3 La floja ociosidad, y el grave estío, de la pesada siesta entonces grave, el susurrar del Céfiro y el rio, fresca la sombra, querellosa el ave, la vacada extendida y el cabrio aún no cansado del pacer süave, en Dafne ocasionaron voz dispuesta, y en Dametas después voz y respuesta.
El arena quemaba, el sol ardía, la gente se caía medio muerta; él solo con despierta vigilancia dañaba la tardanza
floja, inerte, y alababa la muerte glorïosa.
Garcilaso de la Vega
Vea amigo: hágase una base de sinceridad, y sobre esa cuerda
floja o tensa, cruce el abismo de la vida, con su verdad en la mano, y va a triunfar.
Roberto Arlt
Él les ve llegar: El primer caballo le ofreces sus ancas para cabalgar, el segundo, dale sus espumas blancas, como las del mar, el otro, en la floja nariz que palpita le da un humo blanco con calor de hogar, el cuarto se encabrita y el quinto relincha, de azogue el ijar y el sexto murmura y el séptimo grita y el Orinoco es todo lo que llega al mar.
Hacia el río, por donde caen dos de los pies, el suelo era movedizo, le hundieron dos cajones, les sacaron de adentro la arena
floja, y los llenaron de cimiento seguro.
José Martí
No decía nada, tal vez porque no entendía nada. Le tomé la muñeca con fuerza y la sentí floja, entregada. Maza, "el cura", la Flaca y otro compañero se bajaron en Pampa y Figueroa Alcorta, llevándose los bolsos con los uniformes y parte de los fierros.
En esta tierra, se halla una manera de árbol, que es de madera floja, los Indios no harán lumbre de él, aunque los maten, porque dicen, que llegándose el Indio a la lumbre de este árbol, o dándole humo de él, queda impotente para con mujer, y tienen esto por tan entendido y averiguado, que no los harán poner al fuego que del árbol se hace, por todas las cosas del mundo, porque ellos como carnales no quieren esto.
–No, ya que si te matara tomaría antes mis precauciones, y tu cadáver lo destruiría con ácido sulfúrico. –Sos un bárbaro... A propósito, yo tengo una memoria más
floja: ¿pagaste en la Azucarera? –Sí.
Roberto Arlt
Allá en el fondo de su existencia, con la mejilla apoyada en los pezones violetas de un cuadrado pecho masculino, estaba su esposa, lánguida, la mirada
floja, los labios entreabiertos para la obscena boca del otro.
Roberto Arlt
Dio en no querer que saliéramos y se pasaba los días envuelta en la rosada bata de seda floja, viendo dibujos a la sanguínea, aguafuertes, grabados en acero y acuarelas de los que guardan mis cartones; examinando los camafeos uno por uno.
Y en efecto, llegaba el consejero en aquel mismo instante, y apenas su escribiente marrullero dejó regado el campo de su amante, cuando, con la ganilla que traía, al mismo cuarto entró su señoría. Quitóse en él la toga, dióse en la parte floja un manoteo, y a la que su materia desahoga manifestó su lánguido deseo.
Selgas, en fin, sube a la cuerda floja, da saltos mortales, realiza prodijios i ajilidad, hasta que pierde el equilibrio, suelta la vara i cae sobre los espectadores.