Alimentación Complementaria
Alimentación Complementaria
complementaria
Disclaimer o descargo de responsabilidad: está guía tiene el objetivo de compartir
información acerca de la alimentación complementaria de los bebés según las
recomendaciones de pediatras y entidades como la OMS y la AAP, pero en ningún
momento reemplaza la consulta y recomendaciones de su médico pediatra o profesional
especializado en nutrición, tener en cuenta que cada bebé es diferente y según su historial
médico puede que algunas recomendaciones de esta guía no apliquen a su bebé, si tiene
dudas por favor consultelas con su médico pediatra o profesional especializado en nutrición.
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con método tradicional
E
● Un ejemplo de menú semanal para un bebé que inicia la alimentación complementaria
con método BLW
● Un ejemplo de menú semanal para un bebé que inicia la alimentación complementaria
con método mixto
● ¿Qué método se recomienda más, el método tradicional o el blw?
- Cómo y cuándo introducir alimentos alérgenos en la alimentación complementaria
● Porque se recomienda dar al menos 3 días seguidos el mismo alimento alérgeno
● Un ejemplo de un menú semanal introduciendo un alimento alérgeno
- Cuánta agua debe consumir un bebé de 6 meses
● Recomendaciones en ml
- Qué esperar del popó del bebé cuando inicia cuando inicia la alimentación complementaria
● Les puede dar estreñimiento a los bebés que inician la alimentación complementaria
● La chía y linaza
● Como hacer una mermelada o papilla de mango con chía, sin azúcar añadida apta
para bebés de 6 meses en adelante
- Quinoa, cebada, mijo y amaranto para bebés
● Ejemplos de recetas con quinua, cebada, amaranto y mijo con enfoque tradicional
● Ejemplos de recetas con quinua, cebada, amaranto y mijo con enfoque BLW
- Frijoles, lentejas y garbanzos
- Es importante que cuando el bebé inicia la alimentación complementaria pruebe los cinco
sabores
● Cuando introducir frutas ácidas en la alimentación complementaria
● Cómo introducir alimentos con sabores ácidos o amargos en la alimentación
complementaria de un bebe
● Ejemplos de alimentos amargos aptos para alimentación complementaria de un bebé
- Cuáles son las mejores carnes para un bebé.
● Cómo presentar la carne a un bebé de 6 meses con el método tradicional y con el
método blw
● De qué tamaño deben ser los trozos de carne para un bebé de 6 meses en
alimentación con enfoque blw
- Se recomienda preparar comida para el bebé diferente al resto de la familia, o adecuar la
comida familiar a las necesidades del bebé?
● Decorar la comida del bebé que inicia la alimentación complementaria
● Dieta Tradicional para Bebés
- Que tipo de utensilios se recomiendan para bebés que inician su alimentación
complementaria
● Que es una pre cuchara
● Porque no se recomiendan vasos entrenadores para los bebés y en cambio sí se
recomienda vasos con pitillo?
● Vasos de vidrio para un bebé según el método Montessori
● La silla trona
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- Cómo iniciar la alimentación complementaria
La alimentación complementaria se refiere a la introducción gradual de alimentos sólidos en
la dieta de un bebé, junto con la leche materna o fórmula. A continuación, te brindo algunos
consejos para iniciar la alimentación complementaria:
Espera hasta que tu bebé tenga al menos 6 meses: La leche materna o fórmula debe ser la
única fuente de alimentación para los bebés durante los primeros 6 meses de vida. A partir
de los 6 meses, el bebé estará preparado para comenzar a experimentar con alimentos
sólidos.
Introduce un alimento nuevo a la vez: Introduce un nuevo alimento cada vez para evaluar si
tu bebé tiene alguna reacción alérgica. Si tu bebé muestra signos de intolerancia o alergia a
un alimento, detén su consumo de inmediato y habla con tu médico.
Ofrece alimentos variados y saludables: A medida que tu bebé crezca, ofrécele una
variedad de alimentos saludables, como frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras
y grasas saludables. Evita alimentos procesados, con azúcares añadidos y altos en grasas
saturadas.
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● Porque se llama complementaria la alimentación
complementaria de un bebe?
La alimentación complementaria se llama así porque se trata de introducir alimentos sólidos
o semisólidos en la dieta del bebé para complementar la leche materna o fórmula infantil,
que han sido la única fuente de alimentación del bebé durante los primeros meses de vida.
Este reflejo es importante durante los primeros meses de vida del bebé, ya que ayuda a que
pueda alimentarse adecuadamente durante la lactancia. Al estimular el paladar del bebé, se
produce la protrusión de la lengua, lo que permite que el pezón o la tetina de la botella sean
succionados y que la leche sea extraída y tragada de manera eficiente.
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También hay evidencia de que el inicio tardío de la alimentación complementaria se ha
asociado con un mayor riesgo de alergias alimentarias y obesidad infantil.
Es importante tener en cuenta que cada bebé es diferente y que no todos estarán listos
para la alimentación complementaria al mismo tiempo. Se recomienda hablar con un
pediatra sobre el momento adecuado para comenzar la alimentación complementaria y
asegurarse de que el bebé esté listo y preparado para la transición.
Es importante recordar que cada bebé es diferente y que puede haber variaciones en el
momento en que están listos para la alimentación complementaria. Además, se recomienda
hablar con un pediatra sobre el momento adecuado para comenzar la alimentación
complementaria y asegurarse de que el bebé esté listo y preparado para la transición.
En caso que a los 6 meses el bebé no se siente solo se recomienda iniciar con papillas que
minimicen el riesgo de atragantamiento.
Dejar que los bebés jueguen con la comida es importante por varias razones:
Exploración sensorial: Jugar con la comida es una forma natural para que los bebés
exploren las diferentes texturas, sabores, colores y olores de los alimentos. Esto puede
ayudar a desarrollar sus habilidades sensoriales y su curiosidad por los alimentos.
Desarrollo motor: Al jugar con la comida, los bebés también están desarrollando sus
habilidades motoras finas y gruesas. Pueden aprender a agarrar y manipular diferentes
alimentos, lo que puede ayudar en su desarrollo físico.
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Aprendizaje: Al permitir que los bebés experimenten con diferentes alimentos, pueden
aprender sobre la comida y cómo se relaciona con el mundo que les rodea. Esto puede
fomentar su curiosidad y su capacidad para aprender cosas nuevas.
Diversión: Permitir que los bebés jueguen con la comida puede hacer que la hora de la
comida sea más divertida y atractiva para ellos. Esto puede fomentar su interés por la
comida y ayudar a crear hábitos alimentarios saludables a largo plazo.
Sin embargo, es importante recordar que el objetivo final de la hora de la comida es comer,
no solo jugar con la comida. Es importante encontrar un equilibrio entre permitir que el bebé
experimente y aprenda a comer adecuadamente. También es importante establecer límites
saludables para evitar el desperdicio de alimentos y fomentar la limpieza después de la hora
de la comida.
Es común que algunos bebés no muestren interés por los alimentos sólidos cuando
comienzan a introducirse en la dieta. Aquí hay algunos consejos para ayudar a un bebé a
interesarse por los alimentos sólidos:
Ofrecer variedad: Intente ofrecer una variedad de alimentos sólidos con diferentes sabores,
texturas y colores. Esto puede ayudar a que el bebé se interese más en la comida.
Ser paciente: Es importante ser paciente y no forzar al bebé a comer. Deje que el bebé
explore los alimentos y coma a su propio ritmo.
Ofrecer en diferentes momentos del día: Si el bebé no parece interesado en los alimentos
sólidos en un momento del día, intente ofrecerlos en otro momento en el que esté más
receptivo, como después de una siesta o cuando está de buen humor.
Hacer la comida divertida: Haga que la comida sea divertida y atractiva para el bebé. Use
utensilios coloridos y juegue juegos durante la comida para hacer que sea más atractiva
para el bebé.
Consultar con el pediatra: Si el bebé continúa sin mostrar interés por los alimentos sólidos
después de varios intentos, es posible que deba consultar con el pediatra para asegurarse
de que no haya ningún problema subyacente.
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- Lactancia Materna y fórmula
La Organización Mundial de la Salud recomienda que los bebés deben ser amamantados
exclusivamente durante los primeros seis meses de vida, y después introducir alimentos
complementarios nutricionalmente adecuados y seguros, mientras se continúa con lactancia
materna hasta los dos años de edad o más.
Para bebés alimentados con fórmula, se recomienda de igual forma durante los 6 primeros
meses de vida ser alimentados únicamente con fórmula (o lactancia mixta: leche materna y
formula), a partir de los 6 meses introducir la alimentación complementaria y continuar con
la fórmula y dar fórmula hasta los 12 o 24 meses de vida del bebé según lo desee la familia,
si lo desean a partir de los 12 meses se puede gradualmente hacer el cambio a leche de
vaca fortificada para ayudar en la transición del bebé.
En los casos de familias que prefieran u opten por la alimentación a través de fórmula
infantil también se debe tener en cuenta que esta debe ser la principal fuente de
alimentación hasta el primer año de vida del bebé, por lo tanto no se debe suspender o
reemplazar al inicial la alimentación complementaria.
La leche materna es especialmente beneficiosa para los bebés, ya que contiene anticuerpos
que ayudan a proteger al bebé contra enfermedades y alergias. También es fácil de digerir y
contiene todos los nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo del bebé.
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La fórmula infantil también es una buena fuente de nutrición para los bebés, y se puede
utilizar si la madre no puede amamantar o decide no hacerlo. La fórmula infantil está
diseñada para proporcionar una nutrición completa y equilibrada para los bebés y se puede
elegir entre diferentes tipos para satisfacer las necesidades específicas del bebé.
Además, aunque los bebés comienzan a comer alimentos sólidos después de los 6 meses,
estos alimentos no proporcionan todos los nutrientes necesarios para el crecimiento y
desarrollo del bebé. Por lo tanto, seguir ofreciendo leche materna o fórmula es importante
para asegurarse de que el bebé reciba todos los nutrientes necesarios para un crecimiento
y desarrollo saludables.
Después de los 12 meses, la leche materna sigue siendo una buena fuente de nutrición y
protección para los bebés, pero ya no es la única fuente de nutrición necesaria para el
crecimiento y desarrollo del niño. A partir de esta edad, se recomienda que los niños
consuman una dieta equilibrada y variada que incluya una variedad de alimentos
saludables, como frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables.
Si por alguna razón la madre no puede continuar amamantando después de los 12 meses o
decide destetar al niño, se recomienda que el niño reciba fórmula infantil hasta al menos los
12 meses de edad y luego una dieta equilibrada y variada que cumpla con las necesidades
nutricionales del niño.
Es importante destacar que cada niño es diferente y puede tener necesidades nutricionales
únicas, por lo que es importante consultar con un pediatra o un nutricionista infantil para
obtener asesoramiento personalizado sobre la nutrición adecuada para su hijo.
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● Por qué se recomienda dar una toma de leche materna
antes del alimento sólido a un bebé que inicia la
alimentación complementaria
Se recomienda dar una toma de leche materna antes del alimento sólido a un bebé que
inicia la alimentación complementaria porque la leche materna es la principal fuente de
nutrición para el bebé durante los primeros meses de vida. A medida que el bebé empieza a
consumir alimentos sólidos, es importante que siga recibiendo suficiente leche materna para
asegurarse de que esté obteniendo todos los nutrientes necesarios para su crecimiento y
desarrollo.
En resumen, dar una toma de leche materna antes de las comidas sólidas es una forma de
garantizar que el bebé reciba una nutrición adecuada y que esté protegido contra
enfermedades e infecciones.
Adicional a esto existe otro factor a considerar y es el estado de animo del bebé, cuando un
bebé tiene hambre es normal que se torne irritable, llore con mas frecuencia y no desee
experimentar sensaciones nuevas, para un niño de mayor edad o un adulto es facil
relacionar que los alimentos quitan el hambre, pero para un bebé es practicamente
imposible hacer esa relación, hasta el momento y en lo que lleva de vida ha aprendido que
la lactancia materna o el biberon sacian la sensacion de hambre, por lo tanto si se le ofrece
un alimento solido al bebé cuando tiene hambre lo mas probable es que lo rechazara y se
pondra mas irritable, causando furstacion en sus padres o cuidadores que no entienden
porque el bebé no acepta los alimentos, hay que recordar que el inicio de la alimentacion
complementaria es para que el bebé experimente con los alimentos, los conozca y aprenda
con ellos, por lo tanto hay mucha mas probabilidad de exito con un bebe que previamente
ha hecho su toma de leche materna o biberón, ya que se tornara de mejor estado de aniño,
mas dispuesto al juego y la experimentación, hay que tener en cuenta lo importante no es
solo que el bebé juegue con la comida sino tambien que la coma, por lo tanto hay que ir
identificando segun cada bebé en que momento esta mas dispuesto a comer alimentos
solidos.
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Preparación: Pelar el plátano y cortarlo en trozos. Colocar los trozos de plátano en una
bolsa hermética y congelar durante unas horas. Luego, colocar los trozos de plátano
congelados en una licuadora junto con la leche materna y el extracto de vainilla. Licuar
hasta obtener una mezcla suave y cremosa. Servir de inmediato.
● Leches vegetales
Es importante recordar que las leches vegetales NO son una fuente adecuada de nutrientes
para bebés menores de un año, por lo que NO deben reemplazar la leche materna o la
fórmula infantil en su alimentación. Pero una vez que el bebé comienza la alimentación
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complementaria, se pueden incorporar pequeñas cantidades de leches vegetales, como la
leche de arroz, soja, almendra, avena, entre otras, como una alternativa a la leche de vaca.
Es importante tener en cuenta que algunas leches vegetales pueden contener menos
proteínas y grasas que la leche de vaca, por lo que es necesario complementarlas con otros
alimentos ricos en proteínas y grasas, como carne, pollo, pescado, huevos, legumbres,
aguacate, entre otros.
Adicional a eso, dependiendo de la leche vegetal puede ser tomado como alimento
alérgeno, por tal razón su introducción debe ser controlada y cuidadosa para evitar
problemas de salud.
Durante los primeros años de vida, el cuerpo necesita hierro para producir hemoglobina, la
proteína de los glóbulos rojos que transporta oxígeno a través del cuerpo. Si los niveles de
hierro son bajos, se puede producir anemia, que puede causar fatiga, debilidad, dificultad
para concentrarse y otros síntomas. También puede afectar el desarrollo cognitivo y motor
de los niños.
La leche materna es una buena fuente de hierro para los bebés, pero a medida que
comienzan a comer alimentos sólidos, necesitan obtener hierro de otras fuentes. Los
alimentos ricos en hierro incluyen carnes rojas, aves de corral, pescado, legumbres,
espinacas, acelgas, yema de huevo, hígado y cereales fortificados.
Introducir estos alimentos en la dieta del bebé desde el principio puede ayudar a garantizar
que estén recibiendo suficiente hierro para apoyar su crecimiento y desarrollo. Es
importante recordar que la absorción de hierro se ve influenciada por otros alimentos en la
dieta, como la vitamina C, por lo que también es beneficioso incluir alimentos ricos en
vitamina C junto con los alimentos ricos en hierro.
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- Que alimentos no son recomendables para
niños menores de 1 año
Existen varios alimentos que no se recomiendan para los niños menores de 1 año debido a
que pueden ser difíciles de digerir, contienen sustancias que pueden ser perjudiciales para
su salud o aumentan el riesgo de atragantamiento. Algunos de estos alimentos son:
Miel: La miel puede contener esporas de una bacteria llamada Clostridium botulinum, que
puede ser peligrosa para los bebés menores de 1 año.
Frutos secos enteros: Los frutos secos enteros son difíciles de masticar y pueden ser un
riesgo de asfixia. Es mejor esperar hasta que el bebé tenga al menos 2 años antes de
introducir frutos secos enteros en su dieta.
Leche de vaca: La leche de vaca no es recomendable para los bebés menores de 1 año, ya
que puede ser difícil de digerir y no contiene los nutrientes necesarios para el crecimiento y
desarrollo del bebé.
Alimentos procesados para adultos: Los alimentos procesados para adultos, como los
alimentos fritos, salados o azucarados, no son adecuados para los bebés debido a su alto
contenido de sodio, grasas saturadas y azúcares añadidos.
Pescado con alto contenido de mercurio: Los pescados con alto contenido de mercurio,
como el pez espada, el tiburón y el blanquillo, no son seguros para los bebés debido al
riesgo de envenenamiento por mercurio. Es mejor elegir pescados bajos en mercurio, como
el salmón o el atún enlatado.
Verduras y frutas duras: Las verduras y frutas duras, como las zanahorias crudas, las
manzanas y las peras, deben cortarse en trozos pequeños o cocinarse para suavizarlas
antes de darlas a los bebés para evitar el riesgo de asfixia.
Es importante recordar que cada bebé es diferente y puede tener diferentes necesidades
nutricionales. Siempre es una buena idea consultar con el pediatra de su hijo antes de
introducir nuevos alimentos en su dieta para asegurarse de que sean apropiados para su
edad y necesidades individuales.
La razón por la que no se recomienda dar verduras de hoja verde a bebés menores de un
año es porque estas verduras contienen altas cantidades de nitratos. Los nitratos son
compuestos químicos que se encuentran naturalmente en algunas verduras de hoja verde,
como la espinaca, la acelga y la remolacha, así como en ciertos alimentos procesados.
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Cuando los bebés menores de un año consumen alimentos con altos niveles de nitratos,
pueden convertirlos en nitritos en su cuerpo. Los nitritos pueden reaccionar con la
hemoglobina en la sangre y reducir la cantidad de oxígeno que se transporta en la sangre,
lo que puede causar lo que se conoce como metahemoglobinemia o "síndrome del bebé
azul".
Los bebés son particularmente susceptibles a esta afección debido a que su sistema
digestivo e inmunológico aún está en desarrollo, lo que les hace más vulnerables a los
efectos de los nitratos.
Por lo tanto, para reducir el riesgo de metahemoglobinemia, se recomienda evitar dar a los
bebés menores de un año verduras de hoja verde con alto contenido de nitratos, como la
espinaca, la acelga y la remolacha. En su lugar, se pueden ofrecer otras opciones de
alimentos ricos en hierro, como la carne, los huevos, los cereales fortificados, las legumbres
y las frutas y verduras bajas en nitratos, como la zanahoria, la calabaza y los guisantes.
El consumo regular de alimentos y bebidas con azúcar añadida puede contribuir al aumento
de peso y al desarrollo de caries dental. También puede crear una preferencia por alimentos
y bebidas dulces, lo que puede dificultar la introducción de alimentos saludables más
adelante.
En general, se recomienda seguir una dieta saludable y equilibrada para bebés y niños
pequeños, que incluya una variedad de alimentos nutritivos de todos los grupos
alimentarios. Es importante limitar los alimentos procesados y ricos en azúcar añadida para
promover una dieta saludable y prevenir problemas de salud a largo plazo.
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Frutas: Las frutas son una excelente manera de endulzar naturalmente los alimentos.
Puedes agregar puré de frutas como manzana, pera, plátano o durazno a los cereales, el
yogur o los purés de verduras.
Especias: Las especias como la canela, la vainilla, el jengibre y el clavo de olor pueden
agregar sabor y dulzor a las comidas de los bebés sin necesidad de azúcar. Puedes agregar
un toque de canela a la avena, por ejemplo, o una pizca de vainilla a un puré de frutas.
Miel: La miel es una opción naturalmente dulce para endulzar los alimentos. Sin embargo, la
miel no se recomienda para bebés menores de un año debido al riesgo de botulismo infantil.
Es importante recordar que los bebés no necesitan alimentos dulces para satisfacer sus
necesidades nutricionales. Por lo tanto, si decides endulzar los alimentos de tu bebé, hazlo
con moderación y trata de usar opciones naturales y saludables. Además, es importante
evitar la sal y otros condimentos añadidos para fomentar hábitos alimenticios saludables
desde una edad temprana.
Por lo tanto, los expertos en nutrición recomiendan no añadir sal a las comidas de los niños
menores de 2 años, y limitar su consumo de alimentos procesados y alimentos con alto
contenido de sodio. En su lugar, se puede utilizar hierbas y especias para dar sabor a los
alimentos de manera natural.
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● Qué hierbas y especias se pueden usar en las comidas de
niños menores a 2 años
Es importante asegurarse de que cualquier hierba o especia que se utilice en la comida del
niño sea segura y adecuada para su edad. Algunas hierbas y especias que se pueden usar
en las comidas de los niños menores de 2 años incluyen:
Ajo: se puede utilizar en pequeñas cantidades para dar sabor a los alimentos.
Cebolla en polvo: una alternativa al ajo, pero también debe usarse con moderación.
Tomillo: una hierba que se puede utilizar para dar sabor a los purés de verduras y las
carnes.
Canela: se puede utilizar en pequeñas cantidades para dar sabor a las frutas y las papillas
de cereales.
Jengibre: se puede utilizar para dar sabor a las papillas de frutas y verduras.
Es importante recordar que, aunque estas hierbas y especias son seguras en pequeñas
cantidades, es posible que algunos niños sean alérgicos a ciertas hierbas o especias. Por lo
tanto, es importante introducir nuevos alimentos de forma gradual y estar atento a cualquier
reacción alérgica o intolerancia.
Sí, la albahaca, el orégano y el tomillo son hierbas seguras para agregar a las comidas de
los bebés menores de 2 años, siempre y cuando se utilicen en cantidades pequeñas y se
introduzcan gradualmente para detectar cualquier posible reacción alérgica.
La albahaca y el tomillo son hierbas aromáticas que se pueden agregar a los purés de
verduras, sopas y guisos para mejorar el sabor. El orégano también es una hierba aromática
que se puede utilizar para dar sabor a las carnes y las salsas. Es importante tener en
cuenta que estas hierbas tienen un sabor fuerte, por lo que es mejor usarlas con
moderación para no abrumar el paladar del bebé.
En general, es importante recordar que cada bebé es diferente y puede tener diferentes
preferencias y necesidades nutricionales. Siempre es una buena idea consultar con el
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pediatra de su hijo antes de introducir nuevas hierbas o especias en su dieta para
asegurarse de que sean apropiadas para su edad y necesidades individuales.
Es mejor esperar hasta que el bebé tenga al menos 6 meses de edad y haya comenzado a
comer alimentos sólidos antes de agregar cebolla y ajo en polvo a su comida. En lugar de
utilizar versiones en polvo, es mejor utilizar cebolla y ajo frescos y picados finamente y
cocinarlos bien para hacerlos más fáciles de digerir. Es importante introducir nuevos
alimentos gradualmente y observar si hay alguna reacción alérgica o intolerancia en el
bebé. Si tiene alguna preocupación, siempre es mejor consultar con el pediatra de su hijo
antes de agregar nuevos ingredientes a su dieta.
La leche de vaca no se recomienda para los niños menores de 1 año porque su sistema
digestivo aún no está completamente desarrollado para digerir y absorber adecuadamente
las proteínas y grasas de la leche de vaca. Además, la leche de vaca no contiene la
cantidad adecuada de nutrientes que necesita un bebé en crecimiento, como el hierro, ácido
fólico y vitamina C.
Por otro lado, el yogur es una buena opción para los bebés mayores de 6 meses, ya que
contiene proteínas, calcio y otros nutrientes esenciales que son importantes para su
crecimiento y desarrollo. El yogur es más fácil de digerir que la leche de vaca porque las
bacterias en el yogur ayudan a descomponer los azúcares y las proteínas, lo que lo hace
más fácil de absorber.
Además, el yogur es una buena fuente de probióticos, que son bacterias buenas que
ayudan a mantener un sistema digestivo saludable. Los bebés que han sido amamantados
pueden obtener estas bacterias beneficiosas a través de la leche materna, pero los bebés
alimentados con fórmula o que han comenzado a comer alimentos sólidos pueden obtener
probióticos a través del yogur.
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Es importante recordar que el yogur debe ser natural o sin azúcar añadido y preferiblemente
con una consistencia suave para facilitar la ingestión. Siempre es una buena idea consultar
con el pediatra de su hijo antes de introducir nuevos alimentos en su dieta para asegurarse
de que sean apropiados para su edad y necesidades individuales.
Consistencia: Asegúrate de que los frutos secos estén bien molidos o en forma de
mantequilla para evitar que el bebé se atragante.
Tipo de frutos secos: Comienza con frutos secos menos alergénicos, como las nueces de
anacardo, almendras y avellanas. Evita las nueces enteras y los frutos secos más
alergénicos, como las nueces, las nueces de macadamia, las pistachos y las nueces de
Brasil, hasta que el bebé tenga al menos 2 años.
Es importante recordar que cada bebé es diferente y puede tener diferentes necesidades
nutricionales. Siempre es una buena idea consultar con el pediatra de su hijo antes de
introducir nuevos alimentos en su dieta para asegurarse de que sean apropiados para su
edad y necesidades individuales. Además, si el bebé presenta algún signo de alergia, como
erupción cutánea, dificultad para respirar o hinchazón de la cara, busca atención médica
inmediatamente
● Esencia de vainilla
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Además, la mayoría de los bebés no necesitan saborizantes artificiales en su comida, ya
que los alimentos naturales tienen sabores propios y variados que pueden ser agradables
para ellos.
Si deseas agregar sabor a los alimentos de tu bebé, es mejor usar ingredientes naturales y
saludables, como frutas frescas o purés de frutas, hierbas frescas o especias suaves y
naturales, como el jengibre o la canela. Sin embargo, es importante recordar que debes
hablar siempre con el pediatra de tu bebé antes de introducir cualquier alimento nuevo en
su dieta.
● Método tradicional: Este método consiste en dar al bebé alimentos blandos, como
papillas de frutas y verduras, y gradualmente ir introduciendo alimentos más sólidos
a medida que el bebé se acostumbra a la textura y sabor de los alimentos.
● BLW (Baby Led Weaning): En este método, el bebé se alimenta por sí mismo y
controla la cantidad y el tipo de alimentos que consume. Se le ofrecen alimentos
sólidos en lugar de purés, y se espera que el bebé los coma con sus propias manos
y se los lleve a la boca.
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No hay un método único y universalmente recomendado para la alimentación
complementaria, ya que cada bebé es único y puede tener diferentes necesidades y
preferencias. Por lo tanto, lo más recomendable es que los padres consulten con un
profesional de la salud para que les brinde recomendaciones personalizadas en función de
las necesidades y características de su bebé.
Lunes:
Desayuno: Puré de manzana y pera con cereal de arroz.
Almuerzo: Puré de zanahoria y calabaza con pollo desmenuzado.
Merienda: Yogur natural con plátano machacado.
Cena: Puré de patata y brócoli con carne picada.
Martes:
Desayuno: Puré de plátano y aguacate con cereales de avena.
Almuerzo: Puré de lentejas y arroz con espinacas y queso rallado.
Merienda: Batido de leche materna con mango.
Cena: Puré de calabacín y tomate con pescado blanco desmenuzado.
Miércoles:
Desayuno: Puré de mango y naranja con galletas de avena.
Almuerzo: Puré de garbanzos con calabaza y carne de ternera picada.
Merienda: Yogur natural con puré de frutas variadas.
Cena: Puré de judías verdes y patata con pollo desmenuzado.
Jueves:
Desayuno: Puré de plátano y pera con cereales de trigo.
Almuerzo: Puré de brócoli y patata con queso fresco y jamón cocido.
Merienda: Batido de leche materna con plátano.
Cena: Puré de guisantes y patata con carne picada de cerdo.
Viernes:
Desayuno: Puré de manzana y aguacate con pan integral tostado.
Almuerzo: Puré de arroz y pollo con zanahoria rallada y queso fresco.
Merienda: Yogur natural con puré de frutas variadas.
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Cena: Puré de calabaza y patata con pescado blanco desmenuzado.
Sábado:
Desayuno: Puré de mango y plátano con cereales de arroz.
Almuerzo: Puré de lentejas y arroz con espinacas y queso rallado.
Merienda: Batido de leche materna con plátano.
Cena: Puré de judías verdes y patata con pollo desmenuzado.
Domingo:
Desayuno: Puré de manzana y pera con galletas de avena.
Almuerzo: Puré de zanahoria y calabaza con carne de ternera picada.
Merienda: Yogur natural con plátano machacado.
Cena: Puré de patata y brócoli con pescado blanco desmenuzado.
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Recuerda que este menú es solo un ejemplo y que siempre debes ajustarlo a las
necesidades y preferencias de tu bebé. También es importante tener en cuenta que la
introducción de nuevos alimentos debe ser gradual y que se deben evitar los alimentos que
puedan provocar alergias. ¡Espero que te sea de ayuda!
Lunes:
Desayuno: Tiras de pan tostado con aguacate machacado y huevo duro.
Almuerzo: Bastones de zanahoria, pepino y pimiento rojo con hummus.
Merienda: Rodajas de mango y fresas con yogur natural.
Cena: Mini hamburguesas de carne picada con puré de calabaza.
Martes:
Desayuno: Rodajas de plátano con mantequilla de maní y tostadas de pan integral.
Almuerzo: Ensalada de pasta con tomate cherry, atún y queso rallado.
Merienda: Gajos de naranja y kiwi con queso fresco.
Cena: Pollo al horno con bastones de patata y zanahoria.
Miércoles:
Desayuno: Tortilla de patata y cebolla cortada en tiras con pan tostado.
Almuerzo: Nuggets de pescado con guisantes y patatas cocidas.
Merienda: Galletas de avena y plátano con yogur natural.
Cena: Albóndigas de carne picada con puré de patata y zanahoria.
Jueves:
Desayuno: Gofres de calabaza con yogur natural y frutos rojos.
Almuerzo: Mini pizzas caseras con tomate, queso y jamón cocido.
Merienda: Rodajas de pera y uvas con queso fresco.
Cena: Tortilla de espinacas con patatas fritas.
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Viernes:
Desayuno: Tostadas de pan integral con tomate y jamón serrano.
Almuerzo: Rollitos de pollo con arroz y verduras salteadas.
Merienda: Plátano en rodajas con mantequilla de maní y miel.
Cena: Hamburguesas de pescado con puré de patata y zanahoria.
Sábado:
Desayuno: Tortitas de avena con plátano y yogur natural.
Almuerzo: Pinchos de pollo y verduras a la parrilla.
Merienda: Rodajas de manzana con queso crema.
Cena: Mini pizzas caseras con tomate, queso y jamón cocido.
Domingo:
Desayuno: Huevos revueltos con tostadas de pan integral y tomate.
Almuerzo: Pechuga de pavo al horno con patatas y zanahorias asadas.
Merienda: Yogur natural con frutos rojos y granola.
Cena: Pollo al curry con arroz y guisantes.
Recuerda que este menú es solo un ejemplo y que siempre debes ajustarlo a las
necesidades y preferencias de tu bebé. También es importante tener en cuenta que el
método BLW implica que el bebé se alimente por sí mismo, por lo que debes asegurarte de
que los alimentos sean seguros para su edad y de que estén cortados en trozos pequeños y
fáciles de agarrar. ¡Espero que te sea de ayuda!
Martes:
Desayuno: Papilla de plátano y yogur natural.
Almuerzo: Puré de brócoli y patatas con trozos pequeños de pollo.
Merienda: Gajos de naranja y mango con queso fresco.
Cena: Puré de garbanzos y calabacín.
Miércoles:
Desayuno: Papilla de manzana y canela con avena.
Almuerzo: Puré de zanahoria y arroz con trozos pequeños de ternera.
Merienda: Rodajas de piña y kiwi con yogur natural.
Cena: Puré de pescado y patata.
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Jueves:
Desayuno: Puré de pera y avena con canela.
Almuerzo: Puré de guisantes y zanahoria con trozos pequeños de pollo.
Merienda: Galletas de avena y plátano con yogur natural.
Cena: Puré de lentejas y calabaza con trozos pequeños de queso.
Viernes:
Desayuno: Papilla de plátano y yogur natural con avena.
Almuerzo: Puré de calabacín y patata con trozos pequeños de pavo.
Merienda: Rodajas de melón y fresas con queso fresco.
Cena: Puré de garbanzos y calabacín con trozos pequeños de salmón.
Sábado:
Desayuno: Papilla de manzana y canela con avena.
Almuerzo: Puré de brócoli y patatas con trozos pequeños de ternera.
Merienda: Rodajas de piña y kiwi con yogur natural.
Cena: Puré de pescado y patata con trozos pequeños de queso.
Domingo:
Desayuno: Puré de pera y avena con canela.
Almuerzo: Puré de zanahoria y arroz con trozos pequeños de pollo.
Merienda: Galletas de avena y plátano con yogur natural.
Cena: Puré de lentejas y calabaza con trozos pequeños de salchicha.
Recuerda que este menú es solo un ejemplo y que siempre debes ajustarlo a las
necesidades y preferencias de tu bebé. También es importante tener en cuenta que los
alimentos deben ser seguros para su edad y estar cortados en trozos pequeños y fáciles de
masticar. ¡Espero que te sea de ayuda!
El método tradicional, que consiste en ofrecer purés y alimentos en papilla con una cuchara,
puede ser beneficioso para los bebés que necesiten más ayuda para controlar y coordinar
los movimientos de la boca y la mandíbula, o que prefieran texturas más suaves. También
puede resultar más cómodo para los padres, ya que permite controlar mejor la cantidad y el
tipo de alimento que se le ofrece al bebé.
Por otro lado, el método BLW, que implica permitir que el bebé explore los alimentos y los
coma con sus manos, puede ser beneficioso para los bebés que están listos para masticar y
tienen la capacidad de controlar los movimientos de su boca y mandíbula. Este método
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puede ayudar a desarrollar habilidades motoras finas y la capacidad de autoalimentación, y
puede fomentar una mayor variedad de alimentos y texturas en la dieta del bebé.
En resumen, no hay un método "mejor" que otro, lo importante es elegir el que mejor se
adapte a las necesidades y preferencias de cada familia, y asegurarse de que el bebé
reciba una alimentación completa y equilibrada. Si tienes dudas o inquietudes acerca de la
alimentación complementaria, es recomendable consultar a un profesional de la salud
especializado en nutrición infantil
La introducción gradual es importante para evaluar la tolerancia del bebé a los alimentos y
prevenir una reacción alérgica grave. Se recomienda comenzar con pequeñas cantidades
de alimentos alérgenos y aumentar gradualmente la cantidad con el tiempo. Es importante
estar atento a cualquier signo de una reacción alérgica, como erupciones cutáneas, vómitos
o dificultad para respirar.
Es importante hablar con el pediatra del bebé antes de introducir alimentos alérgenos y
seguir las pautas y recomendaciones específicas para la introducción segura de alimentos
alérgenos en la alimentación complementaria.
Se recomienda dar al menos 3 días seguidos del mismo alimento alérgeno durante la
introducción de la alimentación complementaria para poder identificar cualquier reacción
alérgica que pueda ocurrir.
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Si se introducen varios alimentos nuevos en la misma comida, puede ser difícil determinar
qué alimento está causando una posible reacción alérgica en el bebé. Dar el mismo
alimento alérgeno durante al menos 3 días seguidos permite observar si el bebé tiene una
reacción alérgica después de haber consumido ese alimento específico.
Lunes:
Desayuno: Papilla de avena con pera
Almuerzo: Puré de zanahoria y batata
Cena: Puré de calabacín y arroz
Martes:
Desayuno: Papilla de plátano y aguacate
Almuerzo: Puré de guisantes y pollo
Cena: Puré de patata y pescado blanco
Miércoles:
Desayuno: Papilla de manzana y canela
Almuerzo: Puré de calabaza y lentejas
Cena: Puré de zanahoria, arroz y pollo
Jueves:
Viernes:
Desayuno: Papilla de plátano y avena
Almuerzo: Puré de patata y brócoli
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Cena: Puré de zanahoria, arroz, pollo y cacahuetes molidos (una cucharadita)
Sábado:
Desayuno: Papilla de pera y avena
Almuerzo: Puré de zanahoria, batata y ternera
Cena: Puré de calabacín, arroz, pescado blanco y cacahuetes molidos (dos cucharaditas)
Domingo:
Desayuno: Papilla de manzana y avena
Almuerzo: Puré de calabaza, lentejas y pollo
Cena: Puré de patata, brócoli y pescado blanco con cacahuetes molidos (tres cucharaditas)
En cualquier caso, es importante asegurarse de que el bebé esté bien hidratado observando
sus pañales. Si el bebé está mojando al menos 6-8 pañales al día y su orina es clara o
ligeramente amarillenta, es probable que esté bien hidratado. Si tienes alguna inquietud
sobre la hidratación de tu bebé, es mejor hablar con su pediatra para obtener consejos
específicos.
● Recomendaciones en ml
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continuación, se presenta una guía general de la cantidad de agua que un bebé debería
consumir:
Es importante recordar que estos son sólo estimados y que las necesidades de agua
pueden variar dependiendo de cada bebé. Es esencial observar las señales de sed del bebé
y proporcionarle agua adicional según sea necesario, especialmente durante los días
calurosos o cuando el bebé está enfermo. Además, los bebés amamantados no necesitan
agua adicional antes de los 6 meses, ya que la leche materna proporciona todo lo que
necesitan para mantenerse hidratados.
Consistencia: El popó del bebé puede volverse más sólido y pastoso en comparación con
las heces líquidas que tenía cuando solo se alimentaba de leche materna o de fórmula.
Color: El color del popó también puede cambiar dependiendo de los alimentos que el bebé
está consumiendo. Las heces pueden ser amarillas, marrones o verdes, según los
alimentos que hayan ingerido.
Olor: A medida que se introducen nuevos alimentos en la dieta del bebé, el olor de sus
heces también puede cambiar. Por ejemplo, si el bebé consume alimentos con alto
contenido de proteínas, como la carne, el olor de sus heces puede ser más fuerte.
Es importante recordar que estos cambios en el popó son normales y no suelen ser motivo
de preocupación. Sin embargo, si el bebé experimenta diarrea, sangre en las heces,
vómitos o fiebre, es importante contactar al pediatra para descartar cualquier problema de
salud.
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● Les puede dar estreñimiento a los bebés que inician la
alimentación complementaria
Introducir alimentos ricos en fibra: Los alimentos ricos en fibra ayudan a mantener las heces
blandas y fáciles de pasar. Los alimentos ricos en fibra que se pueden incluir en la dieta del
bebé son frutas, verduras, legumbres y cereales integrales.
Asegurarse de que el bebé esté bien hidratado: El agua es importante para mantener las
heces blandas y fáciles de pasar. Es importante asegurarse de que el bebé esté bien
hidratado ofreciéndole agua durante todo el día.
Evitar alimentos que pueden causar estreñimiento: Algunos alimentos pueden empeorar el
estreñimiento en los bebés, como el arroz, el plátano y las zanahorias. Es recomendable
evitar estos alimentos o limitar su consumo.
Es importante tener en cuenta que, en algunos casos, el estreñimiento puede ser un signo
de una alergia alimentaria o de otro problema de salud. Si el bebé tiene problemas
frecuentes de estreñimiento, es recomendable hablar con el pediatra para descartar
cualquier problema subyacente.
● La chía y linaza
La chía y la linaza son alimentos saludables y ricos en nutrientes que pueden ser
introducidos en la dieta de un bebé de 6 meses, pero es importante hacerlo con precaución
y siguiendo las recomendaciones de su pediatra.
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Si su pediatra ha dado luz verde para incluir chía y linaza en la dieta de su bebé, aquí hay
algunas formas en que puede prepararlos:
- Mezclar las semillas molidas con puré de frutas o verduras: Puede agregar una
cucharadita de semillas molidas de chía o linaza a una porción de puré de frutas o
verduras que su bebé ya esté acostumbrado a comer.
- Agregar las semillas molidas al cereal de arroz o avena: Puede agregar una
cucharadita de semillas molidas de chía o linaza al cereal de arroz o avena que su
bebé ya esté acostumbrado a comer.
- Agregar las semillas molidas a una papilla de yogur: Puede agregar una cucharadita
de semillas molidas de chía o linaza a una papilla de yogur para que su bebé
obtenga una dosis extra de proteínas y grasas saludables.
Chía:
Linaza:
Aquí te dejo una receta sencilla para hacer una mermelada o papilla de mango con chía sin
azúcar añadida, apta para bebés de 6 meses:
Ingredientes:
1 mango maduro
1 cucharada de semillas de chía
1/4 taza de agua
Instrucciones:
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Pelar y cortar el mango en cubos pequeños.
Colocar el mango en una olla pequeña y agregar 1/4 taza de agua.
Cocinar a fuego medio-bajo durante 10-15 minutos, o hasta que el mango esté suave y se
pueda deshacer con facilidad.
Retirar la olla del fuego y dejar enfriar ligeramente.
Agregar 1 cucharada de semillas de chía y mezclar bien.
Dejar reposar durante unos 10 minutos, para que las semillas de chía se hidraten y la
mezcla espese.
Puedes servir esta mermelada o papilla de mango con chía tibia o fría.
Esta receta es una opción saludable y deliciosa para bebés de 6 meses, ya que no contiene
azúcar añadida y la chía es una buena fuente de ácidos grasos omega-3, fibra y proteínas.
Además, el mango es rico en vitaminas y minerales, y tiene un sabor dulce y agradable que
a muchos bebés les gusta y les ayudará con la digestión.
Quinoa: Enjuague la quinoa para eliminar cualquier residuo amargo. Luego, coloque 1/4 de
taza de quinoa y 3/4 taza de agua en una cacerola y deje hervir. Reduzca el fuego y deje
cocinar a fuego lento durante 15-20 minutos, o hasta que el agua se haya evaporado. Deje
enfriar antes de servir.
Cebada: Enjuague la cebada y luego, coloque 1/4 taza de cebada y 3/4 taza de agua en
una cacerola. Lleve a ebullición y luego reduzca el fuego y deje cocinar a fuego lento
durante 25-30 minutos, o hasta que la cebada esté suave. Deje enfriar antes de servir.
Mijo: Enjuague el mijo y luego, coloque 1/4 taza de mijo y 3/4 taza de agua en una cacerola.
Lleve a ebullición y luego reduzca el fuego y deje cocinar a fuego lento durante 20-25
minutos, o hasta que el agua se haya evaporado. Deje enfriar antes de servir.
Amaranto: Enjuague el amaranto y luego, coloque 1/4 taza de amaranto y 3/4 taza de agua
en una cacerola. Lleve a ebullición y luego reduzca el fuego y deje cocinar a fuego lento
durante 20-25 minutos, o hasta que el agua se haya evaporado. Deje enfriar antes de servir.
Beneficios:
Quinoa: Es rica en proteínas y fibra, así como en hierro y otros nutrientes importantes.
También es fácil de digerir y es una excelente opción para bebés que tienen problemas
digestivos.
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Cebada: Es rica en fibra, vitaminas y minerales, y es fácil de digerir. También puede ayudar
a prevenir el estreñimiento.
Mijo: Es rico en proteínas, fibra y hierro, y es fácil de digerir. También puede ayudar a
regular los niveles de azúcar en la sangre.
Amaranto: Es rico en proteínas, fibra y hierro, y es fácil de digerir. También es una excelente
fuente de calcio y otros minerales importantes para el crecimiento y desarrollo del bebé.
Enjuaga bien la quinua y colócala en una cacerola pequeña junto con la manzana y la
canela.
Agrega suficiente agua, leche materna o fórmula infantil para cubrir los ingredientes por
completo.
Hierve a fuego medio-bajo durante 15-20 minutos, hasta que la quinua esté suave y la
manzana esté cocida.
Retira del fuego y deja enfriar un poco.
Vierte la mezcla en un procesador de alimentos o licuadora y mezcla hasta obtener una
textura suave.
Sirve tibio o frío.
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Instrucciones:
Enjuaga bien la cebada y colócala en una cacerola pequeña junto con el plátano.
Agrega suficiente agua, leche materna o fórmula infantil para cubrir los ingredientes por
completo.
Hierve a fuego medio-bajo durante 20-25 minutos, hasta que la cebada esté suave y el
plátano esté cocido.
Retira del fuego y deja enfriar un poco.
Vierte la mezcla en un procesador de alimentos o licuadora y mezcla hasta obtener una
textura suave.
Agrega más agua, leche materna o fórmula infantil si es necesario para obtener la
consistencia deseada.
Sirve tibio o frío.
Enjuaga bien el amaranto y colócalo en una cacerola pequeña junto con la zanahoria y el
pollo.
Agrega suficiente agua o caldo de pollo para cubrir los ingredientes por completo.
Hierve a fuego medio-bajo durante 20-25 minutos, hasta que el amaranto esté suave y la
zanahoria esté cocida.
Retira del fuego y deja enfriar un poco.
Vierte la mezcla en un procesador de alimentos o licuadora y mezcla hasta obtener una
textura suave.
Agrega más agua o caldo de pollo si es necesario para
Ingredientes:
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Enjuaga el mijo en agua fría y escurre.
En una cacerola mediana, combina el mijo y el agua. Lleva a ebullición a fuego medio-alto.
Reduce el fuego a bajo y cocina a fuego lento durante 20-25 minutos, o hasta que el mijo
esté tierno y el agua se haya absorbido.
Agrega la pera picada y la canela a la cacerola y cocina a fuego lento durante 5 minutos
más, o hasta que la pera esté tierna y suave.
Deja enfriar un poco antes de servir. Si es necesario, agrega un poco de agua para diluir la
consistencia de la papilla. Sirve tibio.
Mezcla la quinua cocida, la zanahoria rallada, el huevo batido y el pan rallado en un tazón.
Forma pequeñas bolitas con la mezcla.
Calienta una sartén con un poco de aceite de oliva a fuego medio-alto.
Cocina las bolitas durante unos 3-4 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas y
crujientes.
Deja enfriar un poco antes de servir.
Mezcla la cebada cocida, el puré de calabaza, la leche materna o fórmula infantil y la canela
en un tazón.
Vierte la mezcla en una fuente para horno pequeña.
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Hornea a 180°C durante 15-20 minutos, o hasta que esté firme.
Deja enfriar antes de servir.
Mezcla el amaranto cocido, el brócoli picado, el huevo batido y el pan rallado en un tazón.
Forma pequeños palitos con la mezcla.
Calienta una sartén con un poco de aceite de oliva a fuego medio-alto.
Cocina los palitos durante unos 3-4 minutos por cada lado, o hasta que estén dorados y
crujientes.
Deja enfriar un poco antes de servir.
Bolitas de cereales
Ingredientes:
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1/2 taza de puré de manzana sin azúcar agregada
1/4 cucharadita de canela molida
Aceite de coco para engrasar la bandeja
Instrucciones:
Buena fuente de proteínas: Los frijoles, garbanzos y lentejas son ricos en proteínas
vegetales, lo que los convierte en una excelente opción para bebés que no consumen
carne. Las proteínas son esenciales para el crecimiento y desarrollo del bebé.
Rica fuente de fibra: Los frijoles, garbanzos y lentejas contienen fibra, lo que puede ayudar
a prevenir el estreñimiento y mantener la salud digestiva del bebé.
Alto contenido de hierro: Los frijoles, garbanzos y lentejas son ricos en hierro, un mineral
esencial para la formación de glóbulos rojos y el transporte de oxígeno en el cuerpo. La
deficiencia de hierro es común en bebés y puede causar anemia.
Fuente de vitaminas y minerales: Los frijoles, garbanzos y lentejas son una buena fuente de
vitaminas y minerales esenciales para el crecimiento y desarrollo del bebé, incluyendo
folato, zinc, magnesio y vitaminas del complejo B.
Fácil de preparar: Los frijoles, garbanzos y lentejas son económicos y fáciles de preparar, lo
que los convierte en una excelente opción para padres ocupados que desean ofrecer
opciones de alimentos saludables y económicos a sus bebés.
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Es importante recordar que los frijoles, garbanzos y lentejas deben estar bien cocidos y
suaves antes de ofrecerlos al bebé para asegurar una fácil digestión y reducir el riesgo de
asfixia. Además, es importante variar la alimentación del bebé y ofrecer una variedad de
alimentos para garantizar que estén recibiendo todos los nutrientes que necesitan para su
crecimiento y desarrollo.
Enfoque tradicional:
Enfoque BLW:
Cocina los frijoles siguiendo los mismos pasos del enfoque tradicional.
Una vez que los frijoles estén cocidos y suaves, déjalos enfriar y luego ofrécelos al bebé
enteros y blandos.
Cuando los bebés empiezan a comer alimentos sólidos, pueden sentir curiosidad por los
diferentes sabores y texturas. Ofrecerles alimentos con diferentes sabores ayuda a que se
acostumbren a una variedad de alimentos y a que desarrollen sus preferencias alimentarias.
Es importante tener en cuenta que los bebés pueden necesitar probar un alimento varias
veces antes de aceptarlo, por lo que es recomendable ofrecerles una variedad de alimentos
y darles tiempo para experimentar y descubrir lo que les gusta. También es importante evitar
los alimentos azucarados o procesados y optar por alimentos saludables y nutritivos para el
bebé.
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● Cuando introducir frutas ácidas en la alimentación
complementaria
En general, se recomienda esperar hasta que el bebé tenga al menos 6 meses de edad
antes de introducir cualquier alimento sólido, incluyendo frutas. Una vez que se han
introducido algunas frutas dulces, como el plátano y la pera, y el bebé ha tolerado bien
estos alimentos, se pueden introducir gradualmente frutas ácidas y cítricas, como la
naranja, el kiwi, el pomelo y la piña.
Es importante recordar que la acidez de estas frutas puede irritar el estómago del bebé y
causar erupciones en la piel o en la zona del pañal. Por lo tanto, es recomendable introducir
las frutas ácidas gradualmente y en pequeñas cantidades, y observar cómo reacciona el
bebé.
Introducir los nuevos sabores poco a poco: No introduzcas demasiados alimentos nuevos al
mismo tiempo. Introduce uno o dos alimentos nuevos a la vez y espera unos días antes de
introducir otro. De esta manera, podrás detectar si hay alguna reacción alérgica o
intolerancia alimentaria.
Combinar sabores conocidos con los nuevos: Introduce los alimentos con sabores ácidos o
amargos en combinación con otros alimentos que el bebé ya conoce y le gustan. Por
ejemplo, puedes mezclar una pequeña cantidad de jugo de limón con una fruta que ya haya
probado, como manzanas o peras.
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Ofrecer pequeñas cantidades: Al principio, ofrece pequeñas cantidades de alimentos con
sabores ácidos o amargos. Poco a poco, puedes ir aumentando la cantidad a medida que el
bebé se acostumbra al sabor.
Persistir: A veces, puede llevar varios intentos antes de que el bebé acepte un nuevo sabor.
No te rindas y sigue ofreciendo alimentos con sabores ácidos o amargos en diferentes
formas y combinaciones.
Es importante tener en cuenta que los bebés pueden tener diferentes preferencias de sabor
y tolerancia a los diferentes alimentos, por lo que se recomienda introducir nuevos alimentos
de manera gradual y observar la reacción del bebé. Aquí te muestro algunos ejemplos de
alimentos amargos que podrían ser aptos para la alimentación complementaria de un bebé
de 6 meses:
Espinacas: Las espinacas tienen un sabor ligeramente amargo, pero también son ricas en
hierro y otros nutrientes importantes para los bebés. Se pueden cocer al vapor y ofrecer en
puré o mezcladas con otras verduras.
Brócoli: El brócoli también tiene un sabor amargo, pero es una excelente fuente de
vitaminas, fibra y otros nutrientes. Puedes cocer al vapor y ofrecer en puré o en pequeñas
flores para que el bebé pueda agarrarlas con sus manos.
Kale: El kale o col rizada es una verdura rica en nutrientes, pero también tiene un sabor
amargo. Se puede cocer al vapor y ofrecer en puré o mezclado con otras verduras.
Berenjena: La berenjena es otra verdura que tiene un sabor ligeramente amargo, pero es
rica en nutrientes y fibra. Se puede cocer al vapor y ofrecer en puré o en pequeños trozos
para que el bebé pueda agarrarlos con sus manos.
Pomelo: El pomelo es una fruta cítrica que tiene un sabor amargo pero refrescante. Se
puede ofrecer en pequeños trozos o en jugo diluido con agua.
Recuerda introducir nuevos alimentos de manera gradual y observar la reacción del bebé.
Siempre es importante consultar con un pediatra o nutricionista para obtener
recomendaciones específicas sobre la alimentación complementaria de tu bebé.
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- Cuáles son las mejores carnes para un bebé.
A partir de los 6 meses, los bebés pueden empezar a consumir alimentos sólidos,
incluyendo las carnes. Las carnes son una fuente importante de proteínas, hierro y zinc,
nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo del bebé. Sin embargo, no todas las
carnes son adecuadas para los bebés de esta edad.
Carne de pollo: es una excelente fuente de proteínas y hierro, y es fácil de digerir para el
bebé. Se recomienda utilizar cortes de pechuga de pollo sin piel y cocinarla bien antes de
darla al bebé.
Carne de res: es otra buena fuente de proteínas, hierro y zinc. Se recomienda utilizar cortes
magros de carne de res, como el solomillo o el filete, y cocinarla bien antes de darla al bebé.
Carne de pavo: es una opción saludable y baja en grasas para el bebé. Se recomienda
utilizar cortes magros de pechuga de pavo y cocinarla bien antes de darla al bebé.
Es importante recordar que todas las carnes deben estar cocidas completamente antes de
darlas al bebé, y que es recomendable evitar carnes procesadas o embutidos, ya que
suelen contener altos niveles de sodio y otros aditivos. Además, es fundamental consultar
con un profesional de la salud para recibir orientación específica sobre la alimentación del
bebé y adaptarla adecuadamente a las necesidades individuales.
Método tradicional:
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Método BLW:
Cortar la carne en trozos largos y delgados para que sea fácil de agarrar por el bebé.
Cocinar la carne completamente, pero dejando un poco de jugo o humedad para que sea
más suave y fácil de masticar.
Ofrecer la carne al bebé en un plato o bandeja de alimentación, y permitirle que la tome con
sus manos y la explore a su gusto.
Supervisar al bebé en todo momento mientras come para prevenir riesgos de
atragantamiento.
Es importante recordar que cada bebé es único y puede tener preferencias y necesidades
diferentes en cuanto a la alimentación. Por lo tanto, es fundamental consultar con un
profesional de la salud para recibir orientación específica sobre la alimentación del bebé y
adaptarla adecuadamente a las necesidades individuales
Para un bebé de 6 meses, los trozos de carne deben tener aproximadamente el tamaño de
un dedo índice, es decir, unos 5-7 centímetros de largo y 1-2 centímetros de ancho.
También es importante asegurarse de que la carne esté cocida adecuadamente y cortada
en trozos suaves y fáciles de masticar para el bebé.
Recuerda siempre supervisar al bebé mientras come y nunca dejarlo solo durante la
alimentación. Si tienes alguna duda o preocupación acerca de la alimentación de tu bebé,
es recomendable consultar con un pediatra o un profesional de la salud especializado en
nutrición infantil.
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En general, se recomienda adaptar la comida familiar a las necesidades del bebé, siempre y
cuando se respeten las recomendaciones nutricionales específicas para su edad y etapa de
desarrollo. Esto se debe a que es importante que el bebé se acostumbre a los sabores y
texturas de los alimentos que consume la familia desde temprana edad, y además, permite
fomentar hábitos alimenticios saludables desde el principio.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que hay ciertos alimentos y preparaciones que
no son recomendables para los bebés debido a su inmadurez digestiva o a posibles riesgos
de atragantamiento. Por lo tanto, es fundamental consultar con un profesional de la salud,
como un pediatra o un nutricionista, para recibir orientación específica sobre la alimentación
del bebé y adaptarla adecuadamente a las necesidades individuales.
En resumen, la adaptación de la comida familiar a las necesidades del bebé es una buena
práctica siempre y cuando se realice de manera responsable y siguiendo las
recomendaciones de profesionales de la salud.
En cambio, es mejor centrarse en ofrecer alimentos nutritivos y adecuados para la edad del
bebé y dejar que el bebé experimente con diferentes texturas y sabores. También puede ser
útil involucrar al bebé en el proceso de alimentación, dejándolo tocar y explorar la comida
con las manos, lo que puede ayudar a desarrollar su curiosidad y su habilidad para
alimentarse de manera autónoma.
Algunas familias ven útil y divertido decorar la comida del bebé siendo esto una experiencia
agradable, sin embargo la realidad es que para la mayoría esto implica más tiempo y
esfuerzo que puede decantar en estrés cuando el tiempo no es suficiente, por lo tanto si
para ti decorar la comida de tú bebé es más trabajo, ten en cuenta que la decoración es
algo totalmente opcional y lo importante es ofrecer una alimentación saludable, variada y
que se ajuste a las comidas típicas y tradicionales de tu familia.
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● Dieta Tradicional para Bebés
Darle al bebé una alimentación típica y tradicional familiar es importante por varias razones:
Nutrición adecuada: La alimentación típica y tradicional familiar suele ser una dieta
equilibrada y completa en términos de nutrientes. Si el bebé recibe esta dieta desde el
principio, es más probable que reciba los nutrientes que necesita para un crecimiento y
desarrollo saludables.
Fomentar el paladar: Exponer al bebé a diferentes sabores y texturas desde una edad
temprana puede ayudar a desarrollar su paladar y a aceptar una variedad de alimentos. Si
el bebé se acostumbra a los sabores típicos de la familia, es más probable que acepte una
variedad de alimentos más tarde en la vida.
Platos de succión: Los platos de succión son útiles para bebés que están aprendiendo a
comer, ya que se adhieren a la mesa y evitan que el bebé los tire o los levante. Asegúrate
de que el plato de succión tenga una base de silicona antideslizante para una mayor
seguridad.
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Platos con compartimentos: Los platos con compartimentos son una excelente opción para
bebés que están comenzando a probar diferentes tipos de alimentos, ya que permiten que
los padres coloquen diferentes tipos de alimentos en cada compartimento.
Cuencos de silicona: Los cuencos de silicona son duraderos y fáciles de limpiar, lo que los
convierte en una buena opción para los padres ocupados. Además, son ideales para bebés
que están aprendiendo a alimentarse por sí mismos, ya que son fáciles de sostener y no se
rompen si se caen.
Cubiertos de plástico suaves: Para los bebés que están aprendiendo a alimentarse por sí
mismos, se recomienda utilizar cubiertos de plástico suaves que sean seguros para la boca
y las encías del bebé.
Tazas de entrenamiento: Las tazas de entrenamiento son útiles para bebés que están
aprendiendo a beber líquidos de una taza, en lugar de un biberón. Busca una taza de
entrenamiento con asas para que el bebé pueda sostenerla fácilmente.
Una pre cuchara es un tipo de cuchara especialmente diseñada para bebés que están
aprendiendo a comer por sí mismos. A diferencia de las cucharas regulares, las pre
cucharas tienen un extremo más ancho y plano que permite al bebé recoger los alimentos
fácilmente y con menos derrames.
La pre cuchara también tiene un mango corto y ancho que es fácil de agarrar para los
bebés. Además, algunas pre cucharas tienen un diseño ergonómico que se adapta a la
forma de la mano del bebé, lo que les permite tener un mayor control y destreza durante la
alimentación.
Los vasos entrenadores para bebés, también conocidos como vasos con boquilla dura o
tapa de entrenamiento, no se recomiendan porque pueden interferir en el proceso de
aprendizaje de los bebés para beber de un vaso normal. Estos vasos pueden parecer una
buena opción para ayudar a los bebés a aprender a beber por su cuenta, pero en realidad
pueden retrasar el desarrollo de habilidades de beber adecuadamente.
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Los vasos entrenadores a menudo tienen una boquilla dura que el bebé puede morder,
chupar o morder, lo que puede dificultar el desarrollo de la succión y la coordinación de los
músculos de la boca necesarios para beber de un vaso normal. Además, estos vasos
suelen ser difíciles de limpiar adecuadamente, lo que puede provocar la acumulación de
bacterias y gérmenes que pueden enfermar al bebé.
En lugar de los vasos entrenadores, se recomiendan los vasos con pitillo o pajita flexible.
Estos vasos permiten al bebé beber líquidos a través de una pajita o tubo, mientras
mantienen una posición más natural de la cabeza y del cuello. Además, los vasos con pitillo
o pajita suelen ser más fáciles de limpiar y mantener higiénicos. A medida que el bebé crece
y desarrolla habilidades de succión y coordinación muscular, puede pasar a beber de un
vaso normal sin ningún problema.
Según el método Montessori, el uso de vasos de vidrio para bebés tiene varios beneficios
para su desarrollo:
Mejora la coordinación: Beber de un vaso de vidrio requiere que el bebé use sus habilidades
motoras finas y la coordinación ojo-mano para sostener y beber del vaso, lo que ayuda a
mejorar su desarrollo físico y cognitivo.
Aprende habilidades sociales: Cuando los bebés usan vasos de vidrio, aprenden a manejar
los objetos con cuidado y a respetar los límites de los demás. Además, el uso de vasos de
vidrio también puede ser un momento para que el bebé aprenda sobre el comportamiento
adecuado en la mesa.
Es importante destacar que los vasos de vidrio deben ser adecuados para la edad y etapa
de desarrollo del bebé, y deben ser supervisados por un adulto durante su uso para evitar
accidentes o lesiones.
Los mejores vasos de vidrio para bebés son aquellos de vidrio grueso y tamaño pequeño,
como los de tequila, aguardiente o shots, se deben evitar vasos muy grandes que el bebé
no pueda manipular y también evitar cualquier vaso de vidrio delgado ya que muchos bebés
tienden a morder los vasos y un vidrio delgado se podría quebrar causando accidentes.
Según la frase de María Montessori "Dejad al niño hacer por sí mismo cuanto pueda.
Cuando veáis que puede hacer algo, dejádselo hacer. Cuando se equivoque, le corregiréis;
pero dejadle actuar. Así se adquiere la verdadera independencia, que es la libertad de la
mente. Lo que importa es el niño y no un vaso que se rompe, porque hay más vasos, pero
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sólo hay un niño", la idea de dejar a un bebé usar los utensilios para la alimentación
normales (porcelana, vidrio, etc.) Lleva a la independencia de este niño que es lo que busca
este método y recalcar que lo importante es el aprendizaje del niño, no un vaso que se
puede reemplazar.
Sin embargo no todos están de acuerdo con este método o simplemente encuentran más
útil o seguro que el bebé utilice otros tipos de vasos en otros materiales como silicona o
fibra de bambú que son hoy en día una excelente opción.
● La silla trona
Se recomienda que los bebés coman en una silla trona por varias razones:
Seguridad: Las sillas tronas están diseñadas para mantener al bebé seguro mientras come,
con correas de sujeción que evitan que se caiga o se deslice. Además, las sillas tronas
tienen una base estable que evita que se vuelquen, lo que las hace más seguras que las
sillas comunes.
Hábitos alimentarios saludables: Al comer en una silla trona, el bebé está en una posición
adecuada para la alimentación, lo que puede fomentar una buena digestión y la absorción
de nutrientes. Además, estar sentado en una silla trona puede ayudar a prevenir la
sobrealimentación y los malos hábitos alimentarios a largo plazo.
En resumen, las sillas tronas son una herramienta importante para la alimentación segura,
cómoda y saludable de los bebés. Son una inversión valiosa para los padres que desean
fomentar hábitos alimentarios saludables y ayudar al bebé a desarrollar su independencia.
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