detener

(redireccionado de detengo)
También se encuentra en: Diccionario.
Graphic Thesaurus  🔍
Display ON
Animation ON
Legend
Synonym
Antonym
Related
  • all
  • verbo
  • pronominal

Sinónimos para detener

Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Ejemplos ?
Me infundieron voz divina para celebrar el futuro y el pasado y me encargaron alabar con himnos la estirpe de los felices Sempiternos y cantarles siempre a ellas mismas al principio y al final. Mas, ¿a qué me detengo con esto en torno a la encina o la roca?
Obedezco a la primera cláusula del mandato y empiezo de nuevo; pero no consigo obedecer la segunda, pues estoy cada vez más torpe. Me detengo mucho antes de llegar donde la vez anterior, en un punto que sabía no hacía dos minutos, y me paro a pensar.
No, si me detengo a ayudar a los trabajadores sanitarios, ¿Qué es lo que le pasará a todas esas horas que usualmente estoy en la oficina todos los días y todas las semanas como pastor?
La pregunta no es, si me detengo a ayudar a este hombre necesitado, ¿Qué es lo que me va a pasar a mí? La Pregunta es, Si no me detengo a ayudar a los trabajadores sanitarios, ¿Qué es lo que les va a pasar a ellos?
Y no me detengo a decir que a algunos animales les es natural e innato mover, cuando sienten alguna molestia sobre el cuerpo, solamente la piel que cubre el lugar en que la sienten, y espantan con el temblor de su piel no sólo las moscas que se les posan encima, sino también los aguijones que les clavan.
Estos son los que por tanto tiempo han tenido y tienen tiranizado el teatro español; éstos los que empuercan diariamente los papeles públicos, y éstos, en fin, los que haciéndose intérpretes de la nación que los tolera, se han atrevido, al son de zambombas, chiflatos y cencerros, a llorar las desgracias de la patria en la pérdida de sus amados príncipes, y a interrumpir con desapacibles graznidos el común quebranto cuando la muerte arrebató al cielo al más piadoso de sus reyes, para levantar sobre el trono español al más grande de todos ellos. Estos son los que acaudillan y dan atrevimiento a los demás. Pero ¿qué me detengo? ¡Mísera!
¡Salve, cristalino arroyo, Que cayendo en son confuso A regar el prado bajas Desde ese peñasco rudo: Y no sobre negro cieno Ni sobre guijarros duros, Mas sobre limpias arenas Sigues alegre tu rumbo! No temas, no; aunque abrasado Por mi ardiente sed acudo, Verás que no te detengo Ni tus corrientes enturbio.
Me detengo a mi arbitrio a examinar y analizar cada objeto que se me presenta, porque soy, a la vez espectador y actor; y luego cuando me fastidio, como los niños, de aquella fantasmagoría apago la lumbre de la linterna mágica y todo es oscuridad y las tinieblas se suceden a las dulces ilusiones de lo pasado y lo porvenir.
Pero luego vino el buen Samaritano, y él cambió la pregunta: “Si no me detengo a ayudar a este hombre, ¿Qué es lo que le va a pasar a él?
No me detengo en referirlas porque a todos son notorias y manifiestas, pero no puedo omitir las más principales causas del infortunio que nos amenaza, las cuales en mi corta inteligencia se reducen a dos.
omo escribo sin plan y a medida que los recuerdos vienen, me detengo en uno que ha quedado presente en mi memoria con una clara persistencia.
Aquí me detengo para recordar que a raíz del triunfo del 3 de diciembre pasado, y ya lo venía diciendo, el 3 de diciembre –lo dije muchas veces– no será un punto de llegada, será un punto de partida para una nueva etapa, un nuevo período.