenga que recalcar:
tenemos como sesgo el hecho de no tener el apego a la ley, por ende,
en todos los aspectos violamos el Estado de derecho.
Yo viví ocho años en Costa Rica, un país que está un poquito
mejor que Paraguay. Y cuando uno llega Costa Rica, uno no ve
nada impresionante en términos económicos, no ve edificios más
lindos que los que hay en Paraguay, no ve automóviles tan lujosos.
Es, más o menos, igual al Paraguay en términos de infraestructura física.
Pero, ya cuando uno vive unos años se da cuenta de la riqueza
real de ese país. En Costa Rica existe una cultura de mayor apego
a la ley, y eso se nota en cuestiones cotidianas que parecerían
intrascendentes, como el respeto a las normas de urbanidad, a las
reglas de tránsito, el cómo se debate en el Congreso, la calidad del
vocabulario que se usa, cómo se negocia, cómo se articula la política, en fin…, una cultura democrática, una cultura que respeta la
ley y respeta a la sociedad en su conjunto.
Recuerdo una frase del entonces presidente Oscar Arias en
aquellos años en los que yo vivía en San José de Costa Rica. En un
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momento él perdió la mayoría de su apoyo en el Congreso. Llevó
adelante una iniciativa para hacer algunos cambios en la educación, no tuvo el apoyo que esperaba y cuando le preguntan qué
pensaba, qué opinaba, el presidente con una profunda convicción
democrática dijo: “En democracia se hace lo que se puede dentro
de las reglas de juego de la democracia y no lo que se quiere”. Esa
convicción democrática es fundamental.
Entonces yo creo que muchos de los que están hoy acá construyendo con el “Club de Ideas” una “Historia del Futuro” para el
Paraguay son, en cierta medida, líderes en sus respectivos ámbitos (me incluyo) y tenemos esa responsabilidad en esta generación: crear una cultura democrática, de apego a la ley y de construcción de instituciones que garanticen previsibilidad política y
social. No sólo económica.
Yo también suelo hablar con las calificadoras de riesgo. Ellas
cuando vienen a Paraguay me suelen repetir: “El país está a un
escalón del grado de inversión”. Tenemos un club que juega en
primera de ascenso y estamos ahí a un escalón de pasar a la primera división. Las calificadoras internacionales dicen que Paraguay tiene dos debilidades: instituciones débiles e inestabilidad
política. Ambas se retroalimentan. Todavía Paraguay es un país
donde las personas poderosas, económica o políticamente, manejan la justicia, entonces, instituciones débiles no garantizan el
largo plazo. La inestabilidad política es demostrable. Paraguay es
un país que, si uno verifica, no garantiza que un presidente pueda
terminar su mandato en el marco de la alternancia pacífica, sin
sobresaltos. Me permití cargar en una planilla electrónica una
lista de todos los gobiernos del Paraguay, desde la independencia
hasta el presente. Desde 1811 hasta Stroessner la duración media
de un presidente o dictador, en el Paraguay, fue de veinticuatro
meses. Y luego ya en el período que llamamos, entre comillas,
49
democrático, del 89 para acá, la duración media de un presidente
en el Paraguay es de treinta y nueve meses apenas.
Entonces en este periodo democrático, entre comillas, tuvimos –por ejemplo– un magnicidio. Matamos a un vicepresidente,
tuvimos dos presidentes destituidos, uno que renunció, Cubas, el
otro Lugo, forzándolo por medio de un juicio político.
De cada tres presidente uno no termina su mandato. Entonces, tenemos ese chip de la inestabilidad incorporado. Y eso tiene
mucho que ver también con la debilidad de las instituciones. Lo
político, en un marco de desorden institucional, y lo económico, se
retroalimentan. Cuando hubo esta última crisis política, esa debilidad de las instituciones, esa poca cultura democrática, puso a
funcionar el algoritmo, y a cada tanto repetimos las crisis. Cuando
se desató esta última crisis, un grupo de legisladores pidió un
recurso de amparo a la Corte y hasta ahora ese recurso de amparo
no fue contestado. El árbitro no actuó cuando más se necesitaba
que actúe: debilidad de las instituciones.
Otro tema clave como motor de la economía es la infraestructura. Bueno, creo
que los países tienen
Las calificadoras internacionales
que manejar siemdicen que Paraguay tiene dos défipre tres agendas:
cits: Instituciones débiles e inestauna de corto plazo,
bilidad política. Ambas se retroalique no resuelve
mentan.
nada y que solo evita, digamos, que se
incendie el país. Luego está la de mediano plazo, que tampoco
resuelve el desarrollo pero crea las condiciones importantes para
lograrlo. Y la de largo plazo, que es la que realmente transforma
el país. Entonces, la infraestructura cae dentro de lo que podríamos llamar agenda de mediano plazo.
50
Punto por punto:
• La agenda de corto plazo incluye cuestiones tales como,
por ejemplo, el programa “hambre cero” del Brasil que
distribuye alimentos a la gente más pobre. Eso no va a
resolver la pobreza, pero alivia y permite que mientras
esa gente pueda comer, podamos ejecutar la agenda de
mediano y de largo plazos.
• La agenda de infraestructura –y solemos hablar con Víctor Raúl (Benítez G.) en el “Club de Ideas”– es perfectamente posible que sea coincidente con la pobreza; es factible que un país desarrolle infraestructura y –si no invierte en educación, que es la agenda de largo plazo–
podemos ver a gente que sigue siendo pobre al costado de
la nueva ruta. Hicimos la ruta y sigue habiendo pobres al
costado de la ruta. Es que la ruta es para la soja o para la
ganadería, preferentemente. Es importante que haya
nuevas rutas, pero son insuficientes para disparar el desarrollo.
Yo creo que, en el Paraguay, si uno mira la historia del crecimiento del Producto Interno Bruto, la década del ’70 fue la de
mayor crecimiento, fue la década del boom de Itaipú. Terminada
esa década, el país enfrentó una pregunta: ¿Y ahora qué? No supimos responderla y los veinte años que siguieron las conocemos
como las décadas perdidas.
En Paraguay ahora se acaba de terminar un período de crecimiento impulsado por los commodities, lo que denominamos el
súper ciclo de los agronegocios. Más de una década en la que el
país creció impulsado por los altos precios de las materias primas
agrícolas. Ahora esos precios cayeron, se nivelaron y no hay perspectivas de que vuelvan a subir. Entonces, estamos de nuevo frente a la misma pregunta: ¿Y ahora qué? ¿Cuál va a ser el motor de
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desarrollo en la próxima década? Y yo creo que una buena respuesta es la infraestructura. Creo que debería ser una política de
Estado. Yo comparto esa cifra del gobierno actual de invertir mil
millones de dólares. Me
Las inversiones tienen que ser parece que Paraguay tieel motor de la próxima déca- ne que ponerse de acuerdo
da.
y tiene que priorizar el sector de infraestructura invirtiendo por lo menos mil millones de dólares por año.
Eso inicia lo que los economistas conocemos como el círculo
virtuoso. La inversión en infraestructura genera después el efecto
multiplicador. Si está bien asignada y si el sector privado confía en
el futuro. Como consecuencia de las inversiones en infraestructura vienen las inversiones privadas, y en experiencias de otros países
y estudios que hemos visto que ese efecto multiplicador puede ser
hasta de cinco veces. Si la inversión pública es de mil millones de
dólares, podríamos esperar en la década siguiente inversiones
que multiplican por cinco veces eso que invirtió el Estado o las
municipalidades.
La próxima década debería ser la de la infraestructura. Y
cierro esta parte diciendo que cuando uno mira la fórmula del
Producto Interno Bruto, se compone de tres elementos:
• Consumo: un país puede crecer porque el consumo crece.
• Inversión: un país puede crecer porque la inversión está
creciendo.
• Y las exportaciones: se puede crecer porque crece la demanda externa.
La economía puede crecer al ritmo del consumo, como, por
ejemplo, Estados Unidos, una economía basada en el consumo.
Panamá está cerrando ahora una década de crecimiento a tasas
chinas, nueve a diez por ciento anual, porque amplió el Canal de
52
Panamá, lo que significó grandes dosis de inversiones. China fue
durante los últimos veinte años una economía impulsada por exportaciones, así como el Paraguay fue una economía impulsada
por exportaciones durante el superciclo de los commodities.
Pero ahora se acabó eso.
Paraguay se tiene que embarcar en una decidida apuesta por
el desarrollo de infraestructura en un programa de por lo menos
diez a quince años, ininterrumpidos.
Bueno, finalmente no podemos soslayar a la educación, porque el crecimiento, y más aún el desarrollo, necesitan mano de
obra calificada. Creo que esa es la agenda de largo plazo, la agenda
más importante. Eso lo discutimos muchísimo en el “Club de Ideas”.
Soy un gran escéptico de eso de las reformas. Yo creo que Paraguay tiene que ser ambicioso y absolutamente audaz para transformar su educación. Y ahí hablo de audacia, ahí hablo de plataformas tecnológicas. Enviar dos mil, no sólo mil ni quinientos
paraguayos al exterior. Cuando hablamos de reforma educativa
creo que todos estamos de acuerdo en cómo capacitar a los maestros, pero no tenemos con qué. Ese es el problema. No hay todavía
una masa crítica mínima necesaria para poder ni siquiera tener
formadores suficientes. Victor Raúl, nuestro presidente del “Club
de Ideas”, habla permanentemente de la necesidad de diseminar
métodos que son imprescindibles: que todos los profesores deben
ser hábiles usuarios de los principios del “pensamiento crítico”.
Algo que es esencial. Yo lo sé, porque también soy docente universitario y me consta cómo funcionan las universidades. No tienen
profesionales en cantidad suficiente para nutrir las aulas. Tampoco tienen calidad conforme a las exigencias del mercado. El Estado
no tiene profesionales suficientes para darle calidad gerencial a
su enorme burocracia.
Tampoco el sector privado tiene profesionales en cantidad
suficiente para nutrir sus organigramas, para administrar las
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empresas. Por eso es que hay tantos profesionales extranjeros
como gerentes de empresas paraguayas. Si uno visita las multinacionales en Paraguay y pregunta quién es el gerente de tal empresa, no voy a citar nombres pero es común que sean argentinos,
uruguayos, etc. Estamos llenos de profesionales extranjeros. Si
uno va a Uruguay o Argentina y visita esas mismas empresas y
pregunta quién es el gerente general, va a ver que son argentinos
en Argentina y uruguayos en Uruguay. Entonces, tenemos un
déficit en materia de educación, que creo que es un gran desafío.
La verdadera agenda de largo plazo es la formación del capital
humano.
Finalmente, el tema del valor agregado. En tanto y en cuanto
Paraguay siga siendo un país estable y si logra consolidar en el
largo plazo la consabida estabilidad macroeconómica, con manejo
prudente y ordenado de su economía, desarrollando instituciones,
creo que está el combo perfecto para que acontezca una explosión
de las inversiones en y hacia el Paraguay.
El gobierno actual había anunciado al inicio de su administración que, por la vía de las APPs –las alianzas público-privadas–
iban a venir inversionistas trayendo emprendimientos por un valor
de quince mil millones de dólares. Vimos que eso fue un fracaso.
No se dio. Las calificadoras de riesgo dicen por qué: existen problemas de credibilidad con los países que juegan en la división de
ascenso, como Paraguay, que tienen estos problemas de instituciones débiles, con una justicia que se puede comprar. Y si a eso se
le suma la inestabilidad política, eso ahuyenta a los grandes capitales y a las grandes empresas. Nosotros no estamos todavía en el
radar del verdadero gran capital. Tenemos tareas pendientes que
realizar para que eso suceda.
Y lo último, el valor agregado. Si nosotros hiciéramos la pregunta ¿qué podemos agregar a las materias primas, nacionales o
54
importadas? No hay límites para lo que se puede hacer, a qué nos
podemos dedicar. Podemos destacarnos en el uso de la energía
eléctrica. No hay límites, nos podemos especializar en hacer cohetes espaciales y sería posible en términos teóricos. Pero yo, analizando todo lo que es Paraguay, creo que tenemos
Paraguay no es un gran prouna gran oportunidad
ductor y exportador de alipara convertirnos en eso
mentos. Paraguay es un gran
que siempre escucho: Paproductor de materias primas
a las que hace falta agregarraguay es un gran producles valor.
tor de alimentos. Yo creo
que eso es una mentira.
Paraguay no es un gran productor y exportador de alimentos.
Paraguay es un gran productor de materias primas, lo que es muy
diferente. Nadie come soja en grano o carne cruda. Nosotros tenemos todas las condiciones para exportar realmente alimentos que
se comen de manera inmediata. Podemos decir cualquier cosa,
pero una cosa fácil que decimos con Víctor Raúl (Benítez G.) que
podemos hacer es comenzar con lo que llaman low hanging fruit,
las manzanas que están ahí bajas, al alcance de la mano, a un
brazo de distancia, que uno las puede tomar.
Lo que fácilmente podríamos desarrollar es una economía de
valor agregado que tome esa materia prima, que las procese y que
realmente hagamos realidad eso de ser un gran exportador de
alimentos para el mundo. Estábamos mirando la otra vez en el
“Club de Ideas”, el portafolio de marcas de Brazil Food. Una
multinacional, la segunda más grande del mundo, que exporta
alimentos –ellos sí exportan alimentos– tiene un portafolio de
marcas como Sadia y Perdigão. Por ejemplo, Perdigão vende carne de pavo, lo produce y lo exporta al mundo. Batavo es una marca
de alimentos, es dulce de batata envasada en un envase de alumi55
nio, y eso uno lo come como postre. Ese tipo de cosas. Entonces
nosotros tenemos todos los condimentos, los elementos necesarios
para dar un salto, para pasar de ser una economía productora de
commodities a ser una economía productora y exportadora de alimentos.
Si ustedes quieren desayunar cereal a la mañana, y se van a supermercado se encuentran con que todas las marcas son importadas. Ocurre en este país que yo escucho siempre como el secreto
mejor guardado: el Paraguay, el productor exitoso de alimentos
del mundo, o el cuarto mayor productor de carne o lo que fuere.
Producimos granos, lo exportamos y después importamos el cereal para el desayuno. Ese tipo de contradicciones existen en nuestro país. Entonces, ahí yo resumo lo que es mi visión.
Los cinco grandes desafíos para reescribir la Historia del Futuro, desde mi perspectiva, son:
•
•
•
•
•
Estabilidad económica.
Previsibilidad política.
Inversión en infraestructura.
Audacia en la educación.
Valor agregado a las materias primas para producir alimentos.
Está todo dicho.
Muchas gracias.
56
Presentación de
BENJAMÍN FERNANDEZ BOGADO
Intelectual, doctor en Derecho, periodista y escritor
El futuro urgente de un
presente que “no da más”
Gracias a Víctor Raúl Benítez por las palabras iniciales. Gracias al anfitrión de esta casa, al arquitecto Víctor González. A
ambos, que han tenido la amabilidad de convocarnos a pensar el
Paraguay desde una perspectiva de “futuro urgente”, y yo le agregaría ese adjetivo, porque concibo una perspectiva heterodoxa:
que las cosas en el Paraguay, ya no pueden continuar de la misma
manera, tal como hemos persistido a lo largo de este tiempo. Por
eso acabo de publicar un libro, presentado precisamente por Víctor Raúl (Benítez G.), titulado “No da más”, un término clásico de
las conversaciones de “tereré”.
Y los números y las estadísticas que dio Víctor Raúl en su
exposición de apertura, sobre los lugares en los que nos encontramos en los más variados indicadores del desarrollo humano, nos
muestran algo trágico: que hemos fracasado. Si en 1989 creíamos
que esa hija llamada democracia, que nos dejaron en la puerta los
militares, era sujeta de nuestro amor y de nuestra entrega, de
nuestro servicio, hoy, si viéramos las condiciones en las que se
57
encuentra esta muchacha que ya tiene más de veinte años, diríamos que no hemos hecho el trabajo que debiéramos.
Hace quinientos años un monje católico llamado Martín Lutero, cansado de lo que veía en la corrupción reinante en la jerarquía eclesiástica, hizo una pregunta incómoda: “¿es ético vender
indulgencias? Era un profesor de la Universidad de Alemania, y
aquello no fue del agrado de la jerarquía que lo amonestó, diciendo
que si seguía haciendo esa pregunta él sería sacado de la cátedra.
En ese momento la Iglesia Católica facturaba en función de los
recursos que le daban los corruptos, para construir con ese dinero
esas portentosas catedrales que hoy vemos en Europa.
Lutero continuó haciendo la pregunta incómoda: ¿es moral
vender indulgencias? La Iglesia Católica fue más dura y lo apartó
de la cátedra de la universidad, y él decidió clavar sus noventa y
cinco tesis en el pórtico de la catedral de esta localidad alemana.
Era una forma de convocar al diálogo, el mismo al que se nos
convoca esta noche, con este selecto grupo de personalidades que
hoy está organizando y participando del evento.
Lutero siguió haciendo la misma pregunta hasta que fue excomulgado, y en la plaza pública rompió la bula de excomunión y
fue a la clandestinidad, refugiado por un príncipe alemán que le
comentó que un inventor, llamado Johannes Guttenberg, había
creado la imprenta, y que ya existía la posibilidad de reproducir a
gran escala la palabra de Dios, sin pasar por los intermediarios
del poder: los curas, los obispos, los cardenales y el mismísimo
Papa. Esa fue la primera gran revolución del mundo occidental,
hace quinientos años.
Eso dio inicio a la Edad Moderna, rompió el monopolio del
saber, del conocimiento y de la política, de una estructura de poder
que dominaba las más diferentes aristas desde las científicas hasta
las políticas. ¿Ustedes saben quiénes no se dieron cuenta de esa
58
revolución? Los políticos. Sólo supieron que hubo un cambio en el
año 1517, hace medio milenio, cuando las cabezas de María Antonieta y Luis XVI rodaron por las calles de París, en aquella gran
revolución bajo el concepto de la libertad, la igualdad y la fraternidad, que cambió para siempre el concepto que teniamos de la
política.
Si estuviéramos en ese momento augural, haciendo la pregunta incómoda, la pregunta que yo haría es: ¿nos merecemos el
Paraguay en que vivimos? Un país que tiene una población extraordinariamente joven, con un regalo llamado el bono demográfico, con más de sesenta por ciento de su población menor de treinta años, el país más joven, junto con Sudán del sur, una nueva
nación en África. Un país que tiene más de cuatrocientos seis mil
kilómetros cuadrados, pero, sin embargo, con la menor densidad
de población a nivel latinoamericano, con problemas graves de
posesión de la tierra. Un Estado que no puede establecer los límites de nuestras propiedades, porque tenemos más de quinientos
mil kilómetros cuadrados en manos de supuestos “propietarios”,
para un país de sólo cuatrocientos seis mil kilómetros cuadrados.
Informalidad a toda prueba, son los datos y evidencias que busca
el pensamiento crítico.
Y un país que olvidó a la base central de su desarrollo, el cual
es el sujeto y el objeto de la política: el ser paraguayo. A ese al que
abandonamos generalmente, desde una mirada egoísta. Porque
si hay un problema grave
de este país es justamente
Este es un país en el que realel egoísmo de las estructumente debemos interpelarnos
ras, que no permiten conssi con todas las riquezas que
truir lo colectivo que se llatenemos, todavía nos merecema la Nación.
mos continuar siendo pobres.
59
Este es un país que se regodea con la insana satisfacción de
decir que es el cuarto mayor productor de soja en el mundo todo.
Que tiene catorce millones de cabezas de ganado y, como bien lo
dijeron en la introducción, es extraordinariamente eficaz para
vacunar a las vacas, pero que no es capaz de vacunar contra la
influenza, y otras enfermedades, que terminan siendo mortales
para gran parte de la población.
Un país que tiene todo para ser próspero, pero se empeña en
ser pobre. Y cuando uno habla y ve estas cifras, y observa de qué
manera estamos construyendo lo colectivo, la conclusión que podemos sacar es que somos unos fracasados. Que esta democracia
que tenemos, usando una expresión popular, es una democracia
kelembú, a la que realmente no le importa incumplir las normas
constitucionales, y que la única manera de decirle a un mandatario que está equivocado es sacando a la gente a las calles, muriendo en las calles; demostrando que la única forma perturbadora
que tiene esta sociedad salvajemente conservadora, para darse
cuenta de que las cosas deben cambiar es con la muerte de un ser
humano en las calles de la ciudad. Así fue en marzo de 1999 y así
aconteció este 1 de abril del presente año, cuando las fuerzas policiales ingresaron a un local partidario, asesinando a un joven
dentro de la sede del PLRA.
Los paraguayos no queremos sacudirnos y somos indolentes
ante la muerte, diría yo en este momento. Si cuando escribimos la
Constitución de 1992 cometimos un error de carácter gramatical
en el artículo 229, donde dos veces dijimos que un presidente electo no podía volver a presentarse para continuar su periodo, sin
embargo, seguimos creyendo que cualquiera puede interpretar de
cualquier manera la Constitución, que es nuestro contrato social,
que nos dimos entre todos los paraguayos.
No somos capaces ni de responder a las cuestiones gramaticales, si existe un abogado que interpreta de manera todavía mucho
60
más bochornosa, no solo para los juristas, sino para los gramáticos, de que la expresión presidente y vicepresidente electo tiene
que ver solo con el actual. Si fuera así, en el futuro, cuando haya
una mujer presidenta, esa podría ser reelecta, porque la expresión
gramatical solo habla del presidente y vicepresidente, en masculino, como los “únicos” que no podrán ser reelectos. O sea, en el
futuro si ustedes quieren interpretar de esa manera alocada y
poco rigurosa, una mujer presidenta y una mujer vicepresidenta,
pueden continuar en el cargo según este singular despropósito de
un llamado jurista de un candidato presidencial.
Somos un país que juega con cartas marcadas, que no respeta
las instituciones. Un país que tiene el peor de los defectos que
decía Sócrates, cuando hablaba sobre cuál debe ser la virtud más
grande de un político: es su previsibilidad. Esta es una democracia
que es, además de “kachiãi”, imprevisible. Nunca sabemos si vamos a cumplir los pactos, los acuerdos, nuestra Constitución, y
sobre esa base no es posible construir instituciones y no se puede
construir futuro. El Paraguay requiere, por lo tanto, lo primero:
que cuando se da un contrato llamado Constitución y se proyecta
eso en forma de normas, no haya solo voluntad, sino haya la capacidad de llevar adelante aquello que se propone.
¿Somos un país rico? ¡Claro que sí!, que lo somos. Tenemos
todo lo que una nación debería querer tener para ser próspera,
pero, sin embargo, nuestros números no nos demuestran eso.
Vuelvo a resaltar, tenemos un problema de carácter y de personalidad, un país egoísta, un país extraordinariamente codicioso, con
un sector económico rapaz y voraz, que se ha convertido en extractivo y no en productivo.
Existe una situación muy inícua, en la que viven millones de
seres humanos que están en la misma zona de confort, donde
conviven explotadores y explotados, marginados y marginales.
61
Un país que no ha podido resolver cuestiones básicas de su organización, como el hecho de que el propietario de un terreno ganadero o de explotación agrícola, solo paga 1.700 guaraníes de impuesto inmobiliario, cuando una persona que vive en esta capital
está pagando en el orden de cuatro a seis millones de guaraníes,
independientemente del tipo de construcción.
Si nosotros no trabajamos las bases injustas de esta nación y
si no demostramos un compromiso con un gran sector de la sociedad –el marginado–, la democracia corre peligro. El primer país
que conocí en mi vida fue Venezuela en 1978. Y yo les decía a los
venezolanos: esa pobreza que está en los valles, solo hace falta que
alguien la baje aquí, al lugar donde los barrios más privilegiados,
donde ustedes viven en un carnaval de prosperidad, fruto de la
riqueza del petróleo.
Carlos Andrés Pérez era presidente en Venezuela y esta misma interpelación se la hice al señor presidente en una entrevista
que se publicó en un medio paraguayo, y él me dijo: “eso no va a
ocurrir”, explicándome que… la política venezolana se está turnando en el poder desde el Pacto de Puntofijo, y entre COPEI y
Acción Democrática, y me explicó que el modelo sirve para mantener a la gente en la misma oscuridad. Nunca se van a rebelar,
pensaba. Hasta que el teniente coronel Hugo Chávez intentó un
golpe de Estado, y posteriormente Rafael Caldera lo sacó de la
cárcel para convertirlo en lo que fue, el sujeto que ha transformado a uno de los países más ricos en términos de recursos del petróleo, a vivir en el caos, en la catástrofe, porque eso es Venezuela.
Hay decenas de muertos por semana y centenares de heridos en
los últimos días, en las manifestaciones.
Uno dice: ¿podríamos llegar a eso? ¡Sí, podríamos hacerlo,
cómo no! Mientras no entendamos que hay que cambiar lo que
hasta ahora ha sido ese pacto, en el que la clase política cree toda62
vía representar los genuinos intereses de la sociedad paraguaya,
seguirá el enorme divorcio entre estos sectores, la sociedad y los
políticos. Hay que reconocer que la sociedad deber ser restaurada,
hay que reconstruir puentes, hay que volver a entender dónde
está la base central de nuestra pobreza.
Y si el peor legado de Stroessner ha sido dejar un país donde
se invirtió el uno por ciento del Producto Interno Bruto en educación, la democracia no ha sido demasiado eficiente con su tres y
medio por ciento, muy lejos del seis por ciento de los países de la
región, mucho más lejos de Bolivia que en este momento invierte
el ocho por ciento del Producto Interno Bruto.
Nuestra educación se encuentra por los suelos, y aquellos que
han llevado adelante esa educación tendrían que hacer una profunda autocrítica y reconocer lo mal que han hecho. En este momento la situación del Estado es tan desastrosa que deberíamos
hacer una profunda evaluación de la estructura que todavía dice
que es la forma jurídica de organización de la nación. Y el Estado
paraguayo muestra grietas por donde uno lo mire. Tenemos un
Estado donde se va a librar la gran épica del futuro democrático en
el Paraguay. Si durante finales de la década de los años noventa
nuestra gran lucha fue acabar con la dictadura, en el futuro la
gente se levantará contra este Estado lleno de privilegios, que ha
acumulado ingresos económicos superiores a la media normal y
en donde, en este momento, no mostramos ni eficacia, y menos,
capacidad de servicio.
Si una persona se en- El Paraguay necesita hacer
ferma en el Paraguay, lo un pacto con la vida y necesimás probable es que aca- ta para eso reorganizar probe muerta. Porque tene- fundamente el Estado. Esa es
mos en total cincuenta mil una de nuestras grandes crisis.
personas trabajando ad63
ministrativamente en el Ministerio de Salud, con la misma estructura administrativa que tuvimos desde hace más de cincuenta años. No cambiamos nada. Lo único que acumulamos es, cada
vez más, estructuras burocráticas más costosas.
El Ministerio de Educación tenía más de ciento cincuenta
directores. Había algunos que se encargaban de fotocopias y otros
de sellos, viviendo como marajases. En el Congreso hay personas
que se dedican a subir y bajar a la gente en los elevadores, ganando diez y seis millones de guaraníes, alrededor de tres mil dólares
americanos. Esa persona no podría estar en ese sitio, y es una
insolencia y un insulto a la pobreza de este país tener esa situación, en esas circunstancias y en este momento.
Nuestra estructura judicial no garantiza nada. Hace poco
entré a los tribunales, y un amigo y compañero de universidad en
la que me gradué en 1984, me dijo: “Si podés arreglar extrajudicialmente, Benjamín, tu pleito afuera, hacelo. Acá te vamos a liquidar”. Y tenía razón. Yo creo que, en este momento, nadie está
seguro en los tribunales. Y pobre de usted que se enferme, pobre
usted que ingresa a una escuela, pobre de usted si le toque dirimir
algún conflicto jurídico en los tribunales, usted se va a morir.
Si nosotros no resolvemos el problema de gerenciamiento de
este Estado que, además de corrupto, es incompetente e ineficaz,
no vamos a cambiar las cosas. Tenemos trescientos cincuenta mil
funcionarios públicos, aproximadamente, nadie sabe con certeza
de ese dato.
Pero, me decía ayer un administrador del Ministerio de Salud que –si sacaran a treinta y cinco mil de ellos, de los que ganan
aproximadamente mil dólares– se ahorrarían la cifra de casi treinta
y cinco millones de dólares por mes. Eso representa más de cuatrocientos cincuenta millones de dólares al año con los aguinaldos
y otras cargas sociales; señores, nosotros tendríamos un sistema
64
de salud extraordinariamente bueno y trabajando para la gente
con todo ese dinero.
Y si fuéramos capaces también de hacer lo mismo en las estructuras docentes, en una revolución estudiantil como la estamos viviendo ahora, con este método de enseñanza que está estructurado solamente para la incompetencia, se podría hacer un
salto con tecnología, transformando la capacidad de aprender; y
mucho nos ahorraríamos en el país.
Hace muy poco tiempo le recordé a un amigo que una de
nuestras grandes revoluciones que tenemos que hacer es cambiar
el sistema electoral, costoso, que realmente no garantiza a nadie
que se haga la voluntad del votante. Si uno puede votar vía smartphone por alguien que baila en Tinelli en Buenos Aires, ¿por qué
no podemos votar también desde un teléfono celular? El problema
no es el desbloqueo, no es la lista sábana, sino quién cuida las
mesas. Por eso se ha desalentado a mucha gente buena a ingresar
a la política, por el temor al fraude, por el temor a la trampa y a la
corrupción.
Usemos las nuevas tecnologías para transformar el grado de
participación de la gente.
Vivimos un tiempo de descontentos, donde realmente lo que
vemos es lo que no pudo percibir Rolando Araya, aquel político
costarricense, quien no logró entender por qué un psiquiatra le
había ganado en el 2002 las elecciones. Vivimos una revolución
cuántica, con individuos, con personas con una capacidad de influencia brutal y enorme. Lo que no entendió el gobierno de Cartes
es que había perdido la batalla de la enmienda antes de iniciarla,
en las redes sociales, donde realmente la ciudadanía le puso freno
a la posibilidad de alterar el mandato de la Constitución en su
artículo 229. Estamos ante una nueva generación, ante una nueva manera de aproximación de la realidad, que no puede sostener65
se en esa forma mecanicista, tributaria de la revolución industrial, y que tenemos que entrar a este nuevo momento en donde la
tecnología nos puede significar posibilidades de aprender, de influir y de cambiar.
Si nosotros tuviéramos entonces que plantearnos en qué momento estamos, diríamos en un tiempo de posibilidades enormes.
Todavía seguimos discutiendo cómo los brasileros y argentinos
nos engañaron en Itaipú y Yacyretá. A los alemanes, que constituyen el pueblo más exitoso desde el punto de vista económico –
estaba mirando los números de Alemania, después de insulto que
le hizo Donald Trump hace unos días–, les pregunté qué los hacía
el país más exitoso del mundo. Y me dicen, primero, porque cumplimos las normas, luego porque somos predecibles y tercero porque somos aburridamente rutinarios. Los dos países más rutinarios del mundo, Japón y Alemania, son los países más exitosos del
mundo.
En este momento, el cincuenta por ciento de la energía que
genera el quinto país industrial más grande del mundo, con noventa millones de habitantes, es energía solar. En el 2040 Alemania será el primer país dependiente completamente de energía
solar. Y en ese momento cada persona será una especie de Itaipú
y de Yacyretá, porque va a generar energía que, si no la consume,
la va a colocar en el sistema, de manera tal que la ANDE alemana
va a estar pagándoles a ellos por la generación de energía, y no por
el consumo. Si ellos están pensando en ese tipo de cosas, ¿en qué
está la política paraguaya y en qué estamos pensando los paraguayos para transformar esta situación en la que vivimos?
¿Ustedes creen que, en la comodidad de este hermoso edificio,
de esta zona corporativa, se representa al Paraguay de verdad?
En este momento, en el Paraguay, hay personas que van a ir a la
cama sin haber cenado y son casi dos millones de individuos. Y no
66
nos molestan, hasta que mueran. Como dijo Víctor Raúl, se mueren tres de ellos y no nos sacude la conciencia, ni mucho menos.
Tenemos una sociedad quebrada en este momento, diezmada, con
un millón y medio de paraguayos viviendo en la Argentina, cien
mil o más en España y cincuenta mil en los Estados Unidos. Es
una vergüenza decir que
Los paraguayos necesitamos
las remesas constituyen
echar mano al concepto de
una fuente de ingresos y
nuestra identidad,al concepde transformación de este
to del tekó, al concepto cultupaís extraordinariamente
ral que nos define.
próspero, que a ese costo
ha tenido que sufrir el desmembramiento familiar y la desestructuración de nuestra sociedad.
Para concluir, si nosotros queremos entender el futuro, tenemos que preguntarnos: ¿nos merecemos el país que vivimos? Y
esto no es una cuestión de crítica a alguien en particular, es una
profunda autocrítica hacia mi persona como paraguayo. También
yo me estoy mirando diciendo: ¿es esta la democracia que queremos, la que nos costó un montón de sueños, tribulaciones, exilios,
prisiones y muertes? Ha sido un costo bastante grande el que
tuvimos que pagar los paraguayos a lo largo de este tiempo. Si
queremos una democracia que realmente reivindique el sentido
de las oportunidades, debemos cambiar de manera radical. Y qué
buena palabra es la “democracia”, pero una democracia que no da
oportunidades a la gente no puede ser nunca una democracia
eficaz, que trabaje para la gente. Una democracia a la que tenemos que mendigarle cada vez que nos toca la situación de encontrarnos ante el drama de la salud, no es una democracia. No es
una democracia cuando tenemos una casta de privilegiados que
viven completamente apartados de la realidad de la gente. Real67
68
Presentación de
CARLOS MATEO BALMELLI
Político y escritor
Precandidato a la presidencia de la República por el PLRA
“Los cinco imperativos
del Estado del futuro”
Muchas gracias por la invitación del “Club de Ideas”, del cual
soy socio fundador, y al World Trade Center por esta oportunidad
fuera de serie. Mil gracias a los Víctor: Víctor Raúl Benítez (del
Club de Ideas) y Víctor González Acosta (del WTC), por este balcón del pensamiento crítico enfocado en el porvenir. Proponernos
escribir de antemano la Historia del Futuro es algo inédito en el
Paraguay.
Yo creo que es de fundamental importancia, ahora que estamos entrando a un tiempo político y que estamos en el umbral de
un proceso electoral que va a decidir qué va a pasar en el Paraguay
en los próximos cinco años, creo más que nunca que estas innovaciones reflexivas tienen que ser bienvenidas, todas estas iniciativas que pretenden asociar la decisión con el pensamiento.
No hay peor cosa que una mala revolución..., o sea las revoluciones no son peligrosas, decía, cuando vuelan alto, sino cuando no
saben hacia dónde vuelan. Y de repente en nuestro país parece
69
que esa falta de claridad en el pensamiento, esa carencia de ideas
organizadas en función de futuro, que esa suerte de confusión, o
quizás la priorización sesgada de intereses particulares, haga que
los problemas que se presentan se repitan en un futuro inmediato.
O sea, en el Paraguay se cumple aquello de la teoría del eterno retorno. Los problemas secuencialmente, casi cronológicamente, sincrónicamente, se vuelven a presentar en cada quinquenio.
Tanto es así, que, si miramos los veintiocho años, o treinta años de
transición democrática, nos daremos cuenta de algo, que todas las
crisis que hemos
vivido en el PaLa ingobernabilidad, la falta de conti- raguay, todas las
nuidad institucional, la inseguridad jucrisis de ingorídica y el desequilibrio entre los podebernabilidad,
res del Estado, nunca tuvieron en el Paraguay un conflicto social que los haya todas las crisis
políticas, que
antecedido.
hemos sufrido,
ninguna de ellas tuvo su origen en conflictos sociales. La mayoría,
o casi todas, me animaría a decir –no tengo un estudio acabado–
, tuvieron un origen político.
Siempre se dio en el marco de la disputa del poder, de las
asimetrías vinculadas a las relaciones de poder y, por sobre todas
las cosas, a la deslealtad de muchos actores políticos y poderes
fácticos hacia el marco institucional y a los acuerdos institucionales.
Verdaderamente, los que me antecedieron en el uso de la
palabra, creo que van a permitir que yo pueda redondear, porque
lo que dijo Enri (Enrique Riera) estaba de alguna manera directamente vinculado a lo que decía Mario (Ferreiro). Las perspectivas
o el análisis económico, macroeconómico también de Amílcar (Fe70
rreira). Y yo voy a tratar de redondear qué tenemos que hacer
nosotros los paraguayos en el próximo quinquenio, cuáles son las
tareas que hay que encarar para lograr una economía sustentable, una democracia con calidad y un crecimiento económico incluyente.
Yo creo que hay cinco tareas que tienen que ver con una vocación reformista, que la dirigencia y la clase política, así como sectores de la sociedad civil, están compelidos a desarrollar. Son cuestiones imperativas.
En el Paraguay estamos hablando, desde 1989 hasta la fecha,
de veintiocho años de democracia, en donde nuestra “democracia”, salvo su periodo inicial –por sobre todas las cosas la Ley
Electoral de 1990, la Constitución de 1992 y la implementación de
sus instituciones, así como la reforma del sistema financiero– ha
demostrado que tiene anestesiada su vocación, su voluntad de
reforma política. En la medida que nosotros avancemos en este
proyecto, sin reformas en determinadas áreas, el problema de la
educación va a ser cada día más grande.
Nosotros tenemos la peor educación del sur. Los problemas,
como dijo Mario, los problemas de la ciudad van a ser más grandes, y la solución de ese problema va a ser cada día más costosa,
y se nos va a alejar cada vez más del horizonte de lo que es factico
y posible, dentro de una sociedad.
Es muy fácil decir que la propuesta que yo tengo va a hacer
que lo posible sea más que lo necesario, pero en el caso paraguayo
lo necesario es infinitamente superior a lo posible, y creo que esa
relación asimétrica entre lo posible y lo necesario se da por sobre
todas las cosas, porque no hemos tenido la capacidad y la sensibilidad de hacer reformas. Y las reformas que hemos hecho han
naufragado porque nosotros mismos nos hemos encargado de que
así sea. Creo que en el próximo quinquenio hay que tener una
agenda de cinco puntos centrales:
71
La reforma política.
No podemos tener un nuevo proceso político y esperar de aquí
en adelante que en el 2021 venga el próximo presidente de la
República a decirnos quiero la reelección por vía de la enmienda.
Porque ya pasó una vez y se repitió. Lo intentaron Nicanor, Lugo
y Cartes. Ese tema hay que resolverlo. Hay que limar asperezas
entre los poderes del Estado. La democracia se funda en un principio elemental: división de poderes reconciliados con el principio
de la soberanía popular. Se habla de hacer la reforma política. Y
bueno, la reforma política en el Paraguay empieza por el Poder
Judicial. ¿Quieren llamar a una Constituyente? Que no se enfoquen solamente en la reelección. El problema central de la institucionalidad, o la carencia institucional en el Paraguay, es el Poder Judicial. Entonces sencillamente que la Constituyente, que es
un poder constituido, y un poder que constituye otro poder, que
decrete la caducidad de los mandatos de la Corte Suprema de
Justicia. Como primera medida. Se integra una nueva Corte Suprema de Justicia, luego que se le someta o que se le atribuya, se
le otorgue a esa Corte, medidas o facultades para que ella pueda
arbitrar la reforma del Poder Judicial. Esa es una falencia que en
el Paraguay viene de la época de la dictadura. Si no tenemos un
Poder Judicial independiente –independiente, quiere decir, no
solamente del soborno, sino de la influencia política–, nuestra
democracia va a estar siempre sometida y ensombrecida por la
impunidad.
•
La reforma del gasto público.
En la década de los ’90 hubo un debate muy importante pero
que en nuestro país no llegó a instalarse: la reforma del Estado, en
especial la directamente vinculada a la reforma social y económica del Paraguay. Yo coincido con Amílcar Ferreira en el sentido de
•
72
que haya una mayor profesionalización en el manejo de la economía, en sectores públicos del Banco Central, del Ministerio de
Hacienda. Es muy bueno que exista consenso en eso de respetar
las variables macroeconómicas, de respetar la estabilidad macroeconómica. Pero si solo somos capaces de mantener esas variables económicas, en poco tiempo veremos que eso no sirve para
nada. La estabilidad sirve en función de la reforma de un modelo
de crecimiento y desarrollo social. Y en el Paraguay después de los
desbordes que se produjeron en 1999, por la caída de la región y a
causa del estancamiento de la economía paraguaya, no hemos
sido capaces en el tiempo de abundancia de hacer las reformas que
el país necesitaba.
Si la intendencia de Asunción afronta problemas para prestar servicios básicos a la población, dentro de poco vamos a tener
crisis en la caja fiscal, en el IPS, en el sistema de pensiones, donde
toquemos vamos a tener crisis. Y en la medida en que posterguemos las reformas necesarias los costos serán enormes. Y ahí vamos a tener que aplicar los ajustes. Los ajustes se aplicaron en
todos los lugares del mundo. Claro, los ajustes… ¿quiénes los pagan? Los que menos tienen.
Las reformas en el gasto público son claves. Tienen un solo
propósito: disminuir el costo de la política e invertir más en gastos
sociales. Y ¿cómo se hace eso? Veamos. ¿Qué utilidad tienen hoy
las gobernaciones, las juntas departamentales, qué aportan? ¿Sirve para algo el Consejo de la Magistratura o sirve para algo el
Jurado de Enjuiciamiento? Son cosas que yo creo que hay que
revisar, porque también están vinculadas con la reforma constitucional.
¿Qué papel cumplen los representantes del poder parlamentario en el Consejo de la Magistratura? Lo único que han hecho es
intoxicar el proceso de selección de jueces.
73
Entonces habrá que realizar una reforma de priorización de
los gastos del Estado, algo que no es tan fácil. Esta es una política
que podría llevarnos unos diez años, aproximadamente. Pero hay
que iniciarla ya. Y no decir que vamos a hacer solamente obras
públicas, para lo cual tenemos que endeudarnos. Sobre todo, bajo
una hipótesis, de que la economía crece. ¿Qué pasa si la economía
paraguaya deja de crecer? Si cambia el escenario internacional.
La economía paraguaya crece a un ritmo de cuatro por ciento
anual. Solamente crecemos eso. No hemos crecido acaso, incluso
dos dígitos en puntos porcentuales, para que uno pueda decir ya
que crece la economía, debería aumentar también la capacidad
recaudadora del Estado, porque hay más gente que puede pagar
impuestos y hay más impuestos que cobrar a los que están produciendo y ganando más, porque crece la economía. Es una pregunta
crucial.
La reforma económica del Estado.
Tenemos que diversificar nuestra economía. Nosotros no podemos ser solamente un país exportador de materia prima. Nosotros no podemos decir que vamos a seguir exportando sobre determinados pilares que no producen un efecto multiplicador. Nosotros tenemos que tener una economía para la pequeña agricultura. Nosotros tenemos que tener una economía que fomente la industrialización de determinados sectores. No la industria pesada
quizás, pero sí de bienes de consumo, alimentos para el mercado
local y también para la exportación. El mercado paraguayo es
pequeño, pero empieza a tener cierta capacidad de compra. Tenemos que diversificar nuestra vocación económica. El Paraguay del
siglo XXI no puede ser pensado solamente en términos de soja,
trigo, carne y energía eléctrica. Eso es clave.
•
74
La reforma social.
No podemos seguir insistiendo en jactarnos de la estabilidad
macroeconómica. La estabilidad macroeconómica se instaló realmente en el 2003. Cuando yo era presidente del Congreso, llegamos a un acuerdo entre el Parlamento y el Ejecutivo. Se accedió a
un crédito Stand-by del FMI, que nunca se utilizó, equivalente a
cuatrocientos millones de dólares, para tratar de equilibrar la
balanza de pagos, y si faltaba el dólar, que hubiera dólares en el
mercado en cantidad suficiente para que el tipo de cambio no se
dispare. No se utilizó eso en su totalidad. La verdad es que hubo
buena gestión por parte de Nicanor Duarte Frutos. Se superó ese
default transitorio, que estaba en expectativa para el fin de ese
año (2003), que venía siendo esperado por el desgobierno de González Macchi. Ahí se estabiliza
el modelo económico creo yo. La
No se puede pretender
estabilidad o el ajuste, no se
seguir escondiendo la
puede hacer solo para mantener
pobreza debajo de la alel mismo modelo económico. Es
fombra ni hacer entrar
importante estabilizar la econoa los parientes pobres
mía –y estamos estabilizados
por la cocina.
desde el 2003–, pero para algo
superior: para cambiar el modelo de producción, para que la economía creciente obtenga resultados positivos que también lleguen a los estratos sociales menos
favorecidos, para que haya efecto derrame y se tenga una mayor
capacidad redistributiva.
Acá hay cosas que hay que hacer en materia social, que son de
fundamental importancia. Yo digo, ¿estabilidad macro?, claro que
sí. Nadie puede pretender, en un mundo globalizado, carecer de
variables macroeconómicas estables, sobre la base de una política
fiscal ajustada a ingresos, sobre la base de una política monetaria
•
75
que no sea inflacionaria, o una inflación moderada, que es la que
existe, de un dígito y que provea previsibilidad a los empresarios
y a los consumidores. Nadie está cuestionando eso. Pero variables
macroeconómicas estables, funcionales a qué modelo económico.
Y ahí es donde está mi gran cuestionamiento. ¿En función de qué
modo de producción y de consumo vamos a mantener las variables
macroeconómicas? ¿En función de este modelo de desarrollo?
Imposible. No da más.
La reforma del sector energético.
La reforma del sector eléctrico por sobre todas las cosas. La
ANDE ha demostrado su incapacidad de poder distribuir la energía eléctrica en Paraguay. Nosotros tenemos que hacer una profunda reforma en el sistema eléctrico paraguayo. El abastecimiento
eléctrico debe estar garantizado para todos los paraguayos. Nosotros tenemos que garantizar eso y tenemos que hacer que todas
las industrias del país –toda actividad económica– tengan asegurado su abastecimiento eléctrico. La capilaridad del sistema de
distribución debe ser ampliada y modernizada.
Eso hoy no sucede en el Paraguay, ni siquiera en el consumo
residencial, que permanentemente sufre los cortes de luz. El Paraguay debe ser un país energizado en el sentido de que consuma
energía eléctrica, porque eso tiene que ver con la inclusión social.
A mayor consumo de energía eléctrica, se tiene mayor inclusión
social y se está inyectando mayor energía a un sistema económico.
Eso es de fundamental importancia.
Como un gran capítulo de este proceso de reforma del sector
energético tenemos que considerar la renegociación del Tratado
de Itaipú. Los paraguayos no podemos esperar el 2023 para empezar a renegociar el Tratado. Itaipú se tiene que empezar a renegociar el 16 de agosto del 2018. Cometeríamos el mismo error que
•
76
cometimos con Yacyretá. Esperamos tres años para empezar a
renegociar y tener el resultado final. Lo que quiere decir que Yacyretá funcionó tres años y unos meses con un tratado caduco.
Yo creo que el centro de gravedad de la problemática paraguaya reside en la política. Por eso para mí son muy importantes
las reformas institucionales. Si nosotros no tenemos un proceso
que incorpore ética y racionalidad a la política, vamos a ir a los
tumbos. Hemos sido ágiles en decir vamos a democratizar la vida
paraguaya, pero hemos sido ineptos en el momento de modernizar
la política. Seguimos manejando la política y las instituciones con
un criterio del siglo pasado, y eso en un mundo globalizado, y en
una política de gobernabilidad democrática, es impensable.
Yo creo que hoy tenemos que pensar en función de Estado,
siendo nosotros mismos los agentes de ese Estado. El Estado que
hoy en día tenemos no sólo es obsoleto, sino además incapaz de
efectuar las políticas públicas que el Paraguay necesita. Yo no creo
que con este modelo podamos llegar a ningún lado. Lo digo con
toda sinceridad, con toda franqueza. Tenemos que darle capacidad al Estado. Cualquier planteamiento político que surja de la
utopía de que el Estado debe ser abolido o reducido, es equivocado.
De lo contrario vamos a seguir siempre en ese eterno retorno,
saltando de una crisis a otra y de las que no logramos salir. Y algo
peor, es posible que la crisis política esté ahuyentando a mucha
gente muy útil, capaz y productiva en el Paraguay. Y perder capital humano y, consecuentemente, capital físico y financiero, es
Tenemos que ir en pos
lo peor que le puede pasar a una
del capital financiero
Nación.
con fines productivos y
evitar la inversión extaEl Gobierno cifró sus esperanranjera con fines sólo
zas en la inversión extranjera
rentistas.
que, sin embargo, ha sido míni77
ma hasta ahora. Hay que entender que la inversión extranjera
directa, por sobre todas las cosas, es un motor para una política de
crecimiento económico. El ejemplo más palpable es China Continental. Creció sobre la base de la inversión directa en la década del
noventa. Pero eso va a venir en la medida en que tengamos una
justicia independiente. Las reglas de juego se tienen que respetar.
Eso se llama seguridad jurídica. Hoy en el Paraguay no se respetan las reglas de juego.
Los procesos de crecimiento económico y desarrollo social, los
procesos donde la historia, el proceso histórico, coinciden y se identifican con el desarrollo histórico entre los pueblos, historia y evolución, se identifican en los pueblos asociados, donde las instituciones han echado raíces fuertes. De lo contrario, es muy complicado en un mundo moderno. Se da en China. Pero China tiene una
burocracia de cuatro mil años. La burocracia del Estado en la
China Continental conoce las escrituras desde unos dos mil años
antes de Cristo. Son otros esquemas, muy diferentes a los nuestros. Y obviamente hay un régimen autoritario, pero hay un soporte burocrático estatal muy grande que aparentemente tiene algún
grado de eficiencia. Por eso los chinos van camino a ser la primera
potencia mundial, por encima incluso de los Estados Unidos.
La clase política es objeto y sujeto de la reforma porque es la
clase política la que deberá hacer esta reforma. La sociedad civil
del Paraguay no está articulada, no puede expresarse políticamente todavía. Hay que articularla y hay que integrarla, y como
suele decir Víctor Raúl (Benítez G.), hay que establecer deliberadamente un ambiente de reciprocidad para que pueda haber confianza y capital social. Sin reciprocidad no existe sociedad.
Si no hacemos estas reformas es porque tenemos una democracia viciada por una ausencia de voluntad reformista. Yo creo
que el problema originario es que tenemos una democracia sin
reformas. No se ha hecho nada de lo que se tendría que haber
78
hecho. Se ha mejorado, por ejemplo, en los procesos internos del
Estado para que gaste transparentemente, pero sin calidad del
gasto y con un crecimiento cuantitativo acelerado. El gobierno
actual llegó con una idea: vamos a aprender primero a gobernar.
Todos los ministros dijeron que venían a aprender. Entonces, los
paraguayos tenemos que pagar el posgrado de los ministros en
función de gobierno. En el tema de las APPs dijeron que iban a
traer treinta mil millones de dólares. Con un PIB como el nuestro
de treinta mil millones, traer el mismo volumen de inversiones en
alianzas público-privadas es imposible; menos aún si no hay seguridad jurídica. Son ingenuidades, gente que no conoce el manejo
del Estado.
En el tema de reformas económicas, como muestra vale un
botón. El Estado está vendiendo gasolina en una asociación comercial con las seccionales coloradas, según me lo han dicho.
Mientras tanto, no se ha hablado en serio de la deuda de Petropar.
Se adeudan más de trescientos millones de dólares. ¿Por qué se
llegó a esa situación y qué va a pasar con Petropar? ¿Por qué se le
da, en acuerdo con el Ministerio de Hacienda, sesenta y cinco
millones de dólares a la INC y en qué se modernizó o qué tipo de
choque de gestión tuvo la INC para recibir esa suma?
Se hicieron mal las cosas. Se gobernó pésimamente en todos
estos años. Yo estoy convencido de eso. Yo no creo que se haya
avanzado. Creemos estar avanzando por las exportaciones de soja
y cosas como esas. Por eso, al ir al interior se ve en los lugares
donde hay soja un país diferente pero donde no la hay es un escenario radicalmente opuesto. Esa es la realidad. Y esa realidad
requiere un futuro imperioso de reformas para poder seguir siendo una Nación soberana, en el escenario internacional.
Muchas gracias.
79
80
Palabras de
ENRIQUE RIERA ESCUDERO
Ministro de Educación del Paraguay
“El Propósito de la educación futura
es recuperar el tiempo perdido”
Muchas gracias a mi amigo Víctor Raúl, a los dos Víctor “tocayos” por la invitación. Realmente atractiva la convocatoria, atractivos los interlocutores y atractiva también la posibilidad de poder
tirar algunas ideas a partir de nuestras propias experiencias.
Una aclaración importante de arranque para evitar cualquier
tipo de problema. Lo hablábamos recién con mi amigo de infancia
Mario, alias “Chacho”, Ferreiro. Acá no estamos hablando como
candidatos a presidente de la República. Mañana puedo recibir
un hermoso decreto que diga muchas gracias por los servicios
prestados, y estoy muy contento como ministro de Educación. Para
que quede grabado nomás, porque como estamos en el famoso
tema de las mentiras, las intrigas, con un campo resbaloso, casi un
campo minado, un paso en falso y podemos volar en pedazos.
Y ayer ya habló Riera como candidato es una frase que puede
salir muy fácil. Entonces hago la aclaración. Es cierto, no me puedo despojar del traje de ministro de Educación, que es un gran
orgullo, un gran privilegio, una gran responsabilidad y me da una
81
visión ampliada. Quizás yo no respete en líneas generales eso del
Diálogo Estructurado (en referencia a los puntos de la metodología propuesta), sino que es probable que me limite a hacer un
compendio de experiencias propias para aportar al análisis de
cuál es el Paraguay que queremos a partir del 2018.
Para entender un poco qué es lo que se viene, no podemos
olvidar nuestra historia. Y haciendo un rápido resumen en estos
quinientos años, más o menos, que tenemos desde que llegaron los
españoles a nuestras queridas costas, a hacer la plaza fuerte, con
aquella vieja historia, uno por agua otro por tierra, Sebastián
Gaboto o Alejo García, lo que sí podemos hacer en una rápida
mirada es que en estos quinientos años, más o menos, trescientos
estuvimos bajo la colonia, con gobiernos impuestos desde la corona y con leyes que no tenían nada que ver con nuestra realidad: las
leyes de Indias y otras más, todas ordenanzas reales y cosas por el
estilo.
Si restamos los doscientos años de vida independiente, nos
vamos a encontrar con sorpresas, que esos doscientos años de vida
independiente, sin entrar en demasiados detalles, están cortados
por tres pedazos de más de treinta y cinco años, donde hubo hombres o familias fuertes, que manejaban un poder omnímodo que se
tradujo en una cultura autoritaria que la tenemos hasta hoy. Y
naturalmente me refiero al caso de los López, al caso de Francia y
del general Alfredo Stroessner Matiauda. Entonces ya nos van
quedando, más o menos, unos cincuenta años, y de esos cincuenta
años, restando los veinticinco de vida de libertades públicas y
democracia, nos quedan otros veinticinco, donde llegamos a tener
presidentes que duraron un día, unos una semana, otros quince
días.
O sea, si se habla de estabilidad política y se habla de sistemas democráticos en temas exclusivamente históricos, nuestra
82
democracia es muy joven. Tenemos veinticinco años, interrumpidos también por momentos muy difíciles que nos tocó vivir en
diferentes estadios. Ahí lo veo al célebre prócer metileno (del Partido Liberal) “Luchi” Guanes,
con quien compartimos una noLa democracia es una
che oscura en el 2000 en el Paridea colectiva sobre la
lamento Nacional, para ir a decual sólo algunos manefender la democracia, cuando
jamos unos pocos eleaparece un tanque, tira un bommentos.
bazo después de que “Luchi” decía son nuestros amigos.
Terminamos todos cuerpo a tierra. Y, como el Paraguay es un
país folklórico, uno de los tanquistas sacó un celular, recibió una
orden y se fue… Hasta hoy nos estamos preguntando qué es lo que
pasó en esa época.
Entonces, lo primero que me gustaría decir es que en Paraguay la democracia es una idea colectiva sobre la cual, solo algunos –que tuvimos la suerte de viajar, o a través de la lectura, o la
formación, o la herencia familiar– manejamos, unos pocos elementos. Pero me animaría a decir que, en conceptos generales, en
el significado popular, la democracia no está muy bien asimilada.
Eso hizo que nuestra democracia sea débil o intermitente, siempre clausurada durante muchos años por la dictadura de Stroessner, o de Francia, o llamémosle gobiernos autoritarios de los López,
para no aceptar el nacionalismo patriótico que muchos de nosotros tenemos en aquella vieja e interminable discusión de si fue un
valiente, o le faltó capacidad de diálogo. Pero, eso nos lleva a una
conclusión un poco elemental: esta es la primera generación –veo
acá más o menos a algunos congéneres– que nació en la dictadura
y vive en la democracia.
Entonces, cuál es mi primera reflexión. Cuando Víctor (González Acosta) hablaba con mucha particularidad de que no existen
83
instituciones fuertes, la conclusión lógica es que nosotros no sabemos lo que son instituciones fuertes y autónomas, porque no conocemos, no hemos vivido, no hemos tenido la oportunidad de trabajar en este campo. Y esto tiene mucho que ver, porque cuando uno
habla con un chileno, o con un argentino, un uruguayo, que tienen
instituciones fuertes, que tienen, por ejemplo, los famosos carabineros de Chile o cuando uno habla del Poder Judicial en Uruguay,
se habla de personas sobre las cuales nadie pone en duda su respetabilidad, el respeto de la ley y de la justicia.
¿Y cuál es la gran diferencia?
Es muy difícil enseñar- Bueno, una cosa es nacer ciego,
le a una generación de como yo creo que nuestra generano videntes democráti- ción nació ciega de democracia, y
cos qué es la democra- uno puede hablar con una persocia.
na no vidente de veinticinco años
sobre el color del arco iris, o cómo
es una naranja, y jamás lo va a entender. Por el contrario, si alguna vez la persona pudo ver el arco iris, o una naranja, y quedó no
vidente en un accidente de tránsito o una enfermedad, él sabe
cómo es el arco iris, y cómo es la naranja, porque él lo vivió, porque
lo pudo ver, porque lo sintió. Entonces es muy difícil a una generación de no videntes democráticos enseñarles qué es la democracia, qué es un estilo de vida, que es imperfecta como todos sabemos. Pero que permite, con reglas claras de juego, la posibilidad de
que todos nosotros podamos realizar nuestros más íntimos sueños
e ilusiones.
La democracia se caracteriza por el respeto a las minorías y
acá, sin embargo, se dice que la “mayoría manda”. La mayoría no
manda, la mayoría gobierna y la clave de la mayoría en la democracia es respetar a las minorías. Entonces, obviamente, esa debe
ser la forma de relacionarnos y esa decisión no se hace autoritaria84
mente, se hace después de escuchar la opinión de los demás y
siempre poniendo intereses superiores. Y bueno, ¿de dónde sacamos todo eso? Repito, los que tuvimos techo, comida y valores
podemos poner estos privilegios o facultades a trabajar. Pero vayamos a hablar seriamente de este comportamiento de no videntes democráticos repetido por generaciones, o en el Paraguay profundo, y veremos que las dificultades son muy grandes, porque
hasta se considera un antivalor el “ndomandakua’ai” –el no saber
mandar– no se impone, “ndoikoi” (no funciona).
Yo recuerdo una anécdota muy simpática. Estando en el Consejo de la Magistratura entró un correligionario de la gloriosa,
centenaria y popular Asociación Nacional Republicana y me dijo:
“quiero ser juez, Enriquito”. “Está fantástico”, le dije. “Tenemos
un concurso”. “Espera un poco –me dijo– ¿qué concurso?”…“Tenés
que concursar, esto es otro tipo de gestión”, le digo y le explico las
reglas. Nosotros “tenemos un puntaje, un sistema medio complicado≠. Me miró medio mal. “¿Me trajiste tu currículum?”, le pregunté. Entonces me entrega la carpeta que tenía bajo el brazo y
veo que el tipo a quien no veía hace veinte años es ingeniero agrónomo. Le dije: “¿Cómo te vas a presentar a este concurso, las reglas no aceptan para este cargo a los ingenieros agrónomos?...
Hace rato que no hablo contigo, yo no sabía que vos estudiaste esa
carrera”. Él me dijo “¿Acaso el partido no está en el poder?”… “Y
bueno, algunas cosas no podemos hacer”, le dije. Entonces, yo ahí
me dí cuenta que incluso una persona formada interpreta que el
que llega al poder debe repartir el botín. Es más, el que llega al
poder y no ayuda a su amigo, es ”zapatú un lado” (no sirve para
nada). ¿Cómo se interpreta que vas a llegar y no vas a ayudar?
Ayudas por todos los medios posibles lícitos a tu alcance. Pero una
cosa es conseguir una entrevista, acelerar una gestión y otra cosa
muy diferente es darle un trabajo a alguien que no está capacitado
para el cargo.
85
Esto me permite concluir que nos falta, y muchísimo, valores
democráticos a nuestra generación y a la de nuestros hijos. Nosotros mismos tenemos una confusión por el tema límites. Por ejemplo, hemos adado lugar una generación nueva, la de los reclamos.
Todo el mundo quiere derechos, nadie quiere obligaciones y de
esto Mario (Ferreiro) puede dar cátedra. A mí ya me pasó eso hace
diez y siete años, donde uno todo el día explica por qué no es
posible hacer las cosas tal cual como la gente pide. Y al final la
gente lo único que reclama son respuestas y soluciones. Pero el
mismo que se queja es el mismo que no paga impuestos. El mismo
que se queja es el que no forma fila. El mismo que se queja mira
al piso para no darle el lugar a la embarazada que está parada en
el ómnibus. Entonces, no hay una formación cívica ciudadana.
O sea, creo yo, sin ser demasiado masoquista, que tenemos
habitantes y moradores de ciudades, pero no tenemos ciudadanos.
Todo el mundo quiere
Los ciudadanos tienen derechos
derechos, nadie quiere
y obligaciones. Y decimos, qué fanobligaciones.
tástico, estuve en España y todo
funciona, pero ustedes han visto
cómo cruzan la calle y los autos frenan. Imagínense ustedes acá,
cruzar la calle sin mirar… se van a ir en el capó del auto hasta
Sajonia.
Cuando a mí me tocó ser intendente de Asunción y vino un
genio y me dijo tenés que buscar mimos para hacer teatro en las
calles. Contraté unos cuantos mimos semi-suicidas, y se pusieron
frente al Panteón de los Héroes, con todo el show mediático. El
primer auto le frenó en los tobillos, y, cuando él le hizo el chiste de
apoyarse en el capó para empujarle hacia atrás, el otro le aceleró;
terminó el mimo subido sobre el capó. Bueno, el mimo renunció,
86
obviamente. Entonces, yo digo: si no somos capaces de respetar la
cebra, si somos los reyes del “tapé po’í” (del atajo estrecho), qué
podemos hacer.
Otra enseñanza de la intendencia. Venían a decir los arquitectos: “Tenemos que hacer un caminero por acá, un caminero por
allá”. Yo les decía: “Olvídate. Es mejor hacer un caminero que una
los dos puntos porque nosotros somos los reyes del tape po’i. Podés
Podemos discutir todo
hacer el caminero donde vos quieun día un programa de
ras, pero ‘los perros’ van a cruzar
gobierno hasta que saldonde es más cerca, por mil razota la pregunta: ¿Y quién
nes, porque hace calor, porque lo
es el candidato?
hacen en su pueblo, por lo que fuera”. Somos un pueblo difícil de someternos a las reglas de juego. Somos un pueblo que mezcla la
sana rebeldía con la defensa de los intereses individuales de manera irracional. Somos un pueblo que disfraza los intereses institucionales capturándolos en función a los intereses particulares.
Entonces sí, después de ponernos de acuerdo en este maravilloso menú, vamos a tener que elegir entre el arquitecto Federico
Franco Troche –un gran amigo a quien estoy viendo acá– o el
señor Luis Alberto Mauro de la Justicia Electoral; y va a terminar
a sillazos la reunión. Claro, porque el problema no está representado por los programas, el problema es el candidato. Y creemos
que los candidatos van a resolver todo. Yo me pregunto si algún
alemán le llama al presidente de la Copaco alemana para conseguir una línea de teléfono (como hacíamos antes). Yo me pregunto
si al ministro de Educación francés le va a buscar una maestra en
Francia para conseguir un rubro adicional. Entonces, hay una
concepción presidencialista, de que, si la cabeza no atiende, el
órgano no funciona. Entonces, yo voy rescatando de mi propia
87
experiencia los vicios que traemos de una cultura autoritaria. Y
eso genera a la vez, de la misma manera, un desencanto, porque
claro, elegimos una y otra vez intendentes, concejales, gobernadores, diputados, senadores, presidentes, y resulta ser que la gente
se queja, salvo que viaje. En cuyo caso cuando cruzan a Clorinda
dicen: “Estos están muertos de hambre, nosotros estamos mucho
mejor”. O como me contaba mi papá, en el exilio vos no sabes lo que
es Enriquito escuchar la polca en Clorinda. Ahí sí empezamos a
valorar.
Entonces, obviamente, tenemos un montón de problemas. Y
además estamos, como la sociedad es moderna, en un enfrentamiento de antivalores consumistas, relativistas y superficiales,
que lamentablemente hacen que los chicos quieran tener más,
para ser más. Y ¿cuál es el eslogan entonces? Hacerse rico en poco
tiempo, y a cualquier precio, sin esfuerzo. Entonces, obviamente,
los padres salen a trabajar para ganar más plata, para que el hijo
se vista como un príncipe, cambie de auto o se vaya de vacaciones,
o tenga un reloj lindo para que sea más importante, no importa si
es un buen tipo, un honesto, o ya es un gran pecador.
Ahora, en el colegio los que hacen el mal son una institución,
los populares también, y yo me doy cuenta de la discriminación
que existe y que el bullying siempre existió. En aquel entonces,
nuestros padres nos corregían con un feroz zapatillazo y los psicólogos se morían de hambre. Y hoy, obviamente con las redes, los
jóvenes sin disciplina están todos conectados. Entonces nosotros,
que somos analfabetos democráticos, estamos tratando de enseñar a una juventud valores que no hemos vivido y que no podemos
transmitir, porque a la vez la sociedad nos confronta competitivamente con la necesidad de tener más, para ser más.
Entonces, obviamente, estamos en un problema. Queremos
que la democracia funcione, queremos que las instituciones sean
88
eficientes… pero tenemos instituciones del siglo XIX y autoridades del siglo XX. Y tenemos un millón y medio de niños, adolescentes y jóvenes, equipo millennial, los digitales, que se aburren en
las clases, que cuestionan a sus profesores, que no aceptan la
mediocridad solo económica, los que quieren ser millonarios en
dos años. No hay cultura ni tolerancia al fracaso. No hay cultura
que premie el trabajo y el esfuerzo. Díganle a sus hijos que van a
ser exitosos, pero en los próximos 30 años, y te miran como un
extraterrestre. Entonces, obviamente, ese es el gran debate para
mí. Un dilema.
Cuando la gente dice que uno debe estar actualizado, yo procuro hacer mi parte. Compro libros, porque, claro, desde que soy
ministro todo lo que sea educación lo devoro, trato de ser un buen
alumno y aprender rápido, para que los técnicos no me “duerman”. Y claro, porque los técnicos te presentan un power point y
todo es fantástico. Uno lleva el power point a terreno práctico y no
funciona. Entonces, yo trato de ser un político que escucha, pero
que toma las decisiones buscando el discernimiento, porque conozco algunas cosas, y reflexiono sobre ellas. Y cuando leo un libro
que se llama “Gracias Finlandia”,
descubro algo que me termina de
La sociedad, la escuela
abrir los ojos.
y la familia, son los tres
El sistema educativo que yo
subsistemas que hacen
administro, el del MEC, el “purete”
el sistema educativo in(el verdadero) tiene noventa mil
tegral.
funcionarios, tres veces el estadio
de Sajonia, con ocho mil directores, más de siete mil escuelas y
setenta mil docentes. Yo debo atender a las clases sociales más
necesitadas a lo largo y a lo ancho de la República, a las tres mil
escuelas con problemas, a las quinientas que tuve que cerrar, y
debí tomar la decisión de meter a estudiantes en las iglesias, en los
89
cuarteles, en los galpones o en las aulas móviles, para precautelar
la seguridad de los niños. Y cuando trato con ellos, me doy cuenta
de que ese es apenas el subsistema educativo, que tiene un subsistema familiar y otro subsistema social.
O ¿qué pretenden ustedes, tener astronautas en las escuelas?
Si en su familia no reciben los valores ni el estímulo que son necesarios. O creen que una profesora de Yvyrarovaná le va a cambiar
a un chico que entra al aula sin decir “permiso”, “por favor”, “buenos días” y “muchas gracias”.
Y si en la sociedad los corruptos llegan lejos y los honestos son
unos pescados, no pretendan ustedes que las escuelas resuelvan
el problema. Entonces, ¿dónde está la magia de Finlandia? Está
en que ese chico recibe los mismos valores, en la escuela, en la
familia y en la sociedad. En que los docentes son recibidos como
próceres. Y ¿cuál es la grandeza de Japón? Es el hecho siguiente:
el emperador, al que no se le puede ni tocar, porque es un enviado
de Dios en la tierra, ante el único delante del cual hace reverencias
es ante un maestro. Y aquí decimos… “che nio maestra-minte,
ministro”, apenas soy una maestra, señor ministro. Y tendría que
ser aplaudida en la calle, porque acá toditos pasamos a hacer los
primeros pasos con una maestra.
Y si un chico pasa de primer a segundo año, sin saber leer y
escribir, está “frito”. Arrastra esa deficiencia toda su vida. Y si una
maestra porque está golpeada, resentida como las diez mil que
tengo yo –que cobran cero al final de mes, porque cayeron en
manos de la usura– no sabe hacer nada, qué le pedimos exigir.
Estos usureros que esclavizan a mis maestras, son los mismos que
financian a una parte de la clase política de todos los colores. Y
entonces, protegidos por algunos políticos, entran a cazar al zoológico, matan a mis maestros, quienes no cobran un peso a fin de
mes. ¿Qué le va a decir a ese chico esa maestra que está esclaviza90
da por la usura, va a poder motivarlo? Y si le dice que es un nieto
de pobre, hijo de pobre y que se va a morir pobre, ese chico está
aplastado. Pero si ese chico levanta la mano y dice “yo quiero ser
ingeniero”, y ahí alguien le dice al
Si en la familia no reciniño “vos vas a llegar, depende de
be los valores, el sistetu esfuerzo”, ahí la cosa cambia.
ma educativo está solo
Entonces yo tengo una prelidiando con los antivagunta: ¿Es legítimo que un ascenlores que se instalan de
sorista gane quince millones de
manera automática.
guaraníes y un maestro casi una
décima parte de eso? ¿Dónde estamos poniendo los huevos? ¿Dónde estamos poniendo la plata?
Porque el maestro es el que está construyendo ciudadanía. Yo dije
una frase un poco dura a las maestras, con las que hablo todos los
días, cada vez que voy a un acto: “de ustedes depende que este
chico sea motochorro o astronauta”. Y esa es la verdad. Esta no es
una frase que saqué alegremente, sino porque me fui a la charla
que dio una ingeniera de Costa Rica que trabaja para la NASA.
Cuando tenía siete años, vio el alunizaje de Neil Armstrong en
blanco y negro en la tele, y le dijo su mamá: ¿qué quieres ser
cuando seas grande? Y ella respondió “quiero llegar a la Luna,
mamá”, y la mamá le dijo “depende de tu esfuerzo y de tu sacrificio”. Ella es hija de una violación. Se “rompió el lomo” y terminó
siendo ingeniera de la NASA. Pero, ¿dónde está la clave de todo
esto? La clave está en que, de una vez por todas, por lo menos en
lo que a mí respecta, nos pongamos de acuerdo en que hay que
poner un fuerte acento en la educación, en todos sus componentes.
En la infraestructura, que si no es de calidad humilla al alumno.
En la capacitación docente, si la misma es de mala calidad, también se humilla a los maestros, quienes tienen en sus manos a más
de trescientas mil almas, o lo que fuere, todos los días en todo en
el país.
91
Y de ellos depende esta Historia del Futuro, digo yo, porque
es su modelo de desarrollo, de crecimiento, de visión, el que va a
impactar en la vida de los chicos. Y para eso estamos, con el apoyo
de Víctor González Acosta, en el Fondo de la Excelencia, invirtiendo setenta y tres millones de dólares para hacer seiscientas y
setenta y seis escuelas, doscientas y setenta y dos jornadas de
tecnología y diez y siete centros de alto rendimiento. Vamos a
invertir más de cien millones de dólares en un año para intentar
paliar estas décadas de abandono. Y vamos a invertir veintiocho
millones de dólares para capacitar cuarenta mil docentes, porque
esta “maestra-mínte” (simple maestra) del interior está dando
cátedra en la universidad Complutense de Madrid. Las maestras
paraguayas, que se fueron allá van a traer el nuevo “chip” que
genere cambios en el país. Y lo dijo el rector de la Complutense, no
es mi opinión. Yo me fui a España para hablar con ellos, para ver
cómo estaban mis becarios, por un pedido del presidente, y me
dice el rector, para satisfacción y alegría nuestra: “tus maestras,
ministro, me están volviendo loco”; “¿por qué?”, le pregunté. Primero, me dice: “me hicieron probar la chipa, el mandió chyryry, el
soyo, el locro, un menú completo”. Ahí ya tengo yo el menú paraguayo incorporado a mi rutina, me repitió el rector.
Además de eso las maestras o los maestros paraguayos son
artistas. Cantan y bailan, tocan la guitarra, tocan el arpa, bailan
con un cántaro y no se cansan nunca. Pero lo más importante, es
que, usando el estándar de otras capacitaciones para otras maestras latinoamericanos, hicieron en cuatro meses lo que tenían que
hacer en seis. Piden la palabra, lideran sus aulas, no se callan,
empujan y dicen que cuando vuelvan a su país “tú te harás cargo”,
porque van a dar vuelta su comunidad. Porque, además, algunas
de ellas jamás subieron a un avión. Entonces allá hay cien en
España, ochenta en Francia, hay ciento veinticinco que van a ir a
92
la Pontificia de Colombia. Y queremos mandar cuatrocientas más
a la región de Latinoamérica. Ese va a ser el lote de punta, pero
como no tenemos tantos recursos hay cuarenta mil que van a
entrar a la universidad. Y dirán ustedes: ¿cuál es la novedad de ir
a la universidad? Bueno, quiero que sepan que el salario y el tiempo de las maestras no da ni para pagar una universidad. Y ellas
están yendo, becadas por el gobierno.
Entonces, obviamente, el tercer tema es la tecnología. Hoy de
tarde estuvimos discutiendo que entre el tiempo que lleva para
que un libro llegue a destino debemos corregir el libro, mandamos
la muestra, se imprime el libro, se reparte el libro, y se gasta más
de cincuenta mil millones de guaraníes, el libro ya no es útil.
Entonces, tengo que pensar en la Tablet, porque con la Tablet
podemos bajar la plataforma REVA, que son diez y seis billones de
contenidos de altísimo nivel. Una especie de Google paraguayo,
que hizo CONACYT, que permite tener información de calidad.
El fin de semana pasado, un joven de Caraguatay –mi segunda patria– tenía que preparar una presentación sobre el corazón,
entonces bajó de la biblioteca de
Chicago en su celular. Y discutienEl Propósito de este sido con otros jóvenes de Isla Pucú,
glo es mejorar la calile dijeron: “busca en la biblioteca
dad de la educación,
de Cambridge porque ahí está mepara que los estudianjor, están las láminas en colores, y
tes tengan posibilidael corazón late”. Entonces, para sordes de competir en
igualdad de oportunipresa nuestra, este proyecto que se
dades.
largó oficialmente en abril, pero que
está en la web desde febrero, tuvo
cuatrocientas mil descargas en un mes, y no lo promocionamos.
¿Quién les contó y cómo se comunicaron, quién les autorizó? No lo
sabemos.
93
¿Y el ochenta por ciento de las descargas en celulares, de
dónde fueron demandadas? Entonces, de qué sociedad estamos
hablando o cómo vamos a lograr nosotros, pretender, líderes del
siglo XIX, a los gritos, orientar a los jóvenes milenarios. Cuando
hay una sociedad que está reclamando pista porque quiere otra
cosa, quiere resultados. Quiere un país en serio.
Ese país tiene que ser liderado por los mejores, y ahí es donde
yo vuelvo hacia atrás, para ir terminando, diciéndoles lo siguiente: yo creo que tenemos un déficit de cultura democrática. Y este
déficit cultural es un problema que arrastramos por ser la primera generación, de hijos de padres criados en una cultura autoritaria, y con nietos, o hijos nuestros, que está navegando en una
sociedad digital. Muchas veces, por más amor que pongamos –si
no tenemos claro los límites, ni los Propósitos de hacia donde debemos ir–, no sabrán qué deben hacer.
¿Quién de ustedes negociaba con sus padres una salida? ¡Nadie! Pero hoy, acaso pueden decirles ustedes directamente NO, no
te vas a ir. Todo el mundo cree saber que, como no hay límites,
podemos vivir como se nos da la gana.
Los déficits de cultura democrática nos llevan a una cadena
de antivalores donde nuestros hijos, hijos de clase media, clase
humilde, van a los shoppings y ven todo lo que no pueden comprar.
¿Se pusieron a pensar en el valor de las falsificaciones? ¿Por qué
las falsificaciones son tan buen negocio? Porque hay que aparentar. El que compra, sabe que el perfume es trucho, el reloj es trucho,
o el Nike es trucho. Pero tiene que ponerse para ser alguien. Entonces, obviamente, tenemos otra vez un quiebre debido a los
antivalores, donde la gente no se anima a asumir lo que es, porque
le da vergüenza que su padre sea honesto, y por eso no puede
cambiar de vaquero, o no puede tener un auto de marca, y eso
genera resentimiento y confrontación en la sociedad.
94
Los líderes tenemos que ofrecer una visión incluyente. Y la
escuela pública tiene que ser igual o mejor que la escuela privada,
como en cualquier país del mundo. Porque la clave y el problema
de todo esto, y con esto cierro, es que hay que dar educación de
calidad a todos por igual, y después vamos a ver quién es el más
guapo. Yo no creo en la competencia del pez grande que se come al
chico, cuando no todos tuvieron la misma oportunidad. No es lo
mismo meter en una gatera a un caballo de campo, “pirú” (flaco),
que vive comiendo el poco pasto que encuentra al costado de la
ruta, que meter a un caballo en el Jockey de acá en el kilómetro
cinco (en el campo de carreras del hipódromo), viviendo con aire
acondicionado, con veterinario, con buena alimentación, con entrenador… y se abre la gatera al mismo tiempo para ambos. ¿Hubo
una competencia? No hay competencia, porque no hubo igualdad
de oportunidades.
¿O ustedes creen que el Messi sería Messi si nacía en el Sahara? Iba a estar cuidando camellos. Ni él iba a saber del talento que
tenía. ¿Cuántos Roa Bastos y cuántos Luis Szarán hay en el Paraguay? ¡Miles! ¿Y por qué no surgen? Y, porque no tienen la misma
pelota, la misma cancha, la misma camiseta. Entonces, pongamos
a todos en la misma línea de partida, y después veamos realmente
quién es el que tiene más talento con las mismas oportunidades.
Pero el gran problema del Paraguay, es el de las desigualdades, el
que genera las confrontaciones y el que hace que las demandas
sean insatisfechas, y que no haya oportunidades.
Entonces yo, resumiría diciendo esto: desde el Ministerio de
Educación nuestra gran apuesta es recuperar el tiempo perdido.
Porque si en los años noventa la apuesta era ampliar la cobertura,
haciendo siete mil escuelas sin mantenimiento y sin control, el
Propósito de este siglo es mejorar la calidad de la educación, para
95
que los estudiantes tengan posibilidades de competir en igualdad
de oportunidades, siendo útiles a sí mismos, a sus familias y a su
sociedad.
¡Muchas Gracias!
96
Presentación de
MARIO FERREIRO SANABRIA
Intendente de la Ciudad de Asunción
“El futuro de Asunción
como Ciudad Autónoma”
Difícil hablar después de mi vecino y amigo Enriquito Riera,
con quien vivíamos exactamente a media cuadra y entre nuestras
casas se interponía la casa del arquitecto Gonzalo Garay –un barrio
bravo el que me tocó vivir desde muy joven. Ambos muy locuaces,
inteligentes y competitivos. Me sirve también la oportunidad que
nos está dando el “Club de Ideas”, para aclarar que, al igual que él
(Enrique Riera), vengo solo en mi carácter de intendente. No soy
candidato a presidente de la República. Parece que hay pocos
candidatos presidenciales acá, a uno de ellos lo tengo al frente
(Carlos Mateo Balmelli) que, dicho sea de paso, también vivía en
el mismo barrio.
Asunción es así, sesenta y ocho barrios donde somos todos
vecinos y si es posible hasta casi parientes. En la campaña eso me
facilitó mucho, me dio mucha alegría que en cada barrio encontrara alguna proximidad, una cercanía casi familiar por mis años de
comunicador, pero también porque finalmente, a pesar de lo que
ha crecido Asunción, todavía es una suerte de ciudad de cercanías,
97
ciudad de parentescos, ciudad de relaciones muy íntimas, una
ciudad en la que todavía hay algunos elementos de aquel pueblo
en el cual se criaron nuestros abuelos, bisabuelos e incluso nuestros propios padres.
Quiero aprovechar mi tiempo por lo tanto haciendo la aclaración de que voy por una experiencia de un año y meses de gobierno,
y esta disertación quiero utilizarla para que ustedes también tengan una suerte de ilustración de lo que pasó en este tiempo.
Este camino recorrido es bastante especial; primero, porque
uno viene desde fuera de la política, después desde un lado desconocido, inclusive, de la misma experiencia administrativa pública, hasta llegar a la realidad que se impone desde el día siguiente
de asumir el cargo. Cuando uno tiene que manejar ya desde el
interior de la burocracia, lo que pretendió proyectar desde afuera
formulando ideas, los condicionantes se entrecruzan con la realidad, cuando uno ya está en el ejercicio pleno de las funciones
ejecutivas del gobierno, de una ciudad tan compleja, como lo es
Asunción.
Asunción y su área metropolitana son territorios de la República, que primero contienen a la mayor parte de la población del
país. Ahí tenemos más o menos el cincuenta por ciento del Paraguay viviendo en esta capital y en las diecinueve ciudades que nos
rodean en el Departamento Central. Un dato no menor ya que
también ahí tenemos que resolver una suerte de asimetrías, al
observar que Asunción no ha crecido en población…. pero sí ha
crecido todo el entorno, toda la periferia, generando en el área
metropolitana unos problemas muy grandes, que los padecemos
todos los días.
Estamos prácticamente a unos pocos años de tener más del
cincuenta por ciento de la población nacional en esta zona, que
muchos llaman Área Metropolitana o Gran Asunción. Este nom98
bre a mí no me gusta mucho porque parece marcar cierta prepotencia toponímica, una cierta prepotencia de nombre con respecto
a ciudades tan bellas como Luque, San Lorenzo, Villa Elisa, Ñemby, Fernando de la Mora, entre otras, que son ciudades fraternas,
hermanas, con las cuales trabajamos muy bien. Entonces no me
gusta tanto Gran Asunción, parece que se hace un “porteñismo”,
del estilo Gran Buenos Aires; me gusta más el Área Metropolitana
vinculada a Asunción.
En la capital se encuentran las tres sedes de los poderes del
Estado, que constituyen el Gobierno de la Nación: Poder Legislativo, Poder Ejecutivo y Poder Judicial. Por lo tanto, es la que recibe
los reclamos de todo el país. Cuando los hermanos campesinos de
Guahory ocuparon nuestra bella Plaza Uruguaya, “selva aromada”, cantada por los poetas, en realidad estaban ocupando hasta
simbólicamente un sitio que les pertenece, porque para el paraguayo en su imaginario colectivo, Paragua-¤, o Asunción, y la
Plaza Uruguaya, la estación de tren, es el lugar adonde emigraron
sus abuelos desde el interior del país, para buscar sobrevivir a las
guerras civiles, para buscar sobrevivir a las hambrunas, para ver
si de ahí se iban a la Buenos Aires soñada, para poder salir de la
miseria.
Entonces, no fue raro que después de tantos años, el drama de
Guahory se refleje en una plaza simbólica, y tampoco fue raro que
la clase dominante se enoje y nos diga “intendente, estás regalando la plaza a esos harapientos”. En realidad, ellos estaban ocupando su lugar, el Paragua’¤ de sus bisabuelos, de nuestro fundador,
de nuestros padres, de nuestros ancestros indígenas. Pero, déjenme explicarles que todo eso genera un conflicto, y la ciudad que
recibe ese conflicto siempre es Asunción.
No es extraño entonces que también entendiendo esta dinámica, el Gobierno nacional haya decidido invertir en estos últimos
99
años casi la mitad de sus recursos en obras de infraestructura,
sobre todo vial, y la mayor parte de la inversión social e inmobiliaria, en la metrópoli. Es un hecho que encontramos, y cuyos problemas derivados, los estamos resolviendo todos los días.
También aprendí a tomar decisiones en todo momento y en
todo lugar. Eso es lo bueno de los cargos ejecutivos –a pesar del
dolor que conllevan, a pesar del sacrificio de tener que asumir
posiciones–, se decide todos los días, uno asume las decisiones
desde las siete horas de la mañana hasta las diez y nueve horas,
o más, de la noche. Probablemente yo tome decisiones ahora por
algún chat de las redes sociales, al salir de acá. Para bien o para
mal, uno tiene que jugarse la vida –porque de eso se trata– con el
problema de algún vendedor de yuyos o el problema del superviaducto; jugarse la vida con una decisión que va a tener su costo
político e incluso puede tener su costo jurídico; todo esto es bastante particular.
Algunos dicen que el cargo de Intendente de Asunción es el
segundo cargo más importante, después de la Presidencia de la
República; puede ser en ese nivel de decisiones, sobre todo de
compromiso, no tanto ya cuando hablamos de presupuesto.
En este momento en nuestra región metropolitana conviven
obras como las de las costaneras norte y sur, las del Metrobus. Y
no estamos hablando de entelequias, no estamos hablando de algo
que “puede ser” que se realice; se está construyendo ahora, ahora
mismo una topadora se está moviendo en la costanera norte removiendo tierra, y nosotros estamos con nuestro equipo social resolviendo con los concejales, con los directores, negociando con los
compatriotas más vulnerables, el cómo reubicar a esa gente, que
debe mudarse por un tiempo, para que se tengan garantizados sus
derechos, y que siendo ciudadanos de Asunción, que no se sientan
expulsados por el progreso.
100
Estamos haciendo obras con el gobierno central: en el Metrobus, por ejemplo, nos jugamos una cantidad de reparos, de reclamos, una cantidad de juicios, y esta obra de movilidad urbana ha
tenido históricamente todo un tratamiento, a nuestro estilo, que
pospuso las decisiones como siempre acontece en nuestro país, y al
final terminamos discutiendo el
tema veinte años y no lo hacemos.
Nuestro sueño es mejoAhora lo estamos haciendo.
rar la calidad de vida
Cuando hicimos campaña
de la gente.
para las elecciones, llegamos y dijimos: Nosotros entendemos los problemas que tiene el sistema de
transporte urbano, sabemos que está en discusión el tipo de energía que utilizarán los buses para movilizarse, pero no podemos
renunciar a avanzar en la movilidad de la gente que se pasa horas
viajando en buses que no tienen canaletas exclusivas, como las
tendrá el Metrobus.
Extensión y reconversión del sistema de alcantarillado es otro
tema de extrema necesidad. Ahí yo quiero hacer un mea culpa,
como ciudadano, pero también incluyo a la clase política. ¿Qué nos
pasó como sociedad para no tener cloacas por más de cien años? O
para no tener desagües pluviales como en las grandes ciudades.
En qué lugar, como decía el ministro Riera, dejamos olvidadas nuestras prioridades. Esas mismas prioridades mal establecidas, que él cuestiona, como el caso del ascensorista de quince
millones de guaraníes mes, y la maestra de un millón y medio. En
qué nivel de la estructura política, social y económica decidieron
por nosotros que la evacuación higiénica y ordenada de nuestros
propios desperdicios humanos no la resolveríamos por más de
cien años, una centuria.
Bueno, hemos concluido en la ciudad de Asunción en la zona
de Santa Teresa y Aviadores del Chaco, un eje corporativo extraor101
dinario, del cual hasta nos enorgullecemos, pero que es nauseabundo. Todos los que vienen para acá saben de qué hablo. Es
porque hubo una falla sistémica en la cual las prioridades de los
gobiernos de los últimos cien años no priorizaron esas cosas, no
reaccionamos, ni siquiera hubo una priorización excepcional por
un tema de salud pública; ni nos inmutamos, porque parece que
ya no olemos el olor; un tema básico es el tema cloacal, una cuestión que los romanos la tenían resuelta hace milenios.
El alcantarillado sanitario es un tema básico. Los acueductos
de Toledo ya muestran cómo hacer eso. Pero acá no. Pasamos por
todas las vertientes políticas, hablamos mucho, generamos muchas ideas pero no solucionamos nada; entonces nosotros los que
llegamos ahora tenemos que administrar esa crisis. La gente está
cansada. Es cierto lo que decía el ministro Riera, a la gente ya no
le importa que yo les explique esta historia de que no se hizo nunca
y que se está haciendo la primera planta de tratamiento de la
historia de Asunción, de sus aguas negras. Repito, la “primera de
la historia”.
Esto lo contamos cuando vamos con Víctor Raúl (Benítez G.)
a veces de gira por Europa, o por Sudamérica, y nos miran asombrados. No pueden interpretar que la capital de un país no haya
tenido caños cloacales por más de cien años, y que haya tirado al
río sin ningún tratamiento todos sus excrementos, y que la red
que hoy se tiene no supera el cincuenta por ciento de cobertura.
Esto nos da un poco la pauta de que tenemos que establecer
un vínculo, una suerte de pacto político con el gobierno central,
para avanzar sobre estas cosas. De lo contrario, estaríamos todavía discutiendo sobre ideologías, lo que es importante; o sobre
partidocracias, que seguramente es algo importante, pero tendríamos todavía el ambiente nauseabundo acá enfrente y en otros
sesenta y siete barrios de Asunción.
102
Entre estas nuevas obras hay que sumar también la construcción de tres barrios completamente nuevos, la recuperación
de Parque Caballero; a estas obras le hemos agregado un paquete
de obras municipales e intermunicipales que con recursos propios, con mucho esfuerzo, estamos desarrollando y vamos a seguir
desarrollando en los próximos tres años y medio.
Para que estas obras y acciones se vayan materializando ocurren muchos eventos que tal vez no sean tan visibles para el ciudadano. Es necesario que se sepa que existe una fuerte predisposición de cooperación entre el gobierno local y el gobierno nacional
para concretar estrategias y establecer mesas de coordinación
técnica, y para que los procesos no sufran interrupciones.
Pasamos momentos muy difíciles en Paraguay en los últimos
meses. La disputa por la famosa reelección vía enmienda o la
propuesta de la no reelección, nos fracturó de vuelta como sociedad, nos enfrentó incluso entre familiares, volvimos al viejo modelo que parece no irse nunca, de confrontación irracional, en la cual
la anulación de la idea del otro es el único fin. Lastimosamente
instalamos los paraguayos este tipo de discordias.
Sin embargo, nosotros en la Municipalidad dijimos: “Respiremos hondo, no podemos interrumpir lo que hemos venido trabajando desde hace un año hasta que surgió esta crisis”.
No fue fácil, no fue muy comprendido tampoco por algunos
sectores, pero aguantamos y se resolvió esta crisis, por suerte, tal
como nosotros creíamos que debía resolverse. Triunfó el NO a la
reelección por la vía de la enmienda. Pero hicimos el trabajo meticuloso y visible que no se valora mucho, de sostener esa vinculación y el sentido de mutua confianza, con los equipos técnicos del
Gobierno Nacional, con la Secretaría Técnica de Planificación, con
el Ministerio de Obras Públicas también y, por supuesto, Senavitat. Y mañana, a las siete de la mañana, mi equipo técnico tiene
103
que estar en Mburuvichá Róga para terminar y firmar sobre el
papel un acuerdo entre la Municipalidad de Asunción y el Gobierno Central, que resuelve en el futuro próximo, hablamos de los
próximos doce meses, el problema habitacional de dos mil setecientas familias del Bañado de Tacumbú, en el sur.
Entonces, estas son las cuestiones que, como buenos administradores de la cosa pública, pusimos como premisa. Claro, no
tiene la misma publicidad positiva de tapar un bache, pero estamos pensando en dos mil setecientas familias, más de diez mil
personas, que a lo mejor si no tuviéramos la capacidad, primero,
de negociación con el Gobierno, de signo político distinto, en un
escenario de fricción por los hechos que comenté recién, nada saldría bien.
En este tipo de escenarios siempre surgen decenas de especulaciones, porque además estamos entrando en un año electoral,
será candidato fulano (Mario Ferreiro). Y bueno, evitamos el conflicto, sacamos la foto, superamos todo eso, y mañana firmamos
un acuerdo complejísimo, porque aquí también entra algo que
quiero acotar: mucha gente dice, bueno, el Gobierno tiene la plata
y hace lo que tiene que hacer y la ciudad de Asunción no aporta
nada.
Estuvimos repasando y en realidad Asunción –porque el territorio es de Asunción y los pedazos de tierra son nuestros– aporta alrededor de trescientos millones de dólares en valores atribuibles al suelo, para programas inmobiliarios concertados por el
Gobierno Central a través de Senavitat. Ojo, pobrecita esta Asunción, no es que no aporte nada. Con su “presupuesto’í” (escaso
presupuesto) de doscientos millones de dólares (que soporta una
morosidad del cincuenta por ciento), igual aporta una buena cantidad de recursos, aun con sus dificultades. De lo que le queda del
total de su presupuesto, restando los gastos rígidos, que es menos
104
del veinticinco por ciento (del total del presupuesto), eso que resta
va para obras de infraestructura, a la lucha para tapar el bache,
para limpiar las calles, con los reclamos diarios (justificados) de la
gente. Aunque tengamos dificultades, me dirigí al Gobierno Central y les dije “hagamos lo proyectado y no interrumpamos las
obras”.
Nosotros los asuncenos estamos colaborando con una inversión de trescientos millones de dólares en tierras. Repito, más de
trescientos millones de dólares, para la franja de dominio de la
primera costanera, que ya se está haciendo. Ese trazado fabuloso
que nos va a ayudar para poder ir (y venir) a Ñu Guazú, vamos a
ir hasta el túnel, vamos a pasar de manera ágil desde el centro al
Jardín Botánico, y vamos a poder ingresar por la costanera norte
hacia el centro. Luego pensamos ir por el sur hasta la ciudad de
Lambaré.
Todos estos proyectos de grandes obras de ingeniería significan un aporte en tierras para hacer las avenidas, de millones de
dólares aproximadamente; por lo tanto, Asunción no es entonces
el pariente pobre al que hay que llevarle del hombro a las reuniones con cualquier institución del Gobierno Central, ya sea este u
otro, el que venga. Además, estamos negociando con los ocupantes
precarios para reasentarlos y darles un mejor vivir. Todo eso, conforme a exigentes protocolos de negociación social.
Tratamos de generar, y se está
Asunción aporta alrehaciendo, una suerte de reciprocidedor de trescientos midad, de respeto y también de consillones de dólares en vaderación a nuestros argumentos
lores inmobiliarios
técnicos para, conjuntamente con
para programas inmoel gobierno, hacer estas obras. Pero
biliarios a través de Sebueno, la Municipalidad de Asunnavitat.
ción tiene, por supuesto, sus secre105
tarios o directores municipales y sus secretarías o direcciones
misionales para encargarnos de las obras.
Pero también estamos enfocados en reformular nuestra estrategia de recaudación para contar con mayor cantidad recursos
a corto plazo, y cada paso que se da significa un conflicto. Ahora
estamos en medio, justamente, de esta suerte de discusión o debate social sobre el estacionamiento controlado, para poder brindar
nueve mil setecientos lugares de estacionamiento regulado, muy
poco, para seiscientos mil vehículos que ingresan a Asunción desde las ciudades adyacentes, al más puro estilo nuestro, de manera
desordenada.
Todo el proceso previo del 2013 al 2016 ha sido ignorado por
la sociedad y los medios, y hoy, ya casi iniciado el contrato, se
somete a discusión. Este desorden político, que tiene consecuencias para la ciudadanía, es parte de esa cultura a la cual se refería
el ministro Riera. Todos estos desgastes son los sacrificios que nos
impone el ordenamiento del caos, algo que no queremos hacer los
asuncenos. Entonces recuerdo siempre una frase que Víctor Raúl
(Benítez G.) me suele repetir: “El caos es gratis, el orden es oneroso”. Cada uno hace lo que quiere, y si queremos corregir, el ordenamiento tiene su costo pero vamos a tener que hacer ese camino
más temprano que tarde.
Lo que es inviable es una ciudad donde cada uno haga lo que
quiera, donde el tránsito y los lugares de estacionamiento sean
zonas liberadas. Como un detalle apenas, porque sólo es uno de los
problemas que tiene la ciudad, quizá insignificante al lado de los
macro problemas de Asunción, sin embargo, todavía genera discusión, sobre la conveniencia o no de implementar el ordenamiento
de los espacios públicos. Es una situación en la que aquel que
puede aportar no lo quiere hacer por una cuestión de principios
bastante rara que prioriza el lugar frente a su casa antes que el
bien común y el ordenamiento de la ciudad.
106
Considerando esa disputa desde el punto de vista del contrato social, siempre hay una discusión democrática. Estoy leyendo a
Michael Bloomberg en su libro “Clima de Esperanza” en el que el
ex alcalde de Nueva York cuenta una derrota que tuvo, que le dolió
mucho, en Manhattan. Él quiso poner –como en Londres, Singapur y otras ciudades– un peaje electrónico para salir de y entrar a
la isla de Manhattan porque la isla “no da más”. Y, sobre todo,
quiso disuadir el uso del auto particular a causa de la emisión de
gases de efecto invernadero, tanto de los vehículos de transporte
público como de los privados. El que quiera venir a pasear con su
auto por las calles de Manhattan, no hay problema, se le va a
cobrar por minuto. Y al salir va a tener la cuentita de quince,
veinte o treinta dólares americanos por pasear en los alrededores
de Manhattan. El alcalde Bloomberg logró hacer aprobar por su
Junta Municipal este impuesto como producto de una buena relación con su Junta, que acá llamamos de Concejales.
El estacionamiento ya ni se discute. Ya se sabe que es una
potestad de cada municipalidad cobrar una tarifa por usar el territorio público, que no es de los frentistas, porque de lo contrario,
la gente se queda desde las siete de la mañana hasta las cinco de
la tarde pagando tres mil o cinco mil, o diez mil guaraníes a su
cuidacoches. Pero les digo que, definitivamente, hasta en el primerísimo mundo todavía hay que confrontar contra ciertas cuestiones burocráticas e institucionales. Es decir, existen ciertas cuestiones que se movilizan perniciosamente, por una cuestión de
cultura.
Quiero llegar hacia la parte final asegurando lo siguiente: no
hay otra manera de entenderla a Asunción y su área metropolitana como un todo, si no es con planes que incluyan a ese todo.
Estamos en un proceso con este equipo, con nuestra asesoría política, con nuestros concejales, con nuestros directores, que nos
107
conduzca a generar el instrumento jurídico que nos permita ver
una nueva institución dentro del marco de la ley, que pueda congeniar esa tarea conjunta y postergar lo que no se pueda, de manera que las buenas prácticas que se puedan articular, se puedan
replicar con los demás municipios y se pueda integrar con el mismo Estado.
Evitamos por un tiempo una suerte de organismo que aglutine a los municipios y que actúe como órgano supra-ciudades. Y
que sea también un vínculo con el propio gobierno nacional. Algunos países o ciudades ejemplares, como Curitiba, lo han concretado con sus propios institutos de planificación. Pero está también la
otra posibilidad, que un amigo en estos días me decía: “Mario,
quizás sea la carta que tengas que jugar en el futuro bastante
próximo”. Y quiero tirar esa idea, y con eso voy a concluir. Quiero
tirar la bomba y me voy corriendo: quizá tendríamos que iniciar
una discusión seria para crear el gobierno autónomo de la ciudad
de Asunción. Esta propuesta quizá deberíamos llevarla a la próxima Constituyente.
Hay que decirle a la gente la
verdad: Asunción necesita de base,
Tendríamos que iniciar
de movida, mil millones de dólamás temprano que tarres para comenzar a resolver sus
de una discusión seria,
problemas y el área metropolitaen el nivel parlamentana otros diez mil millones de dólario y ante la propia ciures más. Es mentira que con un
dadanía, para crear el
presupuesto de doscientos millogobierno autónomo de
nes de dólares y con una morosila ciudad de Asunción,
dad de casi la mitad de lo que cocon un presupuesto que
le permita realizar las
rresponde cobrar, podamos hacer
obras que la gente decambios radicales. Sobre lo recaumanda.
dado en Asunción, solo el veinti108
cinco por ciento se destina a inversión, y con eso no vamos a administrar inversiones, casi nada señores.
Asumamos de una vez por todas la diferencia de un presupuesto de doscientos millones de dólares como Asunción contra
uno de dos mil millones de Curitiba o uno de quince mil millones
de dólares como el de Buenos Aires. Porque de lo contrario vamos
a seguir en la falacia del que va a Buenos Aires y dice: “Por qué
Mario no hace esto que hace Rodríguez Larreta. Por qué no tenemos el Metrobus como lo tiene Curitiba”.
Es cierto, ellos tienen otro nivel de responsabilidades, otro
nivel de carga, porque se encargan, incluso, de la salud en sus
ciudades. Estamos queriendo construir algo nuevo. La historia de
un futuro diferente. Necesitamos un instrumento jurídico y político para hacer el enlace metropolitano. En algunos lugares a las
capitales las han declarado ciudades autónomas o ciudades-Estado. Bueno, quizá está llegando el momento de preguntar a la gente
si queremos seguir eligiendo a cada cinco años al intendente y
después le hacemos correr por la puerta de atrás –para que venga
otro para generar de vuelta la esperanza estéril– y de vuelta fracasar en esa esperanza.
O queremos tomar el toro por las astas, cambiar la relación
jurídico-política de la ciudad y hacer que la capital del país sea
realmente motivo de orgullo nacional. Les digo que tendríamos
que comenzar a pensar es esto, en un plazo no muy largo.
De seguro que tendremos que hacer esta propuesta con una
discusión previa, con la ciudadanía y con nuestro parlamento
nacional, e incluso, me decía mi asesor político, introducir este
elemento en la próxima constituyente que pretenda reformar la
constitución. Debemos mostrar respeto al legislativo nacional,
porque más allá de sus falencias individuales, sigue siendo el órgano colectivo del gobierno que en cualquier democracia se respe109
ta. Los norteamericanos nos han demostrado que, a pesar de la
fortaleza del señor Trump, su propia bancada republicana le ha
rechazado algunos planes de modificación del sistema social, del
sistema de salud, en su primera convocatoria. Pero como todo fue
hecho dentro del marco de la ley, nadie dijo “parlamento golpista”.
Se trata del ejercicio del equilibrio de los poderes del Estado, y eso
yo lo tengo muy claro.
¡Muchas Gracias!
110
Presentación de
MARIO ABDO BENÍTEZ
Senador de la Nación.
Precandidato a la presidencia de la República por la ANR
“Trayendo institucionalidad
al futuro de la Nación”
Muchas gracias Víctor Raúl, por esta cordial invitación. Un
gusto poder participar con el profesor, el doctor Benjamín Fernández Bogado. Hablar después del doctor y de Rafa Filizzola es un
poco complicado.
Realmente, quiero también felicitar y agradecer –no sé si se
fue, no lo veo– a nuestro anfitrión el arquitecto González Acosta.
Ya tuve la oportunidad, cuando fui presidente del Congreso, de
venir a la inauguración de esta maravillosa obra, el World Trade
Center, hecha por el talento y por el esfuerzo del trabajador paraguayo. Este es un símbolo de cómo el Paraguay, el paraguayo,
cuando se le da oportunidades, puede hacer obras tan maravillosas como estas, como este hermoso edificio, que hoy sirve de lugar
para debatir, dialogar y construir un futuro a partir del 2018.
Estoy totalmente de acuerdo con quienes dijeron que, si hay algo
que nuestra sociedad necesita, ese elemento es recuperar la capacidad de análisis y de debate.
111
Yo me quiero presentar, Víctor Raúl. Si me lo permiten. Víctor
dijo que no hace falta presentación, pero quisiera presentarme
ante todos ustedes.
Yo soy Mario Abdo Benítez, provengo de una familia tradicional de la política; he construido mi carrera contra muchos prejuicios y tuve que ir superando obstáculos. Escucho tantas críticas a
la clase política, tal vez con mucha razón, que quiero simplemente
contarles a ustedes que yo por primera vez fui electo hace apenas
cuatro años.
Nunca antes ocupé ningún cargo público, nunca fui funcionario público. Ingresé al Senado por mi propia lista. Encabecé mi
propio proyecto político y estoy tratando de contribuir con la transformación de nuestra patria, con mucho carácter, con mucho coraje, sobre todo, transitando un camino de principios, cueste lo que
cueste.
En el Paraguay, y tal vez en el mundo, transitar el camino de
los principios, siempre es el camino más complicado.
Yo traté, como un alumno aplicado de Víctor Raúl, de hacer
un seguimiento exacto de los puntos que debía considerar, sobre la
base de la propuesta que nos enviaste. Pero ya que me doy cuenta
de que podemos tener un poco de flexibilidad, voy a aprovechar
esa generosidad.
Redacté el primer punto que me pusieron como inicio de esta
presentación en el modelo del “diálogo estructurado”, trabajar el
Propósito, sobre hacia dónde vamos, hacia dónde va el Paraguay.
Y a mí me gustaría hacer algunas consideraciones.
Para definir hacia dónde vamos, primero debemos saber dónde estamos. Y en este punto puedo recordar que ya se refirieron al
diagnóstico situacional, quienes me precedieron en el uso de la
palabra. Ellos se han esmerado, con gran calidad descriptiva, en
entender la coyuntura actual, y el contexto histórico. Además, se
112
ha hablado sobre el desafío que tiene esta generación, o que tiene
este momento del Paraguay.
Nosotros venimos transitando un proceso de fortalecimiento
de nuestra joven democracia. El inicio se constituye en el momento del nuevo contrato social que trabajamos entre todos los paraguayos, el cual es representado por la Constitución. Repito, ese es
un poco el inicio de un nuevo contrato social entre los paraguayos:
la Constitución del año 92. Un pacto que tuvo muchos aciertos y
también es causa de muchos desaciertos, los que hoy tenemos
como desafíos hacia el futuro. Fue un documento que precauteló
las libertades públicas, las libertades de la prensa, y que fue un
poco el contrato que garantizaba un transitar pacífico en la medida de lo posible, en estos últimos años.
Esa Constitución fue el fideicomiso político para el mantenimiento de nuestra democracia, para que ella pueda sobrevivir en
todo este tiempo. Y también, como
toda obra humana, siempre imperEvitar la concentrafecta, atendiendo a la coyuntura
ción del poder es la
esencia de la democrade ese entonces, ese nuevo contracia, pero también geneto se construyó sobre una “teoría
ra muchos problemas
de la dispersión del poder”, porque
en términos burocrátino podemos negar que veníamos
cos, sobre todo en la dide un modelo autoritario, de connámica que debe tener
centración del poder. Y se construun Estado para ser efiyó mirando hacia atrás, es decir,
ciente.
con el temor del pasado, sin vislumbrar con tanta objetividad el futuro. Pero tal vez en ese momento histórico era lo necesario, y era lo adecuado para el escenario que se instaló, al retirarse el régimen autoritario.
Y voy a citar algunos ejemplos que son fundamentales. El
Sistema d’Hondt es un sistema de representación, donde se da
113
garantías a las minorías, para que estén representadas en el gran
estamento democrático, donde están las más diferentes corrientes políticas e ideológicas, dentro del mismo Congreso Nacional.
El Sistema d’Hondt es un sistema que da posibilidades a las minorías para que sean parte de ese estamento del gobierno. Pero
todos los países que tienen un sistema de representatividad a
través del sistema d’Hondt, para tener un equilibrio, siempre tienen Constituciones presidencialistas, porque en un cuerpo colegiado tan diverso, es difícil generar consenso.
El gran debate “de hacia dónde tenemos que avanzar”, en
esta dimensión conceptual, es algo que ya se dijo acá: ¿Por qué
pensar diferente es motivo de satanización, las más de las veces,
en la República del Paraguay? Tenemos que ir venciendo esa cultura, y tenemos que entender que las diferencias siempre tienen
que servir para enriquecer el debate nacional, para la construcción de una sociedad más justa y más igualitaria. Debemos construir puentes y derrumbar las murallas que hemos levantado,
durante mucho tiempo. Ese proceso ha generado también, una
enorme necesidad en todo este tiempo democrático, de negociaciones de las cuales han participado el Poder Legislativo, el Poder
Judicial y el Poder Ejecutivo. Y eso tuvo sus consecuencias.
La Constitución del 92 creó estructuras, y hoy es el momento
de revisarlas. Hemos construido redes de burocracias parásitas,
que absorben muchísimo del presupuesto general de gastos de la
Nación y no generan ninguna eficiencia, menos aún eficacia, como
tampoco disminuyen la elevada corrupción.
Tenemos que revisar la utilidad y la efectividad de las instituciones. Por ejemplo, hoy tenemos a la Contraloría General de la
República, una instancia oficial que tiene casi el presupuesto del
Ministerio de Obras Públicas, en términos administrativos. La
Contraloría se ha constituido para evitar la corrupción. Sin em114
bargo, ningún dictamen es vinculante. Y hoy la Contraloría representa –en vez de ser un elemento que precautele los intereses de
la cosa pública, del bien público– a un mecanismo de extorsión.
La Contraloría tiene funciones que aparecen como paralelas,
como funciones duplicadas, por ejemplo, con relación a la Fiscalía
de Delitos Económicos. Tanta es la confusión que existe que cuando cualquier dictamen de la Contraloría se emite de una forma tal,
la Fiscalía puede involucrarse haciendo una investigación, que no
tiene ningún grado de vinculación con el trabajo que hace o que
hizo la Contraloría. Cito solo un ejemplo, porque para mí estos son
los grandes temas de debate que tenemos que asumir los paraguayos. Estas instituciones se han convertido en estructuras que han
deteriorado enormemente la agilidad administrativa del Estado,
lo que ha convertido a la Contraloría en un nido de corrupción, y
de manipulación de algunos de los administradores públicos.
En el Paraguay se sabe muy bien cuánto cuesta un dictamen
de la Contraloría. Te presentan los dos dictámenes, con sus respectivos costos, y eso lo tenés que incluir en tu ampliación presupuestaria; los intendentes y los gobernadores incluyen en su “presupuesto” el costo del dictamen que le favorece.
Esos son los problemas que tenemos hoy los paraguayos. Tenemos un país en el que no podemos negar que ante la pérdida de
cultivos que generaban un alto impacto social, por ejemplo, como
el algodón, no se ha hecho nada para paliar el problema de la
redistribución de la renta. El algodón del Paraguay tenía –estoy
seguro y acá mucha gente quizá lo sepa– cotización internacional.
Antes nosotros teníamos casi trescientas cincuenta mil a trescientas ochenta mil hectáreas de algodón. Nos levantábamos a las seis
de la mañana y veíamos la cotización del algodón paraguayo en la
bolsa de Liverpool. Ese algodón generaba cuatro unidades de mano
de obra por hectárea, contra la soja (cuya cotización hoy la obser115
van a las seis de la mañana los brasiguayos), que genera, de empleo, una unidad de mano de mano de obra por cada cien hectáreas. Teníamos un precio de la fibra, que daba lo suficiente para
que, con un kilo de algodón, se comprara cuatro kilos de carne, y
teníamos una alta productividad por hectárea; y un millón doscientos mil campesinos, vivían del algodón, el cual era su cultivo
de renta, y tenían también, aparte, su cultivo de autoconsumo. Y
con eso había relativa paz en el campo.
Por la fuerza del mercado, por la ausencia del Estado, y por
las decisiones equivocadas que tomó el Gobierno Nacional en otro
momento, se empezó a importar semillas, se disminuyó la productividad, se les frustró, y los campesinos vendieron sus tierras.
Vendían sus veinte escasas hectáreas de tierra. No es culpa de
quienes las compraron, pero sí es una realidad que tenemos que
administrar. Y vinieron a los cinturones de pobreza a las grandes
capitales, gastaron su dinero en un año, y, hoy, son personas vulnerables que requieren nuestra atención.
En otro orden de cosas, tenemos hoy una realidad: un Poder
Judicial absolutamente politizado. Antes de llegar, veníamos pensando que al fin y al cabo todo depende del ser humano, que uno
puede tener las mejores leyes, los mejores procesos, pero, todo
depende de la moral política, para que se genere la tan ansiada
transformación. De todas maneras, no podemos dejar de observar,
que hoy tenemos una justicia absolutamente politizada. Hoy, en la
Cámara de Senadores, le veía a un intendente que llegaba para
reunirse con un miembro del Jurado de Enjuiciamiento, para presionar a un fiscal, o para extorsionar a un juez –yo no soy abogado– para que falle de una o de otra manera, con respecto a su
administración municipal. A cara descubierta hoy se hacen estas
cosas.
Que se entienda que los procesos, necesariamente, deben ser
procesos que fortalezcan a las instituciones porque todos quere116
mos nuestro juez amigo, y nadie Si vamos a ver qué haquiere un juez justo. Esto es así con cemos con la justicia,
quienes requieren impunidad en primero debemos consel futuro. Ustedes pueden imagi- truir un liderazgo que
no necesite impunidad
nar a quiénes me refiero.
Entonces en el momento de los en el futuro.
traspasos del poder, cuando hay
liderazgos distorsionados, ¿qué es lo que ocurre? El que está en el
poder, busca construir poder, para garantizar impunidad en el
futuro. Y cree que ese juez amigo le va a garantizar la impunidad.
Sin embargo, ese juez amigo, es amigo hoy del poder, y mañana va
a ser amigo del siguiente. Al fin y al cabo, nadie, ninguno de nosotros, ni ningún paraguayo, tiene garantías que puedan dar previsibilidad al Estado de Derecho.
La realidad, hoy, del Paraguay, no es muy atractiva. Hemos
leído el último informe del Fondo Monetario Internacional, y la
situación no es muy auspiciosa. Porque acá no se trata de mentir
a la gente: yo entré a la política para contribuir y para construir,
y no para destruir, y soy optimista hacia el futuro, pero tenemos
que hacer el diagnóstico correcto. Hoy, el Fondo Monetario Internacional, en su último informe habla de que el Paraguay va a
seguir creciendo como viene creciendo, alrededor del cuatro y medio
por ciento o cuatro por ciento, al año. Pero la proyección también
muestra que el desempleo va a seguir creciendo. En otras palabras, el desempleo tiene un comportamiento directamente proporcional al crecimiento. Se necesita una reestructuración del
modelo, que deberíamos debatir entre todos los paraguayos.
El último informe del PNUD, con respecto al índice de desarrollo humano, muestra que Paraguay descendió cinco posiciones
en el ranking mundial. ¿Qué significa eso? Que no estamos haciendo suficiente inversión en educación, salud y vivienda. Y que
117
cada vez más la brecha entre los que tienen más se agranda con
relación a los que tienen menos. Y una sociedad –y esto no se trata,
en ningún sentido, de populismo– que no puede proteger a los más
débiles, no va a salvar a los más fuertes. En algún momento este
sistema va a quebrar y nuestro gran compromiso tiene que ser
anticiparnos para evitar una crisis social de gran magnitud. Hoy
hablaron también del capital humano, y este es el recurso productivo más importante que tiene la nación.
Otro recurso productivo es la infraestructura física. Vamos a
heredar un país con un enorme déficit en infraestructura. ¿Y tenemos que endeudarnos? Claro que tenemos que endeudarnos. Ahora bien, tal como dijo Amílcar (Ferreira), a mí me gustaría analizar la gestión con respecto a los créditos multilaterales, tratar de
mejorar nuestra gestión del crédito, para que podamos endeudarnos a través de organismos multilaterales, que tienen menor costo, que tienen mayor plazo. Hoy podemos decir que, por culpa de
la inoperancia, de la falta de gestión del sector público, tenemos
apenas, un treinta y ocho por ciento de ejecución en promedio, en
todos los créditos multilaterales. No es que los multilaterales sean
créditos menos convenientes, busquemos realmente el endeudamiento en beneficio de nuestro pueblo. ¿Qué es lo que cuestionamos? Cuestionamos el endeudamiento a través de bonos comprados por fondos de inversión privados. Está bien emitir deuda y
pagar a tiempo los servicios de la misma. Esto posiciona al Paraguay como buen pagador en el mercado internacional, pero con los
bonos soberanos tenemos plazos menores y las tasas de interés
son más elevadas. Y si queremos sostener esta ecuación tributaria
como hoy la tenemos, que a Paraguay le ayuda a mantenerse como
un país competitivo en la región, yo creo que debemos invertir bien
y generar crecimiento en nuestra economía. Y no podemos dejar
de debatir sobre estos temas.
118
Hoy todavía la relación deuda/producto es del veinte al veintiún por ciento del Producto Interno Bruto. Esta relación es todavía manejable. Pero tampoco dejemos de decir que en doscientos
años de vida independiente que tiene el Paraguay, en tres años
duplicamos nuestra deuda externa. Y eso tiene que ser parte de un
debate sano, constructivo, que será la tarea que va a tener el
próximo presidente ante el desafio del futuro.
Ya ha dicho acá Benjamín Fernández Bogado, y que es una
preocupación profunda, que queremos transformar, la de los niveles de inversión en educación. El Paraguay está invirtiendo actualmente, creo que, alrededor del tres al cuatro por ciento de su
Producto Interno Bruto en educación, y eso no es suficiente. Con
la estructura presupuestaria actual no hay recursos que puedan
satisfacer la necesidad del sector educativo, a no ser que hagamos
una reingeniería en el presupuesto nacional. Ahora, podemos ver
que tenemos que elevar esa inversión en educación, y ahí es donde
nosotros deberíamos de poder blindar recursos tributarios, para
generar políticas a largo plazo.
Esa es la mejor inversión para
salir de la pobreza, y para darle Yo soy de un partido que
libertad a nuestro pueblo. Un pue- tiene un compromiso soblo es libre cuando es culto, o me- cial cristiano, y que projor, cuando accede a una educación pugna que el Estado
de calidad. Esa es la mayor liber- debe estar al servicio del
tad que puede tener nuestro pue- individuo.
blo, repito: el conocimiento. Y esa
tiene que ser una tarea, y una causa nacional, una prioridad.
Estoy seguro de que ningún paraguayo se va a quejar si se
define modificar la ecuación tributaria para favorecer a los educadores y a los alumnos; pero todos los recursos que sean habilitados
por este medio, incrementando los ingresos del Estado, deben ser
119
blindados para que los recursos así obtenidos, sean direccionados
a políticas de largo plazo en educación, para nuestros hijos.
Tenemos hoy también el desafío del crimen organizado. Paraguay es en el mundo, proporcionalmente, la región donde más
vuelos sin control existen. Se realizan más de veinte y nueve mil
vuelos al año sin control. Y solo con una decisión política de alguien que no esté comprometido con el crimen organizado, se puede
liderar un proceso de combate a este flagelo; no se puede eliminar
la informalidad aérea de la mano de los que dependen del crimen
organizado.
A pesar de todo, estamos en un Paraguay con enormes oportunidades. Tenemos que entender que en nuestra democracia no
habrá desarrollo sin institucionalidad. El mayor desafío que tiene
nuestra democracia es garantizar un proceso de fortalecimiento
institucional. La gente puede cuestionar al Congreso, yo mismo lo
cuestiono. Bueno, podríamos hablar de la posibilidad de elevar la
calidad de nuestros representantes a través del desbloqueo de las
listas, proyecto que yo presenté y que vamos a acompañar. Pero la
mayor garantía es la participación ciudadana, y yo veo hoy –y
siento, y me pone contento, y siempre lo repito–, que nuestro pueblo, nuestro elector, es cada vez más riguroso.
A muchos no les gusta eso: la evolución cualitativa del electorado. Pero eso nos va a exigir a nosotros, y a los partidos políticos,
y a los políticos en general, a mejorar nuestra conducta. Tenemos
una enorme crisis de moral en la política, y hay que decirlo. Muchas esperanzas de muchos paraguayos se han diluido con las
conductas indecorosas e indecentes, de gente que prefiere los beneficios del poder o que toma a la política como una actividad
empresarial con fines de lucro. Se podría decir que la política ha
perdido su espíritu de servicio. Esa es la crisis que tiene nuestra
nación.
120
Hoy, estamos aquí todos juntos, y podemos hablar de números prometidos en grandes obras, que, por tener un modelo excluyente, no podemos hablar de APPs exitosas, que favorezcan al
desarrollo del país. Nada se puede construir sin una institucionalidad fuerte, y sin líderes comprometidos con los procesos de transformación.
Robert Kennedy dijo –en un seminario del que participó junto
a líderes juveniles, no me acuerdo en qué universidad, hablando
a los estudiantes– que hay que vencer la creencia de que nada va
a cambiar en el mundo. Y yo creo que nosotros, lo primero que
debemos hacer es recuperar nuestra autoestima como paraguayos, recuperar la fe en nosotros mismos, en la capacidad que tiene
cada persona para generar una gran transformación en el Paraguay. Todo depende del coraje con que cada uno quiera vivir sus
sueños. Es el gran momento del Paraguay, de ponernos de pie, y de
que seamos protagonistas de nuestro futuro.
Ustedes saben, yo soy precandidato a presidente de la República. Fui candidato a presidente del Partido Colorado, y asumí
una batalla como David contra Goliat. Asumir ese desafío me dio
la oportunidad de estar hoy aquí frente a ustedes. Le veo ahí a un
compañero de los valientes que me acompañan, el gobernador del
Guairá, que creo que ya es la cuarta o quinta vez que fue gobernador y sucesivamente defenestrado. Primera vez electo, después
destituído, electo, destituído, electo, etcétera. Pero esto que parece
un chiste habla de la tragedia que vive la institucionalidad de
nuestra República.
Hoy le tocó la suerte al presidente de la Cámara de Diputados
(Velázquez), en un intento de destituirlo, simplemente porque optó
por un camino diferente. O podría tocarle la desgracia a un miembro del Consejo de la Magistratura, al cual también se lo presionó
para que sea destituido, todo porque piensa diferente.
121
Así no vamos a construir una república. El Paraguay necesita
de liderazgos que entiendan que estamos de paso por acá, y que el
único camino que puede garantizarnos a nosotros mismos nuestro
futuro es liderando procesos de fortalecimiento institucional.
Creo que es la enésima vez que digo esto y quiero que me
perdonen. Necesitamos de instituciones fuertes, independientes,
y el Paraguay exige un presidente que lo sea de todos los paraguayos, que se dedique a generar consensos, que cuando llegue al
poder no se distraiga en otras cosas. Voy a ejemplificar. Si yo llegare al poder y mañana me dedico desde el poder a que Benjamín
(Fernández), hipotéticamente, sea presidente del Partido Colorado, tendré que construir adhesión, y para construir adhesión seguramente me van a venir intendentes que tienen problemas con
la justicia y me van a decir: “Presidente, necesito que el fiscal no
me impute”. Si yo acepto este tipo de jugada, entonces yo mismo
destrozo los procesos de transparencia y de institucionalidad de la
República.
Esto no es una cuestión filosófica y doctrinaria. El que está en
el poder tiene que dedicarse a gobernar y no a manipular. Y muchos dirán: no, en la región tenemos a muchos líderes que han
construido el liderazgo estando en el poder y que han manipulado
el poder para obtener lo que más le conviene a él y a su grupo. Pero
el Paraguay no necesita eso. El Paraguay necesita un conductor,
un presidente, que realmente se dedique a fortalecer las instituciones, que no se meta en cuestiones no relacionadas a los intereses de toda la República. El presidente no debe meterse en las
internas de un partido político, por ejemplo. Se requiere un presidente que se dedique única y exclusivamente a generar los grandes consensos que necesita el Paraguay para salir adelante.
Yo quiero agradecerles a todos por este espacio, que realmente es un gran privilegio para mí. Para despedirme quiero invitar122
les a que seamos los protagonistas de la construcción de una nueva Nación. No seamos apáticos, el futuro del Paraguay está en las
manos de todos nosotros, no podemos quedarnos con los brazos
cruzados, porque tenemos una gran Nación, pero que requiere de
una enorme transformación, y esa transformación está en manos
de la gente. Que Dios les bendiga a todos ustedes, y muchas gracias por escucharnos.
Muchas gracias
123
124
Presentación de
RAFAEL FILIZZOLA SERRA
Intelectual, abogado y político del
Partido Democrático Progresista
“Un futuro democrático
sin pecado original”
Muchas gracias a Víctor Raúl (Benítez G.) y al “Club de Ideas”,
por esta oportunidad de participar de este diálogo sobre el futuro
del Paraguay. Especialmente, mis felicitaciones por esta iniciativa, porque justamente uno de los problemas centrales que tenemos como país, es la ausencia de debate y la falta de diálogo acerca
de los problemas que nos afectan. Y sin diálogo, sin debate, sin
confrontación de ideas, obviamente es muy difícil llegar a los grandes consensos que necesitamos para comprender y para superar
los problemas que enfrentamos como país.
Ernesto Sábato escribió alguna vez: Todos los días me levanto
con la demencial idea de que cambiar el mundo es posible. Le
sustituyo el término de cambiar el mundo por la idea de cambiar
el Paraguay, y pienso en aquellos jóvenes que hace unas semanas
salieron a las calles en defensa de la Constitución o que hace más
años salieron en aquel marzo sangriento, para defender la institucionalidad, y me reafirmo en la convicción de que, por supuesto,
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los cambios son posibles en Paraguay, y que podemos construir un
futuro mejor.
Y dicho esto, y para poner en contexto este diálogo, creo que
tenemos que hacer un poco de historia. Y pensar en estos años, a
partir del ’89, cuando empieza este proceso de transición, un proceso inacabado de la democracia. Evaluando este período de libertades que vive el Paraguay, es categórico concluir que no tiene
precedentes. Nunca antes en la historia del Paraguay tuvimos un
período de democracia, aunque sea formal, que dure tanto tiempo.
Algún día en el que no tengan nada que hacer, tómense el
trabajo de mirar la lista de presidentes del Paraguay, e investiguen a aquellos que fueron elegidos democráticamente, a partir
de 1870 y que terminaron sus mandatos, no van a sumar más de
trece. Y estoy incluyendo a los que murieron por causas naturales
en el ejercicio del cargo. También al presidente Juan Bautista Gill,
quien fue asesinado. No fueron más de trece los presidentes que
empezaron y terminaron un mandato presidencial para el que
fueron legítimamente electos.
Otro problema recurrente en nuestra historia es la inestabilidad institucional. Si tomamos la mitad del siglo pasado, el promedio de duración de los gobiernos no superaba los diez y ocho
meses. Si tomamos la siguiente mitad, sin contar obviamente la
dictadura de Stroessner, no superaron los once meses. Tengo entendido que, en la exposición de la semana pasada Amílcar Ferreira se refirió también a estos temas.
Ahora bien, esta transición que se inicia con la caída de la
dictadura, tiene un pecado original. Esta transición no fue pactada, no fue acordada, no hubo un diálogo entre los diferentes actores políticos y sociales. Es una transición que se hizo desde arriba.
Entonces cuando hablamos de modelo de sociedad, resulta sumamente difícil hacer un enfoque, porque la primera pregunta es
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¿cuál es el modelo? Más bien, consiste básicamente en una inercia
que nos viene de una historia, donde las elecciones en general
nunca han sido competitivas, donde el que estaba en el poder,
permanecía en el poder porque tenía las ventajas propias del poder, y donde la primera transición desde la independencia, la primera transición democrática entre un partido y otro, se logró recién en el 2008.
Esa es la realidad de la que estamos hablando. Entonces,
cuando hablamos del modelo actual, repito, la primera pregunta
es ¿cuál es el modelo?.
Y asumo también cómo autocrítica, porque fui parte de un
gobierno que tampoco tuvo la capacidad de cambiar el modelo, o
de consolidar un modelo alternativo a esa inercia que nos viene de
décadas, de poco más de una centuria de historia en nuestra vida
independiente.
Por eso el primer debate que tenemos que hacer es justamente acerca de ¿cuál es el modelo que tenemos? Víctor Raúl y Benjamín ya hablaron mucho de esto. Y vamos a coincidir en que es un
modelo agotado. El problema es que un sector político propone
seguir con este modelo, un sector político descalifica a quienes
cuestionan ese modelo. Ese sector político no explica tampoco en
qué consiste, según ellos, el modelo que tenemos.
Ahora, lo concreto que tenemos es que –y a lo mejor voy a
repetir un poco–, la pobreza, pero no la desigualdad, se ha reducido en alguna medida. Ciertamente tenemos que decir que en el
periodo entre 2003 y 2013 se redujo sostenidamente, pero a partir
del 2013 se interrumpió el descenso de la pobreza. La caída se
estancó. Estimo que la desigualdad social, las inequidades sociales, no han tenido grandes variaciones. Entonces, ese es un factor
que tenemos que considerar. Es más, la desigualdad en el campo,
inclusive en los últimos años, ha venido creciendo. El desempleo
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también aumentó, y estas son cifras oficiales del Gobierno, expuestas por la DGEEC, coincidentes con indicadores internacionales, por citar los de la CEPAL, por ejemplo.
La salud y educación no han tenido un desempeño muy auspicioso. Podemos hablar mucho de salud y educación, pero hace
cinco años había remedios en los hospitales, hoy no. Desde hace
años estamos discutiendo, y esto tiene mucha relación con lo que
dijo Benjamín, que acá te enfermás de algo serio y te morís, y esa
es la realidad. Y aún el que tiene algo de dinero, se muere, cuando
le toca alguna enfermedad que tiene un tratamiento muy costoso.
En el Parlamento se discutió y se aprobó lo que se llama la ley de
enfermedades catastróficas. Justamente, se parte de la realidad
de que hay enfermedades que no pueden ser enfrentadas por las
personas particulares, que tampoco pueden ser cubiertas por los
seguros públicos, ni tampoco por los seguros privados, y que entonces se requiere de un fondo especial para atender a esas personas afectadas por esas dolencias, con independencia de su situación económica.
Sobre la educación podemos hablar mucho. Voy a volver a ese
tema después, pero no podemos seguir en una situación, con todo
el endeudamiento que hubo en los últimos años, donde todos los
días abrimos el diario y leemos que se cayó una escuela, se cayó el
techo, se cayó una muralla. Es verdaderamente un milagro que no
haya muerto hasta ahora ningún chico.
La situación de la justicia supone tener que hablar de problemas centrales. Y para dar un ejemplo, voy a ir nada más a lo que
pasó en el Congreso hace unas pocas semanas, y tomemos el incendio de parte del edificio, que finalmente se reduce a daños
materiales, y tenemos a veintiocho ciudadanos imputados. Pero,
sin embargo, por el atraco a un partido político de oposición y el
asesinato de un joven dirigente, y tenemos apenas tres imputa128
dos. Estoy hablando de veintiocho imputados, y creo que me estoy
quedando corto, a los que nadie vio incendiar el Congreso. Ahora,
lo que sí vimos, los que estuvimos en la plaza, es cómo un carro
hidrante nos tiraba agua a nosotros, pero no tiraba agua al Congreso donde se estaba produciendo el incendio. Lo que sí sabemos
también es que a la tarde, antes de que se produzca el incendio, a
los bomberos se les dijo que se queden en sus cuarteles y que se
abstengan de salir.
Volviendo a la justicia, hay un senador que hace poco tiempo
denunció que le habían ofrecido dinero para votar a favor de la
enmienda. Ese senador fue casualmente denunciado por una cuesEste es tal vez nuestro
tión, supuestamente de corrupción,
principal fracaso: hemos
casi en forma instantánea, cuan- logrado que se vaya la
do cambió de lado y se alineó con la dictadura pero no hemos
democracia. Inmediatamente sa- logrado construir una
lió una imputación, al mismo tiem- democracia.
po fue querellado por difamación y
calumnia, dos días después. Y hoy estamos leyendo en los diarios
que ya le llegó la notificación. Esos son los datos de la justicia, y la
vinculación con el poder político.
A todo esto se suma un peligroso proceso de concentración del
poder, que, partiendo de la base de que hemos logrado mucho,
pone en riesgo los avances alcanzados. Esta concentración de poder, o la fragilidad de las instituciones democráticas, han estado
presentes en toda nuestra transición, pero con más fuerza que
nunca se ha visto el intento de volver a esquemas autoritarios de
gobierno en el periodo que se inicia en el 2013.
En cuanto al manejo de las binacionales, el Paraguay nunca
tuvo acceso a la administración de ninguna de las entidades. Tampoco tuvo la dirección general de empresa binacional alguna. La
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oportunidad la teníamos en el 2014, porque el tratado de Yacyretá
establecía el derecho de Paraguay de acceder a la dirección. Eso
nos iba a permitir conocer qué se hizo en la entidad binacional.
Nosotros no podemos hablar de deuda, ni reconocerla, cuando la
única fuente de información es la que proporciona el Gobierno
argentino. La deuda, que nosotros estamos discutiendo es la que
dicen los argentinos que es. Nadie sabe la verdad.
Y lo mismo podemos decir en el caso Itaipú. Tenemos un estudio que lo realizó en el gobierno anterior, un economista que
está fuera de toda duda, Jeffrey Sachs. En dicho estudio se dice
claramente que no solamente el Paraguay no debe nada en concepto alguno a la Itaipú ni al Brasil, sino que nos deben a nosotros.
O sea, nos permite un cambio absoluto y con argumentos contundentes en cuanto a lo que debería ser la base para el debate con el
Brasil sobre el manejo de la entidad binacional. Ese informe está
archivado y sus argumentos duermen en algún anaquel.
Y, finalmente, la deuda actual del gobierno del presidente
Horacio Cartes. Nos han criticado mucho a quienes estamos en la
oposición por cuestionar el nivel de endeudamiento. Pero ahí volvemos al tema del modelo que nadie cuestiona, que permite o
incluso estimula, que el Paraguay asuma una deuda desmedida.
Muchos hemos coincidido en diferentes debates cuando se
realizaron las elecciones del 2013, en que el Paraguay tenía un
bajo nivel de endeudamiento. El problema es cuando se asumen
deudas caras y sobre todo sin destinos claros. Los créditos actuales o se usan para pagar otras deudas o no se utilizan de manera
transparente, o sobre todo no se utilizan dentro de un programa o
de políticas de Estado que garanticen la correcta utilización de
esos recursos.
La gravedad de esta situación puede entender cualquiera
que a fin de mes tiene que pagar una tarjeta de crédito, que mu130
chas veces se paga con un sobregiro o con fondos de otra tarjeta.
Sobre todo cuando tenemos el problema de que los servicios
de la deuda deben ser pagados en forma casi inmediata, cuando
todavía los resultados de las inversiones no pueden ser cosechados. El año pasado, el servicio de la deuda ascendió a más de
doscientos cincuenta millones de dólares, y este año va a llegar a
más de trescientos cincuenta millones de dólares. Entonces la
pregunta es, con este esquema tributario, con lo que estamos recaudando, con el nivel de gastos rígidos que tenemos, ¿podemos
sostener este nivel de endeudamiento? O dicho de otra manera,
quiero saber de dónde va a sacar los recursos el próximo gobierno
para pagar la deuda, y además para seguir realizando las inversiones que el país necesita.
La Corporación Latinobarómetro hace unas mediciones anualmente, probablemente las conocen. El año pasado, a la pregunta
de “si el gobierno se preocupa por los intereses de la mayoría”,
solamente el diez por ciento respondió de una manera positiva. El
ochenta y ocho por ciento respondió que se gobierna –estoy hablando de Paraguay– para los intereses de unos pocos.
Por eso, más que hablar de las propuestas que nosotros tenemos, desde la perspectiva de un sector político, es importante hablar
del cómo vamos a abordar el debate de los problemas del país. En
este punto es fundamental lograr acuerdos sobre los problemas
centrales del país en el marco de un amplio diálogo nacional, sin
exclusiones de ningún tipo.
Estoy seguro de que vamos a tener importantes coincidencias
sobre los temas más relevantes que debemos encarar.
Por supuesto, tenemos que decir que todo pasa por una agenda donde se respete, en la dimensión internacional, los intereses
del país. En materia energética, obviamente, nosotros tenemos
que ejercer un liderazgo. Así como hay otros países que tienen
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petróleo, nosotros también, nos destacamos por las represas hidroeléctricas que tenemos, pero que no son un factor de desarrollo
para el Paraguay; sin embargo, son utilizadas por, y constituyen
un factor importante de desarrollo para, Argentina y Brasil.
La pobreza está o debe estar en el centro de este diálogo.
Desde luego, la vigencia de los derechos sociales no significa solamente la construcción de una sociedad democrática, sino sobre
todo la consolidación de una sociedad de derechos.
Además de todo eso, están en el centro del debate: la educación, la salud pública y el combate a las inequidades sociales. Por
supuesto, todas estas cuestiones tienen que ser los temas centrales para el debate.
Por eso más que hablar del qué, yo creo que es importante que
hablemos del cómo. Y ahí es donde volvemos al principio: ese pecado original que tiene la transición de la democracia en el Paraguay, esa transición que fue hecha desde arriba. Esa transición
que no fue pactada, donde no hubo un debate amplio. Es ahí donde, sobre todo, creo que tenemos que reevaluar a la democracia.
Tenemos que revalorizar el debate. A toda esta situación que hemos detallado como crítica, solamente podemos responder con
más diálogo, más consenso, y, sobre todo, con más democracia.
A mí me preocupa mucho que cuando alguien crítica al gobierno o tiene una posición distinta, a esa persona se la descalifica
por pensar diferente. Alberdi decía que el déspota es “aquel que
considera que el que critica al gobierno es antipatriota”. Y eso es
lo que está ocurriendo en el Paraguay. El peligro es que estemos
involucionando hacia un régimen autoritario, cuando se pretende
imponer verdades que están fuera de discusión y que nunca fueron verdaderamente debatidas por la sociedad. La confrontación
de ideas, la confrontación de modelos, es el único camino que nos
va a llevar a construir esos consensos que la sociedad necesita.
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Nosotros no podemos seguir improvisando, que es lo que ha
ocurrido en las últimas décadas, seguir improvisando políticas, o
más bien seguir improvisando, ante la ausencia de políticas. Decía, creo que Víctor Raúl, que había una correlación entre el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, y posteriormente el gobierno de Lula y cómo había ocurrido una continuidad de las políticas de Estado. Y si miramos más atrás en la historia de Brasil,
vamos a encontrar las bases de ese modelo, mucho tiempo antes.
Yo creo que el éxito de un debate consiste en entender que la
salida a los problemas que tene- Este modelo económico
mos en el país, pasa necesariamen- está acabado. Tenemos
que sentarnos a diseñar
te por un diálogo sin exclusiones.
los cambios necesarios y
No podemos imaginar que podrebuscar seriamente las
mos enfrentar con éxito los desa- soluciones.
fíos que tenemos como sociedad si
es que no nos planteamos un debate serio entre todos. No se puede construir contra alguien, sino
que tenemos que construir entre todos. Y ese es el gran tema y es
probablemente el gran problema que tenemos que superar. Lo que
no veo es que toda la sociedad y todos los actores políticos tengan
esa convicción.
El próximo gobierno que asuma va a encontrarse con un país
más pobre, más violento y más endeudado. Va a tener menos posibilidades de llevar adelante políticas de Estado.
Por eso este debate también pasa por el respeto a las instituciones. A mí me preocupa mucho cuando desde el Poder Ejecutivo
se descalifica absolutamente al Parlamento o cuando desde el
Poder Judicial se cercenan competencias del Poder Legislativo. El
Congreso puede tener muchas críticas, pero hay una larga tradición que vincula al Parlamento con el desarrollo de la democracia.
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No podemos pensar en un debate democrático que nos lleve a
superar los problemas del país si no se tiene como base el respeto
de las distintas instituciones.
Y, finalmente, me parece sumamente importante que este
debate se tenga que hacer desde una perspectiva de la valoración
del conocimiento. Se nos vendió una supuesta “selección nacional”, un modelo tecnocrático. Y esa selección demostró ser un gran
fracaso. Se nos dijo que, supuestamente, determinadas personas
que tenían determinadas aptitudes, iban a traer soluciones mágicas al país. Ese es un debate que tiene dos mil quinientos años.
Platón y Aristóteles, hablaron de las diferencias entre los sistemas de gobierno, y ya la tecnocracia estuvo presente en su pensamento. También Pinochet, desde una perspectiva autoritaria echó
mano, más recientemente, de la tecnocracia.
Ahora bien, valorar el conocimiento significa en primer lugar
invertir fuertemente en educación. Si miramos la región, los países que mejor funcionan son Chile y Uruguay. Son los países que
más han invertido sostenidamente en el tiempo, en educación. Y
valorar el conocimiento, significa apostar a las universidades. Estoy
muy de acuerdo, con lo que decía la senadora Blanca Ovelar con
relación a las universidades. Tenemos que apostar, por supuesto,
a las universidades públicas, y a la calidad tanto de las universidades públicas, como de las universidades privadas. Y, sobre todo,
a la necesidad de que las universidades sean factores de generación de conocimiento.
Me viene a la memoria el último informe que dio Eligio Ayala
al Congreso durante su presidencia en 1928. Le dedicaba un apartado especial al trabajo de documentación que estaban haciendo
para preparar la defensa de los argumentos de los derechos del
país sobre el Chaco. La guerra habría de empezar recién con la
siguiente presidencia, en 1932, pero se estaban anticipando para
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la defensa jurídica de nuestra soberanía. Y eran jóvenes brillantes
que fueron a Europa, se documentaron y defendieron exitosamente, en arbitrajes internacionales inclusive, los derechos del Paraguay. ¿Quién nos está defendiendo hoy con relación a las negociaciones con el Brasil y la Argentina? ¿Qué méritos y formación
tienen para argumentar con éxito nuestros intereses? Y, sobre
todo, ¿qué estudiaron para estar ahí defendiendo nuestros derechos? Probablemente la entrega de nuestros intereses en materia
internacional tenga mucho de venalidad, pero también mucho de
ignorancia.
Eligio Ayala decía que siempre estamos recomenzando la tarea interrumpida por nosotros mismos, reparando los daños que
nosotros mismos hemos producido.
Uno de los principales problemas del Paraguay, es que no
tenemos políticas de Estado. Este debate sobre nuestra democracia, sobre nuestras instituciones, sobre nuestros problemas, tiene
que tener como resultado grandes acuerdos nacionales, grandes
consensos sobre políticas de Estado que perduren en el tiempo.
Tenemos que salir adeY finalmente, recordando al
lante todos juntos y vivir
autor del libro que mencionó Vícun futuro diferente, sin
tor Raúl (Benítez G.), Stiglitz de- pecado original.
cía algo así: “El uno por ciento de
la población mundial disfruta de
las mejores viviendas, la mejor educación, los mejores médicos, el
mejor nivel de vida. Pero hay una cosa que el dinero no puede
comprar, y es la comprensión de que el destino de todos, y en
especial de ese uno por ciento, está ligado a cómo vive el otro
noventa y nueve por ciento de la población mundial”.
Estamos todos en el mismo barco, es algo repetido. O salimos
entre todos de estos grandes problemas estructurales que tene135
mos o vamos a terminar, más temprano que tarde, pagando las
consecuencias.
Yo termino estas palabras con una posición optimista: Creo
que se puede y creo que lo vamos a lograr. Y eso lo ha demostrado
la ciudadanía, desde diferentes ámbitos y en diferentes ocasiones.
Muchas gracias
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Introducción a la Segunda Jornada
VÍCTOR RAÚL BENÍTEZ GONZÁLEZ
Presidente de Club de Ideas
“La salvación colectiva y
el futuro del Paraguay”
Es la segunda vez que nos encontramos acá presentando a los
expositores. Hicimos una primera el jueves 25 de junio, con la
presencia de los cuatro primeros que accedieron a participar de
estas charlas estructuradas: Enrique Riera, Mario Ferreiro, Amílcar Ferreira y Carlos Mateo Balmelli. En primer lugar yo quiero
agradecer una vez más a los directores del World Trade Center,
con quienes nos hemos asociado para hacer este emprendimiento.
A Víctor González Acosta, a Pedro Fadul, quien nos escribió diciéndonos que se fue a correr un rally de autos, a Jorge Dos Santos,
a Randy Wood, a Alejandro Laufer y en especial a Víctor Cálcena,
el CEO que cuando le dijimos la primera vez que queríamos hacer
eventos como estos nos abrió la casa del WTC generosamente.
También quiero hoy citar, la pasada vez no lo hice, a los miembros del board del Club de Ideas, quienes son, un poco, mis compañeros de camino y de sueños: Benjamín Fernández Bogado, que
hoy está entre nosotros, va a ser el primero en exponer, Robert
Cano está aquí a la izquierda; Amílcar Ferreira, quien ya genero137
samente nos mostró un Paraguay, a partir del 2018, desde una
perspectiva del desarrollo humano, la pasada vez, hace una semana. Agradezco también a Fernando Rodríguez, que no sé si está
viniendo, a Enrique Rodríguez y Ricardo Rodríguez Silvero, con
quienes, medio clandestinamente, nos reunimos desde hace años,
en Cruz del Chaco 736 casi Pacheco, a hablar sobre el futuro, a
hablar a veces sobre el presente, y a definir propósitos. Dicen que
los propósitos se definen en tres dimensiones: cuáles son tus valores, es decir qué crees y qué te motiva; cuál es tu historia, es decir,
qué te pasó antes e impactó en tu vida y; cuáles son tus talentos,
es decir, que te sale todo de balde (en paraguayo).
¿Por qué es importante pensar en el futuro? Nos hacemos
este planteo, en esta segunda jornada, por tres razones.
En primer lugar, porque estamos condenados a vivir colectivamente. La humanidad solo puede perennizarse viviendo en
grupos. Nunca nadie sobrevivió solo. Familia, Nación e Iglesia,
tres instituciones, ayudaron al homo sapiens a sobrevivir. Desde
hace setenta mil años, más o menos, cuando se produce la revolución cognitiva, los seres humanos hemos sobrevivido porque hemos aprendido a juntarnos, a compartir y a tolerarnos. Es lo que
afirma Yuval Noah Harari, un escritor israelita autor de dos libros
fundamentales: “Sapiens, de animales a dioses” y “Homo Deus,
breve historia del mañana”.
Hay un axioma que repetimos en el Club de Ideas: “La mejor
decisión individual, es la peor grupal” (John Nash). Eso todavía no
aprendieron los automovilistas que estacionan en doble fila, ni los
políticos que se aprovechan de su electorado, ni los empresarios
que evaden impuestos. Es difícil hacer corporaciones y acumular
“capital social” dicen los que saben hablar, cuando tomamos decisiones que favorecen sólo al individuo, en vez de pensar en el
grupo.
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La segunda razón es porque (y ese es un poco el eslogan de
estas jornadas) “las creencias tienen sus consecuencias sin importar su verdad”, tal como dice Robert Merton, aquel sociólogo que
habló de las profecías autocumplidoras, o los resultados indeseados.
Y en tercer lugar, porque existe una segunda ley de la termodinámica que tiene que ver con el desorden y la entropía, que
también funciona en la sociedad, que dice que “el caos es automático, la sociedad y los subátomos tienden al caos”. El caos es gratis,
digo siempre, y el orden es oneroso, cuesta energía, recursos financieros, dinero, infraestructura y capital humano.
Este evento que hemos denominado “El Paraguay a partir
del 2018: La historia del Futuro”, quisimos que se constituyera en
una especie de Ágora, donde los intereses individuales del “oikos”
se transmuten en los colectivos, por lo que dijimos antes, y los
colectivos también se transmuten en intereses individuales. Esto
lo dice Zymunt Bauman cuando habla de la “ekklesia”. Es importante que nuestra sociedad pueda emitir una póliza de seguro
para los que se quedan atrás, los vulnerables sociales, aquellos a
quienes el mercado no pudo salvar.
Paraguay es un país de siete millones de ciudadanos, o, por lo
menos, de moradores. Produce unos 32 mil millones de dólares,
más o menos, de Producto Interno Bruto; alrededor de 4.000 millones de dólares nomás se recauda; 3.500 millones va a los gastos
rígidos; y sólo 500 millones de dólares aproximadamente es lo que
sobraría para invertir en infraestructura física y social, si es que
se puede, y para pagar los servicios de la deuda externa.
Benjamín Fernández Bogado lanzó un libro titulado “No da
más”, en la semana pasada, como un llamado de atención a las
carencias sociales que están llegando a su umbral de frustración.
Nuestro gran objetivo es el desarrollo humano. Pero para eso las
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perspectivas individuales y las colectivas deben poder caminar
juntas. Mientras las primeras preservan las diferencias, las segundas nos unen y nos transforman a todos en iguales, para que
podamos sobrevivir.
Sin embargo, el modelo económico nos transforma en desiguales. Crecimiento es menos importante que homogeneidad de
indicadores, porque al final de cuentas la desigualdad tiene consecuencias políticas, decimos nosotros. Eso quiere decir que el que se
queda con la mayor parte del queso, le domina (y no existe el
condominio) al que se queda con la parte menor. Es el uno por
ciento de la población, “El uno por ciento”, tal como se titula un
libro de Stiglitz, el que domina al resto. El uno por ciento, en
verdad, coopta al poder político y se queda con lo que le falta al
noventa y nueve por ciento. Hay un tema muy peligroso en este
punto de inflexión, porque la democracia tiene un límite para
soportar grados de desigualdad. En algún momento dado “okapúta” (esto va a explotar).
Me dice Elzear Salemma: “Algún día me van a invadir el
supermercado, van a robar la comida que tengo para vender”.
Decimos a veces con Amílcar Ferreira, si no hubiera existido la
emigración a España y Argentina ya hubiéramos tenido una guerra civil en el Paraguay. Y si no hubiera habido marihuana –
porque la marihuana es la mejor redistribuidora de riqueza que
tenemos hoy en el Paraguay (“amó hapópe”)–, podríamos tener
una crisis social de gran envergadura. No estoy haciendo juicio de
valor, de si la marihuana es buena o mala, legal o ilegal. Esa es la
realidad.
Creemos que los que están aquí con nosotros, los expositores
de la jornada, hoy nos van a dar un sentido de designio, un sentido
de propósito, para el Paraguay a partir del 2018. Creemos que nos
van a decir cuáles son nuestros valores, nos van a recordar un poco
140
la historia, y nos van a decir qué cosas nos salen “todo de balde”,
cuáles son nuestros talentos. El resultado sería el Propósito de
nuestra Nación, de esta conjugación de valores, historia y talentos, saldrá lo que estamos buscando. Hay muchos ejemplos de
personalidades históricas que ya han definido Propósitos para un
momento dado: Stroessner hizo eso con su “Paz y Progreso, democracia sin comunismo” (y así nos fue); Getulio Vargas decía “O
petróleo é nosso”; Carlos Antonio López hizo la modernización
tecnológica del siglo XIX; Rafael Franco hizo una revolución social; Eligio Ayala hizo lo que hoy hace CEAMSO con financiación
de USAID. Esas oficinas de transparencia él ya las hacia en sus
tiempos.
Fernando Henrique Cardoso, (FHC dicen en el Brasil), hizo el
plan Avanza Brasil. Él midió las brechas, o sea lo que falta, georreferenciadamente, y expuso el “cuánto falta y el cuánto cuesta”, e
hizo un presupuesto plurianual de inversiones físicas y sociales,
que después Lula siguió. Él hizo el “Avanza Brasil” y Lula lo llamó
el PAC, “Programa de Aceleración del Crecimiento”, y Dilma lo
siguió también. Es decir, fueron políticas de Estado, que siguieron
por varios años, independientemente del gobierno.
Se dice que el cincuenta por
ciento del éxito es talento y el otro
Las organizaciones y los
cincuenta por ciento es aleatorie- países que prosperan sudad, suerte. El Cirque du Soleil es ben el porcentaje de taun ejemplo. Empresa excelente, lento y bajan el de aleasube su dependencia del talento y toriedad.
baja su relación con la aleatoriedad. Y hay empresas y países donde la relación es inversa: suben
su dependencia de la suerte (o viven de lo estocástico) y bajan el
talento. La selección paraguaya de futbol es modelo de “centro,
cabeza y gol”. Vamos a ver si empujamos ahí, vamos a probar un
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rebote. La aleatoriedad puede significar un gol. Más o menos esa
también es la situación en la cual nosotros estamos en las dimensiones de la política, de la economía y de lo social. Mucha suerte (el
“viento de cola” en la onda de los commodities) que empujó nuestra economía, y poco talento para mejorar la calidad gerencial del
gobierno y del sector privado. No hay mano de obra suficientemente calificada para administrar las empresas, si se viniere un
crecimiento que debe ser direccionado por la economía del conocimiento. Amílcar Ferreira había dicho en la charla anterior, que la
mayoría de los gerentes de las empresas paraguayas de porte, son
extranjeros.
Las políticas sociales, macroeconómicas, los instrumentos,
los objetivos, las metas, componen la Estrategia de una nación.
Pero si esos sueños no emulan lo que la gente quiere, el imaginario
colectivo, de nada sirven las herramientas citadas más arriba.
Creemos que ellos (los expositores) saben y suponemos que nos
van a contar. Los planes pueden ser “papo furado”, así como dicen
los brasileros, si no los ejecutamos.
Por eso, nosotros dijimos: vamos a invitar a líderes “influencers”, algunos que pueden incluso ser presidentes de la República,
para hacerles hablar en un diálogo estructurado conforme a los
estándares del “pensamiento crítico”. Vamos a definir los “propósitos”, vamos a definir las “hipótesis” qué sustentan dichos propósitos, vamos a buscar “datos y evidencias” para evitar el ¨ñeé-reí¨
(habladurías) y vamos a exigir que los expositores digan desde qué
“perspectivas” dicen lo que dicen. Si es una perspectiva progresista, si es una perspectiva conservadora, si es de centro. Que hagan
sus “inferencias” y que lleguen obligatoriamente a una “conclusión”. No sé si ellos, los expositores dialoguistas, se van a ceñir
estrictamente a esa hoja de ruta, pero nosotros después con un
equipo de especialistas, economistas y sociólogos, vamos a tener
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que identificar la estructura del “pensamiento crítico” de los expositores. De manera tal que podamos comparar lo que han dicho y
podamos hacer nosotros un análisis matricial que revele las diferentes propuestas, políticas económicas y sociales, para un futuro
a partir del 2018. Ese es el modelo de pensamiento que queremos
detallar.
Entonces yo mismo voy a sintetizar y decir con relación a
estas jornadas: el propósito de este tipo de charlas es el desarrollo
humano. La hipótesis o las hipótesis es que no hay desarrollo porque el poder real está lejos de la política. No está, el poder real, ni
en el Legislativo ni en el Judicial. Y tampoco, a veces, está en el
mismo ejecutivo. Yo ando lanzando una tesis –y me dice Benjamín
(Fernández Bogado) “tienes que hablar más de eso”– que supone
que nosotros, los paraguayos, somos casi un protectorado del sector informal de la economía brasilera. Ni siquiera somos un protectorado del “Palacio del Planalto” en Brasilia. Somos, digo yo,
una colonia del estilo “business process outsourcing” de la mafia
del Brasil. Una maquiladora, sin proyecto aprobado por el MIC,
de actividades ilícitas del sector “cinza” de la economía del Brasil.
Es una metáfora, una ironía, para explicar lo que parecemos. Estas
son las “hipótesis”.
Otras hipótesis de contexto son: el poder económico es el primero, el segundo es el mediático y el tercero, recién, es el político.
Y este tipo de realidad representa un riesgo para la democracia,
porque el primer poder, gobierna a los otros dos.
Dice Benjamín Fernández Bogado en su libro que presentamos hace dos días, “tenemos un sistema resquebrajado”. Estoy
haciendo “benchmarking” sobre las ideas de Benjamín…..(o sea
plagiando lo que vos decís, Benjamín). La hipótesis central que
lanza el libro de Benjamín es que tenemos un Estado autoritario,
corrupto, incompetente, nepotista, clientelista, etcétera, etcétera.
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Y dice: “el Poder Ejecutivo se erotiza con el poder”; “el Poder Legislativo es endogámico” y “el Judicial es criminal”.
¿Será cierto eso?
Y nos olvidamos de las otras instituciones, como la Familia, la
Iglesia, o la propia Nación, las cuales se divorcian entre sí y del
mismo Estado; ¿y creemos que “solos”, uno a uno, como individuos, vamos a salvarnos? Yo decía en la jornada anterior que “no
hay camarote seguro cuando el barco se está hundiendo”. Ndaipóri (no existe) el modelo del “sólo yo me voy a salvar”. Con el “posmodernismo” se puso de moda el individualismo racional. Pero ser
un “individuo” del tipo lobo solitario, no significa ser libre. Porque
tú puedes ser un individuo políticamente “libre”, pero para tener
hambre.
Decía Robert Cano y con eso ya estoy terminando: “¿Cómo
‘picó’ en Paraguay –estoy hablando en yopará– vamos a tener la
capacidad y el managment público y privado para dar de comer a
doce o catorce millones de vacas, y religiosamente vacunarlas, y
no podemos con medio millón de personas que pasan hambre”.
Más de diez millones de vacas reciben su ración todos los días
disciplinadamente, y su dosis de medicina a cada año, y nosotros
no podemos dar de comer a los quinientos mil ciudadanos pobres,
según dicen las estadísticas del presidente Cartes. Casi seis por
ciento de pobreza extrema y veintiocho por ciento de pobreza total.
En la época de Nicanor (Duarte Frutos) teníamos cuarenta y ocho
por ciento de pobreza, bajamos veinte puntos porcentuales.
Nosotros seguimos “coleros” en todos los indicadores. Los
“datos y las evidencias” nos muestran que estamos comparativamente atrasados en el IDH (índice de desarrollo humano) del
PNUD; en el IPS (índice de progreso social) de Porter, un nuevo
indicador; también estamos condenados por el índice de competitividad global del Foro Económico Mundial (que se reúne a cada
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año en Davos); no estamos bien posicionados en el Doing Business
del Banco Mundial, en la jornada anterior nos honró con su presencia la señora representante del BM en el Paraguay; finalmente, en el ranking de corrupción de Transparencia Internacional
somos casi siempre campeones.
Entonces, nosotros todavía no aprendimos la “cooperación
flexible”. Nosotros tenemos que llegar de alguna manera a saber
vivir en sociedad. No quiero generalizar en los diagnósticos. Ya
nos acusaron –ojo Benjamín Fernandez– de que generalizamos
cuando exponemos las críticas. Claro que no todos los paraguayos
son corruptos, no todo tampoco está perdido. Pero la corrupción es
sistémica en el Paraguay.
Esta jornada de diálogo estructurado quiere extraer lo mejor
de lo que tiene Marito (Abdo Benítez), lo mejor de lo que tiene Rafa
(Filizzola), lo mejor de lo que tiene Benjamín (Fernández Bogado),
y esperábamos también extraer lo mejor de lo que tiene Santiago
Peña, el otro precandidato del Partido Colorado. Yo estuve con él
hace pocos días, lo encontré al Ministro de Hacienda en Mburuvichá Roga, -fui a trabajar por un tema de la franja costera para un
convenio de obras que se firmó luego en el Palacio de López– y me
dijo: “Te juro que quiero estar y que voy a estar, tengo anotado en
mi agenda, a las diez y ocho y treinta horas, de la próxima semana,
pero no siempre soy dueño de mi agenda”. Eso fue al día siguiente
del día 25 de mayo cuando hicimos nuestra primera edición del
diálogo estructurado aquí en el WTC. Y ayer estuve con él en el
Palacio, ya para la firma de ese documento. Me dijo: “Tengo anotado en mi agenda”, pero ahora ya siendo las diez y ocho horas, me
mandó un mensaje por medio de su secretaria y me dice: “el ministro Peña no está pudiendo ir al WTC porque tiene otra agenda que
se le sobrepuso”. Lo excusamos. Creemos que va a estar en próximas sesiones del diálogo estructurado. También tenemos ya el
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compromiso de otros que se están inscribiendo para dialogar por
un Paraguay a partir del 2018. Así como hay muchísima gente que
se inscribe para participar, hay muchísima gente que se inscribe
también para exponer.
Entonces, muchísimas gracias a todos. Y al primer expositor
de esta noche: Benjamín Fernández Bogado.
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