Este animalejo es muy astuto y siempre que se ve irremediablemente perdido, finge estar muerto y cuando menos se lo espera uno, salta a toda velocidad y huye, o da unos mordiscos tan fuertes que quien se descuida puede perder hasta los dedos o un buen trozo de su carne.
¿Por qué en el mundo vano a quien le da la inocencia no le da la resistencia para defendernos, Dios? La vida hermosa se finge, y aunque en ilusión escasa, ya en impaciencia se abrasa de sentir y de gozar.
Y cuanto del baile rápido más los círculos estrecha, más los mágicos hechizos de sus perfecciones muestra; y el velo con que sus manos primorosamente juegan, la variedad de sus formas y sus encantos aumenta y según rápidamente le recoge o le despliega, le anuda, enlaza y con él o se cubre, o se rodea, la alegoría que finge graciosamente renueva.
Junto al médano que
finge ya un enorme lomo equino, ya la testa de una esfinge, bajo un aire de cristal, pasa el gaucho, muge el toro, y entre fina flor de oro y entre el cardo episcopal, la calandria lanza el trino de tristezas o de amor: la calandria misteriosa, ese triste y campesino ruiseñor.
Rubén Darío
Pero, a trueco que no digas que en la primera cosa que me mandaste dejaste de ser obedecida, yo perderé del derecho que debo a ser quien soy, y satisfaré tu deseo y el de Halima fingidamente, como dices, si es que se ha de granjear con esto el bien de verte; y así,
finge tú las respuestas a tu gusto, que desde aquí las firma y confirma mi fingida voluntad.
Miguel de Cervantes Saavedra
Aquella tarde en que nos vimos y hablamos en el despacho de usted, ¿recuerda?, estando usted despierto y no como ahora, dormido y soñando, le dije a usted que nosotros, los entes de ficción, según usted, tenemos nuestra lógica y que no sirve que quien nos finge pretenda hacer de nosotros lo que le dé la gana, ¿recuerda?
El rey, lento, se pasea por la estancia, dando poca atención a lo que escucha, que otras ideas le acosan. Y aunque gran sosiego
finge, es su inquietud bien notoria, y que habla consigo mismo en su semblante se nota.
Ángel de Saavedra
Yo creo que él lo sabe; pero finge no verlo, y gesticula de un modo terrorífico mientras raya el cuaderno; después nos mira de soslayo, y todos nos inclinamos temblorosos sobre los libros; pero al momento volvemos a fijar los ojos en él.
Para qué más lamentos de vidente en las horas del encuentro, si vislumbro lo que ruegan las hormonas en el rito exultante de sus bromas… Acepto los pasos que me agrietan y basta de más tretas… Conozco los momentos del discurso… sus sonrisas que crecen de existencias y las últimas piruetas de una muerte tan dulce que nos lleva, calavera, hacia la sombras de una luz agónica que se finge duradera.
La monja me clavó los ojos, que bajo los párpados llenos de arrugas fulguraban apasionados y violentos: —A una niña que es un ángel, sí ¡Comprendiendo que por su buen talle ya no puede hacer conquistas, finge usted una melancolía varonil que mueve a lástima el corazón!
Y del silencio ante el solemne halago, la alba luna, esa anémica sublime, que finge amor al soñoliento lago, llega, y un beso a la expirante imprime.
XVI Hacia el cerro que distingue lo sombrío de su tizne -padrón negro de hechos tristes- vagorosas ondas finge, parda nube, con matices colorados, como el tinte que a la luna da el eclipse; y en la espira que describe, rastros deja carmesíes...