Al Jazeera: ¿La Voz de Al Qaida en Venezuela?: (Viene de El Palestino, Capítulo 4)
Al Jazeera: ¿La Voz de Al Qaida en Venezuela?: (Viene de El Palestino, Capítulo 4)
1
cambiando la realidad porque no es objetivo. Los corresponsales caminaban con
los soldados judíos y cubrían sus incursiones. ¡Por favor! Si quieres ser objetivo,
camina también con Hizbullah y da su punto de vista... Igual hicieron con los
soldados americanos en Iraq, pero no con los iraquíes.
—¿Todas las cadenas se portaron así?
—De verdad, solo había esos dos corresponsales en el Líbano que me
parecían bastante objetivos, pero de un día para otro cambiaron como si hubieran
recibido una orden. Todos se fueron a Israel. Comentaban por ejemplo de unos
refugiados israelíes que estaban allá en una playa, y los pobrecitos no podían
salir y no tenían sino el traje de baño... Yo quería llorar. ¿Cómo en una guerra
donde se mueren libaneses todos los días, hablas de los pobrecitos israelíes que
estaban en la playa? También murieron israelíes, pero no exageremos. No se sabe
exactamente la cantidad de libaneses que murieron todos los días. Se moría gente
que estaba escondida por debajo de sus casas; en Qana murieron niños... ¡y pasas
un reportaje sobre los israelíes que estaban en la playa...!
»Los medios occidentales tienen una memoria muy corta y se acuerdan
solo de un incidente: la captura de dos soldados israelíes por Hizbullah, en un
largo conflicto de mucha injusticia y de agresión por parte de Israel. Se olvidan,
o deciden olvidar, por ejemplo, que hay territorio libanés todavía bajo ocupación
israelí.
—¿Has cubierto también el conflicto palestino?
—No, nunca he estado allí, porque aunque soy de origen palestino, no
tengo derecho a entrar en Palestina. Yo soy refugiada y veo Palestina a través de
Al Jazeera, a través de lo que me ha contado mi padre, etcétera.
—Entonces volviendo al Líbano, ¿quién ganó la guerra?
—Esta es la pregunta de todo el mundo. La respuesta es tan diferente entre
canal y canal, que estamos hablando de dos guerras, de dos mundos, de dos
perspectivas tan diferentes que yo no sé cómo nos vamos a poner de acuerdo para
solucionar las cosas en Oriente Medio.
»Estados Unidos fue el único país que pudo haber parado la guerra, pero
el ciudadano que vota a ese presidente no sabe nada de lo que pasa en el mundo,
2
entonces ¿qué va a ocurrir? Esto es culpa también de los medios. Yo estoy
indignada de la forma en que se cubre Oriente Medio. Es culpa de los periodistas,
no intentan ir más allá de lo que les dicen que tienen que hacer.
—¿Cómo se sintieron cuando se filtró la noticia de que Bush quería
bombardear tu cadena?
—Bueno al final dijeron que era una broma. Que Bush bromeaba con
Blair cuando le dijo lo de bombardear Al Jazeera. Qatar es un país aliado de
Estados Unidos y aunque sea un chiste, ¿cómo puedes bombardear un canal de
televisión? Aunque, ellos ya lo han hecho. Ya nos han bombardeado. En
Afganistán y en Iraq. Ellos bombardearon nuestra corresponsalía en Afganistán,
en Kabul, donde estaba Taysyr Aluny, el compañero que ahora está preso en
España. Bombardearon la corresponsalía pero afortunadamente no había nadie.
Pero en Iraq también bombardearon nuestra corresponsalía y ese día murió
nuestro corresponsal.
—¿Los corresponsales de «la Isla» se sienten aislados como periodistas?
—La presión directa aquí no existe, pero sí en los países árabes donde los
gobernantes nos temen porque tienen mucho que ocultar. La presión de Estados
Unidos es indirecta, por ejemplo cuando Rumsfeld habla en la televisión
norteamericana y dice que Al Jazeera transmite los mensajes de Ben Laden... No
es como decir «este periodista no puede pasar», como lo hacen los gobiernos
árabes con nosotros. Nos cierran corresponsalías, nos echan fuera, no nos dan
visado. Ellos presionan al gobierno qatarí, porque el emir de Qatar ha hablado
varias veces diciendo que él no tiene nada que ver con Al Jazeera, que somos un
canal independiente. Eso nos crea una gran responsabilidad, porque al ser libre,
eres el responsable de lo que dices.
—Entre tu responsabilidad está informar al mundo árabe de lo que ocurre
en Venezuela y en Latinoamérica, ¿cómo ves tú esta situación?
—En Latinoamérica hay una comunidad muy grande, entre dieciocho o
veinte millones. Pero es muy dispersa y viene de hace mucho tiempo, desde el
siglo IX. Ha habido un Carlos Menem, un Abdalá Bucaram, un Carlos Slim en
México... nombres muy conocidos en Oriente Medio. Pero no tenemos contacto
3
cultural. El contacto siempre ha sido entre un paisano y otro porque vienen del
mismo pueblo. Nuestros gobiernos nunca han hecho un esfuerzo por unirnos.
Para mí fue un desafío llegar aquí y hacer algo para tener un contacto mediático.
Creo que gracias a Al Jazeera y al presidente Chávez, mucha gente ahora en el
mundo árabe siente que en América Latina tiene un apoyo, que aquí hay un
pueblo, diferente a otros pueblos, que comprende la problemática de Oriente
Medio. Por ejemplo, hace unos meses estuve en Qatar y un señor me paró en la
calle y me dijo: «Tú entrevistaste a Evo Morales, por favor, cuando vuelvas a
verlo dile que lo amamos.» Me quedé alucinada, porque este señor sabía de
Bolivia y antes ni conocía este país... Recibo muchos correos de gente que dice
«por favor, cuando veas a Chávez dile esto o lo otro, dile al pueblo venezolano,
dile a los peruanos, a Ollanta Humala...» En poco tiempo nuestro público se ha
dado cuenta de la importancia de América Latina. Antes dependíamos de las
agencias para dar noticias y entonces las decisiones editoriales las tomaban ellos,
que tienen otra visión completamente distinta. Cuando voy a un evento, noto la
diferencia entre mi información y la de la agencia, porque vengo del mundo
árabe y tengo mi visión de la democracia, de la pobreza, del dominio de otros
países, de lo que es la libertad, la seguridad. Muchas veces discuto con
periodistas británicos o europeos, que vienen con su modelo de democracia y
pretenden aplicarlo aquí. Por ejemplo, la nacionalización de los recursos es algo
muy interesante. En el mundo árabe no tenemos control sobre esto, pero viene el
periodista europeo y se alarma y dice que eso es malo.
—¿Y la información que se da sobre Venezuela?
—Muy mal. En Europa y Estados Unidos, hay una visión de que América
Latina es solo gente pobrecita, que no sabe qué va a hacer... siempre muestran
este continente como si nunca pudiese hacer las cosas sin ayuda de los demás. Es
una cobertura muy superficial. No buscan las causas en el fondo. Aquí en
Venezuela hay muchos periodistas que vienen pero no se relacionan, no pasan ni
un día en un barrio. Por favor, mézclense con la gente, no los van a comer. Los
corresponsales solo quieren ver a Chávez. Yo siempre les digo que conozcan a la
gente de los barrios... pero siempre sale un venezolano que les dice que es
4
peligroso y no van. Entonces ¿qué le van a contar a su público de Venezuela?
Hacen lo mismo en el mundo árabe. Van, se quedan en el mejor hotel, comen
comida francesa, en Beirut, en Damasco, en Marruecos, donde sea, y esto es Siria
o Líbano para ellos. Entonces claro que la gente se quedo shockeada cuando
Hizbullah ganó la guerra, porque no saben nada. Nuestro trabajo es esencial para
el entendimiento entre los pueblos, para solucionar los problemas que tenemos,
para poder dialogar. Si no sabemos quienes somos, no podemos dialogar.
—¿Quién es Chávez en el mundo árabe?
—Mira, Fidel Castro hablaba mucho del mundo árabe y lo apoyaba. Yo
me acuerdo que las FARC también han tenido relaciones con la resistencia en
Palestina, antes de la caída de la URSS. También los chilenos han apoyado las
causas árabes. Pero este momento es histórico, porque tenemos un movimiento
que está cambiando el mapa geopolítico de América Latina y está abriendo
nuevas puertas hacia el mundo árabe. Sobre todo aquí en Venezuela. Chávez, no
ya ahora, sino hace años, tiene más popularidad en el mundo árabe que cualquier
líder de cualquier gobierno árabe. Eso te lo aseguro sin ninguna duda. Además,
cuando el presidente Chávez habla de los Estados Unidos está diciendo lo que
tienen en mente el 99 por ciento de los árabes y a lo mejor de los musulmanes, y
entonces se sienten identificados. Además, Chávez viene de una familia pobre y
la mayoría de los árabes también son de clase humilde. Él habla de unos Estados
Unidos que no quieren entender, que no quieren escuchar. Cuando el presidente
Chávez retiró a su embajador de Israel, hizo lo que ningún dirigente árabe se
atrevió a hacer. Egipto, muchos países árabes tienen embajador en Israel y
ninguno se atrevió ni siquiera a amenazar. Ni siquiera eso. Al menos, hubieran
dicho: «Si Israel sigue matando civiles en el Líbano, retiraré a mi embajador»,
pero nadie dijo nada. Chávez dijo e hizo lo que ningún líder árabe se atrevió y se
convirtió en un héroe. Ahora en Palestina, en las universidades, tienen tres fotos;
la del Che Guevara, la de Yasser Arafat y la de Hugo Chávez. En Internet se leen
cosas como «yo ya no quiero ser palestino quiero ser venezolano» o «Chávez es
mi presidente» o «Chávez es el líder de la Umma», etcétera. Aquí la comunidad
judía estaba muy asustada. Yo fui a hablar con ellos pero no quisieron nada con
5
Al Jazeera. Nos tenían miedo. Pero sí dijeron en otros medios que habían
recibido amenazas y que no se sentían seguros en Venezuela con el discurso de
Chávez.
—Tal vez por eso se ha utilizado la simpatía de Chávez en el mundo
árabe, contra él, haciendo correr rumores sobre comandos de Al Qaida en
Venezuela, campos de entrenamiento en Isla Margarita, etcétera.
—Me acuerdo un día que estaba en un taxi, aquí en Caracas. Pasaba por
delante de la Casona y el taxista me dijo: «Aquí está Ben Laden.» No sabía qué
decir, porque me pareció muy gracioso que el taxista pensase eso porque claro;
Chávez «ayuda a los terroristas», y todo eso que se dice. Escuché también lo de
que había comandos de Al Qaida en Margarita, en la Triple Frontera, en la
frontera entre Perú y Chile, etcétera. Yo me fui a buscar a los terroristas y
encontré comerciantes, gente normal, que apoyan a las causas árabes, pero eso no
quiere decir que sean terroristas. Además, no quiero usar la palabra terrorista
porque puede ser cualquier cosa que tú quieras... Lo que sí me dijeron es que
ellos sentían que todo eso no fue más que una excusa para que Estados Unidos
mandase su servicio de inteligencia a hacer otras cosas, a infiltrar su seguridad.
De hecho, en Paraguay ahora tienen una base norteamericana. Todo eso de Al
Qaida aquí me parecen cosas sin pruebas. Yo al menos no he podido
encontrarlas.
—Y aunque las bases de entrenamiento no existan, ¿puede haber algún
apoyo a esas causas?
—Seguramente sí, de hecho existe mucho apoyo a Hizbullah y quizás
incluso a Al Qaida. He visto pintada en alguna pared: «¡Viva Ben Laden!», pero
tú puedes apoyar a Bush o a Hitler y no creo que eso sea un delito. Una cosa es
apoyar a quien se quiera y otra ser operativo de una organización. Me parece una
jugada mediática como lo del ántrax.
—¿Ser periodista de Al Jazeera es más peligroso que ser periodista de
cualquier otro medio? Me refiero a casos como el de tu compañero Taysyr,
injustamente encarcelado en España...
6
——Tenemos el caso de Taysyr Aluny en España y también el de Sami Al
Hajj en Guantánamo que muy poca gente conoce. Sami Al Hajj está empezando
su sexto año allí. El caso de Taysyr es horrible y lo que le está pasando a su
familia. El juicio se manejó de una manera que para mí no es entendible. Empezó
por una cosa, terminó por otra, y al final se le acusa básicamente de haber
entrevistado a Ben Laden. No sé qué decir. ¿Cómo puede una nación como
España aceptar eso? Lo que están consiguiendo es fabricar un héroe para el
mundo árabe. Taysyr es muy fuerte a pesar de sus problemas de salud, tiene
mucha fe y va a salir aún más fortalecido, más determinado. Ya es un símbolo en
el mundo árabe sobre la falta de libertad de expresión. Es como si yo entrevisto
hoy a Chávez y mañana dicen que es un terrorista. ¿Me meterán a mí en la cárcel
también? Entonces la mitad de los periodistas terminarán en la cárcel.
—¿Qué puedes decir sobre la acusación que se hace a Al Jazeera de ser
los portavoces de Ben Laden al emitir sus comunicados?
—No se puede decir que seamos portavoces de nadie. Pasamos más veces
al día las imágenes de Bush, o de Condoleezza Rice. Ellos salen todos los días y
nadie nos ha acusado de ser voceros de los norteamericanos. Es un deber
periodístico pasar las imágenes de ambas partes de la noticia para que el público
pueda decidir. En el mundo árabe nos han acusado de ser voceros del MOSSAD,
de la CIA y no sé de cuánta cosa más. Es una prueba más de nuestra objetividad.
Y también es nuestra responsabilidad que la gente entienda que Hizbullah no es
una organización terrorista de tres o cuatro muchachos malandros, sino que es un
pueblo entero. El pueblo del Líbano que defiende su tierra. ¿Desde cuándo
alguien que está defendiendo su territorio es terrorista? Yo no sé de dónde salen
esas cosas y cómo la gente se las puede creer. De Hamas, por ejemplo ¿cómo
pueden decir que es terrorista, si fue democráticamente elegido en unas
elecciones? Quisieron traernos la democracia. La hemos recibido. La hemos
practicado y cuando la practicamos ¿qué nos hacen en Argelia, qué nos hacen en
Palestina?... Nos dicen: «No nos gusta esa gente que han elegido», y la meten en
la cárcel. No lo entiendo.
7
—En Palestina, en Líbano, mucha gente nos ha dicho que Al Qaida, en
realidad, es el mejor aliado de los Estados Unidos, que ha sido su comodín, su
justificación para conseguir el petróleo de Iraq. ¿Qué opinión tienen en Al
Jazeera?
—Sí, es verdad, hay mucha gente que piensa eso. El 11-S fue la perfecta
excusa para cambiarlo todo, para cambiar todas las cartas del juego. Y al final la
presencia de Ben Laden, el hecho de que siga vivo, es una buena excusa para
seguir con la guerra. Estoy segura de que si realmente quisieran encontrarlo, lo
harían. Ese señor manda vídeos bien editados y montados. Está trabajando
cómodo. Por eso me parece absurdo que no lo hayan encontrado. Mucha gente
piensa que Al Qaida ha beneficiado más a los Estados Unidos que al mundo
árabe. Pero yo voy más allá. Llegamos a un punto en que tuvo que haber un
choque, no de civilizaciones, pero sí debido a la falta de entendimiento. Un
choque de intereses políticos, militares, energéticos, etcétera. Si no fuera el 11-S
y Ben Laden, habría sido otro. Hemos llegado a un punto terrible. Ya ves lo que
ha pasado con el Papa ahora. Además, los musulmanes nos victimizamos
demasiado. Perdimos Jerusalén y no hicimos nada, pero llega un señor, dice unas
cositas y se escandaliza todo el mundo... O las viñetas de Muhammad, que es
muy ofensivo para mí, pero es mucho más ofensivo no tener una patria.
8