Mucho lloró la pobre niña al leer estas líneas, mucho rezó para que Dios librase de todo peligro al intrépido aeronauta, pero los días de aquel extranjero a quien amaba ardientemente estaban contados y María no tuvo ya más cartas de él.
Respondióle Menelao, valiente en la pelea: —¡Padre Fénix, anciano respetable! Ojalá Atenea me infundiese vigor y me
librase del ímpetu de los tiros.
Homero
Después he pensado que aquello resumía su carácter y era una consecuencia necesaria de la firmeza de míster Murdstone, que no podía consentir que nadie se librase de los más severos castigos imaginables.
Apenas se respiraba de tantas calamidades, hubo que recurrir de nuevo a Garci González para que
librase a Valencia y las cercanías de Caracas de otras con que las amenazaban los caribes.
Andrés Bello
¿Qué dios, que hechicera o qué mago con los venenos de Tesalia podría romper tus lazos? Tal vez el mismo Belerofonte no te librase de la informe Quimera enroscada a tu cuerpo.
En la visita de la comida de aquel día, su dueña la acusó de haber sido sorprendida la noche anterior rezando a Dios antes de acostarse; fue llamada, se la interrogó y le preguntaron cuál era el tema de sus oraciones; al principio ella se negó a confesarlo, pero luego, al verse amenazada, confesó llorando que rogaba a Dios que la librase de los peligros que la acechaban y, sobre todo, que no se atentara contra su virginidad.
Valor de cada 15 mando, se sacase el pregón y se celebrase el remate con el mayor postor y entrada a la importancia de la Real Caja de la misma Guatemala se librase titulo de esta, mediante se pregonaron por res días y por no haber habido ningún postor, se procedió y se libro el remate de dicha tierra.
Por la desobediencia del primer hombre, todos, caerían en la eternidad de la segunda muerte, si la gracia de Dios, no librase a muchos CAPITULO II.
7 Y vilo que llegó junto al carnero, y levantóse contra él, é hiriólo, y quebró sus dos cuernos, porque en el carnero no había fuerzas para parar delante de él: derribólo por tanto en tierra, y hollólo; ni hubo quien librase al carnero de su mano.
Por la desobediencia del primer hombre, todos, caerían en la eternidad de la segunda muerte, si la gracia de Dios, no librase a muchos Dijimos ya en los libros precedentes como Dios...
Quizá con no defenderme ni contradecir a esta mujer el juez se inclinará a condenarme; y, pensando que me castiga, me sacará de cautiverio, como si por milagro se
librase un cautivo de las mazmorras de Tetuán.
Miguel de Cervantes
Las consideraciones que hacía, las reprensiones que me daba créeme que eran muchas, y así mismo que miraba con atención los más galanes mozos de mi patria, con deseo de aficionarme de alguno que me librase de mi cuidado; mas todo paraba en volverme a querer a mi amante soñado, no hallando en ninguno la gallardía que en aquél.