TEZCATLIPOCA guardó memoria de aquello con cierto malestar, pues TECUCIZTECATL, ahora convertido en luna, había sido como un hijo para él y había soñado en verlo convertido en el gran guía de los humanos.
Lo que ocurría-y desde luego había impuesto total silencio a “EL CONSERVADOR” y una vaguedad extraña y equivalente a “EL COMERCIO DEL PLATA” –era que, ( casualmente), CASUALMENTE, el mismo día de haber comenzado a divulgarse en Montevideo ( 9 de Marzo) la noticia del estruendoso episodio de la calle “ANCHA” el “BATALLON DE CAZADORES BASCOS” : puntal de la defensa, integrado en gran número por “VIZCAINOS”, SE ALZÓ ABIERTAMENTE, culminando con esa actitud de rebeldía un largo mes de manifestaciones de grupo –aisladas pero alarmantes-de malestar, desavenencia, desagrado… ¿Qué era eso?
Felipe Ferreiro Anteriormente-en el segundo Capítulo de esta exposición me referí-confirmando con la exhibición de pruebas documentales lo allí expresado-a la inquietud y malestar que comenzó a acusarse entre los “Cazadores Vascos” de Brie a mediados de febrero de 1848 y que culminó el 9 de marzo con su alarmante alzamiento.
La atmósfera de inmenso malestar que se viene sintiendo en todo el país ha llegado a sintetizarse en un solo anhelo, el anhelo ferviente de que exista un gobierno democrático, respetuoso de las leyes, consciente y responsable de sus actos, y que actúe y opere dentro de un plano de realidades mexicanas, para cristalizar así el deseo de superación nacional; pues el Gobierno de Cárdenas dejando de observar la Constitución en sus más fieles interpretaciones ha creado este malestar y defraudado por ende las justas aspiraciones del pueblo mexicano.
"El Ejecutivo de mi cargos, de acuerdo con el propósito que se ha impuesto de vigilar cuidadosamente la marcha de los diversos ramos de la Administración Pública y conocer con la mayor precisión posible los problemas derivados de la aplicación de las leyes fiscales, ha podido notar un cierto malestar entre los contribuyentes, malestar que no tiene su origen en que las cuotas impositivas sean altas, sino más bien en la obscuridad y complicación de algunas de ellas, lo cual ocasiona innecesarias e injustificadas molestias a los causantes.
El régimen prolongado del papel moneda, que impera entre nosotros desde hace tantos años, presentándonos como una dolorosa excepción en el concierto del mundo civilizado, crea para nuestro país una situación aflictiva de angustia y de justificado malestar.
El Gobierno del Frente Popular francés disminuyó considerablemente las reservas del Banco de Francia; y ahora Daladier, tratando de corregir el desequilibrio financiero y el malestar económico de su país, dicta disposiciones drásticas, opuestas a las conquistas sociales ya obtenidas, disposiciones que lo han puesto al borde de una nueva crisis ministerial, que, de efectuarse, arrojaría a la nación en otra serie de conflictos que, aun pudiendo conceptuarse lógicos dentro del sistema realmente democrático de Francia, revelarían, sin embargo, una aguda desorientación política del pueblo.
Tal malestar se va haciendo cada día más insoportable en virtud de que Cárdenas se ha dedicado a gobernar en beneficio de unos cuantos y ha supeditado los principios de un Gobierno democrático a las falsas y perversas orientaciones de líderes que...
Las familias de los soldados que están en Etiopía o en España, viven en el más completo pauperismo: les pagan tres liras diarias a las esposas y una más por cada hijo, con lo que no pueden humanamente vivir. El malestar económico y político del reino es atroz.
No lo creo. Eso sólo son vibraciones neuronales de dolor, frío, calor, inquietud; de malestar, de bienestar. Acaso ese nuevo ser únicamente busca continuar su supervivencia instintiva.
El Ejecutivo de mi cargo, ante las apreciaciones que se hicieron sobre estos movimientos, expresó oportunamente su criterio en el sentido de que toda actividad huelguística o inquietud de trabajadores, no son más que consecuencia del acomodamiento de los intereses representados por los dos factores de la producción, y que si causan algún malestar y aun lesionan momentáneamente la economía del país, resueltos razonablemente y dentro de un espíritu de justicia social, contribuyen, con el tiempo, a hacer más sólida la situación económica, ya que su correcta solución trae, como consecuencia, un mayor bienestar para los trabajadores obtenido de acuerdo con las posibilidades económicas del capital.
El arreglo no era estable. Frente al malestar creciente en el campo mexicano destacó la pasividad legislativa. Entre 1880 y 1910 sólo se expidieron dos ordenamientos: el decreto sobre Colonización y Compañías Deslindadoras en 1883 y la Ley sobre Ocupación y Enajenación de Terrenos Baldíos en 1893, ambos sobre el mismo tema.