Angustias le miró muy contenta, y dijo con noble fogosidad: -No estoy arrepentida de aquella acción; pues si mucho le admiré a usted al verlo batirse la tarde del 26 de marzo, más lo he admirado luego al oírlo cantar, en
medio de sus dolores, la jota aragonesa, para distraer y alegrar a mi pabre madre.
Pedro Antonio de Alarcón
Cuando yo cumpla
medio siglo, y sea ya otro hombre, enfermo, viejo y acostumbrado a la idea de la esclavitud, nos casaremos sin que nadie se entere, y nos iremos fuera de Madrid, al campo, donde no haya público, donde nadie pueda burlarse del antiguo Capitán Veneno...
Pedro Antonio de Alarcón
Estos elementos morales del progreso, más indispensables son en países que no pueden desenvolverse sino por medio del esfuerzo constante del hombre, que en otros donde la naturaleza más generosa reemplaza en mucho la acción física e intelectual de aquél.
-respondió el Capitán, levantándose con aire muy reflexivo como si estuviese buscando forma a un pensamiento abstruso y delicado-. Ofréceseme otro
medio de transacción, y será el último..., ¿entiende usted, señora aragonesa?
Pedro Antonio de Alarcón
Aquel lujoso mueble era toda una obra, excogitada y dirigida por el minucioso aristócrata; estaba provisto de grandes ruedas que facilitarían la conducción del enfermo de una parte a otra, articulado por
medio de muchos resortes, que permitían darle forma, ora de lecho militar, ora de butaca más o menos trepada; con apoyo, en este último caso para extender la pierna, y con su mesilla, su atril, su pupitre, su espejo y otros adminículos de quita y pon, admirablemente acondicionados.
Pedro Antonio de Alarcón
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Y como quiera que ya he dilucidado por
medio de este ligero discurso, para el cual no venía preparado, todos los aspectos y fases de la cuestión, ceso por ahora en el ejercicio de la palabra.
Pedro Antonio de Alarcón
-No iré, si no quieres; pero, madre mía, piensa en que mi pobre padre, tu noble y valeroso marido, no habría muerto, como murió, desangrado, en
medio de un bosque, la noche de una acción, si alguna mano misericordiosa hubiese restañado la sangre de sus heridas.
Pedro Antonio de Alarcón
Pálida como una difunta, luchaba con su abatimiento hasta que, hallando fuerzas en el propio dolor, alzóse
medio loca y corrió a la calle...
Pedro Antonio de Alarcón
En general ¿se gasta hoy actividad para la lucha de la vida y para crear fuentes de riqueza por medio del trabajo libre, o se ve una funesta tendencia al reposo enervante y a la empleomanía?
Restituida, pues, cada parte del Septentrión al ejercicio de cuantos derechos le concedió el autor de la naturaleza, y reconociendo por inajenables y sagrados las naciones cultas de la tierra, en libertad de constituirse del modo que más convenga a su felicidad, y con representantes que pueden manifestar su voluntad y sus designios, comienza a hacer uso de tan preciosos dones y declara solemnemente por medio de la Junta Suprema del Imperio...
Soy madre...; adoro a mi hija; voy a dejarla sola en el mundo; no veo a mi lado en la hora de la muerte, ni tengo sobre la faz de la tierra, persona alguna a quien encomendársela, como no sea usted, que, en
medio de todo, le demuestra cariño...
Pedro Antonio de Alarcón